domingo, 31 de enero de 2021

ASUNTOS Y ORGAS MAOISTAS,....COMO EL M.A.I./PCRE.E./RECONSTITUCIÓN.NET/. ESTÁN A MENOS AÑOS LUZ DE LA LUCIDEZ DEL IMPERIAL-CAPITAL,...PERO SE CREEN ILUMINATUS TOTALUS,...QUE PENA,...COMO CAFRUNE O ATAHUALPA YUPANQUI, AL CUAL ESTOY ESCUCHANDO,...¡¡.

¡¡¡¡ SÁLVESE ER-QUE PUEA,...ESTA FRASE MUNCHAS GENTES, PERIODISTAS,...ETC,....Y YO, QUE LO HE PLANTEADO COMO INTERROGANTE,...HACE UNOS DÍAS,...SOBRE EL 24/25 ENERO 2.021 ¡¡,....Y A ULTÍSIMA HORA, A LOS TRES DÍAS SIGUIENTES + -- ¡¡¡¡¡.    PERO CREO QUE VA A GANAR LO INSOLIDARIO UNIVERSAL,.....HAY MUNCHA DIVISIÓN MULTIPOPULAR,.....Y LAS ORGAS IGUALXIGUAL EN-TÓ-ER-MUNDO-MUNDIAL,...¡¡¡¡.


POEMA, U LO QUE ZEA ( Unas letrillas ¡¡, malagueñas ¡¡¡¡. ), DE lmm/lukydemálaga. 29006. 


"" me moriré pidiendo favores,

qué pasa no huelen las flores ??,...---

Er poeta del infierno,

ha llegado al Planeta,...---llega a 110 años, eso mis sueños, mi anhelo, se derrumbó ¡¡.


Los milicos en la calle, la Pandemia -- dando palmaditas, jasta lego chabalotxs yayetxs,...--;

la Dictadura mundial, justificá,...---


Es la mala hora, no tengo corazón,

el Cálido Infierno, también me bolteó,...---¡¡¡¡, u me botó, pero que mardá,...??¡¡.


Un cocido de callos, cocinas malhechor, no ves, no va a quedar naide, querido Melchor,... ¡¡¡¡.


Papa Noel, les dije a las hermanillas,

Soy el yayo-tato,...---- aquí estoy con mi blanca barba,

soy el yayo papá Noel, la sonrisa misteriosa, contra los miedos, mis palabras acabó con él,...---??¡¡.

Triana y Manuela, nietas de la Toti la abuela, compa de mi amigo eterno, Miguel,...--- ¡¡¡¡.

En la nefasta hora, soy un endegraciao,...--- que en la guerra en una mano me han dejado cinco deos, 

pero en la otra tres y dos, asín hablaba, pepe el pintor, el criador y cazador con red de pajarillos, luganos y chamarín-verdones,...¡¡ "".


Letrilla, creada, el 30 de Enero, ar mediodía,....gracias a las vidas de las dos hermanillas.  Lmm.



LE ESCRIBO A LA MÁQUINA, Y RESPONDE ¡¡ : en Bolivia, me botan me tiran a la basura ¡¡ : RESPONDE ¡¡; 

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El Martinete - Número 22
Mayo de 2009
De la Conferencia Internacional maoísta a la Internacional Comunista
 

Camaradas presentes en esta Conferencia Internacional, en nombre del Movimiento Anti-Imperialista del Estado español (MAI), reciban un saludo revolucionario de firmeza y combate. También queremos felicitar al MPP por la organización de este evento, que se está consolidando como punto de encuentro del sector revolucionario del movimiento comunista internacional (MCI), y agradecer a estos camaradas su gentileza por invitarnos a participar y darnos, así, la oportunidad de que ustedes conozcan la opinión de nuestra organización sobre los problemas candentes de nuestro movimiento en el plano internacional.

El MCI se encuentra en una encrucijada desde hace ya demasiado tiempo. La derrota final de la Gran Revolución Cultural Proletaria y la desaparición de las ilusiones revisionistas con el hundimiento del “campo socialista”, certificaron el estancamiento y retroceso de todas las corrientes que hasta entonces se reclamaban del comunismo. En medio de este descalabro generalizado, el Partido Comunista del Perú introdujo con fuerza un freno al desánimo y el derrotismo imperantes que, en nuestro caso podemos decirlo, influyó en gran medida en el nacimiento y posterior desarrollo de lo que hoy día es nuestra organización. Sin embargo, los sucesos del año 92 en Perú y, sobre todo, la renuncia del Partido Comunista de Nepal (maoísta) [PCN(m)] a proseguir la Guerra Popular, cuando se encontraba en plena ofensiva estratégica, certifican, para nosotros, el fin del Ciclo revolucionario que se inició con la Revolución de Octubre de 1917, y el inicio de un periodo intermedio de recomposición ideológica y política del comunismo, cuya duración dependerá grandemente de la labor que realicemos los partidos y destacamentos de vanguardia que en la actualidad están configurando progresivamente la línea roja internacional. El resurgir de la Guerra Popular en Perú, en primer lugar, junto a los cada vez más firmes posicionamientos de partidos y destacamentos de vanguardia frente al revisionismo del MRI, otrora considerada fracción roja mundial del MCI y devenida ahora organización predominantemente revisionista, liderada bicéfalamente por el PCR de los EE.UU. y el PCN(m), otorgan una relevancia especial a esta Conferencia en cuanto al papel histórico que, para nosotros, debe de desempeñar como inicio de la recomposición del MCI para superar la encrucijada en que se encuentra.

La situación internacional

Nos encontramos ante la paradoja de tener que soportar una triple crisis global del capitalismo, que no le impide mantener, al mismo tiempo, una ofensiva reaccionaria internacional contra el proletariado y los pueblos oprimidos. En primer lugar, una crisis financiera, que es la que acapara la mayor parte de las noticias, pero que no es la que más afecta de momento a las clases trabajadoras. En segundo y tercer lugar, un encarecimiento de las fuentes de energía, en especial el petróleo, y de las materias primas, que ha provocado una crisis alimentaria estrechamente motivada y vinculada a la anterior, que son las que más afectan a las capas populares. Son precisamente los gobiernos dirigidos por los sectores más reaccionarios y valedores del liberalismo absoluto los que mediante fondos públicos y nacionalizaciones hacen frente a la crisis con la aprobación y la colaboración de las organizaciones sindicales. Están aplicando el programa de las llamadas terceras vías, que hasta ahora defendían las organizaciones reformistas. La aristocracia obrera y el oportunismo político, que vertebran mayoritariamente al proletariado a nivel mundial, abrazan las recetas capitalistas, que les son tan familiares, para evitar una mayor depauperación de cuyas consecuencias ellos serían los primeros afectados. En Europa, hemos pasado, en una década, del reclamo de las 35 horas a la aceptación de las 65 horas, sin que se produzca una mínima movilización seria que pudiese suponer, cuanto menos, una advertencia para los gobiernos reaccionarios de la Unión. Las masas de trabajadores muestran una resistencia escasa y generalmente poco efectiva, cuyas metas, ante la ausencia generalizada de dirección política comunista, no pueden ser más que de cortas miras. Con esto nos referimos a los defensores del llamado socialismo del siglo XXI, tan popular en algunos países de América Latina y con tantos seguidores entre nuestros revisionistas europeos. Entre las filas del proletariado hay una mezcla de rabia contenida en un mar de hastío y resignación, muy extendidos y potenciados por el individualismo y el corporativismo a que el oportunismo político y sindical del reformismo las somete, pero nada que denote un salto cualitativo en su lucha en el sentido de su emancipación.

Ésta es la tónica dominante, a pesar de los contados enclaves del mundo en que se está desarrollando en sus fases iniciales la Guerra Popular. Por todo ello, predominan las luchas de masas de carácter espontáneo a lo largo del planeta, ya sean sindicales, ya se trate de los conflictos armados de los pueblos que son sojuzgados directamente por la bota militar del imperialismo. Estas luchas protagonizan, hoy, la sempiterna resistencia de las masas a la explotación social y a la opresión nacional. Nada que ver, por ejemplo con los años sesenta, cuando las luchas sociales y de liberación levantaban mayoritariamente la bandera roja y perseguían el socialismo, a pesar de las distintas visiones que de él se tenían, no siempre las más correctas.

Ante esta situación objetiva en que se desarrolla la ofensiva reaccionaria a escala planetaria en medio de la propia crisis capitalista, el aún incipiente desarrollo de las guerras populares y el predominio de las luchas armadas anti-imperialistas dirigidas por organizaciones reaccionarias de carácter religioso y nacionalista, unido a la posición defensiva que acarrea el carácter generalmente espontáneo y económico de las luchas de resistencia de la clase trabajadora por evitar el empeoramiento de las condiciones de su explotación, son signos inequívocos de que no existe una ofensiva estratégica revolucionaria mundial. A pesar de que las condiciones objetivas sociales y políticas del imperialismo representan un terreno favorable para iniciar dicha ofensiva, la ausencia completa del factor subjetivo la hace imposible. No puede existir una ofensiva revolucionaria mundial que no vaya aparejada con el proceso de reconstitución de la Internacional Comunista. La organización del partido mundial de la revolución comunista será el mejor vehículo para extender la influencia internacional de los éxitos que deparen los procesos locales de Guerra Popular, influencia que actuará como catalizador de otros procesos de reconstitución y de inicio de la Guerra Popular por doquier, extendiéndose y ampliándose hasta crear las condiciones reales, políticas y militares, de paso a la ofensiva estratégica de la Revolución Proletaria Mundial (RPM).

El movimiento comunista internacional y las tareas actuales

El MCI es una masa heterogénea de partidos y agrupamientos internacionales de corrientes contrapuestas que, en su mayoría, abrazan el oportunismo político y el revisionismo ideológico, tanto dogmático como reformista.

Los peores augurios se han confirmado sobre el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) desde que el camarada Gonzalo los expusiera, desde sus orígenes, en el sentido de considerar al MRI sólo como un paso en la reconstitución de la Internacional Comunista y a condición de que siguiese una línea ideológica y política justa y correcta. Los diferentes planos en que resumía el camarada Gonzalo los problemas que enfrentaba el MRI se han agudizado y lo han transformado en su contrario, en freno de la revolución comunista mundial. Lo que está sucediendo en Nepal es, en este sentido, de lo más aleccionador. En lo ideológico, el MRI no sólo no ha avanzado en la comprensión del marxismo-leninismo-maoísmo, sino que está contribuyendo a incrementar la confusión, favoreciendo al revisionismo y haciendo pasar por planteamientos ideológicos correctos lo que es puro oportunismo, amoldando forzadamente a sus intereses liquidacionistas principios fundamentales con el fin de apoyar el abandono de la línea de Guerra Popular. En lo político, ha permitido que la agenda del imperialismo marque la actuación del PCN(m) y justifique su arriamiento de la bandera roja. Ha renunciado a la reconstitución de la Internacional, favoreciendo el policentrismo en su seno, y ha abandonado la línea de masas que debería tener como objetivo la reconstitución de partidos comunistas para iniciar y desarrollar la Guerra Popular. Ha renunciado a forjarse en dirección de la revolución comunista mundial y, con respecto a la lucha entre las dos líneas, la ha sustituido por el liberalismo en las opiniones y la no ingerencia en los asuntos y decisiones de cada uno de sus miembros. Todos estos problemas, al no ser justa y correctamente manejados, han devenido en fenómenos de desarticulación. Las preocupaciones que albergaba el camarada Gonzalo en los años ochenta se han visto confirmadas.

Para el MAI, la situación está madura para escindir definitivamente el MRI y con ello al MCI en dos alas. La tarea de desenvolverse en fracción interna dentro del MCI, que se concretaba en participar dentro del MRI, ya no puede favorecer la línea revolucionaria internacional, sino sólo retrasar el aglutinamiento del ala izquierda y el correcto y útil desarrollo de la lucha de dos líneas. Permaneciendo actualmente dentro del MRI no se es referente de la línea revolucionaria internacional, ya que ésta queda oculta bajo la dirección revisionista, genera falsas expectativas de cambiar progresivamente a los miembros que abrazan la Línea Oportunista de Derechas (LOD) y no permite establecer claramente el imprescindible deslinde entre revisionismo y línea roja. Al contrario, se respalda, con la presencia en su seno del ala izquierda, la apariencia de organismo internacional revolucionario ante el conjunto de la organización, enmascarando su revisionismo.

Teniendo esto en cuenta, esta Conferencia debería representar el primer paso en el camino hacia la reconstitución de la Internacional Comunista, aglutinando a la izquierda del MCI. La situación actual no permite organizarla en base a un programa ideológico, como sería la obligación de asumir el maoísmo como condición previa, principalmente porque el propio maoísmo no ha resuelto definitivamente su condición de desarrollo del marxismo-leninismo, manteniéndose verdaderos e importantes puntos por aclarar, situación por la cual aún existen organizaciones que tienen sus reservas en asumir la ideología tal como la plantean la mayoría de los destacamentos autodefinidos como maoístas.

Teniendo en cuenta esto, es para el MAI una cuestión ineludible la realización del balance global del Ciclo revolucionario de Octubre, con el fin de reconstituir la ideología comunista partiendo desde el punto más elevado de la experiencia del Ciclo, la Gran Revolución Cultural Proletaria china, y del desarrollo más elevado alcanzado por nuestra ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo. Valga como ejemplo de esto la necesidad de abordar con profundidad, desde el mismo maoísmo, el todavía inédito análisis sobre la Revolución Cultural a la luz de la acertada y novedosa consigna de desarrollar la Guerra Popular hasta el Comunismo. Esta consigna implica, de hecho, una síntesis de balance, pero sin análisis previo; implica no un balance general, sino evaluaciones parciales de episodios puntuales tomados aisladamente de nuestra rica experiencia histórica, método erróneo que sólo puede generar confusión y obstaculizar la definición ideológica correcta. Si se introducen innovadoras consignas que implican una reflexión crítica sobre esa experiencia, es preciso hacer explícita la necesidad de esa reflexión como tarea política colectiva de nuestro movimiento. Este problema y esta necesidad, que se reconocen en los hechos, no pueden resolverse de soslayo ni hurtarse como tareas políticas de la reconstitución del MCI. Y lo peor es que este método contraproducente impedirá extraer todas las lecciones que nos ofrece la experiencia de la RPM. Por ejemplo, en el caso que hemos aludido, la consigna de Guerra popular hasta el comunismo obliga al replanteamiento global del problema del modelo de sociedad de transición, en particular, de los principios y métodos de la construcción del socialismo. En China, la revolución cultural ni se ideó ni se realizó desde la Guerra Popular, y ahora, toda vez que se conquiste el poder, esta nueva orientación implicará el mantenimiento y desarrollo de la Guerra Popular durante todo el periodo de transición socialista de Dictadura del Proletariado, variando, cuanto menos, las prerrogativas de la posible y previsible revolución cultural.

Asumiendo, pues, el inconveniente del problema ideológico aún por resolver, la situación demanda y permite que el ala izquierda del MCI se agrupe en torno a la Línea Política General de la revolución proletaria, aceptando sus elementos cardinales. Éstos suponen, fundamentalmente, la Guerra Popular como estrategia para la revolución comunista y el apoyo de las guerras populares que ya se han iniciado, y, siguiendo la valiosa experiencia del Partido Comunista del Perú, suponen con carácter previo la defensa y puesta en práctica de planes de reconstitución de partidos comunistas en los países que carecen de él, que son la inmensa mayoría, para, posteriormente, militarizarlos en el inicio y en el proceso de desarrollo de la Guerra Popular. Además, es tarea cardinal coordinar y fortalecer el desarrollo de la lucha intransigente contra el revisionismo. La resolución del problema ideológico requiere proseguir con la lucha entre las dos líneas en el seno del ala izquierda del movimiento comunista. Si no existe la Internacional revolucionaria, es que no existe Partido Comunista internacional. Esto es así porque carecemos, a este nivel, de Base de Unidad Partidaria, por lo que es imposible realizar la unidad revolucionaria entre nuestros distintos destacamentos sobre la base de una plataforma ideológica. La única posibilidad para responder a la necesidad de constituir el referente mundial por la revolución comunista es establecer nuestra unidad asentándola en la lucha por nuestros objetivos políticos comunes y en lucha permanente contra el revisionismo para contribuir a deslindar ante las masas trabajadoras.

Reconocemos al Partido Comunista del Perú como partido de nuevo tipo reconstituido que, por su experiencia de Guerra Popular en distintas tesituras, ocupa la trinchera de vanguardia de la RPM. Por esta razón, la situación demanda de él, y nosotros nos hacemos eco de ello, la asunción de la responsabilidad de convertirse en eje central en torno al cual se vertebre y aglutine progresivamente toda el ala izquierda del movimiento comunista revolucionario, con el fin de configurar el embrión de la que ha de ser la futura Internacional. Éste es el trascendental papel histórico que el PCP está llamado a acometer a nivel mundial y cuya posición se ha ganado gracias a su trayectoria. De los aquí presentes depende en gran medida que este objetivo inmediato pueda lograrse. Así es como el Partido Comunista del Perú cumplirá su papel de base de apoyo de la RPM. Por consiguiente, la tarea principal de todo comunista en cada país es la de perseverar en la lucha contra el revisionismo por generar partidos comunistas, que será, a su vez, el mejor apoyo para la vanguardia mundial, la Guerra Popular en el Perú y en los otros lugares del mundo en donde haya comenzado o esté por iniciarse su desarrollo. Llamamos a emular el camino que hace décadas emprendió el Partido Comunista del Perú para reconstituirse, combatir intransigentemente contra las respectivas líneas oportunistas y prepararse para el inicio de la Guerra Popular.

Las tareas del MAI en el Estado español

Nuestra organización, siguiendo lo anteriormente expuesto, se sitúa como destacamento de vanguardia contra todo tipo de oportunismo político y revisionismo ideológico. Actualmente, el proletariado del Estado español carece de organización y guía, por lo que nuestro objetivo estratégico inmediato es la reconstitución del Partido Comunista en el Estado español. Para ello, es imprescindible combatir paralela e infatigablemente los programas políticos que establecen etapas intermedias anteriores al socialismo y que sustituyen la revolución comunista y la Dictadura del Proletariado por la reforma “democrática” del Estado burgués. En nuestro país esto se ha concretado en la defensa de III República, bajo cuya bandera se aglutinan todos los partidos y grupos revisionistas. Es la forma como ha tomado cuerpo la tesis prachandista del “periodo intermedio de reforma política”. Por eso, en nuestro caso, es motivo principal de deslinde político entre revolución y contrarrevolución, lucha que expresa el carácter internacional de la lucha de clases y de la lucha de dos líneas en nuestro país. Por otro lado, en nombre del maoísmo, también se levantan pequeñas agrupaciones que, o bien son voceros de la Línea Oportunista de Derechas internacional, o bien, se han desviado irremisiblemente hacia la defensa de líneas políticas de corte nacionalista. En la lucha contra ellos también estamos volcando todo nuestro empeño y saber. Siguiendo este cometido de combatir a los falsos comunistas y a los falsos maoístas en el Estado español, deslindando tajantemente con todo revisionismo y oportunismo, bregamos por unir a los revolucionarios con el fin de construir un incipiente polo político que se convierta en referente de la clase y que cree las bases para la futura culminación de la reconstitución del Partido Comunista en nuestro país.

Camaradas, el MAI desea que los objetivos trazados por los organizadores de esta Conferencia sean coronados con el triunfo. Saludamos anticipadamente la realización exitosa del Segundo Congreso del Partido Comunista del Perú, pero también deseamos compartir nuestra esperanza de que esta Conferencia Internacional no se agote en el cumplimiento de este cometido, sino que sobrepase las perspectivas iniciales y forje un nuevo hito del proletariado internacional abriendo el camino hacia la reconstitución de la Internacional Comunista.


¡Por la reconstitución de partidos comunistas revolucionarios!
¡Por la reconstitución de la Internacional Comunista!
¡Guerra Popular hasta el Comunismo!


Movimiento Anti-Imperialista (MAI)
25 de Octubre de 2008,...)))...



Declaración del Comité Proletario Internacionalista




El Comité Proletario Internacionalista (CPI) nace con la finalidad de impulsar una actividad continuada de apoyo, solidaridad e información del proceso revolucionario que se desarrolla en la India. El CPI quiere dar a conocer y generar simpatía hacia dicho proceso revolucionario entre los sectores populares y oprimidos del Estado Español.

En la India, segundo país más poblado del mundo con más de 1.100 millones de habitantes, y una de las grandes economías capitalistas “emergentes”, avanza un proceso revolucionario de obreros y campesinos dirigido por el Partido Comunista de la India (Maoísta), un partido construido en medio de la más fiera lucha contra el revisionismo o falso comunismo desde los años 60. Se trata de un proceso revolucionario del que apenas se hacen eco tanto los medios de comunicación controlados por la burguesía como los medios de comunicación controlados por la izquierda domesticada y reformista-revisionista.

Este proceso se inicio en 1967, en la localidad de Naxalbari (Bengala Occidental), cuando miles de campesinos pobres sin tierra y obreros armados con lanzas y precarios fusiles declararon la guerra al Viejo Estado Indio, a la clase terrateniente, a la burguesía india y a su amo imperialista. Un nuevo movimiento, hoy conocido como naxalita, nacía rompiendo, al mismo tiempo, con el reformismo en el seno del movimiento comunista indio. El mensaje fue fuerte y claro: destruir al Estado reaccionario por la fuerza de las armas; construir un nuevo Estado dirigido por el proletariado como único camino para garantizar el fin de la explotación y dominación que sufren las masas oprimidas.

Hoy la Guerra Popular en la India es una esperanza para todos los oprimidos y revolucionarios del mundo. Podemos decir que es la esperanza más importante y trascendental para los proletarios y campesinos en este momento. Representa el anhelo de millones de oprimidos que buscamos poner fin al dominio del capitalismo y su brutalidad económica, política, militar y cultural.

La importancia de la guerra popular en la India es inmensa. Su triunfo significaría por una parte, el liberar a casi 1.200 millones de personas de la miseria que viven a diario; e imprimiría un gran entusiasmo a los pueblos del sur de Asía y de todo el mundo en la lucha contra el imperialismo y la reacción. El triunfo de la revolución en India significará un indudable impulso para el Movimiento Comunista Internacional, que creará las condiciones idóneas para, mediante el trabajo de la vanguardia proletaria internacional en torno a las condiciones subjetivas, fundamentalmente un balance en torno a la experiencia revolucionaria anterior, sentar las bases más sólidas para el inicio de una nueva oleada de revolución proletaria mundial en todo el planeta.

El PCI (Maoísta) se ha convertido en un auténtico faro rojo para todos los comunistas y revolucionarios del mundo. La toma del poder en la India por parte del PCI (Maoísta) supondría un cataclismo para el imperialismo y tendría un efecto multiplicador en los llamados países emergentes, así como representaría un impulso de unidad en torno a un marxismo auténticamente revolucionario en el seno del Movimiento Comunista Internacional, un marxismo cabal enemigo de toda clase de revisionismo y centrismo que diluyan y traben el camino revolucionario.

APOYAR LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA EN LO QUE SUPONE DE DENUNCIA DE TODO TIPO DE OPORTUNISMO Y REVISIONISMO

"La lucha contra el imperialismo es una frase vacía y falsa si no va ligada indisolublemente a la lucha contra el oportunismo". LENIN

Desde la perspectiva comunista y revolucionaria apoyar a la guerra popular en la India supone apoyar una lucha auténticamente revolucionaria y antireformista, que así mismo traza una línea entre los que se llaman “comunistas”, “internacionalistas” para traficar con los escaños parlamentarios y a los que siguiendo a Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao trabajan por extender la Revolución Proletaria Mundial.

Hoy la Guerra Popular en la India inspira a los oprimidos y explotados de todo el mundo a levantarse y luchar. Actualmente dicha Guerra Popular conquista grandes triunfos, situación que hace temblar a los reaccionarios y revisionistas, que ven como las masas desechan las ilusiones burguesas y se incorporan en forma creciente a la lucha revolucionaria.

La Guerra Popular a la vez que destruye el viejo poder va creando un nuevo poder en las bases de apoyo, y está ayudando al pueblo a organizarse y a que se fortalezca. Lanzan campañas de alfabetización y educación mediante el establecimiento de escuelas. Ofrecen servicios médicos muy necesarios. Se crean unidades de autodefensa y las fuerzas fundamentales para combatir y superar los ataques y la brutalidad de los militares.

Hoy mas que nunca en medio de esta crisis sin precedentes en el sistema capitalista están creadas las condiciones para que organizaciones comunistas revolucionarias asuman la tarea de conducir a las masas populares a la toma del poder por medio de la revolución proletaria. Revolución que al igual que la gloriosa Comuna de Paris sea fruto del pueblo en armas.

En los países imperialistas tenemos que ser capaces de crear una línea revolucionaria, tirando por la borda las patrañas revisionistas de "acumulación de fuerzas espontaneísta", "frentes de izquierdas electoralistas" o los que claudican afirmando "que aquí no se puede hacer la revolución".

Hoy cuando los apologistas del imperialismo declaran la caducidad del marxismo y los reformistas-revisionistas corren a su siga para pedir el fin de las beligerancias y “acuerdos de paz”, los comunistas indios forjan un nuevo poder por medio de la guerra popular.

Apoyar el proceso revolucionario en la India significa apoyar un proceso que deslinda y combate con firmeza al reformismo, al revisionismo y a toda clase de oportunismo y centrismo.

Apoyar el proceso revolucionario en la India implica apoyar un proceso que busca la toma del Poder y la Revolución en antitesis con los “acuerdos de paz” y las “negociaciones” porque precisamente estos apuntan a descabezar las guerras populares y a liquidar las luchas revolucionarias de todo el mundo.

Apoyar la Guerra Popular en la India como contundente refutación práctica a las mentiras de los revisionistas prachandistas de Nepal, que traicionaron la revolución en ese país, bajo el pérfido argumento de “ser un imposible” debido a la correlación de fuerzas y al poder “imbatible” del imperialismo. En este sentido denunciar sin ningún tipo de ambigüedad las teorías capitulacionistas y revisionistas del PCNU(M) de Nepal como pestilente cloaca y ejemplo negativo para todos los comunistas y revolucionarios del mundo.

La lucha de los maoístas en la India tiene un gran significado porque desmiente a todos aquellos que niegan la posibilidad de la Revolución, a los reaccionarios que hablan de la caducidad del marxismo, a los oportunistas y reformistas que rechazan una revolución con la dirección del proletariado a través de un Partido Comunista y que buscan experimentos intermedios a través de reformas dentro del sistema capitalista.


Esta lucha del pueblo indio y su Partido reafirma la vigencia de la violencia revolucionaria como herramienta necesaria para transformar la sociedad y pone en entredicho al falso pacifismo burgués de “la violencia es mala venga de donde venga” que se propala en América Latina, articulado por el imperialismo a través de sus agencias de cooperación.

Los revolucionarios proletarios de todo el mundo no pueden darse el lujo de mostrar la mínima indiferencia a los avances y las dificultades de nuestros camaradas de la India. Hoy en la India se desarrolla un proceso revolucionario que todos los auténticos comunistas y revolucionarios del mundo tienen el deber de apoyar y aprender de él. En los diversos idiomas de la India, "¡Naxalbari Zindabad!" quiere decir "¡Viva Naxalbari!". Pero, para los oprimidos de la India y del resto del mundo, esta consigna también quiere decir "¡La rebelión se justifica!". "Las ráfagas del viento de Naxalbari arrancaron décadas de hedor revisionista e incitaron a la rebelión".

El avance de la Revolución en la India es una demostración práctica de que la revolución es posible, de que si se sigue una línea política justa y se consigue movilizar a las masas es posible triunfar. ¡Hoy más que nunca es necesario el apoyo militante del movimiento comunista, del proletariado internacional y de los pueblos del mundo a esta Revolución! ¡Apoyemos la Guerra Popular en la India, que es una esperanza para todos los oprimidos y pueblos del mundo!


Comité Proletario Internacionalista
Formado por:
Comunistas de Castilla Bandera Roja
Colectivo Odio de Clase
Movimiento Anti-Imperialista
Movimiento por el Internacionalismo Proletario
Reconstrucción Comunista
Individualidades Comunistas,...)))...




https://www.nodo50.org/mai/Documentos/CPI/VerdaderaRevolucion/VerdaderaRevolucion.html

POR UNA VERDADERA REVOLUCIÓN

 

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            En los últimos tiempos un gran movimiento de masas se ha activado en el Estado español. Importantes sectores de la población, espoleados por cómo está el capital reestructurándose con la crisis, han despertado, tras un prolongado letargo, a la vida política. Naturalmente, una de las características de este heterogéneo movimiento es la falta de un referente claro respecto a qué contraponer al sistema capitalista vigente.

Como no podía ser de otra manera, espontáneamente el movimiento, huérfano de bagaje y experiencia política y rehuyendo cualquier adscripción a alguna corriente revolucionaria histórica, dejado a su solo impulso, no ha conseguido articular una alternativa sólida que oponer al capitalismo. El movimiento, en general, no ha hecho otra cosa, con todos los méritos y defectos que le son propios, que navegar a la contra, a la defensiva de los ataques, difamaciones y medidas impulsadas por el enemigo, es decir, la burguesía articulada a través de su Estado. Precisamente, esa posición defensiva y la negación de cualquier reflexión histórica que lo situara respecto al sistema al que busca oponerse, ha sido la causa de que, en general, la ideología, los métodos y las propuestas que ha engendrado el movimiento no hayan escapado a la lógica del sistema, sino que se ha movido siempre a través de sus coordenadas, matizadas, claro está, por un reformismo radical. De este modo, el interclasismo, el pacifismo, el parlamentarismo y el parcialismo han sido los ejes en torno a los que se ha nucleado el discurso indignado.

Así, a falta de otro referente o reflexión, ha sido la llamada “revolución” islandesa la que ha atraído la atención de los indignados. Y es que en ella se plasman todos esos elementos políticos: una revuelta ciudadana, que pretende ir más allá de clases sociales, pacífica, que ataca sólo algunas consecuencias parciales del capitalismo (su aspecto especulativo o neoliberal) y que busca la participación de esa misma ciudadanía en las instituciones vigentes, fundamentalmente el parlamento, a las que se busca regenerar pero no destruir, como por ejemplo está sucediendo con la reforma de la Constitución islandesa.

Todo ello está sucediendo en un país integrado, aunque periférico, en los centros del imperialismo, esos países en los que el relativo bienestar de una parte de la población es una consecuencia del expolio y la rapiña que sufre la inmensa mayoría de la humanidad, ésa que habita el denominado tercer mundo.

Esto nos señala la característica esencial de la “revolución” islandesa, que no es sino la panacea de las llamadas clases medias, esos sectores sociales que gustosamente decidirían en asamblea quedar al margen de la historia y sus ajetreos. Islandia es, pues, la utopía pequeñoburguesa de quienes no cuestionan las relaciones de explotación que gobiernan el mundo y pretenden alzar la voz sólo cuando alguna consecuencia les afecta a ellos, realizada en un país diminuto y periférico del centro imperialista. Además, por ello mismo, está siendo utilizada como escaparate de cómo debe hacerse una “revolución ejemplar”… ejemplarmente inofensiva para el capital, como vemos, para dificultar la conformación de una alternativa auténticamente revolucionaria a la crisis permanente que es el capitalismo en su fase imperialista.

Frente a esta “alternativa” de privilegiados, se abre paso hoy en el mundo, y mucho más silenciada por los media, una auténtica revolución que tiene por escenario una de las principales potencias llamadas emergentes, India. Aquí, las aspiraciones de gran potencia y la voraz expansión de las relaciones capitalistas se entremezclan con la sumisión de centenares de millones de personas a las ataduras y discriminaciones del sistema de castas y a una brutal pobreza. Allí, donde, a diferencia de la fría Islandia, sí se concentran las contradicciones de nuestro mundo, como la emergencia de nuevas potencias imperialistas en medio de la crisis de los centros tradicionales del imperialismo, o la colusión de las relaciones sociales capitalistas con formas de producción anteriores; allí se está dando el mayor proceso revolucionario que estremece al mundo en la actualidad.

En India, desde 1967, millones de campesinos y obreros se hayan empeñados en una lucha por cambiar radicalmente y de base este injusto y podrido mundo. Desde 2004, en que las principales organizaciones revolucionarias indias se fusionaron, este proceso se muestra especialmente pujante y ya ha sido declarado por el gobierno indio como “la mayor amenaza a la seguridad interna” del Estado, que ha lanzado una vasta operación militar de represión y exterminio, denominada Cacería Verde, contra los revolucionarios, conocidos como naxalitas, y los cada vez mayores sectores de la población que les apoyan; represión que los naxalitas están enfrentando exitosamente.

Muchas son las diferencias que separan las condiciones de India y del Estado español, pero desde luego los naxalitas nos brindan varias lecciones universales que los que queremos transformar este mundo desde los cimientos no podemos ignorar.

En primer lugar, que para enfrentarse a un sistema que lleva siglos instalado y que cuenta con un ingente potencial económico, social, cultural y militar, no son suficientes los buenos deseos, sino que se necesita tener en cuenta toda la experiencia anterior de los oprimidos en la lucha por su liberación, así como las leyes sociales objetivas que gobiernan este sistema, independientemente de nuestra voluntad. Es decir, para enfrentarse al capitalismo con garantías de éxito y evitar que nos reconduzca y asimile, necesitamos una teoría revolucionaria. Los naxalitas, armados con un auténtico marxismo revolucionario, forjado en la lucha contra el revisionismo, esto es, la ideología burguesa en las filas de los explotados, nos muestran el camino.

En segundo lugar, la lucha contra un sistema férreamente organizado, sofisticado y militarizado, requiere de la organización de los oprimidos, precisamente esa organización que sirva de puente entre la teoría revolucionaria, mapa de la revolución, y las masas explotadas encargadas de llevarla a cabo. Nuevamente, los naxalitas, organizados como Partido Comunista de India(Maoísta) –PCI(M)—, nos muestran el camino.  

Asimismo, es ley histórica que cualquier cambio revolucionario se ha producido necesariamente enfrentando la resistencia armada de las clases dominantes. La burguesía instruye y entrena diariamente a millares de lacayos en el manejo de las armas para la defensa de su orden social. Es por ello que el social-pacifismo, el que propala que los problemas sociales, fundados en la explotación y el antagonismo irreconciliable entre clases, se pueden solucionar “pacíficamente”, simplemente es una apología del monopolio de la violencia del Estado burgués. Otra vez los naxalitas, con decenas de miles de hombres y mujeres en armas, dirigidos por el PCI(M) en guerra popular, señalan la senda.

Finalmente, la transformación de la sociedad requiere que todos los oprimidos tomen parte en ella activamente. No valen las viejas estructuras de delegación y representación, como el parlamento, ideales para la reproducción del viejo sistema, fundado sobre la división social del trabajo. Es por ello que cualquier proceso revolucionario debe romper esa estructura estatal y establecer una nueva, fundada sobre comités populares de base. Frente a la dictadura reaccionaria de los explotadores, la dictadura revolucionaria de los explotados se nos presenta como otra ley histórica. De nuevo, los naxalitas, a través de la edificación de los Janatana Sarkars (gobiernos populares), donde directamente son las masas las que organizan su producción, sanidad, justicia, vida cultural y defensa, nos muestran el ejemplo vivo de que efectivamente es posible organizarse al margen de los mecanismos del capital.

Por eso, porque independientemente de la diversidad de condiciones, esa línea que une teoría revolucionaria, organización, guerra popular y nuevo poder, es el camino universal que necesariamente debe recorrer cualquier auténtico cambio revolucionario, y porque los naxalitas avanzan por esa senda, dándonos con su sacrificio ejemplo a todos los pueblos del mundo, es nuestro deber apoyar la revolución en India, aprender de ella y difundir su ejemplo, así como oponerla a las falsas ensoñaciones de reforma y perpetuación de un capitalismo supuestamente “humano”, como las que vienen del gélido norte, tan ilusas como injustas.

 

 

Comité Proletario Internacionalista
15 Octubre 2011

cpiternacionalista@gmail.com


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domingo, 14 de enero de 2018

Entrevista a dos miembros del ex Comité Proletario Internacionalista, sobre el naxalismo

1. El naxalismo en la India ¿Insurgencia o revolución?

El concepto adecuado para definir la lucha armada que se desarrolla en la India es el de GUERRA POPULAR. Es quizás la más grande aportación de la revolución china a la teoría militar de la revolución proletaria.
Guerra Popular es guerra prolongada, con un partido (marxista-leninista-maoísta) que dirige a un frente y al ejército popular. Mientras se destruye el poder burgués/imperialista se construye el nuevo poder popular.
Los maoístas plantean que la Guerra Popular es el método factible en esta época de capitalismo agonizante para alcanzar la toma del Poder por el proletariado y llegar al socialismo. Así sucedió en China hasta la proclamación de la República Popular en 1949. 


Añaden que si bien en la Revolución de Octubre de 1917 en Rusia, la toma inicial del Poder se efectuó mediante una Insurrección Armada en un plazo breve de tiempo, también es verdad que dicho poder proletario no se consolidó totalmente hasta bastantes años después de guerra civil y contra la intervención de las potencias imperialistas.
La palabra insurgencia (y contrainsurgencia) es más propia del lenguaje capitalista e imperialista. Y revolución es un concepto más amplio (e incluso en parte desvirtuado por la propaganda capitalista e imperialista) que significa cambio social más o menos violento, sin aclarar cómo se efectúa.


2. ¿Qué crees que han aportado estos 50 años de naxalismo en India?
Dejemos que sea el propio Partido Comunista de la Índia (Maoísta) el que responda de forma conjunta a estas dos preguntas en la INTRODUCCIÓN a uno de los principales documentos (“¡ENARBOLAR BIEN ALTO LA BANDERA ROJA DEL MARXISMO – LENINISMO - MAOÍSMO!”), redactados a raíz de su fundación en septiembre de 2004:

Durante la tumultuosa década de los 60 que sacudió al mundo entero, los auténticos revolucionarios comunistas indios, inspirados en el Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung, dieron también comienzo a su lucha contra las arraigadas posiciones revisionistas. El Gran Debate, iniciado y mantenido por el Partido Comunista Chino (PCCh) dirigido por aquel entonces por Mao Tse-Tung contra el revisionismo moderno en el seno del Movimiento Comunista Internacional, señaló claramente este nuevo comienzo del Movimiento Comunista en la India.

En este contexto, muchas fuerzas revolucionarias comunistas, auténticas e inquebrantables, junto con gran número de destacados dirigentes de primera fila, como los camaradas Charu Mazumdar y KC, empezaron a descollar en la lucha contra el revisionismo. Esta lucha quedó reflejada en el VII Congreso del Partido Comunista de la India (Marxista) [PCI (M)] celebrado en 1964 en forma de dos vías diametralmente opuestas: la vía del parlamentarismo y la vía de la guerra popular prolongada.


Posteriormente, la sacudida mundial que significaron los acontecimientos de la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) recargó aún más la atmósfera política india. El toque de corneta del gran movimiento de Naxalbari, dirigido por el camarada Charu Majumdar, resultó ser un “Trueno de Primavera sobre la India”, como gráficamente lo describió el PCCh. Desenmascaró en gran medida la torva faz de la dirección revisionista del Partido Comunista de la India (PCI) y del Partido Comunista de la India (Marxista). Poderosas consignas como “El Camino de China es Nuestro Camino” y “El Pensamiento Mao Tse-Tung es Nuestro Pensamiento” se extendieron por los cuatro costados de la India e incluso por otras zonas del Subcontinente. De esta manera, Naxalbari marcó una ruptura cualitativa con el viejo revisionismo del movimiento comunista indio y estableció firmemente en la India la verdad universal del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung. Desde entonces en adelante, el Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung se convirtió en una línea divisoria entre revisionistas y auténticos revolucionarios en la India. Así, “El Camino de Naxalbari es el único camino” se convirtió en una consigna clamorosa e imperecedera. Este movimiento inspiró y atrajo, además, a una generación completamente nueva de fuerzas comunistas revolucionarias surgida de entre las masas de trabajadores, campesinos, estudiantes, jóvenes, mujeres e intelectuales próximos a la ideología del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung.

Los tumultuosos acontecimientos de los años 60, iniciados con el Gran Debate y culminados con la GRCP, trajeron una nueva polarización de las fuerzas Marxistas-Leninistas de todo el mundo. Comenzaron a surgir nuevos partidos Marxistas-Leninistas que asumían el Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung como guía ideológica.

Aunque más tarde el movimiento revolucionario sufrió un revés momentáneo, la brillante bandera roja del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung y las llamas de Naxalbari siguen resplandeciendo en distintas partes del país. De hecho, las semillas del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung están sembradas muy hondo en la tierra india.

La historia de la aparición y desarrollo de nuestros dos Partidos está inseparablemente ligada a este periodo borrascoso. Durante los últimos 30 años de historia –incluso podríamos remontarnos más atrás- no sólo seguimos defendiendo la brillante bandera roja del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung: también seguimos aplicándolo en nuestra práctica revolucionaria a las condiciones concretas de la India. En el curso de esta práctica, hemos forjado y desarrollado una línea revolucionaria por medio del análisis y síntesis de las experiencias positivas y negativas de nuestros movimientos sobre la base, qué duda cabe, del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung. En este sentido, hemos logrado muchos éxitos notables en el desarrollo de la guerra popular prolongada gracias al despliegue de la lucha guerrillera revolucionaria en las zonas rurales, basada en la movilización de las masas campesinas, especialmente de los campesinos pobres y sin tierra. Hemos desarrollado esta lucha haciendo frente a una continua e intensa represión y a las muchas campañas desatadas por las clases dominantes reaccionarias. Hemos logrado desarrollar varias zonas guerrilleras y un ejército guerrillero –el Ejército Guerrillero de Liberación Popular (EGLP)- con el propósito de establecer un auténtico Ejército Popular de Liberación (EPL) y Zonas de Base en las vastas áreas rurales de Andhra, Jharkhand, Bihar, Dandakaranya, así como en las zonas limítrofes de estos estados. Esta guerra popular prolongada dirigida por nuestros dos Partidos tiene por objeto completar la Revolución de Nueva Democracia por medio de la estrategia de cercar las ciudades desde el campo. El contenido de esta revolución es la revolución agraria.


En el curso de esta guerra popular prolongada y de la lucha contra las diversas tendencias oportunistas de "Izquierda" y Derecha que surgieron tanto desde dentro como desde fuera del revisionismo del PCI y del PCI (Marxista), hemos aprendido que cualquier intento de minimizar la importancia del Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung y su aplicación concreta a las condiciones concretas resultará totalmente desastroso. Todas estas tendencias pretendían socavar la concepción maoísta de que en todos los países atrasados, dominados por el imperialismo y el feudalismo, las condiciones objetivas para iniciar y desarrollar la guerra popular prolongada están ya maduras desde el comienzo mismo. A la luz misma de nuestra amarga experiencia de los últimos 30 años, ganada a costa del derramamiento de mucha sangre, junto con las experiencias del Movimiento Comunista Internacional, nuestra comprensión sobre nuestra ideología se ha hecho aún más profunda.

En este contexto general, los revisionistas modernos y los que se pretenden seguidores del Pensamiento de Mao se han dedicado a socavar el significado y aplicación universales de las contribuciones de Mao, negándose a aceptarlo como una etapa superior del Marxismo-Leninismo tal como nuestro Partido unificado pone de manifiesto en este documento. Dado que el eje del presente documento es el Maoísmo, los principios básicos del Marxismo y el Leninismo se tratan en él brevemente, a modo de introducción a los fundamentos marxistas-leninistas. El camarada Mao Tse-Tung no sólo se basó firmemente en esos fundamentos sino que también los defendió y desarrolló hasta alcanzar una tercera y nueva etapa cualitativamente superior. Por lo tanto, el Marxismo-Leninismo-Maoísmo (MLM) es la continuidad del pensamiento de nuestros grandes maestros marxistas y es también un todo integrado. Aunque a nuestro entender no hay diferencia alguna entre el Marxismo-Leninismo-Pensamiento Mao Tse-Tung y el MLM –no  hay Muralla china que pueda separarlos-, hemos adoptado el Marxismo-Leninismo-Maoísmo como tercera y nueva etapa cualitativamente superior por ser más riguroso en términos científicos.

Debería tenerse en cuenta que el presente documento es un bosquejo de los principios rectores del MLM. Teniéndolo presente, hemos de referirnos a las obras clásicas de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao Tse-Tung y aplicarlas creativamente a la práctica concreta de la revolución india para resolver los múltiples problemas a que debemos enfrentarnos.

Como dijo el camarada Lenin: “Sólo un partido dirigido por una teoría de vanguardia puede cumplir la misión de combatiente de vanguardia”. Y esta teoría de vanguardia es la teoría del Marxismo-Leninismo-Maoísmo. Por lo tanto, nuestro Partido declara con toda firmeza a los obreros, campesinos y a todo el pueblo trabajador y oprimido de nuestro país (así como al proletariado internacional y a las masas oprimidas del mundo) que nuestra guía ideológica es el Marxismo-Leninismo-Maoísmo.”

3. ¿Que era el Comité Proletario Internacionalista (CPI)?

En 2011 se hizo un llamamiento internacional de apoyo a la guerra popular de la India. De este llamamiento debían surgir Comités de Apoyo a la guerra popular prolongada de la India. Así lo manifestó el Comité de Lucha Popular “MANOLO BELLO”.
Sin embargo había un muy grave problema: la traición a la guerra popular de Nepal, ocurrida poco tiempo antes. Todas las organizaciones interesadas en apoyar la guerra popular de la India en el Estado consideraban necesario condenar dicha traición, cosa que no hacia el Comité de Lucha Popular “Manolo Bello” (y era el único en todo el Estado con esta postura)
En estas circunstancias, el Comité Proletario Internacionalista (CPI) se constituyó como una organización independiente dentro del Estado Español, para apoyar a la guerra popular de la India. Estaba formado por organizaciones y personas (la mayoría no eran maoístas) que valoraban muy especialmente este movimiento revolucionario.
Veamos también un documento original: la carta que el CPI dirigió al PCI (Maoísta) en diciembre de 2011:
CARTA ABIERTA DEL CPI (Comité Proletario Internacionalista) AL PCI(Maoísta) (Partido Comunista de la India (Maoísta)



Desde el Estado Español, el CPI manda un saludo fraternal al PCI(Maoísta) y a la revolución India en curso.
La constitución del CPI en el Estado Español, nace de la iniciativa proletaria e internacionalista, consistente en prestar apoyo internacional a la revolución que hoy día se lleva a cabo en la India, en particular, y en ocuparse, en general, de la solidaridad internacional desde el Estado Español para con los revolucionarios del mundo.
Para el CPI, los acontecimientos y la lucha desarrollada en la India por el PCI(Maoísta), actualmente constituyen una de las puntas de lanza de la RPM (revolución proletaria mundial). La revolución India, que se forja en medio de una Guerra Popular, va superando todas las dificultades que le va imponiendo el estado indio y los imperialistas, avanzando victoriosamente.

Tras la traición del PCUN-M, el Movimiento Comunista Internacional, está muy atento al desarrollo de los acontecimientos en la India, ya que en la práctica es de suma importancia el hecho de su determinación a llevar la Guerra Popular en la India hacia su objetivo revolucionario, y tomar el poder para destruir el viejo estado. Para el MCI, el triunfo de la Guerra Popular en la India supondría mucho mas, que una revolución circunscrita sobre un estado, supondría el triunfo de la línea revolucionaria ante las tesis reformistas y conciliadoras auspiciadas por ejemplo por el PCUN-M o el PCR-USA en el marco mundial.
Los hechos que se dan hoy día en la India, representan en lo que concierne a la política comunista internacional, el hecho practico sobre el que se sustentan los revolucionarios contrarios al revisionismo. La Guerra Popular con vistas a la conquista del viejo estado burgués y a la creación del nuevo estado obrero, es incompatible con las ilusiones de “socialismo parlamentario bajo el estado burgués”, que promulgan los conciliadores de clase.
Hoy día, la revolución en la India, mantiene una gran expectación ante los ojos de los comunistas, por un lado, y por otro, a los ojos de proletarios y campesinos sin tierra o pobres del mundo; porque la Guerra Popular en la India hace temblar a reaccionarios y revisionistas en todo el mundo. La Guerra Popular en la India, es el foco, de otras nuevas guerras populares en el mundo.

El CPI por su parte, hará lo que esté en sus manos, para ayudar desde el marco de la solidaridad internacionalista, al triunfo final de la revolución en la India. Mostramos nuestro apoyo a la revolución India, como gran gesta de los obreros, campesinos y demás oprimidos del país, en su lucha contra el imperialismo. También mostramos nuestro apoyo al PCI(Maoísta), como partido dirigente de esta revolución, que con gran determinación, se mantiene firme ante los intentos del enemigo de acabar con ellos.
También aprovechamos esta carta, para mostrar un profundo respeto por el camarada Kishenji y condenar con todo nuestro odio la violencia al servicio del capital de sus asesinos. Queremos mostrar nuestra más enérgica repulsa ante lo acontecido.
Solo nos queda desear los mayores éxitos para los camaradas indios.
Un saludo revolucionario.

¡VIVA LA GUERRA POPULAR EN LA INDIA!
¡HONOR Y GLORIA A LOS COMBATIENTES REVOLUCIONARIOS INDIOS!
¡HONOR Y GLORIA AL CAMARADA KISHENJI!
¡VIVA LA REVOLUCION INDIA, QUE SE DESARROLLA COMO PARTE DE LA REVOLUCION 
PROLETARIA MUNDIAL!
¡SALVO EL PODER TODO ES ILUSION!
¡VIVA EL COMUNISMO, ABAJO EL REVISIONISMO!
¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!

DICIEMBRE DE 2011.
CPI,...)))....





Desgraciadamente, el CPI duró poco tiempo y se rompió en mil pedazos, rompiéndose así la labor de apoyo a la guerra popular de la India, apenas desarrollada posteriormente (y con muchas diferencias y problemas) por apenas unos pocos blogs.


4. ¿Desde el movimiento comunista español hay un apoyo a esta guerrilla y a su lucha?

Sólo desde una perspectiva revolucionaria se puede apoyar un movimiento como el que se desarrolla en la India. Sólo la podían y pueden hacer organizaciones con esta perspectiva (sean o no maoístas). El revisionismo no quiere ni oír hablar de revolución. Y hay muchos que se dicen comunistas o revolucionarios (y también algunos que se dicen maoístas) que como dijo Mao Zedong: “Hablan de comunismo y practican el revisionismo.” Y el revisionismo, en la práctica, apoya al imperialismo.
Desgraciadamente la guerra popular de la India es muy desconocida por los explotados y oprimidos del Estado Español. Cabe retomar esta labor de explicación y de apoyo a las guerras populares y movimientos revolucionarios en desarrollo o que vayan a iniciarse, como parte esencial del inicio de algo parecido aquí.


5. ¿Cómo te interesaste por esta lucha de la guerrilla naxalita y su partido?

Muchos conocemos o tenemos noticias de movimientos revolucionarios en diferentes lugares del mundo. Ocasionalmente, hemos apoyado alguno de ellos. Pero la constitución del PCI (Maoísta) y su fuerza nos obligaron a más. Hay que recordar la importancia del subcontinente indio y la existencia de otras guerras populares y movimientos revolucionarios en la zona (Nepal, por ejemplo fue importante hasta la traición de sus líderes).


6. ¿El termino naxalita puede aglutinar a otras ramas comunistas a parte de los maoístas?

Originalmente, en el “Trueno de la Primavera” de Naxalbari hubo, sin lugar a dudas, muchos revolucionarios no influidos por el “pensamiento mao-tsetung”. En todo el mundo hay movimientos revolucionarios no dirigidos por maoístas. En los grupos de apoyo a las guerras populares y luchas revolucionarias hay maoístas y no maoístas. En la propia India hay grupos que se autodenominan maoístas fuera del PCI (Maoísta), y otros que no lo son y que reivindican Naxalbari 1967. Pero también hay que señalar que el PCI (Maoista) ha sabido aglutinar la mayor parte de la herencia naxalita.


7. En la India a los naxalitas se les ha acusado de crear muchas escisiones ¿El PCI(Maoísta) lucha por la reunificación de los grupos maoístas y otros grupos armados para dirigirlos en pos del bien colectivo?

El maoísmo se autodefine como la tercera fase de la ideología revolucionaria del proletariado. En realidad se llama marxismo-leninismo-maoísmo. En el documento citado anteriormente (“¡ENARBOLAR BIEN ALTO LA BANDERA ROJA DEL MARXISMO – LENINISMO - MAOÍSMO!”) el Comité Central del PCI(Maoísta) dedica prácticamente todo el documento (¡cerca de 30 páginas!) a explicar este tema.
El marxismo sería la primera fase, centrada en la actividad de Marx y Engels, el manifiesto, la Comuna de París,… La segunda fase la constituyen las aportaciones de la revolución rusa de 1917, sintetizadas principalmente por Lenin y mejoradas durante el desarrollo de la URSS por I.Stalin. Finalmente, la tercera fase serian las aportaciones de Mao Tse-Tung y la revolución china (y no menos importantes las de la Gran Revolución Cultural Proletaria). El marxismo es muy aceptado a nivel internacional, el leninismo también, aunque menos, pero las aportaciones de la Revolución China y la GRCP lo son en menor medida.
A casi nadie se le ocurriría acusar de sectario a Lenin, a pesar de la virulencia de sus ataques, por ejemplo a la traición de la socialdemocracia europea al apoyar a sus burguesías imperialistas en el sangriento enfrentamiento de obreros contra obreros de la I Guerra Mundial. Si Lenin no hubiera roto totalmente con los socialdemócratas, no los hubiera atacado como lo que fueron: unos traidores a su clase y a las masas, contrarrevolucionarios y sostén del imperialismo; la revolución rusa no se hubiera dado.


bandera de la guerrilla del PCI(maoista)

La fina línea de mantener los principios necesarios para avanzar en la revolución proletaria, socialista o social, pero sin aislarse de las masas revolucionarias es muy difícil de lograr. El maoísmo, como tercera, nueva y más avanzada teoría de la ideología proletaria debe pasar a comandar la nueva ola de la revolución proletaria mundial, ola de la que forma parte avanzada la guerra popular de la India.
Pero, además el maoísmo pone énfasis en lo que llama “lucha de dos líneas”, en la eterna i omnipresente “lucha de dos líneas”. Este es un desarrollo de la segunda ley de la dialéctica y establece que los avances revolucionarios (y en todos los aspectos de la vida, incluidos los personales) se producen en medio y gracias a una constante lucha entre la línea roja revolucionaria y la contrarrevolucionaria. A esto, algunos lo llaman “escisionismo”.


8. ¿Los naxalitas son un grupo "sectario/maoísta"?

Evidentemente no. La palabra “naxalita” es ambigua y se refiere a la lucha armada de Naxalbari de 1967 y a sus sucesores. Lo que sí es verdad, es que los que dirigieron aquella lucha y han continuado su legado fueron y son principalmente los entonces llamados “pensamiento mao tse-tung”, ahora maoístas.


9. ¿Que papel crees que cumplen las ONG’s en la India?

ONG’s hay muchas y muy diferentes en objetivos, capacidad, medios, etc.
Las más grandes, principalmente en medios, no deberían llamarse pues son (directa o indirectamente) prolongación y agentes de estados, instituciones o grandes corporaciones, y están al servicio de sus intereses.
ONG’s noruegas han actuado prácticamente como sustitutas de tropas de intermediación al servicio del “buen imperialismo noruego” en “procesos de paz y conciliación” (se trata de evitar las guerras populares y los movimientos revolucionarios) entre otros países en Colombia, Sri Lanka, Malí, Guatemala, los Balcanes, Nepal, Sudán, Filipinas, Liberia, Timor del Este, … ¡Hasta ETA tuvo contacto con ellos!.
Igual sucede con ONG’s de Suiza, Alemania, Gran Bretaña y de otros países.
Otras ONG’s tratan de asesorar y cooperan para que se respete los intereses de inversiones mineras y de otros saqueadores del tercer mundo en contextos de enfrentamientos armados.
También son muy frecuentes las ONG’s de iglesias o de carácter “caritativo”. Cumplen su misión de apaciguar los conflictos, ayudando a paliar situaciones extremas. Otras entidades de este tipo “promueven el desarrollo” en determinadas áreas. Son una estimable ayuda hoy, pero casi siempre representan “algo de pan para hoy pero más hambre para mañana”

familia India en ONG Remar

Y todas las citadas luchan con todos sus medios contra posibles procesos revolucionarios.
Sin embargo, pequeñas ONG’s y activistas individuales o en pequeños grupos se han destacado por su labor de denuncia y difusión de determinadas situaciones, como pasó en la reciente crisis de los refugiados.
El caso de Nepal es significativo. Diversas ONG’s colaboraron, dentro del marco de “Prácticas sensibles a los conflictos y para la paz”, fomentando el llamado “Camino Prachanda” de conciliación con el imperialismo, para desmantelar la exitosa guerra popular iniciada en este pequeño país e integrar a los dirigentes políticos en el parlamentarismo burgués.


10.¿Es posible un frente extraparlamentario en India empujado por los naxalitas con otras organizaciones? PCI(marxista), CPI, CPI(ml) liberación, sindicatos, PSR...

La guerra popular maoísta presupone un enfrentamiento total. Se trata de destruir el viejo Estado al mismo tiempo que se va construyendo el nuevo poder. El esquema prevé la construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución: partido, frente y ejército. Al ser un país dominado por el imperialismo, semicolonial y semifeudal, en una primera fase se construye la República de Nueva Democracia, para pasar sin pausa a la posterior creación del socialismo. En este primer momento en el frente hay campesinado, pequeña burguesía e incluso burguesía nacional (no se admite la semifeudalidad y la burguesía burocrática o compradora, clases aliadas del imperialismo, que son las que dominan el país). El frente es de clases pero puede haber personas e incluso organizaciones, aunque el partido marxista-leninista-maoísta lo dirige todo.
Pero la guerra popular excluye al revisionismo, aliado en la práctica del imperialismo y de las clases dominantes locales. Y se excluye la participación en las instituciones del viejo Estado. La mayoría de las organizaciones llamadas ml o partidos como el PCI(marxista) entran en la categoría de revisionistas al estar en contra de la guerra popular (“no hay condiciones”, hay que acumular fuerzas”, dicen estos grupos mientras practican lo que los maoístas llaman “cretinismo parlamentario”). Además, la ruptura con estas organizaciones ya se dio incluso antes de Naxalbari 1967. En estas circunstancias, es muy difícil la participación de estas organizaciones en un frente con el PCI(Maoísta).


11.¿Las organizaciones políticas adivasis en India estan muy unidas al naxalismo?

Adivasi es la denominación general del conjunto muy heterogéneo de grupos étnicos o tribales indígenas de la India. Son conocidos también como las tribus de la India en contraposición a las castas de la India, pues no constituye una casta. Habitan las zonas boscosas y montañosas poco pobladas del centro y este del subcontinente. Hay más de 300 grupos tribales y son un 7% de la población india. En estas zonas boscosas y montañosas y en sus ambientes de extrema pobreza es donde actúa preferentemente la guerrilla naxalita y donde se dan las zonas liberadas, administradas por el nuevo poder.


12. El autor hispano-sirio Tamer Sarkis Fernández habla sobre los naxalitas en su libro La República árabe de Siria de acero, trigo y humanidad. ¿Por qué cita este autor a los naxalitas en su libro y al PCI(Maoísta)?

No cabe duda de que para responder a esta pregunta no hay nada más indicado que citar textualmente un fragmento de su análisis comparativo de contraste entre la revolución en India y la mal-llamada “revolución siria”:
“Hablar de la revolución naxalita en India es hablar del proletariado y semi-proletariado rural indios, de los campesinos sin tierra y de núcleos de apoyo popular urbano. Es también hablar de los autóctonos Adivasi, población tribal cosificada desde antiguo como Casta sirviente de la burguesía ciudadana, de los terratenientes feudales y de los cuadros hindúes que sucedieron a mongoles y a británicos entre el funcionariado estatal. Crecientemente expulsados de su hábitat por la actividad monopolista extractiva y agro-industrial, las poblaciones gentilicias Adivasi han comprendido la soldadura indisociable entre su emancipación particular gentilicia y la emancipación general del Pueblo indio sometido al Imperialismo, de modo que se han integrado en las fuerzas de la revolución.

Por el contrario, la mal-llamada “revolución siria” acumula y re-acumula sus fuerzas a partir de la tupida red-enjambre por la que transitan mercenarios de 143 enclaves, desde Filipinas a Ceuta pasando por Mongolia, Chechenia y Azerbayán. Los armados de esta “internacional” no poseen en común internacionalismo que valga; poseen en común puro confesionalismo, que niega ideológicamente el derecho de los Pueblos mientras afirma la fuerza impositiva del “fiel” sobre el territorio-despensa “desherejizado”.
La revolución en India no sale por televisión. Precisamente por eso; porque es revolución. No hallamos orondos Emires surtiéndola de petrodólar, ni vemos a la Unión Europea armándola, ni a la CIA entrenando a “revolucionarios” desde suelo fronterizo. Israel, quien emplea la franja supuestamente “desmilitarizada” del Golán como trampolín, coladero, reserva y sanatorio de “revolucionarios” contra Siria, colabora al mismo tiempo con el Pentágono en la contratación de mercenarios anti-comunistas, algunos vía Pakistán, y los interna en la Península indostánica.
Loe la prensa del sionismo con mayor o menor ahínco a “los rebeldes sirios”, el mínimo común denominador presentado por estos medios de masas consiste en la demonización del ejército árabe sirio y de su función de defensa nacional frente a la agresión al país (“el ejército del Régimen”, “el ejército de Al-Assad”, “el ejército alawí”…). Paralelamente, leemos y escuchamos idéntica demonización periodística de los comités populares de defensa, población civil que pidió armas al Estado sirio para así proceder a la auto-defensa popular (“los paramilitares de Al-Assad”, “los leales armados”, etc.). A su vez, los periodistas y las ONGs (como el discurso mantenido por Médicos sin Fronteras) dan falaz estatuto de “bando sirio en conflicto” a los mercenarios del “Ejército” “Libre” “de Siria”, 100% desarraigados del Pueblo sirio (y de cualquier otro Pueblo) y ferozmente adversos al Pueblo.



Esta prensa del Imperialismo es la misma que, cuando en alguna contada ocasión se ha referido a India, oculta a las clases populares indias organizadas en el Ejército Popular de Liberación tras la Categoría casi metafísica de “los maoístas” en abstracto; como si la base social 100% india del movimiento y del proceso fuera cosa de cuatro “cabezudos” que juegan con “la desesperanza de los excluidos y los miserables” (un argumento recurrente en los “análisis” de los “expertos” imperialistas en India). O como si los naxalitas fueran una especie de alienígenas que se la tuvieran jurada a los militares indios por no se sabe bien qué etéreo empecinamiento ideológico utopista alejado de la base material de la sociedad india” (De: Tamer Sarkis Fernández, <<La “revolución” siria versus la revolución en India>> EN: Siria: de acero, trigo y humanidad, Editorial Tina Modotti, 2017, Barcelona)

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