DÍA 19 DE JULIO 2.020,
NO TE OLVIDES,...CELEBRA FUNERAL REVOLUCIONARIO PROLETARIO POPULAR POR LOS FALLECIDOS-GENOCIADOS COVID-19, ESPAÑOLES Y DEL RESTO DEL MUNDO,...MILES Y MILES DE FALLECIDOS,...EN ESPAÑA CERCA DE 30.000 PERSONAS,...¡¡. CUALQUIER TIPO DE ACTO SERÁ POSITIVO,...RODILLAS, MARCHA EN SILENCIO CON ANTORCHA,...CANTES LIBRES, DESDE EL FLAMENCO, HASTA EL BLUES, EL POP, LAS POESÍAS Y ARTE DRAMÁTRICO,...LOS VERDIALES Y BAILES-CANTES POPULARES,...SI QUIERES MISA AGNÓSTICA, LAICA,...O COMO QUIERAS,...BIEN Y BIEN,,...DIBUJOS, LETRAS GRANDES EN CARTELES DE CARTÓN,...
COMO SE SABE HAY DIVERSIDAD DE OPINIONES SOBRE LA PANDEMIA INFECCIOSA EN SI,...SUS MEDIDAS PREVENTIVAS Y CURATIVAS,...VACUNA O NO VACUNAS,...¡¡. Y LO MEJOR,...NEGOCIOS LUCRATIVOS FARMACÉUTICAS ,...Y ELIMINACIÓN PARCIAL DEL LASTRE PROLETARIO POPULAR,...EL PERSONAL SOBRANTE, SIN TECHOS, PRECARIZADOS SIN MEDIOS Y MANTENIDOS POR LA SOLIDARIDAD Y LA FILANTROPÍA SEMIBURGUESA,...¡¡.
SUS CRISIS SIEMPRE QUIEREN Y CONSIGUEN QUE LAS PAGUEMOS LOS CURRANTES,...¿¿¡¡ HASTA CUANDO, CHABALES,...??¡¡.
Y SOBE LOS FESTIVALES DE MOGOLLONES DE GENTES SIN CONTROL,...POS YA VEREMOS,...NO ES DIGNO NI CONFORME,...¡¡. Lmm.
¿POR QUÉ SON TAN IRRISORIAS LAS RESPUESTAS DE LOS PALESTINOS A LA PROPUESTA DE ANEXIÓN ISRAELÍ?
01/07/2020 Red Roja 0 comentarios +Artículos, Actualidad, Antiimperialismo
El ejército israelí se está preparando para la anexión de la Ribera Occidental y para las reacciones de los palestinos, aunque es probable que los llamamientos para que se tomen medidas contra el Estado de ocupación sean inútiles en las circunstancias actuales.
De hecho, es poco probable que los palestinos participen en actividades contra Israel por diversas razones, siendo las principales el rechazo de la Autoridad Palestina a la resistencia armada (el Presidente Mahmoud Abbas está dispuesto a frustrar los ataques contra el Estado colono), la mala situación económica y el temor de Fatah a que Hamás se haga con el control de la Ribera Occidental.
La cuenta atrás para la anexión comienza a principios de julio, y los servicios de seguridad israelíes creen que si la anexión tiene lugar, se reanudará la resistencia armada tanto en la Ribera Occidental como en Israel y podría llevar al colapso de la Autoridad Palestina. Podría estallar una nueva intifada.
El ejército y los servicios de seguridad israelíes han considerado, por supuesto, la posibilidad de una escalada posterior a la anexión, y se están entrenando para hacer frente a los diferentes escenarios que podrían surgir en los territorios palestinos ocupados. Los israelíes están muy preocupados por los costos de los planes del gobierno, ya sea financieros y económicos o en términos de seguridad y escalada sobre el terreno.
Los expertos en seguridad y economía israelíes estiman que le costará al Estado cerca de 288 millones de dólares hacer frente a la oposición palestina a la anexión. Esa suma, basada en los últimos datos, desestabilizaría la economía israelí. Además, en el peor de los casos, el reclutamiento de las tropas adicionales necesarias sobre el terreno costaría unos 28,8 millones de dólares por batallón; cada batallón operacional cuesta 17 millones de dólares al año, más 11,5 millones de dólares en concepto de sueldos.
Durante la Operación Escudo Defensivo en 2002, sólo en la Ribera Occidental, las Fuerzas de Defensa de Israel habían reclutado cinco divisiones, tres regulares y dos de reserva, y cada reserva tenía de 20 a 25 batallones, con un costo de millones y millones de dólares. Además de esos gastos, también estaban los costos de la policía de fronteras. Cuanto más dure la intifada, más costará.
Además, se necesitarán millones de dólares para mejorar la infraestructura y proporcionar armas y municiones específicas a los soldados y francotiradores para las demostraciones. La pesadilla de seguridad israelí es que las fuerzas de seguridad palestinas se están uniendo a las operaciones contra los colonos ilegales y los movimientos del ejército en las principales carreteras de la Ribera Occidental. Si esto ocurre, los israelíes se verían obligados, según los analistas, a movilizar 10 batallones de reserva para finales de 2020, porque entonces los palestinos no tendrían ninguna razón para detener sus operaciones contra IsraelSin embargo, no son estas predicciones las que más preocupan a los israelíes que se oponen a la anexión; todo el proyecto les parece perjudicial, tanto desde el punto de vista moral y político como desde el punto de vista de la seguridad. Nada es gratis en la política, y el plan de anexión pronto se convertirá en un dolor de cabeza para Israel. Lo que más les preocupa es que podría conducir a un enfrentamiento armado en la frontera norte del Líbano y a acciones ofensivas de los ciudadanos palestinos en el propio Israel, como ocurrió al principio de la segunda Intifada (Al-Aqsa), lo que lo haría aún más costoso.
También podría tener consecuencias regionales.
Hay que reconocer que la AP no quiere realmente cortar sus lazos con Israel y no quiere perder su poder político y económico como resultado de una escalada generalizada. Pero la principal amenaza para Israel no es la AP, sino la opinión pública palestina. Este es un verdadero desafío, y la AP tendrá dificultades para cumplir su promesa de que el cese de la colaboración en materia de seguridad con las autoridades de ocupación no irá acompañado de una ola de escaladaLa tensión en Cisjordania y la muerte de un soldado de la Brigada .
Golani golpeado por una piedra en la ciudad de Ya’bad, sugieren que se están preparando operaciones de resistencia armada, sean o no escaladas organizadas. El ataque tuvo lugar durante un período relativamente tranquilo para Israel, que experimentó muy pocos ataques hostiles, aunque hubo algunos lanzamientos de piedras y algunos cócteles molotov. Estos últimos incidentes han enviado un mensaje a Israel de que cualquier confrontación con la resistencia palestina llevará a nuevas tensiones y problemas de seguridad.
La relativa calma que ha prevalecido en la Ribera Occidental durante el último decenio también plantea interrogantes sobre la cooperación de la Autoridad Palestina con Israel y su propia estabilidad económica. A pesar del statu quo político con Israel, la época presidencial de Abbas, que dura desde 2005, se ha caracterizado por crisis persistentes: Israel lanzó tres importantes ofensivas militares contra Gaza en 2008-2009, 2012 y 2014; el “levantamiento de los cuchillos” de 2015; la crisis de la mezquita de Al-Aqsa de 2017; el traslado de la Embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén en 2018; y los recientes acontecimientos dramáticos en el “trato del siglo” y la crisis del coronavirus.
Las advertencias estratégicas de Israel puntuaron estas crisis para evitar que degeneraran en un levantamiento armado de la magnitud de la Intifada de Al-Aqsa de 2000 o en un tercer levantamiento popular de la magnitud de la Primera Intifada de 1987. La amenaza de una nueva intifada no se ha materializado. Esto nos lleva a cuestionar lo que podría llamarse el extraño silencio y el profundo odio de la AP a la lucha armada contra Israel, así como su temor a que Hamás se fortalezca y tome el control de Cisjordania.
La ausencia de una auténtica respuesta palestina a la agresión israelí se debe en gran medida a que el pueblo ya no confía en sus líderes. En su opinión, los altos funcionarios de la AP son corruptos y constituyen un obstáculo para el renacimiento de las instituciones políticas palestinas. Los sondeos de opinión dan una clara indicación de esa desconfianza, con más del 60% de los palestinos esperando ansiosamente la salida de Mahmoud Abbas. La AP no puede movilizar el apoyo público a las acciones que promueve y esto explica por qué las reacciones oficiales a la anexión propuesta de Israel son tan inconsistentes.Adnan Abu Amer 26 de junio de 2020 .
Adnan Abu Amer dirige el Departamento de Ciencias Políticas y Medios de Comunicación de la Universidad de Educación Abierta Umma en Gaza, donde da conferencias sobre la historia de la causa palestina, la seguridad nacional e Israel. Tiene un doctorado en historia política de la Universidad de Damasco y ha publicado varios libros sobre la historia contemporánea de la causa palestina y el conflicto árabe-israelí. También trabaja como investigador y traductor para centros de investigación árabes y occidentales y escribe regularmente para periódicos y revistas árabes.
8 de junio de 2020 – Monitor de Oriente Medio – Traducción: Crónica de Palestina – Dominique Muselet
Notas
1 “La lucha de clases no puede confinarse”: https://www.redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/5550-la-lucha-de-clases-no-puede-confinarse
REPRODUZCO, lmm :
EDITORIAL:
EDITORIAL:
¿PACTOS DE LA MONCLOA O NUESTRO PACTO PARA TOMARLA?
20/04/2020 Red Roja
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+Revistas, Actualidad, Análisis, Editoriales, Ruptura Redroja.net/revistas/editorial-pactos-de-la-moncloa-o-nuestro-pacto-para-tomarla/
No estoy muy seguro de que ustedes estén de acuerdo con el gobierno provisional. Pero sí estoy seguro de que cuando os dicen dulces discursos, y los llenan de promesas, ellos os están engañando y con vosotros a todo el pueblo ruso. El pueblo necesita pan y tierra. Y ellos dan guerra, hambre, falta de comida, y las tierras se quedan para los terratenientes. Marineros, camaradas, tenéis que luchar por la revolución. ¡Luchemos hasta el final!
(Lenin llega a Petrogrado, 15 de abril de 1917)
Ya nos hemos referido en anteriores comunicados y textos a la gravísima crisis de salud pública desatada por el nuevo coronavirus Covid-19. En este número se vuelve sobre ello. Nos limitamos en estas líneas a mostrar nuestra convicción acerca de por qué la catástrofe ha sido particularmente grave en España, con la mayor tasa poblacional de mortalidad. Además de cómo se ha dejado vendida a la sanidad pública, ha jugado un papel nefasto la desestructuración del resto de la economía real, incapaz de ofrecer las infraestructuras y suministrar los materiales necesarios. Pero no solo. Súmasele a ello la falta de previsión y la improvisación de las instancias gubernamentales, en medio de una crónica inestabilidad política donde importaba más preservar o disputar roles en la farsa politiquera que la tragedia provocada entre el público.
Efectivamente, no puede obviarse el contexto de disputas internas dentro de un régimen del 78, en persistente crisis de legitimidad, en el que se forma por fin un gobierno después de una larga interinidad del sobreviviente Sánchez. Cuando emerge la gravedad de la epidemia, no se sabe a ciencia cierta si el personaje estaba muy afectado por no poder dar satisfacción al “ala progre”, con las más que timoratas medidas sociales prometidas, o realmente aprovechó rápido para adoptar el rictus de hombre de estado “alarmado” y buscar el anhelado apoyo a “siniestro” y… diestro. Tampoco creemos que el coronavirus le haya amargado al ministro Ábalos al tener que dejar de lado el nuevo talante con los independentistas. Cabe pensarlo a tenor de sus declaraciones de que aquí hay que apuntarse sí o sí al “proyecto de reconstrucción nacional de España”. Sin duda, no le habrá venido mal que Rufián diga que “me imagino que si alguien me ve ahora mismo pedir la autodeterminación en la tele, igual tiene la tentación de tirarme el mando a distancia“.
Hay que asumir, entonces, que de hecho se va a dar una cierta saturación del lado diestro del tablero más allá de retóricas de cara a la galería. Sin embargo, no por ello esa suma de facto al lado oscuro de la historia tiene por qué ser la que finalmente decida el curso de esta. Todo dependerá del grado de independencia con que por aquí “a ras de calle” se diagnostique y remedie la madre de todas las crisis que se avecina.
Precisamente en lo que a diagnósticos se refiere, venimos advirtiendo del intento de utilizar la emergencia sanitaria para tapar la verdadera naturaleza y el sentido histórico de la tremenda recesión anunciada. Esta se prevé como superior al estallido sistémico de 2007-2008, donde ya sabemos que España entró en el club de los PIIGS (de “cerdos” en inglés). Conforme se vaya superando el shock sanitario inicial, pasarán cada vez más a un primer plano las brutales consecuencias sociolaborales de dicha recesión de caballo y la preocupación del establishment de que no se les insurreccione la situación. Ahí los tenemos maniobrando para “desconfinar” de forma matarife la fuerza de trabajo de la clase obrera pero al mismo tiempo prestándose a mantener confinada su fuerza de lucha realzando el aspecto meramente represivo del estado de alarma sanitario (1). En cualquier caso, no dejarán la demagogia como arma para infectar nuestra independencia de clase y no dejarnos tomar la iniciativa.
La burguesía y sus gestores, también de la pluma, se caracterizan por “darnos razón en el diagnóstico y en que hay que salvar a los más depauperados” cuando ya lo evidente toma carácter de masa pero aún el pueblo no ha tomado la batuta del enfrentamiento frontal. Llegan a compartir parte de nuestro propio discurso para paralizarnos y tener más vía libre para hacer lo contrario de sus bellas palabras. Fue el caso de Enrique Fuentes Quintana, en su discurso previo de Los Pactos de la Moncloa (1977), donde, tras reconocer que “los principales problemas planteados eran inflación, paro (entonces, mucho menos grave que ahora) y déficit exterior”, habló de que había que actuar para los más débiles y pedía la colaboración responsable de todos los grupos y partidos políticos. Tanto monta monta tanto Enrique (en blanco y negro) como Pedro (en color).
No dudarán una vez más en pretender machacarnos en nombre de salvar a los más machacados. Cierto que juega a nuestro favor las disputas entre facciones de la tramoya política por liderar la gestión de una oligarquía que a su vez tiene menos margen de maniobra nacional e internacional. Hasta les sobran los postureantes que quieren medidas que les den un poco de credibilidad. Ello agudiza los rifirrafes políticos entre el “búnker del régimen” y los nuevos allegados. Debemos ser muy inteligentes preservando nuestra independencia política en medio de esas lides. Especial cuidado, por tenerlos “más cerca”, habrá que abrigar ante la parafernalia demagógica del ala progre que ha “asaltado el cielo”… de las instituciones. Sabedores de que canalizaron la indignación también contra el régimen del 78, nos anestesian con una crítica de los Pactos del 77 para apostar por una segunda edición… pero, eso sí, esta vez a favor de los más débiles, queriéndonos meter de macuto que ahora sí es posible que sean distintos esos pactos versión II.
Es una táctica vieja la que vuelve a darse dentro del oportunismo “progresista”: reconocer lo que los rupturistas vienen afirmando desde hace mucho tiempo -y la crisis confirma sin discusión posible- para trabar la hegemonía de los rupturistas y especialmente dificultar preventivamente la crítica de estos a la segunda edición de los Pactos de la Moncloa (de Reconstrucción Nacional, han elegido decir). Unos pactos que cualquier marxista serio sabe que en el actual estado de podredumbre del sistema serán aún más lesivos desde el punto de vista socio laboral; solo fuera porque los primeros se dieron en una crisis más bien particular de España con mucho mayor margen de maniobra en Europa. Ahora no, ahora hay una fuerte competencia internacional para comerse mercados de países intermedios, tal como ocurrió en Grecia.
la gravedad de la situación que se avecina, no valen paños calientes ni medidas politiqueras. Hace falta un gran pacto, sí. Para enfrentarse a los grandes emporios financieros y empresariales. Un pacto que pase por la Moncloa, claro que sí. Pero para que se sume a la lista de palacios tomados por “quienes ya no pueden soportar más las condiciones de vida” impuestas por esos parásitos. Pasen y vean.)))).....
¿POR QUÉ SON TAN IRRISORIAS LAS RESPUESTAS DE LOS PALESTINOS A LA PROPUESTA DE ANEXIÓN ISRAELÍ?
01/07/2020 Red Roja 0 comentarios +Artículos, Actualidad, Antiimperialismo
Por Adnan Abu Amer / Sábado 27 de junio de 2020
El ejército israelí se está preparando para la anexión de la Ribera Occidental y para las reacciones de los palestinos, aunque es probable que los llamamientos para que se tomen medidas contra el Estado de ocupación sean inútiles en las circunstancias actuales.
De hecho, es poco probable que los palestinos participen en actividades contra Israel por diversas razones, siendo las principales el rechazo de la Autoridad Palestina a la resistencia armada (el Presidente Mahmoud Abbas está dispuesto a frustrar los ataques contra el Estado colono), la mala situación económica y el temor de Fatah a que Hamás se haga con el control de la Ribera Occidental.
La cuenta atrás para la anexión comienza a principios de julio, y los servicios de seguridad israelíes creen que si la anexión tiene lugar, se reanudará la resistencia armada tanto en la Ribera Occidental como en Israel y podría llevar al colapso de la Autoridad Palestina. Podría estallar una nueva intifada.
El ejército y los servicios de seguridad israelíes han considerado, por supuesto, la posibilidad de una escalada posterior a la anexión, y se están entrenando para hacer frente a los diferentes escenarios que podrían surgir en los territorios palestinos ocupados. Los israelíes están muy preocupados por los costos de los planes del gobierno, ya sea financieros y económicos o en términos de seguridad y escalada sobre el terreno.
Los expertos en seguridad y economía israelíes estiman que le costará al Estado cerca de 288 millones de dólares hacer frente a la oposición palestina a la anexión. Esa suma, basada en los últimos datos, desestabilizaría la economía israelí. Además, en el peor de los casos, el reclutamiento de las tropas adicionales necesarias sobre el terreno costaría unos 28,8 millones de dólares por batallón; cada batallón operacional cuesta 17 millones de dólares al año, más 11,5 millones de dólares en concepto de sueldos.
Durante la Operación Escudo Defensivo en 2002, sólo en la Ribera Occidental, las Fuerzas de Defensa de Israel habían reclutado cinco divisiones, tres regulares y dos de reserva, y cada reserva tenía de 20 a 25 batallones, con un costo de millones y millones de dólares. Además de esos gastos, también estaban los costos de la policía de fronteras. Cuanto más dure la intifada, más costará.
Además, se necesitarán millones de dólares para mejorar la infraestructura y proporcionar armas y municiones específicas a los soldados y francotiradores para las demostraciones. La pesadilla de seguridad israelí es que las fuerzas de seguridad palestinas se están uniendo a las operaciones contra los colonos ilegales y los movimientos del ejército en las principales carreteras de la Ribera Occidental. Si esto ocurre, los israelíes se verían obligados, según los analistas, a movilizar 10 batallones de reserva para finales de 2020, porque entonces los palestinos no tendrían ninguna razón para detener sus operaciones contra IsraelSin embargo, no son estas predicciones las que más preocupan a los israelíes que se oponen a la anexión; todo el proyecto les parece perjudicial, tanto desde el punto de vista moral y político como desde el punto de vista de la seguridad. Nada es gratis en la política, y el plan de anexión pronto se convertirá en un dolor de cabeza para Israel. Lo que más les preocupa es que podría conducir a un enfrentamiento armado en la frontera norte del Líbano y a acciones ofensivas de los ciudadanos palestinos en el propio Israel, como ocurrió al principio de la segunda Intifada (Al-Aqsa), lo que lo haría aún más costoso.
También podría tener consecuencias regionales.
Hay que reconocer que la AP no quiere realmente cortar sus lazos con Israel y no quiere perder su poder político y económico como resultado de una escalada generalizada. Pero la principal amenaza para Israel no es la AP, sino la opinión pública palestina. Este es un verdadero desafío, y la AP tendrá dificultades para cumplir su promesa de que el cese de la colaboración en materia de seguridad con las autoridades de ocupación no irá acompañado de una ola de escaladaLa tensión en Cisjordania y la muerte de un soldado de la Brigada .
Golani golpeado por una piedra en la ciudad de Ya’bad, sugieren que se están preparando operaciones de resistencia armada, sean o no escaladas organizadas. El ataque tuvo lugar durante un período relativamente tranquilo para Israel, que experimentó muy pocos ataques hostiles, aunque hubo algunos lanzamientos de piedras y algunos cócteles molotov. Estos últimos incidentes han enviado un mensaje a Israel de que cualquier confrontación con la resistencia palestina llevará a nuevas tensiones y problemas de seguridad.
La relativa calma que ha prevalecido en la Ribera Occidental durante el último decenio también plantea interrogantes sobre la cooperación de la Autoridad Palestina con Israel y su propia estabilidad económica. A pesar del statu quo político con Israel, la época presidencial de Abbas, que dura desde 2005, se ha caracterizado por crisis persistentes: Israel lanzó tres importantes ofensivas militares contra Gaza en 2008-2009, 2012 y 2014; el “levantamiento de los cuchillos” de 2015; la crisis de la mezquita de Al-Aqsa de 2017; el traslado de la Embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén en 2018; y los recientes acontecimientos dramáticos en el “trato del siglo” y la crisis del coronavirus.
Las advertencias estratégicas de Israel puntuaron estas crisis para evitar que degeneraran en un levantamiento armado de la magnitud de la Intifada de Al-Aqsa de 2000 o en un tercer levantamiento popular de la magnitud de la Primera Intifada de 1987. La amenaza de una nueva intifada no se ha materializado. Esto nos lleva a cuestionar lo que podría llamarse el extraño silencio y el profundo odio de la AP a la lucha armada contra Israel, así como su temor a que Hamás se fortalezca y tome el control de Cisjordania.
La ausencia de una auténtica respuesta palestina a la agresión israelí se debe en gran medida a que el pueblo ya no confía en sus líderes. En su opinión, los altos funcionarios de la AP son corruptos y constituyen un obstáculo para el renacimiento de las instituciones políticas palestinas. Los sondeos de opinión dan una clara indicación de esa desconfianza, con más del 60% de los palestinos esperando ansiosamente la salida de Mahmoud Abbas. La AP no puede movilizar el apoyo público a las acciones que promueve y esto explica por qué las reacciones oficiales a la anexión propuesta de Israel son tan inconsistentes.Adnan Abu Amer 26 de junio de 2020 .
Adnan Abu Amer dirige el Departamento de Ciencias Políticas y Medios de Comunicación de la Universidad de Educación Abierta Umma en Gaza, donde da conferencias sobre la historia de la causa palestina, la seguridad nacional e Israel. Tiene un doctorado en historia política de la Universidad de Damasco y ha publicado varios libros sobre la historia contemporánea de la causa palestina y el conflicto árabe-israelí. También trabaja como investigador y traductor para centros de investigación árabes y occidentales y escribe regularmente para periódicos y revistas árabes.
8 de junio de 2020 – Monitor de Oriente Medio – Traducción: Crónica de Palestina – Dominique Muselet
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Casi 5 meses aislados en las residencias de mayores: "No entienden por qué no vamos a verles"
Algunas centros han seguido teniendo casos hasta la fecha desde el comienzo de la pandemia
La Justicia insiste en que se medicalicen las residencias de mayores de Alcorcón
Familiares de residencias de Alcorcón y Leganés denuncian a Ayuso por la gestión de la pandemia
En la mayoría residencias de mayores lo peor de la primera ola de la pandemia ha pasado ya (en total han fallecido 19.000 residentes por coronavirus desde marzo). Sin embargo, aún no se puede hablar de normalidad en muchas de ellas, puesto que sigue habiendo centros que todavía no consiguen librarse del virus o que han sufrido brotes a raíz de su reapertura.
Por poner el ejemplo de una región, pocos días después de que la Comunidad de Madrid saliese del estado de alarma, y tras sólo dos semanas en las que se permitieron visitas, la Comunidad tenía restringido el acceso a 44 de estos centros por contagios. Incluso algunos de ellos nunca llegaron a poder abrirse del todo a los familiares desde el comienzo de la pandemia o mantenían desde marzo zonas específicas confinadas.
65Ymás ha podido charlar con tres familiares de una residencia pública de Alcorcón (Comunidad de Madrid) que sigue aislada y en la que más del 50% de los residentes y de los trabajadores, según aseguran estos mismos, se habrían contagiado y donde habrían fallecido 68 usuarios.
Los familiares cuentan a este diario que tras una reapertura, que duró dos semanas, uno de los pocos mayores que no se había contagiado hasta la fecha se infectó y tuvieron que cerrar de nuevo el centro, confinando a los residentes durante 15 días más. En total, los mayores de esta residencia han estado más de 4 meses aislados.
De nuevo confinados
Para Mariví, cuya madre -que pasó asintomática la COVID-19- vive en esta residencia, el cierre supuso un duro golpe. Y es que, desde la reapertura del centro, la hija sólo ha podido hacer una visita a su familiar y no fue todo lo satisfactoria que hubiese deseado, por las medidas de seguridad que impiden el contacto directo y que implican una gran distancia que, en algunos casos, imposibilita la comunicación.
El que sí pudo ver más a la madre fue el padre de Mariví, de 80 años, que fue todas las veces que pudo hasta que volvieron a cerrar la residencia. "Él lo lleva peor", asegura.
"El problema que tienen ahora es el gran deterioro cognitivo y físico. Han estado más de tres meses encerrados en sus habitaciones. Muchos están desorientados y no entienden por qué no vamos a verles. Tienen una tristeza brutal. La situación para ellos es dantesca", asegura. Y no es para menos, puesto que al detectarse nuevos casos, todas las medidas de alivio, como los paseos o la apertura de zonas comunes, se suelen suspender. Por ello, los residentes pasan a estar aislados de nuevo en sus habitaciones, con posibilidad de una videollamada periódica.
Con todo, aunque Mariví entiende que el cierre era necesario, también opina que las restricciones se habrían podido flexibilizar, sobre todo ahora que se dispone de test y que se logra aislar correctamente a los residentes infectados. "Estamos solicitando que, por favor, les saquen a la calle a ver la luz. Muchos han dejado de caminar. Además, el deterioro cognitivo, si se deja de estimular a alguien, avanza más rápido. ¿Pretenden cerrar del todo la residencia durante 15 días cada vez? Tenemos que buscar otras soluciones, se van a morir de pena", critica.
Prudencia
Por su parte, Sonia, hija de Pastora -una residente de 86 años-, se muestra más comprensiva con el cierre, aunque también lleva mal el haber tenido que interrumpir las visitas. "Tengo un vínculo muy fuerte con ella. No me reconoce, pero necesito verla. Volver a no verse resulta duro", reconoce.
"Sabemos que tenemos un coordinador sociosanitario y que podíamos haber solicitado que ese positivo se aislase y dejarnos visitar, pero hemos considerado no recurrir a él. Además, la semana que viene ya volvemos a las visitas", reconoce.
Por esta razón, la familiar prefiere pecar de prudente. Y algo que determina su cautela es su dramática experiencia personal vivida durante la pandemia: su madre, como tantos otros residentes, se infectó de coronavirus y tuvo síntomas graves. "La derivaron sobre el 9 de abril. Antes, me decían que estaba estable. Nos hacían videollamadas. Pero el 9, me comentaron que la ingresaban, porque no sabían qué hacer con ella, tenía 60% de saturación. Me llamaron y me dijeron: 'Despídete'", recuerda apenada.
Posteriormente, prosigue, tras unos días ingresada, la madre logró recuperarse, "pero a los tres días del alta, tras 15 días ingresada por COVID, tuvo que volver al hospital porque se había deshidratado". Una experiencia, comenta, que le marcó, puesto que su madre estuvo muy grave también en aquella ocasión. "Por eso no he vivido con tanto susto el que hayan vuelto a cerrar la residencia. Dentro de lo malo, mi madre ya lo ha pasado", señala.
Piden más comunicación
Algo similar vivió Gema, cuya madre de 76 años se contagió también de COVID-19. "Afortunadamente, lo consiguió pasar, porque lo cogió en mayo y la doctora de la residencia hizo lo posible para que la geriatra diese el visto bueno para el traslado al hospital", explica.
De esta manera, tampoco ve mal que se hayan tomado medidas de aislamiento, aunque es consciente de que el confinamiento es duro para los residentes y que aumenta su deterioro cognitivo.
Igualmente, se muestra crítica con la gestión durante este periodo de aislamiento. "Para informarse del estado de salud tienes que llamarles 25 veces. Aunque no tenemos nada contra las auxiliares, al revés, las ratios son las que son, pero llevamos años reclamando que haya más", comenta.
Ahora, Gema aguarda con impaciencia a que se vuelva a abrir la residencia para poder reencontrarse con su madre. "Tenemos cita para el próximo lunes, miércoles y viernes", apunta. Y recuerda su primer reencuentro, hace casi un mes, tras pasar tres meses confinados: "Fue emocionante pero frío". "No es igual no poderle dar un beso o un abrazo. Se pasa mal. Hay muchos sentimientos encontrados", concluye.
Notas
1 “La lucha de clases no puede confinarse”: https://www.redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/5550-la-lucha-de-clases-no-puede-confinarse
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