viernes, 17 de julio de 2020

INTERNACIONAL PROGRESISTA,...¡¡. VS // LA UNIVERSAL PROLETARIA O.C.P.U. INTERC.,....¡¡¡¡¡.




EL MOVIMIENTO ANTIGLOBALIZACIÓN, LOS ALTERMUNDIALISTAS, EL FORO SOCIAL DE PORTO ALEGRE,...Y AHORA LA INTERNACIONAL PROGRESISTA,...ANTES LA INTERNACIONAL COMUNISTA,...DESPUÉS EL MCI Y EL MRI,...Y DESPUÉS LOS AUTÉNTICOS M-L MAOISTAS,...DE LA REVOLUCIÓN MUNDIAL PROLETARIA,...¡¡; Y ENTRE MEDIAS, LAINTERNACIONAL DEL PCPE,...

Y YO PROPONGO LA UNIVERSAL PROLETARIA, DEL COMUNISMO INTEGRAL TOTAL,...LA UNIVERSAL PROLETARIA,...----PROMOCIONADA POR LA ORGANIZACIÓN COMUNISTA PROLETARIA UNIVERSAL INTERCULTURAL,...O.C.P.U. INTERC.; ENTIDAD CREADA Y PROPUESTA POR EL G.C.P.INTERN. DE MÁLAGA,...DE LA CUAL, YO SOY EL PORTAVOZ : Lmm.- Luk de málaga. ---- :


"Syriza asestó un golpe más duro a la izquierda que Thatcher"




Yannnis Varoufakis en una imagen de archivo.





PÚBLICO

DiEM25, un movimiento democrático paneuropeo transfronterizo, y el Instituto Sanders, fundado en 2017 por Jane Sanders, esposa del senador demócrata Bernie Sanders, dan a luz este lunes a la Internacional Progresista, una organización avalada por más de 40 intelectuales de todo el mundo, entre los que destacan Noam Chomsky, Naomi Klein, Yanis Varoufakis o Fernando Haddad entre otros.
El objetivo de esta iniciativa, según adelanta el diario El País, es "fomentar la unión, coordinación y movilización de activistas, asociaciones, sindicatos, movimientos sociales y partidos en defensa de la democracia, la solidaridad, la igualdad y la sostenibilidad".

DiEM25 el Instituto Sanders, han decidido así unir fuerzas ante "el avance del autoritarismo". Los impulsores de la Internacional Progresista afirman que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus y la subsiguiente crisis económica hacen obligatorio que las fuerzas progresistas del mundo se unan para defender y sostener un Estado de bienestar, los derechos laborales y la cooperación entre países, además de consolidar un mundo más democrático, igualitario, ecologista, pacífico y en el que prime la economía colaborativa.
El proyecto arranca este lunes con el lanzamiento de su web, donde cualquiera puede inscribirse como miembro, y cuenta con el apoyo y el soporte formado por más de 40 intelectuales de toda índole y condición, desde escritores hasta políticos. 
Financiado exclusivamente con aportaciones individuales de sus miembros y donaciones, la Internacional Progresista tiene previsto celebrar un congreso en Reikiavik organizado por el partido de Jakobsdóttir, el Movimiento de Izquierda-Verde. En esta cita se planificará toda la actividad de la organización del próximo año. ))).... 

Resoluciones

Enlaces relacionados




LOS ANTIGLOBALIZADORES LISTILLOS LIDERATAS Y LIDERATOS MUCHOS SE HAN COLOCAO,...O SEA, APARCAO,...EL PAPI ESTADO BUITRERO Y VAMPIRÍSIMO POS ESTÁ CON LOS LISTILLOS, CON LOS BAMBINOS UNIVERSITARIUS HISPÁNICUS,...¡¡. CONTROLÁNDOLOS Y ANIMÁNDOLOS GUIÁNDOLOS,...SON EL FUTURO REPRODUCTOR DE LA SOCIEDAD CAPIIMPERIALISTA INTERPLANETARIA,...¡¡.))....





Búsquedas relacionadas con COMPONENTES DE LA INTERNACIONAL PROGRESISTA


































































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(( Que viene la Extrema Izquierda!!

http://kailabasilea.blogspot.com/2014/05/que-viene-la-extrema-izquierda.html

Uno de los ejercicios más saludables que he descubierto desde que reabrí mi militancia política, tras años cogiendo polvo, es el de salirse de vez en cuando de los círculos onanistas en los que, inevitablemente, se sumerge uno, para así ganar algo de perspectiva.

Anoche, me dejé la garganta en carne viva vitoreando, aclamando y chillando mi felicidad. No, no soy seguidor del Madrid. Soy votante de Podemos, y a partir de ahora seguramente algo más, si me hacen un hueco en mi círculo local.

La euforia que experimenté solo podría haber sido superior, imagino, si hubiera confiado desde el primer momento en el proyecto y hubiera participado en un círculo, igual que llevo metiéndome en todas las trincheras desde el 15-M-2011 para no sufrir más que cansancio y decepciones.
Tal vez sea gafe, y haya sido para bien. Pero ahora, ya lo tengo claro: el proyecto es sólido, va en serio, y se ha liberado del purismo ideológico para ponerse manos a la obra con la urgente tarea de parar a la Troika y dejar de hipotecar nuestro futuro.

Entonces: perspectiva.

Ronco, feliz y trasnochado, llego a la oficina esta mañana. ¿Por lo del Madrid? No, no, respondo, porque ayer estuve celebrando. ¿Votaste al coletitas ese?

A partir de aquí, cojan ustedes todo lo que hayan podido verter Marhuenda, Herrera, Losantos, Floriano y Alfonso Rojo acerca de Pablo Iglesias y de Podemos, y condénsenlo en una desagradable reprimenda verbal a la que he enfrentado solo una sonrisa paciente, altas dosis de "soy una luz blanca" y, dada mi garganta arrasada, pocas respuestas verbales. Que si es un antisistema. O de extrema izquierda (énfasis subrayado en lo de extrema). Que si manda huevos lo de los mesías que ponen su foto en las papeletas. Que si está a sueldo de Venezuela. Que si nadie en su sano juicio puede apoyar el programa de ese tío.

He intentado replicar hasta que me he dado cuenta de que era inútil. Pero confieso que ha sido como un bofetón, porque a fuerza de estar rodeado sólo de personas tan ilusionadas como yo por el terremoto político que ha supuesto la irrupción de Podemos en el escenario, encarar de repente a alguien que obtiene su información de la caspa institucional no deja de ser emocionalmente duro y confuso, por más que mis convicciones no se hayan movido una coma.

He recobrado algo de mi flow gracias a que he comido con mi chica y he revivido en telediarios la felicidad de ayer noche. Pero esta tarde, el que me ha llamado ha sido mi padre, y cuando le he confesado mi voto y mi consiguiente euforia, la retahíla ha sido más o menos la misma que la de mi colega de la mañana (algo menos virulenta, cierto, pero con los mismos fundamentos).

Entonces, he recibido la revelación, que ha caído sobre mí cual bálsamo. Mi hormigueo emocional ante estas respuestas ha trascendido. Y se me han pasado todos los males.

Estas respuestas son lógicas. Es más, son esperables. Y más aún, son deseables.

Porque por cada persona que repite como un loro la propaganda alentada desde los medios afines al régimen que nos oprime con lazos invisibles, hay otra como yo que ya ha visto desnudo al emperador, y que no flaqueará en sus convicciones.

Y porque esta repentina virulencia tras varios meses de no hacer ni caso a algo que nadie se tomaba en serio sólo puede significar una cosa: hemos acertado, vamos por el camino correcto, nos tienen miedo, y tenemos muchas posibilidades de ganarles el pulso.

Porque yo sí lo creo: sí se puede.

Sí Podemos.. Publicado  por Oscar Eslava Álvarez ))...

2.  Remembranza


15 de Mayo. https://kailabasilea.blogspot.com/2014/08/futuro-imperfecto-novela-en-construccion.html?showComment=1590448283078

Las aves piaban en el limpio cielo de Madrid. El frente cálido había pasado, y un frente tormentoso se aproximaba desde el oeste, pero aquella mañana estaba situada en el punto justo de equilibrio entre ambas situaciones, y la gente había acudido en masa a la Puerta del Sol. Los murmullos acariciaban el ambiente como el rumor de las olas, acompañados por las aves que esquivaban algunos drones cámara, desplegados para retransmitir la ceremonia. Como era tradición, la plaza había sido engalanada a conciencia. Un enorme cartel, salpicado con las aportaciones de la gente, cubría la fachada de uno de los edificios al igual que en las imágenes históricas. Se habían tendido algunas lonas azules para hacer de techos de acampada, y no faltaban los nostálgicos que habían pasado allí la noche en tiendas de campaña.

No cabía un alma. A pesar de la conexión directa e interactiva de alta resolución que ofrecía la G-Matriz, la gente seguía necesitando “estar ahí”, ubicarse en el escenario, ser parte de ello. La G-Matriz permitía también seguir las ceremonias que tenían lugar en las Setas de Sevilla, Plaça Catalunya en Barcelona, y otros emplazamientos históricos de las acampadas de 2011, cada una con su poderosa simbología narrativa.

Madrid era rica en tradiciones épicas durante el mes de Mayo, como la conmemoración del alzamiento popular contra los invasores franceses, la solidaridad y la unidad frente a la matanza terrorista de Atocha, o el primer aldabonazo de la reacción popular frente al corsé del viejo régimen que todavía se sostenía por sus costuras y sus asfixiantes cordones. Aquel Mayo de 2011, setenta años atrás, la gente había formulado alto y claro una verdad fundamental: “no somos mercancía”. Y, una vez fueron conscientes de lo que habían hecho, simplemente porque nadie les había dicho que era imposible, grabaron en una placa de acero un resumen de dos palabras que describiría con perfección a través de las décadas lo que allí había tenido lugar.

Aquel aniversario, a los pies del todavía presente monumento ecuestre a Carlos III, una humilde placa de apenas cuarenta centímetros, réplica de la que fue colocada durante las gloriosas jornadas de la Acampada Sol y posteriormente arrancada por órdenes de los poderes represivos, recibiría el homenaje de la sociedad como todos los años del último medio siglo. Los conjuntos florales arrojaban su sombra sobre su mensaje imperecedero:

“DORMÍAMOS, DESPERTAMOS”

Lo firmaba la anónima “Plaza Tomada”.
La placa era el epicentro de aquella muchedumbre congregada, que se había sentado en círculos por toda la plaza con la misma como referente, y sólo era visible para la mayoría a través de la selección de primeros planos en sus V-phones conectados a los drones de retransmisión. Pero no importaba, porque la placa ejercía un magnetismo de atracción que recalcaba su presencia, aunque no estuviera al alcance de la vista.

El resto del año, la placa permanecía en la misma pequeña ubicación, señalada por turistas y visitantes que para tomarse una foto a su lado se veían obligados a acuclillarse, sentarse en el bordillo o tirarse al suelo. Muchos comercios del centro vendían réplicas, a tamaño natural o a escala, que se imprimían en el momento. Siempre solía haber alguna flor, a veces seca, o una vela a su lado. Los servicios de limpieza respetaban aquellas prendas en medida de lo posible, e iban limpiando las más antiguas con cuidado, conforme se deterioraban.

Siendo aquel el setenta aniversario, se había invitado a representantes de toda la CII, y también a diplomáticos y dignatarios de otros países o transcorps que no pertenecían al espacio cooperativo. Estos últimos habían provocado polémica, como de costumbre, pero ninguna de las iniciativas impulsadas en la Plataforma de Gobernanza Interactiva había reunido el quórum suficiente para promover una votación vinculante que vetara su presencia. La Asamblea, y en general toda la CII, trataba de mantener una relación sin tensiones con las transcorps, aunque no bajaran la guardia frente a sus frecuentes intentos de penetrar el espacio cooperativo y ganar espacios de influencia o bajar las barreras sanitarias que les impedían actuar sin restricciones fuera del Mercado Libre.

La batuta de la directora de la Solfónica claqueteó sobre el atril, y el rumor se apagó. Al primer gesto, un violín arrancó y fue seguido al poco por las voces del coro, que empezaron a cantar el clásico “Que no nos representan”, una pieza que incluía todos los gritos reivindicativos clásicos de aquellos días. Se unió el viento desde la flauta, y al poco todo el resto de la cuerda, mientras el coro recorría el “No tenemos miedo”, “Lo llaman democracia y no lo es”, “Estas son nuestras armas” y, para concluir, “Sí se puede”. El público aplaudió. La orquesta interpretó el “Va pensiero” de los esclavos de Nabucco, el “Canto a la libertad”, “L’Estaca”, y terminó con el “Himno a la alegría” de Beethoven, tras lo cual los aplausos se resistieron a apagarse.

Las personalidades invitadas que así lo habían solicitado tenían silla en lugar de cojín, y habían sido colocadas bajo las lonas azules. Entre ellas se levantó una mujer, la primera en tomar la palabra aquel día, que salvó la distancia hasta la placa y depositó a su lado un clavel rojo. Un miembro de la comisión de dinamización le pasó el enlace de megafonía al V-Phone, gracias al cual pudo amplificar su voz desde el micrófono de garganta.

-Ante todo, bienvenidas todas y todos –comenzó-. Ya me conocéis, sin duda. Soy Cristina Berenguer, la portavoz rotatoria de la Asamblea para este año, y es un honor para mí ser la primera en hablar en un aniversario que me llena de emoción. Porque es un homenaje a nuestro pasado, y a la lucha de quienes nos dieron un mundo mejor.
as manos se levantaron para agitarse en un aplauso mudo, en especial las de los más mayores, a quienes por cortesía se habían entregado también sillas bajo las lonas si las deseaban.

-Sabéis, yo no había nacido en dos mil once, como tampoco la mayoría de vosotras y vosotros. No lo haría hasta pasados otros treinta años, y el mundo al que abrí los ojos estaba en proceso de unas transformaciones tan brutales que todo el mundo tenía miedo. Para mí, el 15M era una leyenda del pasado contada por mis abuelos. También lo era para mis padres, que apenas eran unos críos cuando sucedió. Sin embargo, el recuerdo de aquellos días y su significado había ido pasando de mano en mano, de generación en generación, como una antorcha.
Mis abuelos sí habían vivido el 15M. Mi abuela materna incluso había dormido en la acampada, y a mi abuelo le saltaron el ojo de un disparo de goma durante las protestas de Barcelona, pocos años más tarde. Recuerdo que de niña, cuando me llevaban a su casa, me interesaba por los viejos carteles que tenían en las paredes, y me enseñaban fotos de entonces. No solo las bonitas, sino también las terribles. Imagino que querían que no olvidara, que no diera por sentado el mundo que iba a heredar de ellos.

“Pero el caso es que me cuesta. Me cuesta imaginar lo que sufrieron, y aún más lo que tuvieron que luchar y soportar en los años siguientes. Mis padres llegaron a pasar hambre. Hambre. En Europa –los ojos de la portavoz se mojaron, y su voz se quebró por un instante-. Y no fue porque faltara comida. La comida se tiraba a contenedores cuando caducaba, y mis padres iban a esos contenedores a recogerla. Era de locos. Si había suerte, nadie se peleaba y se repartían las cosas entre quienes acudían. Con mucha, mucha suerte, los trabajadores de los mercados la sacaban bien empaquetada y limpia, lista para ser recogida. Eso, si no les pillaban los dueños, que no querían que aquello sucediera. Lo que querían era que la gente comprara la comida, no que la recogiera de la basura. Pero, al mismo tiempo, apretaban más y más la cuerda del salario que pagaban a su propia gente. Y apretaban más y más a los productores y vendedores de lo que luego exhibían en sus estanterías, obligándoles a trabajar cada vez más con menos personal y más sacrificio, apretando así la cuerda en cadena hasta llegar a la mismísima Tierra, a la que se explotaba como si hubiera otra de repuesto. Y el único motivo para todo aquello era el beneficio económico, que unos pocos acumularan cada vez más riqueza extraída al esfuerzo ajeno. Todo aquello sucedió. No es un sueño. Es una pesadilla.
Y por eso, alguien perforó estas palabras en una placa, y la colocó aquí cuando mi abuela dormía en una tienda a pocos metros: “dormíamos, despertamos”. Y, como me están avisando ya de que he agotado mi tiempo, nada más que desearos un feliz aniversario, y pediros que nunca, nunca olvidéis. Matar la memoria es matarse a uno mismo. Muchas gracias.

La ovación muda acompañó su regreso a la silla pero aún se detuvo al cruzarse con la pareja que iba a continuación. Eran una anciana centenaria y un niño de diez años. Besó a ambos, y se sentó al tiempo que les daban la palabra con el enlace a megafonía. La anciana carraspeó, y su mano se agitó, nerviosa, como si echara en falta un micrófono a la antigua usanza.

-Hola, compañeras y compañeros. Mi nombre es Ruth, y yo sí estuve aquí hace setenta años. Yo acampé en Sol. Yo participé en una de las comisiones, y limpié cuando se levantó el campamento. Durante los años siguientes, seguí participando en las asambleas de barrio, en las huelgas generales, en las marchas, en las campañas electorales de aquella democracia de baja calidad, y en las guerras financieras en que estuvimos a punto de perderlo todo y ser esclavizados por completo. Por gente como aquellos que se sientan ahí –señaló hacia los tres representantes de las transcorp, que se miraron los unos a los otros con incomodidad-. Pero ya no es necesario recordarlo. Ya tenemos nuestra sociedad perfecta. Ya vivimos en paz, y no hay nada de qué preocuparse. ¿Verdad, Eric?

El niño levantó la mirada, y negó con la cabeza sin poder contener una sonrisa.

-¡Por supuesto que no! Tú sí que sabes, porque eres un niño, claro. ¡Siempre hay que preocuparse, siempre hay que estar pendiente! Una cosa es vivir en paz con tus vecinos, y otra olvidar que en el pasado se colaron en tu casa y trataron de robarte los muebles. Por eso, mi bisnieto y yo os rogamos que no olvidéis. Que no bajéis la guardia. Y que nunca os deis por satisfechos, porque si creéis que vivís en la mejor sociedad del mundo estáis equivocados. ¡Nunca es la mejor! Eso es lo hermoso de las utopías: que nunca se alcanzan. Que siempre nos obligan a luchar contra la corriente para acercarnos a ellas, pero las muy perras no dejan de alejarse y burlarse de nosotros. Porque ese es su sentido, el obligarnos a caminar sin parar. Así que ¡seguid moviendo el culo, compañeras y compañeros!

En esta ocasión, quienes levantaron las manos con más entusiasmo fueron los mayores, y la gente más joven en general lo hizo con respeto pero menos entusiasmo. Abuela y bisnieto regresaron a su lugar para dejar paso al siguiente de la lista en la que habían pedido turno de palabra no sólo algunos de los invitados de honor, sino personas del público en general. Los tiempos eran igual de estrictos para todo el mundo, y sólo la ventaja de haber estado presentes en el momento de abrirse la lista había concedido los primeros puestos a quienes ahora se sentaban bajo la lona azul.

La ceremonia estaba programada para durar dos horas como máximo. Botellas y bandejas con aperitivos se pasaron de mano en mano. Hablaron todo tipo de personas, de todas las edades, algunos de ellos muy conocidos, otros anónimos, algunos complacientes, otros que parecían querer agitar las conciencias dormidas de sus compatriotas.

La sorpresa llegó cuando se llamó a Nicolai Sostakóvitch, y uno de los tres invitados de las transcorp se puso en pie y se dirigió hacia la placa, cruzándose con su sorprendido predecesor. La gente, que a estas alturas ya se había relajado y llenaba la plaza con el rumor de las conversaciones, fue callando y fijándose en tan inesperado orador. Era un hombre joven, sonriente y vestido con pulcritud, y agradeció con un asentimiento el enlace a la megafonía.

-Buenos días –pronunció con un marcado acento que mezclaba su procedencia del Este con pronunciación mexicana-. Soy Nicolai, y represento a Petrarca ante la Cooperativa Integral Internacional. 
En primer lugar, agradezco a sus autoridades la invitación a participar en este homenaje emocionante. En Rusia, sabemos algo de revoluciones, y también sabemos lo que es pasar hambre. Por eso, entiendo bien lo que se ha hablado hoy aquí.

“Hace doscientos setenta y tres años, su pueblo también se alzó contra otro invasor extranjero, Napoleón Bonaparte, y rompió así uno de los apoyos que tenía en Europa y que hizo tambalearse su Imperio. El otro apoyo se quebró en Rusia, donde fuimos capaces de empujar por el otro extremo, hasta que entre ambos lo dejamos exhausto y listo para que los ingleses lo remataran.

“Esto nos debe enseñar una valiosa lección: el coraje es imprescindible para derrotar a cualquier opresor, pero si estamos solos no lo conseguiremos nunca. Por eso es necesario mirar más allá. Por eso, los españoles se juntaron con portugueses, griegos, italianos e irlandeses, para sacudirse el yugo de la banca alemana y crear un espacio de libertad propio.

“Pero un espacio de libertad no basta si se cierra en sí mismo, porque entonces se acabará pudriendo y alimentando de sus mismas entrañas. Han creado ustedes grandes cosas, con esfuerzo y compasión, pero no deben conformarse con esto. Deben llevarlo más allá, invitar a otros a compartirlo y conocer lo que otros puedan compartir con ustedes. Esa es la dinámica de la vida: la evolución, construir sobre la base del pasado un futuro mejor.

“Muchas gracias por atender mis palabras. ¡Viva el pueblo! ¡Viva la revolución!

Se retiró sin perder aquella sonrisa, entre una mezcla desigual de aplausos tímidos y abucheos. Los otros representantes corporativos le contemplaron sin decir nada, pero al poco la portavoz Berenguer se inclinó hacia él y le dijo una cosa que le hizo asentir.

A cinco sillas de distancia, la centenaria Ruth fue testigo del intercambio, y negó con expresión sombría. Su bisnieto se cruzó de brazos, jugando a estar enfurruñado, pero abandonó la pose para levantarse y ponerse a correr entre las sillas a la caza de otro niño que se había acercado por detrás para darle una colleja.

La Puerta del Sol se fue vaciando, se agradeció la asistencia desde dinamización, y comenzaron las tareas de recogida y limpieza con la ayuda de no pocos de los asistentes. La misma portavoz cogió su silla y la de al lado, y las acercó hasta uno de los contenedores que serían cargados en el camión eléctrico mediante un brazo de electromúsculo, antes de echarse a andar en compañía de otros invitados en dirección a la Plaza de Oriente, donde les aguardaba el comedor al aire libre que se había montado para la ocasión.
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lukymalaga25 de mayo de 2020, 16:11
Saludos desde Málaga, de Lmm : Buenas madrugadas, te escribo porque te tengo en mi blog archivado, desde que tu mandabas temas a confluencias, hace como seis años,...yo le hice un comentario y el editor del mismo me contestó,...¡¡. Estoy subrayando algunas frases tuyas,...¡¡; me gustan,...Quizás las reproduzca en mi blog, si tu me das permiso,...¡¡. Mi blog es lukyrh.blogspot.com REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD ¡¡. GRACIAS POR TODO Y ESPERO QUE TE ENCUENTRES BIEN Y TU FAMILIA Y ALLEGADOS ¡¡. ResponderEliminar



Lmm.




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