EN LA PRÁCTICA, DE HECHO ES LA DICTADURA GLOBAL DE LA TECNOPLUTOCRACIA,...CONTRA LA HUMANIDAD. HAY QUE SEGUIR INSISTIENDO, HAY QUE CREAR UN MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO GLOBAL CONTRA ESA TECNOPLUTOCRACIA, ENREDEMOS LAS IDEAS, LOS BLOGS, LOS COLECTIVOS ORGANIZADOS,...QUIZÁS EL PARTIDO COMUNISTA PROLETARIO REVOLUCIONARIO MUNDIAL. ¡¡-
LOS GESTORES PARTITOCRÁTICOS DE LOS SISTEMAS DE PODER CAPI-IMPERIALISTAS LOCAL, REGIONAL, UNIVERSAL,...APLICAN TODOS LAS MISMAS POLÍTICAS ANTE ESTA INFECCIÓN PANDÉMICA PLANIFICADA, A POSTA, VAYA,...¡¡- CONTRA LAS POBLACIONES,...POLÍTICAS BUROCRÁTICAS,...DONDE EN EL ESTADO-PAÍS ESPAÑOL,...ANTE LAS CRÍTICAS Y BURLAS DE LAS ENFERMERAS, ENFERMEROS, MÉDICOS, ESPECIALISTAS DE DIVERSAS MATERIAS,...DENUNCIAS DE FAMILIARES,...DE CIERTOS SINDICATOS,...LA UGT-CC.OO. MÁS CALLADITOS COMO SIEMPRE,...PERO CHUPANDO BIEN DEL BOTE, CON SUELDOS DE MILES DE EUROS, SIN DAR GOLPE AL SERVICIO DEL CAPITAL, Y EN REALIDAD CONTRA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD, ¡¡ Y ESO QUE SON LISTOS BUENOS ANALISTAS,...MENOS DE LAS COSAS PRINCIPALES PARA UNA ARMONÍA SOCIAL Y CON LA NATURALEZA,...¡¡; DECIDIÓ IMPLEMENTAR EL ESTADO DE ALARMA ESPAÑOL E IMPERIAL HISPÁNICO,...¡¡. Sus medidas, sus decretos leyes, muy llamativos, muy prusiano, de rango cuartelera,...muy estalinista reaccionario, muy de R.P. China, quizás Norte Coreana, estilo Trump, Bossonaro-Pinochetista,...casi ni se acerca al estilo Peronista,...y perdemos de vista lo gestores clásicos que son, que no cunda la línea recta ortodoxa imperialista capitalista, financiera-usurera,...LO PAGAREMOS TODO MUY CARO,...PEOR QUE LO QUE HIZO EL SEÑOR RAJOY, O EL SEÑOR ZAPATERO DE ÚLTIMOS AÑOS DE SU ESTADÍA, DE SU GOBERNANZA,...PERO NO OLVIDEMOS QUE NO SE CAIGA EL PODER EN MANOS DEL TRIFACHITO,...ES DE FINURA ESTRATÉGICA POR PARTE DE LOS RADICALES DE IZQUIERDAS EN DIVERSAS SENSIBILIDADES,...PRESIÓN AL GOBIERNO PSOE-UP, Y MANTENER A RAYA AL TRIFACHITO,...COMBATIENDO AL FASCISMO RACISTA, APOYANDO REGULARIZACIÓN DE TRABAJADORES INMIGRANTES EN EL PAÍS, EN EUROPA,...Y APOYAR A LOS DESPLAZADOS POR LAS GUERRAS EN ÁFRICA, ORIENTE MEDIO, MUNDO ÁRABE, REGIÓN ASIÁTICA,...EN UNA POLÍTICA DE SOLIDARIDAD PROLETARIA UNIVERSAL,...¡¡. POR LO TANTO HAY QUE COMBATIR LOS ESTADOS DE SITIO, DE ALARMA,...SUS FORMAS BUROCRÁTICAS DE DECISIÓN, GOBERNANDO DE FORMA CÍVICO-MILITAR,...Y DESPUÉS PASA LO QUE PASA,...QUE A LOS MILITARISTAS LES GUSTA EL PODER GUBERNAMENTAL, DESPLAZA A LOS CIVILES,...Y SE QUEDAN CON TODO,...CLARO, ESO YA LO HEMOS CREADO, VERDAD SEÑORES SÁNCHEZ E IGLESIAS Y GARZÓN,...¡¡. Lmm.
Francia: detrás de la gestión policial del Covid-19, el miedo a una gran explosión social http://www.izquierdadiario.es/Francia-detras-de-la-gestion-policial-del-Covid-19-el-miedo-a-una-gran-explosion-social
Juan Chingo
Juan Chingo
[Desde París] La pandemia del coronavirus está poniendo en crisis a los gobiernos del mundo entero. La falta de preparación, la falta de todo tipo de material sanitario así como la crisis estructural del hospital público, después de años de reformas neoliberales, tocan de forma más o menos aguda al conjunto de los países de la economía mundial capitalista. Si ya una crisis sanitaria como esta, ligada a una depresión económica que por prever su intensidad nos obliga a referirnos ni más ni menos que a la crisis de 1929 (y en los pronósticos más pesimistas podría ser incluso peor) va a poner a prueba a todos los gobiernos capitalistas, la particularidad en Francia es que la misma se desarrolla ya sobre un terreno político y social minado. La estrecha base social del gobierno Macron desde sus inicios y sus decisiones lo catapultaron a ojos de la población desde el comienzo como presidente de los ricos. Luego vino la sucesión inédita de movimientos de protesta desde la sublevación histórica de los Gilets Jaunes –la crisis desde abajo más importante desde 1968– a la reciente huelga general contra la reforma jubilatoria –la huelga en el transporte público más larga de la historia– que Macron al comienzo de la crisis sanitaria fue obligado a suspender. Todos estos elementos son la prueba de un clima social en ebullición, la demostración de la emergencia de un nuevo ciclo de la lucha de clases abierto ya en 2016 contra la reforma laboral del anterior gobierno de Hollande y que adquirió bajo el macronismo nuevas alturas.
[Desde París] La pandemia del coronavirus está poniendo en crisis a los gobiernos del mundo entero. La falta de preparación, la falta de todo tipo de material sanitario así como la crisis estructural del hospital público, después de años de reformas neoliberales, tocan de forma más o menos aguda al conjunto de los países de la economía mundial capitalista. Si ya una crisis sanitaria como esta, ligada a una depresión económica que por prever su intensidad nos obliga a referirnos ni más ni menos que a la crisis de 1929 (y en los pronósticos más pesimistas podría ser incluso peor) va a poner a prueba a todos los gobiernos capitalistas, la particularidad en Francia es que la misma se desarrolla ya sobre un terreno político y social minado. La estrecha base social del gobierno Macron desde sus inicios y sus decisiones lo catapultaron a ojos de la población desde el comienzo como presidente de los ricos. Luego vino la sucesión inédita de movimientos de protesta desde la sublevación histórica de los Gilets Jaunes –la crisis desde abajo más importante desde 1968– a la reciente huelga general contra la reforma jubilatoria –la huelga en el transporte público más larga de la historia– que Macron al comienzo de la crisis sanitaria fue obligado a suspender. Todos estos elementos son la prueba de un clima social en ebullición, la demostración de la emergencia de un nuevo ciclo de la lucha de clases abierto ya en 2016 contra la reforma laboral del anterior gobierno de Hollande y que adquirió bajo el macronismo nuevas alturas.
Una apariencia de unidad nacional que no contiene el crecimiento de la bronca social
Al comienzo de la crisis del coronavirus la popularidad del jefe de Estado volvió a subir. Este salto es un clásico en tiempos de crisis, como ya había mostrado el anterior gobierno después de los atentados terroristas de 2015, para terminar como el gobierno más impopular de la V República. Pero esta progresión es muy desigual y muestra el carácter aparente de la misma. Como dice el encuestador Bernard Sananès: “Es un crecimiento fuerte y sensible que se produce principalmente sobre su base electoral y sus núcleos de apoyo, como los ejecutivos […] Esta progresión no significa unidad nacional” [1].
De conjunto, la comunicación gubernamental no inspira confianza, la transparencia de la información oficial es cada vez más cuestionada y las opciones de salud del gobierno dividen a la población. Al día de hoy, a casi un mes del inicio del confinamiento y con la perspectiva de que este se prolongue, la desconfianza hacia el ejecutivo sobre el manejo de la crisis alcanza su más alto nivel, el 56 % de los encuestados. Es que, por primera vez en la historia de Francia, al menos desde los principales conflictos en los que la clase dominante embarcó al país en el siglo XX, la burguesía y su gobierno están poniendo en peligro la vida y la salud de millones de personas mintiendo deliberada y descaradamente sobre la pandemia, llamando por un lado a la población a confinarse utilizando métodos policiales para aplicarlo, al mismo tiempo que empuja a una fracción significativa de la clase trabajadora a ir a trabajar con un nudo en el estómago por temor al contagio y de la falta de todo material de protección. En otras palabras, la pandemia exacerba la desigualdad y suscita más que nunca un resentimiento contra la clase dominante. Esto es lo que constata el diario suizo Le Temps que afirma:
Faltaba un nuevo detonador. Una buena razón para reconectar, en Francia, el altavoz de las cóleras y los resentimientos. He aquí que el Covid-19 y la proliferación de las angustias consiguientes al confinamiento estricto puesto en marcha por el gobierno después del 16 de marzo están en tren de jugar ese rol. Cólera contra la falta de equipos de protección de la infantería del estado de urgencia sanitario que son los enfermeros, pero también los recolectores de basura, los cajeros, los repartidores o los carteros. Derecho de retiro cada vez más reclamado por la CGT, redoblado por un llamado a la huelga. Procesos políticos en todos los niveles contra el jefe de Estado y el gobierno, acusados de haber perdido los meses de enero y febrero focalizándose en la reforma de las jubilaciones –ahora suspendida– más que en los preparativos sanitarios indispensables frente a la epidemia. Desarraigo de los electores y de los candidatos locales elegidos, atrapados por la organización más que cuestionable, el 15 de marzo, de una primera vuelta de unas elecciones municipales de las que el segundo turno anunciado para el fin de junio parecería bastante irrealizable. Ofensiva antinomenklatura médica por el infectólogo marsellés disidente Didier Raoult… [2].
Al comienzo de la crisis del coronavirus la popularidad del jefe de Estado volvió a subir. Este salto es un clásico en tiempos de crisis, como ya había mostrado el anterior gobierno después de los atentados terroristas de 2015, para terminar como el gobierno más impopular de la V República. Pero esta progresión es muy desigual y muestra el carácter aparente de la misma. Como dice el encuestador Bernard Sananès: “Es un crecimiento fuerte y sensible que se produce principalmente sobre su base electoral y sus núcleos de apoyo, como los ejecutivos […] Esta progresión no significa unidad nacional” [1].
De conjunto, la comunicación gubernamental no inspira confianza, la transparencia de la información oficial es cada vez más cuestionada y las opciones de salud del gobierno dividen a la población. Al día de hoy, a casi un mes del inicio del confinamiento y con la perspectiva de que este se prolongue, la desconfianza hacia el ejecutivo sobre el manejo de la crisis alcanza su más alto nivel, el 56 % de los encuestados. Es que, por primera vez en la historia de Francia, al menos desde los principales conflictos en los que la clase dominante embarcó al país en el siglo XX, la burguesía y su gobierno están poniendo en peligro la vida y la salud de millones de personas mintiendo deliberada y descaradamente sobre la pandemia, llamando por un lado a la población a confinarse utilizando métodos policiales para aplicarlo, al mismo tiempo que empuja a una fracción significativa de la clase trabajadora a ir a trabajar con un nudo en el estómago por temor al contagio y de la falta de todo material de protección. En otras palabras, la pandemia exacerba la desigualdad y suscita más que nunca un resentimiento contra la clase dominante. Esto es lo que constata el diario suizo Le Temps que afirma:
Faltaba un nuevo detonador. Una buena razón para reconectar, en Francia, el altavoz de las cóleras y los resentimientos. He aquí que el Covid-19 y la proliferación de las angustias consiguientes al confinamiento estricto puesto en marcha por el gobierno después del 16 de marzo están en tren de jugar ese rol. Cólera contra la falta de equipos de protección de la infantería del estado de urgencia sanitario que son los enfermeros, pero también los recolectores de basura, los cajeros, los repartidores o los carteros. Derecho de retiro cada vez más reclamado por la CGT, redoblado por un llamado a la huelga. Procesos políticos en todos los niveles contra el jefe de Estado y el gobierno, acusados de haber perdido los meses de enero y febrero focalizándose en la reforma de las jubilaciones –ahora suspendida– más que en los preparativos sanitarios indispensables frente a la epidemia. Desarraigo de los electores y de los candidatos locales elegidos, atrapados por la organización más que cuestionable, el 15 de marzo, de una primera vuelta de unas elecciones municipales de las que el segundo turno anunciado para el fin de junio parecería bastante irrealizable. Ofensiva antinomenklatura médica por el infectólogo marsellés disidente Didier Raoult… [2].
El miedo a la revancha de los proletarios
La combinación de una crisis sanitaria inédita más una depresión económica descomunal en el marco de una fuerte batalla geopolítica entre grandes potencias –y entre estas contra los países de la periferia capitalista ya visible por los escasos recursos sanitarios– puede dar lugar a una explosión social a nivel mundial. En Francia todos los sensores están ya en alerta. Es que en el medio de la bronca a las decisiones de los de arriba y el temor a ser contaminados, los trabajadores esenciales –como se los llama– comienzan a sentir su poder y no será fácil que este sea olvidado, más aún, es probable que haya un pase de facturas una vez pasado lo peor de la crisis sanitaria. Es ese cambio en la relación de fuerzas que se está cocinando lo que llevó al gobierno portugués a no dudar en prohibir las huelgas. En Francia las muestras de preocupación gubernamentales están a tope. Según cuenta el diario Le Monde:
En la cima del Estado y los altos mandos, algunos han hecho la misma constatación y temen que la crisis sanitaria desemboque en una crisis social, evocando una “giletjaunización” de la crisis. “El malestar actual puede hacer resurgir un fenómeno de lucha de clases”, estima el diputado de La República en Marcha (LRM) de Deux-Sèvres Guillaume Chiche. Hoy, las funciones vitales del país son aseguradas exclusivamente por los empleados y los obreros. Son las categorías más precarias que ocupan los oficios más esenciales para la buena marcha del país y que son por otro lado las más expuestas al riesgo sanitario de contaminación. Esto debería acentuar de manera legítima sus reivindicaciones.
Y agrega el mismo diario:
Una situación juzgada peligrosa por algunos macronistas. “No hay que dejar que se instale la idea de que habría dos Francias, la de los trabajadores sobre el terreno y la del teletrabajo, la que está confinada en los HLM y la de las residencias secundarias; la de los PMS y la de los grandes grupos”, previene el delegado general de LRM, Stanislas Guerini. Antes de advertir: “El riesgo de que las fracturas se exacerben entre estas dos Francias es real” [3].
En otras palabras, la crisis sanitaria actual está no solo reforzando la posición social de los sectores más explotados de la clase sino que al mismo tiempo está generando un sentimiento aún difuso de clase en oposición a la Francia del CAC 40, apoyada en una base estrecha de las clases medias superiores. Igual constatación hacen los encuestadores. Así, Jérôme Fourquet, director de IFOP plantea que
En la opinión, uno constata una queja muy fuerte contra la falta de barbijos y de tests, con la idea de que los primeros que la van a sufrir son los asalariados, que continúan trabajando en el terreno. Esto reactiva un resentimiento de la Francia de abajo contra los tecnócratas, acusados de no haber preparado suficientemente el país para afrontar una crisis como esta. Nos encontramos con el síndrome del movimiento de los “Gilets Jaunes”, con la idea de que la clase política habría fallado colectivamente [4].
La combinación de una crisis sanitaria inédita más una depresión económica descomunal en el marco de una fuerte batalla geopolítica entre grandes potencias –y entre estas contra los países de la periferia capitalista ya visible por los escasos recursos sanitarios– puede dar lugar a una explosión social a nivel mundial. En Francia todos los sensores están ya en alerta. Es que en el medio de la bronca a las decisiones de los de arriba y el temor a ser contaminados, los trabajadores esenciales –como se los llama– comienzan a sentir su poder y no será fácil que este sea olvidado, más aún, es probable que haya un pase de facturas una vez pasado lo peor de la crisis sanitaria. Es ese cambio en la relación de fuerzas que se está cocinando lo que llevó al gobierno portugués a no dudar en prohibir las huelgas. En Francia las muestras de preocupación gubernamentales están a tope. Según cuenta el diario Le Monde:
En la cima del Estado y los altos mandos, algunos han hecho la misma constatación y temen que la crisis sanitaria desemboque en una crisis social, evocando una “giletjaunización” de la crisis. “El malestar actual puede hacer resurgir un fenómeno de lucha de clases”, estima el diputado de La República en Marcha (LRM) de Deux-Sèvres Guillaume Chiche. Hoy, las funciones vitales del país son aseguradas exclusivamente por los empleados y los obreros. Son las categorías más precarias que ocupan los oficios más esenciales para la buena marcha del país y que son por otro lado las más expuestas al riesgo sanitario de contaminación. Esto debería acentuar de manera legítima sus reivindicaciones.
Y agrega el mismo diario:
Una situación juzgada peligrosa por algunos macronistas. “No hay que dejar que se instale la idea de que habría dos Francias, la de los trabajadores sobre el terreno y la del teletrabajo, la que está confinada en los HLM y la de las residencias secundarias; la de los PMS y la de los grandes grupos”, previene el delegado general de LRM, Stanislas Guerini. Antes de advertir: “El riesgo de que las fracturas se exacerben entre estas dos Francias es real” [3].
En otras palabras, la crisis sanitaria actual está no solo reforzando la posición social de los sectores más explotados de la clase sino que al mismo tiempo está generando un sentimiento aún difuso de clase en oposición a la Francia del CAC 40, apoyada en una base estrecha de las clases medias superiores. Igual constatación hacen los encuestadores. Así, Jérôme Fourquet, director de IFOP plantea que
En la opinión, uno constata una queja muy fuerte contra la falta de barbijos y de tests, con la idea de que los primeros que la van a sufrir son los asalariados, que continúan trabajando en el terreno. Esto reactiva un resentimiento de la Francia de abajo contra los tecnócratas, acusados de no haber preparado suficientemente el país para afrontar una crisis como esta. Nos encontramos con el síndrome del movimiento de los “Gilets Jaunes”, con la idea de que la clase política habría fallado colectivamente [4].
Las trampas de los falsos amigos del pueblo
Está claro que nuevas revueltas XXL se preparan. Ellas pueden estallar frente a la penuria alimenticia o el alza de los precios de los productos de primera necesidad o muy probablemente porque el brutal daño económico arriesga golpear particularmente en las filas de las "primeras trincheras" de la crisis sanitaria, que generalmente son las primeras en ser sacrificadas en una crisis. Esto último puede desencadenar una oleada de furia en los sectores más precarizados y explotados de la clase trabajadora que durante el confinamiento tienen un cierto reconocimiento simbólico de su rol social e incluso en algunos casos ciertas primas. A la imagen de la "prima excepcional del poder adquisitivo", también conocida como la "prima de Macron", creada en diciembre de 2018 para hacer frente a la sublevación de los Gilets Jaunes y evitar su extensión a los trabajadores de las grandes empresas, que figura nuevamente en el Ley de Finanzas 2020 y fue llevada, durante la crisis actual, a 1200 euros. Por supuesto, en el seno de la patronal nadie habla de aumentar los salarios, más aun teniendo en cuenta el hecho de que en varias empresas donde se mantiene la actividad se produjeron huelgas para exigir el pago de la "prima de Macron", como entre los trabajadores de Gestamp (subcontratista automotriz) en Theil-sur-Huisne, en Orne, en Marie Surgelés, en Maribeau, en Vienne, en Comdata (call center) de Chalon-sur-Saône, en Agis (agroalimentario), en Herbignac, en Loire Atlantique, o en los recolectores de basura en Grand-Poitiers. Una señal de que la radicalidad está lejos de haberse suspendido a pesar del clima actual.
En este marco de una desconfianza aguzada respecto del personal político y las élites dominantes, el móvil económico puede dar lugar a un cóctel explosivo: una situación prerrevolucionaria o revolucionaria, como la que vivió Rusia, con todas las diferencias del caso, como producto de los sufrimientos inauditos de la Primera Guerra Mundial. Frente a las acuciantes demandas de paz, pan y tierra fueron los bolcheviques los mejor preparados y decididos que los otros partidos y fracciones de clase para responder a la catástrofe que amenazaba al proletariado.
Los elementos apuntados señalan una cierta maduración embrionaria de la conciencia de clase, pero para afirmarse, para cristalizarse en conciencia para sí, debe avanzar en un programa proletario claro. La crisis actual plantea la oportunidad de superar los ángulos muertos de la perspectiva de los Gilets Jaunes tanto con respecto a su actitud frente a la gran patronal que salió bastante indemne de la revuelta como sus ambigüedades con respecto al Estado-nación. A condición de desenmascarar a aquellos falsos amigos del pueblo que utilizarán este sentimiento para fortalecer un proyecto populista de derecha en el peor de los casos o de izquierda en el mejor e incluso nuevas variantes de izquierda burguesa, es decir, distintas variantes de conciliación de clases en el marco del capitalismo francés en decadencia.
Esto último es el proyecto de Yannick Jadot de Europe Écologie-Les Verts, quien prefiere claro a Mélenchon y Ruffin de la Francia Insumisa, que quiere incorporar a los Verdes. Digamos al pasar contra las mistificaciones que unos y otros hacen de estos momentos, que las concesiones que tanto en 1936 como en 1945 arrancaron los trabajadores fueron por su acción directa y el temor de la burguesía a la revolución, sea la huelga con ocupación de fábricas en 1936 o su resistencia armada al final de la Segunda Guerra. Volviendo a Jadot, este ecolo-macronista, cabeza de lista en las elecciones europeas, que asume su estrategia de discutir tanto con la izquierda como con la derecha plantea que:
Debemos convencernos de que con las fuerzas vivas de nuestro país podemos reparar la sociedad, respetar y proteger a las mujeres, los hombres y la naturaleza y promover una economía resiliente, innovadora, pujante y justa. Que somos capaces de unir a los franceses y de movilizarlos en torno de una nueva esperanza, de un proyecto solidario que nos proyecte más serenamente hacia el futuro.
Para finalizar, dice que EELV lucha, antes que nada, por “contrarrestar las estrategias de repliegue” propuestas por “los nacionalistas” de Marine Le Pen. “Frente a la opción peligrosa y populista, frente a un modelo liberal que se ha perdido en las arenas de la mundialización, la vía ecologista es la única legítima” [5].
Frente a perspectiva de una depresión capitalista solo comparable a la Gran Depresión, esta variante de reciclaje a la derecha de la vieja izquierda institucional en crisis luego de la debacle del PS plantea que es posible “producir y consumir de modo diferente” en el cuadro del actual sistema económico sin la menor convulsión, es decir sin lucha de clases. Este discurso, que tenía un espacio entre el mélenchonismo y ante el giro a la derecha de Macron en las grandes ciudades, se dirige hoy a los sectores de clase media deprimidos que querían una ciudad verde y bio pero con todas las ventajas de la globalización (viajes, turismo, etc.). Es decir, el mundo de la mundialización capitalista que viene de derrumbarse con el COVID19.
Frente a este reformismo burgués, el discurso de Mélenchon suena más radical. Él llama a una revolución. Pero no una revolución proletaria y socialista para acabar con el sistema capitalista y el dominio del gran capital sobre la economía francesa. No, Mélenchon nos dice que: “No combatimos contra otros enemigos más que los errores, los abusos de un modo de vivir. Ha llegado el momento de cambiar radicalmente. Tal es la Revolución que debe cumplir la civilización humana de nuestra época”.
Su otra gran consigna es la planificación, pero no la planificación de una economía socialista frente a la anarquía inherente a la competencia capitalista exacerbada en tiempos de crisis, sino la planificación dentro del Estado burgués, es decir, reemplazar el librecambismo y aperturismo del Estado neoliberal por una vuelta al dirigismo gaullista, tan amado por el antiguo Partido Comunista Francés de Marchais. Todo detrás de una estrategia que busca recuperar sus oportunidades como “presidenciable” después de los errores que le han criticado incluso en su propio campo en el pasado y que explican, según ellos, la debacle electoral de la FI en las elecciones europeas de 2019. Como él mismo lo explica en una entrevista en “La Croix”: “Hemos salido de las lógicas de la pura conflictualidad, que es nuestro método habitual para crear conciencia en los ciudadanos, para pasar a una estrategia de causa común”. En fin, cuando más las fuerzas del proletariado deben prepararse frente la brutalidad de la crisis capitalista, Mélenchon, al igual que Sanders en Estados Unidos, que tira la toalla en el medio del huracán, nos llama a relajar los músculos, no a endurecerlos para un combate de clase.
Frente a estas falsas salidas decimos que no hay ninguna solución frente a la catástrofe que nos amenaza sin tocar los intereses del CAC 40, es decir, los grandes ricos y grandes grupos económicos que gobiernan Francia, cuya riqueza equivale a 30 % del PBI, aquellas 500 grandes fortunas que se multiplicaron por tres en los últimos diez años alcanzando un record de 650 millones de euros. Ahí hay dinero de sobra para reconstruir el hospital público, para hacer un plan de viviendas que termine con los alojamientos insalubres de las banlieues, donde el confinamiento es particularmente duro para sus habitantes, y que mejore el nivel de vida, de salud y de esparcimiento de todos aquellos que tienen fines de mes difíciles, como reclamaban los Gilets Jaunes, en el marco de una economía planificada que sea respetuosa del hombre y de la naturaleza. A la vez es necesario que pueda dar posibilidades de desarrollo a miles de pequeños productores, artesanos y comerciantes que hoy en día temen caer en la desgracia por el peso de la deuda capitalista y la presión de los grandes grupos de la Gran Distribución o de las grandes empresas industriales como Airbus o Peugeot que todo el tiempo ponen presión sobre sus márgenes tirando a la bancarrota y a la pauperización a miles de ellos; en especial a nuestros agricultores que antes de la crisis actual se suicidaban frecuentemente frente a la falta de perspectivas y reconocimiento de su métier. No es posible ningún cambio radical sin que todos los gigantes del CAC 40, entre otros, sean expropiados, nacionalizados y puestos bajo el control democrático de los trabajadores. Esta será la condición sine qua non de la planificación socialista de la economía.
Está claro que nuevas revueltas XXL se preparan. Ellas pueden estallar frente a la penuria alimenticia o el alza de los precios de los productos de primera necesidad o muy probablemente porque el brutal daño económico arriesga golpear particularmente en las filas de las "primeras trincheras" de la crisis sanitaria, que generalmente son las primeras en ser sacrificadas en una crisis. Esto último puede desencadenar una oleada de furia en los sectores más precarizados y explotados de la clase trabajadora que durante el confinamiento tienen un cierto reconocimiento simbólico de su rol social e incluso en algunos casos ciertas primas. A la imagen de la "prima excepcional del poder adquisitivo", también conocida como la "prima de Macron", creada en diciembre de 2018 para hacer frente a la sublevación de los Gilets Jaunes y evitar su extensión a los trabajadores de las grandes empresas, que figura nuevamente en el Ley de Finanzas 2020 y fue llevada, durante la crisis actual, a 1200 euros. Por supuesto, en el seno de la patronal nadie habla de aumentar los salarios, más aun teniendo en cuenta el hecho de que en varias empresas donde se mantiene la actividad se produjeron huelgas para exigir el pago de la "prima de Macron", como entre los trabajadores de Gestamp (subcontratista automotriz) en Theil-sur-Huisne, en Orne, en Marie Surgelés, en Maribeau, en Vienne, en Comdata (call center) de Chalon-sur-Saône, en Agis (agroalimentario), en Herbignac, en Loire Atlantique, o en los recolectores de basura en Grand-Poitiers. Una señal de que la radicalidad está lejos de haberse suspendido a pesar del clima actual.
En este marco de una desconfianza aguzada respecto del personal político y las élites dominantes, el móvil económico puede dar lugar a un cóctel explosivo: una situación prerrevolucionaria o revolucionaria, como la que vivió Rusia, con todas las diferencias del caso, como producto de los sufrimientos inauditos de la Primera Guerra Mundial. Frente a las acuciantes demandas de paz, pan y tierra fueron los bolcheviques los mejor preparados y decididos que los otros partidos y fracciones de clase para responder a la catástrofe que amenazaba al proletariado.
Los elementos apuntados señalan una cierta maduración embrionaria de la conciencia de clase, pero para afirmarse, para cristalizarse en conciencia para sí, debe avanzar en un programa proletario claro. La crisis actual plantea la oportunidad de superar los ángulos muertos de la perspectiva de los Gilets Jaunes tanto con respecto a su actitud frente a la gran patronal que salió bastante indemne de la revuelta como sus ambigüedades con respecto al Estado-nación. A condición de desenmascarar a aquellos falsos amigos del pueblo que utilizarán este sentimiento para fortalecer un proyecto populista de derecha en el peor de los casos o de izquierda en el mejor e incluso nuevas variantes de izquierda burguesa, es decir, distintas variantes de conciliación de clases en el marco del capitalismo francés en decadencia.
Esto último es el proyecto de Yannick Jadot de Europe Écologie-Les Verts, quien prefiere claro a Mélenchon y Ruffin de la Francia Insumisa, que quiere incorporar a los Verdes. Digamos al pasar contra las mistificaciones que unos y otros hacen de estos momentos, que las concesiones que tanto en 1936 como en 1945 arrancaron los trabajadores fueron por su acción directa y el temor de la burguesía a la revolución, sea la huelga con ocupación de fábricas en 1936 o su resistencia armada al final de la Segunda Guerra. Volviendo a Jadot, este ecolo-macronista, cabeza de lista en las elecciones europeas, que asume su estrategia de discutir tanto con la izquierda como con la derecha plantea que:
Debemos convencernos de que con las fuerzas vivas de nuestro país podemos reparar la sociedad, respetar y proteger a las mujeres, los hombres y la naturaleza y promover una economía resiliente, innovadora, pujante y justa. Que somos capaces de unir a los franceses y de movilizarlos en torno de una nueva esperanza, de un proyecto solidario que nos proyecte más serenamente hacia el futuro.
Para finalizar, dice que EELV lucha, antes que nada, por “contrarrestar las estrategias de repliegue” propuestas por “los nacionalistas” de Marine Le Pen. “Frente a la opción peligrosa y populista, frente a un modelo liberal que se ha perdido en las arenas de la mundialización, la vía ecologista es la única legítima” [5].
Frente a perspectiva de una depresión capitalista solo comparable a la Gran Depresión, esta variante de reciclaje a la derecha de la vieja izquierda institucional en crisis luego de la debacle del PS plantea que es posible “producir y consumir de modo diferente” en el cuadro del actual sistema económico sin la menor convulsión, es decir sin lucha de clases. Este discurso, que tenía un espacio entre el mélenchonismo y ante el giro a la derecha de Macron en las grandes ciudades, se dirige hoy a los sectores de clase media deprimidos que querían una ciudad verde y bio pero con todas las ventajas de la globalización (viajes, turismo, etc.). Es decir, el mundo de la mundialización capitalista que viene de derrumbarse con el COVID19.
Frente a este reformismo burgués, el discurso de Mélenchon suena más radical. Él llama a una revolución. Pero no una revolución proletaria y socialista para acabar con el sistema capitalista y el dominio del gran capital sobre la economía francesa. No, Mélenchon nos dice que: “No combatimos contra otros enemigos más que los errores, los abusos de un modo de vivir. Ha llegado el momento de cambiar radicalmente. Tal es la Revolución que debe cumplir la civilización humana de nuestra época”.
Su otra gran consigna es la planificación, pero no la planificación de una economía socialista frente a la anarquía inherente a la competencia capitalista exacerbada en tiempos de crisis, sino la planificación dentro del Estado burgués, es decir, reemplazar el librecambismo y aperturismo del Estado neoliberal por una vuelta al dirigismo gaullista, tan amado por el antiguo Partido Comunista Francés de Marchais. Todo detrás de una estrategia que busca recuperar sus oportunidades como “presidenciable” después de los errores que le han criticado incluso en su propio campo en el pasado y que explican, según ellos, la debacle electoral de la FI en las elecciones europeas de 2019. Como él mismo lo explica en una entrevista en “La Croix”: “Hemos salido de las lógicas de la pura conflictualidad, que es nuestro método habitual para crear conciencia en los ciudadanos, para pasar a una estrategia de causa común”. En fin, cuando más las fuerzas del proletariado deben prepararse frente la brutalidad de la crisis capitalista, Mélenchon, al igual que Sanders en Estados Unidos, que tira la toalla en el medio del huracán, nos llama a relajar los músculos, no a endurecerlos para un combate de clase.
Frente a estas falsas salidas decimos que no hay ninguna solución frente a la catástrofe que nos amenaza sin tocar los intereses del CAC 40, es decir, los grandes ricos y grandes grupos económicos que gobiernan Francia, cuya riqueza equivale a 30 % del PBI, aquellas 500 grandes fortunas que se multiplicaron por tres en los últimos diez años alcanzando un record de 650 millones de euros. Ahí hay dinero de sobra para reconstruir el hospital público, para hacer un plan de viviendas que termine con los alojamientos insalubres de las banlieues, donde el confinamiento es particularmente duro para sus habitantes, y que mejore el nivel de vida, de salud y de esparcimiento de todos aquellos que tienen fines de mes difíciles, como reclamaban los Gilets Jaunes, en el marco de una economía planificada que sea respetuosa del hombre y de la naturaleza. A la vez es necesario que pueda dar posibilidades de desarrollo a miles de pequeños productores, artesanos y comerciantes que hoy en día temen caer en la desgracia por el peso de la deuda capitalista y la presión de los grandes grupos de la Gran Distribución o de las grandes empresas industriales como Airbus o Peugeot que todo el tiempo ponen presión sobre sus márgenes tirando a la bancarrota y a la pauperización a miles de ellos; en especial a nuestros agricultores que antes de la crisis actual se suicidaban frecuentemente frente a la falta de perspectivas y reconocimiento de su métier. No es posible ningún cambio radical sin que todos los gigantes del CAC 40, entre otros, sean expropiados, nacionalizados y puestos bajo el control democrático de los trabajadores. Esta será la condición sine qua non de la planificación socialista de la economía.
Frente a la crisis de la mundialización capitalista y los impasses del patriotismo económico, retomemos más que nunca el internacionalismo proletario
El dirigismo económico que nos propone Mélenchon frente a los desbordes incontrolables de la mundialización neoliberal va de la mano de una vuelta al viejo patriotismo económico. En un reciente twit llega a alabar al ex miembro del PS, Arnaud Montebourg, quien preconiza la desmundialización. Dice Mélenchon: “Apasionante entrevista de Arnaud Montebourg. Noto las convergencia de las preocupaciones, a veces hasta en la última palabra. ¡Bravo!”
En esa entrevista, el antiguo ministro de industrialización de Hollande, responsable del cierre de los altos hornos de Florange, es duro con el actual mandatario y se pregunta si Macron es el mejor ubicado para hablar de patriotismo económico, al tiempo que llama al Estado a encarar una “reconstrucción ecológica”: “La menor cantidad de importaciones posibles, una economía más volcada hacia el mercado interno continental con buenos salarios y mejores precios para pagar a los que producen aquí” [6]
Estos falsos amigos del pueblo frente a la crisis de la mundialización capitalista solo nos planten una vuelta a los estrechos límites del soberanismo, es decir una vuelta al caduco Estado-nación, cuando la pandemia en curso y la crisis capitalista ponen más que nunca sobre el tapete la necesidad de la coordinación y la solidaridad internacional. Sin embargo, esta necesidad básica se choca más que nunca a la obstinación de cada Estado y burguesía de las grandes potencias imperialistas y capitalistas quienes priorizan el sálvese quien pueda y sobre todo pisotear a los más débiles. Esto se demuestra en la despiadada guerra comercial por los insumos contra los países de América Latina, África y Asia, donde las potencias imperialistas como Francia se garantizan los test, mascarillas, etc., muestra patética de piratería moderna.
Estos falsos izquierdistas solo buscan un reciclaje de la producción nacional, cubriéndose por izquierda con una falsa planificación a la que asocian a los sindicatos, buscando competir en casi el mismo terreno con el soberanismo reaccionario de Marine Le Pen. Más estructuralmente, este patriotismo económico sigue como la sombra al cuerpo el giro o adecuación de fracciones centrales de la patronal a la crisis de la mundialización capitalista. Una muestra elocuente de lo que decimos es el planteo de Philippe Varin, ex CEO de Peugeot (¡¡aquel que cerró Aulnay, una de sus principales fábricas en la región parisina!!) y hoy día presidente de France Industrie, quien plantea que: ”La cuestión fundamental es la relocalización de actividades en Francia. En esta crisis, hay una verdadera oportunidad”. Citando las “tendencias pesadas”:
Un inevitable impuesto al carbono encarecerá los transportes, la importancia de las materias primas o los bienes intermediarios para nuestra soberanía, la digitalización permite fabricar en series más pequeñas, una mejor respuesta a la demanda de clientes cercanos [7].
Cuando la crisis actual ha mostrado la impotencia brutal de las autoridades y de cada Estado nacional frente a la propagación de la crisis sanitaria, cuando la crisis del coronavirus ha hecho surgir una conciencia universal en donde la vida y la muerte de millones depende de nuestras decisiones colectivas, delegarlas en un Estado y una clase que solo puede defender sus mezquinos intereses de clase y nacionales únicamente puede llevarnos a un nuevo impasse.
Qué decir de los que una vez más hoy siguen esperando que la Europa del Capital sea solidaria, como es el caso de los intelectuales, artistas, economistas y políticos de Alemania y Francia encabezados por Daniel Cohn-Bendit, Joschka Fischer o Jürgen Habermas, entre otros, que piden a la Comisión Europea la creación de un ‘Fondo Corona’ para asumir el endeudamiento provocado por la pandemia de forma conjunta. Como dicen en su llamamiento:
¿Para qué puede servir la UE si en tiempos del coronavirus no muestra que los europeos se apoyan mutuamente y luchan por un futuro común? No se trata tan solo de un deber por solidaridad, sino que también responde a nuestro propio interés. En esta crisis estamos todos los europeos en el mismo barco. Si el Norte no ayuda al Sur, entonces no solo se perderá a sí mismo, sino también a Europa.
Frente la crisis del COVID19 y la impotencia de la burguesía mundial para conjurarla, resuenan fuertemente las palabras de Marx en el Manifiesto del Partido Comunista, cuando distingue la revolución proletaria de todas las revoluciones anteriores:
Todas las clases que le precedieron y conquistaron el poder procuraron consolidar las posiciones adquiridas sometiendo a la sociedad entera a su régimen de adquisición. Los proletarios solo pueden conquistar para sí las fuerzas sociales de la producción aboliendo el régimen adquisitivo a que se hallan sujetos, y con él todo el régimen de apropiación de la sociedad. Los proletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todos los aseguramientos y seguridades privadas de los demás. [...] Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa. El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hacer añicos desde los cimientos, hasta el remate, todo ese edificio que forma la sociedad oficial.
Frente a la conciencia universal que tanto la crisis ecológica como la pandemia del coronavirus actualizan, solo una clase como el proletariado, basándose en su solidaridad internacional, es decir en el internacionalismo proletario, puede estar a la altura de los desafíos de la hora. Cualquier otra salida, más tarde o más temprano, nos lleva a la barbarie.
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El dirigismo económico que nos propone Mélenchon frente a los desbordes incontrolables de la mundialización neoliberal va de la mano de una vuelta al viejo patriotismo económico. En un reciente twit llega a alabar al ex miembro del PS, Arnaud Montebourg, quien preconiza la desmundialización. Dice Mélenchon: “Apasionante entrevista de Arnaud Montebourg. Noto las convergencia de las preocupaciones, a veces hasta en la última palabra. ¡Bravo!”
En esa entrevista, el antiguo ministro de industrialización de Hollande, responsable del cierre de los altos hornos de Florange, es duro con el actual mandatario y se pregunta si Macron es el mejor ubicado para hablar de patriotismo económico, al tiempo que llama al Estado a encarar una “reconstrucción ecológica”: “La menor cantidad de importaciones posibles, una economía más volcada hacia el mercado interno continental con buenos salarios y mejores precios para pagar a los que producen aquí” [6]
Estos falsos amigos del pueblo frente a la crisis de la mundialización capitalista solo nos planten una vuelta a los estrechos límites del soberanismo, es decir una vuelta al caduco Estado-nación, cuando la pandemia en curso y la crisis capitalista ponen más que nunca sobre el tapete la necesidad de la coordinación y la solidaridad internacional. Sin embargo, esta necesidad básica se choca más que nunca a la obstinación de cada Estado y burguesía de las grandes potencias imperialistas y capitalistas quienes priorizan el sálvese quien pueda y sobre todo pisotear a los más débiles. Esto se demuestra en la despiadada guerra comercial por los insumos contra los países de América Latina, África y Asia, donde las potencias imperialistas como Francia se garantizan los test, mascarillas, etc., muestra patética de piratería moderna.
Estos falsos izquierdistas solo buscan un reciclaje de la producción nacional, cubriéndose por izquierda con una falsa planificación a la que asocian a los sindicatos, buscando competir en casi el mismo terreno con el soberanismo reaccionario de Marine Le Pen. Más estructuralmente, este patriotismo económico sigue como la sombra al cuerpo el giro o adecuación de fracciones centrales de la patronal a la crisis de la mundialización capitalista. Una muestra elocuente de lo que decimos es el planteo de Philippe Varin, ex CEO de Peugeot (¡¡aquel que cerró Aulnay, una de sus principales fábricas en la región parisina!!) y hoy día presidente de France Industrie, quien plantea que: ”La cuestión fundamental es la relocalización de actividades en Francia. En esta crisis, hay una verdadera oportunidad”. Citando las “tendencias pesadas”:
Un inevitable impuesto al carbono encarecerá los transportes, la importancia de las materias primas o los bienes intermediarios para nuestra soberanía, la digitalización permite fabricar en series más pequeñas, una mejor respuesta a la demanda de clientes cercanos [7].
Cuando la crisis actual ha mostrado la impotencia brutal de las autoridades y de cada Estado nacional frente a la propagación de la crisis sanitaria, cuando la crisis del coronavirus ha hecho surgir una conciencia universal en donde la vida y la muerte de millones depende de nuestras decisiones colectivas, delegarlas en un Estado y una clase que solo puede defender sus mezquinos intereses de clase y nacionales únicamente puede llevarnos a un nuevo impasse.
Qué decir de los que una vez más hoy siguen esperando que la Europa del Capital sea solidaria, como es el caso de los intelectuales, artistas, economistas y políticos de Alemania y Francia encabezados por Daniel Cohn-Bendit, Joschka Fischer o Jürgen Habermas, entre otros, que piden a la Comisión Europea la creación de un ‘Fondo Corona’ para asumir el endeudamiento provocado por la pandemia de forma conjunta. Como dicen en su llamamiento:
¿Para qué puede servir la UE si en tiempos del coronavirus no muestra que los europeos se apoyan mutuamente y luchan por un futuro común? No se trata tan solo de un deber por solidaridad, sino que también responde a nuestro propio interés. En esta crisis estamos todos los europeos en el mismo barco. Si el Norte no ayuda al Sur, entonces no solo se perderá a sí mismo, sino también a Europa.
Frente la crisis del COVID19 y la impotencia de la burguesía mundial para conjurarla, resuenan fuertemente las palabras de Marx en el Manifiesto del Partido Comunista, cuando distingue la revolución proletaria de todas las revoluciones anteriores:
Todas las clases que le precedieron y conquistaron el poder procuraron consolidar las posiciones adquiridas sometiendo a la sociedad entera a su régimen de adquisición. Los proletarios solo pueden conquistar para sí las fuerzas sociales de la producción aboliendo el régimen adquisitivo a que se hallan sujetos, y con él todo el régimen de apropiación de la sociedad. Los proletarios no tienen nada propio que asegurar, sino destruir todos los aseguramientos y seguridades privadas de los demás. [...] Hasta ahora, todos los movimientos sociales habían sido movimientos desatados por una minoría o en interés de una minoría. El movimiento proletario es el movimiento autónomo de una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa. El proletariado, la capa más baja y oprimida de la sociedad actual, no puede levantarse, incorporarse, sin hacer saltar, hacer añicos desde los cimientos, hasta el remate, todo ese edificio que forma la sociedad oficial.
Frente a la conciencia universal que tanto la crisis ecológica como la pandemia del coronavirus actualizan, solo una clase como el proletariado, basándose en su solidaridad internacional, es decir en el internacionalismo proletario, puede estar a la altura de los desafíos de la hora. Cualquier otra salida, más tarde o más temprano, nos lleva a la barbarie.
NOTAS AL PIE
AME LLAMA A LAS ENFERMERAS EUROPEAS PARA AYUDAR EN ESPAÑA: NECESITAMOS BRIGADAS NURSING NOW. ( Asociación madrileña de enfermería independiente ). https://www.ameenfermeria.com/ame-llama-a-las-enfermeras-europeas-para-ayudar
Aunque en los últimos días esta emergencia nos está, o eso parece, dando una tregua en Madrid, las enfermeras llevamos ya más de un mes bajo unas condiciones laborales que han causado y causan mucho estrés, cansancio, desesperanza. Ya eramos pocas al comenzar esta crisis, por eso dese AME se hizo un llamamiento a las estudiantes y enfermeras de otras partes del territorio español.
Sin embargo seguimos siendo pocas, sobrecargadas y más y más agotadas.
Precisan de nuestros cuidados en centros de salud, domicilios, hospitales, hospitales de campaña y residencias de mayores. NECESITAMOS AYUDA.
Es por ello que en éste, nuestro año internacional y el año de la campaña Nursing Now, apelamos a la solidaridad europea para que acudan enfermeras a esta llamada y vengan a compartir y ayudar.
Os dejamos la carta que mandamos a las instituciones internacionales haciendo esa llamada a lo que hemos llamado Brigadas Nursing Now:
LLAMADA A LAS ENFERMERAS EUROPEAS PARA AYUDAR EN ESPAÑA: NECESITAMOS BRIGADAS NURSING NOW.
Durante el Año Internacional de las Enfermeras y Matronas, y en los años que ha durado la campaña Nursing Now, las enfermeras de todo el mundo nos hemos unido más que nunca con un gran sentimiento de orgullo, responsabilidad y solidaridad. Y precisamente este año dedicado a las Enfermeras y Matronas, ha ocurrido la mayor pandemia a la que nos hemos enfrentado como colectivo y como ciudadanas.
Son muchas las respuestas que se están haciendo desde los gobiernos, desde los centros sanitarios, desde la comunidad y desde asociaciones con mayor o menor éxito pero con un denominador común: nuestro trabajo de enfermeras es esencial tanto en la coordinación como en lo asistencial.
Esta pandemia está afectando de forma diferente a los países. La carga asistencial y psicológica y la presión a la que nos vemos sometidas en más o menos manejable dependiendo de donde nos encontremos. En España la situación es muy complicada. El número de enfermeras era ya muy reducido y, como era previsible, no somos suficientes para afrontar una crisis. El coronavirus nos ha llevado al límite y nos está golpeando duramente en el plano físico y también en el psicológico.
Es el momento de estar más unidas que nunca en ese sentimiento de pertenencia a algo importante, de pertenencia a Nursing Now.
Por eso desde la Asociación madrileña de enfermería, AME, coordinadora de un grupo local de Nursing Now Madrid, queremos apelar a ese sentimiento de unión , de solidaridad para hacer un llamamiento a las enfermeras europeas: os necesitamos, por nosotras y por la ciudadanía a la que intentamos cuidar y está sufriendo, mucho.
Qué mejor celebración de nuestro año que trabajando juntas en lo que sabemos, en lo que amamos: cuidando a los que lo necesitan.
Enfermeras de toda Europa, os hacemos un pedido, ser generosas, uniros en brigadas nursing now para ayudar a los españoles. Necesitamos enfermeras en los centros sanitarios, en residencias de personas mayores.
Sería un placer y un orgullo poder colaborar con vosotras, intercambiar experiencias y caminar juntas en este año que empezó siendo el nuestro y que marcará el camino hacia la Enfermería del futuro.
Junta directiva AME
CALL FOR EUROPEAN NURSES TO HELP IN SPAIN: WE NEED NURSING NOW BRIGADES
During the International Year of Nurses and Midwives, and the Nursing Now campaign, nurses around the world have come together with a great feeling of pride, responsibility and solidarity. And, casually, in the year dedicated to Nurses and Midwives, we face the greatest pandemic that we have ever faced as a collective and as citizens.
Governments, healthcare centers, the community and various associations are carrying out different initiatives, more or less successful, with a common denominator: the work of nurses is essential, in the front line of healthcare as in the management and coordination of this crisis.
This pandemic is affecting countries differently. The care and psychological burden and the pressure to which we are subjected is more or less manageable depending on where we are. In Spain the situation is very complicated. The number of nurses was already very small and, predictably, we are not enough to face a crisis. The coronavirus has pushed us to the limit and is hitting us hard on the physical and psychological levels.
It is time to come together with the sense of belonging that has emerged during NursingNow.
From the Madrid Nursing Association, AME, which coordinates the local NursingNow Madrid group, we want to appeal to this feeling of union and solidarity to call to all the European nurses: we need you. Not just for us. The citizens we are trying to care for are suffering and we cannot reach everyone.
What a better way to celebrate our year than by working together caring for those who need us.
Nurses from Europe, we are asking for your help. Join us in the Nursing Now Brigades to help the Spanish people. We need more nurses in the health centers and in the nursing homes.
It would be a pleasure and a pride to be able to work with you, exchange experiences and walk together in this year that is our year and that will mark the path towards the Nursing of the future.
Aunque en los últimos días esta emergencia nos está, o eso parece, dando una tregua en Madrid, las enfermeras llevamos ya más de un mes bajo unas condiciones laborales que han causado y causan mucho estrés, cansancio, desesperanza. Ya eramos pocas al comenzar esta crisis, por eso dese AME se hizo un llamamiento a las estudiantes y enfermeras de otras partes del territorio español.
Sin embargo seguimos siendo pocas, sobrecargadas y más y más agotadas.
Precisan de nuestros cuidados en centros de salud, domicilios, hospitales, hospitales de campaña y residencias de mayores. NECESITAMOS AYUDA.
Es por ello que en éste, nuestro año internacional y el año de la campaña Nursing Now, apelamos a la solidaridad europea para que acudan enfermeras a esta llamada y vengan a compartir y ayudar.
Os dejamos la carta que mandamos a las instituciones internacionales haciendo esa llamada a lo que hemos llamado Brigadas Nursing Now:
LLAMADA A LAS ENFERMERAS EUROPEAS PARA AYUDAR EN ESPAÑA: NECESITAMOS BRIGADAS NURSING NOW.
Durante el Año Internacional de las Enfermeras y Matronas, y en los años que ha durado la campaña Nursing Now, las enfermeras de todo el mundo nos hemos unido más que nunca con un gran sentimiento de orgullo, responsabilidad y solidaridad. Y precisamente este año dedicado a las Enfermeras y Matronas, ha ocurrido la mayor pandemia a la que nos hemos enfrentado como colectivo y como ciudadanas.
Son muchas las respuestas que se están haciendo desde los gobiernos, desde los centros sanitarios, desde la comunidad y desde asociaciones con mayor o menor éxito pero con un denominador común: nuestro trabajo de enfermeras es esencial tanto en la coordinación como en lo asistencial.
Esta pandemia está afectando de forma diferente a los países. La carga asistencial y psicológica y la presión a la que nos vemos sometidas en más o menos manejable dependiendo de donde nos encontremos. En España la situación es muy complicada. El número de enfermeras era ya muy reducido y, como era previsible, no somos suficientes para afrontar una crisis. El coronavirus nos ha llevado al límite y nos está golpeando duramente en el plano físico y también en el psicológico.
Es el momento de estar más unidas que nunca en ese sentimiento de pertenencia a algo importante, de pertenencia a Nursing Now.
Por eso desde la Asociación madrileña de enfermería, AME, coordinadora de un grupo local de Nursing Now Madrid, queremos apelar a ese sentimiento de unión , de solidaridad para hacer un llamamiento a las enfermeras europeas: os necesitamos, por nosotras y por la ciudadanía a la que intentamos cuidar y está sufriendo, mucho.
Qué mejor celebración de nuestro año que trabajando juntas en lo que sabemos, en lo que amamos: cuidando a los que lo necesitan.
Enfermeras de toda Europa, os hacemos un pedido, ser generosas, uniros en brigadas nursing now para ayudar a los españoles. Necesitamos enfermeras en los centros sanitarios, en residencias de personas mayores.
Sería un placer y un orgullo poder colaborar con vosotras, intercambiar experiencias y caminar juntas en este año que empezó siendo el nuestro y que marcará el camino hacia la Enfermería del futuro.
Junta directiva AME
CALL FOR EUROPEAN NURSES TO HELP IN SPAIN: WE NEED NURSING NOW BRIGADES
During the International Year of Nurses and Midwives, and the Nursing Now campaign, nurses around the world have come together with a great feeling of pride, responsibility and solidarity. And, casually, in the year dedicated to Nurses and Midwives, we face the greatest pandemic that we have ever faced as a collective and as citizens.
Governments, healthcare centers, the community and various associations are carrying out different initiatives, more or less successful, with a common denominator: the work of nurses is essential, in the front line of healthcare as in the management and coordination of this crisis.
This pandemic is affecting countries differently. The care and psychological burden and the pressure to which we are subjected is more or less manageable depending on where we are. In Spain the situation is very complicated. The number of nurses was already very small and, predictably, we are not enough to face a crisis. The coronavirus has pushed us to the limit and is hitting us hard on the physical and psychological levels.
It is time to come together with the sense of belonging that has emerged during NursingNow.
From the Madrid Nursing Association, AME, which coordinates the local NursingNow Madrid group, we want to appeal to this feeling of union and solidarity to call to all the European nurses: we need you. Not just for us. The citizens we are trying to care for are suffering and we cannot reach everyone.
What a better way to celebrate our year than by working together caring for those who need us.
Nurses from Europe, we are asking for your help. Join us in the Nursing Now Brigades to help the Spanish people. We need more nurses in the health centers and in the nursing homes.
It would be a pleasure and a pride to be able to work with you, exchange experiences and walk together in this year that is our year and that will mark the path towards the Nursing of the future.
Estado de alarma WP.
El estado de alarma es un régimen excepcional1 que se declara para asegurar el restablecimiento de la normalidad de los poderes en una sociedad democrática.
En España[editar]
El Gobierno de España, en uso de las facultades que le otorga el artículo 116.2 de la Constitución, puede declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzca alguna de las siguientes alteraciones graves de la normalidad:
- Grave riesgo, catástrofe o calamidad pública, tales como terremotos, inundaciones, incendios urbanos y forestales o accidentes de gran magnitud.
- Crisis sanitarias, tales como epidemias y situaciones de contaminación graves.
- Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad.
- Paralización de servicios públicos esenciales para la comunidad y concurra alguna de las circunstancias o situaciones anteriores.
El estado de alarma es declarado por el Gobierno mediante decreto acordado en Consejo de Ministros por un plazo máximo de 15 días, dando cuenta al Congreso de los Diputados, reunido inmediatamente al efecto y sin cuya autorización no podrá ser prorrogado dicho plazo, y establecerá el alcance y condiciones vigentes durante la prórroga. El decreto determinará el ámbito territorial a que se extienden los efectos de la declaración.
Limitación de los derechos a través de Decretos-Ley, regulado en el art. 11 de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio.2
- Se podrá limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarla al cumplimiento de ciertos requisitos.
- Se podrá practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias.
- Se podrá intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, dando cuenta de ello a los Ministerios interesados.
- Se podrá limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad.
- Se podrá impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios y de los centros de producción afectados.
Estados de alarma en España[editar]
Crisis de los controladores de 2010[editar]
El sábado 4 de diciembre de 2010, a las 12:30 horas, el Gobierno de España declara por primera vez desde el retorno del orden democrático en el país, el estado de alarma en todo el territorio nacional con motivo del cierre del espacio aéreo debido a la huelga de controladores. El gobierno se amparó en que este era un servicio público básico, y que se estaban produciendo unos graves perjuicios a los ciudadanos y a la economía del país.3
Se vieron afectadas más de 600.000 personas, lo que supuso una pérdida de negocio para las empresas dedicadas al turismo. Por lo que el Gobierno, amparándose en el artículo 11 de la Ley Orgánica 4/1981 de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio; movilizó a los controladores aéreos que pasaron a ser considerados personal militar mientras durara dicho estado. Motivo por el cual, de no haber retomado su actividad laboral, se habrían enfrentado a fuertes penas de cárcel por desobedecer las órdenes de un mando militar y por deserción.4
El Consejo de Ministros solicitó, el 14 de diciembre, al Congreso de los Diputados una prórroga del estado de alarma hasta el 15 de enero a las 24 horas, que le fue concedida por el mismo.5 Consecuentemente, el Gobierno acordó la prórroga6 y el estado de alarma quedó levantado el 16 de enero de 2011, a las 0:00 horas.7
[editar]
El sábado 14 de marzo de 2020,8 el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en un comunicado institucional el estado de alarma por segunda vez en la historia reciente del país como medida excepcional para la contención de la pandemia por la enfermedad de coronavirus (COVID-19) que venía afectando a España desde mediados de febrero, y que se implementaría desde el día siguiente, domingo 15 de marzo.9 Para el momento en que dicho anuncio fue publicado, España contaba con más de 4.200 casos positivos y 120 fallecidos, siendo la Comunidad de Madrid la región más afectada, con más de la mitad de los casos positivos del país y 64 fallecidos,10 habiendo procedido su gobierno autonómico al cierre sistemático de locales de hostelería y negocios, manteniéndose únicamente abiertos farmacias y negocios de alimentación básica.11
Horas antes de anunciarse dicha medida, se hacían públicas las medidas urgentes aprobadas por el Consejo de Ministros extraordinario, con una inyección de 14.000 millones de euros, publicadas por decreto en el BOE, que incluía medidas como el aplazamiento para empresas, pymes y autónomos, hasta el 30 de mayo, de 30.000 euros en el pago de impuestos durante seis meses, con tres meses de carencia.12
El Gobierno también modificaba la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, añadiéndose una disposición final primera en la que se expresaba que en el caso de situaciones excepcionales "y cuando la naturaleza de la crisis lo exija, el Presidente del Gobierno podrá decidir motivadamente que el Consejo de Ministros, las Comisiones Delegadas del Gobierno y la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios puedan celebrar sesiones, adoptar acuerdos y aprobar actas a distancia por medios electrónicos, siempre que los miembros participantes se encuentren en territorio español y quede acreditada su identidad [...] A estos efectos, se consideran medios electrónicos válidos las audioconferencias y videoconferencias",13 medida tomada después de que dos ministras del Gobierno, las titulares de Igualdad, Irene Montero,14 y Política territorial y Función pública, Carolina Darias,15 dieran positivo por COVID-19.
En la declaración institucional del sábado 14 de marzo, el presidente del Gobierno confirmaba la aprobación del estado de alarma, que añadía como medida extraordinaria la limitación de los movimientos de los ciudadanos en todo el territorio nacional, lo cual entró en vigor en el momento de la publicación en el BOE ese mismo día.16 17
El 24 de marzo de 2020, mediante Acuerdo del Consejo de Ministros18, el Gobierno solicitó al Congreso de los Diputados autorización para prorrogar el estado de alarma hasta 12 de abril de 2020 a las 00:00 horas, con el fin de garantizar la eficaz gestión de la emergencia sanitaria y contener la propagación de la enfermedad. El Pleno del Congreso de los Diputados, en su sesión del día 25 de marzo de 2020, acordó conceder la autorización requerida, entrando esta en vigor el día de su publicación en el BOE el 28 de marzo de 2020.
El 7 de abril de 2020, mediante Acuerdo del Consejo de Ministros0, el Gobierno solicitó al Congreso de los Diputados autorización para prorrogar el estado de alarma hasta 26 de abril de 2020 a las 00:00 horas, con el fin de garantizar la eficaz gestión de la emergencia sanitaria y contener la propagación de la enfermedad.
LA CRISIS DEL CORONAVIRUS.
Consulte el real decreto por el que se declara el estado de alarma en España
Texto íntegro aprobado por el Consejo de Ministros este sábado :
Madrid - 15 MAR 2020 - 02:19 CET
La Organización Mundial de la Salud elevó el pasado 11 de marzo de 2020 la situación de emergencia de salud pública ocasionada por el COVID-19 a pandemia internacional. La rapidez en la evolución de los hechos, a escala nacional e internacional, requiere la adopción de medidas inmediatas y eficaces para hacer frente a esta coyuntura. Las circunstancias extraordinarias que concurren constituyen, sin duda, una crisis sanitaria sin precedentes y de enorme magnitud tanto por el muy elevado número de ciudadanos afectados como por el extraordinario riesgo para sus derechos.
El artículo cuarto, apartado b), de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio, habilita al Gobierno para, en el ejercicio de las facultades que le atribuye el artículo 116.2 de la Constitución, declarar el estado de alarma, en todo o parte del territorio nacional, cuando se produzcan crisis sanitarias que supongan alteraciones graves de la normalidad.
En este marco, las medidas previstas en la presente norma se encuadran en la acción decidida del Gobierno para proteger la salud y seguridad de los ciudadanos, contener la progresión de la enfermedad y reforzar el sistema de salud pública. Las medidas temporales de carácter extraordinario que ya se han adoptado por todos los niveles de gobierno deben ahora intensificarse sin demora para prevenir y contener el virus y mitigar el impacto sanitario, social y económico.
Para hacer frente a esta situación, grave y excepcional, es indispensable proceder a la declaración del estado de alarma.
Las medidas que se contienen en el presente real decreto son las imprescindibles para hacer frente a la situación, resultan proporcionadas a la extrema gravedad de la misma y no suponen la suspensión de ningún derecho fundamental, tal y como prevé el artículo 55 de la Constitución.
En su virtud, a propuesta de la Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, del Ministro de Sanidad, de la Ministra de Defensa, y de los Ministros del Interior, y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y previa deliberación del Consejo de Ministros en su reunión del día 14 de marzo de 2020,
DISPONGO:
Artículo 1. Declaración del estado de alarma.
Al amparo de lo dispuesto en el artículo cuarto, apartados b) y d), de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, de los estados de alarma, excepción y sitio, se declara el estado de alarma con el fin de afrontar la situación de emergencia sanitaria provocada por el coronavirus COVID-19.
Artículo 2. Ámbito territorial.
La declaración de estado de alarma afecta a todo el territorio nacional.
Artículo 3. Duración.
La duración del estado de alarma que se declara por el presente real decreto es de quince días naturales.
Artículo 4. Autoridad competente.
1. A los efectos del estado de alarma, la autoridad competente será el Gobierno.
2. Para el ejercicio de las funciones a que se hace referencia en este real decreto, bajo la superior dirección del Presidente del Gobierno, serán autoridades competentes delegadas, en sus respectivas áreas de responsabilidad:
a) La Ministra de Defensa.
b) El Ministro del Interior.
c) El Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.
d) El Ministro de Sanidad.
Asimismo, en las áreas de responsabilidad que no recaigan en la competencia de alguno de los Ministros indicados en los párrafos a), b) o c), será autoridad competente delegada el Ministro de Sanidad.
3. Los Ministros designados como autoridades competentes delegadas en este real decreto quedan habilitados para dictar las órdenes, resoluciones, disposiciones e instrucciones interpretativas que, en la esfera específica de su actuación, sean necesarios para garantizar la prestación de todos los servicios, ordinarios o extraordinarios, en orden a la protección de personas, bienes y lugares, mediante la adopción de cualquiera de las medidas previstas en el artículo once de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio.
Los actos, disposiciones y medidas a que se refiere el párrafo anterior podrán adoptarse de oficio o a solicitud motivada de las autoridades autonómicas y locales competentes, de acuerdo con la legislación aplicable en cada caso y deberán prestar atención a las personas vulnerables. Para ello, no será precisa la tramitación de procedimiento administrativo alguno.
4. Durante la vigencia del estado de alarma queda activado el Comité de Situación previsto en la disposición adicional primera de la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional, como órgano de apoyo al Gobierno en su condición de autoridad competente.
Artículo 5. Colaboración con las autoridades competentes delegadas.
1. Los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los Cuerpos de Policía de las comunidades autónomas y de las corporaciones locales quedarán bajo las órdenes directas del Ministro del Interior, a los efectos de este real decreto, en cuanto sea necesario para la protección de personas, bienes y lugares, pudiendo imponerles servicios extraordinarios por su duración o por su naturaleza.
2. Los agentes de la autoridad podrán practicar las comprobaciones en las personas, bienes, vehículos, locales y establecimientos que sean necesarias para comprobar y, en su caso, impedir que se lleven a cabo los servicios y actividades suspendidas en este real decreto, salvo las expresamente exceptuadas. Para ello, podrán dictar las órdenes y prohibiciones necesarias y suspender las actividades o servicios que se estén llevando a cabo.
A tal fin, la ciudadanía tiene el deber de colaborar y no obstaculizar la labor de los agentes de la autoridad en el ejercicio de sus funciones.
3. En aquellas comunidades autónomas que cuenten con cuerpos policiales propios, las Comisiones de Seguimiento y Coordinación previstas en las respectivas Juntas de Seguridad establecerán los mecanismos necesarios para asegurar lo señalado en los dos apartados anteriores.
4. Los servicios de intervención y asistencia en emergencias de protección civil definidos en el artículo 17 de la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, actuarán bajo la dependencia funcional del Ministro del Interior.
5. El Ministro del Interior podrá dictar las órdenes, resoluciones, disposiciones e instrucciones que considere necesarias a todos los sujetos incluidos en el ámbito de aplicación de la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada.
6. Para el eficaz cumplimiento de las medidas incluidas en el presente real decreto, las autoridades competentes delegadas podrán requerir la actuación de las Fuerzas Armadas, de conformidad con lo previsto en el artículo 15.3 de la Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional.
Artículo 6. Gestión ordinaria de los servicios.
Cada Administración conservará las competencias que le otorga la legislación vigente en la gestión ordinaria de sus servicios para adoptar las medidas que estime necesarias en el marco de las órdenes directas de la autoridad competente a los efectos del estado de alarma y sin perjuicio de lo establecido en los artículos 4 y 5.
Artículo 7. Limitación de la libertad de circulación de las personas.
1. Durante la vigencia del estado de alarma las personas únicamente podrán circular por las vías de uso público para la realización de las siguientes actividades:
a) Adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad.
b) Asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios.
c) Desplazamiento al lugar de trabajo para efectuar su prestación laboral, profesional o empresarial.
d) Retorno al lugar de residencia habitual.
e) Asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables.
f) Desplazamiento a entidades financieras y de seguros.
g) Por causa de fuerza mayor o situación de necesidad.
h) Cualquier otra actividad de análoga naturaleza que habrá de hacerse individualmente, salvo que se acompañe a personas con discapacidad o por otra causa justificada.
2. Igualmente, se permitirá la circulación de vehículos particulares por las vías de uso público para la realización de las actividades referidas en el apartado anterior o para el repostaje en gasolineras o estaciones de servicio.
3. En todo caso, en cualquier desplazamiento deberán respetarse las recomendaciones y obligaciones dictadas por las autoridades sanitarias.
4. El Ministro del Interior podrá acordar el cierre a la circulación de carreteras o tramos de ellas por razones de salud pública, seguridad o fluidez del tráfico o la restricción en ellas del acceso de determinados vehículos por los mismos motivos.
Cuando las medidas a las que se refieren los párrafos anteriores se adopten de oficio se informará previamente a las administraciones autonómicas que ejercen competencias de ejecución de la legislación del Estado en materia de tráfico, circulación de vehículos y seguridad vial.
Las autoridades estatales, autonómicas y locales competentes en materia de tráfico, circulación de vehículos y seguridad vial garantizarán la divulgación entre la población de las medidas que puedan afectar al tráfico rodado.
Artículo 8. Requisas temporales y prestaciones personales obligatorias.
1. De conformidad con lo dispuesto en el artículo once b) de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, las autoridades competentes delegadas podrán acordar, de oficio o a solicitud de las comunidades autónomas o de las entidades locales, que se practiquen requisas temporales de todo tipo de bienes necesarios para el cumplimiento de los fines previstos en este real decreto, en particular para la prestación de los servicios de seguridad o de los operadores críticos y esenciales. Cuando la requisa se acuerde de oficio, se informará previamente a la Administración autonómica o local correspondiente.
2. En los mismos términos podrá imponerse la realización de prestaciones personales obligatorias imprescindibles para la consecución de los fines de este real decreto.
Artículo 9. Medidas de contención en el ámbito educativo y de la formación.
1. Se suspende la actividad educativa presencial en todos los centros y etapas, ciclos, grados, cursos y niveles de enseñanza contemplados en el artículo 3 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, incluida la enseñanza universitaria, así como cualesquiera otras actividades educativas o de formación impartidas en otros centros públicos o privados.
2. Durante el período de suspensión se mantendrán las actividades educativas a través de las modalidades a distancia y «on line», siempre que resulte posible.
Artículo 10. Medidas de contención en el ámbito de la actividad comercial, equipamientos culturales, establecimientos y actividades recreativos, actividades de hostelería y restauración, y otras adicionales.
1. Se suspende la apertura al público de los locales y establecimientos minoristas, a excepción de los establecimientos comerciales minoristas de alimentación, bebidas, productos y bienes de primera necesidad, establecimientos farmacéuticos, médicos, ópticas y productos ortopédicos, productos higiénicos, peluquerías, prensa y papelería, combustible para la automoción, estancos, equipos tecnológicos y de telecomunicaciones, alimentos para animales de compañía, comercio por internet, telefónico o correspondencia, tintorerías y lavanderías. Se suspende cualquier otra actividad o establecimiento que a juicio de la autoridad competente pueda suponer un riesgo de contagio.
2. La permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida deberá ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad, quedando suspendida la posibilidad de consumo de productos en los propios establecimientos.
En todo caso, se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios.
3. Se suspende la apertura al público de los museos, archivos, bibliotecas, monumentos, así como de los locales y establecimientos en los que se desarrollen espectáculos públicos, las actividades deportivas y de ocio indicados en el anexo del presente real decreto.
4. Se suspenden las actividades de hostelería y restauración, pudiendo prestarse exclusivamente servicios de entrega a domicilio.
5. Se suspenden asimismo las verbenas, desfiles y fiestas populares.
Artículo 11. Medidas de contención en relación con los lugares de culto y con las ceremonias civiles y religiosas.
La asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro.
Artículo 12. Medidas dirigidas a reforzar el Sistema Nacional de Salud en todo el territorio nacional.
1. Todas las autoridades civiles sanitarias de las administraciones públicas del territorio nacional, así como los demás funcionarios y trabajadores al servicio de las mismas, quedarán bajo las órdenes directas del Ministro de Sanidad en cuanto sea necesario para la protección de personas, bienes y lugares, pudiendo imponerles servicios extraordinarios por su duración o por su naturaleza.
2. Sin perjuicio de lo anterior, las administraciones públicas autonómicas y locales mantendrán la gestión, dentro de su ámbito de competencia, de los correspondientes servicios sanitarios, asegurando en todo momento su adecuado funcionamiento. El Ministro de Sanidad se reserva el ejercicio de cuantas facultades resulten necesarias para garantizar la cohesión y equidad en la prestación del referido servicio.
3. En especial, se asegurará la plena disposición de las autoridades civiles responsables del ámbito de salud pública, y de los empleados que presten servicio en el mismo.
4. Estas medidas también garantizarán la posibilidad de determinar la mejor distribución en el territorio de todos los medios técnicos y personales, de acuerdo con las necesidades que se pongan de manifiesto en la gestión de esta crisis sanitaria.
5. Las autoridades competentes delegadas ejercerán sus facultades a fin de asegurar que el personal y los centros y establecimiento sanitarios de carácter militar contribuyan a reforzar el Sistema Nacional de Salud en todo el territorio nacional.
6. Asimismo, el Ministro de Sanidad podrá ejercer aquellas facultades que resulten necesarias a estos efectos respecto de los centros, servicios y establecimientos sanitarios de titularidad privada.
Artículo 13. Medidas para el aseguramiento del suministro de bienes y servicios necesarios para la protección de la salud pública.
El Ministro de Sanidad podrá:
a) Impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento del mercado y el funcionamiento de los servicios de los centros de producción afectados por el desabastecimiento de productos necesarios para la protección de la salud pública.
b) Intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, incluidos los centros, servicios y establecimientos sanitarios de titularidad privada, así como aquellos que desarrollen su actividad en el sector farmacéutico.
c) Practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias en aquellos casos en que resulte necesario para la adecuada protección de la salud pública, en el contexto de esta crisis sanitaria.
Artículo 14. Medidas en materia de transportes.
1. En relación con todos los medios de transporte, cualquiera que sea la Administración competente sobre los mismos, se aplicará lo siguiente:
a) El Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana queda habilitado para dictar los actos y disposiciones que, en la esfera específica de su actuación, sean necesarios para establecer condiciones a los servicios de movilidad, ordinarios o extraordinarios, en orden a la protección de personas, bienes y lugares.
b) Los actos, disposiciones y medidas a que se refiere el párrafo a) anterior podrán adoptarse de oficio o a solicitud motivada de las autoridades autonómicas y locales competentes, de acuerdo con la legislación aplicable en cada caso. Para ello no será precisa la tramitación de procedimiento administrativo alguno.
2. Asimismo, se adoptan las siguientes medidas aplicables al transporte interior:
a) En los servicios de transporte público de viajeros por carretera, ferroviarios, aéreo y marítimo que no están sometidos a contrato público u obligaciones de servicio público (OSP), los operadores de transporte reducirán la oferta total de operaciones en, al menos, un 50 %. Por resolución del Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se podrá modificar este porcentaje y establecer condiciones específicas al respecto.
b) Los servicios de transporte público de viajeros por carretera, ferroviarios, aéreo y marítimo de competencia estatal que están sometidos a contrato público u OSP reducirán su oferta total de operaciones en, al menos, los siguientes porcentajes:
i. Servicios ferroviarios de media distancia: 50 %.
ii. Servicios ferroviarios media distancia-AVANT: 50 %.
iii. Servicios regulares de transporte de viajeros por carretera: 50 %.
iv. Servicios de transporte aéreo sometidos a OSP: 50 %.
v. Servicios de transporte marítimo sometidos a contrato de navegación: 50 %.
Los servicios ferroviarios de cercanías mantendrán su oferta de servicios.
Por resolución del Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se podrán modificar los porcentajes de reducción de los servicios referidos anteriormente y establecer condiciones específicas al respecto. En esta resolución se tendrá en cuenta la necesidad de garantizar que los ciudadanos puedan acceder a sus puestos de trabajo y los servicios básicos en caso necesario.
c) Los servicios de transporte público de viajeros por carretera, ferroviarios y marítimo de competencia autonómica o local que están sometidos a contrato público u OSP, o sean de titularidad pública, mantendrán su oferta de transporte.
El Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y las autoridades autonómicas y locales con competencias en materia de transportes podrán establecer un porcentaje de reducción de servicios en caso de que la situación sanitaria así lo aconseje, así como otras condiciones específicas de prestación de los mismos.
Al adoptar estas medidas se tendrá en cuenta la necesidad de garantizar que los ciudadanos puedan acceder a sus puestos de trabajo y los servicios básicos en caso necesario.
d) Sin perjuicio de lo establecido en los párrafos a), b) y c) se establecerán unos criterios específicos para el transporte entre la Península y los territorios no peninsulares, así como para el transporte entre islas.
e) En relación con todos los medios de transporte, los operadores de servicio de transporte de viajeros quedan obligados a realizar una limpieza diaria de los vehículos de transporte, de acuerdo con las recomendaciones que establezca el Ministerio de Sanidad.
f) Los sistemas de venta de billetes online deberán incluir durante el proceso de venta de los billetes un mensaje suficientemente visible en el que se desaconseje viajar salvo por razones inaplazables. Por orden del Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se podrán establecer las características y contenido de este anuncio.
g) En aquellos servicios en los que el billete otorga una plaza sentada o camarote, los operadores de transporte tomarán las medidas necesarias para procurar la máxima separación posible entre los pasajeros.
3. Los operadores de transporte llevarán a cabo los ajustes necesarios para cumplir con los porcentajes establecidos en este artículo de la forma lo más homogéneamente posible entre los distintos servicios que prestan y podrán plantear al Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana cuantas cuestiones requieran interpretación o aclaración.
Si por razones técnicas u operativas no resulta viable la aplicación directa de los porcentajes establecidos desde el primer día, se deberá llevar a cabo el ajuste más rápido posible de los servicios, que no podrá durar más de cinco días.
4. Por resolución del Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se establecerán las condiciones necesarias para facilitar el transporte de mercancías en todo el territorio nacional, con objeto de garantizar el abastecimiento.
5. Las autoridades competentes delegadas podrán adoptar todas aquellas medidas adicionales necesarias para limitar la circulación de medios de transporte colectivos que resulten necesarias y proporcionadas para preservar la salud pública.
Artículo 15. Medidas para garantizar el abastecimiento alimentario.
1. Las autoridades competentes delegadas adoptarán las medidas necesarias para garantizar:
a) El abastecimiento alimentario en los lugares de consumo y el funcionamiento de los servicios de los centros de producción, permitiendo la distribución de alimentos desde el origen hasta los establecimientos comerciales de venta al consumidor, incluyendo almacenes, centros logísticos y mercados en destino. En particular, cuando resultara necesario por razones de seguridad, se podrá acordar el acompañamiento de los vehículos que realicen el transporte de los bienes mencionados.
b) Cuando sea preciso, el establecimiento de corredores sanitarios para permitir la entrada y salida de personas, materias primas y productos elaborados con destino o procedentes de establecimientos en los que se produzcan alimentos, incluidas las granjas, lonjas, fábricas de piensos para alimentación animal y los mataderos.
2. Asimismo, las autoridades competentes podrán acordar la intervención de empresas o servicios, así como la movilización de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas con el fin de asegurar el buen funcionamiento de lo dispuesto en el presente artículo.
Artículo 16. Tránsito aduanero.
Las autoridades competentes delegadas adoptarán las medidas necesarias para garantizar el tránsito aduanero en los puntos de entrada o puntos de inspección fronteriza ubicados en puertos o aeropuertos. A este respecto se atenderá de manera prioritaria los productos que sean de primera necesidad.
Artículo 17. Garantía de suministro de energía eléctrica, productos derivados del petróleo y gas natural.
Las autoridades competentes delegadas podrán adoptar las medidas necesarias para garantizar el suministro de energía eléctrica, de productos derivados del petróleo, así como de gas natural, de acuerdo con lo previsto en el artículo 7 de la Ley 24/2013, de 26 de diciembre, del Sector Eléctrico, y en los artículos 49 y 101 de la Ley 34/1998, de 7 de octubre, del sector de hidrocarburos.
Artículo 18. Operadores críticos de servicios esenciales.
1. Los operadores críticos de servicios esenciales previstos en la Ley 8/2011, de 28 de abril, por la que se establecen medidas para la protección de infraestructuras críticas, adoptarán las medidas necesarias para asegurar la prestación de los servicios esenciales que les son propios.
2. Dicha exigencia será igualmente adoptada por aquellas empresas y proveedores que, no teniendo la consideración de críticos, son esenciales para asegurar el abastecimiento de la población y los propios servicios esenciales.
Artículo 19. Medios de comunicación de titularidad pública y privada.
Los medios de comunicación social de titularidad pública y privada quedan obligados a la inserción de mensajes, anuncios y comunicaciones que las autoridades competentes delegadas, así como las administraciones autonómicas y locales, consideren necesario emitir.
Artículo 20. Régimen sancionador.
El incumplimiento o la resistencia a las órdenes de las autoridades competentes en el estado de alarma será sancionado con arreglo a las leyes, en los términos establecidos en el artículo diez de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio.
Disposición adicional primera. Personal extranjero acreditado como miembro de las misiones diplomáticas.
Queda exceptuado de las limitaciones a la libertad de circulación el personal extranjero acreditado como miembro de las misiones diplomáticas, oficinas consulares y organismos internacionales sitos en España, tanto para desplazamientos dentro del territorio nacional, como a su país de origen o a terceros Estados, en los que se encuentre igualmente acreditado, siempre que se trate de desplazamientos vinculados al desempeño de funciones oficiales.
Disposición adicional segunda. Suspensión de plazos procesales.
1. Se suspenden términos y se suspenden e interrumpen los plazos previstos en las leyes procesales para todos los órdenes jurisdiccionales. El cómputo de los plazos se reanudará en el momento en que pierda vigencia el presente real decreto o, en su caso, las prórrogas del mismo.
2. En el orden jurisdiccional penal la suspensión e interrupción no se aplicará a los procedimientos de habeas corpus, a las actuaciones encomendadas a los servicios de guardia, a las actuaciones con detenido, a las órdenes de protección, a las actuaciones urgentes en materia de vigilancia penitenciaria y a cualquier medida cautelar en materia de violencia sobre la mujer o menores.
Asimismo, en fase de instrucción, el juez o tribunal competente podrá acordar la práctica de aquellas actuaciones que, por su carácter urgente, sean inaplazables.
3. En relación con el resto de órdenes jurisdiccionales la interrupción a la que se refiere el apartado primero no será de aplicación a los siguientes supuestos:
a) El procedimiento para la protección de los derechos fundamentales de la persona previsto en los artículos 114 y siguientes de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa, ni a la tramitación de las autorizaciones o ratificaciones judiciales previstas en el artículo 8.6 de la citada ley.
b) Los procedimientos de conflicto colectivo y para la tutela de los derechos fundamentales y libertades públicas regulados en la Ley 36/2011, de 10 de octubre, reguladora de la jurisdicción social.
c) La autorización judicial para el internamiento no voluntario por razón de trastorno psíquico prevista en el artículo 763 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil.
d) La adopción de medidas o disposiciones de protección del menor previstas en el artículo 158 del Código Civil.
4. No obstante lo dispuesto en los apartados anteriores, el juez o tribunal podrá acordar la práctica de cualesquiera actuaciones judiciales que sean necesarias para evitar perjuicios irreparables en los derechos e intereses legítimos de las partes en el proceso.
Disposición adicional tercera. Suspensión de plazos administrativos.
1. Se suspenden términos y se interrumpen los plazos para la tramitación de los procedimientos de las entidades del sector público. El cómputo de los plazos se reanudará en el momento en que pierda vigencia el presente real decreto o, en su caso, las prórrogas del mismo.
2. La suspensión de términos y la interrupción de plazos se aplicará a todo el sector público definido en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas.
3. No obstante lo anterior, el órgano competente podrá acordar, mediante resolución motivada, las medidas de ordenación e instrucción estrictamente necesarias para evitar perjuicios graves en los derechos e intereses del interesado en el procedimiento y siempre que éste manifieste su conformidad, o cuando el interesado manifieste su conformidad con que no se suspenda el plazo.
4. La presente disposición no afectará a los procedimientos y resoluciones a los que hace referencia el apartado primero, cuando estos vengan referidos a situaciones estrechamente vinculadas a los hechos justificativos del estado de alarma.
Disposición adicional cuarta. Suspensión de plazos de prescripción y caducidad.
Los plazos de prescripción y caducidad de cualesquiera acciones y derechos quedarán suspendidos durante el plazo de vigencia del estado de alarma y, en su caso, de las prórrogas que se adoptaren.
Disposición adicional quinta. Carácter de agente de la autoridad de los miembros de las Fuerzas Armadas.
De acuerdo con la disposición adicional tercera de la Ley 39/2007, de 19 de noviembre, de la Carrera Militar, en relación con los artículos 15.3 y 16 e) de la Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional, los miembros de las Fuerzas Armadas en el ejercicio de las funciones previstas en este real decreto tendrán carácter de agentes de la autoridad.
Disposición final primera. Ratificación de las medidas adoptadas por las autoridades competentes de las Administraciones Públicas.
1. Quedan ratificadas todas las disposiciones y medidas adoptadas previamente por las autoridades competentes de las comunidades autónomas y de las entidades locales con ocasión del coronavirus COVID-19, que continuarán vigentes y producirán los efectos previstos en ellas, siempre que resulten compatibles con este real decreto.
2. La ratificación contemplada en esta disposición se entiende sin perjuicio de la ratificación judicial prevista en el artículo 8.6.2.º de la Ley 29/1998, de 13 de julio.
Disposición final segunda. Habilitación.
Durante la vigencia del estado de alarma declarado por este real decreto el Gobierno podrá dictar sucesivos decretos que modifiquen o amplíen las medidas establecidas en este, de los cuales habrá de dar cuenta al Congreso de los Diputados de acuerdo con lo previsto en el artículo octavo.dos de la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio.
Disposición final tercera. Entrada en vigor.
El presente real decreto entrará en vigor en el momento de su publicación en el «Boletín Oficial del Estado».
Dado en Madrid, el 14 de marzo de 2020.
FELIPE R.
La Vicepresidenta Primera del Gobierno y Ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática,
CARMEN CALVO POYATO
ANEXO
Relación de equipamientos y actividades cuya apertura al público queda suspendida con arreglo a lo dispuesto en el artículo 10.3
Museos.
Archivos.
Bibliotecas.
Monumentos.
Espectáculos públicos.
Esparcimiento y diversión:
Café-espectáculo.
Circos.
Locales de exhibiciones.
Salas de fiestas.
Restaurante-espectáculo.
Otros locales o instalaciones asimilables a los mencionados.
Culturales y artísticos:
Auditorios.
Cines.
Plazas, recintos e instalaciones taurinas.
Otros recintos e instalaciones:
Pabellones de Congresos.
Salas de conciertos.
Salas de conferencias.
Salas de exposiciones.
Salas multiuso.
Teatros.
Deportivos:
Locales o recintos cerrados.
Campos de fútbol, rugby, béisbol y asimilables.
Campos de baloncesto, balonmano, balonvolea y asimilables.
Campos de tiro al plato, de pichón y asimilables.
Galerías de tiro.
Pistas de tenis y asimilables.
Pistas de patinaje, hockey sobre hielo, sobre patines y asimilables.
Piscinas.
Locales de boxeo, lucha, judo y asimilables.
Circuitos permanentes de motocicletas, automóviles y asimilables.
Velódromos.
Hipódromos, canódromos y asimilables.
Frontones, trinquetes, pistas de squash y asimilables.
Polideportivos.
Boleras y asimilables.
Salones de billar y asimilables.
Gimnasios.
Pistas de atletismo.
Estadios.
Otros locales, instalaciones o actividades asimilables a los mencionados.
Espacios abiertos y vías públicas:
Recorridos de carreras pedestres.
Recorridos de pruebas ciclistas, motociclistas, automovilísticas y asimilables.
Recorridos de motocross, trial y asimilables.
Pruebas y exhibiciones náuticas.
Pruebas y exhibiciones aeronáuticas.
Otros locales, instalaciones o actividades asimilables a los mencionados.
Actividades recreativas:
De baile:
Discotecas y salas de baile.
Salas de juventud.
Deportivo-recreativas:
Locales o recintos, sin espectadores, destinados a la práctica deportivo-recreativa de uso público, en cualquiera de sus modalidades.
Juegos y apuestas:
Casinos.
Establecimientos de juegos colectivos de dinero y de azar.
Salones de juego.
Salones recreativos.
Rifas y tómbolas.
Otros locales e instalaciones asimilables a los de actividad recreativa de Juegos y apuestas conforme a lo que establezca la normativa sectorial en materia de juego.
Locales específicos de apuestas.
Culturales y de ocio:
Parques de atracciones, ferias y asimilables.
Parques acuáticos.
Casetas de feria.
Parques zoológicos.
Parques recreativos infantiles.
Recintos abiertos y vías públicas:
Verbenas, desfiles y fiestas populares o manifestaciones folclóricas.
De ocio y diversión:
Bares especiales:
Bares de copas sin actuaciones musicales en directo.
Bares de copas con actuaciones musicales en directo.
De hostelería y restauración:
Tabernas y bodegas.
Cafeterías, bares, café-bares y asimilables.
Chocolaterías, heladerías, salones de té, croissanteries y asimilables.
Restaurantes, autoservicios de restauración y asimilables.
Bares-restaurante.
Bares y restaurantes de hoteles, excepto para dar servicio a sus huéspedes.
Salones de banquetes.
Terrazas.
CONVID-19
Portugal decreta el estado de emergencia, pero el Gobierno no lo aplica
“Los portugueses han cumplido tan bien las recomendaciones que no es preciso un cuadro sancionador”, declara el primer ministro, António Costa
La popular lisboeta plaza del Comercio, desierta. En vídeo, el primer ministro portugués, António Costa, decreta el estado de emergencia pero no lo aplica.
PATRICIA DE MELO MOREIRA. JAVIER MARTÍN DEL BARRIO
https://elpais.com/sociedad/2020-03-19/portugal-decreta-el-estado-de-emergencia-pero-el-gobierno-no-lo-aplica.html
Lisboa - 19 MAR 2020 - 21:15 CET
El Gobierno de Portugal aplaza la aplicación del estado de emergencia implantado desde medianoche del jueves a iniciativa del presidente del país. “La población ha cumplido tan bien las recomendaciones que no es preciso un cuadro sancionador”, ha declarado el primer ministro, AntOnio Costa, en la conferencia de prensa posterior al Consejo de Ministros extraordinario.
La larguísima reunión del Gobierno debía concretar los amplios poderes que le otorgaba el 'estado de emergencia’, una iniciativa del presidente del país, Marcelo Rebelo de Sousa, a la que el Gobierno era contrario, pero que, para evitar un conflicto institucional en momentos de pandemia, no se opuso. La iniciativa del presidente fue aprobada por el parlamento con votos de la derecha y de la izquierda. Nadie se opuso, solo se abstuvieron 14 parlamentarios —de un lado y otro del espectro— de 230 diputados.
El ‘estado de emergencia’, jamás aplicado desde la Constitución de 1976, otorga al Gobierno el poder de llamar al Ejército para labores de seguridad, el de intervenir precios de productos básicos o el de reclutar a trabajadores públicos y privados para fabricar productos estratégicos, amén de acabar con el derecho de huelga. Nada de eso se aprobó para enfado, por ejemplo, del presidente de Madeira, que momentos antes exigía una cuarentena del archipiélago y la cancelación de todos los vuelos, internos y externos.
La medida más fuerte aprobada es el aislamiento obligatorio —la Constitución lo prohíbe, excepto a enfermos mentales—, pero solo en casos obvios, el de los contagiados, y por prescripción médica. Ni siquiera el cierre de centros comerciales es total, pues se le añaden excepciones. A los grupos de riesgo (mayores de 70 años, enfermos crónicos, etc) se les impone el “deber de protección”, que consiste en que salgan a la calle “en circunstancias excepcionales”, según Costa, entre ellas pasear al perro o a los nietos; para el resto de la población se recomienda un “recogimiento domiciliario”. En el caso de que los primeros salgan a la calle, “la policía le reconducirá a su domicilio”. Ni se echa mano del Ejército ni a las nuevas medidas se le acompaña un cuadro sancionador, pues “sería un insulto al civismo demostrado por los portugueses”.
Los portugueses podrán seguir desplazándose libremente entre las ciudades, con la excepción de Ovar, declarado estado de calamidad por un desarrollo comunitario del virus. Los funcionarios públicos harán teletrabajo; la atención pública de la Administración será online o por teléfono y la presencial solo con cita previa. Bancos, farmacias, panaderías, tiendas de alimentación seguirán abiertas; a los restaurantes se les recomienda que cierren, pero no a los de aldeas y ciudades pequeñas, pues realizan una función de auxilio a los vecinos. Los restaurantes que cierren podrán realizar entregas a domicilio y take away.
La estrategia del Gobierno, según ha explicado Costa, es la de preservar la salud de los ciudadanos, pero también mantener en marcha la economía con la menor distorsión posible. En cualquier caso, el Gobierno va a seguir adoptando medidas en función del desarrollo de la epidemia, para lo cual ha creado un gabinete de crisis.
Desde que el 2 de marzo fueron detectados los dos primeros casos, en Portugal los infectados son 785 personas, con tres víctimas mortales y tres curados. El 85% de los contagiados se tratan en su domicilio; solo un 5% se encuentra en cuidados intensivos hospitalarios. Según la directora general de salud, los casos seguirán aumentando hasta finales de abril. ////
Portugal declara el estado de emergencia por el coronavirus
El Covid-19 ha dejado por el momento 642 contagiados y dos fallecidos en el país
Efe / Lisboa 18.03.2020 | 20:18 https://www.eldia.es/internacional/2020/03/18/portugal-declara-emergencia-coronavirus/1062033.html
El Primer Ministro portugués, Antonio Costa, habla durante el debate parlamentario sobre la petición del Gobierno de autorizar la declaración del estado de emergencia. EFE
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, declaró hoy el estado de emergencia en Portugal, una medida que no se tomaba desde hace 45 años, para tratar de frenar la expansión del coronavirus, que deja por el momento 642 contagiados y dos fallecidos en el país.
La iniciativa presidencial fue apoyada por el Gobierno del socialista António Costa y aprobada después por la Asamblea de la República.
El decreto, que entrará en vigor a las 24.00 GMT de hoy, tiene una duración de 15 días, prorrogables, y habilita al Gobierno a la la "suspensión parcial" de derechos y libertades para proteger a la población y atender la crisis provocada por el impacto del Covid-19.
Se trata de una "decisión excepcional en un tiempo excepcional", ha dicho el presidente durante un mensaje dirigido al país para anunciar su decisión en el que ha subrayado que la lucha contra la pandemia "se trata de una verdadera guerra".
Rebelo de Sousa ha reconocido que la sociedad está dividida ante esta declaración, "hay quien lo reclamaba para ayer y quien lo considera prematuro", y la ha justificado por la necesidad de actuar con anticipación frente a una crisis que "va a ser más intensa".
"Otros países que ensayaron espacios graduales llegaron ahora decisiones mas drásticas. Nosotros, que comenzamos más tarde, debemos aprender de los otros y ahorrarnos etapas aunque parezca que pecamos por exceso", ha dicho.
"Más vale prevenir que curar", ha insistido el presidente, que ha subrayado que este decreto no abre la puerta a una "interrupción de la democracia" sino que "es la democracia intentando impedir una interrupción en la vida de las personas".
"Es un desafío enorme para nuestra manera de vivir y nuestra economía", ha insistido. "El Gobierno tiene entre manos una tarea hercúlea".
El Ejecutivo decidirá, mañana jueves, qué medidas concretas adoptará al amparo del estado de emergencia, que le permite, entre otras opciones, prohibir los desplazamientos o la permanencia en la vía pública de los ciudadanos si no hay una justificación por su actividad profesional.
Además, el Ejecutivo puede intervenir servicios de carácter privado, establecimientos comerciales e industrias o modificar su actividad habitual, así como obligar a los trabajadores a cambiar sus condiciones laborales y limitar el derecho de reunión y de huelga.
En ningún caso se pueden suspender otros derechos fundamentales, como la integridad o la libertad de expresión e información.
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