REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD // "" COMUNISMO PROLETARIO ""
SÁBADO, 1 DE AGOSTO DE 2020
MATERIALISMO E IDEALISMO EN LA ERA DEL COMUNISMO UNIVERSAL DECLARACIÓN DE INTENCIONES: ES UN INTENTO, EN PRINCIPIO, DE SER APORTACIÓN AL DESARROLLO DEL M.H. Y DEL SOCIALISMO CIENTÍFICO,...
UNO DE LOS MÁS DESTACADOS LISTILLOS COMUNICADEROS,...ES PABLO IGLESIAS, ESTE NO ES JUNIOR DE NADA,...de la Tuerca,... ( Y YA HABLARÉ SOBRE EL ERASMUS Y EL PERSONAL ESTUDIANTIL QUE SE BENEFICIA DE LOS CURRANTES UNIVERSALES,...¡¡¡¡ Lmm.).
intervienen también en Intereconomia,...la mayor parte de las veces hace un ridículo espeluznante,...no le da vergüenza,...no no tiene,...es un gran listilllo como los CAES, de Madrid,...y sus secuaces como manolo saez,...ya descritos en otros documentos editados en este blog,...La señora-compañera de este iglesias,... ( Tania Sanchez Melero ) es de IU y diputada en la Comunidad de Madrid,...también está todo el día en las televisiones,...no les importa el color,...desde la sexta,...hasta Intereconomia,...Otro Iglesias, es Jose,...teórico de la Renta Básica,...del Vaticano,...del poder, cuerpo y estamento religioso español,...a la vez tenemos a B. Talegon, de la Internacional juvenil socialista, española ella,...además al Joven Sotillos, hijo de antiguo dirigente del PSOE,...y otros más como Alberto Garzón,...éste tiene un hermano,... lo cual no quita para que lea y estudie sus escritos, de ambos,...ACTUALMENTE EL SISTEMA TIENE RECAMBIOS EN TODAS SUS TENDENCIAS E INDIOSINCRACIAS,...e incluso los nuevos que están,...aunque aún no les hace ser famosos,...aunque los van introduciendo en los canales de información poco a poco,...esto es muy antiguo,...tiene así como 40 años, en esta última época parlamentarista española. Empezaron por los carrillos, los felipe gonzález, los tierno galván,...a partir de la década de los sesenta-setenta,...y llega hasta ahora, con los jóvenes mencionados y otros,...tanto de derechas como de izquierdas,...es curioso como los de derechas aparecen menos,...los de Nuevas generaciones,...participan más en los debates y entes locales, autonómicos,...todo bien calculado,...pero ya aparecerán cuando hagan falta,...ahora los calientas sillas y pelotas,...babosos y arribistas,...cumplen con lo necesario,...el facherío se les ve mucho a los jóvenes peperos,...por eso no salen a continuo, pero copan los organismos diversos institucionales, sociales, educativos,...( CON ÉL Y CON FELIPE GONZALEZ Y CON ALFONSO GUERRA,...LLEGÓ-LLEVÓ A LA DECADENCIA Y DEGENERACIÓN DE LA JUVENTUD, ADULTOS Y MÁS MAYORES,...YA HE EXPLICADO ALGO EN OTRO ARTÍCULO DEL BLOG,...''''. EL PSOE, QUITÓ LA DEUDA, LA PUPA, EL MUERTO, AL PSP,...ASUMIENDO SUS DEUDAS BANCARIAS,...¡¡¡¡; TODO PURA MAFIA BURO-IMPERICAPITALISTA;....LOS SOCIOS DE UNIDAS PODEMOSh, Y POR ELLO SE AFILIARON AL PSOE,...MI CUÑADO, ME LO EXPLICÓ BASTANTE BIEN,....YA QUE FUE UNO DE LOS POPES DEL PSP,...PART. SOCIAL. POPUL. ¡¡¡¡. Luky de málaga,... Lmm. ).
DESCRIPCIÓN
DESCRIPCIÓN
Enrique Tierno Galván fue un político, sociólogo, jurista y ensayista español, alcalde de Madrid entre 1979 y 1986. Wikipedia
Fecha de nacimiento: 8 de febrero de 1918, Madrid
Fallecimiento: 19 de enero de 1986, Madrid
Libros: Cabos sueltos, Bandos del alcalde, MÁS,...)).
LOS-LAS JÓVENES ARRIBISTAS, de la Izquierda social, oficial, alternativa:
// PATRIOTISMO DEMOCRÁTICO VS SOCIAL-IMPERIALISMO MULTICAPITALISTA EXPROPIADORES SOCIALES UNIVERSALES,... DE PABLO IGLESIAS LA TUERKA
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1. El gobierno de la Comunidad de Madrid ordena el cierre de Tele K ...
www.tercerainformacion.es/spip.php?article37129
10/05/2012 - Toca mover ficha compañeros", afirma Pablo Iglesias desde su cuenta de twiter. ... Último programa de La Tuerca, emitido el 06/05/2012; ... Me considero yo mismo una persona de orientacion social democrata, pero Uds?. ... Venezuela: Gran Polo Patriótico podría obtener 80% de las alcaldías del país.
2. El País: entre el golpismo y la basura periodística - Público.es
blogs.publico.es/pablo-iglesias/.../el-pais-entre-el-golpismo-y-la-basura-p......///.....
MARTES, 14 DE ENERO DE 2014
DEL SOCIALISMO IDEALISTA DE DEMOCRACIA REAL YA, AL COMUNISNO TOTAL E INTEGRAL
MATERIALISMO E IDEALISMO EN LA ERA DEL COMUNISMO UNIVERSAL
DECLARACIÓN DE INTENCIONES:
ES UN INTENTO, EN PRINCIPIO, DE SER APORTACIÓN AL DESARROLLO DEL M.H. Y DEL SOCIALISMO CIENTÍFICO,...DE FORMA CRITICA, APORTANDO, REPENSANDO Y CREANDO TEORÍA REVOLUCIONARIA, PARA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD. Se intenta un método de crear pensamiento, entrando y comentando,...en las ideas de otros, y queriendo ser nuevo marxismo, que ya decíamos hace años, que era marxismo contemporáneo, socialismo científico del siglo XXI,...esta es nuestra voluntad,...es nuestra tarea intelectual proletaria,...somos proletarios y dentro de nuestra intelectualidad abordamos de esta manera la teoría y el aprendizaje marxista.
Subrayamos, tomamos notas, anotamos notas,..."pasar este libro al blog", y comentarlo a la luz de estos nuevos tiempos: Capitalismo/Imperialismo/Nueva economía de capitalismo de estado ( URSS, China Popular, Cuba,...)/MM.CC.-Multicorporaciones, o Sistema Multicorporacional-/( Comunismo total e integral: Revolución de la humanidad). En lo ideológico: Maoismo: Capitalismo de estado. Leninismo: Antiburocratismo, Stalinismo: Capitalismo de estado. En este libro que poseemos,...varias personas lo han utilizado para su formación marxista,...se han subrayado párrafos,...al menos desde la década del 70 s.xx,...en estas últimas fechas nosotros a la vez hemos subrayados párrafos y anotado cuestiones que vamos a incorporar al blog, en plan comentario,...se pondrá párrafos con fondo -amarillo- para claridad de lectura y comprensión, como en el caso anterior.
ES UN INTENTO, EN PRINCIPIO, DE SER APORTACIÓN AL DESARROLLO DEL M.H. Y DEL SOCIALISMO CIENTÍFICO,...DE FORMA CRITICA, APORTANDO, REPENSANDO Y CREANDO TEORÍA REVOLUCIONARIA, PARA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD. Se intenta un método de crear pensamiento, entrando y comentando,...en las ideas de otros, y queriendo ser nuevo marxismo, que ya decíamos hace años, que era marxismo contemporáneo, socialismo científico del siglo XXI,...esta es nuestra voluntad,...es nuestra tarea intelectual proletaria,...somos proletarios y dentro de nuestra intelectualidad abordamos de esta manera la teoría y el aprendizaje marxista.
Subrayamos, tomamos notas, anotamos notas,..."pasar este libro al blog", y comentarlo a la luz de estos nuevos tiempos: Capitalismo/Imperialismo/Nueva economía de capitalismo de estado ( URSS, China Popular, Cuba,...)/MM.CC.-Multicorporaciones, o Sistema Multicorporacional-/( Comunismo total e integral: Revolución de la humanidad). En lo ideológico: Maoismo: Capitalismo de estado. Leninismo: Antiburocratismo, Stalinismo: Capitalismo de estado. En este libro que poseemos,...varias personas lo han utilizado para su formación marxista,...se han subrayado párrafos,...al menos desde la década del 70 s.xx,...en estas últimas fechas nosotros a la vez hemos subrayados párrafos y anotado cuestiones que vamos a incorporar al blog, en plan comentario,...se pondrá párrafos con fondo -amarillo- para claridad de lectura y comprensión, como en el caso anterior.
Este trabajo intentará comentar e introducir nuevos elementos teóricos actuales, al texto de F. Engels, " del socialismo utópico al socialismo científico ", que tenemos en un pequeño libro editado en 1.969... Es un proyecto teórico y político; es un reto intelectual y de militante comunista. Se escribirá completamente introduciendo los nuevos aspectos de nuestra cosecha.
El titular del artículo está condicionado porque estamos en el siglo XXI, y es lo que presenta hoy en día el socialismo idealista, utópico,...que en estas fechas se quiere hacer pasar por lo no va más. El movimiento social que materializa esta consigna es intelectual, político y social de clases medias, pequeño burguesas, funcionarios, políticos y sindicalistas profesionales; es de destacar que ya algunas fracciones consideran que están traspasando a los sindicatos y partidos de izquierdas institucionalizados, no se han dado cuenta, según parece, que los oficialistas son aparato de estado y en general más clarividentes burgueses que la misma fracción financiera, que es la dominante dentro de la burguesía en todo el Planeta. ES COMO UNA DOBLE TAREA, QUE A LA VEZ RECOGE LA CRÍTICA A LA POLÍTICA GENERAL DE LOS INDIGNADOS, Y SUS ESTRUCTURAS ORGANIZATIVAS COMO M15M, -Democracia Real Ya -ALTERNATIVOS DE IZQUIERDAS, HASTA LLEGAR A MADRILONIA,...QUE APARECE CASI COMO LO MÁS REVOLUCIONARIO DENTRO DE ESTE NUEVO-VIEJO MOVIMIENTO SOCIAL ESPAÑOL, EUROPEO, Y MUNDIAL,...A la vez aparecerá crítica a los posicionamientos de las diversas tendencias dentro del Movimiento Comunista Internacional -MCI-.
DEL SOCIALISMO UTÓPICO AL SOCIALISMO CIENTÍFICO
(Federico Engels).
Se va a trabajar una versión directamente del alemán; la editorial de Ricardo Aguilera, Madrid, hizo esta edición en enero de 1.969; con d.l.
( Este texto impreso lo tenemos desde hace unas décadas, allá por la del 70, s.xx,...en España era muy difícil conseguirlo,...pero miren por donde después de llevar varias páginas escritas,...hemos encontrado en Internet el texto del libro ya escrito,...lo hemos tomado y lo reproducimos, ahorrándonos un buen tiempo de trabajo,...de antemano les damos las gracias a los señores de la web, blogger.com,...-bivir.uacj.mx/libroselectro,...). Queremos mencionar que intentamos coordinar el texto del pequeño libro,...ya que existen ciertas diferencias de presentación,...impreso con el texto de dicha web,...queremos hacerlo lo mejor posible,...para que salgan las ideas con claridad,...¡¡.
( Este texto impreso lo tenemos desde hace unas décadas, allá por la del 70, s.xx,...en España era muy difícil conseguirlo,...pero miren por donde después de llevar varias páginas escritas,...hemos encontrado en Internet el texto del libro ya escrito,...lo hemos tomado y lo reproducimos, ahorrándonos un buen tiempo de trabajo,...de antemano les damos las gracias a los señores de la web, blogger.com,...-bivir.uacj.mx/libroselectro,...). Queremos mencionar que intentamos coordinar el texto del pequeño libro,...ya que existen ciertas diferencias de presentación,...impreso con el texto de dicha web,...queremos hacerlo lo mejor posible,...para que salgan las ideas con claridad,...¡¡.
PROLOGO A LA EDICIÓN INGLESA, por F. E. el 20 de abril de 1.982.
(Estas primeras anotaciones son del texto que tenemos,
en un pequeño libro de 88 págs ).
en un pequeño libro de 88 págs ).
"" El pequeño trabajo que tiene delante el lector formaba parte, en sus orígenes, de una obra mayor. Hacia 1875, el Dr. Dühring, privat-docent de la Universidad de Berlín, anunció de pronto y con bastante estrépito su conversión al socialismo y presentó al público alemán, no sólo una teoría socialista detalladamente elaborada, sino también un plan práctico completo para la reorganización de la sociedad. Se abalanzó, naturalmente, sobre sus predecesores, honrando particularmente a Marx, sobre quien derramó las copas llenas de su ira.
Esto ocurría por los tiempos en que los dos sectores del Partido Socialista de Alemania- los eisachianos y los lassalleanos- acababan de fusionarse, adquiriendo éste así, no sólo un inmenso incremento de fuerza, sino algo que importaba más: la posibilidad de desplegar toda esa fuerza contra el enemigo común. El PS de Alemania se iba convirtiendo rápidamente en una potencia. Pero, para convertirlo en una potencia, la condición primordial era no poner en peligro la unión recién conquistada. Y el Dr. Dühring se aprestaba públicamente a formar en torno a su persona una secta, el núcleo de lo que en el futuro habría de ser un partido aparte. No había, pués, más remedio que recoger el guante que se nos lanzaba y dar la batalla, por muy poco agradable que ello nos fuese.
Por cierto, la cosa, aunque no muy difícil, había de ser, evidentemente, harto pesada. Es bien sabido que nosotros, los alemanes, tenemos una terrible y poderosa Grundlichkeit, un cavilar profundo o una caviladora profundidad, como se le quiera llamar. En cuanto uno de nosotros expone algo que reputa una nueva doctrina, lo primero que hace es elaborarla en forma de un sistema universal. Tiene que demostrar que lo mismo los primeros principios de la lógica que las leyes fundamentales del Universo, no han existido desde toda una eternidad con otro designio que el de llevar, al fin y al postre, hasta esta teoría recién descubierta, que viene a coronar todo lo existente. En este respecto, el Dr. D. estaba cortado en absoluto por el patrón nacional. Nada menos que un Sistema completo de la Filosofía -filosofía intelectual, moral, natural y de la Historia- un Sistema completo de Economía política y de socialismo y, finalmente, una Historia crítica de la Economía política- tres gordos volúmenes en octavos, pesados por fuera y por dentro, tres cuerpos de ejército de argumentos, movilizados contra todos los filósofos y economistas precedentes en general y contra Marx en particular- en realidad un intento de completa "subversión de la ciencia". Tuve que que vérmelas con todo eso: tuve que tratar todos los temas posibles, desde las ideas sobre el tiempo y el espacio hasta el bimetalismo; desde la eternidad de la materia y el movimiento hasta la naturaleza perecedera de las ideas morales; desde la selección natural de Darwin hasta la educación de la juventud en una sociedad futura. Cierto es que la sistemática universalidad de mi contrincante me brindaba ocasión para desarrollar frente a él, en una forma más coherente de lo que hasta entonces se había hecho, las ideas mantenidas por Marx y por mí acerca de tan grande variedad de materias. Y ésta fue la razón principal que me movió a acometer esta idea, por lo demás tan ingrata.
Mi réplica vio la luz, primero, en una serie de artículos publicados en el Vorwärts (*), de Leipzig, órgano central del partido Socialista, y, más tarde, en forma de libro, con el título La subversión de la ciencia por el señor E.D., del que en 1.866 se publicó en Zurich una segunda edición.
A instancias de mi amigo Paul Lafargue, actual representante de Lille en la Cámara de lso Diputados de Francia, arreglé tres capítulos de este libro para un folleto, que él tradujo y publicó en 1.880 con el título de Socialismo utópico y socialismo científico. De este texto texto francés se hicieron una versión polaca y otra española. En 1.883 nuestros amigos de Alemania publicaron el folleto en su idioma original. Desde entonces, se han publicado, a base del texto alemán traducciones al italiano, al ruso, al danés, al holandés y al rumano. Es decir, que, contando la actual edición inglesa, este folleto se halla difundido en diez lenguas. No sé de ninguna otra publicación socialista, incluyendo nuestro Manifiesto comunista de 1.848 y El Capital de Marx, que haya sido traducida tantas veces. En Alemania se han hecho cuatro ediciones, con una tirada total de unos veinte mil ejemplares.
El apéndice La Marca **, fue escrito con el propósito de difundir entre el PSA algunas nociones elementales respecto a la historia y al desarrollo de la propiedad rural en Alemania. En aquel entonces era tanto más necesario cuanto que la incorporación de los obreros urbanos al Partido había hecho ya un gran progreso y se planteaba la tarea de ocuparse de las masas de obreros agrícolas y de los campesinos. Este apéndice fue incluido en la edición, teniendo en cuenta la circunstancia de que las formas primitivas de posesión de la tierra, comunes a todas las tribus teutónicas, así como la historia de su decadencia, son menos conocidas todavía en Inglaterra que en Alemania. He dejado el texto en su forma original, sin aludir a la hipótesis recientemente expuesta por Maxim Kovalevski, según la cual al reparto de las tierras de cultivo y de pastoreo entre los miembros de la Marca precedió el cultivo en común de estas tierras por una gran comunidad familiar patriarcal, que abarcó a varias generaciones ( de ejemplo puede servir la zádruga de los sudeslavos, que aún existe hoy en día ). Luego, cuando la comunidad creció y se hizo demasiado numerosa para administrar en común la economía, tuvo lugar el reparto de tierra. Es provable que Kovalevski tenga razón, pero el asunto se encuentra aún sub judice.
Los términos de Economía empleados en este trabajo coinciden, en tanto que son nuevos, con los de la edición inglesa de El Capital, de Marx. Designamos como producción de mercancías aquella fase económica en que los objetos no se producen solamente para el uso del producto, sino también para los fines del cambio, es decir, como mercancía, y no valores de uso. Esta fase va desde los albores de la producción para el cambio hasta los tipos presentes; pero sólo alcanza su desarrollo bajo la producción capitalista, es decir, bajo las condiciones en que el capitalista, propietario de los medios de producción, emplea, a cambio de un salario, a obreros, a hombres despojados de todo medio de producción, salvo su propia fuerza de trabajo, y se embolsa el excedente del precio de venta de los productos sobre su costo de producción. (seguir pág. 10). Hasta aquí nuestro trabajo de reproducción en nuestro blog,...¡¡.
Nota: por acumulación de trabajo buscamos en Internet este texto y dimos con www.blogger.com/blogger.g?blogID, donde aparecía el texto de F. Engels; lo hemos copiado y lo publicamos tal cual. -les damos las gracias-.../...
DEL SOCIALISMO UTÓPICO AL SOCIALISMO CIENTÍFICO
Por Federico Engels
PRÓLOGO A LA EDICIÓN INGLESA DE 1892
El pequeño trabajo que tiene delante el lector, formaba parte, en sus orígenes, de una obra mayor. Hacia 1875, el Dr. E. Dühring, privat-docent en la Universidad de Berlín, anunció de pronto y con bastante estrépito su conversión al socialismo y presentó al público alemán, no sólo una teoría socialista detalladamente elaborada, sino también un plan práctico completo para la reorganización de la sociedad. Se abalanzó, naturalmente, sobre sus predecesores, honrando particularmente a Marx, sobre quien derramó las copas llenas de su ira.
Esto ocurría por los tiempos en que las dos secciones del Partido Socialista Alemán —los eisenachianos y los lassalleanos-i[2]-— acababan de fusionarse, adquiriendo éste así, no sólo un inmenso incremento de fuerza, sino algo que importaba todavía más: la posibilidad de desplegar toda esta fuerza contra el enemigo común. El Partido Socialista Alemán se iba convirtiendo rápidamente en una potencia. Pero, para convertirlo en una potencia, la condición primordial era no poner en peligro la unidad recién conquistada. Y el Dr. Dühring se aprestaba públicamente a formar en torno a su persona una secta, el núcleo de un partido futuro aparte. No había, pues, más remedio que recoger el guante que se nos lanzaba y dar la batalla, por muy poco agradable que ello nos fuese.
Por cierto, la cosa, aunque no muy difícil, había de ser, evidentemente, harto pesada. Es bien sabido que nosotros, los alemanes, tenemos una terrible y poderosa Gründlichkeit, un cavilar profundo o una caviladora profundidad, como se le quiera llamar. En cuanto uno de nosotros expone algo que reputa una nueva doctrina, lo primero que hace es elaborarla en forma de un sistema universal. Tiene que demostrar que lo mismo los primeros principios de la lógica que las leyes fundamentales del Universo, no han existido desde toda una eternidad con otro designio que el de llevar, al fin y a la postre, hasta esta teoría recién descubierta, que viene a coronar todo lo existente. En este respecto, el Dr. Dühring estaba cortado en absoluto por el patrón nacional.
Nada menos que un "Sistema completo de la Filosofía" —filosofía intelectual, moral, natural y de la Historia—, un "Sistema completo de Economía Política y de Socialismo" y, finalmente, una "Historia crítica de la Economía Política" —tres gordos volúmenes en octavo, pesados por fuera y por dentro, tres cuerpos de ejército de argumentos, movilizados contra todos los filósofos y economistas precedentes en general y contra Marx en particular—; en realidad, un intento de completa «subversión de la ciencia». Tuve que vérmelas con todo eso; tuve que tratar todos los temas posibles, desde las ideas sobre el tiempo y el espacio hasta el bimetalismo-ii[3]-, desde la eternidad de la materia y el movimiento hasta la naturaleza perecedera de las ideas morales; desde la selección natural de Darwin hasta la educación de la juventud en una sociedad futura. Cierto es que la sistemática universalidad de mi contrincante me brindaba ocasión para desarrollar frente a él, en una forma más coherente de lo que hasta entonces se había hecho, las ideas mantenidas por Marx y por mí acerca de tan grande variedad de materias. Y ésta fue la razón principal que me movió a acometer esta tarea, por lo demás tan ingrata.
Mi réplica vio la luz, primero, en una serie de artículos publicados en el "Vorwärts"-iii[4]- de Leipzig, órgano central del Partido Socialista, y, más tarde, en forma de libro, con el título de "Herrn Eugen Dührings Umwälzung der Wissenschaft" ["La subversión de la ciencia por el señor E. Dühring"], del que en 1886 se publicó en Zurich una segunda edición.
A instancias de mi amigo Paul Lafargue, actual representante de kille en la Cámara de los diputados de Francia, arreglé tres capítulos de este libro para un folleto, que él tradujo y publicó en 1880 con el título de "Socialisme utopique et socialisme scientifique";
.../...- (HABLAR ALGO HISTÓRICO Y VALORATIVO sobre este francés, su partido y tareas teóricas,...es un ejemplo de presentación de materialismo histórico. Entrando en wikipedia nos ilustra y a la vez podemos seguir comentando,...el proceso histórico político, desde por ejemplo la Comuna de París, la primera guerra mundial,...el imperialismo capitalista francés,...)-.../...
Paul Lafargue. 1842-1911, Francia. Marido de hija de C. Marx. Fue periodista
De este texto francés se hicieron una versión polaca y otra española. En 1883 nuestros amigos de Alemania publicaron el folleto en su idioma original. Desde entonces, se han publicado, a base del texto alemán, traducciones al italiano, al ruso, al danés, al holandés y al rumano. Es decir, que, contando la actual edición inglesa, este folleto se halla difundido en diez lenguas. No sé de ninguna otra publicación socialista, incluyendo nuestro Manifiesto Comunista de 1848 y "El Capital" de Marx, que haya sido traducida tantas veces. En Alemania se han hecho cuatro ediciones, con una tirada total de unos veinte mil ejemplares.
El apéndice "La Marca"-iv[5]- fue escrito con el propósito de difundir entre el Partido Socialista Alemán algunas nociones elementales respecto a la historia y al desarrollo de la propiedad rural en Alemania. En aquel entonces era tanto más necesario cuanto que la incorporación de los obreros urbanos al partido estaba en vía de concluirse y se planteaba la tarea de ocuparse de las masas de obreros agrícolas y de los campesinos. Este apéndice fue incluido en la edición, teniendo en cuenta la circunstancia de que las formas primitivas de posesión de la tierra, comunes a todas las tribus teutónicas, así como la historia de su decadencia, son menos conocidas todavía en Inglaterra que en Alemania. He dejado el texto en su forma original, sin aludir a la hipótesis recientemente expuesta por Maxim Kovalevski, según la cual al reparto de las tierras de cultivo y de pastoreo entre los miembros de la Marca precedió el cultivo en común de estas tierras por una gran comunidad familiar patriarcal, que abarcó a varias generaciones (de ejemplo puede servir la zádruga de los sudeslavos, que aún existe hoy día). Luego, cuando la comunidad creció y se hizo demasiado numerosa para administrar en común la economía, tuvo lugar el reparto de la tierrav[6]. Es probable que Kovalevski tenga razón, pero el asunto se encuentra aún sub judice1[*].
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La palabra «infinito» carece de sentido,
2[†]Qual es un juego de palabras filosófico. Qual significa, literalmente, tortura, dolor que incita a realizar una acción cualquiera. Al mismo tiempo, el místico Böhme transfiere a la palabra alemana algo del término latino qualitas (calidad). Su Qual era, por oposición al dolor producido exteriormente, un principio activo, nacido del desarrollo espontáneo de la cosa, de la relación o de la personalidad sometida a su influjo y que, a su vez, provocaba este desarrollo.,...si no es como expresión de la capacidad de nuestro espíritu para añadir sin fin. Como sólo lo material es perceptible, susceptible de ser sabido, nada se sabe de la existencia de Dios. Sólo mi propia existencia es segura. Toda pasión humana es movimiento mecánico que termina o empieza. Los objetos de los impulsos son el bien. El hombre se halla sujeto a las mismas leyes que la naturaleza.
El poder y la libertad son cosas idénticas.
«Hobbes sistematizó a Bacon, pero sin aportar nuevas pruebas en favor de su principio fundamental: el de que los conocimientos y las ideas tienen su origen en el mundo de los sentidos.
«Locke, en su obra "Essay on the Human understanding" [Ensayo sobre el entendimiento humano], fundamenta el principio de Bacony Hobbes. «Del mismo modo que Hobbes destruyó los prejuicios teísticos del materialismo baconiano, Collins, Dodwell, Coward, Hartley, Priestley, etc., derribaron la última barrera teológica del sensualismo de Locke. El deísmoviii[9] no es, por lo menos para los materialistas, más que un modo cómodo y fácil de deshacerse de la religión» -3[‡]-.
Así se expresaba Carlos Marx hablando de los orígenes británicos del materialismo moderno. Y si a los ingleses de hoy día no les hace mucha gracia este homenaje que Marx rinde a sus antepasados, lo sentimos por ellos. Pero es innegable, a pesar de todo, que Bacon, Hobbes y Locke fueron los padres de aquella brillante escuela de materialistas franceses que, pese a todas las derrotas que los alemanes y los ingleses infligieron por mar y por tierra a Francia, hicieron del siglo XVIII un siglo eminentemente francés; y esto, mucho antes de aquella revolución francesa que coronó el final del siglo y cuyos resultados todavía hoy nos estamos esforzando nosotros por aclimatar en Inglaterra y en Alemania. No puede negarse. Si a mediados del siglo un extranjero culto se instalaba en Inglaterra, lo que más le sorprendía era la beatería y la estupidez religiosa —así tenía que considerarla él— de la «respetable» clase media inglesa. Por aquel entonces, todos nosotros éramos materialistas, o, por lo menos, librepensadores muy avanzados, y nos parecía inconcebible que casi todos los hombres cultos de Inglaterra creyesen en una serie de milagros imposibles, y que hasta geólogos como Buckland y Mantell tergiversasen los hechos de su ciencia, para no dar demasiado en la cara a los mitos del Génesis; inconcebible que, para encontrar a gente que se atreviese a servirse de su inteligencia en materias religiosas, hubiese que ir a los sectores no ilustrados, a las «hordas de los que no se lavan», como en aquel entonces se decía, a los obreros, y principalmente a los socialistas owenianos.
Pero, de entonces acá, Inglaterra se ha «civilizado». La Exposición de 1851ix[10] fue el toque a muerte por el exclusivismo insular inglés. Inglaterra fue, poco a poco, internacionalizándose en cuanto a la comida y la bebida, en las costumbres y en las ideas, hasta el punto de que ya desearía yo que ciertas costumbres inglesas encontrasen en el continente una acogida tan general como la que han encontrado otros usos continentales en,...3[‡] K. Marx und F. Engels, "Die heilige Familie", Frankfurt am M., 1845, S. 201-204. (C. Marx y F. Engels. La Sagrada Familia, Francfort del Meno, 1845, págs. 201-204.) (N. de la Edit.). Inglaterra. Lo que puede asegurarse es que la difusión del aceite para ensalada (que antes de 1851 sólo conocía la aristocracia) fue acompañada de una fatal difusión del escepticismo continental en materias religiosas, habiéndose llegado hasta el extremo de que el agnosticismo, aunque no se considere todavía tan elegante como la Iglesia anglicana oficial, está no obstante, en lo que a la respetabilidad se refiere, casi a la misma altura que la secta baptista y ocupa, desde luego, un rango mucho más alto que el Ejército de Salvaciónx[11]. No puedo por menos de pensar que para muchos que deploran y maldicen con toda su alma estos progresos del descreimiento será un consuelo saber que estas ideas flamantes no son de origen extranjero, no circulan con la marca de «Made in Germany», fabricado en Alemania, como tantos otros artículos de uso diario, sino que tienen, por el contrario, un añejo y venerable origen inglés y que sus autores británicos de hace doscientos años iban bastante más allá que sus descendientes de hoy día.
En efecto, ¿qué es el agnosticismo si no un materialismo vergonzante? La concepción agnóstica de la naturaleza es enteramente materialista. Todo el mundo natural está regido por leyes y excluye en absoluto toda influencia exterior. Pero nosotros, añade cautamente el agnóstico, no estamos en condiciones de poder probar o refutar la existencia de un ser supremo fuera del mundo por nosotros conocido. Esta reserva podía tener su razón de ser en la época en que Laplace, como Napoleón le preguntase por qué en la Mécanique Céleste -4[§]- del gran astrónomo no se mencionaba siquiera al creador del mundo, contestó con estas palabras orgullosas: «Je n'avais pas besoin de cette hypothèse» -5[**]-. Pero hoy nuestra idea del universo en su desarrollo no deja el menor lugar ni para un creador ni para un regente del universo; y si quisiéramos admitir la existencia de un ser supremo puesto al margen de todo el mundo existente, incurriríamos en una contradicción lógica, y además, me parece, inferiríamos una ofensa inmerecida a los sentimientos de la gente religiosa.
Nuestro agnóstico reconoce también que todos nuestros conocimientos descansan en las comunicaciones que recibimos por medio de nuestros sentidos. Pero, ¿cómo sabemos —añade— si nuestros sentidos nos transmiten realmente una imagen exacta de los objetos que percibimos a través de ellos? Y a continuación nos dice que cuando habla de las cosas o de sus propiedades, no se refiere, en realidad, a estas cosas ni a sus propiedades, acerca de las cuales no puede saber nada de cierto, sino solamente a las impresiones que dejan en sus sentidos. Es, ciertamente, un modo de concebir que parece difícil rebatir por vía de simple argumentación. Pero los hombres, antes de argumentar, habían actuado.
Im Anfang war die That Y la acción humana había resuelto la dificultad mucho antes de que las cavilaciones humanas la inventasen. The proof of the pudding is in the eating -6[‡‡]-. Desde el momento en que aplicamos estas cosas, con arreglo a las cualidades que percibimos en ellas, a nuestro propio uso, sometemos las percepciones de nuestros sentidos,...4[§] P. Laplace, Traité de mécanique céleste ("Tratado de mecánica celeste») Vols. I—V, Paris, 1799-1825. (N. de la Edit).
-5[**]- «No tenía necesidad de recurrir a esta hipótesis». (N. de la Edit.),...-6[‡‡]- «El pudin se prueba comiéndolo». (N. de la Edit).,...a una prueba infalible en cuanto a su exactitud o falsedad.
Si estas percepciones fuesen falsas, lo sería también nuestro juicio acerca de la posibilidad de emplear la cosa de que se trata, y nuestro intento de emplearla tendría que fracasar forzosamente. Pero si conseguimos el fin perseguido, si encontramos que la cosa corresponde a la idea que nos formábamos de ella, que nos da lo que de ella esperábamos al emplearla, tendremos la prueba positiva de que, dentro de estos límites, nuestras percepciones acerca de esta cosa y de sus propiedades coinciden con la realidad existente fuera de nosotros. En cambio, si nos encontramos con que hemos dado un golpe en falso, no tardamos generalmente mucho tiempo en descubrir las causas de nuestro error; llegamos a la conclusión de que la percepción en que se basaba nuestra acción era incompleta y superficial, o se hallaba enlazada con los resultados de otras percepciones de un modo no justificado por la realidad de las cosas; es decir, habíamos realizado lo que denominamos un razonamiento defectuoso. Mientras adiestremos y empleemos bien nuestros sentidos y ajustemos nuestro modo de proceder a los límites que trazan las observaciones bien hechas y bien utilizadas, veremos que los resultados de nuestros actos suministran la prueba de la conformidad de nuestras percepciones con la naturaleza objetiva de las cosas percibidas. Ni en un solo caso, según la experiencia que poseemos hasta hoy, nos hemos visto obligados a llegar a la conclusión de que las percepciones sensoriales científicamente controladas originan en nuestro cerebro ideas del mundo exterior que difieren por su naturaleza de la realidad, o de que entre el mundo exterior y las percepciones que nuestros sentidos nos transmiten de él media una incompatibilidad innata.
Pero, al llegar aquí, se presenta el agnóstico neokantiano y nos dice: Sí, podremos tal vez percibir exactamente las propiedades de una cosa, pero nunca aprehender la cosa en sí por medio de ningún proceso sensorial o discursivo. Esta «cosa en sí» cae más allá de nuestras posibilidades de conocimiento. A esto, ya hace mucho tiempo, que ha contestado Hegel:
desde el momento en que conocemos todas las propiedades de una cosa, conocemos también la cosa misma; sólo queda en pie el hecho de que esta cosa existe fuera de nosotros, y en cuanto nuestros sentidos nos suministraron este hecho, hemos aprehendido hasta el último residuo de la cosa en sí, la famosa e incognoscible Ding an sich de Kant. ...////.....
Cuando Europa salió del medioevo, la clase media en ascenso de las ciudades era su elemento revolucionario. La posición reconocida, que se había conquistado dentro del régimen feudal de la Edad Media, era ya demasiado estrecha para su fuerza de expansión. El libre desarrollo de esta clase media, la burguesía, no era ya compatible con el sistema feudal; éste tenía forzosamente que derrumbarse. Pero el gran centro internacional del feudalismo era la Iglesia católica romana. Ella unía a toda Europa Occidental feudalizada, pese a todas sus guerras intestinas, en una gran unidad política, contrapuesta tanto al mundo cismático griego como al mundo mahometano. Rodeó a las instituciones feudales del halo de la consagración divina. También ella había levantado su jerarquía según el modelo feudal, y era, en fin de cuentas, el mayor de todos los señores feudales, pues poseía, por lo menos, la tercera parte de toda la propiedad territorial del mundo católico. Antes de poder dar en cada país y en diversos terrenos la batalla al feudalismo secular había que destruir esta organización central sagrada.
Paso a paso, con el auge de la burguesía, iba produciéndose el gran resurgimiento de la ciencia. Volvían a cultivarse la astronomía, la mecánica, la física, la anatomía, la fisiología. La burguesía necesitaba, para el desarrollo de su producción industrial, una ciencia que investigase las propiedades de los cuerpos físicos y el funcionamiento de las fuerzas naturales. Pero, hasta entonces la ciencia no había sido más que la servidora humilde de la Iglesia, a la que no se le consentía traspasar las fronteras establecidas por la fe; en una palabra, había sido cualquier cosa menos una ciencia. Ahora, la ciencia se rebelaba contra la Iglesia; la burguesía necesitaba a la ciencia y se lanzó con ella a la rebelión.
Aquí no he tocado más que dos de los puntos en que la burguesía en ascenso tenía necesariamente que chocar con la religión establecida; pero esto bastará para probar: primero, que la clase más directamente interesada en la lucha contra el poder de la Iglesia católica era precisamente la burguesía y, segundo, que por aquel entonces toda lucha contra el feudalismo tenía que vestirse con un ropaje religioso y dirigirse en primera instancia contra la Iglesia. Pero el grito de guerra lanzado por las universidades y los hombres de negocios de las ciudades, tenía inevitablemente que encontrar, como en efecto encontró, una fuerte resonancia entre las masas del campo, entre los campesinos, que en todas partes estaban empeñados en una dura lucha contra sus señores feudales eclesiásticos y seculares, lucha en la que se ventilaba su existencia.
La gran campaña de la burguesía europea contra el feudalismo culminó en tres grandes batallas decisivas. La primera fue la que llamamos la Reforma protestante alemana. Al grito de rebelión de Lutero contra la Iglesia, respondieron dos insurrecciones políticas; primero, la de la nobleza baja, acaudillada por Franz von Sickingen, en 1523, y luego la gran guerra campesina, en 1525. Ambas fueron aplastadas, a causa, principalmente, de la falta de decisión del partido más interesado en la lucha: la burguesía de las ciudades: falta de decisión cuyas causas no podemos investigar aquí. Desde este instante, la lucha degeneró en una reyerta entre los príncipes locales y el poder central del emperador, trayendo como consecuencia el borrar a Alemania por doscientos años del concierto de las naciones políticamente activas de Europa. Cierto es que la Reforma luterana condujo a una nueva religión; aquella precisamente que necesitaba la monarquía absoluta. Apenas abrazaron el luteranismo, los campesinos del noreste de Alemania se vieron degradados de hombres libres a siervos de la gleba.
Pero, donde Lutero falló, triunfó Calvino. El dogma calvinista cuadraba a los más intrépidos burgueses de la época. Su doctrina de la predestinación era la expresión religiosa del hecho de que en el mundo comercial, en el mundo de la competencia, el éxito o la bancarrota no depende de la actividad o de la aptitud del individuo, sino de circunstancias independientes de él. ....////.....
A partir de este momento, la burguesía se convirtió en parte integrante, modesta pero reconocida, de las clases dominantes de Inglaterra. Compartía con todas ellas el interés de mantener sojuzgada a la gran masa trabajadora del pueblo. El comerciante o fabricante mismo ocupaba, frente a su dependiente, a sus obreros o a sus criados, la posición del amo, o la posición de su «superior natural», como se decía hasta hace muy poco en Inglaterra. Tenía que estrujarles la mayor cantidad y la mejor calidad de trabajo posible; para conseguirlo, había de educarlos en una conveniente sumisión. Personalmente, era un hombre religioso; su religión le había suministrado la bandera bajo la cual combatió al rey y a los señores; muy pronto, había descubierto también los recursos que esta religión le ofrecía para trabajar los espíritus de sus inferiores naturales y hacerlos sumisos a las órdenes de los amos, que los designios inescrutables de Dios les habían puesto. En una palabra, el burgués inglés participaba ahora en la empresa de sojuzgar a los «estamentos inferiores», a la gran masa productora de la nación, y uno de los medios que se empleaba para ello era la influencia de la religión.
Pero a esto venía a añadirse una nueva circunstancia, que reforzaba las inclinaciones religiosas de la burguesía: la aparición del materialismo en Inglaterra. Esta nueva doctrina no sólo hería los píos sentimientos de la clase media, sino que, además, se anunciaba como una filosofía destinada solamente a los sabios y hombres cultos del gran mundo; al contrario de la religión, buena para la gran masa no ilustrada, incluyendo a la burguesía. Con Hobbes, esta doctrina pisó la escena como defensora de las prerrogativas y de la omnipotencia reales e invitó a la monarquía absoluta a atar corto a aquel puer robustus sed mailitiosus -7[§§]- que era el pueblo. También en los continuadores de Hobbes, en Bolingbroke, en Shaftesbury, etc., la nueva forma deística del materialismo seguía siendo una doctrina aristocrática, esotérica8[***] y odiada, por tanto, de la burguesía, no sólo por ser una herejía religiosa, sino también por sus conexiones políticas antiburguesas. Por eso, frente al materialismo y al deísmo de la aristocracia, las sectas protestantes, que habían suministrado la bandera y los hombres para luchar contra los Estuardos, eran precisamente,...-7[§§]- Muchacho robusto, pero malicioso. (N. de la Edit.),...-8[***]- Oculta, sólo destinada a los iniciados. (N. de la Edit.),...las que daban el contingente principal de las fuerzas de la clase media progresiva y las que todavía hoy forman la médula del «gran partido liberal».
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Bajo el impulso de la revolución francesa de 1830, se impuso en primer término, pese a todas las resistencias, la ley de reforma electoral -xvi[17]-. Esto dio a la burguesía una posición fuerte y reconocida en el parlamento. Luego, vino la derogación de las leyes cerealistas -xvii[18]-, que instauró de una vez para siempre el predominio de la burguesía, y sobre todo de su parte más activa, los fabricantes, sobre la aristocracia de la tierra. Fue éste el mayor triunfo de la burguesía, pero fue también el último conseguido en su propio y exclusivo interés. Todos sus triunfos posteriores hubo de compartirlos con un nuevo poder social, aliado suyo en un principio, pero luego rival de ella.
La revolución industrial había creado una clase de grandes fabricantes capitalistas, pero había creado también otra, mucho más numerosa, de obreros fabriles. Esta clase crecía constantemente en número, a medida que la revolución industrial se iba adueñando de una rama industrial tras otra. Y con su número, crecía también su fuerza, que se demostró ya en 1824, cuando obligó al parlamento a derogar a regañadientes las leyes contra la libertad de coalición -xviii[19]-. Durante la campaña de agitación por la reforma electoral, los obreros formaban el ala radical del partido de la reforma; y cuando la ley de 1832 los privó del derecho de sufragio, sintetizaron sus reivindicaciones en la Carta del Pueblo (People's Charter) -xix[20]- y se constituyeron, en oposición al gran partido burgués que combatía las leyes cerealistas -xx[21]-, en un partido independiente, el partido cartista, que fue el primer partido obrero de nuestro tiempo.
A continuación, vinieron las revoluciones continentales de febrero y marzo de 1848, en las que los obreros desempeñaron un papel tan importante y en las que plantearon, por lo menos en París, reivindicaciones que eran resueltamente inadmisibles, desde el punto de vista de la sociedad capitalista. Y luego sobrevino la reacción general. Primero, la derrota de los cartistas del 10 de abril de 1848 -xxi[22]-; después, el aplastamiento de la insurrección obrera de París, en junio del mismo año; más tarde, los descalabros de 1849 en Italia, Hungría y el Sur de Alemania; y por último, el triunfo de Luis Bonaparte sobre París, el 2 de diciembre de 1851 -xxii[23]-. Con esto, habíase conseguido ahuyentar, por lo menos durante algún tiempo, el espantajo de las reivindicaciones obreras, pero ¡a qué costa! Por tanto, si el burgués británico estaba ya antes convencido de la necesidad de mantener en el pueblo vil el espíritu religioso, ¡con cuánta mayor razón tenía que sentir esa necesidad, después de todas estas experiencias! Por eso, sin hacer el menor caso de las risotadas de burla de sus colegas continentales, continuaba año tras año gastando miles y decenas de miles en la evangelización de los estamentos inferiores.
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,...por último, veinte años después, una nueva ley de Reformaxxv[26] les abrió las puertas del ministerio. Hasta hoy día está la burguesía inglesa tan profundamente penetrada de un sentimiento de inferioridad social, que sostiene a costa suya y del pueblo una casta decorativa de zánganos que tienen por oficio representar dignamente a la nación en todos los actos solemnes y se considera honradísima cuando se encuentra a un burgués cualquiera reconocido como digno de ingresar en esta corporación selecta y privilegiada, que al fin y al cabo ha sido fabricada por la misma burguesía.
Así pues, la clase media industrial y comercial no había conseguido aún arrojar por completo del poder político a la aristocracia terrateniente, cuando se presentó en escena el nuevo rival: la clase obrera. La reacción que se produjo después del movimiento cartista y las revoluciones continentales, unida a la expansión sin precedentes de la industria inglesa desde 1848 a 1866 (expansión que suele atribuirse sólo al librecambio, pero que se debió en mucha mayor parte a la extensión gigantesca de los ferrocarriles, los transatlánticos y los medios de comunicación en general) volvió a poner a los obreros bajo la dependencia de los liberales, cuya ala radical formaban, como en los tiempos anteriores al cartismo. Pero, poco a poco, las exigencias obreras en cuanto al sufragio universal fueron haciéndose irresistibles. Mientras los «whigs», los caudillos de los liberales, temblaban de miedo, Disraeli demostraba su superioridad; supo aprovechar el momento propicio para los «tories» introduciendo en los distritos electorales urbanos el régimen electoral del household suffrage -12[****]- y, en relación con éste, una nueva distribución de los distritos electorales.
A esto, siguió poco después el ballot -13[††††]-, luego, en 1884, el household suffrage hízose extensivo a todos los distritos, incluso a los de condado, y se introdujo una nueva distribución de las circunscripciones electorales, que las nivelaba hasta cierto punto. Todas estas reformas aumentaron de tal modo la fuerza de la clase obrera en las elecciones, que ésta representaba ya a la mayoría de los electores en 150 a 200 distritos. ¡Pero no hay mejor escuela de respeto a la tradición que el sistema parlamentario! Si la clase media mira con devoción y veneración al grupo que lord John Manners llama bromeando «nuestra vieja nobleza», la masa de los obreros miraba en aquel tiempo con respeto y acatamiento a la que entonces se llamaba «la clase mejor», la burguesía. En realidad, el obrero británico de hace quince años era ese obrero modelo cuya consideración respetuosa por la posición de su patrono y cuya timidez y humildad al plantear sus propias reivindicaciones ponían un poco de bálsamo en las heridas que a nuestros socialistas alemanes de cátedra -xxvi[27]- les inferían las incorregibles tendencias comunistas y revolucionarias de los obreros de su país.
Sin embargo, los burgueses ingleses, como buenos hombres de negocios, veían más allá que los profesores alemanes. Sólo de mala gana habían compartido el poder con los obreros. Durante el período cartista, habían tenido ocasión de aprender de lo que era capaz,...
12[****] El household suffrage establecía el derecho de voto para todo el que viviese en casa independiente. (N. de la Edit.). -13[††††]- Votación secreta. (N. de la Edit.)
,...el pueblo, ese puer robustus sed malitiosus. Desde entonces, habían tenido que aceptar y ver convertida en ley nacional la mayor parte de la Carta del Pueblo. Ahora más que nunca, era importante tener al pueblo a raya mediante recursos morales; y el recurso moral primero y más importante con que se podía influenciar a las masas seguía siendo la religión. De aquí la mayoría de puestos otorgados a curas en los organismos escolares y de aquí que la burguesía se imponga a sí misma cada vez más tributos para sostener toda clase de revivalismos, desde el ritualismo -xxvii[28]- hasta el Ejército de Salvación.
Y entonces llegó el triunfo del respetable filisteísmo británico sobre la libertad de pensamiento y la indiferencia en materias religiosas del burgués continental. Los obreros de Francia y Alemania se volvieron rebeldes. Estaban totalmente contaminados de socialismo, y además, por razones muy fuertes, no se preocupaban gran cosa de la legalidad de los medios empleados para conquistar el poder. Aquí, el puer robustus se había vuelto realmente cada día más malitiosus. Y al burgués francés y alemán no le quedaba más recurso que renunciar tácitamente a seguir siendo librepensador, como esos guapos mozos que cuando se ven acometidos irremediablemente por el mareo, dejan caer el cigarro humeante con que fantocheaban a bordo. Los burlones fueron adoptando uno tras otro, exteriormente, una actitud devota y empezaron a hablar con respeto de la Iglesia, de sus dogmas y ritos, llegando incluso, cuando no había más remedio, a compartir estos últimos. Los burgueses franceses se negaban a comer carne los viernes y los burgueses alemanes se aguantaban, sudando en sus reclinatorios, interminables sermones protestantes. Habían llegado con su materialismo a una situación embarazosa. Die Religion muss dem Volk erhalten werden («¡Hay que conservar la religión para el pueblo!»); era el último y único recurso para salvar a la sociedad de su ruina total. Para desgracia suya, no se dieron cuenta de esto hasta que habían hecho todo lo humanamente posible para derrumbar para siempre la religión. Había llegado, pues, el momento en que el burgués británico podía reírse, a su vez, de ellos y gritarles: «¡Ah, necios, eso ya podía habérselo dicho yo hace doscientos años!»
Hace ya casi cuatrocientos años que Alemania fue el punto de arranque del primer gran alzamiento de la clase media de Europa; tal como están hoy las cosas, ¿es descabellado pensar que Alemania vaya a ser también el escenario del primer gran triunfo del proletariado europeo?.....////.....
20 de abril de 1892. (F. Engels)
Publicado por primera vez en el libro: «Socialism Utopian and Scientific», London, 1892, y con algunas omisiones en la traducción alemana del autor en la revista "Die Neue Zeit", Bd. 1Nº1, 2, 1892-1893. Traducido del inglés. Se publica de acuerdo con el texto de la edición inglesa, cotejado con el de la revista.
Notas
16[*] En el estado de dimensión. (N. de la Edit.)
17[††] «En el principio era la acción». Goethe, Fausto, parte I, escena III. (N. de la Edit.)
xxix[30] El trabajo de Engels "Del socialismo utópico al socialismo científico" consta de tres capítulos del "Anti-Dühring" revisados por él con el fin especial de ofrecer a los obreros una exposición popular de la doctrina marxista como concepción íntegra.
i[2] En el "Congreso de Gotha", celebrado del 22 al 25 de mayo de 1875, se unieron las dos corrientes del movimiento obrero alemán: el Partido Obrero Socialdemócrata (los eisenachianos), dirigido por A. Bebel y W. Liebknecht, y la lassalleana Asociación General de Obreros Alemanes. El partido unificado adoptó la denominación de Partido Obrero Socialista de Alemania. Así se logró superar la escisión en las filas de la clase obrera alemana. El proyecto de programa del partido unificado, propuesto al Congreso de Gotha, pese a la dura crítica que habían hecho Marx y Engels, fue aprobado en el Congreso con insignificantes modificaciones.
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Nota: por acumulación de trabajo buscamos en Internet este texto y dimos con www.blogger.com/blogger.g?blogID, donde aparecía el texto de F. Engels; lo hemos copiado y lo publicamos tal cual. -les damos las gracias-.../...
DEL SOCIALISMO UTÓPICO AL SOCIALISMO CIENTÍFICO
Por Federico Engels
PRÓLOGO A LA EDICIÓN INGLESA DE 1892
El pequeño trabajo que tiene delante el lector, formaba parte, en sus orígenes, de una obra mayor. Hacia 1875, el Dr. E. Dühring, privat-docent en la Universidad de Berlín, anunció de pronto y con bastante estrépito su conversión al socialismo y presentó al público alemán, no sólo una teoría socialista detalladamente elaborada, sino también un plan práctico completo para la reorganización de la sociedad. Se abalanzó, naturalmente, sobre sus predecesores, honrando particularmente a Marx, sobre quien derramó las copas llenas de su ira.
Esto ocurría por los tiempos en que las dos secciones del Partido Socialista Alemán —los eisenachianos y los lassalleanos-i[2]-— acababan de fusionarse, adquiriendo éste así, no sólo un inmenso incremento de fuerza, sino algo que importaba todavía más: la posibilidad de desplegar toda esta fuerza contra el enemigo común. El Partido Socialista Alemán se iba convirtiendo rápidamente en una potencia. Pero, para convertirlo en una potencia, la condición primordial era no poner en peligro la unidad recién conquistada. Y el Dr. Dühring se aprestaba públicamente a formar en torno a su persona una secta, el núcleo de un partido futuro aparte. No había, pues, más remedio que recoger el guante que se nos lanzaba y dar la batalla, por muy poco agradable que ello nos fuese.
Por cierto, la cosa, aunque no muy difícil, había de ser, evidentemente, harto pesada. Es bien sabido que nosotros, los alemanes, tenemos una terrible y poderosa Gründlichkeit, un cavilar profundo o una caviladora profundidad, como se le quiera llamar. En cuanto uno de nosotros expone algo que reputa una nueva doctrina, lo primero que hace es elaborarla en forma de un sistema universal. Tiene que demostrar que lo mismo los primeros principios de la lógica que las leyes fundamentales del Universo, no han existido desde toda una eternidad con otro designio que el de llevar, al fin y a la postre, hasta esta teoría recién descubierta, que viene a coronar todo lo existente. En este respecto, el Dr. Dühring estaba cortado en absoluto por el patrón nacional.
Nada menos que un "Sistema completo de la Filosofía" —filosofía intelectual, moral, natural y de la Historia—, un "Sistema completo de Economía Política y de Socialismo" y, finalmente, una "Historia crítica de la Economía Política" —tres gordos volúmenes en octavo, pesados por fuera y por dentro, tres cuerpos de ejército de argumentos, movilizados contra todos los filósofos y economistas precedentes en general y contra Marx en particular—; en realidad, un intento de completa «subversión de la ciencia». Tuve que vérmelas con todo eso; tuve que tratar todos los temas posibles, desde las ideas sobre el tiempo y el espacio hasta el bimetalismo-ii[3]-, desde la eternidad de la materia y el movimiento hasta la naturaleza perecedera de las ideas morales; desde la selección natural de Darwin hasta la educación de la juventud en una sociedad futura. Cierto es que la sistemática universalidad de mi contrincante me brindaba ocasión para desarrollar frente a él, en una forma más coherente de lo que hasta entonces se había hecho, las ideas mantenidas por Marx y por mí acerca de tan grande variedad de materias. Y ésta fue la razón principal que me movió a acometer esta tarea, por lo demás tan ingrata.
Mi réplica vio la luz, primero, en una serie de artículos publicados en el "Vorwärts"-iii[4]- de Leipzig, órgano central del Partido Socialista, y, más tarde, en forma de libro, con el título de "Herrn Eugen Dührings Umwälzung der Wissenschaft" ["La subversión de la ciencia por el señor E. Dühring"], del que en 1886 se publicó en Zurich una segunda edición.
A instancias de mi amigo Paul Lafargue, actual representante de kille en la Cámara de los diputados de Francia, arreglé tres capítulos de este libro para un folleto, que él tradujo y publicó en 1880 con el título de "Socialisme utopique et socialisme scientifique";
.../...- (HABLAR ALGO HISTÓRICO Y VALORATIVO sobre este francés, su partido y tareas teóricas,...es un ejemplo de presentación de materialismo histórico. Entrando en wikipedia nos ilustra y a la vez podemos seguir comentando,...el proceso histórico político, desde por ejemplo la Comuna de París, la primera guerra mundial,...el imperialismo capitalista francés,...)-.../...
Paul Lafargue. 1842-1911, Francia. Marido de hija de C. Marx. Fue periodista
Paul Lafargue (Santiago de Cuba, 15 de enero de 1842 - Draveil, 26 de noviembre de 1911) fue un periodista, médico, teórico político y revolucionario francocubano. Aunque en un principio su actividad política se orientó a partir de la obra de Proudhon, el contacto con Karl Marx (del que llegó a ser yerno al casarse con su segunda hija, Laura) acabó siendo determinante. Su obra más conocida es El Derecho a la Pereza. Nacido en Santiago de Cuba en una familia franco-caribeña, Lafargue pasó la mayor parte de su vida en Francia, aunque también pasó periodos ocasionales en Inglaterra y España. A la edad de 69 años, Laura y Lafargue se suicidaron juntos, llevando a cabo lo que desde hacía tiempo tenían planeado.
Índice
· Juventud y primera etapa en Francia
El padre de Lafargue era un acomodado propietario de plantaciones de café en Cuba y, por ello, Paul pudo comenzar sus estudios en Santiago de Cuba (por aquel entonces una colonia española) y proseguirlos en Francia. En 1851 la familia Lafargue se mudó a Burdeos , ciudad de la cual su padre François Lafargue era oriundo. Posteriormente estudió Medicina en París.
Es en París donde Lafargue comenzó su carrera política e intelectual, adhiriéndose a la filosofía positivista y entrando en contacto con los grupos republicanos que se oponían al reinado de Napoleón III. Parece que la obra de Pierre-Joseph Proudhon le influyó particularmente en esta fase de su vida y fue con ideales anarquistas proudhonianos como Lafargue ingresó en la sección francesa de la "Asociación Internacional de Trabajadores" (la AIT, más conocida como Primera Internacional). Sin embargo, pronto entró en contacto con dos de las personalidades más prominentes del pensamiento revolucionario, Karl Marx y Luis Augusto Blanqui, cuya influencia eclipsó completamente las tendencias anarquistas que hasta entonces había mostrado Lafargue.
En 1865, tras participar en el Congreso Internacional de Estudiantes que tuvo lugar en la ciudad belga de Lieja, las universidades francesas prohibieron que Lafargue pudiera tener ninguna relación con las mismas, por lo que tuvo que marcharse a Londres para empezar allí de nuevo su carrera. En Londres se convirtió en un asiduo de la casa de Karl Marx, donde conocería a su hija Laura, con la que acabaría contrayendo matrimonio en 1868. Su actividad política tomó un nuevo rumbo en Inglaterra, pues fue elegido miembro del Consejo General de la Primera Internacional, y acabó siendo nombrado secretario corresponsal para todo lo concerniente a España (cargo que desempeñó entre 1866 y 1868). Sin embargo, parece que no consiguió establecer ningún tipo de contacto serio con las organizaciones de trabajadores españolas. Las organizaciones españolas sólo entrarían a formar parte de la Internacional a partir de la Revolución Gloriosa de 1868, mientras que la llegada a España del anarquista italiano Giuseppe Fanelli convirtió al país en un bastión del movimiento anarquista (y no de la corriente marxista que representaba Lafargue).
La oposición al anarquismo de Lafargue se volvió notoria cuando, a su regreso de España, escribió una serie de artículos en los que criticaba la influencia de Proudhon en algunas organizaciones obreras francesas. Esta serie de artículos supuso el punto de partida de una larga carrera como articulista político.
Estancia en España
Paul Lafargue en 1871.
Tras el episodio revolucionario de la Comuna de París de 1871, la represión política obligó a Lafargue a emigrar a España. Allí se estableció en Madrid, donde contactó con algunos miembros locales de la Internacional, como Pablo Iglesias Posse, fundador del PSOE y la UGT, sobre los que su influencia acabaría siendo muy importante.
A diferencia de lo que ocurría en otros países europeos, la influencia del anarquismo (especialmente en el mundo rural de Andalucía e industrial de Cataluña) fue enorme, aun tratándose de un país tan abrumadoramente agrario como era España entonces. La mayoría de los revolucionarios españoles formaban parte de la facción anarquista de la Internacional (y su peso seguiría siendo enorme hasta la Guerra Civil Española). Lafargue se dedicó a intentar redirigir esta tendencia hacia el marxismo, tarea en la que estuvo cercanamente asesorado por Friedrich Engels. Esta labor tenía también importantes implicaciones a nivel internacional, ya que la federación española de la Internacional era uno de los pilares principales de la facción anarquista.
La tarea encomendada a Lafargue consistía principalmente en reunir en Madrid un grupo marxista que fuese capaz de liderar la actividad revolucionaria. Al mismo tiempo que llevaba esto a cabo, Lafargue comenzó a escribir una serie de artículos anónimos para el periódico La Emancipación en los que defendía la necesidad de crear un partido político de la clase obrera (uno de los principales puntos de desacuerdo con los anarquistas). En algunos de estos artículos, Lafargue expresaba sus propias ideas acerca de la necesidad de reducir la jornada laboral (una concepción que no era ajena al pensamiento del propio Marx).
En 1872, tras un ataque de La Emancipación contra el nuevo y anarquista Consejo Federal, la Federación de Madrid expulsó a los que habían firmado ese artículo. Al poco estos crearon la Nueva Federación de Madrid, un grupo que nunca llegó a tener una gran influencia. La última actividad de Lafargue como activista político en España consistió en representar a la minoritaria sección marxista en el Congreso de La Haya de 1872, congreso que significó el final de la Primera Internacional como asociación unitaria de todos los socialistas.
Segunda etapa en Francia
En 1873 Lafargue se trasladó a Londres. Para entonces ya había dejado de ejercer la Medicina, pues ya no tenía fe en ella. Abrió un taller de litografía pero la escasez de los ingresos que consiguió con él le obligó en varias ocasiones a pedir dinero a Engels (que era propietario de industrias). Gracias a la ayuda de Engels consiguió entrar nuevamente en contacto desde Londres con el movimiento obrero francés (el cual estaba empezando a ganar de nuevo base social, después de la tremenda represión reaccionaria que había llevado a cabo Adolphe Thiers durante los primeros años de la III República francesa).
A partir de 1880 trabajó de nuevo como editor del diario L`Egalité. En ese mismo año y en las páginas de ese diario, Lafargue comenzó a publicar los primeros borradores de El Derecho a la Pereza
Fue un activo militante en la Comuna de París, y fue miembro fundador de sus secciones en Francia, España y Portugal. Lafargue fue también dirigente de la II Internacional.
Fue uno de los fundadores del Partido Obrero francés en 1879. Uno de sus libros más célebres es "El derecho a la pereza", escrito hacia 1880. Fue uno de los textos más difundidos de la literatura socialista mundial, probablemente sólo superado por el "Manifiesto del Partido Comunista" de Karl Marx y Friedrich Engels.
O
De este texto francés se hicieron una versión polaca y otra española. En 1883 nuestros amigos de Alemania publicaron el folleto en su idioma original. Desde entonces, se han publicado, a base del texto alemán, traducciones al italiano, al ruso, al danés, al holandés y al rumano. Es decir, que, contando la actual edición inglesa, este folleto se halla difundido en diez lenguas. No sé de ninguna otra publicación socialista, incluyendo nuestro Manifiesto Comunista de 1848 y "El Capital" de Marx, que haya sido traducida tantas veces. En Alemania se han hecho cuatro ediciones, con una tirada total de unos veinte mil ejemplares.
El apéndice "La Marca"-iv[5]- fue escrito con el propósito de difundir entre el Partido Socialista Alemán algunas nociones elementales respecto a la historia y al desarrollo de la propiedad rural en Alemania. En aquel entonces era tanto más necesario cuanto que la incorporación de los obreros urbanos al partido estaba en vía de concluirse y se planteaba la tarea de ocuparse de las masas de obreros agrícolas y de los campesinos. Este apéndice fue incluido en la edición, teniendo en cuenta la circunstancia de que las formas primitivas de posesión de la tierra, comunes a todas las tribus teutónicas, así como la historia de su decadencia, son menos conocidas todavía en Inglaterra que en Alemania. He dejado el texto en su forma original, sin aludir a la hipótesis recientemente expuesta por Maxim Kovalevski, según la cual al reparto de las tierras de cultivo y de pastoreo entre los miembros de la Marca precedió el cultivo en común de estas tierras por una gran comunidad familiar patriarcal, que abarcó a varias generaciones (de ejemplo puede servir la zádruga de los sudeslavos, que aún existe hoy día). Luego, cuando la comunidad creció y se hizo demasiado numerosa para administrar en común la economía, tuvo lugar el reparto de la tierrav[6]. Es probable que Kovalevski tenga razón, pero el asunto se encuentra aún sub judice1[*].
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La palabra «infinito» carece de sentido,
2[†]Qual es un juego de palabras filosófico. Qual significa, literalmente, tortura, dolor que incita a realizar una acción cualquiera. Al mismo tiempo, el místico Böhme transfiere a la palabra alemana algo del término latino qualitas (calidad). Su Qual era, por oposición al dolor producido exteriormente, un principio activo, nacido del desarrollo espontáneo de la cosa, de la relación o de la personalidad sometida a su influjo y que, a su vez, provocaba este desarrollo.,...si no es como expresión de la capacidad de nuestro espíritu para añadir sin fin. Como sólo lo material es perceptible, susceptible de ser sabido, nada se sabe de la existencia de Dios. Sólo mi propia existencia es segura. Toda pasión humana es movimiento mecánico que termina o empieza. Los objetos de los impulsos son el bien. El hombre se halla sujeto a las mismas leyes que la naturaleza.
El poder y la libertad son cosas idénticas.
«Hobbes sistematizó a Bacon, pero sin aportar nuevas pruebas en favor de su principio fundamental: el de que los conocimientos y las ideas tienen su origen en el mundo de los sentidos.
«Locke, en su obra "Essay on the Human understanding" [Ensayo sobre el entendimiento humano], fundamenta el principio de Bacony Hobbes. «Del mismo modo que Hobbes destruyó los prejuicios teísticos del materialismo baconiano, Collins, Dodwell, Coward, Hartley, Priestley, etc., derribaron la última barrera teológica del sensualismo de Locke. El deísmoviii[9] no es, por lo menos para los materialistas, más que un modo cómodo y fácil de deshacerse de la religión» -3[‡]-.
Así se expresaba Carlos Marx hablando de los orígenes británicos del materialismo moderno. Y si a los ingleses de hoy día no les hace mucha gracia este homenaje que Marx rinde a sus antepasados, lo sentimos por ellos. Pero es innegable, a pesar de todo, que Bacon, Hobbes y Locke fueron los padres de aquella brillante escuela de materialistas franceses que, pese a todas las derrotas que los alemanes y los ingleses infligieron por mar y por tierra a Francia, hicieron del siglo XVIII un siglo eminentemente francés; y esto, mucho antes de aquella revolución francesa que coronó el final del siglo y cuyos resultados todavía hoy nos estamos esforzando nosotros por aclimatar en Inglaterra y en Alemania. No puede negarse. Si a mediados del siglo un extranjero culto se instalaba en Inglaterra, lo que más le sorprendía era la beatería y la estupidez religiosa —así tenía que considerarla él— de la «respetable» clase media inglesa. Por aquel entonces, todos nosotros éramos materialistas, o, por lo menos, librepensadores muy avanzados, y nos parecía inconcebible que casi todos los hombres cultos de Inglaterra creyesen en una serie de milagros imposibles, y que hasta geólogos como Buckland y Mantell tergiversasen los hechos de su ciencia, para no dar demasiado en la cara a los mitos del Génesis; inconcebible que, para encontrar a gente que se atreviese a servirse de su inteligencia en materias religiosas, hubiese que ir a los sectores no ilustrados, a las «hordas de los que no se lavan», como en aquel entonces se decía, a los obreros, y principalmente a los socialistas owenianos.
Pero, de entonces acá, Inglaterra se ha «civilizado». La Exposición de 1851ix[10] fue el toque a muerte por el exclusivismo insular inglés. Inglaterra fue, poco a poco, internacionalizándose en cuanto a la comida y la bebida, en las costumbres y en las ideas, hasta el punto de que ya desearía yo que ciertas costumbres inglesas encontrasen en el continente una acogida tan general como la que han encontrado otros usos continentales en,...3[‡] K. Marx und F. Engels, "Die heilige Familie", Frankfurt am M., 1845, S. 201-204. (C. Marx y F. Engels. La Sagrada Familia, Francfort del Meno, 1845, págs. 201-204.) (N. de la Edit.). Inglaterra. Lo que puede asegurarse es que la difusión del aceite para ensalada (que antes de 1851 sólo conocía la aristocracia) fue acompañada de una fatal difusión del escepticismo continental en materias religiosas, habiéndose llegado hasta el extremo de que el agnosticismo, aunque no se considere todavía tan elegante como la Iglesia anglicana oficial, está no obstante, en lo que a la respetabilidad se refiere, casi a la misma altura que la secta baptista y ocupa, desde luego, un rango mucho más alto que el Ejército de Salvaciónx[11]. No puedo por menos de pensar que para muchos que deploran y maldicen con toda su alma estos progresos del descreimiento será un consuelo saber que estas ideas flamantes no son de origen extranjero, no circulan con la marca de «Made in Germany», fabricado en Alemania, como tantos otros artículos de uso diario, sino que tienen, por el contrario, un añejo y venerable origen inglés y que sus autores británicos de hace doscientos años iban bastante más allá que sus descendientes de hoy día.
En efecto, ¿qué es el agnosticismo si no un materialismo vergonzante? La concepción agnóstica de la naturaleza es enteramente materialista. Todo el mundo natural está regido por leyes y excluye en absoluto toda influencia exterior. Pero nosotros, añade cautamente el agnóstico, no estamos en condiciones de poder probar o refutar la existencia de un ser supremo fuera del mundo por nosotros conocido. Esta reserva podía tener su razón de ser en la época en que Laplace, como Napoleón le preguntase por qué en la Mécanique Céleste -4[§]- del gran astrónomo no se mencionaba siquiera al creador del mundo, contestó con estas palabras orgullosas: «Je n'avais pas besoin de cette hypothèse» -5[**]-. Pero hoy nuestra idea del universo en su desarrollo no deja el menor lugar ni para un creador ni para un regente del universo; y si quisiéramos admitir la existencia de un ser supremo puesto al margen de todo el mundo existente, incurriríamos en una contradicción lógica, y además, me parece, inferiríamos una ofensa inmerecida a los sentimientos de la gente religiosa.
Nuestro agnóstico reconoce también que todos nuestros conocimientos descansan en las comunicaciones que recibimos por medio de nuestros sentidos. Pero, ¿cómo sabemos —añade— si nuestros sentidos nos transmiten realmente una imagen exacta de los objetos que percibimos a través de ellos? Y a continuación nos dice que cuando habla de las cosas o de sus propiedades, no se refiere, en realidad, a estas cosas ni a sus propiedades, acerca de las cuales no puede saber nada de cierto, sino solamente a las impresiones que dejan en sus sentidos. Es, ciertamente, un modo de concebir que parece difícil rebatir por vía de simple argumentación. Pero los hombres, antes de argumentar, habían actuado.
Im Anfang war die That Y la acción humana había resuelto la dificultad mucho antes de que las cavilaciones humanas la inventasen. The proof of the pudding is in the eating -6[‡‡]-. Desde el momento en que aplicamos estas cosas, con arreglo a las cualidades que percibimos en ellas, a nuestro propio uso, sometemos las percepciones de nuestros sentidos,...4[§] P. Laplace, Traité de mécanique céleste ("Tratado de mecánica celeste») Vols. I—V, Paris, 1799-1825. (N. de la Edit).
-5[**]- «No tenía necesidad de recurrir a esta hipótesis». (N. de la Edit.),...-6[‡‡]- «El pudin se prueba comiéndolo». (N. de la Edit).,...a una prueba infalible en cuanto a su exactitud o falsedad.
Si estas percepciones fuesen falsas, lo sería también nuestro juicio acerca de la posibilidad de emplear la cosa de que se trata, y nuestro intento de emplearla tendría que fracasar forzosamente. Pero si conseguimos el fin perseguido, si encontramos que la cosa corresponde a la idea que nos formábamos de ella, que nos da lo que de ella esperábamos al emplearla, tendremos la prueba positiva de que, dentro de estos límites, nuestras percepciones acerca de esta cosa y de sus propiedades coinciden con la realidad existente fuera de nosotros. En cambio, si nos encontramos con que hemos dado un golpe en falso, no tardamos generalmente mucho tiempo en descubrir las causas de nuestro error; llegamos a la conclusión de que la percepción en que se basaba nuestra acción era incompleta y superficial, o se hallaba enlazada con los resultados de otras percepciones de un modo no justificado por la realidad de las cosas; es decir, habíamos realizado lo que denominamos un razonamiento defectuoso. Mientras adiestremos y empleemos bien nuestros sentidos y ajustemos nuestro modo de proceder a los límites que trazan las observaciones bien hechas y bien utilizadas, veremos que los resultados de nuestros actos suministran la prueba de la conformidad de nuestras percepciones con la naturaleza objetiva de las cosas percibidas. Ni en un solo caso, según la experiencia que poseemos hasta hoy, nos hemos visto obligados a llegar a la conclusión de que las percepciones sensoriales científicamente controladas originan en nuestro cerebro ideas del mundo exterior que difieren por su naturaleza de la realidad, o de que entre el mundo exterior y las percepciones que nuestros sentidos nos transmiten de él media una incompatibilidad innata.
Pero, al llegar aquí, se presenta el agnóstico neokantiano y nos dice: Sí, podremos tal vez percibir exactamente las propiedades de una cosa, pero nunca aprehender la cosa en sí por medio de ningún proceso sensorial o discursivo. Esta «cosa en sí» cae más allá de nuestras posibilidades de conocimiento. A esto, ya hace mucho tiempo, que ha contestado Hegel:
desde el momento en que conocemos todas las propiedades de una cosa, conocemos también la cosa misma; sólo queda en pie el hecho de que esta cosa existe fuera de nosotros, y en cuanto nuestros sentidos nos suministraron este hecho, hemos aprehendido hasta el último residuo de la cosa en sí, la famosa e incognoscible Ding an sich de Kant. ...////.....
Cuando Europa salió del medioevo, la clase media en ascenso de las ciudades era su elemento revolucionario. La posición reconocida, que se había conquistado dentro del régimen feudal de la Edad Media, era ya demasiado estrecha para su fuerza de expansión. El libre desarrollo de esta clase media, la burguesía, no era ya compatible con el sistema feudal; éste tenía forzosamente que derrumbarse. Pero el gran centro internacional del feudalismo era la Iglesia católica romana. Ella unía a toda Europa Occidental feudalizada, pese a todas sus guerras intestinas, en una gran unidad política, contrapuesta tanto al mundo cismático griego como al mundo mahometano. Rodeó a las instituciones feudales del halo de la consagración divina. También ella había levantado su jerarquía según el modelo feudal, y era, en fin de cuentas, el mayor de todos los señores feudales, pues poseía, por lo menos, la tercera parte de toda la propiedad territorial del mundo católico. Antes de poder dar en cada país y en diversos terrenos la batalla al feudalismo secular había que destruir esta organización central sagrada.
Paso a paso, con el auge de la burguesía, iba produciéndose el gran resurgimiento de la ciencia. Volvían a cultivarse la astronomía, la mecánica, la física, la anatomía, la fisiología. La burguesía necesitaba, para el desarrollo de su producción industrial, una ciencia que investigase las propiedades de los cuerpos físicos y el funcionamiento de las fuerzas naturales. Pero, hasta entonces la ciencia no había sido más que la servidora humilde de la Iglesia, a la que no se le consentía traspasar las fronteras establecidas por la fe; en una palabra, había sido cualquier cosa menos una ciencia. Ahora, la ciencia se rebelaba contra la Iglesia; la burguesía necesitaba a la ciencia y se lanzó con ella a la rebelión.
Aquí no he tocado más que dos de los puntos en que la burguesía en ascenso tenía necesariamente que chocar con la religión establecida; pero esto bastará para probar: primero, que la clase más directamente interesada en la lucha contra el poder de la Iglesia católica era precisamente la burguesía y, segundo, que por aquel entonces toda lucha contra el feudalismo tenía que vestirse con un ropaje religioso y dirigirse en primera instancia contra la Iglesia. Pero el grito de guerra lanzado por las universidades y los hombres de negocios de las ciudades, tenía inevitablemente que encontrar, como en efecto encontró, una fuerte resonancia entre las masas del campo, entre los campesinos, que en todas partes estaban empeñados en una dura lucha contra sus señores feudales eclesiásticos y seculares, lucha en la que se ventilaba su existencia.
La gran campaña de la burguesía europea contra el feudalismo culminó en tres grandes batallas decisivas. La primera fue la que llamamos la Reforma protestante alemana. Al grito de rebelión de Lutero contra la Iglesia, respondieron dos insurrecciones políticas; primero, la de la nobleza baja, acaudillada por Franz von Sickingen, en 1523, y luego la gran guerra campesina, en 1525. Ambas fueron aplastadas, a causa, principalmente, de la falta de decisión del partido más interesado en la lucha: la burguesía de las ciudades: falta de decisión cuyas causas no podemos investigar aquí. Desde este instante, la lucha degeneró en una reyerta entre los príncipes locales y el poder central del emperador, trayendo como consecuencia el borrar a Alemania por doscientos años del concierto de las naciones políticamente activas de Europa. Cierto es que la Reforma luterana condujo a una nueva religión; aquella precisamente que necesitaba la monarquía absoluta. Apenas abrazaron el luteranismo, los campesinos del noreste de Alemania se vieron degradados de hombres libres a siervos de la gleba.
Pero, donde Lutero falló, triunfó Calvino. El dogma calvinista cuadraba a los más intrépidos burgueses de la época. Su doctrina de la predestinación era la expresión religiosa del hecho de que en el mundo comercial, en el mundo de la competencia, el éxito o la bancarrota no depende de la actividad o de la aptitud del individuo, sino de circunstancias independientes de él. ....////.....
A partir de este momento, la burguesía se convirtió en parte integrante, modesta pero reconocida, de las clases dominantes de Inglaterra. Compartía con todas ellas el interés de mantener sojuzgada a la gran masa trabajadora del pueblo. El comerciante o fabricante mismo ocupaba, frente a su dependiente, a sus obreros o a sus criados, la posición del amo, o la posición de su «superior natural», como se decía hasta hace muy poco en Inglaterra. Tenía que estrujarles la mayor cantidad y la mejor calidad de trabajo posible; para conseguirlo, había de educarlos en una conveniente sumisión. Personalmente, era un hombre religioso; su religión le había suministrado la bandera bajo la cual combatió al rey y a los señores; muy pronto, había descubierto también los recursos que esta religión le ofrecía para trabajar los espíritus de sus inferiores naturales y hacerlos sumisos a las órdenes de los amos, que los designios inescrutables de Dios les habían puesto. En una palabra, el burgués inglés participaba ahora en la empresa de sojuzgar a los «estamentos inferiores», a la gran masa productora de la nación, y uno de los medios que se empleaba para ello era la influencia de la religión.
Pero a esto venía a añadirse una nueva circunstancia, que reforzaba las inclinaciones religiosas de la burguesía: la aparición del materialismo en Inglaterra. Esta nueva doctrina no sólo hería los píos sentimientos de la clase media, sino que, además, se anunciaba como una filosofía destinada solamente a los sabios y hombres cultos del gran mundo; al contrario de la religión, buena para la gran masa no ilustrada, incluyendo a la burguesía. Con Hobbes, esta doctrina pisó la escena como defensora de las prerrogativas y de la omnipotencia reales e invitó a la monarquía absoluta a atar corto a aquel puer robustus sed mailitiosus -7[§§]- que era el pueblo. También en los continuadores de Hobbes, en Bolingbroke, en Shaftesbury, etc., la nueva forma deística del materialismo seguía siendo una doctrina aristocrática, esotérica8[***] y odiada, por tanto, de la burguesía, no sólo por ser una herejía religiosa, sino también por sus conexiones políticas antiburguesas. Por eso, frente al materialismo y al deísmo de la aristocracia, las sectas protestantes, que habían suministrado la bandera y los hombres para luchar contra los Estuardos, eran precisamente,...-7[§§]- Muchacho robusto, pero malicioso. (N. de la Edit.),...-8[***]- Oculta, sólo destinada a los iniciados. (N. de la Edit.),...las que daban el contingente principal de las fuerzas de la clase media progresiva y las que todavía hoy forman la médula del «gran partido liberal».
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Bajo el impulso de la revolución francesa de 1830, se impuso en primer término, pese a todas las resistencias, la ley de reforma electoral -xvi[17]-. Esto dio a la burguesía una posición fuerte y reconocida en el parlamento. Luego, vino la derogación de las leyes cerealistas -xvii[18]-, que instauró de una vez para siempre el predominio de la burguesía, y sobre todo de su parte más activa, los fabricantes, sobre la aristocracia de la tierra. Fue éste el mayor triunfo de la burguesía, pero fue también el último conseguido en su propio y exclusivo interés. Todos sus triunfos posteriores hubo de compartirlos con un nuevo poder social, aliado suyo en un principio, pero luego rival de ella.
La revolución industrial había creado una clase de grandes fabricantes capitalistas, pero había creado también otra, mucho más numerosa, de obreros fabriles. Esta clase crecía constantemente en número, a medida que la revolución industrial se iba adueñando de una rama industrial tras otra. Y con su número, crecía también su fuerza, que se demostró ya en 1824, cuando obligó al parlamento a derogar a regañadientes las leyes contra la libertad de coalición -xviii[19]-. Durante la campaña de agitación por la reforma electoral, los obreros formaban el ala radical del partido de la reforma; y cuando la ley de 1832 los privó del derecho de sufragio, sintetizaron sus reivindicaciones en la Carta del Pueblo (People's Charter) -xix[20]- y se constituyeron, en oposición al gran partido burgués que combatía las leyes cerealistas -xx[21]-, en un partido independiente, el partido cartista, que fue el primer partido obrero de nuestro tiempo.
A continuación, vinieron las revoluciones continentales de febrero y marzo de 1848, en las que los obreros desempeñaron un papel tan importante y en las que plantearon, por lo menos en París, reivindicaciones que eran resueltamente inadmisibles, desde el punto de vista de la sociedad capitalista. Y luego sobrevino la reacción general. Primero, la derrota de los cartistas del 10 de abril de 1848 -xxi[22]-; después, el aplastamiento de la insurrección obrera de París, en junio del mismo año; más tarde, los descalabros de 1849 en Italia, Hungría y el Sur de Alemania; y por último, el triunfo de Luis Bonaparte sobre París, el 2 de diciembre de 1851 -xxii[23]-. Con esto, habíase conseguido ahuyentar, por lo menos durante algún tiempo, el espantajo de las reivindicaciones obreras, pero ¡a qué costa! Por tanto, si el burgués británico estaba ya antes convencido de la necesidad de mantener en el pueblo vil el espíritu religioso, ¡con cuánta mayor razón tenía que sentir esa necesidad, después de todas estas experiencias! Por eso, sin hacer el menor caso de las risotadas de burla de sus colegas continentales, continuaba año tras año gastando miles y decenas de miles en la evangelización de los estamentos inferiores.
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,...por último, veinte años después, una nueva ley de Reformaxxv[26] les abrió las puertas del ministerio. Hasta hoy día está la burguesía inglesa tan profundamente penetrada de un sentimiento de inferioridad social, que sostiene a costa suya y del pueblo una casta decorativa de zánganos que tienen por oficio representar dignamente a la nación en todos los actos solemnes y se considera honradísima cuando se encuentra a un burgués cualquiera reconocido como digno de ingresar en esta corporación selecta y privilegiada, que al fin y al cabo ha sido fabricada por la misma burguesía.
Así pues, la clase media industrial y comercial no había conseguido aún arrojar por completo del poder político a la aristocracia terrateniente, cuando se presentó en escena el nuevo rival: la clase obrera. La reacción que se produjo después del movimiento cartista y las revoluciones continentales, unida a la expansión sin precedentes de la industria inglesa desde 1848 a 1866 (expansión que suele atribuirse sólo al librecambio, pero que se debió en mucha mayor parte a la extensión gigantesca de los ferrocarriles, los transatlánticos y los medios de comunicación en general) volvió a poner a los obreros bajo la dependencia de los liberales, cuya ala radical formaban, como en los tiempos anteriores al cartismo. Pero, poco a poco, las exigencias obreras en cuanto al sufragio universal fueron haciéndose irresistibles. Mientras los «whigs», los caudillos de los liberales, temblaban de miedo, Disraeli demostraba su superioridad; supo aprovechar el momento propicio para los «tories» introduciendo en los distritos electorales urbanos el régimen electoral del household suffrage -12[****]- y, en relación con éste, una nueva distribución de los distritos electorales.
A esto, siguió poco después el ballot -13[††††]-, luego, en 1884, el household suffrage hízose extensivo a todos los distritos, incluso a los de condado, y se introdujo una nueva distribución de las circunscripciones electorales, que las nivelaba hasta cierto punto. Todas estas reformas aumentaron de tal modo la fuerza de la clase obrera en las elecciones, que ésta representaba ya a la mayoría de los electores en 150 a 200 distritos. ¡Pero no hay mejor escuela de respeto a la tradición que el sistema parlamentario! Si la clase media mira con devoción y veneración al grupo que lord John Manners llama bromeando «nuestra vieja nobleza», la masa de los obreros miraba en aquel tiempo con respeto y acatamiento a la que entonces se llamaba «la clase mejor», la burguesía. En realidad, el obrero británico de hace quince años era ese obrero modelo cuya consideración respetuosa por la posición de su patrono y cuya timidez y humildad al plantear sus propias reivindicaciones ponían un poco de bálsamo en las heridas que a nuestros socialistas alemanes de cátedra -xxvi[27]- les inferían las incorregibles tendencias comunistas y revolucionarias de los obreros de su país.
Sin embargo, los burgueses ingleses, como buenos hombres de negocios, veían más allá que los profesores alemanes. Sólo de mala gana habían compartido el poder con los obreros. Durante el período cartista, habían tenido ocasión de aprender de lo que era capaz,...
12[****] El household suffrage establecía el derecho de voto para todo el que viviese en casa independiente. (N. de la Edit.). -13[††††]- Votación secreta. (N. de la Edit.)
,...el pueblo, ese puer robustus sed malitiosus. Desde entonces, habían tenido que aceptar y ver convertida en ley nacional la mayor parte de la Carta del Pueblo. Ahora más que nunca, era importante tener al pueblo a raya mediante recursos morales; y el recurso moral primero y más importante con que se podía influenciar a las masas seguía siendo la religión. De aquí la mayoría de puestos otorgados a curas en los organismos escolares y de aquí que la burguesía se imponga a sí misma cada vez más tributos para sostener toda clase de revivalismos, desde el ritualismo -xxvii[28]- hasta el Ejército de Salvación.
Y entonces llegó el triunfo del respetable filisteísmo británico sobre la libertad de pensamiento y la indiferencia en materias religiosas del burgués continental. Los obreros de Francia y Alemania se volvieron rebeldes. Estaban totalmente contaminados de socialismo, y además, por razones muy fuertes, no se preocupaban gran cosa de la legalidad de los medios empleados para conquistar el poder. Aquí, el puer robustus se había vuelto realmente cada día más malitiosus. Y al burgués francés y alemán no le quedaba más recurso que renunciar tácitamente a seguir siendo librepensador, como esos guapos mozos que cuando se ven acometidos irremediablemente por el mareo, dejan caer el cigarro humeante con que fantocheaban a bordo. Los burlones fueron adoptando uno tras otro, exteriormente, una actitud devota y empezaron a hablar con respeto de la Iglesia, de sus dogmas y ritos, llegando incluso, cuando no había más remedio, a compartir estos últimos. Los burgueses franceses se negaban a comer carne los viernes y los burgueses alemanes se aguantaban, sudando en sus reclinatorios, interminables sermones protestantes. Habían llegado con su materialismo a una situación embarazosa. Die Religion muss dem Volk erhalten werden («¡Hay que conservar la religión para el pueblo!»); era el último y único recurso para salvar a la sociedad de su ruina total. Para desgracia suya, no se dieron cuenta de esto hasta que habían hecho todo lo humanamente posible para derrumbar para siempre la religión. Había llegado, pues, el momento en que el burgués británico podía reírse, a su vez, de ellos y gritarles: «¡Ah, necios, eso ya podía habérselo dicho yo hace doscientos años!»
Hace ya casi cuatrocientos años que Alemania fue el punto de arranque del primer gran alzamiento de la clase media de Europa; tal como están hoy las cosas, ¿es descabellado pensar que Alemania vaya a ser también el escenario del primer gran triunfo del proletariado europeo?.....////.....
20 de abril de 1892. (F. Engels)
Publicado por primera vez en el libro: «Socialism Utopian and Scientific», London, 1892, y con algunas omisiones en la traducción alemana del autor en la revista "Die Neue Zeit", Bd. 1Nº1, 2, 1892-1893. Traducido del inglés. Se publica de acuerdo con el texto de la edición inglesa, cotejado con el de la revista.
Notas
16[*] En el estado de dimensión. (N. de la Edit.)
17[††] «En el principio era la acción». Goethe, Fausto, parte I, escena III. (N. de la Edit.)
xxix[30] El trabajo de Engels "Del socialismo utópico al socialismo científico" consta de tres capítulos del "Anti-Dühring" revisados por él con el fin especial de ofrecer a los obreros una exposición popular de la doctrina marxista como concepción íntegra.
i[2] En el "Congreso de Gotha", celebrado del 22 al 25 de mayo de 1875, se unieron las dos corrientes del movimiento obrero alemán: el Partido Obrero Socialdemócrata (los eisenachianos), dirigido por A. Bebel y W. Liebknecht, y la lassalleana Asociación General de Obreros Alemanes. El partido unificado adoptó la denominación de Partido Obrero Socialista de Alemania. Así se logró superar la escisión en las filas de la clase obrera alemana. El proyecto de programa del partido unificado, propuesto al Congreso de Gotha, pese a la dura crítica que habían hecho Marx y Engels, fue aprobado en el Congreso con insignificantes modificaciones.
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Rasgo común a los tres es el no actuar como representantes de los intereses del proletariado, que entretanto había surgido como un producto de la propia historia. Al igual que los ilustradores franceses, no se proponen emancipar primeramente a una clase determinada, sino, de golpe, a toda la humanidad. Y lo mismo que ellos, pretenden instaurar el reino de la razón y de la justicia eterna. Pero entre su reino y el de los ilustradores franceses media un abismo. También el mundo burgués, instaurado según los principios de éstos, es irracional e injusto y merece, por tanto, ser arrinconado entre los trastos inservibles, ni más ni menos que el feudalismo y las formas sociales que le precedieron. Si hasta ahora la verdadera razón y la verdadera justicia no han gobernado el mundo, es, sencillamente, porque nadie ha sabido penetrar debidamente en ellas. Faltaba el hombre genial que ahora se alza ante la humanidad con la verdad, al fin, descubierta. El que ese hombre haya aparecido ahora, y no antes, el que la verdad haya sido, al fin, descubierta ahora y no antes, no es, según ellos, un acontecimiento inevitable, impuesto por la concatenación del desarrollo histórico, sino porque el puro azar lo quiere así. Hubiera podido aparecer quinientos años antes ahorrando con ello a la humanidad quinientos años de errores, de luchas y de sufrimientos.
Hemos visto cómo los filósofos franceses del siglo XVIII, los precursores de la revolución, apelaban a la razón como único juez de todo lo existente. Se pretendía instaurar un Estado racional, una sociedad ajustada a la razón, y cuanto contradecía a la razón eterna debía ser desechado sin piedad. Y hemos visto también que, en realidad, esa razón eterna no era más que el sentido común idealizado del hombre del estado llano que, precisamente por aquel entonces, se estaba convirtiendo en burgués. Por eso cuando la revolución francesa puso en obra esta sociedad racional y este Estado racional, resultó que las nuevas instituciones, por más racionales que fuesen en comparación con las antiguas, distaban bastante de la razón absoluta. El Estado racional había quebrado completamente. El contrato social de Rousseau venía a tomar cuerpo en la época del terror -xxix[34]-, y la burguesía, perdida la fe en su propia habilidad política, fue a refugiarse, primero, en la corrupción del Directorio -xxix[35]- y, por último, bajo la égida del despotismo napoleónico. ...../////......
Lo que en Saint-Simon es una amplitud genial de conceptos que le permite contener ya, en germen, casi todas las ideas no estrictamente económicas de los socialistas posteriores, en Fourier es la crítica ingeniosa auténticamente francesa, pero no por ello menos profunda, de las condiciones sociales existentes. Fourier coge por la palabra a la burguesía, a sus encendidos profetas de antes y a sus interesados aduladores de después de la revolución. Pone al desnudo despiadadamente la miseria material y moral del mundo burgués, y la compara con las promesas fascinadoras de los viejos ilustradores, con su imagen de una sociedad en la que sólo reinaría la razón, de una civilización que haría felices a todos los hombres y de una ilimitada perfectibilidad humana. Desenmascara las brillantes frases de los ideólogos burgueses de la época, demuestra cómo a esas frases altisonantes responde, por todas partes, la más mísera de las realidades y vuelca sobre este ruidoso fiasco de la fraseología su sátira mordaz. Fourier no es sólo un crítico; su espíritu siempre jovial hace de él un satírico, uno de los más grandes satíricos de todos los tiempos. La especulación criminal desatada con el reflujo de la ola revolucionaria y el espíritu mezquino del comercio francés en aquellos años, aparecen pintados en sus obras con trazo magistral y deleitoso. Pero todavía es más magistral en él la crítica de la forma burguesa de las relaciones entre los sexos y de la posición de la mujer en la sociedad burguesa. El es el primero que proclama que el grado de emancipación de la mujer en una sociedad es la medida de la emancipación general. Sin embargo, donde más descuella Fourier es en su modo de concebir la historia de la sociedad. Fourier divide toda la historia anterior en cuatro fases o etapas de desarrollo: el salvajismo, el patriarcado, la barbarie y la civilización, fase esta última que coincide con lo que llamamos hoy sociedad burguesa, es decir, con el régimen social implantado desde el siglo XVI, y demuestra que el «orden civilizado eleva a una forma compleja, ambigua, equívoca e hipócrita todos aquellos vicios que la barbarie practicaba en medio de la mayor sencillez».
Para él, la civilización se mueve en un «círculo vicioso», en un ciclo de contradicciones, que está reproduciendo constantemente sin acertar a superarlas, consiguiendo de continuo lo contrario precisamente de lo que quiere o pretexta querer conseguir. Y así nos encontramos, por ejemplo, con que «en la civilización la pobreza brota de la misma abundancia». Como se ve, Fourier maneja la dialéctica con la misma maestría que su contemporáneo Hegel. Frente a los que se llenan la boca hablando de la ilimitada capacidad humana de perfección, pone de relieve, con igual dialéctica, que toda fase histórica tiene su vertiente ascensional, mas también su ladera descendente, y proyecta esta concepción sobre el futuro de toda la humanidad. Y así como Kant introduce en la ciencia de la naturaleza la idea del acabamiento futuro de la Tierra, Fourier introduce en su estudio de la historia la idea del acabamiento futuro de la humanidad.
Mientras el huracán de la revolución barría el suelo de Francia, en Inglaterra se desarrollaba un proceso revolucionario, más tranquilo, pero no por ello menos poderoso. El vapor y las máquinas-herramienta convirtieron la manufactura en la gran industria moderna, revolucionando con ello todos los fundamentos de la sociedad burguesa. El ritmo adormilado del desarrollo del período de la manufactura se convirtió en un verdadero período de lucha y embate de la producción. Con una velocidad cada vez más acelerada, iba produciéndose la división de la sociedad en grandes capitalistas y proletarios desposeídos, y entre ellos, en lugar del antiguo estado llano estable, llevaba una existencia insegura una masa inestable de artesanos y pequeños comerciantes, la parte más fluctuante de la población. El nuevo modo de producción sólo empezaba a remontarse por su vertiente ascensional; era todavía el modo de producción normal, regular, el único posible, en aquellas circunstancias. .....////......
Entretanto, junto a la filosofía francesa del siglo XVIII, y tras ella, había surgido la moderna filosofía alemana, a la que vino a poner remate Hegel. El principal mérito de esta filosofía es la restitución de la dialéctica, como forma suprema del pensamiento. Los antiguos filósofos griegos eran todos dialécticos innatos, espontáneos, y la cabeza más universal de todos ellos, Aristóteles, había llegado ya a estudiar las formas más substanciales del pensar dialéctico. En cambio, la nueva filosofía, aún teniendo algún que otro brillante mantenedor de la dialéctica (como, por ejemplo, Descartes y Spinoza), había ido cayendo cada vez más, influida principalmente por los ingleses, en la llamada manera metafísica de pensar, que también dominó casi totalmente entre los franceses del siglo XVIII, a lo menos en sus obras especialmente filosóficas. Fuera del campo estrictamente filosófico, también ellos habían creado obras maestras de dialéctica; como testimonio de ello basta citar "El sobrino de Rameau", de Diderot, y el "Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres" de Rousseau. Resumiremos aquí, concisamente, los rasgos más esenciales de ambos métodos discursivos.
Cuando nos paramos a pensar sobre la naturaleza, sobre la historia humana, o sobre nuestra propia actividad espiritual, nos encontramos de primera intención con la imagen de una trama infinita de concatenaciones y mutuas influencias, en la que nada permanece en lo que era, ni cómo y dónde era, sino que todo se mueve y cambia, nace y perece. Vemos, pues, ante todo, la imagen de conjunto, en la que los detalles pasan todavía mas o menos a segundo plano; nos fijamos más en el movimiento, en las transiciones, en la concatenación, que en lo que se mueve, cambia y se concatena. Esta concepción del mundo, primitiva, ingenua, pero esencialmente justa, es la de los antiguos filósofos griegos, y aparece expresada claramente por vez primera en Heráclito: todo es y no es, pues todo fluye, todo se halla sujeto a un proceso constante de transformación, de incesante nacimiento y caducidad. Pero esta concepción, por exactamente que refleje el carácter general del cuadro que nos ofrecen los fenómenos, no basta para explicar los elementos aislados que forman ese cuadro total; sin conocerlos, la imagen general no adquirirá tampoco un sentido claro. Para penetrar en estos detalles tenemos que desgajarlos de su entronque histórico o natural e investigarlos por separado, cada uno de por sí, en su carácter, causas y efectos especiales, etc. Tal es la misión primordial de las ciencias naturales y de la historia, ramas de investigación que los griegos clásicos situaban, por razones muy justificadas, en un plano puramente secundario, pues primeramente debían dedicarse a acumular los materiales científicos necesarios. Mientras no se reúne una cierta cantidad de materiales naturales e históricos, no puede acometerse el examen crítico, la comparación y, congruentemente, la división en clases, órdenes y especies. Por eso, los rudimentos de las ciencias naturales exactas no fueron desarrollados hasta llegar a los griegos del período alejandrino -xxix[42]-, y más tarde, en la Edad Media, por los árabes; la auténtica ciencia de la naturaleza sólo data de la segunda mitad del siglo XV, y, a partir de entonces, no ha hecho más que progresar constantemente con ritmo acelerado. El análisis de la naturaleza en sus diferentes partes, la clasificación de los diversos procesos y objetos naturales en determinadas categorías, la investigación interna de los cuerpos orgánicos según su diversa estructura anatómica, fueron otras tantas condiciones fundamentales a que obedecieron los progresos gigantescos realizados durante los últimos cuatrocientos años en el conocimiento científico de la naturaleza. Pero este método de investigación nos ha legado, a la par, el hábito de enfocar las cosas y los procesos de la naturaleza aisladamente, sustraídos a la concatenación del gran todo; por tanto, no en su dinámica, sino enfocados estáticamente; no como substancialmente variables, sino como consistencias fijas; no en su vida, sino en su muerte. Por eso este método de observación, al transplantarse, con Bacon y Locke, de las ciencias naturales a la filosofía, provocó la estrechez específica característica de estos últimos siglos: el método metafísico de pensamiento.
Para el metafísico, las cosas y sus imágenes en el pensamiento, los conceptos, son objetos de investigación aislados, fijos, rígidos, enfocados uno tras otro, cada cual de por sí, como algo dado y perenne. Piensa sólo en antítesis sin mediatividad posible; para él, una de dos: sí, sí; no, no; porque lo que va más allá de esto, de mal procede -xxix[§§§§§]-. Para él, una cosa existe o no existe; un objeto no puede ser al mismo tiempo lo que es y otro distinto. Lo positivo y lo negativo se excluyen en absoluto. La causa y el efecto revisten asimismo a sus ojos, la forma de una rígida antítesis. A primera vista, este método discursivo nos parece extraordinariamente razonable, porque es el del llamado sentido común. Pero el mismo sentido común, personaje muy respetable de puertas adentro, entre las cuatro paredes de su casa, vive peripecias verdaderamente maravillosas en cuanto se aventura por los anchos campos de la investigación; y el método metafísico de pensar, por muy justificado y hasta por necesario que sea en muchas zonas del pensamiento, más o menos extensas según la naturaleza del objeto de que se trate, tropieza siempre, tarde o temprano, con una barrera franqueada, la cual se torna en un método unilateral, limitado, abstracto, y se pierde en insolubles contradicciones, pues, absorbido por los objetos concretos, no alcanza a ver su concatenación; preocupado con su existencia, no para mientes en su génesis ni en su caducidad; concentrado en su estatismo, no advierte su dinámica; obsesionado por los árboles, no alcanza a ver el bosque. En la realidad de cada día sabemos, por ejemplo, y podemos decir con toda certeza si un animal existe o no; pero, investigando la cosa con más detención, nos damos cuenta de que a veces el problema se complica considerablemente, como lo saben muy bien los juristas, que tanto y tan en vano se han atormentado por descubrir un límite racional a partir del cual deba la muerte del niño en el claustro materno considerarse como un asesinato; ni es fácil tampoco determinar con fijeza el momento de la muerte, toda vez que la fisiología ha demostrado que la muerte no es un fenómeno repentino, instantáneo, sino un proceso muy largo. .....////.....
. Y aunque Hegel era, con Saint-Simon, la cabeza más universal de su tiempo, su horizonte hallábase circunscrito, en primer lugar, por la limitación inevitable de sus propios conocimientos, y, en segundo lugar, por los conocimientos y concepciones de su época, limitados también en extensión y profundidad. A esto hay que añadir una tercera circunstancia, Hegel era idealista; es decir, que para él las ideas de su cabeza no eran imágenes más o menos abstractas de los objetos y fenómenos de la realidad, sino que estas cosas y su desarrollo se le antojaban, por el contrario, proyecciones realizadas de la «Idea», que ya existía no se sabe cómo, antes de que existiese el mundo. Así, todo quedaba cabeza abajo, y se volvía completamente del revés la concatenación real del Universo. Y por exactas y aún geniales que fuesen no pocas de las conexiones concretas concebidas por Hegel, era inevitable, por las razones a que acabamos de aludir, que muchos de sus detalles tuviesen un carácter amañado artificioso, construido; falso, en una palabra. El sistema de Hegel fue un aborto gigantesco, pero el último de su género. En efecto, seguía adoleciendo de una contradicción íntima incurable; pues, mientras de una parte arrancaba como supuesto esencial de la concepción histórica, según la cual la historia humana es un proceso de desarrollo que no puede, por su naturaleza, encontrar remate intelectual en el descubrimiento de eso que llaman verdad absoluta, de la otra se nos presenta precisamente como suma y compendio de esa verdad absoluta. Un sistema universal y definitivamente plasmado del conocimiento de la naturaleza y de la historia, es incompatible con las leyes fundamentales del pensamiento dialéctico; lo cual no excluye, sino que, lejos de ello, implica que el conocimiento sistemático del mundo exterior en su totalidad pueda progresar gigantescamente de generación en generación.
La conciencia de la total inversión en que incurría el idealismo alemán, llevó necesariamente al materialismo; pero, adviértase bien, no a aquel materialismo puramente metafísico y exclusivamente mecánico del siglo XVIII. En oposición a la simple repulsa, ingenuamente revolucionaria, de toda la historia anterior, el materialismo moderno ve en la historia el proceso de desarrollo de la humanidad, cuyas leyes dinámicas es misión suya descubrir. Contrariamente a la idea de la naturaleza que imperaba en los franceses del siglo XVIII, al igual que en Hegel, y en la que ésta se concebía como un todo permanente e invariable, que se movía dentro de ciclos cortos, con cuerpos celestes eternos, tal y como se los representaba Newton, y con especies invariables de seres orgánicos, como enseñara Linneo, el materialismo moderno resume y compendia los nuevos progresos de las ciencias naturales, según los cuales la naturaleza tiene también su historia en el tiempo, y los mundos, así como las especies orgánicas que en condiciones propicias los habitan, nacen y mueren, y los ciclos, en el grado en que son admisibles, revisten dimensiones infinitamente más grandiosas. Tanto en uno como en otro caso, el materialismo moderno es substancialmente dialéctico y no necesita ya de una filosofía que se halla por encima de las demás ciencias. Desde el momento en que cada ciencia tiene que rendir cuentas de la posición que ocupa en el cuadro universal de las cosas y del conocimiento de éstas, no hay ya margen para una ciencia especialmente consagrada a estudiar las concatenaciones universales. Todo lo que queda en pie de la anterior filosofía, con existencia propia, es la teoría del pensar y de sus leyes: la lógica formal y la dialéctica. Lo demás se disuelve en la ciencia positiva de la naturaleza y de la historia.
Sin embargo, mientras que esta revolución en la concepción de la naturaleza sólo había podido imponerse en la medida en que la investigación suministraba a la ciencia los materiales positivos correspondientes, hacía ya mucho tiempo que se habían revelado ciertos hechos históricos que imprimieron un viraje decisivo al modo de enfocar la historia. En 1831, estalla en Lyon la primera insurrección obrera, y de 1838 a 1842 alcanza su apogeo el primer movimiento obrero nacional: el de los cartistas ingleses. La lucha de clases entre el proletariado y la burguesía pasó a ocupar el primer plano de la historia de los países europeos más avanzados, al mismo ritmo con que se desarrollaba en ellos, por una parte, la gran industria, y por otra, la dominación política recién conquistada de la burguesía. Los hechos venían a dar un mentís cada vez más rotundo a las doctrinas económicas burguesas de la identidad de intereses entre el capital y el trabajo y de la armonía universal y el bienestar general de las naciones, como fruto de la libre concurrencia. No había manera de pasar por alto estos hechos, ni era tampoco posible ignorar el socialismo francés e inglés, expresión teórica suya, por muy imperfecta que fuese. Pero la vieja concepción idealista de la historia, que aún no había sido desplazada, no conocía luchas de clases basadas en intereses materiales, ni conocía intereses materiales de ningún género; para ella, la producción, al igual que todas las relaciones económicas, sólo existía accesoriamente, como un elemento secundario dentro de la «historia cultural».
III
La concepción materialista de la.....////...... historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los hombres en clases o estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y cómo lo produce y por el modo de cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trata. Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sinrazón y la bendición en plaga -xxix[******]-, esto no es mas que un indicio de que en los métodos de producción y en las formas de cambio se han producido calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social, cortado por el patrón de condiciones económicas anteriores. Con ello queda que en las nuevas relaciones de producción han de contenerse ya -más o menos desarrollados- los medios necesarios para poner término a los males descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad.
¿Cuál es, en este aspecto, la posición del socialismo moderno?
El orden social vigente -verdad reconocida hoy por casi todo el mundo- es obra de la clase dominante de los tiempos modernos de la burguesía. El modo de producción propio de la burguesía, al que desde Marx se da el nombre de modo capitalista de producción, era incompatible con los privilegios locales y de los estamentos, como lo era con los vínculos interpersonales del orden feudal. La burguesía echó por tierra el orden feudal y levantó sobre sus ruinas el régimen de la sociedad burguesa, el imperio de la libre concurrencia, de la libertad de domicilio, de la igualdad de derechos de los poseedores de las mercancías y tantas otras maravillas burguesas más. Ahora ya podía desarrollarse libremente el modo capitalista de producción. Y al venir el vapor y la nueva producción maquinizada y transformar la antigua manufactura en gran industria, las fuerzas productivas creadas y puestas en movimiento bajo el mando de la burguesía se desarrollaron con una velocidad inaudita y en proporciones desconocidas hasta entonces. Pero, del mismo modo que en su tiempo la manufactura y la artesanía, que seguía desarrollándose bajo su influencia, chocaron con las trabas feudales de los gremios, hoy la gran industria, al llegar a un nivel de desarrollo más alto, no cabe ya dentro del estrecho marco en que la tiene cohibida el modo capitalista de producción. Las nuevas fuerzas productivas desbordan ya la forma burguesa en que son explotadas, y este conflicto entre las fuerzas productivas y el modo de producción no es precisamente un conflicto planteado en las cabezas de los hombres, algo así como el conflicto entre el pecado original del hombre y la justicia divina, sino que existe en la realidad, objetivamente, fuera de nosotros, independientemente de la voluntad o de la actividad de los mismos hombres que lo han provocado. El socialismo moderno no es más que el reflejo de este conflicto material en la mente, su proyección ideal en las cabezas, empezando por las de la clase que sufre directamente sus consecuencias: la clase obrera.
¿En qué consiste este conflicto?
Antes de sobrevenir la producción capitalista, es decir, en la Edad Media, regía con carácter general la pequeña producción, basada en la propiedad privada del trabajador sobre sus medios de producción: en el campo, la agricultura corría a cargo de pequeños labradores, libres o siervos; en las ciudades, la industria estaba en manos de los artesanos. Los medios de trabajo -la tierra, los aperos de labranza, el taller, las herramientas- eran medios de trabajo individual, destinados tan sólo al uso individual y, por tanto, forzosamente, mezquinos, diminutos, limitados. Pero esto mismo hacía que perteneciesen, por lo general, al propio productor. El papel histórico del modo capitalista de producción y de su portadora, la burguesía, consistió precisamente en concentrar y desarrollar estos dispersos y mezquinos medios de producción, transformándolos en las potentes palancas de la producción de los tiempos actuales. Este proceso, que viene desarrollando la burguesía desde el siglo XV y que pasa históricamente por las tres etapas de la cooperación simple, la manufactura y la gran industria, aparece minuciosamente expuesto par Marx en la sección cuarta de "El Capital". Pero la burguesía, como asimismo queda demostrado en dicha obra, no podía convertir esos primitivos medios de producción en poderosas fuerzas productivas sin convertirlas de medios individuales de producción en medios sociales, sólo manejables por una colectividad de hombres. La rueca, el telar manual, el martillo del herrero fueron sustituidos por la máquina de hilar, por el telar mecánico, por el martillo movido a vapor; el taller individual cedió el puesto a la fábrica, que impone la cooperación de cientos y miles de obreros. Y, con los medios de producción, se transformó la producción misma, dejando de ser una cadena de actos individuales para convertirse en una cadena de actos sociales, y los productos individuales, en productos sociales. El hilo, las telas, los artículos de metal que ahora salían de la fábrica eran producto del trabajo colectivo de un gran número de obreros, por cuyas manos tenía que pasar sucesivamente para su elaboración. Ya nadie podía decir: esto lo he hecho yo, este producto es mío.
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Hemos visto que el modo de producción capitalista vino a introducirse en una sociedad de productores de mercancías, de productores individuales, cuyo vínculo social era el cambio de sus productos. Pero toda sociedad basada en la producción de mercancías presenta la particularidad de que en ella los productores pierden el mando sobre sus propias relaciones sociales. Cada cual produce por su cuenta, con los medios de producción de que acierta a disponer, y para las necesidades de su intercambio privado. Nadie sabe qué cantidad de artículos de la misma clase que los suyos se lanza al mercado, ni cuántos necesita éste; nadie sabe si su producto individual responde a una demanda efectiva, ni si podrá cubrir los gastos, ni siquiera, en general, si podrá venderlo. La anarquía impera en la producción social. Pero la producción de mercancías tiene, como toda forma de producción, sus leyes características, específicas e inseparables de la misma; y estas leyes se abren paso a pesar de la anarquía, en la misma anarquía y a través de ella. Toman cuerpo en la única forma de ligazón social que subsiste: en el cambio, y se imponen a los productores individuales bajo la forma de las leyes imperativas de la competencia. En un principio, por tanto, estos productores las ignoran, y es necesario que una larga experiencia las vaya revelando poco a poco. Se imponen, pues, sin los productores y aún en contra de ellos, como leyes naturales ciegas que presiden esta forma de producción. El producto impera sobre el productor.
En la sociedad medieval, y sobre todo en los primeros siglos de ella, la producción estaba destinada principalmente al consumo propio, a satisfacer sólo las necesidades del productor y de su familia. Y allí donde, como acontecía en el campo, subsistían relaciones personales de vasallaje, contribuía también a satisfacer las necesidades del señor feudal. No se producía, pues, intercambio alguno, ni los productos revestían, por lo tanto, el carácter de mercancías. La familia del labrador producía casi todos los objetos que necesitaba: aperos, ropas y víveres. Sólo empezó a producir mercancías cuando consiguió crear un remanente de productos, después de cubrir sus necesidades propias y los tributos en especie que había de pagar al señor feudal; este remanente, lanzado al intercambio social, al mercado, para su venta, se convirtió en mercancía. Los artesanos de las ciudades, por cierto, tuvieron que producir para el mercado ya desde el primer momento. Pero también obtenían ellos mismos la mayor parte de los productos que necesitaban para su consumo; tenían sus huertos y sus pequeños campos, apacentaban su ganado en los bosques comunales, que además les suministraban la madera y la leña; sus mujeres hilaban el lino y la lana, etc. La producción para el cambio, la producción de mercancías, estaba en sus comienzos. Por eso el intercambio era limitado, el mercado reducido, el modo de producción estable. Frente al exterior imperaba el exclusivismo local; en el interior, la asociación local: la marca -xxix[‡‡‡‡‡‡]- en el campo, los gremios en las ciudades.
Pero al extenderse la producción de mercancías y, sobre todo, al aparecer el modo capitalista de producción, las leyes de producción de mercancías, que hasta aquí apenas habían dado señales de vida, entran en funciones de una manera franca y potente. Las antiguas asociaciones empiezan a perder fuerza, las antiguas fronteras locales se vienen a tierra, los productores se convierten más y más en productores de mercancías independientes y aislados. La anarquía de la producción social sale a la luz y se agudiza cada vez más. Pero el instrumento principal con el que el modo capitalista de producción fomenta esta anarquía en la producción social es precisamente lo inverso de la anarquía: la creciente organización de la producción con carácter social, dentro de cada establecimiento de producción. Con este resorte, pone fin a la vieja estabilidad pacífica. Allí donde se implanta en una rama industrial, no tolera a su lado ninguno de los viejos métodos. Donde se adueña de la industria artesana, la destruye y aniquila. El terreno del trabajo se convierte en un campo de batalla. Los grandes descubrimientos geográficos y las empresas de colonización que les siguen, multiplican los mercados y aceleran el proceso de transformación del taller del artesano en manufactura. Y la lucha no estalla solamente entre los productores locales aislados; las contiendas locales van cobrando volumen nacional, y surgen las guerras comerciales de los siglos XVII y XVIII. Hasta que, por fin, la gran industria y la implantación del mercado mundial dan carácter universal a la lucha, a la par que le imprimen una inaudita violencia. Lo mismo entre los capitalistas individuales que entre industrias y países enteros, la posesión de las condiciones -naturales o artificialmente creadas- de la producción, decide la lucha por la existencia. El que sucumbe es arrollado sin piedad. Es la lucha darvinista por la existencia individual, transplantada, con redoblada furia, de la naturaleza a la sociedad. Las condiciones naturales de vida de la bestia se convierten en el punto culminante del desarrollo humano. La contradicción entre la producción social y la apropiación capitalista se manifiesta ahora como antagonismo entre la organización de la producción dentro de cada fábrica y la anarquía de la producción en el seno de toda la sociedad.
El modo capitalista de producción se mueve en estas dos formas de manifestación de la contradicción inherente a él por sus mismos orígenes, describiendo sin apelación aquel «círculo vicioso» que ya puso de manifiesto Fourier. Pero lo que Fourier, en su época, no podía ver todavía era que este círculo va reduciéndose gradualmente, que el movimiento se desarrolla más bien en espiral y tiene que llegar necesariamente a su fin, como el movimiento de los planetas, chocando con el centro. Es la fuerza propulsora de la anarquía social de la producción la que convierte a la inmensa mayoría de los hombres, cada vez más marcadamente, en proletarios, y estas masas proletarias serán, a su vez, las que, por último, pondrán fin a la anarquía de la producción. Es la fuerza propulsora de la anarquía social de la producción la que convierte la capacidad infinita de perfeccionamiento de las máquinas de la gran industria en un precepto imperativo, que obliga a todo capitalista industrial a mejorar continuamente su maquinaria, so pena de perecer. Pero mejorar la maquinaria equivale a hacer superflua una masa de trabajo humano. Y así como la implantación y el aumento cuantitativo de la maquinaria trajeron consigo el desplazamiento de millones de obreros manuales por un número reducido de obreros mecánicos, su perfeccionamiento determina la eliminación de un número cada vez mayor de obreros de las máquinas, y, en última instancia, la creación de una masa de obreros disponibles que sobrepuja la necesidad media de ocupación del capital, de un verdadero ejército industrial de reserva, como yo hube de llamarlo ya en 1845 -xxix[§§§§§§]-, de un ejército de trabajadores disponibles para los tiempos en que la industria trabaja a todo vapor y que luego, en las crisis que sobrevienen necesariamente después de esos períodos, se ve lanzado a la calle, constituyendo en todo momento un grillete atado a los pies de la clase trabajadora en su lucha por la existencia contra el capital y un regulador para mantener los salarios en el nivel bajo que corresponde a las necesidades del capitalismo. Así pues, la maquinaria, para decirlo con Marx, se ha convertido en el arma más poderosa del capital contra la clase obrera, en un medio de trabajo que arranca constantemente los medios de vida de manos del obrero, ocurriendo que el producto mismo del obrero se convierte en el instrumento de su esclavización -xxix[*******]-. De este modo, la economía en los medios de trabajo lleva consigo, desde el primer momento, el más despiadado despilfarro de la fuerza de trabajo y un despojo contra las condiciones normales de la función misma del trabajo -xxix[†††††††]-. Y la maquinaria, el recurso más poderoso que ha podido crearse para acortar la jornada de trabajo, se trueca en el recurso más infalible para convertir la vida entera del obrero y de su familia en una gran jornada de trabajo disponible para la valorización del capital; así ocurre que el exceso de trabajo de unos es la condición determinante de la carencia de trabajo de otros, y que la gran industria, lanzándose por el mundo entero, en carrera desenfrenada, a la conquista de nuevos consumidores, reduce en su propia casa el consumo de las masas a un mínimo de hambre y mina con ello su propio mercado interior.
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Esta solución sólo puede estar en reconocer de un modo efectivo el carácter social de las fuerzas productivas modernas y por lo tanto en armonizar el modo de producción, de apropiación y de cambio con el carácter social de los medios de producción. Para esto, no hay más que un camino: que la sociedad, abiertamente y sin rodeos, tome posesión de esas fuerzas productivas, que ya no admite otra dirección que la suya. Haciéndolo así, el carácter social de los medios de producción y de los productos, que hoy se vuelve contra los mismos productores, rompiendo periódicamente los cauces del modo de producción y de cambio, y que sólo puede imponerse con una fuerza y eficacia tan destructoras como el impulso ciego de las leyes naturales, será puesto en vigor con plena conciencia por los productores y se convertirá, de causa constante de perturbaciones y de cataclismos periódicos, en la palanca más poderosa de la producción misma.
Las fuerzas activas de la sociedad obran, mientras no las conocemos y contamos con ellas, exactamente lo mismo que las fuerzas de la naturaleza: de un modo ciego, violento,
destructor. Pero, una vez conocidas, tan pronto como se ha sabido comprender su acción, su tendencia y sus efectos, en nuestras manos está el supeditarlas cada vez más de lleno a nuestra voluntad y alcanzar por medio de ellas los fines propuestos. Tal es lo que ocurre, muy señaladamente, con las gigantescas fuerzas modernas de producción. Mientras nos resistamos obstinadamente a comprender su naturaleza y su carácter -y a esta comprensión se oponen el modo capitalista de producción y sus defensores-, estas fuerzas actuarán a pesar de nosotros, contra nosotros, y nos dominarán, como hemos puesto bien de relieve. En cambio, tan pronto como penetremos en su naturaleza, esas fuerzas, puestas en manos de los productores asociados, se convertirán, de tiranos demoníacos, en sumisas servidoras. Es la misma diferencia que hay entre el poder destructor de la electricidad en los rayos de la tormenta y la electricidad sujeta en el telégrafo y en el arco voltaico; la diferencia que hay entre el incendio y el fuego puesto al servicio del hombre. El día en que las fuerzas productivas de la sociedad moderna se sometan al régimen congruente con su naturaleza, por fin conocida, la anarquía social de la producción dejará el puesto a una reglamentación colectiva y organizada de la producción acorde con las necesidades de la sociedad y de cada individuo. Y el régimen capitalista de apropiación, en que el producto esclaviza primero a quien lo crea y luego a quien se lo apropia, será sustituido por el régimen de apropiación del producto que el carácter de los modernos medios de producción está reclamando: de una parte, apropiación directamente social, como medio para mantener y ampliar la producción; de otra parte, apropiación directamente individual, como medio de vida y de disfrute.
El modo capitalista de producción, al convertir más y más en proletarios a la inmensa mayoría de los individuos de cada país, crea la fuerza que, si no quiere perecer, está obligada a hacer esa revolución. Y, al forzar cada vez más la conversión en propiedad del Estado de los grandes medios socializados de producción, señala ya por sí mismo el camino por el que esa revolución ha de producirse. El proletariado toma en sus manos el poder del Estado y comienza por convertir los medios de producción en propiedad del Estado. Pero con este mismo acto se destruye a sí mismo como proletariado, y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clases, y con ello mismo, el Estado como tal. La sociedad, que se había movido hasta el presente entre antagonismos de clase, ha necesitado del Estado, o sea, de una organización de la correspondiente clase explotadora para mantener las condiciones exteriores de producción, y, por tanto, particularmente, para mantener por la fuerza a la clase explotada en las condiciones de opresión (la esclavitud, la servidumbre o el vasallaje y el trabajo asalariado), determinadas por el modo de producción existente. El Estado era el representante oficial de toda la sociedad, su síntesis en un cuerpo social visible; pero lo era sólo como Estado de la clase que en su época representaba a toda la sociedad: en la antigüedad era el Estado de los ciudadanos esclavistas; en la Edad Media el de la nobleza feudal; en nuestros tiempos es el de la burguesía. Cuando el Estado se convierta finalmente en representante efectivo de toda la sociedad será por sí mismo superfluo. Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que mantener sometida; cuando desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anarquía de la producción, los choques y los excesos resultantes de esto, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza especial de represión que es el Estado. El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad: la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad, es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención de la autoridad del Estado en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de la vida social y cesará por sí misma. El gobierno sobre las personas es sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción. El Estado no es «abolido»; se extingue. Partiendo de esto es como hay que juzgar el valor de esa frase del «Estado popular libre» en lo que toca a su justificación provisional como consigna de agitación y en lo que se refiere a su falta de fundamento científico. Partiendo de esto es también como debe ser considerada la reivindicación de los llamados anarquistas de que el Estado sea abolido de la noche a la mañana.
Desde que ha aparecido en la palestra de la historia el modo de producción capitalista ha habido individuos y sectas enteras ante quienes se ha proyectado más o menos vagamente, como ideal futuro, la apropiación de todos los medios de producción por la sociedad. Mas, para que esto fuese realizable, para que se convirtiese en una necesidad histórica, era menester que antes se diesen las condiciones efectivas para su realización. Para que este progreso, como todos los progresos sociales, sea viable, no basta con que la razón comprenda que la existencia de las clases es incompatible con los dictados de la justicia, de la igualdad, etc.; no basta con la mera voluntad de abolir estas clases, sino que son necesarias determinadas condiciones económicas nuevas. La división de la sociedad en una clase explotadora y otra explotada, una clase dominante y otra oprimida, era una consecuencia necesaria del anterior desarrollo incipiente de la producción. Mientras el trabajo global de la sociedad sólo rinde lo estrictamente indispensable para cubrir las necesidades más elementales de todos; mientras, por lo tanto, el trabajo absorbe todo el tiempo o casi todo el tiempo de la inmensa mayoría de los miembros de la sociedad, ésta se divide, necesariamente, en clases. Junto a la gran mayoría constreñida a no hacer más que llevar la carga del trabajo, se forma una clase eximida del trabajo directamente productivo y a cuyo cargo corren los asuntos generales de la sociedad: la dirección de los trabajos, los negocios públicos, la justicia, las ciencias, las artes, etc. Es, pues, la ley de la división del trabajo la que sirve de base a la división de la sociedad en clases. Lo cual no impide que esta división de la sociedad en clases se lleve a cabo por la violencia y el despojo, la astucia y el engaño; ni quiere decir que la clase dominante, una vez entronizada, se abstenga de consolidar su poderío a costa de la clase trabajadora, convirtiendo su papel social de dirección en una mayor explotación de las masas.
Vemos, pues, que la división de la sociedad en clases tiene su razón histórica de ser, pero sólo dentro de determinados límites de tiempo bajo determinadas condiciones sociales. Era condicionada por la insuficiencia de la producción, y será barrida cuando se desarrollen plenamente las modernas fuerzas productivas. En efecto, la abolición de las clases sociales presupone un grado histórico de desarrollo tal, que la existencia, no ya de esta o de aquella clase dominante concreta, sino de una clase dominante cualquiera que ella sea y, por tanto, de las mismas diferencias de clase, representa un anacronismo. Presupone, por consiguiente, un grado culminante en el desarrollo de la producción, en el que la apropiación de los medios de producción y de los productos y, por tanto, del poder político, del monopolio de la cultura y de la dirección espiritual por una determinada clase de la sociedad, no sólo se hayan hecho superfluos, sino que además constituyan económica, política e intelectualmente una barrera levantada ante el progreso. Pues bien; a este punto ya se ha llegado. Hoy, la bancarrota política e intelectual de la burguesía ya apenas es un secreto ni para ella misma, y su bancarrota económica es un fenómeno que se repite periódicamente de diez en diez años. En cada una de estas crisis, la sociedad se asfixia, ahogada por la masa de sus propias fuerzas productivas y de sus productos, a los que no puede aprovechar, y se enfrenta, impotente, con la absurda contradicción de que sus productores no tengan qué consumir, por falta precisamente de consumidores. La fuerza expansiva de los medios de producción rompe las ligaduras con que los sujeta el modo capitalista de producción. Esta liberación de los medios de producción es lo único que puede permitir el desarrollo ininterrumpido y cada vez más rápido de las fuerzas productivas, y con ello, el crecimiento prácticamente ilimitado de la producción. Mas no es esto solo. La apropiación social de los medios de producción no sólo arrolla los obstáculos artificiales que hoy se le oponen a la producción, sino que acaba también con el derroche y la asolación de fuerzas productivas y de productos, que es una de las consecuencias inevitables de la producción actual y que alcanza su punto de apogeo en las crisis. Además, al acabar con el necio derroche de lujo de las clases dominantes y de sus representantes políticos, pone en circulación para la colectividad toda una masa de medios de producción y de productos. Por vez primera, se da ahora, y se da de un modo efectivo, la posibilidad de asegurar a todos los miembros de la sociedad, por medio de un sistema de producción social, una existencia que, además de satisfacer plenamente y cada día con mayor holgura sus necesidades materiales, les garantiza el libre y completo desarrollo y ejercicio de sus capacidades físicas y espirituales. -xxix[********]-.
Al posesionarse la sociedad de los medios de producción, cesa la producción de mercancías, y con ella el imperio del producto sobre los productores. La anarquía reinante en el seno de la producción social deja el puesto a una organización armónica, proporcional y consciente. Cesa la lucha por la existencia individual y con ello, en cierto sentido, el hombre sale definitivamente del reino animal y se sobrepone a las condiciones animales de existencia, para someterse a condiciones de vida verdaderamente humanas. Las condiciones de vida que rodean al hombre y que hasta ahora le dominaban, se colocan, a partir de este instante, bajo su dominio y su control, y el hombre, al convertirse en dueño y señor de sus propias relaciones sociales, se convierte por primera vez en señor consciente y efectivo de la naturaleza. Las leyes de su propia actividad social, que hasta ahora se alzaban frente al hombre como leyes naturales, como poderes extraños que lo sometían a su imperio, son aplicadas ahora por él con pleno conocimiento de causa y, por tanto, sometidas a su poderío. La propia existencia social del hombre, que hasta aquí se le enfrentaba como algo impuesto por la naturaleza y la historia, es a partir de ahora obra libre suya. Los poderes objetivos y extraños que hasta ahora venían imperando en la historia se colocan bajo el control del hombre mismo. Sólo desde entonces, éste comienza a trazarse su historia con plena conciencia de lo que hace. Y, sólo desde entonces, las causas sociales puestas en acción por él, comienzan a producir predominantemente y cada vez en mayor medida los efectos apetecidos. Es el salto de la humanidad del reino de la necesidad al reino de la libertad.
* * *
Resumamos brevemente, para terminar, nuestra trayectoria de desarrollo:
I.- Sociedad medieval: Pequeña producción individual. Medios de producción adaptados al uso individual, y, por tanto, primitivos, torpes, mezquinos, de eficacia mínima. Producción para el consumo inmediato, ya del propio productor, ya de su señor feudal. Sólo en los casos en que queda un remanente de productos, después de cubrir ese consumo, se ofrece en venta y se lanza al intercambio. Por tanto, la producción de mercancías está aún en sus albores, pero encierra ya, en germen, la anarquía de la producción social.
II.- Revolución capitalista: Transformación de la industria, iniciada por medio de la cooperación simple y de la manufactura. Concentración de los medios de producción, hasta entonces dispersos, en grandes talleres, con lo que se convierten de medios de producción del individuo en medios de producción sociales, metamorfosis que no afecta, en general, a la forma del cambio. Quedan en pie las viejas formas de apropiación. Aparece el capitalista: en su calidad de propietario de los medios de producción, se apropia también de los productos y los convierte en mercancías. La producción se transforma en un acto social; el cambio y, con él, la apropiación siguen siendo actos individuales: el producto social es apropiado por el capitalista individual. Contradicción fundamental, de la que se derivan todas las contradicciones en que se mueve la sociedad actual y que pone de manifiesto claramente la gran industria.
A. El productor se separa de los medios de producción. El obrero se ve condenado a ser asalariado de por vida. Antítesis de burguesía y proletariado.
B. Relieve creciente y eficacia acentuada de las leyes que presiden la producción de mercancías. Competencia desenfrenada. Contradicción entre la organización social dentro de cada fábrica y la anarquía social en la producción total.
C. De una parte, perfeccionamiento de la maquinaria, que la competencia convierte en imperativo para cada fabricante y que equivale a un desplazamiento cada vez mayor de obreros: ejército industrial de reserva. De otra parte, extensión ilimitada de la producción, que la competencia impone también como norma coactiva a todos los fabricantes. Por ambos lados, un desarrollo inaudito de las fuerzas productivas, exceso de la oferta sobre la demanda, superproducción, abarrotamiento de los mercados, crisis cada diez años, círculo vicioso: superabundancia, aquí de medios de producción y de productos, y allá de obreros sin trabajo y sin medios
de vida. Pero estas dos palancas de la producción y del bienestar social no pueden combinarse porque la forma capitalista de la producción impide a las fuerzas productivas actuar y a los productos circular, a no ser que se conviertan previamente en capital, que es lo que precisamente les veda su propia superabundancia. La contradicción se exalta hasta convertirse en contrasentido: el modo de producción se rebela contra la forma de cambio. La burguesía se muestra incapaz para seguir rigiendo sus propias fuerzas sociales productivas.
D. Reconocimiento parcial del carácter social de las fuerzas productivas, arrancado a los propios capitalistas. Apropiación de los grandes organismos de producción y de transporte, primero por sociedades anónimas, luego por trusts, y más tarde por el Estado. La burguesía se revela como una clase superflua; todas sus funciones sociales son ejecutadas ahora por empleados a sueldo.
III.- Revolución proletaria, solución de las contradicciones: el proletariado toma el poder político, y, por medio de él, convierte en propiedad pública los medios sociales de producción, que se le escapan de las manos a la burguesía. Con este acto, redime los medios de producción de la condición de capital que hasta allí tenían y da a su carácter social plena libertad para imponerse. A partir de ahora es ya posible una producción social con arreglo a un plan trazado de antemano. El desarrollo de la producción convierte en un anacronismo la subsistencia de diversas clases sociales. A medida que desaparece la anarquía de la producción social languidece también la autoridad política del Estado. Los hombres, dueños por fin de su propia existencia social, se convierten en dueños de la naturaleza, en dueños de sí mismos, en hombres libres.
La realización de este acto que redimirá al mundo es la misión histórica del proletariado moderno. Y el socialismo científico, expresión teórica del movimiento proletario, es el llamado a investigar las condiciones históricas y, con ello, la naturaleza misma de este acto, infundiendo de este modo a la clase llamada a hacer esta revolución, a la clase hoy oprimida, la conciencia de las condiciones y de la naturaleza de su propia acción.
Escrito por F. Engels de enero de 1880 a la primera mitad de marzo del mismo año.
Publicado en la revista "La Revue socialiste", Nº 3, 4, 5, 20 de marzo, 20 de abril y 5 de mayo de 1880 y como folleto aparte en francés: F. Engels. «Socialisme utopiqueet socialisme scientifique», Paris, 1880.
Se publica de acuerdo con el texto de la edición alemana de 1891. Traducido del aleman.
.../...En principio consideramos conveniente reproducir el texto de La Marca y otros de Marx y Engels. Lo hemos sacado de la web"pedagogíaydialéctica.net ",...desde aquí les damos las gracias.../...
.../... TEXTO DE IVAN JAIME URANGA FAVELA, en su blog:
[al mismo le mandamos una nota, que aparece a continuación de su escrito].../...
//de 1971 el capitalismo declinó, una nueva clase social tomo el poder mundial. Tomó el poder la clase Omecafi, palabra nueva que tiene como origen las palabras: oligarquía, mafiosa, especuladora, canalla, financiera, internacional.
LUNES, 19 DE JULIO DE 2010
Hemos visto cómo los filósofos franceses del siglo XVIII, los precursores de la revolución, apelaban a la razón como único juez de todo lo existente. Se pretendía instaurar un Estado racional, una sociedad ajustada a la razón, y cuanto contradecía a la razón eterna debía ser desechado sin piedad. Y hemos visto también que, en realidad, esa razón eterna no era más que el sentido común idealizado del hombre del estado llano que, precisamente por aquel entonces, se estaba convirtiendo en burgués. Por eso cuando la revolución francesa puso en obra esta sociedad racional y este Estado racional, resultó que las nuevas instituciones, por más racionales que fuesen en comparación con las antiguas, distaban bastante de la razón absoluta. El Estado racional había quebrado completamente. El contrato social de Rousseau venía a tomar cuerpo en la época del terror -xxix[34]-, y la burguesía, perdida la fe en su propia habilidad política, fue a refugiarse, primero, en la corrupción del Directorio -xxix[35]- y, por último, bajo la égida del despotismo napoleónico. ...../////......
Lo que en Saint-Simon es una amplitud genial de conceptos que le permite contener ya, en germen, casi todas las ideas no estrictamente económicas de los socialistas posteriores, en Fourier es la crítica ingeniosa auténticamente francesa, pero no por ello menos profunda, de las condiciones sociales existentes. Fourier coge por la palabra a la burguesía, a sus encendidos profetas de antes y a sus interesados aduladores de después de la revolución. Pone al desnudo despiadadamente la miseria material y moral del mundo burgués, y la compara con las promesas fascinadoras de los viejos ilustradores, con su imagen de una sociedad en la que sólo reinaría la razón, de una civilización que haría felices a todos los hombres y de una ilimitada perfectibilidad humana. Desenmascara las brillantes frases de los ideólogos burgueses de la época, demuestra cómo a esas frases altisonantes responde, por todas partes, la más mísera de las realidades y vuelca sobre este ruidoso fiasco de la fraseología su sátira mordaz. Fourier no es sólo un crítico; su espíritu siempre jovial hace de él un satírico, uno de los más grandes satíricos de todos los tiempos. La especulación criminal desatada con el reflujo de la ola revolucionaria y el espíritu mezquino del comercio francés en aquellos años, aparecen pintados en sus obras con trazo magistral y deleitoso. Pero todavía es más magistral en él la crítica de la forma burguesa de las relaciones entre los sexos y de la posición de la mujer en la sociedad burguesa. El es el primero que proclama que el grado de emancipación de la mujer en una sociedad es la medida de la emancipación general. Sin embargo, donde más descuella Fourier es en su modo de concebir la historia de la sociedad. Fourier divide toda la historia anterior en cuatro fases o etapas de desarrollo: el salvajismo, el patriarcado, la barbarie y la civilización, fase esta última que coincide con lo que llamamos hoy sociedad burguesa, es decir, con el régimen social implantado desde el siglo XVI, y demuestra que el «orden civilizado eleva a una forma compleja, ambigua, equívoca e hipócrita todos aquellos vicios que la barbarie practicaba en medio de la mayor sencillez».
Para él, la civilización se mueve en un «círculo vicioso», en un ciclo de contradicciones, que está reproduciendo constantemente sin acertar a superarlas, consiguiendo de continuo lo contrario precisamente de lo que quiere o pretexta querer conseguir. Y así nos encontramos, por ejemplo, con que «en la civilización la pobreza brota de la misma abundancia». Como se ve, Fourier maneja la dialéctica con la misma maestría que su contemporáneo Hegel. Frente a los que se llenan la boca hablando de la ilimitada capacidad humana de perfección, pone de relieve, con igual dialéctica, que toda fase histórica tiene su vertiente ascensional, mas también su ladera descendente, y proyecta esta concepción sobre el futuro de toda la humanidad. Y así como Kant introduce en la ciencia de la naturaleza la idea del acabamiento futuro de la Tierra, Fourier introduce en su estudio de la historia la idea del acabamiento futuro de la humanidad.
Mientras el huracán de la revolución barría el suelo de Francia, en Inglaterra se desarrollaba un proceso revolucionario, más tranquilo, pero no por ello menos poderoso. El vapor y las máquinas-herramienta convirtieron la manufactura en la gran industria moderna, revolucionando con ello todos los fundamentos de la sociedad burguesa. El ritmo adormilado del desarrollo del período de la manufactura se convirtió en un verdadero período de lucha y embate de la producción. Con una velocidad cada vez más acelerada, iba produciéndose la división de la sociedad en grandes capitalistas y proletarios desposeídos, y entre ellos, en lugar del antiguo estado llano estable, llevaba una existencia insegura una masa inestable de artesanos y pequeños comerciantes, la parte más fluctuante de la población. El nuevo modo de producción sólo empezaba a remontarse por su vertiente ascensional; era todavía el modo de producción normal, regular, el único posible, en aquellas circunstancias. .....////......
Entretanto, junto a la filosofía francesa del siglo XVIII, y tras ella, había surgido la moderna filosofía alemana, a la que vino a poner remate Hegel. El principal mérito de esta filosofía es la restitución de la dialéctica, como forma suprema del pensamiento. Los antiguos filósofos griegos eran todos dialécticos innatos, espontáneos, y la cabeza más universal de todos ellos, Aristóteles, había llegado ya a estudiar las formas más substanciales del pensar dialéctico. En cambio, la nueva filosofía, aún teniendo algún que otro brillante mantenedor de la dialéctica (como, por ejemplo, Descartes y Spinoza), había ido cayendo cada vez más, influida principalmente por los ingleses, en la llamada manera metafísica de pensar, que también dominó casi totalmente entre los franceses del siglo XVIII, a lo menos en sus obras especialmente filosóficas. Fuera del campo estrictamente filosófico, también ellos habían creado obras maestras de dialéctica; como testimonio de ello basta citar "El sobrino de Rameau", de Diderot, y el "Discurso sobre el origen y los fundamentos de la desigualdad entre los hombres" de Rousseau. Resumiremos aquí, concisamente, los rasgos más esenciales de ambos métodos discursivos.
Cuando nos paramos a pensar sobre la naturaleza, sobre la historia humana, o sobre nuestra propia actividad espiritual, nos encontramos de primera intención con la imagen de una trama infinita de concatenaciones y mutuas influencias, en la que nada permanece en lo que era, ni cómo y dónde era, sino que todo se mueve y cambia, nace y perece. Vemos, pues, ante todo, la imagen de conjunto, en la que los detalles pasan todavía mas o menos a segundo plano; nos fijamos más en el movimiento, en las transiciones, en la concatenación, que en lo que se mueve, cambia y se concatena. Esta concepción del mundo, primitiva, ingenua, pero esencialmente justa, es la de los antiguos filósofos griegos, y aparece expresada claramente por vez primera en Heráclito: todo es y no es, pues todo fluye, todo se halla sujeto a un proceso constante de transformación, de incesante nacimiento y caducidad. Pero esta concepción, por exactamente que refleje el carácter general del cuadro que nos ofrecen los fenómenos, no basta para explicar los elementos aislados que forman ese cuadro total; sin conocerlos, la imagen general no adquirirá tampoco un sentido claro. Para penetrar en estos detalles tenemos que desgajarlos de su entronque histórico o natural e investigarlos por separado, cada uno de por sí, en su carácter, causas y efectos especiales, etc. Tal es la misión primordial de las ciencias naturales y de la historia, ramas de investigación que los griegos clásicos situaban, por razones muy justificadas, en un plano puramente secundario, pues primeramente debían dedicarse a acumular los materiales científicos necesarios. Mientras no se reúne una cierta cantidad de materiales naturales e históricos, no puede acometerse el examen crítico, la comparación y, congruentemente, la división en clases, órdenes y especies. Por eso, los rudimentos de las ciencias naturales exactas no fueron desarrollados hasta llegar a los griegos del período alejandrino -xxix[42]-, y más tarde, en la Edad Media, por los árabes; la auténtica ciencia de la naturaleza sólo data de la segunda mitad del siglo XV, y, a partir de entonces, no ha hecho más que progresar constantemente con ritmo acelerado. El análisis de la naturaleza en sus diferentes partes, la clasificación de los diversos procesos y objetos naturales en determinadas categorías, la investigación interna de los cuerpos orgánicos según su diversa estructura anatómica, fueron otras tantas condiciones fundamentales a que obedecieron los progresos gigantescos realizados durante los últimos cuatrocientos años en el conocimiento científico de la naturaleza. Pero este método de investigación nos ha legado, a la par, el hábito de enfocar las cosas y los procesos de la naturaleza aisladamente, sustraídos a la concatenación del gran todo; por tanto, no en su dinámica, sino enfocados estáticamente; no como substancialmente variables, sino como consistencias fijas; no en su vida, sino en su muerte. Por eso este método de observación, al transplantarse, con Bacon y Locke, de las ciencias naturales a la filosofía, provocó la estrechez específica característica de estos últimos siglos: el método metafísico de pensamiento.
Para el metafísico, las cosas y sus imágenes en el pensamiento, los conceptos, son objetos de investigación aislados, fijos, rígidos, enfocados uno tras otro, cada cual de por sí, como algo dado y perenne. Piensa sólo en antítesis sin mediatividad posible; para él, una de dos: sí, sí; no, no; porque lo que va más allá de esto, de mal procede -xxix[§§§§§]-. Para él, una cosa existe o no existe; un objeto no puede ser al mismo tiempo lo que es y otro distinto. Lo positivo y lo negativo se excluyen en absoluto. La causa y el efecto revisten asimismo a sus ojos, la forma de una rígida antítesis. A primera vista, este método discursivo nos parece extraordinariamente razonable, porque es el del llamado sentido común. Pero el mismo sentido común, personaje muy respetable de puertas adentro, entre las cuatro paredes de su casa, vive peripecias verdaderamente maravillosas en cuanto se aventura por los anchos campos de la investigación; y el método metafísico de pensar, por muy justificado y hasta por necesario que sea en muchas zonas del pensamiento, más o menos extensas según la naturaleza del objeto de que se trate, tropieza siempre, tarde o temprano, con una barrera franqueada, la cual se torna en un método unilateral, limitado, abstracto, y se pierde en insolubles contradicciones, pues, absorbido por los objetos concretos, no alcanza a ver su concatenación; preocupado con su existencia, no para mientes en su génesis ni en su caducidad; concentrado en su estatismo, no advierte su dinámica; obsesionado por los árboles, no alcanza a ver el bosque. En la realidad de cada día sabemos, por ejemplo, y podemos decir con toda certeza si un animal existe o no; pero, investigando la cosa con más detención, nos damos cuenta de que a veces el problema se complica considerablemente, como lo saben muy bien los juristas, que tanto y tan en vano se han atormentado por descubrir un límite racional a partir del cual deba la muerte del niño en el claustro materno considerarse como un asesinato; ni es fácil tampoco determinar con fijeza el momento de la muerte, toda vez que la fisiología ha demostrado que la muerte no es un fenómeno repentino, instantáneo, sino un proceso muy largo. .....////.....
. Y aunque Hegel era, con Saint-Simon, la cabeza más universal de su tiempo, su horizonte hallábase circunscrito, en primer lugar, por la limitación inevitable de sus propios conocimientos, y, en segundo lugar, por los conocimientos y concepciones de su época, limitados también en extensión y profundidad. A esto hay que añadir una tercera circunstancia, Hegel era idealista; es decir, que para él las ideas de su cabeza no eran imágenes más o menos abstractas de los objetos y fenómenos de la realidad, sino que estas cosas y su desarrollo se le antojaban, por el contrario, proyecciones realizadas de la «Idea», que ya existía no se sabe cómo, antes de que existiese el mundo. Así, todo quedaba cabeza abajo, y se volvía completamente del revés la concatenación real del Universo. Y por exactas y aún geniales que fuesen no pocas de las conexiones concretas concebidas por Hegel, era inevitable, por las razones a que acabamos de aludir, que muchos de sus detalles tuviesen un carácter amañado artificioso, construido; falso, en una palabra. El sistema de Hegel fue un aborto gigantesco, pero el último de su género. En efecto, seguía adoleciendo de una contradicción íntima incurable; pues, mientras de una parte arrancaba como supuesto esencial de la concepción histórica, según la cual la historia humana es un proceso de desarrollo que no puede, por su naturaleza, encontrar remate intelectual en el descubrimiento de eso que llaman verdad absoluta, de la otra se nos presenta precisamente como suma y compendio de esa verdad absoluta. Un sistema universal y definitivamente plasmado del conocimiento de la naturaleza y de la historia, es incompatible con las leyes fundamentales del pensamiento dialéctico; lo cual no excluye, sino que, lejos de ello, implica que el conocimiento sistemático del mundo exterior en su totalidad pueda progresar gigantescamente de generación en generación.
La conciencia de la total inversión en que incurría el idealismo alemán, llevó necesariamente al materialismo; pero, adviértase bien, no a aquel materialismo puramente metafísico y exclusivamente mecánico del siglo XVIII. En oposición a la simple repulsa, ingenuamente revolucionaria, de toda la historia anterior, el materialismo moderno ve en la historia el proceso de desarrollo de la humanidad, cuyas leyes dinámicas es misión suya descubrir. Contrariamente a la idea de la naturaleza que imperaba en los franceses del siglo XVIII, al igual que en Hegel, y en la que ésta se concebía como un todo permanente e invariable, que se movía dentro de ciclos cortos, con cuerpos celestes eternos, tal y como se los representaba Newton, y con especies invariables de seres orgánicos, como enseñara Linneo, el materialismo moderno resume y compendia los nuevos progresos de las ciencias naturales, según los cuales la naturaleza tiene también su historia en el tiempo, y los mundos, así como las especies orgánicas que en condiciones propicias los habitan, nacen y mueren, y los ciclos, en el grado en que son admisibles, revisten dimensiones infinitamente más grandiosas. Tanto en uno como en otro caso, el materialismo moderno es substancialmente dialéctico y no necesita ya de una filosofía que se halla por encima de las demás ciencias. Desde el momento en que cada ciencia tiene que rendir cuentas de la posición que ocupa en el cuadro universal de las cosas y del conocimiento de éstas, no hay ya margen para una ciencia especialmente consagrada a estudiar las concatenaciones universales. Todo lo que queda en pie de la anterior filosofía, con existencia propia, es la teoría del pensar y de sus leyes: la lógica formal y la dialéctica. Lo demás se disuelve en la ciencia positiva de la naturaleza y de la historia.
Sin embargo, mientras que esta revolución en la concepción de la naturaleza sólo había podido imponerse en la medida en que la investigación suministraba a la ciencia los materiales positivos correspondientes, hacía ya mucho tiempo que se habían revelado ciertos hechos históricos que imprimieron un viraje decisivo al modo de enfocar la historia. En 1831, estalla en Lyon la primera insurrección obrera, y de 1838 a 1842 alcanza su apogeo el primer movimiento obrero nacional: el de los cartistas ingleses. La lucha de clases entre el proletariado y la burguesía pasó a ocupar el primer plano de la historia de los países europeos más avanzados, al mismo ritmo con que se desarrollaba en ellos, por una parte, la gran industria, y por otra, la dominación política recién conquistada de la burguesía. Los hechos venían a dar un mentís cada vez más rotundo a las doctrinas económicas burguesas de la identidad de intereses entre el capital y el trabajo y de la armonía universal y el bienestar general de las naciones, como fruto de la libre concurrencia. No había manera de pasar por alto estos hechos, ni era tampoco posible ignorar el socialismo francés e inglés, expresión teórica suya, por muy imperfecta que fuese. Pero la vieja concepción idealista de la historia, que aún no había sido desplazada, no conocía luchas de clases basadas en intereses materiales, ni conocía intereses materiales de ningún género; para ella, la producción, al igual que todas las relaciones económicas, sólo existía accesoriamente, como un elemento secundario dentro de la «historia cultural».
III
La concepción materialista de la.....////...... historia parte de la tesis de que la producción, y tras ella el cambio de sus productos, es la base de todo orden social; de que en todas las sociedades que desfilan por la historia, la distribución de los productos, y junto a ella la división social de los hombres en clases o estamentos, es determinada por lo que la sociedad produce y cómo lo produce y por el modo de cambiar sus productos. Según eso, las últimas causas de todos los cambios sociales y de todas las revoluciones políticas no deben buscarse en las cabezas de los hombres ni en la idea que ellos se forjen de la verdad eterna ni de la eterna justicia, sino en las transformaciones operadas en el modo de producción y de cambio; han de buscarse no en la filosofía, sino en la economía de la época de que se trata. Cuando nace en los hombres la conciencia de que las instituciones sociales vigentes son irracionales e injustas, de que la razón se ha tornado en sinrazón y la bendición en plaga -xxix[******]-, esto no es mas que un indicio de que en los métodos de producción y en las formas de cambio se han producido calladamente transformaciones con las que ya no concuerda el orden social, cortado por el patrón de condiciones económicas anteriores. Con ello queda que en las nuevas relaciones de producción han de contenerse ya -más o menos desarrollados- los medios necesarios para poner término a los males descubiertos. Y esos medios no han de sacarse de la cabeza de nadie, sino que es la cabeza la que tiene que descubrirlos en los hechos materiales de la producción, tal y como los ofrece la realidad.
¿Cuál es, en este aspecto, la posición del socialismo moderno?
El orden social vigente -verdad reconocida hoy por casi todo el mundo- es obra de la clase dominante de los tiempos modernos de la burguesía. El modo de producción propio de la burguesía, al que desde Marx se da el nombre de modo capitalista de producción, era incompatible con los privilegios locales y de los estamentos, como lo era con los vínculos interpersonales del orden feudal. La burguesía echó por tierra el orden feudal y levantó sobre sus ruinas el régimen de la sociedad burguesa, el imperio de la libre concurrencia, de la libertad de domicilio, de la igualdad de derechos de los poseedores de las mercancías y tantas otras maravillas burguesas más. Ahora ya podía desarrollarse libremente el modo capitalista de producción. Y al venir el vapor y la nueva producción maquinizada y transformar la antigua manufactura en gran industria, las fuerzas productivas creadas y puestas en movimiento bajo el mando de la burguesía se desarrollaron con una velocidad inaudita y en proporciones desconocidas hasta entonces. Pero, del mismo modo que en su tiempo la manufactura y la artesanía, que seguía desarrollándose bajo su influencia, chocaron con las trabas feudales de los gremios, hoy la gran industria, al llegar a un nivel de desarrollo más alto, no cabe ya dentro del estrecho marco en que la tiene cohibida el modo capitalista de producción. Las nuevas fuerzas productivas desbordan ya la forma burguesa en que son explotadas, y este conflicto entre las fuerzas productivas y el modo de producción no es precisamente un conflicto planteado en las cabezas de los hombres, algo así como el conflicto entre el pecado original del hombre y la justicia divina, sino que existe en la realidad, objetivamente, fuera de nosotros, independientemente de la voluntad o de la actividad de los mismos hombres que lo han provocado. El socialismo moderno no es más que el reflejo de este conflicto material en la mente, su proyección ideal en las cabezas, empezando por las de la clase que sufre directamente sus consecuencias: la clase obrera.
¿En qué consiste este conflicto?
Antes de sobrevenir la producción capitalista, es decir, en la Edad Media, regía con carácter general la pequeña producción, basada en la propiedad privada del trabajador sobre sus medios de producción: en el campo, la agricultura corría a cargo de pequeños labradores, libres o siervos; en las ciudades, la industria estaba en manos de los artesanos. Los medios de trabajo -la tierra, los aperos de labranza, el taller, las herramientas- eran medios de trabajo individual, destinados tan sólo al uso individual y, por tanto, forzosamente, mezquinos, diminutos, limitados. Pero esto mismo hacía que perteneciesen, por lo general, al propio productor. El papel histórico del modo capitalista de producción y de su portadora, la burguesía, consistió precisamente en concentrar y desarrollar estos dispersos y mezquinos medios de producción, transformándolos en las potentes palancas de la producción de los tiempos actuales. Este proceso, que viene desarrollando la burguesía desde el siglo XV y que pasa históricamente por las tres etapas de la cooperación simple, la manufactura y la gran industria, aparece minuciosamente expuesto par Marx en la sección cuarta de "El Capital". Pero la burguesía, como asimismo queda demostrado en dicha obra, no podía convertir esos primitivos medios de producción en poderosas fuerzas productivas sin convertirlas de medios individuales de producción en medios sociales, sólo manejables por una colectividad de hombres. La rueca, el telar manual, el martillo del herrero fueron sustituidos por la máquina de hilar, por el telar mecánico, por el martillo movido a vapor; el taller individual cedió el puesto a la fábrica, que impone la cooperación de cientos y miles de obreros. Y, con los medios de producción, se transformó la producción misma, dejando de ser una cadena de actos individuales para convertirse en una cadena de actos sociales, y los productos individuales, en productos sociales. El hilo, las telas, los artículos de metal que ahora salían de la fábrica eran producto del trabajo colectivo de un gran número de obreros, por cuyas manos tenía que pasar sucesivamente para su elaboración. Ya nadie podía decir: esto lo he hecho yo, este producto es mío.
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Hemos visto que el modo de producción capitalista vino a introducirse en una sociedad de productores de mercancías, de productores individuales, cuyo vínculo social era el cambio de sus productos. Pero toda sociedad basada en la producción de mercancías presenta la particularidad de que en ella los productores pierden el mando sobre sus propias relaciones sociales. Cada cual produce por su cuenta, con los medios de producción de que acierta a disponer, y para las necesidades de su intercambio privado. Nadie sabe qué cantidad de artículos de la misma clase que los suyos se lanza al mercado, ni cuántos necesita éste; nadie sabe si su producto individual responde a una demanda efectiva, ni si podrá cubrir los gastos, ni siquiera, en general, si podrá venderlo. La anarquía impera en la producción social. Pero la producción de mercancías tiene, como toda forma de producción, sus leyes características, específicas e inseparables de la misma; y estas leyes se abren paso a pesar de la anarquía, en la misma anarquía y a través de ella. Toman cuerpo en la única forma de ligazón social que subsiste: en el cambio, y se imponen a los productores individuales bajo la forma de las leyes imperativas de la competencia. En un principio, por tanto, estos productores las ignoran, y es necesario que una larga experiencia las vaya revelando poco a poco. Se imponen, pues, sin los productores y aún en contra de ellos, como leyes naturales ciegas que presiden esta forma de producción. El producto impera sobre el productor.
En la sociedad medieval, y sobre todo en los primeros siglos de ella, la producción estaba destinada principalmente al consumo propio, a satisfacer sólo las necesidades del productor y de su familia. Y allí donde, como acontecía en el campo, subsistían relaciones personales de vasallaje, contribuía también a satisfacer las necesidades del señor feudal. No se producía, pues, intercambio alguno, ni los productos revestían, por lo tanto, el carácter de mercancías. La familia del labrador producía casi todos los objetos que necesitaba: aperos, ropas y víveres. Sólo empezó a producir mercancías cuando consiguió crear un remanente de productos, después de cubrir sus necesidades propias y los tributos en especie que había de pagar al señor feudal; este remanente, lanzado al intercambio social, al mercado, para su venta, se convirtió en mercancía. Los artesanos de las ciudades, por cierto, tuvieron que producir para el mercado ya desde el primer momento. Pero también obtenían ellos mismos la mayor parte de los productos que necesitaban para su consumo; tenían sus huertos y sus pequeños campos, apacentaban su ganado en los bosques comunales, que además les suministraban la madera y la leña; sus mujeres hilaban el lino y la lana, etc. La producción para el cambio, la producción de mercancías, estaba en sus comienzos. Por eso el intercambio era limitado, el mercado reducido, el modo de producción estable. Frente al exterior imperaba el exclusivismo local; en el interior, la asociación local: la marca -xxix[‡‡‡‡‡‡]- en el campo, los gremios en las ciudades.
Pero al extenderse la producción de mercancías y, sobre todo, al aparecer el modo capitalista de producción, las leyes de producción de mercancías, que hasta aquí apenas habían dado señales de vida, entran en funciones de una manera franca y potente. Las antiguas asociaciones empiezan a perder fuerza, las antiguas fronteras locales se vienen a tierra, los productores se convierten más y más en productores de mercancías independientes y aislados. La anarquía de la producción social sale a la luz y se agudiza cada vez más. Pero el instrumento principal con el que el modo capitalista de producción fomenta esta anarquía en la producción social es precisamente lo inverso de la anarquía: la creciente organización de la producción con carácter social, dentro de cada establecimiento de producción. Con este resorte, pone fin a la vieja estabilidad pacífica. Allí donde se implanta en una rama industrial, no tolera a su lado ninguno de los viejos métodos. Donde se adueña de la industria artesana, la destruye y aniquila. El terreno del trabajo se convierte en un campo de batalla. Los grandes descubrimientos geográficos y las empresas de colonización que les siguen, multiplican los mercados y aceleran el proceso de transformación del taller del artesano en manufactura. Y la lucha no estalla solamente entre los productores locales aislados; las contiendas locales van cobrando volumen nacional, y surgen las guerras comerciales de los siglos XVII y XVIII. Hasta que, por fin, la gran industria y la implantación del mercado mundial dan carácter universal a la lucha, a la par que le imprimen una inaudita violencia. Lo mismo entre los capitalistas individuales que entre industrias y países enteros, la posesión de las condiciones -naturales o artificialmente creadas- de la producción, decide la lucha por la existencia. El que sucumbe es arrollado sin piedad. Es la lucha darvinista por la existencia individual, transplantada, con redoblada furia, de la naturaleza a la sociedad. Las condiciones naturales de vida de la bestia se convierten en el punto culminante del desarrollo humano. La contradicción entre la producción social y la apropiación capitalista se manifiesta ahora como antagonismo entre la organización de la producción dentro de cada fábrica y la anarquía de la producción en el seno de toda la sociedad.
El modo capitalista de producción se mueve en estas dos formas de manifestación de la contradicción inherente a él por sus mismos orígenes, describiendo sin apelación aquel «círculo vicioso» que ya puso de manifiesto Fourier. Pero lo que Fourier, en su época, no podía ver todavía era que este círculo va reduciéndose gradualmente, que el movimiento se desarrolla más bien en espiral y tiene que llegar necesariamente a su fin, como el movimiento de los planetas, chocando con el centro. Es la fuerza propulsora de la anarquía social de la producción la que convierte a la inmensa mayoría de los hombres, cada vez más marcadamente, en proletarios, y estas masas proletarias serán, a su vez, las que, por último, pondrán fin a la anarquía de la producción. Es la fuerza propulsora de la anarquía social de la producción la que convierte la capacidad infinita de perfeccionamiento de las máquinas de la gran industria en un precepto imperativo, que obliga a todo capitalista industrial a mejorar continuamente su maquinaria, so pena de perecer. Pero mejorar la maquinaria equivale a hacer superflua una masa de trabajo humano. Y así como la implantación y el aumento cuantitativo de la maquinaria trajeron consigo el desplazamiento de millones de obreros manuales por un número reducido de obreros mecánicos, su perfeccionamiento determina la eliminación de un número cada vez mayor de obreros de las máquinas, y, en última instancia, la creación de una masa de obreros disponibles que sobrepuja la necesidad media de ocupación del capital, de un verdadero ejército industrial de reserva, como yo hube de llamarlo ya en 1845 -xxix[§§§§§§]-, de un ejército de trabajadores disponibles para los tiempos en que la industria trabaja a todo vapor y que luego, en las crisis que sobrevienen necesariamente después de esos períodos, se ve lanzado a la calle, constituyendo en todo momento un grillete atado a los pies de la clase trabajadora en su lucha por la existencia contra el capital y un regulador para mantener los salarios en el nivel bajo que corresponde a las necesidades del capitalismo. Así pues, la maquinaria, para decirlo con Marx, se ha convertido en el arma más poderosa del capital contra la clase obrera, en un medio de trabajo que arranca constantemente los medios de vida de manos del obrero, ocurriendo que el producto mismo del obrero se convierte en el instrumento de su esclavización -xxix[*******]-. De este modo, la economía en los medios de trabajo lleva consigo, desde el primer momento, el más despiadado despilfarro de la fuerza de trabajo y un despojo contra las condiciones normales de la función misma del trabajo -xxix[†††††††]-. Y la maquinaria, el recurso más poderoso que ha podido crearse para acortar la jornada de trabajo, se trueca en el recurso más infalible para convertir la vida entera del obrero y de su familia en una gran jornada de trabajo disponible para la valorización del capital; así ocurre que el exceso de trabajo de unos es la condición determinante de la carencia de trabajo de otros, y que la gran industria, lanzándose por el mundo entero, en carrera desenfrenada, a la conquista de nuevos consumidores, reduce en su propia casa el consumo de las masas a un mínimo de hambre y mina con ello su propio mercado interior.
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Esta solución sólo puede estar en reconocer de un modo efectivo el carácter social de las fuerzas productivas modernas y por lo tanto en armonizar el modo de producción, de apropiación y de cambio con el carácter social de los medios de producción. Para esto, no hay más que un camino: que la sociedad, abiertamente y sin rodeos, tome posesión de esas fuerzas productivas, que ya no admite otra dirección que la suya. Haciéndolo así, el carácter social de los medios de producción y de los productos, que hoy se vuelve contra los mismos productores, rompiendo periódicamente los cauces del modo de producción y de cambio, y que sólo puede imponerse con una fuerza y eficacia tan destructoras como el impulso ciego de las leyes naturales, será puesto en vigor con plena conciencia por los productores y se convertirá, de causa constante de perturbaciones y de cataclismos periódicos, en la palanca más poderosa de la producción misma.
Las fuerzas activas de la sociedad obran, mientras no las conocemos y contamos con ellas, exactamente lo mismo que las fuerzas de la naturaleza: de un modo ciego, violento,
destructor. Pero, una vez conocidas, tan pronto como se ha sabido comprender su acción, su tendencia y sus efectos, en nuestras manos está el supeditarlas cada vez más de lleno a nuestra voluntad y alcanzar por medio de ellas los fines propuestos. Tal es lo que ocurre, muy señaladamente, con las gigantescas fuerzas modernas de producción. Mientras nos resistamos obstinadamente a comprender su naturaleza y su carácter -y a esta comprensión se oponen el modo capitalista de producción y sus defensores-, estas fuerzas actuarán a pesar de nosotros, contra nosotros, y nos dominarán, como hemos puesto bien de relieve. En cambio, tan pronto como penetremos en su naturaleza, esas fuerzas, puestas en manos de los productores asociados, se convertirán, de tiranos demoníacos, en sumisas servidoras. Es la misma diferencia que hay entre el poder destructor de la electricidad en los rayos de la tormenta y la electricidad sujeta en el telégrafo y en el arco voltaico; la diferencia que hay entre el incendio y el fuego puesto al servicio del hombre. El día en que las fuerzas productivas de la sociedad moderna se sometan al régimen congruente con su naturaleza, por fin conocida, la anarquía social de la producción dejará el puesto a una reglamentación colectiva y organizada de la producción acorde con las necesidades de la sociedad y de cada individuo. Y el régimen capitalista de apropiación, en que el producto esclaviza primero a quien lo crea y luego a quien se lo apropia, será sustituido por el régimen de apropiación del producto que el carácter de los modernos medios de producción está reclamando: de una parte, apropiación directamente social, como medio para mantener y ampliar la producción; de otra parte, apropiación directamente individual, como medio de vida y de disfrute.
El modo capitalista de producción, al convertir más y más en proletarios a la inmensa mayoría de los individuos de cada país, crea la fuerza que, si no quiere perecer, está obligada a hacer esa revolución. Y, al forzar cada vez más la conversión en propiedad del Estado de los grandes medios socializados de producción, señala ya por sí mismo el camino por el que esa revolución ha de producirse. El proletariado toma en sus manos el poder del Estado y comienza por convertir los medios de producción en propiedad del Estado. Pero con este mismo acto se destruye a sí mismo como proletariado, y destruye toda diferencia y todo antagonismo de clases, y con ello mismo, el Estado como tal. La sociedad, que se había movido hasta el presente entre antagonismos de clase, ha necesitado del Estado, o sea, de una organización de la correspondiente clase explotadora para mantener las condiciones exteriores de producción, y, por tanto, particularmente, para mantener por la fuerza a la clase explotada en las condiciones de opresión (la esclavitud, la servidumbre o el vasallaje y el trabajo asalariado), determinadas por el modo de producción existente. El Estado era el representante oficial de toda la sociedad, su síntesis en un cuerpo social visible; pero lo era sólo como Estado de la clase que en su época representaba a toda la sociedad: en la antigüedad era el Estado de los ciudadanos esclavistas; en la Edad Media el de la nobleza feudal; en nuestros tiempos es el de la burguesía. Cuando el Estado se convierta finalmente en representante efectivo de toda la sociedad será por sí mismo superfluo. Cuando ya no exista ninguna clase social a la que haya que mantener sometida; cuando desaparezcan, junto con la dominación de clase, junto con la lucha por la existencia individual, engendrada por la actual anarquía de la producción, los choques y los excesos resultantes de esto, no habrá ya nada que reprimir ni hará falta, por tanto, esa fuerza especial de represión que es el Estado. El primer acto en que el Estado se manifiesta efectivamente como representante de toda la sociedad: la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad, es a la par su último acto independiente como Estado. La intervención de la autoridad del Estado en las relaciones sociales se hará superflua en un campo tras otro de la vida social y cesará por sí misma. El gobierno sobre las personas es sustituido por la administración de las cosas y por la dirección de los procesos de producción. El Estado no es «abolido»; se extingue. Partiendo de esto es como hay que juzgar el valor de esa frase del «Estado popular libre» en lo que toca a su justificación provisional como consigna de agitación y en lo que se refiere a su falta de fundamento científico. Partiendo de esto es también como debe ser considerada la reivindicación de los llamados anarquistas de que el Estado sea abolido de la noche a la mañana.
Desde que ha aparecido en la palestra de la historia el modo de producción capitalista ha habido individuos y sectas enteras ante quienes se ha proyectado más o menos vagamente, como ideal futuro, la apropiación de todos los medios de producción por la sociedad. Mas, para que esto fuese realizable, para que se convirtiese en una necesidad histórica, era menester que antes se diesen las condiciones efectivas para su realización. Para que este progreso, como todos los progresos sociales, sea viable, no basta con que la razón comprenda que la existencia de las clases es incompatible con los dictados de la justicia, de la igualdad, etc.; no basta con la mera voluntad de abolir estas clases, sino que son necesarias determinadas condiciones económicas nuevas. La división de la sociedad en una clase explotadora y otra explotada, una clase dominante y otra oprimida, era una consecuencia necesaria del anterior desarrollo incipiente de la producción. Mientras el trabajo global de la sociedad sólo rinde lo estrictamente indispensable para cubrir las necesidades más elementales de todos; mientras, por lo tanto, el trabajo absorbe todo el tiempo o casi todo el tiempo de la inmensa mayoría de los miembros de la sociedad, ésta se divide, necesariamente, en clases. Junto a la gran mayoría constreñida a no hacer más que llevar la carga del trabajo, se forma una clase eximida del trabajo directamente productivo y a cuyo cargo corren los asuntos generales de la sociedad: la dirección de los trabajos, los negocios públicos, la justicia, las ciencias, las artes, etc. Es, pues, la ley de la división del trabajo la que sirve de base a la división de la sociedad en clases. Lo cual no impide que esta división de la sociedad en clases se lleve a cabo por la violencia y el despojo, la astucia y el engaño; ni quiere decir que la clase dominante, una vez entronizada, se abstenga de consolidar su poderío a costa de la clase trabajadora, convirtiendo su papel social de dirección en una mayor explotación de las masas.
Vemos, pues, que la división de la sociedad en clases tiene su razón histórica de ser, pero sólo dentro de determinados límites de tiempo bajo determinadas condiciones sociales. Era condicionada por la insuficiencia de la producción, y será barrida cuando se desarrollen plenamente las modernas fuerzas productivas. En efecto, la abolición de las clases sociales presupone un grado histórico de desarrollo tal, que la existencia, no ya de esta o de aquella clase dominante concreta, sino de una clase dominante cualquiera que ella sea y, por tanto, de las mismas diferencias de clase, representa un anacronismo. Presupone, por consiguiente, un grado culminante en el desarrollo de la producción, en el que la apropiación de los medios de producción y de los productos y, por tanto, del poder político, del monopolio de la cultura y de la dirección espiritual por una determinada clase de la sociedad, no sólo se hayan hecho superfluos, sino que además constituyan económica, política e intelectualmente una barrera levantada ante el progreso. Pues bien; a este punto ya se ha llegado. Hoy, la bancarrota política e intelectual de la burguesía ya apenas es un secreto ni para ella misma, y su bancarrota económica es un fenómeno que se repite periódicamente de diez en diez años. En cada una de estas crisis, la sociedad se asfixia, ahogada por la masa de sus propias fuerzas productivas y de sus productos, a los que no puede aprovechar, y se enfrenta, impotente, con la absurda contradicción de que sus productores no tengan qué consumir, por falta precisamente de consumidores. La fuerza expansiva de los medios de producción rompe las ligaduras con que los sujeta el modo capitalista de producción. Esta liberación de los medios de producción es lo único que puede permitir el desarrollo ininterrumpido y cada vez más rápido de las fuerzas productivas, y con ello, el crecimiento prácticamente ilimitado de la producción. Mas no es esto solo. La apropiación social de los medios de producción no sólo arrolla los obstáculos artificiales que hoy se le oponen a la producción, sino que acaba también con el derroche y la asolación de fuerzas productivas y de productos, que es una de las consecuencias inevitables de la producción actual y que alcanza su punto de apogeo en las crisis. Además, al acabar con el necio derroche de lujo de las clases dominantes y de sus representantes políticos, pone en circulación para la colectividad toda una masa de medios de producción y de productos. Por vez primera, se da ahora, y se da de un modo efectivo, la posibilidad de asegurar a todos los miembros de la sociedad, por medio de un sistema de producción social, una existencia que, además de satisfacer plenamente y cada día con mayor holgura sus necesidades materiales, les garantiza el libre y completo desarrollo y ejercicio de sus capacidades físicas y espirituales. -xxix[********]-.
Al posesionarse la sociedad de los medios de producción, cesa la producción de mercancías, y con ella el imperio del producto sobre los productores. La anarquía reinante en el seno de la producción social deja el puesto a una organización armónica, proporcional y consciente. Cesa la lucha por la existencia individual y con ello, en cierto sentido, el hombre sale definitivamente del reino animal y se sobrepone a las condiciones animales de existencia, para someterse a condiciones de vida verdaderamente humanas. Las condiciones de vida que rodean al hombre y que hasta ahora le dominaban, se colocan, a partir de este instante, bajo su dominio y su control, y el hombre, al convertirse en dueño y señor de sus propias relaciones sociales, se convierte por primera vez en señor consciente y efectivo de la naturaleza. Las leyes de su propia actividad social, que hasta ahora se alzaban frente al hombre como leyes naturales, como poderes extraños que lo sometían a su imperio, son aplicadas ahora por él con pleno conocimiento de causa y, por tanto, sometidas a su poderío. La propia existencia social del hombre, que hasta aquí se le enfrentaba como algo impuesto por la naturaleza y la historia, es a partir de ahora obra libre suya. Los poderes objetivos y extraños que hasta ahora venían imperando en la historia se colocan bajo el control del hombre mismo. Sólo desde entonces, éste comienza a trazarse su historia con plena conciencia de lo que hace. Y, sólo desde entonces, las causas sociales puestas en acción por él, comienzan a producir predominantemente y cada vez en mayor medida los efectos apetecidos. Es el salto de la humanidad del reino de la necesidad al reino de la libertad.
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Resumamos brevemente, para terminar, nuestra trayectoria de desarrollo:
I.- Sociedad medieval: Pequeña producción individual. Medios de producción adaptados al uso individual, y, por tanto, primitivos, torpes, mezquinos, de eficacia mínima. Producción para el consumo inmediato, ya del propio productor, ya de su señor feudal. Sólo en los casos en que queda un remanente de productos, después de cubrir ese consumo, se ofrece en venta y se lanza al intercambio. Por tanto, la producción de mercancías está aún en sus albores, pero encierra ya, en germen, la anarquía de la producción social.
II.- Revolución capitalista: Transformación de la industria, iniciada por medio de la cooperación simple y de la manufactura. Concentración de los medios de producción, hasta entonces dispersos, en grandes talleres, con lo que se convierten de medios de producción del individuo en medios de producción sociales, metamorfosis que no afecta, en general, a la forma del cambio. Quedan en pie las viejas formas de apropiación. Aparece el capitalista: en su calidad de propietario de los medios de producción, se apropia también de los productos y los convierte en mercancías. La producción se transforma en un acto social; el cambio y, con él, la apropiación siguen siendo actos individuales: el producto social es apropiado por el capitalista individual. Contradicción fundamental, de la que se derivan todas las contradicciones en que se mueve la sociedad actual y que pone de manifiesto claramente la gran industria.
A. El productor se separa de los medios de producción. El obrero se ve condenado a ser asalariado de por vida. Antítesis de burguesía y proletariado.
B. Relieve creciente y eficacia acentuada de las leyes que presiden la producción de mercancías. Competencia desenfrenada. Contradicción entre la organización social dentro de cada fábrica y la anarquía social en la producción total.
C. De una parte, perfeccionamiento de la maquinaria, que la competencia convierte en imperativo para cada fabricante y que equivale a un desplazamiento cada vez mayor de obreros: ejército industrial de reserva. De otra parte, extensión ilimitada de la producción, que la competencia impone también como norma coactiva a todos los fabricantes. Por ambos lados, un desarrollo inaudito de las fuerzas productivas, exceso de la oferta sobre la demanda, superproducción, abarrotamiento de los mercados, crisis cada diez años, círculo vicioso: superabundancia, aquí de medios de producción y de productos, y allá de obreros sin trabajo y sin medios
de vida. Pero estas dos palancas de la producción y del bienestar social no pueden combinarse porque la forma capitalista de la producción impide a las fuerzas productivas actuar y a los productos circular, a no ser que se conviertan previamente en capital, que es lo que precisamente les veda su propia superabundancia. La contradicción se exalta hasta convertirse en contrasentido: el modo de producción se rebela contra la forma de cambio. La burguesía se muestra incapaz para seguir rigiendo sus propias fuerzas sociales productivas.
D. Reconocimiento parcial del carácter social de las fuerzas productivas, arrancado a los propios capitalistas. Apropiación de los grandes organismos de producción y de transporte, primero por sociedades anónimas, luego por trusts, y más tarde por el Estado. La burguesía se revela como una clase superflua; todas sus funciones sociales son ejecutadas ahora por empleados a sueldo.
III.- Revolución proletaria, solución de las contradicciones: el proletariado toma el poder político, y, por medio de él, convierte en propiedad pública los medios sociales de producción, que se le escapan de las manos a la burguesía. Con este acto, redime los medios de producción de la condición de capital que hasta allí tenían y da a su carácter social plena libertad para imponerse. A partir de ahora es ya posible una producción social con arreglo a un plan trazado de antemano. El desarrollo de la producción convierte en un anacronismo la subsistencia de diversas clases sociales. A medida que desaparece la anarquía de la producción social languidece también la autoridad política del Estado. Los hombres, dueños por fin de su propia existencia social, se convierten en dueños de la naturaleza, en dueños de sí mismos, en hombres libres.
La realización de este acto que redimirá al mundo es la misión histórica del proletariado moderno. Y el socialismo científico, expresión teórica del movimiento proletario, es el llamado a investigar las condiciones históricas y, con ello, la naturaleza misma de este acto, infundiendo de este modo a la clase llamada a hacer esta revolución, a la clase hoy oprimida, la conciencia de las condiciones y de la naturaleza de su propia acción.
Escrito por F. Engels de enero de 1880 a la primera mitad de marzo del mismo año.
Publicado en la revista "La Revue socialiste", Nº 3, 4, 5, 20 de marzo, 20 de abril y 5 de mayo de 1880 y como folleto aparte en francés: F. Engels. «Socialisme utopiqueet socialisme scientifique», Paris, 1880.
Se publica de acuerdo con el texto de la edición alemana de 1891. Traducido del aleman.
.../...En principio consideramos conveniente reproducir el texto de La Marca y otros de Marx y Engels. Lo hemos sacado de la web"pedagogíaydialéctica.net ",...desde aquí les damos las gracias.../...
//"LA MARCA "ENGELS A MARX SOBRE “LA MARCA ”.
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Londres, 8 de diciembre de 1882
Para comprender del todo el paralelo entre los germanos de Tácito y los pieles rojas norteamericanos, he hecho algunos extractos de tu Bancroft. El parecido es por cierto tanto más sorprendente por cuanto el método de producción es tan fundamentalmente diferente: aquí, cazadores y pescadores sin ganadería ni agricultura, allá pastores nómadas en tránsito a la agricultura. Ello demuestra justamente cómo en esta etapa el tipo de producción es menos decisivo que el grado en que, dentro de la tribu, se hayan disuelto los viejos lazos sanguíneos y la primitiva comunidad sexual. De no ser así, los thlinkeets de la ex América rusa no podrían ser la exacta contraparte de las tribus germánicas; y con mayor razón tus iroqueses. Otro enigma resuelto en este libro es, que a pesar de que las mujeres están recargadas con la mayor parte del trabajo, se les tiene gran respeto. Además, he hallado la confirmación de mi sospecha de que el Jus Primae Noctis [derecho a la primera noche] que se encuentra originalmente entre los celtas y eslavos, es un resto de la antigua comunidad sexual: subsiste en dos tribus muy distantes y de razas diferentes, para el hechicero, en cuanto representante de la tribu. He aprendido mucho en este libro, y en lo que respecta a las tribus germánicas tengo suficiente por ahora. Dejo México y Perú para más adelante. He devuelto el libro de Bancroft, pero he tomado el resto de las cosas de Maurer de todas las cuales dispongo ahora. Tuve que revisarlas para redactar mi nota final sobre la Marca , que será bastante extensa y con la cual todavía no estoy satisfecho a pesar de haber vuelto a escribirla dos o tres veces. Después de todo, no es chiste resumir su origen, florecimiento y decadencia en ocho o diez páginas. Si tengo tiempo te la enviaré para que me des tu opinión. En cuanto a mí, me será agradable desembarazarme de esto y volver a las ciencias naturales.
Es gracioso ver cómo surgió la concepción de lo sagrado en los llamados pueblos primitivos. Lo que es originalmente sagrado es lo que conservamos del reino animal: lo bestial; las «leyes humanas» son una abominación tan grande en relación a esto como lo son respecto del evangelio de la ley divina.
Londres, 15 de diciembre de 1882
Acompaño el apéndice sobre la Marca. Ten la bondad de devolvérmelo el domingo, para que pueda revisarlo el lunes (no pude terminar hoy la revisión final).
Creo que la opinión que aquí expongo, acerca de las condiciones del campesinado en la Edad Media y el surgimiento de una segunda servidumbre a partir de mediados del siglo XV, es en conjunto incontrovertible. He confrontado todos los pasajes principales con Maurer, hallando apoyadas y más, con pruebas, casi todas las afirmaciones que hago en el artículo, mientras que algunas de ellas son exactamente opuestas a las de Maurer, pero o bien éste no da pruebas o se refiere a un período del que no se trata. Esto se aplica en particular a la Fronhofe [tierras sometidas a servidumbre feudal], Vol. IV, conclusión. Estas contradicciones surgen en Maurer: 1) de su hábito de juntar pruebas y ejemplos correspondientes a todos los períodos; 2) de los remanentes de su inclinación legalista, la que siempre se abre camino cuando se trata de entender un proceso; 3) de su descuido por la función desempeñada por la fuerza, y 4) de su prejuicio iluminista, de que a partir de la noche medieval debe seguramente haber tenido lugar un continuo progreso hacia cosas mejores (lo que le impide ver, no sólo el carácter contradictorio del progreso real, sino también los retrocesos particulares).
Verás que mi escrito no es en modo alguno de una pieza, sino un trabajo de remendón. El primer borrador era todo de una pieza, pero desgraciadamente incorrecto. Dominé la documentación sólo por grados, y esta es la razón por la cual está hecho a pedazos.
Incidentalmente, la reintroducción general de la servidumbre fue una de las razones por la cual no pudo desarrollarse industria alguna en Alemania en los siglos XVII y XVIII. En primer lugar, estaba la división invertida del trabajo entre las guildas; la opuesta que en la manufactura. El trabajo se dividía entre las guildas, en lugar de dividirse dentro del taller. En Inglaterra, en esta etapa, se produjo una migración hacia el territorio exterior a la guilda; pero en Alemania esto fue impedido por la transformación de la población rural y de los habitantes de las villas de mercados agrícolas en siervos. Pero esto terminó por provocar también el colapso final del comercio de guildas, tan pronto como surgió la competencia de la manufactura extranjera. Aquí no me referiré a las demás razones que, combinadas con ésta, mantuvieron el atraso de la manufactura alemana.
(…)
Londres, 15 de diciembre de 1882
El punto acerca de la desaparición total de la servidumbre —legal o realmente— en los siglos XIII y XIV es para mí el más importante, porque anteriormente tú expresaste una opinión diferente. En la región de la margen derecha del Elba, la colonización demuestra que los campesinos alemanes eran libres. Maurer admite que, en Schleswig-Holstein, en aquella época «todos» los campesinos habían recobrado su libertad (quizá después del siglo XIV). También admite que en el sur de Alemania fue justamente en este período que fueron mejor tratados los siervos. En la baja Sajonia sucedió más o menos lo mismo (por ejemplo los nuevos Meier [arrendatarios] que en realidad eran enfiteutas[1]). Se opone a la opinión de Kindlinger, según la cual la servidumbre surgió en el siglo XVI. Pero el que después de esto haya sido nuevamente reforzada, apareciendo en una segunda edición, me parece indudable. Meitzen da la fecha en que vuelven a ser mencionados los siervos en Prusia oriental, Brandeburgo y Silesia: mediados del siglo XVI; Hanssen da lo mismo para Schleswig-Holstein. Al denominar a ésta una forma más suave de la servidumbre, Maurer tiene razón si se la compara con la de los siglos X y XI, en que todavía seguía la antigua esclavitud germánica, y también comparada con los poderes legales que tenía entonces y siguió teniendo más tarde el señor —según los Libros de derecho del siglo XIII— sobre sus siervos. Pero comparada con la situación real de los campesinos en los siglos XIII y XIV y, en Alemania del Norte, en el XV, la nueva servidumbre no fue otra cosa que un alivio. ¡Especialmente después de la guerra de los Treinta Años! También es significativo que, mientras en la Edad Media los grados de servitud y servidumbre son innumerables —al punto de que Der Sachsenspiegel abandona todo intento de hablar de egenlüde Recht [Derecho sobre los siervos]— los mismos se simplifican notablemente después de la guerra de los Treinta Años.
(…)
Londres, 22 de diciembre de 1882
Estoy contento de que en lo que respecta a la historia de la servidumbre hayamos «procedido de acuerdo», como se dice en el lenguaje de los negocios. Es seguro que, la servidumbre y la prestación de servicios, no son una forma exclusiva del Medioevo feudal; las encontramos en todas o casi todas partes donde los conquistadores hacen que los antiguos habitantes cultiven la tierra (vg. en Tesalia, en la remota antigüedad). Este hecho me ha conducido a error a mí y a muchos otros en lo que respecta a la servidumbre en la Edad Media ; se estaba demasiado inclinado a fundarla simplemente sobre la conquista, la que todo lo tornaba tan claro y fácil. Véase, entre otros, a Thierry.
La situación de los cristianos en Turquía durante la culminación del viejo sistema semifeudal turco fue algo parecida.
(…)
LA MARCA[2]
En un país como Alemania, en que una buena cantidad de la población vive de la agricultura, es necesario que los trabajadores socialistas y por su intermedio los campesinos, sepan cómo el actual sistema de propiedad rural —tanto la de vasta como la de pequeña extensión— ha surgido. Es necesario confrontar la miseria de los trabajadores agrícolas de la época presente y la servidumbre hipotecaria de los pequeños campesinos, con la antigua propiedad común de hombres libres en lo que era entonces en verdad su «patria», la libre posesión de todo en virtud de la herencia....../////......
Cualquier otra tierra, es decir todo lo que no fuera en el lugar distribuido entre los individuos, seguía siendo como en épocas pasadas, propiedad común para el uso común: bosques, campos de pastoreo, brezales, páramos, ríos, lagunas, lagos, caminos, puentes, zonas de caza y de pesca. Así como todos los miembros tenían una participación igual en la parte de la marca que era distribuida, así también tenían derechos comunes en cuanto al uso de la «marca común». La naturaleza de este uso estaba determinada por los miembros de la comunidad en su conjunto. También lo era el modo de partición, si el suelo que había sido cultivado ya no bastaba, y una porción de la marca común era sometida al cultivo. El uso principal de la marca común consistía en el pastoreo del ganado y en la alimentación de los cerdos con bellotas. Además el bosque proveía de leña y maderas de construcción, carnadas para los animales, bayas y hongos, mientras que la ciénaga, donde existía suministraba su turba. Las regulaciones en lo que concierne a las pasturas, al empleo de las maderas, etcétera, constituyen la mayor parte de los numerosos documentos relativos a las marcas redactados en diversas épocas entre los siglos XII y XIII, cuando la antigua ley consuetudinaria comenzó a ser discutida. Los bosques comunes que todavía se encuentran por aquí y por allá son los restos de esas antiguas marcas no repartidas. Otro vestigio, por lo menos en el oeste y en el sur de Alemania, es la idea, profundamente arraigada en la conciencia popular, de que la floresta debería ser una propiedad común, donde todos puedan recoger flores, bayas, setas, nueces, etcétera, y en general, en tanto no hagan ningún daño, puedan hacer lo que les venga en gana. Pero también esto lo arregla Bismarck y con su famosa legislación sobre las bayas reduce las provincias del oeste al nivel del antiguo gobierno de hacendados prusianos.
De igual modo que los miembros de la comunidad tuvieron originariamente igual participación en el suelo e iguales derechos de usufructo, así también tuvieron igual parte en la legislación, la administración y la jurisdicción dentro de la marca. En épocas fijas y, si era necesario, con mayor frecuencia, se reunían al aire libre para discutir las cuestiones de la marca y para juzgar sobre quebrantamientos a las regulaciones y sobre disputas concernientes a la marca. Era, nada más que en miniatura, la primitiva asamblea del pueblo germano, que originariamente no fue otra cosa sino una gran asamblea de la marca. Se elaboraba leyes, pero sólo en raros casos de necesidad. Se elegía funcionarios, se examinaba su conducta en los cargos, pero principalmente ejercía funciones judiciales. El presidente sólo tenía que formular las preguntas. La sentencia era dictada por el conjunto de los miembros presentes......///......
Y de este modo, gracias a tres revoluciones francesas, y a la alemana que sobrevino como consecuencia de éstas, tenemos nuevamente un campesinado libre. Pero ¡cuan inferior es la posición de nuestro campesinado libre de hoy comparada con la del miembro libre de una marca en el tiempo antiguo!; su heredad es generalmente mucho menor, y su marca no repartida está circunscrita a unas pocas porciones pequeñísimas y pobres de floresta comunal. Pero sin el uso de la marca, no puede haber ganado, sin ganado no hay abono, sin abono, no hay agricultura. El recaudador de impuestos y el funcionario de la ley que está tras él, a quienes el campesino de hoy conoce demasiado bien, eran desconocidos para el antiguo miembro de la marca. Y lo mismo puede decirse del acreedor hipotecario, en cuyas garras van cayendo unas tras otras las propiedades campesinas. Y lo mejor del caso es que todos estos campesinos libres modernos, cuya propiedad está tan restringida, cuyas alas están tan cortadas, aparecen en Alemania, donde todo ocurre demasiado tarde, en una época en que la agricultura científica y la maquinaria agrícola recién inventada hacen del cultivo en pequeña escala un método de producción que resulta cada vez más anticuado, menos capaz de subvenir a las necesidades de la vida. De igual modo que el hilado y el tejido a máquina han reemplazado al torno de hilar y al telar a mano, así los nuevos métodos de producción agrícola deben reemplazar al cultivo de la tierra en pequeñas porciones por la propiedad rural en gran escala, a condición de que se cuente con el tiempo necesario para ello.
Porque ya no toda la agricultura europea, tal como se la practica en la época presente, se encuentra amenazada por un rival todopoderoso: la producción de granos en una escala gigantesca en América. Contra esta tierra, fértil, abonada por la naturaleza durante un número infinito de años, y que puede adquirirse por una bagatela, nuestros pequeños campesinos, endeudados hasta los ojos, ni nuestros grandes terratenientes, igualmente enredados en deudas, pueden atreverse a luchar. El conjunto de la agricultura europea está siendo derrotado por la competencia americana. La agricultura, en lo que a Europa concierne, sólo resultará posible si se la practica según los lineamientos socialistas, y para beneficio de la sociedad en su conjunto.
Esta es la perspectiva para nuestros campesinos. Y la restauración de una clase campesina libre, hambrienta y enclenque como se halla, tiene la importancia de haber colocado al campesino en situación de que, con la ayuda de su camarada natural, el obrero, pueda socorrerse a sí mismo, apenas haya comprendido cómo.
SOBRE LA HISTORIA DEL CRISTIANISMO PRIMITIVO
I
La historia del cristianismo primitivo tiene notables puntos de semejanza con el movimiento moderno de la clase obrera. .....////.....
El paralelo entre los dos fenómenos históricos atrae nuestra atención ya desde la Edad Media , en los primeros levantamientos de los campesinos oprimidos y particularmente de los plebeyos de las ciudades. Estos levantamientos, como todos los movimientos de masas de la Edad Media , estaban obligados a llevar la máscara de la religión y aparecieron como la restauración del cristianismo primitivo para salvarlo de la difusión de la degeneración[4]. Pero detrás de la exaltación religiosa había en todas las ocasiones un interés mundano sumamente tangible. Esto apareció en forma muy visible en la organización de los taboritas bohemios bajo Jan Zizka, de gloriosa memoria. Pero esta característica impregna toda la Edad Media , hasta desaparecer en forma gradual después de la guerra campesina de Alemania, para revivir con los obreros comunistas después de 1830. Los revolucionarios comunistas franceses, y también en particular Weitling y sus partidarios, se refirieron al cristianismo primitivo mucho antes de las palabras de Renán: “Si quisiera darles una idea sobre las comunidades cristianas primitivas, les diría que estudien a una sección local de la Asociación Obrera Internacional.”
Este hombre de letras francés, que compuso la novela sobre la historia de la iglesia intitulada Origines du Christianisme, para lo cual mutiló la crítica alemana de la Biblia , de una manera que ni siquiera cuenta con precedentes en el periodismo moderno, no sabía cuánta verdad había en las palabras que se acaba de citar. Me gustaría conocer al antiguo “Internacional” que pudiese leer por ejemplo, la denominada Segunda Epístola de Pablo a los Corintios sin reabrir antiguas heridas, por lo menos en un sentido. Toda la epístola, del capítulo ocho en adelante, repite la queja eterna y, ¡ay!, tan conocida: les cotisations ne rentrent pas, ¡las contribuciones no llegan! ¡Cuántos de los más celosos propagandistas de la década del 60-70 estrecharían con simpatía la mano del autor de la epístola, fuese quien fuere, y le susurrarían: ¡”De modo que también a ustedes les sucedía lo mismo”! También nosotros —los corintios eran legión en nuestra Asociación— podemos decir algo sobre las contribuciones que no llegan, pero que nos atormentan y flotan, esquivas, ante nuestros ojos. ¡Eran los famosos “millones de la Internacional ”!
Una de nuestras mejores fuentes respecto de los primeros cristianos es Luciano de Samosata, el Voltaire de la antigüedad clásica, que se mostró igualmente escéptico hacia todo tipo de supersticiones religiosas y que por lo tanto no tuvo motivos pagano-religiosos ni políticos para tratar a los cristianos de distinta manera que a alguna otra clase de comunidad religiosa. Por el contrario, se burló de todas ellas por su superstición, de las que rezaban a Júpiter no menos que de las que rezaban a Cristo. Desde su punto de vista superficialmente racionalista, una clase de superstición era tan estúpida como la otra. Este testigo, por lo menos imparcial, relata, entre otras cosas, la historia de la vida de cierto aventurero Peregrinus, llamado Proteo, nacido en Pario, en el Helesponto. En su juventud este peregrino hizo su debut en Armenia cometiendo el delito de fornicación. Fue sorprendido durante el acto y estuvo a punto de ser linchado de acuerdo con las costumbres del país. Tuvo la fortuna de escapar, y después de estrangular a su padre en Pario, tuvo que huir.
“Y así fue —cito de la traducción de Schott— que también él llegó a enterarse de la sorprendente doctrina de los cristianos, con cuyos sacerdotes y escribas había cultivado relaciones en Palestina. Hizo tales progresos en tan breve tiempo, que sus maestros eran como niños en comparación con él. .....////......
En el capítulo XV, 3, los mártires cantan en el cielo “el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero”, que glorifica a Dios. Por lo tanto, Cristo aparece aquí, no sólo como subordinado a Dios, sino además, en cierto sentido, en un pie de igualdad con Moisés. Cristo es crucificado en Jerusalén (XI, 8), pero vuelve a levantarse (I, 5, 18) ; es “el Cordero” que ha sido sacrificado por los pecados del mundo y con cuya sangre los fieles de todas las lenguas y naciones han sido redimidos en Dios. Aquí encontramos la idea básica que permitió que el cristianismo primitivo se convirtiese en una religión universal. Todas las religiones semíticas y europeas de la época compartieron la opinión de que los dioses ofendidos por las acciones del hombre podían ser propiciados por el sacrificio. La primera idea revolucionaria fundamental (tomada de la escuela filónica[9]) del cristianismo fue la de que por un gran sacrificio voluntario de un mediador se podían expiar de una vez por todas los pecados de todos los hombres y todos los tiempos… en relación con los creyentes. De ahí que quedase eliminada la necesidad de nuevos sacrificios, y con ella la base para una multitud de ritos religiosos. Pero la eliminación de los rituales que dificultaban o impedían las relaciones con pueblos de otras confesiones fue la primera condición para la creación de una religión universal. A pesar de ello, la costumbre del sacrificio estaba tan profundamente arraigada en los hábitos de los pueblos, que el catolicismo —que había tomado prestadas tantas cosas del paganismo— encontró adecuado adaptarse a este hecho introduciendo por lo menos el sacrificio simbólico de la misa. Por otra parte no hay en nuestro libro rastro alguno del dogma del pecado original.
En el capítulo XV, 3, los mártires cantan en el cielo “el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero”, que glorifica a Dios. Por lo tanto, Cristo aparece aquí, no sólo como subordinado a Dios, sino además, en cierto sentido, en un pie de igualdad con Moisés. Cristo es crucificado en Jerusalén (XI, 8), pero vuelve a levantarse (I, 5, 18) ; es “el Cordero” que ha sido sacrificado por los pecados del mundo y con cuya sangre los fieles de todas las lenguas y naciones han sido redimidos en Dios. Aquí encontramos la idea básica que permitió que el cristianismo primitivo se convirtiese en una religión universal. Todas las religiones semíticas y europeas de la época compartieron la opinión de que los dioses ofendidos por las acciones del hombre podían ser propiciados por el sacrificio. La primera idea revolucionaria fundamental (tomada de la escuela filónica[9]) del cristianismo fue la de que por un gran sacrificio voluntario de un mediador se podían expiar de una vez por todas los pecados de todos los hombres y todos los tiempos… en relación con los creyentes. De ahí que quedase eliminada la necesidad de nuevos sacrificios, y con ella la base para una multitud de ritos religiosos. Pero la eliminación de los rituales que dificultaban o impedían las relaciones con pueblos de otras confesiones fue la primera condición para la creación de una religión universal. A pesar de ello, la costumbre del sacrificio estaba tan profundamente arraigada en los hábitos de los pueblos, que el catolicismo —que había tomado prestadas tantas cosas del paganismo— encontró adecuado adaptarse a este hecho introduciendo por lo menos el sacrificio simbólico de la misa. Por otra parte no hay en nuestro libro rastro alguno del dogma del pecado original.
Pero lo más característico de estos mensajes, como del libro todo, es que al autor jamás se le ocurre nombrarse él mismo y a sus compañeros de religión de otra manera que como judíos. Fulmina a los miembros de las sectas de Esmirna y Filadelfia, reprochándoles el hecho de que “dicen que son judíos, mas no lo son, sino que pertenecen a la sinagoga de Satán”. A los de Pérgamo les dice que sostienen la doctrina de Balaam, que enseñó a Balac a poner ante los hijos de Israel una causa de error, a comer cosas sacrificadas a los ídolos y a dedicarse a la fornicación. Aquí hay, entonces, no un caso de cristianos concientes, sino de personas que dicen que son judías. Admitamos que su judaísmo es una nueva etapa de desarrollo del anterior, pero precisamente por ese motivo es el único verdadero. Por consiguiente, cuando los santos aparecieron ante el trono de Dios, se presentaron antes que nadie 144.000 judíos, 12.000 por cada tribu, y sólo después las incontables masas de paganos convertidos a ese judaísmo renovado. Tan poca era la conciencia que tenía nuestro autor, en el año 69 de la era cristiana, de estar representando una nueva fase del desarrollo de una religión, que con el tiempo se convertiría en uno de los elementos más revolucionarios de la mente humana.
Vemos entonces que el cristianismo de esa época, que aún no tiene conciencia de sí mismo, era tan distinto, de la posterior religión universal del Concilio de Nicea, dogmáticamente establecida, como lo es el cielo de la tierra; el uno no puede ser reconocido en el otro. No hay en él ni el dogma ni la ética del cristianismo posterior, sino la sensación de que lucha contra todo el mundo y de que la lucha culminará con el triunfo, ansia de combatir y certidumbre de la victoria que faltan por completo en los cristianos actuales, y que en nuestra época, sólo se encuentran en el otro polo de la sociedad, entre los socialistas.
En rigor, la lucha contra un mundo que al comienzo era superior en fuerzas, y al mismo tiempo contra los propios innovadores, es común a los cristianos primitivos y a los socialistas. Ninguno de estos dos grandes movimientos fue realizado por dirigentes o profetas —aunque hay bastantes profetas en ambos—; son movimientos de masas. Y los movimientos de masas tienen tendencia a ser confusos al principio; confusos porque el pensamiento de las masas, en los primeros momentos, se mueve entre contradicciones, falta de claridad y de cohesión, y también debido al papel que los profetas todavía desempeñan en esas primeras etapas de los movimientos. Esta confusión se ve en la formación de numerosas sectas que luchan entre sí, por lo menos con el mismo fervor que emplean contra el enemigo exterior común. Así pasó en el cristianismo primitivo y así en los comienzos del movimiento socialista, por más que ello preocupase a los bien intencionados notables que predicaban la unidad donde la unidad no era posible.
¿Se mantuvo unida la Internacional gracias a un dogma uniforme? Por el contrario. Había comunistas de la tradición francesa anterior a 1848, y existían distintos matices entre ellos: comunistas de la escuela de Weitling y otros de la Liga Comunista regenerada; proudhonistas que predominaban en Francia y Bélgica, blanquistas, el Partido Obrero alemán y finalmente los anarquistas bakuninistas, que durante un tiempo se destacaron en España e Italia, y eso para hablar sólo de los grupos principales. Tenía que transcurrir un cuarto de siglo, desde la fundación de la Internacional , antes de que la separación de los anarquistas fuese final y completa en todas partes, y antes de que se pudiese establecer la unidad en todas partes, por lo menos en relación con los puntos de vista económicos más generales. Y eso con nuestros medios, de comunicación: ferrocarriles, telégrafos, gigantescas ciudades industriales, la prensa, organizadas asambleas populares.
Entre los cristianos primitivos había la misma división en innumerables sectas, precisamente el medio por el cual se logró la discusión y con ella la unidad posterior. Ya la encontramos en este libro, que es sin ninguna duda el documento cristiano más antiguo, y nuestro autor lucha contra ella con el mismo ardor irreconciliable que el gran mundo pecador de afuera. Primero estuvieron los nicolaítas, en Efeso y Pérgamo; los que decían que eran judíos pero pertenecían a la sinagoga de Satán, en Esmirna y Filadelfia; los partidarios de Balaam, que es llamado falso profeta, en Pérgamo; los que decían que eran apóstoles y no lo eran, en Efeso; y finalmente, en Tiatira los partidarios de la falsa profetisa descrita con el nombre de Jezabel. No se nos dan más detalles sobre estas sectas, y sólo se dice que los partidarios de Balaam y Jezabel comían cesas sacrificadas a los ídolos y practicaban la fornicación. Se han hecho tentativas de concebir a estas cinco sectas como cristianos paulinos, y todos los mensajes como dirigidos contra Pablo, el falso apóstol, el presunto Balaam y “Nicolaos”. Argumentos en este sentido, difícilmente sostenibles, se encuentran reunidos en Saint Paul, de Renan (París 1869, págs. 303-305 y 367-70). Todos tienden a explicar los mensajes por los Hechos de los Apóstoles y por las llamadas Epístolas de Pablo, escritos que, por lo menos en su forma actual, son anteriores en no menos de sesenta años a la Revelación y por consiguiente todos sus datos pertinentes son no sólo sumamente dudosos, sino también totalmente contradictorios. Pero lo decisivo es que al autor no podía ocurrírsele dar cinco nombres distintos a la misma secta, y aun dos para Efeso solamente (falsos apóstoles y nicolaitanos) y dos también para Pérgamo (balaamitas y nicolaítas), y referirse siempre a ellas, en cada ocasión y en forma expresa, como si fuesen dos sectas diferentes. Al mismo tiempo no se puede negar la probabilidad de que hubiese entre estas sectas elementos que hoy serían denominados paulinos.
En los dos casos en que se proporcionan más detalles, la acusación se refiere a los delitos de comer carne ofrecida a los ídolos y a la práctica de la fornicación, dos puntos acerca de los cuales los judíos —los antiguos así como los cristianos— se encontraban en continua disputa con los paganos conversos. La carne de los sacrificios paganos no se servía solamente en las comidas de las festividades, donde el rechazo de la misma habría sido considerado impropio e incluso hubiese resultado peligroso; también se la vendía en los mercados, donde no siempre era posible saber con certeza si era pura a los ojos de la ley. Por fornicación los judíos entendían, no sólo las relaciones sexuales extra-nupciales, sino también el casamiento en grados de parentesco prohibidos por la ley judía, o entre un judío y un gentil, y en este .sentido se entiende en general la palabra en los Hechos de los Apóstoles XV, 20 y 29. Pero nuestro Juan tiene sus opiniones respecto de las relaciones sexuales permitidas a los judíos ortodoxos. Dice acerca de los 144.000 judíos celestiales (XIV, 4): “Estos son los que con mujeres no fueron contaminados; porque son vírgenes.” Y en efecto, en el cielo de nuestro Juan no hay una sola mujer. Por lo tanto pertenece a la tendencia —que también aparece a menudo en otros escritos del cristianismo primitivo— que considera las relaciones sexuales como pecaminosas en general. Y, más aún, cuando tomamos en cuenta el hecho de que llama a Roma la Gran Ramera con la cual han fornicado los reyes de la tierra, emborrachándose con el vino de la fornicación, y con la cual se han enriquecido los mercaderes de la tierra gracias a los manjares que posee en abundancia, nos resulta imposible tomar la palabra de los mensajes en el estrecho sentido que querrían atribuirle los teólogos apologistas a fin de obtener de esa manera la confirmación de otros pasajes del Nuevo Testamento. Muy por el contrario. Estos pasajes del mensaje son una evidente indicación de un fenómeno común a todos los tiempos de gran agitación, en que se aflojan los vínculos tradicionales de las relaciones sexuales, al igual que todas las otras trabas. También en los primeros siglos del cristianismo apareció con frecuencia, al lado de ascetas que se mortificaban la carne, la tendencia a ampliar la libertad cristiana a una relación más o menos libre entre hombre y mujer. Lo mismo se observó en el moderno movimiento socialista. ¡Qué indecible horror experimentó la entonces “piadosa institutriz” de la Alemania de la década del 30, ante la réhabilitation de la chair por Saint-Simon, que se tradujo al alemán como Wiedereinsetzung des Fleiches (¡reinstalación de la carne!) ¡Y los más horrorizados de todos fueron los distinguidos Estados entonces gobernantes (todavía no había clases en nuestro país), que no podían vivir en Berlín, y menos en sus fincas de campo, sin una repetida reinstalación de la carne! ¡Si esta buena gente hubiese podido conocer a Fourier, que quería para la carne otras travesuras completamente distintas! Con la superación del utopismo, estas extravagancias cedieron el lugar a una concepción más racional y en realidad mucho más radical, y como Alemania ha salido del piadoso cuarto de niños de Heine para convertirse en el centro del movimiento socialista, puede reírse ahora de la hipócrita indignación del distinguido mundo piadoso.
Este es todo el contenido dogmático de los mensajes. El resto consiste en exhortaciones a los creyentes para que muestren vehemencia en la propaganda, para que sean valientes y confiesen con orgullo su fe ante el enemigo, para que luchen sin desfallecer ante el enemigo interno y el exterior... y en este sentido habría podido ser escrito por uno de los entusiastas de mentalidad más profética de la Internacional.
III
Los mensajes no son más que la introducción al tema propiamente llamado así de la comunicación de Juan a las siete iglesias del Asia Menor, y a través de ellas al resto del judaísmo reformado del año 69, del que más tarde se desarrolló el cristianismo. Y aquí entramos en el sancta sanctorum más íntimo del cristianismo primitivo.
¿Entre qué gente se reclutaron los primeros cristianos? Principalmente entre los “trabajadores y agobiados”, los miembros de la capa más baja del pueblo, como cuadra a un elemento revolucionario. ¿Y de quiénes se componían estas capas? En las ciudades, de hombres libres empobrecidos, de todo tipo de personas, como los mean whites de los Estados esclavistas del sur y de los aventureros y vagabundos de las ciudades marítimas coloniales y chinas, de los esclavos emancipados y, por sobre todo, de verdaderos esclavos; en los latifundios de Italia, Sicilia y África, de esclavos que se habían hundido cada vez más en la esclavitud a causa de las deudas. Para todos estos elementos no había absolutamente ningún camino común de emancipación. Para todos ellos el paraíso había quedado atrás; para los libertos arruinados era la antigua polis, la ciudad y el Estado a la vez, en la cual sus antepasados habían sido ciudadanos libres; para los pequeños campesinos, el abolido sistema social gentil y la propiedad común de la tierra; para los esclavos capturados en la guerra, la época de libertad de que gozaron antes de su subyugación y cautiverio. Y todo eso había sido destruido por el nivelador puño de hierro de la Roma conquistadora. El grupo social más grande que la antigüedad conoció fue la tribu y la unión de tribus emparentadas; entre los bárbaros la agrupación se basaba en alianzas de familias, y entre los griegos e italianos, fundadores de ciudades, en la polis, que consistía en una o más tribus emparentadas. Felipe y Alejandro dieron unidad política a la península helénica, pero esto no condujo a la fundación de una nación griega. Las naciones sólo se hicieron posibles después de la caída de la dominación mundial de Roma. Esta dominación había terminado de una vez por todas con las uniones menores; el poderío militar, la jurisdicción romana y la maquinaria de la percepción de impuestos disolvieron por completo la tradicional organización interior. A la pérdida de la independencia y de la organización distintiva se agregó el pillaje realizado por las autoridades militares y civiles, que comenzaron por despojar a los sometidos de sus tesoros, para luego prestárselos con intereses usurarios a fin de continuar estrujándolos. La presión de los impuestos y la necesidad de dinero que dicha presión provocaba en las regiones dominadas sólo o principalmente por la economía natural, hundieron a los campesinos en una dependencia cada vez mayor con respecto a los usureros, provocaron grandes diferencias de fortuna e hicieron más ricos a los ricos y empobrecieron por completo a los pobres. Toda resistencia que las pequeñas tribus o ciudades aisladas pudiesen ofrecer ante el gigantesco poder mundial romano era una resistencia desesperada. ¿Cuál era la salida, la salvación para los esclavizados, oprimidos y empobrecidos, una salida común para todos estos grupos de personas cuyos intereses eran distintos u opuestos entre sí. Y sin embargo había que encontrarla, si se los quería abarcar en un gran movimiento revolucionario. Esa salida fue encontrada. Pero no en este mundo. En el estado en que se encontraban las cosas, sólo podía tratarse de una salida religiosa. Entonces se descubrió un nuevo mundo. La vida continuada del alma después de la muerte del cuerpo se había convertido gradualmente en un artículo de fe reconocido en términos generales en todo el mundo romano. También se admitía cada vez más una especie de recompensa o castigo para las almas de los muertos, por sus acciones en la tierra. Por supuesto, en lo referente a la recompensa, las perspectivas no eran muy buenas: la antigüedad era demasiado espontáneamente materialista para no atribuir un valor mucho más grande a la vida en la tierra que a la vida en el reino de las sombras; vivir después de la muerte era considerado por los griegos una desdicha. Luego vino el cristianismo, que tomaba en serio la recompensa y el castigo en el mundo del más allá y creaba el cielo y el infierno, y se encontró una salida que conduciría a los trabajadores y agobiados a un eterno paraíso, sacándolos de este valle de lágrimas. Y en rigor sólo con la perspectiva de una recompensa en el mundo del más allá podía exaltarse la renuncia estoico-filónica del mundo y el ascetismo a la categoría de principio moral básico de una nueva religión universal que inspirase de entusiasmo a las masas oprimidas.
Pero este paraíso celestial no se abre para los creyentes por el solo hecho de su muerte. Ya veremos que el reino de Dios, cuya capital es la Nueva Jerusalén , sólo puede ser conquistado y abierto después de arduas luchas con las potencias del infierno. Pero en la imaginación de los cristianos primitivos eran inmediatamente inminentes. Juan describe su libro, al comienzo mismo, como revelación de “cosas que deben suceder presto”. E inmediatamente después, I, 3, declara: “Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía... porque el tiempo está cerca.” A la iglesia de Filadelfia Cristo le envía el mensaje: “He aquí, yo vengo presto.” Y en el último capítulo el ángel dice que le ha mostrado a Juan “cosas que tienen que hacerse en seguida”, y le da la orden: “No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.” Y el propio Cristo dice en dos ocasiones (XXII, 12, 20): “Vengo en breve.” Lo que sigue nos indicará cuan pronto se esperaba su llegada.
Las visiones del Apocalipsis que ahora nos muestra el autor están copiadas, total y casi siempre literalmente, de modelos anteriores, en parte de los profetas clásicos del Antiguo Testamento —en particular de Ezequiel—, en parte de posteriores apocalipsis judíos escritos a la manera del Libro de Daniel, y en particular del Libro de Enoc, que ya había sido escrito, por lo menos parcialmente. La crítica ha demostrado en detalle de dónde sacó nuestro Juan cada imagen, cada signo amenazador, cada plaga enviada a la humanidad incrédula; en una palabra: todo el material de su libro. De manera que no sólo exhibe una gran pobreza mental, sino que además demuestra que nunca experimentó, ni siquiera en la imaginación, los supuestos éxtasis y visiones que describe.
El orden de estas visiones es, en resumen, el que sigue: primero Juan ve a Dios sentado en su trono, teniendo en la mano un libro con siete sellos y ante sí al Cordero que ha sido asesinado y se ha levantado de entre los muertos (Cristo), y a quien se considera digno de abrir los sellos del libro. La apertura de los sellos es seguida por toda clase de milagrosos signos amenazadores. Cuando se abre el quinto sello Juan ve debajo del altar de Dios las almas de los mártires de Cristo muertas por el verbo de Dios, y que gritan en voz alta, clamando: “¿Cuánto tiempo, Señor, no juzgarás ni vengarás nuestra sangre en los que moran en la tierra?” Y entonces se les entregan las blancas vestiduras y se les dice que todavía deben descansar un rato más, porque aún habrá más mártires asesinados.
De manera que no se trata aquí todavía de una “religión de amor”, de “Ama a tus enemigos, bendice a los que te maldigan”, etc. Aquí se predica la venganza, una sólida y honesta venganza contra los perseguidores de los cristianos. Y lo mismo sucede en todo el libro. Cuanto más próxima está la crisis, más densos llueven del cielo las plagas y los castigos, y más satisfecho anuncia Juan que la masa de la humanidad no expiará sus pecados, que nuevos azotes de Dios caerán sobre ella, que Cristo la gobernará con una vara de hierro y pisará el lagar de la ferocidad y la cólera de Dios Todopoderoso, pero que los impíos continuarán insensibles en sus corazones. Es el sentimiento natural, libre de toda hipocresía, de que se está librando una lucha y de que a la guerre comme á la guerre.
....////......
.../... TEXTO DE IVAN JAIME URANGA FAVELA, en su blog:
[al mismo le mandamos una nota, que aparece a continuación de su escrito].../...
//de 1971 el capitalismo declinó, una nueva clase social tomo el poder mundial. Tomó el poder la clase Omecafi, palabra nueva que tiene como origen las palabras: oligarquía, mafiosa, especuladora, canalla, financiera, internacional.
LUNES, 19 DE JULIO DE 2010
La nueva clase hegemónica mundial Oligarquía Mafiosa Especuladora Canalla Financiera Internacional (OMECAFI https://sites.google.com/site/fasdermex/omecafi), su líder es Ben Shallon Bernanke, La clase capitalista perdió su poder hegemónico y se encuentra en agonía. Los Estados-nación no son estados fallidos, se convirtieron en mercenarios al servicio de la clase OMECAFI, el pueblo de EEUU y su gobierno se encuentra sometido mediante las deudas de crédito hipotecario y al consumo, al igual que la Unión Europea.
(Iván Jaime Uranga Favela)
Ver conferencia del Dr. Alfredo Jalife Rahme
http://vimeo.com/40009880
El país con mayor deuda en el mundo es EEUU, ver vídeohttp://vimeo.com/39883761
El país con mayor deuda en el mundo es EEUU, ver vídeohttp://vimeo.com/39883761
Capitalismo y Socialismo
Por Ali Van[1]
Los defensores del sistema capitalista en su prisa por vanagloriarse del triunfo sobre el socialismo y decretar el fin de la historia, a partir de la caída del muro de Berlín, considerando al “sistema triunfador” como la única forma en que los seres humanos podemos organizarnos, motivó mi inquietud por escribir este artículo. Más tarde contemplando las movilizaciones a nivel internacional en contra de la globalización y los tratados comerciales de libre mercado, comenzaron a surgir más dudas y el deseo de aclararlas. En este trabajo expongo algunos análisis, que considero todavía demasiado simplistas para mí, pero que pueden ser el principio para generar una polémica y con la ayuda de las ideas que surjan de ella aclarar mis dudas e insatisfacciones producto de mi ignorancia.
Los ideólogos del capitalismo afirman que desde que se inició la era industrial, ningún sistema social ha logrado los resultados en cuanto a éxito, definido éste, como el aumento material de los niveles de vida. Fundamentado en los móviles humanos del individuo, la codicia, el deseo de ser apreciado y el interés propio, teniendo como fin el crecimiento económico para unos cuantos (los capitalistas) y, de manera marginal, el aumento en los niveles de vida de las poblaciones de los países. Argumentan, que las contrapartes del sistema capitalista: el socialismo y el comunismo han perdido en la lucha. Ambos capitalismo y socialismo triunfaron y casi desaparecieron los sistemas feudales, pero el comunismo, fase superior del capitalismo, no ha existido en ninguna parte del mundo, el comunismo primitivo que aún subsiste en lugares muy apartados del planeta y zonas indígenas marginadas de muchas partes del mundo, no es el comunismo a que se refirieron en sus teorías sobre economía política Marx y Lenin, como el sistema social que acabaría con el capitalismo.
Cuando se hace referencia en los textos de economía política confundiendo los términos: socialismo y comunismo, de manera indistinta, más bien obedece a desconocimiento del marxismo-leninismo o bien, a posiciones ideológicas discriminatorias que, al no establecer la diferencia, confunden premeditadamente los términos, con el fin de descalificarlos a ambos como si fueran la misma cosa.
El socialismo al igual que el capitalismo ha tenido sus días de gloria y decadencia el primero a partir de su nacimiento en los inicios del siglo XX y el segundo desde el siglo anterior hasta el presente. Ambos sistemas sociales llegaron a tener influencia sobre la mitad del mundo aproximadamente. De acuerdo a la teoría de la contradicción, la extinción de uno de los contrarios, traerá como consecuencia el quebranto del otro, aunque algunos teóricos hayan decretado el fin de la historia y consideren que el capitalismo es el sistema que prevalecerá, la realidad es que los cambios profundos que están ocurriendo en el mundo, necesariamente, darán origen a otros contrarios y a otra contradicción y a cambios profundos en todos los órdenes tal como ocurrió con el invencible feudalismo y otros sistemas anteriores, que sucumbieron en la cúspide de su poder. Y es natural, después de llegar a la cima, todo el camino hacia adelante es pendiente abajo. “Pero aún cuando la competencia quede relegada a los libros de historia, algo está haciendo temblar los cimientos del capitalismo, que se parece a ese pez chino que aletea para encontrar su camino de retorno a un río que ya no existe.”[2]
La declinación constante de la economía mundial (corregido por inflación)[3] a partir de la década de los setenta, en que el crecimiento disminuyó del 5% registrado en la década anterior (60s) a 3.6%, es decir, registrando una caída del 28%. Posteriormente, en la década de los ochenta el crecimiento fue de 2.8%, es decir, 44% menor a los sesentas y mostrando un crecimiento de 2%[4] en la mitad de la década de los noventa, es decir, una disminución del 60% respecto a la misma década de referencia (60s), nos muestra que algo esta ocurriendo, con el capitalismo. Ver la tabla siguiente:
AÑOS | Crecimiento Anual de la Economía Mundial | Disminución respecto a la década 1960-1969 |
1960-1969 | 5% | 0% |
1970-1979 | 3.6% | 28% |
1980-1989 | 2.8% | 44% |
1990-1995 | 2% | 60% |
En diciembre de 1989, el mundo fue testigo de la caída de la bolsa de valores de Tokio, el índice Nikkei se desplomó desde 38,916 unidades a sólo 14,309 unidades registradas el 18 de agosto de 1992, la debacle superó en términos reales a la sufrida por la bolsa norteamericana entre 1929 a 1932.[5] Los valores de la propiedad en Japón disminuyeron en la misma proporción causando recesión. La producción industrial japonesa para 1994 había bajado un 3% por debajo de la obtenida en1992.[6] Los magos de la economía y los analistas predijeron un crecimiento para 1995, sin embargo, este no se dio y en 1996 iniciaron con crecimiento cero. Esta situación tiene una gran importancia para el sistema capitalista, pues no estamos hablando de un país del Tercer Mundo, sino de la segunda economía más importante, de un sistema que se tambalea.
Europa occidental en los años sesenta tuvo índices de desempleo de la mitad de los registrados por Estados Unidos, ya para el año de 1995 el índice de desempleo era de 10.8%, contra 5.4% en los Estados Unidos.[7]En términos netos, no se ha creado un solo empleo en toda Europa en el periodo comprendido de 1973 a 1994.[8] Europa es un polo de desarrollo del capitalismo muy importante, el cual esta lidiando con problemas económicos que se agravan con el transcurso del tiempo. El porcentaje de la fuerza de trabajo de la población europea, incluyendo a todas las personas en edad laboral, que se encuentran desempleadas alcanza cuando menos el 20%. Hemos sido testigos de las manifestaciones de jóvenes en los últimos meses. (2005)
Estados Unidos generó en este mismo periodo 38 millones de nuevos empleos netos, contando con sólo el 33% de la población de Europa. El producto interno bruto per capita (PIB/habitante) corregido por la inflación, aumentó un 36% en el periodo de 1973 a 1995. Sin embargo, los salarios reales por hora disminuyeron 14%, para todos los trabajadores que no tenían personal a su cargo (los no supervisores).[9] Hay que señalar que los aumentos de salarios en la década de los ochenta se concentraron en el 20% superior de la fuerza laboral, mientras el 1% superior acaparó aumentos por 64% en su salario.[10] En la sociedad Norteamericana se han profundizado las desigualdades sociales, lo cual no tendría importancia si se tratara de cualquier país, pero da la casualidad que es la casa del país capitalista más poderoso del mundo.
Hay un país que acató todas las recomendaciones del Banco Mundial, del Fondo Monetario Internacional y otros organismos del capitalismo internacional en 1994, tenía entre sus “aciertos”: presupuesto equilibrado; privatizó más de mil compañías propiedad del estado (más bien del pueblo); redujo reglamentaciones gubernamentales; acordó reducir unilateralmente los impuestos aduaneros y firmo un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá. Todas estas medidas elevaron a héroe económico internacional a su flamante presidente de la república Carlos Salinas, que gobernaba con mano tan firme, que las pocas voces críticas que se alzaron contra él, fueron acalladas, ni se veían ni se oían. Ante una oferta tan apetitosa, el capital privado ingresaba al país en abundancia. Las revistas de negocios peleaban por las entrevistas y las fotos de Salinas aparecían en las portadas, México se había convertido en el Tigre de América.
¿Qué sucedió en abril de 1995, al despertar de aquel sueño? 500 mil trabajadores perdieron su empleo, otros 250 mil en peligro de engrosar las filas de los desempleados, rompimiento de cadenas productivas.[11] El poder adquisitivo declino 30%. Nadie podía explicar que había sucedido, ni los analistas económicos, ni los magos, Salinas lo atribuía al “error de diciembre”, se implementó un rescate de los Bancos que endeudaba a las futuras generaciones de mexicanos (FOBAPROA), se rescató a los ricos y se hundió a las clases sociales económicamente inferiores y desprotegidas. Adiós a la dirección de la World Trade Organisation (WTO), a la que Salinas aspiraba. Ahora aparecía Salinas otra vez en las revistas, solo que ahora como incompetente, corrupto y posiblemente como socio de traficantes de droga, huyo del país y su hermano incomodo encarcelado. Era más fácil culpar a Salinas que al sistema capitalista.
¿Se habían equivocado los analistas y magos de la economía internacional? ¿Sus recetas fueron veneno puro? La verdad es que la mayoría no sabe y los que saben no quieren decir, porque el omnipotente y fundamentalista mercado nunca se equivoca, ¡faltaba más! Los lideres de economías de mercado deben aplicar estas políticas, porque son las más recomendables, si algo no sale como se planeó, no hay problema, en el camino debe haber muertos. Desde luego que los fantasmas de estos muertos pueden cargar con otro difunto: el sistema entero. ¡Posiblemente ya comenzaron!
Puede ser que algo interno al capitalismo ha cambiado para causar estos resultados. Al desaparecer los enemigos del capitalismo cargaron con las verdades eternas: el dejar operar a los mercados, el crecimiento, el empleo pleno, la estabilidad financiera, el aumento de salarios, la mejora de la calidad de vida..... ¿Qué se yo? ¿Qué puede hacer el capitalismo para sobrevivir? ¿Dónde están los analistas y los magos de la economía, que no dan soluciones? ¿Dónde será el próximo descalabro de la estabilidad económica internacional?
Cualquier proyección sobre el futuro será errónea si no tiene en cuenta “ese algo” o punto critico, que esta trastornando las fortalezas internas del capitalismo.
El socialismo (aclarado el error de llamarlo comunismo), al ser resultado de ideas revolucionarias, construyó sociedades que requerían un individuo nuevo, pero el fracaso en crearlo en cantidad y calidad es evidente. El impulso revolucionario fue perdiendo fuerza, ya en la segunda y tercera generación, con dirigentes ideológicamente socialistas, burocratizados, conservadores en la práctica diaria, aun por encima de otros elementos de la sociedad, resultaron ser los defensores sociales más renuentes al cambio. La dictadura del proletariado se volvió dictadura de una elite, con el proletariado ausente.
El socialismo llamado por el marxismo-leninismo fase de transición al comunismo, introdujo la competencia al capitalismo, con un impulso tal, que la mayoría de las instituciones y programas sociales del capitalismo tienen como origen el tratar de igualar los beneficios asistenciales a la sociedad de su contraparte, no porque fueran almas caritativas, sino porque la sociedad, sobre todo la organizada y más conciente empujaba en esa dirección y, ante la disyuntiva de perder el poder y fracasar anticipadamente preferían ceder, era mejor perder una pluma que el gallo completo, razonaban. Contrariamente a lo que se puede pensar a primera vista, la fortaleza adquirida por el capitalismo al crear las instituciones sociales, les permitieron oponerse en mejores condiciones a su contraparte: el socialismo.
Alguna vez los conservadores de Estados Unidos, despectivamente se referían a los gobiernos demócratas como: pinches socialistas. Aseguraban incluso que Estados Unidos era más socialista que la URSS. En un recuento de las prestaciones sociales del pueblo norteamericano, no estaban tan equivocados, por lo menos hasta que gobernó Ronald Reagan y eliminó gran parte de las medidas sociales y privilegió con exención de impuestos a las clases más altas de la sociedad. Ahora a los gobiernos del Tercer Mundo que subsidian a las clases más desprotegidas de la sociedad, se les llama populistas.
Las aportaciones del sistema capitalista y su contraparte el sistema socialista, en cuanto al progreso material y tecnológico de la especie humana, por evidente, esta fuera de discusión. La discusión actual realmente se ha centrado en lo que no aportó en referencia al bienestar humano y la destrucción de la naturaleza que causaron y siguen causando con su peculiar manera de apropiarse de ella.
Hay un chiste buenísimo respecto al mercado: A Saúl un comerciante judío le llega un cargamento de 10 mil latas de sardinas procedentes de México, paga por ellas 50 mil pesos, después de verificar que no falte ninguna caja, inicia su labor de venta ofreciéndoselas a Isaías, dice: Isaías, te vendo 10 mil latas de sardinas que traje de México, te las doy baratas a 150 mil pesos. Isaías contesta: ¡están muy caras te doy 70 mil! Saúl dice: ni tu ni yo, hermano, déjame siquiera recuperar mis gastos dame 80 mil. Isaías, ya pensando en hacer negocio, dice: esta bien, hermano, déjame contar las cajas. Acto seguido pago el dinero. Isaías, inmediatamente, va a casa de Abraham y le ofrece: Abraham, hermano, cómprame 10 mil latas de sardinas de calidad superior, solo quiero recuperar mis gastos dame 200 mil pesos. Abraham dice: estás loco, hermano, no me interesan, y en caso de animarme, sólo puedo pagarte la mitad, ni un centavo más. Isaías contesta: Hermano, ayúdame, no ves que en este negocio puedo perder hasta la camisa, dame siquiera 150 mil, son sardinas calidad superior. Abraham contesta: esta bien. Cierran el trato y paga. Al día siguiente... Abraham viene a ver a Isaías bastante molesto y dice: Isaías, las sardinas que me vendiste ayer están echadas a perder. -¿Cómo? ¡Intentaste comerlas! ¡Si serás tonto hermano!, esas sardinas no son para comer, son para hacer negocio, antes de hablar mal de ellas y que alguien se entere, mejor búscales cliente has negocio- Dice Isaías.
Los que han alcanzado éxito en el sistema capitalista, al acumular riqueza económica, en cantidades que por su cuantía, nunca podrán gozar cabalmente en su vida, porque con la riqueza económica sucede algo muy curioso, en cuanto ésta rebasa la dimensión humana para causar alguna satisfacción, se convierte en un fardo con el cual tienen que cargar y volverse cada vez más sofisticados en cuanto a seguridad, el dilema ahora es conservar la riqueza por el resto de su vida. Es decir, cuidar su integridad y la de sus bienes, tienen seguridad privada y exigen al gobierno que también los proteja. De alguna manera mientras más posesiones tienen, menos las disfrutan, estas se convierten en una dulce trampa, les causan mucha satisfacción y también muchos desvelos. ¿Qué soy exagerado?, solo contemplen la altura de las bardas de las casas de las colonias de alto nivel económico, las casetas de vigilancia, las rejas electrificadas, los carros blindados e infinidad de sistemas de seguridad. Prisioneros de su miedo, mermadas sus posibilidades de libertad, atrapados por un ejercito de servidores pendientes de adivinar, crear, simular, estimular, adular, cumplir todos sus deseos y, de ser posible, en un descuido robarles, al fin tienen mucho. Si eso no es perder la libertad, ¿Cómo se llama?
Hay millonarios en Estados Unidos (el mundo y en México) que ni siquiera tienen una idea remota de sus propiedades, pues al tener decenas de operadores financieros, comprando y vendiendo a diario acciones y bienes materiales (para hacer negocio), hace mucho tiempo que perdieron, por su misma dimensión humana, la cuenta de sus propiedades. El ser humano no cambia su naturaleza biológica con el aumento de sus bienes económicos. Independientemente de su riqueza económica, necesariamente, tiene los mismos requerimientos biológicos que los demás seres humanos, cualquier exceso que cometa en la satisfacción de esos requerimientos esenciales es castigado en su salud. Sin embargo, quien acumula riqueza, termina atrapado por ella, pues el impulso de cada vez obtener más, es inherente a las leyes del capital, debido a que el crecimiento económico individual, empresarial, corporativo y social, es el motor que impulsa al éxito en el capitalismo. En esta dinámica, el éxito de un grupo cada vez más reducido de triunfadores, genera un amplio grupo de perdedores, que al incrementar su número se convierten en una amenaza para las posesiones y la integridad física de los triunfadores. De alguna manera intuyen que si su riqueza deja de aumentar, esa debilidad será aprovechada por sus competidores, siempre prestos a destruir a los más débiles y de esta manera, convertirse en perdedor. El número de empresas esta decreciendo en el mundo y sus mercados siendo absorbidos por las empresas transnacionales. En los juegos infantiles con canicas, cuando algún niño gana todas las canicas de los demás, se termina el juego, pues nadie, excepto el ganador, tiene canicas para seguir jugando, el capitalismo es un juego parecido.
Los organismos internacionales: Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo y todas las fundaciones de ayuda a los países subdesarrollados diagnosticaron que los problemas económicos de éstos países eran originados por tener estados demasiado obesos y que sustituían a la iniciativa privada en los servicios de electricidad, el agua, la minería, la producción petrolera, la telefonía y otras áreas de servicios, llegando a recetar a todos los países subdesarrollados la privatización de todas esas empresas, sin considerar que al venderlas, los Estados nacionales se debilitaban. Pareciera que se propusieron la desaparición de los Estados capitalistas más débiles. ¡Afortunadamente no lo han logrado!
En el caso de Latinoamérica a más de 20 años de aplicadas las recetas económicas, el resultado es millones de seres humanos en pobreza extrema y un pequeño grupo de empresarios cómplices en cada país disfrutando de una riqueza económica que es un insulto para las sociedades de esos países, Günter Grass afirma: “Como antisocial se entendía a una persona que no tenía ganas de trabajar. El antisocial de hoy en día conduce un Mercedes, es presidente de un consorcio o de un gran banco. Es aquel gerente de una empresa que, en el informe anual de accionistas, anuncia que ha logrado que su empresa no haya tenido que pagar impuestos, a pesar de sus fabulosas ganancias y a pesar de haber solicitado de sus trabajadores que renuncien aún más a sus derechos. Estos personajes son antisociales, en el sentido que se han desprendido de su responsabilidad como ciudadanos. En este contexto, además, les gusta aparecer como “actores globales.”
Lejos de lo que se puede pensar, de que los damnificados del sistema son únicamente los trabajadores asalariados de cada país, el daño inflingido a los capitalistas de los países subdesarrollados es brutal. Muchos empresarios que heredaron el negocio de la familia y otros que a través de un gran esfuerzo y tráfico de influencias habían acumulado fortunas, hoy día sobreviven de manera precaria, subempleados, sino es que han engrosado las filas de los desempleados, algunos al perder sus fortunas desarrollaron enfermedades como la diabetes, otros tuvieron paros cardiacos, en México esta clase de empresarios eran millones, incluso la comunidad judía está muy lastimada. El debilitamiento del Estado capitalista de su país y la privatización de las principales empresas que eran sus clientes casi los arruinó.
En las empresas que siguieron perteneciendo al estado, con el pretexto de financiamiento, establecieron contratos de servicios múltiples, los cuales concursan amañadamente (corrupción mediante) a nivel internacional o exigiendo capital social muy alto, poniendo fuera del alcance de los proveedores nacionales casi cualquier proyecto. Hay edificios de oficinas enteros vacíos, dónde operaban las pequeñas empresas proveedoras de Comisión Federal de Electricidad, Luz y Fuerza, Petróleos Mexicanos, Telmex y otras empresas del Estado. El sistema capitalista global demoliendo al sistema capitalista doméstico. El micro empresario proveedor de esas pequeñas empresas que desaparecieron, tuvo que reducir su nivel de vida y ajustarse a sus nuevos ingresos, no puede cerrar sus operaciones, pues no tiene otro modo de vivir. Algunos han intentado a través de los partidos políticos incrustarse en la burocracia del país. Sin embargo, la repugnancia que siempre han provocado en los ciudadanos los políticos y la sucia y corrupta política que se ha practicado en América Latina, ha convertido a la sociedad entera en analfabetos políticos y Bertol Bretcht dramaturgo alemán nos dice:
“El peor analfabeto es el analfabeto político, el que no oye, no habla, no participa en los acontecimientos políticos: no sabe que el costo de la vida (el precio de los fríjoles, del pescado, de la harina, del calzado y medicinas) depende de las decisiones políticas.
El analfabeto político es tan animal que se enorgullece e hincha el pecho al decir que odia la política; no sabe el imbécil, que de su ignorancia política proviene la prostituta, el menor abandonado, el asaltador y el peor de los bandidos: el politiquero aprovechador, embaucador y corrompido, lacayo de las grandes empresas nacionales y extranjeras.”
En el 2009 asistimos al gran espectáculo del Estado más poderoso económico y militar del mundo, en el más puro POPULISMO propio de países subdesarrollados rescatando deudores de la banca (claro que allá son empresas transnacionales) General Motor, Citybanck, Chrysler, la Bolsa de valore de Nueva York y otras. ¿No aplicó las recetas del BM y el BID? No funcionó la mano invisible del libre mercado, en vez de privatizar las estatizo.
Sospecho que al sistema económico y social que estamos viviendo deberíamos buscarle nombre. Estoy seguro que ya no podemos llamarle sistema capitalista, no importa que en el 80% del mundo subsista su moral, sus instituciones económicas internacionales, la forma de hacer negocios y muchos otros mecanismos netamente capitalistas, el sistema cambió. Me van a decir que es parte de las crisis capitalistas como otras que ocurrieron en el pasado, de las cuales el sistema ha salido avante. Esta vez tuvo que recurrir a medidas que siempre criticó y, lo más grave han crecido los cinturones de miseria en las ciudades norteamericanas antes prosperas, se des-industrializó, muchas cadenas productivas fueron desmanteladas y llevadas al Tercer Mundo, está enfrascado en dos guerras cuyos costos son muy altos, que en las circunstancias actuales si la prosigue pierde y si abandona pierde.
Hay que recordar que aún subsisten enclaves del sistema feudal en algunos países, cuando el capitalismo barrió con éste sistema, hasta casi desaparecerlo, durante dos siglos el 19 y el 20. Sin embargo, el sistema feudal pasó a la historia, sus reminiscencias sólo confirman su desaparición. Posiblemente, con el sistema capitalista está ocurriendo lo mismo. Trascurrieron muchos años y fue muy dolorosa para los seres humanos la desaparición de la era feudal, tenemos que aprender de la historia logrando una transición más rápida y amable.
El gran poder de las transnacionales se sustenta en la seducción que produce en los millones de desamparados del sistema y en los sicarios que obtienen algún beneficio de su existencia. En vez de generar empleos, allí dónde inicia operaciones los desaparece, utiliza todos los medios legales e ilegales para no pagar impuestos, es decir, no genera infraestructura y bienestar en las sociedades dónde supuestamente sirve, exporta la mayoría de sus utilidades hacia los países de origen. En la actualidad un porcentaje muy alto de su producción proviene de maquiladoras dónde los medios de producción no le pertenecen y no es patrón de los asalariados. Desde este punto de vista la mayor parte de su riqueza actual es virtual, la mayoría de sus capitales están invertidos en las bolsas de valores, dónde la propiedad está amparada por compromisos basados en la confianza de que el mercado capitalista siga operando y la confianza tiene que ser colectiva para que el sistema opere. Porque aunque hay muchas barras de oro y kilos de diamantes, toneladas de minerales y otros bienes, estos no alcanzan a respaldar todas las monedas que circulan en el mundo. Un derrumbe de esa confianza como el ocurrido por la crisis de los bienes raíces en 2009, pone en jaque todo el sistema.
[1] Ali Van, autoriza la reproducción total o parcial, por cualquier medio, del presente articulo. Convencido que el conocimiento pertenece a la humanidad entera y no a quienes los patentan y lo registran.
[2] Thurow, Lester. “EL Futuro del Capitalismo”. Ed. Javier Vergara, Buenos Aires, Argentina. 1996.
[3] International Monetary Found, International Statistics, Washington, D.C., varios anuarios; Stuart Holland, Towards a New Bretton Woods (Nottingham, R.U.; Russel Press, 1994), pág. 10.
[4] Consejo de Asesores Económicos, Economic Report of the President, 1995 (Washington, D.C., Government Printing Office), pág. 403.
[5] Holt, Richard. The Reluctant Superpower, (Nueva York: Kodansha International, 1995), pág. 246; “Stock Market Indexes”, Asian Wall Street Journal, 1° de enero de 1990, pág. 18 y 24 de agosto de 1992, pág. 22.
[6] Industrial Growth, The Economist, 16 de septiembre de 1995, pág. 122.
[7] Labour Pains, The Economist, 12 de febrero de 1994, pág. 74.
[8] Solow, Robert. Is All That European Unemployment Necesary?. The World Economic Laboratory, MIT Working Paper, Nro. 94-06.
[9] Economic Report of the President, 1995 (Washington, D.C., Government Printing Office), pág. 276, 311, 326; Consejo de Asesores Económicos, Economic Indicators, agosto de 1995, pág. 2, 15.
[10] Freenberg, Daniel R. y Poterba, James M., Income Inecquality and Incomes of Very High Income Taxpayers, NBER Working Paper Nro. 4229, diciembre de 1992, pág. 122.
[11] International Herald Tribune, “México”, 2 de mayo de 1995, pág. 1
Publicado por Jaime Uranga en 10:17
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Etiquetas: Bretton Woods, capitalismo, comunismo, globalizar, socialismo, subdesarrollo //
1.
.../...Luciano Medianero Morales 8 de enero de 2014, 1:29
saludos desde Málaga, España.
HE LEÍDO DURANTE UNOS QUINCE MINUTOS SU BLOG,...ME INTERESA LOS ASUNTOS, LOS CUALES LOS IRÉ ESTUDIANDO CON MÁS INTENSIDAD E INTERÉS. ESTA NOTA ES PARA INFORMARLE DEL BLOG: LUKYRH.BLOGSPOT.COM DONDE SE EXPONEN ASUNTOS QUE CONSIDERO MUY SIMILARES. ESTE BLOG INTENTA SER PARTE DEL NUEVO SOCIALISMO CIENTÍFICO DEL SIGLO XXI. ESPERO QUE LE INTERESE NUESTROS ASUNTOS TEÓRICOS. ESPERANDO RESPUESTAS DE ANTEMANO LE FELICITO.
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//. 1. analisis y teoría del estado mundial capitalista imperialista,...2.003 ...
lukyrh.blogspot.com/2013/11/analisis-y-teoria-del-estado-mundial.html
o
o 21/11/2013 - LAS FUERZAS EN LUCHA: LA HUMANIDAD Y LA ÉLITE OTANISTA .....un problema, al revés es un seguro, -reaseguro, lukyrh- para su permanencia de poder....... DE ESA PLUTOCRACIA DICTATORIAL MUNDIALIZADA.
2.
REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD: julio 2013
lukyrh.blogspot.com/2013_07_01_archive.html
o
o 27/7/2013 - Mi blog:lukyrh.blogspot.com, hasta otra y gracias por dejarme publicar y comentar. ...... DE PRODUCCIÓN CAPIMIMPERIALISTAS MUNDIALIZADA. ..... es un proyecto de esa élite plutocrática imperialista mundial, contra las ...
3.
REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD: TEORÍA COMUNISMO TOTAL ...
lukyrh.blogspot.com/2013/10/teoria-comunismo-total-e-integral.html
o
o 17/10/2013 - Por ello decimos de que el Todocapitalismo, la Plutocracia Europea Militarizada y Mundial, ...... Esta oligarquía financiera mundializada, la llamamos CLASE ...... Élite plutocrática mundial militarizada: Financieros, políticos, ...
4.
REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD: IMPERIALISMO Y ...
lukyrh.blogspot.com/2013/08/imperialismo-y-movimientos-sociales.html
o
o 29/8/2013 - La dirección de la Plutocracia Mundial, y en nuestro caso la europea, ...esa minoría bien preparada y parapetada de la élite financiera mundial. ..... un sistema político económico mundializado capitalista ( Todocapitalismo ).
5. REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD: Ensayo: perspectiva social ...
lukyrh.blogspot.com/2013/.../ensayo-perspectiva-social-para-el-siglo.ht...
o
o 20/7/2013 - ... es lógico que el capital mundializado desarrolle en todos los países .....Sólo una Élite financiera y militarizada mundial e internacional es ...//.../...
// Manifiesto del Partido Comunista
Marx-Engels (1848)
Digitalizado para el Marx-Engels Internet Archive por José F. Polanco en 1998. Retranscrito para el Marxists Internet Archive por Juan R. Fajardo en 1999.
PRÓLOGOS DE MARX Y ENGELS A VARIAS EDICIONES DEL MANIFIESTO
1. PRÓLOGO DE MARX Y ENGELS A LA EDICIÓN ALEMANA DE 1872
La Liga Comunista, una organización obrera internacional, que en las circunstancias de la época -huelga decirlo- sólo podía ser secreta, encargó a los abajo firmantes, en el congreso celebrado en Londres en noviembre de 1847, la redacción de un detallado programa teórico y práctico, destinado a la publicidad, que sirviese de programa del partido. Así nació el Manifiesto, que se reproduce a continuación y cuyo original se remitió a Londres para ser impreso pocas semanas antes de estallar la revolución de febrero. Publicado primeramente en alemán, ha sido reeditado doce veces por los menos en ese idioma en Alemania, Inglaterra y Norteamérica. La edición inglesa no vio la luz hasta 1850, y se publicó en el Red Republican de Londres, traducido por miss Elena Macfarlane, y en 1871 se editaron en Norteamérica no menos de tres traducciones distintas. La versión francesa apareció por vez primera en París poco antes de la insurrección de junio de 1848; últimamente ha vuelto a publicarse en Le Socialiste de Nueva York, y se prepara una nueva traducción. La versión polaca apareció en Londres poco después de la primera edición alemana. La traducción rusa vio la luz en Ginebra en el año sesenta y tantos. Al danés se tradujo a poco de publicarse.
...../////.....
Sin embargo, el Manifiesto es un documento histórico, que nosotros no nos creemos ya autorizados a modificar. Tal vez una edición posterior aparezca precedida de una introducción que abarque el período que va desde 1847 hasta los tiempos actuales; la presente reimpresión nos ha sorprendido sin dejarnos tiempo para eso.
Londres, 24 de junio de 1872.
K. MARX. F. ENGELS.
2. PROLOGO DE ENGELS A LA EDICIÓN ALEMANA DE 1883
Desgraciadamente, al pie de este prólogo a la nueva edición del Manifiesto ya sólo aparecerá mi firma. Marx, ese hombre a quien la clase obrera toda de Europa y América debe más que a hombre alguno, descansa en el cementerio de Highgate, y sobre su tumba crece ya la primera hierba. Muerto él, sería doblemente absurdo pensar en revisar ni en ampliar el Manifiesto. En cambio, me creo obligado, ahora más que nunca, a consignar aquí, una vez más, para que quede bien patente, la siguiente afirmación:
La idea central que inspira todo el Manifiesto, a saber: que el régimen económico de la producción y la estructuración social que de él se deriva necesariamente en cada época histórica constituye la base sobre la cual se asienta la historia política e intelectual de esa época, y que, por tanto, toda la historia de la sociedad -una vez disuelto el primitivo régimen de comunidad del suelo- es una historia de luchas de clases, de luchas entre clases explotadoras y explotadas, dominantes y dominadas, a tono con las diferentes fases del proceso social, hasta llegar a la fase presente, en que la clase explotada y oprimida -el proletariado- no puede ya emanciparse de la clase que la explota y la oprime -de la burguesía- sin emancipar para siempre a la sociedad entera de la opresión, la explotación y las luchas de clases; esta idea cardinal fue fruto personal y exclusivo de Marx .
Y aunque ya no es la primera vez que lo hago constar, me ha parecido oportuno dejarlo estampado aquí, a la cabeza del Manifiesto.
Londres, 28 junio 1883.
F. ENGELS.
3 PRÓLOGO DE ENGELS A LA EDICIÓN ALEMANA DE 1890
Ve la luz una nueva edición alemana del Manifiesto cuando han ocurrido desde la última diversos sucesos relacionados con este documento que merecen ser mencionados aquí.
En 1882 se publicó en Ginebra una segunda traducción rusa, de Vera Sasulich , precedida de un prologo de Marx y mío. Desgraciadamente, se me ha extraviado el original alemán de este prólogo y no tengo más remedio que volver a traducirlo del ruso, con lo que el lector no saldrá ganando nada. El prólogo dice así:
“La primera edición rusa del Manifiesto del Partido Comunista, traducido por Bakunin, vio la luz poco después de 1860 en la imprenta del Kolokol. En los tiempos que corrían, esta publicación no podía tener para Rusia, a lo sumo, más que un puro valor literario de curiosidad. Hoy las cosas han cambiado. El último capítulo del Manifiesto, titulado “Actitud de los comunistas ante los otros partidos de la oposición”, demuestra mejor que nada lo limitada que era la zona en que, al ver la luz por vez primera este documento (enero de 1848), tenía que actuar el movimiento proletario. En esa zona faltaban, principalmente, dos países: Rusia y los Estados Unidos. Era la época en que Rusia constituía la última reserva magna de la reacción europea y en que la emigración a los Estados Unidos absorbía las energías sobrantes del proletariado de Europa. Ambos países proveían a Europa de primeras materias, a la par que le brindaban mercados para sus productos industriales. Ambos venían a ser, pues, bajo uno u otro aspecto, pilares del orden social europeo.
Hoy las cosas han cambiado radicalmente. La emigración europea sirvió precisamente para imprimir ese gigantesco desarrollo a la agricultura norteamericana, cuya concurrencia está minando los cimientos de la grande y la pequeña propiedad inmueble de Europa. Además, ha permitido a los Estados Unidos entregarse a la explotación de sus copiosas fuentes industriales con tal energía y en proporciones tales, que dentro de poco echará por tierra el monopolio industrial de que hoy disfruta la Europa occidental. Estas dos circunstancias repercuten a su vez revolucionariamente sobre la propia América. La pequeña y mediana propiedad del granjero que trabaja su propia tierra sucumbe progresivamente ante la concurrencia de las grandes explotaciones, a la par que en las regiones industriales empieza a formarse un copioso proletariado y una fabulosa concentración de capitales.
Pasemos ahora a Rusia. Durante la sacudida revolucionaria de los años 48 y 49, los monarcas europeos, y no sólo los monarcas, sino también los burgueses, aterrados ante el empuje del proletariado, que empezaba a, cobrar por aquel entonces conciencia de su fuerza, cifraban en la intervención rusa todas sus esperanzas. El zar fue proclamado cabeza de la reacción europea. Hoy, este mismo zar se ve apresado en Gatchina como rehén de la revolución y Rusia forma la avanzada del movimiento revolucionario de Europa.
El Manifiesto Comunista se proponía por misión proclamar la desaparición inminente e inevitable de la propiedad burguesa en su estado actual. Pero en Rusia nos encontramos con que, coincidiendo con el orden capitalista en febril desarrollo y la propiedad burguesa del suelo que empieza a formarse, más de la mitad de la tierra es propiedad común de los campesinos.
....///.....
Aunque las revoluciones de 1848 no tenían carácter socialista, prepararon, sin embargo, el terreno para el advenimiento de la revolución del socialismo. Gracias al poderoso impulso que estas revoluciones imprimieron a la gran producción en todos los países, la sociedad burguesa ha ido creando durante los últimos cuarenta y cinco años un vasto, unido y potente proletariado, engendrando con él (como dice el Manifiesto Comunista) a sus propios enterradores. La unificación internacional del proletariado no hubiera sido posible, ni la colaboración sobria y deliberada de estos países en el logro de fines generales, si antes no hubiesen conquistado la unidad y la independencia nacionales, si hubiesen seguido manteniéndose dentro del aislamiento.
Intentemos representarnos, si podemos, el papel que hubieran hecho los obreros italianos, húngaros, alemanes, polacos y rusos luchando por su unión internacional bajo las condiciones políticas que prevalecían hacia el año 1848.
Las batallas reñidas en el 48 no fueron, pues, reñidas en balde. Ni han sido vividos tampoco en balde los cuarenta y cinco años que nos separan de la época revolucionaria. Los frutos de aquellos días empiezan a madurar, y hago votos porque la publicación de esta traducción italiana del Manifiesto sea heraldo del triunfo del proletariado italiano, como la publicación del texto primitivo lo fue de la revolución internacional.
El Manifiesto rinde el debido homenaje a los servicios revolucionarios prestados en otro tiempo por el capitalismo. Italia fue la primera nación que se convirtió en país capitalista. El ocaso de la Edad Media feudal y la aurora de la época capitalista contemporánea vieron aparecer en escena una figura gigantesca. Dante fue al mismo tiempo el último poeta de la Edad Media y el primer poeta de la nueva era. Hoy, como en 1300, se alza en el horizonte una nueva época. ¿Dará Italia al mundo otro Dante, capaz de cantar el nacimiento de la nueva era, de la era proletaria?
Londres, 1 de febrero de 1893.
F. ENGELS
Manifiesto del Partido Comunista, Por K. Marx & F. Engels
Un espectro se cierne sobre Europa: el espectro del comunismo. Contra este espectro se han conjurado en santa jauría todas las potencias de la vieja Europa, el Papa y el zar, Metternich y Guizot, los radicales franceses y los polizontes alemanes.
No hay un solo partido de oposición a quien los adversarios gobernantes no motejen de comunista, ni un solo partido de oposición que no lance al rostro de las oposiciones más avanzadas, lo mismo que a los enemigos reaccionarios, la acusación estigmatizante de comunismo.
De este hecho se desprenden dos consecuencias:
La primera es que el comunismo se halla ya reconocido como una potencia por todas las potencias europeas.
La segunda, que es ya hora de que los comunistas expresen a la luz del día y ante el mundo entero sus ideas, sus tendencias, sus aspiraciones, saliendo así al paso de esa leyenda del espectro comunista con un manifiesto de su partido.
Con este fin se han congregado en Londres los representantes comunistas de diferentes países y redactado el siguiente Manifiesto, que aparecerá en lengua inglesa, francesa, alemana, italiana, flamenca y danesa.
I. BURGUESES Y PROLETARIOS
Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad , es una historia de luchas de clases.
Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes.
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La burguesía, con el rápido perfeccionamiento de todos los medios de producción, con las facilidades increíbles de su red de comunicaciones, lleva la civilización hasta a las naciones más salvajes. El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero. Obliga a todas las naciones a abrazar el régimen de producción de la burguesía o perecer; las obliga a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. Crea un mundo hecho a su imagen y semejanza.
La burguesía somete el campo al imperio de la ciudad. Crea ciudades enormes, intensifica la población urbana en una fuerte proporción respecto a la campesina y arranca a una parte considerable de la gente del campo al cretinismo de la vida rural. Y del mismo modo que somete el campo a la ciudad, somete los pueblos bárbaros y semibárbaros a las naciones civilizadas, los pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente.
La burguesía va aglutinando cada vez más los medios de producción, la propiedad y los habitantes del país. Aglomera la población, centraliza los medios de producción y concentra en manos de unos cuantos la propiedad. Este proceso tenía que conducir, por fuerza lógica, a un régimen de centralización política. Territorios antes independientes, apenas aliados, con intereses distintos, distintas leyes, gobiernos autónomos y líneas aduaneras propias, se asocian y refunden en una nación única, bajo un Gobierno, una ley, un interés nacional de clase y una sola línea aduanera.
En el siglo corto que lleva de existencia como clase soberana, la burguesía ha creado energías productivas mucho más grandiosas y colosales que todas las pasadas generaciones juntas. Basta pensar en el sometimiento de las fuerzas naturales por la mano del hombre, en la maquinaria, en la aplicación de la química a la industria y la agricultura, en la navegación de vapor, en los ferrocarriles, en el telégrafo eléctrico, en la roturación de continentes enteros, en los ríos abiertos a la navegación, en los nuevos pueblos que brotaron de la tierra como por ensalmo... ¿Quién, en los pasados siglos, pudo sospechar siquiera que en el regazo de la sociedad fecundada por el trabajo del hombre yaciesen soterradas tantas y tales energías y elementos de producción?
Hemos visto que los medios de producción y de transporte sobre los cuales se desarrolló la burguesía brotaron en el seno de la sociedad feudal. Cuando estos medios de transporte y de producción alcanzaron una determinada fase en su desarrollo, resultó que las condiciones en que la sociedad feudal producía y comerciaba, la organización feudal de la agricultura y la manufactura, en una palabra, el régimen feudal de la propiedad, no correspondían ya al estado progresivo de las fuerzas productivas. Obstruían la producción en vez de fomentarla. Se habían convertido en otras tantas trabas para su desenvolvimiento. Era menester hacerlas saltar, y saltaron.
Vino a ocupar su puesto la libre concurrencia, con la constitución política y social a ella adecuada, en la que se revelaba ya la hegemonía económica y política de la clase burguesa.
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Hasta hoy, toda sociedad descansó, como hemos visto, en el antagonismo entre las clases oprimidas y las opresoras. Mas para poder oprimir a una clase es menester asegurarle, por lo menos, las condiciones indispensables de vida, pues de otro modo se extinguiría, y con ella su esclavizamiento. El siervo de la gleba se vio exaltado a miembro del municipio sin salir de la servidumbre, como el villano convertido en burgués bajo el yugo del absolutismo feudal. La situación del obrero moderno es muy distinta, pues lejos de mejorar conforme progresa la industria, decae y empeora por debajo del nivel de su propia clase. El obrero se depaupera, y el pauperismo se desarrolla en proporciones mucho mayores que la población y la riqueza. He ahí una prueba palmaria de la incapacidad de la burguesía para seguir gobernando la sociedad e imponiendo a ésta por norma las condiciones de su vida como clase. Es incapaz de gobernar, porque es incapaz de garantizar a sus esclavos la existencia ni aun dentro de su esclavitud, porque se ve forzada a dejarlos llegar hasta una situación de desamparo en que no tiene más remedio que mantenerles, cuando son ellos quienes debieran mantenerla a ella. La sociedad no puede seguir viviendo bajo el imperio de esa clase; la vida de la burguesía se ha hecho incompatible con la sociedad.
La existencia y el predominio de la clase burguesa tienen por condición esencial la concentración de la riqueza en manos de unos cuantos individuos, la formación e incremento constante del capital; y éste, a su vez, no puede existir sin el trabajo asalariado. El trabajo asalariado Presupone, inevitablemente, la concurrencia de los obreros entre sí. Los progresos de la industria, que tienen por cauce automático y espontáneo a la burguesía, imponen, en vez del aislamiento de los obreros por la concurrencia, su unión revolucionaria por la organización. Y así, al desarrollarse la gran industria, la burguesía ve tambalearse bajo sus pies las bases sobre que produce y se apropia lo producido. Y a la par que avanza, se cava su fosa y cría a sus propios enterradores. Su muerte y el triunfo del proletariado sin igualmente inevitables.
II. PROLETARIOS Y COMUNISTAS
¿Qué relación guardan los comunistas con los proletarios en general?
Los comunistas no forman un partido aparte de los demás partidos obreros.
No tienen intereses propios que se distingan de los intereses generales del proletariado. No profesan principios especiales con los que aspiren a modelar el movimiento proletario.
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El comunismo no priva a nadie del poder de apropiarse productos sociales; lo único que no admite es el poder de usurpar por medio de esta apropiación el trabajo ajeno.
Se arguye que, abolida la propiedad privada, cesará toda actividad y reinará la indolencia universal.
Si esto fuese verdad, ya hace mucho tiempo que se habría estrellado contra el escollo de la holganza una sociedad como la burguesa, en que los que trabajan no adquieren y los que adquieren, no trabajan. Vuestra objeción viene a reducirse, en fin de cuentas, a una verdad que no necesita de demostración, y es que, al desaparecer el capital, desaparecerá también el trabajo asalariado.
Las objeciones formuladas contra el régimen comunista de apropiación y producción material, se hacen extensivas a la producción y apropiación de los productos espirituales. Y así como el destruir la propiedad de clases equivale, para el burgués, a destruir la producción, el destruir la cultura de clase es para él sinónimo de destruir la cultura en general.
Esa cultura cuya pérdida tanto deplora, es la que convierte en una máquina a la inmensa mayoría de la sociedad.
Al discutir con nosotros y criticar la abolición de la propiedad burguesa partiendo de vuestras ideas burguesas de libertad, cultura, derecho, etc., no os dais cuenta de que esas mismas ideas son otros tantos productos del régimen burgués de propiedad y de producción, del mismo modo que vuestro derecho no es más que la voluntad de vuestra clase elevada a ley: una voluntad que tiene su contenido y encarnación en las condiciones materiales de vida de vuestra clase.
Compartís con todas las clases dominantes que han existido y perecieron la idea interesada de que vuestro régimen de producción y de propiedad, obra de condiciones históricas que desaparecen en el transcurso de la producción, descansa sobre leyes naturales eternas y sobre los dictados de la razón. Os explicáis que haya perecido la propiedad antigua, os explicáis que pereciera la propiedad feudal; lo que no os podéis explicar es que perezca la propiedad burguesa, vuestra propiedad.
¡Abolición de la familia! Al hablar de estas intenciones satánicas de los comunistas, hasta los más radicales gritan escándalo.
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A los comunistas se nos reprocha también que queramos abolir la patria, la nacionalidad.
Los trabajadores no tienen patria. Mal se les puede quitar lo que no tienen. No obstante, siendo la mira inmediata del proletariado la conquista del Poder político, su exaltación a clase nacional, a nación, es evidente que también en él reside un sentido nacional, aunque ese sentido no coincida ni mucho menos con el de la burguesía.
Ya el propio desarrollo de la burguesía, el librecambio, el mercado mundial, la uniformidad reinante en la producción industrial, con las condiciones de vida que engendra, se encargan de borrar más y más las diferencias y antagonismos nacionales.
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Estas medidas no podrán ser las mismas, naturalmente, en todos los países.
Para los más progresivos mencionaremos unas cuantas, susceptibles, sin duda, de ser aplicadas con carácter más o menos general, según los casos .
1.a Expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos.
2.a Fuerte impuesto progresivo.
3.a Abolición del derecho de herencia.
4.a Confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes.
5.a Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacional con capital del Estado y régimen de monopolio.
6.a Nacionalización de los transportes.
7.a Multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de producción, roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo.
8.a Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos industriales, principalmente en el campo.
9.a Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad.
10.a Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las fábricas bajo su forma actual. Régimen combinado de la educación con la producción material, etc.
Tan pronto como, en el transcurso del tiempo, hayan desaparecido las diferencias de clase y toda la producción esté concentrada en manos de la sociedad, el Estado perderá todo carácter político. El Poder político no es, en rigor, más que el poder organizado de una clase para la opresión de la otra. El proletariado se ve forzado a organizarse como clase para luchar contra la burguesía; la revolución le lleva al Poder; mas tan pronto como desde él, como clase gobernante, derribe por la fuerza el régimen vigente de producción, con éste hará desaparecer las condiciones que determinan el antagonismo de clases, las clases mismas, y, por tanto, su propia soberanía como tal clase.
Y a la vieja sociedad burguesa, con sus clases y sus antagonismos de clase, sustituirá una asociación en que el libre desarrollo de cada uno condicione el libre desarrollo de todos.
III. LITERATURA SOCIALISTA Y COMUNISTA
1. El socialismo reaccionario
a) El socialismo feudal
La aristocracia francesa e inglesa, que no se resignaba a abandonar su puesto histórico, se dedicó, cuando ya no pudo hacer otra cosa, a escribir libelos contra la moderna sociedad burguesa. En la revolución francesa de julio de 1830, en el movimiento reformista inglés, volvió a sucumbir, arrollada por el odiado intruso. Y no pudiendo dar ya ninguna batalla política seria, no le quedaba más arma que la pluma. Mas también en la palestra literaria habían cambiado los tiempos; ya no era posible seguir empleando el lenguaje de la época de la Restauración. Para ganarse simpatías, la aristocracia hubo de olvidar aparentemente sus intereses y acusar a la burguesía, sin tener presente más interés que el de la clase obrera explotada. De este modo, se daba el gusto de provocar a su adversario y vencedor con amenazas y de musitarle al oído profecías más o menos catastróficas.
Nació así, el socialismo feudal, una mezcla de lamento, eco del pasado y rumor sordo del porvenir; un socialismo que de vez en cuando asestaba a la burguesía un golpe en medio del corazón con sus juicios sardónicos y acerados, pero que casi siempre movía a risa por su total incapacidad para comprender la marcha de la historia moderna.
Con el fin de atraer hacia sí al pueblo, tremolaba el saco del mendigo proletario por bandera. Pero cuantas veces lo seguía, el pueblo veía brillar en las espaldas de los caudillos las viejas armas feudales y se dispersaba con una risotada nada contenida y bastante irrespetuosa.
Una parte de los legitimistas franceses y la joven Inglaterra, fueron los más perfectos organizadores de este espectáculo.
Esos señores feudales, que tanto insisten en demostrar que sus modos de explotación no se parecían en nada a los de la burguesía, se olvidan de una cosa, y es de que las circunstancias y condiciones en que ellos llevaban a cabo su explotación han desaparecido. Y, al enorgullecerse de que bajo su régimen no existía el moderno proletariado, no advierten que esta burguesía moderna que tanto abominan, es un producto históricamente necesario de su orden social.
Por lo demás, no se molestan gran cosa en encubrir el sello reaccionario de sus doctrinas, y así se explica que su más rabiosa acusación contra la burguesía sea precisamente el crear y fomentar bajo su régimen una clase que está llamada a derruir todo el orden social heredado.
Lo que más reprochan a la burguesía no es el engendrar un proletariado, sino el engendrar un proletariado revolucionario.
Por eso, en la práctica están siempre dispuestos a tomar parte en todas las violencias y represiones contra la clase obrera, y en la prosaica realidad se resignan, pese a todas las retóricas ampulosas, a recolectar también los huevos de oro y a trocar la nobleza, el amor y el honor caballerescos por el vil tráfico en lana, remolacha y aguardiente.
Como los curas van siempre del brazo de los señores feudales, no es extraño que con este socialismo feudal venga a confluir el socialismo clerical.
Nada más fácil que dar al ascetismo cristiano un barniz socialista. ¿No combatió también el cristianismo contra la propiedad privada, contra el matrimonio, contra el Estado? ¿No predicó frente a las instituciones la caridad y la limosna, el celibato y el castigo de la carne, la vida monástica y la Iglesia? El socialismo cristiano es el hisopazo con que el clérigo bendice el despecho del aristócrata.
b) El socialismo pequeñoburgués
La aristocracia feudal no es la única clase derrocada por la burguesía, la única clase cuyas condiciones de vida ha venido a oprimir y matar la sociedad burguesa moderna. Los villanos medievales y los pequeños labriegos fueron los precursores de la moderna burguesía. Y en los países en que la industria y el comercio no han alcanzado un nivel suficiente de desarrollo, esta clase sigue vegetando al lado de la burguesía ascensional.
En aquellos otros países en que la civilización moderna alcanza un cierto grado de progreso, ha venido a formarse una nueva clase pequeñoburguesa que flota entre la burguesía y el proletariado y que, si bien gira constantemente en torno a la sociedad burguesa como satélite suyo, no hace más que brindar nuevos elementos al proletariado, precipitados a éste por la concurrencia; al desarrollarse la gran industria llega un momento en que esta parte de la sociedad moderna pierde su substantividad y se ve suplantada en el comercio, en la manufactura, en la agricultura por los capataces y los domésticos.
En países como Francia, en que la clase labradora representa mucho más de la mitad de la población, era natural que ciertos escritores, al abrazar la causa del proletariado contra la burguesía, tomasen por norma, para criticar el régimen burgués, los intereses de los pequeños burgueses y los campesinos, simpatizando por la causa obrera con el ideario de la pequeña burguesía. Así nació el socialismo pequeñoburgués. Su representante más caracterizado, lo mismo en Francia que en Inglaterra, es Sismondi.
Este socialismo ha analizado con una gran agudeza las contradicciones del moderno régimen de producción. Ha desenmascarado las argucias hipócritas con que pretenden justificarlas los economistas. Ha puesto de relieve de modo irrefutable, los efectos aniquiladores del maquinismo y la división del trabajo, la concentración de los capitales y la propiedad inmueble, la superproducción, las crisis, la inevitable desaparición de los pequeños burgueses y labriegos, la miseria del proletariado, la anarquía reinante en la producción, las desigualdades irritantes que claman en la distribución de la riqueza, la aniquiladora guerra industrial de unas naciones contra otras, la disolución de las costumbres antiguas, de la familia tradicional, de las viejas nacionalidades.
Pero en lo que atañe ya a sus fórmulas positivas, este socialismo no tiene más aspiración que restaurar los antiguos medios de producción y de cambio, y con ellos el régimen tradicional de propiedad y la sociedad tradicional, cuando no pretende volver a encajar por la fuerza los modernos medios de producción y de cambio dentro del marco del régimen de propiedad que hicieron y forzosamente tenían que hacer saltar. En uno y otro caso peca, a la par, de reaccionario y de utópico.
En la manufactura, la restauración de los viejos gremios, y en el campo, la implantación de un régimen patriarcal: he ahí sus dos magnas aspiraciones.
Hoy, esta corriente socialista ha venido a caer en una cobarde modorra.
c) El socialismo alemán o "verdadero" socialismo
La literatura socialista y comunista de Francia, nacida bajo la presión de una burguesía gobernante y expresión literaria de la lucha librada contra su avasallamiento, fue importada en Alemania en el mismo instante en que la burguesía empezaba a sacudir el yugo del absolutismo feudal.
Los filósofos, pseudofilósofos y grandes ingenios del país se asimilaron codiciosamente aquella literatura, pero olvidando que con las doctrinas no habían pasado la frontera también las condiciones sociales a que respondían. Al enfrentarse con la situación alemana, la literatura socialista francesa perdió toda su importancia práctica directa, para asumir una fisonomía puramente literaria y convertirse en una ociosa especulación acerca del espíritu humano y de sus proyecciones sobre la realidad. Y así, mientras que los postulados de la primera revolución francesa eran, para los filósofos alemanes del siglo XVIII, los postulados de la “razón práctica” en general, las aspiraciones de la burguesía francesa revolucionaria representaban a sus ojos las leyes de la voluntad pura, de la voluntad ideal, de una voluntad verdaderamente humana.
La única preocupación de los literatos alemanes era armonizar las nuevas ideas francesas con su vieja conciencia filosófica, o, por mejor decir, asimilarse desde su punto de vista filosófico aquellas ideas.
Esta asimilación se llevó a cabo por el mismo procedimiento con que se asimila uno una lengua extranjera: traduciéndola.
Todo el mundo sabe que los monjes medievales se dedicaban a recamar los manuscritos que atesoraban las obras clásicas del paganismo con todo género de insubstanciales historias de santos de la Iglesia católica. Los literatos alemanes procedieron con la literatura francesa profana de un modo inverso. Lo que hicieron fue empalmar sus absurdos filosóficos a los originales franceses. Y así, donde el original desarrollaba la crítica del dinero, ellos pusieron: “expropiación del ser humano”; donde se criticaba el Estado burgués: “abolición del imperio de lo general abstracto”, y así por el estilo.
Esta interpelación de locuciones y galimatías filosóficos en las doctrinas francesas, fue bautizada con los nombres de “filosofía del hecho” , “verdadero socialismo”, “ciencia alemana del socialismo”, “fundamentación filosófica del socialismo”, y otros semejantes.
De este modo, la literatura socialista y comunista francesa perdía toda su virilidad. Y como, en manos de los alemanes, no expresaba ya la lucha de una clase contra otra clase, el profesor germano se hacía la ilusión de haber superado el “parcialismo francés”; a falta de verdaderas necesidades pregonaba la de la verdad, y a falta de los intereses del proletariado mantenía los intereses del ser humano, del hombre en general, de ese hombre que no reconoce clases, que ha dejado de vivir en la realidad para transportarse al cielo vaporoso de la fantasía filosófica.
Sin embargo, este socialismo alemán, que tomaba tan en serio sus desmayados ejercicios escolares y que tanto y tan solemnemente trompeteaba, fue perdiendo poco a poco su pedantesca inocencia.
En la lucha de la burguesía alemana, y principalmente, de la prusiana, contra el régimen feudal y la monarquía absoluta, el movimiento liberal fue tomando un cariz más serio.
Esto deparaba al “verdadero” socialismo la ocasión apetecida para oponer al movimiento político las reivindicaciones socialistas, para fulminar los consabidos anatemas contra el liberalismo, contra el Estado representativo, contra la libre concurrencia burguesa, contra la libertad de Prensa, la libertad, la igualdad y el derecho burgueses, predicando ante la masa del pueblo que con este movimiento burgués no saldría ganando nada y sí perdiendo mucho. El socialismo alemán se cuidaba de olvidar oportunamente que la crítica francesa, de la que no era más que un eco sin vida, presuponía la existencia de la sociedad burguesa moderna, con sus peculiares condiciones materiales de vida y su organización política adecuada, supuestos previos ambos en torno a los cuales giraba precisamente la lucha en Alemania.
Este “verdadero” socialismo les venía al dedillo a los gobiernos absolutos alemanes, con toda su cohorte de clérigos, maestros de escuela, hidalgüelos raídos y cagatintas, pues les servía de espantapájaros contra la amenazadora burguesía. Era una especie de melifluo complemento a los feroces latigazos y a las balas de fusil con que esos gobiernos recibían los levantamientos obreros.
Pero el “verdadero” socialismo, además de ser, como vemos, un arma en manos de los gobiernos contra la burguesía alemana, encarnaba de una manera directa un interés reaccionario, el interés de la baja burguesía del país. La pequeña burguesía, heredada del siglo XVI y que desde entonces no había cesado de aflorar bajo diversas formas y modalidades, constituye en Alemania la verdadera base social del orden vigente.
Conservar esta clase es conservar el orden social imperante. Del predominio industrial y político de la burguesía teme la ruina segura, tanto por la concentración de capitales que ello significa, como porque entraña la formación de un proletariado revolucionario. El “verdadero” socialismo venía a cortar de un tijeretazo -así se lo imaginaba ella- las dos alas de este peligro. Por eso, se extendió por todo el país como una verdadera epidemia.
El ropaje ampuloso en que los socialistas alemanes envolvían el puñado de huesos de sus “verdades eternas”, un ropaje tejido con hebras especulativas, bordado con las flores retóricas de su ingenio, empapado de nieblas melancólicas y románticas, hacía todavía más gustosa la mercancía para ese público.
Por su parte, el socialismo alemán comprendía más claramente cada vez que su misión era la de ser el alto representante y abanderado de esa baja burguesía.
Proclamó a la nación alemana como nación modelo y al súbdito alemán como el tipo ejemplar de hombre. Dio a todos sus servilismos y vilezas un hondo y oculto sentido socialista, tornándolos en lo contrario de lo que en realidad eran. Y al alzarse curiosamente contra las tendencias “barbaras y destructivas” del comunismo, subrayando como contraste la imparcialidad sublime de sus propias doctrinas, ajenas a toda lucha de clases, no hacía más que sacar la última consecuencia lógica de su sistema. Toda la pretendida literatura socialista y comunista que circula por Alemania, con poquísimas excepciones, profesa estas doctrinas repugnantes y castradas .
2. El socialismo burgués o conservador
Una parte de la burguesía desea mitigar las injusticias sociales, para de este modo garantizar la perduración de la sociedad burguesa.
Se encuentran en este bando los economistas, los filántropos, los humanitarios, los que aspiran a mejorar la situación de las clases obreras, los organizadores de actos de beneficencia, las sociedades protectoras de animales, los promotores de campañas contra el alcoholismo, los predicadores y reformadores sociales de toda laya.
Pero, además, de este socialismo burgués han salido verdaderos sistemas doctrinales. Sirva de ejemplo la Filosofía de la miseria de Proudhon.
Los burgueses socialistas considerarían ideales las condiciones de vida de la sociedad moderna sin las luchas y los peligros que encierran. Su ideal es la sociedad existente, depurada de los elementos que la corroen y revolucionan: la burguesía sin el proletariado. Es natural que la burguesía se represente el mundo en que gobierna como el mejor de los mundos posibles. El socialismo burgués eleva esta idea consoladora a sistema o semisistema. Y al invitar al proletariado a que lo realice, tomando posesión de la nueva Jerusalén, lo que en realidad exige de él es que se avenga para siempre al actual sistema de sociedad, pero desterrando la deplorable idea que de él se forma.
Una segunda modalidad, aunque menos sistemática bastante más práctica, de socialismo, pretende ahuyentar a la clase obrera de todo movimiento revolucionario haciéndole ver que lo que a ella le interesa no son tales o cuales cambios políticos, sino simplemente determinadas mejoras en las condiciones materiales, económicas, de su vida. Claro está que este socialismo se cuida de no incluir entre los cambios que afectan a las “condiciones materiales de vida” la abolición del régimen burgués de producción, que sólo puede alcanzarse por la vía revolucionaria; sus aspiraciones se contraen a esas reformas administrativas que son conciliables con el actual régimen de producción y que, por tanto, no tocan para nada a las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado, sirviendo sólo -en el mejor de los casos- para abaratar a la burguesía las costas de su reinado y sanearle el presupuesto.
Este socialismo burgués a que nos referimos, sólo encuentra expresión adecuada allí donde se convierte en mera figura retórica.
¡Pedimos el librecambio en interés de la clase obrera! ¡En interés de la clase obrera pedimos aranceles protectores! ¡Pedimos prisiones celulares en interés de la clase trabajadora! Hemos dado, por fin, con la suprema y única seria aspiración del socialismo burgués.
Todo el socialismo de la burguesía se reduce, en efecto, a una tesis y es que los burgueses lo son y deben seguir siéndolo... en interés de la clase trabajadora.
3. El socialismo y el comunismo crítico-utópico
No queremos referirnos aquí a las doctrinas que en todas las grandes revoluciones modernas abrazan las aspiraciones del proletariado (obras de Babeuf, etc.).
Las primeras tentativas del proletariado para ahondar directamente en sus intereses de clase, en momentos de conmoción general, en el período de derrumbamiento de la sociedad feudal, tenían que tropezar necesariamente con la falta de desarrollo del propio proletariado, de una parte, y de otra con la ausencia de las condiciones materiales indispensables para su emancipación, que habían de ser el fruto de la época burguesa. La literatura revolucionaria que guía estos primeros pasos vacilantes del proletariado es, y necesariamente tenía que serlo, juzgada por su contenido, reaccionaria. Estas doctrinas profesan un ascetismo universal y un torpe y vago igualitarismo.
Los verdaderos sistemas socialistas y comunistas, los sistemas de Saint-Simon, de Fourier, de Owen, etc., brotan en la primera fase embrionaria de las luchas entre el proletariado y la burguesía, tal como más arriba la dejamos esbozada. (V. el capítulo “Burgueses y proletarios”).
Cierto es que los autores de estos sistemas penetran ya en el antagonismo de las clases y en la acción de los elementos disolventes que germinan en el seno de la propia sociedad gobernante. Pero no aciertan todavía a ver en el proletariado una acción histórica independiente, un movimiento político propio y peculiar.
Y como el antagonismo de clase se desarrolla siempre a la par con la industria, se encuentran con que les faltan las condiciones materiales para la emancipación del proletariado, y es en vano que se debatan por crearlas mediante una ciencia social y a fuerza de leyes sociales. Esos autores pretenden suplantar la acción social por su acción personal especulativa, las condiciones históricas que han de determinar la emancipación proletaria por condiciones fantásticas que ellos mismos se forjan, la gradual organización del proletariado como clase por una organización de la sociedad inventada a su antojo. Para ellos, el curso universal de la historia que ha de venir se cifra en la propaganda y práctica ejecución de sus planes sociales.
Es cierto que en esos planes tienen la conciencia de defender primordialmente los intereses de la clase trabajadora, pero sólo porque la consideran la clase más sufrida. Es la única función en que existe para ellos el proletariado.
La forma embrionaria que todavía presenta la lucha de clases y las condiciones en que se desarrolla la vida de estos autores hace que se consideren ajenos a esa lucha de clases y como situados en un plano muy superior. Aspiran a mejorar las condiciones de vida de todos los individuos de la sociedad, incluso los mejor acomodados. De aquí que no cesen de apelar a la sociedad entera sin distinción, cuando no se dirigen con preferencia a la propia clase gobernante. Abrigan la seguridad de que basta conocer su sistema para acatarlo como el plan más perfecto para la mejor de las sociedades posibles.
Por eso, rechazan todo lo que sea acción política, y muy principalmente la revolucionaria; quieren realizar sus aspiraciones por la vía pacífica e intentan abrir paso al nuevo evangelio social predicando con el ejemplo, por medio de pequeños experimentos que, naturalmente, les fallan siempre.
Estas descripciones fantásticas de la sociedad del mañana brotan en una época en que el proletariado no ha alcanzado aún la madurez, en que, por tanto, se forja todavía una serie de ideas fantásticas acerca de su destino y posición, dejándose llevar por los primeros impulsos, puramente intuitivos, de transformar radicalmente la sociedad.
Y, sin embargo, en estas obras socialistas y comunistas hay ya un principio de crítica, puesto que atacan las bases todas de la sociedad existente. Por eso, han contribuido notablemente a ilustrar la conciencia de la clase trabajadora. Mas, fuera de esto, sus doctrinas de carácter positivo acerca de la sociedad futura, las que predican, por ejemplo, que en ella se borrarán las diferencias entre la ciudad y el campo o las que proclaman la abolición de la familia, de la propiedad privada, del trabajo asalariado, el triunfo de la armonía social, la transformación del Estado en un simple organismo administrativo de la producción.... giran todas en torno a la desaparición de la lucha de clases, de esa lucha de clases que empieza a dibujarse y que ellos apenas si conocen en su primera e informe vaguedad. Por eso, todas sus doctrinas y aspiraciones tienen un carácter puramente utópico.
La importancia de este socialismo y comunismo crítico-utópico está en razón inversa al desarrollo histórico de la sociedad. Al paso que la lucha de clases se define y acentúa, va perdiendo importancia práctica y sentido teórico esa fantástica posición de superioridad respecto a ella, esa fe fantástica en su supresión. Por eso, aunque algunos de los autores de estos sistemas socialistas fueran en muchos respectos verdaderos revolucionarios, sus discípulos forman hoy día sectas indiscutiblemente reaccionarias, que tremolan y mantienen impertérritas las viejas ideas de sus maestros frente a los nuevos derroteros históricos del proletariado. Son, pues, consecuentes cuando pugnan por mitigar la lucha de clases y por conciliar lo inconciliable. Y siguen soñando con la fundación de falansterios, con la colonización interior, con la creación de una pequeña Icaria, edición en miniatura de la nueva Jerusalén... . Y para levantar todos esos castillos en el aire, no tienen más remedio que apelar a la filantrópica generosidad de los corazones y los bolsillos burgueses. Poco a poco van resbalando a la categoría de los socialistas reaccionarios o conservadores, de los cuales sólo se distinguen por su sistemática pedantería y por el fanatismo supersticioso con que comulgan en las milagrerías de su ciencia social. He ahí por qué se enfrentan rabiosamente con todos los movimientos políticos a que se entrega el proletariado, lo bastante ciego para no creer en el nuevo evangelio que ellos le predican.
En Inglaterra, los owenistas se alzan contra los cartistas, y en Francia, los reformistas tienen enfrente a los discípulos de Fourier.
Después de lo que dejamos dicho en el capítulo II, fácil es comprender la relación que guardan los comunistas con los demás partidos obreros ya existentes, con los cartistas ingleses y con los reformadores agrarios de Norteamérica.
Los comunistas, aunque luchando siempre por alcanzar los objetivos inmediatos y defender los intereses cotidianos de la clase obrera, representan a la par, dentro del movimiento actual, su porvenir. En Francia se alían al partido democrático-socialista contra la burguesía conservadora y radical, mas sin renunciar por esto a su derecho de crítica frente a los tópicos y las ilusiones procedentes de la tradición revolucionaria.
En Suiza apoyan a los radicales, sin ignorar que este partido es una mezcla de elementos contradictorios: de demócratas socialistas, a la manera francesa, y de burgueses radicales.
En Polonia, los comunistas apoyan al partido que sostiene la revolución agraria, como condición previa para la emancipación nacional del país, al partido que provocó la insurrección de Cracovia en 1846.
En Alemania, el partido comunista luchará al lado de la burguesía, mientras ésta actúe revolucionariamente, dando con ella la batalla a la monarquía absoluta, a la gran propiedad feudal y a la pequeña burguesía.
Pero todo esto sin dejar un solo instante de laborar entre los obreros, hasta afirmar en ellos con la mayor claridad posible la conciencia del antagonismo hostil que separa a la burguesía del proletariado, para que, llegado el momento, los obreros alemanes se encuentren preparados para volverse contra la burguesía, como otras tantas armas, esas mismas condiciones políticas y sociales que la burguesía, una vez que triunfe, no tendrá más remedio que implantar; para que en el instante mismo en que sean derrocadas las clases reaccionarias comience, automáticamente, la lucha contra la burguesía.
Las miradas de los comunistas convergen con un especial interés sobre Alemania, pues no desconocen que este país está en vísperas de una revolución burguesa y que esa sacudida revolucionaria se va a desarrollar bajo las propicias condiciones de la civilización europea y con un proletariado mucho más potente que el de Inglaterra en el siglo XVII y el de Francia en el XVIII, razones todas para que la revolución alemana burguesa que se avecina no sea más que el preludio inmediato de una revolución proletaria.
Resumiendo: los comunistas apoyan en todas partes, como se ve, cuantos movimientos revolucionarios se planteen contra el régimen social y político imperante.
En todos estos movimientos se ponen de relieve el régimen de la propiedad, cualquiera que sea la forma más o menos progresiva que revista, como la cuestión fundamental que se ventila.
Finalmente, los comunistas laboran por llegar a la unión y la inteligencia de los partidos democráticos de todos los países.
Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar.
¡Proletarios de todos los Países, uníos! .///.
// "15-M
Intentos de aproximar ética, política y democracia"
JORDI MIR GARCIA Y ENRIC PRAT CARVAJAL
Viernes 3 de enero de 2014
Orígenes del 15-M
En el 15-M confluyeron un conjunto heterogéneo de personas y grupos que dieron apoyo a lo que acabaría siendo una especie de plataforma o espacio de movilización que recogía distintas reivindicaciones, unas de carácter económico y social, y otras de naturaleza política. Sus críticas a la realidad económica, social y política existente, así como sus propuestas, contaron con la simpatía y el apoyo de muchas organizaciones sociales y amplios sectores de la sociedad. ¿Cómo explicar la gran dimensión social e importancia política que adquirió el 15-M? Se pueden apuntar, al menos, tres tipos de factores que condujeron al surgimiento del 15-M y que favorecieron su posterior extensión en la sociedad.
En primer lugar, amplios sectores de la población percibían como injustas las consecuencias sociales de las medidas adoptadas por los gobiernos para hacer frente a la crisis económica y financiera iniciada unos años antes. Como indicó Vicenç Navarro, una serie de políticas públicas aprobadas en España en los últimos años habían dañado y continuaban dañando el bienestar y la calidad de vida de las clases populares, tales como facilitar a los empresarios que puedan despedir a los trabajadores más fácilmente, congelar las pensiones, reducir y privatizar servicios públicos como la sanidad y la educación, y mantener una legislación que penaliza a las personas que no pueden pagar sus hipotecas. /1.
En segundo lugar, la reacción de muchas personas, destacando entre ellas los jóvenes, que a través de la movilización social quisieron dejar claro que estaban indignadas por las consecuencias de la crisis y de las políticas públicas aplicadas (aumento del paro y de la precariedad, extensión de la pobreza y de la exclusión social, pérdida de derechos laborales, deterioro de los servicios públicos…) y que no aceptaban el mensaje ideológico de los gobiernos, de muchos empresarios, de los organismos internacionales y de los grandes medios de comunicación en el que, como dijo Vicenç Navarro, se aseguraba que no había otra alternativa y que la presión de los mercados financieros exigía esos sacrificios sociales /2.
Este segmento indignado de la sociedad no confiaba en que el sistema financiero y económico que había causado la crisis tuviera capacidad de resolución de los problemas sociales existentes. Además, consideraba que las instituciones políticas de la democracia representativa no estaban representando la voluntad popular sino los intereses de una minoría privilegiada articulada en torno al sector financiero y las grandes empresas, y que los grandes partidos políticos habían mostrado, desde hacía mucho tiempo, su incapacidad para atender las justas demandas de una parte mayoritaria de la ciudadanía, así como muy poca voluntad de cumplimiento de sus propios programas electorales.
El 15-M ha denunciado que lo más básico de nuestra democracia no funciona bien. El acceso a la sanidad pública ha empeorado porque las políticas de austeridad han conducido al cierre de centros de atención primaria, quirófanos y plantas de hospitalización. En el ámbito de la educación se han aplicado recortes presupuestarios que han supuesto una disminución del profesorado, una mayor precariedad de los contratos laborales, un aumento del número en la ratio de estudiantes en clase, y un aumento considerable de los precios de las matrículas universitarias. En el campo de la vivienda, se han ido multiplicando el número de personas afectadas por impago de hipotecas o de alquileres. El 15-M expresó en las plazas la percepción existente en la sociedad de que los derechos sociales más básicos están en peligro. Por otra parte, el 15-M canalizó el creciente sentimiento de indignación de la población ante unas políticas públicas orientadas al rescate de las entidades financieras en situación de quiebra, pero que son consideradas como responsables del dolor que sufren muchas personas debido a las hipotecas concedidas u otros productos como las participaciones preferentes y por las retribuciones de sus altos cargos. Algunos casos que han merecido mucha atención son Bankia y CatalunyaCaixa.
En tercer lugar, el 15-M y las movilizaciones contra los recortes sociales expresaron públicamente, en las calles y en las plazas de nuestras ciudades y pueblos, un malestar, una indignación y unas ideas críticas que se habían ido gestando y expresando parcialmente en los últimos meses y años. Joan Subirats consideraba que con el 15-M emergió de golpe “algo que se había ido tejiendo en la red y que había tenido antes breves pero significativos destellos”:
Muchos de los jóvenes que se han movilizado estos días tuvieron su primera experiencia política contra la guerra de Irak. Algunos percibieron la fuerza que podía tener la red tras el intento de manipular el atentado del 11-M por parte del PP. Después, con acciones esporádicas vinculadas a la vivienda, a la oposición a la ley Sinde o a la defensa de Wikileaks, se fueron comprobando las potencialidades (y límites) de la movilización on-line.
Pero, el 15-M ha cambiado de escala y de dimensión al conseguir traspasar las fronteras en las que se movían los ciberactivistas. Se ha demostrado que la intensidad del intercambio y la comunicación digital no tiene por qué ir en detrimento de la presencial /3.
Por lo tanto, las ideas críticas que el 15-M expresó en las plazas y en las calles se fueron formando en ese conjunto de movilizaciones de calle y on-line, a través de la intercomunicación y la acción en el barrio, en la universidad, en Internet… Difícilmente las acampadas surgidas tras las manifestaciones del 15-M hubieran tenido la solidez que mostraron sin la larga trayectoria de movilizaciones sociales que han estado activas en los últimos años, como las protagonizadas por los movimientos de las okupaciones, por una globalización alternativa, universitario, por una vivienda digna o por la cultura libre.
Las propuestas democráticas del 15-M
El 15-M ha sido una de las pocas movilizaciones o espacios de lucha social que ha planteado recientemente y de manera masiva reivindicaciones concretas para la mejora o la reforma de la democracia existente. En este punto, es interesante tener en cuenta, como indicaron Charles Tilly y Lesley J. Wood, que “los movimientos sociales no fomentan ni defienden necesariamente la democracia” y que “es mucho más habitual que los movimientos nazcan alrededor de un interés o de un agravio concreto que de las reivindicaciones democráticas como tales”/4.
El 15-M no rechazaba la democracia en general, pero sí criticaba el deterioro y las insuficiencias de la democracia que tenemos actualmente y proclamaba que aspiraba a una regeneración y mejora sustancial de la democracia existente. ¿Por qué no rechazaba la democracia? Por dos motivos evidentes: porque la gran mayoría de la ciudadanía y también de las personas que participaron en el 15-M consideran que en las democracias actuales hay instituciones, derechos y libertades que son positivas y que se han de preservar, muchas de las cuales han sido fruto de las luchas democráticas de diferentes movimientos sociales y políticos; y porque existe una consciencia bastante generalizada entre la población y en bastantes personas del 15-M de las dificultades de construir una democracia basada exclusivamente en la asamblea en lugares donde el número de ciudadanos es muy numeroso.
Ahora bien, el 15-M puso de relieve una cuestión que es evidente desde hace tiempo: la democracia actual necesita reformas profundas y urgentes. En sus propuestas iniciales, el 15-M planteó tres tipos de correcciones a la democracia actual: que la democracia tenga un alto contenido social; que se regenere la democracia representativa, eliminando sus patologías; y que la democracia incorpore mecanismos de democracia participativa y directa.
Sobre el contenido social que habría de tener la democracia, hay que consultar el documento de propuestas para la regeneración de nuestro sistema político y económico, que se discutió en las asambleas de las acampadas del 15-M, y que se estructuró inicialmente en ocho bloques temáticos. En el punto 2 se proponía la eliminación de los privilegios de las entidades financieras. En el punto 3 se reclamaba la eliminación de los privilegios para las grandes fortunas. En el punto 4 se proponían diferentes medidas para combatir el paro y para mejorar la calidad de vida de todas las personas. El punto 5 estaba dedicado al derecho a la vivienda. El punto 6 estaba centrado en la demanda de unos servicios públicos de calidad. Y en el punto 8 se exigía una reducción de los gastos militares, más necesaria que nunca, ya que buena parte de los recursos que se destinan a la defensa, a los ejércitos, a la fabricación de armas y a la investigación militar se podrían destinar a cubrir las necesidades sociales básicas de la población /5.
El 15-M denunció el paro, la precariedad, los bajos salarios, las reformas antisociales, el hecho de que los bancos que han provocado la crisis económica se queden con las viviendas de las personas que no pueden pagar las hipotecas, y la corrupción de bastantes empresarios y políticos. Acusó a los poderes políticos y económicos de la precaria situación y les exigió un cambio de rumbo. De hecho, en el Manifiesto de la plataforma Democracia Real Ya se dice, textualmente, que el funcionamiento del actual sistema económico y de gobierno es un obstáculo para el progreso de la humanidad; que la clase política sólo atiende a los intereses de los grandes poderes económicos; y que la voluntad del sistema es la acumulación de dinero, despilfarrando recursos, destruyendo el planeta, generando paro y consumidores infelices /6.
En relación a la democracia representativa, el 15-M reclamó la eliminación de los privilegios que tienen los representantes políticos electos y que estos realicen la función para la cual han sido elegidos. En su Manifiesto, la plataforma Democracia Real Ya denunciaba que la mayor parte de la clase política no escucha al pueblo y señalaba que su función debería ser llevar la voz del pueblo a las instituciones, facilitando la participación política ciudadana mediante líneas directas /7. El 15-M ha criticado a la clase política porque se ha convertido en un instrumento de defensa de los intereses económicos de los empresarios y porque no defiende con suficiente firmeza los bienes públicos. Estos problemas son el trasfondo de los gritos que tanto se pudieron escuchar en las movilizaciones del 15-M: “Lo llaman democracia y no lo es”, “Que no, que no, que no nos representan”.
Entre las propuestas del 15-M hay algunas que hacían referencia a la necesidad de una democracia representativa reformada, como la modificación de la Ley Electoral para garantizar un sistema auténticamente representativo y proporcional que no discrimine a ninguna fuerza política ni voluntad social; y el establecimiento de mecanismos efectivos que garanticen la democracia interna en los partidos políticos, entre ellos las listas abiertas, la elección directa de los concejales, y la publicidad y transparencia en la financiación de los partidos políticos /8.
El 15-M no se limitó a denunciar que la democracia representativa que tenemos se ha deteriorado y a proponer medidas para su reforma. También ha expresado que nuestra democracia tiene unos límites que conviene superar. ¿Qué tipo de democracia política reclamaba el 15-M? Planteaba la necesidad de construir una democracia más completa, en la cual la población pueda participar de manera efectiva a la hora de tomar decisiones relevantes, en particular cuando se hayan de aprobar las leyes y las políticas públicas fundamentales.
Entre las diferentes propuestas del 15-M figuran algunas directamente relacionadas con la aspiración a una democracia participativa, como el referéndum obligatorio y vinculante para las cuestiones de gran envergadura (incluidas las directivas europeas) y el presupuesto participativo /9.
Los mecanismos de democracia participativa y directa propuestos por el 15-M han sido creados y desarrollados en diferentes lugares del mundo, en España y en Catalunya, como el referéndum, la iniciativa legislativa popular y el presupuesto participativo.
Comparando este conjunto de propuestas del 15-M con las que han ido planteando en las últimas décadas diferentes organizaciones y movimientos sociales (sindicatos de trabajadores, movimiento altermundista, movimiento por una vivienda digna…) y partidos políticos de la izquierda transformadora (Iniciativa per Catalunya Verds, Izquierda Unida, candidaturas alternativas y populares…) se puede llegar a la conclusión que no hay diferencias sustantivas. Ha sido la forma de plantear estas reivindicaciones, en su radicalidad y en su voluntad de actuar aunque haya quien diga que es imposible, lo que contribuye a ver el 15-M como un fenómeno singular.
Un fenómeno poliético y politizador
Quim Brugué considera que el 15-M se puede interpretar tanto como un fenómeno antipolítico como un fenómeno de politización. Por una parte, expresaba un sentimiento antipolítico: hacia los políticos, por su incapacidad para resolver los problemas sociales; hacia la clase política, por sus privilegios y su distanciamiento respecto a la sociedad; y, en general, hacia la política convencional existente. Pero, por otra parte, el 15-M contribuyó a una politización de sectores de la sociedad que se habían alejado de la política, practicando la política desde la base, desde las plazas y las calles de muchas ciudades y pueblos. Esta segunda dimensión del 15-M es, según Brugué, la más esperanzadora, porque puede convertirse, más allá del enfrentamiento con la política convencional, en una propuesta de política diferente y renovada, que deje de ser monopolio de las instituciones y se extienda por el conjunto de la sociedad /10. Estas percepciones críticas hacia la política convencional están presentes, en mayor o menor medida, en la mayoría de las democracias de los países occidentales.
¿La ciudadanía es responsable de que lo que ha ocurrido en la política convencional e institucional? En parte, sí, por su renuncia a hacer política. Quim Brugué considera que la ciudadanía ha de vigilar y ha de ser beligerante con los comportamientos incorrectos de los políticos, ha de indignarse ante la mala política, pero también ha de ser igual de exigente con sus propios comportamientos, sobre todo por lo que se refiere a su implicación en los asuntos colectivos, para poder convertir la indignación en la semilla de procesos de transformación y mejora /11.
Pues bien, las personas que se vincularon al 15-M realizaron las dos cosas que apunta Brugué: expresaron un distanciamiento hacia los partidos políticos con representación en las instituciones del Estado, una crítica y una indignación ante la mala política, pero se implicaron participando directa y activamente en las actividades del 15-M para intentar conseguir un cambio social y político. Es por ello que la crítica del 15-M a la denominada clase política no puede ser confundida con desinterés por la política ni ser catalogada de antipolítica.
A lo que asistimos, en términos generales, es a una reivindicación de la participación en las decisiones de todo aquello que nos afecta. A la exigencia de otra política. Una política con más participación, mejor representación, más transparente y con mayores mecanismos de rendición de cuentas, atenta a las necesidades y derechos del conjunto de la ciudadanía.
Desde hace años las encuestas sobre participación política nos ofrecen indicadores del crecimiento destacable de las formas que se consideran no tradicionales. Proliferan espacios de participación que no son los considerados convencionales (partidos políticos, sindicatos…) y también las maneras de hacer menos habituales (horizontalidad, asamblearismo, desobediencia civil…). La democracia para muchas personas significa: elecciones, partidos políticos, constitución y parlamentos. No es poco, pero eso ya no es suficiente hoy.
Lo que ya no es suficiente hoy hace años que viene siendo planteado por personas y colectivos sin el impacto que hoy se está consiguiendo. Por ejemplo, Francisco Fernández Buey en Ni tribunos. Ideas y materiales para un programa ecosocialista, en 1996, había planteado claramente cual era su manera de entender la política y lo que hacía falta, usando una expresión suya, para soldar la herida abierta entre política y democracia en la sociedad civil:“1º volver a fundamentar filosóficamente, con punto de vista, el carácter noble de la participación política; y 2º razonar la renovada creencia en otra forma de participación política sin que ésta se disuelva en un nuevo fundamentalismo; o sea, razonar una forma de participación política concreta y alternativa tan alejada de la repetición de la ilusión como de la mera negación de lo que hay” /12.
Fernández Buey proponía tres cosas: el reforzamiento de la sociedad civil frente al Estado y la partitocracia, promover el carácter noble de la actividad política entendida como participación ciudadana, y la necesidad de otra forma de hacer política basada en la coherencia y la consecuencia, contra el desfase enorme que generalmente existe entre lo que se dice y lo que se hace.
Hoy asistimos a un proceso que está implicando una reducción de servicios públicos y de los salarios, y un aumento de la población desempleada. ¿Cómo resistir? Haciendo política, una política que no puede ser la que hasta ahora se ha estado haciendo desde las instituciones. Una política en la que las personas representantes verdaderamente lo sean de las representadas, con espacios amplios para la participación directa, de incorporación de todas aquellas personas que quieran participar. Una política que construye legitimidad más allá de la legalidad establecida. Una legitimidad compartida que se quiere transformadora de lo existente pasa por cuestionar la legalidad vigente y cambiarla.
Incidencia política del 15-M
Para valorar correctamente la incidencia política de los movimientos sociales se necesita perspectiva histórica, porque la gran mayoría de sus impactos suelen producirse de forma lenta y acumulativa y a visualizarse a medio y largo plazo. En muchas ocasiones, los movimientos sociales no consiguen, a corto plazo, sus objetivos políticos, pero en cambio, sus ideas pueden ser adoptadas por amplios sectores de la sociedad, creándose así las bases políticas para lograr cambios sustantivos posteriores.
Por otra parte, solo en algunas ocasiones los movimientos sociales consiguen plasmar nítidamente los objetivos políticos que persiguen, siendo más habitual que estos se logren de forma parcial o que el resultado final sea un híbrido entre lo que planteaba el movimiento social y los propósitos de las instituciones públicas y de otros actores políticos y sociales.
Pero se pueden apuntar algunos de los impactos políticos inmediatos y a corto plazo del 15-M y especular sobre sus previsibles efectos en un futuro próximo.
El efecto inmediato más relevante del 15-M fue cambiar la dinámica de resignación, frustración, impotencia, parálisis, apatía y pasividad que había en la sociedad ante los efectos de la crisis económica que se inició en el 2008 y de las posteriores políticas públicas aplicadas por los gobiernos (reforma del mercado laboral, recortes de la dotaciones económicas a los servicios públicos…). Esto puede verse claramente en los estudios que muestran el amplio apoyo recibido del conjunto de la sociedad.
Otro de los efectos inmediatos, señalado por Antonio Domènech, fue, “en plena campaña electoral para distintos comicios locales y autonómicos”, eclipsar rápidamente la aburrida y vacía “publicidad comercial que los partidos políticos españoles venían formulariamente presentando como genuina propaganda política”. El 15-M se convirtió, durante unos meses, “en el centro indiscutible de la vida política española, colocando a nuestro país en la portada de todos los grandes medios de comunicación internacionales y suscitando, según todas las encuestas formales e informales, un caudal irrepresable de simpatía entre las más amplias capas de la población” /13.
En fin, el 15-M ha producido cambios importantes en las personas que ya se movilizaban anteriormente, y en las que no lo hacían y se sumaron por primera vez, bien fuera por su juventud o por su falta de ánimo o conciencia. Es decir, el impacto inmediato del 15-M, tanto movilizador como mediático y sensibilizador, fue indiscutible y muy relevante.
A corto plazo, el 15-M generó efectos positivos en otras plataformas de lucha y movimientos sociales, y contribuyó a que se formaran diferentes mareas en defensa de los servicios públicos y de los derechos sociales. Sin duda, las manifestaciones y las acampadas del 15-M supusieron un punto de inflexión en los procesos de movilización social de los últimos años y la apertura de un nuevo periodo de acciones colectivas contenciosas. Se puede decir que el 15-M fue el inicio de un nuevo ciclo de protesta, que se ha sostenido, con altibajos, durante dos años y medio.
El 15-M ha dinamizado la movilización, la ha hecho más amplia y plural, y ha contribuido a aumentar el número de personas implicadas en acciones colectivas de protesta a través de las diferentes mareas y plataformas de lucha. Grupos y entidades muy activas en este periodo de movilización han ido afianzando su organización, como es el caso de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
La PAH surgió antes del 15-M pero que se ha desarrollado ampliamente gracias al nuevo escenario de movilización generado por el 15-M. Una parte de las personas que impulsan la PAH provienen de movimientos sociales como el de las okupaciones, el altermundista y por una vivienda digna, y sus experiencias de acción colectiva son anteriores al 15-M, pero el desarrollo que les ha llevado a la implantación social que ahora tienen, su capacidad de dar respuesta a tantos desahucios con prácticas de desobediencia civil no violenta, y su incidencia en el debate público y en la agenda política, no habrían sido posibles sin el fenómeno del 15-M, al menos con la rapidez y la intensidad que se ha dado. En un corto espacio de tiempo, la PAH ha logrado sensibilizar, a entidades sociales, a partidos políticos, a instituciones democráticas y a la población en general, sobre la indignidad y la injusticia de los desahucios; y su presión política ha sido decisiva en los cambios legislativos parciales que se han ido introduciendo.
Aunque las propuestas del 15-M eran concretas, el hecho de que se presentaran de forma global, así como su alejamiento voluntario de las instituciones políticas encargadas de aprobar las leyes y las políticas públicas, desplazó el protagonismo reivindicativo hacia las diferentes plataformas de lucha y mareas que se han movilizado después del 15-M y que han desarrollado acciones por demandas parciales relacionadas con derechos sociales básicos (vivienda, trabajo…) y con la defensa de servicios públicos como la sanidad y la educación. Por ejemplo, en el caso de la defensa de la sanidad pública en Catalunya, un conjunto de colectivos y plataformas se han unido para promover una Iniciativa Legislativa Popular (ILP).
Es difícil prever los posibles impactos a medio y largo plazo del 15-M, entre otras razones porque la duración y la evolución del actual ciclo de protestas son imprevisibles. Pero se puede pronosticar que los temas planteados por el 15-M perdurarán en el tiempo, porque, como indicó Antoni Domènech, responden a necesidades muy vivas y hondas de nuestra sociedad. Lo más probable es que las críticas y las propuestas del 15-M permanezcan durante un largo periodo porque suponen un “principio de rectificación democrática de la degeneración de nuestra vida política y económica” y pueden ser el “germen de un proceso aún más ambicioso, constituyente” /14.
Esperemos que estos pronósticos sean acertados y haya capacidad suficiente no sólo para resistir las políticas autoritarias y de recortes sociales de los gobiernos sino también para regenerar el sistema político y construir una alternativa viable al modelo económico actual.
Uno de los efectos posibles de la actividad de los movimientos sociales es conseguir transformaciones significativas del sistema político, entre ellas la creación de las bases sociales y políticas que faciliten la irrupción de nuevos partidos políticos afines a los movimientos sociales.
¿Provocará el 15-M un cambio en el actual sistema de partidos políticos? ¿En qué sentido? ¿Conseguirá consolidarse y obtener un apoyo suficiente la nueva formación política Red Ciudadana Partido X, cuyos promotores surgieron del 15-M?
¿Contribuirá el 15-M a impulsar una reforma de los partidos políticos establecidos a partir de su denuncia del divorcio existente entre ellos y la población? Las respuestas a estas incógnitas se irán dando en los próximos años. Por el momento, se pueden aportar los siguientes datos y reflexiones.
La experiencia histórica demuestra que construir un nuevo partido político que tenga una implantación social relevante es bastante complicado. En ese sentido, vale la pena conocer el proceso de formación del partido verde alemán, Die Grünen, el partido más destacado de la última generación de partidos políticos de izquierdas en Europa Occidental.
Para que pudiera fundarse un partido como Die Grünen tuvieron que confluir un conjunto de factores, señalados por Jorge Riechmann: un gran crecimiento de la consciencia ecologista de la población; la falta de sensibilidad de los partidos políticos tradicionales ante los problemas energéticos y medioambientales; el surgimiento de una nueva generación de iniciativas ciudadanas y movimientos sociales a lo largo de las décadas de 1950, 1960 y 1970 (pacifistas, ecologistas, antinucleares y feministas), que movilizaron a centenares de miles de personas y que afirmaron su autonomía respecto a los partidos políticos tradicionales y a los sindicatos, creando así las condiciones políticas y las estructuras activistas necesarias para la construcción del partido verde; y la formación, entre 1976 y 1980, de partidos regionales verdes y listas electorales verdes y alternativas que obtuvieron buenos resultados en algunas elecciones municipales y regionales, que se fusionaron y crearon Die Grünen en 1980 /15.
Por lo tanto, de la experiencia del proceso de creación de se desprende que la construcción de un nuevo tipo de partido político, que tenga un gran apoyo social y electoral e incidencia política significativa, no es nada fácil.
Por otra parte, hay que recordar que de los movimientos altermundistas que se desarrollaron durante los primeros años de la década de 2000, que fueron muy masivos, en Europa Occidental no surgió una nueva generación de partidos políticos.
El 15-M ha tenido efectos en algunos de los grupos políticos a los que dirigían sus críticas. En algunas de las organizaciones políticas tradicionales de la izquierda, significativamente en aquellas más cercanas a las ideas y propuestas que han surgido de las movilizaciones de los últimos años, como ICV e IU, se está produciendo una especie de 15-M. En su interior se están dando procesos de reflexión sobre las nuevas maneras de hacer política que han emergido en los últimos años. Muchas personas de estos colectivos tienen dobles y triples militancias, algunas en organizaciones tradicionales (partido político, sindicato, asociación de vecinos y vecinas…) y otras en plataformas de lucha y grupos recientes (PAH, mareas…). El intercambio que esa multipertenencia genera puede llevar a escenarios muy ricos en todas las direcciones. En los grupos tradicionales se puede avanzar hacia un funcionamiento más horizontal y en los nuevos puede ganar peso la importancia de trabajar con las organizaciones tradicionales y los grupos políticos con representación institucional.
Ideas poliéticas para continuar: confluencia en la acción y desobediencia civil
Para abrir un proceso global de transformación política, económica y social, hay dos instrumentos que pueden ser muy útiles y necesarios: la confluencia en la acción de las organizaciones sociales y políticas transformadoras, y la práctica generalizada de la desobediencia civil no violenta.
Es un buen momento para tomar conciencia de las limitaciones que tienen los diferentes espacios, colectivos y organizaciones, y pensar en las fortalezas que pueden surgir del trabajo conjunto. ¿Podrían producirse sinergias a partir de ahora?
¿Dónde estarían las claves para un posible encuentro? El programa de mínimos o común denominador se puede situar en la voluntad de defender unos derechos que se consideran justos para el conjunto de las personas que configuran la sociedad. Unos derechos que están en peligro por las políticas de austeridad y de recortes que están adoptando los gobiernos para hacer frente a la crisis económica y financiera que estamos padeciendo, causada por inversores especuladores y por la negligencia de las autoridades estatales.
En ese posible programa de mínimos también se podría incluir la lucha contra la deriva autoritaria y antidemocrática del gobierno del PP, concretamente contra la actual criminalización de la acción colectiva contenciosa, la desautorización de las formas contestatarias de hacer política, y las medidas de seguridad aprobadas contra el activismo político y social. Una buena muestra es el contenido del actual proyecto de ley de seguridad ciudadana impulsado por el gobierno del PP y sus posibles consecuencias para los que practican la acción política colectiva contenciosa.
Ahora bien, para que esta unidad de acción sea posible es imprescindible que en las organizaciones de la izquierda política transformadora se produzca un cambio de percepción sobre su papel y sus relaciones con los movimientos sociales. Han de respetar escrupulosamente la independencia de los movimientos sociales y han de concebir una orientación estratégica para el cambio político, económico y social basada en el acompañamiento y la colaboración entre los movimientos sociales y las fuerzas políticas transformadoras.
Lo aprendido de la Transición sobre la relación entre política institucional y ciudadana nos debería enseñar lo que no hay que hacer. Para que el aprendizaje sea efectivo habrá que entender que lo hecho desde entonces, y que a muchos sectores vinculados a las instituciones pudo agradar por lo que suponía de tranquilidad y fortalecimiento de los partidos, es lo que nos sitúa en la crisis política de la democracia representativa a la que hemos llegado hoy. La demanda de más democracia y de mayor calidad democrática ha ido ganando apoyo, hasta ser algo más que una reivindicación de la que el sistema pueda prescindir. No es el primer periodo en el que ocurre. En el anterior, el que va de la década de 1960 hasta mediados de la década de los setenta en diferentes partes del mundo, se respondió teorizando que la crisis de la democracia se había producido por exceso de democracia y aplicando políticas de control de la misma. ¿Dónde nos llevaría hoy volver a insistir en esa crisis por exceso como algunas voces institucionales ya hacen?
Durante mucho tiempo, cuando nos preguntábamos por ejemplos de desobediencia civil en nuestro país, recurríamos a la movilización contra el servicio militar obligatorio. Recordábamos a Pepe Beunza, a los objetores de Can Serra, al Movimiento de Objeción de Conciencia, a los insumisos… Hoy es la PAH la que está utilizando la desobediencia civil como instrumento para impedir los desahucios, algo que consideran injusto e ilegítimo; para acompañar y generar solidaridad hacia las personas afectadas por los desahucios; y para lograr que su voz resuene desde los barrios más castigados hasta los medios de comunicación comerciales de gran difusión y las cámaras parlamentarias.
Paralizar un desahucio es desobedecer una orden judicial, es desobedecer a sabiendas las leyes que nos rigen. Pero cuando se considera que hay leyes injustas, la desobediencia pasa a ser un deber para muchas personas. Del deber de obedecer se pasa al deber de desobedecer. Desobedecer una ley para que sea substituida, modificada, y buscar así que la legalidad esté más cerca de la legitimidad. Hay quien entiende que la legalidad crea la legitimidad. Otras personas consideran que aquello que se entiende como legítimo, bueno, adecuado, es lo que después convendrá convertir en ley. Se busca una desobediencia que haga de nuestra sociedad un espacio más civil.
Desde la PAH se considera, además, que las ejecuciones hipotecarias y los desahucios por razones económicas en el Estado español violan, de entrada, normativas existentes que justifican que no deban obedecerse las órdenes judiciales: los artículos 24 (sobre la tutela judicial efectiva) y 47 (sobre el derecho a la vivienda) de la Constitución española; el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el artículo 11 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC); y las Observaciones Generales del comité DESC de Naciones Unidas números 3 (obligaciones de los estados miembros), 4 (derecho a una vivienda) y 7 (prevención de desahucios forzosos). La Constitución española, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y las Observaciones Generales del comité DESC de Naciones Unidas deberían ser constituyentes de una legalidad que no permitiera los desahucios que estamos viviendo. Ante el dolor que generan, desobediencia.
Las personas desobedientes no acostumbran a agradar al conjunto de una sociedad que se quiere democrática. Pero hoy, como en otros momentos, nuestra democracia da claras muestras de que es un proceso en el que nos queda mucho por avanzar. Las condiciones en las que están viendo tantas personas y familias, el comportamiento de entidades financieras que incluso han sido nacionalizadas por sus malas prácticas, llevan a que la desobediencia civil tenga gran apoyo social. Y que incluso las propuestas de un ministro del Interior de reformar el Código Penal para que la desobediencia pacífica sea tipificada como delito de atentado contra la autoridad merezcan considerable contestación.
La desobediencia civil no es lo fácil de hacer, un primer recurso, una rabieta, lo que se lleva, un “no porque no”… La desobediencia civil llega después de un largo proceso en el que se han intentado agotar todas las posibilidades (contactos, negociaciones…) para evitar el dolor de las personas que se quedarán sin casa después de haberse quedado sin trabajo. La desobediencia que se quiere civil necesita decisión para enfrentarse a una realidad bien consolidada e impulsar una de nueva, especialmente cuando muy pocas personas pueden llegar a atreverse. La desobediencia civil es un grito que busca avisar de las injusticias que se están cometiendo, de la democracia que se está perdiendo, y que va acompañado de propuestas para tener cuidado de las personas que lo están pasando mal y construir una legalidad legítima y civil.
Otoño del 2013
http://revistes.ub.edu/index.php/oximora/article/view/9775/12604
Jordi Mir Garcia y Enric Prat Carvajal son profesores, respectivamente, de la Universidad Pompeu Fabra y Universidad Autónoma de Barcelona
Notas
1/ Vicenç Navarro, “El movimiento Democracia Real Ya y la hipocresía del establishment mediático”,www.vnavarro.org
2/ Vicenç Navarro, “El movimiento Democracia Real Ya y la hipocresía del establishment mediático”,www.vnavarro.org
3/ Joan Subirats “15-M: dos semanas, otro paisaje”, El País, 29 de mayo del 2011.
4/ Charles Tilly y Lesley J. Wood, Los movimientos sociales, 1768-2008. Desde sus orígenes a Facebook, Barcelona, Crítica, 2010, p. 245.
5/ Propuestas de la plataforma Democracia Real Ya. www.democraciarealya.es
6/ Manifiesto de la plataforma Democracia Real Ya. www.democraciarealya.es
7/ Manifiesto de la plataforma Democracia Real Ya. www.democraciarealya.es
8/ Propuestas de la plataforma Democracia Real Ya. www.democraciarealya.es
9/ Propuestas de la plataforma Democracia Real Ya. www.democraciarealya.es
10/ Quim Brugué, És la política, idiotes!, Girona, Papers amb Accent, 2012, pp. 24-25.
11/ Quim Brugué, És la política, idiotes!, Girona, Papers amb Accent, 2012, p. 31
12/ Francisco Fernández Buey, “Introducción: política como ética de lo colectivo” en Francisco Fernández Buey y Jorge Riechmann, Ni tribunos. Ideas y materiales para un programa ecosocialista, Madrid, Siglo XXI, 1996, p. XIV.
13/ Antoni Domènech, “Mejor al revés: ¿cuál es la alternativa real al Movimiento del 15 de Mayo?”.www.sinpermiso.info, 22 de mayo del 2011.
14/ Antoni Domènech, “Mejor al revés: ¿cuál es la alternativa real al Movimiento del 15 de Mayo?”.www.sinpermiso.info, 22 de mayo del 2011.
15/ Jorge Riechmann, Los verdes alemanes: historia y análisis de un experimento ecopacifista a finales del siglo XX, Granada, Comares, 1994, pp. 42, 49-50, 53-54, 62, 71 y 126. //)))....
.../...M15M EN VALENCIA .../...
//" Participación ciudadana
El movimiento 15M se funde en la lucha vecinal
Representantes de este movimiento se han convertido en un revulsivo de las asociaciones de vecinos y de las rígidas juntas de distrito
07.01.2014 | 08:25
El movimiento 15M surgió hace dos años en las plazas de las grandes ciudades españolas. M.A.Montesinos
Los grupos de movilización ciudadana han estado unidos entre sí por valores comunes o acciones concretas. Ahora esa antigua simbiosis se ha hecho patente en el movimiento 15M y en las asociaciones de vecinos de Valencia, cuyos miembros han empezado a entrecruzarse de la misma forma que sus ideas, sus actividades o sus protestas. Lo que fue un movimiento singular pervive dos años después en la lucha vecinal.
JOSÉ PARRILLA | VALENCIA Como una evolución natural de la lucha social, el movimiento 15M ha prolongado en las asociaciones de vecinos de Valencia el trabajo iniciado hace dos años en asambleas populares. Sus mensajes han calado en el movimiento vecinal y su presencia se hace cada vez mayor en las asociaciones e incluso en las juntas municipales de distrito, el máximo contacto al que pueden aspirar con los responsables municipales.
Dirigentes vecinales como Vicent Soler, de San Marcelino, o Rafael Medina, de Torrefiel, han visto potenciadas sus respectivas asociaciones con la labor de jóvenes procedentes de estos movimientos y han defendido de forma entusiasta su participación en actividades, programas festivos o acciones culturales.
También han estado presentes en las últimas juntas municipales de distrito, donde protagonizaron las mayores protestas por las dificultades que se ponen a la participación ciudadana.
«El hecho de que miembros de formaciones del 15M se hayan sumado a las asociaciones de vecinos es a mi parecer una consecuencia natural de la movilización ciudadana, que debe encontrar cauces desde donde hacer patente el malestar general», explicó a este periódico Eugenio Moltó, miembro del 15M de San Marcelino y colaborador de la asociación de vecinos.
Para Moltó «sólo aquellas asociaciones abiertas, poco temerosas de los cambios y sin significación partidista» han acogido a los participantes de este movimiento social, que, por otra parte, han aportado «un mayor dinamismo» a las organizaciones.
Desmovilización
Echando la vista atrás, Moltó recuerda que «fue precisamente la izquierda más socialdemócrata la que al grito de ¡Ya está la izquierda en las instituciones, ya no hacen falta las asociaciones! tocó a desmovilización general», una desmovilización que acabó por desinflar a «las combativas» entidades vecinales, que «perdieron su capacidad crítica y reivindicativa».
Echando la vista atrás, Moltó recuerda que «fue precisamente la izquierda más socialdemócrata la que al grito de ¡Ya está la izquierda en las instituciones, ya no hacen falta las asociaciones! tocó a desmovilización general», una desmovilización que acabó por desinflar a «las combativas» entidades vecinales, que «perdieron su capacidad crítica y reivindicativa».
Ahora, sin embargo, «es un hecho que el 15M atomizado se está dejando ver con o sin siglas en la trastienda política de muchas de las protestas sociales que se producen casi a diario. Y el movimiento vecinal, como germen catalizador de los intereses de los vecinos, no podía quedarse al margen», explica. «Es pronto para aventurar un renacer del asociacionismo, pero veremos a dónde el camino nos lleva», concluyó.
En esa misma dinámica ha entrado también L. C., miembro del 15M de Torrefiel y colaboradora de la asociación de vecinos junto a una docena de compañeros. En realidad, dice, «nos apoyamos mutuamente».
En esa misma dinámica ha entrado también L. C., miembro del 15M de Torrefiel y colaboradora de la asociación de vecinos junto a una docena de compañeros. En realidad, dice, «nos apoyamos mutuamente».
«Desde que el 15M dejó la plaza y se instaló en los barrios, la idea era acercarse a los vecinos», dice. Y una vez allí, se han encontrado puertas nuevas como las de las juntas de distrito.
En estas juntas, precisamente, han tenido un contacto directo con otros vecinos, con los representantes políticos y también con los miembros del equipo de Gobierno que las manejan, un paso interesante pese a que no están reconocidos como movimiento social y tienen que intervenir como particulares.
Para L.C., no obstante, lo más importante para el movimiento es el trabajo en la calle. Y en este sentido, su actividad es muy intensa. En Torrefiel, por ejemplo, se está poniendo en marcha la moneda social ECO y ya han hecho varios mercadillos con la colaboración de los vecinos, que ponen el material que lo hace posible.//
Nota: Como se ve aquí no entramos casi nada al asunto,...sin embargo en artículos posteriores si hablamos algo,...quizás bastante más,...ya que se tratan asuntos sobre Ucrania, Asia, Latino América, el Multiimperialismo,.. y otros asuntos interesantes y determinantes sobre la lucha de clase global,...la lucha por la sostenibilidad y sustentación de la humanidad,...además de inicios de asuntos como táctica y estrategia revolucionaria global, de la humanidad proletaria-popular,... ( Lukyrh. en 19-5-2.014).
Publicado por lukymalaga en 12:14 )))....
MARTES, 8 DE OCTUBRE DE 2013
NUEVA ETAPA DE ANÁLISIS Y DISCUSIÓN
Hay una poetisa malagueña que estaba enamorada del amor,...así, aunque le gustara y amara a cualquier hombre,...casi siempre estaba sin compañía, sin pareja; hoy en día sigue sin pareja,...pero no se sabe si sigue enamorada del amor,...ya escribe menos poesía,...aún no tiene pareja,...no es por remilgada,...es que está enamorada de la idea del amor.
Esta contrariedad,...esta sinrazón ocurre con grupos y partidos llamados comunistas. Están enamorados del marxismo,...lo que dijo o hizo tal líder, tal partido, tal revolución,...estos grupos y partidos recitan, divulgan el marxismo,...y todas sus variantes,...según tendencias. Están tan enamorados que no ponen ninguna acción en ninguna revolución,...no empiezan tarea alguna para esa posibilidad,...pero aman a la revolución,...eso, solo aman a su revolución,...ya pasada,...la que no puede ser tocada, ni olida, ni visionada,...aún hoy en día no están en evolución,...pero la aman, la desean,..uf,...que estoy diciendo,...sálvese el que pueda,...
*** Como ya he dicho en otra ocasión,...el Internet da muchísimas posibilidades,...para poder investigar textos,...que después utilizado sirven de soporte a otros temas y a elaborar documentos teóricos comunistas,...materialismo histórico y dialéctico. Aunque como es sabido esta herramienta no se utilizarla bien y sacar más rendimiento o posibilidades. Para lo que planteo es necesario gentes preparadas que quieran desarrollar estas tareas, organizar archivos, recuperar asuntos, mandar ficheros, crear y organizar enlaces,...escanear,....escribir textos manuscritos,...Los comunistas y luchadores obreros debemos formarnos en general; debemos abordar informes tanto económicos como políticos históricos filosóficos ...de todos los profesionales y entidades que editen. La formación en artes militares, en artes políticas, en artes educativas,...en artes y ciencias organizativas, administrativas,...y estos conocimientos difundirlos con espíritu comunista. Hay que elaborar ciencia marxista contemporánea sobe análisis contemporáneos. Hay que editar y publicar muchas cosas, las planteadas y más y llevarlas a las masas proletarias,...hay que entrar en las luchas actuales y darles un contenido proletario,...y si fuese posible dirigir algunas luchas,...habría que acercarse a las masas que están luchando,...luchar con ellas,...al menos decir nuestras posturas, nuestras ideas.
Esta contrariedad,...esta sinrazón ocurre con grupos y partidos llamados comunistas. Están enamorados del marxismo,...lo que dijo o hizo tal líder, tal partido, tal revolución,...estos grupos y partidos recitan, divulgan el marxismo,...y todas sus variantes,...según tendencias. Están tan enamorados que no ponen ninguna acción en ninguna revolución,...no empiezan tarea alguna para esa posibilidad,...pero aman a la revolución,...eso, solo aman a su revolución,...ya pasada,...la que no puede ser tocada, ni olida, ni visionada,...aún hoy en día no están en evolución,...pero la aman, la desean,..uf,...que estoy diciendo,...sálvese el que pueda,...
*** Como ya he dicho en otra ocasión,...el Internet da muchísimas posibilidades,...para poder investigar textos,...que después utilizado sirven de soporte a otros temas y a elaborar documentos teóricos comunistas,...materialismo histórico y dialéctico. Aunque como es sabido esta herramienta no se utilizarla bien y sacar más rendimiento o posibilidades. Para lo que planteo es necesario gentes preparadas que quieran desarrollar estas tareas, organizar archivos, recuperar asuntos, mandar ficheros, crear y organizar enlaces,...escanear,....escribir textos manuscritos,...Los comunistas y luchadores obreros debemos formarnos en general; debemos abordar informes tanto económicos como políticos históricos filosóficos ...de todos los profesionales y entidades que editen. La formación en artes militares, en artes políticas, en artes educativas,...en artes y ciencias organizativas, administrativas,...y estos conocimientos difundirlos con espíritu comunista. Hay que elaborar ciencia marxista contemporánea sobe análisis contemporáneos. Hay que editar y publicar muchas cosas, las planteadas y más y llevarlas a las masas proletarias,...hay que entrar en las luchas actuales y darles un contenido proletario,...y si fuese posible dirigir algunas luchas,...habría que acercarse a las masas que están luchando,...luchar con ellas,...al menos decir nuestras posturas, nuestras ideas.
NUEVA ETAPA DE ANÁLISIS Y DISCUSIÓN:
Crear internacional virtual y real con línea política centralizada global.
Crear internacional virtual y real con línea política centralizada global.
Hay que saber de economía política, hay que saber de las crisis, sus características; HAY QUE SER CRÍTICOS EN ECONOMÍA POLÍTICA, así podremos ser críticos en política proletaria revolucionaria, y ASÍ PODREMOS ELABORAR UNA LÍNEA POLÍTICA CORRECTA DE LUCHA CONTRA EL CAPITAL, EL SISTEMA CAPIIMPERIALISTA. Este mensaje, idea, comentario,...está dirigido a los comunistas de las diversas tendencias, a los anarquistas, a los libertarios de todas las tendencias, edades, estilos y aspectos,...y estéticas.
Investigar los principios básicos de lo que está organizado a nivel mundial es importante, para definir al comunismo actual.
ANTE CUESTIONES MÁS COMPLEJAS DE LAS SOCIEDADES, DE LAS LUCHAS DE CLASES,...LOS INDIGNADOS NO TIENEN NADA QUE DECIR,...Ya lo decíamos, son políticos para cuestiones domésticas, españolas, de justicia social,...que perplejidad. Nada hablan de las guerras civiles, en Libia, Túnez, Egipto, Turquía, Brasil,...no hablan de Perú, de Nepal, de India,...hablan y hacen poca cosa, ya los criticábamos desde 1.999; lean los temas del blog, que ponen las fechas de 2.002, 2.003. No hablan de las previsibles insurrecciones en la Península Ibérica,...Son amortiguadores sociales; ya dejamos a estos indignados, tocamos otro aspecto,...pero quizás volvamos a mencionarlos. SE DISOLVIÓ PLATAFORMA EN PIE,...Y NACIÓ LA CAMPAÑA Y PROYECTO ELECTORAL INDIGNADO Y CONSTITUYENTE.
En su momento se dio opinión sobre las fuerzas proletarias organizadas a nivel internacional,...hay algo ya publicado en este blog. ES CONVENIENTE REFLEJAR LOS ASPECTOS IDEOLÓGICOS Y LÍNEAS POLÍTICAS GENERALES; cómo enfocan la destrucción del poder capitalista; cómo enfocan la construcción de la nueva sociedad socialista, a niveles regionales amplios, global. CÓMO ENFOCAN LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO EN EL MUNDO, LAS LUCHAS DE CLASES ACTUALES, GUERRAS CIVILES, INTERVENCIONES IMPERIALISTAS, BLOQUES NUEVOS EN FORMACIÓN DE ESTADOS MÁS O MENOS POTENTES, COMO IRÁN, RUSIA, CHINA, INDIA, BRASIL,... Las guerras sociales o conflictos sociales en el Mediterráneo, Siria, Libia, Egipto, Turquía,...Israel, Líbano, Chipre, Grecia,, Italia, España-Portugal,...
UNA TAREA, SERÍA ORGANIZAR UN BLOG INTERNACIONAL DE DIVULGACIÓN DE ARTÍCULOS, DE DEBATES-REBATES, COMENTARIOS, PROCLAMAS,...TEÓRICO DE FORMACIÓN INTELECTUAL, CONTEMPORÁNEA,...MARXISTA LENINISTA EN SENTIDO AMPLIO ( esto último significa, de no ser doctos, solamente, de las teorías m-l ya existentes, de los clásicos; se es muy intelectual y experto en marxismo, escriben-debaten sobre lo ilustrados que son del marxismo,...y al final les puedo decir de que son dogmáticos, término e idea que casi nunca me gusta plantear )...UN BLOG DE DIRECCIÓN POLÍTICA, SI SE DIERA EL CASO,...SERÍA MUY IMPORTANTE-UN GRAN PASO ADELANTE, UN PASO CUALITATIVO REVOLUCIONARIO. Cómo se organizaría técnicamente y operativamente. Quiénes tendrían accesos libres, amplios, fáciles. Mandar idea y corroborar suscripciones, componentes,...quienes mantendrían la herramienta -el blog-.
Entrando en los aspectos principales de las internacionales existentes,...copiar sus principios,...y divulgarlos en el blog,...después si fuese posible comentarlos, en el blog. Es un gran trabajo, sería profesional el asunto.
Según coyunturas del capitalismo, la lucha de clases se agudiza; aparece claramente en acción el proletariado y otras fracciones sociales. En esta etapa capiimperialista, actúan diversas fracciones burguesas, ya que son perjudicadas también por la fracción dominante capitalista, la oligarquía financiera internacional, mancomunada,...o globalizada, como se dice en estos nuevos tiempos.
LAS ORGANIZACIONES REVOLUCIONARIAS,...DEBEMOS DE LEER LOS PARTES DE GUERRA DE LOS PAÍSES QUE ESTÉN EN GUERRA, CIVIL,...O DE OTROS TIPOS,...LA FORMACIÓN POLÍTICO MILITAR ES IMPRESCINDIBLE,...SIN EMBARGO ESTA TAREA NO SE REALIZA,...SE DAN NOTICIAS DE LAMENTABLES MUERTOS, DE LO CRUEL Y MALO QUE ES EL EJERCITO, LA POLICÍA LOS YANQUIS,...PERO NO LA FORMACIÓN DE LUCHA QUE DEBEMOS ADQUIRIR,...SI ES QUE REALMENTE QUEREMOS HACER REVOLUCIÓN PROLETARIA,...CON LA TEORÍA MARXISTA OCURRE ALGO SIMILAR,...DECÍA QUE MIENTRAS ALGUIEN NO ESCRIBA EL NUEVO EL CAPITAL: CRITICA A LA ECONOMÍA CAPIIMPERIALISTA,...DEL MUNDO ACTUAL,...NO HABRÁ TEORÍA CONTEMPORÁNEA PARA LA LUCHA DE CLASES REVOLUCIONARIA DEL SIGLO XXI; LA LÍNEA POLÍTICA REVOLUCIONARIA DE LA ACTUALIDAD, LA QUE PODRÍA SERVIR PARA LLEVAR UNA LUCHA LO MÁS CORRECTA CONTRA EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI,...ES PONER AL ORDEN DEL DÍA DEL DEBATE LAS LUCHAS, REVOLUCIONES MOVILIZACIONES,...ARMADAS, O SOCIALES, O ANTIIMPERIALISTAS,...SACAR CONCLUSIONES,...SACAR LÍNEA POLÍTICA GENERAL UNIVERSAL PROLETARIA,...Y PONERLA EN FUNCIONAMIENTO,...EL DEBATE DE LUCHAS ES ESENCIAL,...Y DIGO HOY EN DÍA ES UN GRAN DÉFICIT COMUNISTA.
REVOLUCIONES "SOCIALES" EN EGIPTO, BRASIL, TURQUÍA, SIRIA,...INDIA, PERÚ COLOMBIA, VENEZUELA,...
Quiero hablar sobre las contradicciones sociales en Egipto:
Independientemente del proyecto EuroEstadounidense global, y sus actuaciones regionales, los sectores obreros y populares se menean. Quienes se anticipan a quienes ?. Las contradicciones sociales existen, existe la lucha de clases y las contradicciones intercapitalistas - sus problemas de poder, de lucha interimperialista -. LO ÚLTIMO sería el golpe de estado militar, la lucha entre diversas fuerzas sociales-políticas; aparece la lucha entre islamistas y laicos. POR ORDEN; hace unos pocos años, el pueblo, trabajador-obrero-, luchó contra la dictadura de Mubarak. Cae la dictadura, ( febrero 2.011 ) se celebran elecciones, gana o entra en el poder gerencial del estado egipcio, fuerzas islamistas,....( ), la lucha de los antiMubarak, continua,...algo más apagada, menos sonora,...pero al poco tiempo y contra medidas políticas de los nuevos gobernantes, se plantean luchas, por la dimisión de Morsi,...sale el ejército en escena, para" prevenir derramamiento de sangre y guerra civi",,...destituyen, congelan-anulan la nueva constitución de carácter islamista,...los laicos apoyan el golpe militar,...dándole un calificativo de golpe social-cívico-militar. La Junta Militar,...nombra nuevo gobierno, liberal pro-occidental,... Parece que Morsi estaba en conversaciones con Irán,...Irán con el nuevo gobierno iraquí, también aliado de Siria,...Rusia aliado y con intereses en Siria, con potente base militar-naval. TODOS ESTOS datos son más que conocidos,...y otros no mencionados aquí, por ahora.
Para los laicos, es mejor este nuevo gobierno cívico militar golpista, que el poder-gobierno islamista. Este gobierno tiene millones de apoyos; de sectores obreros, campesinos, comerciantes, burguesía locales, nacionales,...Contra el poder cívico-militar-laicos,...las fuerzas islamistas, estas fracciones sociales, sectores de clases diversas, luchan contra el gobierno y poder golpista, han puesto muchos muertos, quieren su gobierno elegido según las normas demócratas burguesas occidentales. Quieren el poder de gobierno legal. Elaboraron una constitución y tomaron medidas islámicas, capitalistas,...como no podía ser de otra manera, ya que están y están en las normas y leyes y relaciones sociales capitalistas-imperialistas. EL NUEVO GOBIERNO salido del golpe militar, también es capitalista,...pero el personal, por ahora, está más tranquilo, está en reposo,...organizando nuevas tareas de revolución política-social?. LOS DOS SECTORES, actuaron contra Mubarak,...los militares ( independientemente de lo que hiciera el poder Euroestadounidense,..., digamos que como si no fueron agentes activos,...) dieron golpe, asumieron el poder; organizaron dichas elecciones, que ganó el partido justicia y libertad-que representa o apoya la hermandad musulmana de Egipto.
En febrero de 2.013 en 20 minutos digital aparece esta nota:
en www.la republica.es, aparece esta nota
ESTE ESFUERZO POR MOSTRAR INFORMACIONES Y OPINIONES,...DE VARIADAS EXPERIENCIAS, DE VARIADAS ORGANIZACIONES,....TIENE UN OBJETO AL MENOS, Y ES DE REFLEXIONAR SOBRE LAS MILES DE POSICIONES EN EL PLANETA SOBRE LAS REALIDADES DE LAS LUCHAS DE CLASES QUE SE DESARROLLAN ACTUALMENTE,...Esto debería de llegar a realizar una teoría general de la lucha de clases internacional o global,...y marcar directrices de acción política e ideológica.
Según coyunturas del capitalismo, la lucha de clases se agudiza; aparece claramente en acción el proletariado y otras fracciones sociales. En esta etapa capiimperialista, actúan diversas fracciones burguesas, ya que son perjudicadas también por la fracción dominante capitalista, la oligarquía financiera internacional, mancomunada,...o globalizada, como se dice en estos nuevos tiempos.
LAS ORGANIZACIONES REVOLUCIONARIAS,...DEBEMOS DE LEER LOS PARTES DE GUERRA DE LOS PAÍSES QUE ESTÉN EN GUERRA, CIVIL,...O DE OTROS TIPOS,...LA FORMACIÓN POLÍTICO MILITAR ES IMPRESCINDIBLE,...SIN EMBARGO ESTA TAREA NO SE REALIZA,...SE DAN NOTICIAS DE LAMENTABLES MUERTOS, DE LO CRUEL Y MALO QUE ES EL EJERCITO, LA POLICÍA LOS YANQUIS,...PERO NO LA FORMACIÓN DE LUCHA QUE DEBEMOS ADQUIRIR,...SI ES QUE REALMENTE QUEREMOS HACER REVOLUCIÓN PROLETARIA,...CON LA TEORÍA MARXISTA OCURRE ALGO SIMILAR,...DECÍA QUE MIENTRAS ALGUIEN NO ESCRIBA EL NUEVO EL CAPITAL: CRITICA A LA ECONOMÍA CAPIIMPERIALISTA,...DEL MUNDO ACTUAL,...NO HABRÁ TEORÍA CONTEMPORÁNEA PARA LA LUCHA DE CLASES REVOLUCIONARIA DEL SIGLO XXI; LA LÍNEA POLÍTICA REVOLUCIONARIA DE LA ACTUALIDAD, LA QUE PODRÍA SERVIR PARA LLEVAR UNA LUCHA LO MÁS CORRECTA CONTRA EL CAPITALISMO DEL SIGLO XXI,...ES PONER AL ORDEN DEL DÍA DEL DEBATE LAS LUCHAS, REVOLUCIONES MOVILIZACIONES,...ARMADAS, O SOCIALES, O ANTIIMPERIALISTAS,...SACAR CONCLUSIONES,...SACAR LÍNEA POLÍTICA GENERAL UNIVERSAL PROLETARIA,...Y PONERLA EN FUNCIONAMIENTO,...EL DEBATE DE LUCHAS ES ESENCIAL,...Y DIGO HOY EN DÍA ES UN GRAN DÉFICIT COMUNISTA.
REVOLUCIONES "SOCIALES" EN EGIPTO, BRASIL, TURQUÍA, SIRIA,...INDIA, PERÚ COLOMBIA, VENEZUELA,...
Quiero hablar sobre las contradicciones sociales en Egipto:
Independientemente del proyecto EuroEstadounidense global, y sus actuaciones regionales, los sectores obreros y populares se menean. Quienes se anticipan a quienes ?. Las contradicciones sociales existen, existe la lucha de clases y las contradicciones intercapitalistas - sus problemas de poder, de lucha interimperialista -. LO ÚLTIMO sería el golpe de estado militar, la lucha entre diversas fuerzas sociales-políticas; aparece la lucha entre islamistas y laicos. POR ORDEN; hace unos pocos años, el pueblo, trabajador-obrero-, luchó contra la dictadura de Mubarak. Cae la dictadura, ( febrero 2.011 ) se celebran elecciones, gana o entra en el poder gerencial del estado egipcio, fuerzas islamistas,....( ), la lucha de los antiMubarak, continua,...algo más apagada, menos sonora,...pero al poco tiempo y contra medidas políticas de los nuevos gobernantes, se plantean luchas, por la dimisión de Morsi,...sale el ejército en escena, para" prevenir derramamiento de sangre y guerra civi",,...destituyen, congelan-anulan la nueva constitución de carácter islamista,...los laicos apoyan el golpe militar,...dándole un calificativo de golpe social-cívico-militar. La Junta Militar,...nombra nuevo gobierno, liberal pro-occidental,... Parece que Morsi estaba en conversaciones con Irán,...Irán con el nuevo gobierno iraquí, también aliado de Siria,...Rusia aliado y con intereses en Siria, con potente base militar-naval. TODOS ESTOS datos son más que conocidos,...y otros no mencionados aquí, por ahora.
Para los laicos, es mejor este nuevo gobierno cívico militar golpista, que el poder-gobierno islamista. Este gobierno tiene millones de apoyos; de sectores obreros, campesinos, comerciantes, burguesía locales, nacionales,...Contra el poder cívico-militar-laicos,...las fuerzas islamistas, estas fracciones sociales, sectores de clases diversas, luchan contra el gobierno y poder golpista, han puesto muchos muertos, quieren su gobierno elegido según las normas demócratas burguesas occidentales. Quieren el poder de gobierno legal. Elaboraron una constitución y tomaron medidas islámicas, capitalistas,...como no podía ser de otra manera, ya que están y están en las normas y leyes y relaciones sociales capitalistas-imperialistas. EL NUEVO GOBIERNO salido del golpe militar, también es capitalista,...pero el personal, por ahora, está más tranquilo, está en reposo,...organizando nuevas tareas de revolución política-social?. LOS DOS SECTORES, actuaron contra Mubarak,...los militares ( independientemente de lo que hiciera el poder Euroestadounidense,..., digamos que como si no fueron agentes activos,...) dieron golpe, asumieron el poder; organizaron dichas elecciones, que ganó el partido justicia y libertad-que representa o apoya la hermandad musulmana de Egipto.
En febrero de 2.013 en 20 minutos digital aparece esta nota:
"" [[ Con una enorme crisis económica, una crisis de gobierno que genera inestabilidad política y un panorama social conflictivo, Egipto se enfrenta estos días al reto de normalizar un país al que mira como referencia y ejemplo gran parte del mundo árabe. El 11 de febrero de 2011, el pueblo egipcio celebró el fin de treinta años de represión de dictadura de Hosni Mubarak. Dos años después las imágenes de la plaza de Tahrir de El Cairo llenas de egipcios pidiendo un cambio han perdido en parte el halo de esperanza que las rodeaba. Hoy por hoy, la aprobación del presidente egipcio, Mohamed Mursi, que llegó al cargo por medio de las urnas, se sitúa en el 53%, según una encuesta publicada por el diario Al Masry al Youm, 10 puntos menos que en diciembre, cuando se aprobó la constitución del país, un síntoma más de la crisis política desatada coincidiendo con el segundo aniversario de la revolución. De hecho, Mursi lucha por blindar su posición, por arañar parcelas de poder que actualmente están en manos de la cúpula militar y de numerosas figuras del antiguo régimen.
.....////...... Mubarak, de 84 años, pasará el segundo aniversario de su renuncia ingresado en el Hospital Militar de Maadi, en El Cairo, donde se encuentra desde el pasado 27 de diciembre por las heridas sufridas al caerse en el baño del centro sanitario de la prisión de Tora, donde estaba cumpliendo una cadena perpetua por su implicación en la muerte de manifestantes durante la revolución.
en www.la republica.es, aparece esta nota
[[ Ejército da golpe de Estado en Egipto
MIÉRCOLES 3 DE JULIO DE 2013
EL CAIRO, Egipto (AP) — Las fuerzas armadas de Egipto derrocaron el miércoles al primer presidente democráticamente electo después que cumplió apenas un año en el poder, instalaron un gobierno civil provisional, suspendieron la Constitución y llamaron a nuevas elecciones.
Aunque el presidente islamista Mohamed Morsi denunció la acción militar como un “golpe de Estado total”, millones de manifestantes opositores al mandatario en ciudades de todo el país estallaron en escenas delirantes de alegría, con gritos de “Dios es grande” y “Viva Egipto”. Después que el jefe de las fuerzas armadas anunció por televisión que el ejército había suspendido la constitución y que convocaba a elecciones anticipadas, estallaron fuegos artificiales sobre la multitud que bailaba y ondeaba banderas en la plaza Tahrir de El Cairo, epicentro de la revuelta que en 2011 derrocó al autócrata Hosni Mubarak.
El miércoles, la plaza Tahrir fue apenas una de varios centros en todo el país en donde los egipcios se rebelaron de forma impresionante y desde hace cuatro días contra Morsi. Fueron las manifestaciones más grandes contra el gobierno que se hayan visto en Egipto, superando incluso las de 2011. En una alocución televisada, el jefe militar egipcio Abdel-Fatá el-Sisi anunció también la creación de un nuevo gabinete y que Morsi sería reemplazado por el titular de la Corte Suprema Constitucional. El jefe militar advirtió que las fuerzas armadas enfrentarán “de manera contundente” cualquier brote de violencia. Poco después, Morsi envió un mensaje por Twitter en el que denunció “un golpe de Estado total”. Morsi agregó que el operativo militar “será rechazado categóricamente por todos los hombres libres de nuestra nación”. Morsi ha insistido en que su legitimidad como presidente electo no debe ser violada, caso contrario Egipto podría caer en la violencia. Algunos de sus seguidores islamistas, decenas de miles de los cuales salieron a las calles en los últimos días, se han comprometido a luchar hasta el final.
“¡Abajo el gobierno de los militares!”, corearon algunos en una zona de El Cairo después del anuncio del ejército. El lema fue el mismo que utilizaron los revolucionarios de izquierda durante los casi 17 meses de gobierno militar directo que siguieron a la destitución de Mubarak. El ejército ha insistido en que no se trata de un golpe de Estado, sino que sólo actúa a nombre de la gente para despejar el camino hacia un nuevo gobierno. En su discurso, el jefe del Ejército, general el-Sisi dijo que el titular de la Corte Suprema Constitucional será presidente interino hasta que se celebren nuevas elecciones. Agregó que se formaría un gobierno de tecnócratas con “plenos poderes” para dirigir el país. El-Sisi habló flanqueado por los principales clérigos musulmanes y cristianos del país, así como por el líder reformista Mohamed ElBaradei y dos representantes del movimiento juvenil de oposición que ha estado detrás de la ola de protestas.
El jefe militar prometió “no excluir a nadie ni a ningún movimiento” de las próximas medidas, pero no definió cuándo durará el período de transición, ni cuando se celebrarán las elecciones presidenciales. Tampoco mencionó qué harán los militares. El-Sisi dijo que la constitución, redactada por los aliados islamistas de Morsi, fue “suspendida temporalmente”, y que un panel de expertos y representantes de todos los movimientos políticos analizarán las enmiendas que se le harán. No dijo si el referéndum se celebraría para ratificar los cambios, como es habitual.]].
VALORO MUY POSITIVAMENTE LA LUCHA OBRERA Y POPULAR CONTRA FUERTES ESTADOS ALIADOS Y ENTRELAZADOS A LAS POTENCIAS CAPIIMPERIALISTAS EUROUSA. Independientemente de los proyectos programados por este poder imperial, desde hace más de una década. Los estados como India, China, Egipto, Paquistán, Brasil, Irán,...países como en el sur europeo, Italia, Grecia, España, Portugal,...como poderes están siendo atacados por sus poblaciones obreras-populares,...ante la situación aguda de contradicciones,...y como reacción política-social ante tanta opresión. Los caracteres de las luchas sociales,...son variadas, desde posiciones de resistencia, oposición a peor, acciones de ofensivas,...económicas, sociales, antirrepresivas,...SE ESTÁ DANDO ORGANIZACIÓN REGIONAL, INTERNACIONAL DE FUERZAS COMUNISTAS Y ANARQUISTAS,...TAMBIÉN DE CLASES MEDIAS,...PERO ÉSTA TENDRÁN QUE POSICIONARSE SI QUIEREN CONSEGUIR NO IR A PEOR,...CON EL PROLETARIADO Y LA FUERZAS COMUNISTAS.
ESTE ESFUERZO POR MOSTRAR INFORMACIONES Y OPINIONES,...DE VARIADAS EXPERIENCIAS, DE VARIADAS ORGANIZACIONES,....TIENE UN OBJETO AL MENOS, Y ES DE REFLEXIONAR SOBRE LAS MILES DE POSICIONES EN EL PLANETA SOBRE LAS REALIDADES DE LAS LUCHAS DE CLASES QUE SE DESARROLLAN ACTUALMENTE,...Esto debería de llegar a realizar una teoría general de la lucha de clases internacional o global,...y marcar directrices de acción política e ideológica.
Revelando la hipocresía de El-Baradei y sus élites liberales
[[El gran fraude: Reflexiones en torno al golpe militar de Egipto
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández. |
Cada coup d’état empieza siempre en la historia con un general del ejército anunciando el derrocamiento y arresto de quien dirige el país, la suspensión de la constitución y la disolución del poder legislativo. Si el pueblo resiste, se vuelve sangriento. Egipto no es la excepción. A medida que el polvo se asienta y la niebla se disipa sobre los sucesos que se despliegan en Egipto, el escenario político va aclarándose. Con independencia de cómo uno vista la situación sobre el terreno, la batalla política e ideológica librada a lo largo de un año entre los partidos islamistas y sus homólogos liberales y laicos ha quedado decidida por un único factor decisivo: la intervención militar de los generales de Egipto en nombre de los últimos.
Como he defendido en algunos de mis artículos (al igual que otros escritores), no hay duda de que el Presidente Mursi y los Hermanos Musulmanes cometieron errores de cálculo y numerosas equivocaciones, sobre todo al ignorar las demandas de muchos de los grupos de jóvenes revolucionarios y abandonar a sus antiguos socios de la oposición. Con frecuencia actuaron de forma ingenua y arrogante. Pero en cualquier sociedad civilizada y democrática, el precio de la incompetencia o del narcisismo se paga políticamente en las urnas.
Elecciones y obstruccionismo: ¿Tienen importancia las elecciones?
Para frustración suya, la oposición liberal y laica fracasó una y otra vez a la hora de ganarse la confianza del pueblo cuando el electorado egipcio ejerció su libre voluntad, con decenas de millones de personas acudiendo a votar en seis ocasiones en dos años. En marzo de 2011, después de derrocar al régimen de Mubarak el mes anterior, votaron un referéndum que favoreció a los islamistas (77% de los votos), que trazaron el futuro plan de acción política. Entre noviembre de 2011 y enero de 2012, votaron a favor de los partidos islamistas por abrumadora mayoría en la cámara baja (73%) y en la cámara alta (80%) del parlamento. En junio de 2012 eligieron como presidente, por muy poca diferencia y por primera vez en su historia, al candidato civil de los Hermanos Musulmanes en unas elecciones libres y justas. Finalmente, el pasado diciembre, el pueblo egipcio ratificó, con una mayoría del 64%, la nueva constitución del país. Este verano estaba previsto celebrar nuevas elecciones parlamentarias pero el Tribunal Constitucional Supremo (TCS) nombrado por Mubarak intervino de nuevo invalidando las nuevas leyes electorales.
Desde el punto de vista de los HM y de sus aliados islamistas, el TCS estuvo desempeñando un papel obstruccionista durante todo este proceso. En junio de 2012, para su consternación, el TCS disolvió, por motivos técnicos, la cámara baja del parlamento a los cuatro meses de haber sido elegida. También pretendió disolver la cámara alta del parlamento así como la Asamblea Constituyente Constitucional (ACC) –la entidad encargada de redactar la nueva constitución- días antes de que finalizara sus trabajos. Esto obligó a Mursi a intervenir y emitir su nefasto decreto constitucional el 22 de noviembre de 2012, a fin de proteger la ACC de la anulación judicial. Tratando de forzar su colapso, dimitieron en masa todos los miembros laicos de la ACC, aunque se habían acordado con anticipación su formación y los parámetros del proceso, como puso de manifiesto un miembro de la oposición al informar de la operación en abril de 2012.
Sin embargo, la declaración de Mursi representó un punto de inflexión que galvanizó a la oposición, que, como era de prever, le acusó de ejercer un poder autoritario. A su vez, Mursi defendió que su decreto era necesario para construir las instituciones democráticas del estado que el TCS estaba desmantelando una a una. Bajo las intensas presiones públicas, a las tres semanas dio marcha atrás y anuló el decreto, pero solo tras asegurar que se sometería a referéndum la nueva constitución.
Después de una decidida campaña pública de la oposición en rechazo de la constitución, el pueblo la aprobó en una proporción de casi dos a uno. El siguiente paso constitucional habría sido la celebración de elecciones parlamentarias en seis días. Pero, aunque las leyes electorales eran parecidas a las leyes acordadas por todos los partidos en las elecciones de 2012, la oposición se quejó de que favorecían a los partidos islamistas y amenazó con boicotear las elecciones. A los cuatro meses, el TCS había rechazado y anulado las elecciones por razones técnicas, afianzando así aún más la percepción de los islamistas de que el tribunal nombrado por Mubarak continuaba desbaratando las incipientes instituciones democráticas del país.
Extraños compañeros de cama: La irracional trinidad de los Emiratos del Golfo, los fulul y la oposición laica de Egipto
El 22 de abril de 2011, el Príncipe Heredero de los Emiratos Árabes Unidos (EAU), Mohammed Bin Zayid, hizo que sus jefes de inteligencia y seguridad se reunieran con el rey Abdullah de Arabia Saudí y sus altos funcionarios de seguridad para discutir las ramificaciones de la Primavera Árabe. Bin Zayid advirtió que a menos que los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) desarrollaran una política proactiva para prevenir la oleada de levantamientos populares que barrían el Mundo Árabe en ese momento, ninguno de los monarcas de la región iba a sobrevivir. Tres semanas después, en una cumbre urgente convocada en Riad, hizo llegar el mismo mensaje a todos los jefes de estado del CCG. Aunque Qatar se quedó indiferente ante su mensaje, los otros cinco países se mostraron receptivos. A Bin Zayid y al príncipe Bandar Bin Sultan, el jefe de la inteligencia saudí, se les encargó de la elaboración de un plan eficaz para contrarrestar el fenómeno de la Primavera Árabe en la región. Posteriormente, el rey Abdullah solicitó y recibió la ayuda del rey Abdullah II de Jordania, quien se unió a estos esfuerzos mientras se excluía a Qatar de todas las futuras reuniones.
Durante décadas, los EAU estuvieron muy próximos a Mubarak y sus compinches. Miles de millones de dólares de las fortunas conseguidas saqueando el país acabaron depositados en bancos de Abu Dabi y Dubai. Tras el derrocamiento de Mubarak, docenas de corruptos empresarios y funcionarios de la seguridad salieron calladamente de Egipto y se instalaron en los EAU. Cuando el último primer ministro de Mubarak, Ahmed Shafiq, perdió las elecciones presidenciales frente a Mursi en junio de 2012, también se trasladó a los EAU. En el otoño de 2012, estaba claro que los EAU albergaban toda una red de personajes que tramaban el derrocamiento de Mursi y los HM.
A las pocas semanas de la formación del nuevo gobierno, el 21 de agosto de 2012, el defensor de Shafiq y portavoz de su partido político, Mohammad Abu Hamid, anunció quince demandas que culminaban en el objetivo de derrocar a los “Hermanos Musulmanes o gobierno Ijwan”. Advirtió contra la “ijwanización” del estado, i.e. los nombramientos de miembros de los HM para puestos estatales clave, culpándoles de la carencia de servicios básicos para el pueblo. Abu Hamid convocó también posteriores protestas masivas en la Plaza Tahrir mientras acusaba a Mursi de hacerse con el poder, de imponer una dictadura e interferir judicialmente mucho antes de que el presidente emitiera su desventurado decreto constitucional tres meses después. Exigió además la prohibición de los HM y su filial política, así como el arresto de sus dirigentes, a quienes acusó de traición. Todas sus demandas se convertirían posteriormente en los puntos de conversación de todos los partidos de la oposición y los medios de comunicación anti-Mursi.
Aunque Mursi tomó las riendas de los poderes del país y a primeros de agosto pudo forzar el retiro de los más altos generales del ejército, su autoridad era endeble. En vez de purgar de los centros de poder a los elementos más enquistados en ellos de la época de Mubarak, es decir, el ejército, los servicios de inteligencia, el aparato de seguridad y la policía, creyó ingenuamente que podría apaciguarlos. Se confió creyendo que se había ganado su lealtad. En realidad, esas agencias, junto con el poder judicial, los medios de comunicación públicos y privados laicos, así como la mayor parte de la burocracia, representaban los intereses del “estado profundo”, una red de corrupción e intereses especiales que se mantenía atrincherada desde hacía décadas en las instituciones estatales.
Una forma de corrupción que proliferó durante los días de Mubarak consistió en contentar a segmentos fundamentales de la sociedad como el poder judicial o la policía, mediante la distribución, por ejemplo, de inmensas parcelas de tierra a precios enormemente rebajados, que a su vez los vendían a la gente a millones de libras egipcias. Por ejemplo, cuando Shafiq estuvo a cargo de la Asociación de Pilotos Militares en la década de los noventa, vendió a los hijos de Mubarak alrededor de 40.000 acres de tierra de primera calidad en el Delta del Nilo a un dólar el acre, cuando el precio del acre estaba en aquel momento en decenas de miles de libras. Esta venta fue consiguientemente denominada, una vez denunciada el año pasado, el “Escándalo de las Tierras de los Pilotos”, siendo Shafiq acusado de malversación de fondos y corrupción política en relación con el mismo. Pero a pesar de las abrumadoras pruebas en sentido contrario, el corrupto sistema judicial había absuelto de cualquier delito a Shafiq a primeros de año.
De forma lenta pero segura, los residuos del régimen Mubarak y los corruptos empresarios relacionados con ellos, mejor conocidos como los fulul, se reagruparon y unieron en torno a los elementos del estado profundo. Mientras tanto, la oposición laica, que estaba completamente desperdigada, formó por primera vez un movimiento unido denominado Frente de Salvación Nacional (FSN) después de que Mursi emitiera su decreto a finales de noviembre. El FSN Incluía a la mayoría de los candidatos presidenciales fallidos y a varias docenas de partidos laicos, quienes, a pesar de haberse unido, no recibieron más que el 25% de los votos en las elecciones parlamentarias. Sus dirigentes incluían a Amr Musa, Hamdein Sabahi, Elsayid AlBadawi, Mohammad Abul Ghar y el multimillonario Naguib Sawiris. El FSN escogió al ex director de la AIEA, Mohammed ElBaradei, como portavoz.
En noviembre de 2012, el príncipe Bandar presentó dos detallados planes a los estadounidenses a través de la CIA. El Plan A consistía en un complot para derrocar rápidamente a Mursi a primeros de diciembre, mientras el Plan B era un plan a largo plazo que implicaba dos vías. Una de las vías consistía en una serie de protestas desestabilizadoras que culminarían con el derrocamiento de Mursi, mientras que la otra incluía la unión de la oposición para formar una coalición que derrotara a los HM en las urnas si fallaba la primera vía. Aunque la CIA conocía perfectamente el plan ni lo apoyó ni lo rechazó porque la administración Obama, jugando a ambas bandas, también estaba intentando dialogar con el gobierno de Mursi.
El plan para derrocar a los HM se elaboró alrededor de una trama para asesinar a Mursi en su residencia el 5 de diciembre. Sin embargo, un leal guardia presidencial de nivel medio lo reveló horas antes de que se produjera. Con ayuda de los HM, Mursi pudo desbaratar el complot, aunque se negó a revelarlo o discutirlo en público.
En marzo de 2013, el líder del FSN, ElBaradei, se reunió con Shafiq y Bin Zayid en los EAU. Todos acordaron que la única vía para desalojar a Mursi y a los HM del poder era socavando su gobierno y la estabilidad del país a nivel interno y convenciendo a los gobiernos occidentales, especialmente a EEUU, Reino Unido, Francia y Alemania, para que apoyaran un golpe militar. Según un reciente informe del Wall Street Journal, se celebraron una serie de encuentros en el Club de Oficiales de la Marina entre altos oficiales militares, representantes de los fulul, incluido el abogado del multimillonario y compinche de Mubarak Ahmed Ezz, el arquitecto de las fraudulentas elecciones parlamentarias de 2010, y los dirigentes de la oposición, incluido ElBaradei. Según esta información, que no fue rechazada ni negada por ninguna de las partes, los generales del ejército le dijeron a la oposición que no intervendrían para derrocar a Mursi a menos que millones de personas tomaran las calles de su lado.
La trama se complica
Aunque la oposición estaba enviando mensajes confusos acerca de si participar o no en las próximas elecciones parlamentarias, los HM y sus aliados islamistas estaban preparándose para las inminentes protestas. Mientras tanto, muchos de los jóvenes y grupos revolucionarios, que encabezaron el levantamiento en 2011 se sentían frustrados ante el escenario político: Un régimen que ignoraba sus demandas y una oposición ineficaz inclinada al obstruccionismo. De repente, un nuevo movimiento de jóvenes irrumpió en escena a finales de abril de 2013. Sus líderes, anteriormente desconocidos, lo denominaban Tamarrud o Rebelión. La razón aducida para el lanzamiento del movimiento fue recoger quince millones de firmas de la gente, un millón más de lo que Mursi había recibido en su candidatura a la presidencia, para exigir elecciones presidenciales anticipadas.
Los grupos de la oposición apoyaron de inmediato a Tamarrud y prometieron ayudarles a conseguir su objetivo. El multimillonario empresario y severo crítico de los HM, Sawiris, afirmó a primeros de julio que había donado millones de dólares al grupo para publicidad y apoyo. Además, la maquinaria del ex Partido Democrático Nacional (PDN), el partido político de Mubarak, funcionaba a toda marcha, mientras muchos de sus antiguos funcionarios se ponían al frente de los esfuerzos para proporcionar recursos y recoger firmas por todo Egipto. Mientras tanto, los medios de comunicación privados empezaron una feroz campaña de difamación contra Mursi y los HM. Durante varios meses, alrededor de una docena de canales por satélite se dedicaron a demonizar a Mursi y su grupo. Se les acusó de todos los delitos y se les culpó de todos los problemas a que se enfrentaba el país. En ocasiones, incluso los medios públicos, que se suponía eran neutrales, se unieron a esta campaña. Además, el canal panárabe por satélite Al-Arabiya, financiado por los saudíes y que tiene su sede en los EAU, se unió a la campaña promocionando ansiosa y repetidamente las actividades de Tamarrud y apoyando a las figuras de la oposición. En una ocasión, se grabó inadvertidamente a un famoso presentador mientras sostenía un papel con las respuestas a sus preguntas cuando estaba entrevistando a un portavoz de Tamarrud.
Sorprendentemente, no sólo los HM estaban poco preparados para afrontar esta guerra propagandística sino que, además, en detrimento suyo, no se la tomaron en serio. Incluso cuando sus aliados islamistas advirtieron a los dirigentes de los HM sobre el potencial derrocamiento latente una semana antes de que Mursi fuera derribado, contestaron despectivamente que “ellos (la oposición) habían celebrado anteriormente veinticinco inútiles manifestaciones y esta iba a ser tan sólo la veintiséis”.
Hay dos razones importantes por las que Mursi y los HM no se preocuparon acerca de las inminentes manifestaciones. En primer lugar, el jefe del ejército, el general Abdel Fatah Sisi, había asegurado repetidamente a Mursi que el ejército no iba a derrocar al gobierno y que se mantendría leal al proceso democrático. Incluso cuando Sisi emitió un llamamiento al compromiso una semana antes del fatídico día del 30 de junio, dijo al presidente que no tenía nada de lo que preocuparse y que había tenido que lanzar esa advertencia para apaciguar a algunos de los generales de su ejército. En segundo lugar, la embajadora de EEUU, Anne Patterson, había asegurado con frecuencia a Mursi y los HM que EEUU no iba a apoyar ninguna actuación del ejército para destituir a un presidente democráticamente elegido.
Mientras tanto, ElBaradei estaba totalmente entregado a contactar con los líderes mundiales para convencerles de que la única solución para Egipto era la destitución y derrocamiento de Mursi. A primeros de julio, admitió orgullosamente: “Hablé con los dos (Obama y Kerry) extensamente y traté de convencerles de la necesidad de destituir a Mursi”.
Además, los dirigentes de Arabia Saudí, los EAU y Kuwait presionaron a EEUU para que apoyara la inminente intervención militar en Egipto. Irónicamente, durante mayo y junio, los dirigentes occidentales, incluidos Obama y Kerry, presionaron a Mursi y a los líderes de los HM para que nombrara como primer ministro a ElBaradei mientras éste postulaba el derrocamiento de Mursi.
Como parte de la campaña de demonización para convencer a Occidente de que la popularidad de los HM, se encargó al Arab American Institute (AAI), en Washington DC, que llevara a cabo una encuesta acerca de la menguante popularidad de Mursi y los HM. El presidente del AAI y lacayo de los EAU, James Zogby, convocó una conferencia de prensa el 28 de junio para anunciar que “Mursi encabeza un gobierno minoritario que a nivel del pueblo sólo cuenta con el apoyo de su propio partido”, y que “los egipcios han perdido su confianza en el presidente Mursi y en la capacidad de los HM para gobernar”. Además predijo que “millones de egipcios iban a manifestarse en las calles contra Mursi y el gobierno de los HM”. Nadie en la conferencia de prensa se molestó en preguntar quién había realmente encargado y pagado la investigación que afirmaba haber encuestado a más de cinco mil personas por todo Egipto.
Deshaciendo las mentiras:
· Todas las democracias lo hacen: EEUU, Francia, Argentina, Brasil...
A mediados de junio, la campaña estaba en pleno vigor. Muchos profesores de ciencias políticas e intelectuales de la oposición, incluido Wahid Abdelmayid y Hasan Naf’ah, así como profesores de derecho constitucional, como Nur Farahat y Husam Isa, estaban defendiendo en varios canales de televisión que el llamamiento para celebrar “elecciones presidenciales anticipadas” no solo era un mecanismo aceptable de que se dispone en todas las democracias, sino que se había utilizado muchas veces antes. Como ejemplos, citaron la dimisión de Nixon en 1974, la de Charles de Gaulle de Francia en 1969, la de Raúl Alfonsín de Argentina en 1989 y la de Fernando Color de Mello de Brasil en 1992.
La deshonestidad intelectual de estas elites liberales es apabullante, ya que ninguno de los ejemplos citados contenía realmente un llamamiento a celebrar “elecciones presidenciales anticipadas” y menos aún a destituir a través de un golpe militar a un presidente democráticamente elegido. Nixon dimitió de la presidencia la víspera de su destitución por el Congreso. Gerald Ford, su vicepresidente, fue investido como presidente. No hubo elecciones anticipadas. De Gaulle dimitió voluntariamente de la presidencia después de más de diez años en el poder tras prometer que se retiraría si el pueblo no apoyaba sus reformas en el Senado y los gobiernos locales. Cuando el pueblo rechazó su referéndum, mantuvo su promesa aunque no estaba obligado a hacerlo constitucionalmente. Después de seis años en el poder, Alfonsín ni siquiera figuraba en las listas electorales de las elecciones presidenciales de 1989. Sin embargo, en el verano de 1989 se celebraron simultáneamente elecciones parlamentarias y presidenciales. Se suponía que la nueva presidencia se inauguraría cinco meses después, pero cuando el candidato de su partido fue derrotado por la oposición, Alfonsín renunció con prontitud para permitir que el nuevo presidente de la oposición asumiera el poder. Nada de elecciones anticipadas. Tras dos años en el poder, De Mello fue destituido por la asamblea legislativa por corrupción a través de un procedimiento constitucional y dimitió. El hecho de que ningún mecanismo constitucional en el mundo permita la destitución mediante protestas populares no molestó a esas personalidades liberales que intentaban que el ejército les quitara de encima a un presidente libremente elegido sin que les importara el peligroso precedente que se establecía.
El conocido escritor Alaa Al-Aswani no sólo citaba como válidos algunos de los anteriores ejemplos para destituir y derrocar a Mursi, sino que no perdió ni un minuto ni captó la ironía cuando colmó de elogios al ejército antes de terminar su columna semanal con esta habitual declaración: “La democracia es la solución”. Es verdad que algunas democracias tienen un mecanismo constitucional para destituir a un jefe de estado. Aunque ese mecanismo no existe para el caso del presidente de EEUU, muchas constituciones de varios de sus estados permiten que se destituya a sus gobernadores. En 2003, el pueblo de California retiró al gobernador Gray Davis. Pero esa destitución no fue consecuencia de las protestas en la calle ni de la intervención de la Guardia Nacional. Sino que fue un proceso constitucional que implicó la firma y autentificación de millones de peticiones ante el Tribunal Supremo Estatal, que autorizó el proceso de destitución. Aunque la constitución egipcia de 2012 permite que el parlamento destituya al presidente, ese acto no tuvo lugar.
· ¡Basta ya!: Hay que acabar con los cortes de electricidad y la escasez de combustible
Durante todo el mes de junio el ataque de los medios contra el gobierno de Mursi no sólo continuó culpándole de todos los males que afligían a la sociedad egipcia, sino que también se intensificó al agravarse tres problemas importantes: el deterioro de la seguridad, los frecuentes sabotajes de la energía eléctrica que duraban horas y afectaban no sólo a las zonas residenciales sino también a las industriales, y las carencias de combustible, que provocaban largas colas en las gasolineras.
Egipto tiene 2.480 gasolineras, de las cuales 400 son de propiedad estatal. Las otras dos mil son de propiedad privada, de magnates empresariales que consiguieron sus licencias durante la era de Mubarak porque estaban muy cerca del régimen y se les consideraba muy leales al mismo. El gobierno de Mursi afirmó que cada gasolinera había recibido su cuota y que no había razón para la escasez. De hecho, pocos días antes de que le destituyeran, Mursi advirtió a los propietarios de las gasolineras que iba a revocarles las licencias si no suministraban el fuel a sus clientes. Jalid Al-Shami, un joven activista que estuvo con la oposición hasta el golpe militar, reveló la trama cuando anunció en público que el puñado de propietarios de las gasolineras privadas conspiraban para crear una crisis de combustible para impulsar el descontento público contra Mursi. La mejor prueba de que el problema de la carencia de combustible se había fabricado es que se evaporó de la mañana a la noche. Desde el momento en que Mursi fue destituido, se acabó la escasez de combustible.
En cuanto al deterioro de la seguridad y de los cortes de electricidad, la conspiración era más profunda. La policía, que se negó a proteger barriadas enteras durante el gobierno de Mursi, ha regresado de nuevo con toda su fuerza. Los delincuentes y matones que aterrorizaban a la gente en las calles están de nuevo bajo el control del mismo aparato de seguridad de la era Mubarak, excepto en las zonas donde se manifiestan los seguidores de Mursi. Los apagones de electricidad, que duraban horas cada día en casi todas las barriadas, han desaparecido de la noche a la mañana. El misterio de la solución de estos dos inextricables problemas se descubrió esta semana. De los treinta y cinco miembros del gabinete elegidos por el ejército, ocho permanecieron en sus puestos, incluido el Ministro del Interior, a cargo de la policía, y el Ministro de Electricidad. Es de suponer que los primeros ministros en ser relevados de su cargo por el gobierno post-golpe serían aquellos de los que la gente se quejaba más por su incompetencia. La oposición que pedía la destitución de esos ministros estaba ahora aclamándoles y celebrando su permanencia. En resumen, muchos funcionarios públicos que profesaron lealtad al desventurado presidente estuvieron todo el tiempo socavando su gobierno, mientras la oposición le acusaba de atestar el gobierno con leales a los HM.
· Juego de Números: Si dices una mentira lo suficientemente fuerte y durante el tiempo necesario, la gente la creerá finalmente
En la segunda semana de junio, Tamarrud anunciaba que había recogido más de diez millones de firmas en seis semanas. Tan sólo diez días después, la cifra había aumentado a veintidós millones de firmas. Poco después, el portavoz de Tamarrud, Mahmud Badr, anunció que el objetivo de la demostración del 30 de junio había cambiado. Ya no se pedían elecciones presidenciales anticipadas sino que se exigía la destitución de Mursi, sustituyéndole por el presidente del TCS, la anulación de la constitución, la prohibición de los HM y el arresto y procesamiento de sus dirigentes. Durante los días siguientes, los medios siguieron batiendo tambores hasta que llegó la fatídica jornada.
El 30 de junio, todos los actores conocían bien su papel. A media tarde, Tamarrud anunció que el número de personas en la calle superaba los 10 millones. Pronto, la cifra se convirtió en 14, después en 17 y después en 22. Finalmente, los medios afirmaron que las manifestaciones del 30 de junio por todo Egipto eran las mayores de la historia de la humanidad, con hasta 33 millones de personas en las calles. Los aviones militares volaban en formación por los cielos entreteniendo a las muchedumbres sobre la Plaza Tahrir, lanzando banderas egipcias y agua embotellada y trazando corazones como muestra de amor y afecto a los manifestantes. El ejército proporcionó incluso un helicóptero a Jalid Yusef, un famoso director de cine conocido por su apoyo a la oposición y hostilidad a los HM. Yusef había grabado a las muchedumbres y producido una película que se mostró de inmediato no sólo en cada cadena de televisión anti-Mursi en Egipto sino también por la televisión estatal. En cuestión de horas, todos los medios de comunicación afirmaban que la cifra de manifestantes era de decenas de millones y que solo en la Plaza Tahrir había entre cinco y ocho millones. El día del golpe hubo fuegos artificiales, espectáculos de láser y todo tipo de celebraciones a gran escala.
Como he sostenido con anterioridad, no hay duda de que había un inmenso clamor público e indignación contra Mursi y los HM. Pero, ¿fueron tan altas las cifras de manifestantes como se afirmó? En octubre de 1995, cientos de miles descendieron en la National Mall en Washington DC en lo que se denominó la Marcha de un Millón de Personas, que llenaron toda la zona. Los organizadores afirmaron haber conseguido el millón mientras que la policía de Park DC estimaba que la muchedumbre se componía de 400.000 personas. La zona del National Mall es de unos 146 acres (1 acre = 4.047 m2). Por tanto, hubo entre 2.750 personas (estimación de la policía) a 6.750 (estimación de los organizadores). Es decir, que hubo entre 0,7 y 1,7 personas por metro cuadrado.
En cambio, el área de la Plaza Tahrir es de 12,3 acres. Como demuestra de forma concluyente Amjad Almonser, ingeniero de comunicaciones y experto en Google Earth: incluso si se hubieran incluido todas las calles adyacentes a la Plaza Tahrir, el área no excedería de 25 acres. Incluso contando 4 personas por metro cuadrado y se eliminaran docenas de los edificios de los alrededores, no habría más de 400.000 personas ese día. Si nos creyéramos la cifra de 5-6 millones propagada por los partidarios del golpe militar (5-6 personas por pie cuadrado), se produce una clara imposibilidad física. Incluso aunque un millón hubiera ocupado cada pulgada de Tahrir y todas las calles adyacentes, hubieran sido 10 personas por metro cuadrado, otra cosa imposible. Incluso la BBC cuestionó finalmente esas infladas cifras.
Por tanto, en el mejor de los casos había menos de medio millón de personas en la Plaza Tahrir en el momento álgido de la manifestación y probablemente una cifra similar por todo Egipto. Por tanto, la voluntad del electorado egipcio se sacrificó cuando uno o dos millones de personas estuvieron protestando durante un día o dos.
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¿Pueden guardar un secreto? Los medios anti-Mursi se lo explicarán con todo detalle
¿Pueden guardar un secreto? Los medios anti-Mursi se lo explicarán con todo detalle
Incluso antes de que un solo manifestante llegara a Tahrir, Okaz, un diario saudí publicó con anticipación los detalles del escenario que se desarrolló tres días después cuando el ejército tomó el poder. Al día siguiente, Al-Ahram, un periódico oficial y el de más amplia difusión en Egipto, llevaba el titular “O dimite o será derrocado”. Esta noticia anunciaba con escalofriante detalle cómo iban a desarrollarse los acontecimientos, incluido el ultimátum de los militares, el derrocamiento de Mursi, el arresto de los dirigentes de los HM y la suspensión de la constitución. Cuando caía la noche del 3 de julio, el general Sisi anunció la destitución de Mursi, la suspensión de la constitución y el comienzo de una hoja de ruta política. Era exactamente la misma hoja de ruta que el presidente Mursi había anunciado con anterioridad y que la oposición rechazó. La única diferencia era su derrocamiento.
· Los estadounidenses muestran sus cartas
A lo largo de la crisis, la embajadora estadounidense Patterson desempeñó el papel de defensa del proceso democrático y el imperio de la ley. Cuando el general Sisi emitió su ultimátum al presidente el 1 de julio, la administración de EEUU mostró sus verdaderas cartas cuando la Asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice, le dijo al asesor para política exterior de Mursi, Esam al-Haddad, que todo había terminado: o Mursi dimitía o le derrocarían. Aconsejó que dimitiera, algo que Mursi rechazó terminantemente.
Una vez que Rice habló del inminente golpe, Mursi grabó un discurso de 22 minutos por teléfono inteligente prometiendo no renunciar ni someterse al inminente golpe. Su ayudante envió rápidamente por correo electrónico el improvisado discurso a sus seguidores. Una hora después estaba bajo vigilancia y no se le ha visto ni oído desde entonces. Mientras tanto, el Secretario de Defensa Chuck Hagel habló con el líder del golpe, el general Sisi, al menos en cinco ocasiones durante la crisis. La aconsejó que anunciara que se celebrarían elecciones tan pronto como fuera posible, Además, aseguró a Sisi que su administración mantendría su ayuda militar. A los pocos días, el Vicesecretario de Estado William Burns fue a Egipto y se reunió con los responsables del golpe y sus facilitadores civiles. Mientras estuvo en El Cairo ignoró todos los hechos relativos al derrocamiento de un presidente elegido. En resumen, el mensaje trataba de apoyar el golpe y sus consecuencias, por ello afirmó: “EEUU se ha comprometido firmemente a ayudar a Egipto para que triunfe en esta segunda oportunidad y se haga realidad la promesa de la revolución”.
Ya en marzo de 2012, Burns se reunió con el Guía General de los HM, Mohammad Badie, y su adjunto, Jairat Al-Shater. Ofreció que si los HM mantenían el tratado de paz con Israel, EEUU se prestaría a ayudarles a conseguir 20.000 millones de dólares de los países del CCG para superar la crisis de la economía egipcia. Pero Arabia Saudí, los EAU y Kuwait declinaron ofrecer ninguna ayuda real mientras Mursi estuviera en el poder. Sin embargo, a los dos días del golpe militar, la promesa de Burns se cumplió, pero a favor de los autores del golpe. Los dirigentes de los tres países felicitaron al general Sisi (no al presidente-títere instalado por el ejército) por destituir a Mursi y prometieron enviar como regalo un paquete de ayuda de 12.000 millones de dólares para ayudar a estabilizar la economía.
Además, Burns le prometió al líder del golpe que la ayuda militar estadounidense iba a continuar y que el estancado préstamo del FMI, que llevaba retenido más de dos años, sería aprobado con prontitud. Al rechazar llamar golpe de estado del ejército al derrocamiento de un presidente libremente elegido, la administración de EEUU demostró, una vez más, que la retórica y los altos ideales se sacrifican en el altar de inapropiados intereses nacionales a corto plazo.
Quizá una medida para valorar las ramificaciones regionales de los últimos acontecimientos es la reacción de Israel y los palestinos. Cuando Mubarak fue destituido el 11 de febrero de 2011, los palestinos estallaron en júbilo y bailaron por las calles, mientras Israel parecía estar de luto. Pero cuando Mursi fue derrocado por el ejército el 3 de julio, los papeles se cambiaron.
· ¿Recuerdan los derechos humanos? ¿Libertad de expresión? ¿Libertad de reunión?
Cuando los congregados oradores tras el general Sisi, dirigidos por ElBaradei, el Gran Imán de Al-Azhar y el Papa copto acabaron de bendecir el golpe militar, las fuerzas de seguridad actuaron con toda firmeza mientras cientos de seguidores de los HM, incluidos altos dirigentes, eran acorralados con la endeble acusación de instigar la violencia. Sus activos se congelaron y se incautaron sus edificios. Mursi era detenido mientras los fiscales de la era Mubarak amenazaban con acusarle de “haber escapado de la prisión” el 27 de enero de 2011, cuando fue ilegalmente arrestado por los agentes de la seguridad de Mubarak en los primeros días de la revolución de 2011. Sorprendentemente, los fiscales anunciaron también que iban a investigar al presidente por “contactar y comunicarse con elementos extranjeros”, como los dirigentes occidentales, durante su mandato. Más de una docena de medios de comunicación pro-Mursi, incluidos cadenas de televisión, páginas de Internet y periódicos fueron asaltados y cerrados. El 8 de julio, el ejército asesinó a más de 80 manifestantes partidarios de Mursi e hirió a más de mil cuando se encontraban rezando y protestando pacíficamente frente al Club de la Guardia Presidencial, donde se creía que Mursi se encontraba detenido. Hasta ahora, más de 270 personas han muerto y varios miles han resultado heridas por la actuación del ejército y las fuerzas de seguridad por todo Egipto.s
A pesar de las abrumadoras pruebas en sentido contrario, el ejército afirmó que sus soldados habían sido atacados. Las elites liberales y los defensores de los derechos humanos, así como los voceros de los medios, se hicieron eco de esas afirmaciones del ejército y culparon a los manifestantes por situarse cerca de una instalación militar. Pero el Club de la Guardia Presidencial no tiene tal carácter. Aunque es propiedad de los guardias del presidente, es un club deportivo y social, donde los oficiales y sus familias acuden con fines recreativos. Desde el golpe militar, el pueblo egipcio se ha visto sometido a una propaganda militar que no se veía desde la época de Nasser. Aunque Mursi no cerró un solo medio de comunicación a pesar de la campaña de demonización en su contra, todos los canales y páginas en Internet a su favor han sido cerrados o restringidos severamente.
· Doble rasero: No al decreto de Mursi y al cambio de fiscal. Pero sí al de los militares
La oposición liberal estaba indignada y pisó el acelerador cuando Mursi hizo su declaración constitucional de noviembre de 2012 y destituyó al corrupto fiscal general nombrado por Mubarak, una demanda importante de los grupos de jóvenes y revolucionarios. A pesar de sus buenas intenciones de acelerar el establecimiento de las instituciones democráticas que había desmantelado el TCS, Mursi fue acusado de autoritarismo y mano dura. Sin embargo, la mayoría de los liberales y laicos alabaron, poco después del golpe, el decreto del presidente-títere instalado por los militares. En un artículo posterior abordaré los detalles de este decreto, pero baste decir que otorgaba a un presidente elegido por los militares unos poderes que Mursi, el presidente democráticamente elegido, no tenía, ya que la constitución de 2012 transfería muchos de sus poderes al primer ministro. Además, la oposición liberal se alborotó mucho cuando Mursi nombró unilateralmente a un fiscal general de incuestionable integridad, hasta el punto que jueces y fiscales corruptos le acosaron y rodearon su despacho durante días exigiendo su renuncia. Sin embargo, cuando un nuevo fiscal fue también unilateralmente nombrado por el nuevo presidente interino, ni un solo juez, fiscal o líderes de la oposición tuvo nada que objetar. Una vez asumió su cargo, lo primero que hizo el nuevo fiscal general fue congelar los activos de los dirigentes islamistas y ordenar su arresto.
· Si camina como un pato, y hace cuac como un pato, no deberían llamarlo pollo
ElBaradei, que no fue elegido para nada, es ahora vicepresidente de Egipto, mientras Mursi, que fue libre y democráticamente elegido por el electorado egipcio, se halla detenido y en paradero desconocido. Ambas situaciones han estado determinadas por la voluntad de los generales del ejército y fueron celebradas por sus facilitadores civiles. El nivel de engaño y mentira demostrado por las elites liberales y laicas egipcias es asombroso. Durante años, lanzaron pullas a los islamistas para que respetaran los principios democráticos, el imperio de la ley y se sometieran a la voluntad del pueblo. Y les advirtieron contra las dictaduras, los gobiernos militares o el sacrificio de los principios democráticos, de los derechos humanos, las libertades personales y la protección de las minorías. Creer en los principios democráticos, en los derechos humanos y el imperio de la ley es un compromiso de por vida. Uno no puede decir: “Solo voy a respetar esos valores los lunes, martes y miércoles. El resto de la semana, voy a mirar para otro lado”. Eso se llama hipocresía.]].
Esam Al-Amin es un escritor y periodista independiente experto en temas de Oriente Medio y de política exterior estadounidense que colabora en diversas páginas de Internet. Puede contactarse con él en alamin1919@gmail.com. Su último libro es The Arab Awakening Unveiled: Understanding Transformations and Revolutions in the Middle East.
Fuente original:
Baño de sangre en el Nilo
El día de la vergüenza en Egipto
Esam Al-Amin
CounterPunch
Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández. |
En junio de 1967, las fuerzas israelíes necesitaron solo seis horas para derrotar al ejército egipcio y devastar sus fuerzas aéreas, infligiendo la más humillante de las derrotas al mundo árabe del último medio siglo. En la guerra de octubre de 1973, el ejército egipcio mató a 2.600 soldados israelíes en veinte días de combates. Casi cuarenta años después, el ejército egipcio vuelve sus armas contra sus propios ciudadanos provocando una inmensa devastación: el 14 de agosto, las fuerzas combinadas del ejército y la policía egipcios tardaron solo doce horas en dispersar a decenas de miles de pacíficos manifestantes desarmados que llevaban a cabo dos sentadas en las zonas este y oeste de los suburbios de El Cairo. Tras el golpe de Estado del 3 de julio, sus autores estaban decididos no solo a derrotar a sus oponentes políticos sino también a golpear de forma decisiva la democracia y el imperio de la ley en Egipto y en todo el mundo árabe.
Desde el 28 de junio, los islamistas dirigidos por la Hermandad Musulmana (HM), estaban acampados en esos dos lugares, inicialmente como muestra de apoyo al Presidente Mohammad Mursi cuando era cuestionado por la oposición; pero desde su destitución el 3 de julio, los manifestantes estaban exigiendo su vuelta, la restauración de la suspendida constitución y el restablecimiento del disuelto parlamento. A lo largo de 48 días, las acampadas y manifestaciones por todo Egipto atrajeron a millones de seguidores de Mursi así como a grupos a favor de la democracia, que protestaban del hecho de que el golpe hubiera anulado sus votos presidenciales y parlamentarios, así como su ratificación del referéndum sobre la nueva constitución.
Un ejército obstinado habilitado por las fuerzas laicas y liberales y las potencias occidentales
Durante seis semanas de compás de espera, los gobernantes militares del país, con el líder del golpe al frente, el general Abdelfatah Sisi, insistieron en que los HM debían reconocer de forma total el statu quo y someterse a la hoja de ruta política determinada por Sisi el 3 de julio. En diversas ocasiones, Sisi declaró que no pensaba ceder un ápice ni permitir un rumbo que obstaculizara la senda del país hacia la democracia y la legitimidad constitucional, ignorando la voluntad del electorado expresada en las urnas en más de seis ocasiones a lo largo de los últimos dieciocho meses. Aunque los egipcios eligieron a Mursi como Presidente por una clara mayoría en junio de 2012 en unas elecciones libres y justas, también votaron en una proporción de casi dos a uno cuando ratificaron la nueva constitución seis meses después. El artículo 226 de la constitución afirmaba que el mandato del actual presidente (Mursi) “terminaría cuatro años después de su elección”, es decir, en junio de 2016.
La realidad es que, un mes después del golpe, la opinión pública egipcia se ha vuelto de forma decidida contra el mismo. El 6 de agosto, el respetable Centro Egipcio para Estudios de los Medios y Opinión Pública publicó una encuesta que mostraba que el 69% del pueblo egipcio rechazaba el golpe militar, que un 25% lo apoyaba y que un 6% no quería expresar su opinión. De los que lo rechazaban, solo el 19% se identificaban a sí mismos como seguidores de los HM, el 39% pertenecía a otros partidos islamistas, mientras que el 35% no tenían afiliación política pero sentían que sus votos habían quedado invalidados con el golpe. De los que lo apoyan, el 55% en la encuesta se consideran ex leales al régimen de Mubarak, mientras que el 17% se identifica como cristianos coptos que se oponen al gobierno islamista. Además, el 91% de los que se negaron a responder pertenecen al Partido salafí pro-saudí Al-Nur, que apoyó inicialmente el golpe antes de retirarse y abandonar la hoja de ruta de Sisi.
Como expliqué en un artículo anterior, poco después del golpe, el ejército y sus facilitadores, en gran medida laicos y liberales, sentaron las bases para excluir a los grupos islamistas, especialmente los HM y su afiliado político, el Partido por la Libertad y la Justicia, arrestando o emitiendo órdenes de busca y captura de sus dirigentes, congelando sus cuentas, incautando sus activos, prohibiendo sus medios y orquestando una elaborada campaña de satanización contra ellos. Este discurso traía a la memoria las tácticas de la era Mubarak, utilizadas contra el grupo durante décadas por el infame aparato de seguridad estatal, que fue reconstituido poco después del golpe.
En la última semana de julio, la oferta hecha por el ejército a los HM se limitaba a que aceptaran el golpe y todas sus consecuencias a cambio de unirse a un manipulado proceso político. Los HM rechazaron firmemente la oferta, que les negaba todos sus logros y solo les permitía conseguir no más del 20% de los escaños parlamentarios, excluyéndoles además de cualquier cargo en el ejecutivo.
Al principio, la mayoría de las potencias occidentales miraron para otro lado respecto al golpe militar, consintiendo básicamente sus consecuencias. Pero como las manifestaciones a favor de Mursi persistían y se ampliaban durante días y semanas, se hizo evidente que no podían ignorar la situación política. Las apuestas eran demasiado altas no sólo para la estabilidad de Egipto sino para toda la región. Por tanto, se iniciaron seriamente todo un conjunto de negociaciones políticas, dirigidas por EEUU y la UE, entre las partes antagonistas. Aunque los HM y sus seguidores querían negociar sobre la base de la constitución y la legitimidad democrática, el ejército y sus aliados querían que los HM aceptaran una solución política basada en el golpe y en la nueva realidad.
Durante una semana, el enviado de la UE, Bernardino León, y el Secretario Adjunto de Estado de EEUU, Williams Burns, intentaron negociar un acuerdo. Inicialmente, los interlocutores insistieron en que los HM se unieran al nuevo proceso político a cambio de la liberación de sus dirigentes. Finalmente, los negociadores acordaron incorporar diversos elementos de una iniciativa elaborada por una comisión de más de cincuenta intelectuales, académicos y personalidades públicas egipcias.
El plan permitía un mecanismo constitucional que habría restaurado al Presidente Mursi durante un breve período de tiempo, después del cual se nombraría por consenso un primer ministro y un gabinete de tecnócratas. Después presentaría su dimisión. El nuevo gabinete supervisaría después las elecciones parlamentarias que se celebrarían en un plazo de sesenta días. Los mediadores occidentales consiguieron además que los HM aceptaran este resultado político y obtuvieron una inmensa concesión por su parte: mantener al mismo primer ministro nombrado por el golpe. Según el Enviado Bernardino León: “Había un plan político que estaba sobre la mesa, que la otra parte (los HM) había aceptado”, pero que fue finalmente rechazado por el ejército.
Cuando las negociaciones estaban en marcha, la campaña de los medios dirigida por los leales de Mubarak, los oligarcas corruptos y el “estado profundo” alcanzaron niveles y tonos febriles. Jehan Soliman, presentadora de la televisión estatal, y en absoluto partidaria de los HM, se enfureció ante la campaña de demonización dirigida por las autoridades del estado, logrando que finalmente denunciara esa campaña ante la gente. Además, las principales fuerzas laicas y liberales exigieron al ejército que no negociara ni llegara a un acuerdo con los musulmanes sino que aplicara más mano dura a los manifestantes. Mientras tanto, según el ministro del interior, el general Mohammad Ibrahim, mientras las negociaciones estaban en marcha, las fuerzas de seguridad se preparaban para atacar a los manifestantes, limpiar los campamentos y arrestar a los líderes. Era evidente que los líderes del golpe estaban decididos a poner de rodillas como fuera a los HM y a sus aliados islamistas, bien políticamente o por la fuerza.
Para justificar la brutal represión final sobre manifestantes pacíficos, el ejército y la policía exigieron que el complaciente fiscal general emitiera una orden que pudieran utilizar de cobertura legal. Aunque las protestas pacíficas están constitucionalmente protegidas, el fiscal emitió prestamente la orden bajo un pretexto falso, a saber, que los manifestantes estaban armados (falso) o que se habían convertido en una molestia para quienes residían allí (lo que fue abrumadoramente rechazado por los vecinos). En cambio, no se emitieron nunca órdenes para desalojar a las docenas de grupos laicos de la Plaza Tahrir durante buena parte del pasado año, aunque sus protestas hicieron que las agencias gubernamentales estuvieran cerradas durante días y, en algunas ocasiones, semanas.
Neofascismo en acción: Asesinatos a sangre fría, enormes mentiras y feos engaños
Hay momentos en la historia de una nación que quedan grabados en piedra. Como por ejemplo, la Nakba palestina, las bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki y los ataques del 11 de septiembre. Los horrores desplegados el 14 de agosto pasarán a la historia de Egipto como acontecimientos trascendentales. Cientos de miles de personas habían estado acampadas durante 48 días en la Plaza Nahda cercana a la Universidad de El Cairo, en la zona occidental de la capital, y alrededor de la mezquita de Rabaa Al-Adawiyya, en la zona oriental. Los congregados acababan de celebrar el final del sagrado mes del Ramadán hacía pocos días. Estaban decididos a afirmar pacíficamente su voluntad, así como a seguir defendiendo con firmeza la constitución y el proceso democrático expresado en las urnas. Rechazaban el golpe y detestaban la vuelta del estado de seguridad. Buscaban restaurar la democracia y al Presidente Mursi, que había sido ilegalmente detenido y llevaba semanas en situación de aislamiento.
Acababan de rezar sus oraciones matinales y la gente se hallaba en ambas plazas escuchando las invocaciones espirituales mientras reafirmaban su compromiso para mantener su protesta de forma pacífica cuando los acontecimientos se precipitaron. A las 06,30 horas de ese fatídico día, tanques del ejército, vehículos blindados y buldóceres descendieron sobre los manifestantes desde diferentes direcciones. Iban seguidos de fuerzas especiales del ejército, policía y matones vestidos con ropas civiles y protegidos por los responsables de la seguridad del Estado. La escena era escalofriantemente similar a la del levantamiento de los primeros días de enero de 2011 que derrocó a Mubarak. Había francotiradores situados en lo alto de los tejados, especialmente de los edificios militares, incluida la sede de la Inteligencia Militar.
Según el relato oficial ofrecido por el General Ibrahim en una conferencia de prensa, la policía empezó primero a advertirle a la gente que se dispersara a través de altavoces. Dijo que la policía ofreció después a los manifestantes un pasaje seguro para que se marcharan con la promesa de que no iban a arrestarles. Poco después, la policía roció a los manifestantes con cañones de agua. Cuando los manifestantes se negaron a marcharse, la policía utilizó entonces gases lacrimógenos; en ese momento, según él, los manifestantes utilizaron armas automáticas contra la policía. El general Ibrahim acusó a los HM de tener francotiradores en los tejados que disparaban contra la policía, provocando la muerte de 43 agentes. Sin embargo, no hay pruebas de esas muertes, ni sus nombres, ni fotos, ni videos, nada. Solo entonces, afirmó el Ministro, la policía utilizó fuego real, matando a 149 personas por todo Egipto. También afirmó que los manifestantes no eran pacíficos y que se les incautaron alijos de armas, incluyendo nueve rifles automáticos y miles de municiones. Ni que decir tiene que nada de este cuento urdido no es ni remotamente cierto.
Según muchas informaciones internacionales, incluyendo una información de la CNN, los manifestantes eran pacíficos y estaban desarmados. Un informe del Guardian afirmaba: “Los manifestantes eran pacíficos y entre ellos había muchas mujeres y niños”. Los medios de televisión egipcios a favor del golpe, empotrados entre el ejército, difundieron imágenes de varios alijos de armas para mostrar que los manifestantes no eran pacíficos, solo para acabar revelando que esas armas las había llevado la policía a fin de que las “descubrieran”.
Contrariamente a las afirmaciones del general Ibrahim, la policía nunca utilizó altavoces o cañones de agua. Empezaron a disparar de inmediato sobre los desarmados manifestantes con fuego real. El observador europeo de los derechos humanos Ahmad Mufreh, ofreció su vívido testimonio en directo por televisión, asegurando que la policía empezó a disparar a matar contra la gente. De hecho, la policía nunca tuvo intención de ofrecer un paso seguro, quienes intentaban escapar a través de él fueron brutalmente golpeados e inmediatamente arrestados.
Al mediodía, el ejército y la policía habían roto las defensas de la Plaza Nahda y dispersaban brutalmente a sus manifestantes. Sin embargo, no fue hasta las 18,00 horas cuando pudieron hacerse con el control total sobre la mezquita de Rabaa Al-Adawiyya. Los agentes de seguridad quitaron entonces los carteles y pancartas de los manifestantes y quemaron sus tiendas de campaña, incluso con cadáveres en su interior. El Dr. Ahmad Muhammad, un cirujano que operaba en el hospital de campo de Rabaa, dijo a Mubasher Misr de Al-Jazeera, que a él y a otros doctores se les ordenó de inmediato que se marcharan o les dispararían, obligándole a abandonar al paciente que estaba operando y dejándole morir.
Otro de los testigos, Sameh Al-Barghy, contrario a los HM y licenciado por la Universidad Americana de El Cairo, dijo a Al-Jazeera que aunque no había estado en la protesta y se oponía a ella por principios, había corrido a ayudar poco después de escuchar la noticias de la represión. Con la voz quebrada, dijo que había presenciado una horrenda masacre cuando un grupo de manifestantes que se escondía en un edificio en construcción fue cazado y sacado por las fuerzas de seguridad. Dijo que la policía había entrado en el edificio disparando a quemarropa contra los que se escondían en los dos primeros pisos antes de arrestar al resto. Otro testigo dijo que había visto frente a sus ojos cómo la policía disparaba contra dos viandantes sin que mediara provocación alguna.
Otro doctor del hospital de campo en la mezquita de Rabaa dijo a Al-Jazeera que contó más de 2.600 cuerpos, incluidos 65 niños. Asmaa El-Beltagy, la hija mayor de 17 años del líder de los HM Mohammad El-Beltagy, estaba entre las víctimas. Más tarde, por la noche, el portavoz de los HM, Ahmad Arif, proclamó que ese día, por todo Egipto, había habido más de 3.000 personas asesinadas y alrededor de 10.000 heridas, muchas de ellas de gravedad. La brutalidad y la crueldad de la represión del ejército pueden verse en las imágenes capturadas en los vínculos anteriores, que se difundieron por todo el mundo. Fueron también asesinados al menos media docena de periodistas, entre ellos el cámara de Sky News Mick Deane, y la periodista de Gulf News Habiba Abdelaziz. Según múltiples testigos, una vez que se hicieron con el control, las fuerzas de seguridad quemaron el hospital de campo, el centro de los medios y las tiendas de campaña donde yacían los cadáveres de los manifestantes a fin de ocultar los crímenes del ejército.
Y para añadir algo más de sal a la herida, el gobierno se ha negado a entregar los cuerpos de los asesinados hasta que sus familias firmen un documento afirmando que la causa de la muerte era “natural”. En muchos de los casos, el juez dejó en blanco la causa de la muerte. Muchas familias se han negado a aceptar tan inmoral exigencia dejando sin reclamar muchos cuerpos y en peligro de descomposición. Mientras las organizaciones por los derechos humanos y las libertades civiles de todo el mundo, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch condenaban con firmeza la masacre de Egipto, la Organización Árabe por los Derechos Humanos, dominada por elites laicas y liberales culparon, lo que resulta bastante sorprendente, a los HM del baño de sangre.
¿Qué vendrá a continuación? Volviendo a la revolución 101
Es inconcebible que el general Sisi, el general Ibrahim, sus facilitadores civiles, sus patrocinadores occidentales y los autores de estos crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad no conocieran o anticiparan el nivel de la carnicería que iba a producirse. Al embarcarse en el golpe, sus dirigentes estaban decididos a asestar un ataque fatal a los islamistas, especialmente a los HM. Cada uno tenía sus propios motivos. Los liberales laicos reconocieron que no podían ganar en unas elecciones libres y justas contra los islamistas en futuras elecciones tras sus sucesivas derrotas en las urnas durante los pasados dos años. Por tanto, excluir o debilitar a los islamistas daría a los partidos liberales y nacionalistas el espacio necesario para ocupar la escena política en un previsible futuro.
Los leales a Mubarak y los elementos del estado profundo estaban ansiosos por vengarse de los HM, sus acérrimos enemigos históricos durante las últimas tres décadas, por haberles echado del poder en el levantamiento de 2011. No solo podían marginar y someter a sus opositores sino también emprender un regreso exitoso por derecho propio. Irónicamente, en 30 meses, los contrarrevolucionarios se han convertido en el rostro de la revolución. Confían en que el 30 de junio, el día de su regreso, sustituya al 25 de enero, el día de su destitución.
El ejército se considera como el defensor de la nación y de sus instituciones y quiere retener sus privilegios económicos y sociales. No quiere someterse a ningún control civil significativo. El precedente fijado por el levantamiento de enero de 2011, razonaron, podría un día debilitar al ejército o incluso obligarle a ceder a la sociedad su privilegiado estatus, como finalmente tuvieron que hacer sus homólogos turcos. Los generales esperaron el momento pertinente para golpear y poner fin al devaneo del pueblo con la democracia para retrasar, si no totalmente el final, al menos la llegada del temible día en que tuvieran que rendir cuentas ante el pueblo.
Muchos grupos de jóvenes se sentían desilusionados y frustrados de todos los partidos. Pudieron deshacerse del rostro del régimen corrupto y represor de Mubarak. Pero dada su decepción e impaciencia por el lento progreso, pensaban que podían librarse igual de fácilmente de lo que percibían como la arrogancia o incompetencia de los HM. Y de paso, no sólo devolvieron el control a los militares sino también hicieron que el sueño de establecer un sistema democrático auténtico basado en el imperio de la ley se alejara un poco más. El ejército nombró a un primer ministro-títere de 77 años y a un gabinete compuesto mayoritariamente de leales e Mubarak. De 25 gobernadores provinciales, el ejército designó a 19 generales, incluidos muchos oficiales de la era Mubarak. Para el ejército, reprimir y controlar a la población era su prioridad más importante. En eso quedó la promesa de empoderar a los jóvenes.
Liberales como Muhamad ElBaradei se convencieron a sí mismos de que podían aliarse con los militares a expensas de sus enemigos ideológicos, los islamistas, en vez de competir democráticamente en las urnas. ElBaradei tuvo que despertar pronto a la dura realidad de que la fuerza bruta y la violencia es la herramienta favorita del ejército para solucionar disputas, no los desagradables compromisos de la democracia. El laureado con el Premio Nobel de la Paz tuvo que dimitir en desgracia. A su compañero de Premio, Barak Obama, no le fue mejor. También fracasó en la prueba de fuego de la democracia al no condenar el golpe cuando éste se anunció y no decantarse con firmeza por la democracia y el imperio de la ley. Sin embargo, el día posterior el baño de sangre, Obama condenó la violencia, de la que dijo eran responsables el gobierno interino y las fuerzas de seguridad. La afirmación fue un paso en la buena dirección, aunque no fue lo suficientemente decidido, ya que fue muy ambiguo en su apoyo a la restauración de la constitución y del presidente depuesto democráticamente elegido.
A las potencias extranjeras les preocupa muy poco Egipto o su pueblo. Una y otra vez, Occidente ha demostrado que su retórica de elevados valores ideales se sacrifica fácilmente en el altar de los intereses a corto plazo. Históricamente, EEUU ha estado más preocupado por la seguridad de Israel que por servir a sus propios intereses a largo plazo. Israel había considerado a Mubarak como un activo estratégico a lo largo de tres décadas. Fue la razón principal de que EEUU tuviera que apoyarle en vez de ayudar a construir instituciones democráticas en el país. Si Israel o sus partidarios en EEUU favorecían a Sisi temiendo el ascenso de los islamistas, probablemente EEUU favorecería al ejército por encima de la voluntad democrática del pueblo egipcio sin mirar las consecuencias, que finalmente podrían poner en peligro los intereses a largo plazo en la región de la seguridad nacional estadounidense.
Tanto el Secretario de Estado, John Kerry, como la Jefe de la diplomacia de la UE, Catherine Aston, habían expresado reservas acerca de la intervención del jefe del ejército egipcio. Pero cuando más importaba, aceptaron sus consecuencias. Cuando el gobierno adoptó duras medidas utilizando tácticas sangrientas comparables a Gadafi en Libia o Asad en Siria, los gobiernos occidentales contuvieron sus críticas. Cuando el gobierno pro golpe declaró un estado de emergencia tras el golpe, en vez de rechazarlo en el acto, Occidente lo aceptó vergonzosamente confiando en que “pronto sería levantado”. Para que sea creíble, el llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU de varios países occidentales debe incluir el traslado de los líderes del golpe en Egipto al Tribunal Penal Internacional para enfrentar la acusación de crímenes contra la humanidad. Hay amplias pruebas reunidas ya en Internet y numerosos testigos para probar este monstruoso crimen.
La crueldad del golpe y la brutalidad de la represión han reafirmado a los ojos de los islamistas y de muchos egipcios que quieren la democracia, los inmensos desafíos a que se enfrentan. El levantamiento del 25 de enero no fue una revolución total. Los socios revolucionarios se la entregaron al ejército, que finalmente pudo reunir las piezas que necesitaba para restaurar la vieja coalición del ejército y el estado profundo a expensas de los verdaderos objetivos de la revolución.
Sin duda alguna, el golpe del ejército ha desviado a Egipto de la senda de la democracia. La forma más eficaz de volver a ella para los egipcios normales y corrientes de todas las tendencias políticas es bajar de nuevo a la calle por millones para desafiar el autoritarismo y la brutalidad del Estado. Los egipcios deben recuperar su celo revolucionario. Deben también aspirar a reconquistar su unidad: musulmanes y cristianos, hombres y mujeres, jóvenes y viejos. El factor determinante debería ser un compromiso verdadero y auténtico con los principios democráticos y el imperio de la ley. Eso significa un rechazo absoluto del golpe militar y de la intervención del ejército en la política, así como la purga de todos los elementos corruptos del Estado profundo. Eso implica el repudio absoluto de cualquier conflicto sectario. La quema de iglesias coptas no solo debe condenarse, sino que las iglesias deberían estar protegidas por los musulmanes como cualquier venerada mezquita. Baste con recordar que fueron el aparato de seguridad de Mubarak y el ministro del interior Habib Adly los responsables reales de los atentados de la Iglesia de los Santos en Alejandría un mes antes de la revolución de 2011, a fin de acusar a los islamistas y extender la sospecha y acritud. De igual forma, la identidad y naturaleza de la sociedad egipcia no debería ser objeto de debates sectarios; Egipto ha demostrado a lo largo de los siglos que puede tener una cultura de base islámica que sea tolerante y armoniosa.
Como si el régimen a favor del golpe no fuera ya suficientemente ilegítimo, la sangrienta masacre le ha desnudado completamente de cualquier indicio de legitimidad. Una campaña internacional de boicot-desinversión-sanciones y un movimiento de protesta global debería de ponerse en marcha de inmediato mientras dentro del país se extiende un movimiento de desobediencia civil masiva hasta que el régimen criminal sea derrocado y sus elementos asesinos llevados ante la justicia. Según el jurista internacional y experto legal en derechos humanos, el Profesor Cherif Basiuni, es posible que la Comisión de Derechos Humanos de la ONU inicie un proceso para investigar la sangrienta masacre y finalmente presentar las acusaciones ante el Tribunal Penal Internacional.
Mientras los egipcios toman las calles en los próximos días, semanas y meses, hay tres factores que pueden influir individual o colectivamente en el futuro curso de la inacabada revolución de Egipto: la disolución y derrota del estado de seguridad, la salida del ejército de la vida política de Egipto y su sometimiento al control civil, y una posición de principios e inflexible por parte de la comunidad internacional contra el golpe en apoyo de la democracia y el imperio de la ley.
Max Weber razonaba que una condición necesaria para que una entidad sea Estado es que conserve su reclamación sobre el monopolio de la violencia para reforzar el orden. Pero cuando ese monopolio de la violencia se utiliza contra los ciudadanos de un Estado civilizado para desbaratar su voluntad, no podrá ser nunca legítimo, tan sólo un Estado gobernado por la ley de la jungla.]].
Esam Al-Amin es un escritor y periodista independiente experto en temas de Oriente Medio y de política exterior estadounidense que colabora en diversas páginas de Internet. Puede contactarse con él en alamin1919@gmail.com. Su último libro es The Arab Awakening Unveiled: Understanding Transformations and Revolutions in the Middle East.
Fuente original: http://www.counterpunch.org/2013/08/16/bloodbath-on-the-nile
[[ Al Sisi contra la revolución
Los partidos egipcios están amedrentados y todos los medios, doblegados
Se ha extendido la idea de que el general Al Sisi dio el golpe de Estado del 3 de julio a petición del clamor popular y para defender la revolución democrática egipcia. Es la única versión que se acepta en Egipto. Lo demás se considera alta traición y la policía —o en su defecto la judicatura— actúa de inmediato. Es, por supuesto, la versión que se hace circular desde las cancillerías egipcias, y la que conviene a la opinión pública internacional, que no simpatiza con los islamistas. Sin embargo, la realidad es totalmente diferente.
Valiéndose de las protestas contra Morsi, Al Sisi dio un golpe de Estado para acabar con la revolución, encarnada en parte por los manifestantes. Apenas una semana después del golpe ya alertaba de ello la premio Nobel de la Paz yemení Tawakkul Karman: “Volverán las políticas y los hombres de Mubarak. (...) El derrocamiento de Mohamed Morsi, el presidente elegido, mediante una declaración militar y su sustitución por otro, apoyado por todos los poderes, o el asesinato de decenas de manifestantes pacíficos que protestaban por ello, no son sino dos ejemplos de prácticas terroristas” (Al-Masry Al-Youm, 12/07/2013). Y eso que todavía no se había producido la masacre de la plaza de Rabaa, que dejó más de 800 muertos, ni la declaración del estado de emergencia (en vigor durante los 30 años de presidencia de Mubarak), ni la excarcelación del mismo Mubarak o el encausamiento de cualquier opositor, incluido Mohamed El Baradei, otro premio Nobel de la Paz, que en un principio se alió con el bando golpista y al que ahora la fiscalía acusa de “traicionar la confianza nacional”.
El golpe de Al Sisi no fue contra los islamistas, sino contra el proceso democrático que llevó a los islamistas al poder. El Ejército y las fuerzas de seguridad no tenían grandes cuentas pendientes con los Hermanos Musulmanes (HHMM), que se habían plegado durante el Gobierno de Morsi a sus intereses. Las cuentas pendientes eran, en el fondo, con la revolución y las fuerzas democráticas. Era una cuestión de supervivencia: si la democracia seguía su curso, el “Estado profundo” organizado en torno al estamento militar (Ejército, fuerzas de seguridad y judicatura) corría el riesgo de desaparecer. Hasta tal punto ha crecido su imperio empresarial que en los últimos años el Ejército ha prestado al Estado, que se sepa, 2.000 millones de dólares. La cúpula militar forzó la caída de Mubarak para preservar sus privilegios, no para complacer al pueblo, y ha hecho ahora lo propio con Morsi, representante, mal que bien, del proceso democrático. Con la gente en la calle, Al Sisi vio una oportunidad de oro para servirse del peculiar mamismo de los egipcios, que da por hecho que si Egipto es “la madre del mundo”, el Ejército es la madre de Egipto.
Aunque Morsi no es Mubarak, cosa que con frecuencia se olvida, los dos cayeron sobreestimando la lealtad de sus generales. Tantawi y Sisi responden a una misma lógica: la identificación entre Estado y Ejército. Cuando en febrero de 2011 el Consejo Superior de las Fuerzas Armadas (CSFA) dejó caer a Mubarak, mató dos pájaros de un tiro: se erigió en garante de la voluntad popular y se deshizo, que era lo que más le interesaba, de la república hereditaria diseñada por el dictador, que entregaba el control del Estado a Gamal Mubarak y a una camarilla de tecnócratas neoliberales. Cuando hace dos meses el CSFA secuestró a Morsi, la amenaza era otra: la democracia.
Es cierto que Morsi no acometió las necesarias reformas ni del Ejército ni de los cuerpos de seguridad, pero al recomponer a su medida el entramado civil de la Administración heredada de la dictadura puso en peligro el Estado profundo. Uno de los terrenos en los que esto se aprecia con mayor claridad es en la política de nombramientos de gobernadores civiles, cuyas competencias incluyen, a escala local, las propias del Estado, desde la seguridad a la fiscalidad. Tradicionalmente se designaba para este puesto a altos cargos militares o policiales retirados, por lo que cuando Morsi emprendió su sustitución por personas afines a la presidencia se le acusó de islamizar el cargo, si bien solo 11 de los 27 nombrados pertenecían a los HHMM. Tras el golpe, las aguas han vuelto a su cauce: en agosto, el nuevo Gobierno ha nombrado a 17 exmilitares, 2 policías y 2 jueces entre los nuevos 25 gobernadores provinciales (se ha mantenido a los 6 militares designados por Morsi).
También en el ámbito de los cargos civiles son fundamentales para el Estado militar paralelo los puestos de perfil político medio. Este verano han sido colocados en los ministerios clave para los negocios de los militares (Vivienda, Agricultura, Transportes, Planificación) veteranos burócratas del entorno del Partido Nacional Democrático (el antiguo partido del régimen), con buena experiencia en la cooperación con los militares y la no interferencia en sus intereses. En compensación, y para disimular, el abanico de ministros cuenta con nombres de los que John Kerry pudo decir al día siguiente de la toma de posesión del nuevo Gobierno: “Conozco personalmente a varios, y sé que son muy competentes”.
En donde ni la revolución ni la contrarrevolución han cambiado las cosas es en la ayuda estadounidense al Ejército egipcio: 1.300 millones de dólares al año. Esta contribución es un insulto a la democracia, por más que la cantidad ya no sea muy relevante (no ha variado desde 1979) y los militares cada vez la necesiten menos. Lo más irónico es que ahora en Egipto los más enconados enemigos del Gobierno estadounidense son los voceros del régimen, no los naseristas o los islamistas. Es algo que no pasa desapercibido en EE UU, aunque de momento no tenga consecuencias políticas. Hace pocas semanas, The New York Times (25/8/2012) se hacía eco de las declaraciones de Tahani El Gebali, vicepresidenta del Tribunal Constitucional entre 2003 y 2012, en las que acusaba a Obama de connivencia con los HHMM argumentando que ¡su hermanastro keniano dirigía un grupo de inversiones de la Hermandad! La vieja paz militar de Egipto con Israel sigue atando de pies y manos a EE UU, y hoy por hoy su apoyo al Ejército golpista le convierte en invitado de segunda del club de Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, que han decidido sufragar la represión con 12.000 millones de dólares, casi 10 veces la ayuda americana.
Para Al Sisi y la cúpula militar, demonizar al islamismo era el camino más corto para acabar con la revolución. El plan estaba bien trazado. Primero se identificó islamismo con fascismo (idea por otra parte con mucho eco en la islamofobia euroamericana). La prensa y los medios de comunicación no islamistas se dedicaron a ello desde la elección de Morsi. Luego, una vez consumado el golpe, todo islamista se convirtió en terrorista (el 15 de agosto ningún gran diario egipcio publicó en portada una foto de los islamistas masacrados en la plaza de Rabaa, sino imágenes de la “batalla del Estado contra el terrorismo”). Y ahora que la represión ha empezado a hacer mella en los demócratas que habían apoyado la asonada, cualquier voz crítica es acusada de islamista. Ninguna disidencia ha quedado a salvo: incluso los llamados “liberales” figuran hoy en el campo de la “traición islamista”. Acalladas las élites, quedaba la calle.
Barrer a los HHMM de la calle ha sido un paso decisivo para acabar con el espacio público como centro de la revolución. No es que los hermanos encarnen solos el futuro de la revolución, que tal vez sí en este momento, sino que clausurando la calle mediante el toque de queda y el estado de excepción los militares han ido contra la raíz del proceso revolucionario. La calle está neutralizada, los partidos políticos amedrentados y no queda un medio de comunicación que no haya sido doblegado. La contrarrevolución se ha consumado, utilizando en buena medida a las fuerzas revolucionarias.]].
Luz Gómez García es profesora de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad Autónoma de Madrid.
[[ Partido Comunista de Egipto
Akram Ismail
El Partido Comunista de Egipto anunció la reanudación de su actividad legal tras 90 años de clandestinidad en 2011.
El anuncio sobre el "inicio de las actividades del partido en el espacio social y público de Egipto" fue hecho por el líder de los comunistas egipcios, Salah Adly, y coincidió con los festejos por el 1 de Mayo, Día del Trabajador de ese año.
Adly destacó que el partido defenderá los derechos de los trabajadores, hará renacer el movimiento sindical y exigirá el cumplimiento de todas las reivindicaciones de la revolución de enero (que derrocó el régimen de Mubarak) como la adopción de una nueva constitución democrática y la realización de la libertad de formación de partidos políticos.
El partido comunista fue prohibido por primera vez de Egipto en 1921, y su renacimiento tuvo lugar en 1949. Luego fue disuelto durante el presidente Gamal Abdel Nasser. Los comunistas volvieron a reorganizarse durante la presidencia de Anwar Sadat en 1974, cuando restituyeron el partido ilegal.
El anuncio sobre el "inicio de las actividades del partido en el espacio social y público de Egipto" fue hecho por el líder de los comunistas egipcios, Salah Adly, y coincidió con los festejos por el 1 de Mayo, Día del Trabajador de ese año.
Adly destacó que el partido defenderá los derechos de los trabajadores, hará renacer el movimiento sindical y exigirá el cumplimiento de todas las reivindicaciones de la revolución de enero (que derrocó el régimen de Mubarak) como la adopción de una nueva constitución democrática y la realización de la libertad de formación de partidos políticos.
El partido comunista fue prohibido por primera vez de Egipto en 1921, y su renacimiento tuvo lugar en 1949. Luego fue disuelto durante el presidente Gamal Abdel Nasser. Los comunistas volvieron a reorganizarse durante la presidencia de Anwar Sadat en 1974, cuando restituyeron el partido ilegal.
Ante el derrocamiento de Morsi
El Partido Comunista Egipcio (PCE)
Las personas se quedarán en las plazas hasta el logro de sus demandas revolucionarias
El PCE , una vez más se dirige a las masas de nuestro gran pueblo egipcio con un gran saludo honrando su posición maravillosa de heroica resistencia a la tiranía fascista del régimen fracasado. El partido considera que esta postura civilizada unánime sólo expresa la autenticidad, la nobleza y la conciencia de este pueblo que confirmaron su rechazo absoluto de poner en peligro su derecho a vivir en libertad y dignidad, independientemente de los sacrificios, manteniendo su enfoque pacífico y civilizado y defender su elección civilización, que se extiende desde los albores de la historia, representada en su creencia en la libertad y el respeto por el pluralismo y los valores de la tolerancia y de los derechos civiles.
El Partido también expresa su satisfacción por la declaración de las fuerzas armadas y su apoyo inequívocamente directo a las demandas del pueblo egipcio por todos conocidas. Hacemos hincapié en el respeto de esta declaración de la función de las fuerzas armadas como defensor de la seguridad y la nacionalidad egipcia la protección de la voluntad y la elección de la gente, sin involucrarse en la arena política, incompatible con la naturaleza de su trabajo, respetando las normas adoptadas por la democracia y los principios sobre los cuales se establece el estado civil moderna.
El pueblo egipcio dijo que su palabra tienen carácter obligatorio para todos. Ellos son la única fuente de legitimidad. Sólo ellos, decidan lo que estimen conveniente para salir de esta situación. La gente decidió que Mohamed Morsi Isa El-Ayyat había traicionado el juramento que hizo cuando se convirtió en presidente. Él y su grupo de la Hermandad Musulmana y sus aliados se atrevió a atacar a la judicatura y arruinó la economía del país empequeñeciendo su papel y amenaza su seguridad nacional, la paz social y la unidad nacional. Por lo tanto, las personas con su salida abrumadora épica han asegurado que este hombre y su régimen fascista se han convertido en usurpadores de la autoridad. Él debe salir fuera de la escena política y someterse a juicio con sus complices por los crimenes que han cometido contra el pueblo y el pais.
Nuestro partido hace hincapié en que la única hoja de ruta elegida por el pueblo es la que se menciona en la petición rebelde “Tamarrod” firmada por las masas en todas partes de Egipto. Hacemos un llamado a las masas de la población a no dejar las plazas y no abandonar la revolución hasta que alcanza sus demandas.
¡Viva Egipto!
y ¡Viva la revolución de su noble pueblo! ]].
Menea y vencerás...
[[Siria: una matanza tras otra
Publicado por valladolor domingo, 29 de sept. 2013 ( El texto es de PC Internacional, según el final del artículo )
Siria: una matanza tras otras, con armas convencionales o químicas.
Los imperialismos están en guardia esperando la ocasión para “intervenir” y “llevar la paz”… de los muertos.
Sólo el renacimiento de la lucha de clase y revolucionaria del proletariado podrá abatirlos y liquidarlos.
Hace más de dos años y medio que en Siria se está desarrollando una guerra en la cual fuerzas burguesas enfrentadas entre ellas –representadas, por un lado, por la fracción burguesa de Bashar al-Assad que sigue aún en el poder, sostenida por los imperialistas rusos y chinos y por el capitalismo iraní y, por el otro lado, por las fracciones burgueses adversarias que intentan derrocar a la familia al-Assad para hacerse con su puesto, sostenidas más o menos abiertamente por los imperialistas americanos y franco-británico- se baten para rediseñar un orden capitalista en condiciones de afrontar una situación económica de grave crisis y las consecuentes relaciones de fuerza en una de las zonas más tormentosas del planeta.
Si de cara a la llamada “primavera árabe”, pero en particular frente a los vastos movimientos sociales de rebelión contra las condiciones de existencia a las cuales las grandes masas habían sido arrojadas, las democracias occidentales han saludado la caída de Ben Alí y de Mubarak como la apertura de una nueva “era” –una era de “democracia” y de “progreso económico” para las grandes masas campesinas y proletarias de Túnez y Egipto- reconociendo con los dientes apretados las tentativas de nuevos gobiernos “democráticos” con la esperanza de poder plegarlos rápidamente a las exigencias “superiores” de las fuerzas imperialistas dominantes; si, de cara a la resistencia de la Libia de Gadafi a las presiones imperialistas de Francia, Gran Bretaña y Estados Unidos, las democracias occidentales han hilvanado una “guerra de liberación” porque las fuerzas progresistas y democráticas de la Cirenaica y la Tripolitana tuviesen finalmente la posibilidad de desvincularse de la “dictadura de Gadafi” y abrir a los grandes capitales occidentales vías más rápidas y fáciles al control de las fuentes petrolíferas y a su valorización; si, respecto a los movimientos de protesta que han mantenido las masas proletarias ocupadas en Arabia Saudita, en Kuwait, en los Emiratos Árabes, las democracias occidentales, visto el mantenimiento de las respectivas monarquías, se limitaron simplemente a observar cómo las fuerzas de represión locales se empeñaban directamente para sofocarlas, como es el caso de la Siria de Bashar al-Assad, su comportamiento, durante todo este largo periodo de tiempo, ha sido mucho más prudente.
La capacidad de la facción de al-Assad de controlar la situación a través de sus propias fuerzas de policía y del mismo ejército daba a los imperialistas occidentales y orientales la sensación de que al menos en Siria –delicadísimo nódulo de equilibrio en el área medio oriental, tanto más dada la inestabilidad crónica de Irak donde la guerra anglo americano no ha producido más que desastres y masacres, agravando la situación ya particularmente mísera de las masas campesinas y proletarias iraquíes- los movimientos de protesta y, después, de rebelión armada podrían ser contenidas en sus confines y no contagiarse peligrosamente a todo el área, del Líbano a Irak y a Jordania, llegando a agitar la estabilidad israelí a través de probables retornos de llamaradas de las facciones palestinas. En este caso, los imperialistas occidentales y orientales han, antes de todo, suscrito el mandato a Bashar al-Assad y a sus generales de defender y restablecer el orden burgués respetando los intereses -- DE LOS -- imperialismos. Pero no ha faltado el bombo acerca de la democracia martirizada, sobre los “derechos del hombre” atropellados, sobre la población torturada.
Bashar al-Assad, mientras tanto, se ha tomado la tarea de sofocar la rebelión contra el poder de su facción, utilizando cualquier medio brutal a su disposición (en total continuidad con la tradición de la familia), y así defender sus propios intereses capitalistas internos y, al mismo tiempo, los intereses imperialistas de los aliados rusos, pero se ha encargado también de la tarea de defender los intereses políticos ( y, por tanto, también económicos ) de los imperialismos americano, francés, inglés, italiano, alemán y, no en último lugar, israelí que veían puestos en cuestión sus propios intereses por el inestable gobierno egipcio post-Mubarak y no tenían ningún interés de que en Siria se abriese un ulterior frente de inestabilidad.
Los imperialismos occidentales –en particular los Estados Unidos, pero detrás de ellos, más o menos silenciosamente, los imperialismos europeos con Francia y Gran Bretaña en primera línea, vista su larga tradición colonialista en el área- que tanto se han esforzado para destronar a Gadafi, no han escuchado las llamadas de los “verdaderos demócratas”, que denunciaban la represión armada en De´ra, Hama, Homs y en tantas otras ciudades sirias como las masacres indiscriminadas, pidiendo a los imperialistas americanos, franceses e ingleses –los más cínicos del mundo como la historia demuestra ampliamente- de “acabar” con Bashar al-Assad.
Los llamamientos de la ONU para que la guerra siria se acabe y las fuerzas enfrentadas se sienten en una mesa de negociaciones no podían obtener sino un resultado: nada en los hechos, parloteo para ilusionar a los bobos pacifistas y humanitarios. En Siria hay en juego intereses mucho más grandes y complejos de aquellos internos del propio país: es un cruce estratégico de primera importancia para todos los actores de la guerra, tanto aquellos que están sobre el escenario y son muy visibles, como aquellos que están entre bastidores y que buscan aprovechar las jugadas ajenas para hacer las suyas propias, sin importarles nada cuántos sirios mueran, ni cómo mueren, en las ciudades y en los campos. Irán, Turquía, Arabia Saudita, Qatar, están interesados directamente e involucrados en todo lo que tiene lugar en Siria; se trata de potencias regionales de notable peso y todas manifiestan ambiciones extra nacionales. En sus espaldas, o sobre sus espaldas, están las potencias imperialistas de primer orden: sobre todo Estados Unidos y Rusia, Francia y Gran Bretaña; y, en segundo y en tercer plano, China, Alemania e Italia. Si en Damasco se dispara un cañonazo, el golpe no se siente sólo en El Cairo, Tel Aviv, Teherán, Ankara, Riad o Doha, también se siente en Washington, Moscú, París, Londres, Berlín, Roma y Pekín. Esto vale seguramente para los intereses burgueses, sin importar lo enfrentados que puedan estar, pero valdrá también, en un mañana, para los intereses de la lucha proletaria de clase.
Las sacudidas que la crisis económica ha producido en los países del Norte de África y en los países del Medio Oriente no podían abrir de golpe una nueva “era”, como auspiciaban los democráticos encallecidos. El miserable fin de la llamada “primavera árabe” su puede leer en el agravamiento de la situación en Túnez y en Egipto, donde los campesinos pobres y los proletarios no han sacado ninguna ventaja de la “nueva democracia” introducida gracias a los tutores imperialistas occidentales. El Egipto de estas semanas son el ejército al mando (como siempre), y con sus indefectibles masacres, no es sino una trágica confirmación, prevista por nosotros desde el principio. El talón de hierro de la burguesía no se guía por los “derechos democráticos”, sino por los intereses capitalistas y, cuanto más “inestable” se vuelve la situación, más segura es la represión brutal contra todas las fuerzas que se colocan frente a estos intereses. Los proletarios, que representan objetivamente la única clase que puede colocar realmente en peligro al poder burgués, en cualquier país, tiene una única vía para conquistar condiciones de existencia más aceptables y para quitarse de encima el peso de la explotación capitalista: la vía de la lucha de clase, organizada, independiente de cualquier objetivo y aparato burgués, inconciliable con cualquier interés burgués.
Ghouta, Zamalka: suburbios de Damasco. Según los servicios de al-Assad son feudos de los rebeldes. Martes 20 de agosto, son golpeados por un ataque con gas mostaza (según la CIA, Siria dispone de miles de toneladas de agentes químicos; Siria ha reconocido tenerlas el 23 de julio de 2012 por primera vez) (1) que provoca la muerte de centenares, quizá millares, de habitantes entre los cuales había muchos niños. Vídeos y fotos de esta matanza, realizados por los rebeldes dan la vuelta al mundo; la sacrosanta “opinión pública” horroriza, los periódicos y los servicios televisivos muestran fotos y vídeos de la matanza. La propaganda democrática sube el tono llamando a Europa a “acabar con las matanzas de civiles” y recuerda a Barak Obama sus palabras sobre el uso de armas químicas como la “línea roja” que, si se sobrepasa, justificaría la intervención militar contra los gobernantes sirios. Pero el gobierno sirio declara que no ha usado armas químicas y que esta matanza ha sido realizada por los rebeldes para forzar a las potencias occidentales para que intervengan en su ayuda. Es cuanto basta a Rusia y a China para acabar en el Consejo de Seguridad de la ONU con la única e inconcluyente misión de sus delegados en Damasco para “investigar la verdad y la responsabilidad”. Mientras tanto, Francia y Turquía apremian para una intervención militar, Israel revela que sus servicios secretos han interceptado la orden de disparar gas impartida por los comandantes de algunas baterías de misiles sirios, mientras Rusia y China continúan creyendo la versión del régimen de al-Assad. (2)
Este baile cínico sobre las masacres, como ya ha sucedido miles de veces en el pasado, incluso en el pasado más reciente, muestra por enésima vez que los intereses en juego son exclusivamente de tipo imperialista: a los proveedores de armas, a los capitalistas de asalto, a los gobernantes de las grandes y pequeñas potencias, les interesa sobre todo salvaguardar sus propios negocios, su propia influencia política, las relaciones diplomáticas y las conveniencias que encubren, con el fin de extraer el mayor beneficio y las mayores ventajas de la guerra en Siria. Una película vista y vuelta a ver muchas veces para caer en la trampa de los bailes diplomáticos que tienen como fin engañar a las masas que son masacradas en los países sometidos a las guerras de rapiña y de embaucar a las masas proletarias de los países imperialistas dando la impresión de que la fuerza de sus actividades diplomáticas pueda ser suficiente para acabar con los ríos de sangre que caracterizan, desde el final del segundo enfrentamiento imperialista mundial, que debía haber sido un periodo de paz y progreso garantizados por la victoria de la democracia sobre los fascismos. Pero desde Corea, y después en Vietnam y en Camboya, en Argelia y en el África Negra, en el atormentado Medio Oriente, en Yugoslavia y después nuevamente en Afganistán, en el Cáucaso, en el Kurdistán para volver nuevamente al Norte de África y ahora también en Siria, una línea de sangre sin solución de continuidad discurre junto con el desarrollo del imperialismo. La paz, como afirmaba Lenin, en el estadio imperialista del desarrollo capitalista, no es más que una tregua entre las guerras, que son siempre guerras de rapiña en las cuales a la destrucción de mercancías y capitales sobre producidos hay que sumar la destrucción de vidas humanas sacrificadas –en la guerra como en la paz- al beneficio capitalista.
Para los proletarios y los campesinos pobres de Siria no será diferente: que Bashar al-Assad se mantenga en el poder o que sea sustituido por unos meses o por unos años por cualquier otro representante del capitalismo nacional o por cualquier otro fantoche del imperialismo, la cínica e inexorable máquina del poder burgués no hará otra cosa que oprimir y masacrar aún más a las masas proletarias y los campesinos pobres. Y también si, como en Egipto o en Irán, se debiese llegar, después de años de “dictadura” de una oligarquía familiar, a elecciones democráticas, en sustancia, para los proletarios y los campesinos pobres la situación no cambiará: tendrán la satisfacción de hacer una cruz en una papeleta, introducirla en una urna… y tornar a su vida de esclavos como antes, a la espera de morir de fatiga en el trabajo asalariado o bajo las bombas de cualquier guerra burguesa.
Hoy, en Siria, como en Europa o en América, el proletariado inerte, aún incapaz de reorganizarse sobre el terreno de clase y de luchar vigorosamente por sus propios intereses de clase y sólo por estos intereses. Si los proletarios de los países imperialistas hubiesen logrado ya su propia reorganización de clase en asociaciones económicas proletarias independientes y fuesen influenciados por el partido de clase, su lucha en solidaridad con los proletarios masacrados en Siria, como en cualquier otro país en el cual insistan los intereses imperialistas, se manifestaría, sobre todo, a través de la lucha contra su propia burguesía, aunque si no hubiese tomado aún la decisión de enviar su propia expedición militar en defensa de sus intereses capitalistas. Esta lucha daría confianza a los proletarios sirios, que serían impulsados a organizarse, antes o después, también ellos sobre el terreno de clase. Los proletarios europeos o americanos, rusos o chinos, están aún muy lejos de esta situación; así, la suerte de los proletarios sirios, como de los proletarios egipcios, kurdos o iraquíes, se encuentra por completo en las manos de los esbirros nacionales y de sus tutores imperialistas internacionales. También la suerte de los proletarios europeos y americanos, rusos y chinos se encuentra aún completamente en manos de sus respectivas burguesías y de sus siervos colaboracionistas: demostración de que la suerte de los proletarios, si no luchan con métodos y medios clasistas y por objetivos de clase, es la misma en todo el mundo.
Pero las sacudidas de la crisis han comenzado a lanzar algunas señales: en Egipto, los proletarios del textil han tenido la fuerza de hacer huelga fuera del control de los sindicatos oficiales organizándose independientemente; es un inicio, cierto, pero en tanto débil y aislado es una indicación de la vía a recorrer. Se comienza desde aquí, desde estas tentativas de poder proseguir y extender la experiencia a otros proletarios, a otros sectores, reconquistando duramente un terreno de lucha que es el único sobre el cual el proletariado puede manifestar toda su fuerza: el terreno de la lucha de clase. Entonces los proletarios podrán darse cuenta de que los objetivos económicos de su lucha son sólo un primer nivel, un ámbito en el cual no se resuelven los problemas sociales generales; la propia lucha de clase, la reacción de la burguesía y de su Estado, volverán claro también a los proletarios que el problema social central es el del poder político: o dictadura de la burguesía o dictadura del proletariado. Entonces las indicaciones del partido de clase, del partido comunista revolucionario, serán comprendidas y recibidas por las grandes masas que hoy parecen alejadas por miles de kilómetros aún sólo de creer poder luchar con éxito contra un poder, el burgués, que parece invencible y eterno.
La lucha de clase que la burguesía conduce contra el proletariado todos los días, y cada minuto de cada día, será finalmente reconocida también por el proletariado como la única y decisiva lucha por la vida o por la muerte: la lucha de clase proletaria, precisamente porque su evolución histórica es la revolución proletaria y el abatimiento del poder burgués, es la única perspectiva a la cual la burguesía tiene un horror histórico.
Cada día hay proletarios que tiemblan por los golpes que los capitalistas descargan contra sus condiciones de vida y de trabajo, por los golpes que la burguesía nacional y sus aliados o padrinos internacionales dan a través de la represión y la guerra. Mañana, frente al proletariado revolucionario, organizado por su partido de clase, serán los burgueses, en Damasco y en Berlín, en el Cairo y en Londres, en París y en Washington, en Teherán y en Moscú o Pekín, los que temblarán como temblaron en 1917 no sólo en Petrogrado sino en todas las cancillerías de Europa y del mundo.]].
(1) Cfr. la Repubblica del 22 de agosto de 2013
(2) Cfr. la Repubblica del 23 de agosto de 2013
Partido Comunista Internacional
24 de agosto de 2013. ///.
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Páginas webs,...todo el mundo está interesado en esta guerra,...¡¡
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Páginas webs,...todo el mundo está interesado en esta guerra,...¡¡
[[Retroceso en Egipto,... ¡¡
EL PAÍS
Los militares utilizan la lucha contra los islamistas para mantenerse en el poder
07/10/201320:48 CET
Los islamistas de Túnez renuncian al poder para evitar un conflicto civil
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Un Gobierno de técnicos independientes dirigirá a partir de noviembre el país magrebí, que no desea seguir la senda egipcia
07/10/201312:26 CET
Egipto clausura Al Yazira y otros tres canales islamistas
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Desde el golpe de Estado del pasado 3 de julio han sido cerrados casi una decena de medios informativos
03/09/201300:01 CET
Egipto, la nueva dictadura
NICOLÁS SARTORIUS / DIEGO LÓPEZ GARRIDO
El riesgo de un enfrentamiento entre civiles no justifica un golpe militar.]].
[[ "Crisis y contraofensiva imperialista de Estados Unidos en América Latina
Autor(es): Vega Cantor, Renán
Vega Cantor, Renán. Historiador. Profesor titular de la Universidad Pedagógica Nacional de Bogotá, Colombia. Doctor de la Universidad de París VIII. Diplomado de la Universidad de París I, en Historia de América Latina. Autor y compilador de los libros Marx y el siglo XXI (2 volúmenes), Editorial Pensamiento Crítico, Bogotá, 1998-1999; El Caos Planetario, Ediciones Herramienta, 1999; Gente muy Rebelde (4 volúmenes), Editorial Pensamiento Crítico, Bogotá, 2002; Neoliberalismo: mito y realidad; Entre sus últimos trabajos podemos mencionar: Los economistas neoliberales, nuevos criminales de guerra: El genocidio económico y social del capitalismo contemporáneo (2010). La República Bolivariana de Venezuela le entregó en 2008 el Premio Libertador por su obra Un mundo incierto, un mundo para aprender y enseñar. Dirige la revista CEPA (Centro Estratégico de Pensamiento Alternativo). Es integrante del Consejo Asesor de la Revista Herramienta, en la que ha publicado varios de sus trabajos..
“Para controlar a Venezuela es necesario ocupar militarmente a Colombia”
Paul Coverdale,
Senador Republicano de los Estados Unidos,
Primer ponente del Plan Colombia en el Senado de los Estados Unidos, 1998.
“Aunque muchos ciudadanos teman otro Vietnam, resulta necesario, porque Venezuela tiene petróleo. Venezuela tiene animadversión por Estados Unidos, éste debe intervenir en Colombia para dominar a Venezuela. Y puesto, que Ecuador también resulta vital, y los indios de allí son peligrosos, los Estados Unidos, también tienen que intervenir ese país. (…) Si mi país está librando una guerra civilizadora en el remoto Irak, seguro estoy que también puede hacerlo en Colombia, y dominarla a ella y a sus vecinos: Venezuela y Ecuador”.
Paul Coverdale, 10 de abril de 2000.
La vergonzosa entrega de la soberanía colombiana a los Estados Unidos, rubricada con el establecimiento de siete bases militares en nuestro territorio, hace parte de una estrategia más amplia de la primera potencia mundial por asegurarse el control de su patio trasero latinoamericano por las próximas décadas, en un momento en que su hegemonía mundial está seriamente resquebrajada. Dicha crisis de hegemonía se manifiesta en dos circunstancias complementarias: la crisis económica que los carcome desde dentro, y la derrota estratégica que sufre en Irak y en Afganistán, la cual se desarrolla en cámara lenta y se rubrica con la pretensión fallida de darle un vuelco a la situación con el envío de 30 mil soldados adicionales al frente de guerra afgano por parte de Barak Obama, flamante Premio Nobel de la Paz (sic). Sin embargo, para contrarrestar esa pérdida de hegemonía en el mundo, Estados Unidos refuerza su intromisión en América Latina, donde lleva a cabo una contraofensiva, como lo sustentamos en este artículo.
Estados Unidos: la crisis interna se acentúa
En los últimos meses se ha convertido en un pasatiempo popular, practicado por los principales voceros del capitalismo a nivel mundial, anunciar el fin de la recesión y el comienzo de una imparable recuperación. Estos vaticinios poco tienen que ver con la realidad del capitalismo actual, como se demuestra al evocar la magnitud de la crisis económica en los Estados Unidos, la cual se ha prolongado más allá de lo previsto por los analistas del establecimiento. En efecto, y éste es el primer elemento a destacar, la crisis ya lleva más de dos años, si recordamos que se inició en junio de 2007 cuando se declararon en quiebra algunos fondos especulativos en los Estados Unidos y se constató que el Brea Sterms, el tercer banco en importancia de ese país, se encontraba en serias dificultades. Ese fue el comienzo cronológico, en el corto plazo, de la actual crisis económica y financiera en Estados Unidos, que de manera inmediata repercutió en el resto del mundo.
A pesar de la política de salvataje financiero y empresarial, impulsada por las administraciones Bush y Obama, la crisis no ha podido ser superada y antes por el contrario se ha inflado una nueva burbuja especulativa, la del dinero del salvataje, que está creciendo de manera vertiginosa, y que es muy probable que estalle en el momento menos pensado. A la par, han continuado las quiebras de entidades financieras, lo que ha originado fusiones y adquisiciones bancarias que han concentrado aún más al sector financiero, típico por lo demás de la lógica capitalista que se expresa en las máximas “el pez grande se come al chico” y “sálvese quien pueda”. Así, desde comienzos del 2009 se anunció que tres bancos de los Estados Unidos: Bank of America, Wells Fargo y PNC Financial Services Group adquirieron a sus antiguos competidores Merrill Lynch, Wachovia y National City respectivamente. De esta manera, estos bancos aumentaron sus activos y el número de sus oficinas en todo el país y, como no podía faltar, estas fusiones ocasionaron miles de trabajadores despedidos.
Como suele suceder en el capitalismo, el peso de la crisis recae sobre los sectores más pobres y sobre los trabajadores, como se evidencia con los efectos más negativos de la actual recesión. Así, el número de personas sin techo (homeless) ha aumentado en el último año, incorporando ahora a una mayor cantidad de familias jóvenes que no ha podido cumplir con los pagos de las hipotecas. En todo Estados Unidos aumentó en un 10 % el porcentaje de homeless, pero en algunas regiones de ese país creció hasta un 56 %. Así mismo, como consecuencia de la crisis, en el 2010 unos ocho millones de niños alcanzarán el estado de extrema pobreza y aumentarán los suicidios y acciones delincuenciales de que serán víctimas o protagonistas esos infantes. La situación de los más pobres ya es tan precaria que Ruby Takanashi, presidenta de la Fundación para el Desarrollo del Niño, ha afirmado que “actualmente, los niños son una especie amenazada en la sociedad estadounidense”. Así mismo, todos los días se hunden literalmente en la pobreza miles de estadounidenses al quedar desempleados y perder en forma automática su cobertura médica. Los datos son indicativos, puesto que cada semana en la Florida pierden esa cobertura médica 3.500 personas, en Nueva York 2.500, en Georgia 1.600 y en Michigan unas 1.000.
En el mismo sentido negativo para los trabajadores, la tasa de desempleo alcanzó el 10.2 % en el mes octubre de 2009, la cifra más elevada de los últimos 27 años, sólo superado por el 10,8 al que subió el desempleo en el invierno de 1982. De igual forma, se alcanzaron los máximos históricos en el tiempo que tarda un desempleado en reengancharse, que ahora es de siete meses y medio. Si hablamos de un desempleo del 10%, de una fuerza laboral compuesta por 154 millones de personas, existen un poco más de 15 millones de personas desocupadas. Esta cifra adquiere mayor relieve si se compara con la de 7 millones y medio de desempleados existentes en diciembre de 2007. Por supuesto, quienes mantienen su empleo o los que luego de varios meses consiguen algún trabajo, deben soportar la precarización laboral, esto es, peores salarios, e intensidad laboral más severa, como se evidencia en el incremento en el número de horas por hombre/mujer ocupados: en noviembre de 2009 los trabajadores laboraron un 5 % más de horas semanales con respecto al mismo mes de 2007.
Como expresión macroeconómica de todos los aspectos mencionados, el déficit presupuestario del gobierno de los Estados Unidos alcanzó el record histórico de 1.400 billones de dólares, acentuado tanto por la caída en la recaudación de impuestos (los ingresos gubernamentales cayeron en un 16,6 % en el 2009 con respecto al año anterior) como por el gasto colosal de la administración para estabilizar el sistema financiero, salvar bancos y empresas y estimular la economía interna, lo que incrementó en un 18,2 % esos gastos. La caída en los ingresos se explica por el aumento del desempleo, por la reducción de los salarios, y por una política tributaria laxa con los capitalistas y los especuladores.
Literalmente, hay regiones de los Estados Unidos que se han hundido en la tercermundización, si por ello se entiende que los Estados federales no cuentan con recursos para garantizar el funcionamiento del aparato burocrático, ni pagar al personal administrativo, y han tenido que cerrar escuelas, hospitales y abandonar obras de infraestructura, todo lo cual ha aumentado la pobreza. El caso más emblemático, aunque no el único, es el del Estado de California, catalogado como la octava economía del mundo y visto siempre como una de las joyas de la corona de los Estados Unidos. En el año 2009 entró en quiebra ante la drástica reducción de sus ingresos fiscales, y para poder conseguir recursos anunció la venta y/o arrendamiento de plazas y parques públicos, y el gobernador Arnold Schwarzenegger, el antiguo Terminator, decidió disminuir los sueldos de los empleados públicos, de los maestros, de los policías y de los bomberos, pero ni aun así les pudo pagar a tiempo.
Adicionalmente, el gobierno estatal de California decidió, previo acuerdo con el Congreso, disminuir en 14 mil millones de dólares su presupuesto y los recortes se aplicaron en los servicios destinados a los pobres, a los ancianos y a los discapacitados. Así mismo, se aprobó conceder tres días mensuales de vacaciones extras y sin pago alguno a los funcionarios estatales, para disminuir gastos. Incluso, se habló de liberar 27 mil presos y de cerrar algunas cárceles. Se ha dado el caso que grupos de ciudadanos de ese Estado han propuesto la legalización de la marihuana, medida que reportaría ingresos al fisco de ese Estado. Para impulsar esa legalización se ha hecho un comercial de televisión, que es defendido por su protagonista en estos términos: “El gobernador ignora a miles de californianos que quieren pagar más tasas. Somos consumidores de marihuana y los impuestos derivados de su legalización podrían pagar el salario de 20.000 profesores”. En cuanto a los niños, ya son los más afectados porque en California se ha anunciado que al año escolar se le recortará una semana, con la perspectiva de ahorrar 5.300 millones de dólares en los rubros de docentes y mantenimiento de los centros educativos.
Por todos los elementos mencionados de manera panorámica, las perspectivas inmediatas de recuperación de la economía estadounidense son poco halagüeñas, en la lógica misma del sistema capitalista, esto es de una economía que funciona a partir de la capacidad de compra de la población para que se vendan las mercancías producidas, lo que sólo se garantiza si una porción significativa tiene empleo para poder consumir a granel y esto estimula el funcionamiento de la producción capitalista, aunque no sea en los Estados Unidos, que ya produce muy pocas cosas, sino en el exterior, en las mal llamadas economías emergentes, principalmente en China. Al respecto, es bueno recordar que hasta hace pocos meses el consumo interno en Estados Unidos originaba el 60 % del crecimiento de la economía mundial, estando lo primero basado en el endeudamiento de las familias estadounidenses. La pregunta central que se deriva de ello es esta: ¿Quién en estos momentos puede sustituir a los voraces consumidores de Estados Unidos, cuando aumenta su desempleo y caen los salarios reales de los trabajadores ocupados y ya no hay perspectivas consistentes de proseguir con el endeudamiento forzado por la quiebra del sistema hipotecario?
Contraofensiva imperialista
En la historia de los Estados Unidos en particular y de los países imperialistas en general, no es la primera vez que la crisis interna que soporta el sistema intente ser paliada en el exterior y mediante la guerra. Eso es lo que sucede hoy en diversos lugares del mundo: en Irak y Afganistán, donde la presencia de los Estados Unidos cumple varios años, y en el último país se acentúa la presencia militar del imperialismo estadounidense, a pesar de la derrota estratégica que soporta en estos momentos; en otros lugares del Oriente Próximo, en los cuales con intermediación israelita masacra a palestinos y amenaza con desencadenar una agresión contra Irán, que ya algunos propagandistas del Estado sionista anuncian para mediados de 2010; en América Latina, donde el golpe en Honduras, el establecimiento de bases militares en Colombia y Panamá, la reactivación de la Cuarta Flota y la guerra de cuarta generación hacen parte de una estrategia de control de su patio trasero.
Esa estrategia bélica se manifiesta de manera directa en el terreno económico, puesto que el presupuesto militar de Estados Unidos correspondiente a 2010 ha sido el más alto de toda su historia, con un monto de 680 mil millones de dólares, una cifra superior a todo el gasto militar del resto del mundo. Este dato adquiere sentido si se compara con el presupuesto militar de Estados Unidos en el 2000, cuando fue de 280 mil millones de dólares, lo que indica un crecimiento de más del cien por ciento en menos de una década. Al mismo tiempo, el anuncio reciente de enviar otros 30 mil soldados a Afganistán representa un costo adicional de un millón de dólares anual por cada soldado enviado al frente. Los que se frotan las manos con estos gastos son los industriales de la guerra, los empresarios del petróleo y de diversos sectores económicos que ven un gran negocio, y un salvavidas interno, en azuzar la guerra fuera de las fronteras de los Estados Unidos. En este contexto, examinemos de forma sucinta la situación de nuestro continente.
La importancia geoeconómica y geopolítica de América Latina
A la par de la crisis económica y financiera, Estados Unidos, así como el conjunto de grandes potencias capitalistas, viejas y nuevas, soporta otra crisis paralela, que tiene un condicionamiento material directo: el agotamiento de los recursos y la energía que han posibilitado el actual nivel de opulencia y despilfarro que se vive en los países capitalistas centrales.
Esto es un resultado apenas elemental de la expansión mundial del capitalismo en las dos últimas décadas, lo cual ha venido acompañado de sus formas de producción y consumo, que requieren de cantidades ingentes de recursos y energía, indispensables para producir autos, computadores, celulares, generalizar la comida chatarra y garantizar la permanente innovación tecnológica. En términos globales, Estados Unidos, que tiene sólo el 5 % de la población del mundo, consume el 30 % de petróleo y el 25 % de todos los recursos no renovables, que van desde la A, de alúmina, hasta la Z, de zinc.
Recientes estudios del Mineral Information Institute,citados por el investigador mexicano John Saxe-Fernández, presentan información detallada sobre los problemas de autosuficiencia por parte de Estados Unidos en materiales prioritarios, que se encuentran en el exterior. Por ejemplo, depende del ciento por ciento del arsénico, columbo, grafito, manganeso, mica, estroncio, talantium, y ttrium; del 99 % de la bauxita y alúmina; del 98 % de piedras preciosas; del 95 % de diamantes industriales y asbestos; del 94 % del tungsteno; del 91 % del grupo de metales del platino; del 84 % del estaño; del 79 % del cobalto; del 75 % del cromo; del 66 % del níquel; del 88 % del flúor; del 86 % de tántalo; del 82 % de barita; del 74 % de potasio; del 62 % de antimonio; del 50 % de cadmio. A esto debe agregarse la dependencia de petróleo y gas natural, ya que Estados Unidos necesita traer del exterior más de la mitad de los hidrocarburos que en este momento consume.
Esto explica que se libre hoy una brutal, y no declarada, guerra mundial por el control de los recursos que aún le quedan a nuestro planeta, en el que participan como protagonistas principales Estados Unidos, China, Alemania, Francia, Japón y Rusia, entre las potencias principales.
Las declaraciones de políticos, militares y empresarios de los Estados Unidos sirven para sopesar la magnitud de la guerra por el control de los recursos. Sólo a manera de ilustración citemos a algunos de ellos. Según Spencer Abraham, uno de los secretarios de Energía del gobierno de Bush, su país “enfrenta una crisis de suministro de energía mayor durante las próximas dos décadas. El fracaso para encarar este desafío amenazará la prosperidad económica de nuestra nación, comprometerá nuestra seguridad nacional y literalmente alterará la forma en que nosotros llevamos nuestras vidas”.
Por su parte, Ralph Peters, mayor retirado del Ejército de los Estados Unidos, afirmó en Armed Forces Journal, (una revista mensual para oficiales y dirigentes de la comunidad militar de USA.) en agosto de 2006: “No habrá paz. En cualquier momento dado durante el resto de nuestras vidas, habrá múltiples conflictos en formas mutantes en todo el globo. Los conflictos violentos dominarán los titulares, pero las luchas culturales y económicas serán más constantes y, en última instancia, más decisivas. El rol de facto de las fuerzas armadas de USA será mantener la seguridad del mundo para nuestra economía y que se mantenga abierta a nuestro ataque cultural. Con esos objetivos, mataremos una cantidad considerable de gente”.
En el escenario de esa guerra mundial por los recursos, uno de los principales campos de batalla, aparte del Oriente Medio, es América Latina, que tradicionalmente ha sido dominado por los Estados Unidos y que hoy adquiere una renovada importancia porque suministra el 25 % de todos los recursos naturales y energéticos que necesita el imperio del norte. Además, los pueblos de la América Latina y caribeña habitan un territorio en el que se encuentra el 25 % de los bosques y el 40 % de la biodiversidad del globo. Casi un tercio de las reservas mundiales de cobre, bauxita y plata son parte de sus riquezas, y guarda en sus entrañas el 27 % del carbón, el 24 % del petróleo, el 8 % del gas y el 5 % del uranio. Y sus cuencas acuíferas contienen el 35 % de la potencia hidroenergética mundial.
En cuanto a petróleo y gas se refiere, México cuenta con un potencial de petróleo, extraíble con la tecnología vigente, hasta el año 2012; Venezuela tiene 30 años de reservas para seguir explotando, pero posee petróleo asfáltico, lo cual aumenta sus reservas; Bolivia tiene importantes recursos de gas, 27 trillones de pies cúbicos, que alcanzaría para exportar hasta 2024; además, pueden existir grandes reservas de hidrocarburos en Guatemala, Costa Rica y Ecuador, entre otros países de la región.
En lo que respecta a la Amazonía, la selva más biodiversa de la Tierra, con una extensión de 7 millones 160 mil kilómetros cuadrados, alberga la mayor extensión de bosques tropicales del planeta (56 %) y posee una gran variedad biológica de ecosistemas, especies y recursos genéticos. Allí se encuentra un millón y medio de especies conocidas y se estima que puede albergar más de diez millones. Un somero inventario indica la presencia de 50.000 variedades de mamíferos; 20.000 de reptiles, anfibios y aves; 21.000 de peces; 140.000 de vertebrados; 90.000 de invertebrados y artrópodos; 90.000 de plantas inferiores; 270.000 de plantas superiores y 55.000 de microorganismos. Por el Amazonas y sus más de 7.000 tributarios corren 6.000 billones de metros cúbicos de agua por segundo. Adicionalmente, es la zona que más oxígeno provee (40 % del oxígeno del mundo) y la que absorbe una mayor cantidad de carbono, en razón de lo cual, y con sobrados méritos, se le denomina el “pulmón del planeta”.
Con estos datos queda claro que América Latina no es poca cosa en la lucha mundial por los recursos y de ahí la prioridad estratégica de los Estados Unidos por asegurarse su control, cosa que hoy se ha tornado algo complicada por la emergencia de ciertos gobiernos nacionalistas, que configuran lo que los ideólogos de Washington denominan el “eje del mal”, o “el arco de la inestabilidad regional”.
Para reafirmar la importancia de América Latina para el decadente imperialismo estadounidense, valga señalar que en el documento Santafé IV, publicado en el 2000 y soporte doctrinario de George Bush júnior, se sostiene que “el hemisferio ha sido bendecido con recursos naturales y un clima que lo convierte en un paraíso único y virtual para quienes usen sabiamente tales recursos”. Por su parte, el antiguo secretario de Estado, Colin Powell, a propósito del ALCA sostuvo: “Nuestro objetivo es garantizar para las empresas estadounidenses el control de un territorio que se extiende desde el Ártico hasta la Antártica y el libre acceso sin ninguna clase de obstáculo de nuestros productos, servicios, tecnologías y capitales por todo el hemisferio”.
“Nuevos” golpes de Estado: el caso de Honduras
En su proyecto de asegurarse el control de esta vasta zona del planeta, rica en recursos, agua y biodiversidad, el decadente imperialismo estadounidense no ha dudado en acudir a todo tipo de acciones para mantener su dominio en la región. En los últimos tiempos, y con independencia del partido que gobierne en Estados Unidos, el imperialismo ha decidido revertir la correlación de fuerzas desfavorable y para eso ha impulsado la desestabilización y, si es el caso, el derrocamiento de aquellos gobiernos que no sean proclives a sus intereses o que desempeñen algún papel medianamente independiente. El ejemplo actual más emblemático es el de Honduras, donde el 28 de junio de 2009 se efectuó un golpe de Estado militar, aunque con careta civil, que ha sido respaldado por el gobierno de Barack Obama.
Este golpe de Estado puede denominarse como la implementación en nuestra América del “modelo afgano”, ilustrado por la forma burda como ha sido elegido y reelegido el títere yanqui Hamid Karsai, cuyo respaldo fundamental y único lo proporcionan las fuerzas de ocupación, junto con unas cuantas fracciones de los llamados “señores de la guerra”.
En América Latina, antes de Honduras, en 2002 se intentó, sin éxito, efectuar un golpe de Estado similar en Venezuela, que fue un rotundo fracaso. En Haití, en 2004, se realizó un golpe de Estado, cuando fue derrocado, por una coalición de los sectores más retrógrados de ese país, manejada y financiada por Francia y Estados Unidos y vergonzosamente avalada por fuerzas de ocupación de la ONU, el presidente constitucional Jean Bertrand Aristide, que fue expatriado por la fuerza y conducido a África. En este sentido, lo sucedido en Honduras no es muy nuevo, sino que es el hecho más reciente y ha contado con una mayor difusión y rechazo, debido en gran medida a la labor de denuncia y oposición interna y la repulsa de la casi totalidad de los países de América Latina.
En términos estratégicos, lo sucedido en Honduras ha significado un golpe a la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y al proyecto boliviariano, encabezado por Venezuela, y ha sido una advertencia para todos los gobiernos de la región, en el sentido que si no se pliegan a las disposiciones imperialistas de los Estados Unidos y sus empresas, en el futuro inmediato van a correr la misma suerte del presidente Zelaya.
En el golpe de Honduras han confluido un cúmulo muy diverso de circunstancias, que pone de presente lo que está en juego: impedir, como ya se dijo, la consolidación del ALBA; revertir la negativa del gobierno de Zelaya de privatizar la empresa Hondutel y cederla a capital transnacional; echarle tierra a la pretensión de Zelaya de suprimir la base militar estadounidense de Palmerola para convertirla en la sede del aeropuerto principal de Tegucigalpa; suprimir el acuerdo firmado con Cuba, encaminado a comprarle medicamentos genéricos a bajo precio, lo que enfureció a las multinacionales farmacéuticas que terminaron respaldando el golpe.
Estados Unidos estaba interesado en sacar a Zelaya, y su derrocamiento se hizo con la participación de sus mandos políticos y militares, si se tiene en cuenta que el Ejército hondureño ha sido incondicional a aquel país desde hace décadas y el Comando Sur estadounidense en forma periódica realiza ejercicios con el Ejército hondureño y los cuerpos de elite de este último han sido formados y entrenados por la CIA y el FBI y comparten sus tradicionales valores anticomunistas y antipopulares.
El golpe de Honduras deja una cosa clara: al margen de la retórica seudo democratera del Premio Nobel de la Paz (sic), Estados Unidos retoma de manera directa su vieja práctica de apoyar a los regimenes más autoritarios y antipopulares, con tal que le sean incondicionales. Y en esto, pese a su crisis de hegemonía en el terreno mundial, lo que está haciendo Estados Unidos es aferrarse con más fuerza al control de su patio trasero y advertir a todos los gobiernos nacionalistas de la región sobre lo que les espera si no se someten a sus intereses y que no dudará en utilizar los medios que sean necesarios para alcanzar sus objetivos, incluyendo el uso directo de la fuerza.
Mediante una política de desgaste, Estados Unidos dio su apoyo tácito, aunque tuviera un discurso de aparente rechazo, a los golpistas hasta llegar a legitimarlos en unas elecciones amañadas y espurias que se realizaron a finales de noviembre de 2009, lo cual contó además con el respaldo vergonzoso de los gobiernos más abyectos de la región, como los de Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica.
Como para que no queden dudas de las fuerzas internacionales que respaldan el golpe en Honduras, baste mencionar que empresarios estadounidenses anunciaron, a través de Lloyd Davidson, un asesor de empresas en materia tecnológica, que “remover a Zelaya fue lo correcto porque con él no habría futuro”. En la misma dirección se expresaron los senadores republicanos que aplaudieron la decisión del gobierno de Obama de reconocer las elecciones del 29 de noviembre, con lo cual se legitimaba el golpe.
Las bases militares
Como parte de la guerra mundial por los recursos, Estados Unidos ha decidido reforzar su presencia militar en América Latina, y para ello ha implementado diversas medidas, en las cuales se destacan el impulso a la IV Flota para reposicionarse en los océanos del continente, la realización de maniobras conjuntas con ejércitos de la región, y, sobre todo, el establecimiento de bases militares, como se ha hecho oficialmente en Colombia, y se proyecta hacer también en Panamá.
Este último hecho es de tal relieve que nunca antes un territorio sudamericano había alcanzado tal grado de ingerencia militar de los Estados Unidos, ni siquiera en plena Guerra Fría, en la segunda mitad del siglo XX. Pero esa presencia militar también es indirecta mediante el procedimiento de armar y sostener al incondicional régimen colombiano, para replicar el papel que Israel desempeña en el Oriente Medio. En América Latina se combina una doble estrategia militar: de un lado, obtener bases para efectuar operaciones militares de gran calado que permitan el control territorial de todo el continente latinoamericano y el despliegue rápido hasta Cabo de Hornos, disponiendo de la utilización de lo más avanzado en tecnología bélica (como aviones no tripulados, radares de gran alcance, sistemas satelitales de espionaje, etc.); de otro lado, el no usar las bases militares como en el pasado, con una gran presencia de tropas propias, sino acudir a los ejércitos locales (v.g. el colombiano) y a grupos de mercenarios y asesinos a sueldo, bautizados con el inocente apelativo de “contratistas”.
Eso ha quedado claramente establecido en una de las cláusulas del vergonzoso acuerdo que firmó el ilegal régimen uribista con sus amos estadounidenses el 30 de octubre de 2009, en el cual se les concede impunidad absoluta a los militares y mercenarios militares y administrativos que se desplieguen por el territorio colombiano (artículo VIII).
Con ese pacto, aparte de haber endosado por completo la soberanía territorial de Colombia a los Estados Unidos, se ha establecido en la práctica un protectorado militar por medio del cual “las autoridades de Colombia, sin cobro de alquiler ni costos parecidos, permitirán a Estados Unidos el acceso y uso de las instalaciones y ubicaciones convenidas” (artículo IV), junto con el empleo de los aeropuertos del país, sin que las aeronaves y los buques de Estados Unidos tengan que pagar tarifa alguna y “no se someterán a abordaje e inspección” (artículo VI).
Por supuesto que la conversión de Colombia en el portaaviones terrestre de los Estados Unidos le concede un inusitado dominio militar sobre todo el continente latinoamericano, e incluso con posibilidades reales de llegar hasta el occidente de África, si no se peca de la pretendida ingenuidad que muestra el gobierno de Obama, los voceros del régimen uribista y los testaferros intelectuales, académicos y periodísticos del imperialismo, que nos han querido vender la idea que las bases se han establecido en beneficio del todo el continente y con el pretexto de enfrentar el narcotráfico y el movimiento insurgente. Aunque a este último, en efecto, se le va a combatir, no se pone en marcha operaciones de tal magnitud ni se invierten tantos dólares (en la base de Palenquero el presupuesto de Estados Unidos para 2010 consagró 46 millones de dólares para remodelarla y adecuarla a las necesidades del Ejército yanqui) sólo para un asunto puramente doméstico en Colombia. El objetivo es otro: se trata de contar con un dispositivo que permita acceder a territorios estratégicos en donde hay recursos (como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Paraguay, la selva amazónica, entre otros). Esto lo reconoce sin tapujos un documento de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, fechado en mayo de 2009, en el cual se dice que con la base de Palenquero se busca “mejorar la capacidad de Estados Unidos para responder rápidamente a una crisis y asegurar el acceso regional y la presencia estadounidense” para garantizar “el acceso a todo el continente de Sudamérica con la excepción de Cabo de Hornos”. Con esto, se tendrá “una oportunidad única para las operaciones de espectro completo en una sub-región crítica en nuestro hemisferio, donde la seguridad y estabilidad están bajo amenaza constante de las insurgencias terroristas financiadas por el narcotráfico, los gobiernos anti-estadounidenses, la pobreza endémica y los frecuentes desastres naturales”.
Esto simplemente confirma lo dicho por el Comando Sur del Pentágono con relación a Venezuela en 2007: “Tres naciones, Canadá, México y Venezuela, forman parte del grupo de los cuatro principales suministradores de energía a Estados Unidos, los tres localizados dentro del hemisferio occidental. De acuerdo con la Coalition for Affordable and Reliable Energy, en las próximas dos décadas Estados Unidos requerirá 31 % más de producción de petróleo y 62 % más de gas natural, y América Latina se está transformando en un líder mundial energético con sus vastas reservas petroleras y de producción de gas y petróleo”.
La guerra contra Venezuela empezó hace tiempo, es de “cuarta generación”
Con todos los elementos antes señalados en este ensayo, no es difícil concluir que el objetivo prioritario de los Estados Unidos es Venezuela porque reúne dos condiciones tentadoras: poseer una de las mayores reservas de petróleo del mundo y contar con un gobierno díscolo, que ha demostrado tener una política nacionalista y fuertemente antiimperialista, como se demuestra, entre otros hechos, con su papel en el renacimiento de la OPEP, su postura crítica ante los crímenes del Estado de Israel (como aconteció con la criminal acción de “Plomo Fundido”, a fines de 2008 y comienzos de 2009), su impulso al ALBA, su protagonismo en la configuración de UNASUR, su política de solidaridad petrolera con diversos países y su acercamiento a Cuba.
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En esta dirección, la renovada dominación imperialista en Colombia se convierte en una oportunidad para recuperar un sentimiento de identidad nacional antiimperialista en defensa de nuestro territorio y de nuestros recursos, en concordancia con la lucha que se debe librar en forma paralela contra el capitalismo gansteril que se ha implantado en nuestro suelo. Dicho capitalismo narcotraqueto, que es apoyado también por el poder imperialista, ha dejado miles de muertos, desaparecidos, desterrados, exiliados y presos y ha aumentado la miseria, la desigualdad de la población colombiana. En contravía, es necesario seguir buscando la construcción de otro tipo de país, que se hermane, como hace doscientos años, con los otros países de la región que ahora buscan otro destino, independiente, justo y soberano, tal y como lo soñaron Simón Bolívar, José Martí, Francisco Morazán y el Che Guevara."]]
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Lmm.
La Historia está plagada de patrañas y sobre todo de silencios tan increíbles como el motivo por el cual Franco restauró la presencia en España de la Orden Jesuita PARA CONTROLAR A LA CLASE OBRERA, y así lo hizo.
Es por ello que las simpatías entre cristianos de base y marxistas son frecuentes y Pablo Iglesias no escapa de ellas, tal como afirma en este vídeo:
Pablo Iglesias compara a los jesuitas con la III Internacional
En definitiva, y para no extendernos, asistimos a otro episodio de manipulación de masas toqueteado por la mano escondida que mueve los hilos de sus dos creaciones (la derecha y la izquierda) para sacar provecho de la división y el enfrentamiento del cual, tal vez, no sea consciente el propio Pablo Iglesias.
Currículum de Pablo Iglesias: ( "ME RECUERDA AL SEÑOR RUBALCABA, SERÁ UN CLON,...?AL IGUAL QUE BEATRIZ TALEGON ME RECUERDA A LA VICEPRESIDENTA DEL PSOE, LA SEÑORA VELENCIANO,...QUE PARECE QUE VA A IR A EJERCER EL PODER BURGUÉS AL PARLAMENTO EUROPEO,...QUE DICEN QUE ES MUY IMPORTANTE,..Y TANTO PARA EL IMPERIALISMO Y PARA ELLAS-ELLOS,...¡¡" lukyrh.).
Estos titulares son de dos artículos editados en lukyrh. En estos artículos reproducimos cosas, quizás bastante de otros blog, webs,... 20/1/2014 12:09:00
ESTO SÍ,...QE ES REALIDAD VIRTUAL,..Y CASI DEBATIENDO CON LOS ENEMIGOS SPAMDISTAS,...PERO VAYA, PEOR ES NO PODER MEDIO DEBATIR, CON NAIDE,...YA QUE LAS DIVERSAS TONALIDADES DE LA IZQDA. HISPÁNICUS,...HABLAN U DEBATEN CON NAIDE,.....
MARTES, 21 DE ENERO DE 2014
ESPECIAL PABLO IGLESIAS TURRION Y EL "PODEMOS" ¡¡.
Este trabajo que presentamos es como un "colach". Partiendo,...dicho otra vez más, de la poca capacidad técnica sobre esta herramienta,...como podemos,...¡¡,...hacemos que entren las cosas que vamos a utilizar para que dicho asunto quede como algo presentable.
Pablo Iglesias,...conociéndolo solo por los medios,...ya sabíamos sin tener noticias oficiales que estaba preparando su salto-salida electoral. En principio nada que objetar,...solo decir que el ser nosotros algo experimentado y estudiosos,...sabíamos de esta política de salto al parlamento europeo,...
Sobre la UE,...sobre el Euro,...en las izquierdas social-anticapitalista-,...hay posiciones para todos los gustos. HAY PROYECTOS Y CHIRINGUITOS PARA TODOS LOS GUSTOS, REFINADOS,...ALGUNOS MENOS,...PARA ESE ASALTO,... Partiendo de que todos estos estamentos-entidades fueran ciertas, sin trasfondos,...se observa que si se dividen tanto, en tantas opciones electorales,...ninguna va a superar nada, no va a conseguir nada,...solo sacarán lo que viene siendo habitual los de IU y PSOE,...los partidos de derechas institucionales pues igual como en anteriores ocasiones, más o menos,...
La mayor parte harán el ridículo,...otras ya lo han echo en ocasiones anteriores,...EL PROBLEMA ES QUE MIENTRAS DICEN ATACAR A LA UE,...Y LA TROICA,...POR OTRA PARTE PARTICIPAN SIN FUERZAS SUFICIENTES EN LAS INSTITUCIONES DE ESA TROICA,..( aclaramos que esta troica es el FMI, la UE-CE y el BCE,...vaya a ser que nos digan que distorsionamos,...). Que se tenga fuerza o no,...no es nuestra base de análisis y de critica. LA CRÍTICA ES QUE SE HACE CREER UNA VEZ MÁS QUE HOY EN DÍA ES POSIBLE HACER ALGO EN EL PARLAMENTO EUROPEO SI SE SACA ALGUNOS EURODIPUTADOS,...EN BENEFICIO DE LAS CLASES OBRERAS Y POPULARES,...¡¡.
Digamos que a partir del Movimiento 15M, e indignados varios,... (M15M,...) con las experiencias pasadas en años anterior de luchas sociales,...proyectos y más proyectos alternativos,...se moviliza la conciencia social: obrera-popular-clase media-pequeña burguesía y algunos sectores de mediana burguesía,...arruinadas por la crisis económica, empezada en 2.007,...que afecta de forma especial a países del sur europeo, norteafricano,...Ante esta nueva-antigua realidad se pasa a la acción electoral,...fíjense ya planteada por Esperanza Aguirre,...( de la extrema derecha del Partido Popular ) que les decía a los indignados que se presentasen a las elecciones,...
SI TODOS LOS ALTERNATIVOS,...CASI TODOS,...COMEN DE LA MANO DE IU, PSOE,...POR QUÉ AHORA PARECE, SEGÚN, ¡¡, ESTÁ TAN ATOMIZADO TODO ELECTORALMENTE,...?,...parece incongruente,...todo el personal quiere arribismo ?,...o es algo más,...Análisis y opiniones sobre este aspecto,...intentaremos explicarlo casi al final de este artículo,...¡¡. ( Por otra parte,...lo escrito en color,...es nuestro,...lo otro, de otros personajes,...).
EL PROBLEMA DE LA CLASE OBRERA, POPULAR,...NO ES SÓLO UNA VIDA DIGNA QUE CONSEGUIR,...SINO UNA SOSTENIBILIDAD HUMANA,...Esta idea no la huele casi nadie,...aunque en algunos sectores de alternativos y otros,...hablan o casi se desesperan por el futuro negro, de tercera guerra mundial, el apocalipsis,...SÍ, SE ESTÁ EN EL APOCALIPSIS, EN EL GENOCIDIO PLANIFICADO DE LA OLIGARQUÍA UNIVERSAL,...HACIA GRAN PARTE DE LA HUMANIDAD. Por ello la acción política social,...es demostrar sobre la base de sus penurias, atropellos soportados,...la acción sobre el militarismo, las guerras, los estados imperiales,...O SEA, CONTRA TODO EL PODER DEL SISTEMA CAPIMPERIALISTA DE LOS MULTIIMPERIOS,... Mientras solo actuemos sobre la cuestión de la vida digna, -irreal-, por otra parte,...solo no conseguiremos posibilidad real de futuro,...de sostenibilidad de la humanidad,...ESE IDEALISMO ES EL QUE COMBATIMOS Y HEMOS EXPUESTOS EN LOS ÚLTIMOS ARTÍCULOS DE NUESTRO BLOG. PERO CÓMO SE HACE TODO ESTO,...?, NOS PREGUNTARÁN,...PUES DECIMOS QUE ORGANIZANDO LA LUCHA CONTÍNUA Y LO MÁS UNIVERSALMENTE POSIBLE EN LAS LOCALIDADES QUE ESTEMOS CON DIRECCIÓN CENTRALIZADA GLOBAL,...AH,...ESA ES LA GRAN Y DIFÍCIL TAREA SEÑORES,...¡¡.
Nota: En fecha de 5,7,2.014, se ha rectificado,...algunas cosas,...se ha agregado y retocado algo,...al final damos unas ideas sobre posible un segundo especial fenómeno PODEMOS, y sus líderes P. Iglesias, J.C. Monedero,...-lukyrh.-
Nota: En fecha de 5,7,2.014, se ha rectificado,...algunas cosas,...se ha agregado y retocado algo,...al final damos unas ideas sobre posible un segundo especial fenómeno PODEMOS, y sus líderes P. Iglesias, J.C. Monedero,...-lukyrh.-
Entramos en asuntos, digamos técnicos:
Buscamos sitios donde se expresara el señor Pablo Iglesias Turrion,...entre otros encontramos su blog,...también encontramos donde se habla de él,...para bien o para mal,...alabándolo o criticándolo,...aquí en este trabajo exponemos algo,...Hemos dejado palabras, recuadros,...para que se vea de donde trabajamos,...si quitamos algunas cosas,...es porque traemos agregados aspectos que nos entorpecen la labor.
ALGUNAS VECES TRABAJAMOS DE FORMA PRECIPITADA,...TRABAJAMOS EN MATERIA DE ECONOMÍA POLÍTICA, DE COYUNTURA,...UF, MUCHAS COSAS Y POCAS FUERZAS,...POR ESO APARECE COMO ATROPELLADO,...ASÍ ES LA VIDA,...PERO ESPERAMOS ENMENDARNOS,...¡¡ )).....
a) Blog personal de P. Iglesias T.:
Blog. El gesto de antígona
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Posted by Pablo Iglesias on January 14, 2014 11:43
Las elecciones europeas y la segunda transición
El impulso de controlarlo todo es precisamente lo que no podemos controlar
Hubert Dreyfus
Hay una alucinación, una fe instintiva en las formas y el lenguaje por la que se espera que cuando cambia o se altera una realidad cambien al mismo tiempo las palabras y las ideas que usamos para explicarla y referirnos a ella. Esa fe, que no está justificada y es el origen de múltiples errores, es también una debilidad esencial a la hora de hacer política. La diferencia entre el ritmo de las cosas y el de las palabras abre un espacio al que se suele llegar demasiado tarde, cuando los búhos han levantado el vuelo y uno se ve forzado a pelear, a golpes de ciego, usando un lenguaje que ya no dice lo que dice.
En el sur de Europa, la ideología dominante hace tiempo que se dedica a esa tarea: ganar tiempo, contener cualquier forma de desborde, seguir utilizando palabras que refieren en última instancia a casi nada, a realidades agonizantes o que han dejado de existir, realidades vencidas y suplantadas por otras.....////......
En ese escenario, es sencillo caer en la resignación o abandonarse a otro tipo de fe, la fe en un nuevo acontecimiento que salga de ninguna parte y haga por sí solo lo que aquí y ahora no parece ser posible (“ahora, solo un dios puede salvarnos”, dijo Heidegger en su entrevista póstuma sobre el problema del nihilismo). Tampoco vale la estrategia godotiana de la izquierda institucional, que en la espera de lo que nunca llega a menudo somete el trabajo y los proyectos de mucha gente valiosa y necesaria a obstáculos y bloqueos que recuerdan demasiado al problema mismo y demasiado poco a su solución. Pero como han recordado varias voces en estos últimos días, no es demasiado tarde para dar un paso al frente. Las elecciones europeas todavía presentan la oportunidad de agregar una fuerza autónoma, democrática y transversal, que sirva como pivote de movilización de mayorías y obligue a las izquierdas a romper sus bloqueos y sus cargas heredadas. Es el momento de darle un nombre compartido a ese paisaje en movimiento, y convocar a las fuerzas democráticas con las que intentar incidir en él de forma libre y decidida.
....////.....
ARUCAS.BLOG,...ES DE UN PUEBLO DE GRAN CANARIAS
· ARUCAS/ I.G.C. LUKY PARABLOG, ARUCAS-PABLO IGLESIAS, INTRODUCIDO UN COMENTARIO MIO. INICIO
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· Contacto: arucasblog@yahoo.es
Carta de Ramón Martín a la Concejala de Participación Ciudadana
El que suscribe, como representante del Distrito I del Consejo Municipal de Participación Ciudadana de esta Ciudad, asistió ayer a la reunión celebrada por la citada Concejalía sin recibir notificación alguna, como es de obligación, salí perplejo de lo que expuso la representante de la citada Concejalía, porque me parecía un mitin preelectoral ...sigue |
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OBSERVACIONES: Con la relativa complejidad, de pegar,...esperamos no habernos equivocado, en los mensajes, ideas,...y sus autores.
Carta de Ramón Martín a la Concejala de Participación Ciudadana
Pablo Iglesias Turrión |
6 jul 13. En los últimos meses ha irrumpido en las cadenas de televisión tanto de izquierdas como conservadoras un tertuliano sin chaqueta ni corbata con más pinta de cantautor contestatario setentero que de profesor de universidad. Pablo Iglesias Turrión es como "el elegido" a dedo para dar caña y dejar en evidencia en tertulias televisivas como El Gato al Agua y otras tantas a la derecha cavernaria que pulula por las pantallas defendiendo lo indefendible y manipulando audiencias.
(1) http://books.google.es/books?id=TCDoTl2HcokC&pg=PA72&dq=franco+padre+llanos&hl=es&sa=X&ei=DnP8UMKcOOmv0QWIxYHwDA&ved=0CDcQ6AEwAQ#v=onepage&q=franco%20padre%20llanos&f=false
La Historia está plagada de patrañas y sobre todo de silencios tan increíbles como el motivo por el cual Franco restauró la presencia en España de la Orden Jesuita PARA CONTROLAR A LA CLASE OBRERA, y así lo hizo.
En Oviedo, el colegio emplazado en la finca del doctor Roel -hoy solar del Instituto Alfonso II-, cerró en enero de 1932. En esas fechas los jesuitas reciben la visita del general Francisco Franco: «Tengan confianza en Dios, que no tardarán en volver».
El cardenal asturiano Francisco Álvarez lo dijo en cierta ocasión: «La Compañía de Jesús es como el Ave Fénix; siempre resurge de sus cenizas».
El cardenal asturiano Francisco Álvarez lo dijo en cierta ocasión: «La Compañía de Jesús es como el Ave Fénix; siempre resurge de sus cenizas».
Es por ello que las simpatías entre cristianos de base y marxistas son frecuentes y Pablo Iglesias no escapa de ellas, tal como afirma en este vídeo:
Pablo Iglesias compara a los jesuitas con la III Internacional
En definitiva, y para no extendernos, asistimos a otro episodio de manipulación de masas toqueteado por la mano escondida que mueve los hilos de sus dos creaciones (la derecha y la izquierda) para sacar provecho de la división y el enfrentamiento del cual, tal vez, no sea consciente el propio Pablo Iglesias.
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Currículum de Pablo Iglesias: ( "ME RECUERDA AL SEÑOR RUBALCABA, SERÁ UN CLON,...?AL IGUAL QUE BEATRIZ TALEGON ME RECUERDA A LA VICEPRESIDENTA DEL PSOE, LA SEÑORA VELENCIANO,...QUE PARECE QUE VA A IR A EJERCER EL PODER BURGUÉS AL PARLAMENTO EUROPEO,...QUE DICEN QUE ES MUY IMPORTANTE,..Y TANTO PARA EL IMPERIALISMO Y PARA ELLAS-ELLOS,...¡¡" lukyrh.).
Madrid, 1978. Profesor de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, por la que se doctoró en 2008 (con mención doctor europeus) con una tesis sobre la acción colectiva postnacional. Tras licenciarse en Derecho (2001) y Ciencia Política (2004, premio extraordinario) fue investigador visitante en varias universidades de América Latina, Europa y Estados Unidos. Ha realizado asimismo cursos en el postgrado de humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid en la especialidad de estudios culturales y de filosofía de los media en el European Graduate School (Suiza), donde ha estudiado teoría política, cine y psicoanálisis con Slavoj Zizek, Giorgio Agamben, Michael J. Shapiro, Judith Butler, Jacques Rancière o Michael Hardt, entre otros.
Ha dirigido o participado en cursos sobre "Acción colectiva y movimientos antisistémicos: "Del largo 68 a los movimientos globales......////.....
luciano-luky- a blog pablo iglesias SALUDOS DESDE MÁLAGA:
Polemizando con las ideas electoralistas,...y por otro lado explicando teoría, a nuestro juicio, de marxismo contemporáneo,...mandamos un comentario al blog Arucas.../...donde exponemos algo de su editor.
Se expone,...como demostrativo de los pasos seguidos,...¡¡.
Administrador ArucasBlog respondió...
Esa no es la lógica del artículo. El sistema, el poder coloca dos bandos en el juego (izquierda-derecha) cuyo vencedor da igual porque el dueño del balón es el sistema. La cuestión es gobernar y llevarse el dinero público, da igual por un lado que por otro. En realidad lo vienen haciendo así desde las revoluciones del siglo XVIII
11/12/2013 11:36:00
Responder
Luciano Medianero Morales; como editor de lukyrh.blogspot.com; dijo...
SALUDOS DESDE MÁLAGA, ESPAÑA.
He participado bastante de forma teórica y práctica por la liberación social de la humanidad; aún sé pocas cosas,...la formación si no es dialéctica, algo bastante difícil de obtener, es poco eficiente,...por mucha información que se obtenga,...si no va acompañada por el socialismo científico y dialéctico,...que es resultado de las contradicciones y lucha de clases,...actual, antiguo y el de futuro,...los conflictos sociales y sus resoluciones sociales, producen movimientos, cambios,...esa es la dialéctica social y natural, el cambio, la transformación. La humanidad está es su sostenibilidad, anhela y lucha, comprende, actúa,...hay gentes que algunas veces dicen algo más científico, más claro,...el nuevo y contemporáneo socialismo científico está en elaboración,...lo está elaborando la humanidad,...pero es como la copla, cuando la canta el pueblo nadie sabe de su autor,...¡¡. Gracias de antemano por esta publicación,...y respecto sus esfuerzos de publicación,...os informo,...del blog, lukyrh.blogspot.com, Revolución de la humanidad,... del cual soy editor.
"Agradecemos su tiempo y dedicación a leer el blog y a participar y comentarnos sus inquietudes"
Los comentarios y opiniones son responsabilidad del autor de los mismos. Seamos respetuosos y hagamos debate constructivo //
Los comentarios y opiniones son responsabilidad del autor de los mismos. Seamos respetuosos y hagamos debate constructivo //
Se introduce dos titulares de Internet,...de nuestro blog:
// 6. REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD: PP-PSOE-IZQUIERDA ...
lukyrh.blogspot.com/2013/.../pp-psoe-izquierda-alternativala-misma.htm...
2/12/2013 - De seguro es el blog el comunista.net,...la coordinadora ..... alternativa: // PATRIOTISMO DEMÓCRATICO DE PABLO IGLESIAS LA TUERKA.
7. participación electoral en occidente - revolución de la humanidad
lukyrh.blogspot.com/2014/.../participación-electoral-en-occidente-al.htm...
hace 6 días - A la vez observan, sobre todo cuando luchan,...que la democracia no es...... Antes del tuiter había blogs, y antes foros, y antes listas, y antes áreas de ....patria'", asegura a este diario Pablo Iglesias sobre el acto del viernes. //
ABSTENCIÓN ELECTORAL EN LAS GRANDES METRÓPOLIS IMPERIALISTAS
El personal social,...parece que va aprendiendo lo que es para ellos, lo que significa, la democracia social,...de los vecinos,...LA DEMOCRACIA SOLO SE VE O APRECIA CUANDO SON LUCHAS VECINALES,...LO QUE SE LLAMA CIUDADANISMO. A la vez observan, sobre todo cuando luchan,...que la democracia no es para ellos, no se les permite,...la democracia es del poder,...del PP, del PSOE,...según el caso, los momentos. La democracia observan que es de los poderosos empresarios, o banqueros,...en definitiva el poder del dinero, el capital,...el poder es de las clases y fracciones capitalistas,...El asunto es que organizaciones y partidos sociales, de izquierdas,...están en el poder, ejercen el poder en función del capitalista,...por ello decimos que son capitalistas de estado,...como categoría económica son capitalismo de estado,...hoy en día, también en España, capitalismo imperialista,...en definitiva son imperialistas,...con las poblaciones de aquí y de las de allá en donde externalizan sus capitales, empresas,...en estas últimas décadas desde América latina, Europa, Asia, África,...en todo el Planeta.
La participación electoral en los grandes estados, como EE.UU. de N.A., es muy pequeña, menos del 50 por ciento del electorado,...pero por lo que se ve, al poder les da igual. En las potencias europeas, la abstención algunas veces y según qué tipo de elecciones se desarrollan es del 50 por ciento,...En grandes países africanos como Egipto, algunas veces es más del 50 por ciento la abstención. Y así podríamos seguir. En grandes países que asumen actitudes imperialistas emergentes,...como India, China Popular, Rusia,...que a la vez son los más poblados, y donde existen más millones de proletarios y sectores populares,...votar no es la máxima atención para esas millonarias fuerzas obreras. Aún y todo hay cierta contienda electoral,...los poderes de clases se mantienen como permanentemente,...las consultas electorales,...solo sirven para recoger más o menos fuerzas de estado las diversas fracciones capitalistas-imperialistas,...éstas organizadas en partidos, coaliciones, frentes electorales,... En la UE, hay dos fuerzas determinantes imperialistas, PPE, PSE; y otras más,...entre ellas el Partido-Plataforma de la Izquierda Europea -PIE-, donde está Izquierda Unida-PCE.
Como se observará a continuación, el gran esfuerzo que se está realizando sobre la cuestión de la participación electoral a las instituciones del capital,...ESTE ESFUERZO ES GRANDE,...SIN EMBARGO OBSERVAMOS QUE NO HAY ESFUERZO DE FORMACIÓN POLÍTICA ECONÓMICA,...NO SE SABE DE ECONOMÍA CRITICA, DE PROYECTOS SOCIALES DE LA FUTURA SOCIEDAD LIBRE Y COMUNAL,...NO SE HABLA DE TECNOLOGÍA, NI DE LOS PROYECTOS DEL IMPERIALISMO, EN TEMAS, p.ej., DE LA CONQUISTA SOLAR,...Y SU RELACIÓN CON LAS MISERIAS, GUERRAS DE EXTERMINIOS,...NO SE ES CRITICO CON LAS TECNOLOGÍAS Y PROCESOS PRODUCTIVOS INTERNACIONALES CAPITALISTAS-IMPERIALISTAS,...SOLO SE DEJA VIVIR ALGO BIEN PARTICIPANDO EN LAS INSTITUCIONES,...QUE EN GENERAL ES SOLO ARRIBISMO POLÍTICO,...Y RECORDAMOS AQUELLAS CANCIONES REVOLUCIONARIAS MEJICANAS DONDE SE DECÍA QUE LOS HIJOS DE LOS REVOLUCIONARIOS QUERÍAN SER SOLO FUNCIONARIOS,...EN ESPAÑA,...CASI TODO EL PERSONAL QUIERE SER FUNCIONARIO,...QUE PERPLEJIDAD,...La mentalidad es sabiendo o con truquillos varios, entrar en grandes empresas,...y si son estatales, mejor que mejor,...mentalidad burocrática, de chupatinta,...hoy sería de internauta,...
La mayor, casi todos los partidos de izquierdas, de las más variadas,...están en las tareas electorales,...movilizando algo,...haciendo y recogiendo de las movilizaciones sociales,...sus miras son entrar en los aparatos,...obtener votos para conseguir concejalías, diputados,...hay mucha competencia,...LO IMPORTANTE ES QUE GRUPOS Y ENTIDADES REVOLUCIONARIAS VEAN, QUE ESTAS SITUACIONES DEBEN LLEVARLES A CONOCER MÁS, APRENDER DE OTRAS EXPERIENCIAS, DE PLANTEAR NUEVAS ESTRATEGIAS GLOBALES,...CORRELACIÓN DE FUERZAS A ANALIZAR,...SEGÚN LAS VALORACIONES ACTUAR,...Y ESA ACTUACIÓN HOY EN DÍA ES POTENCIAR UN PARTIDO U ORGANIZACIÓN MUNDIAL PROLETARIO-POPULAR,...EXPLICAR LAS EXPERIENCIAS PASADAS,...DE FORMA CRÍTICA,...AUTOCRITICARNOS,...Y EN DEFINITIVA SER PARTE DE LA SOCIEDAD-HUMANIDAD,...ESE GRAN ORGANISMO HAY QUE INTENTAR QUE PARTICIPEN LA GRAN MAYORÍA DE LA HUMANIDAD,...ES UN TRABAJO DE TALENTO PROLETARIO, DE TIEMPO,...HAY QUE ESTAR PENDIENTE DE TODO,...HAY QUE DESARROLLAR MUCHA PUBLICIDAD, PERO TENIENDO CONOCIMIENTO Y NO DANDO LA TABARRA CON CLICHÉS MÁS QUE OXIDADOS,...
Por nuestra parte, leemos y estudiamos muchos blog, webs,...algunas veces comentamos algo, o les mandamos algunas notas,...Estudiamos bastante,...prácticamente estamos en lo que se llama producción de conocimientos,...a nuestra forma, manera e intelectualidad proletaria.
Ponemos muchos datos de otras entidades,...para que se lean,...para demostrar con sus escritos lo que dicen, lo que anhelan,...no pasa nada,...es positivo,...hay que abordarlo con normalidad. ES POSITIVO ENTRAR EN COMENTAR CUESTIONES,...CUANDO SE TENGA TIEMPO,...ALGUNAS VECES NO TENEMOS,...POR ELLO SOLO DECIMOS ALGO, EN PLAN COMO EDITORIAL,...EL PODER OFICIAL,...LA OPOSICIÓN, LO ALTERNATIVO Y SUS INTERESES MANCOMUNADOS
La izquierda alternativa, la que se representa como m15m, c25s, alternativas desde abajo, madrilonia,...actúan a nivel español, europeo,...como competidores del gran capital,...de los partidos parlamentarios y sindicatos institucionales, como pp, psoe, upyd,...ciu,...y otros,...Aunque tienen relaciones con las izquierdas radicales nacionalistas en todos las regiones-comunidades-nacionalidades,...dentro del estado español; esto les hace ser más radicales,...Las izquierdas anticapitalistas, trotskistas, maoistas,...algunas aunque plantean hacer revolución proletaria, con partido de nuevo tipo,...es mucha la complejidad y cantidad de grupos,....y entidades que existen,...que se publican en Internet. Tienen cadena de tv, periódicos, blog,...participan en facebook,...Las redes de contactos, información,...es delirante e impresionante,...pero todavía lo oficial sigue siendo lo que dice la televisión oficial,...en este caso incluso la autonómicas, como el caso de canal sur, tv3 catalana,...y otras aún existentes. Aún hoy en día no se bien quienes visitan mi blog. De seguro es el blog el comunista.net,...la coordinadora anticapitalista.org,...y poco más. Por ello el nivel, supuesto, de mis trabajos y publicaciones hasta ahora está orientado a todo el personal,...ya hice cierta publicidad mandando escritos y comentarios a determinadas webs, blogs,...Este texto en concreto informa y opina sobre lo anunciado en el titular.
Marat, asaltar los cielos. blog,...no estaba de acuerdo con las ideas de Pp-Psoe la misma mierda es,...había que apoyar al Psoe hasta que no hubiera una mejor alternativa,...decía,...y lo abalaba y recrecía sobre las huelgas y casi insurrecciones brasileñas,...decía que no había que echar a la presidenta del Pt de Brasil,...porque así se apoyaba a la derecha, al imperialismo,...más o menos,...léanse dichos artículos en blog de Marat. Como Internet, digamos que lo explica todo, habla de todos,...no hago una amplia exposición sobre las miles de sensibilidades dentro del complejo mundo de lo que está contra el poder que representa pp-psoe-iu,...
EL CONCEPTO PEQUEÑO BURGUÉS DEL DERECHO A LA VIVIENDA,...EL CARÁCTER BURGUÉS DE RESTITUCIÓN DEL ROBO DE LAS PREFERENTES,...ES AÚN MÁS PEQUEÑO BURGUÉS PORQUE A LA VEZ ES RENTISTA CUASI EXPLOTADOR,...ES COMO EL RENTISTA TERRATENIENTE APROXIMADAMENTE,...ES EL CUPONCITO,...ES EL ROBO Y PROPIEDAD DE PARTE DE LA PLUSVALÍA EXTRAÍDA AL TRABAJO ASALARIADO,...Y OTRAS COSAS,...QUE SE DETALLARÁN MÁS ADELANTE,...Estos y otros del cuponcito son votantes del PP, son antisociatas,...son en general gentes de clase media, conservadoras,...que ahora luchan,...porque les han expropiado sus dineros otros amiguitos más potentes, más sanguinarios,...más asesinos.
EL DERECHO A TECHO, SOSTENIBILIDAD, HIGIENE, SALUD Y OTROS POLÍTICOS COMO DECISIÓN, PARTICIPACIÓN, CORRESPONSABILIDAD, ALTERNATIVIDAD EN EL PROCESO SOCIAL DE LA PRODUCCIÓN, ETC,...SON CONCEPTOS Y DERECHOS DE OTRO MARCO SOCIAL,...LO CREADO EN SU MOMENTO POR LA REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD,....ARMONÍA SOCIAL Y CON LA NATURALEZA,...NO HAY PROPIEDAD,...TODO ES DE TODO Y TODO CON TODO,...ENTIENDEN ?. El señor Aznar, gobernando decía orgullosos de que la población española estaba en condiciones de comprar y tener su vivienda privada,...la vivienda social era casi innecesaria,...pocas se han construido,...el personal se embarcó en su vivienda privada,...ya era e iba camino a clase media,...a propietario,...."SE NOS FUE LA OLLA,...SE NOS SUBIÓ LA GRANDEZA A LA CABEZA,..."; pura ilusión,...mucho trabajo para engordar los bolsillos financieros, bancarios, empresariales, mafiosos,...en esas circunstancias aún había millones de personas sin techo propio,...millones de pobres, algo así como ocho millones,...en estas fechas hay como doce y subiendo,...en Madrid han dicho ahora que hay más de un millón,...Y sí,...habían viviendas sin utilizar,...ahora hay unos tres millones,...pero los bancos son los grandes poseedores,...
La concentración y centralización del capital multinacional se ha agrandado, se desarrolló,...todo el personal quería trabajar en el estado o en una gran multinacional,...aunque fuera comercial como el Corte Ingles, Carrefur, Mercadona,...Los jóvenes como princesitos,...como clase media,...atosigando todo el día a los padres pidiéndole dineros, para ropas, viajes,...los padres acogotados, sumisos, entregando,...los hijos como mosqueados porque querían más,...ahora ya hay menos, siguen protestando a los padres,...muchos ya sin trabajo,...pero los hijos pidiendo,...esa juventud aristocrática obrera,...sí, de mentalidad clase media,...Y todos quieren ser funcionarios, trabajo institucional,...eso anhelan,....muchos dejaron estudios,...entraron en las obras, y otras empresas,...la gran mayoría ahora están sin trabajo,...algunos vuelven a estudiar,...otros en las calles,...hay de todo,...los organizados pensando casi todos entrar en política,...me entienden,...?.AHORA SIENTEN DE OTRA MANERA LOS OBREROS,...EN ANDALUCÍA,...MÁS DE UN MILLÓN DE DESEMPLEADOS,...ALGUNOS COBRAN ALGO,...OTROS HACEN CHAPUCES, OTROS VENDEN POR LAS CALLES,...OTROS EN SUS CASAS,...LA LUCHA POR ENCONTRAR TRABAJO, CONSEGUIR TRABAJO, CONSEGUIR QUE SE REPARTA EL TRABAJO,...NO EXISTE,...ALGO EN CIERTAS ZONAS AGRARIAS,...JORNALEROS DEL SAT-SOC,...ESTÁN EN LA TAREA,...Miles de ellos se fueron a las obras en su momento,...al tiempo han vuelto a sus pueblos-ciudades,...a trabajar en la faenas,...allí están los emigrantes,...los inmigrantes,...es una barbaridad,....Y EL CAPITAL APALANCADO,...SIN REPARTIR,...CUANDO TODO FUNCIONA CON ÉL EN MARCHA,...EN ESTE MODO Y MODELO SOCIAL CAPITALISTA,...QUIENES ESTAMOS EN LA LISTA, DE UN TRABAJO POR FAVOR,...¡¡. Nada de favores,...a por lo nuestro por cojones,...que cojones,...¡¡. MUCHOS YA SE DECANTAN POR LA PATRIA ANDALUZA SOCIALISTA, INDEPENDIENTE Y SOLIDARIA. Muchos o casi todos,...son amigos y compañeros mío,...¡¡ saludos.
¿ PERO REALMENTE EL PSOE ESTÁ CONTRA LAS MEDIDAS ANTIOBRERAS DEL PP, Y LOS ALTERNATIVOS -social anticapitalistas- TAMBIÉN QUIEREN Y LUCHAN POR MEDIDAS SOCIALES,...?
La lucha de clases, en lo político e ideológico,...es muy sutil actualmente. La posición revolucionaria y proletaria de clase, no aparece, no está,...sí está y actúa la posición socialdemócrata y social reformista: PSOE, IU, y otros,...estos otros se pegan a los anteriores. ES CURIOSO COMO SE SUBLEVAN SECTORES DE JOVENES,...Y MUCHAS MULTITUDES DE TODAS LAS EDADES,...EN LAS ACCIONES CONTRA EL PSOE, EN LAS MARCHAS POR EL TRABAJO, LA DEMOCRACIA,...POR LA DEMOCRACIA REAL,...son las gentes que normalmente movilizan los sindicatos, los foros sociales,...los sindicatos estudiantiles,...animados por las acciones de los países árabes,...y muy APOYADOS POR EL SEÑOR PONS -PP-,...Y TODOS LOS JEFES DEL PARTIDO POPULAR,...PARECÍA COMO UNA PINZA ANTI-PSOE,...ya que aquí se ven los males socio-económicos como generados por los partidos,...y no por el sistema y régimen capiimperialista, -o impericapitalismo-, de producción,...ya que estos partidos y organismos son parte de ese sistema capitalista de opresión, explotación,...El asunto es que había que expulsar a los sociatas,...así le llama la derecha a los socialistas,...TODO ESTÁ EN RELACIÓN,...LA IZQUIERDA SOCIAL,...EMPUJAN AL PSOE,...LA DERECHA TAMBIÉN,...TODO EL PERSONAL NO GUBERNAMENTAL ESTÁ PORQUE SE VAYAN LOS SOCIATAS,...YA QUE EL QUE VENGA, EL PP, LO HARÁ MEJOR, TRAERÁ INVERSIONES, TRABAJO,...
EN DEMOCRACIA PARLAMENTARIA,...QUE AL FINAL Y AL PRINCIPIO ES DICTADURA DEL IMPERIALISMO CAPITALISTA, LOS GERENTES APLICAN UNAS POLÍTICAS U OTRAS SEGÚN LAS COYUNTURAS DE LOS CICLOS ECONÓMICOS GLOBALES,...situaciones geopolíticas, contradicciones sociales, lucha de clases,...¡¡. Y según los tiempos concretos,...son más o menos agresivas contra la clase obrera y sectores populares,...Decíamos que al PSOE de R. Zapatero los estaban cercando,...las famosas pinzas otra vez,...¿ Entonce si valoramos que las pinzas de izquierdas son alineadas y conducidas por la socialdemocracia,...es ésta misma la que organiza toda o casi toda la fuerza política-social antiPSOE,...es doble bandera,...salen los de democracia real ya (,...quienes son, eran,..) y otros,...atosigan ante de las elecciones municipales-autonómicas, gana el PP,...al poco tiempo elecciones generales anticipadas,...gana el PP,...y el Psoe pierde unos 4 millones de votos respecto a las generales de 2.008. La crisis económica y ¿política? se agudizan,...medidas y acciones de los grandes financieros, multinacionales, de los grandes capitales y altos gubernamentales,...desalojos, desahucios, preferentes, despidos, cierres de empresas deuda externa, altas tasas de interés para las mismas: primas de riesgos,...todo organizado y en consonancia con los principios de todos los partidos, sindicatos,...y estamentos capitalista,...todo orquestado por las instancias descritas mas las económicas, como la Comisión Nacional de Valores,...de la Comisión Europea, del Banco y Fondo mundiales,...de los institutos financieros, nacionales, europeos, internacionales,...el capitalismo funciona así,...NADA DE CONTROL Y RACIONAL GUBERNAMENTAL,...libertad del capital para todo,...y después actuaciones del estado para apoyar aún más a ese capital,...así los equipos gubernamentales,...a todos los niveles, y extensiones territoriales,...de las diversas tendencias y sensibilidades se ponen en acción de apoyo y medidas antiobreras,...
EL ABURGUESAMIENTO SOCIAL-POPULAR Y OBRERO,...durante unos años,...les lleva a tener ideología aristocrática,...ya tenemos millones de emigrantes,...España es superior en economía, hacemos viajes, compramos casas, grandes fiestecitas,...uf,...se explotó el ser princesitos obreros de clase media,...el guantazo fue grande,....pero acolchonado por las medidas sociales de R. Zapatero,...DICE QUE ERA PORQUE SOBRABA DINERO AL ESTADO,...QUE HABÍA SUPERABIT,... Pero no todo el personal estaba de acuerdo con esas medidas,...aunque ellos mismos las quisieran,...todos ponían las manos,..: cheque bebé, ayuda a la movilidad personal,...más arrope a los desempleados,...aumento salario mínimo interprofesinal,...y otras de carácter más personal, como matrimonio del mismo sexo,...¡¡?. AUNQUE LA DEUDA EXTERNA DE ESTADO,...ERAN DE MILES DE MILLONES DE EUROS,...SI ERA ASÍ PORQUE NO SE UTILIZABA EN PAGAR A LOS ACREEDORES ?. Zapatero en su libro El dilema,...plantea más o menos,...que en 2.008 la deuda publica era sobre el 36 por ciento del PIB,...algo así como rondando los 400. mil millones de euros,...( hoy en día es del 95 por ciento del pib, como cerca de un billón de euros,...Aunque la deuda de toda la sociedad española, incluido el devito, deuda publica estatal, de más de tres billones de euros,...esta noticia casi nadie la repite,...la explica,...sale muy pocas veces,...incluso Ernesto Ekaiser ( periodista económico, pegado a la sexta tv,... se vio obligado a decirlo,...casi de tapadillo en una tertulia, creemos, de la sexta, en al rojo vivo,...en su libro de los indecentes no aparece esta noticia,...no la menciona. Para eso, nos hemos gastado sobre 40 euros en comprar los respectivos libros,...uf,...pero era necesario,...porque a R. Zapatero si le vamos a contestar en profundidad,...BUENO NO NOS PREOCUPEMOS,...NO APOYAMOS AL CAPITAL,...Y MENOS A LOS GOBIERNOS QUE SON LOS GESTORES IMPERICAPITALISTAS, son capitalistas que gestionan el conjunto burgués,... Y como vamos de electoralismo europeo,...también incluimos a los parlamentarios y apostantes aspirantes y nuevos intrusos,...españoles, italianos, o de donde sean,...Aclaramos que estos gestores en el Estado español,...son como delegados de la oligarquía financiera mundial-universal,...en este territorio-estado local,...de la OTAN-ONU-IFI,...//....
...DE SUYO SE COMPRENDERÁ QUE SI ESTAMOS POR LA REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD,...NO VAMOS A ESTAR A LA VEZ POR QUE SE PAGUE O SE CONDONE DICHA DEUDA PUBLICA,...ESTAMOS POR EXPLICAR ALGO MÁS ESTE ASUNTO DE DEUDA,...COMBATIR LA CONSIGNA DE ANULAR DEUDA EXTERNA,...Y SOBRE TODO HACER AUTOCRITICA SOCIAL-PROLETARIA,...Y A LA SOCIEDAD OBRERA Y POPULAR,...POR DEJARSE TANTO DE LLEVAR POR LOS PODERES Y ALLEGADOS,...EL ASUNTO ES LA DERROTA, EXPROPIACIÓN AL CONJUNTO IMPERICAPITALISTA GLOBAL,...Y DESARROLLAR O REALIZAR LA LIBERACIÓN SOCIAL GLOBAL,...Y SI ES POSIBLE VER EL COMUNISMO TOTAL E INTEGRAL DE LA REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD,...EN ELLO ESTAMOS CACHORROS PARLAMENTARISTAS.
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EN ESTOS ÚLTIMOS AÑOS,...LA IZQUIERDA SOCIAL,...Y GILIPOYAS,...PLANTEAN DE QUE NO SE DEBE PAGAR LA DEUDA EXTERNA ESPAÑOLA,...ES ILEGITIMA, DICEN,...NO TENEMOS, NO PAGAMOS,...Y SE QUEDAN TAN PANCHOS,...ESO SÍ, ALGUNOS CON UNOS PORRAZOS DE PORRA, DEMÁS,...( Podríamos extendernos mucho más pero hay que editar el tema,...y ya hemos planteado más ideas en otros artículos,...acceda a ellos,...)
AHORA RESULTA QUE NO SE VOTA AL PSOE,...PORQUE TENÍAN PROBLEMAS ADEMÁS INTERNOS,...DE LIDERAZGO,...GANA EN 20N2011 EL PP,...Y EMPIEZA A TOMAR MEDIDAS CONTINUADORAS DE LAS QUE EMPEZÓ A TOMAR ZAPATERO EN SUS ÚLTIMOS MESES DE GOBIERNO,...Y MIREN POR DONDE LAS MOVILIZACIONES SOCIALES-OBRERAS,...SE SIGUEN PRODUCIENDO,...HASTA ESTÁ LLEGANDO A MEDIDAS Y LEYES REPRESIVAS AGUDAS ANTIOBRERAS,...UNA POLÍTICA REPRESIVA ANTE LO QUE SE AVECINA VECINA,...¡¡.
1.-PATRIOTISMO DEMOCRÁTICO EN LA IZQUIERDA SOCIAL Y ALTERNATIVA ESPAÑOLA.
El movimiento antiglobalización,...tiene y tenía como su principal reivindicación la defensa de lo nacional,...del capital nacional estatal español,...alguna critica control a las multinacionales,...A la vez los foros sociales locales, regionales y estatal españoles,...piden y pedían los derechos de la ONU a aplicar en todo el estado,...A groso modo hoy piden mantener el estado del bienestar, democracia participativa, cambiar ley electoral para que puedan ellos entrar, que IU pueda alcanzar más electos,...Hoy están organizados en las mareas ciudadanas y otros organismos,...como las cumbres sociales,...pero muchos de estos alternativos decían y creían hace unos meses de que ya tenían más potencia y poder que los sindicatos oficiales,...UNO DE LOS MÁS ESTACADOS LISTILLOS COMUNICADEROS,...ES PABLO IGLESIAS, ESTE NO ES JUNIOR DE NADA,...de la Tuerca,...intervienen también en Intereconomia,...la mayor parte de las veces hace un ridículo espeluznante,...no le da vergüenza,...no no tiene,...es un gran listilllo como los CAES, de Madrid,...y sus secuaces como manolo saez,...ya descritos en otros documentos editados en este blog,...La señora-compañera de este iglesias,... ( Tania Sanchez Melero ) es de IU y diputada en la Comunidad de Madrid,...también está todo el día en las televisiones,...no les importa el color,...desde la sexta,...hasta Intereconomia,...Otro Iglesias, es Jose,...teórico de la Renta Básica,...del Vaticano,...del poder, cuerpo y estamento religioso español,...a la vez tenemos a B. Talegon, de la Internacional juvenil socialista, española ella,...además al Joven Sotillos, hijo de antiguo dirigente del PSOE,...y otros más como Alberto Garzón,...éste tiene un hermano,... lo cual no quita para que lea y estudie sus escritos, de ambos,...ACTUALMENTE EL SISTEMA TIENE RECAMBIOS EN TODAS SUS TENDENCIAS E INDIOSINCRACIAS,...e incluso los nuevos que están,...aunque aún no les hace ser famosos,...aunque los van introduciendo en los canales de información poco a poco,...esto es muy antiguo,...tiene así como 40 años, en esta última época parlamentarista española. Empezaron por los carrillos, los felipe gonzalez, los tierno galvan,...a partir de la década de los sesenta-setenta,...y llega hasta ahora, con los jóvenes mencionados y otros,...tanto de derechas como de izquierdas,...es curioso como los de derechas aparecen menos,...los de Nuevas generaciones,...participan más en los debates y entes locales, autonómicos,...todo bien calculado,...pero ya aparecerán cuando hagan falta,...ahora los calientas sillas y pelotas,...babosos y arribistas,...cumplen con lo necesario,...el facherío se les ve mucho a los jóvenes peperos,...por eso no salen a continuo, pero copan los organismos diversos institucionales, sociales, educativos,...
LOS-LAS JÓVENES ARRIBISTAS, de la Izquierda social, oficial, alternativa:
// PATRIOTISMO DEMOCRÁTICO VS SOCIAL-IMPERIALISMO MULTICAPITALISTA EXPROPIADORES SOCIALES UNIVERSALES,... DE PABLO IGLESIAS LA TUERKA
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1. El gobierno de la Comunidad de Madrid ordena el cierre de Tele K ...
www.tercerainformacion.es/spip.php?article37129
10/05/2012 - Toca mover ficha compañeros", afirma Pablo Iglesias desde su cuenta de twiter. ... Último programa de La Tuerca, emitido el 06/05/2012; ... Me considero yo mismo una persona de orientacion social democrata, pero Uds?. ... Venezuela: Gran Polo Patriótico podría obtener 80% de las alcaldías del país.
2. El País: entre el golpismo y la basura periodística - Público.es
blogs.publico.es/pablo-iglesias/.../el-pais-entre-el-golpismo-y-la-basura-p......///..... ))))....
DOMINGO, 2 DE AGOSTO DE 2020
La realidad supera la ficción. https://escape-crisis.blogspot.com/ Tras un tiempo de pensamientos dirigidos a ver la forma de obtener una dignidad necesaria para la humanidad,
LITERATURA CONTRA EL FASCISMO ESTADOUNIDENSE ESTATAL POR LUKYRH.BLOGSPOT.COM
-------------------- )¡¡¡¡¡.
EN BLOG REVOLUCIÓN DE La HUMANIDAD,...RB, EL COPYRAID DE LOS ARTÍCULOS,...LMM.
YA DECÍA YO,...HACE UNOS AÑOS,...EN FB,...EMAIL,...BLOG REVOLUCIÓN
DE LA HUMANIDAD, RESPECTO AL FUTURO HACER DE LA USA-EE.UU. DEL N- :
11 DE ENERO
- Luciano Medianero Morales ha compartido un enlace.12 ene. 2015 5:19lukyrh.blogspot.com In the Streets Against Fascist Crackdown (En las calles contra la represión fascista)Seguidor, ( lukyrh.blogspot.com --- Luciano medianero morales,...editor de este blog ..revol. de a human. y portavoz del GRUPO COMUNISTA PROLETARIO INTERN. DE MÁLAGA. Y PROMOTOR DE LA ORGANIZACIÓN COMUNISTA PROLETARIA UNIVERSAL E INTERCULTURAL -- OCPU. Interc. ---- gcp intern de málaga. ))....
Dado que se informó que agentes paramilitares federales estaban deteniendo a manifestantes en Portland OR, Rechazar el fascismo se ha organizado y se ha unido con otros en todo el país para protestar contra la Gestapo de Trump, exigiendo:
¡No aterroricen a las comunidades negras!
¡Ningún estado policial fascista!y especialmente TRUMP / PENCE OUT NOW!Siga @RefuseFascism para más noticias de protesta,......////......continúa ¡¡¡¡. SALUDOS,....ESPERANDO CONTESTACION DE RESPUESTAS,...¡¡¡¡. Lmm. >>
ESTO SÍ,...QE ES REALIDAD VIRTUAL,..Y CASI DEBATIENDO CON LOS ENEMIGOS SPAMDISTAS,...PERO VAYA, PEOR ES NO PODER MEDIO DEBATIR, CON NAIDE,...YA QUE LAS DIVERSAS TONALIDADES DE LA IZQDA. HISPÁNICUS,...HABLAN U DEBATEN CON NAIDE,.....
La realidad supera la ficción. https://escape-crisis.blogspot.com/
Tras un tiempo de pensamientos dirigidos a ver la forma de obtener una dignidad necesaria para la humanidad, tropezamos con una realidad que desvirtúa las ideas anteriores.Pensaba que la avaricia y la codicia eran las determinantes de la conducta errónea de buena parte de la humanidad. Pero lo que no entendía es que esa avaricia y esa codicia, nos la han propiciado las razas que se llaman progresistas a través de las razas regresivas y los humanos incapacitados para el amor al estar cegados por la avaricia.Esas razas llevan miles de años llevándonos por donde les place. Nos han mentido y engañado. Dicen que operan en la oscuridad porque su ética, no les permite intervenir en otros mundos y otras razas. Pero la realidad es que lo han hecho, infringiendo sus reglas. Y lo han hecho utilizando las bandas de secuaces que gobiernan con su apoyo, el planeta....../////La situación actual (mayo 2020), es que han utilizado como en numerosas ocasiones anteriores el engaño que tantos resultados les han dado. Es un hecho que se escudan en citar sus fechorías de forma pública para hacernos creer que somos nosotros los culpables de todo.Siempre hacen igual, crean un problema, esperan la reacción de los humanos y finalmente ofrecen una solución, que es lo que inicialmente quieren hacer. Sabiendo que los humanos sin el problema a la vista, nunca aceptaríamos la solución.Con esa idea de obtener un mando único para el planeta, han consentido matanzas horribles de guerras. Pero nunca han conseguido el resultado deseado, porque los vencedores no pueden ser los representantes de la humanidad, ya que vencen con la humillación, el odio, la esclavitud y el pago de impuestos.La solución para tener una representación digna del planeta, es dando dignidad a toda la humanidad, que aceptando los beneficios dignos, aprecian la utilidad de tener unos representantes que sean interlocutores con otras razas y culturas. ::::://////.......: Lmm.
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