PCR EE.UU. Y BOB AVAKIAN; ESTRATEGIA,...Reproduzco:
El asunto por nuestra parte debería ser un análisis critico sobre la practica y los elementos teóricos y de principios del PCR EE.UU. ; -incluyendo en este análisis posiblemente textos de Bob Avakian,...En un sentido desde el punto de vista de nuestra visión, sería,...-y es,...- la practica tanto teórica como política-practica de dicho partido,...: su génesis, trayecto,...actualidad y perspectivas,...
Revolución #132, 15 de junio de 2008
voz del partido comunista
revolucionario, eu
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- La nueva concepción de la revolución y el comunismo
¿QUÉ ES LA NUEVA SÍNTESIS DE BOB AVAKIAN?
Parte IV: La nueva síntesis: Implicaciones políticas – Dictadura y la democracia - El discurso de Obama sobre Israel - Una audición a comandante en jefe
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- Revolución y Comunismo: Fundamento y Orientación Estratégicos
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Revolución #132, 15 de junio de
2008
La nueva concepción de la revolución y el comunismo
La nueva concepción de la revolución y el comunismo
¿QUÉ ES LA NUEVA SÍNTESIS DE
BOB AVAKIAN?
Parte IV: La nueva síntesis:
Implicaciones políticas – Dictadura y la democracia
A continuación presentamos la
cuarta parte del texto de un discurso pronunciado en varios lugares del país
esta primavera. Se han hecho leves cambios en preparación para su publicación.
Revolución publicará la charla en cinco entregas. En adelante, se
colocará la charla íntegra en revcom.us.
La nueva síntesis también tiene
implicaciones sumamente importantes con respecto a la dictadura del
proletariado, que Marx dijo que era el punto necesario de transición hacia la
sociedad comunista. En una palabra: ¿cómo se mantiene el
estado socialista como poder en transición hacia una sociedad comunista mundial
sin estados, sin convertirse en un fin en sí mismo? ¿cómo sigue
desarrollándose, y no dejarse volver al capitalismo?
Avakian ha estudiado a fondo la
experiencia de las revoluciones socialistas en la Unión Soviética y China por
más de 30 años, y las concepciones, suposiciones, métodos y enfoques de los
grandes líderes que dirigieron esas revoluciones. Aquí también, principalmente
voy a esbozar en pocas palabras ciertos puntos clave y recomendar ciertas obras
que Avakian ha escrito.
En buena medida, lo que Avakian
dijo en Hacer la revolución y emancipar a la humanidad se
aplica a toda la primera etapa del movimiento comunista:
En la historia del movimiento
comunista y de la sociedad socialista, la orientación básica ha sido tratar la
realidad material y las circunstancias de las masas populares como la
prioridad, como el punto central y la base, en contraste con el enfoque burgués
de ignorar —o, de hecho, reforzar— las circunstancias opresivas de las masas
populares, la gran mayoría de la humanidad. Y es muy importante captar
firmemente que, a nombre del individuoy los “derechos del
individuo”, los partidarios de una u otra forma de este enfoque burgués en
realidad defienden los intereses de una clase —y la dinámica de un sistema en
que esa clase, la burguesía, gobierna—, en que a las masas populares, a miles
de millones de individuos de las clases explotadas y oprimidas, las explotan y
muelen despiadadamente, y en que descartan totalmente su individualidad
y todo concepto de su dignidad individual 1 .
Los comunistas de la Unión
Soviética y China dirigieron a las masas a usar el poder revolucionario para
hacer cosas maravillosas y sin precedentes. Se socializó la propiedad
socialista de los medios de producción, los cuales se dedicaron a satisfacer
los requisitos materiales de la sociedad y las primeras necesidades de la
gente. En unos pocos años, las mujeres de esos países pasaron de ser entre las
más esclavizadas y oprimidas del mundo a las más emancipadas. La gente pasó de
ser principalmente analfabeta a casi completamente alfabetizada, y se pusieron
las escuelas y la cultura a la disposición de quienes antes estaban excluidos.
La Unión Soviética en particular dio grandes pasos hacia la igualdad de lo que
se conocía antes como una prisión de las nacionalidades y pueblos oprimidos.
Empezaron a poner los servicios médicos a la disposición de todos, donde antes
de la revolución la mayoría jamás había sido atendida por un médico.
Pero no se puede dejar las cosas
ahí. Por necesario que eso sea, no basta simplemente mantenerse firme y
defender —y acariciar— esos logros ante la incesante oleada de calumnias y
distorsiones. No basta solo estudiar de dónde surgían esas revoluciones, y las
fuerzas feroces, implacables e insoportables ante las que se encontraban.
Defender los logros, tomar en
cuenta las críticas
Además, es necesario tomar en
cuenta y examinar a fondo las críticas a esa experiencia —desde todos los
ángulos— y preguntar: ¿pero a qué precio? El estado proletario tiene que
mantenerse en el poder ante la resistencia de vida o muerte de los explotadores
derrotados y los feroces ataques desde afuera; ¿pero quiere decir eso que hay
que restringir y hasta ahuyentar y reprimir el disentimiento, la efervescencia
política, y una diversidad de ideas y enfoques, como las ideas y enfoques que
se oponen al socialismo? Al nuevo poder se le plantea la tarea
histórico-mundial de incorporar a las masas en la vida intelectual y las artes,
y de forjar una nueva cultura, y en particular en China se hicieron maravillas
con respecto a eso; ¿pero tiene que significar eso que hay que restringir la
búsqueda, la investigación y la experimentación de parte de gente formada como
artistas y científicos en la vieja sociedad, o aun en la nueva sociedad? Por
primera vez existe la base —y la gran necesidad— de abordar el problema de la
libertad como una tarea positiva y colectiva: “cómo nosotros
mismos vamos a transformar el mundo y servir al pueblo” y no “quiero
lo mío”; ¿pero quiere decir eso que no hay necesidad o poco papel positivo para
la individualidad y el espacio del individuo? Existe una necesidad de “llevar a
cabo cosas”; ¿pero qué tiene eso que ver con el estado proletario como una
forma de estado radicalmente diferente, que incorpora cada vez más a las masas
en la dirección y la administración directa del estado?
Ahora bien, no es posible
contestar bien esas preguntas de manera simplista. Piensen un minuto en la
guerra de Secesión de este país, y del período de Reconstrucción que la siguió,
inmediatamente después de la liberación de los esclavos cuando supuestamente
les iban a dar tierras y derechos políticos. Por muchos años lo que se nos
decía en la escuela —y especialmente en la cultura, con películas como Lo
que el viento se llevó y El nacimiento de una nación— fue
que la Reconstrucción fue un período terrible durante el cual los blancos
sufrieron horriblemente. (Eso debería darles una perspectiva sobre lo que casi
cada semana se dice en las reseñas de libros del New York Times sobre
las revoluciones socialistas).
Lo que en realidad sucedió fue
que para desmantelar el poder de los hacendados en el Sur de Estados Unidos,
por un tiempo los capitalistas del Norte les privaron de ciertos derechos
políticos y con la fuerza de las armas respaldaron a los esclavos emancipados
en su intento de votar, postularse para posiciones en el gobierno y obtener
tierras. Pero a medida que reintegraron a los hacendados del Sur a la clase
dominante, en una posición subordinada, y a medida que otras contradicciones en
otras partes del país empezaron a hervir, los capitalistas del Norte retiraron
sus soldados y les permitieron a sus ex enemigos organizar el
Ku Klux Klan, imponer un sistema parecido a la esclavitud de trabajos forzados
de presos y la aparcería, y privar a las masas de negros de todo derecho, y eso
se hizo cumplir tanto por leyes como por las chusmas de linchamiento. La orgía
de venganza que revocó la Reconstrucción se llamaba oficialmente “La
redención”. Y los vencedores volvieron a escribir la historia, hasta que una
nueva generación, la de los años 1960, destapó la verdad objetiva de
lo que pasó.
Para cumplir los objetivos de la
Reconstrucción hubieran tenido que privar a los ex esclavistas de los derechos
políticos y hacer cumplir eso. Francamente, hubieran tenido que derramar
sangre, y es posible que algunos inocentes hubieran sufrido... pero
hubiera valido la pena.
¿Para evitar los casi 5.000
linchamientos que ocurrieron inmediatamente después de la derrota de la
Reconstrucción, y el efecto de eso en millones de personas?
Hubiera valido la pena.
¿Para evitar la destrucción del
espíritu la cual causó el sistema de segregación?
Hubiera valido la pena.
¿Para parar la
institucionalización de cosas como el trabajo forzado de los presos, las
cuadrillas de trabajo forzado, las pésimas escuelas y todo lo demás que pesa
sobre la gente hoy, a veces en formas diferentes y a veces en formas que casi
no han cambiado?
Hubiera valido la pena.
Ahora, demos vuelta a la página y
hablemos de la revolución comunista, que es mucho más profunda, fundamental y
radical que la Reconstrucción se propuso ser, y que llegó al poder en
situaciones mucho más difíciles. Contra esas revoluciones no solo estaban los
explotadores derrotados —quienes, como dijo Lenin, conservan sus conocimientos,
sentido de derecho y conexiones de antes, y que se lanzan contra uno mismo con
diez veces más ferocidad y artimañas una vez que han perdido su paraíso— sino
también las potencias imperialistas y sus fuerzas armadas mucho más poderosas.
Los soviéticos no solo libraron una guerra civil de 1918 a 1921 que les costó
millones de vidas y en lo básico la destrucción de la poca industria que
tenían, sino que en esa guerra civil tuvieron en su contra la intervención e
invasión de 17 potencias militares, entre ellas Estados Unidos. Y menos de 20
años después de ganar la guerra civil vino la invasión nazi.
Sin embargo, aun si comprendemos
eso a fondo, tenemos que examinar lo que se hizo, analizar los puntos débiles
tanto en la teoría como en la práctica, y de veras prepararnos a nosotros
mismos —así como a las masas— para hacerlo mejor en la próxima
oportunidad.
Romper de manera más profunda
con la democracia burguesa
Como parte de hacerlo mejor —y
aun para poder contestar sobre una base correcta la pregunta de “a qué precio”—
ha sido necesario romper de una manera más profunda con las influencias de la
democracia burguesa y la concepción general de la “democracia sin clases” en el
movimiento comunista. En su libro histórico Democracia: ¿Es lo mejor
que podemos lograr?, Avakian planteó esa pregunta y la contestó
enérgicamente: ¡NO!
Quisiera adentrarme en esto
citando dos pasajes breves de Avakian que a menudo publicamos en nuestro
periódico. El primero es:
La esencia de lo que existe en
Estados Unidos no es democracia, sino capitalismo-imperialismo y las
estructuras políticas que lo imponen.
Lo que Estados Unidos lleva al
resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas
que lo imponen.
Luego, desde otro ángulo, lo
siguiente:
En un mundo de profundas
divisiones de clase y grandes desigualdades sociales, no tiene caso hablar de
la “democracia” sin señalar su carácter de clase y a qué clase
beneficia. Mientras exista la sociedad dividida en clases no puede haber
“democracia para todos”: dominará una clase u otra, y la clase que gobierna
defenderá y promoverá el tipo de democracia que concuerde con sus intereses y
metas. Por eso, debemos preguntar: ¿qué clase dominará y si su
gobierno, y sistema de democracia, sirve para continuar las
divisiones de clase, y las relaciones de explotación, opresión y desigualdad
que corresponden a ellas, o lleva a abolirlas?
Hablemos de lo que eso implica.
En primer lugar, no se puede recurrir a los instrumentos de la dictadura
capitalista —los ejércitos, las prisiones, las cortes y la burocracia que este
sistema ha desarrollado y refinado a fin dereforzar y extender la
explotación y el imperialismo—, no se puede usar esos mismos instrumentos
para abolir la explotación, erradicar la opresión y defenderse
ante el imperialismo. Y no se puede recurrir a los instrumentos de la
democracia burguesa —que, en primer lugar, han sido diseñados para resolver
desacuerdos entre los explotadores y, segundo, para atomizar y engañar y volver
pasivas a las masas— como un medio para movilizarlas y desencadenarlas para
conocer y transformar conscientemente el mundo entero. Si bien es cierto, como
dijo Lenin, que el socialismo es un millón de veces más democrático para
las masas populares, el socialismo no es y no puede ser la
extensión de la democracia burguesa (que se basa en la
explotación) a los explotados. Esa lección no solo se ha establecido
científicamente sino que se ha pagado en sangre.
Las “4 todas”
La dictadura del proletariado —y
el sistema proletario de democracia— tiene que ser diferente. Tiene que estar
al servicio de la abolición de las divisiones antagónicas entre la gente y de
las relaciones, instituciones e ideas que brotan de esas divisiones y las
refuerzan. Ahora bien, el nuevo poder avanzará mucho, inmediatamente, hacia ese
fin. Por ejemplo, se apoderará de esos medios de producción socializados y
empezará a usarlos para satisfacer las necesidades materiales de la gente y
para hacer avanzar la revolución mundial.
Pero al día siguiente de la
victoria se encontrará con una sociedad en la que la gente ha vivido como
miembros de diferentes clases sociales. Aun si se deja a un lado a los grandes
capitalistas —lo cual no se debe hacer, ya que andarán por ahí sin querer
aceptar lo que han perdido—, todavía existirán las diferencias entre la gente,
entre quienes han estudiado medicina, administración e ingeniería, por un lado,
y por el otro quienes no han tenido ese tipo de formación y han tenido que
trabajar en fundiciones, hospitales o el campo, o que no han podido encontrar
ningún trabajo. Además, está la fuerza de la costumbre, de los siglos en que la
única manera en que la gente se ha juntado para llevar a cabo la producción de
las primeras necesidades se ha hecho —o se ha llevado a cabo— mediante unas
relaciones en que una clase principal explota a otra, y en que existe una
división estricta entre quienes hacen el trabajo intelectual y quienes trabajan
con el cuerpo.
Además, habrá que abordar todas las
relaciones sociales e ideas que esas relaciones de explotación han condicionado
y reforzado. Inmediatamente, el nuevo poder emprenderá la destrucción de los
pilares de este sistema, como la supremacía blanca y la supremacía masculina,
para instituir la igualdad de a de veras. Pero aun después de haberse iniciado
esas transformaciones, y de hecho aun después de que el pensamiento de la gente
empiece a liberarse de muchas maneras y empiece a reflejar las nuevas
relaciones socialistas; aun después de todo eso, los siglos de explotación
seguirán afectando enormemente el pensamiento de la gente. Será como el
síndrome de estrés postraumático tras una violación. A esta sociedad, y a todos
los que viven en ella, los han traumatizado cientos y miles de años de
opresión, y eso ha impactado en el pensamiento de la gente. Habrá que luchar
contra las manifestaciones de eso en el pensamiento de la gente, cosas como el
racismo, el sexismo, el chovinismo nacional de USA número uno y la xenofobia
(odio a personas de otros países), así como el elitismo y aun los sentimientos
de inferioridad que inculcan en las masas… pero esas cosas no simplemente
desaparecerán. Y esas ideas se alimentarán de las desigualdades y relaciones
económicas que aún quedan, que contienen aspectos de relaciones tipo
capitalistas pero que no se puede eliminar de la noche a la mañana, lo que se
llama el “derecho burgués”. Las ideas y programas políticos que representan
esas relaciones crecerán en ese suelo y se impondrán, y sentarán una base para
que los nuevos elementos capitalistas contiendan por el poder. Y el nuevo poder
tendrá que movilizar a las masas para identificarlos, analizarlos y superarlos.
Así que no es tan sencillo como
“bien, cambiaremos las relaciones económicas y lo demás vendrá como anillo al
dedo”. En la medida que los comunistas hayan pensado así o sigan pensando así,
eso hace mucho daño. Habrá que transformar y revolucionar toda esfera social, a
lo largo de un período mucho más largo de lo que anticipaban Marx y Lenin. Y en
todas estas esferas, como Marx lo dijo científicamente, habrá que abolir todas
las diferencias de clase, todas las relaciones de producción en que estas
descansan, todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de
producción y todas las ideas que surgen de estas relaciones sociales —o, en una
frase, las “4 todas”— para llegar al comunismo, como parte del proceso de
alcanzarlo 2.
Un tipo diferente de
dictadura y democracia
dictadura y democracia
Así que se necesitará ejercer la
dictadura sobre los antiguos explotadores y quienes quieren restaurar la
explotación; y también se necesitará la democracia entre las masas para poder
llevar a cabo plenamente las transformaciones que se necesitan. Pero estas
tendrán que ser una dictadura y una democracia con un carácter cualitativamente
diferente de lo que tenemos ahora. Repito, no se puede simplemente voltear las
cosas, y tener a diferentes personas que utilizan los mismos instrumentos.
Tiene que haber formas a través de las cuales las masas populares empiezan a
participar en la vida social y a crear una sociedad muy diferente, y a
transformarse a sí mismas en el proceso, a una escala que, francamente, es
difícil de imaginar a partir de los confines mentales de “lo que existe” en
este sistema.
Eso quiere decir movilizar —y
desencadenar— a la gente, dirigirla y aprender de ella, para así superar las
desigualdades y las relaciones sociales de la vieja sociedad, que estorban el
avance hacia una nueva forma de sociedad. Quiere decir armar a las amplias
masas populares con los instrumentos teóricos que les permitan analizar
críticamente la sociedad y valorar si está avanzando hacia el comunismo y cómo,
y cuán concretamente, y qué hay que hacer para ir lo más lejos posible en esa
dirección en todo momento.
Este enfoque se opone
directamente a la idea de que lo principal que hay que hacer bajo el socialismo
es “cumplir con lo prometido”: asegurarse de que esté creciendo el nivel de
vida de la gente, de que su vida sea más estable, y cosas por el estilo… y
dejarlo todo en manos de quienes “saben hacer eso”. Mejor dicho, “darles de
comer y dirigirlas”. Eso es lo que se conoce como un enfoque revisionista: quedarse
con el nombre del comunismo, pero quitarle su corazón revolucionario. Esa era
la línea de quienes tomaron el poder en China después de la muerte de Mao y
derrotaron a quienes se habían agrupado en torno a Mao, y hemos visto a qué
lleva eso: a un infierno capitalista con etiqueta socialista.
Por ende, la pregunta que hay que
hacer es: ¿es el papel de las masas solo luchar y producir? ¿O van a ser emancipadores
de la humanidad? ¿Es posible que las masas conozcan al mundo tal y como es, lo
comprendan y lo transformen?
La respuesta es, SÍ LO PUEDEN
HACER, pero no de manera espontánea y sin dirección. La gente no puede tomar
iniciativa consciente para cambiar el mundo si no sabe cómo funciona. Eso
requiere ciencia. Y como la situación es tal que a las masas se les ha privado
de la posibilidad de trabajar con las ideas, tienen que obtener esa ciencia de
quienes sí han tenido la oportunidad de bregar con ella. O
sea, necesitan dirección.
Para que no quede ninguna
confusión, en esta sociedad, a todos los están dirigiendo, en una dirección u
otra. Hoy mismo, muchos que dicen que no los dirige nadie están
dedicando mucho esfuerzo, recursos y esperanza a la campaña de Clinton vs.
Obama. Y una vez que Clinton, Obama o McCain tome el cargo, él o la que gane
establecerá las pautas a seguir — ellos te dirán qué hacer y —como han venido
diciéndote— lo harán en beneficio del dominio estadounidense del mundo y del
“orden social” en Estados Unidos.
Así que no se trata de si habrá
líderes, sino de qué clase de líderes habrá, al servicio de
cuáles metas. Avakian lo dijo así en Hacer la revolución y emancipar a
la humanidad:
Y mientras eso sea cierto, el
interrogante esencial seguirá siendo: ¿cuál es el contenido y el efecto de
esa dirección—adónde llevará y cómo? ¿Qué le permite a la gente hacer o qué le
impide hacer? ¿Contribuye a su capacidad de entender la realidad, y a cambiarla
conscientemente, de acuerdo con los intereses fundamentales de la humanidad—o
dificulta y mina que haga eso? 3
Es importante pensar en esto con
relación a lo que dije antes sobre las ventajas y el poder que todavía
conservan los imperialistas derrocados así como sus conexiones internacionales.
El proletariado no puede compartir el poder con la burguesía, porque esta se lo
comería vivo. Como dije antes, se ha abordado esto científicamente, tal como en
las obras polémicas de Avakian como “Democracia, ahora más que nunca, podemos y
debemos hacer algo mejor” (en la revista Un Mundo Que Ganar No.
1992/17) y, sí, estas lecciones se han pagado con sangre. A un nivel aún más
profundo, solo corresponde a los intereses del proletariado como clase abolir
las “4 todas”, y el estado tiene que ser un instrumento o para abolirlas o para
fortalecerlas.
Por eso, en el estado socialista
el partido del proletariado todavía tendrá que desempeñar un papel dirigente
institucionalizado, mientras que sigan existiendo clases antagónicas y el suelo
en que puedan cultivarse esos antagonismos de clase. (Una vez abolidas esas
clases, no habrá necesidad de una dirección institucionalizada ni un estado).
Al mismo tiempo, tenemos que
reconocer y abordar eso como una contradicción, y revolucionar
y revitalizar constantemente al partido para que siga dando ese tipo
de dirección y no se convierta en un nuevo opresor.
Este no es un problema pequeño, y
es un problema al que Avakian ha dedicado muchísima atención y es una buena
parte de lo que abordaré a continuación: un enfoque cualitativamente diferente
—y una nueva síntesis— sobre la dictadura del proletariado.
El núcleo sólido,
con mucha elasticidad
con mucha elasticidad
Que quede bien claro: estamos
hablando de cambios y rupturas con gran parte del enfoque de las sociedades que
hasta la fecha se puede decir que fueron auténticamente socialistas y
auténticamente revolucionarias pero que, no obstante, tenían deficiencias
importantes. No es, como alguien dijo de manera graciosa, “pasemos las buenas
jugadas, no las malas”. Estamos hablando de un enfoque completamente nuevo, que
se basa en los avances hechos en la concepción del mundo y la epistemología
comunistas que mencioné antes; una manera de contestar correctamente la
pregunta “¿a qué precio?” y una manera diferente de dirigir las cosas hacia un
nivel superior.
Hablemos del tema de tener una
ideología oficial, que ha sido una de las características de las sociedades
socialistas previas. Como dije, el partido tiene que dirigir en la sociedad socialista,
y el partido mismo tiene que estar unificado en torno a la ideología comunista,
lo cual le permite dirigir a comprender correctamente y transformar la
realidad. Sin embargo, el partido es una asociación voluntaria. ¿Pero qué
pasaría si todos los miembros de la sociedad, dentro o fuera
del partido, tuvieran que expresar su acuerdo con esa ideología para que se le
oiga o simplemente para llevarse bien?
Bueno, el hecho es que
inmediatamente después de la revolución, apenas saliendo del capitalismo, la
mayoría no va a adoptar esto como su punto de vista. Bob Avakian ha usado la
metáfora de un paracaídas para describir cómo en el momento de la revolución
las cosas se comprimen y la sociedad se escinde en dos polos: uno que se
adhiere fuertemente al campo revolucionario y el otro que defiende a la
reacción. Pero después de la revolución ese carácter
comprimido del polo del pueblo se abre de nuevo, como un paracaídas. Como
Avakian escribió en La base, las metas y los métodos de la revolución
comunista, una vez que la revolución ha conquistado el poder:
...toda la diversidad de
programas políticos, concepciones del mundo, inclinaciones, etc. (que son un
reflejo de las relaciones de producción y de las relaciones sociales
características de la vieja sociedad que quedan, así como de lo que se está
gestando en la nueva sociedad como resultado de la toma revolucionaria del
poder y de la consolidación del poder), todas esas cosas se imponen, o se
vuelven a imponer. Pero si se da por hecho que como esas personas acudieron al
lado de los comunistas en el momento crítico en que solo ese programa podía
abrir una brecha, si se identifica eso con la noción de que todos van a tener
pleno acuerdo en todo momento a lo largo del proceso de avance al comunismo, se
cometerán serios errores... 4
Gracias a dios, no es el segundo
advenimiento de Jesucristo, cuando todos se salvan y “ven la luz”. Es una
sociedad socialista. Se puede dirigir a hacer muchas cosas nuevas, muchas cosas
importantes y emancipadoras, e iniciar un proceso general en que la gente
cambia la sociedad y a sí misma en una dirección positiva... pero no se puede
hacer como si todos, de repente, no solo han entendido sino que también han
empezado a adoptar y aplicar el método, la posición y el punto de vista
comunista. Y si se trata de dirigir como si así son las cosas,
a) no se va a actuar de acuerdo con la verdad y, como resultado, b) se va a
trabar y distorsionar el proceso general a través del cual la gente llega a
conocer la verdad y va a engendrar un ambiente falso, sofocante y apagado.
Tiene que haber una
ideología dirigente —y la diferencia en la sociedad socialista
es que la vamos a proclamar abiertamente, y no lo vamos a ocultar como hacen
los capitalistas— pero los que no están seguros de si están de acuerdo deben
sentirse libres de decirlo, y los que no están de acuerdo lo deben expresar sin
ambages, para que se debata.
Hay que aplicar un principio
similar a la política. En un plano, el partido tiene que tomar la iniciativa,
movilizar a la gente y desencadenarla en torno a objetivos importantes. Tiene
que establecer las pautas del debate. Y claro, este puede ser y tiene que ser
un proceso vibrante e inspirador que abre la mente, y se dio eso en el pasado,
no solo en China sino también en la primera década y media de la existencia de
la Unión Soviética.
¿Y qué de la espontaneidad desde
abajo? ¿Y qué de las cosas que parecen ir en direcciones completamente
diferentes, o que se oponen a las principales pautas y actividades políticas
que el partido está promoviendo? ¿Y qué de las escenas en las artes que surgen
por sí solas, como los cafés de los años 50 y 60 con los “beatniks”, la onda
hiphopera y los grafiteros en el Bronx hace 30 años, o las escenificaciones de
poesía de palabra hablada de los años 90… cosas que surjan de entre las masas,
muchas de las cuales podrían tener un carácter de oposición, o por lo menos
“fuera del control”? ¿Y qué de los grupos políticos que quieren llevar a cabo debates
políticos sin la presencia de militantes del partido, o que quieren emprender
acciones en oposición a proyectos, incluso importantes proyectos, en los que el
partido y el gobierno están metidos? ¿Y qué de los maestros que quieren enseñar
teorías e interpretaciones que no cuadran con la manera que el partido entiende
las cosas?
Para ser franco, en las
sociedades socialistas previas no ha habido mucho espacio para estas cosas.
En Hacer la revolución y emancipar a la humanidad, Avakian critica
una tendencia en China y especialmente en la Unión Soviética “a una
restricción… del proceso de la transformación socialista; y, en la medida en
que esa tendencia se impuso, condujo a llevar mal en cierto grado la relación
entre la meta y el proceso, para que lo que pasara en un momento determinado
pasó a ser, o tendió a identificarse como, la meta en sí — en vez de ser visto
como una parte del proceso hacia una meta mayor. Y, junto con esto, hubo una
restricción de la relación entre la dirección principal necesaria, en el
sentido fundamental, y lo que eran objetivamente “desvíos” o alejamientos —pero
que se veían y trataban como desviaciones peligrosas— de la dirección
principal. Esto, en cierto grado y a veces a un grado importante, llevó a
sofocar en cierto grado la creatividad, iniciativa, expresión individual y, sí,
los derechos individuales en el proceso de conjunto, especialmente cuando
parecían estar en conflicto —o en realidad estaban en conflicto, a corto plazo—
con las metas expresadas del estado socialista y su partido de vanguardia 5.
A un nivel muy básico, se
necesita la efervescencia intelectual para conocer el mundo. La efervescencia
intelectual, el debate y la experimentación —el “aire” intelectual— ofrecen un
vistazo a toda la agitación debajo de la superficie de la sociedad en un
momento dado, así como los posibles caminos hacia la resolución y el avance que
esa agitación hace posible; ayudan a ver cuando se está actuando de manera equivocada
o unilateral. Sin eso, la dialéctica entre el partido y las masas —entre los
que dirigen y los dirigidos— tendería a ir demasiado en una sola dirección; por
ambas partes, el espíritu crítico y creativo perdería su filo.
Pues, si a la gente se le enseña
los criterios críticos en un invernadero, esos criterios no “echarán raíces”;
hay que dirigirla, pero la gente también tiene que aprender por su cuenta y, en
el curso de eso, la dirección también tiene que transformarse y revolucionarse.
Para que ese proceso sea óptimo, se requiere la efervescencia política, un
ambiente contestatorio y de plano el desenfreno. Hubo mucho de eso durante la
Revolución Cultural de China, pero con la nueva síntesis estamos hablando de
algo a una escala mucho mayor, con elementos y una dinámica diferentes.
Seamos francos y reconozcamos que
después de diez años de la Revolución Cultural de China —lo mejor de
la concepción previa del socialismo—, la mayoría de la población no entendía
bien lo que estaba en juego en esa última gran batalla. Bueno, el carácter
diferente y la mayor dimensión que tendrán la efervescencia política en la
nueva síntesis son una buena parte de la respuesta a cómo hacer las cosas mejor
la próxima vez.
“Ir al borde de ser
descuartizado”
Avakian ha contrastado la
metáfora de tirar un sedal, como en la pesca... y el “núcleo sólido con mucha
elasticidad” que esa clase de movimiento expresa. Veamos un ejemplo. Imaginen
una situación en que el gobierno socialista ha decidido construir una represa
en cierto lugar en respuesta a las necesidades apremiantes de la población
—dicho sea de paso, ¡la sociedad revolucionaria tendrá requisitos y necesidades
materiales apremiantes porque ya no vamos a estar chupándoles la sangre a los
pueblos del mundo!— y alguien como Arundhati Roy (una muy destacada novelista y
activista progresista india que no es comunista) hace una campaña en contra.
Según la nueva síntesis, no simplemente se toleraría eso, se le daría acceso a
los medios de comunicación y a fondos, aunque ella esté organizando y
dirigiendo manifestaciones y quizás un plantón masivo en contra de la represa.
Habría que meterse en eso, revolverlo todo y debatirlo. Si ella tuviera razón
—aunque solo en parte—, se tendría que aprender de ella. Y si ella no tuviera
la razón, todavía habría que convencer a los demás en el debate, y no contra
una caricatura de su posición sino contra un defensor apasionado, que se
expresa bien y que está convencido de esa posición 6.
Eso NO es sin riesgo, porque
habrá personas cuyas intenciones no son buenas que casi por
seguro se meterán y maniobrarán, e intentarán convertir ese proceso en actos
para destruir el estado socialista. Y no olvidemos que si entregamos el
poder, si permitimos que las fuerzas burguesas (sean viejas o nuevas) restauren
el capitalismo, eso será un gran crimen contra todos aquellos que hicieron
sacrificios para conquistar el poder y, de mayor importancia, contra la
humanidad en general.
El núcleo sólido establecerá las
pautas y el marco. Pero dentro de eso, desencadenará y permitirá la máxima
elasticidad posible en un momento determinado sin abandonar el poder, y se
mantendrá ese poder de una forma que siga avanzando hacia el
comunismo, hacia la realización de las “4 todas”, junto con la lucha mundial
general. Ahora bien, en cualquier momento dado habrá limitaciones a la
capacidad del núcleo sólido de hacer todo eso, por ejemplo en vista de las
amenazas del imperialismo. A veces será posible aflojar mucho las riendas, y a
veces habrá que apretarlas; pero en un sentido estratégico y general,
principalmente se va a fomentar y trabajar con la elasticidad,
y procurar aprender de ella y determinar cómo se puede dirigir de tal manera
que todo se convierta en una fuerza motriz que de hecho contribuye —si bien no
directa ni inmediatamente, a corto plazo— pero que contribuye en un
sentido general a donde se quiere ir. Y aprender a hacer eso
será un reto y algo muy complejo y lleno de riesgos.
Por eso, Avakian habla tanto de
“ir al borde de ser descuartizado” —¡y de BUSCAR hacer eso! El papel del
disentimiento es una parte INTEGRAL de este modelo del socialismo, a pesar de
que en todo momento hay maneras en que el disentimiento podría dificultar
radicalmente el proceso general. Repito, a menos que uno esté dispuesto a ir al
borde de ser descuartizado —¡una tortura en que jalan las cuatro extremidades
en diferentes direcciones!— el núcleo sólido se volverá muy rígido y
quebradizo... y la elasticidad no será… pues, muy... elástica. Y que quede bien
claro: este es un concepto estratégico que no es lo mismo que verse jalado en
muchas direcciones por una gran variedad de retos, o tener muchas tareas
diferentes que hacer—y no se debe identificar con esto ni reducir simplemente a
esto. Esta concepción de “ir al borde de ser descuartizado” se refiere a algo
muy diferente, algo mucho más complejo y profundo y de una importancia mucho
más estratégica que eso.
Además de ese tipo de
disentimiento, Avakian ha propuesto debatir, como parte de este modelo, la idea
de elecciones competitivas en las cuales se debaten vigorosamente asuntos
importantes ante el estado con verdaderos resultados y efectos; una
constitución (y las limitaciones que impondría al partido); una concepción más
amplia de los derechos individuales; la existencia de una sociedad civil, con
asociaciones independientes del gobierno; y una manera totalmente nueva de
abordar la contradicción entre el trabajo intelectual y el manual, con una idea
diferente del papel de los intelectuales—todo lo cual solo puedo mencionar
someramente, pero que me encantaría discutir durante la sesión de preguntas.
Una última pregunta sobre esto:
¿quién ES el núcleo sólido? El núcleo sólido no es idéntico al partido ni al
proletariado, de una manera monolítica. En cualquier momento determinado, el
núcleo sólido representa una minoría: en las primeras etapas de la sociedad
socialista, son quienes están firmemente comprometidos con el objetivo global
de llegar al comunismo; y luego habrá diferentes gradaciones de personas, de
diferentes clases y capas sociales, que se agrupan con relación a eso. El
núcleo sólido tiene que tener raíces en el proletariado, y la
dirección tiene que movilizar y desencadenar constantemente a nuevas personas
de entre aquellos que quedaron “perjudicados” a raíz de las contradicciones
restantes del capitalismo; por ejemplo, las personas que en la vieja sociedad
no recibieron formación para hacer el trabajo intelectual, o las mujeres de
diferentes capas (así como hombres) que quieren hacer avances en la
emancipación de la mujer.
Pero el proletariado en sí no es
estático, tiene mucha diversidad y pasa por cambios muy dinámicos, debido a su
participación en todas las esferas de la sociedad, y a la experiencia de vivir
con las capas medias, de transformarlas — y también de aprender de ellas. Habrá
diferentes clases, y diferentes niveles de compromiso con el proyecto
comunista, y se estará tratando de trabajar con esa contradicción y
solucionarla, pero no de arriba pa’ bajo. Se trata de desencadenar un proceso y
luego meterse en ese proceso con las masas.
Esta es una concepción muy
diferente a las anteriores, que se basaban en una especie de “reificación” del
proletariado, un punto de vista que confunde el papel histórico mundial del proletariado
de ser la clase que encarna las nuevas relaciones de producción, con los
individuos que son miembros de esa clase en algún momento determinado. Como
mencioné antes en la discusión sobre la “verdad de clase”, una manifestación de
esa “reificación del proletariado” era darle mucha importancia al origen de
clase de las personas en el proceso de valorar sus opiniones y de nombrarlas a
posiciones de dirección o de responsabilidad, y decir que el nombramiento de
obreros y campesinos a esas posiciones impediría el revisionismo. Esa tendencia
fue muy marcada en Stalin, pero también se vio de diferentes maneras con Mao y
la revolución china.
Una vez más acerca de
la nueva síntesis
la nueva síntesis
Hemos hablado mucho sobre las
implicaciones políticas de la nueva síntesis, particularmente con respecto al
socialismo. Pero antes de pasar a cuestiones de estrategia, y sobre la base de
todo lo que acabo de decir, quisiera que piensen en cuánto expresa y en la
profunda importancia que expresa la siguiente descripción de la nueva síntesis,
de la primera parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad:
Esta nueva síntesis abarca
reconfigurar y recombinar los aspectos positivos de la experiencia hasta la
fecha del movimiento comunista y la sociedad socialista, mientras se aprende de
los aspectos negativos de esa experiencia, en las dimensiones filosóficas e
ideológicas tanto como las políticas, y así tener una orientación, método y
enfoque científicos con raíces más profundas y firmes, no solo en cuanto a
hacer la revolución y conquistar el poder, sino también, sí, en cuanto a
satisfacer los requisitos materiales de la sociedad y las necesidades de las
masas populares, con una base cada vez mayor, en la sociedad socialista —para
superar las profundas cicatrices del pasado y continuar la transformación
revolucionaria de la sociedad, mientras al mismo tiempo apoyar activamente la
lucha revolucionaria mundial y actuar conforme con el reconocimiento de que la
arena y la lucha mundiales son las más fundamentales e importantes, en un
sentido global— junto con abrir cualitativamente más espacio
para dar expresión a las necesidades intelectuales y culturales del pueblo,
entendidas en el sentido amplio, y posibilitar un proceso más diverso y rico de
exploración y experimentación en los campos científicos, artísticos y
culturales, y en la vida intelectual en general, con mayor campo para la
competencia de diferentes ideas y escuelas de pensamiento, y para la iniciativa
y creatividad individuales y la protección de los derechos individuales, con
espacio para que los individuos interactúen en la “sociedad civil”
independientes del estado — todo en un marco general cooperativo y colectivo y
al mismo tiempo a la medida que el poder estatal se mantiene y se sigue
desarrollando como un poder estatal revolucionario al servicio
de los intereses de la revolución proletaria, en el país en particular y por
todo el mundo, donde este estado es el elemento dirigente y central de la
economía y la dirección general de la sociedad, mientras el estado en sí se
transforma continuamente en algo radicalmente diferente de todos los estados
previos, como una parte crucial del avance hacia la abolición posterior del
estado al llegar al comunismo a nivel mundial7.
Permítanme decirlo de esta
manera: la primera etapa de nuestro movimiento hizo época y fue heroico; exige
y se merece que se estudie más profundamente y hay que defenderla y apoyarla.
Pero por sí solo, lo mejor de lo que se entendía en esa etapa no llevaría ni
llevará a la humanidad al comunismo. Con la nueva síntesis, esa posibilidad se
plantea de nuevo. Como me dijo un camarada: es como una nueva rama del árbol de
la evolución.
LA SEMANA ENTRANTE: PARTE V:
IMPLICACIONES ESTRATÉGICAS — HACER LA REVOLUCIÓN
FOOTNOTES:
1. Hacer la revolución y
emancipar a la humanidad, en el folleto de Revolución,
Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos (1º de
mayo de 2008), p. 31. En línea: revcom.us. [back]
2. Carlos Marx, La lucha
de clases en Francia de 1848 a 1850, en C. Marx y F. Engels, Obras
escogidas en tres tomos, tomo 1. [back]
3. Hacer la revolución y
emancipar a la humanidad, en el folleto de Revolución,
Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos (1º de
mayo de 2008), p. 52. En línea: revcom.us.[back]
4. La base, las metas y los
métodos de la revolución comunista, en revcom.us.[back]
5. Hacer la revolución y
emancipar a la humanidad, en el folleto de Revolución,
Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos (1º de
mayo de 2008), p. 35. En línea: revcom.us. [back]
6. Pregunta tres de la sesión de
preguntas y respuestas de Las 7 Charlas (en audio en inglés), colocada en
bobavakian.net el 4 de agosto de 2006; hay una versión impresa en español: “La
revolución que queremos debe ser capaz de incluir a los Arundhati Roy; y más
que incluirlos debe darles la bienvenida”, Revolución #67, 29
de octubre de 2006, en revcom.us. [back]
7. Hacer la revolución y
emancipar a la humanidad, en el folleto de Revolución,
Revolución y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos (1º de
mayo de 2008), pp. 35-36. En línea: revcom.us. [back]
Envíenos sus comentarios.
Permalink: http://revcom.us/a/132/Obama-AIPAC-es.html
Revolución #132, 15 de junio de
2008
El discurso de Obama sobre
Israel
Una audición a comandante en
jefe
Nota de la redacción: La
semana pasada, Barack Obama recibió la “presunta nominación” presidencial para
el Partido Demócrata, y Hillary Clinton lo endosó. ¿Qué significa, y qué NO
significa, que por primera vez en la historia de Estados Unidos han nombrado a
una persona negra como candidato presidencial de un importante partido
político? Esto es un asunto muy importante y lo examinaremos en futuros números
del periódico, por ejemplo la semana entrante. Pero, en este número quisiéramos
señalar la importancia del primerísimo acto de Obama tras adjudicarse la
nominación de su partido: un discurso sobre Israel ante el Comité
Estadounidense-Israelí de Asuntos Públicos (AIPAC, por sus iniciales en
inglés). Este comité es un organismo poderoso e influyente que se describe como
el “cabildo pro-israelí de Estados Unidos”, y la Conferencia del AIPAC es un
evento de peso, pues también hablaron ahí Clinton, McCain, Condoleezza Rice y
el primer ministro israelí Ehud Olmert.
En su discurso, Obama dijo muchas
cosas acerca del origen y la naturaleza del estado de Israel y subrayó su
“compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel”, a partir de “intereses
y valores comunes”. Lo hizo en un momento en que están usando la “seguridad de
Israel” como potencial justificación o pretexto, o parte de un panorama mucho
mayor, que obligaría a Estados Unidos (o Israel, con el apoyo de Estados
Unidos) a atacar a Irán.
La fundación de Israel:
Mito vs. realidad
Mito vs. realidad
Un hilo del discurso de Obama es
la tesis fundamental de que el establecimiento del estado de Israel se
justifica en vista del holocausto nazi. Dice: “También aprendí del horror del
holocausto y de la terrible urgencia que eso le dio a la travesía de regreso a
Israel”. Y: “Solo unos pocos años después de la liberación de los campamentos
[de exterminio nazis], David Ben-Gurion declaró la fundación del estado judío
de Israel”.
El genocidio nazi contra los
judíos fue uno de los mayores crímenes del imperialismo. Pero ¿cómo justifica
el genocidio contra los judíos cometido por el régimen nazi de Alemania durante
la II Guerra Mundial la expulsión de casi un millón de palestinos de sus
tierras hacia el exilio y su sufrimiento bajo la constante limpieza étnica de
parte del estado de Israel? ¿O, los ataques israelíes a otros países? Los
palestinos y la población del Medio Oriente en general no tienen nada que ver
en absoluto con los crímenes de los nazis.
El discurso de Obama saca esta
conclusión: “Sabemos que el establecimiento de Israel fue justo y necesario,
arraigado en siglos de lucha y décadas de trabajo paciente. Pero 60 años
después, sabemos que no podemos aflojar el paso, no podemos ceder, y como
presidente jamás transigiré en cuanto a la seguridad de Israel”.
Pero el establecimiento de Israel
fue principalmente un producto de las maniobras de los imperialistas para
dominar al Medio Oriente. En 1917, los imperialistas británicos dieron su aval
a la colonización sionista de Palestina, como vehículo para imponer sus propios
intereses en la región. Los británicos se establecieron como administradores
coloniales de Palestina. Ronald Storrs, el primer gobernador militar británico
de Jerusalén, explicó que el apoyo de su gobierno al “proyecto [de los
sionistas] fue el que lo bendijo, que le dio así como le quitó, creando para
Inglaterra ‘un pequeño Ulster leal” en un mar de arabismo potencialmente
hostil’”.
Después de la II Guerra Mundial,
cuando Estados Unidos se puso a dominar a las ex colonias de Inglaterra y
Francia, Israel se alió con Estados Unidos.
Obama moviliza opinión pública a
favor de apoyar de manera incondicional a Israel, no por un imperativo moral de
apoyar a un pueblo oprimido, sino por las necesidades estratégicas de Estados
Unidos. El discurso le declara a la clase dominante que, como presidente, él
seguirá ese camino.
El papel estratégico de Israel
Cuando Obama dice que “nuestra
alianza se basa en intereses y valores comunes”, es la verdad. Pero los
intereses (y valores) comunes entre Estados Unidos y sus secuaces israelíes no
tienen nada que ver con la “libertad y la justicia, la justicia social y la
oportunidad equitativa”, como alega Obama.
En una reciente columna de
opinión a favor de darle ayuda militar a Israel, el representante Steve Rothman
(quien ha sido un firme partidario de Obama), reiteró a sus colegas del
congreso yanqui que en el Medio Oriente: “Un aliado estratégico en particular
siempre se ha sobresalido sobre los demás: el estado de Israel”. Agregó que
Israel proporciona a “Estados Unidos importante ayuda de seguridad en el Medio
Oriente y en el mundo”. Rothman señala los “literalmente cientos de ejemplos en
que Israel ha ayudado a Estados Unidos en pro de sus metas de seguridad
nacional: inteligencia, mejorar la tecnología militar americana, capturar
equipo iraní y soviético, destruir el reactor nuclear iraní, erradicar una
instalación nuclear siria y muchos más ejemplos clasificados [secretos] y no
clasificados”.
Dice que “sin nuestra asociación
con las Fuerzas de Defensa Israelíes [el ejército israelí], quizá Estados
Unidos tendría que apostar una cantidad adicional de cien mil soldados o más de
manera permanente en ese parte del mundo para compensar la protección de los
intereses e inteligencia crucial estadounidenses que Israel surte ahora a
Estados Unidos”.
Rothman señala: “Con las
actividades en marcha en Irán para adquirir tecnología para fabricar armas
nucleares”, el papel de Israel es “más crucial que nunca” (“U.S.’s valuable,
strategic relationship with Israel”, The Hill, 3 de junio de 2008).
Es esta clase de
cálculos la que obliga a la clase dominante estadounidense en general, y a
Obama como candidato a comandante en jefe, a hacer que su apoyo a Israel
sea incondicional, sobre todo ahorita.
La “seguridad de Israel”:
¿quién amenaza y mata a quién?
Una parte de justificar el apoyo
incondicional a Israel y movilizar opinión pública a su favor es presentar a
ese país como la víctima en la región. En su discurso, Obama dijo: “Desde hace
mucho he entendido la búsqueda de paz y la necesidad de seguridad de Israel.
Pero más que nunca la entendí durante un viaje hace dos años a ese país.
Mientras me transportaban en un helicóptero [de las Fuerzas de Defensa
Israelíes], vi una franja angosta y hermosa de tierra anidada al lado del
Mediterráneo. Al aterrizar, conocí a una familia que había presenciado la
destrucción de su casa por un proyectil Katyusha. Hablé con los soldados israelíes
quienes, todos los días bajo amenazas, mantienen la seguridad cerca de la línea
azul”. Agregó: “No creo que nadie puede contentarse con que la reciente
política exterior estadounidense haya hecho que Israel sea más seguro”.
Obama habla de “soldados israelíes
quienes, todos los días bajo amenazas, mantienen la seguridad cerca de la línea
azul”. ¿Qué es la “línea azul”? Es la actual frontera entre Israel y el Líbano.
¿Quién ha traído la muerte y la destrucción cruzando esa línea? En 1982, Israel
invadió al Líbano. El saldo oficial es de 19.000 muertos. En el sur del Líbano,
la región que colinda con Israel (justo al norte de la “línea azul”), han
arrasado comunidades enteras.
Durante la invasión israelí del
Líbano, en julio y agosto de 1982 los aviones cazas israelíes bombardearon
masivamente a la capital, Beirut. A comienzos de agosto de 2002, el
periódico Financial Times informó que las bombas de fósforo y
de fragmentación israelíes habían destruido ocho de los nueve orfanatos de la
ciudad. El Los Angeles Times escribió: “En las últimas horas
del último ataque aéreo sobre Beirut, los cazas israelíes lanzaron bombardeos
de saturación sobre Borj el Brajne (un campamento de refugiados palestinos). No
quedaron combatientes masculinos con vida, solamente las casas dañadas de las
familias palestinas, quienes de nuevo tendrían que irse y encontrar otro lugar
en que vivir. Al final, todo Beirut Occidental vivía en escombros, basura y
pérdidas” (29 de agosto de 1982).
En medio del bombardeo de Beirut,
un sobreviviente judío del holocausto nazi que vivía en Israel, el Dr. Shlomo
Shmelzman, protestó con una huelga de hambre. Escribió: “Durante mi niñez,
padecía miedo, hambre y humillación cuando pasé por el ghetto de Varsovia, los
campamentos de trabajos forzados, a Buchewald [un campamento de exterminio
nazi]. Hoy, como ciudadano de Israel, no puedo aceptar la sistemática
destrucción de ciudades, pueblos y campamentos de refugiados. No puedo aceptar
la crueldad de los tecnócratas de bombardear, destruir y matar a seres humanos…
Hay muchísimas cosas en Israel que me traen a la memoria muchísimas cosas de mi
niñez” (citado en Noam Chomsky, El triángulo fatal: Estados Unidos,
Israel y Palestina).
Durante la invasión del Líbano en
1982, las fuerzas militares israelíes rodearon y sellaron los campamentos de
refugiados Sabra y Chatila en Beirut mientras que sus aliados libaneses
masacraron de 750 a 3.500 personas. Por 18 años, las fuerzas militares de
Israel y sus aliados ocuparon el sur del Líbano.
De nuevo, en 2006, más de 40.000
soldados israelíes invadieron al Líbano, mataron a más de mil personas,
desplazaron a más de un millón y bombardearon al sur del Líbano con más de un
millón de bombas de fragmentación antipersonales las cuales hoy día siguen
lisiando y matando a campesinos y niños libaneses.
Hoy ocurren horrores similares en
la Gaza, donde un millón y medio de palestinos están mantenidos como presos,
privados de sus necesidades primarias y sujetos a un constante terror israelí
(ver el artículo sobre la Gaza).
Hoy Israel tiene una ventaja
militar cualitativa sobre cualquier otro país vecino y recibe más de 3 mil
millones de dólares en ayuda militar de Estados Unidos al año. En una
declaración ampliamente difundida en el resto del mundo, pero no en Estados
Unidos, el ex presidente Jimmy Carter dijo el 26 de mayo que Israel tiene “150
o más” armas nucleares.
Israel nunca ha reconocido
públicamente que tiene armas nucleares aunque es un “secreto a voces” en el
Medio Oriente. Además, Israel es uno de los cuatro países que no han firmado el
Tratado de No Proliferación Nuclear.
¿Prueba todo eso que Israel sea
un país sitiado en busca de la paz y seguridad?
Apoyo incondicional a Israel
En el marco del papel crucial que
juega Israel en la región como brazo de los intereses estadounidenses en el
Medio Oriente y a medida que Estados Unidos aumenta las presiones y amenazas
contra Irán, el discurso de Obama señala que su apoyo a Israel es
incondicional.
En este contexto, Obama le
presenta al pueblo palestino una oferta que no puede rechazar, una “solución de
dos estados”, basada en “la identidad de Israel como un estado judío con
fronteras seguras, reconocidas y defendibles” y que Jerusalén “debe permanecer
indivisa” (bajo el control absoluto de Israel).
De otorgarle “independencia” a las
zonas administradas por la Autoridad Palestina, ésta solo podría tener el
carácter de los bantustanes “independientes” como los que estableció el régimen
del apartheid de Sudáfrica (ver el mapa de las fronteras entre Israel y las
zonas de Cisjordania gobernadas por la Autoridad Palestina).
Luego, Obama critica a “aquellos
que ubican todos los problemas del Medio Oriente en las manos de Israel y sus
defensores, como si el conflicto entre Israel y Palestina fuera la raíz de
todas las broncas de la región. Esas voces culpan a la única democracia del
Medio Oriente por el extremismo de la región”.
Tal como hemos venido señalando,
Israel existe en una red de relaciones de poder en el Medio Oriente y es una
parte integral de la manera en que Estados Unidos domina a esa parte del mundo
en el marco mayor de imponerse como superpotencia mundial única.
Como solo podríamos empezar a
esbozar en este artículo, la fundación y el actual papel de Israel han
resultado en una enorme cantidad de sufrimiento, humillación y muerte. Es
cierto, todo esto ha provocado una ira profunda y generalizada en toda la
región, en contra de Israel y Estados Unidos. Hoy una buena parte de esa ira se
expresa por medio del fundamentalismo islámico, que en realidad no desafía al
imperialismo estadounidense, y respalda relaciones sociales reaccionarias, como
la opresión de la mujer. Ese no es solo un movimiento sin salida, sino que pesa
sobre el pueblo. El ascenso del fundamentalismo islámico es el resultado de
todo un complejo de relaciones políticas y militares en que Estados Unidos
financiaba y apoyaba a esos movimientos durante la “guerra fría” contra la
Unión Soviética, y que Israel y Estados Unidos tomaban medidas para aplastar la
resistencia nacionalista, laica y especialmente comunista contra el
imperialismo en la región. ¡Ahora, Estados Unidos quiere salirse con las suyas
culpando al propio movimiento que respaldó en un principio como pretexto para
apretarle las clavijas de dominación y agresión!
Además, la situación en la
región, con regímenes salvajes y corruptos que refuerzan el papel de los
diferentes países en la matriz mundial del imperialismo, se mantiene mediante
el chantaje y agresión militares de Estados Unidos (como en Irak), y las
operaciones militares y de espionaje de Israel son una parte importante de eso.
Irán en la mira
El discurso de Obama, con el hilo
omnipresente de “un compromiso inquebrantable con la seguridad de Israel” es
muy significativo, en parte porque sucede en medio de señales muy ominosas de
que Estados Unidos podría estar preparando un ataque contra Irán.
En su discurso, Obama dijo: “El
régimen iraní apoya a extremistas violentos y nos desafía en toda la región.
Sigue desarrollando una capacidad nuclear que podría desatar una peligrosa
carrera armamentista y la posibilidad de pasar sus conocimientos nucleares a
los terroristas. Su presidente dice que el Holocausto no ocurrió y amenaza con
borrar Israel del mapa. El peligro de Irán es grave y real y mi objetivo será
eliminar esa amenaza”.
El discurso viene en medio de
afirmaciones de los gobiernos de Estados Unidos, Europa e Israel que el
gobierno de Irán está desarrollando armas nucleares y que, para ellos, es
intolerable que Irán enriquezca el uranio, un nivel de tecnología que dista
mucho de la producción de armas nucleares.
En tal contexto del verdadero
peligro de una guerra y de promover todas las condiciones y mentiras
que la justificarían, Obama plantea: “Al final, que no queden dudas:
siempre mantendré sobre el tapete la amenaza de la acción militar para defender
nuestra seguridad y la de nuestro aliado Israel. A veces no hay ninguna
alternativa salvo la confrontación. Pero eso solo subraya la importancia de la
diplomacia. Si tenemos que usar la fuerza militar, habrá más probabilidades de
éxito y tendremos mucho más apoyo aquí y en otros países si ya hemos agotado
nuestros recursos diplomáticos”.
En su discurso Obama dijo: “Haré
todo lo que esté en mi poder para prevenir que Irán obtenga un arma nuclear”.
Al pronunciar el discurso, se apartó del texto preparado y repitió esa oración,
y después, por si acaso esa repetición no fuera suficiente para dejar en claro
su intención, dijo con énfasis una tercera vez: “todo”.
Todo significa todo
(especialmente cuando se repita una y otra vez). En el primer debate televisado
de los candidatos presidenciales demócratas, el senador Mike Gravel dijo con
respecto a los principales candidatos de entonces (como Obama): “Les digo,
después de estar con estas personas, algunas de ellas me dan miedo. En verdad,
miedo. Cuando los candidatos de peso dicen que todas las opciones están en
consideración en cuanto a Irán, eso es una frase en clave a favor de usar armas
nucleares”. (Más tarde, las redes televisivas se negaron a que Gravel
participara en los debates televisados, aunque las encuestas electorales
demostraban que su popularidad era similar a la de otros candidatos a que sí
permitieron participar).
En su resumen de este discurso de
Obama, la reaccionaria revista republicana Weekly Standard dijo:
“Así comienza la gran transformación en que un candidato, de línea medio paloma
en las elecciones primarias, se convierte en un nominado de línea halcón
moderado”.
La audición para ser el
comandante en jefe
Si seleccionan a Obama para ser
el comandante en jefe de Estados Unidos, heredará y tendrá que someterse al
rumbo que puso el gobierno de Bush con la “guerra contra el terror”. Las
diferencias que tenga con Bush y McCain se tratarán en el marco de ese rumbo.
En el discurso ante el AIPAC, en lo fundamental Obama jura seguir ese rumbo.
Obama dijo: “Mi presidencia
fortalecerá nuestra posición a la vez que reestablece nuestro prestigio.
Nuestra aceptación de la vía diplomática nos facilitará movilizar a los demás
en apoyo a nuestra causa. Si Irán se niega a cambiar de camino cuando Estados Unidos
le presente esta elección, quedará claro —al pueblo de Irán y al mundo— que el
régimen iraní es el autor de su propio aislamiento. Esto fortalecerá nuestra
posición ante Rusia y China cuando pedimos sanciones más duras en el Consejo de
Seguridad”.
Aparte del hecho de que su
argumento es que la diplomacia crearía los términos más ventajosos para un
ataque militar si los gobernantes estadounidenses así lo decidieran, la
diplomacia imperialista sigue siendo imperialismo: sigue siendo intimidación,
agresión e intervención injusta directamente en contra de los intereses del
pueblo. Por ejemplo, antes de la invasión estadounidense de Irak, “la
diplomacia y las sanciones” dejaron un saldo de más de 500.000 personas
muertas, en su mayoría niños.
¿Qué derecho tiene el
imperialismo estadounidense a determinar el panorama político del Medio Oriente
e imponerle su dominio? Esto ha sido la realidad durante más de 60 años.
Durante gran parte de ese período, Israel, con su arsenal nuclear, ha obrado
como el gendarme estratégico para ese dominio. La dominación imperialista en el
Medio Oriente ha traído al pueblo de la región solo una pesadilla tras otra. El
que esté al mando de Estados Unidos será el capataz de todo eso.
“Desde el holocausto, lo
peor que le ha pasado al pueblo judío es el estado de Israel”
Bob Avakian, presidente del
Partido Comunista Revolucionario, EU
|
Entrevista de Revolución
Neil Shubin
Jornada para descubrir la historia de la vida de la tierra, Parte 2
Jornada para descubrir la historia de la vida de la tierra, Parte 2
Neil
Shubin es uno de los paleontólogos más reputados del mundo. Los paleontólogos
son científicos que estudian los fósiles a fin de aprender de la evolución de
la vida en el planeta. Es asimismo un profesor y decano asociado de Biología y
Anatomía de Organismos en la Universidad de Chicago y provost del Museo Field.
En 2004 Shubin y su equipo descubrieron un fósil en el Ártico canadiense que
acaparó la atención del mundo cuando fue dado a conocer dos años más tarde.
Este fósil es Tiktaalik roseae, tiene 375 millones de años, y es una criatura
que fue un intermediario entre el pez y los animales terrestres.
A comienzos del año, Neil Shubin publicó su libro Your Inner Fish: A Journey Into the 3.5-Billion-Year History of the Human Body (Tu pez interior: Una jornada de 3.5 mil millones de años en la historia del cuerpo humano) (Pantheon Books). ¡Es un trabajo vivaz y accesible que está lleno de ciencia fascinante y es tremendamente entretenido!
Revolución entrevistó a Neil Shubin en su laboratorio en la Universidad de Chicago, donde dedica sus investigaciones a los genes y el desarrollo de los embriones junto con los fósiles. Esta es la segunda parte de la entrevista; la primera salió en el número 131 y está en revcom.us.
A comienzos del año, Neil Shubin publicó su libro Your Inner Fish: A Journey Into the 3.5-Billion-Year History of the Human Body (Tu pez interior: Una jornada de 3.5 mil millones de años en la historia del cuerpo humano) (Pantheon Books). ¡Es un trabajo vivaz y accesible que está lleno de ciencia fascinante y es tremendamente entretenido!
Revolución entrevistó a Neil Shubin en su laboratorio en la Universidad de Chicago, donde dedica sus investigaciones a los genes y el desarrollo de los embriones junto con los fósiles. Esta es la segunda parte de la entrevista; la primera salió en el número 131 y está en revcom.us.
REVOLUCIÓN: Tu libro
contiene ejemplos fascinantes de cómo varias estructuras del cuerpo humano
pueden ser reconstituidas a través de la historia de la evolución en formas a
veces inesperadas. Por ejemplo, señalas que uno podría creer que los esqueletos
empezaron con características parecidas a columnas vertebrales o armadura corporal
de criaturas anteriores, pero que ese no es el caso. ¿Podrías explicarnos cómo
estuvo la evolución del esqueleto humano?
NEIL SHUBIN: El
esqueleto es duro, ¿verdad? Golpeo la mesa, es muy duro, y eso está muy bien,
pues si no tuviésemos un esqueleto duro, seríamos al igual que una masa de
goma, y no seríamos capaces de vivir en la tierra, seríamos como unas manchas
de materia deslizándose por allí. Hay varias teorías para explicar el
desarrollo de las partes duras. ¿Se desarrollaron para proteger a los animales?
¿Cómo armazones óseos? ¿Se desarrollaron para apoyar el esqueleto o para
mantener un equilibrio mineral? Resulta que lo primero que encontramos que es
duro en nuestro linaje (y hay otras cosas duras, como las
almejas por ejemplo), pero nuestro tipo de dureza, la que causa una molécula
llamada hidroxiapatita, apareció originariamente en una estructura parecida a
los dientes. De manera que las primeras estructuras duras no aparecieron para
proteger a las criaturas sino para masticarlas [se ríe]. Los dientes son
muy importantes.
REVOLUCIÓN: En
relación a lo de los dientes, existían esos fósiles comunes de los antiguos
océanos, llamados conodontos, que por mucho tiempo fueron un misterio para los
científicos.
NEIL SHUBIN: Sí, no
sabían que eran. Si vas a algunos sitios en la tierra y partes las rocas de
digamos 250 millones de años de edad, como por ejemplo la edad de los océanos
donde el Tiktaalik fue descubierto, encontrarás lugares con
esos conodontos. Partes una roca, encontrarás esos muy pequeños... ponlos bajo
el microscopio y aparecen como pequeñísimos dientes, honestamente. Por mucho
tiempo la gente no sabía qué eran, porque nunca habían encontrado un animal que
tuviese esas cosas. Resulta que lo que llamamos conodontos son los dientes de
una criatura grande que ahora llamamos el animal conodont. El misterio se
resolvió cuando se descubrieron animales enteros. Poseían dientes, los primeros
conocidos.
REVOLUCIÓN: Señalas
que “uno de los placeres de ser un científico es que el mundo de la naturaleza
tiene el poder de sorprender y maravillar”. ¿Nos podrías dar un ejemplo de
esto? ¿Qué cosa te ha maravillado y sorprendido?
NEIL SHUBIN: Cuando
me gradué en la universidad a principios de los años 80, la gente estaba
empezando a trabajar en moscas. Estaban estudiando el desarrollo, la
embriología, observando ranas, moscas y ratones. Me acuerdo que yo me
preguntaba ¿en qué forma nos va a enseñar acerca de la formación de nuestros
cuerpos la manera en que se desarrolla una mosca?
Bien, he aquí el poder de la
sorpresa. Muchas versiones de los mismos genes que participan en la
conformación de nuestros cuerpos con una espalda y una parte frontal, que
definen el eje longitudinal del cuerpo, están presentes en las moscas, con su
propia versión. De manera que lo que me sorprendió a mí como a otras gentes fue
el descubrimiento de mediados a fines de los años 80 de una colección común de
herramientas genéticas con que formar los cuerpos de organismos tan diferentes
como moscas, seres humanos y gusanos. Yo jamás lo habría predicho (o
imaginado). Y hay algo que es realmente bello, elegante, aparte del elemento de
sorpresa, y eso es el orden en que esto está inscrito. Nuestro mundo no se hizo
pieza por pieza. A medida que aprendemos más, empezamos a descubrir que cuanto
más sepamos de la historia, más las cosas empiezan a ordenarse a cierto grado,
y empezamos a ver el significado de las cosas. En la misma manera como tiene
sentido entender tu disposición a ciertas enfermedades genéticas si conoces tu
linaje genético, en el marco del ambiente en que vives. Aprendes un montón
acerca de ti mismo.
REVOLUCIÓN: Como
parte del título de tu libro lo indica, el organismo humano tiene una historia
de 3.5 mil millones de años. Ahora bien, hace 3.5 mil millones de años, los
únicos organismos vivientes en la tierra eran los microbios, de una sola
célula. Por el otro lado el cuerpo humano está formado por millones de millones
de células. ¿De qué manera podemos hablar de nuestro “microbio interior”?
NEIL SHUBIN: Bueno,
la selección del título fue completamente arbitraria. Veamos, en realidad no
fue arbitraria. Como científico pude haberlo titulado “Tu gusano interior”, “Tu
microbio interior” y muchas otras cosas. Pero yo trabajo con peces. El pez es
una manera maravillosa de recapacitar en nuestros propios cuerpos. Por eso le
puse el título de “Tu pez interior”. Pude haber escogido muchos otros aspectos
de nuestro pasado evolutivo para decidir sobre el título. Mi decisión fue muy
personal, un tanto sesgada, lo admito. Pero piensa, si quieres conocerte a ti
mismo, tienes que conocer diferentes partes de nuestro árbol a fin de explicar
las diferentes partes de nosotros mismos. Si quieres comprender por qué somos
seres únicos relativos a otros primates, pues bien, tienes que conocer nuestra
propia humanidad. Si quieres comprender por qué nuestra cabeza tiene la forma
que tiene, necesitas conocer la historia que compartimos con los primates, y
asimismo la historia que compartimos con otros mamíferos, y con los reptiles,
con el pez. Son esas capas profundas encima de otras capas de historia lo que
nos hace ser lo que somos.
REVOLUCIÓN: Pero
¿cómo podemos rastrear nuestra historia hasta los microbios unicelulares?
NEIL SHUBIN: Es
magnífico, porque si estudias la estructura de nuestro ADN y la manera en que
funciona, si estudias cómo nuestras células funcionan, cómo metabolizan el
oxigeno, si miras la estructura molecular que guía el funcionamiento de
nuestras células, y cómo nuestras células interactúan entre sí, esa es la pieza
que corresponde al microbio. Te lo repito, son las capas y capas de historia
dentro de nosotros mismos. De manera que las pequeñas porciones de pez que
portamos se pueden apreciar bien en nuestros esqueletos. Lo aprecias en
nuestros nervios, y en otras partes. Lo del microbio en particular se encuentra
en la estructura de nuestras células, en nuestros genes. He ahí un ejemplo de
nuestros 3.5 mil millones de años de historia. Bueno, tenemos material de un
mil millón de años atrás. La manera en que nuestras células fabrican energía…
nosotros respiramos oxigeno y comemos, ejercitamos nuestros músculos, usamos
energía. Bueno, toda la maquinaria para hacer eso es una característica
microbiana. En realidad, la capacidad de poder estar conversando contigo en
este mismo momento, y tu capacidad de escucharme, así como tu capacidad de
movimiento, la tenemos gracias a los microbios [se ríe].
REVOLUCIÓN: Escribes
en tu libro que la vida en tu laboratorio de investigaciones puede ser muy
“esquizofrénica” porque está directamente dividida en dos, una parte dedicada a
los fósiles y la otra a embriones y ADN. Hablaste de eso un poco, pero dime,
¿cómo están vinculadas estas dos áreas de estudio?
NEIL SHUBIN: Para
descifrar el árbol de una familia, necesitas muchas líneas de evidencia. Piensa
por ejemplo cómo se resuelve un misterio. Ha ocurrido un crimen. ¿Cómo hace un
buen detective para resolver el misterio? Bien, tiene que obtener la mayor
cantidad posible de líneas de evidencia (o pistas). Con suerte habrá algún
testigo. Pero sin eso va a necesitar toneladas de líneas de evidencia
independiente. Es lo mismo con nosotros. Extraemos la mayor cantidad posible de
pistas para poder entender nuestra historia. Los fósiles proveen una línea de
evidencia. Los registros de ADN son otra. En realidad cuando ambas líneas
apuntan hacia el mismo objetivo, el caso es más fuerte. Cuando el ADN dentro de
las células nos provee la misma historia que obtenemos de los fósiles que
encontramos en el Ártico, sabemos que estamos frente a algo muy poderoso. Esa
es la idea.
REVOLUCIÓN: Hay un
pasaje muy poético en tu libro: “Si sabes cómo mirar, nuestro cuerpo se
convierte en una cápsula de tiempo, que, una vez abierta, nos informa de
momentos críticos en la historia de nuestro planeta y de un pasado muy distante
en los antiguos océanos, riachuelos y bosques. Cambios en la atmósfera del
pasado se reflejan en las moléculas que permiten a nuestras células cooperar
entre sí para formar cuerpos. El medio ambiente de los antiguos riachuelos
delinearon la anatomía de nuestras extremidades. La vista que distingue colores
y el sentido del olfato los ha modelado la vida en los antiguos bosques y
planicies. La lista no se acaba aquí. Esta historia es nuestra herencia, la que
afecta nuestra vida actual y que afectará nuestra vida futura”. ¿Cómo afecta
esta herencia nuestra vida presente y futura?
NEIL SHUBIN: Yo nací
con una hernia que tuvo que ser reparada [se ríe], que es un buen
ejemplo. Evolucionamos en diferentes ambientes. Nuestros antepasados comunes
con los cuales compartimos la vida en este planeta vivían en ambientes
enormemente diferentes al presente, lo cual a veces genera problemas. Los peces
no caminan sobre dos piernas, nosotros sí. Sin embargo nosotros usamos algunas
de las mismas estructuras que se originaron en los peces. De manera que lo que
tenemos es un cuerpo que puede ser considerado un tanto imperfecto o parchado.
Cada pieza de nosotros ha sido modificada o canalizada a otros fines en
diferentes formas a través del proceso evolutivo. Y lo que eso significa, cuando
canalizas ciertas cosas hacia otros fines, no es la solución ideal. No hemos
sido diseñados muy inteligentemente. Esto se aplica a muchas otras situaciones.
Hemos sido diseñados históricamente. Nuestros cuerpos son un testamento al
poder de la historia. Nada es más demostrativo que la manera estrafalaria en
que están organizados nuestros vasos arteriales y venosos y nuestros nervios.
La manera en que el cordón espermático en los hombres, con sus bucles poco
afortunados, nos confiere a los hombres una mayor tendencia a desarrollar un
tipo de hernia en la parte inferior de la pared abdominal. Repitiendo, la
historia es nuestra herencia, y no pocas veces esa herencia nos causa no pocas
zozobras [se ríe], debido a que vivimos en un mundo diferente. Yo me
siento en una silla muy suave ocho horas al día. Yo les puedo asegurar que
nuestro antecesor común que compartimos con otros mamíferos no se sentó jamás
en una silla suave por ocho horas [se ríe].
REVOLUCIÓN: ¿Podría
elaborar lo de que la herencia afecta el futuro?
NEIL SHUBIN: Piensa
en los seres humanos como criaturas. En muchos aspectos somos tan diferentes
debido a nuestras habilidades cognitivas. Nosotros somos capaces de crear
aparatos y tecnologías a fin de sobreponernos a nuestra herencia, hasta cierto
límite. Yo tenía esa hernia de la que hablaba, eso es el pasado, pero adivina,
nuestra tecnología actual logró reparar el problema. Padezco una miopía
bastante avanzada. Esto significa que dejado a mis propios medios, la selección
natural me hubiera sacado de en medio. Pero tenemos esta magnífica tecnología [mostrando
sus lentes] que nos ha ayudado, ¿no es cierto?
Lo que significa todo esto es
que, si piensas en el futuro, este lo van a estimular más y más las selecciones
que hagamos con nuestras estructuras sociales, nuestra tecnología, cómo las
despleguemos, cómo las usemos, qué son. Francamente cuanto más entendamos
nuestros cuerpos, cuanto más lo vamos a cambiar. No es inconcebible que en el
futuro dispongamos de tecnologías que afecten nuestra capacidad de pensar,
recordar, correr, brincar, saltar, anotar jonrones [se ríe]. Ya lo
estamos viendo, el rendimiento puede cambiar usando la tecnología. De manera
que, francamente, nuestra propia evolución, en cierta manera, en términos de
rendimiento, la va a afectar en el futuro nuestra capacidad de cambiarnos a
nosotros mismos, conscientemente. Y todas esas decisiones van a tener toda
clase de ramificaciones. Vamos tener que tomar decisiones de cómo desplegar o
no esa capacidad. Esto va a ocurrir, estoy seguro. Vamos a reflexionar acerca
de la validez de nuestra decisión. Regresa en 150 años, te lo garantizo: los
seres humanos estaremos corriendo más rápido, pensando más, por ejemplo si
quieres aprender francés, toma este chip, colócalo en tu cerebro, y cosas así.
REVOLUCIÓN: Al final
de tu libro hablas del “poder de la ciencia para explicar y hacer conocible el
Universo” y que “lo desconocido no debe provocar suspicacia, temores o
supersticiones, sino que nos debe motivar para seguir cuestionando y buscando
respuestas”. ¿Podrías ampliar más este punto?
NEIL SHUBIN: En
cuanto a mí, me criaron en la tradición de que lo desconocido debe llegar a
conocerse. Un cuarto oscuro inspira temor a un niño, pero cuando se enciende la
luz, deja de ser aterrador. Y eso es lo que hace el conocimiento. Es como
encender la luz en un cuarto oscuro. Piensa en cómo nos imaginábamos que era la
luna, por años, había un montón de mitología acerca de la luna. Pero una vez
que la humanidad hizo el viaje a la luna y regresó, la luna se convirtió en
parte de nuestro mundo. Uno puede ver fotografías de la luna en el Internet.
Uno puede ver personas caminando en su superficie. Se puede ver rocas lunares
en el Museo de Ciencias e Industria. Se puede decir lo mismo de todas las ramas
de la ciencia. Cuanto más conocemos acerca del ADN, más aprendemos acerca de
cómo se han formado nuestros cuerpos, nuestra historia evolutiva, más nos
desprendemos de los mitos y supersticiones. Cuanto más hacemos eso, cuanto
mayor poder alcanzamos sobre nuestras vidas. Ahora bien, esto significa que nos
enfrentamos a opciones frente a las cosas. Pero eso no debe infundir temor; hay
que hacer elecciones basadas en información adecuada. Yo veo la ciencia como la
luz en el cuarto oscuro. Cuando mi hijo está con miedo en un cuarto oscuro, yo
prendo la pequeña lámpara de noche. Muy bien, esa luz es conocimiento en mi
propio mundo.
REVOLUCIÓN: A los
mismos tiempos siempre habrá más misterios… se contesta una pregunta y
surgen otras.
NEIL SHUBIN: Exactamente.
Mi mundo está lleno de preguntas. ¿Cómo piensas que estoy abordando Tiktaalik?
Hemos podido contestar algunas preguntas con el conocimiento de Tiktaalik,
pero hay más preguntas que han surgido. La ciencia tiene una cantidad infinita
de preguntas. Los seres humanos nunca entenderemos el 100 por ciento de las
cosas, obviamente. Es siempre una gran batalla para aprender la verdad. La
verdad científica es diferente a otras verdades en cuanto nos esforzamos por
alcanzarla. Nunca, en realidad pretendemos haberla alcanzado completamente,
porque a veces se nos escurre de los dedos. Lo que tenemos es un método que nos
puede conducir a ella. La verdad científica es importante porque tú y yo la
podemos compartir. La puedo poner en la mesa y decirte el porqué de esa verdad.
Podemos ponernos de acuerdo en los principios para falsarla o confirmarla, ¿no
es cierto? Eso es algo muy importante en la ciencia. Otras formas de la verdad,
las aceptas basado en tus propios antecedentes o en tus creencias. En las
verdades científicas están lo correcto y lo incorrecto. Eso es lo que me atrae.
REVOLUCIÓN: Tú eres
el provost del Museo Field de Chicago, que ha presentado una exhibición muy
popular llamada “Nuestro planeta en evolución” y otras exhibiciones. Has
escrito un libro muy bien recibido. Has llevado el fósil de Tiktaalik a
las escuelas. ¿Cómo evalúa la importancia de que mucha gente conozca la ciencia
y el método científico?
NEIL SHUBIN: Lo que
los científicos tenemos que hacer es transmitir lo que hacemos. Esto es
importante en diferentes aspectos. No solamente que la evolución es un hecho,
y los hechos relativos a los registros de los fósiles y del ADN. Existe un par
de cosas adicionales: La primera, la ciencia es un proceso. ¿Cómo logramos esto
los científicos? No es simplemente abrir un libro y decir “¡AJÁ!”, aquí está el
hecho. Mi “libro” está en el Ártico, y tuvimos que trabajar muy duro para
obtener nuestros datos. Tuvimos que correr ciertos riesgos. De manera que los
“libros” de ciencia están en los tubos de ensayo y en el campo y demás cosas.
La segunda es transmitir que el proceso es divertido. Me agrada más que nada
recibir cartas de profesores y estudiantes que quieren aprender más. Si son
suficientemente afortunados de vivir cerca a un gran museo, tanto mejor. Pero a
falta de eso, el Internet es un excelente medio y de muchas maneras ha logrado
igualar el terreno creando oportunidades para que gente de lugares apartados
pueda ver museos, encontrar fósiles u otras cosas. Eso es muy importante en
nuestra sociedad. Mira, en los Estados Unidos, o sea en la sociedad donde
vivimos, más del 60 por ciento de la gente —en realidad no sé las estadísticas
actuales— cree en la historia del Génesis por encima de la ciencia de la
evolución. Ahí hay una gran brecha. Henos aquí en una sociedad de creciente
tecnología, y sin embargo a pesar de lo que acabo de decir acerca de la
importancia de la tecnología en el futuro, tenemos una sociedad completamente
mal equipada para evaluar estos procesos. Tenemos una deuda y un compromiso con
nuestros niños y a la población en general —que podrían estar temerosos de la
ciencia debido a experiencias negativas en las escuelas y otras partes— de
transmitirles el verdadero poder de la ciencia, y lo que estamos haciendo. Ese
es el espíritu de mi libro. Asimismo, por eso los museos son tan importantes.
REVOLUCIÓN: En tu
opinión, ¿cuáles son los temas y las controversias claves en la paleontología y
en la ciencia de la evolución hoy en día?
NEIL SHUBIN: Hay un
montón de cosas buenas. Las cuestiones de vanguardia incluyen, yo creo,
entender la dinámica de la extinción: cómo y por qué las especies desaparecen.
Otra cuestión es por qué hay ciertas áreas en el mundo o ciertos períodos de
tiempo donde hay más diversidad de especies que en otros. ¿Por qué hay mayor
diversidad en el trópico que en otros lugares? ¿Por qué hay patrones de
diversidad? ¿Cómo explicarlos? ¿Cuáles son los mecanismos? Estas cuestiones son
muy importantes. En este momento, la paleontología está haciendo grandes
avances en estas áreas, y eso es muy importante. El otro tema que es realmente
muy grande, con respecto a mi pequeña parcela en este mundo, es el conocimiento
de los cuerpos. En primer lugar, ¿cómo se formaron los cuerpos? Conocemos mucho
más que cinco anos atrás, y dentro de cinco anos conoceremos aún más. Y eso va
a ser emocionante a medida que vayamos aprendiendo más cómo las células se
juntaron para formar otros cuerpos y otras cuestiones muy importantes.
REVOLUCIÓN: Esto nos
lleva de regreso a los microbios, a los microbios de una sola célula que fueron
la única forma de vida por miles de millones de años, antes de que las
criaturas multicelulares emergieran.
NEIL SHUBIN: Estos
microbios unicelulares llevaban mucho tiempo juntándose. Pero no habían formado
cuerpos. Se juntaban para constituir marañas o laminas de células. Lo que es un
cuerpo, y lo que es muy importante en el cuerpo es que esas células necesitaban
que tener un mecanismo que les permitiera interaccionar las unas con las otras.
Los cuerpos poseen una integridad única que otros tipos de organización no
tienen. Lo que pasa es que esta capacidad de interacción de las células, de los
microbios, ha evolucionado con el tiempo. Lo más interesante es que los
microbios hacen exactamente eso. Los microbios interactúan. Los microbios
sienten el mundo exterior. Y lo que realmente tenemos, el equipo o el mecanismo
que forma cuerpos, no es sino una versión modificada de eso. Este mecanismo
ayuda a los microbios a interactuar entre sí y con el mundo exterior. Pues
bien, por eso todavía hay una continuidad hoy día. Para mí, como científico, no
me queda la menor duda de que eso es lo que ha sucedido. Hay
enigma muy interesante en cómo eso sucedió, en qué marco de
tiempo, etc.
REVOLUCIÓN: ¿Cómo te
decidiste a ser un científico y cómo escogiste tus áreas particulares de
investigación? ¿Tu interés empezó a temprana edad?
NEIL SHUBIN: Yo era
ese tipo de niño, y todavía sigo siendo el mismo, al que le gustaba tener un
pasatiempo nuevo cada mes. Los volvía locos a mis padres. Me compraron un
telescopio, porque “me encantaba la astronomía”. Me suscribí a la revista Sky
and Telescope (El cielo y el telescopio) y aprendí un montón de
astronomía. Después de cuatro meses, me aburrí. Empecé a coleccionar
estampillas, y me dediqué con ahínco a esto. Me iba de pasatiempo a pasatiempo
a veces en forma circular. O sea que a un punto volví a lo de antes, a la
astronomía. Felizmente no había botado el telecopio. En efecto, todavía lo
tengo por ahí. De manera que yo he sido siempre curioso, y la ciencia siempre
me ha ofrecido el terreno propicio para mi curiosidad. La paleontología de hoy
combina muchos aspectos interesantísimos que me atraen mucho. Entre ellas la
energía… es importante escoger una actividad o carrera que te permita usar tus
puntos fuertes, no tus debilidades [se ríe]. Me encanta ir a trabajar al
campo, a encontrar fósiles. Mi fuerte es el de encontrar fósiles. Siempre he
tenido ese don. Es agradable tener una carrera donde puedo poner ese don en
buen uso. Pero lo que es importante es que realmente tienes que disfrutarlo,
pues las más de las veces no encuentro nada. Estoy de cacería. Es la euforia.
Me encanta empezar una nueva expedición, de tener las expectativas y el riesgo.
Es realmente divertido. En lo que respecta a la paleontología uno de los
atractivos inmediatos es el momento del “¡eureka!”. Hay un momento en la
paleontología, si tienes éxito, en que encuentras algo. Ese algo te hace decir
“¡AJÁ!”, como cuando encontré Tiktaalik. Este es el momento que
buscas. Por el momento estoy esperando la siguiente oportunidad.
La entrevista de Revolución
Una sección especial para que nuestros lectores se familiaricen con las opiniones de importantes figuras del arte, la música y la literatura, la ciencia, el deporte y la política. Los entrevistados expresan sus propias opiniones, naturalmente, y no son responsables de las ideas que aparecen en otras partes de este periódico o nuestra página web.
Una sección especial para que nuestros lectores se familiaricen con las opiniones de importantes figuras del arte, la música y la literatura, la ciencia, el deporte y la política. Los entrevistados expresan sus propias opiniones, naturalmente, y no son responsables de las ideas que aparecen en otras partes de este periódico o nuestra página web.
Envíenos sus comentarios.
Estudiantes de la
secundaria de Berkeley vs. redadas fascistas del ICE
“Nuestro miedo y nuestra ira
nos unieron”
Durante la hora del almuerzo el
22 de mayo, más de 2000 estudiantes de la secundaria Berkeley (Berkeley High)
de distintas nacionalidades se salieron de clases y formaron una cadena humana
alrededor de la escuela para protestar contra los crecientes ataques a los
inmigrantes. Mientras que se entrelazaron los brazos, corearon “¡los
inmigrantes son personas!” Una joven del grupo Luchar por los Derechos y la
Igualdad de los Inmigrantes (FIRE), que organizó la protesta, dijo: “La mayoría
de la escuela se salió con nosotros… Ay, hizo que toda la escuela se sintiera
muy bien, como si fuéramos una familia, no importa la raza que seas ni nada,
como si estuviéramos juntos”.
En las primeras tres semanas de
mayo, el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, del Departamento de
Seguridad de la Patria) hizo 900 arrestos en California. El día después del 1º
de mayo, día en que miles de inmigrantes se manifestaron en las calles, agentes
del ICE hicieron redadas en una cadena de restaurantes en el Área de la Bahía
de San Francisco y arrestó a 63 personas. El día después del Cinco de Mayo,
camiones del ICE rondaron las calles de Berkeley y el este de Oakland, como
cerca de Berkeley High. Una familia de cuatro fue arrestada en su hogar cerca
de la escuela. Mientras que la noticia se propagaba, padres preocupados
corrieron a la escuela para recoger a sus hijos.
En Oakland, que se ha declarado
una ciudad “de santuario” para los inmigrantes, el alcalde Ron Dellums fue a la
Primaria Esperanza después de enterarse de las recorrías de camiones del ICE;
declaró: “No queremos esta intimidación. Los inmigrantes son seres humanos, y
se les debe tratar con respeto”. Dellums dijo que se colocarían a policías en la
escuela al día siguiente para prevenir que el ICE entrara en la escuela.
Estudiantes de las secundarias
Berkeley y Oakland protestaron en los días siguientes. Pero creían que tenían
que hacer algo más grande. Un estudiante de Berkeley dijo sobre la familia
arrestada: “Los conocíamos, así que eso nos afectó muchísimo… Nos decíamos:
‘Tenemos que hacer algo’, ni modo que íbamos a aceptarlo, como si estuviera
bien”. Muchos estudiantes, especialmente los latinos, cuando oyeron que el ICE
rondaba por ahí, describieron el temor de que su familia o amigos pudieran ser
detenidos.
Un estudiante blanco dijo: “El
hecho de que [el ICE] llegó a la escuela nos abrió los ojos. Algunos más o
menos sabían que algo así pasaba, pero ¿cómo pueden creerlo? Pero cuando
llegaron aquí, demuestra que no cazan solamente a ciertas personas… Es real.
Está de cara a nosotros”.
En Berkeley, algunos maestros y
administradores adoptaron una actitud firme ante las amenazas del ICE. Maestros
llevaron a casa a algunos estudiantes, y en un mensaje por teléfono el
superintendente de las escuelas de Berkeley aseguró a todos los padres que el
distrito “no permitiera que ningún niño sea llevado de la escuela”. Un maestro
de Berkeley le dijo a Revolución: “Los maestros estaban aquí para
ayudar. El superintendente envió un mensaje inmediatamente. No se debería dar
por supuesto que no va a pasar aquí, porque no pasa en todas partes, pero pasó
aquí”.
La protesta del 22 fue algo que
los estudiantes mismos se decidieron a hacer, y recibieron apoyo de muchos
maestros y empleados, hasta del director. Al principio algunos maestros estaban
un poco reticentes, especialmente por el fin del semestre, pero los
organizadores estudiantiles se los ganaron.
Un estudiante le dijo a Revolución:
“La función general del ICE es de cazadores de esclavos. Estos [inmigrantes]
huyen de pobreza extrema. Probablemente morirían de hambre si no vinieran a
Estados Unidos… El gobierno, tal vez finja que quiera echar a todos los
inmigrantes ‘ilegales’ pero no es verdad porque quiere seguir explotándolos. No
más pretende atemorizarlos para que trabajen por poco dinero como ya los obliga
a hacer. Los cazan constantemente. Básicamente los están convirtiendo en
esclavos. Les están quitando todos sus derechos. Todo eso tiene su raíz en el capitalismo.
En una sociedad no capitalista no necesitaríamos esta clase de cosas”.
Los estudiantes de Berkeley han
adoptado una actitud justa diciendo que rehúsan a aprender a vivir con la nueva
“normalidad” en este país donde la policía migratoria armada siembra terror en
comunidades enteras y deporta a decenas de miles cada mes. Un estudiante dijo:
“El hecho de que esa gente viene y pone en la mira a todo un grupo de gente es
algo nuevo para nosotros. Es algo que no solemos ver… Es nuestro miedo y
nuestra ira que nos unieron. Alguna gente tomó el tiempo para educarse. No
tenemos que tener miedo de ello, pero tenemos que decirle no”.
Envíenos sus comentarios.
¡Basta ya con pelear entre
sí – únense con la revolución!
¡Luchar contra el sistema, y
transformar al pueblo, para la revolución!
Seiscientos estudiantes se
pelearon entre sí el 9 de mayo. Estudiantes negros y latinos se pelearon entre
sí. Las autoridades sabían que la pelea iba a pasar y no hicieron nada para
prevenirla. En lugar de ello, una vez que empezó y se propagó, la policía entró
para atacar a los estudiantes con mace y porras.
Todos los canales de noticias
repitieron una y otra vez el reportaje de una pelea de negros y latinos entre
sí en la escuela secundaria Locke. Había artículos en el Los Angeles
Times. El reportaje aun apareció en el New York Times y
las noticias nacionales.
El sistema traficó con los
estudiantes y los engañó.
¿Dónde estaban los artículos
noticiosos cuando en septiembre 800 estudiantes negros y latinos de Locke se
unieron y abandonaron la escuela en apoyo a los 6 de Jena? ¿Dónde estaban las
entrevistas sobre los más de 200 de ellos que marcharon por millas sobre
Imperial Highway por entre barrios de distintas pandillas, algo que la gente de
allí apoyó?
Al sistema no le interesa
promover ESA clase de actividad de las masas negras y latinas. Pero sí le
interesa muchísimo mantenerlas peleadas entre sí.
Los inmigrantes expulsados de sus
tierras en México y América Central, obligados a arriesgarse la vida para
cruzar la frontera militarizada sólo para encontrarse en los barrios más pobres
y en las peores chambas, explotados por patrones que se aprovechan de su estado
ilegal, y encarcelados en centros de detención tras las redadas del ICE/la
Migra. Negros descartados por este sistema, impedidos a tener chamba y dejados
encerrados en prisiones. De la esclavitud a la segregación “Jim Crow” y
Katrina, Estados Unidos ha sido un infierno para la gente negra. ¿Qué clase de
sistema mantiene a la gente compitiendo entre sí para que nos exploten en las
pésimas chambas, cazados, encarcelados, asesinados por la policía y robados de
nuestra humanidad? Un sistema capitalista. Para tener posibilidad alguna de
resolver estos problemas, necesitamos la revolución.
Los capitalistas y los
imperialistas que manejan este sistema se divierten mucho cuando escuchen sus
propias palabras en la boca de aquellos a quienes oprimen y mantienen divididos
entre sí. Mi clica, mi pandilla, mi barrio, mi territorio, mi raza, mi
nacionalidad sobre la tuya, todo eso no es sino la ideología capitalista de
competencia despiadada que mantiene a la gente atrapada en una competencia
capitalista en que solo los capitalistas ganen. Dejen de pelear entre sí y
únanse con la revolución, y háganse emancipadores de toda la humanidad.
La sociedad no necesita estar
organizada de esta manera. No tiene sentido que la riqueza creada por la labor
colectiva de miles de millones por todo el mundo sea apropiado por unos pocos,
cuando hoy día eso impide que se resuelvan los problemas más básicos de la
gente del mundo. No tiene razón de ser que no se pueden satisfacer las
necesidades más básicas de la gente, ni que la gente padezca hambre como los
niños de Haití que comen galletas de lodo, ni que haya racismo que oprime a la
gente ni destrucción del medio ambiente, salvo el funcionamiento de un sistema
que bloquea el avance de la humanidad. Con el poder estatal revolucionario, la
gente de todas las nacionalidades puede ser parte de un proceso colectivo de
superar todas las divisiones que han existido por generaciones a fin de
transformar la sociedad para el beneficio de la humanidad. Ya es hora de
construir un movimiento revolucionario y hacer los preparativos políticos para
llevar a cabo esta clase de cambio en el mundo.
Lo que haces ahora importa. Ponte
una cinta negra y café. Ven al picnic de unidad. Consigue y difunde el
periódico Revolución/Revolution (en versión impresa y en
revcom.us).
Checa las obras de Bob Avakian, a
la venta en Libros Revolución (213) 488-1303.
Partido Comunista Revolucionario,
EU
Rama de Los Angeles
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Revolución #132, 15 de junio de
2008
Del Servicio Noticioso Un
Mundo Que Ganar
¡Libertad para los 1.5
millones de gazanos!
Nota de la redacción de
Revolución: El siguiente artículo habla, entre otras cosas, de la
decisión del Departamento del Estado de negar las becas Fulbright otorgadas a 7
palestinos de Gaza para estudiar en Estados Unidos. Atribuyó su decisión al
bloqueo israelí de Gaza que impide que los palestinos salgan. Desde que se
publicó el artículo, el Departamento del Estado dijo (2 de junio) que ha
reinstituido las becas. Para conseguir su permiso de salida, los estudiantes
tendrán que someterse a “revisiones de seguridad” de parte del Ministro de Defensa
israelí. Según el New York Times, los gobiernos estadounidense e israelí
quieren reinstituir las becas porque “formar a jóvenes ambiciosos y talentosos
con becas Fulbright es una manera de restarle peso al atractivo de las fuerzas
radicales en la sociedad palestina”. Mientras tanto, como explica este
artículo, Israel continúa su vil encierro de Gaza; por ejemplo, en abril los
recortes de electricidad provocaron el cierre de media docena de universidades
e instituciones de estudios superiores ahí.
Además, la nota del Servicio
Noticioso habla del arresto y deportación por Israel de Norman Finkelstein, a
quien, por su férrea crítica al tratamiento que da Israel a los palestinos y a
los defensores estadounidenses de Israel, la universidad DePaul le negó titularidad
hace un año. Esa indignante decisión sigue en vigor, al igual que la decisión
del gobierno israelí de abril de impedir que Richard Falk, un renombrado
profesor de derecho internacional y recién nombrado funcionario de la ONU,
entre a Israel para llevar a cabo su encomienda de investigar los abusos de
derechos humanos en Israel y Palestina.
* * * * *
2 de junio de 2008. Servicio
Noticioso Un Mundo Que Ganar. En septiembre, el gobierno israelí
declaró formalmente que Gaza es un “territorio hostil”, y desde entonces muy
pocas personas han podido salir de ahí, sin importar la razón. Antes, cada año
viajaba a estudiar en otros países de mil a dos mil jóvenes palestinos. Ahora
los estudiantes, aunque las universidades del extranjero ya los han aceptado y
becado, tienen pocas esperanzas de ir, y ni hablar de la vasta mayoría para
quienes viajar fuera del país simplemente es imposible.
Dos acontecimientos han puesto
esa situación bajo la lupa. Primero está el anuncio del destacado profesor
estadounidense David Mumford de que donará el dinero que recibió de un
prestigioso premio israelí de matemáticas a una universidad de Cisjordania y a
un grupo israelí que se opone a las restricciones de viaje impuestas a los
palestinos. El segundo es la decisión del Departamento de Estado estadounidense
de cancelar las becas Fulbright otorgadas a siete estudiantes de Gaza para
estudiar en Estados Unidos. El gobierno israelí había prohibido que los
estudiantes fueran y Washington tomó la decisión para que Tel Aviv no saliera
mal parado. La coincidencia de esos dos acontecimientos fue inoportuna para los
dos gobiernos. La postura moral y considerada de Mumford subrayó aún más la
hipocresía y la inhumanidad de la superpotencia y su estado clientelar.
Mumford, de casi 71 años de edad,
tiene renombre por sus contribuciones a la geometría algebraica y la teoría de
visión y reconocimiento de formas, realizadas a lo largo de muchas décadas en
la Universidad Harvard y luego una cátedra en la Universidad Brown. El Premio
de la Fundación Wolf, uno de los más importantes de ese campo, se otorgó a tres
matemáticos este año y es solo uno de los varios premios que Mumford ha
recibido. Al hablar al periódico israelí Ha’aretz el 26 de
mayo, mientras estaba en Tel Aviv para aceptar el premio de manos del
presidente israelí Shimon Peres en el parlamento israelí (el Knesset), Mumford
explicó su donación: “Decidí donar mi porción del premio Wolf para posibilitar
la supervivencia y el florecimiento de la comunidad académica de Palestina
ocupada. Me agradezco mucho haber recibido el premio, pero creo que los
estudiantes palestinos deben tener la oportunidad de ir a otros países para
recibir una educación. Los estudiantes de Cisjordania y Gaza hoy no tienen esa
oportunidad”. Agregó: “Mis logros en el campo de matemáticas se hicieron
posibles gracias a mi capacidad de trasladarme libremente e intercambiar ideas
con otros académicos. No hubiera sido posible sin un consenso internacional
acerca del intercambio de ideas”.
Hablando el mismo día a la
agencia noticiosa Associated Press, dijo: “Creo firmemente que las matemáticas
son un proyecto internacional, un campo que en realidad se ha desarrollado
básicamente en todos los países. Es muy importante que todos tengan acceso a la
educación superior, a la comunidad internacional que estudia matemáticas”.
Es una señal del tipo de mundo en
vivimos hoy que incluso esos sentimientos pueden considerarse una traición y
equivalentes al “terrorismo”. Es posible que, por su edad y su renombre,
Mumford está exento de las presiones que los sionistas y las autoridades
estadounidenses han ejercido contra otros académicos, y muchos comentaristas
israelíes compararon su caso con el de Norman Finkelstein, arrestado el 23 de
mayo tras su llegada a Israel y detenido por 24 horas por Shin Bet (la policía
de seguridad interna) hasta que otro detenido le ayudó a contactar a un
abogado; lo deportaron y le prohibieron entrar en Israel por 10 años.
Los padres de Finkelstein, judíos
polacos, sobrevivieron los campos de concentración nazis. El año pasado, la
Universidad DePaul obligó a Finkelstein a renunciar por haber escrito reseñas
críticas de los libros de otros importantes académicos en que los acusó de
tergiversar la historia documentada para defender la política y las acciones
del gobierno israelí. El politólogo estadounidense de 55 años de edad se
describe como simpatizante de “la solución de crear dos estados” y “no un
enemigo de Israel”, pero agrega que, en su opinión, al buscar la verdad es
“posible unir una rigurosa exactitud académica a una feroz indignación moral”.
Sus investigaciones lo han llevado a calificar de “patraña” los supuestos
hechos históricos que fundamentan las reivindicaciones sionistas a Palestina.
Esa clase de actitud represiva
hacia el disentimiento académico está llegando a ser más flagrante en Israel y,
cuando se trata de Israel, en países como Estados Unidos y Gran Bretaña. El año
pasado Ilan Pappé —un historiador israelí muy conocido que ha investigado y
sacado a la luz que mucho antes de la independencia de Israel, la dirección
sionista ya tenía planes de expulsar a los palestinos mediante una deliberada
campaña militar— tuvo que renunciar a su puesto como profesor de ciencias
políticas en la Universidad de Haifa y dejar el país debido a las amenazas de
muerte a su familia. Ahora da clases en Gran Bretaña.
Hace poco la University and
College Union [Unión de Universidades y Colegios], la mayor organización
profesional de académicos de Gran Bretaña, exhortó a sus colegas a considerar
las implicaciones morales y políticas de tener enlaces educativos con
instituciones israelíes y a hablar con sus colegas israelíes sobre “la
catástrofe humanitaria que el gobierno de Israel ha impuesto en Gaza”. El año
pasado, debido a amenazas jurídicas y la condena del gobierno británico, el
grupo abandonó una convocatoria a un boicot contra Israel. Un grupo que se
llama Amigos Académicos de Israel ha amenazado con entablar una demanda contra
la Unión por violar las leyes británicas contra el racismo. El gobierno
británico llamó la gestión más reciente de la Unión, que no llama para un
boicot, una amenaza contra la “libertad académica”. Evidentemente para el
gobierno británico, dicha libertad les pertenece solo a los sionistas, no a sus
críticos y de ninguna manera a los palestinos.
La decisión de cancelar las becas
Fulbright a los siete estudiantes de Gaza asombra aún más porque el
Departamento de Estado ya les había entrevistado y los había aceptado para un
programa del Departamento orientado explícitamente a beneficiar los intereses
estadounidenses en política exterior. Su propósito es identificar y capacitar a
los/las jóvenes que en el futuro puedan ejercer una influencia amiga a favor
del imperio estadounidense. Cuando en medio del citado torbellino de sucesos se
le cuestionó sobre eso a la secretaria de Estado Condoleezza Rice en una rueda
de prensa, afirmó no saber nada de la decisión tomada por el mismísimo
departamento que lidera.
Un miembro del parlamento israelí,
el rabino Michael Melchior, presidente del comité de educación, era mucho más
honesto que Rice. Al enterarse de la controversia sobre las becas Fulbright,
comparó la política de Israel y Estados Unidos a la manera en que a los judíos
“les negaron educación superior” los nazis e históricamente les restringieron
el acceso a puestos académicos en universidades europeos y estadounidenses. Al
momento de escribir este artículo, parece que el Departamento del Estado podría
revocar su decisión.
Bir Zeit, la universidad cerca de
la ciudad de Ramallah en Cisjordania a la cual Mumford donó parte de su premio,
es parte del sistema universitario palestino de 11 universidades, cinco
colegios universitarios y 25 colegios de comunidad. Sus estudiantes son laicos,
musulmanes y cristianos. A pesar de las restricciones israelíes, los palestinos
por lo general siguen manteniendo una de las tasas de alfabetización más altas
del mundo.
Aunque Israel no declaró a
Cisjordania “territorio enemigo” (a diferencia de Gaza) y no la sometió al
mismo encarcelamiento total, mantiene 572 retenes, y frecuentemente prohíben
los cruces; por lo tanto los estudiantes suelen hacer cola durante horas para
llegar a las universidades si es que alcanzan a llegar. La Network for
Education and Academic Rights (Red por los Derechos Académicos y de Educación)
del Reino Unido señala que las restricciones israelíes dificultan
particularmente los estudios de las mujeres palestinas. También indica que la
falta de fondos es tan dramática que la Universidad Al-Quds en Jerusalén, con
6.000 estudiantes, solo cuenta con mil libros en la biblioteca.
El gobierno israelí siempre ha
obstaculizado que los gazanos estudien en Cisjordania, a fin de mantener
desligados los dos territorios palestinos —separados por solamente 40 km— y ha
dejado que sea un poco más fácil estudiar en el extranjero. Ahora ha quitado
toda oportunidad. La organización israelí Gisha, el otro destinatario del
premio de Mumford, cuenta de los 710 alumnos universitarios de Gaza que no
pueden ir a sus escuelas en el exterior donde estaban matriculados o admitidos
en octubre del año pasado. Tampoco se permite entrar en Gaza a conferencistas o
especialistas extranjeros.
Aunque hay media docena de
universidades y colegios en Gaza, todos se cerraron en abril por falta de
electricidad cuando Israel la recortó. De por sí no podían ofrecer carreras en
muchos campos importantes incluso al nivel de licenciatura, mucho menos el
posgrado. El aislamiento de académicos y profesionales gazanos de sus colegas
en otras partes afecta necesariamente la calidad de la educación. Es
particularmente cruel la imposibilidad de estudiar las varias disciplinas de
medicina porque mantiene a los gazanos dependientes de los servicios médicos
israelíes que muchas veces se les niegan.
Del
Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar
¡Libertad para los 1.5
millones de gazanos!
Nota de la redacción de
Revolución: El siguiente artículo habla, entre otras cosas, de la
decisión del Departamento del Estado de negar las becas Fulbright otorgadas a 7
palestinos de Gaza para estudiar en Estados Unidos. Atribuyó su decisión al
bloqueo israelí de Gaza que impide que los palestinos salgan. Desde que se
publicó el artículo, el Departamento del Estado dijo (2 de junio) que ha
reinstituido las becas. Para conseguir su permiso de salida, los estudiantes
tendrán que someterse a “revisiones de seguridad” de parte del Ministro de
Defensa israelí. Según el New York Times, los gobiernos estadounidense e
israelí quieren reinstituir las becas porque “formar a jóvenes ambiciosos y
talentosos con becas Fulbright es una manera de restarle peso al atractivo de
las fuerzas radicales en la sociedad palestina”. Mientras tanto, como explica
este artículo, Israel continúa su vil encierro de Gaza; por ejemplo, en abril
los recortes de electricidad provocaron el cierre de media docena de
universidades e instituciones de estudios superiores ahí.
Además, la nota del Servicio
Noticioso habla del arresto y deportación por Israel de Norman Finkelstein, a
quien, por su férrea crítica al tratamiento que da Israel a los palestinos y a
los defensores estadounidenses de Israel, la universidad DePaul le negó
titularidad hace un año. Esa indignante decisión sigue en vigor, al igual que
la decisión del gobierno israelí de abril de impedir que Richard Falk, un
renombrado profesor de derecho internacional y recién nombrado funcionario de
la ONU, entre a Israel para llevar a cabo su encomienda de investigar los
abusos de derechos humanos en Israel y Palestina.
* * * * *
2 de junio de 2008. Servicio
Noticioso Un Mundo Que Ganar. En septiembre, el gobierno israelí
declaró formalmente que Gaza es un “territorio hostil”, y desde entonces muy
pocas personas han podido salir de ahí, sin importar la razón. Antes, cada año
viajaba a estudiar en otros países de mil a dos mil jóvenes palestinos. Ahora
los estudiantes, aunque las universidades del extranjero ya los han aceptado y
becado, tienen pocas esperanzas de ir, y ni hablar de la vasta mayoría para
quienes viajar fuera del país simplemente es imposible.
Dos acontecimientos han puesto
esa situación bajo la lupa. Primero está el anuncio del destacado profesor
estadounidense David Mumford de que donará el dinero que recibió de un
prestigioso premio israelí de matemáticas a una universidad de Cisjordania y a
un grupo israelí que se opone a las restricciones de viaje impuestas a los
palestinos. El segundo es la decisión del Departamento de Estado estadounidense
de cancelar las becas Fulbright otorgadas a siete estudiantes de Gaza para
estudiar en Estados Unidos. El gobierno israelí había prohibido que los
estudiantes fueran y Washington tomó la decisión para que Tel Aviv no saliera
mal parado. La coincidencia de esos dos acontecimientos fue inoportuna para los
dos gobiernos. La postura moral y considerada de Mumford subrayó aún más la
hipocresía y la inhumanidad de la superpotencia y su estado clientelar.
Mumford, de casi 71 años de edad,
tiene renombre por sus contribuciones a la geometría algebraica y la teoría de
visión y reconocimiento de formas, realizadas a lo largo de muchas décadas en
la Universidad Harvard y luego una cátedra en la Universidad Brown. El Premio
de la Fundación Wolf, uno de los más importantes de ese campo, se otorgó a tres
matemáticos este año y es solo uno de los varios premios que Mumford ha
recibido. Al hablar al periódico israelí Ha’aretz el 26 de
mayo, mientras estaba en Tel Aviv para aceptar el premio de manos del
presidente israelí Shimon Peres en el parlamento israelí (el Knesset), Mumford
explicó su donación: “Decidí donar mi porción del premio Wolf para posibilitar
la supervivencia y el florecimiento de la comunidad académica de Palestina
ocupada. Me agradezco mucho haber recibido el premio, pero creo que los
estudiantes palestinos deben tener la oportunidad de ir a otros países para
recibir una educación. Los estudiantes de Cisjordania y Gaza hoy no tienen esa
oportunidad”. Agregó: “Mis logros en el campo de matemáticas se hicieron
posibles gracias a mi capacidad de trasladarme libremente e intercambiar ideas
con otros académicos. No hubiera sido posible sin un consenso internacional
acerca del intercambio de ideas”.
Hablando el mismo día a la
agencia noticiosa Associated Press, dijo: “Creo firmemente que las matemáticas
son un proyecto internacional, un campo que en realidad se ha desarrollado
básicamente en todos los países. Es muy importante que todos tengan acceso a la
educación superior, a la comunidad internacional que estudia matemáticas”.
Es una señal del tipo de mundo en
vivimos hoy que incluso esos sentimientos pueden considerarse una traición y
equivalentes al “terrorismo”. Es posible que, por su edad y su renombre,
Mumford está exento de las presiones que los sionistas y las autoridades
estadounidenses han ejercido contra otros académicos, y muchos comentaristas
israelíes compararon su caso con el de Norman Finkelstein, arrestado el 23 de
mayo tras su llegada a Israel y detenido por 24 horas por Shin Bet (la policía
de seguridad interna) hasta que otro detenido le ayudó a contactar a un
abogado; lo deportaron y le prohibieron entrar en Israel por 10 años.
Los padres de Finkelstein, judíos
polacos, sobrevivieron los campos de concentración nazis. El año pasado, la
Universidad DePaul obligó a Finkelstein a renunciar por haber escrito reseñas
críticas de los libros de otros importantes académicos en que los acusó de
tergiversar la historia documentada para defender la política y las acciones
del gobierno israelí. El politólogo estadounidense de 55 años de edad se
describe como simpatizante de “la solución de crear dos estados” y “no un
enemigo de Israel”, pero agrega que, en su opinión, al buscar la verdad es
“posible unir una rigurosa exactitud académica a una feroz indignación moral”.
Sus investigaciones lo han llevado a calificar de “patraña” los supuestos
hechos históricos que fundamentan las reivindicaciones sionistas a Palestina.
Esa clase de actitud represiva
hacia el disentimiento académico está llegando a ser más flagrante en Israel y,
cuando se trata de Israel, en países como Estados Unidos y Gran Bretaña. El año
pasado Ilan Pappé —un historiador israelí muy conocido que ha investigado y
sacado a la luz que mucho antes de la independencia de Israel, la dirección
sionista ya tenía planes de expulsar a los palestinos mediante una deliberada
campaña militar— tuvo que renunciar a su puesto como profesor de ciencias
políticas en la Universidad de Haifa y dejar el país debido a las amenazas de
muerte a su familia. Ahora da clases en Gran Bretaña.
Hace poco la University and
College Union [Unión de Universidades y Colegios], la mayor organización
profesional de académicos de Gran Bretaña, exhortó a sus colegas a considerar
las implicaciones morales y políticas de tener enlaces educativos con
instituciones israelíes y a hablar con sus colegas israelíes sobre “la
catástrofe humanitaria que el gobierno de Israel ha impuesto en Gaza”. El año
pasado, debido a amenazas jurídicas y la condena del gobierno británico, el
grupo abandonó una convocatoria a un boicot contra Israel. Un grupo que se
llama Amigos Académicos de Israel ha amenazado con entablar una demanda contra
la Unión por violar las leyes británicas contra el racismo. El gobierno
británico llamó la gestión más reciente de la Unión, que no llama para un
boicot, una amenaza contra la “libertad académica”. Evidentemente para el
gobierno británico, dicha libertad les pertenece solo a los sionistas, no a sus
críticos y de ninguna manera a los palestinos.
La decisión de cancelar las becas
Fulbright a los siete estudiantes de Gaza asombra aún más porque el
Departamento de Estado ya les había entrevistado y los había aceptado para un
programa del Departamento orientado explícitamente a beneficiar los intereses
estadounidenses en política exterior. Su propósito es identificar y capacitar a
los/las jóvenes que en el futuro puedan ejercer una influencia amiga a favor del
imperio estadounidense. Cuando en medio del citado torbellino de sucesos se le
cuestionó sobre eso a la secretaria de Estado Condoleezza Rice en una rueda de
prensa, afirmó no saber nada de la decisión tomada por el mismísimo
departamento que lidera.
Un miembro del parlamento
israelí, el rabino Michael Melchior, presidente del comité de educación, era
mucho más honesto que Rice. Al enterarse de la controversia sobre las becas
Fulbright, comparó la política de Israel y Estados Unidos a la manera en que a los
judíos “les negaron educación superior” los nazis e históricamente les
restringieron el acceso a puestos académicos en universidades europeos y
estadounidenses. Al momento de escribir este artículo, parece que el
Departamento del Estado podría revocar su decisión.
Bir Zeit, la universidad cerca de
la ciudad de Ramallah en Cisjordania a la cual Mumford donó parte de su premio,
es parte del sistema universitario palestino de 11 universidades, cinco
colegios universitarios y 25 colegios de comunidad. Sus estudiantes son laicos,
musulmanes y cristianos. A pesar de las restricciones israelíes, los palestinos
por lo general siguen manteniendo una de las tasas de alfabetización más altas
del mundo.
Aunque Israel no declaró a
Cisjordania “territorio enemigo” (a diferencia de Gaza) y no la sometió al
mismo encarcelamiento total, mantiene 572 retenes, y frecuentemente prohíben
los cruces; por lo tanto los estudiantes suelen hacer cola durante horas para
llegar a las universidades si es que alcanzan a llegar. La Network for
Education and Academic Rights (Red por los Derechos Académicos y de Educación)
del Reino Unido señala que las restricciones israelíes dificultan
particularmente los estudios de las mujeres palestinas. También indica que la
falta de fondos es tan dramática que la Universidad Al-Quds en Jerusalén, con
6.000 estudiantes, solo cuenta con mil libros en la biblioteca.
El gobierno israelí siempre ha
obstaculizado que los gazanos estudien en Cisjordania, a fin de mantener
desligados los dos territorios palestinos —separados por solamente 40 km— y ha
dejado que sea un poco más fácil estudiar en el extranjero. Ahora ha quitado
toda oportunidad. La organización israelí Gisha, el otro destinatario del
premio de Mumford, cuenta de los 710 alumnos universitarios de Gaza que no
pueden ir a sus escuelas en el exterior donde estaban matriculados o admitidos
en octubre del año pasado. Tampoco se permite entrar en Gaza a conferencistas o
especialistas extranjeros.
Aunque hay media docena de
universidades y colegios en Gaza, todos se cerraron en abril por falta de
electricidad cuando Israel la recortó. De por sí no podían ofrecer carreras en
muchos campos importantes incluso al nivel de licenciatura, mucho menos el
posgrado. El aislamiento de académicos y profesionales gazanos de sus colegas
en otras partes afecta necesariamente la calidad de la educación. Es
particularmente cruel la imposibilidad de estudiar las varias disciplinas de
medicina porque mantiene a los gazanos dependientes de los servicios médicos
israelíes que muchas veces se les niegan.
Israel asegura que hace
excepciones para “casos humanitarios” pero que no considera la educación una
necesidad “humanitaria”.
La verdad es que la política
israelí es no tratar al palestino como ser humano. Dejando de lado la cuestión
de si los palestinos tienen o no el derecho a la educación superior, y
enfocándose solo en la cuestión indiscutiblemente “humanitaria” del tratamiento
médico, Israel está literalmente matando a palestinos. Claro, lo hace de manera
directa al disparar misiles y balazos a civiles casi a diario (el ejército
israelí abrió fuego contra una manifestación de miles de personas identificadas
como partidarios de Hamas en Gaza el 30 de mayo e hirió a por lo menos seis).
Pero también lo hace al negarles servicios médicos, lo que equivale a
seleccionar a los más débiles para la muerte.
Ha’aretz, otras fuentes
noticiosas israelíes y la prensa palestina han publicado muchos relatos de los
palestinos que han muerto esperando el permiso para salir de Gaza para tratamiento.
El 20 de mayo, un paciente palestino de cáncer de 22 años y 11 otros habitantes
con graves males presentaron una petición a la Corte Superior de Israel por la
negativa de las fuerzas armadas a permitirlos salir. En una declaración jurada
que presentó Israeli Physicians for Human Rights (Médicos Israelíes en Defensa
de Derechos Humanos), el joven, Ahmed al-Baghdadi, afirmó que los Servicios de
Seguridad General Israelíes le dijeron que solo tendría esperanzas de recibir
tratamiento médico si se volviera informante. A otros pacientes les dan permiso
escrito de salir pero los rechazan al llegar a la frontera, incluso en
ambulancia. Un doctor que representa el grupo de médicos israelíes calificó
esta práctica de “tortura”. También en ocasiones es asesinato. A principios de
abril, la Organización Mundial de Salud informó que 32 palestinos habían muerto
mientras esperaban un permiso de salir o porque nos les habían permitido cruzar
la frontera a pesar de tener el permiso.
La cuestión de los estudiantes,
al igual que la del tratamiento médico, es solo una dimensión más de las
políticas israelíes que han convertido a Gaza, con sus 1.5 millones de
habitantes hacinados en 360 km cuadrados, en el campo de prisioneros al aire
libre más grande del mundo.
El Servicio Noticioso Un Mundo
Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar (aworldtowin.org), una revista
política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario
Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.
Envíenos sus comentarios.
Permalink: http://revcom.us/a/132/AWAG_Track-es.html
Revolución #132, 15 de junio de
2008
¡Con "Abajo todos los dioses", fuimos al campeonato de atletismo!
¡Con "Abajo todos los dioses", fuimos al campeonato de atletismo!
Carta de un lector
Cada año el campeonato de atletismo
de las prepas de California atrae a miles de aficionados ávidos de todas partes
del estado para una de las más emocionantes competencias deportivas del país.
Por dos días una multitud multinacional se reúne para celebrar los esfuerzos y
logros de atletas de prepas de todas las nacionalidades, algunos a solamente
unos años de ser atletas de nivel mundial. Un grupo de nosotros decidió ir al
campeonato de este año en el Colegio de Cerritos en la área de Los Ángeles y
llegar temprano para mezclarnos con la multitud que entra en el estadio y
entablar conversación con la gente sobre el daño que hace la religión—y
especialmente el crecimiento de la religión fundamentalista—en este país y el
mundo, y la necesidad de que la gente se aparte del servilismo que promueve y
que se una con la revolución y el comunismo.
Muchos de los actuales récords
nacionales de atletismo de prepas se establecieron en este torneo en años
previos por atletas que después llegaron a ser campeones mundiales. Este año no
fue una excepción. Este año los eventos de larga distancia del 30-31 de mayo
sobresalieron. Christine Babcock, en su último año en la escuela
Woodbridge-Irvine, batió el récord nacional de las jóvenes en la carrera de
1600 metros con 4:33.82—¡batió el récord que ella misma estableció
hace 8 días! Y German Fernandez de Riverbank del Valle Central batió el récord
del torneo en la carrera de 1600 metros para los jóvenes, y unas horas después
regresó para ganar la de 3200 metros con 8:34.23—¡batiendo el récord nacional por
casi 8 segundos!
Llegamos al torneo con muchas
camisetas con el famoso cuadro de los velocistas Tommie Smith y John Carlos en
el estrado de medallas de los Juegos Olímpicos de 1968 en el Distrito Federal
de México con sus puños con guantes negros levantados en apoyo a la lucha del
pueblo negro en Estados Unidos. Se escribe al lado del cuadro “Necesitamos
mucho más de esto…” Al revés de la camiseta hay un cuadro en que el jugador de
fútbol estadounidense Terrell Owens de rodillas apunta su dedo al “cielo”—con las
palabras “…y no esto”. Y llevábamos tarjetas de promoción del libro nuevo de
Bob Avakian, Abajo todos los dioses, desencadenar la mente y cambiar
radicalmente el mundo, para asegurar que la más gente posible supiera del
libro. También vendimos el periódico Revolución. El título del
libro le llamaba la atención a alguna gente, que quería saber qué tenía que
decir un líder comunista sobre la religión y adquirió el periódico para
informarse. En general, fue una tarde emocionante, controvertida por supuesto, pero
también una tarde de desafío e inspiración para nosotros así como para los
aficionados.
El cuadro en el pecho de la
camiseta resonó a muchos aficionados del atletismo. Hizo que algunos sonrieran,
clamaran sus nombres, y hablaran del sentido especial que les tenía ese momento
histórico. Un aficionado asistió con ellos a la Universidad Estatal de San
José; otros han corrido con ellos, o han sido entrenados por ellos. Muchos se
acordaron de haberlos visto en la tele; y una persona se acordó del idiota George
Foreman, quien se opuso a lo que hicieron y ondeó una enorme bandera
estadounidense en el cuadrilátero antes de su pelea. Y muchos sabían el precio
que ellos tuvieron que pagar por su acto de valor.
Cuando la gente vio el revés de
la camiseta y las tarjetas de “Abajo todos los dioses”, las cosas se
agudizaron. Algunos de inmediato captaron el mensaje y dijeron estar de
acuerdo. Sabían de Terrell Owens, y que muchos atletas “les dan las gracias a
dios” por sus hazañas, y querían la camiseta. Mucha gente ha tenido una
experiencia directa con la opresión nacional y tenía más disposición a conocer
la política revolucionaria. Logramos abordar la conexión entre romper con esta
mentalidad de esclavo y cambiar radicalmente el mundo. Entre estos vendimos 17
camisetas. Un par de jóvenes, uno latino y uno blanco, preguntaron, “¿Es esa
una camiseta atea?” El latino quería saber de todo, incluso por qué no creíamos
en Dios. Su amigo verdaderamente quería conseguir una para llevar puesta en la
escuela.
Muchos otros dudaron de la
posibilidad de “cambiar el mundo radicalmente”, o que hay que “desencadenar la
mente” para lograrla. Un joven no podía entender cómo uno quisiera contribuir
cualquier cosa a la sociedad sin dios, si uno creía que no será nada después de
la muerte. Algunas personas tenían puestas camisetas de Obama.
A la gente firmemente religiosa
no le gustó la camiseta, frente o revés, y a menudo se fue
afectada—especialmente cuando vieron el título del libro. Algunos se quedaron
para afirmar que rezar a Jesús importaba en su vida. Y a menudo dijeron que la
gente es culpable por sus propias condiciones, ya sean aquellos que murieron
después de Katrina; o el uno-en-cada-nueve jóvenes negros en prisión; o el
pueblo de Haití tan desesperado que tiene que comer galletas hechas de lodo.
Una conversación con tres jóvenes
negros captó algo de lo contradictorio de lo que experimentamos en general
fuera del torneo. El más religioso entre ellos era a la vez él que tenía la
mente más cerrada. Rechazó los castigos extremos reclamados por el Viejo
Testamento contra los gays, hijos rebeldes, adúlteros, etc. diciendo que Jesús
“cambió” todo eso. Su creencia le aseguraba que si trabajabas duro puedes tener
éxito. Los otros compartían esta idea, al menos en cuanto a ellos mismos. Y
esencialmente su punto de vista acerca de las condiciones del pueblo aquí y
alrededor del mundo era que debe dejarlo en manos de dios.
Pero mientras seguíamos
conversando sobre el golfo entre la realidad que confronta el pueblo aquí y en
el mundo y cómo podrían ser las cosas—el índice de encarcelamiento de jóvenes
negros y latinos, y el futuro sin salida que la mayoría ve; la explotación y el
sufrimiento increíbles del pueblo a través del planeta debido al imperialismo—,
los otros reaccionaron de una manera distinta. El segundo joven quería saber
por qué no podía unirse con la resistencia contra todo eso y a la vez creer en
dios. Nos unimos con lo que era positivo en su sentimiento y lo alentamos a
actuar de acuerdo con ello. Explicamos que la religión promueve el servilismo
entre las masas y que tiene raíces en la idea de la existencia de alguna clase
de ser divino y todopoderoso, y que la gente tiene que romper con eso y
enfrentarse a la realidad tal como es de verdad para poder cambiarla.
La joven con los primeros dos
aceptaba que era un crimen la enorme opresión y desigualdad en este país y lo
que hace Estados Unidos alrededor del mundo, de la guerra de Irak a la
explotación global, e intentaba entender lo que explicábamos sobre el papel de
la religión en esclavizar la mente del pueblo cuando lo que necesita es oponer
resistencia a todo eso y ser emancipadores de la humanidad. Empezamos a
platicar del hecho de que todas las religiones principales firmemente promueven
el patriarcado –una palabra que ella conocía—y los grilletes que esta “moral
tradicional” imponen en la mente de la gente, y el enorme daño que causan.
Cuando la conversación empezó a abarcar otros temas, ¡el primer joven decidió
que teníamos que terminarla!
Casi nos arrestaron al fin cuando
cinco patrullas llegaron. Por mucho tiempo buscaron en su libro de códigos algo
de que acusarnos. La gente se acercó para comprar la camiseta y estaba
escandalizada por lo que hacía la policía. La policía nos dio una citación por
vender sin licencia, y nos expulsaron. A un joven negro quien había pagado para
ver el torneo pero se quedó y miró porque quería una camiseta, le ordenaron que
se fuera también. Él había participado en este torneo desde hace unos años,
ahora está en una universidad en Atlanta, y sintió que lo que nos pasó le
recordó de Atlanta. En total, cientos de personas consiguieron la tarjeta y
oyeron de “Abajo todos los dioses”, y regresamos a casa con una camiseta, un
periódico y algo estimulante e inspirador en que pensar. ¡Ahora estamos a la expectativa
de la siguiente oportunidad que tengamos para hacerlo otra vez!
Envíenos sus comentarios.
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Revolución #132, 15 de junio de
2008
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Martes 27 de mayo, mediodía
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“Hacer la revolución y emancipar a la humanidad” de Bob Avakian. Revolución: estereotipos, directores de escena y el proceso vivo. La revolución se desprende de la interacción compleja de las contradicciones, en un país específico y en el mundo, y la interpenetración entre esos niveles o dimensiones. ¿Cómo entender eso en los hechos y no con recetas o estereotipos?
“Hacer la revolución y emancipar a la humanidad” de Bob Avakian. Revolución: estereotipos, directores de escena y el proceso vivo. La revolución se desprende de la interacción compleja de las contradicciones, en un país específico y en el mundo, y la interpenetración entre esos niveles o dimensiones. ¿Cómo entender eso en los hechos y no con recetas o estereotipos?
Todos los miércoles, empieza 4
de Junio, 7 pm
Nueva serie de discusiones sobre “La nueva concepción de la revolución y el comunismo: ¿QUÉ ES LA NUEVA SÍNTESIS DE BOB AVAKIAN?”, a partir de una charla dada esta primavera.
Nueva serie de discusiones sobre “La nueva concepción de la revolución y el comunismo: ¿QUÉ ES LA NUEVA SÍNTESIS DE BOB AVAKIAN?”, a partir de una charla dada esta primavera.
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Martes 27 de mayo, 7 pm
“Hacer la revolución y emancipar
a la humanidad” de Bob Avakian: “Luchar contra el sistema, y transformar al
pueblo, para la revolución”
Jueves 5 de junio, 7 pm
Khalil Bendib, autor de Mission
Accomplished: Wicked Cartoons by America’s Most Wanted Political Cartoonist
Sábado 7 de junio, 7 pm
Presentación de ciencias: De la
gran explosión al presente—la formación de galaxias y la evolución
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Martes 27 de mayo, 7 pm
Discusión en español de “La
ciencia de la evolución: Saber lo que es real y por qué importa”, primera
sesión sobre esta sorprendente obra de Ardea Skybreak. ¿Por qué es importante
que todo mundo sepa de la evolución? ¿Qué descubrió Darwin? 2ª sesión, martes 3
de junio, 7 pm: ¿Es la evolución algo que no más ocurrió en el pasado o es un
proceso que ocurre todos los días en todas las cosas vivientes? ¿Qué ejemplos
hay de los cambios evolutivos que podemos observar a nuestro alrededor?
Jueves 29 de mayo y 5 de
junio, 7 pm
Discusión bilingüe del número
actual de Revolución/Revolution. Ver en nuestro diario digital los artículos
recomendados. Trae tus preguntas y sugerencias para artículos a discutir.
Domingo 1º de junio, 3 pm
“Hacer la revolución y emancipar
a la humanidad” de Bob Avakian. ¿Cómo hacer la revolución y gestar un
movimiento revolucionario con un periódico como arma política principal?
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Gods!
Discusiones semanales centradas
en el nuevo libro Away With All Gods! Unchaining the Mind and Radically Changing the World
Martes 27 de mayo, 6:30 pm (sesión reprogramada)
Lunes 2 de junio, 6:30 pm
Martes 27 de mayo, 6:30 pm (sesión reprogramada)
Lunes 2 de junio, 6:30 pm
Sábado 31 de mayo, 6:30 pm
Discusión del artículo “La crisis
de los préstamos subprime y el crédito: El derrumbe financiero y la locura del
imperialismo”, de Raymond Lotta, Revolución 127, en revcom.us.
Seattle
1833 Nagle Place
206-325-7415
seattlerevolutionbooks.blogspot.com
206-325-7415
seattlerevolutionbooks.blogspot.com
Todos los domingos, 3 pm
Lectura y discusión del número de esta semana del periódico Revolución
Lectura y discusión del número de esta semana del periódico Revolución
Sábado 7 de junio, 7 pm
Grupo de Libros de la librería
discute Away With All Gods!, de Bob Avakian.
Cleveland
2804 Mayfield Rd (esquina con
Coventry)
Cleveland Heights
216-932-2543
revbookscle@hotmail.com
Wednesday-Saturday, 3-8 pm
Cleveland Heights
216-932-2543
revbookscle@hotmail.com
Wednesday-Saturday, 3-8 pm
Cada miércoles, 7 pm
Discusiones de “Hacer la revolución y emancipar a la humanidad”—Parte 2: Todo lo que hacemos tiene que ver con la revolución.
Discusiones de “Hacer la revolución y emancipar a la humanidad”—Parte 2: Todo lo que hacemos tiene que ver con la revolución.
A partir del domingo 15 de
junio
Libros Revolución patrocinará cinco sesiones centradas en el nuevo libro, Away With All Gods! Unchaining the Mind and Radically Changing the World*
Libros Revolución patrocinará cinco sesiones centradas en el nuevo libro, Away With All Gods! Unchaining the Mind and Radically Changing the World*
Detroit
406 W.Willis
(entre Cass y 2nd, al sur de la Forest)
313-204-2906
rbodetroit@yahoo.com
myspace.com/rbodetroit
(entre Cass y 2nd, al sur de la Forest)
313-204-2906
rbodetroit@yahoo.com
myspace.com/rbodetroit
Miércoles 28 de mayo, 6:30 pm
Discusión de Away With All Gods!
Unchaining the Mind and Radically Changing the World (¡Abajo todos los dioses! Desencadenar
la mente y cambiar radicalmente el mundo), Taquería Arandas, 1807 Livernois
Ave (al sur de la Vernor), Detroit, 313-297-7533
Atlanta
4 Corners Market of the Earth
Little 5 Points, 1087 Euclid Avenue
404-577-4656 & 770-861-3339
rbo-atlanta.blogspot.com
Abierto miércoles y viernes 4 pm - 7 pm
sábado 2 pm - 7 pm
Little 5 Points, 1087 Euclid Avenue
404-577-4656 & 770-861-3339
rbo-atlanta.blogspot.com
Abierto miércoles y viernes 4 pm - 7 pm
sábado 2 pm - 7 pm
Domingo 8 de junio (y cada
domingo), 4-6 pm
Discusión de “Hacer la revolución y emancipar a la humanidad” de Bob Avakian, segunda parte, “Todo lo que hacemos tiene que ver con la revolución”: Una cultura de aprecio, promoción y popularización”. Se anunciará el lugar en nuestro diario digital y por correo electrónico.
Discusión de “Hacer la revolución y emancipar a la humanidad” de Bob Avakian, segunda parte, “Todo lo que hacemos tiene que ver con la revolución”: Una cultura de aprecio, promoción y popularización”. Se anunciará el lugar en nuestro diario digital y por correo electrónico.
Envíenos sus comentarios.
Permalink: http://revcom.us/a/128/fund-drive-es.html
Revolución #132, 15 de junio de
2008
¡Campaña para ampliar la
circulación de Revolución y recaudar $500,000!
Haz algo que vale la pena con
el cheque de devolución de los impuestos federales
En un momento en que buena parte
de la humanidad vive en un infierno, en que el horror de la ocupación yanqui de
Irak amenaza con escalar a una guerra contra Irán, en que el futuro del planeta
está en riesgo, el periódico Revolución tiene que circular mucho más y con más
empuje; tiene que desenmascarar lo que está sucediendo; tiene que mostrar el
porqué y la solución revolucionaria que beneficiará a la gran mayoría de la
humanidad.
de "¡La verdad… en
preparación para la revolución!" (en revcom.us)
Se logró mucho en la campaña para
recaudar fondos y ampliar la circulación del periódico Revolución. Gente de
muchas capas participó y recaudó dinero. Ahora exhortamos a contribuir el
cheque de devolución de los impuestos federales "para estimular la
economía" a algo que vale la pena: la campaña de recaudar fondos y ampliar
la circulación de Revolución.
Hay mucho en juego. Para que
verdaderamente se entienda lo que está pasando hoy y para que algo bueno surja
de las tormentas actuales, el periódico Revolución, con una circulación mucho
mayor, tiene que estar en el corazón de ese proceso.
Envíen cheques o giros postales
a: RCP Publications, Box 3486 Merchandise Mart, Chicago IL 60654, o contribuyen
en línea en: http://revcom.us/fund_es.php
Envíenos sus comentarios.
Permalink: http://revcom.us/a/132/back_cover-es.html
Revolución #132, 15 de junio de
2008
Revolución y Comunismo:
Fundamento y Orientación Estratégicos
LA
“NUEVA SINTESIS” DE BOB AVAKIAN
Avakian plantea una “nueva
síntesis” en la cual se daria un salto cualitativo en el desarrollo del
marxismo. Si bien no plantea su “nueva síntesis” como una nueva etapa del
marxismo, se nota claramente la intención. Analicemos pues esta “nueva
síntesis”.
Avakian expone el por que de la nueva síntesis, plantea que ha analizado las revoluciones en todo su proceso, y que ha analizado sus aciertos y, dice: “Pero también he analizado a fondo los errores, así como los puntos débiles en cuanto a concepción y método que contribuyeron a esos errores. Sobre esa base, he forjado un marco teórico cohesionado, integral y global, o sea, una síntesis. Aunque sin duda alguna este avance surge de lo que ha venido antes y avanza a partir de ello, implica también, como elemento crucial, autentica ruptura con la concepción y la experiencia anterior, por lo cual la llamamos una nueva síntesis”.
Bob Avakian plantea su nueva síntesis en relación a tres planos: filosofía, política y “concepción estratégica”.
1. filosofía. Sus planteamientos acerca de la materia y la dialéctica están bien planteados, y en líneas generales sus planteamientos sobre la relación entre estructura y superestructura son validos. ¿Dónde esta lo novedoso? Dice que esta en identificar y superar las limitaciones, ¿Cuáles son y donde se encuentran estas limitaciones? Plantea estas limitaciones en 4 puntos, y plantea que estas se dan desde Marx y Engels, y que son heredadas por Stalin y Mao Tse Tung. Veamos pues estas 4 limitaciones:
a) idealismo. Esta se expresaría en el marxismo de dos formas: por un lado la tesis de la “inevitabilidad”, y por otro la tesis del “reino de la gran armonía”. Sobre lo primero, considero erróneo lo planteado por Avakian, ya que sostener la tesis de la inevitabilidad histórica del comunismo no es idealismo, sino que es producto de comprender las leyes que rigen la sociedad. Idealismo sería quedarse sin hacer nada para llegar al comunismo, esperando que el sistema cambie por si solo, eso si seria erróneo. Planteo que a condiciones normales, es decir sin algún tipo de colapso producto de fuerzas externas, catástrofes, etc., el comunismo se impondrá sobre la tierra. Y sobre lo de considerar al comunismo como el reino de la gran armonía, pues considero que ello no es muy exacto, pero de ahí a calificarlo de idealismo, como plantea Avakian, es una exageración. Entender que el comunismo seguirá habiendo contradicciones, pero estas no serán antagónicas.
b) Conciencia. Critica Avakian que se le de demasiado énfasis a la base económica y que no se analice la superestructura, y plantea que tanto Lenin como Mao Tse Tung vieron ello pero que no lo comprendieron con suficiente profundidad. Así que es Avakian quien profundiza ello. ¿pero es ello cierto? Es falso, ya que desde Marx se tiene clara comprensión del desarrollo de la superestructura, y el que no se haya profundizado más en ello es producto de que tanto Lenin como Mao Tse Tung desempeñaron sus labores teóricas llevando sendas revoluciones proletarias en Rusia y China, y dirigieran sus partidos en plena revolución, por lo que condujo centrar sus análisis en cuestiones concretas e inmediatas, claro hay excepciones como el libro “materialismo y empiriocriticismo” de Lenin, etc., pero en líneas generales se dio ello. Así la critica de Avakian esta mal planteada, ya que no es que se dio más énfasis en el estudio de la economía, sino que a raíz de resolver problemas concretos en una época, la revolución demandaba conocer la situación, demandaba soluciones. No hubo demasiado énfasis, sino que fue una necesidad en su momento atender a los problemas económicos.
c) Pragmatismo. Dice que es expresa en el marxismo cierto positivismo, ya que según Avakian se tiende a negar el hecho de que la teoría puede adelantarse a la práctica. Coincido con Avakian en plantear ello, lo considero correcto, y es lo que criticaba a Ibarra en su libro “El pez fuera del agua” cuando este postulaba que el maoísmo no podía ser una nueva etapa del marxismo porque no había un cambio profundo en el capitalismo, negando así que la teoría pueda adelantarse a la realidad. Volviendo al planteamiento de Avakian, pregunto ¿este positivismo se presenta de manera profunda en el marxismo? el propio surgimiento del marxismo, del partido comunista y su ideología, es un adelantarse a la realidad. veamos cuestiones concretas, Marx reconocía la existencia de losa átomos, y recién hace algunos años se ha podido fotografiar a los átomos, y mostrar de manera concreta su existencia, ¿acaso ello o es un adelantarse a la practica, a la realidad? considero que la critica de Avakian es correcta, pero no exacta, en la medida que ve que este problema se presenta de manera profunda en el marxismo, cosa falsa, ya que si se presenta, pero no se lo puede hacer extensivo a gran parte del marxismo.
d) Epistemología. Su crítica centrea en la idea de que la “verdad tiene sello de clase”, plantea que la realidad es una, por lo que la verdad es una. Plantea que se dan dos maneras de entender la verdad: “todo lo que concuerda con los interés del proletariado y nos ayudara a llegar al comunismo es verdad”, y la tesis de Avakian “Todas las verdades son buenas para el proletariado..todo lo que se verdad puede ayudarnos a llegar al comunismo”. La primera idea expresa pragmatismo, y es correcto en ese aspecto la crítica de Avakian y su tesis sobre la verdad, pero tener en cuenta que eso ya se maneja desde los clásicos, por lo que Avakian sobredimensiona su aporte al tildarlo de salto cualitativo.
2. política. Sus “aportes” en este punto se dan en dos aspectos: situación internacional e ideología.
Sobre la situación internacional. Plantea Avakian que la lucha de clases en un país dado lo determina más la situación internacional que el desenvolvimiento de las contradicciones en ese país. Dice: “el mundo entero tiene que ser el punto de partida. Hay que ver la revolución en su país como parte e la revolución mundial”. Veamos, el contexto internacional es importante para el triunfo de la revolución en un país, pero no lo determina. Gracias a la dialéctica entendemos que es lo interno lo que define los procesos, por lo cual son las condiciones internas, la lucha de clases en el país lo que determina el desarrollo de la revolución, claro sin desligarlo del contexto internacional.
Pero todo esto es algo muy general, profundicemos más. Dice Avakian: “La defensa del primer estado socialista era una verdadera necesidad. Pero esa defensa existía en contradicción con la necesidad de hacer avanzar al mismo tiempo la revolución en otros países, y con relación a la misma. Como no reconoció o negó la existencia de esa contradicción, la Unión Soviética muy a menudo sacrificó, o intentó sacrificar, la lucha revolucionaria en esos países en beneficio de su propia defensa. Y, hay que decirlo, en Mao persistió ese mismo punto ciego. Si no se reconoce que eso es una contradicción, y si no se aborda eso a partir del hecho fundamental de que el imperialismo ha integrado al mundo entero en uno solo y que el proceso revolucionario es un proceso integrado mundial —a pesar de que los diferentes países tienen sus propias revoluciones diferenciadas, aunque relacionadas—, no se tendrá la posibilidad de resolver esto”. Lo que expresa Avakian es una cuestión importante a investigar, pero considero que la critica que se le hace a la URSS y a China son inexactas, ya que si bien ellos centraron en sus defensas que en exportar la revolución, ello no se debió la sus intereses particulares como nación, sino que es producto de comprender que la revolución no se “exporta”. Si una nación ha desarrollado a un nivel alto la lucha de clases y ella hace viable la revolución, ello es producto del desarrollo interno de ese país, y no de influencia extranjera.
Sobre la ideología, plantea que en las sociedades socialistas tiene que haber un margen para el debate, y expresa que hubo deficiencias en ello en la URSS y la China. Hubo un contexto internacional que no permitió que ello se diera de la mejor manera, ahí donde Avakian plantea la interrogante ¿hasta que punto se puede sacrificar el debate, la lucha de ideas? Habría que analizar más este punto, pero de ahí a plantear como una cuestión “nueva” y “superior” el aporte de Avakian es en este punto una exageración.
3. estrategia. Avakian critica tanto el “economicismo” como el “realismo determinista”. Dice que muchos comunistas tienden a ver solo cuestiones reivindicativas sin ligarlo a la lucha política, a la lucha por la emancipación. Bueno, esto es algo que Lenin planteo en su libro “¿Qué hacer?” de manera magnifica. Y sobre el “realismo determinista” plantea que no hay que quedarse solo en coger las ideas de las masas, sino que hay que proponer, hay que asumir el rol de vanguardia. Esto es correcto, por ejemplo acá en el Perú se viene aplicando de manera magnifica esta idea, y es que ese es el papel de la vanguardia, de la dirección.
Conclusión: en primer lugar saludo el intento de Avakian de intentar resolver con sus ideas muchos problemas en torno al marxismo, si ello ha sido fructífero o no que el lector saque sus propias conclusiones.
Antes de terminar, quiero expresar algunas ideas. Avakian no hace un gran aporte a las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, es más no toca la economía política, y el socialismo científico lo toca, pero de manera indirecta. Por ello está muy lejos de ser un hito. En lo que se refiere a su “nueva síntesis”, no tiene mucho de nuevo, ya que muchas ideas ya habían sido discutidas y aclaradas, y lo de síntesis es una exageración, ya que no abarca la doctrina del marxismo en sus tres partes, sino solo toca algunas ideas, que por demás en Avakian están algunas mal planteadas o no están expresadas de modo exacto. Si bien hay cuestiones interesantes por analizar, esta “nueva síntesis” está lejos de ser un salto cualitativo, y tiene mucho del “viejo análisis” heredado del mecanicismo positivista y del pragmatismo.
Lo referente al debate en torno al maoísmo como verdad universal queda pendiente para otro estudio.
Avakian expone el por que de la nueva síntesis, plantea que ha analizado las revoluciones en todo su proceso, y que ha analizado sus aciertos y, dice: “Pero también he analizado a fondo los errores, así como los puntos débiles en cuanto a concepción y método que contribuyeron a esos errores. Sobre esa base, he forjado un marco teórico cohesionado, integral y global, o sea, una síntesis. Aunque sin duda alguna este avance surge de lo que ha venido antes y avanza a partir de ello, implica también, como elemento crucial, autentica ruptura con la concepción y la experiencia anterior, por lo cual la llamamos una nueva síntesis”.
Bob Avakian plantea su nueva síntesis en relación a tres planos: filosofía, política y “concepción estratégica”.
1. filosofía. Sus planteamientos acerca de la materia y la dialéctica están bien planteados, y en líneas generales sus planteamientos sobre la relación entre estructura y superestructura son validos. ¿Dónde esta lo novedoso? Dice que esta en identificar y superar las limitaciones, ¿Cuáles son y donde se encuentran estas limitaciones? Plantea estas limitaciones en 4 puntos, y plantea que estas se dan desde Marx y Engels, y que son heredadas por Stalin y Mao Tse Tung. Veamos pues estas 4 limitaciones:
a) idealismo. Esta se expresaría en el marxismo de dos formas: por un lado la tesis de la “inevitabilidad”, y por otro la tesis del “reino de la gran armonía”. Sobre lo primero, considero erróneo lo planteado por Avakian, ya que sostener la tesis de la inevitabilidad histórica del comunismo no es idealismo, sino que es producto de comprender las leyes que rigen la sociedad. Idealismo sería quedarse sin hacer nada para llegar al comunismo, esperando que el sistema cambie por si solo, eso si seria erróneo. Planteo que a condiciones normales, es decir sin algún tipo de colapso producto de fuerzas externas, catástrofes, etc., el comunismo se impondrá sobre la tierra. Y sobre lo de considerar al comunismo como el reino de la gran armonía, pues considero que ello no es muy exacto, pero de ahí a calificarlo de idealismo, como plantea Avakian, es una exageración. Entender que el comunismo seguirá habiendo contradicciones, pero estas no serán antagónicas.
b) Conciencia. Critica Avakian que se le de demasiado énfasis a la base económica y que no se analice la superestructura, y plantea que tanto Lenin como Mao Tse Tung vieron ello pero que no lo comprendieron con suficiente profundidad. Así que es Avakian quien profundiza ello. ¿pero es ello cierto? Es falso, ya que desde Marx se tiene clara comprensión del desarrollo de la superestructura, y el que no se haya profundizado más en ello es producto de que tanto Lenin como Mao Tse Tung desempeñaron sus labores teóricas llevando sendas revoluciones proletarias en Rusia y China, y dirigieran sus partidos en plena revolución, por lo que condujo centrar sus análisis en cuestiones concretas e inmediatas, claro hay excepciones como el libro “materialismo y empiriocriticismo” de Lenin, etc., pero en líneas generales se dio ello. Así la critica de Avakian esta mal planteada, ya que no es que se dio más énfasis en el estudio de la economía, sino que a raíz de resolver problemas concretos en una época, la revolución demandaba conocer la situación, demandaba soluciones. No hubo demasiado énfasis, sino que fue una necesidad en su momento atender a los problemas económicos.
c) Pragmatismo. Dice que es expresa en el marxismo cierto positivismo, ya que según Avakian se tiende a negar el hecho de que la teoría puede adelantarse a la práctica. Coincido con Avakian en plantear ello, lo considero correcto, y es lo que criticaba a Ibarra en su libro “El pez fuera del agua” cuando este postulaba que el maoísmo no podía ser una nueva etapa del marxismo porque no había un cambio profundo en el capitalismo, negando así que la teoría pueda adelantarse a la realidad. Volviendo al planteamiento de Avakian, pregunto ¿este positivismo se presenta de manera profunda en el marxismo? el propio surgimiento del marxismo, del partido comunista y su ideología, es un adelantarse a la realidad. veamos cuestiones concretas, Marx reconocía la existencia de losa átomos, y recién hace algunos años se ha podido fotografiar a los átomos, y mostrar de manera concreta su existencia, ¿acaso ello o es un adelantarse a la practica, a la realidad? considero que la critica de Avakian es correcta, pero no exacta, en la medida que ve que este problema se presenta de manera profunda en el marxismo, cosa falsa, ya que si se presenta, pero no se lo puede hacer extensivo a gran parte del marxismo.
d) Epistemología. Su crítica centrea en la idea de que la “verdad tiene sello de clase”, plantea que la realidad es una, por lo que la verdad es una. Plantea que se dan dos maneras de entender la verdad: “todo lo que concuerda con los interés del proletariado y nos ayudara a llegar al comunismo es verdad”, y la tesis de Avakian “Todas las verdades son buenas para el proletariado..todo lo que se verdad puede ayudarnos a llegar al comunismo”. La primera idea expresa pragmatismo, y es correcto en ese aspecto la crítica de Avakian y su tesis sobre la verdad, pero tener en cuenta que eso ya se maneja desde los clásicos, por lo que Avakian sobredimensiona su aporte al tildarlo de salto cualitativo.
2. política. Sus “aportes” en este punto se dan en dos aspectos: situación internacional e ideología.
Sobre la situación internacional. Plantea Avakian que la lucha de clases en un país dado lo determina más la situación internacional que el desenvolvimiento de las contradicciones en ese país. Dice: “el mundo entero tiene que ser el punto de partida. Hay que ver la revolución en su país como parte e la revolución mundial”. Veamos, el contexto internacional es importante para el triunfo de la revolución en un país, pero no lo determina. Gracias a la dialéctica entendemos que es lo interno lo que define los procesos, por lo cual son las condiciones internas, la lucha de clases en el país lo que determina el desarrollo de la revolución, claro sin desligarlo del contexto internacional.
Pero todo esto es algo muy general, profundicemos más. Dice Avakian: “La defensa del primer estado socialista era una verdadera necesidad. Pero esa defensa existía en contradicción con la necesidad de hacer avanzar al mismo tiempo la revolución en otros países, y con relación a la misma. Como no reconoció o negó la existencia de esa contradicción, la Unión Soviética muy a menudo sacrificó, o intentó sacrificar, la lucha revolucionaria en esos países en beneficio de su propia defensa. Y, hay que decirlo, en Mao persistió ese mismo punto ciego. Si no se reconoce que eso es una contradicción, y si no se aborda eso a partir del hecho fundamental de que el imperialismo ha integrado al mundo entero en uno solo y que el proceso revolucionario es un proceso integrado mundial —a pesar de que los diferentes países tienen sus propias revoluciones diferenciadas, aunque relacionadas—, no se tendrá la posibilidad de resolver esto”. Lo que expresa Avakian es una cuestión importante a investigar, pero considero que la critica que se le hace a la URSS y a China son inexactas, ya que si bien ellos centraron en sus defensas que en exportar la revolución, ello no se debió la sus intereses particulares como nación, sino que es producto de comprender que la revolución no se “exporta”. Si una nación ha desarrollado a un nivel alto la lucha de clases y ella hace viable la revolución, ello es producto del desarrollo interno de ese país, y no de influencia extranjera.
Sobre la ideología, plantea que en las sociedades socialistas tiene que haber un margen para el debate, y expresa que hubo deficiencias en ello en la URSS y la China. Hubo un contexto internacional que no permitió que ello se diera de la mejor manera, ahí donde Avakian plantea la interrogante ¿hasta que punto se puede sacrificar el debate, la lucha de ideas? Habría que analizar más este punto, pero de ahí a plantear como una cuestión “nueva” y “superior” el aporte de Avakian es en este punto una exageración.
3. estrategia. Avakian critica tanto el “economicismo” como el “realismo determinista”. Dice que muchos comunistas tienden a ver solo cuestiones reivindicativas sin ligarlo a la lucha política, a la lucha por la emancipación. Bueno, esto es algo que Lenin planteo en su libro “¿Qué hacer?” de manera magnifica. Y sobre el “realismo determinista” plantea que no hay que quedarse solo en coger las ideas de las masas, sino que hay que proponer, hay que asumir el rol de vanguardia. Esto es correcto, por ejemplo acá en el Perú se viene aplicando de manera magnifica esta idea, y es que ese es el papel de la vanguardia, de la dirección.
Conclusión: en primer lugar saludo el intento de Avakian de intentar resolver con sus ideas muchos problemas en torno al marxismo, si ello ha sido fructífero o no que el lector saque sus propias conclusiones.
Antes de terminar, quiero expresar algunas ideas. Avakian no hace un gran aporte a las tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo, es más no toca la economía política, y el socialismo científico lo toca, pero de manera indirecta. Por ello está muy lejos de ser un hito. En lo que se refiere a su “nueva síntesis”, no tiene mucho de nuevo, ya que muchas ideas ya habían sido discutidas y aclaradas, y lo de síntesis es una exageración, ya que no abarca la doctrina del marxismo en sus tres partes, sino solo toca algunas ideas, que por demás en Avakian están algunas mal planteadas o no están expresadas de modo exacto. Si bien hay cuestiones interesantes por analizar, esta “nueva síntesis” está lejos de ser un salto cualitativo, y tiene mucho del “viejo análisis” heredado del mecanicismo positivista y del pragmatismo.
Lo referente al debate en torno al maoísmo como verdad universal queda pendiente para otro estudio.
Publicado 27th January 2011 por Abraham
Corzo
Revolución #129, 18 de mayo de 2008
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Una nueva
concepción de la revolución y el comunismo:
¿QUÉ ES LA NUEVA SÍNTESIS DE BOB
AVAKIAN?
A continuación presentamos el texto de un discurso pronunciado
en varios lugares del país esta primavera. Se han hecho leves cambios en
preparación para su publicación.
Parte I: “La humanidad necesita la revolución y el comunismo”
Hoy vamos a hablar de la nueva
síntesis de Bob Avakian, de una nueva concepción de la revolución y el
comunismo. Para abordar eso primero tenemos que hablar de por qué necesitamos una
revolución y el comunismo.
Quiero leer algo de nuestro
periódico, Revolución, que informa sobre una
investigación de la Unión Americana de Libertades Civiles sobre la conducta de
4.600 policías en el distrito escolar de Nueva York. El informe relata, con
detalles, el hostigamiento diario, la humillación verbal y el constante
maltrato físico. Entre otras cosas, habla sobre el caso de Biko Edwards, que
iba caminando a una clase de química cuando lo detuvo un vicedirector. Cuando
Biko se quejó de que no le permitían ir a la clase, el vicedirector llamó a la
policía. El informe de la Unión Americana de Libertades Civiles describe lo que
sucedió:
El agente Rivera lo agarró y lo estrelló contra un muro de
ladrillos; le laceró la cara y Biko empezó a sangrar. Luego el agente Rivera le
roció mace en los ojos y la cara, así que le empezaron a arder los ojos. En vez
de ayudarlo, el agente Rivera pidió refuerzos y lo esposó… [a Biko] lo llevaron
al hospital, y lo trataron unas dos horas; pasó casi todo el tiempo esposado a
una silla… Lo acusaron de cinco delitos1 .
Para los que saben de Stephen Biko,
el revolucionario sudafricano por el cual probablemente le nombraron a este
joven, hay una clara —y amarga— ironía, pues Biko murió en una prisión a
consecuencia de una paliza que le dieron policías sudafricanos en los años del
apartheid, cuando había un gobierno racista cuyo principal aliado era Estados
Unidos. La infamia que sufrió Biko Edwards es un eco de eso y es algo que
sucede todos los días en todas las escuelas de todos los ghettos de Nueva York
y el resto del país.
¿Qué clase de sistema le hace ESO a
su juventud?
Quisiera leerles parte de un
artículo que salió hace unas semanas en la revista del New York Timessobre una
unidad de contrainsurgencia estadounidense en Afganistán. Entre otros horrores,
describe un asalto que duró toda la noche contra una aldea y dice, después del
asalto: “El teniente Matt Piosa, un joven serio de 24 años recién egresado de
West Point... informó por radio que los ancianos de la aldea querían permiso
para enterrar los muertos. También había civiles heridos. El saldo fue malo:
cinco muertos y 11 heridos, todos mujeres, niñas y niños”. Les invito a leer el
artículo entero para que vean un ejemplo de lo que en realidad están haciendo los asesinos que Barack Obama y Hillary
Clinton llaman “nuestros valientes hombres y mujeres en uniforme”2 .
Un ejército es una extensión de la
sociedad que defiende; ¿qué clase de sociedad produce un ejército que
combate de esta manera?
Demos una vuelta por este mejor de
todos los mundos globalizado. Hablen con las familias de los 150.000 campesinos de India que, arruinados
por el capitalismo global, en la última década se han suicidado, por lo general
tomando pesticidas. Viajen a Angola donde, para citar a otro artículo del Times, “los niños en calzoncillos bailan en
arroyos atascados de aguas negras y se deslizan por los vertederos de basura en
trineos hechos de metal hacia charcos llenos de mierda”, mientras que
ejecutivos de corporaciones petroleras entran y salen en jets para cerrar
tratos en hoteles lujosos3 .
Hagan escala en Europa del este, donde cada año secuestran a miles de mujeres y las
convierten en esclavas sexuales para el mismo mercado global4 . De ahí viajen a México y visiten a la familia de
cualquiera de los 400 hombres y mujeres que mueren de sed cada año al cruzar el
desierto de Arizona en una búsqueda desesperada de trabajo5 .
Piensen en esas personas, y díganme a mí — a ellos—, díganse a sí mismos, que
este mundo no necesita cambios fundamentales, de arriba pa’ bajo. Díganme que
este mundo no necesita una revolución.
Pero se presenta esta pregunta:
¿puede HABER una revolución que realmente cambie la situación? ¿Acaso no se
intentó eso y fracasó? Y, aun si una revolución pudiera cambiar todo eso, ¿cómo se podría
hacerla en un país como este?
Estos interrogantes han sido temas
primordiales de la obra de Bob Avakian —lo que llamamos la nueva síntesis—, y
de eso hablaré hoy. Es obvio que no puedo tratar en dos horas los 30 años de el
trabajo de Bob Avakian, pero lo que espero hacer es darles un sabor de una
manera completamente nueva de abordar la emancipación humana y el cambio
fundamental, partiendo de lo mejor de lo que se ha hecho antes pero llevándolo
a un nuevo nivel.
Entrémosle.
Emprender una nueva etapa de la revolución
Hace 160 años, Marx y Engels proclamaron en el Manifiesto Comunista que los trabajadores del mundo
—el proletariado internacional— no tenían nada que perder más que sus cadenas y
un mundo que ganar. El Manifiesto presentó los elementos básicos de la
teoría pionera que guiaría esa lucha.
Vienticinco años después, el primer
breve intento de revolución proletaria ocurrió con la Comuna de París; y casi
50 años después de eso se dio el primer gran avance —la culminación de la
primera revolución socialista— en la Unión Soviética bajo la dirección de Lenin
y, después de su muerte, bajo la dirección de Stalin. A esa le siguió la
revolución en China, que conquistó el poder en 1949, y donde 17 años después el
líder de esa revolución, Mao Tsetung, lanzó la Gran Revolución Cultural
Proletaria, una revolución dentro de la revolución para impedir que China
volviera al capitalismo y para que, al contrario, avanzara más hacia el
comunismo.
A la muerte de Mao en 1976, esa
primera etapa de la revolución comunista concluyó con un golpe de estado
contrarrevolucionario en China, donde encarcelaron o ejecutaron a quienes
tomaron partido con Mao para dirigir la Revolución Cultural. Las medidas contra
las cuales lucharon con tanta energía entraron en vigor y se restauró el capitalismo.
Hoy en el mundo no existen auténticos países socialistas. Y por todo el mundo
la gente siente y lucha con ese peso todos los días, esté consciente o no de
eso.
Entonces, ¿cómo se puede avanzar
frente a ese peso? ¿Cómo se puede emprender
una nueva etapa de la revolución? Ante esa situación, Bob Avakian ha dirigido
en la defensa, el apoyo y el desarrollo sobre la base de los logros
monumentales de esas revoluciones y de los aportes analíticos de sus mayores
pensadores y dirigentes, y a seguir avanzando a partir de ellos. Pero también
ha analizado a fondo los errores, así como los puntos débiles en cuanto a
concepción y método que contribuyeron a esos errores. Sobre esa base, ha
forjado un marco teórico cohesionado, integral y global, o sea, una síntesis. Aunque sin duda alguna este
avance surge de lo que ha venido antes y avanza a partir de ello, implica
también, como elemento crucial, auténticas rupturas con la concepción y las
experiencias anteriores, por lo cual la llamamos una nueva síntesis.
Hoy hablaré sobre esta nueva
síntesis con relación a tres esferas: la filosofía, o sea, la manera de conocer
el mundo; la política, especialmente las concepciones políticas que guiaron los
primeros intentos de construir sociedades socialistas y de llevar a cabo transformación
socialista, pero no limitándome a esas; y la concepción estratégica, que se
enfoca en cómo se haría en realidad la revolución en un país como este.
Parte II: “Una filosofía para conocer, y cambiar, el mundo”
Ahora bien, una filosofía es una
manera más o menos elaborada de conocer el mundo que guía, o influye, la manera
en que una persona ve su posición en el mundo y lo que piensa que se puede o se
debe hacer al respecto. Si piensa que la gente es egoísta por su herencia
genética, esa es una filosofía. Es una manera de entender toda la naturaleza y
la sociedad, y va a guiar lo que uno piensa que se puede y se debe hacer.
Si una persona dice que no tiene
una filosofía, que solo se basa en lo que funciona… bueno, lo siento pero esa
también es una filosofía, es la filosofía hecha en Estados Unidos conocida como
el pragmatismo. Una persona que se basa en esa filosofía, no piensa mucho en las
causas subyacentes, la dinámica global que le da forma al mundo, sino que acepta
el mundo tal como es y se limita a hacerle pequeños ajustes superficiales.
Y si dice que todas las filosofías
no son más que “constructos sociales” de igual validez —o invalidez— para
llegar a la verdad; y si hasta pone en duda la existencia de la verdad; bueno,
eso también es una filosofía —el relativismo—, que está muy de moda hoy y que
—desafortunadamente, aunque de manera previsible— va de la mano con una falta
de convicción y firmeza en cuanto a oponerse, y luchar contra, los crímenes muy reales de los que están en el poder.
En otras palabras, la filosofía
importa con respecto a lo que uno HACE.
Bueno, el comunismo también
encierra una filosofía. Y en el corazón de la nueva síntesis está la labor de
Bob Avakian para interrogar críticamente, o analizar, sus cimientos
filosóficos… y para poner esos cimientos sobre una base más plenamente
científica.
Para entender por qué es así, vamos
a tener que abordar brevemente unos cuantos conceptos muy complejos. Al
principio algunos de estos conceptos serán complejos y tal vez nuevos —pero
tengan paciencia— todo esto tiene implicaciones sumamente importantes para el
“mundo real”, y espero que eso se haga evidente.
El avance de Marx
Carlos Marx y Federico Engels fueron estudiantes del método
dialéctico que desarrolló el filósofo alemán Hegel, quien había comprendido que
todo en el mundo está en constante cambio y desarrollo. Ese desarrollo lo
impulsan las fuerzas contrarias que a la vez coexisten y luchan dentro de todo
fenómeno y proceso. Aun cuando una cosa parezca relativamente estable... en su
interior hay lucha, cambio y desarrollo, y esto le da su carácter. Hegel
propuso que a través de esa lucha de opuestos, un aspecto de la cosa llega a
ser dominante, lo cual resulta en un salto a algo fundamentalmente nuevo.
Veamos un ejemplo, que dicho sea de
paso fue desconocido para Hegel: el Sol parece una bola sólida al rojo vivo;
pero en realidad es una masa de ininterrumpidas explosiones termonucleares, que
transforman el hidrógeno en el núcleo del Sol en helio, lo cual genera calor y
luz. Nuestro Sol pasará por etapas de desarrollo, cambiará de composición y
tamaño y de la cantidad de calor y luz que genera, hasta que por fin muera y se
convierta en alimento para nuevas estrellas. Es un caso de la unidad, lucha y transformación
mutua de contrarios, que abre paso a algo nuevo.
Pero para Hegel, la fuente de todo
desarrollo fue una esfera preexistente de ideas, que luego se desenvolvían en
el mundo material. En ese sentido, en la esfera de la filosofía Hegel era unidealista. Ahora bien, en esta esfera, el
idealismo quiere decir algo diferente a lo que quiere decir en el mundo
cotidiano, donde el idealismo por lo general quiere decir que alguien se
preocupa por algo más que sí mismo. Pero en la filosofía, el idealismo se refiere
a la noción de que las ideas surgen antes del mundo material, o existen en una
esfera superior independiente de ese mundo.
Por ejemplo, la religión. “En el
principio ya existía el Verbo” o “todo es controlado y creado por un dios que
existe en un reino diferente que no es material” o “todo mi sufrimiento es en
realidad parte del propósito que Dios me ha dado”… todas estas son formas de
idealismo filosófico. Otro ejemplo es el libro El secreto, que promueve Oprah Winfrey, que dice
que uno mismo crea su propio mundo con lo que piense. Repito, eso es idealismo,
porque en realidad el pensamiento se desarrolla con relación a la sociedad
específica en la que uno nace y el puesto que uno ocupa en ella, y en el
contexto de las “opciones” que te da.
En oposición al idealismo está el
materialismo. Aquí también, esta palabra se usa de diferentes maneras en la
vida cotidiana y en la filosofía. Hoy por lo general cuando se habla del
materialismo se está refiriendo al consumismo... el amor a las joyas y cadenas
de oro. Pero en la filosofía, el materialismo se refiere a la concepción del
mundo que busca las causas de los fenómenos, incluidos nuestros pensamientos,
en la dinámica concreta del mundo material. La conciencia es la propiedad de
una forma particular de materia que piensa; o sea, los seres humanos.
En la época de Marx, el
materialismo era principalmente mecanicista; eso quiere decir que los
materialistas de ese entonces comprendían que se podían conocer las leyes del
mundo físico, pero tendían a ver a esas leyes como si fueran un tanto estáticas
y mecánicas, un universo como un reloj. Lograron entender que los planetas
giraban en torno al Sol, las leyes de gravedad que explican ese fenómeno y cómo
podía continuar; pero no comprendían cómo el Sol había surgido, cómo se había
desarrollado, ni que morirá. Por tanto, sus ideas tenían límites y eso se
reflejaba en su filosofía. No podían comprender bien cómo los cambios
cualitativos —los saltos de una cosa a otra completamente nueva— podrían surgir
de causas materiales. Marx y Engels hicieron suyo el gran conocimiento de Hegel
sobre la dialéctica —que todo cambia debido a la lucha de
fuerzas opuestas—, y lo despojaron de su idealismo; y tomaron la concepción materialista de que la realidad existe
independientemente y antes de todo pensamiento y a esta la despojaron de su carácter mecanicista.
La síntesis de las dos es el materialismo dialéctico: la concepción de que todo
en el mundo está cambiando y se está desarrollando constantemente debido a las
fuerzas contradictorias internas, y que el pensamiento humano mismo surge de
ese proceso y lo refleja.
Poner el estudio de la sociedad sobre una base científica
Aplicaron el materialismo dialéctico para poner el estudio
de la sociedad humana sobre una base científica, y así desarrollaron el
materialismo histórico. Analizaron, primero que todo, que los
seres humanos tienen que producir las necesidades de la vida, y que para llevar
a cabo esa producción tienen que entrar en relaciones entre sí mismos, o sea, relaciones de producción.
A su vez, esas relaciones de
producción corresponden en líneas generales a cierto nivel de desarrollo de las
fuerzas de producción, o sea, la tecnología, recursos y conocimientos que tiene
la gente en una sociedad dada y en un momento dado. Con la esclavitud, la
producción se lleva a cabo por medio de relaciones en las que una clase
literalmente es dueña de otra. Esas relaciones de producción del sistema de
esclavitud corresponden, generalmente, a la agricultura en gran escala y
herramientas muy primitivas.
En el capitalismo, la producción se
lleva a cabo por medio de relaciones sociales en que una clase, los
capitalistas, es dueña de las fábricas, las bodegas, etc., y la otra clase
principal, los obreros o proletarios, no es dueña de nada salvo su capacidad de
trabajar, y tiene que venderla para subsistir. Los trabajadores no son la
propiedad de los capitalistas , lo que pasa es que los capitalistas les pagan
un salario cuando pueden sacarles ganancias y los despiden cuando no lo pueden
hacer, como podemos ver hoy. Esas relaciones de producción corresponden a los
medios de producción a gran escala que requieren una colectividad de personas
para funcionar; en una fábrica, los trabajadores tienen que trabajar juntos
para producir acero o tractores o lo que sea.
Tanto el capitalismo como la
esclavitud son sistemas de explotación, pero las relaciones de producción son diferentes. Así que diferentes tipos de sociedades
tienen diferentes relaciones de producción. Además, diferentes relaciones de
producción generan diferentes tipos de gobierno, diferentes concepciones de la
naturaleza humana, diferentes formas de familias, diferentes tipos de arte,
diferentes concepciones de derechos y deberes, y diferentes morales.
Por ejemplo, la Biblia —incluido el
Nuevo Testamento— fue escrita en una época en la que una parte importante de la
producción se llevaba a cabo a través de relaciones de esclavitud. Por eso en
ninguna parte de la Biblia se considera que la esclavitud es un crimen horrible
contra la humanidad, con excepción de la esclavitud de los israelitas por los
no judíos en el Antiguo Testamento. Y los esclavistas del viejo Sur
aprovecharon eso para justificar la esclavitud.
Hoy, cuando la esclavitud ya no
corresponde a los intereses de la clase dominante, el consenso político y
cultural la considera horrible. Pero en cuanto a la explotación de los
trabajadores por los capitalistas, y el despido de esos trabajadores cuando ya
no es rentable explotarlos, se dice: “así es la vida, así es la naturaleza
humana”, tal como se decía durante los tiempos de la esclavitud. Tal como
hicieron los abolicionistas antes de la guerra de Secesión de Estados Unidos,
pero sobre una base mucho más científica, tenemos que plantear que esas cosas
NO se deben a la naturaleza humana, ni ahora ni durante la esclavitud, sino que
simplemente son el resultado de las relaciones capitalistas, y tenemos que plantear nuestra moral diferente y opuesta, basada en relaciones de
producción y sociales completamente distintas.
Abordemos el caso con el que empecé
esta charla desde un enfoque científico e histórico materialista. ¿Qué llevó a
que maltrataran a Biko Edwards y a los demás estudiantes? ¿Se trató de una
“conducta indisciplinada” sin motivo? Pues hay que examinar el contexto social
y la historia más amplia que desembocó en ese incidente. Hay que preguntar:
¿Cómo arrojan luz sobre esto las relaciones de producción subyacentes de la
sociedad, y las maneras cambiantes, a lo largo de la historia, en que los
negros se han visto obligados a encontrar su relación con ellas? Hay que
analizar de una manera científica lo que ha impulsado la transformación de los
afroamericanos, desde un comienzo como esclavos traídos aquí encadenados para
construir la enorme riqueza de este país, y después de la guerra de Secesión
como aparceros atados a las plantaciones, y luego empujados y atraídos a las
ciudades principalmente como trabajadores industriales en los trabajos más
explotadores y opresivos... y ahora en una situación en la que la mayoría de
los afroamericanos o son esclavos asalariados o los tratan como un pueblo
sobrante, y en el caso de los jóvenes negros como Biko Edwards, como
delincuentes. (De nuevo quiero citar al New
York Times: uno de cada nueve jóvenes negros está preso, la mayor tasa de
encarcelamiento del mundo6 ).
Hay que analizar las instituciones
y las ideas que surgieron, se establecieron y se promovieron en cada una de
estas épocas, y cómo la supremacía blanca cambiaba, pero seguía siendo muy
poderosa en todas las instituciones sociales. Hay que examinar todo eso con
relación a todos los demás fenómenos sociales importantes. Entonces sí,
basándose en todo eso, se puede empezar a analizar científicamente de dónde vino y de dónde viene toda
esa opresión, y lo que hay que hacer para acabar con ella. Ese es un ejemplo
del enfoque histórico materialista.
Superar las limitaciones
Es difícil exagerar la importancia de ese descubrimiento y,
en general, de los aportes de Marx al pensamiento humano y a la emancipación
humana. Junto con Engels, puso los cimientos teóricos y alumbró el camino.
Pero, como es lógico, había
limitaciones en cuanto a la manera en que Marx y Engels abordaron esto, y esos
problemas se agravaron debido a las serias debilidades metodológicas de Stalin,
quien dirigió a la Unión Soviética y al movimiento comunista internacional
durante casi 30 años después de la muerte de Lenin. Lo que es peor, esos
errores se cometieron precisamente cuando se necesitaba con urgencia un avance
en el conocimiento. Mao, el líder de la revolución china, luchó contra algunos
de esos problemas, pero luchaba contra un marco heredado y tampoco estaba libre
de sus influencias. Esas debilidades tuvieron consecuencias.
Bob Avakian ha identificado y
criticado a fondo debilidades en cuatro dimensiones distintas de la filosofía
comunista. Estas son: 1) una mayor ruptura con formas de pensar idealistas, y
hasta cuasi-religiosas, que se metieron en los cimientos del marxismo y con las
que todavía no se había roto; 2) una comprensión mayor y cualitativamente más
profunda de las formas en que la materia y la conciencia se influyen mutuamente
y se transforman la una en la otra; 3) una crítica de una serie de problemas
asociados con el pragmatismo y otras tendencias filosóficas afines; y, 4) una
epistemología, o manera de llegar a la verdad, radicalmente diferente. Al hacer
esto, Avakian ha puesto el marxismo sobre cimientos más plenamente científicos.
Avakian ha excavado, criticado y
roto con ciertas tendencias tipo religiosas secundarias pero de todos modos
importantes que existieron previamente en el movimiento comunista y en la
teoría comunista, que sostienen que la realización del comunismo es una
“inevitabilidad histórica”, y el concepto afín de que el comunismo es casi como
el cielo, o una especie de “reino de gran armonía” sin contradicciones o lucha
entre las personas.
Pero el comunismo no es inevitable. No hay una Historia
“parecida a un dios”, con mayúscula, que está impulsando todo hacia el
comunismo. Y si bien el comunismo acabará con los conflictos antagónicos y
violentos entre los seres humanos, lo que lo caracterizará serán las
contradicciones, los debates y las luchas, que se llevarán a cabo sin
conflictos violentos y de
hecho serán muy buenos, dado que contribuirán continuamente a entender
mejor y seguir transformando la realidad de acuerdo con los intereses de la
humanidad en general.
El concepto de que el triunfo del comunismo es “inevitable” y que lo
impulsa la “Historia” (con mayúscula), y la tendencia de ver el comunismo como
una especie de utopía, sin contradicciones y lucha, fueron muy marcados en el
caso de Stalin, pero también han existido en cierta medida en el marxismo en
general. En algunos aspectos importantes y en gran medida, Mao rompió con esos
puntos de vista y métodos; pero lo importante es que todavía existían, incluso
en el caso de Mao, un aspecto de “inevitabilismo” y otras tendencias afines, y
Avakian ha continuado la ruptura con esas maneras de pensar, que dan a entender
que existe cierto elemento de religiosidad en el marxismo, si bien nunca ha
sido lo principal ni ha definido la teoría marxista. En esta conexión (y en un
sentido general), Avakian no solo ha defendido a Mao y sintetizado sus
contribuciones a la revolución y a la teoría comunista, sino que ha continuado
la ruptura que Mao representó con relación a Stalin, y sobre esa base ahora
Avakian ha hecho unas rupturas con ciertos aspectos del pensamiento de Mao
también.
Eso NO quiere decir que la historia
es solamente un revoltijo. De hecho, como dijo Marx, sí HAY una conexión en la
historia, por el hecho de que las fuerzas de producción (repito, la tierra, la
tecnología, los recursos y la gente y su conocimiento) se transmiten de una
generación a la siguiente y están en constante desarrollo; y que cuando las
relaciones que contraen los seres humanos para llevar a cabo la producción se
vuelven una traba que impide el mayor desarrollo de esas fuerzas, se dan
cambios grandes. Las relaciones de esclavitud del Sur que coexistieron y
alimentaron durante décadas al capitalismo en el Norte se volvieron una traba
para el desarrollo de ese capitalismo, y eso resultó en la guerra de Secesión.
Como dije, cambios grandes.
Hoy, la contradicción fundamental
de esta sociedad es la existente entre la producción socializada (el hecho de
que en estos días la gente tiene que trabajar colectivamente para producir las
cosas) y el hecho de que los medios para producir esa riqueza y el producto de
esos medios siguen siendo la propiedad de individuos, que los controlan y se
apropian de ellos. Por un lado, esta contradicción se manifiesta en todas las
diferentes formas de la lucha de clases y, por el otro lado, en el hecho de que
el desarrollo solo puede proceder mediante el choque frontal, de expandir o
morirse, entre diferentes bloques de capitales. Esta contradicción se
presentará y seguirá presentándose una y otra vez, de diferentes maneras, para
su resolución.
Ahora bien, no hay “garantía” de
que esto se resuelva de una manera positiva ni de que avancemos al estilo de
vida comunista que ahora es posible. Depende de nosotros y de si cumplimos el
trabajo duro para desarrollar tanto nuestra concepción científica de la
sociedad y la naturaleza, así como nuestra capacidad de arrancarle la libertad
a los retos ante nosotros.
Como una creencia religiosa, la
“garantía de que es inevitable” podría consolar y sustentar a uno, pero no es
cierta y va en contra de ver la realidad tal y como es. De hecho es una traba a
cómo pensar en los diferentes senderos posibles que podrían tomar el desarrollo
humano, que están sujetos a verdaderas limitaciones y que en ese sentido se
“determinan”, pero no corren en una dirección predeterminada.
Y el comunismo no será un paraíso,
ni un reino de gran armonía; como todo lo demás, cambiará y se desarrollará a
través de la resolución de las contradicciones por medio de la lucha, con la
(enorme) diferencia de que esa lucha ya no se llevará a cabo violentamente, por
medio de grupos sociales antagónicos, y la gente misma habrá superado el
pensamiento estrecho y a veces despiadado condicionado por el capitalismo, así
como el patriarcado y la opresión nacional, que ahora vemos como la naturaleza
humana.
El potencial del papel, y del poder, de la conciencia
Segundo, y relacionado a eso, Avakian ha profundizado aún
más la concepción del papel y poder de la conciencia. Digámoslo de esta manera:
en la medida que uno comprenda de manera científica y a fondo el
carácter contradictorio, complejo y de múltiples niveles, de la sociedad, con
todas sus diferentes limitaciones y los múltiples senderos posibles... en esa
medida aumenta enormemente la libertad que uno tiene para operar sobre esa situación
y afectarla.
Antes, no solo se reconocía sino
que se ponía demasiado énfasis en la importancia de la base económica (o sea,
las relaciones de producción). Esa era una tendencia hacia el reduccionismo—a reducir los
fenómenos complejos a una causa única y primordial, a aplanar los procesos que
tienen diferentes niveles respecto a aquellos de una manera que no corresponde
a la realidad y de hecho la distorsiona. Es cierto, las instituciones
políticas, las ideas, la moral de la sociedad —o sea, lasuperestructura de la sociedad— surgen, en
última instancia, de las relaciones económicas; eso es algo fundamental que
comprendió Marx.
Pero esas instituciones e ideas de
la superestructura tienen una vida propia relativa; además operan, y se afectan
las unas a las otras, en muchos niveles diferentes que se interpenetran. No se
les puede reducir de plano a brotes directamente surgidos de las relaciones de
producción o las relaciones de clases. Veamos un ejemplo. El racismo blanco —la
idea de que hay diferentes “razas” de seres humanos y de que los negros son una
raza inferior— es un rumor falso y seudocientífico, o mentira hueca, que surgió
a principios del siglo 19. Surgió de las relaciones de esclavitud y en
particular de la clase de los dueños de esclavos, que lo reafirmaron. Pero
tenía una influencia mucho más generalizada y llegó a ser parte integral de lo
que significa ser estadounidense y de lo que significa la democracia, que es un
punto que Avakian profundiza enormemente en su charla sobre la democracia jeffersoniana7 .
Y esa idea ha cobrado vida propia y ha afectado el pensamiento de todos y se
tendrá que combatirla por derecho propio en la sociedad socialista a la vez que
se arranquen sus raíces materiales.
Si bien Lenin, y especialmente Mao,
hicieron aportes muy importantes a una manera más correcta y dialéctica de
entender cómo “funciona” esa relación entre la base y la superestructura,
ninguno comprendió con suficiente profundidad o en todos los niveles el ámbito
y la fluidez de esa independencia relativa.
Romper con las tendencias pragmáticas
Tercero, ha habido otras tendencias filosóficas negativas y
problemas de método, muchos de los cuales están relacionados al pragmatismo—una
filosofía, como dije, que se opone a la investigación de la realidad subyacente
más profunda en nombre de “lo que funciona” y que también sostiene que las
ideas son verdaderas en la medida en que sean útiles. Esto último esquiva la
pregunta: “¿útil para qué?” y, de mayor importancia, en realidad niega el
verdadero criterio de la verdad: si una idea corresponde a la realidad. La idea
de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva era útil para Bush,
pero eso no quiso decir que era cierto.
Estas tendencias filosóficas
erróneas, especialmente las de Stalin, contagiaron y hasta impregnaron al
movimiento comunista. Ahora les pediré que me permitan explicar esto, porque
como dije, estas tuvieron consecuencias serias. Incluyeron el instrumentalismo, que se refiere a la aplicación de la
teoría como un instrumento para justificar ciertas metas a corto plazo en lugar
de un medio para indagar la verdad; el empirismo, que valora la verdad a partir de la
experiencia directa y lo que se puede observar inmediatamente, en un marco
estrecho; el a priorismo, que quiere decir imponerle categorías
al mundo, en lugar de derivar esos conceptos del mundo tal y como es, por medio de una
interacción compleja entre la práctica y la teoría; y el positivismo, un método que tiende a limitar y
restringir la ciencia a describir y codificar las observaciones, y se enfoca en
los criterios de la medición cuantitativa y el pronóstico.
Enfoquémonos un momento en el
positivismo. Este punto de vista niega o dice que no tiene importancia el
análisis de niveles más profundos de la dinámica y la dirección. Debido a eso,
tiende a separar los fenómenos del contexto mayor y de diferentes niveles, y
también tiende a reducir las cosas y los procesos a una sola y sencilla causa.
Por ende, tiende a negar, o rechazar, las maneras en que la teoría puede y
tiene que “adelantársele” a la práctica, o sea, las maneras en que un análisis
a fondo de la experiencia (ampliamente concebida) puede dar una concepción más
profunda de la dinámica y las tendencias subyacentes inherentes, o en potencia,
en esa realidad, y abrir nuevos caminos a la transformación de esa realidad. Si
la teoría no se “adelanta”, no se podría concebir nada cualitativamente
diferente a lo que ya se conoce; sin eso, ¿cómo pudieron haber escrito Marx y
Engels el Manifiesto
Comunista?
Quiero hablar de un ejemplo un
tanto de mala fama, para darles una idea de las consecuencias de enfoques
metodológicos erróneos. Esto tiene que ver con un genetista de nombre Trofim
Lysenko en la Unión Soviética en los años 30. Lysenko insistió en que se podía
heredar las características adquiridas; por ejemplo, si eres bien delgadito,
pero si desarrollas músculos levantando pesas y tomando esteroides, los hijos
heredarán ese físico. Pues, ese es un punto de vista erróneo. Pero como Lysenko
tenía un programa global de cómo hacer crecer rápidamente una gran cantidad de
trigo en un país que sufría hambruna, y porque tuvo cierto éxito a corto plazo
con injertos de plantas, se declaró que eso era cierto.
Analicemos eso. Hay pragmatismo:
juzgar la verdad de una idea a partir de si “funciona” para una u otra meta a
corto plazo. Hay empirismo: juzgar la verdad solamente a partir de una serie
limitada de experiencias empíricas. Al contrario, hay que poner lo que uno está
haciendo y aprendiendo en el contexto de lo que sabemos en todo momento que es
cierto, la imagen o el modelo más completo y más acertado de la realidad
objetiva. Además hay que relacionar eso con las demás pruebas pertinentes
disponibles de otras fuentes. ¿Cómo cuadraban las teorías de Lysenko con lo que
sabíamos que era cierto, como la teoría de Darwin y algunos de los esfuerzos
para comprobarla? Si había contradicciones entre los resultados obtenidos por
Lysenko y lo que hubiera pronosticado la teoría de Darwin, ¿cómo entender esas
contradicciones?
Pero no procedieron de esa manera.
Y los resultados fueron desastrosos —para los genetistas a quienes les negaron
el derecho a trabajar y reprimieron más fuertemente en algunos casos porque no
estaban de acuerdo y para las ciencias en la Unión Soviética en general, como
por la manera en que enseñaron a abordar y evaluar las ideas en todas las
esferas.
Veamos un ejemplo del a priorismo, así como del positivismo. Stalin
suponía de manera a priorista que una vez mecanizada la agricultura y una vez,
por lo general, establecida la propiedad socializada de la producción en los
años 1930, dejarían de existir las clases antagónicas en la sociedad soviética.
Pero la lucha continuaba. Como el “modelo” a priorista de Stalin de una
sociedad socialista sin antagonismos de clase no podía explicar eso, sacó la
conclusión de que toda la oposición tenía que ser el trabajo de agentes del
imperialismo. Los resultados fueron dolorosos, desde numerosos ángulos.
Ahora bien, posteriormente, Mao
criticó y se opuso a esto, siendo una de sus grandes contribuciones que la
lucha de clases persiste bajo el socialismo, y como parte de eso, hizo muchas
críticas de las tendencias filosóficas de Stalin de restarles importancia a las
contradicciones o no reconocerlas. Pero esas tendencias de positivismo,
instrumentalismo, etc., causaron muchísimo daño, y antes de Avakian no se les
había identificado plenamente como tal ni se había roto con ellas de una manera
sistemática.
El avance radical de Avakian en la epistemología
Por último, y de mucha importancia, Bob Avakian ha
criticado y roto con viejos puntos de vista epistemológicos del movimiento
comunista. La epistemología tiene que ver con la teoría del conocimiento, de
cómo llegamos a conocer la verdad. Entre esos puntos de vista epistemológicos
erróneos está la idea de que “la verdad tiene carácter de clase”. En realidad,
la verdad es la verdad y los disparates son disparates, sin importar quién se
lo diga. Ahora bien, el materialismo y la dialéctica como método general deberían permitir establecer mejor la verdad,
en la medida que se apliquen de manera consecuente a la realidad, pero
cualquiera que sea la idea que uno descubra, el criterio para juzgar si es
cierta tiene que basarse en si corresponde, de una manera fundamental, a la
realidad, y no la manera de descubrirla.
De hecho, resulta que quienes no usan ese método —que en realidad lo
detestan— pueden descubrir importantes verdades. NO existen realidades
separadas para diferentes clases y no hay “verdades” distintas para diferentes
clases; no es “una onda proletaria... tú no la entenderías”. Solo existe una
realidad. El proletariado como
clase no tiene ningún
interés en ocultar el carácter fundamental de la sociedad humana, el
materialismo dialéctico e histórico corresponde a sus intereses
fundamentales; pero si se
reduce ese punto sumamente amplio a “la verdad tiene carácter de clase”, podría
llevar a decir que no se puede aprender nada de los pensadores burgueses o
de pensadores que no son ni burgueses ni parte del marco marxista, e incluso a
pensar que aquellos de origen proletario tienen un conocimiento especial de la
verdad.
Aquí también tenemos que aprender
de la experiencia negativa de Lysenko. Echó raíces la idea de que como Lysenko
procedía de las masas trabajadoras y como apoyaba al gobierno soviético... y
como aquellos que se le oponían en general procedían de lo que habían sido las
clases privilegiadas de la vieja sociedad, y no apoyaban al gobierno
soviético... eso era una prueba más de lo correctas que eran las teorías de
Lysenko. Pero el origen de clase no tiene nada que ver —o no debe tener nada
que ver— con la valoración de lo correcta o incorrecta de una idea.
Tampoco es cierto que lo que
determina la veracidad de las ideas es su “utilidad” en un sentido inmediato.
Ese enfoque pragmático ha llevado, para ser francos, a “distorsionar” o torcer
la verdad; en el caso de Lysenko, repito, declararon que su teoría era cierta
porque parecía útil en un sentido inmediato.
Ahora bien, no se trata de “buscar
la verdad” de una manera divorciada de la lucha para cambiar el mundo. Tampoco
se trata de que “la verdad te liberará”. No lo hará, sin lucha. Pero si no se
entiende al mundo de una manera más o menos correcta —si no se sabe lo que es
la verdad— tampoco se liberará. Se harán cosas que no corresponden a la
dinámica y las contradicciones concretas de la realidad y no se podrá
transformar esa realidad, al menos no en una dirección que lo va a acercar a
uno a la revolución y al comunismo.
Ese proceso supone tremenda
riqueza. No se puede ni descartar ni tampoco adoptar completamente las ideas de
quienes no son marxistas o son anticomunistas; hay que pasarlas por el tamiz y
sintetizarlas críticamente y a menudo reconfigurarlas. Pero si uno se aparta de
eso —lo que llegó a ser la “tradición” del movimiento comunista—, ¿cómo va a
conocer este mundo en que vivimos, que está cambiando constantemente y
generando cosas nuevas e inéditas? De hecho, se necesita el choque de ideas, se
necesita el debate, contienda y efervescencia, hay que seguir senderos que no
parecen “contribuir” y que podrían acabar en callejones sin salida... pero que,
por otro lado, podrían ofrecer nuevas perspectivas hacia la realidad. La idea
de que “la verdad tiene carácter de clase” en realidad socava y tergiversa ese
proceso vital necesario.
Seamos francos. Hay verdades que, a
corto plazo y en un sentido lineal, van en contra de la lucha por el comunismo,
pero que, en un contexto más amplio y con el método y enfoque que Avakian está
forjando, en realidad contribuyen a esa lucha. Eso abarca las “verdades
dolorosas” —las verdades sobre los aspectos negativos de la experiencia del
movimiento comunista internacional y de las sociedades socialistas que han
dirigido los comunistas—, pero también, en general, las verdades que se
descubren que, en ciertos aspectos, demuestran que la realidad es diferente a
lo que pensaban los comunistas, o la gente en general.
Con respecto a la importancia de
las “verdades dolorosas”, vale la pena volver a Lysenko por última vez.
Tradicionalmente, los anticomunistas dicen que lo de Lysenko es un ejemplo que
prueba que el comunismo inevitablemente tergiversa la verdad... y reprime a los
intelectuales. Algunos comunistas se distancian del incidente Lysenko de una
manera simplista, otros simplemente lo ignoran, pero por lo general no quieren
“abordarlo”—desde el punto de vista de cómo los comunistas aplican correctamente el marxismo para dirigir en todas las
esferas de la nueva sociedad. Avakian, al contrario, dice que hay que reconocer
plenamente esta experiencia, por lo cual la ha abordado en varias obras y
sacado lecciones más profundas: qué fueron los errores de método y cosmovisión
que resultaron en eso... qué fue la situación que generó las presiones hacia
eso... y qué tienen que hacer los comunistas para romper con ese punto de vista
y, a un nivel más profundo, esa práctica, para que de veras puedan llevar al
mundo a un lugar mejor.
Porque, repito, el problema no es
solo “dar con la verdad”, sino de hacerlo desde un punto de vista y método
plenamente científico, dialéctico materialista, y comprender correctamente la
conexión entre eso y la lucha por la revolución y a la larga por el comunismo,
y comprender toda la riqueza
que eso implica. Reconocer
la importancia de la verdad e insistir en buscarla de esa manera, libre de las
consideraciones estrechas, pragmáticas e instrumentalistas de lo que parece más
conveniente en un momento dado, o lo que parece concordar más con los objetivos
particulares e inmediatos de los comunistas... buscar la verdad aplicando el
punto de vista y método científico del materialismo dialéctico de la manera más
amplia, global y consecuente con fin de abordar la realidad tal y como es y, a
partir de eso, transformarla de una manera revolucionaria hacia la meta del
comunismo: eso es radicalmente nuevo y representa una parte clave de la riqueza
de la nueva síntesis que está forjando Bob Avakian. Ese es el significado
global de lo que está concentrado en su declaración de que “todas las verdades
son buenas para el proletariado… todo lo que sea verdad puede ayudarnos a
llegar al comunismo”.
Se puede comparar esa declaración
con “todo lo que concuerda con los intereses del proletariado y nos ayudará a
llegar al comunismo es verdad”. Este punto de vista —con su contenido y enfoque
pragmático e instrumentalista— ha prevalecido, de una manera desproporcionada,
en la historia del movimiento comunista internacional—y, de hecho, representa
lo contrario de lo que concentra la declaración de Avakian. Y esta es una parte
clave de la ruptura radical que encarna su método y enfoque y de la riqueza de
la epistemología que ha estado forjando y bregando para que los comunistas la
hagan suya.
Repito, en la última media hora
apenas he podido abordar este fundamento crucial filosófico y metodológico de
la nueva síntesis. Para entender eso más a fondo, recomiendo que lean los librosObservations
on Art and Culture, Science and Philosophy y Marxism and the Call of the Future
Conversations on Ethics, History, and Politics8 . Pero ahora quiero pasar a las implicaciones políticas de
todo esto.
Parte III: La nueva síntesis: Implicaciones políticas — La
dimensión internacional
Aquí quiero enfocarme en dos cosas: el internacionalismo; y
la democracia y la dictadura en la transición al comunismo.
Una vez más tengo que hablar sobre
unos antecedentes. Marx y Engels exhortaron a los obreros del mundo a unirse.
La base material para esa exhortación fue el hecho de que el capitalismo no
solo había dado a luz la época de las naciones y estado-naciones modernas sino
también la existencia de un mercado mundial; y que el proletariado era una sola
clase internacional y que tenía que superar la división en naciones, así como
en clases, para llegar a un mundo sin antagonismos entre la gente.
A finales del siglo 19, el
monopolio había llegado a dominar a los países capitalistas avanzados, y los
capitales bancario e industrial se habían combinado para formar enormes bloques
financieros; esas naciones no solo exportaban bienes a las naciones menos
desarrolladas sino que empezaban a exportar el propio capital. Construían
fábricas y ferrocarriles en esos países y los incorporaban a la “vida moderna”
de una manera nueva. La contienda entre las grandes potencias por esferas de
influencia intensificó, al igual que el militarismo y la guerra para
respaldarla; todo eso ha continuado e intensificado hasta la fecha, por medio
de dos guerras mundiales —¡en las que murieron más de 60 millones de personas!—
y el triunfo de Estados Unidos contra la Unión Soviética en la llamada guerra
fría. Hoy, más que nunca, el carácter de la producción es internacional; pero
la propiedad, el control y la organización del capital aún están anclados en
naciones separadas y en contienda, y estas naciones aún están divididas
básicamente entre oprimidas y opresoras.
Las naciones opresoras como Estados
Unidos no simplemente saquean a naciones oprimidas como México. Más bien,
integran estrechamente toda la economía de una nación oprimida al proceso de
acumulación imperialista de
una manera subordinada, tergiversada
y desarticulada al servicio de ese proceso. Las crisis hoy se manifiestan en
intensos conflictos geopolíticos sobre el reparto del mundo entre las potencias
imperialistas, conflictos que pueden estallar y han estallado en
conflagraciones—como las dos guerras mundiales. Estas guerras presentaron
crecientes oportunidades para la revolución... aunque si uno fuera empirista o
positivista, parecería todo lo contrario, ya que cuando
estalló la I Guerra Mundial, por ejemplo, casi todo el movimiento socialista
mundial, con la importante excepción de los bolcheviques bajo la dirección de
Lenin, y unas cuantas otras fuerzas, se derrumbó en traición.
Al mismo tiempo, estas guerras
desempeñaban el papel de “crisis clásicas” del capitalismo: la destrucción del
viejo marco de acumulación capitalista, que se había vuelto una traba, y el
desarrollo de uno nuevo. Avakian dirigió en la profundización del análisis de
Lenin sobre el imperialismo y el modelo que acabo de describir también rompió
con lo que había venido a ser la línea dominante del movimiento comunista: que
el imperialismo estaba en una crisis general y se iba directamente hacia el
derrumbe.
Sobre esa base, Avakian desarrolló
el principio de que la lucha de clases en un país dado la determina más la
situación internacional que el desenvolvimiento de las contradicciones en ese
país apartado o divorciado de ese contexto. La situación revolucionaria que le
permitió a Lenin dirigir a los bolcheviques a conquistar el poder surgió de la
coyuntura internacional de la guerra mundial que afectó de una manera radical a
la situación en Rusia y permitió que se abriera paso; el internacionalismo de
Lenin y su conocimiento cualitativamente más profundo del materialismo y la
dialéctica le permitieron ver esa posibilidad cuando, por lo menos al
principio, todos los demás dirigentes se opusieron a la idea de aprehender el
momento y hacer la revolución. Asimismo, la Revolución China se dio en un
contexto internacional específico de la II Guerra Mundial y la invasión del
Japón.
Ahora bien, uno podría distorsionar
eso para decir que no se puede hacer nada si la “correlación de fuerzas”
internacional es desfavorable. Eso no es cierto, y las revoluciones, o incluso
las tentativas de hacer la revolución, en países específicos pueden afectar la
correlación de fuerzas de una manera radical. Pero se está desenvolviendo en un contexto internacional, y hay
que entender la dinámica a ese nivel; el “conjunto” del sistema imperialista es
más que la suma de las naciones separadas que conforman las partes
individuales.
Así que no es posible entenderlo
desde la perspectiva de “mi país hacia fuera” y, de hecho, verlo de esa manera
es otro ejemplo del positivismo. Tampoco se puede ver al internacionalismo como
algo que se “extiende” a otros países; el mundo entero tiene que ser el punto
de partida. Hay que ver la revolución en “su” país como parte de la revolución
mundial. Los comunistas NO representan a esta o aquella nación; (se supone que)
nuestro objetivo es la eliminación de todas las naciones, aunque sabemos que
vamos a tener que “bregar” con un mundo en que las naciones existirán por mucho
tiempo, aun naciones socialistas, y todo un período en que primero habrá que
lograr la igualdad de las naciones para
poder superarlas. Pero
durante todo ese período, el movimiento comunista debe “tener en la mira” la
meta de una comunidad mundial de la humanidad, y relacionar todo lo que hace a eso.
Irónicamente, si uno lo abarca
desde el punto de vista de “mi país hacia fuera”, perderá las verdaderas
posibilidades revolucionarias en el país en que uno se encuentra. No captará
cómo trastornos inesperados en esta o aquella parte del mundo, o en este o
aquél aspecto del sistema, pueden plantear oportunidades que se pueden asir. Se
quedará sin litoral mental, por decirlo así, sumido en el nacionalismo, y será
incapaz de ver la base para librar una lucha triunfante por la liberación
nacional. Y esa mentalidad sin litoral ha sido un factor que ha llevado al
conservadurismo y, aun peor, a la capitulación en tiempos de grandes
peligros... pero que eran, claro, también tiempos de grandes posibilidades para avances revolucionarios.
Todo ese enfoque equivocado se
consolidó en el contexto de una situación en que la Unión Soviética se
encontraba rodeada de potencias imperialistas antagónicas que la querían
estrangular, y cuyo punto culminante fue el ataque nazi que cobró más de 20 millones
de vidas soviéticas. La defensa del primer estado socialista era una verdadera
necesidad. Pero esa defensa existía en contradicción con la necesidad de hacer
avanzar al mismo tiempo la revolución en otros países, y con relación a la
misma. Como no reconoció o negó la existencia de esa contradicción, la Unión
Soviética muy a menudo sacrificó, o intentó sacrificar, la lucha revolucionaria
en esos países en beneficio de su propia defensa. Y, hay que decirlo, en Mao
persistió ese mismo punto ciego. Si no se reconoce que eso es una
contradicción, y si no se aborda eso a partir del hecho fundamental de que el
imperialismo ha integrado al mundo entero en uno solo y que el proceso
revolucionario es un proceso integrado mundial —a pesar de que los diferentes
países tienen sus propias revoluciones diferenciadas, aunque relacionadas—, no
se tendrá la posibilidad de resolver esto.
Avakian de ninguna forma ha sido
simplista o escolástico en sus críticas; ha insistido en un pleno
reconocimiento de los serios retos ante los estados socialistas. Pero sobre esa
base estudió lo que pensaban que hacían y por qué, e hizo una crítica
penetrante de su concepción teórica.
Como parte de eso, Bob Avakian
desarrolló el principio de que el proletariado en el poder “tiene que poner ante
todo el avance de la revolución mundial, aun por encima del avance de la
revolución en el país particular, y construir el estado socialista ante todo
como una base de apoyo para la revolución mundial”. Además, y de mucha
importancia, formuló el principio de que los revolucionarios tienen que, al
mismo tiempo, buscar hacer los mayores avances posibles en la construcción del
movimiento revolucionario y prepararse para la situación revolucionaria en
todos los países, mientras que están atentos también “a situaciones concretas
que en cierto momento se vuelven puntos de concentración de las contradicciones
mundiales y posibles eslabones débiles... y por tanto donde, de manera
concentrada, el proletariado internacional debería enfocar especialmente su
atención y energía”. Aquí quisiera recomendar varias obras en que se aborda
este principio a profundidad: ¿Conquistar
el mundo? Deber y destino del proletariado internacional y Avanzar el movimiento
revolucionario mundial: Cuestiones de orientación estratégica9.
Además de eso, Avakian defendió y
profundizó la concepción de Lenin de que la división del mundo entre potencias
imperialistas y naciones oprimidas había generado en las potencias
imperialistas un sector de la clase obrera, y un sector aun mayor de la clase
media, que no solo se beneficiaba materialmente del parasitismo y saqueo del
imperialismo, sino que llegó a identificarse con sus amos imperialistas. Él
siguió la lógica de Lenin sobre la necesidad de basarse en los sectores de las
masas que no se benefician tanto o que están, en todo caso, más dispuestos a
oponerse al imperialismo. Eso quiere decir que los comunistas tienen que estar
dispuestos a tomar posiciones que no son populares e ir contra la corriente del
chovinismo nacional en los países imperialistas — tenga la forma de repugnantes
brotes de chovinismo pro-estadounidense o la forma igualmente mortífera de
complicidad pasiva.
IV: La nueva síntesis: Implicaciones políticas –Dictadura y la
democracia
La nueva síntesis también tiene
implicaciones sumamente importantes con respecto a la dictadura del
proletariado, que Marx dijo que era el punto necesario de transición hacia la
sociedad comunista. En una palabra: ¿cómo se
mantiene el estado
socialista como poder en transición hacia una sociedad comunista mundial sin
estados, sin convertirse en un fin en sí mismo? ¿cómo sigue desarrollándose, y no dejarse volver al capitalismo?
Avakian ha estudiado a fondo la
experiencia de las revoluciones socialistas en la Unión Soviética y China por
más de 30 años, y las concepciones, suposiciones, métodos y enfoques de los
grandes líderes que dirigieron esas revoluciones. Aquí también, principalmente
voy a esbozar en pocas palabras ciertos puntos clave y recomendar ciertas obras
que Avakian ha escrito.
En buena medida, lo que Avakian
dijo en Hacer la revolución y
emancipar a la humanidad se
aplica a toda la primera etapa del movimiento comunista:
En la historia del movimiento comunista y de la sociedad
socialista, la orientación básica ha sido tratar la realidad material y las
circunstancias de las masas populares como la prioridad, como el punto central
y la base, en contraste con el enfoque burgués de ignorar —o, de hecho,
reforzar— las circunstancias opresivas de las masas populares, la gran mayoría
de la humanidad. Y es muy importante captar firmemente que, a nombre del individuo y los “derechos del individuo”, los
partidarios de una u otra forma de este enfoque burgués en realidad defienden
los intereses de una clase —y la dinámica de un sistema en que esa clase, la
burguesía, gobierna—, en que a las masas populares, a miles de millones de
individuos de las clases explotadas y oprimidas, las explotan y muelen
despiadadamente, y en que descartan totalmente suindividualidad y todo
concepto de su dignidad individual10.
Los comunistas de la Unión
Soviética y China dirigieron a las masas a usar el poder revolucionario para
hacer cosas maravillosas y sin precedentes. Se socializó la propiedad
socialista de los medios de producción, los cuales se dedicaron a satisfacer
los requisitos materiales de la sociedad y las primeras necesidades de la
gente. En unos pocos años, las mujeres de esos países pasaron de ser entre las
más esclavizadas y oprimidas del mundo a las más emancipadas. La gente pasó de
ser principalmente analfabeta a casi completamente alfabetizada, y se pusieron
las escuelas y la cultura a la disposición de quienes antes estaban excluidos.
La Unión Soviética en particular dio grandes pasos hacia la igualdad de lo que
se conocía antes como una prisión de las nacionalidades y pueblos oprimidos.
Empezaron a poner los servicios médicos a la disposición de todos, donde antes
de la revolución la mayoría jamás había sido atendida por un médico.
Pero no se puede dejar las cosas
ahí. Por necesario que eso sea, no basta simplemente mantenerse firme y
defender —y acariciar— esos logros ante la incesante oleada de calumnias y
distorsiones. No basta solo estudiar de dónde surgían esas revoluciones, y las
fuerzas feroces, implacables e insoportables ante las que se encontraban.
Defender los logros, tomar en cuenta las críticas
Además, es necesario tomar en cuenta y examinar a fondo las
críticas a esa experiencia —desde todos los ángulos— y preguntar: ¿pero a qué
precio? El estado proletario tiene que mantenerse en el poder ante la resistencia
de vida o muerte de los explotadores derrotados y los feroces ataques desde
afuera; ¿pero quiere decir eso que hay que restringir y hasta ahuyentar y
reprimir el disentimiento, la efervescencia política, y una diversidad de ideas
y enfoques, como las ideas y enfoques que se oponen al socialismo? Al nuevo
poder se le plantea la tarea histórico-mundial de incorporar a las masas en la
vida intelectual y las artes, y de forjar una nueva cultura, y en particular en
China se hicieron maravillas con respecto a eso; ¿pero tiene que significar eso
que hay que restringir la búsqueda, la investigación y la experimentación de
parte de gente formada como artistas y científicos en la vieja sociedad, o aun
en la nueva sociedad? Por primera vez existe la base —y la gran necesidad— de
abordar el problema de la libertad como una tarea positiva y colectiva: “cómonosotros
mismos vamos a
transformar el mundo y servir al pueblo” y no “quiero lo mío”; ¿pero quiere
decir eso que no hay necesidad o poco papel positivo para la individualidad y
el espacio del individuo? Existe una necesidad de “llevar a cabo cosas”; ¿pero
qué tiene eso que ver con el estado proletario como una forma de estado
radicalmente diferente, que incorpora cada vez más a las masas en la dirección
y la administración directa del estado?
Ahora bien, no es posible contestar
bien esas preguntas de manera simplista. Piensen un minuto en la guerra de
Secesión de este país, y del período de Reconstrucción que la siguió,
inmediatamente después de la liberación de los esclavos cuando supuestamente
les iban a dar tierras y derechos políticos. Por muchos años lo que se nos
decía en la escuela —y especialmente en la cultura, con películas como Lo que el viento se llevó y El
nacimiento de una nación— fue que la Reconstrucción fue un período
terrible durante el cual los blancos sufrieron horriblemente. (Eso debería
darles una perspectiva sobre lo que casi cada semana se dice en las reseñas de
libros delNew York Times sobre las revoluciones socialistas).
Lo que en realidad sucedió fue que
para desmantelar el poder de los hacendados en el Sur de Estados Unidos, por un
tiempo los capitalistas del Norte les privaron de ciertos derechos políticos y
con la fuerza de las armas respaldaron a los esclavos emancipados en su intento
de votar, postularse para posiciones en el gobierno y obtener tierras. Pero a
medida que reintegraron a los hacendados del Sur a la clase dominante, en una
posición subordinada, y a medida que otras contradicciones en otras partes del
país empezaron a hervir, los capitalistas del Norte retiraron sus soldados y
les permitieron a sus ex enemigos organizar el Ku Klux Klan,
imponer un sistema parecido a la esclavitud de trabajos forzados de presos y la
aparcería, y privar a las masas de negros de todo derecho, y eso se hizo
cumplir tanto por leyes como por las chusmas de linchamiento. La orgía de
venganza que revocó la Reconstrucción se llamaba oficialmente “La redención”. Y
los vencedores volvieron a escribir la historia, hasta que una nueva
generación, la de los años 1960, destapó la verdad
objetiva de lo que pasó.
Para cumplir los objetivos de la
Reconstrucción hubieran tenido que privar a los ex esclavistas de los derechos
políticos y hacer cumplir eso. Francamente, hubieran tenido que derramar
sangre, y es posible que algunos inocentes hubieran sufrido... pero hubiera valido la pena.
¿Para evitar los casi 5.000
linchamientos que ocurrieron inmediatamente después de la derrota de la
Reconstrucción, y el efecto de eso en millones de personas?
Hubiera valido la pena.
¿Para evitar la destrucción del
espíritu la cual causó el sistema de segregación?
Hubiera valido la pena.
¿Para parar la institucionalización
de cosas como el trabajo forzado de los presos, las cuadrillas de trabajo
forzado, las pésimas escuelas y todo lo demás que pesa sobre la gente hoy, a
veces en formas diferentes y a veces en formas que casi no han cambiado?
Hubiera valido la pena.
Ahora, demos vuelta a la página y
hablemos de la revolución comunista, que es mucho más profunda, fundamental y radical
que la Reconstrucción se propuso ser, y que llegó al poder en situaciones mucho
más difíciles. Contra esas revoluciones no solo estaban los explotadores
derrotados —quienes, como dijo Lenin, conservan sus conocimientos, sentido de
derecho y conexiones de antes, y que se lanzan contra uno mismo con diez veces
más ferocidad y artimañas una vez que han perdido su paraíso— sino también las
potencias imperialistas y sus fuerzas armadas mucho más poderosas. Los
soviéticos no solo libraron una guerra civil de 1918 a 1921 que les costó
millones de vidas y en lo básico la destrucción de la poca industria que
tenían, sino que en esa guerra civil tuvieron en su contra la intervención e
invasión de 17 potencias militares, entre ellas Estados Unidos. Y menos de 20
años después de ganar la guerra civil vino la invasión nazi.
Sin embargo, aun si comprendemos
eso a fondo, tenemos que examinar lo que se hizo, analizar los puntos débiles
tanto en la teoría como en la práctica, y de veras prepararnos a nosotros
mismos —así como a las masas— para hacerlo mejor en la
próxima oportunidad.
Romper de manera más profunda con la democracia burguesa
Como parte de hacerlo mejor —y aun para poder contestar
sobre una base correcta la pregunta de “a qué precio”— ha sido necesario romper
de una manera más profunda con las influencias de la democracia burguesa y la
concepción general de la “democracia sin clases” en el movimiento comunista. En
su libro histórico Democracia:
¿Es lo mejor que podemos lograr?, Avakian planteó esa pregunta y la
contestó enérgicamente: ¡NO!
Quisiera adentrarme en esto citando
dos pasajes breves de Avakian que a menudo publicamos en nuestro periódico. El
primero es:
La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es
democracia, sino capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo
imponen.
Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es
democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen.
Luego, desde otro ángulo, lo
siguiente:
En un mundo de profundas divisiones de clase y grandes
desigualdades sociales, no tiene caso hablar de la “democracia” sin señalar su carácter de clase y a qué clase beneficia. Mientras
exista la sociedad dividida en clases no puede haber “democracia para todos”:
dominará una clase u otra, y la clase que gobierna defenderá y promoverá el
tipo de democracia que concuerde con sus intereses y metas. Por eso, debemos
preguntar: ¿qué clase dominará
y si su gobierno, y sistema de democracia, sirve para continuar las divisiones de clase, y las
relaciones de explotación, opresión y desigualdad que corresponden a ellas, o
lleva a abolirlas?
Hablemos de lo que eso implica. En
primer lugar, no se puede recurrir a los instrumentos de la dictadura
capitalista —los ejércitos, las prisiones, las cortes y la burocracia que este
sistema ha desarrollado y refinado a fin de reforzar
y extender la explotación y
el imperialismo—, no se puede usar esos mismos instrumentos para abolir la explotación, erradicar la opresión
y defenderse ante el imperialismo. Y no se puede recurrir a los instrumentos de
la democracia burguesa —que, en primer lugar, han sido diseñados para resolver
desacuerdos entre los explotadores y, segundo, para atomizar y engañar y volver
pasivas a las masas— como un medio para movilizarlas y desencadenarlas para
conocer y transformar conscientemente el mundo entero. Si bien es cierto, como
dijo Lenin, que el socialismo es un millón de veces más democrático para las masaspopulares, el socialismo
no es y no puede ser la extensión de la democracia
burguesa (que se basa en la
explotación) a los explotados. Esa lección no solo se ha establecido
científicamente sino que se ha pagado en sangre.
Las “4 todas”
La dictadura del proletariado —y el sistema proletario de
democracia— tiene que ser diferente. Tiene que estar al servicio de la
abolición de las divisiones antagónicas entre la gente y de las relaciones,
instituciones e ideas que brotan de esas divisiones y las refuerzan. Ahora
bien, el nuevo poder avanzará mucho, inmediatamente, hacia ese fin. Por ejemplo,
se apoderará de esos medios de producción socializados y empezará a usarlos
para satisfacer las necesidades materiales de la gente y para hacer avanzar la
revolución mundial.
Pero al día siguiente de la
victoria se encontrará con una sociedad en la que la gente ha vivido como
miembros de diferentes clases sociales. Aun si se deja a un lado a los grandes
capitalistas —lo cual no se debe hacer, ya que andarán por ahí sin querer
aceptar lo que han perdido—, todavía existirán las diferencias entre la gente,
entre quienes han estudiado medicina, administración e ingeniería, por un lado,
y por el otro quienes no han tenido ese tipo de formación y han tenido que
trabajar en fundiciones, hospitales o el campo, o que no han podido encontrar
ningún trabajo. Además, está la fuerza de la costumbre, de los siglos en que la
única manera en que la gente se ha juntado para llevar a cabo la producción de
las primeras necesidades se ha hecho —o se ha llevado a cabo— mediante unas
relaciones en que una clase principal explota a otra, y en que existe una
división estricta entre quienes hacen el trabajo intelectual y quienes trabajan
con el cuerpo.
Además, habrá que abordar todas las relaciones sociales e ideas que
esas relaciones de explotación han condicionado y reforzado. Inmediatamente, el
nuevo poder emprenderá la destrucción de los pilares de este sistema, como la
supremacía blanca y la supremacía masculina, para instituir la igualdad de a de
veras. Pero aun después de haberse iniciado esas transformaciones, y de hecho
aun después de que el pensamiento de la gente empiece a liberarse de muchas
maneras y empiece a reflejar las nuevas relaciones socialistas; aun después de
todo eso, los siglos de explotación seguirán afectando enormemente el
pensamiento de la gente. Será como el síndrome de estrés postraumático tras una
violación. A esta sociedad, y a todos los que viven en ella, los han
traumatizado cientos y miles de años de opresión, y eso ha impactado en el
pensamiento de la gente. Habrá que luchar contra las manifestaciones de eso en
el pensamiento de la gente, cosas como el racismo, el sexismo, el chovinismo
nacional de USA número uno y la xenofobia (odio a personas de otros países),
así como el elitismo y aun los sentimientos de inferioridad que inculcan en las
masas… pero esas cosas no simplemente desaparecerán. Y esas ideas se
alimentarán de las desigualdades y relaciones económicas que aún quedan, que
contienen aspectos de relaciones tipo capitalistas pero que no se puede
eliminar de la noche a la mañana, lo que se llama el “derecho burgués”. Las
ideas y programas políticos que representan esas relaciones crecerán en ese
suelo y se impondrán, y sentarán una base para que los nuevos elementos
capitalistas contiendan por el poder. Y el nuevo poder tendrá que movilizar a
las masas para identificarlos, analizarlos y superarlos.
Así que no es tan sencillo como
“bien, cambiaremos las relaciones económicas y lo demás vendrá como anillo al
dedo”. En la medida que los comunistas hayan pensado así o sigan pensando así,
eso hace mucho daño. Habrá que transformar y revolucionar toda esfera social, a
lo largo de un período mucho más largo de lo que anticipaban Marx y Lenin. Y en
todas estas esferas, como Marx lo dijo científicamente, habrá que abolir todas
las diferencias de clase, todas las relaciones de producción en que estas
descansan, todas las relaciones sociales que corresponden a esas relaciones de
producción y todas las ideas que surgen de estas relaciones sociales —o, en una
frase, las “4 todas”— para llegar al comunismo, como parte del proceso de
alcanzarlo11.
Un tipo diferente de dictadura y democracia
Así que se necesitará ejercer la dictadura sobre los
antiguos explotadores y quienes quieren restaurar la explotación; y también se
necesitará la democracia entre las masas para poder llevar a cabo plenamente
las transformaciones que se necesitan. Pero estas tendrán que ser una dictadura
y una democracia con un carácter cualitativamente diferente de lo que tenemos
ahora. Repito, no se puede simplemente voltear las cosas, y tener a diferentes
personas que utilizan los mismos instrumentos. Tiene que haber formas a través
de las cuales las masas populares empiezan a participar en la vida social y a crear
una sociedad muy diferente, y a transformarse a sí mismas en el proceso, a una
escala que, francamente, es difícil de imaginar a partir de los confines
mentales de “lo que existe” en este sistema.
Eso quiere decir movilizar —y
desencadenar— a la gente, dirigirla y aprender de ella, para así superar las
desigualdades y las relaciones sociales de la vieja sociedad, que estorban el
avance hacia una nueva forma de sociedad. Quiere decir armar a las amplias
masas populares con los instrumentos teóricos que les permitan analizar
críticamente la sociedad y valorar si está avanzando hacia el comunismo y cómo,
y cuán concretamente, y qué hay que hacer para ir lo más lejos posible en esa
dirección en todo momento.
Este enfoque se opone directamente
a la idea de que lo principal que hay que hacer bajo el socialismo es “cumplir
con lo prometido”: asegurarse de que esté creciendo el nivel de vida de la
gente, de que su vida sea más estable, y cosas por el estilo… y dejarlo todo en
manos de quienes “saben hacer eso”. Mejor dicho, “darles de comer y
dirigirlas”. Eso es lo que se conoce como un enfoque revisionista: quedarse con el nombre del comunismo,
pero quitarle su corazón revolucionario. Esa era la línea de quienes tomaron el
poder en China después de la muerte de Mao y derrotaron a quienes se habían
agrupado en torno a Mao, y hemos visto a qué lleva eso: a un infierno
capitalista con etiqueta socialista.
Por ende, la pregunta que hay que
hacer es: ¿es el papel de las masas solo luchar y producir? ¿O van a ser
emancipadores de la humanidad? ¿Es posible que las masas conozcan al mundo tal
y como es, lo comprendan y lo transformen?
La respuesta es, SÍ LO PUEDEN
HACER, pero no de manera espontánea y sin dirección. La gente no puede tomar
iniciativa consciente para cambiar el mundo si no sabe cómo funciona. Eso
requiere ciencia. Y como la situación es tal que a las masas se les ha privado
de la posibilidad de trabajar con las ideas, tienen que obtener esa ciencia de
quienes sí han tenido la oportunidad de bregar
con ella. O sea, necesitan dirección.
Para que no quede ninguna
confusión, en esta sociedad, a todos los están dirigiendo, en una dirección u
otra. Hoy mismo, muchos que dicen que no los dirige nadie están dedicando mucho esfuerzo,
recursos y esperanza a la campaña de Clinton vs. Obama. Y una vez que Clinton,
Obama o McCain tome el cargo, el o la que gane establecerá las pautas a seguir
— ellos te dirán qué hacer y —como han venido diciéndote— lo harán en beneficio
del dominio estadounidense del mundo y del “orden social” en Estados Unidos.
Así que no se trata de si habrá líderes, sino de qué clase de líderes habrá, al servicio de
cuáles metas. Avakian lo dijo así en Hacer
la revolución y emancipar a la humanidad:
Y mientras eso sea cierto, el interrogante esencial seguirá
siendo: ¿cuál es el contenido
y el efecto de esa
dirección—adónde llevará y cómo? ¿Qué le permite a la gente hacer o qué le
impide hacer? ¿Contribuye a su capacidad de entender la realidad, y a cambiarla
conscientemente, de acuerdo con los intereses fundamentales de la humanidad—o
dificulta y mina que haga eso?12
Es importante pensar en esto con
relación a lo que dije antes sobre las ventajas y el poder que todavía conservan
los imperialistas derrocados así como sus conexiones internacionales. El
proletariado no puede compartir el poder con la burguesía, porque esta se lo
comería vivo. Como dije antes, se ha abordado esto científicamente, tal como en
las obras polémicas de Avakian como “Democracia, ahora más que nunca, podemos y
debemos hacer algo mejor” (en la revista Un
Mundo Que Ganar No.
1992/17) y, sí, estas lecciones se han pagado con sangre. A un nivel aún más
profundo, solo corresponde a los intereses del proletariado como clase abolir las “4 todas”, y el estado
tiene que ser un instrumento o para abolirlas o para fortalecerlas.
Por eso, en el estado socialista el
partido del proletariado todavía tendrá que desempeñar un papel dirigente
institucionalizado, mientras que sigan existiendo clases antagónicas y el suelo
en que puedan cultivarse esos antagonismos de clase. (Una vez abolidas esas
clases, no habrá necesidad de una dirección institucionalizada ni un estado).
Al mismo tiempo, tenemos que
reconocer y abordar eso como una contradicción, y revolucionar y revitalizar
constantemente al partido para que siga dando ese tipo de dirección y no se
convierta en un nuevo opresor.
Este no es un problema pequeño, y
es un problema al que Avakian ha dedicado muchísima atención y es una buena
parte de lo que abordaré a continuación: un enfoque cualitativamente diferente
—y una nueva síntesis— sobre la dictadura del proletariado.
El núcleo sólido, con mucha elasticidad
Que quede bien claro: estamos hablando de cambios y
rupturas con gran parte del enfoque de las sociedades que hasta la fecha se
puede decir que fueron auténticamente socialistas y auténticamente
revolucionarias pero que, no obstante, tenían deficiencias importantes. No es,
como alguien dijo de manera graciosa, “pasemos las buenas jugadas, no las
malas”. Estamos hablando de un enfoque completamente nuevo, que se basa en los
avances hechos en la concepción del mundo y la epistemología comunistas que
mencioné antes; una manera de contestar correctamente la pregunta “¿a qué precio?” y una
manera diferente de dirigir las cosas hacia un nivel superior.
Hablemos del tema de tener una
ideología oficial, que ha sido una de las características de las sociedades
socialistas previas. Como dije, el partido tiene que dirigir en la sociedad
socialista, y el partido mismo tiene que estar unificado en torno a la
ideología comunista, lo cual le permite dirigir a comprender correctamente y
transformar la realidad. Sin embargo, el partido es una asociación voluntaria.
¿Pero qué pasaría si todos los miembros de la sociedad, dentro o
fuera del partido, tuvieran que expresar su acuerdo con esa ideología para que
se le oiga o simplemente para llevarse bien?
Bueno, el hecho es que
inmediatamente después de la revolución, apenas saliendo del capitalismo, la
mayoría no va a adoptar esto como su punto de vista. Bob Avakian ha usado la
metáfora de un paracaídas para describir cómo en el momento de la revolución
las cosas se comprimen y la sociedad se escinde en dos polos: uno que se
adhiere fuertemente al campo revolucionario y el otro que defiende a la
reacción. Pero después de la revolución ese carácter
comprimido del polo del pueblo se abre de nuevo, como un paracaídas. Como
Avakian escribió en La base,
las metas y los métodos de la revolución comunista, una vez que la
revolución ha conquistado el poder:
...toda la diversidad de programas políticos, concepciones
del mundo, inclinaciones, etc. (que son un reflejo de las relaciones de
producción y de las relaciones sociales características de la vieja sociedad
que quedan, así como de lo que se está gestando en la nueva sociedad como
resultado de la toma revolucionaria del poder y de la consolidación del poder),
todas esas cosas se imponen, o se vuelven a imponer. Pero si se da por hecho
que como esas personas acudieron al lado de los comunistas en el momento
crítico en que solo ese programa podía abrir una brecha, si se identifica eso
con la noción de que todos van a tener pleno acuerdo en todo momento a lo largo
del proceso de avance al comunismo, se cometerán serios errores...13
Gracias a dios, no es el segundo
advenimiento de Jesucristo, cuando todos se salvan y “ven la luz”. Es una
sociedad socialista. Se puede dirigir a hacer muchas cosas nuevas, muchas cosas
importantes y emancipadoras, e iniciar un proceso general en que la gente
cambia la sociedad y a sí misma en una dirección positiva... pero no se puede
hacer como si todos, de repente, no solo han entendido sino que también han
empezado a adoptar y aplicar el método, la posición y el punto de vista
comunista. Y si se trata de dirigir como si así son las cosas, a) no se va a actuar de
acuerdo con la verdad y, como resultado, b) se va a trabar y distorsionar el
proceso general a través del cual la gente llega a conocer la verdad y va a
engendrar un ambiente falso, sofocante y apagado.
Tiene que haber una ideología dirigente —y la diferencia en la sociedad
socialista es que la vamos a proclamar abiertamente, y no lo vamos a ocultar
como hacen los capitalistas— pero los que no están seguros de si están de
acuerdo deben sentirse libres de decirlo, y los que no están de acuerdo lo
deben expresar sin ambages, para que se debata.
Hay que aplicar un principio
similar a la política. En un plano, el partido tiene que tomar la iniciativa,
movilizar a la gente y desencadenarla en torno a objetivos importantes. Tiene
que establecer las pautas del debate. Y claro, este puede ser y tiene que ser
un proceso vibrante e inspirador que abre la mente, y se dio eso en el pasado,
no solo en China sino también en la primera década y media de la existencia de
la Unión Soviética.
¿Y qué de la espontaneidad desde
abajo? ¿Y qué de las cosas que parecen ir en direcciones completamente
diferentes, o que se oponen a las principales pautas y actividades políticas
que el partido está promoviendo? ¿Y qué de las escenas en las artes que surgen
por sí solas, como los cafés de los años 50 y 60 con los “beatniks”, la onda
hiphopera y los grafiteros en el Bronx hace 30 años, o las escenificaciones de
poesía de palabra hablada de los años 90… cosas que surjan de entre las masas,
muchas de las cuales podrían tener un carácter de oposición, o por lo menos
“fuera del control”? ¿Y qué de los grupos políticos que quieren llevar a cabo
debates políticos sin la presencia de militantes del partido, o que quieren
emprender acciones en oposición a proyectos, incluso importantes proyectos, en
los que el partido y el gobierno están metidos? ¿Y qué de los maestros que
quieren enseñar teorías e interpretaciones que no cuadran con la manera que el
partido entiende las cosas?
Para ser franco, en las sociedades
socialistas previas no ha habido mucho espacio para estas cosas. En Hacer la revolución y emancipar a
la humanidad, Avakian critica una tendencia en China y especialmente en la
Unión Soviética “a una restricción… del proceso de la transformación
socialista; y, en la medida en que esa tendencia se impuso, condujo a llevar
mal en cierto grado la relación entre la meta y el proceso, para que lo que
pasara en un momento determinado pasó a ser, o tendió a identificarse como, la
meta en sí — en vez de ser visto como una parte del proceso hacia una meta
mayor. Y, junto con esto, hubo una restricción de la relación entre la
dirección principal necesaria, en el sentido fundamental, y lo que eran
objetivamente “desvíos” o alejamientos —pero que se veían y trataban como
desviaciones peligrosas— de la dirección principal. Esto, en cierto grado y a
veces a un grado importante, llevó a sofocar en cierto grado la creatividad,
iniciativa, expresión individual y, sí, los derechos individuales en el proceso
de conjunto, especialmente cuando parecían estar en conflicto —o en realidad
estaban en conflicto, a corto plazo— con las metas expresadas del estado
socialista y su partido de vanguardia14.
A un nivel muy básico, se necesita
la efervescencia intelectual para conocer el mundo. La efervescencia
intelectual, el debate y la experimentación —el “aire” intelectual— ofrecen un
vistazo a toda la agitación debajo de la superficie de la sociedad en un
momento dado, así como los posibles caminos hacia la resolución y el avance que
esa agitación hace posible; ayudan a ver cuando se está actuando de manera
equivocada o unilateral. Sin eso, la dialéctica entre el partido y las masas
—entre los que dirigen y los dirigidos— tendería a ir demasiado en una sola
dirección; por ambas partes, el espíritu crítico y creativo perdería su filo.
Pues, si a la gente se le enseña
los criterios críticos en un invernadero, esos criterios no “echarán raíces”;
hay que dirigirla, pero la gente también tiene que aprender por su cuenta y, en
el curso de eso, la dirección también tiene que transformarse y revolucionarse.
Para que ese proceso sea óptimo, se requiere la efervescencia política, un
ambiente contestatorio y de plano el desenfreno. Hubo mucho de eso durante la
Revolución Cultural de China, pero con la nueva síntesis estamos hablando de
algo a una escala mucho mayor, con elementos y una dinámica diferentes.
Seamos francos y reconozcamos que
después de diez años de la Revolución Cultural de China —lomejor de la concepción previa del
socialismo—, la mayoría de la población no entendía bien lo que estaba en juego
en esa última gran batalla. Bueno, el carácter diferente y la mayor dimensión
que tendrán la efervescencia política en la nueva síntesis son una buena parte
de la respuesta a cómo hacer las cosas mejor la próxima vez.
“Ir al borde de ser descuartizado”
Avakian ha contrastado la metáfora de tirar un sedal, como
en la pesca... y el “núcleo sólido con mucha elasticidad” que esa clase de movimiento
expresa. Veamos un ejemplo. Imaginen una situación en que el gobierno
socialista ha decidido construir una represa en cierto lugar en respuesta a las
necesidades apremiantes de la población —dicho sea de paso, ¡la sociedad
revolucionaria tendrá requisitos y necesidades materiales apremiantes porque ya
no vamos a estar chupándoles la sangre a los pueblos del mundo!— y alguien como
Arundhati Roy (una muy destacada novelista y activista progresista india que no
es comunista) hace una campaña en contra. Según la nueva síntesis, no
simplemente se toleraría eso, se le daría acceso a los medios de comunicación y
a fondos, aunque ella esté organizando y dirigiendo manifestaciones y quizás un
plantón masivo en contra de la represa. Habría que meterse en eso, revolverlo
todo y debatirlo. Si ella tuviera razón —aunque solo en parte—, se tendría que
aprender de ella. Y si ella no tuviera la razón, todavía habría que convencer a
los demás en el debate, y no contra una caricatura de su posición sino contra
un defensor apasionado, que se expresa bien y que está convencido de esa
posición15.
Eso NO es sin riesgo, porque habrá
personas cuyas intenciones no son buenas que casi por seguro se
meterán y maniobrarán, e intentarán convertir ese proceso en actos para
destruir el estado socialista. Y no olvidemos que si entregamos el poder, si permitimos que las
fuerzas burguesas (sean viejas o nuevas) restauren el capitalismo, eso será un
gran crimen contra todos aquellos que hicieron sacrificios para conquistar el
poder y, de mayor importancia, contra la humanidad en general.
El núcleo sólido establecerá las
pautas y el marco. Pero dentro de eso, desencadenará y permitirá la máxima
elasticidad posible en un momento determinado sin abandonar el poder, y se
mantendrá ese poder de una
forma que siga avanzando
hacia el comunismo, hacia la realización de las “4 todas”, junto con la lucha
mundial general. Ahora bien, en cualquier momento dado habrá limitaciones a la
capacidad del núcleo sólido de hacer todo eso, por ejemplo en vista de las
amenazas del imperialismo. A veces será posible aflojar mucho las riendas, y a
veces habrá que apretarlas; pero en un sentido estratégico y general,
principalmente se va a fomentar y trabajar con
la elasticidad, y procurar aprender de ella y determinar cómo se puede
dirigir de tal manera que todo se convierta en una fuerza motriz que de hecho
contribuye —si bien no directa ni inmediatamente, a corto plazo— pero que contribuye
en un sentido general a donde se quiere ir. Y aprender a
hacer eso será un reto y algo muy complejo y lleno de riesgos.
Por eso, Avakian habla tanto de “ir
al borde de ser descuartizado” —¡y de BUSCAR hacer eso! El papel del
disentimiento es una parte INTEGRAL de este modelo del socialismo, a pesar de
que en todo momento hay maneras en que el disentimiento podría dificultar
radicalmente el proceso general. Repito, a menos que uno esté dispuesto a ir al
borde de ser descuartizado —¡una tortura en que jalan las cuatro extremidades
en diferentes direcciones!— el núcleo sólido se volverá muy rígido y
quebradizo... y la elasticidad no será… pues, muy... elástica. Y que quede bien
claro: este es un concepto estratégico que no es lo mismo que verse jalado en
muchas direcciones por una gran variedad de retos, o tener muchas tareas
diferentes que hacer—y no se debe identificar con esto ni reducir simplemente a
esto. Esta concepción de “ir al borde de ser descuartizado” se refiere a algo
muy diferente, algo mucho más complejo y profundo y de una importancia mucho
más estratégica que eso.
Además de ese tipo de
disentimiento, Avakian ha propuesto debatir, como parte de este modelo, la idea
de elecciones competitivas en las cuales se debaten vigorosamente asuntos
importantes ante el estado con verdaderos resultados y efectos; una
constitución (y las limitaciones que impondría al partido); una concepción más
amplia de los derechos individuales; la existencia de una sociedad civil, con
asociaciones independientes del gobierno; y una manera totalmente nueva de
abordar la contradicción entre el trabajo intelectual y el manual, con una idea
diferente del papel de los intelectuales—todo lo cual solo puedo mencionar
someramente, pero que me encantaría discutir durante la sesión de preguntas.
Una última pregunta sobre esto:
¿quién ES el núcleo sólido? El núcleo sólido no es idéntico al partido ni al proletariado,
de una manera monolítica. En cualquier momento determinado, el núcleo sólido
representa una minoría: en las primeras etapas de la sociedad socialista, son
quienes están firmemente comprometidos con el objetivo global de llegar al
comunismo; y luego habrá diferentes gradaciones de personas, de diferentes
clases y capas sociales, que se agrupan con relación a eso. El núcleo sólido
tiene que tener raíces en el proletariado, y la dirección
tiene que movilizar y desencadenar constantemente a nuevas personas de entre
aquellos que quedaron “perjudicados” a raíz de las contradicciones restantes
del capitalismo; por ejemplo, las personas que en la vieja sociedad no
recibieron formación para hacer el trabajo intelectual, o las mujeres de
diferentes capas (así como hombres) que quieren hacer avances en la
emancipación de la mujer.
Pero el proletariado en sí no es
estático, tiene mucha diversidad y pasa por cambios muy dinámicos, debido a su
participación en todas las esferas de la sociedad, y a la experiencia de vivir
con las capas medias, de transformarlas — y también de aprender de ellas. Habrá
diferentes clases, y diferentes niveles de compromiso con el proyecto
comunista, y se estará tratando de trabajar con esa contradicción y
solucionarla, pero no de arriba pa’ bajo. Se trata de desencadenar un proceso y
luego meterse en ese proceso con las masas.
Esta es una concepción muy
diferente a las anteriores, que se basaban en una especie de “reificación” del
proletariado, un punto de vista que confunde el papel histórico mundial del
proletariado de ser la clase que encarna las nuevas relaciones de producción,
con los individuos que son miembros de esa clase en algún momento determinado.
Como mencioné antes en la discusión sobre la “verdad de clase”, una manifestación
de esa “reificación del proletariado” era darle mucha importancia al origen de
clase de las personas en el proceso de valorar sus opiniones y de nombrarlas a
posiciones de dirección o de responsabilidad, y decir que el nombramiento de
obreros y campesinos a esas posiciones impediría el revisionismo. Esa tendencia
fue muy marcada en Stalin, pero también se vio de diferentes maneras con Mao y
la revolución china.
Una vez más acerca de la nueva síntesis
Hemos hablado mucho sobre las implicaciones políticas de la
nueva síntesis, particularmente con respecto al socialismo. Pero antes de pasar
a cuestiones de estrategia, y sobre la base de todo lo que acabo de decir,
quisiera que piensen en cuánto expresa y en la profunda importancia que expresa
la siguiente descripción de la nueva síntesis, de la primera parte de Hacer la revolución y emancipar a
la humanidad:
Esta nueva síntesis abarca reconfigurar y recombinar los
aspectos positivos de la experiencia hasta la fecha del movimiento comunista y
la sociedad socialista, mientras se aprende de los aspectos negativos de esa
experiencia, en las dimensiones filosóficas e ideológicas tanto como las
políticas, y así tener una orientación, método y enfoque científicos con raíces
más profundas y firmes, no solo en cuanto a hacer la revolución y conquistar el
poder, sino también, sí, en cuanto a satisfacer los requisitos materiales de la
sociedad y las necesidades de las masas populares, con una base cada vez mayor,
en la sociedad socialista —para superar las profundas cicatrices del pasado y
continuar la transformación revolucionaria de la sociedad, mientras al mismo
tiempo apoyar activamente la lucha revolucionaria mundial y actuar conforme con
el reconocimiento de que la arena y la lucha mundiales son las más fundamentales
e importantes, en un sentido global— junto
con abrir cualitativamente
más espacio para dar expresión a las necesidades intelectuales y culturales del
pueblo, entendidas en el sentido amplio, y posibilitar un proceso más diverso y
rico de exploración y experimentación en los campos científicos, artísticos y
culturales, y en la vida intelectual en general, con mayor campo para la
competencia de diferentes ideas y escuelas de pensamiento, y para la iniciativa
y creatividad individuales y la protección de los derechos individuales, con
espacio para que los individuos interactúen en la “sociedad civil”
independientes del estado — todo en un marco general cooperativo y colectivo y
al mismo tiempo a la medida que el poder estatal se mantiene y se sigue desarrollando
como un poder estatal revolucionario al servicio de los intereses de la
revolución proletaria, en el país en particular y por todo el mundo, donde este
estado es el elemento dirigente y central de la economía y la dirección general
de la sociedad, mientras el estado en sí se transforma continuamente en algo
radicalmente diferente de todos los estados previos, como una parte crucial del
avance hacia la abolición posterior del estado al llegar al comunismo a nivel
mundial16.
Permítanme decirlo de esta manera:
la primera etapa de nuestro movimiento hizo época y fue heroica; exige y se
merece que se estudie más profundamente y hay que defenderla y apoyarla. Pero
por sí solo, lo mejor de lo que se entendía en esa etapa no llevaría ni llevará
a la humanidad al comunismo. Con la nueva síntesis, esa posibilidad se plantea
de nuevo. Como me dijo un camarada: es como una nueva rama del árbol de la
evolución.
Parte V: Implicaciones
estratégicas — Hacer
la revolución
Esta es una visión increíblemente
inspiradora de una sociedad diferente, una sociedad en la que la abrumadora
mayoría de la gente de veras quisiera vivir.
¿Pero cómo vamos a llegar a esa
sociedad? Eso me lleva a la última parte de esta presentación, el problema de
la estrategia para la revolución — particularmente en los países imperialistas.
Una vez más, ahora solo puedo esbozar unos conceptos claves, y esta será aún
más condensada que la primera parte de la presentación.
Para empezar, la revolución es una
cosa muy seria. En un país como este, solo se puede hacer una revolución cuando
toda la sociedad esté sumida en una crisis profunda, debido fundamentalmente a
la naturaleza y al funcionamiento del sistema mismo, y junto con eso surja un
pueblo revolucionario, de millones y millones de personas, conscientes de la
necesidad de un cambio revolucionario y resueltas a luchar por él. Una
vanguardia tiene que orientar todo lo que hace hacia llegar a esa posición —medir todo lo
que hace con relación a eso— todo lo que hace tiene que ver con la revolución. Cualquier meta que no esté a la altura
de eso no sirve, y llevará a la capitulación.
Lo objetivo, lo subjetivo… y acelerar mientras que se aguarda
Pero repito, ¿cómo vamos a llegar a tal situación? Un
concepto importante que viene al caso es lo que se llama científicamente la
“relación entre el factor objetivo y el factor subjetivo”. El factor objetivo
incluye las condiciones materiales de la sociedad y su dinámica subyacente; las
grandes corrientes políticas e ideológicas que se arremolinan —en cierto
sentido de forma autónoma— en torno a eso; las direcciones (contradictorias) en
que todo eso se desenvuelve y cambia; el estado de ánimo, los sentimientos y
las ideas de diferentes sectores de la población; etc. El factor subjetivo se refiere
a aquellos que quieren cambiar todo eso; a menudo se refiere al partido, pero a
veces puede referirse al movimiento más amplio, según el contexto.
Ahora bien, esa es una relación dialéctica: lo objetivo y lo subjetivo son
distintos, pero se influyen y se transforman mutuamente. El factor objetivo es
como la cancha en la que se está jugando el partido, y en un sentido general
establece las pautas y el marco. Pero no es una cancha fija ni determinada,
sino que está cambiando constantemente, y el factor subjetivo puede influenciar
al factor objetivo. Además, a veces el partido mismo es una parte importante de
la situación objetiva: puede que esté dirigiendo una lucha importante, en otras
palabras, que sea blanco de ataques o tenga un enorme impacto con alguna
iniciativa ideológica. Y por eso, la gente estará hablando del partido, así que
el factor subjetivo será parte del factor objetivo. Al mismo tiempo, el factor
objetivo penetra en el factor subjetivo: al partido lo influencian de
diferentes maneras el estado de ánimo y el pensamiento de las masas y de
quienes se acercan al partido, trabajan con él y que se hacen militantes.
Sin embargo, la opinión común de
nuestro movimiento ha sido levantar un muro de ladrillos conceptual entre estos
dos factores y adoptar una actitud pasiva hacia el factor objetivo — de reducir
el trabajo comunista a lanzar iniciativas que básicamente reflejan lo que las
masas ya están haciendo o ya están dispuestas a hacer y a “organizarlas”. Ese
punto de vista no les plantea ningún reto ideológico, salvo “entrarle a la
lucha” que está en marcha. Bob Avakian ha identificado el “realismo
determinista” que está al fondo de esto — la idea de que la situación existente
determina muy estrechamente y limita los parámetros del trabajo revolucionario
y la suposición de que esa situación continuará por un tiempo indefinido en la
misma dirección, sin rupturas radicales o cambios repentinos, sin que nada la
afecte, y sin la posibilidad de que las contradicciones existentes produzcan
cosas nuevas de maneras inesperadas.
Pero la verdad es que la realidad
rebosa de contradicciones y la historia, al igual que la naturaleza, está
repleta de saltos repentinos. Por eso, las iniciativas muy audaces que emprende
el factor subjetivo (con tal que se basen en la verdadera dinámica de la
realidad material) pueden tener un efecto electrizante y galvanizante; pueden
“cambiar el juego”, para usar un cliché muy trillado pero de todos modos
expresivo. Ese punto de vista determinista no es sensible ni está al tanto de
los acontecimientos que tienen posibilidades de cambiar la ecuación general —
según sean las acciones de la vanguardia.
Ahora bien, la revolución no se
iniciará con puras ganas y mucha voluntad. Eso te llevará, y llevará a las
masas también, a una situación muy mala. Pero, en la inmensa mayoría de los
casos, la principal tendencia en los países imperialistas ha sido abandonar en
los hechos, si no de palabra, la revolución, y no comprender a fondo e incluso
oponerse al gran dinamismo en potencia del factor subjetivo, o de la
conciencia.
Sobre la base de entender correcta
y profundamente esta contradicción, Bob Avakian ha adaptado un concepto de Mao
—acelerar el desarrollo de la revolución, mientras que se aguarda el
surgimiento de acontecimientos favorables en la situación objetiva— es decir,
esos momentos en que todo se pone en juego. Pero ese concepto es dialéctico y
no mecánico: se está trabajando sobre las condiciones con la expectativa y el
entendimiento de que ese trabajo llegará a ser parte de prepararse para
importantes cambios en la situación objetiva, además de ser parte de gestar y,
hasta donde sea posible, modelar esos cambios cuando se presenten. Se trata de
esforzarse contra los límites, esforzarse contra el marco, y de hacerlo
consciente de que las agudas contradicciones de este sistema se manifiestan
desde muchas direcciones diferentes e inesperadas. Para citar otra vez a la
reciente charla Hacer la
revolución y emancipar a la humanidad:
[A]unque los cambios en lo que es objetivo para nosotros no
se darán entera, y quizás ni siquiera principalmente, debido a nuestro
“trabajo” para afectar las condiciones objetivas (en un sentido directo, uno a
uno), sin embargo nuestro “trabajo” para afectarlas puede generar ciertos
cambios dentro de un marco dado de condiciones objetivas y —en conjunción con una “mezcla” y como
parte de ella, junto con muchos otros elementos, como las otras fuerzas que
afectan la situación objetiva desde su propio punto de vista— eso podría, en
ciertas circunstancias, ser parte de la combinación de factores que sí llevan a un cambio cualitativo. Y,
repito, es importante recalcar que nadie puede saber exactamente cómo se
desenvolverá todo eso17.
Así que, el que uno asuma esta
línea y orientación de “acelerar mientras que se aguarda” —o no— no es
simplemente una cuestión moral; tiene todo que ver con que siquiera se
presentará una situación revolucionaria y, para decirlo francamente, si uno
siquiera tendrá la orientación o la capacidad de reconocer esa posibilidad.
A la luz de eso —y todo lo que
hemos repasado hoy— lo que sigue (también de la primera parte de Hacer la revolución y emancipar a
la humanidad) es uno de los pasajes más importantes de toda la obra de Bob
Avakian. Tiene muchos términos científicos, muchos de los cuales que ya
mencioné; pero para adentrarnos en eso, deben saber primero que en la filosofía
el término “necesidad” se refiere a la realidad objetiva en un momento
determinado —las direcciones contradictorias en que las cosas se mueven y se
desarrollan, y las limitaciones a ese desarrollo y los posibles rumbos que
tome—, y que el término “superestructura” se refiere a las instituciones
políticas, la cultura, las ideas y otros aspectos de la sociedad, a diferencia
de las relaciones de producción.
Veamos lo que escribe Avakian:
Pero fundamentalmente (y, se podría decir, debajo de todo
esto) la libertad sí radica en el reconocimiento y la transformación de la
necesidad. Lo importante es que ese reconocimiento y la capacidad de llevar a
cabo esa transformación se dé a través de diferentes “canales”, y no está
ligada de una manera positivista o reduccionista o lineal a la manera en que se
presentan, en un momento dado, las principales contradicciones sociales. Si así
fuera —o si así lo abordáramos—, liquidaríamos el papel del arte y de buena
parte de la superestructura en general. ¿Por qué libramos batallas en la esfera
de la moral? Porque en la superestructura hay iniciativa y autonomía relativas.
Y cuanto más se le dé expresión correcta a eso, tanto mejor será la situación,
en cuanto a la clase de sociedad que tengamos en un momento dado así como en
términos de nuestra capacidad de reconocer la necesidad y llevar a cabo la
lucha por transformar la necesidad18.
El qué hacerismo enriquecido
Esto es un aspecto clave del concepto estratégico muy
importante del “qué
hacerismo enriquecido”. Y
esto también choca contra una tradición del movimiento comunista que se llama
“economicismo”. En un principio, el economicismo se refería a limitar la
atención de los trabajadores a la lucha en torno a salarios, condiciones de
trabajo, sindicatos y así sucesivamente, pero ha llegado a abarcar cualquier
estrategia que se enfoca en movilizar a las masas a luchar por “resultados
palpables”. En realidad nadie admite que no quiere llevar el comunismo a las
masas; simplemente se dice que “este no es el momento”, y que “la lucha por las
reivindicaciones inmediatas es la mejor manera de llegar a la posición de hacer
eso... más adelante”.
Hace más de 100 años, Lenin criticó
ese mismo punto de vista en su obra pionera ¿Qué
hacer?Señaló que el comunismo es una ciencia que se desarrolló fuera del
proletariado y que hay que llevarlo al proletariado desde afuera; que los
comunistas deben ser tribunos del pueblo que pueden aprovechar todo
acontecimiento importante para plantear ante todos sus convicciones comunistas,
y contrapuso eso a la mentalidad del secretario sindical, que dirige luchas en
torno a las necesidades inmediatas de sus miembros; y dijo que para llevar a
cabo esa y las muchas otras tareas necesarias para una revolución, se necesita
un partido de vanguardia, compuesto de proletarios y gente de otras capas que
hacen suya la concepción del mundo comunista y se dedican a la causa comunista.
Hoy, todo eso sigue siendo muy
polémico. Y hoy lo que está en juego en esta lucha es: si se va a dirigir a las
masas a ser los emancipadores conscientes de la humanidad, o, al contrario, si
se les va a tratar como soldados rasos a quienes dar ideas simplonas mientras
que en esencia los gobiernan aquellos que han recibido una formación para trabajar
en la esfera de las ideas. Hablamos antes de eso, con relación a la dictadura
del proletariado, pero es algo que se manifiesta agudamente hoy mismo.
Miren: para hacerse un emancipador
de la humanidad, se necesita hacer una enorme ruptura y no se puede hacer eso
sin dirección. Repito, la gente no puede tomar una iniciativa consciente
para cambiar al mundo si no sabe cómo el mundo funciona; eso requiere ciencia y
hay que obtener esa ciencia de quienes han tenido la oportunidad de estudiarla.
Sin eso —sin una vanguardia verdaderamente merecedora del nombre—, la
revolución comunista nunca se dará. Y darles ideas simplonas a las masas
mientras que uno mismo tiene lo que un camarada llamaba “un templo de
conocimientos secretos” —y hacerlo a nombre de “las masas”— sería peor que
despreciable, si no fuera tan destructivo, peligroso y omnipresente.
Ahora bien, a esto lo llamamos el
qué hacerismo “enriquecido” porque, además de rescatar y revivir los principios
cruciales desarrollados por Lenin, Avakian ha recalcado la importancia de
capacitar a las masas para bregar con todas las esferas de la sociedad con la
orientación de conocer el mundo para transformarlo, así como la necesidad de
“ir eliminando”, en la medida posible, las barreras que impiden bregar de esa manera;
y, lo que es de gran importancia crítica, ha recalcado la importancia de
promover audazmente el comunismo y plantear ante las masas los mayores
problemas de la revolución, los problemas de los que hemos estado hablando hoy.
El qué hacerismo enriquecido es
todo un conjunto, y no se puede reducir a una sola forma de actividad; para
entender eso más a fondo, recomiendo firmemente que estudien la segunda parte
de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad. Sin embargo, helo
aquí en pocas palabras: a partir de la orientación de acelerar mientras que se
aguarda una situación revolucionaria, abarca el papel central del periódico
revolucionario; la necesidad de propagar el comunismo audazmente en todo lo que
hacemos; la importancia de promover las obras de Bob Avakian; la necesidad de
organizar a la gente en torno a la consigna: “Luchar contra el sistema, y
transformar al pueblo, para la revolución”, difundir la revolución y forjar
resistencia a las formas principales en que el sistema ataca a las masas; el
reclutamiento al partido; y las iniciativas políticas en torno a las “fallas
sísmicas” sociales que en un momento determinado concentran las contradicciones
sociales importantes, como la lucha para sacar corriendo al gobierno de Bush.
La orientación estratégica del
Frente Único Bajo Dirección Proletaria también es muy importante: es tanto una
orientación como un método, un enfoque estratégico para realinear a las
diferentes fuerzas de clase de tal manera que la meta de la revolución y el
punto de vista comunista revolucionario de que hablamos hoy se pongan en primer
plano y se establezcan en la posición dirigente. Eso se lleva a cabo a través
de un proceso complejo que llamamos unidad-lucha-unidad: o sea, forjar unidad
con personas de diversas capas sociales y puntos de vista en torno a problemas
sociales importantes, tanto las “fallas sísmicas” críticas del sistema como una
amplia gama de otros problemas; dentro de esa unidad bregar sobre cuestiones de
cómo ver al mundo, en los frentes ideológico y político; y mediante ese proceso
de lucha seria, desarrollar esa unidad a un nivel más alto y más fundamentado.
En todo esto, nuestra meta es repolarizar la situación política: superar las
divisiones y la falta de unidad y de confianza, y dirigir el frente único que
se necesitará no solamente para hacer la revolución, sino para avanzar hasta
llegar a la sociedad comunista.
A la luz de todo eso, quiero llamar la atención al libro Away With All Gods! Unchaining the Mind and Radically
Changing the World (¡Abajo todos los
dioses! Desencadenar la mente y cambiar
radicalmente el mundo), que se publicará oficialmente el mes entrante pero que
está a la venta aquí, y que cuestiona de manera muy poderosa la religión y las
maneras en que las creencias religiosas son una traba para la gente. Distribuir
este libro muy audazmente es un ejemplo perfecto de retar a la gente a romper
con la esclavitud mental y a hacerse emancipadores de la humanidad.
“Sobre la posibilidad de la revolución”
Por último, es importante tocar una pregunta muy grande:
¿es posible ganar en un país como este? Con respecto a esto, quiero leer un
corto pasaje del muy importante artículo que salió en nuestro periódico “Sobre
la posibilidad de la revolución”. El artículo dice:
El año pasado, en la charla “Forjar otro camino” (que Revolución acaba de publicar como serie y que se
encuentra en revcom.us), Bob Avakian llama la atención al hecho de que hay
“‘dos cosas que no sabemos hacer’ — es decir, responder a la represión y ganar
cuando se presente el momento… Lo digo para recalcar la necesidad de
esforzarnos en esto — de una manera apropiada y no de maneras poco apropiadas”.
Continúa, hablando del tema de ganar cuando llegue la hora:
“Tenemos que abordar la cuestión de ganar de una manera muy
seria y no infantil, y no de una manera que ayude a la reacción, con su
concentración de poder [encarnada en la clase dominante imperialista], a
aplastar todo intento de crear un mundo nuevo”.
Para subrayar más esa orientación, Avakian incluye en
“Forjar otro camino” una declaración publicada en Revolución titulada “Puntos esenciales de
orientación revolucionaria—en oposición a los alardes y poses infantiles y las
tergiversaciones de la revolución”, que empieza así:
“La revolución es un asunto sumamente serio y hay que
abordarla de manera seria y científica, y no con expresiones subjetivas e
individualistas de frustración, alardes, poses y acciones que van en contra del
desarrollo de un movimiento revolucionario de masas cuya meta es un mundo
radicalmente diferente y mucho mejor, y cuyos medios coinciden fundamentalmente
con esa meta y sirven para plasmarla en realidad. La revolución, y
especialmente la revolución comunista, es y tiene que ser la acción de las masas populares, organizadas y dirigidas
para librar una lucha cada vez más consciente para abolir todos los sistemas y
las relaciones de explotación y opresión, y llevar a la humanidad a
trascenderlas” (“Puntos esenciales” salió originalmente en Revolución #55, 30 de julio de 2006, y se publica
como Apéndice del folleto Revolución y comunismo: Fundamento y orientación
estratégicos, p. 91).
Conforme a esa orientación, en “Forjar otro camino” y sobre
la base de lo que se dice en “Puntos esenciales”, Avakian llama a estudiar y
bregar en la esfera de la teoría y concepción respecto al problema de ganar
cuando surja el momento. Como dice:
“En charlas previas he hablado de que hay dos pistas en
relación con el problema de ganar, en relación con la conquista del poder
cuando surjan una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario de
millones. En vista de lo que acabo de leer (el texto completo de ‘Puntos
esenciales de orientación revolucionaria—en oposición a los alardes y poses
infantiles y las tergiversaciones de la revolución’), y con esto como plantilla
o fundación —y desde un punto de vista estratégico y no inmediato—, debemos
entender el papel y la relación dialéctica de estas dos pistas. Son pistas
separadas, y solo con un cambio cualitativo de la situación (como explica lo
que acabo de leer de ‘Puntos esenciales de orientación revolucionaria’)… podrán
confluir. Hasta ese entonces, solo se pueden desarrollar correctamente —y hay
que desarrollarlas— como pistas separadas.
“La primera pista, que es el principal enfoque y contenido
ahora, es el trabajo político, ideológico y organizativo, guiado por la orientación
estratégica del frente único bajo la dirección del proletariado, con la meta de
hacer preparativos políticos para cuando surjan una situación revolucionaria y
un pueblo revolucionario en una escala masiva. Esto es lo que quiere decir
‘acelerar mientras se aguarda’ el desarrollo de una situación revolucionaria.
“La segunda pista significa y en esencia es el desarrollo
de la teoría y la orientación estratégica para poder responder y ganar cuando
las dos pistas puedan y deban confluir, con un cambio cualitativo del terreno
político objetivo con el surgimiento de una situación revolucionaria y un
pueblo revolucionario (como he explicado aquí y se presenta en forma
concentrada en ‘Puntos esenciales’). Lo apropiado ahora es prestarle atención a
la esfera de la teoría, el pensamiento y el conocimiento estratégicos, y
aprender de una manera profunda y global de toda clase de experiencia. Es
necesario estudiar todas esas diversas experiencias y sintetizarlas desde una
perspectiva estratégica correcta, para acumular los conocimientos y así
profundizar la comprensión teórica y la concepción estratégica”.
Y, ampliando un punto que señaló Mao Tsetung, Avakian ha
destacado la orientación fundamental de que es sumamente importante no dejarse
restringir por la superstición y la convención —ni tampoco por lo que, hasta
este momento, se ha considerado cierto—, sino que hay que abordar todos los
problemas con el pensamiento crítico y creativo, basado en los principios y
métodos científicos19.
Así que, en cuanto a ese problema
enorme, de ganar cuando se presente el momento, recomiendo firmemente que
consigan el folleto Revolución
y comunismo: Fundamento y orientación estratégicos, que contiene ese
artículo, o que lo descarguen en línea de revcom.us y lo lean, artículo que se
guía por el método de Bob Avakian.
Conclusión
Ese ha sido un esbozo de la nueva síntesis —una nueva
concepción de la revolución y el comunismo, que apunta a una sociedad radicalmente
diferente y, en última instancia, a un mundo comunista, sin explotación y sin
relaciones opresivas entre la gente. Esa nueva síntesis ha “ideologizado” la
revolución de regreso al escenario y representa objetivamente, como dice
Avakian, “una fuente de
esperanza y osadía sobre una base científica sólida”20.
Los que estamos aquí tenemos que
asumir esta nueva síntesis en serio, adentrarnos en ella y convertirla en una
fuerza ideológica y política poderosa para transformar el mundo, mientras que
bregamos más plena y continuamente con la obra extensa, rica y en constante
desarrollo, y el método y enfoque, que está forjando Bob Avakian.
Quisiera concluir leyendo un pasaje
de la parte final del libro Democracia:
¿Es lo mejor que podemos lograr?, que
visualizael futuro comunista por el cual estamos luchando:
Hoy en día solo es posible conjeturar, y soñar, acerca de
las manifestaciones que presentarán las contradicciones sociales en la sociedad
comunista del futuro y cómo se resolverán. ¿Cómo se abordará el problema de
combinar las fuerzas productivas avanzadas, que requieren un grado
significativo de centralización, con la descentralización y la iniciativa local
(y qué querrá decir “local”)? ¿Cómo se abordará en la sociedad comunista la
cuestión de criar nuevas generaciones, lo que ahora se realiza de una forma
atomizada y por medio de relaciones opresivas en la familia? ¿Cómo se le
prestará atención al desarrollo de campos específicos de conocimiento o a
proyectos que requieran concentración especial, sin convertirlos en el “coto
especial” de ciertos individuos? ¿Cómo se manejará la contradicción entre
habilitar a la población a adquirir destrezas y conocimientos versátiles y al
mismo tiempo cumplir con la necesidad de cierto nivel de especialización? ¿Y
qué de la relación entre iniciativas individuales e intereses personales por un
lado y sus responsabilidades y contribuciones sociales por el otro? Parece que
siempre será el caso que, con respecto a cualquier cuestión, o controversia, en
particular, habrá un grupo —y como regla general será una minoría al principio—
que la entenderá a un nivel más correcto y avanzado; pero ¿cómo se utilizará
esto para el beneficio de todos y cómo se impedirá que se consoliden grupos en
“defensa de sus propios intereses”? ¿Cuáles serán las relaciones entre
diferentes partes y regiones del mundo —puesto que ya no existirán países— y
qué tratamiento se le dará a las contradicciones entre lo que se podría llamar
“comunidades locales” y las asociaciones de más alto nivel, hasta llegar al
nivel mundial? ¿Qué significará en términos concretos ser ciudadanos del mundo,
específicamente por lo que respecta a lugar de residencia, de trabajo, etc.—,
se “alternará” de una parte del mundo a otra? Y, ¿cómo se tratará la cuestión
de diversidad lingüística y cultural versus la unión mundial de la humanidad?
¿Y podrán creer los miembros de la sociedad comunista, aun con su conocimiento
de la historia, que efectivamente existió una sociedad como esta que ahora nos
aprisiona, y que para colmo se declaraba eterna y el máximo pináculo que la
humanidad era capaz de alcanzar? Estos asuntos y muchísimos más hoy día solo
pueden ser tema de especulación y de sueños; pero incluso plantear estas
preguntas, e intentar visualizar cómo se abordarán en una sociedad donde las
diferencias de clases, el antagonismo social y la dominación política ya no
existan es en sí sumamente liberador para cualquiera que no tenga un interés creado
en el orden actual21.
¿No es este un futuro para el cual vale la pena dedicar la vida?
¡Éntrale a la nueva
síntesis! ¡Sé parte de emancipar a la humanidad!
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