miércoles, 27 de enero de 2021

SI LO MÍO ES-SON, LAS CANCIONES, LA PROSA LITERARIA, LA POESÍA,...Y PERO QUÉ HAGO YO HABLANDO DE ECONOMÍA,...¡¡¡¡.-- ME-LON, EXPLIQUE, PORFA"" ¡¡.

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 47 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 


"" PERO, DE TODAS LAS FORMAS, LE ENTRARÉ, AR ASUNTILLO,.... AUNQUE TENGO TAREAS DE SOBRA ¡¡¡. "". 


ER "" COMUNISMO PROLETARIO "", LA BASE TEÓRICA DEL GRUPO PROLETARIO,... ( G.C.P. INTERN. DE MÁLAGA. );  EN ACCIÓN ¡¡¡¡.


EL CAPITALISMO ES NORMALMENTE DE MUY RÁPIDO HACER, EN LAS EMPRESAS, COMERCIO, TRANSPORTE, COLONIZACION ESPACIAL,... : 27.000 KM/H., -- POR AHORA --, VAN LOS COHETES, A LA LUNA, A LA ESTACIÓN ESPACIAL INTERNACIONAL, A MARTE, ETC,......PERO A LA VEZ SE PARALIZA,....Y GUERREA CONSTANTEMENTE Y SE DESTRUYE CASI TODO,....Y SE PIERDEN MUCHS RECURSOS, RIQUEZAS ACUMULADAS,.....MILLONES DE HUMANXS, FÁBRICAS, ANIMALES, AGUAS Y AIRES,.....Y LAS MENTES, DESORBITADAS ELUCUBRACIONES, TRISTEZAS, INDIGNIDADES Y VAJEZAS,.....PERO TODO A LOS RITMOS QUE MARCAN LOS ESTADOS Y LAS FRACCIONES ELITOSAS, LOS POPES-PODEROSOS, FINANCIEROS, TECNOPLUTOCRÁTICXS Y OLOGOPOLISTXS,...QUE BARBARA BARBARIDAD,....Y TODO CONTRA LOS QUE REALMENTE NOS PARTIMOS EL PECHO, PARA GANARLE VIDA A LA VIDA-NATURALEZA,...¡¡¡¡, Y UNOS MILES, QUE REPRESENTA A VARIOS MILLLONES DE ADINERADOS MILLONARIOS, UNOS 30 MILLONES DE 7.500 MILLONES DE HABITANTES QUE EXISTIMOS EN LA ACTUALIDAD DE 2.021¡¡¡¡.,...)))...


JUEVES, 28 DE ENERO DE 2021 // REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD.

PIRÁMIDES SOCIALES Y PANDEMIA-19"" ???¡¡;... LA HUMANIDAD, COMO CONEJILLO DE INDIAS,...¡¡. " SALVESE EL QUE PUEDA" ??. - ER "" COMUNISMO PROLETARIO "", LA BASE TEÓRICA DEL GRUPO PROLETARIO,... ( G.C.P. INTERN. DE MÁLAGA. ); EN ACCIÓN ¡¡¡¡.

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LUCIANO MEDIANERO MORALES

PROFESIONAL DE SERVICIOS PARA EL INDIVIDUO Y LA FAMILIA

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Actividad de LUCIANO ( AHORA, ESTOY, JUBILADO, CON 726 EURACOS DE MENSUALIDAD, DESDE 2.018 + -- ).

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Aún no entiendo qué tengo que hacer para conseguir un puesto de trabajo en alguna redacción de tv o radio en este país. Cada vez que entro en Linkedin veo más y más personas luchando por lo mismo, por supuesto todo el mundo súper formado, pero da igual. Es rara la vez que no echo un vistazo por aquí y veo a los mismos presentadores turnándose de una cadena a otra y de un medio a otro, ya sea de pública a privada y viceversa.,...//....

 


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  • La capitalización de todas las bolsas suman más de 73 billones de dólares
Imagen: Dreamstime.

Cuantificar la cantidad de dinero total en el mundo es una tarea compleja, no por la dificultad de contabilizar cada billete, moneda o dinero electrónico, sino por la complejidad de establecer una frontera entre lo que es dinero y lo que no lo es.

Los expertos en gráficos de visualcapitalist han confeccionado un gráfico en el que se dividen los diferentes tipos de activos que se pueden considerar como dinero y su cantidad en el mundo. 

Por ejemplo, el agregado monetaria M1, que es la definición de oferta monetaria más líquida (incluye el efectivo en manos del público y el dinero en cuentas corrientes) suma un total de 36,8 billones de dólares. Si a este agregado le quitamos el dinero en cuentas corrientes, es decir, nos quedamos sólo con los billetes y monedas físicas, la cifra es de 7,6 billones de dólares.

Si por el contrario se analiza el dinero en un sentido más amplio (agregado monetario M2), dinero físico, cuentas corrientes y depósitos, la cifra alcanza los 90,4 billones de dólares.

La bolsa y la vivienda

Otra cifra curiosa es la capitalización bursátil de todas las plazas del mundo, que suman la friolera de 73 billones de dólares. También resulta interesante el nivel de deuda a nivel mundial, teniendo en cuenta los pasivos de empresas, hogares y gobiernos, que supera los 215 billones de dólares.

La vivienda es uno de los activos más importantes del mundo, puesto que una gran parte de las familias dedica gran parte de su renta a invertir en este tipo de activo real. El valor de todas las viviendas residenciales, oficinas, tiendas, hoteles, fábricas y tierra agrícola es de 217 billones de dólares.

La cifra más alta dentro de esta clasificación sale del valor nocional de todos los derivados del mundo, que resulta en 1,2 trillones. No obstante, esta suma de dinero es aproximada y su valor es nocional. Es decir, que es el valor total de los activos en una posición apalancada. Este término se usa comúnmente en los mercados de derivados, sobre todo opciones y futuros que emplean el uso del apalancamiento, en el que una pequeña cantidad de dinero invertido puede suponer una gran exposición en los mercados.

Un derivado es un instrumento financiero cuyo precio no solo varía en función de parámetros como riesgo, plazo, etc., sino que también depende de la cotización que alcance en el mercado otro activo, al que se denomina subyacente. El inversor que adquiere un derivado apuesta por una determinada evolución de dicho subyacente (al alza o a la baja) en los mercados de valores.,...)))...


HOLA,...MUCHACHO MAYOR ¡ : DE Lmm/lukydemálaga : SI LO MÍO ES-SON, LAS CANCIONES, LA PROSA LITERARIA, LA POESÍA,...Y PERO QUÉ HAGO YO HABLANDO DE ECONOMÍA,...¡¡¡¡.-- ME-LON, EXPLIQUE, PORFA"" ¡¡.

Luciano Medianero Morales luky---------------------

19:15 (hace 0 minutos)
para Salvador

MIÉRCOLES, 27 DE ENERO DE 2021 // revolución de la humanidad. 

SI LO MÍO ES-SON, LAS CANCIONES, LA PROSA LITERARIA, LA POESÍA,...Y PERO QUÉ HAGO YO HABLANDO DE ECONOMÍA,...¡¡¡¡.-- ME-LON, EXPLIQUE, PORFA"" ¡¡.

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 47 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 


EL CAPITALISMO ES NORMALMENTE DE MUY RÁPIDO HACER, EN LAS EMPRESAS, COMERCIO, TRANSPORTE, COLONIZACION ESPACIAL,... : 27.000 KM/H., -- POR AHORA --, VAN LOS COHETES, A LA LUNA, A LA ESTACIÓN ESPACIAL INTERNACIONAL, A MARTE, ETC,......PERO A LA VEZ SE PARALIZA,....Y GUERREA CONSTANTEMENTE Y SE DESTRUYE CASI TODO,....Y SE PIERDEN MUCHS RECURSOS, RIQUEZAS ACUMULADAS,.....MILLONES DE HUMANXS, FÁBRICAS, ANIMALES, AGUAS Y AIRES,.....Y LAS MENTES, DESORBITADAS ELUCUBRACIONES, TRISTEZAS, INDIGNIDADES Y VAJEZAS,.....PERO TODO A LOS RITMOS QUE MARCAN LOS ESTADOS Y LAS FRACCIONES ELITOSAS, LOS POPES-PODEROSOS, FINANCIEROS, TECNOPLUTOCRÁTICXS Y OLOGOPOLISTXS,...QUE BARBARA BARBARIDAD,....Y TODO CONTRA LOS QUE REALMENTE NOS PARTIMOS EL PECHO, PARA GANARLE VIDA A LA VIDA-NATURALEZA,...¡¡¡¡, Y UNOS MILES, QUE REPRESENTA A VARIOS MILLLONES DE ADINERADOS MILLONARIOS, UNOS 30 MILLONES DE 7.500 MILLONES DE HABITANTES QUE EXISTIMOS EN LA ACTUALIDAD DE 2.021¡¡¡¡.,...)))... 


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LA CRISIS ECONÓMICA MUNDIAL Y LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL, LAS FINANZAS Y LA DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO. 

DEBATES EN LA ECONOMÍA MARXISTA 


Juan Pablo Mateo Tomé* Universidad Pontificia Comillas (Madrid, España) 

Fecha de recepción: 5 de noviembre de 2012 

Fecha de aceptación de la versión final: 9 de mayo de 2013 

RESUMEN 

Este artículo examina algunos ejes de los debates entre autores marxistas sobre la crisis económica mundial que se inició en 2007. En concreto, se examinan las distintas caracterizaciones de la crisis, el papel de la tasa de ganancia y las diversas causas de su descenso, junto a las explicaciones de la crisis a partir de las finanzas, el neoliberalismo y la distribución del ingreso. Se constata la variedad de explicaciones, la distancia entre Marx y sus seguidores, así como los ámbitos de discusión que abre la actual crisis para un enfoque en el que la crisis es un momento necesario del proceso de acumulación. Palabras clave: crisis económica, Marx, tasa de ganancia, finanzas, acumulación Códigos JEL: B51, E11 y E20 * jpmateo@cee.upcomillas.es (universidad); juampa_mt@yahoo.es (personal) Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 32 

La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 


ABSTRACT This article examines some major components of the debates developed amongst Marxist authors regarding the global economic crisis that started in 2007. In particular, it analyzes the meaning of the crisis, the role of the rate of profit and the different causes for its decline, together with the explanations of the crisis on the basis of finance, neoliberalism and income distribution. A variety of explanations is presented, and also the distance between Marx and his followers becomes apparent. At any rate, the review highlights the aspects open to discussion by the specificity of the present crisis from the perspective of an approach in which the crisis is a necessary moment of the accumulation process. Keywords: economic crisis, Marx, rate of profit, finance, accumulation JEL codes: B51, E11 y E20 


INTRODUCCIÓN 

En este texto se analizan las principales controversias que la actual crisis económica mundial ha suscitado entre los autores marxistas. Algunos estudios han abordado esta revisión temática desde diferentes perspectivas (Choonara 2009, Carchedi 2009, Tapia 2009, Katz 2010, Roberts 2010, Duménil y Levy 2011a, 2012, Cámara, 2012 y Basu y Vasudevan 2013), pero aquí pretendemos ofrecer una revisión más amplia a partir de una serie de ejes temáticos que incluirán tanto caracterizaciones generales de la crisis como discusiones parciales. El objetivo radica, pues, en exponer diversos análisis de la crisis actual realizados por autores de diversas corrientes del enfoque marxista, pero no limitándose a una simple enumeración de diagnósticos, sino reflexionando a partir de nuestra interpretación de la teoría marxista de la crisis. De esta forma se podrán extraer los debates fundamentales que la Gran Recesión ha generado en este ámbito del pensamiento. La acotación de las disputas argumentativas y de los economistas que,...

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 33 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 

,... pertenecen al análisis marxista no está en verdad exenta de una elección subjetiva, además de que no pueden estar ni todos los debates ni todos los autores. 

En cuanto a lo primero, nos limitamos a los que consideramos más destacados a la luz de la teoría marxista de la crisis y las especificidades de la crisis actual, y que permiten formar una idea de las opiniones más relevantes. 

Respecto de los segundos, nos centramos en quienes entendemos que se adscriben al núcleo esencial de este enfoque teórico, constituido por la teoría laboral del valor y las leyes de funcionamiento del capitalismo expresadas por Marx.1 La contrastación entre la teoría de la crisis y la explicación de la crisis actual se puede realizar a partir de lo que consideramos que constituye la (única) teoría marxista de la crisis.2 Partimos de la idea de que para Marx (1867,I) el modo de producción capitalista posee unas leyes generales de movimiento sometidas a la lógica de valorización, por lo que en última instancia el colapso de la generación de valor, y por extensión, de la apropiación de beneficio por parte del capital, genera la crisis económica. El análisis de la reproducción y de la crisis, pues, son dos aspectos inseparables (Mattick 1974, Shaikh 1990),3 lo que nos lleva a uno de los rasgos distintivos de la teoría, a saber, la crisis como momento necesario, por inevitable e indispensable, del proceso de acumulación, derivado en última instancia de la ley del valor (véase Gill 1996). Por tanto, la crisis se origina por contradicciones inherentes a la lógica del capital, y específicamente por la necesidad de aumentar la composición del capital (la mecanización del proceso productivo), a pesar de que es el trabajo (abstracto) la sustancia del valor. En otras palabras, resulta de la ley de la tendencia descendente de la tasa de ganancia (LTDTG) (Marx 1894, VI). Mencionamos asimismo dos implicaciones: por una parte, se ha de tener en cuenta que esta ley incorpora una serie de contratendencias y consideraciones más concretas, pues “la crisis real sólo puede exponerse a base del movimiento real de la producción capitalista, de la competencia y el crédito,” (Marx 1861- 1 Lo que significa que hemos decidido prescindir de la corriente que denominamos “neomarxista” de la Monthly Review, asociadas a la tradición de P. Baran y P. Sweezy, si bien se mencionan algunas de sus aportaciones por la relevancia que poseen. 2 Para una exposición más detallada, véanse Shaikh (1990), Clarke (1994) y Mateo (2007). 3 Al respecto, Clarke (1994:55) señala acertadamente que “una teoría adecuada de la crisis debe ser una teoría de la dinámica del modo capitalista de producción, que establece la tendencia a la crisis como algo inherente en tal dinámica,” como se muestra a continuación. 

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 34 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... 

Juan Pablo Mateo Tomé 63, II:472), 

,... por lo que tales factores deberán integrarse en dicha ley. Es decir, la LTDTG asume diversas formas en función de las fuerzas contrarrestantes, y dentro de ciertos límites se ve influida por fenómenos reales asociados a factores de índole histórica e institucional. Por otra, se otorga una primacía explicativa al ámbito de la producción, frente a los fenómenos distributivos o de política económica que implicarían que las crisis no fueran necesarias, sino meras posibilidades, ya que las leyes de funcionamiento surgen en la esfera de la producción de valor. La revisión comienza con el significado de la crisis, en lo que confluye la existencia de una o varias teorías de la crisis, junto a aspectos asociados a la perspectiva temporal. Continúa con las explicaciones basadas en la rentabilidad y los debates en torno a sus causas, para culminar en las diferentes propuestas explicativas respecto del rol de las finanzas, la política económica neoliberal y la reconfiguración del patrón de distribución del ingreso.

 ¿UNA CRISIS DE RENTABILIDAD? 

En este apartado repasamos las diferentes explicaciones relativas a la dinámica de la rentabilidad y la emergencia de la crisis, en primer lugar respecto del descenso y las expresiones de esta categoría, y posteriormente en relación a las causas. 

LA DINÁMICA DE LA TASA Y MASA DE BENEFICIO 

El análisis marxista destaca que la fuerza motriz de la producción capitalista es la obtención de ganancia. En la medida que la rentabilidad obtenida sea suficiente para las necesidades del proceso de acumulación, dado el volumen del stock de capital existente, continuará la inversión y se mantendrá el crecimiento económico. Pero al hablar genéricamente de rentabilidad debemos diferenciar la tasa de ganancia, que es un cociente sin unidades que resulta de dividir los “beneficios” por el “stock de capital” (B/K), de la masa de ganancia, una cantidad en unidades monetarias y en términos reales. La caída de la tasa de beneficio promedio no implica necesariamente que la acumulación se detenga. Es más, incluso puede intensificar su ritmo, dado que su dinámica no es proporcional al nivel de la tasa de beneficio, sino que Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 35 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé más bien se vincula al potencial del capital ya acumulado.4 Cuando el capital incrementado produce igual o menor masa de ganancia que antes se tiene una superproducción absoluta de capital (Marx 1894, VI), esto es, sobreproducción de medios de producción en cuanto actúan como capital, lo que se refleja en una sobreproducción de mercancías respecto de las posibilidades de realizar su valor en el mercado. La consecuencia es la sobreacumulación de capital y con ella el “derrumbe” de la acumulación y la crisis (véase Shaikh 1990). Una serie de autores sostienen, siguiendo esta línea, que la crisis actual se explica por una caída de la rentabilidad, es decir, por una insuficiente valorización del capital según la LTDTG marxiana (Harman 2008, Smith 2008, Faulkner 2009, Roberts 2009, Kliman 2011, Carchedi 2011, Arrizabalo 2011, etc.). 

Desde una perspectiva de largo plazo, consideran que la recuperación parcial de las tasas de beneficio desde la crisis de 1970s explica la debilidad de la inversión, y por extensión el menor crecimiento registrado en las últimas décadas, lo que ha llevado a un aumento de la deuda y a la generación de diversas burbujas especulativas. Existiría, por tanto, un problema subyacente de rentabilidad. Ahora bien, una primera controversia surge respecto de la metodología para el cálculo de la tasa de beneficio, ya que existen diferentes posibilidades para su estimación empírica. En el numerador se puede incorporar una u otra cantidad de beneficio en función del criterio para delimitar el plusvalor.5 Carchedi (2011), apoyándose en un restrictivo concepto de lo que considera actividades productivas, afirma que si bien no se constata una caída de la rentabilidad para el conjunto de la economía, sí que desciende para los sectores productivos, a lo que en verdad se refería el análisis de Marx. Respecto del denominador, se puede utilizar el stock de capital bruto, como defiende Shaikh (1999), o neto, como realizan la mayoría de autores. A los fines de este artículo interesa no obstante resaltar la controversia entre la utilización del coste de reemplazo (precios corrientes o actuales) e histórico (coste de adquisición, según el momento de su compra), ya que puede llevar a,... 


4 Como señalaba Grossmann (1929) a partir de Marx (1894,VI), quien aclaró que la acumulación prosigue su curso en proporción al peso que ya tiene, y no en proporción a la cuantía de la tasa de ganancia. 5 En primer lugar, depende del concepto de trabajo productivo ya que los ingresos de los sectores que eventualmente se consideren como improductivos formarían parte del excedente total. Por otra, hay que tener en cuenta el grado de concreción en cuanto a la expresión del excedente, sea bruto o neto de impuestos y/o de intereses/dividendos. En la medida que se establezcan relaciones causales entre estos componentes, abordamos esto último en el siguiente apartado, como se verá respecto del papel de las finanzas. 

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 36 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 

,...  conclusiones diametralmente opuestas, sobre lo cual Basu y Vasudevan (2013) llevan a cabo una comparación. Aunque en general se aboga por el primero (Shaikh y Tonak 1994:122; Duménil y Levy 2012), un autor como Kliman (2011) defiende la idoneidad de utilizar la tasa de ganancia con stock de capital a coste histórico, debido a que en su opinión es el que las empresas buscan maximizar y regula las decisiones de inversión. Sostiene que la expresión a coste de reemplazo no mediría apropiadamente las tasas actuales o esperadas de retorno sobre la inversión y no se ajustaría apropiadamente a la inflación. Al ser una categoría “ficticia”, no sería de extrañar, afirma, que no exista una clara relación con la tasa de acumulación, y por extensión el crecimiento económico. Si los precios están cayendo esta tasa podría exceder la tasa de acumulación, cuando en teoría la cuota de beneficio debería representar la tasa de inversión máxima.6 Sus cálculos indican que esta expresión de la tasa de ganancia no se ha restablecido completamente, ya que no ha existido un aumento sostenido. Este autor (Ibìd.:42-43) atribuye la mayor caída (relativa) de la tasa de beneficio a coste corriente desde mitad de 1960s hasta principios de los ochenta a la inflación registrada, ya que revalúa el conjunto del stock de capital, al contrario de lo que sucede en el período posterior de desinflación. De acuerdo además a la comparativa realizada por Basu y Vasudevan (2013), la tasa de beneficio, incluyendo en el numerador las distintas partes del excedente (impuestos, intereses, etc.), y a coste histórico, corrobora la tendencia descendente, a diferencia de lo que se obtiene con el coste de reemplazo y el beneficio neto de pagos. Al margen de esta metodología de Kliman, en el resto de autores que utilizan el stock de capital neto no se visualiza un descenso prolongado de la tasa de ganancia que pueda explicar la crisis actual. Pero no por ello se rechaza la existencia de un deterioro fundamental de la rentabilidad. Para autores como Potts (2010) hay que considerar la dualidad precio-valor, por lo que la caída de la tasa de ganancia no sería aprehendida verdaderamente mediante las estadísticas oficiales. El descenso de la rentabilidad constituiría una dinámica subyacente a las representaciones fenoménicas, y debería ser estimada,...

6 Otro ejemplo de la superioridad de esta tasa para Kliman es la capacidad de predicción de las tasas de retorno de la bolsa, mediante el índice de beneficios/ precio de las corporaciones del índice Standard & Poor 500 durante 1947-2004 (Kliman 2011). 

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 37 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 

,...  en valores trabajo.7 Precisamente, el fenómeno de la burbuja inmobiliaria contribuiría a ello: “el descenso de la tasa de beneficio en términos de tiempo de trabajo puede ocultarse por la inflación de los precios de las mercancías respecto del descenso de los valores en tiempo de trabajo.” (Potts 2010:35) La contradicción entre esencia y apariencia se reflejaría en el hecho de que una crisis de valorización se manifieste como una crisis financiera producto de una burbuja especulativa alimentada por una rentabilidad relativamente superior respecto de las inversiones productivas. Otro aspecto relacionado con el fenómeno especulativo tiene que ver con un análisis que cuestione las cifras de las estadísticas oficiales. En este sentido, Harman (2008) ofrece una interesante argumentación para cuestionar la información que presentan las empresas. Según este autor, las compañías han exagerado en los últimos años sus beneficios para mejorar su situación en las bolsas, disuadir OPAs o incrementar el valor de las “opciones sobre acciones” otorgadas a sus encargados superiores.8 Ello habría sido posible al incluir entre sus beneficios ciertos ingresos procedentes de la burbuja que luego resultaron ser ficticios. Específicamente, como señala Moseley (2007), algunas corporaciones habrían ocultado su nivel de endeudamiento al transferir deudas a los SPV.9 Harman se basa en las afirmaciones de Andrew Smithers para explicar que las estadísticas oficiales de Estados Unidos incorporan en las cuentas de los “Flujos de fondos” determinados ajustes que han significado un extraordinario incremento de la riqueza neta del país al añadir “discontinuidades estadísticas” y aumentar los valores de la propiedad. Tales discontinuidades aumentaron entre 2005 y 2006 el equivalente a la quinta parte del aumento de la riqueza neta para todo el sector. Por tanto, “gran parte de la aparente rentabilidad de las corporaciones estadounidenses ha dependido de la manera como la burbuja incrementaba el valor de la cotización de sus activos financieros e inmobiliarios respecto de su,... 

7 Arrizabalo (2011:106-107) señala que “se refiere en realidad a una “tasa de ganancia parcialmente ficticia” porque el numerador no incluye sólo plusvalía sino también ganancias virtuales de la valorización de activos financieros”, que al estallar la crisis desaparecen y revelan la insuficiencia de plusvalía. 8 Ya en la década anterior de 1990s las ganancias declaradas fueron un 50% superiores a las reales, según The Economist (23/06/2001). 9 Estas SPV se pueden traducir como “vehículos o entidades de propósito especial”. Constituyen fondos de titulización que emiten títulos homogéneos con garantía hipotecaria, con el objetivo de que las hipotecas se queden fuera del balance de los bancos, ya que las SPV son creadas específicamente para ciertos tipos de transacciones financieras. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 38 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 

,... valor real subyacente.” (Harman 2008) Con estas consideraciones, cabe suponer que la rentabilidad que se deriva de las cuentas nacionales está sobreestimada, aunque sea difícil realizar una cuantificación exacta.10 Por otra parte, algunos autores se centran en la evolución de la masa de ganancias para caracterizar la crisis. Astarita (2008), Tapia (2009, 2011), Roberts (2010) y Mateo (2012) calculan en términos reales esta magnitud para la economía estadounidense y observan que alcanza el máximo durante el tercer trimestre de 2006, momento a partir del cual desciende. Tapia (2011) destaca que la caída posterior precede al colapso de los mercados financieros y la Gran Recesión de la economía real siguiendo la periodización del NBER, por lo que es coherente con el análisis marxiano, así como con otras crisis del pasado. Su estudio muestra que los beneficios comienzan a descender en su ritmo de crecimiento y finalmente caen en términos absolutos unos 4 o 5 trimestres antes de que aparezca la crisis, mientras que los salarios y sueldos reales, con o sin suplementos, siguen aumentando hasta el colapso, y es durante la crisis cuando descienden.11 Esta caída de la masa de beneficios es importante por cuanto, a juicio de Tapia y Astarita (2011), verifica que el desplome de la rentabilidad origina el consiguiente colapso de la inversión, de mayor cuantía que la del consumo. Sería, en su opinión, la evidencia tanto del sentido de su causalidad como del papel central de la inversión para explicar los ciclos económicos. En definitiva, esta primera aproximación se resume en sus contornos generales como una crisis de valorización por una insuficiencia de plusvalía generada (Smith 2008, Arrizabalo 2011). En oposición a esta caracterización de crisis de rentabilidad, un grupo numeroso de autores rechaza aludir a una sobreacumulación de capital asociada 10 Existe además una cuestión ignorada en estos análisis. No está claro que deba existir un nivel de rentabilidad promedio que sea el adecuado para iniciar una fase de acumulación. En otras palabras, debemos plantearnos la razón de que atribuyamos a un nivel porcentual determinado, sobre la única base de una comparativa histórica que no necesariamente debe constituir la norma en la evolución del capitalismo, el de aquel que ya permite hablar de una superación de la crisis. Por ejemplo, Mattick (2011) destaca que tras la II Guerra Mundial, a pesar de haber restablecido los niveles de rentabilidad tras la depresión de 1929-45, sin la intervención del Estado no se pudo impulsar la inversión. Cuando el gobierno de la época, opuesto al “New Deal”, recortó gastos de defensa tras la guerra de Corea sin compensación, hubo una caída de la producción y el empleo. 11 Astarita (2008) apunta no obstante que en un primer momento “el debilitamiento de los beneficios de las empresas americanas fue compensado, por lo menos parcialmente, con el aumento de los beneficios logrados por sus subsidiarias en el exterior, pero el hecho está denotando un debilitamiento de las condiciones de reproducción ampliada del capital.” Pero en el último trimestre de 2007, con el inicio de la crisis, empezaron a descender hasta un mínimo a mitad de 2009 (Roberts 2010). 

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 39 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 

,...  a un deterioro de la tasa de beneficio en el ámbito productivo (véanse Panitch y Gindin 2009, Yeldan 2009, Katz 2010, Lapavitsas 2010…), mientras que otros aseguran que la tasa de ganancia, correspondiente a Estados Unidos fundamentalmente, ha sido restablecida en los últimos años previos a la crisis (Duménil y Lévy 2011, Husson 2008, Moseley 2009), mientras que para Smith (2008) y Xie y otros (2010) el problema sería más bien el nivel al que se ha estancado la tasa de rentabilidad. Recapitulando, observamos que son pocos quienes caracterizan la crisis actual a partir de la rentabilidad del capital, y menos los que reflexionan explícitamente en torno a la tasa y la masa de beneficios. Parece constatarse asimismo que la existencia de un proceso de acumulación estrechamente relacionado con una burbuja inmobiliaria, con la consecuente percepción de una abundancia de beneficios empresariales, ha impedido que se desarrollen explicaciones de la crisis articuladas a partir de problemas en el ámbito de la valorización del capital, si bien algunos autores aducen razones para relativizar la información proporcionada por las estadísticas y así sustentar que subyacía un problema de rentabilidad. LAS CAUSAS DEL DESCENSO DE LA TASA DE GANANCIA Tal y como expusimos en la introducción, Marx (1894, VI) explica la crisis a partir de la caída de la rentabilidad, producto a su vez de un cambio técnico que incrementa las distintas dimensiones de la composición del capital. Siguiendo este enfoque, Kliman (2011) alude a la mecanización del proceso productivo, y en concreto, al alza de la composición en valor en las décadas posteriores a 1970s, si bien las fluctuaciones coyunturales de la tasa de beneficio sí vendrían originadas por la tasa de plusvalía. Este análisis coincide con Carchedi (2011), aunque éste calcula la composición orgánica (stock de capital respecto de los salarios) en las ramas que considera productivas. Basu y Vasudevan (2013), por otra parte, se centran en el descenso de la productividad del capital, ya que indica la tasa máxima de ganancia. Ofrecen dos razones: el aumento de lo que denominan como “intensidad de capital”, o cociente capital/trabajo (como aproximación de la composición orgánica) desde 2000, junto al retroceso en el desarrollo tecnológico de la industria de bienes de capital, que no habría podido ejercer de contratendencia al reducir relativamente,... 

 Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 40 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 

,... el deflactor de precios del sector respecto del total.12 Roberts (2009), en su teoría de largo plazo de los ciclos, añade al aumento de la composición del capital la expansión del trabajo improductivo, que sería responsable del 70% de tal caída de la rentabilidad desde la II Guerra Mundial. Sin embargo, en otros autores el descenso de la rentabilidad no se vincula explícitamente al aumento de la composición del capital, y la consecuente caída del tiempo de trabajo socialmente necesario, sino a las formas fenoménicas relacionadas con la ganancia empresarial neta. En este sentido, desde la perspectiva de Estados Unidos, Cámara y Mariña (2010), si bien no atribuyen la crisis a un descenso de la tasa de ganancia, sí señalan que “la desaceleración de la dinámica de la inversión productiva y del Producto Interno Bruto (PIB) es atribuible al debilitamiento del flujo de beneficios de las empresas desde el segundo semestre de 2004 y durante 2005-2006” (Ibìd.:2), lo que se explicaría 

i) en función del “repunte de los costos laborales unitarios, por el debilitamiento de la dinámica de la productividad en relación con la de la remuneración, y de los costos en energía, por el aumento de los precios del petróleo;” y 

ii) “el aumento de las tasas de interés, por el abandono por la Reserva Federal de la política monetaria acomodaticia que había adoptado desde 2001,” y relacionada con las presiones inflacionarias del apartado anterior (Ibìdem.). En este caso, lo que para Marx son aspectos propios del final de la fase de acumulación que antecede a la crisis (salarios, precios de materias primas y tipos de interés), se ubican como causa de la caída de la tasa neta de beneficio. Lo que ocurre es que la perspectiva de estos autores es micro (nacional), pues describen las razones “inmediatas” de los problemas de rentabilidad en la economía estadounidense.13 12 Solo cuando el cociente capital-trabajo se estanca, como sucedió entre 1982 y 2000, habría podido incrementarse la productividad del capital e impulsar así la tasa de ganancia. Pero hay que señalar que Basu y Vasudevan consideran tal dinámica del ratio capital-trabajo, previa a 2000-04, como la consecuencia de una relocalización global de la producción, por la cual Estados Unidos pudo externalizar actividades intensivas en trabajo y de reducida productividad, junto a la introducción de las tecnologías de la información y de la comunicación, que no requerían de grandes inversiones en capital fijo para ampliar la productividad. En la última década, estas ventajas se fueron agotando, lo que según ellos llevó a la crisis. En este sentido, Beitel (2009) afirma que, siendo la evolución de la productividad del capital la que gobierna los movimientos de la tasa de beneficio, el factor más importante en la recuperación de la rentabilidad desde 1982 fue la caída relativa del índice de precios de los bienes de capital. Freeman (2010:87) se refiere asimismo a la dinámica del ratio producto-capital como exponente de la acumulación, “el proceso por el que el capitalismo se reproduce a sí mismo”, en tanto que causa de la crisis, frente al limitado poder explicativo que en su opinión posee la distribución del ingreso. 13 En el caso de Shaikh (2010), es el fin de los mecanismos que posibilitaron la expansión de 1982-2007, la caída de los tipos de interés y el endeudamiento de los hogares, lo que explicaría el descenso de la rentabilidad neta. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 41 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé En esta línea, Duménil y Levy (2011a) sostienen que, efectivamente, ha descendido la rentabilidad, pero es la expresión neta de costes financieros (intereses y dividendos). Su análisis establece relaciones causales entre los componentes del excedente en lugar de explicar los cambios en la participación relativa de cada porción por la evolución de la masa global de plusvalía, además de que caracteriza como costes lo que no son sino fracciones del plusvalor. Dado el enfoque microeconómico y agregativo, la causa del deterioro del beneficio del ámbito productivo reside en una alteración de la distribución del beneficio a favor de las finanzas y en detrimento de la ganancia “industrial”. Así, hablan de la creciente punción financiera que desvía fondos de la inversión productiva debido a una reconfiguración del poder de la clase dirigente. Este aspecto es relevante en tanto que sostienen que la acumulación se financia primordialmente con recursos propios, de ahí que perciban cualquier pago en forma de renta financiera (intereses y dividendos) como deducciones del potencial inversor.14 Estas concepciones parecen entroncar en cierta manera con las discusiones llevadas a cabo en torno a la desproporcionalidad sectorial relativas a los esquemas de reproducción del libro II de El Capital (remitimos a Mateo 2007). Por el contrario, para Brenner (2009) el problema radica en la sobrecapacidad del sector manufacturero, por lo que enfatiza la visión smithiana de la intensificación de la competencia. Curiosamente, el análisis de Brenner converge con el de los neomarxistas de la Monthly Review, por cuanto el nivel de rentabilidad parece asociarse al grado de competencia registrado en la economía, o lo que es lo mismo, de monopolización. Mientras el primero presiona la tasa de ganancia a la baja (Brenner), el segundo lo hace al alza (véase Foster y Magdoff 2009). El aspecto en común de las concepciones de la crisis que no consideran el cambio técnico es que rechazan implícitamente vincular la crisis con ciertas leyes generales de la reproducción capitalista, ancladas por tanto en la generación del valor. En consecuencia, las crisis serían momentos posibles surgidos ante la confluencia de ciertos fenómenos coyunturales relacionados con fenómenos distributivos: capital-salarios, beneficios netos-intereses/dividendos, o 14 Otros autores como Cockshott y Zachariah (2010:343) señalan que “el factor subyacente de la crisis actual es un desequilibrio real económico a causa de un crecimiento sin precedentes del sector financiero”, el cual reduce la cantidad de excedente disponible para la acumulación de capital. Véase asimismo Bakir y Campbell (2010). Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 42 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé sectoriales. En conclusión, existe un relativo acuerdo (con excepciones) en que las distintas expresiones de la composición del capital no han experimentado grandes alzas en el ciclo de expansión inmediatamente anterior a la crisis, lo que ha generado diversas posiciones respecto de la causalidad sobre la dinámica de la rentabilidad. Aunque una perspectiva de largo plazo sí permite identificar la mecanización como el aspecto esencial detrás de la caída de los beneficios, se observa que se explica por la mecanización del proceso productivo, la distribución del excedente global entre los diversos segmentos del capital, o incluso salarios y precios de insumos, junto a la competencia internacional. 

ACUMULACIÓN, DESEQUILIBRIOS Y EXPANSIÓN FINANCIERA 

El crecimiento económico registrado en 2003-07 adoleció de una debilidad en el nivel de acumulación, y así del ratio capital-trabajo, pero con un relativo dinamismo de la inversión inmobiliaria y del sector financiero. Es decir, la dinámica de la inversión pareciera no reproducir fielmente el análisis de la sobreacumulación que Marx explicara en El Capital, lo que ha dado lugar a diferentes formas de explicar el rol desempeñado por las finanzas. Una posible respuesta es tomar en consideración un lapso temporal mayor, considerando así la herencia de la década anterior, los años noventa. Astarita (2008) señala al respecto que “no hubo una aumento de la relación capital fijo/trabajo; ésta permaneció ‘aplanada’”, ya que la inversión permaneció débil durante la expansión. Pero este autor sí amplía la perspectiva temporal de la mecanización, ya que es consciente de que “buena parte del aumento de la productividad se debería entonces a que daba sus frutos la intensa incorporación de las tecnologías informáticas –tanto de software como de equipos– que se había producido en los noventa.” Por tanto, no niega la causalidad mecanización > rentabilidad > inversión > crecimiento y crisis, sino que más bien habría que partir de una situación de sobreinversión y un rezago de tiempo en cuanto a los resultados para la reducción de los costes de producción.15 En este sentido, Brenner (2009) explica que las medidas fiscales y monetarias expansivas 15 Aunque habría que explicitar la cuestión de la utilización de la capacidad instalada. Considérese que, tal y como señala el propio Astarita (2008), el acervo de capital fijo en términos reales sigue incrementándose desde finales de los años noventa hasta el año 2000 a pesar de que no generaba ya aumentos adicionales de los beneficios. Por lo tanto, la sobreinversión podría preceder a la crisis económica, y no necesariamente debería ser consecuencia de la misma, como apunta Astarita (2009), en la medida que genere una caída de la demanda y de los precios. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 43 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé adoptadas en Estados Unidos a principios de 2000s no impulsaron la inversión debido a la sobreinversión y el excesivo endeudamiento ocurridos en la década de 1990s. Sin embargo, para Basu y Vasudevan (2013) sí existiría un aumento sostenido del cociente capital-trabajo desde 2000s, que si bien llevaría a un aumento de la productividad laboral, ocasionaría una caída de la productividad del capital. Al margen de estos diagnósticos, abordamos a continuación dos formas opuestas de ubicar las finanzas en el proceso de acumulación. 

LAS FINANZAS COMO CONSECUENCIA 

Una línea de análisis es la que sostiene que el auge financiero (y la burbuja inmobiliaria) se alza sobre una caída subyacente de la rentabilidad, o bien se produce por un descenso anterior de la misma. En cualquier caso, no sería la causa de la crisis, sino una consecuencia de problemas localizados en la esfera de la producción de valor. De esta forma, “los diferentes sectores del capitalismo mundial no habrían llegado a depender de la burbuja si las tasas de ganancia hubieran retornado a los niveles del largo boom”. (Harman 2009:288-289) Al establecer esta causalidad se rescatan los conceptos marxianos de plétora de capital y capital ficticio (véase Marx 1894, VI:330). En palabras de Smith (2008:6), la explicación adecuada de la “‘financiarización de la economía’ en el largo plazo debería centrarse más bien en la tendencia descendente de la tasa de ganancia como resultado de cambios en el proceso capitalista de producción.” Es la opinión que comparte Guerrero (2008), quien además avanza analíticamente al considerar que “el capital financiero hipertrofiado (…) no es sino consecuencia de la enorme masa de plusvalía que pulula por los mercados financieros y las bolsas mundiales sin posibilidad de fijarse en inversión productiva de ninguna clase, debido a que lo que hay en el subsector productivo es un exceso de capacidad.” En este análisis se relaciona la masa de ganancias con el tipo de desembolso llevado a cabo (en transacciones financieras) pues si en términos absolutos la cantidad de beneficios puede alcanzar cifras astronómicas, en relación al nivel igualmente elevado del acervo de capital a valorizar estos excedentes pueden resultar insuficientes, dicotomía que no es captada por la mayoría de autores. Porque la crisis financiera no es nunca independiente de la dinámica general de la crisis de sobreacumulación de capital productivo. Es Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 44 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé verdad que una forma de retrasar los efectos del círculo vicioso que se desata al estallar esta crisis es detener la caída a corto plazo de la demanda mediante la expansión del crédito, pero esta expansión es al mismo tiempo la expansión de la deuda…, y, si la depresión es larga, el continuo crecimiento del crédito para contrarrestar una caída persistente de la demanda significa una acumulación de deuda que se convierte en una carga cada vez más pesada que pone en peligro la senda de crecimiento a largo plazo de la economía. Esto es lo que está ocurriendo. (Guerrero 2008) Guerrero proporciona diversas claves interpretativas en esta cita. Por una parte, adopta una perspectiva global del circuito de valorización para explicar lo que acontece en sus diversos momentos, y específicamente para explicar la expansión financiera. 

Además, explica el auge de la deuda como un factor contrarrestante de la caída de la rentabilidad que aplaza, pero también amplifica, el estallido de la crisis, lo que permite ampliar conceptualmente el significado de la LTDTG. En la misma lógica que Guerrero, Kliman (2009) explica que la caída de la rentabilidad conduce primero “a un aumento de la especulación y de las deudas que no se pueden devolver, lo cual no contradice la mencionada LTDTG, “sino que se encuentra totalmente en consonancia con ella y presta apoyo a la misma.” (Ibìd.:32) De forma similar, Brenner (2009) y Mattick (2011) vinculan la existencia de masas de beneficio con la funcionalidad de la política económica para reciclar los beneficios que no encontraban salidas rentables, y desde una perspectiva temporal más amplia. Brenner sostiene que la reducción de tipos a corto plazo dictada por la Reserva Federal, junto a la relajación histórica de los requisitos normalmente exigidos para la concesión de créditos hipotecarios, originó que los sectores más sensibles a los tipos de interés absorbieran masas de capital especulativo que habían alimentado la burbuja bursátil anterior. Sin embargo, estas medidas no explican el “keynesianismo del precio de los activos” surgida en el mercado inmobiliario ya que no afecta al tipo de interés de largo plazo (el tipo hipotecario de 30 años). La caída de éste se explicaría por la menor demanda de crédito de las empresas. La burbuja especulativa del último ciclo expansivo no sería por tanto una causa, sino una consecuencia de un debilitamiento subyacente de las condiciones de valorización. Este análisis es coherente con la idea marxista de que la tasa de interés resulta de la oferta y demanda de dinero, Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 45 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé lo que en última instancia se refiere a las condiciones concretas del ciclo global de valorización, y no a decisiones políticas independientes y exógenas. En línea con esta idea, Roberts (2009) señala que habría sido la caída de las perspectivas de rentabilidad en los sectores productivos lo que ha inducido una caída de los tipos de interés y la creación de más dinero por parte de las autoridades, así como contratos por bonos, hipotecas y otros instrumentos financieros. Tal incremento del capital-dinero dio la apariencia de una abundancia de capital o beneficio para reinvertir. Sin embargo, no era sino capital ficticio, ya que no se basaba en producción de nuevo valor.16 Astarita (2007) desarrolla la idea marxiana de plétora de capital a partir de la idea de que la crisis actual “a su vez se explica por una crisis no resuelta de sobreacumulación del capital ‘a lo Marx’.” Según este autor, “la especulación en el mercado hipotecario de Estados Unidos de los últimos años hay que ubicarla en el marco de la plétora de capital que se produjo desde la salida de la recesión de 2001,” que ha favorecido la inversión en “los títulos estatales, las acciones y otros títulos y obligaciones, y propiedad inmueble”, ya que “si la tasa de rendimiento de la nueva inversión es igual a la tasa de interés, es lógico que las inversiones se dirijan al mercado financiero, al capital de préstamo monetario.” Ivanova (2011) explica la manifestación de la crisis en términos financieros (la financiarización) a partir de una perspectiva mundial de la globalización de la producción y la división internacional del trabajo. Sería, en su opinión, producto de la relación entre un núcleo financiarizado centrado en los EE.UU. y una periferia financieramente subdesarrollada, en la cual la crisis de la división internacional del trabajo se ha reflejado en un desequilibrio entre la habilidad de producir de la segunda y de consumir (mediante un reciclaje de los beneficios que capta), en la primera.17 16 

En esta perspectiva situamos asimismo a autores como Carchedi (2011), que argumenta que la expansión financiera es una de las contratendencias al descenso de la rentabilidad; Xie y otros (2010), en función del reducido nivel bajo el que se mantiene la tasa de beneficio; Arrizabalo (2011), quien señala que las burbujas bursátil e inmobiliaria constituirían intentos desesperados para restablecer la tasa de ganancia, o Harman (2009:288), para quien el incremento del endeudamiento (y lo acontecido en el ámbito de las hipotecas “subprime”) permitió evitar la recesión, dado el bajo nivel de inversión y salarios reales descendentes. En su opinión, la financiarización habría fungido de efecto contrarrestante sustituyendo a la economía armamentística de la fase de posguerra. 17 Metodológicamente, esta perspectiva que parte del todo como entidad (la economía mundial), es compartida por McNally (2011), pero no es muy común en esta literatura, curiosamente. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 46 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé Kliman (2009, 2011), por su parte, se desmarca al reivindicar que no existe una caída de la inversión respecto de la rentabilidad que haya que dilucidar, y que haya originado una expansión financiera. Frente a las propuestas explicativas de la atonía de la inversión en las últimas décadas, Kliman sostiene que la aparente dicotomía entre la acumulación y la rentabilidad, que ciertamente aumenta desde la primera mitad de 1980s, cuando se alcanza el nivel máximo de reinversión de beneficios, se explicaría por el desfase en la respuesta de la inversión al descenso de la tasa de ganancia en esos años, lo cual se amplía posteriormente. El aspecto esencial es que desde una perspectiva histórica, este “gap” no es sustancialmente elevado, en contra de lo que sostiene la tesis de la financiarización. Por tanto, para Kliman no se habría producido una desconexión de la inversión respecto de los beneficios, ni del esfuerzo inversor (proporción de los beneficios que se reinvierten), como tampoco un creciente desvío de excedentes al ámbito financiero respecto del productivo. LAS FINANZAS COMO CAUSA En contraposición a estos enfoques, otra serie de autores entienden que las causas de la crisis se encuentran en el ámbito financiero, aunque se ofrece una amalgama de reflexiones con diverso énfasis en torno a la inestabilidad originada, la política económica, el comportamiento especulativo, etc., difíciles de sintetizar, por lo que mencionamos unas pocas aportaciones. En primer lugar hay que destacar a Moseley (2008), que si bien en otras ocasiones ha explicado la crisis por el descenso de la tasa de ganancia, a su vez originado por la mecanización del proceso productivo y la expansión del trabajo improductivo, atribuye sin embargo la crisis actual al funcionamiento del sistema financiero. Defendiendo explícitamente el análisis de Minsky, este autor destaca los problemas derivados de la financiación a corto plazo y las inversiones a largo plazo por parte de los agentes, que habrían asumido riesgos excesivos. Por otra parte, la visión de Panitch y Gindin (2009) representa el conjunto de diagnósticos de raíz “financiera” de la crisis a partir de un enfoque limitado temporalmente. Afirman que la crisis económica se deriva de las contradicciones de las finanzas capitalistas en la segunda mitad del siglo XX. La salida de la crisis de los años setenta se realizó en su opinión impulsando el papel de las finanzas en el proceso económico gracias a las medidas de desregulación, así como el retroceso del trabajo frente al capital, todo ello en beneficio de,... 

Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 47 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé 

,...  la hegemonía norteamericana. Por tanto, aglutinan elementos políticos, de actuación empresarial y distributivos. Asimismo, metodológicamente este tipo de formulaciones toman como punto de partida analítico la coyuntura y sus especificidades, como relaciones de poder (la hegemonía norteamericana), sectoriales (especulación financiero-inmobiliaria) o sociales (auge de las ganancias); es decir, con un reducido nivel de abstracción, en lugar del capitalismo en tanto que modo de producción, como critica Tabb (2010). En tercer lugar, el planteamiento ya mencionado de Duménil y Levy (2011a, 2011b) y Cockshott y Zachariah (2010) coloca a las finanzas en el centro de la crisis en la medida que la restauración de su poder, y la consiguiente expansión en su ingreso, se realiza en detrimento de la acumulación productiva, pero se muestran críticos con la acepción de crisis financiera. Colindante con esta perspectiva se sitúa el conjunto de enfoques de la denominada financiarización, entendida no sólo como un papel creciente de las finanzas, sino en cuanto a la capacidad mostrada para alterar los fundamentos del modelo de acumulación.18 El aspecto más relevante de estas concepciones es que ubican la crisis no como un momento necesario de la reproducción capitalista, sino como un resultado contingente al que se llega en la medida que confluyen una serie de elementos desequilibradores, como pueden ser ciertas decisiones de política económica (el neoliberalismo) o un excesivo protagonismo del sector financiero, en el que se debe considerar la desregulación llevada a cabo. En este caso, la atribución de la crisis a cualesquiera fenómenos asociados con las finanzas implica, en la medida que nos encontramos ante una crisis del conjunto de la economía capitalista mundial, con un enfoque analítico opuesto a una perspectiva holista del proceso global de valorización que explique las razones de los desequilibrios y el rol de las finanzas. Se niega así la existencia de leyes generales de la acumulación, sustituidas por otras, propias de la hegemonía financiera. 18 En general, los economistas de la School of Oriental and African Studies (SOAS) de la Universidad de Londres, entre los que destaca C. Lapavitsas, quienes hablan de “crisis del capitalismo financiarizado”. Por razones de espacio y de pertinencia temática, no abordamos en profundidad esta explicación, más que señalando, para el caso de Lapavitsas (2008, 2010), que la crisis obedecería al auge de las finanzas y la transformación llevada a cabo en la actividad de los bancos comerciales, que habría conducido a una creciente expropiación financiera de los hogares, o en otras palabras, resultado de la financiarización de la renta de los hogares. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 48 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé FUERZAS PRODUCTIVAS Y CONTRADICCIONES DEL NEOLIBERALISMO En este apartado mencionamos brevemente una serie de análisis que enfatizan el marco neoliberal para explicar la crisis, pero que tampoco se identifican con un diagnóstico en términos de error de política económica, y que además portan diversas aristas, junto a quienes establecen una clara causalidad a partir del neoliberalismo. Por una parte, Lapatsioras, Sotiropoulos y Milios (2010) parten de las características permanentes de las relaciones capitalistas de producción y reproducción para integrar las peculiares de la organización de ellas en el marco neoliberal, en tanto que forma bajo las que aparecen en la crisis actual. Vasapollo, Martufi y Arriola (2012), así como Arriola (2011) van un paso más allá en la sistematización de este vínculo. Si bien señalan aspectos coyunturales del neoliberalismo y los mecanismos puestos en marcha por el capital estadounidense desde finales de los años setenta para afirmar su hegemonía, enfatizan algo que no es abordado por el resto de autores: la contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción a partir del estancamiento de las fuentes de plusvalía.19 Es decir, la ralentización en las últimas décadas del desarrollo de la productividad habría generado dificultades para ampliar la masa de beneficios y contrarrestar la tendencia al descenso de la tasa general media de ganancias.20 

En este análisis, la expansión financiera se entendería desde una perspectiva de largo plazo cercana a las tesis de G. Arrighi y los ciclos sistémicos de acumulación, basada en los límites de la acumulación capitalista (Arriola, 2011). Para Ivanova (2011), tanto el subconsumo como la LTDTG serían más bien manifestaciones de un proceso subyacente como la tendencia capitalista a desarrollar las fuerzas productivas. Asimismo, Bakir y Campbell (2007) consideran que la causa del descenso cíclico de la rentabilidad en los años precedentes a la crisis fue el estancamiento productivo, que impidió reducir los costes laborales (o salario relativo). Por otra, unos de los principales exponentes de la caracterización de la crisis a partir de esta política económica son Dumènil y Levy (2011a, 2011b), 19 Weeks (2011) se limita a mencionarlo para justificar que de esta contradicción se deriva el auge especulativo de los últimos años. 20 Remitimos a Arriola (2011) para profundizar en esta cuestión. Asimismo, Giacché (2011) comenta que debajo de los problemas financieros existe una crisis de sobreproducción (de capital y mercancías) y de realización, y alude igualmente a los problemas de productividad. Remitimos asimismo a Beitel (2009). Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 49 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé quienes sostienen que esta reestructuración de política económica desde los años ochenta ha respondido al poder de las finanzas. En su análisis, este cambio en la correlación de fuerzas es esencial porque permite caracterizar el fundamento de esta nueva fase del capitalismo, ya que su dinámica “está determinada por nuevos objetivos de clase que trabajan para beneficio de los estratos de más ingreso de los propietarios de capital y las fracciones más altas de gestión de empresa” (Duménil y Levy 2011a:8). La crisis sería el resultado de esta nueva configuración de poder de clase, materializada en el aumento de la punción financiera sobre el excedente global en forma de dividendos e intereses. En la medida que sostienen que las corporaciones financian la inversión con los beneficios retenidos, este descenso explicaría el descenso de la acumulación a pesar de la recuperación de la tasa de beneficio general. Por tanto, este grupo de explicaciones es difícil de sintetizar por la mezcolanza de aspectos coyunturales y estructurales en torno a la crisis actual, que en última instancia se refiere a la difícil adecuación de las leyes generales de la economía capitalista a una fase concreta del sistema. 

TEORÍAS DISTRIBUTIVAS DE LA CRISIS Y DE LA SOBREPRODUCCIÓN 

La concepción de la crisis derivada de una desproporción entre producción y consumo, o teoría subconsumista, constituye un análisis desde la perspectiva de la distribución con una larga tradición histórica. En la actualidad, el aumento de las desigualdades en la economía mundial desde los años ochenta, y sobre todo en la economía de Estados Unidos, ha propiciado un auge de estos enfoques, frente a las concepciones asociadas a la “presión salarial” tan populares en la década de 1970. En este apartado vamos a abordar dos propuestas relacionadas pero con diferencias sustanciales. La primera, más bien de sobreproducción, y la segunda enfatizando la caída de los salarios. Comenzamos mencionando el enfoque del “capitalismo monopolista” relacionado con la revista Monthly Review, con el propósito de que sirva de contraste con el análisis posterior.21 En verdad, estos autores (Foster y Magdoff 2009) localizan el desequilibrio fundamental en la esfera productiva y, por tanto, 21 Corriente de pensamiento heredera de P. Sweezy y P. Baran, para cuyo análisis actual de la crisis tomamos como referencia principal a Foster y Magdoff (2009), a lo que se pueden añadir diversos artículos de la revista mencionada. La incluimos no obstante únicamente para ubicar teóricamente otros planteamientos, como se aclaró en la introducción, ya que entendemos que se ubican en el neomarxismo. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 50 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé en este sentido tiene un carácter intrínseco al modo de producción capitalista. Sin embargo, se limita a la fase actual del capitalismo, la del monopolio y el exceso de plusvalía o excedente, ya que las empresas transnacionales muestran según esta perspectiva una extraordinaria capacidad productiva gracias a su capacidad de manipular precios, muy superior a la que puede absorber el limitado mercado. Por tanto, la contradicción fundamental se deriva de la confluencia entre la tendencia subyacente al estancamiento del capital monopolista y las fuerzas contrarrestantes, siendo en las últimas décadas la expansión del endeudamiento (la financiarización). Esta ley de desarrollo se contrapone a la LTDTG de Marx, y la caída de la rentabilidad sería en todo caso una consecuencia de esta desproporción esencial ante la imposibilidad por vender. Paradójicamente, el desafío explicativo no sería tanto la crisis como el crecimiento. Por tanto, la caracterización más apropiada podría ser la de sobreproducción, debido, eso sí, a una demanda insuficiente congénita al capitalismo monopolista, y no por decisiones de política económica. El segundo grupo de este tipo de explicaciones hace referencia al retroceso salarial que se ha producido en las últimas décadas, lo que habría dado lugar a un problema de demanda (Bihr 2008, Foley 2010, Harvey 2010 y Husson 2010, 2013). Esta recomposición del patrón distributivo sería el aspecto más característico del modelo neoliberal, como señala uno de los principales exponentes, A. Bihr (2008). … una crisis de sobreproducción por subconsumo relativo de los asalariados. Pero ellas [las políticas neoliberales] han producido simultáneamente un segundo efecto complementario del precedente: el incremento de la plusvalía, absoluta (en términos de la masa de plusvalor) así como relativa (en términos de la tasa de plusvalía). (…) Asimismo, les habrá confrontado progresivamente con dificultades crecientes para vender una producción ella misma creciente, precisamente del hecho del estrangulamiento progresivo de los salarios que se opera paralelamente. (Bihr 2008) Además, para autores como Foley (2010) o Husson (2010, 2013), el extraordinario protagonismo de las finanzas (la financiarización) obedecería a su vez a cuestiones distributivas, concretamente a la caída del salario relativo, aspecto característico de las crisis originadas por un exceso de beneficios (Foley). Un aumento en la tasa de explotación lleva a cabo grandes exigencias Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 51 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé sobre el sector financiero, que debe reciclar el plusvalor realizado desde su forma altamente líquida como ingreso en dinero procedente de la venta de mercancías, a la forma altamente ilíquida como medios de producción. Si el sistema financiero fracasa en lograr esta función, la demanda agregada se estanca y se frustra la acumulación de capital, no mediante una carencia de beneficio potencial, sino a través de una incapacidad para realizar la ganancia potencial. (Foley 2010:2) En la medida que el consumo de los capitalistas es relativamente menor, y no compensa la caída del ingreso obrero, se originan capacidades ociosas en las empresas, lo que habría tenido como consecuencia la caída de la rentabilidad por la imposibilidad de realizar la venta de las mercancías.22 Sobre este tipo de análisis debemos explicitar dos tipos de controversias, de índole teórico, respecto de los fundamentos de la economía marxista, y empírico, antes de exponer el significado de esta caracterización. En primer lugar, este enfoque se opone radicalmente a la teoría laboral del valor, sobre cuya relación además con la Ley de Say, y frente a la crítica en la línea de Keynes-Malthus, Astarita aclara que … al valor del producto (considerado en la totalidad de la economía) que se ofrece, le corresponde un poder de compra (o sea, un poder de demanda) equivalente. Esto es lo que se deriva de la ley del valor trabajo, tanto en Ricardo y Marx. El valor contenido en el lado de la demanda solo puede generarse en la producción, y por lo tanto al valor contenido en el producto necesariamente le debe corresponder un poder de compra equivalente. (Astarita 2011) A partir de esta aseveración, por la cual se justifica que para la teoría laboral del valor marxista no puede existir un problema de demanda, surge la necesidad de explicar la caída de la demanda de inversión. En otras palabras, es preciso abordar la paradoja de sustentar a la vez la teoría laboral del valor, por la cual el valor se crea en el proceso productivo, y cuya consecuencia es la LTDTG, con el hecho de que se ralentice el fundamento de la generación de dicho valor, la inversión. 22 En el caso de Cámara y Mariña (2010), que no se adhieren a este planteamiento, habría conducido a un desincentivo para el cambio tecnológico, lo que explicaría la evolución registrada en las distintas expresiones de la composición del capital y la productividad. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 52 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé En este sentido, Chesnais (2009), curiosamente uno de los representantes de la idea de la financiarización, polemiza contra M. Husson señalando que “un sistema en el que la tasa de acumulación se estanca o retrocede es un sistema que rápidamente se enfrentará (de hecho, lo está permanentemente) con una penuria de plusvalía.”23 En segundo lugar, existen debates empíricos sobre la relación entre la crisis actual y el subconsumo. Duménil y Levy (2012) argumentan que el ahorro de los grupos de mayores ingresos prácticamente cayó a cero en la fase neoliberal. Además, sostienen que los autores subconsumistas apoyan su argumento en el mayor incremento de la productividad sobre los salarios, pero es un error puesto que habría que considerar el salario relativo. Al soslayar la dinámica diferente del índice de precios del consumo respecto del correspondiente al PIB, no advierten que en verdad la participación de los salarios en el ingreso total ha permanecido constante. Por tanto, no habría existido ninguna caída del consumo en la fase neoliberal. Otros como Cámara (2012) y Carchedi (2011) afirman que, muy al contrario, la restructuración salarial permitió incrementar la rentabilidad en las décadas anteriores, por lo que sería funcional al proceso de acumulación. Arrizabalo (2011:106) recuerda a este respecto que la crisis surgió en las economías con mayor nivel de consumo, por lo que “en la crisis actual el subconsumo es la expresión superficial de una sobreproducción general derivada de una sobreacumulación del capital (en particular de medios de producción).” En este tipo de análisis, que enfatizan la dimensión distributiva entre trabajo y capital, la crisis tiene un carácter coyuntural, producto de ciertos fenómenos específicos: decisiones de política económica y/o el papel de ciertos agentes (las finanzas), principalmente. No siendo un elemento por tanto de la economía capitalista en tanto que modo de producción, se relaciona con cierta fase de la misma, en la cual la reconfiguración del reparto del ingreso supera un cierto umbral que, en cualquier caso, no se aclara cuantitativamente. Por tanto, la perspectiva es la de una producción capitalista orientada fundamentalmente al consumo, el cual determina indirectamente el monto de inversión, en el que la fuerza motriz no es el capital. Lo que resultaría aún más paradójico sería la implicación decisiva de este enfoque para salir de la crisis y restablecer las 23 Carchedi (2011) critica teóricamente el subconsumismo con un ejemplo de la incidencia que tendría una caída de salarios en una economía con dos sectores I y II, siguiendo el ejemplo de los esquemas de reproducción de Marx. Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 53 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé condiciones para una nueva fase de crecimiento, a saber: el alza de los salarios (Blackburn 2009). Así pues, las crisis no serían momentos necesarios de la acumulación, sino meras posibilidades. CONCLUSIONES La revisión de los análisis de la crisis actual realizados por diversos autores marxistas pone de manifiesto sustanciales discrepancias en sus diagnósticos, que surgen tanto por diferentes fundamentos teóricos como, y principalmente, por los rasgos particulares de la fase de crecimiento que precedió a la crisis: limitada inversión, fenómeno especulativo vinculado a la construcción, expansión financiera, modificación regresiva de la distribución del ingreso, así como desequilibrios globales. En verdad, son aspectos aparentemente contradictorios con las leyes de funcionamiento que expusiera Marx. En primer lugar, existen controversias respecto de la expresión adecuada de la tasa de beneficio a estimar, según costes de reemplazo o históricos para el stock de capital, o incorporando o deduciendo los pagos de impuestos e intereses (y dividendos) para la ganancia empresarial, que conducen a diferentes conclusiones. Pero aun aceptando la ausencia de una caída de la tasa de ganancia, se habla de la existencia de un problema subyacente de rentabilidad aduciendo la posibilidad de que dicha tasa se estabilizara en niveles relativamente insuficientes o que se debiera calcular en términos de valores-trabajo, la necesidad de considerar ciertas contratendencias o efectos postergadores en el tiempo (el endeudamiento). Incluso, se exponen razones para relativizar la información contenida en las estadísticas oficiales respecto de los beneficios empresariales, que en realidad pudieran estar sobreestimados debido a la titulización, manipulaciones contables y modificaciones en el registro estadístico. Asimismo, y de manera relevante, se constata un alarmante olvido en la utilización de la masa de beneficios, explícitamente señalada por Marx, la cual desciende antes del estallido de la crisis según los pocos autores que la han analizado. En segundo lugar, la identificación de las causas de un hipotético problema de rentabilidad como factor desencadenante de la crisis tampoco ofrece unanimidad. La opción más próxima al enfoque marxiano alude abstractamente a una sobreacumulación de capital y/o directamente a un cambio técnico que mecaniza progresivamente el proceso productivo, manifestado en el alza Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 54 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé de la composición en valor, la productividad del capital y la relación capitaltrabajo, teniendo en cuenta en ocasiones las implicaciones de la sobreinversión de la década anterior de 1990s. Otros, desde una perspectiva más de corto plazo, microeconómica o nacional (Estados Unidos) destacan un conjunto de factores que inciden sobre la rentabilidad neta de las empresas, como los costes salariales, los tipos de interés y el precio de las materias primas, inclusive la competencia internacional. Un tercer aspecto objeto de controversias es el relativo a los aspectos específicos del proceso de acumulación, y su relación con la rentabilidad y la especulación financiera. Mientras unos autores señalan la correspondencia entre la productividad del capital y la tasa de ganancia, otros defienden que se ha producido en las últimas décadas una desconexión entre inversión y rentabilidad, descendiendo la primera a pesar del restablecimiento de la segunda. No obstante, el fenómeno que suscita las discrepancias más notables reside en el significado del auge financiero: i) como consecuencia de la LTDTG, que conduce a una masa de beneficios insuficiente para las necesidades de valorización, endeudamiento y una caída de los tipos de interés por el descenso de la demanda de crédito, apoyado en un entorno desregulador; o bien ii) como causa de la crisis debido a su funcionamiento inherentemente propenso a la especulación o los desequilibrios, el retroceso salarial que origina o sus implicaciones en cuanto al neoliberalismo, utilizando el término “financiarización”. 

Finalmente, el aspecto distributivo representado por el descenso del salario relativo en los años precedentes a la crisis lleva a otra corriente de autores a considerar que constituye la causa de la crisis, en función de una tendencia estructural hacia el incremento del excedente o de manera coyuntural por la implantación del programa neoliberal, incluso en la medida que conduce a la mencionada primacía del capital financiero. En vista de esta enumeración abreviada, constatamos una ruptura entre lo que entendemos que constituye la teoría marxista de la crisis y la manera como se aborda la Gran Recesión por una mayoría de sus seguidores. Lo cual nos lleva, por una parte, a dar la razón a Freeman (2010) cuando destaca el “marxismo sin Marx”, en el cual se produce un divorcio entre las conclusiones y la teoría marxiana. La implicación que debemos resaltar es que parecen obviarse los fundamentos de su teoría del valor para analizar el desarrollo capitalista concreto, o en otras palabras, la imposibilidad de coincidir en sus postulados Revista de Economía Crítica, nº15, primer semestre 2013, ISNN 2013-5254 55 La crisis económica mundial y la acumulación del capital, las finanzas ... Juan Pablo Mateo Tomé al margen de los elementos que conforman lo esencial de su cuerpo teórico. Y por otra, a considerar que, en la medida que se rechaza la monocausalidad que algunos asocian a la LTDTG, anteponiendo una multicausalidad agregativa (razón por la que sostienen la ausencia de una explicación válida para las diferentes crisis a excepción de su periódica recurrencia), lo que resulta es la ausencia de una teoría de la crisis. 

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¿Cómo se sentirá viajar en un Hyperloop de Virgin?

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Render interior de la cápsula Virgin Hyperloop
Hyperloop virgen
Un primer plano de Richard Branson sonriendo, mirando a la cámara
Firma de Richard Branson
Publicado el 27 de enero de 2021

Sí, es una nueva forma revolucionaria de viajar, y es realmente, muy rápido, pero ¿cómo se sentirá viajar en Virgin Hyperloop  ? 

Esta ha sido una de las preguntas más importantes desde que el equipo comenzó a desarrollar el sistema de transporte masivo supersónico. Es tan emocionante que Virgin Hyperloop, con nuestros maravillosos socios en DP World , ha revelado su visión de cómo se verá y se sentirá un viaje. 

Después de probar con éxito la tecnología Hyperloop con pasajeros, el equipo está trabajando con socios de clase mundial para diseñar una experiencia para los pasajeros que sea mejor que cualquier otra forma de transporte público. Desde llegar al portal hasta abordar la cápsula, puede emocionarse y ver qué esperar en el video a continuación.

Este es el futuro de los viajes: el primer nuevo modo de transporte masivo en más de 100 años.

Virgin Hyperloop viaja por tierra a 700 mph, reduciendo drásticamente los tiempos de viaje y conectando ciudades como paradas de metro. Es un sistema asequible, ecológico y sin carbono diseñado para todos. 

La tecnología Hyperloop es más que solo velocidad. Se trata de algo mucho más precioso, el recurso más valioso y limitado que tiene la gente: el tiempo. 

Piense en la frustración que siente cuando está atrapado en el tráfico, esperando llegar a casa después de un largo día de trabajo, sin cenar con su familia. O cuando tiene que llegar dos horas antes al aeropuerto para pasar por seguridad a tiempo para su vuelo. 

Virgin Hyperloop está poniendo al pasajero en el centro de la visión, diseñando un viaje tranquilo, sereno y perfecto para el siglo XXI. Virgin Hyperloop puede deshacerse del dolor diario que las personas sienten cuando viajan y viajan. Simplemente llegue al portal minutos antes de su viaje, súbase al pod y llegue a su destino en minutos en lugar de horas. 

La visión se está convirtiendo rápidamente en realidad: como puede ver arriba, el equipo recientemente probó con éxito su vehículo para dos personas . El futuro vehículo comercial que se muestra en este video es lo que los viajeros de todos los días usarán para viajar en 2030: asientos para 28 pasajeros en lugar de dos. 

Es solo cuestión de tiempo, y sé que estoy completamente a bordo, metafórica y, con suerte, también físicamente pronto.,...)))...


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http://www.circulobellasartes.com/revistaminerva/articulo.php?id=629

 

EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI DESDE LA PERSPECTIVA HISTÓRICA

THOMAS PIKETTY
FOTOGRAFÍA GENTILEZA DEL FCE DE ESPAÑA
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Thomas Piketty, con su libro El Capital en el siglo XXI, ha establecido un hito en cuanto a conocimiento financiero accessible a todo el mundo se refiere. Este extracto de la conferencia del autor, con motivo de la presentación de su libro en el Círculo de Bellas Artes, fruto de un trabajo de 20 años de investigaciones, establece con datos históricos sobre la concentración de riqueza, los impuestos y el crecimiento económico, algunas causas y posibles soluciones a la desigualdad y a la deuda en el mundo. El profesor asociado de la Escuela de Economía de París, pone de relieve el problema que plantea el aumento de la acumulación de los rendimientos de capital por encima de la propia economía, algo que lleva a un 10% de la población a acaparar hoy más del 50% de la riqueza mundial. Además, insiste en la necesidad de regularizar el mapa financiero europeo y mundial, en el incremento de los impuestos sobre el patrimonio y grandes sociedades, así como en una tributación progresiva más justa.

Ryan McGuire, One Way. © Creative Commons

EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI

Con El Capital en el siglo XXI1 quise aglutinar un gran conjunto de evidencias históricas acerca de la economía y la distribución de la riqueza en los siglos XIX y XX. Debo decir que soy mucho mejor analizando el pasado que planteando soluciones y que solo pretendo que la gente saque sus propias conclusiones en torno a estas investigaciones llevadas a cabo en Francia a lo largo de los últimos 15 años y en las que me han ayudado investigadores de todo el mundo.

Se puede aprender mucho de la riqueza, la deuda pública, el capital y la desigualdad desde una perspectiva histórica. En Francia, y supongo que en casi todo el mundo, tendemos a sentirnos únicos; todos nos mirarnos al ombligo, pero soy de la opinión de que siempre hay más de una solución y que se puede aprender de los demás. Este es otro de los objetivos de mi libro, porque siempre ha habido, por ejemplo, crisis de deuda pública en el pasado, incluso mayores que las de ahora, y varios caminos para enfrentarse a ellas. 
Es más que historia, porque la política, la sociedad, la cultura, son un reflejo de la economía y la desigualdad.

Todos los datos del libro están recogidos en la web de World Top Incomes Database (Base de datos de la lista por ingresos del mundo).2 Ahí podremos observar esas desigualdades en la renta y en el reparto de la riqueza. 

LA HISTORIA DE LOS IMPUESTOS

Los impuestos sobre la renta se crearon en Francia en 1940 y no precisamente para financiar colegios, sino para la guerra contra Alemania. En otros países europeos se implantaron incluso antes de la guerra, generalmente entre 1900 y 1920 o, como en los casos de Alemania, Japón o Gran Bretaña, en el siglo XIX. En EE.UU. se hizo en 1930. En España y en Latinoamérica los impuestos sobre la renta llegaron en el periodo de entreguerras. En cualquier caso, con este impuesto tributario llegaron las bases de datos y la manera de obtener información económica.

El primer economista en utilizar esta clase de datos para controlar la distribución de la renta fue Simon Kuznets3, Premio Nobel y pionero en el uso de Producto Interior Bruto (PIB), y es a partir de él, pero ampliando su estudio a más países y épocas, donde se inicia nuestro trabajo. Kuznets fue el primero en hacer un estudio histórico cuantitativo del impuesto sobre la renta con una conclusión muy optimista que indicaba un descenso en la desigualdad. Sin embargo, su lectura tenía más que ver con la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y las políticas que se llevaron a cabo por entonces en EE.UU., relacionados con impuestos progresivos.

No hubo nada natural en el descenso de la desigualdad, pero tampoco hay nada natural en la evolución económica, ya que depende mucho de las instituciones y las políticas que se llevan a cabo. Pero además, este periodo tan convulso en la primera mitad del siglo XX provocó que, durante la Guerra Fría de los 50 a los 70, la gente de los países capitalistas creyera en un final feliz. En estas décadas, un tercio del total del PIB correspondía al 10% de la población más rica, pero había un descenso de la desigualdad, porque todo el mundo se beneficiaba de alguna manera del crecimiento económico. Si el PIB crecía un 2% o un 3%, tanto ese 10% más rico, como el otro 90%, crecían al mismo ritmo. El beneficio era proporcional.

Hoy en día, desde la década de los 80, esta evolución ha variado en los EE.UU. El porcentaje de PIB que va a los ricos empieza a ser muy superior. De un tercio para el 10% más rico de la población, hemos llegado al 51% de la riqueza en 2012, sumando los beneficios de capital y el incremento en los valores accionariales correspondientes a la venta de acciones en la bolsa de valores, que han reportado pingües beneficios no solo en EE.UU., sino en Europa. Pese a las crisis en la bolsa de 2001 y 2002 o 2008 y 2009, su recuperación es asombrosa, de manera que en 2012 con ese 51%, ya estábamos por encima de 2007, año en que esos ingresos para ese 10% de la población superaban al 49%.

Se ha producido así un estancamiento de los ingresos medios y un aumento de la deuda, lo que ha hecho más frágil al sistema financiero. En Europa esta desigualdad no se ha manifestado tanto en los ingresos como en el desempleo o en la deuda pública. 

DESIGUALDAD EN EE.UU. CON RESPECTO A EUROPA

Se habla de la globalización como factor clave. En el momento en que China entra en el mercado laboral, los salarios bajos se desploman, porque los trabajadores con menor cualificación compiten directamente. ¿Por qué la situación no afecta igual en el caso de Europa que en Estados Unidos? Quizás porque la igualdad en cuanto al acceso a la educación es mayor que en EE.UU., donde, pese a estar las mejores universidades, estas no son accesibles para la mitad de la población. Otro tema interesante es ver cómo se las han ingeniado los grandes directivos para aumentar sus compensaciones hasta unos extremos que nada tienen que ver con su productividad. 

El problema principal en Europa no es tanto la cantidad de capital, como la desigualdad de los ingresos y la propiedad de ese capital. Entendiendo ratio de ingresos de capital como el valor de todo lo que se posee (todos los activos inmobiliarios, empresariales y financieros, tanto privados, como individuales y gubernamentales), menos toda la deuda y dividido por la renta nacional, no habría problema con que todos tuviéramos: la misma participación en los stocks de capital, el mismo apartamento, las mismas participaciones en el mercado de valores, el mismo fondo de pensiones… No pasaría nada si este ratio subiera mucho. El problema viene cuando la desigualdad en la propiedad de ese capital es muy grande. Si sube la riqueza mucho más que los ingresos por renta, ocurre que el acceso a la vivienda, por ejemplo, para las nuevas generaciones, es mucho más complicado. Ser propietario solo con lo que te da tu trabajo es muy difícil para la mayoría de la gente. Esa es una de las consecuencias de la desigualdad en el acceso a la riqueza con respecto al valor total de la propia riqueza.

Por un lado, aquí es donde entra en juego la riqueza patrimonial acumulada en el pasado, que cobra un valor muy importante en países como Japón o España, por ejemplo, donde el crecimiento de la población es prácticamente cero. Por otro lado, se encuentra la desigualdad de la riqueza. Uno de los aspectos determinantes al respecto es el desfase entre la R y la G, donde la R es la tasa de rendimiento del capital y la G, la tasa de crecimiento de la economía. En la medida en que se produce un desfase entre ambas, y debido al decrecimiento de la población, al aumento de la competencia para atraer capital y a la desregulación financiera, se contribuye a esta desigualdad. No es lo mismo tener acceso a activos financieros, que simplemente meter tu dinero en la cuenta de un banco. Y muchas instituciones y medidas políticas favorecen que esto ocurra. 

LA RIQUEZA PATRIMONIAL Y LA BURBUJA INMOBILIARIA

A la hora de invertir, puedes hacerlo en China o en otros países, pero muchos prefieren hacerlo en el mercado inmobiliario en Madrid, París o Londres. Eso contribuye a que esa burbuja inmobiliaria aumente.

En el caso de España, la burbuja inmobiliaria es incluso mayor que en Japón. En 2007, la riqueza privada en relación a los ingresos nacionales llegaba al 800%. España, en este sentido, es un caso extremo. No es lo mismo un mundo con una riqueza en relación a sus rentas de seis a siete años de PIB, que una de dos a tres años. Esto tiene consecuencias en las políticas fiscales. Con esta situación en el mercado inmobiliario es complicado para las nuevas generaciones acceder a una casa. Esto se agrava aún más con el estancamiento de los salarios. Debería derivar en la activación de un descenso en los impuestos por renta y un aumento en los impuestos sobre el patrimonio y las propiedades. Ya no es una cuestión de derecha o izquierda, sino de sentido común. Esto podría hacer que los grandes propietarios trataran de deshacerse de algunas propiedades, cosa que permitiría a muchos que solo disponen de su renta hacerse con una pequeña parte del mercado inmobiliario. Esto además tendría consecuencias en la regulación financiera. 

DE LO PÚBLICO A LO PRIVADO

He mencionado dos explicaciones para el aumento del capital en relación con el crecimiento: por un lado, el incremento de los activos inmobiliarios; por otro, la transferencia gradual de la riqueza pública a la privada. El capital público se define como los activos de propiedad pública (edificios, activos financieros, carteras…), menos los pasivos (deuda). Italia, por ejemplo, tienen un capital público negativo. Incluso si vendiera todos sus activos (escuelas, hospitales, etc), no podría pagar la deuda que tiene.

Mucha gente entraría en estado de shock si se cerraran escuelas para pagar a los deudores privados, pero es lo que se está haciendo en cierto modo porque cuando tu deuda es más elevada que tus activos públicos, pagas mayores primas de interés. Ahora mismo Italia paga cada año un 5% o 6% de su PIB en intereses y, sin embargo, el presupuesto de sus universidades está en el 1% del PIB. Paga cinco o seis veces más en intereses que en invertir en su sistema universitario. No es lo mejor para el futuro.

En España pasa algo parecido. Si miráramos datos de 2010, veríamos que en Italia el capital público es negativo, mientras que en EE.UU., Alemania, Gran Bretaña y Francia es ligeramente positivo. Sin embargo, tiempo atrás, en los 70, había muy poca deuda pública y el sector público era mayor (compañías, edificios…). Un tercio del capital estaba en manos públicas, y no hablamos de países comunistas únicamente.

En los últimos años ha habido un trasbase de lo público a lo privado, que intentaba resolver la gestión de la deuda pública con las privatizaciones.

Si volvemos al caso de Italia, actualmente está a la cabeza en capital privado y a la cola en capital público y esto tiene una correlación con la deuda pública. En el caso de Rusia, por ejemplo, tras la caída de la Unión Soviética, pasó del 100% de capital público al 0% y en el capital privado, por el contrario, pasó del 0% al 100%. La vieja oligarquía rusa no se ha hecho rica por el ahorro, sino por haber comprado los recursos naturales públicos a bajo coste.

En los países capitalistas el fenómeno no ha sido tan extremo porque se partía de otra base, pero cuando el capital público se reduce a cero o empieza a ser negativo, se convierte en un problema, porque si las privatizaciones minan las inversiones en infraestructuras o educación pública, entonces se ha llegado demasiado lejos.

A mi modo de ver, la mejor política de largo recorrido para reducir la desigualdad y obtener al mismo tiempo un mayor crecimiento en toda Europa, pasa por invertir en educación. Ya he mencionado que Italia dedica el 5% o 6% de su PIB a pagar intereses y solo un 1% a las universidades… Lo mismo pasa en Francia o en España. Solo hubo un precedente anterior, el de Gran Bretaña en el siglo XIX, que con las guerras napoleónicas llegó a tener una deuda de un 200% –mayor que la de Grecia en la actualidad– en 1850. Le costó 80 años reducir su deuda al 20%, pero estuvo todo ese tiempo pagando más dinero en deudas que invirtiendo en educación. Esto puede explicar que la productividad del trabajo en Gran Bretaña decreciera en el siglo XX con respecto a Alemania o Francia. Espero que no cometamos el mismo error.

LOS RICOS CRECEN MÁS Y MÁS RÁPIDO

Vuelvo al tema de la desigualdad en la riqueza para explicar cómo ha crecido en los sectores más altos de la sociedad con respecto a la media de la gente.

Pese a que los datos no sean del todo fiables, Forbes y su lista de las fortunas de los multimillonarios sirve para ver esto que digo. Es triste tener que leerlo en las revistas, pero son datos que no facilitan Eurostat o el IMF.4

Analizando los rankings de Forbes desde 1987, vemos que la riqueza de estos selectos multimillonarios ha crecido del orden de un 6 o 7% cada año, tres o cuatro veces más rápido que la media de crecimiento de riqueza en todo el mundo. La riqueza en el mundo ha crecido un 2% por cada año, mientras que la media de ingresos lo ha hecho a un 1,4%. Si los más ricos siguen acaparando capital a esa velocidad, en 50 años ese pequeño grupo de personas se hará con el 100% del capital mundial. Tiene que parar en algún momento y creo que lo hará, pero lo que no se sabe es en qué punto y eso es lo malo, que nadie nos puede garantizar que esto ocurra en un punto razonable.

Tabla 12.1. La tasa de crecimiento de los top de la riqueza mundial, 1987-2013
Promedio del porcentaje de crecimiento real por año (después de la deducción de la inflación)1987-2013
Los primeros 1/(100 millones) de los titulares de las riquezas más grandes (alrededor de 30 adultos por cada 3 billones en los 80, y 45 de cada 4,5 billones en la actualidad)6,8%
Los primeros 1/(20 millones) de los titulares de las riquezas más grandes (alrededor de 150 adultos por cada 3 billones en los 80, y 225 de cada 4,5 billones en la actualidad)6,4%
Promedio de riqueza mundial por adulto2,1%
Promedio de ingresos por adulto1,4%
Población adulta mundial1,9%
PIB Mundial3,3%
Entre 1987 y 2013 los datos de las riquezas más altas del mundo indican que han subido al 6% o 7% por año, frente al 2,1% para el promedio de la riqueza mundial total por adulto, y al 1,4% de los ingresos mundiales por adulto. Todas las tasas de crecimiento son netas, deducida la inflación (2,3% al año entre 1987 y 2013). Fuente: piketty.pse.ens.fr/capital21c

 

LAS PRIVATIZACIONES Y LOS MULTIMILLONARIOS

La lista top de fortunas ha cambiado mucho desde 1987. Según Forbes, por entonces los más ricos del planeta eran japoneses de cuyos nombres hoy nadie se acuerda, pero ahora la cosa está repartida entre México, EE.UU., China y otros. Muchos suben y bajan, pero lo que está claro es que no tiene sentido que crezcan tres o cuatro veces más rápido que la media mundial. 

Las privatizaciones han jugado un papel importante en este sentido. Hoy están en ese grupo privilegiado muchos de esos grandes magnates rusos que han adquirido su riqueza con la compra de recursos naturales del país en situaciones enormemente ventajosas. 

Incluso en Europa muchos de los que hoy vemos como grandes emprendedores hechos a sí mismos, tienen que ver con procesos de privatización en otros sectores, que cayeron en sus manos en unas condiciones muy favorables y a precios muy bajos. Esto es algo que también ha ocurrido en México, por ejemplo, con Carlos Slim y la industria de las telecomunicaciones. A veces ocurre que algunos se las arreglan para hacerse con la mayor parte de la industria. Desde luego todo esto ha contribuido a impulsar esta evolución. 

Otra explicación para el problema es la falta de regulación del sector financiero, que ha permitido un aumento de la desigualdad en los rendimientos financieros. Cuando hablamos de R frente a G, hay que advertir que la tasa de retorno o rendimiento (R) no es igual para todos. Incluso si la brecha entre ambas no fuera tan grande, si por ejemplo R estuviera en un 3% o 4% y G en un 1% o 2% –en Europa está cerca del 0% ahora mismo–, la tasa media de retorno no sería la misma para todos. 

EL EJEMPLO DE LAS UNIVERSIDADES AMERICANAS

Hay 850 universidades con capital financiero para invertir en los EE.UU. La tasa de retorno media ha sido del 8,2%. Después de todas las deducciones por inflación, costes administrativos y ajustes financieros, vemos que los capitales financieros más altos, son de las que tienen inicialmente una tasa de retorno más alta como Yale, Princetown o Harvard, que obtienen el 10,2% durante este periodo.

La desregulación financiera ha aumentado la desigualdad en el acceso a sofisticados productos financieros. Si tomamos el caso de Harvard, vemos que no compran bonos del tesoro estadounidense como hacen muchos. Ellos invierten en derivados financieros sofisticados y paquetes de inversión complejos…y reciben los mejores beneficios. 
Los manuales de economía dicen que los mercados financieros más sofisticados producen los mejores intereses para todos. Se supone que si tu vas a tu banco con tus 10.000 euros te los invierten donde te va a dar un mayor beneficio, pero la cosa no funciona así. Los mejores negocios se los guardan unos pocos y la mayoría se queda con productos peores.

TABLA 12.2 El rendimiento de los capitales de inversión de las universidades en EE.UU., 1980-2010
Promedio del porcentaje de rendimiento real anual (después de la deducción de la inflación, los costes administrativos y las comisiones financieras)Periodo 1980-2010
Todas las universidades (850)8,2%
Incluidos: Harvard-Yale-Princetown10,2%
Incluidos: Capitales de inversión por encima de 1 billón de dólares (60)88,2%
Incluidos: Capitales de inversión entre los 500 millones y el billón de dólares (66)7,8%
Incluidos: Capitales de inversión entre los 100 millones y los 500 millones de dólares (226)7,1%
Incluidos: Capitales de inversión menores de 100 millones de dólares (498)6,2%
Entre 1980 y 2010, las universidades estadounidenses se beneficiaron de un promedio real de rendimiento del 8,2% sobre sus capitales de inversión, y más aún para los mayores capitales de inversión. Todos los rendimientos que aparecen aquí son netos, una vez deducida la inflación (2,4% por año entre 1980 y 2010) y todos los costes administrativos y comisiones financieras. Fuente: piketty.pse.ens.fr/capital21c

 

REDISTRIBUIR LA RIQUEZA

Hay muchas maneras de redistribuir la riqueza. Probablemente la más civilizada es la tributación progresiva. Pero hay otras formas. La inflación ha jugado un papel importante en el pasado, en particular con la deuda pública. Ya hemos visto cómo la deuda pública ha podido alcanzar en algún caso el 200% del PIB, pero muy a menudo la inflación ha ayudado a mejorar las cosas. Alemania o Francia, por ejemplo, tenían un 200% de deuda en 1945, y en 1950 se quedaron en un 20%. La deuda pública se redujo por la inflación y también porque la repudiaron. Esto permitió la inversión en infraestructuras, en educación… Si Alemania y Francia hubieran pagado ese 200% de deuda con un superávit presupuestario del 1% o 2% del PIB anual, la estarían pagando a día de hoy y no habrían podido crecer como lo hicieron durante la posguerra. 

Ahora, son estas dos naciones las que quieren que los países del sur de Europa paguen su deuda con una inflación del 0%, algo que, a mi modo de ver, es una postura extremadamente ineficiente y egoísta porque, al final, así todos tenemos un crecimiento muy bajo, lo que no es bueno para nuestras sociedades. 

Una de las lecciones que ofrece la historia es que con inflación cero es muy difícil reducir una deuda pública como la que tienen hoy estos países. ¿Es la inflación el ideal? No, como he dicho antes, lo más democrático, transparente y civilizado para redistribuir la riqueza y resolver la desigualdad y los problemas de deuda pública pasa por un sistema tributario de impuestos progresivos sobre la riqueza privada. 

Al final el dinero hay que sacarlo de algún lado y, si subes los precios, los que sufren son los que viven de su renta solo con una cuenta nominal, pero los que tienen mucha riqueza privada en acciones, títulos, o valores en el mercado inmobiliario, no pierden nada en absoluto. Por eso, debería hacerse al revés y la tributación progresiva sería, quizás, una solución. 

LOS IMPUESTOS Y SUS SORPRESAS

La historia de los impuestos está llena de sorpresas. En EE.UU. y Reino Unido la tributación progresiva sobre la renta y la herencia siempre ha sido muy alta, entre un 70% y un 90% de 1930 a 1980. En Alemania o Francia ha sido muy distinto. La guerra generó destrucción de capital, que en sí es otro modo de redistribución, junto con la inflación y los impuestos. 

Los mayores impuestos en Alemania correspondieron a los años comprendidos entre 1946 y 1948. Estaban en un 90%. Ocurrió así porque estaban bajo el Consejo de Control Aliado5 y eran los estadounidenses los que fijaron esa fiscalidad. Cuando los alemanes recuperaron su soberanía en 1949, se bajó al 70% y en 1950 al 50%. Lo mismo ocurrió en Japón, que estuvo con el 90% entre 1940 y 1949, mientras la fiscalidad la marcaba EE.UU. Los estadounidenses no estaban castigando a nadie, porque hacían lo mismo en su país. Desde su punto de vista, era la manera de imponer los beneficios de la civilización. El sistema democrático que traían venía secundado por un sistema fiscal que evitaba que la democracia se convierta en una plutocracia, con una excesiva concentración de ingresos.

Puede quizás sonar algo lejano, pero no lo es en realidad. Esto es parte real de nuestra historia y deberíamos tenerlo en mente para lidiar con la deuda pública a partir de la experiencia histórica en el mundo. Es el momento de encontrar mejores soluciones para el futuro.

Si analizamos la Historia, los grandes cambios violentos han provocado un cambio en la redistribución de la riqueza. No solo la Gran Guerra o la II Guerra Mundial, también la Revolución Bolchevique. Probablemente este último hecho, unido al auge del comunismo, provocó que muchas élites aceptaran finalmente unas reformas sociales y fiscales. Pero estas no llegaron hasta 1940. De todos modos, por ejemplo en Francia, se tenía la visión absurda de que tras la Revolución Francesa ya no hacía falta establecer un sistema redistributivo, que al vivir en una república en la que no había aristocracia ni grandes terratenientes, eso no hacía falta. La realidad es que en un país monárquico donde sí se tributaba, como Reino Unido, y en el que sí había aristocracia, la concentración de la propiedad era la misma. La hipocresía de las élites es impresionante. Los problemas no deben solucionarse de forma violenta, dado que hoy tenemos formas mucho mejores de canalizarlos, pero todo depende de lo que hagamos como ciudadanos, el que podamos contribuir a la democratización del conocimiento económico. Creo en el poder de las ideas y de la democracia para conseguirlo.

REESTRUCTURAR EL SISTEMA TRIBUTARIO

Pese a que la bajada de impuestos se utiliza como arma electoral, en Francia no ha habido una bajada de impuestos, sino realmente todo lo contrario a lo largo de las últimas legislaturas. Lo que ocurre es que se ha bajado la tributación a las grandes fortunas, pero no al resto de la población. Realmente se han subido los impuestos, sobre todo el Impuesto sobre Valor Añadido, pero se ha tratado de bajar la deuda demasiado rápido. Entiendo que la gente no quiera pagar aún más impuestos, pero lo que se debe hacer no es subir los impuestos a toda la población, sino transformar el sistema tributario de forma que los ricos paguen más y los trabajadores y los que perciben salarios medios, paquen menos. Actualmente la media europea de ingresos por tributación oscila entre un 40% y un 50% del PIB, pero no veo que nadie piense seriamente en acometer estos cambios para subir la cifra. 

En el periodo de posguerra la cosa fue fácil porque el gobierno era más pequeño y era sencillo ampliarlo para tener más recursos fiscales y más gasto público. 

Hoy es más complicado, porque si se reestructura el sistema tributario siempre cabe la posibilidad de que para los grandes capitales sea más apetecible pagar impuestos en otros países. Por eso, al final pagan la cuenta los que no tienen tal «movilidad»: los salarios bajos y los medios. En Europa hay más políticas tributarias favorables para los que acaparan la riqueza que para los que viven solo de su salario.

LUXLEAKS Y LA INEFICAZ EUROZONA

Solo hay que echar un ojo al escándalo LuxLeaks6 Es increíble que ocurran estas cosas y que las grandes compañías europeas no pagaran apenas impuestos en Luxemburgo. En realidad pagaban solo una tasa efectiva de impuestos sobre sus ganancias y una que era menor en porcentaje que la que pagan las pequeñas y medianas empresas. Un escándalo en toda regla. No es suficiente que Jean-Claude Juncker7 dé una disculpa. Europa en sí misma tendrá que cambiar. Mientras no haya una decisión firme y unánime frente a escándalos fiscales como estos, seguirán produciéndose otros LuxLeaks y seguirá habiendo países tratando de robarles las bases fiscales a sus propios vecinos. Juncker dijo que lo hizo porque era bueno para su país (Luxemburgo), que estaba sumido en una grave desindustrialización. Si todos los países en Europa –que sin duda tienen el mismo problema– se dedicaran a hacer lo mismo… ¿Ese es de verdad el futuro de Europa en lugar de invertir en optimización tributaria? Necesitamos invertir urgentemente en educación e innovación, y para ello necesitamos un ingreso fiscal y una estructura justa. La clase media terminará por no aceptar más el hecho de seguir pagando más que los ricos.
Hay que buscar una decisión mayoritaria sobre tributación de las grandes compañías en Europa. Quizás se podría empezar por un pequeño número de países en la Eurozona y, si funciona, a lo mejor se unirían más países. El problema es que la Eurozona ahora mismo no funciona. Y no tiene fácil solución. 

La transparencia financiera es fundamental antes de llevar a cabo cualquier paso en este sentido. Mientras exista un nivel de opacidad tan grande como hay en Luxemburgo o en Suiza, esto será imposible. Por eso es importante que se pongan sobre la mesa problemas como LuxLeaks, pero ahora son nuestros gobiernos los que deben poner soluciones al asunto y ocurre en la mayoría de los casos que, las cosas que dicen que han hecho los gobiernos, con respecto a lo que han hecho realmente, no tiene ninguna relación.

Si pensamos en Suiza, el único progreso vino cuando el gobierno de los EE.UU. tomó medidas sancionadoras contra bancos helvéticos. La amenaza fue clara: «Si no nos dais información sobre lo que nuestros contribuyentes tienen en vuestros bancos, perderéis vuestras licencias en Estados Unidos». Fue entonces cuando el gobierno suizo dijo finalmente que cambiaría sus leyes. Es triste pensar que los propios países europeos, que tienen más implicaciones en este sentido, no hayan podido o querido actuar. Al menos se ha visto que si se aplican medidas sancionadoras, se pueden cambiar las cosas. No se puede pedir educadamente a un evasor de impuestos que deje de serlo, o que deje de refugiarse en países con una opacidad como las de Suiza o Luxemburgo. Hay que sancionar en proporción con el beneficio obtenido. Soy partidario del comercio libre y de la circulación libre de capitales, pero no puede hacerse sin regulación. 

Lo que pasa es que estamos acostumbrados en Europa a este libre comercio y libre circulación de capitales sin información ni cortapisas. Pero esto no va a cambiar a menos que se produzca una profunda reestructuración de la política y de las instituciones en Europa. A menos que haya unanimidad en las medidas a tomar frente a los escándalos tributarios, sin duda no podremos avanzar. No hay ningún impedimento técnico o económico para no hacerlo así, el único impedimento es ideológico, ya que es difícil para muchos cambiar la mentalidad que hemos tenido hasta ahora. 

EL PAGO DE LA DEUDA

Si seguimos con una inflación cercana a cero y un crecimiento tan pobre, a Grecia o Italia les podría llevar casi 50 años pagar toda su deuda. Es muy difícil que el Banco Central Europeo se plantee el objetivo de subir la inflación cuando hay 18 tipos de interés y 18 clases de deuda pública. No es realista seguir con la idea de pagar la totalidad de dicha deuda. 

Una sola moneda con este panorama no va a funcionar dentro de un tiempo. Si la Reserva Federal de los Estados Unidos tuviera que elegir cada mañana qué tipo de interés aplicar a cada deuda pública de Texas, California o Nueva York, sería el mismo desastre. Este es el monstruo que hemos creado en Europa. Ya no podemos devaluar más nuestra moneda, lo que habría sido la forma de que las economías de Italia, Grecia o España fueran más competitivas en estos momentos. Eso es lo que Polonia está haciendo fuera de la Eurozona y está creciendo, y con un margen de maniobra mayor del que tuvo España. 

Cuando no puedes devaluar tu moneda, al menos debes tener la posibilidad de acceder a una deuda pública con un tipo bajo de interés, que debería ser garantizado por todos los países que constituyen la unión monetaria. Si queremos recuperar la confianza en la Eurozona, debemos tomar medidas para unir esa deuda. Esto no quiere decir que otros países deban pagar la deuda que uno tiene, pero sí que se unifique y se comparta el tipo de interés. Francia y Alemania fueron muy egoístas en 2011 y 2012 e impusieron unos tipos a España o Italia del 5% o 6%, lo que resulta enorme. Incluso hoy, con tipos al 2% y 3%, creo que los mercados financieros piensan que hay probabilidades de que algún país abandone la Eurozona en los próximos diez años. Es una pena, pero hasta que no se recupere la confianza en que todos sigamos juntos, continuará el estancamiento. 

Algo positivo es que los tratados europeos sí se pueden cambiar, en contra de lo que se piensa. En 2012 ya se hizo, e incluso en Francia lo ratificaron dos gobiernos distintos. El tratado presupuestario que se aprobó no ha solucionado nada, pero no se puede culpar solo a Alemania; Francia lo apoyó y también, por ejemplo, el Gobierno de España. Al menos ya sabemos que los tratados se pueden cambiar. 

NUEVA POLÍTICA EUROPEA

He oído hablar de partidos nuevos y más dinámicos en España con un gran respaldo en las encuestas. En Francia también han surgido nuevos partidos políticos con cierto respaldo. El problema es que son más peligrosos que en España. Creo que es preferible un shock a la izquierda de la izquierda, que uno a la derecha de la derecha. Veremos qué pasa en las elecciones regionales que tendremos en diciembre de 2015 en Francia, pero hay que considerar que, mientras partidos como Podemos o Syriza son partidos con vocación europeísta con los que se puede hablar para alcanzar soluciones, los de la extrema derecha francesa son todo lo contrario. 

Es importante que todos los partidos políticos, da igual si son de derechas o de izquierdas, dispongan de ideas para cambiar los tratados de la Unión Europea y el funcionamiento del Parlamento Europeo. Ojalá que España, Italia y Francia pudieran unirse y proponer cambios a Alemania, como, por ejemplo, que cada país esté representado en el Parlamento Europeo en proporción a su población: que se tomaran decisiones mayoritarias sobre los niveles de deuda pública, de inversión pública, del impuesto de las grandes sociedades… Creo que así habríamos tenido menos austeridad, más crecimiento y menos paro… y eso se podría hacer aún. El sistema actual de negociación entre gobiernos nacionales y Comisión Europea nunca funcionará. Hasta que los principales países de Europa no se unan y planteen una propuesta conjunta a Alemania no se podrá hacer nada. Pero no hay que culpar siempre a Alemania –que parece un deporte nacional, al menos en Francia–, ya que el resto de gobiernos debe poner las propuestas de cambio encima de la mesa, algo que, a día de hoy, desde luego no ha hecho. 

1. Thomas Piketty, El Capital en el siglo XXI, Madrid, Fondo de Cultura Económica de España, 2014. ↩
2. World Top Incomes. http://topincomes.parisschoolofeconomics.eu/ Página web promovida por los profesores de economía Facundo Alvaredo (Argentina), Tony Atkinson (Reino Unido), Emmanuel Sáez (Francia y EE.UU.) y Thomas Piketty (Francia). En ella se recogen datos sobre los impuestos en más de 30 países. ↩
3. Simon Kuznets fue un economista ruso-estadounidense nacido en 1901 y fallecido en 1985, que obtuvo el Premio Nobel de Economía en 1971 por sus aportaciones sobre el PIB, el crecimiento económico y el bienestar social. ↩
4. Eurostat: Oficina Europea de Estadística, dependiente de la Comisión Europea y con sede en Luxemburgo. El IMF por su parte es el International Monetary Fund o Fondo Monetario Internacional, institución internacional formada por más de 180 países, con sede en Washington DC. ↩
5. Consejo de Control Aliado: órgano impuesto a Alemania tras la caída del III Reich, dirigido por las potencias vencedoras: EE.UU., Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética. Este consejo funcionó de junio de 1945 a marzo de 1948. 
6/7 LuxLeaks o Luxemburgo Leaks: periodistas de veintiseis países, entre los que se encuentran algunos del español El Confidencial, publicaron los papeles que desvelaban la firma de acuerdos secretos entre el Gobierno de Luxemburgo, dirigido entonces por Jean-Claude Juncker –actual presidente de la Comisión Europea– y 340 multinacionales con el objeto de aprovecharse de exenciones fiscales y reducciones de impuestos. ↩

EL CAPITAL EN EL SIGLO XXI, FONDO DE CULTURA ECONÓMICA, 2014

LA ECONOMÍA DE LAS DESIGUALDADES. CÓMO IMPLEMENTAR UNA REDISTRIBUCIÓN JUSTA Y EFICAZ DE LA RIQUEZA, COLECCIÓN ARGUMENTOS DE LA EDITORIAL ANAGRAMA, 2015,...))...

https://www.eleconomista.es/economia/noticias/10531888/05/20/El-sector-publico-rebasa-el-51-del-PIB-y-supera-por-primera-vez-al-privado.html   

El sector público rebasa el 51% del PIB y supera por primera vez al privado.  

El plan del Gobierno no contempla contención de gasto. 

  El peso de la Administración Pública sube diez puntos en solo un año de Gobierno.Por primera vez en la historia de la democracia española, el peso del sector público superará al del sector privado al escalar a un 51,5% sobre el PIB, según las previsiones del Gobierno. Ni antes de la Transición, ni en la durísima crisis financiera mundial, con epicentro en 2012, se alcanzó ese nivel, llegándose en el citado ejercicio a un techo del 48,1%. De hecho, solo en el último año, el gasto público sobre el PIB ha crecido nada menos que en diez puntos porcentuales.

En 2019 suponía el 41% del PIB frente al 51,5% previsto para este año. Esta sobredimensión del sector público debilita la respuesta económica a las crisis y en el plano político puede despertar aspiraciones de nuevos crecimientos en el sector público a costa del privado. De hecho, está demostrado que las economías más sanas y dinámicas son las que ajustan sus costes y el tamaño del Estado. Sucede además que no se recortó gasto público cuando se pudo acometer esta tarea, en los años de la recuperación, para preparar a nuestro país ante futuros golpes de la coyunturaEn 2019, el Gobierno de Pedro Sánchez engrosó los gastos. Varias partidas incluidas en los viernes sociales -aumento de los permisos de paternidad, subsidio para mayores de 52 años, cotizaciones de cuidadores, entre otras- elevaron el gasto en al menos 3.200 millones y la subida de las pensiones con el IPC se llevó otros 2.000 millones, cantidades que se sumaron a los 2.500 millones de alza salarial a los funcionarios y que engrosaron la factura pública en cerca de 8.000 millones.

A la luz de los planes enviados a Bruselas por el Gobierno, tampoco este año hay una voluntad oficial de contener el gasto, al que se añadirán partidas como la futura renta mínima (3.000 millones), 1.700 millones en la actualización de las pensiones y algo más de 3.000 para el alza salarial de los funcionarios. Se genera así un aparato público elefantiásico en un momento en el que la crisis vírica cercenará los ingresos y hay que reequilibrar las cuentas y el PIB caerá por encima del 9% según las estimaciones del propio Gobierno.

Se desaprovechó época expansiva en cuanto a reducción del gasto público y al cumplimiento de los objetivos de déficit. Incluso en 2019, ejercicio de crecimiento moderado y bajos costes de financiación, nos permitimos elevar el déficit al 2,8%, tres décimas por encima del año anterior y casi rozando el 3% permitido por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Y a pesar de que las partidas presupuestadas en 2019, con un marcado interés electoralista, suponían el mayor aumento de gasto publico desde 2010, al elevarse el gasto en un 5,1%, nos desviamos de la cifra presupuestada. Esta desviación, entre otras causas, se produjo por un alza de gastos destinados a sufragar prestaciones sociales (viernes sociales), y aumentos de remuneraciones a empleados públicos. Incluso la AIReF señala que la política fiscal en 2019 adquirió un tono expansivo y que el déficit estructural se amplió del -1,7% del PIB potencial en 2018 al -2,3% en 2019, frente al esfuerzo requerido por la UE de rebajar 0,65 puntos porcentuales.

Aguardan tiempos difíciles

Nuestras fianzas públicas no solo tendrán que sufragar un mayor gasto destinado a familias, trabajadores, colectivos vulnerables y tejido productivo, sino que las arcas verán mermados sus ingresos por la caída de la actividad empresarial y del consumo. El Gobierno estima que el PIB caiga en 2020 un 9,2%, y que el que gasto público suba hasta el 51,5% del PIB, lo que nos conduce a un aumento del déficit público adicional de 134.238 millones, equivalente al 10,34% del PIB, lo que implica el mayor déficit desde 2012 (10,7%).

Para hacer frente al duro impacto de la pandemia, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento permite a los Gobiernos dotarse de los recursos necesarios de manera temporal. Por supuesto que son momentos en que es necesario aumentar el gasto público para mitigar el duro impacto en la economía, pero resulta de extrema importancia, una vez que los efectos de la crisis se disipen, elaborar un plan de ajuste que vuelva a la ortodoxia y al rigor presupuestario junto con un programa de reformas estructurales que permita aumentar el potencial de crecimiento español.

Es vital que determinadas partidas de gasto no se conviertan en estructurales. Si analizamos algunas partidas del Presupuesto de 2020, se aprecia que por segundo año consecutivo la remuneración de asalariados sube en un 6,09% en función del II Acuerdo para la mejora del empleo público, incluyendo también la equiparación salarial de la Policía y Guardia Civil con los cuerpos policiales autonómicos. Los consumos intermedios crecen un 8,64% manteniéndose previsto el gasto para las elecciones autonómicas. Pero serán las prestaciones sociales la rúbrica que registrará mayor alzan (17,06%), marcada por las pensiones.

El mayor problema llegará en 2021, de ahí la importancia de tener el plan de equilibrio, como pide AIReF. Tenemos la suerte de pertenecer a la UE y estar protegidos por el Banco Central Europeo que nos permiten financiar el gasto. Pero llegará el momento que deberemos hacer frente a nuestros compromisos sin dañar nuestro Estado del Bienestar y sin comprometer a las generaciones venideras.

No solo deberemos aplicar cirugía presupuestaria mediante la aprobación de una serie de medidas en materia de pensiones, salarios públicos, prestaciones sociales, sino que es el momento de plantearse una autentica reducción de del tamaño del Estado, que puede pasar, desde la reducción de Ministerios y agrupación de Ayuntamientos, hasta la supresión de determinados entes y empresas públicas. Pero igual de prioritario será centrar el debate en cómo se gestiona nuestro gasto público, y si los niveles de bienestar alcanzados, se hubieran podido conseguir con un menor uso de los recursos públicos. Prueba de ello es que las economías más avanzadas, dinámicas y más resistentes son aquellas que van ajustando sus costes y tamaño del Estado, caracterizándose a la vez por estar realizando auténticos esfuerzos de eficiencia administrativa, eliminación de burocracia y de reducción de gastos del Estado, y más importante, si cabe, llevando a cabo una reducción de impuestos.

España 'pincha' en el tamaño del sector público

Según el Ranking de Competitividad Mundial elaborado por el International Institute for Management Development (IMD) que aborda la competitividad de los países participantes a partir de cuatro áreas: Resultados Económicos, Eficiencia del Sector Público, Eficiencia Empresarial e Infraestructuras, España no sale bien parada en cuanto a la eficiencia del Sector Publico, al alcanzar la posición número 40 entre un total de 63 economías con una puntuación de 55.9 sobre 100. Por ello, el futuro exige corregir el desequilibrio para fortalecer nuestra economía.

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