domingo, 26 de abril de 2020

MEDIDAS ECONÓMICAS DE LA UE, POR CRISIS CORONAVIRUS,...¡¡


Sólo, reproduzco, busco temas interesantes,...y al blog, para quienes quieran leerlo,..¡¡. Lmm.


((La Comisión Europea da luz verde al paquete español de apoyo a empresas por la COVID-19

  • Escrito por Redacción /  
  • https://elobrero.es/economia/47606-bruselas-da-luz-verde-al-paquete-espa%C3%B1ol-de-apoyo-a-empresas-por-la-covid-19.html

La Comisión Europea (CE) dio este viernes luz verde al nuevo paquete español de apoyo público a grandes empresas y pymes afectadas por la pandemia de coronavirus, que hayan redirigido su actividad a la producción de material médico o estén investigando el virus, entre otras.
Bruselas señaló que bajo este paquete se podrá otorgar apoyo público a la investigación sobre el COVID-19, para infraestructuras de testeo, a las inversiones para la producción de "materiales relevantes" para el coronavirus, en forma de subsidios salariales a empleados para evitar despidos, y para el aplazamiento del pago de impuestos o de contribuciones a la seguridad social.
La vicepresidenta de la Comisión Europea a cargo de Competencia, Margrethe Vestager, señaló que el paquete "permitirá a España apoyar su economía durante esta crisis" y afirmó que Bruselas seguirá trabajando con los países para asegurar que pueden poner en marcha este tipo de medidas de forma efectiva rápida y en línea con las normas europeas.
Las medidas que España ha notificado a Bruselas amplían además, según la Comisión, el primer paquete de ayudas que la Comisión ya había aprobado a principios de este mes.
En concreto, permitirá dar apoyo en forma de garantías, tipos de interés subsidiados y capital de inversión por un monto nominal de hasta 100.000 euros para empresas del sector agrícola, 120.000 euros en pesca y acuicultura y 800.000 euros en el resto de sectores.
"La medida permitirá que las autoridades españolas e todos los niveles, incluyendo el nacional, regional y local, otorguen las ayudas. Se destinan a pymes y grandes empresas y se aplican en todo el territorio español", apuntó la Comisión.
Además, señalan, las ayudas solo podrán concederse hasta finales de este año y únicamente a empresas que no estuvieran "en dificultades" a fecha del 31 de diciembre de 2019.
El Ejecutivo comunitario ha flexibilizado sus reglas sobre ayudas de Estado para garantizar que los países miembros puedan hacer frente a las consecuencias sanitarias y económicas del coronavirus, un cambio en vigor hasta el final de diciembre de 2020 pero que podría prorrogarse.
Bruselas considera que la iniciativa española está en línea con las condiciones de las nuevas normas, ya que las ayudas cubrirán "una parte significativa de los costes de inversión necesarios para el desarrollo y pruebas de productos y tratamientos innovadores contra el coronavirus". )) EFE.////


Las previsiones apuntan que la economía española se contraerá un 8% este añoLas previsiones apuntan que la economía española se contraerá un 8% este año


Las previsiones publicadas por diversas instituciones, desde el FMI al Banco de España o BBVA Research, en los últimos días apuntan a una contracción de la economía española de alrededor del 8 % este año, a la que seguirá un rebote intenso pero insuficiente para recuperar el nivel de PIB previo a la crisis.
A la espera de que el próximo 30 de abril el Gobierno remita a Bruselas su Plan de Estabilidad con una actualización del cuadro macroeconómico que recoja el impacto de la crisis del coronavirus, instituciones, expertos y entidades financieras han comenzado a publicar sus propias estimaciones.
Estas previsiones avanzan una dura recesión, con un desplome del PIB que superará ampliamente el 3,9 % anotado en 2009, el peor registro anual de toda la crisis financiera.
El Banco de España prevé una contracción "sin precedentes" este año, de entre el 6,6 % y el 13,6 % en función de la metodología utilizada y de la duración del confinamiento, a la que seguirá una recuperación de entre el 5,5 % y el 6,1 % en 2021 que no será suficiente para alcanzar las estimaciones previas a la pandemia.
El FMI cree que el desplome del PIB, que cifra en el 8 % -el mayor desde la Guerra Civil-, vendrá acompañado de una subida de la tasa de paro hasta el 20,8 % al cierre del año, seis puntos más que en 2019. En 2021, la economía crecerá un 4,3 %.
El BBVA Research coincide en que la caída del PIB será del 8 %, siempre que el confinamiento se prolongue ocho semanas, y le seguirá una recuperación en "uve asimétrica" en la que el repunte del 5,7 % en 2021 será insuficiente para alcanzar las previsiones de antes de la epidemia.
Funcas estima la contracción en el 7 %, con especial incidencia en alojamientos y restaurantes y la destrucción de unos 900.000 empleos, y un rebote del 5,4 % en 2021, aunque el nivel del PIB previo no se recuperará hasta 2023.
La agencia de medición de riesgos S&P Global Ratings calcula la caída del PIB en el 8,8 % este año, lo que llevará la tasa de paro hasta el 16,4 %, para después remontar un 5,1 % en 2021 y un 4,3 % en 2022.
Las previsiones de la CEOE apuntan a un descenso del PIB de entre el 5 % y el 9 % este año, que en el escenario más adverso conllevaría un aumento del paro en 900.000 personas, seguido de un rebote del 5,2 %.
El servicio de estudios de Mapfre estima que la contracción se situará entre el 5,6 % y el 10,7 % y el Consejo General de Economistas (CGE), en el 4 %, si bien sus últimas proyecciones se remontan al 2 de abril.
El desplome de la economía y las medidas adoptadas por el Gobierno para frenar la epidemia lastrarán las cuentas públicas, con un déficit disparado según el Banco de España (entre el 7 % y el 11 % del PIB), el FMI (9,5 %), el BBVA Research (10,8 %), Funcas (más del 10 %) o CEOE (entre el 7,5 % y el 11 %).
Esto repercutirá en un aumento del endeudamiento público, que se situará entre el 110 y el 120 % del PIB según el Banco de España, el 113,4 % del PIB según el FMI, casi el 120 % del PIB según el BBVA Research, el 115 % del PIB según Funcas o una horquilla entre el 108 % y el 115 % del PIB según la CEOE.////

FRACCIÓN TROTSKISTA - CUARTA INTERNACIONAL

En la “primera línea” para que los capitalistas paguen la crisis pandémica y sus brutales consecuencias

Declaración de organizaciones socialistas y revolucionarias de 14 países y la Red Internacional La Izquierda Diario hacia el Primero de Mayo, día internacional de las y los trabajadores









Fracción Trotskista - Cuarta Internacional
Sábado 25 de abril | 14:39








Image From South China Morning Post/ Illustration: Craig Stephens
En diversos países reconocemos a la “primera línea” de trabajadoras y trabajadores de la salud, del transporte, de la alimentación, del abastecimiento, del aseo urbano y otras diversas tareas. Están expuestos al combate cotidiano a una pandemia que no es sólo natural, sino que tiene profundas raíces sociales y políticas. Los capitalistas y sus gobiernos destruyeron desde hace décadas los sistemas de salud pública y precarizaron las condiciones de trabajo y de vida de las mayorías populares con el único fin de acrecentar sus ganancias, generando una desigualdad brutal. Tuvieron una conducta criminal al no responder a los avisos de alerta y previsión de la pandemia, años antes. Cuando llegó, en forma mayoritaria terminaron aplicando cuarentenas generalizadas, sin testeos masivos ni ampliación de la capacidad hospitalaria, transformando el necesario “aislamiento social” en parálisis productiva y del comercio mundial, caídas bursátiles y de los precios de las materias primas. Un hundimiento económico sin precedentes. Hay también gobiernos que se opusieron a medidas de aislamiento social o las tomaron muy limitadamente con el único fin de preservar las ganancias del capital, a costa de aumentar el contagio y provocar miles de muertes adicionales. Las grandes patronales y sus gobiernos están aprovechando la crisis para multiplicar despidos, cierres de empresas, suspensiones con rebajas salariales, mayor precarización y cambio en las condiciones de trabajo. Miseria y hambre para miles de millones. Frente a esta realidad, está surgiendo en diversos países otra “primera línea” de luchas obreras y populares, anticipando lo que vendrá cuando pasen los picos de la pandemia y emerjan sus consecuencias sociales, políticas y económicas. Los escribas de la burguesía alertan sobre “insurrecciones” y “revoluciones” de la clase trabajadora y el pueblo.
Las organizaciones socialistas y revolucionarias de 14 países y la Red Internacional La Izquierda Diario, con multimedios en 8 idiomas (diarios on line, programas en vivo, videos on demand, podcast, etc.), impulsamos esta declaración y convocamos a un Acto Internacional simultáneo el próximo 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, que transmitiremos, con traducción, desde nuestras plataformas, antes del acto que realizará ese mismo día (trasmitido también por internet) el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad de Argentina. Un acto en apoyo a todas esas trabajadoras y trabajadores, pero especialmente para levantar un programa y una estrategia de lucha para que esta crisis no la pague otra vez el pueblo trabajador, sino la clase social que es responsable de la explotación, de la depredación indiscriminada del planeta, de la degradación de la salud, la educación y la investigación científica. Convocamos por esto, a organizar y ampliar la “primera línea” que se prepare para que esas luchas, que se multiplicarán, puedan triunfar. Para unir a todos los explotados y oprimidos contra las burocracias que nos dividen y buscan conciliar con los gobiernos y estados. Con estos objetivos vitales, hace falta construir partidos de trabajadores socialistas y revolucionarios a nivel nacional e internacional (la Cuarta Internacional).
1. De la crisis sanitaria al colapso económico: el responsable no es el virus
Diversos estudios, que hemos publicado en La Izquierda Diario, han demostrado que las pandemias causadas por nuevas cepas de gripe se originaron en el choque provocado por la ruptura brusca de los equilibrios medioambientales y ecológicos producto del avance desenfrenado del agrobusiness “en las fronteras de la producción del capital”. Mientras, las grandes empresas farmacéuticas dedicaron sus principales investigaciones a las enfermedades más “rentables”. Las instituciones “multilaterales” como la OMS actuaron en función de intereses geopolíticos. Los gobiernos dejaron pasar las advertencias previas y el estallido mismo de esta pandemia en China.
Aún no se vislumbra el fin de la pandemia del COVID 19, ya que sólo en China y el Sudeste de Asia parece haber sido contenida, pese al peligro de rebrotes. Se multiplican los efectos económico-sociales de verdadera catástrofe. La caída de la producción y el salto en la desocupación, en particular en Estados Unidos, llegan a niveles que superan los de la crisis del 2008. Llevan a pensar en la Gran Depresión posterior al crack del ’29 (cuando el PBI cayó 9% el primer año y 27% entre el ’29 y el ’33, con la desocupación llegando en ese último año al 25%). En apenas cinco semanas pidieron seguro de desempleo más de 26 millones de personas. Se estima que la desocupación está llegando al 20% (en el 2009 llegó en su pico al 10%). La caída de la producción en China en el primer trimestre ha sido histórica (-6,8%), así como lo fue también en Italia, España y casi toda Europa y en los demás continentes.
El FMI pronostica una caída del 3% del PBI mundial para este año, enorme si se compara con el 0,1% de caída del año 2009, lo que se conoció como la “gran recesión”. A su vez, el FMI anuncia, en su escenario “optimista”, una recuperación para 2021, basado en el supuesto de que la pandemia terminará para el segundo semestre de este año y, lo más importante, que los planes de rescate funcionarán y evitarán la quiebra de empresas y que esto golpee, por una sucesión de impagos, sobre el sistema financiero. En su escenario pesimista, la caída se profundizaría este año y la salida sería incierta. La OCDE calcula 2 puntos de caída del PBI por cada mes de cuarentena, por lo cual, la prolongación de la pandemia tiene altísimos costos y riesgos para las empresas y bancos. Pero incluso si lograran una recuperación en 2021, no hay a la vista motores económicos que empujen una recuperación más sostenida. Recordemos que China tuvo altas tasas de crecimiento luego del 2009, arrastrando a todos los países productores de materias primas. Ahora, el gigante asiático venía desacelerándose y perdiendo el dinamismo de comienzos de siglo. Luego de la pandemia, su economía va a enfrentar una situación catastrófica de sus principales mercados de exportación.
La burguesía y sus instituciones se vieron obligadas a improvisar medidas sanitarias contrarias a su interés económico frente a una crisis no prevista, salvo algunos pocos países que pudieron responder a tiempo sin paralizarse (como Corea del Sur, Taiwán, Alemania parcialmente y otros, que de todos modos se verán golpeados por la depresión mundial). Ahora, los gobiernos y empresarios presionan para que se levanten las cuarentenas sin organizar testeos masivos, con asombrosa carencia de mascarillas y otras elementales medidas de atención sanitaria. Los más descarados, que consideran que las muertes no los perjudican políticamente, apelan a la movilización de sectores de extrema derecha (Trump, Bolsonaro). Los que, por su propia base política y social, quieren mostrarse como más preocupados por la vida, no saben cómo salir ya que no tomaron medidas preventivas. Cuando la pandemia comenzó en China, luego de las mentiras y encubrimientos de la burocracia de Pekín, tuvieron tiempo que desperdiciaron. No buscaron los insumos y materiales necesarios. No podemos olvidar que, en los años previos de alto crecimiento económico, los gobiernos “progresistas” de Brasil, Argentina, Venezuela, Bolivia o Ecuador nunca se propusieron revertir la decadencia de los sistemas de salud pública y siempre promovieron los negocios de la salud privada.
Si bien los contagiados que expandieron la enfermedad fueron sectores de clase media y ejecutivos que viajan habitualmente por el mundo, ni bien comenzó a expandirse masivamente en cada país, los más afectados pasaron a ser, como no podía ser de otra manera, los más oprimidos. Así, en Estados Unidos hay proporcionalmente más fallecidos entre negros e hispanos, así como ocurre también con las y los negros en Brasil.
Como venimos insistiendo desde nuestra Red Internacional, el coronavirus SARS-COV-2 no es responsable de haberse transformado en la pandemia causante de la muerte de centenares de miles de personas y generadora de una depresión con consecuencias sociales brutales. El virus hizo estallar las contradicciones que venía acumulando el sistema capitalista en su etapa de declinación histórica.
2. Toda salida que preserve al capitalismo implicará retroceso y miseria para la clase trabajadora y los pobres de la ciudad y el campo
Esta crisis se basa en las tendencias pos 2008 de bajo crecimiento de la inversión y la productividad, alto endeudamiento (de los estados y las empresas) y burbujas bursátiles, por lo que venía creciendo la posibilidad de una recesión. Pero su carácter extraordinario es que ahora está motorizada y acelerada por las respuestas a la pandemia, transformada en una depresión con horizonte de salida y dinámica difícil de prever. Tiene como condicionante el factor sanitario, donde una segunda ola del virus obligaría a nuevas medidas de paralización económica de no encontrarse previamente una vacuna y estar disponible para el conjunto de la población. La economía que vuelva a ponerse en marcha no será la misma. Áreas enteras quedarán limitadas por un período importante de tiempo, como el turismo y la aeronavegación, y su destino estará en cuestión.
La respuesta a esta crisis por parte de los capitalistas ha sido, por un lado, enormes paquetes de rescate que están rompiendo todos los parámetros fiscales y monetarios (muy superiores a los instrumentados frente a la crisis del 2008) bajo el justificativo de la excepcionalidad de la crisis. Para sus gobiernos (en esto están de acuerdos derechistas y “progresistas”), los rescates tienen como principal destinatario las grandes empresas y bancos, porque su quiebra implicaría despidos masivos y profundización de la crisis. Así, en aras de mantener “el empleo” les entregan billones de dólares que nunca devolverán o lo harán en cómodas condiciones (como ya pasó con los rescates pos 2008). Nadie investigará sus negociados ni las “deudas odiosas” contraídas por los estados para financiar los diversos mecanismos que los favorecen, como la fuga de capitales (esto ocurre con la deuda argentina que está renegociando el gobierno de Alberto Fernández, o la deuda del Fobaproa en México, producto del rescate bancario, que ahora es billonaria y la están pagando los trabajadores).
Los rescates son esencialmente para los grandes capitalistas, y sólo si ellos garantizan mantener sus fabulosos patrimonios a salvo, entonces concederán mantener parte de los empleos, eso sí, más precarizados. En menor medida, se están otorgando ayudas a la población, como los 1200 dólares por única vez a alrededor 70 millones de norteamericanos y el aumento del seguro de desempleo. Son medidas a todas luces insuficientes, pero responden a la necesidad de una casta política desprestigiada que necesita evitar estallidos sociales y una parálisis mayor de la economía. Por supuesto que habrá quiebras y fusiones, aumentando la concentración el capital, y una competencia despiadada y acrecentada, siguiendo las leyes del capitalismo.
Pero los planes de rescate no han permitido aún frenar las tendencias depresivas y el salto en la desocupación, algo que se prolongará al menos en los próximos meses. Esto puede reactuar sobre las empresas endeudadas y estas sobre los bancos (que por ahora se mantienen a flote). La burbuja bursátil tuvo muy fuertes caídas a comienzos de marzo y se mantuvo más o menos estable, pero habiendo destruido nada menos que 4 billones de dólares en activos financieros. El 9/4 la FED habilitó la compra de deuda de baja calificación (altamente especulativa) con lo cual no quedaron prácticamente sectores financieros por fuera de los rescates en EEUU. Los precios de las materias primas siguen hundidos, produciéndose el hecho inédito del petróleo WTI (en Estados Unidos) cotizando a valores negativos dado que los lugares de almacenamiento están prácticamente llenos y nadie quiere comprar a futuro ante la falta de perspectiva. Una muestra de las fuertes tendencias deflacionarias de la economía mundial.
La vulnerabilidad que mostraron las cadenas globalizadas de valor en esta pandemia, generará presiones a la relocalización y reorganización. Sin embargo, para volver atrás esa conquista capitalista construida en las últimas tres o cuatro décadas de expansión de las fronteras del capital, precisarían no sólo aprovechar esta crisis para “orientalizar” las relaciones laborales en Occidente -lo que implicaría una derrota de magnitud- y poder así hacer rentables sus inversiones, sino también realizar nuevas inversiones de gran magnitud -el punto más débil del capital en la última década- para modificar toda la estructura productiva y de comercialización muy extendida que les permitía maximizar sus ganancias. Esta estructura venía cuestionada por sus efectos económicos y sociales sobre amplios sectores “perdedores de la globalización”. Esta crisis la sacude aún más. La mundialización ya no podrá volver a ser como antes. Las tendencias a la regionalización se acrecentarán. Las guerras comerciales como las que alentó Trump (muchas veces como amenazas pero que generaban inestabilidad permanente y respuestas de sus competidores) estarán a la orden del día. Pero los grandes capitales “ganadores de la globalización” y sus representantes políticos opondrán su resistencia, aprovechando el hecho de que los demagogos nacionalistas como Trump o Bolsonaro no sólo cargan con decenas de miles de muertos por la pandemia sino que tampoco pueden mostrar que sus políticas reaccionarias signifiquen mejorar algo las condiciones de vida de los sectores sociales “perdedores”. Frente a esta crisis, igualmente utópicos son los proyectos “soberanistas” de centroizquierda, como el que representa Mélenchon en Francia, o el gobierno “progresista” del PSOE-Unidas Podemos, que no están dispuestos a atacar consecuentemente los intereses de los grandes capitalistas. Repiten la triste historia de Syriza en Grecia.
Como se ve, incluso en los escenarios más “optimistas” (una recuperación en 2021), la crisis plantea ataques sobre las clases trabajadoras y sectores populares, donde cada conquista en condiciones y puestos de trabajo o salariales, por sistema de salud universales y de calidad, contra la destrucción del medioambiente que plantea el cambio climático, deberán ser arrancadas con la lucha, en una perspectiva anticapitalista.
3. Un desorden mundial como en la entreguerra: se profundiza la pérdida de hegemonía de EEUU
En cuanto a las relaciones entre los estados, se está profundizando la decadencia de Estados Unidos como principal potencia. La respuesta de Trump al COVID19 fue catastrófica en su propio territorio. A nivel global, al contrario de cualquier liderazgo, profundizó su curso nacionalista imperialista del “America First”. Contra cualquier gesto mínimamente “humanitario”, profundizó el bloqueo criminal contra Cuba y Venezuela en medio de la pandemia, así como amenazó con acciones militares contra Irán.
Por su parte, la “unidad” europea se demostró como una impostura, con el cierre total de las fronteras y cada gobierno intentando salvarse sin importarle los demás, aunque ahora hagan llamados a la cooperación. En Italia, el pueblo considera más “amigos” a China y Rusia, con sus políticas interesadas de “ayuda humanitaria”, que a Alemania. Sin embargo, por su debilidad económica, las burguesías del sur de Europa no tienen muchas opciones más que someterse al dictado de los imperialismos más fuertes.
China, que se presenta como potencia emergente “ganadora” por el control que logró de la pandemia, mostró también sus grandes puntos débiles. Fue allí donde nació la mortal enfermedad y el gobierno pretendió ocultarla perdiendo valiosas semanas y meses. Nadie puede descartar nuevos brotes. Y lo más grave: se enfrenta a un mundo diferente del que le permitió emerger desde el comienzo de la restauración capitalista a fines de 1980.
Mientras la cooperación se mantiene en el nivel de la generalización de los salvatajes financieros y en torno a los “consejos” de la OMS (cruzada a su vez por las disputas entre EEUU y China), la competencia descarada por los insumos, materiales médicos y eventuales vacunas, es sólo una pequeña muestra de las tendencias al “desorden” mundial que recuerda más a la situación posterior a la Primera Guerra Mundial, que a la posibilidad de crear un “nuevo orden” como luego de la Segunda Guerra, como reclaman los “globalistas”.
Las tendencias guerreristas que ya se habían esbozado hace pocos meses, con la ejecución sin juicio previo y a cielo abierto del general iraní Soleimani por parte de Estados Unidos, han continuado con las amenazas militares a Irán y los ejercicios navales en las costas de Venezuela. Estas tendencias pueden acelerarse a medida que se agudice la crisis y cada potencia tenga presión a actuar de forma más agresiva.
4. Las luchas actuales anticipan que renacerá, con más fuerza, el ciclo de rebeliones previas. Las y los trabajadores de “primera línea” y precarios como eventuales vanguardias
Desde el punto de vista de los explotados, estamos asistiendo a una demostración brutal de la dependencia del mundo capitalista del trabajo humano, particularmente asalariado, pese a todos los avances de la robotización e inteligencia artificial, que siguen siendo esencialmente apéndices del trabajo más que su reemplazo. En este marco, hubo (y hay) innumerable cantidad de conflictos de sectores de la clase trabajadora que reclamaron licencias pagas y se negaron a ser considerados “esenciales”, contra la pretensión de las patronales y los gobiernos. A su vez, dentro de los sectores claramente “esenciales” (como las y los trabajadores de la salud, transportes, alimentación, aseo urbano, limpieza, algunos comercios y bancos, etc.) hubo y sigue habiendo múltiples conflictos en reclamo de equipos especiales de protección, testeos, etc. En Francia, como señalamos en el sitio Revolution Permanente, los sectores de la clase trabajadora que han seguido trabajando y conquistando prestigio social (los “héroes”) están acumulando odio contra la responsabilidad del gobierno respecto a la pandemia y contra los privilegios de los ricos, yendo así en la senda de los Chalecos Amarillos y de la lucha contra la reforma de las jubilaciones que conmovieron al país.
En Estados Unidos, Trump ha aprovechado la situación desesperante de los que se quedaron sin trabajo, para apoyar movilizaciones de sectores de ultraderecha que piden el levantamiento de la cuarentena para reabrir las economías locales. Sin embargo, el nivel de contagio y las condiciones terribles en las que deben trabajar aquellos que aún mantienen sus empleos son una muestra del desastre que implicaría algo así. Como contracara, las luchas y protestas que vienen llevando adelante miles de trabajadores como los de Amazon, Mc Donald’s, Burger King, Dominos, Instacart, Walmart, Whole Foods, entre otros, sin contar la de los y las trabajadoras de salud en todo el país, son un adelanto de lo que puede pasar si millones de trabajadores retornan a sus empleos en condiciones inseguras.
Lo que venimos denunciando con fuerza, es que en todo el mundo la burguesía y sus gobiernos ya están utilizando el salto en la desocupación y la depresión económica para intentar imponer jornadas de trabajo más flexibles y con rebajas salariales. Las empresas que se encuentran paralizadas, en especial donde hay trabajadoras y trabajadores precarios, les pagan sólo una parte de sus salarios, incluso violando las disposiciones de los gobiernos. En México son millones de trabajadores en la industria maquiladora y los servicios obligados a trabajar, a pesar de ser actividades “no esenciales”, y surgen protestas y paros en toda la frontera norte. En Argentina comenzamos a ver trabajadoras y trabajadores precarios de cadenas de comidas rápidas (Mc Donalds, Burger King, etc.) así como otros sectores de trabajadores (de frigoríficos, comercios, bares, restaurantes, etc.) que se organizan contra el pago parcial de los salarios o directamente el despido. Y es posible que, con el levantamiento de las cuarentenas, las patronales reclamen “esfuerzos conjuntos” pretendiendo imponer jornadas reducidas con salario reducido, etc., además de todos los subsidios y beneficios que les están dando los gobiernos a cambio del compromiso de mantener los planteles. En Venezuela, el pueblo trabajador y pobre protagoniza revueltas contra el hambre, el aumento descomunal de precios y el desabastecimiento, en algunas ciudades.
Las burocracias sindicales han cerrado filas con las patronales y gobiernos, entrando en cuarentena absoluta en cuanto a realizar el más mínimo reclamo en defensa de los derechos de las y los trabajadores. En Estados Unidos, llegan a publicar declaraciones felicitando a los empresarios por “tratar bien” a sus trabajadores. En Chile, la CUT, orientada por el Partido Comunista, apoyó una ley en el Congreso que establece la posibilidad de suspensiones sin pago de salario.
Por último, desde el punto de vista de los explotados, se ha hecho mucho más evidente la crisis de los sistemas de salud pública, no sólo donde está ampliamente privatizada sino también allí donde se mantuvo una buena parte pública pero desfinanciada y degradada (ya sea en países centrales como Italia o Francia, o en países dependientes como Argentina y, mucho peor, Brasil). Emergerán con fuerza de la crisis todas las demandas ligadas a sistemas de salud universales y con el equipamiento suficiente como para enfrentar futuras pandemias, así como las demandas frente al cambio climático.
Los procesos de la lucha de clases que venían desarrollándose durante 2018 y 2019, probablemente anticipen que el redoblado ataque a las condiciones de trabajo y vida de miles de millones de trabajadores y sectores populares dará origen a nuevas y renovadas oleadas.
5. El programa que defendemos
Dos días después de declarada la pandemia por la OMS (11/3), publicamos una declaración donde adelantábamos el programa por el cual hemos venido batallando en estas semanas de crisis. Hicimos agitación política en varios países en torno a la demanda de “testeos masivos”. También agitamos y fuimos parte de las luchas por el cese de toda producción no esencial en los países donde se impusieron confinamientos, contra los intentos de la patronal de seguir la producción de autos o aviones no centrales para la crisis sanitaria, como en Airbus en Francia. Exigimos todo el equipamiento sanitario necesario (camas de terapia intensiva, mascarillas, etc.), planteando la centralización y confiscación de las empresas que los producían, bajo control de los trabajadores.
En cuanto al sistema de salud, desde nuestras organizaciónes y diarios, así como las y los médicos y enfermeras militantes que son parte del activismo de los trabajadores de la salud en Estados Unidos, Argentina, Chile, Brasil, Francia, Alemania, Estado Español, México, exigimos la centralización de todo el sistema de salud, incluyendo la salud privada, para atender la pandemia, en la perspectiva de su nacionalización para prestar servicios de salud de calidad, con inversión y salarios acordes, bajo control de sus trabajadoras y trabajadores.
Impulsamos la organización de los que debían seguir trabajando para ejercer el control sobre las condiciones de seguridad e higiene, desde los jóvenes empleados de Telepizza en Zaragoza hasta los choferes de autobús de la RATP en los alrededores de París, pasando por los mineros, docentes, médicos, enfermeras, portuarios y obreros industriales nucleados en el Comité de Emergencia y Resguardo en Antofagasta y en Santiago de Chile. A su vez, en cada lugar de trabajo “no esencial”, batallamos por licencias pagas al 100%, contra las suspensiones con rebajas salariales y contra los despidos, exigiendo su prohibición.
Prestamos especial atención a las y los trabajadores precarios, lo que trabajan sin derechos laborales, como los de “plataformas” o aquellos de pequeñas empresas que debieron cerrar, exigiendo subsidios o “salarios de cuarentena” para todos ellos, un ingreso que les permita cubrir sus necesidades mínimas. Defendimos los derechos de las y los migrantes, frente al cierre indiscriminado de las fronteras, dejando hacinados y sin atención sanitaria a los que querían volver a sus hogares o directamente no tenían donde ir. Así ocurrió en Bolivia con trabajadores y familias que querían volver.
Rechazamos el fortalecimiento de los aparatos represivos de los estados, tras la utilización de las policías, fuerzas de seguridad o directamente las Fuerzas Armadas para garantizar el “cumplimiento” de las cuarentenas. Rechazamos el espionaje y el control policial y estatal sobre las personas, con el supuesto fin de “controlar al virus”. Estamos por la más amplia autoorganización de los explotados y oprimidos para ejercer su autocontrol y disciplina.
Para los pequeños comerciantes, cuentapropistas, trabajadores autónomos y demás que dejaron de percibir ingresos, exigimos también subsidios a cargo del estado, condonación de las deudas y créditos baratos. Impulsamos que las organizaciones de la clase trabajadora levanten un programa para hegemonizar a las clases medias empobrecidas, tanto de la ciudad como del campo, disputando esa influencia a los que buscan canalizarlas hacia variantes de extrema derecha.
Planteamos impuestos progresivos a las grandes fortunas que los capitalistas no están dispuestos a poner en riesgo en esta crisis. Denunciamos que los multimillonarios, el 1% más rico del planeta que acumula un obsceno 82% de la riqueza global (según Oxfam), deben comenzar a pagar por la crisis, siendo a su vez investigados por todos los negociados históricos de los que se sirven. En los países dependientes planteamos el desconocimiento soberano de las deudas externas. Planteamos que los bancos y capitales financieros no pueden seguir hundiendo países y regiones, ni cargando al estado con deudas impagables. Se impone la nacionalización de la banca bajo control de los trabajadores, para centralizar el ahorro nacional en función de las necesidades populares y el desarrollo de cada país y región, contemplando a su vez el combate al cambio climático. El monopolio estatal del comercio exterior también se plantea como necesidad en todos los países. En aquellos exportadores de materias primas, permitiría impedir que las rentas se las lleven un puñado de multinacionales agroexportadores, mineras o pesqueras.
Estos puntos los presentamos, en cada país, como parte de programas de lucha que promovemos en las organizaciones de la clase trabajadora, la juventud y el movimiento de mujeres. Luchamos contra todas las burocracias que quieren mantener aisladas las luchas y limitar las demandas de cada sector a los intereses corporativos. Impulsamos el frente único obrero, exigiendo a las direcciones de las organizaciones reales de los trabajadores, acuerdos de lucha que nos permitan “golpear juntos, marchar separados”.
En los países imperialistas enfrentamos el patriotismo reaccionario que enfrenta a los pueblos y el racismo o cualquier forma de discriminación hacia los inmigrantes, que fueron abandonados o directamente expulsados con las cuarentenas. El antiimperialismo es una bandera esencial en esos países, cuyas empresas monopólicas y estados ejercen la más brutal opresión sobre la mayoría de las naciones oprimidas. Exigimos el fin de las sanciones contra Venezuela, Cuba e Irán. Denunciamos el apoyo de Bernie Sanders a la ofensiva imperialista yanqui contra Venezuela, en aras de las “misiones humanitarias”; o la posición pro-imperialista de Jean Luc Mélenchon de rechazar las intervenciones militares … sin mandato de la ONU; o el compromiso de Unidas Podemos con la participación española en la OTAN. Apelamos al internacionalismo de las y los trabajadores, para unir a la clase trabajadora por sobre sus fronteras contra los enemigos de clase.
6. Nuestra intervención en la lucha de clases y la Red Internacional de La Izquierda Diario al servicio de la tarea estratégica central: partido, partido, y más partido
Justo en el momento que se desató la pandemia, habíamos dado un paso unitario muy importante entre las corrientes que nos reivindicamos socialistas y revolucionarias: la Conferencia Latinoamericana que se iba a realizar a fines de abril, convocada por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores de Argentina (PTS, Partido Obrero, Izquierda Socialista y Movimiento Socialista de los Trabajadores), a la cual estaban adhiriendo las corrientes internacionales a las que pertenece cada partido. Se había iniciado la discusión con otras que estuvieran de acuerdo en la convocatoria. Dicha declaración y la realización de la Conferencia cuando las circunstancias lo permitan, representan acuerdos muy importantes para avanzar en un terreno común de intervención en la lucha política y de clases internacionalista.
Nuestras organizaciones promueven este tipo de acuerdos en cada país, buscando avanzar todo lo que se pueda en acuerdos concretos para dar batallas en común. Pero siempre lo hacemos señalando con claridad que nuestro norte estratégico es construir la organización que necesita la clase obrera para vencer no sólo a la burguesía y su estado, sino a sus agentes burocráticos y reformistas al interior de la clase trabajadora, el movimiento de mujeres y la juventud. Las burocracias y corrientes conciliadoras con los regímenes burgueses sólo se limitan a intentar reformar al capitalismo decadente. También nos oponemos a las corrientes que, diciéndose de izquierda y revolucionarias, que buscan acuerdos sin principios con los reformistas. Para estas batallas hacen falta partidos de combate, socialistas y revolucionarios, enraizados en la clase obrera. Por esto luchamos en cada país, como parte de la refundación del partido mundial de la revolución socialista, la Cuarta Internacional.
Al servicio de esta batalla están los diarios de la Red Internacional que han experimentado un enorme crecimiento. Contando sólo el mes de marzo, tuvimos 4,4 millones de entradas en Argentina, 2,2 millones en Francia,1,5 millones en Brasil, 1,4 millones en Chile, 1,2 millones de México, 650 mil en el Estado Español (50 mil en la edición en catalán), 200 mil en Estados Unidos y decenas de miles en Alemania, Italia, Bolivia, Venezuela, Uruguay. Casi 12 millones de visitas de conjunto en un solo mes. Las visitas de abril continúan esa dinámica. Inauguramos La Izquierda Diario Costa Rica, y próximamente haremos lo propio en Perú.
Hemos comenzado a transformar los diarios en “multimedios”, realizando programas de TV en vivo por internet, así como video on demand, podcasts, ocupando todos los terrenos de difusión posible, con informes y entrevistas a compañeros y compañeras de otros países, promoviendo el internacionalismo práctico y militante.
Pero lo más destacado es que, al calor de la crisis, los diarios se han convertido, con lógicas desigualdades, en canales de expresión de miles de trabajadores que los han tomado como su canal para difundir denuncias, luchas, reclamos, a través de nuestra militancia en la clase trabajadora y la juventud o enviando sus denuncias directamente a los diarios. Creemos que así los diarios cumplen la función de agitadores y organizadores en la mejor tradición leninista.
En el fundamental terreno de la lucha ideológica contra las corrientes posmodernas, populistas, feministas no socialistas o reformistas de todo tipo, editamos revistas de debate teórico no sólo político, sino sobre historia, filosofía, arte y ciencia, así como organizamos cursos on line de teoría marxista, feminismo socialista y otros, que se pueden consultar en las páginas de nuestros diarios.
7. Vamos a organizar un gran acto internacional simultáneo
El 1 de mayo, día internacional de los trabajadores, haremos un acto simultáneo internacional, con oradoras y oradores de las organizaciones que firmamos esta declaración, traducido a cada idioma, que transmitiremos por internet previo al acto del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad de Argentina. Ambos se podrán ver desde las plataformas de cada uno de nuestros diarios, en los horarios que correspondan a cada país. En estos actos se expresarán las batallas que venimos dando en cada país y a nivel internacional, como hemos señalado en esta declaración.
Invitamos a todos los compañeros y compañeras a ser parte de estos actos, para dar un paso más en construir la “primera línea” de luchadores y luchadoras por una salida de fondo, de la clase trabajadora, socialista y revolucionaria.
La Fracción Trotskista - Cuarta Internacional está conformada por las siguientes organizaciones: Argentina: Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS), Brasil: Movimento Revolucionário de Trabalhadores (MRT), Chile: Partido de Trabajadores Revolucionario (PTR), México: Movimiento de Trabajadores Socialistas (MTS), Bolivia: Liga Obrera Revolucionaria (LOR-CI), Estado Español: Corriente Revolucionaria de Trabajadoras y Trabajadores (CRT), Francia: Courant Communiste Révolutionnaire (CCR) que forman parte del NPA (Nouveau Parti Anticapitaliste), Alemania: Revolutionären Internationalistischen Organisation (RIO), Estados Unidos: compañeros de LeftVoice, Venezuela: Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS), Uruguay: Corriente de Trabajadores Socialistas (CTS)

Firman también las organizaciones simpatizantes: Italia: Frazione Internazionalista Rivoluzionaria (FIR), Perú: Corriente Socialista de las y los Trabajadores (CST) y Costa Rica: Organización Socialista.








Internacional

CORONAVIRUS

Las protestas por falta de comida y precios exorbitantes se extienden en Venezuela

Fuertes protestas y saqueos en Upata, estado Bolívar. Por segundo día consecutivo una ciudad del oriente del país estalla en rabia por el aumento descomunal de los precios de los alimentos y la catastrófica situación que viven los sectores populares en medio de la cuarentena por el coronavirus. Se reportan un muerto y varios heridos por la acción represiva de los cuerpos de seguridad de la zona.









Sociología UCV / @DavidRivasLTS
Jueves 23 de abril | 19:56http://www.izquierdadiario.es/Las-protestas-por-falta-de-comida-y-precios-exorbitantes-se-extienden-en-Venezuela.








Upata, una de las ciudades más importante del estado Bolívar, despertó el miércoles 23 de abril con la rabia de los sectores populares por la escasez de alimentos y los altos precios, elementos que sumados a la escasez de gasolina y fallas en los servicios públicos se transforman en los factores detonantes de estallidos sociales.
Como en Cumanacoa, en el estado de Sucre, las protestas por falta de comida y precios exorbitantes surgen cuando la cuarentena impuesta a partir del Covid-19 ha profundizado las penurias del pueblo venezolano, en un país donde el salario mínimo equivale a 3 dólares mensuales.


En Upata, municipio Piar del estado Bolívar, en horas de la mañana de este jueves se reportaron saqueos y protestas en el centro de la ciudad. Las manifestaciones comenzaron en las inmediaciones del Mercado municipal, donde se presentaron disturbios y saqueos de comercios.
La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía del Estado Bolívar, reprimieron brutalmente con armas de fuego. En estos momentos se reportan al menos un muerto y varios heridos, además de decenas de manifestantes detenidos. Al momento en que escribimos este artículo la comunidad de Upata sigue bajo fuerte represión.

Se trata de una situación que se ha venido repitiendo en diversos lugares del país. Hace un semana vimos cómo en el estado Falcón durante más de una semana se elevó el nivel de la protesta, lo mismo ha acontecido en el estado Sucre, tanto en Araya como en Comunacoa. Y simultáneamente a lo de Upata, también se desarrollan protestas y saqueos en Punta de Mata, en el estado Monadas. Se trata del hambre del pueblo, que ante el desespero se revela y se revuelta.


La Izquierda Diario Venezuela
@LaIzqDiario_VE
Ayer #Cumanacoa, antes #Araya y #Falcon. Hoy #Upata y ahora #Guanare es parte de la protesta popular por falta de comida y los exorbitantes precios. Hacen falta comités obreros y por barrios para el control de la distribución y precios, por un plan de emergencia obrero y popular
23:47 - 23 abr. 2020
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Frente a estos hechos es necesarios la unidad de los sectores populares y los trabajadores de todo el país, poniendo al frente demandas y métodos propios que garanticen la alimentación del pueblo pobre, que se conformen comités obreros y barriales para garantizar la distribución y controlar los precios. Esto no tiene que ver con el supuesto “control de precios” que anuncia el gobierno cada tanto.
Estos comités tienen que ser elegidos democráticamente sin ningún tipo de injerencia estatal, y deben ligarse indisolublemente al control obrero de la producción, deben tener acceso irrestricto a toda la información sobre los niveles de producción y de stock, margen de ganancias, lugares de almacenamiento, cadenas distribución, y con base a eso controlar la distribución y fijar los precios. En definitiva, estos comités obreros y barriales deben ser punta de lanza para evitar que la crisis caiga sobre las espaldas de los más pobres. Esto como parte de un plan de emergencia obrero y popular para que no sea el pueblo que siga pagando y soportando esta catástrofe.

Te puede interesar: A problemas extraordinarios, medidas extraordinarias: ¡para evitar que esta nueva crisis profundice la catástrofe que ya arrastramos! ////

CORONAVIRUS Y CAPITALISMO

Más de 26 millones de nuevos desocupados en Estados Unidos en 5 semanasEste jueves se conocieron los nuevos datos de pedido de seguro de desempleo. En la última semana 4,2 millones se sumaron a los nuevos desempleados en Estados Unidos, que ya suman 26 millones en las últimas 5 semanas.










Juan Andrés Gallardo
@juanagallardo1
Jueves 23 de abril | 13:09








Estados Unidos registra un nivel histórico de desocupación producto de los despidos masivos en medio de la pandemia de coronavirus. Este jueves se conoció que en los últimos 7 días al menos 4,2 millones de personas pidieron el acceso al seguro de desempleo. Si bien esta cifra implica una baja del 20 % en relación a las solicitudes de la semana previa, ya suman 26 millones de nuevos desocupados en las últimas 5 semanas.
El informe publicado este jueves por el Departamento de Trabajo indica que en la semana que concluyó el 11 de abril había ya unos 15,97 millones de personas que recibían pagos del seguro por desempleo, un 34 % de incremento sobre la semana anterior. Sin embargo a la semana pasada había un total de 22 millones de personas que habían pedido el seguro de desempleo.
Miles de personas denunciaron que los sistemas obsoletos de los diferentes Estados hacen muchas veces imposible cargar las solicitudes y que los pagos se pueden retrasar varias semanas. Esto sin contar que millones de personas ni siquiera aplican para este seguro por encontrarse en situaciones irregulares o por ser migrantes sin papeles.
Esta realidad tiene como contracara la de cientos de miles que deben trabajar de forma insegura.
Los empresarios han privilegiado sus ganancias ante todo. En aquellos lugares en los que debían cerrar la producción no dudaron en despedir y suspender a sus trabajadores y a mandarlos a pedir el subsidio estatal. El último ejemplo fue el de la mega corporación Disney que decidió dejar de pagar el sueldo a 100.000 de sus empleados.
Al mismo tiempo, esperan hacerse de los millones de dólares que demócratas y republicanos votaron en el Congreso como parte de un paquete de rescate que 2.2 billones de dólares. El 75 % de ese dinero será destinado a salvar a las empresas y el sistema financiero.
En el otro extremo, aquellas actividades que se consideran esenciales (y las que no tanto como las empresas de comida rápida), obligan a cientos de miles de trabajadores a concurrir a sus empleos sin la protección adecuada y sin garantizar licencias pagas para aquellos que se enfermen. Es por esto que en las últimas semanas se vio una oleada de huelgas y protestas en todo el país para reclamar por estas condiciones básicas de trabajo.
En resumen, aquellos que aún tienen empleo corren el riesgo de enfermar o morir, mientras que los que lo han perdido dependen de la asistencia estatal, que se demuestra totalmente insuficiente, y no saben como podrán garantizar el pago de sus deudas o incluso de los alquileres. Muchos de ellos son los miles que ya hacen semanalmente largas filas frente a los bancos de alimentos para procurarse raciones de comida que no pueden comprar.
Los analistas calculan que el índice de desempleo podría haber llegado a casi el 18 %, un contraste con la situación que hubo hasta febrero, cuando Estados Unidos, con un desempleo que durante meses estuvo alrededor del 3,5 %, registraba las cifras de paro más bajas en medio siglo.
La situación del mercado laboral de EE.UU. en la pandemia es más grave que los peores meses tras la Gran Recesión de 2007-2009, cuando el desempleo llegó al 10 % de la fuerza laboral, y solo se compara con la depresión posterior a la crisis de 1929.
Una encuesta de Gallup, divulgada el miércoles, mostró que el 25% de los adultos empleados en Estados Unidos cree que perderá su trabajo en el curso del año por delante, el índice más alto en 45 años.
Según la misma encuesta, el 34 % de quienes tenían empleo creían que podrían mantenerse durante cuatro meses sin trabajo antes de experimentar dificultades, el 28% creía que lo pasaría mal después de estar un mes sin empleo y el 13% temía afrontar serias dificultades después de apenas una semana sin trabajo.
La semana pasada Mary Cunningham, investigadora del Instituto Urbano, advirtió que los inquilinos con bajos ingresos pronto encararán desalojos, y Avail, una plataforma digital que informa a los propietarios de viviendas alquiladas, señaló que el 53,3% de los inquilinos daba cuenta de la pérdida de empleo.
El National Multifamily Housing Council, una organización que informa sobre el sector de apartamentos de alquiler, señaló que sus datos sobre 13,4 millones de unidades entre el 1 y el 19 de abril mostraban que el 31% de los inquilinos no habían pagado sus rentas en la primera semana de este mes, comparado con el 19% en el período similar en 2019.
Donald Trump ha aprovechado esta situación desesperante para apoyar movilizaciones de sectores de ultraderecha que piden el levantamiento de la cuarentena para reabrir las economías locales. Sin embargo, el nivel de contagio y las condiciones terribles en las que deben trabajar aquellos aún mantienen sus empleos son una muestra del desastre que implicaría algo así. Como contracara, las luchas y protestas que vienen llevando adelante miles de trabajadores como los de Amazon, Mc Donald’s, Burger King, Dominos, Instacart, Walmart, Whole Foods, entre otros, sin contar la de los y las trabajadoras de salud en todo el país, son un adelanto de lo que puede pasar si millones de trabajadores retornan a sus empleos en condiciones inseguras. Una inseguridad que los propios empresarios garantizan al proteger sus ganancias antes que la vida de los y las trabajadores. 

La crisis del coronavirus

EEUU suma ya más de 26 millones de desempleados por la crisis del coronavirus










Las ayudas por desempleo han superado todos los récords históricos desde que el país empezó a sentir el impacto de la pandemia en su economía
Otros 4,2 millones de trabajadores solicitaron la semana pasada en Estados Unidos (EEUU) el seguro por desempleo, lo que supone que más de 26 millones de personas han perdido sus puestos de trabajo en las últimas cinco semanas, informó este jueves el Departamento de Trabajo.

El ritmo de solicitudes motivadas en la pandemia de COVID-19, sin embargo, ha bajado, con 5,24 millones de solicitudes en la semana que terminó el 11 de abril, frente a los 6,61 millones de la semana precedente.
El promedio de solicitudes semanales en las últimas cuatro semanas subió a 5,78 millones en la que cerró el 18 de abril, comparado con el promedio de 5,50 millones de la semana previa.
El informe muestra que el número de personas que percibían pagos del seguro por desempleo subió de los 11,91 millones de la semana que terminó el 4 de abril a los 15,97 millones de la semana pasada.
Las solicitudes de subsidio por desempleo han superado todos los récords históricos desde que a comienzos de marzo Estados Unidos empezó a sentir el impacto de la pandemia en su economía, que ha llevado a la suspensión de gran parte de las actividades económicas y la reclusión de la población en sus hogares.
El Congreso aprobó y el presidente Donald Trump promulgó un conjunto de medidas de alivio económico por una cuantía de más de 2,3 billones de dólares, que incluye porciones para respaldar las prestaciones del seguro de paro y sustentar a las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, de forma que puedan seguir pagando a sus empleados.
Por su parte, la Reserva Federal anunció la compra ilimitada de bonos del Tesoro y títulos hipotecarios para mantener en el nivel más bajo posible los costes del dinero, en un esfuerzo por asegurar que los mercados financieros sigan funcionando de manera apropiada.
La pandemia de COVID-19 ya ha causado más de 842.000 contagios en Estados Unidos, mientras que las muertes se acercan a las 47.000.////
           

Preguntando a Sánchez por los “uniformados” y la “nueva normalidad”
Po

Domingo Sanz
 -
26 abril, 2020https://iniciativadebate.net/2020/04/26/preguntando-a-sanchez-por-los-uniformados-y-la-nueva-normalidad/

Hola Pedro, espero que lleves bien el confinamiento en La Moncloa. Veo que te está pasando lo mismo que a muchas personas: no paras de pensar.

Nosotros también sacamos conclusiones de tanto pensamiento, en gran parte alimentado por lo mucho que ahora observamos a los políticos, a ti el primero.
Por ejemplo, lo de la “nueva normalidad”. Creo que es una idea que te ha parecido oportuna y, de hecho, haces referencia en todos tus discursos sin excepción, aunque, en realidad, no sabes en qué consistirá.
Vaya por delante que nunca preguntaría a personajes como Abascal o Casado, pues flotan demasiado las intenciones de unos discursos que lucen embusteros o amenazadores. Siempre.
Con esos ni agua, ni pactos, ni nada. Siempre salen perdiendo los que cometen el error de firmar con peligrosos como ellos. Aquí, y fuera de nuestras fronteras, pues por todas partes proliferan tras los miedos.
Pero si te escribo es, precisamente, porque en el camino hacia la “nueva normalidad” encuentro demasiadas veces la marca de esas ultraderechas moviendo los hilos de tus decisiones.
Por ejemplo, me entero hoy, día 25, que vas a retirar a los uniformados de las ruedas de prensa diarias. Por fin. El problema, Pedro, es que esto te lo venía pidiendo mucha gente desde el primer día y tú ni contestabas.
Pero el hecho de que sea precisamente ahora ha convertido en convicción la sospecha de que, a pesar de las continuas meteduras de pata de los mandos, si no los retirabas era porque lo pedían, también, desde Catalunya.
La prueba, una más, de que has contaminado la lucha contra la pandemia con la peor política ultraderechista, es que ha tenido que meter Casado el dedo en esa llaga para que te decidieras.
Fue, y lo sabes perfectamente, el día 22 en el Pleno del Congreso. A los cuatro minutos de comenzar su intervención, el del PP te acusó de “abusar de las comparecencias con uniformados”. Precisamente él. ¿Cuántas veces lo había dicho Rufián en ese mismo escenario? Por ejemplo.
Y poco después, cuando ya llevaba quince minutos hablando el del PP, te echó en cara el “lapsus” aquel que desveló la persecución que realiza la Guardia Civil contra las críticas al Gobierno. Como si tu fueras un ventrílocuo y el general Santiago tu muñeco.
Gracias a tu tozudez centralizadora de poder, españolista y militar de vía estrecha, hoy domingo te vas a encontrar con muchos balcones en el País Vasco llenos de “Guernicas” de Picasso. Protagonizan una gran movida anti militar, que aquí es lo mismo que decir anti españolista.
Otra cosa que se viene reclamando es la retransmisión en directo de las reuniones telemáticas que mantienes semanalmente con los presidentes autonómicos, cosa que ni te has planteado.
Pero resulta que Pablo Casado, en ese mismo Pleno del Congreso, criticó tus “videoconferencias opacas”.
Entonces, Pedro, ¿puedo confiar en que también cambiarás de opinión en esto y decidirás televisarlas? ¿No crees que hay gran interés entre la ciudadanía de cada territorio por saber que le dice su presidente al del Gobierno, es decir, a ti, y lo que dicen también los presidentes del resto de CCAA? Reconoce que, en las ruedas de prensa posteriores, cada presidente cuenta lo que le conviene y, por tanto, distan mucho de describir lo que de verdad ocurre cuando están contigo. Se trata de cargos institucionales máximos hablando de la salud de todos.
Sinceramente, he llegado a la conclusión de que, al no transmitirlas, lo único que pretendes es crear un ambiente de secretos compartidos que, en lugar de proporcionarte la fuerza que buscas, te estallará en las manos. ¿Explotará hoy mismo, día 26?
Pues mira, es tan cínica la crítica de Casado que yo, en tu lugar, le cogería la palabra y las ofrecería en abierto. No creo que Casado se pueda recuperar del roto que le harías a su autoridad dentro del PP por meterse donde no le llaman. Y a personajes como ese no se le puede perdonar ninguna ocasión para rematarlos.
Pero no lo harás, porque en realidad estás haciendo su política, y lo sabes, y es así desde el principio. Ante la falta de una aclaración por tu parte no me queda más remedio que pensar que te aliaste, de hecho, con Ayuso/Casado, la presidenta de Madrid/PP, cuando apoyó tu “mando único” el 15 de marzo “para que los independentistas no remaran para su lado”, según declaró ella misma a Carlos Cuesta y Javier Negre el 12 de abril. Así están las cifras de la Comunidad de Madrid, por no defenderse a sí misma lo primero. Y, además, ha contagiado a las dos Castillas, con unas cifras muy por encima de las Comunidades que no tocan con la madrileña.
Otro caso de aplicación por tu Gobierno de la política del PP es la Ley Mordaza, que tanto tu como Iglesias os comprometisteis a derogar ante las urnas. Según los medios, a fecha de ayer ha cosechado en poco más de un mes 726.000 denuncias, una cada 5 segundos, mientras que desde 2015 a 2018 fueron 153.000 en total. En Italia, tan parecida, solo se han puesto 339.000 denuncias en el mismo periodo, pero el número de muertos por el virus, por cada millón de habitantes, ha sido un 14% inferior al de España. Y el de infectados un 50% menos. Por no hablar de Portugal, país “más pobre que España”, siempre me decían, solo porque comprábamos lo mismo más barato. ¿Te imaginas lo que sería de ellos si no se hubieran independizado a tiempo?
“Se hace camino al andar”, dijo el poeta. Dada la confusión sobre los orígenes y las intenciones reales de las decisiones con las que estás construyendo el camino hacia la “nueva normalidad”, se atisba con fuerza un nuevo desastre de la izquierda, ahora en coalición.
Ya fue mala suerte que Zapatero decidiera “suicidarse” buscando el apoyo de aquel PP que jugaba a “que se hundiera España…” para reformar el 135, como bien recordaba un Casado más amenazante que conciliador el mismo miércoles pasado. Ahora os ha tocado, a ti y a Iglesias, la pandemia secular, y busquéis desesperados el apoyo de un PP aún peor y con muchos menos escaños que el de 2010.
“No hemos aprendido nada” que le dijo el jefe de la CIA a uno de sus espías en la eterna “Quemar después de leer”, de los Coen. ¿Existirán los libros en la “nueva normalidad?
Y ahora que Casado te ha obligado a cambiar a un Comisión Parlamentaria a la que también se ha apuntado Abascal pues, a fin de cuentas, fue el autor intelectual del “invento” cuando hace quince o veinte días, que ya me pierdo, habló de un “gobierno de concentración” que tu cambiaste por “Pactos de la Moncloa” bis, para después seguir reculando.
Sobre la “nueva normalidad” están reparando algunos analistas en lo bien que se están enfrentando a la pandemia países como Alemania, Nueva Zelanda, Finlandia y otros, gobernados por mujeres y con porcentajes microscópicos de afectados por cada millón de habitantes, en comparación con España. A la hora de la verdad, han demostrado ser democracias mucho mejores que la nuestra y, aquí, de momento, no se atisba un cambio de sexo en la presidencia del Gobierno.
Pedro, retira inmediatamente la propuesta de pacto a nivel estatal con la derecha, se llame como se llame, salvo que quieras matar una democracia que saldrá de este virus más desmoralizada que nunca.
En la “desescalada” hacia la “nueva normalidad” las encuestas, por el misterio que sea, no le están pintando mal a tu Gobierno. Conclusión: primero las urnas.
A ver como sale la derecha ultra de las del País Vasco, Galicia y Catalunya. Por lo de bajarles los humos.
El pacto que propones, único también entre las democracias con las que tantas veces nos comparamos, no es sino el abrazo del oso que te aplicarán los que siempre han buscado torcer a su favor la voluntad popular: desde los años 80 con la financiación ilegal y ahora cargados de bulos y mentiras de confusión masiva.
Insisto: solo saldrán ganando ellos de cualquier documento en el que pongan su firma contigo, pues jamás han sentido la necesidad de respetar pactos con aquellos a los que consideran de naturaleza inferior. Se trata de gentes que, tantos años después, no sentían la menor necesidad de rebajar la categoría del asesino que yacía, privilegiado, en un valle de la Sierra de Madrid.







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