TODO EL PERSONAL PIDIENDO DINEROS,...AL PAPI-ESTADO,...EL PAPIESTADO NO RECIBE LOS DINEROS POR EL AIRE,...NO TIENE UN MANÁ,...SE LO PEDIRÁ AL CAPITAL FINANCIERO GLOBAL, AL I.F.I. -Instituto Financieri Internacional: Banco Bilbao, Banco Santander, - del gran explotador y explotadora, hija Botin, y genocidas imperialistas, adulados,...al igual que A. Ortega, presidente de Inditex, por la prensa oficial, televisiones, cadenas de todo tipo,..., por el P.P.,...-,..., A LA PLUTOCRACIA GLOBAL,...AL F.M.I., AL B.M.,...F.M.I. Banco Sabadell,...?. COBRARÁN SUS INTERESES MÁS O MENOS ALTO,...NO SABE EL PERSONAL LO CARO QUE NOS VA A COSTAR, LO VAMOS A PAGAR CON CRECES,...¡¡, APARTE LA CANTIDAD DE MUERTOS-GENOCIADOS, LOS MILES Y MILES CON SECUELAS MÁS O MENOS GRAVES,...MILES Y MILES DE LISIADOS, CASI IMPEDIDOS,...EL HOLOCAUSTO CAPIIMPERIALISTA SIGUE SU TERRORÍFICA REPRESIÓN,... SOBRE LA HUMANIDAD,...¡¡... TODOS LOS Y LAS TERTULIANAS NOS PLANTEAN QUE EL PROBLEMA NOS AFECTA A TODOS POR IGUAL,...BURDO PATRIOTISMO-NACIONALISTA,...ELIMINANDO LA REALIDAD DEL DOMINI DE CLASE CAPITALISTA E IMPERIALISTA, POLÍTICA ESQUILMADORAS, GENOCIDA,...HACIA GRAN PARTE DE LA HUMANIDAD,...ES UNA POLÍTICA DE DESASTRE-HECATOMBE SOCIAL,...DEVIDO A LOS INTERESES DE CLASES PLUTOCRÁTICOS,...HAY QUE EXPLICAR ESTAS LINEAS POLITICAS, ENTRANDO EN ACCIÓN, MOVILIZANDONOS APRENDIENDO, DEBATIENDO, UNIENDO LAS ENTIDADES PROLETARIAS DE DIVERSAS SENSIBILIDADES,...¡¡; LA CONCIENCIA DE CLASE PROLETARIA, DE REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD,...DE LA COMPRENSIÓN DE LA POLÍTICA GENOCIDA CONTRA EL LASTRE PROLETARIO-POPULAR GLOBAL HAY QUE EXPLICARLA MIL VECES, NOS LLEVA LA VIDA EN ELLO,...////
Nota: Perdonen la malísima presentación de este archivo, soy malísimo en esto de la máquina,... Luky.
" Se utilizan a varias entidades, gracias de antemano, y desde aquí le pedimos permiso de reproducción,...¡¡. "
/// CORONAVIRUS Covid19: Están montando otra crisis
https://www.elsaltodiario.com/elsacapuntas/covid-19
Han montado otra crisis –tanto sanitaria como económica-. Se nos dibuja un futuro incierto lleno de imprevisibles escenarios. Los capitalistas intentarán sacar tajada de ella, como siempre. Pero para las clases populares la actual situación también abre un mundo de oportunidades donde podemos recuperar dinámicas sociales olvidadas y reactivar o crear luchas sociales. Está en nuestras manos aprovecharlas o dejarnos llevar por el autoritarismo y empobrecimiento que se esconden detrás de las medidas y ajustes que están tomando.
Algo que no le podemos negar al sistema capitalista es su capacidad de resiliencia. No desperdicia las oportunidades que le brindan las crisis para renovarse, para afianzarse y profundizar su dominio sobre nuestras vidas. Cada crisis es una oportunidad. Y ahora, con esta crisis sanitaria que va camino de convertirse en una nueva crisis económica (¿acaso no estaba ya preparada?), las avariciosas élites no perderán su oportunidad para aumentar beneficios, para quitarnos derechos y seguir acaparando recursos a costa de nuestros cuerpos, de nuestra salud. Esta tormenta económica la llevamos divisando en el horizonte desde hace tiempo, amenazando con descargar un gran chaparrón sobre nuestras sociedades. Igual que el crack de 2008. Un nuevo paso en el empobrecimiento de la calidad y condiciones del medio social. Una fase diferente del neoliberalismo, una muestra más de su putrefacción sistémica.
El capitalismo, es un náufrago que se ahoga en sus propias contradicciones. Se encuentra con el agua al cuello y acechado por los tiburones que alimenta con el espectáculo de su descomposición (descrédito de la política profesional y de sus instituciones, la arrogancia y opulencia de los poderosos, cataclismos industriales y financieros, miseria por todos lados, desigualdades y explotación cada vez más marcadas y al descubierto, crisis ecológica, etc.). Como todo naufrago intenta sobrevivir. Todo lo que agarra lo convierte en salvavidas y esta “misteriosa” enfermedad no iba a ser menos. Le brinda una magnífica oportunidad, algo con lo que mantenerse a flote. Un chivo expiatorio al que culpar por la crisis económica.
Lo primero es que ya no estamos en la edad media para que surja una mutación de un virus y nos coja desprevenidos. Su expansión, viviendo como vivimos en mundo globalizado, era algo previsible y muy gilipollas había que ser para pensar que esto no iba a afectarnos. Aun así, mientras estaba lejos de nuestras fronteras no tardamos en sacar a pasear nuestras vergüenzas en forma de racismo o críticas a las medidas tomadas por China e Italia, ahora estas vergüenzas nos vienen de vuelta.
La casta de tertulianos se ha reconvertido de opinólogos políticos a expertos sanitarios ¡los todistas de la información y sus mutaciones!
También tenemos que reconocerle su mérito a los medios de comunicación. Son sin duda los grandes culpables de esta histeria colectiva en la que ahora nos encontramos. Sus parrillas se llenaron y se llenan –24 horas, 7 días a la semana- de programas especiales sobre la enfermedad y sus muertos. Su casta de tertulianos se han reconvertido de opinólogos políticos a expertos sanitarios ¡los todistas de la información y sus mutaciones! Ellos siempre buscando el morbo, los beneficios y de paso aprovechan para desviar la atención de temas tan insignificantes como: la situación de los inmigrantes en las fronteras de la Comunidad Económica Europea, del continuo goteo de muertes por terrorismo patronal, del número de suicidios producido por la actual situación económica, de los brotes de alegría popular que se están levantando contra la penosidad y pauperización de la vida, de las corruptelas del bribón al que le encontraron 100 millones ocultos en Suiza ¡Qué sorpresa! ¡¡Un Borbón robando!!
En definitiva, medios que cumplen con su misión dentro del sistema y que para defenderse de las críticas se escudan en las medidas que se están tomando desde los gobiernos. Colgándose la medallita de informadores del siglo. Como si medios de comunicación y gobierno no fueran garrapatas de la misma bestia.
Los medios cumplen con su misión dentro del sistema. Como si medios de comunicación y gobierno no fueran garrapatas de la misma bestia
Otra de las causas que ayudan a la psicosis colectiva son las “medidas” que están tomando, (principalmente la militarización de las ciudades), inéditas hasta ahora, a pesar de existir pestes más extendidas –hambre, pobreza, inmigración, guerras, Ebola, Sarampión o incluso la gripe-. Una pandemia blanca en nuestras ciudades. Cuando nos creíamos tan a salvo en nuestro primer mundo con sus fronteras, con su opulencia y con su despilfarro ahora nos toca vivirla en nuestras carnes y no a través de una pantalla. ¡¡No lo podemos solucionar mandando un SMS con la palabra AYUDA!!
Otra de las causas que ayudan a la psicosis colectiva son las “medidas” que están tomando, principalmente la militarización de las ciudades
Acostumbrados a que nos lleven y nos traigan. A que nos sirvan todo precocinado. Carecemos de autonomía o de la más mínima iniciativa para responder ante cualquier improvisto, a reaccionar para superar un problema sin recibir órdenes. A veces ni tan siquiera sabemos mantener la calma o actuar con un mínimo de sentido crítico, con un poco de lógica solidaria y pensando en los demás. Al más mínimo reto nos escondemos en el regazo del Estado, con la esperanza de que nos salve. Como una princesa de cuento, corremos a los brazos de nuestro príncipe, de nuestro rescatador. Le entregamos todo lo que tenemos para que haga con nosotros lo que quiera, para que nos vuelva a encerrar en nuestras torres si así lo quiere.
Nos olvidamos de que ese príncipe que hoy parece tan apuesto y fuerte es el mismo ogro que hasta hace un par de días no dudaba en vender nuestro Sistema de Salud Pública al mejor postor. ¡Si! esa sanidad pública que hoy representa nuestra única red de seguridad. Nuestra única defensa. Con las medidas de seguridad intentan disimular su estado. Evitar que nos demos cuenta de que el sistema sanitario se encuentra en los huesos, a punto de colapsar por culpa de la rapiña y externalización de sus -nuestros-recursos.
Carecemos de autonomía o de la más mínima iniciativa para reaccionar para superar un problema sin recibir órdenes. A veces ni tan siquiera sabemos mantener la calma o actuar con un mínimo de sentido crítico, con un poco de lógica solidaria
Como olvidarnos que fue ese ogro el que después de la última crisis se dedicó a premiar a sus causantes, los bancos. Dejándonos al resto a nuestra suerte, comiéndonos las cagadas y la mierda que no producimos. En definitiva, ¿cómo podemos olvidar que el Estado que hoy nos llama a la “responsabilidad social” es la misma institución que tiene como único fin proteger a las elites y mantenerlas con nuestro sudor? ¡Esa bestia! que nos obliga a competir entre nosotras por un par de migajas: a ser el mejor de la clase, a tener más dinero que el vecino, a matarnos por un puesto de trabajo, a competir para sobrevivir. ¡Responsabilidad social! qué bonito disfraz para esconder su tan añorada sumisión, su deber de Estado; la defensa de su famoso estado del bienestar. Como si este estado de bienestar no fuera ya una pandemia para la gran mayoría de la población.
“¡Responsabilidad social!” qué bonito disfraz para esconder su tan añorada sumisión, su deber de Estado
En el mundo estudiantil dicen que se nos presentan unas nuevas vacaciones. Esto puede tener algo de cierto en las primeras etapas educativas. La cosa cambia si tienes que hacer la EBAU o pagar una matrícula universitaria. Si esa es tu situación: estás jodido. A ver cómo nos las arreglamos para cumplir con todos los requisitos de trabajos, exámenes y exposiciones que normalmente llenan nuestras suturadas agendas. Menuda fiesta nos espera. ¡Preparad anfetas y café, que nos van a hacer falta!
La solución que se les ocurrió para evitar este tiempo en blanco fue: trabajar vía plataformas interactivas. Pero realmente, tal como está pensado el sistema de evaluación, poco más se puede exprimir esas dichosas plataformas. No dan para más de lo que ya hacemos con ellas: trabajos, apuntes, alguna actividad de evaluación continua o preguntar alguna pequeña duda al profesor –con todo lo que suponen para estudiantes y profesores-. Por mucho que le joda a ciertas empresas, se quedaran sin su oportunidad para hacer un simulacro de la educación a distancia que tanto desean. Su “filantrópica” oferta de ayuda parece que caerá en saco roto.
Por mucho que le joda a ciertas empresas, se quedarán sin su oportunidad para hacer un simulacro de la educación a distancia que tanto desean.
En el mundo laboral más de lo mismo. Esta ocasión les viene de perlas para forzar un empujón hacia el teletrabajo y abaratar costos de producción. Si el obrero puede trabajar en casa porque van ellos a gastar en luz, internet, comedores y demás instalaciones necesarias para el trabajo. Así profundizan en su individualización, lo aíslan, volatilizan el compañerismo, hacen imposible la puesta en común de problemas, la organización sindical y por supuesto la lucha colectiva. Sin olvidarnos que este teletrabajo no es posible en la mayoría de trabajos y que las facturas seguirán llenando el buzón de estas trabajadoras.
En estas medidas laborales también se notan las diferencias de clase. Por un lado tenemos a los autónomos, las pequeñas empresas o empresas familiares que, si ya tenían prohibido ponerse enfermos, imaginad lo que les supone un periodo de cuarentena o abrir y arriesgarse a caer enfermos. En contraste las grandes multinacionales que arriesgan la salud de sus empleados mientras continúan recibiendo beneficios. Total, empleados sobran en las listas del paro.
Si el obrero puede trabajar en casa ¿por qué van ellos a gastar en luz, internet y comedores? Así profundizan en su individualización, lo aíslan, volatilizan el compañerismo, hacen imposible la organización sindical y por supuesto la lucha colectiva
Pero no nos pongamos tristes. Nosotros también podemos sacar partido de las crisis y aprovecharla para nuestras luchas –contra la enfermedad, contra los problemas cotidianos y por supuesto la lucha de clases-. Desde nuestras trincheras podemos obtener victorias y valiosas lecciones. Este parón nos va a permitir romper con la rutina de la normalidad capitalista que nos domina, que nos gobierna día tras día. Será una magnífica oportunidad para calmarnos, cuidarnos, conocernos, aprender a valorar lo importante, para fortalecer los lazos sociales y familiares, para reactivar o crear redes de solidaridad y lucha popular.
Es una oportunidad para conocernos, aprender a valorar lo importante, para fortalecer los lazos sociales y familiares, para reactivar o crear redes de solidaridad y lucha popular
Aprovechemos para analizar todo lo que nos rodea. Las crisis acentúan las incongruencias del sistema, muestran de manera mucho más clara las verdades del capitalismo. Es una magnífica oportunidad para dejar de mentirnos y empezar a ver esas verdades, para darnos cuenta de todas esas vergüenzas que nos negamos a ver a pesar de que se nos presentan delante de las narices de forma constante. Comprobar que la igualdad por la que tanto ladran ciertos fariseos no está ni se la espera. Vemos como mientras la mayoría de los mortales tenemos que esperar a tener síntomas y pelearnos con las centralitas para que te presten atención sanitaria, a los borbones le hacen la prueba “por si acaso”. ¡Normal, ellos tiene sangre azul y nosotros somos la plebe! Igual con la cuarentena. No es lo mismo pasarla en un palacio, con todo incluido y pagado por el pueblo, que tener que pasarla en el zulo que tengas alquilado y que deberás pagar a fin de mes. Incluso en ese zulo somos privilegiados, tenemos un techo, no como los miles de vagabundos que pasan la cuarentena en la calle, olvidados.
Vemos como mientras la mayoría de los mortales tenemos que esperar a tener síntomas y pelearnos con las centralitas para que te presten atención sanitaria, a los borbones, políticos y deportistas le hacen la prueba “por si acaso”
También será una buena oportunidad para darnos cuenta del atentado que, contra la salud de todas, supone el desvío del dinero de todos hacia manos privadas. Podremos ver el egoísmo de los bancos, que solo se miran el ombligo y aprovechar para arrimar el hombro y luchar por la supresión de las cuotas de hipoteca, de préstamos que no podamos hacer frente, por la devolución del dinero regalado a los bancos para su rescate, pedir su nacionalización y ¿por qué no? ¡¡¡Abolirlos!!! Y ya que empezamos, abolir también las fuerzas y cuerpos del capital. Aunque ahora quieran aprovechar la histeria colectiva para ponerse el traje de superhéroes nunca salvaron ni salvaran el mundo, más bien todo lo contrario. Me los imagino con sus porras, pelotas de goma, tanques, cazas y portaviones batiéndose en una dura cruzada contra el COVID-19 ¡disparando a matar contra esas puñeteras “células terroristas”! Dirán lo que quieran pero sus bombas son más letales que esta pandemia. Cuánto dinero invertido en todo ese armamento que solo sirve para ir a oprimir y robar a pueblos por el mundo o para mantenernos a ralla; sea por un estado de alarma sanitaria o por que hacemos demasiado ruido pidiendo lo que nos corresponde, luchando por nuestros derechos, por nuestra libertad, por lo que producimos o poniendo peligrosas urnas. Que útil sería todo ese dinero, despilfarrado en juegos de guerra y represión, si lo invirtiéramos en cosas realmente útiles, de verdadero interés: sanidad, bomberos, educación, medidas sociales…
Aunque ahora quieran aprovechar la histeria colectiva para ponerse el traje de superhéroes, las “fuerzas y cuerpos” del capital nunca salvaron ni salvaran el mundo, más bien todo lo contrario
Podremos ver como los burgueses no van a perder el tiempo. Ni se les ablandara el corazón, no lo tienen. Aprovecharán para pedir facilidades de despidos, indemnizaciones y demás artimañas fiscales. Tanto Estado como sindicatos verticales les darán todo lo que piden, no dudarán en volver a arrodillarse ante sus amos. Privatizar beneficios y socializar perdidas con la excusa de que cuanto mejor le vaya al rico, mejor para el obrero. De nosotras depende espabilar y echar por tierra estos mantras. Si fueran ciertos, ¿porque están tan preocupados? ¿Por qué ya están lloriqueando por las esquinas para que les caiga alguna ayuda con la que paliar la situación? ¿Qué más le da que los trabajadores no puedan ir a trabajar si total es el empresario el que produce la riqueza?
Comprobamos, también, que la situación ecológica del planeta es culpa del modelo económico. Con una simple paralización de la desesperada actividad productiva y extractivista se consiguen bajar la contaminación a niveles impensables en las afamadas cumbres ecológicas. Más que con cualquier medida individual o que con cualquier pose Eco-friendly de empresas e instituciones, por mucho que se le joda el negocio a Greta.
Aprovecharán para pedir facilidades de despidos, indemnizaciones y demás artimañas fiscales. Tanto Estado como sindicatos verticales les darán todo lo que piden, no dudarán en volver a arrodillarse ante sus amos
Como estudiantes tendremos que volver a organizarnos para no comernos el marrón que esto nos deje. Tenemos una oportunidad perfecta para volver a pedir un cambio en el calendario y que vuelva septiembre, que nos devuelvan la parte proporcional de las matrículas por las horas de clase presencial que no nos dieron, que se busque otra manera para evaluarnos que no sea hacer todo el trabajo del cuatrimestre en un par de semanas... Levantarnos para conseguir instaurar otro modelo educativo que enseñe algo más que memorizar, que busque la colaboración y el apoyo mutuo entre los estudiantes y no nos lance a una lucha de todos contra todos, que nos enseñe a sobrevivir, a ser autosuficientes y a tener valor en lugar de a asentir y obedecer.
Síguenos en @el_ _sacapuntas ////
Han montado otra crisis –tanto sanitaria como económica-. Se nos dibuja un futuro incierto lleno de imprevisibles escenarios. Los capitalistas intentarán sacar tajada de ella, como siempre. Pero para las clases populares la actual situación también abre un mundo de oportunidades donde podemos recuperar dinámicas sociales olvidadas y reactivar o crear luchas sociales. Está en nuestras manos aprovecharlas o dejarnos llevar por el autoritarismo y empobrecimiento que se esconden detrás de las medidas y ajustes que están tomando.
Algo que no le podemos negar al sistema capitalista es su capacidad de resiliencia. No desperdicia las oportunidades que le brindan las crisis para renovarse, para afianzarse y profundizar su dominio sobre nuestras vidas. Cada crisis es una oportunidad. Y ahora, con esta crisis sanitaria que va camino de convertirse en una nueva crisis económica (¿acaso no estaba ya preparada?), las avariciosas élites no perderán su oportunidad para aumentar beneficios, para quitarnos derechos y seguir acaparando recursos a costa de nuestros cuerpos, de nuestra salud. Esta tormenta económica la llevamos divisando en el horizonte desde hace tiempo, amenazando con descargar un gran chaparrón sobre nuestras sociedades. Igual que el crack de 2008. Un nuevo paso en el empobrecimiento de la calidad y condiciones del medio social. Una fase diferente del neoliberalismo, una muestra más de su putrefacción sistémica.
El capitalismo, es un náufrago que se ahoga en sus propias contradicciones. Se encuentra con el agua al cuello y acechado por los tiburones que alimenta con el espectáculo de su descomposición (descrédito de la política profesional y de sus instituciones, la arrogancia y opulencia de los poderosos, cataclismos industriales y financieros, miseria por todos lados, desigualdades y explotación cada vez más marcadas y al descubierto, crisis ecológica, etc.). Como todo naufrago intenta sobrevivir. Todo lo que agarra lo convierte en salvavidas y esta “misteriosa” enfermedad no iba a ser menos. Le brinda una magnífica oportunidad, algo con lo que mantenerse a flote. Un chivo expiatorio al que culpar por la crisis económica.
Lo primero es que ya no estamos en la edad media para que surja una mutación de un virus y nos coja desprevenidos. Su expansión, viviendo como vivimos en mundo globalizado, era algo previsible y muy gilipollas había que ser para pensar que esto no iba a afectarnos. Aun así, mientras estaba lejos de nuestras fronteras no tardamos en sacar a pasear nuestras vergüenzas en forma de racismo o críticas a las medidas tomadas por China e Italia, ahora estas vergüenzas nos vienen de vuelta.
La casta de tertulianos se ha reconvertido de opinólogos políticos a expertos sanitarios ¡los todistas de la información y sus mutaciones!
También tenemos que reconocerle su mérito a los medios de comunicación. Son sin duda los grandes culpables de esta histeria colectiva en la que ahora nos encontramos. Sus parrillas se llenaron y se llenan –24 horas, 7 días a la semana- de programas especiales sobre la enfermedad y sus muertos. Su casta de tertulianos se han reconvertido de opinólogos políticos a expertos sanitarios ¡los todistas de la información y sus mutaciones! Ellos siempre buscando el morbo, los beneficios y de paso aprovechan para desviar la atención de temas tan insignificantes como: la situación de los inmigrantes en las fronteras de la Comunidad Económica Europea, del continuo goteo de muertes por terrorismo patronal, del número de suicidios producido por la actual situación económica, de los brotes de alegría popular que se están levantando contra la penosidad y pauperización de la vida, de las corruptelas del bribón al que le encontraron 100 millones ocultos en Suiza ¡Qué sorpresa! ¡¡Un Borbón robando!!
En definitiva, medios que cumplen con su misión dentro del sistema y que para defenderse de las críticas se escudan en las medidas que se están tomando desde los gobiernos. Colgándose la medallita de informadores del siglo. Como si medios de comunicación y gobierno no fueran garrapatas de la misma bestia.
Los medios cumplen con su misión dentro del sistema. Como si medios de comunicación y gobierno no fueran garrapatas de la misma bestia
Otra de las causas que ayudan a la psicosis colectiva son las “medidas” que están tomando, (principalmente la militarización de las ciudades), inéditas hasta ahora, a pesar de existir pestes más extendidas –hambre, pobreza, inmigración, guerras, Ebola, Sarampión o incluso la gripe-. Una pandemia blanca en nuestras ciudades. Cuando nos creíamos tan a salvo en nuestro primer mundo con sus fronteras, con su opulencia y con su despilfarro ahora nos toca vivirla en nuestras carnes y no a través de una pantalla. ¡¡No lo podemos solucionar mandando un SMS con la palabra AYUDA!!
Otra de las causas que ayudan a la psicosis colectiva son las “medidas” que están tomando, principalmente la militarización de las ciudades
Acostumbrados a que nos lleven y nos traigan. A que nos sirvan todo precocinado. Carecemos de autonomía o de la más mínima iniciativa para responder ante cualquier improvisto, a reaccionar para superar un problema sin recibir órdenes. A veces ni tan siquiera sabemos mantener la calma o actuar con un mínimo de sentido crítico, con un poco de lógica solidaria y pensando en los demás. Al más mínimo reto nos escondemos en el regazo del Estado, con la esperanza de que nos salve. Como una princesa de cuento, corremos a los brazos de nuestro príncipe, de nuestro rescatador. Le entregamos todo lo que tenemos para que haga con nosotros lo que quiera, para que nos vuelva a encerrar en nuestras torres si así lo quiere.
Nos olvidamos de que ese príncipe que hoy parece tan apuesto y fuerte es el mismo ogro que hasta hace un par de días no dudaba en vender nuestro Sistema de Salud Pública al mejor postor. ¡Si! esa sanidad pública que hoy representa nuestra única red de seguridad. Nuestra única defensa. Con las medidas de seguridad intentan disimular su estado. Evitar que nos demos cuenta de que el sistema sanitario se encuentra en los huesos, a punto de colapsar por culpa de la rapiña y externalización de sus -nuestros-recursos.
Carecemos de autonomía o de la más mínima iniciativa para reaccionar para superar un problema sin recibir órdenes. A veces ni tan siquiera sabemos mantener la calma o actuar con un mínimo de sentido crítico, con un poco de lógica solidaria
Como olvidarnos que fue ese ogro el que después de la última crisis se dedicó a premiar a sus causantes, los bancos. Dejándonos al resto a nuestra suerte, comiéndonos las cagadas y la mierda que no producimos. En definitiva, ¿cómo podemos olvidar que el Estado que hoy nos llama a la “responsabilidad social” es la misma institución que tiene como único fin proteger a las elites y mantenerlas con nuestro sudor? ¡Esa bestia! que nos obliga a competir entre nosotras por un par de migajas: a ser el mejor de la clase, a tener más dinero que el vecino, a matarnos por un puesto de trabajo, a competir para sobrevivir. ¡Responsabilidad social! qué bonito disfraz para esconder su tan añorada sumisión, su deber de Estado; la defensa de su famoso estado del bienestar. Como si este estado de bienestar no fuera ya una pandemia para la gran mayoría de la población.
“¡Responsabilidad social!” qué bonito disfraz para esconder su tan añorada sumisión, su deber de Estado
En el mundo estudiantil dicen que se nos presentan unas nuevas vacaciones. Esto puede tener algo de cierto en las primeras etapas educativas. La cosa cambia si tienes que hacer la EBAU o pagar una matrícula universitaria. Si esa es tu situación: estás jodido. A ver cómo nos las arreglamos para cumplir con todos los requisitos de trabajos, exámenes y exposiciones que normalmente llenan nuestras suturadas agendas. Menuda fiesta nos espera. ¡Preparad anfetas y café, que nos van a hacer falta!
La solución que se les ocurrió para evitar este tiempo en blanco fue: trabajar vía plataformas interactivas. Pero realmente, tal como está pensado el sistema de evaluación, poco más se puede exprimir esas dichosas plataformas. No dan para más de lo que ya hacemos con ellas: trabajos, apuntes, alguna actividad de evaluación continua o preguntar alguna pequeña duda al profesor –con todo lo que suponen para estudiantes y profesores-. Por mucho que le joda a ciertas empresas, se quedaran sin su oportunidad para hacer un simulacro de la educación a distancia que tanto desean. Su “filantrópica” oferta de ayuda parece que caerá en saco roto.
Por mucho que le joda a ciertas empresas, se quedarán sin su oportunidad para hacer un simulacro de la educación a distancia que tanto desean.
En el mundo laboral más de lo mismo. Esta ocasión les viene de perlas para forzar un empujón hacia el teletrabajo y abaratar costos de producción. Si el obrero puede trabajar en casa porque van ellos a gastar en luz, internet, comedores y demás instalaciones necesarias para el trabajo. Así profundizan en su individualización, lo aíslan, volatilizan el compañerismo, hacen imposible la puesta en común de problemas, la organización sindical y por supuesto la lucha colectiva. Sin olvidarnos que este teletrabajo no es posible en la mayoría de trabajos y que las facturas seguirán llenando el buzón de estas trabajadoras.
En estas medidas laborales también se notan las diferencias de clase. Por un lado tenemos a los autónomos, las pequeñas empresas o empresas familiares que, si ya tenían prohibido ponerse enfermos, imaginad lo que les supone un periodo de cuarentena o abrir y arriesgarse a caer enfermos. En contraste las grandes multinacionales que arriesgan la salud de sus empleados mientras continúan recibiendo beneficios. Total, empleados sobran en las listas del paro.
Si el obrero puede trabajar en casa ¿por qué van ellos a gastar en luz, internet y comedores? Así profundizan en su individualización, lo aíslan, volatilizan el compañerismo, hacen imposible la organización sindical y por supuesto la lucha colectiva
Pero no nos pongamos tristes. Nosotros también podemos sacar partido de las crisis y aprovecharla para nuestras luchas –contra la enfermedad, contra los problemas cotidianos y por supuesto la lucha de clases-. Desde nuestras trincheras podemos obtener victorias y valiosas lecciones. Este parón nos va a permitir romper con la rutina de la normalidad capitalista que nos domina, que nos gobierna día tras día. Será una magnífica oportunidad para calmarnos, cuidarnos, conocernos, aprender a valorar lo importante, para fortalecer los lazos sociales y familiares, para reactivar o crear redes de solidaridad y lucha popular.
Es una oportunidad para conocernos, aprender a valorar lo importante, para fortalecer los lazos sociales y familiares, para reactivar o crear redes de solidaridad y lucha popular
Aprovechemos para analizar todo lo que nos rodea. Las crisis acentúan las incongruencias del sistema, muestran de manera mucho más clara las verdades del capitalismo. Es una magnífica oportunidad para dejar de mentirnos y empezar a ver esas verdades, para darnos cuenta de todas esas vergüenzas que nos negamos a ver a pesar de que se nos presentan delante de las narices de forma constante. Comprobar que la igualdad por la que tanto ladran ciertos fariseos no está ni se la espera. Vemos como mientras la mayoría de los mortales tenemos que esperar a tener síntomas y pelearnos con las centralitas para que te presten atención sanitaria, a los borbones le hacen la prueba “por si acaso”. ¡Normal, ellos tiene sangre azul y nosotros somos la plebe! Igual con la cuarentena. No es lo mismo pasarla en un palacio, con todo incluido y pagado por el pueblo, que tener que pasarla en el zulo que tengas alquilado y que deberás pagar a fin de mes. Incluso en ese zulo somos privilegiados, tenemos un techo, no como los miles de vagabundos que pasan la cuarentena en la calle, olvidados.
Vemos como mientras la mayoría de los mortales tenemos que esperar a tener síntomas y pelearnos con las centralitas para que te presten atención sanitaria, a los borbones, políticos y deportistas le hacen la prueba “por si acaso”
También será una buena oportunidad para darnos cuenta del atentado que, contra la salud de todas, supone el desvío del dinero de todos hacia manos privadas. Podremos ver el egoísmo de los bancos, que solo se miran el ombligo y aprovechar para arrimar el hombro y luchar por la supresión de las cuotas de hipoteca, de préstamos que no podamos hacer frente, por la devolución del dinero regalado a los bancos para su rescate, pedir su nacionalización y ¿por qué no? ¡¡¡Abolirlos!!! Y ya que empezamos, abolir también las fuerzas y cuerpos del capital. Aunque ahora quieran aprovechar la histeria colectiva para ponerse el traje de superhéroes nunca salvaron ni salvaran el mundo, más bien todo lo contrario. Me los imagino con sus porras, pelotas de goma, tanques, cazas y portaviones batiéndose en una dura cruzada contra el COVID-19 ¡disparando a matar contra esas puñeteras “células terroristas”! Dirán lo que quieran pero sus bombas son más letales que esta pandemia. Cuánto dinero invertido en todo ese armamento que solo sirve para ir a oprimir y robar a pueblos por el mundo o para mantenernos a ralla; sea por un estado de alarma sanitaria o por que hacemos demasiado ruido pidiendo lo que nos corresponde, luchando por nuestros derechos, por nuestra libertad, por lo que producimos o poniendo peligrosas urnas. Que útil sería todo ese dinero, despilfarrado en juegos de guerra y represión, si lo invirtiéramos en cosas realmente útiles, de verdadero interés: sanidad, bomberos, educación, medidas sociales…
Aunque ahora quieran aprovechar la histeria colectiva para ponerse el traje de superhéroes, las “fuerzas y cuerpos” del capital nunca salvaron ni salvaran el mundo, más bien todo lo contrario
Podremos ver como los burgueses no van a perder el tiempo. Ni se les ablandara el corazón, no lo tienen. Aprovecharán para pedir facilidades de despidos, indemnizaciones y demás artimañas fiscales. Tanto Estado como sindicatos verticales les darán todo lo que piden, no dudarán en volver a arrodillarse ante sus amos. Privatizar beneficios y socializar perdidas con la excusa de que cuanto mejor le vaya al rico, mejor para el obrero. De nosotras depende espabilar y echar por tierra estos mantras. Si fueran ciertos, ¿porque están tan preocupados? ¿Por qué ya están lloriqueando por las esquinas para que les caiga alguna ayuda con la que paliar la situación? ¿Qué más le da que los trabajadores no puedan ir a trabajar si total es el empresario el que produce la riqueza?
Comprobamos, también, que la situación ecológica del planeta es culpa del modelo económico. Con una simple paralización de la desesperada actividad productiva y extractivista se consiguen bajar la contaminación a niveles impensables en las afamadas cumbres ecológicas. Más que con cualquier medida individual o que con cualquier pose Eco-friendly de empresas e instituciones, por mucho que se le joda el negocio a Greta.
Aprovecharán para pedir facilidades de despidos, indemnizaciones y demás artimañas fiscales. Tanto Estado como sindicatos verticales les darán todo lo que piden, no dudarán en volver a arrodillarse ante sus amos
Como estudiantes tendremos que volver a organizarnos para no comernos el marrón que esto nos deje. Tenemos una oportunidad perfecta para volver a pedir un cambio en el calendario y que vuelva septiembre, que nos devuelvan la parte proporcional de las matrículas por las horas de clase presencial que no nos dieron, que se busque otra manera para evaluarnos que no sea hacer todo el trabajo del cuatrimestre en un par de semanas... Levantarnos para conseguir instaurar otro modelo educativo que enseñe algo más que memorizar, que busque la colaboración y el apoyo mutuo entre los estudiantes y no nos lance a una lucha de todos contra todos, que nos enseñe a sobrevivir, a ser autosuficientes y a tener valor en lugar de a asentir y obedecer.
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Sociedad
HAY QUE EXPROPIARLOS http://www.izquierdadiario.es/
“Que no pare el negocio”: la sanidad privada exige que se financie el 75% de su facturación
La sanidad privada se encuentra tratando al 19% de los hospitalizados y al 10% de los casos de UCI. Solicita acceso a líneas de financiación gratuita y a líneas de avales por el Ejecutivo por importe del 75% de su facturación. Estos empresarios de la salud prevén, asimismo, ERTE para 28.000 de sus trabajadores y reclama la exención de impuestos y cuotas de la Seguridad Social.
Jose Lavín
Madrid
Martes 31 de marzo | 10:10
La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha propuesto al Gobierno un decálogo de medidas que permitan “asegurar la viabilidad económica de la sanidad privada”, si bien desde la patronal afirman que “la colaboración está fuera de toda duda” lo que si cuestionan es lo que realmente les importa: la falta de facturación y la imposibilidad de continuar incrementando las ganancias. Piden por ello al gobierno que aporte el 75% de su facturación y les otorgue privilegios fiscales.
Durante los primeros días de la pandemia, mientras la sanidad privada desviaba a la sanidad pública una buena parte de los infectados por coronavirus, el gobierno acabó anunciando, contra su voluntad y empujado por la crisis sanitaria, que tomaba el control de la sanidad privada, ordenando que se desprogramaran todas las actividades de los centros privados que no tuvieran carácter urgente para la atención de pacientes con coronavirus.
La patronal se lamenta de que esto ha supuesto una caída de su actividad del 80%, explica Carlos Rus, presidente de la patronal ASPE que agrupa al 80% del sector. No explican sin embargo como ante la pandemia ya anunciada, en vez de reconvertir sus instalaciones, los hospitales privados continuaron desarrollando actividades no esenciales para combatir al Covid-19. Esto en parte se debe a que el 70% de los ingresos de los hospitales privados proviene de las pólizas de salud.
“Entre esta desprogramación y la caída de actividad por el confinamiento de los ciudadanos, está suponiendo que muchos centros económicamente no tengan ingresos” añade Rus. Para la patronal es una lástima que no acudan clientes de sus pólizas de salud debido al confinamiento al mismo tiempo que lamentan el gasto que supone tener que volcarse en la crisis sanitaria. Esta curiosa paradoja se explica por el modelo irracional en que se basa la sanidad privada, anteponiendo ante todo los beneficios empresariales a la salud de las personas.
Es por ello que han presentado un decálogo de medidas solicitando al Gobierno “ayudas directas a centros implicados en la atención a pacientes con coronavirus”. Esto no es todo, piden subvenciones al Estado y reclaman la exención del pago de las cuotas de la Seguridad Social, exención del pago de impuestos y el acceso a líneas de financiación gratuita y a líneas de avales establecidas por el Ejecutivo, así como créditos blandos. Exigen acceso a una línea de financiación específica, por importe del 75% de la facturación del sector hospitalario durante dos meses.
La patronal ASPE integra 468 hospitales privados y 925 centros no hospitalarios, sin embargo, se encuentra tratando al 19% de los hospitalizados y al 10% de los casos de UCI.
La patronal se queja de que los hospitales que atienden la crisis del coronavirus no están facturando. A esta patronal no le importa colaborar, como ella dice, pero siempre y cuando no se toquen sus beneficios. ASPE ya ha comunicado que planea un ERTE para 28.000 empleados que permanecen inactivos por no trabajar directamente en la lucha contra la pandemia, en vez de equiparlos y reconvertir las instalaciones para luchar contra la pandemia. El grupo privado HM perteneciente a ASPE, es el mismo que ofertaba pruebas de coronavirus por 300 euros al comienzo de la crisis, que en 2018 facturó 415 millones de euros, y que durante las últimas semanas envió personal de vacaciones “para ahorrar costes”.
La ASPE, experta en convertir la salud en negocio, pertenece a la misa CEOE que no deja de exigir más ayudas económicas para las grandes empresas tras el rescate de 117.000 millones de dinero público presentado por el gobierno. Mientras los trabajadores de la salud pública se quejan de la falta de recursos e incrementa el número de casos de personal sanitario contagiado por “ir a una guerra sin protección”, la patronal despide a sus trabajadores preocupada por hacer negocio y sacar provecho de la situación.
Desde la patronal dicen que si bien “no es el momento de reivindicar nada” afirman que “cuando superemos esta crisis, mantendremos las conversaciones que tengamos que tener a nivel de las autonomías y del ministerio”.
Hay que expropiar a estos parásitos y poner definitivamente todos los recursos de la sanidad privada al servicio de derrotar la pandemia.
La sanidad privada se encuentra tratando al 19% de los hospitalizados y al 10% de los casos de UCI. Solicita acceso a líneas de financiación gratuita y a líneas de avales por el Ejecutivo por importe del 75% de su facturación. Estos empresarios de la salud prevén, asimismo, ERTE para 28.000 de sus trabajadores y reclama la exención de impuestos y cuotas de la Seguridad Social.
Jose Lavín
Madrid
Martes 31 de marzo | 10:10
La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha propuesto al Gobierno un decálogo de medidas que permitan “asegurar la viabilidad económica de la sanidad privada”, si bien desde la patronal afirman que “la colaboración está fuera de toda duda” lo que si cuestionan es lo que realmente les importa: la falta de facturación y la imposibilidad de continuar incrementando las ganancias. Piden por ello al gobierno que aporte el 75% de su facturación y les otorgue privilegios fiscales.
Durante los primeros días de la pandemia, mientras la sanidad privada desviaba a la sanidad pública una buena parte de los infectados por coronavirus, el gobierno acabó anunciando, contra su voluntad y empujado por la crisis sanitaria, que tomaba el control de la sanidad privada, ordenando que se desprogramaran todas las actividades de los centros privados que no tuvieran carácter urgente para la atención de pacientes con coronavirus.
La patronal se lamenta de que esto ha supuesto una caída de su actividad del 80%, explica Carlos Rus, presidente de la patronal ASPE que agrupa al 80% del sector. No explican sin embargo como ante la pandemia ya anunciada, en vez de reconvertir sus instalaciones, los hospitales privados continuaron desarrollando actividades no esenciales para combatir al Covid-19. Esto en parte se debe a que el 70% de los ingresos de los hospitales privados proviene de las pólizas de salud.
“Entre esta desprogramación y la caída de actividad por el confinamiento de los ciudadanos, está suponiendo que muchos centros económicamente no tengan ingresos” añade Rus. Para la patronal es una lástima que no acudan clientes de sus pólizas de salud debido al confinamiento al mismo tiempo que lamentan el gasto que supone tener que volcarse en la crisis sanitaria. Esta curiosa paradoja se explica por el modelo irracional en que se basa la sanidad privada, anteponiendo ante todo los beneficios empresariales a la salud de las personas.
Es por ello que han presentado un decálogo de medidas solicitando al Gobierno “ayudas directas a centros implicados en la atención a pacientes con coronavirus”. Esto no es todo, piden subvenciones al Estado y reclaman la exención del pago de las cuotas de la Seguridad Social, exención del pago de impuestos y el acceso a líneas de financiación gratuita y a líneas de avales establecidas por el Ejecutivo, así como créditos blandos. Exigen acceso a una línea de financiación específica, por importe del 75% de la facturación del sector hospitalario durante dos meses.
La patronal ASPE integra 468 hospitales privados y 925 centros no hospitalarios, sin embargo, se encuentra tratando al 19% de los hospitalizados y al 10% de los casos de UCI.
La patronal se queja de que los hospitales que atienden la crisis del coronavirus no están facturando. A esta patronal no le importa colaborar, como ella dice, pero siempre y cuando no se toquen sus beneficios. ASPE ya ha comunicado que planea un ERTE para 28.000 empleados que permanecen inactivos por no trabajar directamente en la lucha contra la pandemia, en vez de equiparlos y reconvertir las instalaciones para luchar contra la pandemia. El grupo privado HM perteneciente a ASPE, es el mismo que ofertaba pruebas de coronavirus por 300 euros al comienzo de la crisis, que en 2018 facturó 415 millones de euros, y que durante las últimas semanas envió personal de vacaciones “para ahorrar costes”.
La ASPE, experta en convertir la salud en negocio, pertenece a la misa CEOE que no deja de exigir más ayudas económicas para las grandes empresas tras el rescate de 117.000 millones de dinero público presentado por el gobierno. Mientras los trabajadores de la salud pública se quejan de la falta de recursos e incrementa el número de casos de personal sanitario contagiado por “ir a una guerra sin protección”, la patronal despide a sus trabajadores preocupada por hacer negocio y sacar provecho de la situación.
Desde la patronal dicen que si bien “no es el momento de reivindicar nada” afirman que “cuando superemos esta crisis, mantendremos las conversaciones que tengamos que tener a nivel de las autonomías y del ministerio”.
Hay que expropiar a estos parásitos y poner definitivamente todos los recursos de la sanidad privada al servicio de derrotar la pandemia.
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El Gobierno aplaza 6 meses el pago de cuotas a pymes y autónomos
- Escrito por Redacción / Agencias
- Publicado en Economía
El Gobierno ha aprobado una moratoria de 6 meses sin intereses para el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social de autónomos y pymes, aunque con algunas condiciones. El Consejo de Ministros ha decidido aprobar este aplazamiento de pago de cuotas así como el del pago de sus deudas a la Seguridad Social hasta el 30 de junio de este año.
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha señalado en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo que al aplazamiento de seis meses del pago de las cuotas se suma la moratoria sin intereses en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social de los días trabajados en marzo.
A su vez, la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha resaltado que estas nuevas medidas de apoyo a las empresas y autónomos para afrontar la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus complementarán a las ya en marcha.
"Que las empresas se sientan ayudadas para el sostenimiento del tejido productivo y los trabajadores seguros también", ha dicho Montero al tiempo que Calviño ha querido mandar un mensaje de "apoyo" a trabajadores, empresas y autónomos, colectivos que "juegan un papel fundamental en esta emergencia".
La vicepresidenta tercera además ha recordado que hoy se ha aprobado que todas las medidas económicas que no tengan un plazo de duración exacto se prorrogarán hasta un mes después del fin del estado de alarma.
Ha agradecido a empresas y autónomos la acción "responsable" y su labor, ya que están reaccionando "poniendo todo de su parte", algunos con nuevos procesos de producción. "Doy las gracias porque su actitud de hoy es clave para la recuperación que esperemos tener lo antes posible", ha dicho. EFE.
extraordinario para trabajadores temporales sin paro
- Escrito por Redacción / Agencias
- Publicado en Economía
El Consejo de Ministros ha aprobado este martes un subsidio extraordinario por desempleo de 440 euros mensuales para trabajadores temporales cuyo contrato terminó durante el estado de alarma sin haber generado derecho a ninguna prestación.
El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha asegurado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que con esta medida se amplía la cobertura para proteger nuevas situaciones de trabajadores afectados por la crisis sanitaria.
En concreto, este subsidio de desempleo excepcional protegerá a aquellos trabajadores cuyo contrato temporal haya llegado a su fin tras la declaración del estado de alarma, sin periodo de carencia, es decir, para los que no tengan la cotización necesaria para acceder a otra prestación o subsidio.
Este subsidio podrá ser percibido durante un mes por los trabajadores que tuvieran un contrato temporal de al menos dos meses de duración y es incompatible con la percepción de cualquier otro subsidio de desempleo, renta mínima, de inclusión, salario social o ayudas análogas concedidas por cualquier administración pública, según datos del Ministerio de Trabajo.
"La Constitución recoge en su artículo 35 que todos los hogares deben tener los ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas", ha dicho Iglesias, quien ha detallado que este subsidio asciende al 80 % del Indicador Múltiple Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), es decir, a unos 440 euros mensuales.
De esta forma, ha dicho Iglesias, se "refuerza el escudo social con nuevas prestaciones para colectivos especialmente vulnerables", dándoles un "trato equivalente" al de aquellos cuyas empresas les han incluido en expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), cobrando por ello una prestación. EFE.
El taxi se queda sin pasajeros y exige medidas urgentes para salvar al sector
- Escrito por Redacción / Agencias
- Publicado en Economía
Los taxistas se han quedado sin pasajeros tras la paralización de la actividad económica, e insisten en reclamar al Gobierno medidas urgentes en materia fiscal y social para hacer frente a esta crisis, así como la entrega inmediata de mascarillas y otros elementos de protección.
La solicitud de servicios de taxis por aplicaciones o emisoras es ahora una décima parte de la habitual, descontando los traslados que se están realizando gratis, voluntaria y solidariamente para sanitarios y otro personal esencial, ha señalado este martes la patronal Fedetaxi en un comunicado.
Algunas ciudades han tomado ya medidas para reducir la oferta de taxis como, por ejemplo, Sevilla donde sólo puede trabajar diariamente un 25 % de la flota, Barcelona un 20 %, Madrid hasta un máximo de un 50 % o Málaga un 20 %, y así cientos de municipios españoles.
En consecuencia, la actividad económica y la facturación de los taxistas están a día de hoy sólo en torno a un 10 o un 15 % de las cifras normales, ha indicado la patronal.
La tesorería de los autónomos titulares de las 63.917 licencias de taxi está "en mínimos", con facturaciones pendientes de cobro y con un acceso a la financiación muy complejo para la gran mayoría, según Fedetaxi, que reclama al Gobierno que actúe de forma inmediata con medidas prácticas que permitan al sector "sostenerse en pie" mientras espera la vuelta a la normalidad.
Ademas, los pocos profesionales que están en la calle se encuentran precariamente desprovistos de mascarillas y otros medios de reducción del riesgo de contagio de Covid-19.
Por ello, reclama que los autónomos y asalariados del taxi sean considerado de atención especial en materia de protección sanitaria para dotarles de mascarillas, EPI's y demás material de desinfección de los vehículos de forma urgente, y que sean clasificados como prioritarios a la hora de realizar las pruebas de detección de la Covid-19.
Asimismo ha pedido que se cancele la obligación de pago de la cuota al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social; que se reconozca, con carácter universal, a todos los taxistas la nueva prestación extraordinaria por cese de actividad para los autónomos, o que se aplique sobre el IVA e IRPF del Régimen de Estimación Objetiva (módulos) una rebaja del 50 %.
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El blindaje del Gobierno a empresas estratégicas se amplía a firmas europeas con control no comunitario
El Gobierno ha ampliado el blindaje que diseñó el pasado 17 de marzo para evitar que empresas de fuera de la Unión Europea (UE) y de la Asociación Europea de Libre Comercio aprovechen la crisis del coronavirus para tomar el control de empresas españolas de sectores estratégicos.
El real decreto-ley aprobado ayer por el Consejo de Ministros con nuevas medidas para luchar contra la epidemia especifica que tampoco podrán tomar el control de empresas españolas las sociedades europeas cuyos titulares reales sean residentes en países de fuera del espacio europeo.
De esta forma se evita que inversores no europeos tomen el control de empresas españolas a través de sociedades constituidas en algún país europeo.
Tal y como estableció el real decreto-ley aprobado el 17 de marzo, se suspende el régimen de liberalización de determinadas inversiones extranjeras directas en España cuando supongan la toma de una participación igual o superior al 10 % del capital de la empresa española o cuando "como consecuencia de la operación societaria, acto o negocio jurídico se participe de forma efectiva en la gestión o el control de dicha sociedad".
Los ingresos laborales pueden caer en $3,4 billones por coronavirus, advierte la ONU
Los ingresos laborales pueden reducirse en 3,4 billones de dólares por la pandemia de coronavirus, advierte un informe del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres.
«Según los cálculos de la Organización Internacional del Trabajo, podemos perder entre 5 y 25 millones de empleos y ver una pérdida de ingresos laborales de entre 860.000 millones y 3,4 billones de dólares estadounidenses», dice el documento.
El informe añade que las pequeñas y medianas empresas, las personas empleadas por cuenta propia y los trabajadores asalariados resultarán los más afectados.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) califica como pandemia la enfermedad covid-19 causada por el coronavirus SARS-CoV-2 detectado en la ciudad china de Wuhan, capital de la provincia de Hubei (centro-este), a finales de 2019.
A escala global se han detectado más de 826.000 contagios por el virus, entre ellos más de 40.700 decesos, según la universidad estadounidense Johns Hopkins. Más de 174.000 personas han superado la infección.
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Los sectores incluidos son aquellos "que afectan al orden público, la seguridad pública y la saluda pública", según el texto del 17 de marzo, que cita expresamente las infraestructuras críticas, físicas o virtuales (energía, transporte, agua, sanidad o comunicaciones), las tecnologías críticas, los suministros fundamentales o los medios de comunicación.
El texto del 17 de marzo indicaba también que quedaba suspendido el régimen de liberalización de inversiones extranjeras si el inversor estaba controlado, directa o indirectamente, por un gobierno o un organismo público de otro país.
El real decreto-ley aprobado ayer añade que podrá establecerse mediante un reglamento el importe por debajo del cual las operaciones de inversión directa extranjera quedarán exentas de someterse al régimen de autorización previa.
Las disposiciones aprobadas ayer y el 17 de marzo modifican la Ley 19/2003 sobre el régimen jurídico de los movimientos de capitales y de las transacciones económicas con el exterior.
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