INTENTANDO COMPRENDER LA CONSTRUCCIÓN DE LA SOCIEDAD COMUNISTA,...YA HEMOS HABLADO DE LA TEORÍA DEL COMUNISMO TOTAL E INTEGRAL,...DIGAMOS QUE PUEDE SER VÁLIDA,...PERO AHORA TENEMOS QUE ANALIZAR Y SACAR TEORÍA DE LAS CONSTRUCCIONES DEL SOCIALISMO-COMUNISMO EN EL PLANETA ¡¡. POR LAS COSAS DE LA VIDA, YA DE MUY JOVEN CON 7 U 8 AÑOS, YA QUERÍA CAMBIAR EL MUDO FRANQUISTA, OPRESOR Y "CURILLA" QUE SE VIVÍA EN ESPAÑA ¡¡. YO EMPECÉ COMO EL QUE DICE A MILITAR SOLO,...YA DE ADULTO QUERÍA CANTAR Y COMPONER CANCIONES REVOLUCIONARIAS,...ME CAPTÓ UN AMIGO PARA INGRESAR EN O.C.E. BANDERA ROJA,...NO QUERÍA NADA CON EL P.C.E. NI CON EL P.S.O.E.,...HASTA HOY PASANDO POR PC-UR, U.C.C.O.,...GRUPO DE ESTUDIO MARXISTAS CON EXUCCO, GCPI, RELACIONES CON SUAT, CGT, CNT, EL MILITANTE, ECOLOGISTAS EN ACCIÓN, ISMA,...ASOCIACIONES DIVERSAS VECINALES, MINUSVÁLIDOS,...ESTUDIE LIBROS MARXISTAS, REVISTAS VARIADAS, ETC,...
TODO ESTO EXPERIENCIA, CONCIENCIA DE ASALARIADO EXPLOTADO,...IDEALISTA POR NECESIDADES Y PROBLEMÁTICAS DIVERSAS, EXPLICACIONES Y DISCURSOS MATERNOS SOBRE LA VIDA OBRERA-CAMPESINA, LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, LA DICTADURA PRIMO RIVERISTA,...Y LAS VIDAS INDIGNANTES QUE LLEVÁBAMOS EN MÁLAGA, CASI TODA LA GENTE QUE CONOCÍA, LAS PLAYAS LLENAS DE CHABOLAS, LOS Y LAS MINUSVÁLIDOS DESATENDIDAS Y MUCHOS DE ELLOS VIVIENDO DE FORMA-EN CONDICIONES CERDIL,...¡¡. TODO ESTO PRODUCE UNA CONCIENCIA DE CLASE, CREA UNA CONCIENCIA Y ACTITUD REVOLUCIONARIA,...MUY PRONTO COMPRENDÍ QUE CAMBIAR LA VIDA ES UN PARTO MUY LARGO, ES EL PARTO DE LA BURRA,...LLEGARON LOS PRIMEROS TORPEDOS, LAS PRIMERAS FRUSTACIONES,...LA VIDA ES MUY DURA,...FORMÉ GRUPO DE MÚSICA Y CUANDO PARECÍA QUE TODO SALDRÍA BIEN, LLEGARON LOS PRIMEROS CHANTAJISTAS PEDÓFILOS DE JOVENCITOS, APARENTANDO QUERER SER MÁNAGER, Y SOLO QUERÍAN SEXO GUARRERA Y DE MALA MANERA CHANTAGISTA,...EL GRUPO SE AUTODISUELVE POCO A POCO,...Y EMPIEZO EN SERIO A MILITAR EN O.C. BANDERA ROJA, ANDALUCÍA,...HICIMOS UN CONGRESO DONDE SE DISCUTÍA LUCHAR POR LA REPÚBLICA DEMO-BURGUESA, O RECLAMAR LA REPÚBLICA Y REVOLUCIÓN SOCIALISTA,...YO PLANTEE QUE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA, YA QUE SE ESTABA EN UNAS CONDICIONES SOCIOECONÓMICAS PARA PODER IMPLEMENTAR LA MISMA,...¡¡. ENTONCES SE FORMÓ EL PC-UR, QUE DEFENDÍA LA REVOLUCIÓN Y REPÚBLICA SOCIALISTA, CAMINO HACIA EL COMUNISMO,...ESA ERA MI META ESTRATÉGICA,...E INCLUSO LA ANARQUÍA, LA SOCIEDAD SIN ESTADO,...UNA SIMPLE ADMINISTRACIÓN DE TODA LA SOCIEDAD,...¡¡.
TODO ESTO EXPERIENCIA, CONCIENCIA DE ASALARIADO EXPLOTADO,...IDEALISTA POR NECESIDADES Y PROBLEMÁTICAS DIVERSAS, EXPLICACIONES Y DISCURSOS MATERNOS SOBRE LA VIDA OBRERA-CAMPESINA, LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA, LA DICTADURA PRIMO RIVERISTA,...Y LAS VIDAS INDIGNANTES QUE LLEVÁBAMOS EN MÁLAGA, CASI TODA LA GENTE QUE CONOCÍA, LAS PLAYAS LLENAS DE CHABOLAS, LOS Y LAS MINUSVÁLIDOS DESATENDIDAS Y MUCHOS DE ELLOS VIVIENDO DE FORMA-EN CONDICIONES CERDIL,...¡¡. TODO ESTO PRODUCE UNA CONCIENCIA DE CLASE, CREA UNA CONCIENCIA Y ACTITUD REVOLUCIONARIA,...MUY PRONTO COMPRENDÍ QUE CAMBIAR LA VIDA ES UN PARTO MUY LARGO, ES EL PARTO DE LA BURRA,...LLEGARON LOS PRIMEROS TORPEDOS, LAS PRIMERAS FRUSTACIONES,...LA VIDA ES MUY DURA,...FORMÉ GRUPO DE MÚSICA Y CUANDO PARECÍA QUE TODO SALDRÍA BIEN, LLEGARON LOS PRIMEROS CHANTAJISTAS PEDÓFILOS DE JOVENCITOS, APARENTANDO QUERER SER MÁNAGER, Y SOLO QUERÍAN SEXO GUARRERA Y DE MALA MANERA CHANTAGISTA,...EL GRUPO SE AUTODISUELVE POCO A POCO,...Y EMPIEZO EN SERIO A MILITAR EN O.C. BANDERA ROJA, ANDALUCÍA,...HICIMOS UN CONGRESO DONDE SE DISCUTÍA LUCHAR POR LA REPÚBLICA DEMO-BURGUESA, O RECLAMAR LA REPÚBLICA Y REVOLUCIÓN SOCIALISTA,...YO PLANTEE QUE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA, YA QUE SE ESTABA EN UNAS CONDICIONES SOCIOECONÓMICAS PARA PODER IMPLEMENTAR LA MISMA,...¡¡. ENTONCES SE FORMÓ EL PC-UR, QUE DEFENDÍA LA REVOLUCIÓN Y REPÚBLICA SOCIALISTA, CAMINO HACIA EL COMUNISMO,...ESA ERA MI META ESTRATÉGICA,...E INCLUSO LA ANARQUÍA, LA SOCIEDAD SIN ESTADO,...UNA SIMPLE ADMINISTRACIÓN DE TODA LA SOCIEDAD,...¡¡.
PARA REALIZAR ANÁLISIS CRÍTICO SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DEL SOCIALISMO EN EUROPA, RUSIA, CHINA, ASIA,...HAY QUE TENER UNA BUENA Y SUFICIENTE FORMACIÓN MARXISTA, E INCLUSO TENER EN CUENTA A LAS CRÍTICAS LIBERTARIAS, TROTSKISTAS, E INCLUSO LIBERALES BURGUESAS, Y NO DIGAMOS DE LAS DIVERSAS IGLESIAS,...DE LOS PARTIDOS REVISIONISTAS, EUROCOMUNISTAS, INTERNACIONALISTAS,...M-L MAOISTAS.
COMO DIJE EN SU MOMENTO NUNCA FUI STALINISTA, - AUNQUE ESTABA ATENTO A LA URSS -, FUÍ Y SOI LENINISTA, DE ENGLES, DE C. MARX, NI DEL P.C.E., NI MAOISTA EMPEDERNIDO,...AUNQUE ETUDIABA A MAO, Y SEGUÍ LOS BOLETINES CHINOS QUE VENÍAN AL PAÍS; YO TENÍA UNA IDEA DE LO QUE PODRÍA SER UNA SOCIEDAD COMUNISTA DE GENTES CONSCIENTES, AUTOSUFICIENTE CON COLABORACIÓN, COOPERACIÓN OBRERA-POPULAR,...DONDE EL PERSONAL SE ADMINISTRA SOCIALMENTE EN SU PAÍS, EN EL MUNDO,...TODO COORDINADO DEMOCRÁTICAMENTE,...AUNQUE LA DEMOCRACIA NO ES SINÓNIMO DE CERTEZA,...AUNQUE UN GRAN DERECHO ES EL DE EQUIVOCARNOS,...Y PODER RECTIFICAR; EN DONDE NO HAY APARATO DE ESTADO, NI REPRESIÓN BRUTAL,...SOLO UN POCO DE CONTROL COMUNAL, NADA DE ESPECIALISTAS AJENOS A LA COMUNIDAD, COMO SI FUERAN PROFESIONALES DEL ORDEN,...¡¡. SIEMPRE FUI MARXISTA, DE ENGELS, LEÍ ALGO DE A. NIN, ME GUSTÓ EN CIERTO SENTIDO; LENINISTA, POR SU AGUDEZA INTELECTUAL,...NO FUI TROTSKRISTA, LO VEÍA ALGO RARO,...PERO LEÍ COSAS SUYAS,...LA VERDAD ES QUE TENÍA POCOS MEDIOS DE LECTURA A MI ALCANCE,...LAS DIRECCIONES DE LOS PARTIDOS DONDE MILITÉ ERAN FLOJOS EN ESTOS ASUNTOS; OC BANDERA ROJA, PC-UR, U.M-L, U.C.C.O.,...EN EL G.C.P.I., ME LO BUSCABA YO,...LOS MEDIOS DE FORMACIÓN, YO ERA EL CREADOR,...Y EN ESTE BLOG, UTILIZO GOOGLE-BLOOGER,...O SEA, LO QUE YO LLAMO LA MÁQUINA,...¡¡. He tenido muchos libros,...aún conservo algunos, de variados temas, autores,...me sirven bastante,...cuando releo de nuevo,...encuentro algo nuevo,...e incluso lo comprendo de otra manera,...será quizás el proceso de conocimiento de todo ser humano,...¡¡. Por ejemplo el libro de R. Tamames sobre el Mercado Común, hoy Unión Europea, como pasa el tiempo, se aprende el proceso,...pues si se vuelve atrás, con lo conocido en ese proceso ulterior,...las ideas primarias, se comprenden mejor, uf,...¡¡.
SIEMPRE ME GUSTÓ LEER LOS PERIÓDICOS DE LOS DEMÁS PARTIDOS QUE EXISTÍAN EN EL ESTADO Y LO QUE PUDIERA CONSEGUIR DE FUERA DEL ESTADO, DEL PAÍS, ESPAÑA.¡¡. LA MAYORÍA DE MIS CAMARADAS NO LO VEÍAN BIEN,...¡¡; PERO A MI ME DABA IGUAL,...ME GUSTABA LA COLABORACIÓN Y DISCUSIÓN ENTRE DISTINTOS MILITANTES DE LAS ORGANIZACIONES COMUNISTAS, ANARQUISTAS, SINDICALES, VECINALES,...PERO OBSERVABA Y SUFRÍA EL SECTARISMO, LA DESCONFIANZA, EL EFECTO Y ACTITUD "JULIGAN,"...¡¡.Hooligan . ME APENABA ALGO, PERO LO VEÍA NORMAL,...ESTA PROBLEMÁTICA EXISTE HOY EN DÍA,...Y DENTRO DE LAS ESTRUCTURAS DE PARTIDO LLAMADOS DE IZQUIERDAS, DE LAS DISTINTAS VARIADAS,...¡¡.
PERO QUÉ HA OCURRIDO EN LOS DIVERSOS EXPERIMENTOS, EXPERIENCIAS,...: UNOS ESTADOS SUPER-REPRESIVOS, EXPANSIVOS Y CON CORTE IMPERIALISTA, AUNQUE DE FORMA NUEVA, SUTILMENTE CONFISCATORIO, SAQUEADOR O UTILITARISTA,...¡¡.
ENGELS PENSABA QUE SERÍA SUFICIENTE REVOLUCIONES EN VARIOS PAÍSES EUROPEOS,...PARA UNAS REVOLUCIONES CASI EN TODO EL PLANETA: ALEMANIA, FRANCIA, REINO UNIDO, ITALIA, RUSIA Y OTRAS DE MENOR DESARROLLO CAPITALISTA, COMO AUSTRIA, HOLANDA,...Y CON MENOS DESARROLLO DE ORGANIZACIONES OBRERAS, COMUNISTAS, EN AQUEL TIEMPO SOCIALDEMÓCRATAS,...¡¡; TAMBIÉN DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA DEL NORTE. CREO QUE ES ASÍ MÁS O MENOS. LAS COLONIAS AL ESTAR SUPEDITADAS A LAS METRÓPOLIS, NO SERÍA PROBLEMA ALGUNO,...SERÍAN COMO APADRINADAS Y CONSTRUIRÍAN SOCIEDADES MÁS O MENOS SOCIALISTAS,...CON COOPERACIÓN ENTRE LOS PAÍSES YA CON REVOLUCIÓN SOCIALISTA,...QUE ERAN LAS METRÓPOLIS, Y ESAS EXCOLONIAS EN VÍAS DE DESARROLLO, DIGAMOS,...AUNQUE DEPENDIENTES A LA HORA DE LA VERDAD,...¡¡. LOS MARXISTAS HABLAN DE LAS RELACIONES CORDIALES ENTRE PAÍSES SOCIALISTAS Y DEMOCRÁTICOS LIBRES E IGUALES, EN IGUALES CONDICIONES INTERESTATALES,...DONDE EL PODER ES POPULAR Y SOCIALISTA EN CONSTRUCCIÓN FUTURA, CON SOPORTE DE LOS PAÍSES SOCIALISTAS MÁS AVANZADOS,...¡¡.
UNA VEZ PASADA LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL,...RUSIA EN LUCHA REVOLUCIONARIA DURANTE DICHA GUERRA, OPONIÉNDOSE A DICHA GUERRA Y LUCHANDO CONTRA EL ZARISMO, LOS GOBIERNOS BURGUESES,...DAN UN GOLPE COMUNISTA-SOVIET, OBREROS Y CAMPESINOS, SOLDADOS, INTELECTUALES REVOLUCIONARIOS,...CONSIGUEN EL PODER CON ESA ESPECIE DE REVOLUCIÓN NO FRATICIDA, NI MASIVA EN EL SENTIDO DE MASAS Y EJÉRCITOS ENFRENTADOS,...SE INSTAURA EL PODER SOVIÉTICO CON EL PARTIDO BOLCHEVIQUE AL FRENTE,...ESTE GOBIERNO OBRERO-CAMPESINO DECRETAN, CREAN EJÉRCITOS PARA COMBATIR A LA REACCIÓN CAPITALISTA DE DENTRO Y FUERA,...¡¡. SE PRODUJO GUERRA CIVIL, DONDE LA BURGUESÍA ES DERROTADA,...PERO ÉSTA ESPERA OPORTUNIDAD PARA SU REGRESO AL PODER,...¡¡.
DESARROLLAN DIVERSAS POLÍTICAS; ECONÓMICAS-POLÍTICAS,...CON LA NEP,...DEJAN FORMAS DE PODER CAPITALISTA,...JUNTO A PODER PROLETARIO, O SEA, CAPITALISMO DE ESTADO, CONTROLADO POR EL PARTIDO BOLCHEVIQUE Y LOS SOVIETS,...EN GENERAL EL APARATO ZARISTA SE QUEDA ENTERO EN FUNCIONES, ALIADOS POR LA FUERZA Y POR NECESIDAD,...PARA QUE LA SOCIEDAD RUSA SIGA FUNCIONANDO LO MEJOR POSIBLE,...AL CABO DE UNOS AÑOS SE ESTABILIZA EL PODER COMUNISTA, DE PARTIDO, SOVIET DE SOPORTE. TRABAJANDO DURO Y MÁS DURO,...LOS SOVIETS CAMPESINOS INTENTANDO SOBREVIVIR DESPUÉS DE UNA GUERRA CIVIL Y GUERRA CONTRA VARIAS POTENCIAS IMPERIALISTAS: ALEMANIA, EE.UU. DEL N.,...SE DECLARA LAS PACES CON ESTOS PAÍSES, SE ACUERDAN PAGOS DE GUERRA, RELACIONES CAPITALISTAS, REPARTOS DE HEGEMONÍAS,...INVERSIONES DE ESTOS PAÍSES EN RUSIA SOVIÉTICA,... ////...Se continurá, eso espero,....
/// Carta COLEGAS UCCO, de GIL, "sobre como se preparó para ser militante comunista ¡¡."
Colegas, amigas/os:
Como sabéis, en el congreso Las/os otras/os protagonistas de la Transición (febrero, 2017) se presentó, por parte de un par de chavales (ya talluditos), una historia de la Organización, que me pareció un esfuerzo loable, pero no me dejó del todo satisfecho. Siendo meritoria, yo no la hubiera hecho así, pero el caso es que no la he hecho, ni, que yo sepa, nadie de los que estuvieron dentro. En todo caso, estoy agradecido a sus autores, Tino Brugos y Manuel Zaragoza, por el trabajo realizado.
Desde entonces estoy dando vueltas al tema, leyendo documentos de la primera época, textos fundacionales podríamos decir -análisis del capitalismo español, de la dictadura, naturaleza del franquismo, la revolución burguesa, la República, la guerra civil, etc-, y viendo las referencias bibliográficas utilizadas por quienes los redactaron, que marcaron una línea política que nos separaba de otros grupos, empezando por el dictamen de lo que era el régimen de Franco.
Entonces, aquellos textos me sorprendieron porque ofrecían una perspectiva nueva sobre la historia reciente de este país. Hoy me interesan aún más y he procurado hacerme con los libros que tales documentos aludían, para tratar de situar las fuentes que inspiraron a los fundadores.
Lo cual me ha llevado a preguntarme por las lecturas que me llevaron a mí hasta Octubre, no porque la militancia fuera una elección racional basada en un sereno análisis de las propuestas políticas que había entonces -trotsquistas, consejistas, populares, maoístas, prosoviéticos, etc-, sino porque, sin descartar afinidad con ciertas corrientes, se caía en alguna de ellas por influencia de un compañero de clase, de trabajo, de un amigo o un familiar, o por rebote de otras. En cualquier caso, lo que me interesa es saber qué ideas, qué teorías o qué lecturas me llevaron a la militancia y, en concreto, a Octubre.
No sé si tenéis la misma curiosidad por escarbar en vuestro pasado, pero a mí me interesa conocerlo; saber lo que os empujó a enrolaros en la militancia antifranquista.
¿Qué lecturas os llevaron al compromiso con la lucha antifranquista? ¿Qué libros y qué autores os abrieron la perspectiva de que era posible y necesario cambiar radicalmente este país? ¿Qué obras, qué folletos, qué revistas os empujaron a tratar de enderezar un mundo tan torcido y retorcido como la dictadura franquista y tratar de fundar otro mejor? ¿Qué ideas os llevaron finalmente hasta Octubre y los Comités?
Y aquí viene la petición de que hagáis un poco de memoria sobre esas lecturas; no las que hicisteis siendo militantes como resultado de lecturas recomendadas en cursillos y seminarios, sino las lecturas previas, anteriores, las que produjeron las primeras inclinaciones y los primeros pasos que os llevaron a un compromiso político.
Quizá resulte una petición extemporánea, que rompe vuestros planes cotidianos, pero me gustaría conocer esas primeras lecturas y ver las que son comunes, con el fin de formar un cuerpo teórico común, si ello es posible.
No pido que empecéis a escribir una especie de biografía intelectual, que vaya señalando los pasos teóricos con relación a la trayectoria vital, sino una breve lista de los libros que recordéis de aquella etapa previa al compromiso político, que, aclaro, no se trata de una decisión únicamente teórica, sino que tiene mucho de emocional, de sentimental, de sentir simpatía o empatía por unos grupos humanos y no por otros.
Para que veáis que no soy el capitán Araña, que embarca a los demás y él se queda en tierra, os adjunto la parte que me toca, que tiene algo de reflexión personal, que no es necesaria por vuestra parte, si lo juzgáis así, pues me basta con que me indiquéis los títulos de los libros o las revistas que os influyeron y decidieron a actuar como militantes políticos. Debiendo advertir, que es posible que no fueran sólo esas lecturas, sino también parte de creencias, opiniones sin mucho fundamento, ideas dispersas y mitos sobre la propia sociedad. Pero no aspiro a que me contéis todo eso, sino sólo las lecturas.
Naturalmente esta es una petición amistosa y entenderé que me mandéis al cuerno con mi reflexión intempestiva, porque quizá para algunos de vosotros el pasado, pasado está y no merece la pena perder el tiempo en eso. No lo discuto. Puedo hacer este viaje retrospectivo solo o, con preferencia, en compañía. Y bien, ahí va lo mío.
Como en otros lugares, en aquellos bulliciosos años, incluso en una España que estaba lejos de lo que sucedía en Europa, de las filas católicas salieron militantes socialistas y comunistas, y de aquella parroquia en que di mis primeros pasos como militante salió gente para la JOC, para USO, hacia el marxismo-leninismo, hacia el Grapo e incluso hacia la guerrilla latinoamericana.
Eran los primeros años de aplicación del Concilio Vaticano II y de la resistencia de parte de la Iglesia española a aceptarlo y quise enterarme de qué novedades que aportaba.
Leí, sin mucho provecho, cosas de teólogos progresistas como Karl Rahner, Hans Kung; también de Teilhard de Chardin (abstracto, cósmico), de Emmanuel Mounier, Michel Quoist, de Enrique Miret Magdalena y José María González Ruíz, y algunas novelas de Martín Vigil (curín Tellado). Pero pronto me cansé de retórica abstrusa y de tanta discusión bizantina sobre una base racional tan feble, y allí quedó, para siempre, la teología, o quedé yo tirado como frustrado aprendiz de teólogo. Y empecé a leer otras cosas con las mismas ganas por entender, con la misma prisa, con desigual provecho y con similar ignorancia.
Al tiempo que estudiaba un peritaje, que me empujaba hacia el poco ilusionante trabajo administrativo, el ponerme a trabajar me ayudó a entrar en el mundo económico como un asalariado más, y me puso en contacto con gente de otro ambiente, más mayor de edad y experiencia. Ahí conocí las revistas Índice, Cuadernos para el diálogo y Triunfo, que leían algunos compañeros de la oficina. Primero Índice y Cuadernos, después me hice asiduo de Triunfo, que era más clara políticamente o más afín a lo que yo pensaba, que tampoco era mucho. Y cuando salió, leía Cambio 16, y alguna otra de las de entonces por la información que ofrecían sobre los cabildeos que preparaban la Transición.
Y Cuadernos Ruedo Ibérico, si estaba al alcance de la mano, porque era difícil de encontrar.
De los libros de iniciación de aquellos años inquietos, (no todo es memoria; en los que conservo, está anotada la fecha de compra), están: Narrativa cubana de la revolución (Caballero Bonald), la Obra revolucionaria (del Che), Ensayos sobre América Latina (Regis Debray); Doctor Zivago (Boris Pasternak), La madre (Máximo Gorki), Diez días que estremecieron al mundo (John Reed), El año uno de la revolución rusa (Víctor Serge); Salario, precio y ganancia y Trabajo asalariado y capital (Marx), El mercado (Edward Bellamy), Argumentos sobre el socialismo (Maurice Dobb).
Recuerdo que en “la mili”, entre otros, leí Los monopolios en España (Ramón Tamames) e Historia de la civilización en Europa (del carca de Guizot), que no sé por qué lo compré y cuya lectura abandoné pronto.
De Engels: Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, El Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (Engels), que me llevó a La sociedad primitiva (Lewis H. Morgan), y el Anti-Duhring (Engels), árido como pocos, que leí hasta el final con muchas dificultades, pero con tesón.
El anarquismo desde Proudhon hasta Cohn-Bendit (Heleno Saña), La conquista de China por Mao Tse Tung (Chassin), Esquema de evolución de las sociedades (Maurice Godelier), Manuscritos de economía y filosofía (del joven Marx), duro de roer, pero con una magnífica introducción de Rubio Llorente. El tomo (I) Los precursores de la Historia del pensamiento socialista (H. D. G, Cole), Humanismo socialista (E. Fromm y OO.AA.), que recuerdo con agrado; El miedo a la libertad (Eric Fromm), Historia del movimiento obrero europeo (Edouard Dolleans), tres tomos que me zampé en los viajes en Metro, yendo a trabajar.
Empecé Historia y enajenación (André Gorz), pero lo abandoné (no puedo con Gorz); El colonialismo (Roberto Mesa), Problemas de la generación joven (Ernst Fischer), Historia de las agitaciones campesinas andaluzas (Díaz del Moral), Ideólogos e ideologías de la nueva izquierda (Bernard Oelgart), El Manifiesto del Partido Comunista (una edición mejicana), ¿Se puede ser comunista hoy? (Roger Garaudy).
En el verano del 71, una compañera de trabajo, que hizo un viaje a París, me trajo por encargo El laberinto español y un tomo de las Obras Escogidas de Lenin. Empecé por “¿Qué hacer?”, y sabiendo muy poco de la Rusia zarista y aún menos de las divisiones de la socialdemocracia rusa, asistí, con paciencia, a aquel debate entre Lenin y Mártov, que me hizo ver que para saber de Lenin y de la revolución rusa no había que empezar por el “¿Qué hacer?”
Me compré El capital, una edición en 3 tomos, del Fondo de Cultura Económica. Y empecé por el principio -In principio erat verbum-, claro que no llegué muy lejos. Es un texto abstracto, obra de madurez de un erudito, que no pudo ser leído sin preparación adecuada por un ignorante. Luego, con los años y ayuda de expertos, le hinqué el diente y aún lo conservo, como un tesoro, lleno de notas y subrayados, y lo consulto con cierta frecuencia.
Respecto a España, recuerdo tres obras fundamentales, que entonces devoré: El laberinto español (Gerald Brennan), La II República y la guerra civil (Gabriel Jackson) y Falange (Stanley Payne), que contrapuse a todo lo recibido en el bachillerato por cuenta de la asignatura Formación del Espíritu Nacional, que era franquismo a palo seco.
Los libros no fueron leídos por ese orden, pero sí unos sobre otros y con frecuencia varios a la vez.
Con desigual aprovechamiento, ese pequeño equipaje teórico y literario me fue dejando un poso y unos conocimientos previos, que luego permitieron otras lecturas, pero, sobre todo, ir colocando las vigas de lo que más tarde sería algo parecido a una estructura del saber mínimamente organizado y dispuesto para ir soportando otros aportes. Algo así como un perchero que permite ir colgando las prendas en orden, aunque advirtiendo que tal orden siempre será inestable, abierto, inacabado, por mucho interés que uno tenga en colocar bien las cosas.
Y con este asistemático batiburrillo de obras no bien comprendidas y algunas más que no recuerdo, devoradas en los años que llegan hasta 1971 o 1972 con diferente resultado, me dispuse, no racionalmente, sino anímicamente a cambiar el mundo o, al menos, a participar en cambiar España.
Me dejé llevar por lo que bullía dentro del país y de mi cabeza, y llegué a adquirir un compromiso político de forma fácil, pero tan profunda e incondicional como antes no lo hubiera podido sospechar. Y, además, lo que se oía por ahí fuera, en los años sesenta y primeros setenta, “sonaba” tan bien y era tan estimulante…
Disculpad este “testamento”. Espero vuestras noticias, aprovechando este “arresto domiciliario”. Y tened cuidado, que la cosa está chunga.
Un abrazo.
Gil.////
A TODO ESTO DEBEMOS RESPONDER Y POSICIONARNOS LOS COMUNISTAS, OS REVOLUCIONARIOS PROLETARIOS UNIVERSALES,...NO VALE SOLO UNA ACTITUD LOCAL, E INCLUSO REGIONAL, COMO SERÍA LA U.E. HAY QUE TENER UN GRANDÍSIMO DEBATE SOBRE EL ACTUAL NIVEL DE DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS CAPI-IMPERIALISTAS DEL CAPITAL INTERPLANETARIO,...QUÉ SE DECIDE,...Y PARARSE A PENSAR DEL PORQUÉ ""SÓLO HACEMOS POLÍTICA SOCIAL, DEL AFRECHO,...ENGORDAR BARRIGAS AL PROLETARIADO, SECTORES POPULARES,...¡¡"". CON ESA POLÍTICA SOCIAL.SINDICALISTA SE VE QUE NO SE VA A NINGÚN SITIO,...SOLAMENTE SE ATRASA MÁS POLÍTICAMENTE,...ESTAMOS MÁS OPRIMIDOS MUNDIALMENTE,...UN DATO,...: TIENE EL CAPITAL TANTO DINERO OCIOSO, ALGO ASÍ COMO CIEN BILLONES DE EUROS,...QUE SIGNIFICA EL ESTAR ENTRE TRES O CUATRO AÑOS VIVIENDO LA HUMANIDAD SIN TRABAJAR y viviendo a un nivel medio de poder adquisitivo, SI ES QUE SE UTILIZARA PARA ESE MENESTER,...Datos y valoraciónes de mi autoría,...Hay que tener en cuenta que además existe el capital productivo ordinario, del Proceso de producción, circulación y distribución, digamos cotidiano, puesto en acción globalmente,...del cual se saca el llamado Producto bruto mundial, que es sobre 65 Billones - 65 millones de millones -de Euros en 2.019,...en medida europea, ya que la yanqui cuando habla de Billón, se refiere a mil millones,...PBM¡¡.
QUÉ OPINAMOS - hay que entrarle críticamente, con "filosofía marxista-leninista del siglo XXI", SOBRE ESTOS Y OTROS PROYECTOS PROYECTOS DEL CAPITALISMO INTERPLANETARIO, DE LA TECNOPLUTOCRACIA,..."Hay que seguir poniendo el m-l, al día,...es una grandísima necesidad social de la Humanidad,...¡¡." :
A TODO ESTO DEBEMOS RESPONDER Y POSICIONARNOS LOS COMUNISTAS, OS REVOLUCIONARIOS PROLETARIOS UNIVERSALES,...NO VALE SOLO UNA ACTITUD LOCAL, E INCLUSO REGIONAL, COMO SERÍA LA U.E.
/// Carta COLEGAS UCCO, de GIL, "sobre como se preparó para ser militante comunista ¡¡."
Colegas, amigas/os:
Como sabéis, en el congreso Las/os otras/os protagonistas de la Transición (febrero, 2017) se presentó, por parte de un par de chavales (ya talluditos), una historia de la Organización, que me pareció un esfuerzo loable, pero no me dejó del todo satisfecho. Siendo meritoria, yo no la hubiera hecho así, pero el caso es que no la he hecho, ni, que yo sepa, nadie de los que estuvieron dentro. En todo caso, estoy agradecido a sus autores, Tino Brugos y Manuel Zaragoza, por el trabajo realizado.
Desde entonces estoy dando vueltas al tema, leyendo documentos de la primera época, textos fundacionales podríamos decir -análisis del capitalismo español, de la dictadura, naturaleza del franquismo, la revolución burguesa, la República, la guerra civil, etc-, y viendo las referencias bibliográficas utilizadas por quienes los redactaron, que marcaron una línea política que nos separaba de otros grupos, empezando por el dictamen de lo que era el régimen de Franco.
Entonces, aquellos textos me sorprendieron porque ofrecían una perspectiva nueva sobre la historia reciente de este país. Hoy me interesan aún más y he procurado hacerme con los libros que tales documentos aludían, para tratar de situar las fuentes que inspiraron a los fundadores.
Lo cual me ha llevado a preguntarme por las lecturas que me llevaron a mí hasta Octubre, no porque la militancia fuera una elección racional basada en un sereno análisis de las propuestas políticas que había entonces -trotsquistas, consejistas, populares, maoístas, prosoviéticos, etc-, sino porque, sin descartar afinidad con ciertas corrientes, se caía en alguna de ellas por influencia de un compañero de clase, de trabajo, de un amigo o un familiar, o por rebote de otras. En cualquier caso, lo que me interesa es saber qué ideas, qué teorías o qué lecturas me llevaron a la militancia y, en concreto, a Octubre.
No sé si tenéis la misma curiosidad por escarbar en vuestro pasado, pero a mí me interesa conocerlo; saber lo que os empujó a enrolaros en la militancia antifranquista.
¿Qué lecturas os llevaron al compromiso con la lucha antifranquista? ¿Qué libros y qué autores os abrieron la perspectiva de que era posible y necesario cambiar radicalmente este país? ¿Qué obras, qué folletos, qué revistas os empujaron a tratar de enderezar un mundo tan torcido y retorcido como la dictadura franquista y tratar de fundar otro mejor? ¿Qué ideas os llevaron finalmente hasta Octubre y los Comités?
Y aquí viene la petición de que hagáis un poco de memoria sobre esas lecturas; no las que hicisteis siendo militantes como resultado de lecturas recomendadas en cursillos y seminarios, sino las lecturas previas, anteriores, las que produjeron las primeras inclinaciones y los primeros pasos que os llevaron a un compromiso político.
Quizá resulte una petición extemporánea, que rompe vuestros planes cotidianos, pero me gustaría conocer esas primeras lecturas y ver las que son comunes, con el fin de formar un cuerpo teórico común, si ello es posible.
No pido que empecéis a escribir una especie de biografía intelectual, que vaya señalando los pasos teóricos con relación a la trayectoria vital, sino una breve lista de los libros que recordéis de aquella etapa previa al compromiso político, que, aclaro, no se trata de una decisión únicamente teórica, sino que tiene mucho de emocional, de sentimental, de sentir simpatía o empatía por unos grupos humanos y no por otros.
Para que veáis que no soy el capitán Araña, que embarca a los demás y él se queda en tierra, os adjunto la parte que me toca, que tiene algo de reflexión personal, que no es necesaria por vuestra parte, si lo juzgáis así, pues me basta con que me indiquéis los títulos de los libros o las revistas que os influyeron y decidieron a actuar como militantes políticos. Debiendo advertir, que es posible que no fueran sólo esas lecturas, sino también parte de creencias, opiniones sin mucho fundamento, ideas dispersas y mitos sobre la propia sociedad. Pero no aspiro a que me contéis todo eso, sino sólo las lecturas.
Naturalmente esta es una petición amistosa y entenderé que me mandéis al cuerno con mi reflexión intempestiva, porque quizá para algunos de vosotros el pasado, pasado está y no merece la pena perder el tiempo en eso. No lo discuto. Puedo hacer este viaje retrospectivo solo o, con preferencia, en compañía. Y bien, ahí va lo mío.
Como en otros lugares, en aquellos bulliciosos años, incluso en una España que estaba lejos de lo que sucedía en Europa, de las filas católicas salieron militantes socialistas y comunistas, y de aquella parroquia en que di mis primeros pasos como militante salió gente para la JOC, para USO, hacia el marxismo-leninismo, hacia el Grapo e incluso hacia la guerrilla latinoamericana.
Eran los primeros años de aplicación del Concilio Vaticano II y de la resistencia de parte de la Iglesia española a aceptarlo y quise enterarme de qué novedades que aportaba.
Leí, sin mucho provecho, cosas de teólogos progresistas como Karl Rahner, Hans Kung; también de Teilhard de Chardin (abstracto, cósmico), de Emmanuel Mounier, Michel Quoist, de Enrique Miret Magdalena y José María González Ruíz, y algunas novelas de Martín Vigil (curín Tellado). Pero pronto me cansé de retórica abstrusa y de tanta discusión bizantina sobre una base racional tan feble, y allí quedó, para siempre, la teología, o quedé yo tirado como frustrado aprendiz de teólogo. Y empecé a leer otras cosas con las mismas ganas por entender, con la misma prisa, con desigual provecho y con similar ignorancia.
Al tiempo que estudiaba un peritaje, que me empujaba hacia el poco ilusionante trabajo administrativo, el ponerme a trabajar me ayudó a entrar en el mundo económico como un asalariado más, y me puso en contacto con gente de otro ambiente, más mayor de edad y experiencia. Ahí conocí las revistas Índice, Cuadernos para el diálogo y Triunfo, que leían algunos compañeros de la oficina. Primero Índice y Cuadernos, después me hice asiduo de Triunfo, que era más clara políticamente o más afín a lo que yo pensaba, que tampoco era mucho. Y cuando salió, leía Cambio 16, y alguna otra de las de entonces por la información que ofrecían sobre los cabildeos que preparaban la Transición.
Y Cuadernos Ruedo Ibérico, si estaba al alcance de la mano, porque era difícil de encontrar.
De los libros de iniciación de aquellos años inquietos, (no todo es memoria; en los que conservo, está anotada la fecha de compra), están: Narrativa cubana de la revolución (Caballero Bonald), la Obra revolucionaria (del Che), Ensayos sobre América Latina (Regis Debray); Doctor Zivago (Boris Pasternak), La madre (Máximo Gorki), Diez días que estremecieron al mundo (John Reed), El año uno de la revolución rusa (Víctor Serge); Salario, precio y ganancia y Trabajo asalariado y capital (Marx), El mercado (Edward Bellamy), Argumentos sobre el socialismo (Maurice Dobb).
Recuerdo que en “la mili”, entre otros, leí Los monopolios en España (Ramón Tamames) e Historia de la civilización en Europa (del carca de Guizot), que no sé por qué lo compré y cuya lectura abandoné pronto.
De Engels: Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, El Origen de la familia, la propiedad privada y el Estado (Engels), que me llevó a La sociedad primitiva (Lewis H. Morgan), y el Anti-Duhring (Engels), árido como pocos, que leí hasta el final con muchas dificultades, pero con tesón.
El anarquismo desde Proudhon hasta Cohn-Bendit (Heleno Saña), La conquista de China por Mao Tse Tung (Chassin), Esquema de evolución de las sociedades (Maurice Godelier), Manuscritos de economía y filosofía (del joven Marx), duro de roer, pero con una magnífica introducción de Rubio Llorente. El tomo (I) Los precursores de la Historia del pensamiento socialista (H. D. G, Cole), Humanismo socialista (E. Fromm y OO.AA.), que recuerdo con agrado; El miedo a la libertad (Eric Fromm), Historia del movimiento obrero europeo (Edouard Dolleans), tres tomos que me zampé en los viajes en Metro, yendo a trabajar.
Empecé Historia y enajenación (André Gorz), pero lo abandoné (no puedo con Gorz); El colonialismo (Roberto Mesa), Problemas de la generación joven (Ernst Fischer), Historia de las agitaciones campesinas andaluzas (Díaz del Moral), Ideólogos e ideologías de la nueva izquierda (Bernard Oelgart), El Manifiesto del Partido Comunista (una edición mejicana), ¿Se puede ser comunista hoy? (Roger Garaudy).
En el verano del 71, una compañera de trabajo, que hizo un viaje a París, me trajo por encargo El laberinto español y un tomo de las Obras Escogidas de Lenin. Empecé por “¿Qué hacer?”, y sabiendo muy poco de la Rusia zarista y aún menos de las divisiones de la socialdemocracia rusa, asistí, con paciencia, a aquel debate entre Lenin y Mártov, que me hizo ver que para saber de Lenin y de la revolución rusa no había que empezar por el “¿Qué hacer?”
Me compré El capital, una edición en 3 tomos, del Fondo de Cultura Económica. Y empecé por el principio -In principio erat verbum-, claro que no llegué muy lejos. Es un texto abstracto, obra de madurez de un erudito, que no pudo ser leído sin preparación adecuada por un ignorante. Luego, con los años y ayuda de expertos, le hinqué el diente y aún lo conservo, como un tesoro, lleno de notas y subrayados, y lo consulto con cierta frecuencia.
Respecto a España, recuerdo tres obras fundamentales, que entonces devoré: El laberinto español (Gerald Brennan), La II República y la guerra civil (Gabriel Jackson) y Falange (Stanley Payne), que contrapuse a todo lo recibido en el bachillerato por cuenta de la asignatura Formación del Espíritu Nacional, que era franquismo a palo seco.
Los libros no fueron leídos por ese orden, pero sí unos sobre otros y con frecuencia varios a la vez.
Con desigual aprovechamiento, ese pequeño equipaje teórico y literario me fue dejando un poso y unos conocimientos previos, que luego permitieron otras lecturas, pero, sobre todo, ir colocando las vigas de lo que más tarde sería algo parecido a una estructura del saber mínimamente organizado y dispuesto para ir soportando otros aportes. Algo así como un perchero que permite ir colgando las prendas en orden, aunque advirtiendo que tal orden siempre será inestable, abierto, inacabado, por mucho interés que uno tenga en colocar bien las cosas.
Y con este asistemático batiburrillo de obras no bien comprendidas y algunas más que no recuerdo, devoradas en los años que llegan hasta 1971 o 1972 con diferente resultado, me dispuse, no racionalmente, sino anímicamente a cambiar el mundo o, al menos, a participar en cambiar España.
Me dejé llevar por lo que bullía dentro del país y de mi cabeza, y llegué a adquirir un compromiso político de forma fácil, pero tan profunda e incondicional como antes no lo hubiera podido sospechar. Y, además, lo que se oía por ahí fuera, en los años sesenta y primeros setenta, “sonaba” tan bien y era tan estimulante…
Disculpad este “testamento”. Espero vuestras noticias, aprovechando este “arresto domiciliario”. Y tened cuidado, que la cosa está chunga.
Un abrazo.
Gil.////
A TODO ESTO DEBEMOS RESPONDER Y POSICIONARNOS LOS COMUNISTAS, OS REVOLUCIONARIOS PROLETARIOS UNIVERSALES,...NO VALE SOLO UNA ACTITUD LOCAL, E INCLUSO REGIONAL, COMO SERÍA LA U.E. HAY QUE TENER UN GRANDÍSIMO DEBATE SOBRE EL ACTUAL NIVEL DE DESARROLLO DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS CAPI-IMPERIALISTAS DEL CAPITAL INTERPLANETARIO,...QUÉ SE DECIDE,...Y PARARSE A PENSAR DEL PORQUÉ ""SÓLO HACEMOS POLÍTICA SOCIAL, DEL AFRECHO,...ENGORDAR BARRIGAS AL PROLETARIADO, SECTORES POPULARES,...¡¡"". CON ESA POLÍTICA SOCIAL.SINDICALISTA SE VE QUE NO SE VA A NINGÚN SITIO,...SOLAMENTE SE ATRASA MÁS POLÍTICAMENTE,...ESTAMOS MÁS OPRIMIDOS MUNDIALMENTE,...UN DATO,...: TIENE EL CAPITAL TANTO DINERO OCIOSO, ALGO ASÍ COMO CIEN BILLONES DE EUROS,...QUE SIGNIFICA EL ESTAR ENTRE TRES O CUATRO AÑOS VIVIENDO LA HUMANIDAD SIN TRABAJAR y viviendo a un nivel medio de poder adquisitivo, SI ES QUE SE UTILIZARA PARA ESE MENESTER,...Datos y valoraciónes de mi autoría,...Hay que tener en cuenta que además existe el capital productivo ordinario, del Proceso de producción, circulación y distribución, digamos cotidiano, puesto en acción globalmente,...del cual se saca el llamado Producto bruto mundial, que es sobre 65 Billones - 65 millones de millones -de Euros en 2.019,...en medida europea, ya que la yanqui cuando habla de Billón, se refiere a mil millones,...PBM¡¡.
QUÉ OPINAMOS - hay que entrarle críticamente, con "filosofía marxista-leninista del siglo XXI", SOBRE ESTOS Y OTROS PROYECTOS PROYECTOS DEL CAPITALISMO INTERPLANETARIO, DE LA TECNOPLUTOCRACIA,..."Hay que seguir poniendo el m-l, al día,...es una grandísima necesidad social de la Humanidad,...¡¡." :
(( CORPORACIONES MONOPÓLICAS TRAS MARTE.
10-10-2.015 https://partidoproletario.wixsite.com/partido-proletario#!las-corporaciones-monoplicas-tras-marte/c1gkr
El capitalismo va tras los recursos económicos y esto constituye en la visión del sistema el planeta marte. EU cree poder esclavizar la población del planeta y va desregulando la institucionalidad actual desligándose de los compromisos sociales del Estado burgués.
La dominación mundial es objetivo real de tales corporaciones que han elaborado planes para estos propósitos instalando plataformas de armamento militar sofisticado fuera de la atmósfera con naves de ataque en tierra de la nación objeto de agresión y estrategias para controlar el cosmos y derribar posibles enemigos. Estímulo: la guerra de las galaxias de Reagan retomada en serio por transnacionales y órganos oficiales como el pentágono y la CIA.
La existencia de armas modernísimas se han denunciado recientemente. Submarinos atómicos portando cohetes cargados con 60 toneladas de barras de tungsteno deambulan por los océanos. Serían lanzados al espació y luego liberado el cargamento al entrar nuevamente en la atmósfera. Las barras, ardiendo incandescentes darían en los blancos escogidos destruyendo la vida cada una de ellas en alrededor de 200 metros por la gran cantidad de calor que absorben con el roce y liberan enseguida.
Son planes monopólicos. Marte proveería bauxita, oro y muchos otros recursos que acrecentaría el potencial económico-militar y de dominación de los Estados Unidos. Instalarían industria en marte y trasladarían fuerza de trabajo con este fin cuyo viaje con los modernos motores que están en fabricación llevaría solo dos meses utilizando como combustible gases calientes sometidos a altas temperaturas pues se calcula hoy el viaje en ocho meses. ////
Marte o el por qué el planeta rojo es fundamental para la economía DERBLAUEMOND
@DerBlaueMond
Cuando se habla de la carrera espacial, algunos economistas suelen sojuzgarla como un derroche de dinero de dudoso retorno en términos económicos. Como veremos en nuestro análisis de hoy, nada más lejos de la realidad. No sólo la conquista del espacio exterior puede ser clave para la futura supervivencia de la raza humana como especie, sino que además los "progresos colaterales" que trae a nuestras socioeconomías son más que relevantes.
Pero no sólo debemos hablar de inventos que han sido desarrollados como parte de la carrera espacial, ni de lo gratificante que puede llegar a resultar ser la primera potencia a nivel mundial en haber logrado un nuevo hito espacial... también debemos concebir la carrera espacial como un elemento que va a traer forzosamente la necesidad de experimentar con nuevos sistemas socioeconómicos.
¿Qué nos ha aportado la carrera espacial hasta el momento?
Desde el lanzamiento de aquel primer Sputnik soviético el 4 de Octubre de 1957, se abrió en el marco de la guerra fría una carrera espacial entre el bloque comunista y las potencias occidentales. A lo largo de la historia, pocos enfrentamientos han resultado tan provechosos para la ciencia y la economía como esta carrera espacial "fría", por la que la extinta URSS y EEUU se lanzaron a una guerra sin cuartel para ser los primeros en conseguir diversos hitos espaciales.
Hay una amplia tecnología satelital que hoy en día se usa con distintos fines terrestres, entre ellos están la difusión de televisión y datos a la superficie, las comunicaciones bidireccionales entre puntos muy distantes, la geolocalización como por ejemplo el GPS, los satélites espía para fines militares, la meteorología, y así hasta un largo etcétera. Nada de todo esto habría sido posible sin la carrera espacial, puesto que aquellos primeros satélites, cuyo fin primigenio era mayormente demostrar la superioridad tecnológico-científica y adelantarse a un enemigo que se consideraba una gran amenaza, acabaron sirviendo de base tecnológica para el desarrollo de usos civiles fundamentales hoy en día, y que han hecho progresar considerablemente a nuestras socioeconomías.
Aparte de los avances espaciales más directos, hay multitud de otros inventos que llegaron con la carrera espacial
Pero aparte de esos avances satelitales, hay otra serie de avances "colaterales" mucho más numerosos y que han cambiado nuestras vidas. Sin la tecnología desarrollada durante la carrera espacial, nuestro mundo de hoy en día no sería tal y como lo conocemos. Según pueden leer en este artículo de Xataka Ciencia, por nombrar tan sólo algunos, podemos contar entre los inventos espaciales al código de barras, los detectores de humo, sistemas de eficiencia energética y fotovoltaica, técnicas de desifección utilizadas en todos los hospitales del mundo, múltiples avances textiles, el teflón, el velcro, numerosos medicamentos y avances en medicina como el marcapasos o los monitores cardiacos, el termómetro digital, la pintura anticorrosión, los alimentos deshidratados y liofilizados como algunas papillas o el café soluble, el tubo de pasta de dientes, las lentes de contacto, el tratamiento de aguas, el microondas, el láser, y hasta los pañales desechables. No creo que sea necesario seguir poniéndoles más ejemplos.
Pero una de las principales novedades económicas que trajo la carrera espacial fue el programa denominado Desarrollo de Productos del Espacio, concebido para estimular a las compañías privadas a emplear las misiones de los transbordadores y las instalaciones de la Estación como centros de investigación de nuevos productos. Como vemos, aquí ya pasamos de la aplicación directa de nuevos inventos espaciales a acuñar un nuevo modelo de colaboración e investigación empresarial que ha estructurado y sigue estructurando el tejido industrial y productivo, y por el que diversos experimentos financiados por el sector privado han acabado aportando relevantes avances a la industria y al mundo entero.
Pero, ¿Por qué necesitamos la carrera espacial para poder inventar?
Los animales, el ser humano, y por extensión las economías y las sociedades suelen ser de naturaleza acomodaticia. Estamos mayormente programados para adaptarnos al medio minimizando el esfuerzo dedicado para ello. Por esto, tanto a nivel personal como colectivo, no enfrentarnos a nuevos retos y desafíos, a nuevos problemas y cuestiones, a nuevos horizontes y medios, hace que nuestra ciencia y nuestra tecnología se estanquen. Y el medio terráqueo evoluciona mucho más lentamente en comparación a lo disruptiva que resulta la carrera espacial, con lo que el no salir de nuestro esférico hogar da demasiado margen para "acomodarse" peligrosamente.
Aunque siempre hay retos aquí abajo bajo nuestra estratosfera, los retos terráqueos no tienen nada que ver con los que nos vamos a encontrar en Marte. Debemos mantener el ritmo de avances científicos y socioeconómicos que trae la carrera espacial, pero también debemos mantener a nuestras élites científicas y a la socioeconomía en general entrenadas con una resistencia al fracaso que a largo plazo sólo nos lleva a la superación en muchos sentidos. La carrera espacial es un elemento tremendamente disruptivo, que obliga a tener nuevos enfoques, a inventar nuevas soluciones creativas, a enfrentarnos a lo desconocido aguzando nuestra capacidad de predicción, a imaginar como colectivo una situación en la que nadie se ha visto antes. Y por todo ello, los programas espaciales nos hacen avanzar de una forma con un valor incalculable.
Marte como máximo exponente actual de la carrera espacial
A día de hoy, el máximo exponente de esta carrera espacial lo representa el planeta rojo. Marte es la próxima estación de este tren de progreso. Todas las potencias terráqueas lo saben, y es por ello por lo que el avance y el empuje que Marte está trayendo a nuestro planeta trasciende los aspectos más evidentes: el aterrizar (perdonen los marcianos la terráquea expresión) en otro planeta del sistema solar, encontrar agua, nuevas formas de vida, o cualquier otro descubrimiento que desde el punto de vista tecnológico-científico ya justifica sobradamente de por sí el esfuerzo dedicado.
Es este otro progreso socioeconómico "colateral" el que está empujando a diversos países a una re-edición de la desenfrenada carrera espacial, que está recuperando el protagonismo que había venido perdiendo en los últimos lustros en comparación a los esfuerzos, recursos, y repercusión mediática de que disfrutó a mediados del siglo XX. Entonces proliferaron las misiones bajo un telón de acero que perdía con la altura su divisoria naturaleza. Como pueden leer en el siguiente enlace, la carrera espacial hacia el planeta rojo está muy viva, y además está siendo escenario de valiosas colaboraciones internacionales.
Los corredores principales en esta particular carrera son por supuesto la NASA, pero también la Agencia Espacial Europea, la agencia espacial rusa Roscosmos, o las respectivas agencias de China, India o Japón. Nadie quiere quedarse fuera sin dorsal, y las principales potencias del planeta Tierra esán tomando parte en ella en mayor o menor medida, abriendo literalmente nuevos horizontes para nuestra civilización. Para hacerse una idea del nivel de anticipación, y del calibre de los avances que el planeta rojo puede traer, les recomiendo la lectura de este artículo del El Español, que incluye una interesante entrevista a Mark McCaughrean, asesor científico de la Agencia Espacial Europea.
Y los resultados de experimentos socioeconómicos que puede traer Marte
Los habituales de este blog saben que un servidor no es partidario de experimentos económicos a gran escala, porque la economía es un sistema muy complejo y siempre va a haber variables que no hayamos contemplado, y que pueden acabar trayendo graves consecuencias imprevistas. Pero obviamente soy perfectamente consciente de que vivimos en un mundo siempre cambiante, y que el sistema, entidad, o individuo que no cambia y no se adapta a él está acabado. Es por ello por lo que personalmente me inclino más por experimentos económicos de naturaleza acotada que nos permitan sacar conclusiones, y así mejorar el sistema para asegurar su supervivencia (y la nuestra).
Hace unas semanas les trajimos un análisis socioeconómico sobre las teorías de Elon Musk y otros, que contemplan que nuestro mundo sea tan sólo una simulación tipo Matrix, y que les enlazo aquí. El enfoque que le dí a la utilidad socioeconómica de esa posibilidad era precisamente el de que pudiese tratarse de una simulación que aportaría resultados de valor incalculable sobre los sistemas económicos, la misma idea central que les he expuesto en el párrafo anterior. Y dicho sea de paso, y para que puedan valorar el post que les escribo hoy, no estamos aquí divagando sobre futuribles imposibles, el mismo Elon Musk ha declarado públicamente su intención de establecer una colonia en Marte tan pronto como la próxima década, como pueden leer en esta noticia.
Pero volviendo al tema de las simulaciones, el hacer simulaciones económicas de complejiad máxima es a día de hoy todavía inviable para la raza humana con los medios actuales, por ello, una colonia espacial como sería una marciana, es un terreno abonado para experimentar socioeconómicamente. No es que les esté proponiendo a la ligera juguetear con un presupuesto de muchos millones de euros realizando un experimento socioeconómico que puede acabar arruinando una misión evidentemente científica. No. Lo que les estoy tratando de decir es que una futura colonia marciana es un nuevo escenario socioeconómico hasta ahora desconocido, y como tal requerirá un nuevo sistema.
La enorme distancia que nos separa de Marte, el hecho de que un viaje hasta el planeta rojo con la tecnología actual llevaría entre 39 y 289 días (tiempo variable dependiendo de la posición relativa a la Tierra dentro de su órbita solar), y el enorme coste que supone lanzar al espacio cada kilo de mercancía y material, nos llevan a la conclusión de que es obligatorio pensar en que en Marte se debe instaurar un sistema socioeconómico y productivo independiente de la Tierra, en el sentido de que debe ser capaz de subsistir por si mismo, aunque pueda depender organizacional y políticamente de nosotros.
He aquí la gran ocasión socioeconómica que brinda la carrera espacial del planeta rojo. Va a haber sí o sí que poner en práctica un nuevo concepto de socioeconomía a pequeña escala, más que nada porque la propia misión lo requiere por su casuística. En este sentido, tengan en cuenta que para el caso marciano no nos vale nuestro sistema actual, el capitalismo. Si bien el capitalismo ha sido fuente de riqueza y progreso en las últimas décadas, y ha sacado de la pobreza a millones de seres humanos, sin entrar a discutir aquí sobre si la globalización es su futuro o su fin, sí que es cierto que el capitalismo no nos serviría para una colonia marciana. El sistema marciano necesariamente debería estar basado en el intercambio, la polivalencia, y la colaboración entre los individuos, máxime cuando habrán de vivir en un medio hostil, sin apenas recursos, y contando con pocos individuos en la comunidad.
En Marte no se debería aplicar el capitalismo (al menos no en su actual concepción terráquea), en primer lugar porque en una colonia espacial no hay mercado de masas posible ni economía de escala, sino más bien una mera economía de subsistencia. Pero en esa economía de subsistencia habrá unos cuantos individuos, trabajando, produciendo, pensando para la comunidad, y habrá que idear algún sistema socioeconómico por el que su esfuerzo se vea recompensado y se traduzca en algo tangible. No es ni más ni menos el mismo problema al que se ha enfrentado el ser humano en la Tierra desde tiempos inmemoriales, y que la economía ha ido cubriendo sucesivamente con diferentes sistemas a lo largo de los siglos.
Porque no olviden que en Marte los habrá que trabajen mucho, que trabajen poco, que sean más o menos inteligentes, que tengan unas habilidades u otras, que deban trabajar individualmente o en equipo, que deban coordinar o dirigir los esfuerzos de otros... Marte será una microsocioeconomía, y en algún momento habrá que poner en valor lo que cada uno aporta a la colonia, y que los que más aporten vean de alguna forma correspondido su esfuerzo, porque sin recompensa ni incentivo el esfuerzo es difícilmente sostenible en el tiempo para la mayoría de los seres humanos. Y ello llevaría a la dejación de las labores de la colonia, lo que en un entorno hostil como Marte acabaría acarreando indudablemente la muerte de todos los individuos.
Los peligros potenciales de un experimento que fracase
No podemos dejar de remarcar que el asunto de un experimento socioeconómico en Marte tiene indudablemente también su lado peligroso. A buen seguro que no pocos agentes económicos y dirigentes terráqueos acabarán ingenuamente cayendo en que, el hecho de que hayamos pasado hasta ahora sin Marte, les hará menospreciar su capacidad de provocar una crisis económica en la Tierra si el experimento colonial acaba en caos. En primer lugar, obviamente, está la seguridad, la integridad, y la vida de los colonos, que no se deberá olvidar que son seres humanos por muy lejos que estén.
En este sentido, no se puede obviar que las personas de la colonia habrán llegado escalonadamente y con cuentagotas hasta sumar una población considerable, y que, si el experimento acaba en desastre, habría que acabar sacándolos de allí urgentemente. El problema es que no habrá medios disponibles para rescatar a todos y traerlos de vuelta a la Tierra, al menos no para hacerlo con las prisas que un caos puede requerir.
Aunque el otro peligro más terráqueo venía también porque Marte a día de hoy nos parece (casi) irrelevante para nuestra economía terrícola (a pesar del presente post), ¿Pero que hay si les digo por ejemplo que Marte puede convertirse en una gran explotación minera sin la cual la tierra con los años no podría sobrevivir? El ejemplo lo tienen por ejemplo con esas tierras raras que produce casi en exclusividad China, y que ahora se han vuelto vitales para nuestras economías porque son imprescindibles para los móviles y los dispositivos tecnológicos. Miren atrás y verán que hace unos años tenían un uso mucho menos relevante. Lo mismo puede acabar ocurriendo con el planeta rojo: un potencial caos, que podría considerarse inicialmente un asunto meramente local de Marte, acabaría teniendo también peligrosas consecuencias en la Tierra.
Rojo y azul han sido una combinación cromática considerada tradicionalmente como enfrentada en nuestra cultura, pero, al igual que en la política rojos y azules están condenados a acabarse entendiendo de alguna manera, vemos ahora cómo el planeta rojo y el planeta azul deberán establecer vínculos de colaboración y entendimiento, porque el destino de ambos estará inevitablemente unido en una Galaxia en la que (por ahora) seguimos estando solos. Y recuerden que tal vez en Marte esté una de las claves de la sostenibilidad del futuro de la vida en la Tierra, el mismo Stephen Hawking ya dijo que la raza humana debía colonizar otros planetas para asegurar el futuro de la especie. ////
LUIS RUIZ DE GOPEGUI | FÍSICO E INGENIERO DEL PROGRAMA APOLLO
“El momento más tenso fue el despegue de la Luna para regresar”
"Armstrong, que normalmente tenía pulsaciones muy bajas, llegó a 156 pulsaciones por minuto"
ALICIA RIVERA
En el programa Apollo jugaron un papel esencial las antenas en la Tierra para mantener las comunicaciones los astronautas y España (junto con Australia y Estados Unidos) jugó un papel clave. En Fresnedillas, Robledo de Chavela (ambas en Madrid), Cebreros (Ávila) y Maspalomas (Canarias) estaban las tres estaciones de seguimiento de esta parte del mundo, recuerda el físico e ingeniero Luis Ruiz de Gopegui, uno del puñado de expertos que trabajaron en aquellos años en España para la NASA. El 20 de junio de 1969, Ruíz de Gopegui, estaba en Fresnedillas y recuerda perfectamente la tensión de aquellas horas. “Oíamos la voz de los tres astronautas y recibíamos los datos de ocho parámetros biomédicos de cada uno de ellos, que transmitíamos a Houston”, cuenta. “Pero el momento más tenso, más que el alunizaje, fue cuando tenían que despegar de la Luna para regresar, porque sólo tenían un motor, que no había sido probado en las condiciones lunares, y si fallaba los tres astronautas se quedaban allí para siempre”, recuerda Ruíz de Gopegui. “[Neil] Armstrong, que normalmente tenía pulsaciones muy bajas, en aquel momento previo al despegue en la Luna, durante la cuenta atrás, creo que llegó a 156 pulsaciones por minuto”.
En el momento del alunizaje las comunicaciones con el módulo lunar pasaban por las estaciones españolas, recuerda, pero cuando salieron y pisaron el suelo, la Tierra había girado y era la estación de Australia la que los recibían, aunque toda la red de comunicaciones espaciales las escuchaban todas, independientemente de qué antenas estaban en cada momento orientadas hacia el módulo lunar Eagle.
Ruíz de Gopegui no había cumplido aún los 40 años y era, como todos los participantes directos en el programa Apollo, un entusiasta de lo que hacían: “Estábamos imbuidos de aquel ambiente de optimismo… aunque yo no me daba cuenta en absoluto de lo dificilísimo que era: recuerdo que nos decían que la probabilidad de fallo era del 3%, pero luego los mismos astronautas nos dijeron que en realidad, la probabilidad de fallo catastrófico rondaba el 50%”.
"Nos dijeron que la probabilidad de fracaso era del 3%"
El auténtico salto de gigante que supuso la misión a la Luna no se puede entender si se olvida que “era una lucha política, una guerra política” contra la Unión Soviética, recalca Ruíz de Gopegui, y por eso Estados Unidos volcó todo su empeño y todo el dinero que hiciera falta. Recuerda una anécdota: entre la estación de Robledo y la de Cebreros había una carretera de arena muy mala, con curvas, y murió un estadounidense en un accidente; la NASA no se lo pensó dos veces y decidió construir una autopista en ese tramo, sin reparar en gastos, aunque luego se quedó en simple carretera porque los alcaldes de al zona no veían cómo podían hacer frente al mantenimiento de la autopista americana. “Y con dinero se puede ir a la Luna”, zanja el veterano español. “Trabajábamos a marchas forzadas, con todo el dinero que necesitáramos e imbuidos de aquel ambiente de optimismo del Apollo”, dice.
El balance de Ruíz de Gopegui, casi medio siglo después, refuerza el significado histórico del viaje a la luna: “Fue el espaldarazo a la era espacial, que había empezado con muchas dudas acerca de si serviría para algo o no y que se convirtió en una auténtica realidad cuando Armstrong puso el pie en el mar de la Tranquilidad. Esa realidad significa un montón de beneficios para la humanidad como los satélites, el GPS, la televisión global, la observación de la Tierra… Por citar solo unas pocas aplicaciones”.
- Señor Derblauemond, me recuerda usted a estos individuos que se sacan una foto en los hospitales diciendo: "Dios me curó". Pues usted hace parecido cuando dice que es el capitalismo quien nos ha traido el bienestar y el progreso y nos ha "curado"de la pobreza. ¿Está seguro? El capitalismo existe, como poco, desde la revolución industrial, ¿y qué hubiera pasado si Watt, Pasteur, Fleming y compañía se hubieran cruzado de brazos y hubieran dejado el progreso en manos del capitalismo? Pues lo mismo que si al sujeto que le pongo como ejemplo, el médico, en vez de operarle, le dice un "amen", o le da un "like", y le saca del quirófano.Encima, lo dice tras poner como ejemplo la carrera espacial que EE.UU. libró contra la URSS. Y estos últimos muy capitalistas no es que fueran, precisamente, y no sólo es que en aquella época disfrutaran mayor ingesta calórica per cápita que los americanos, sino que apenas treinta años atrás, partían de una situación incomparablemente peor que aquellos. Y encima a base de sus propios recursos, que los otros se aprovechaban de empresas y explotaciones en medio mundo.Por cierto, ya que hablamos de hambre... ¿sabe cual es el único pais con índice cero en desnutrición infantil? Cuba, señor Derblaumond. Cuba. Y eso sufriendo un brutal bloqueo. Además... una gran parte de esa disminución de la pobreza ha tenido lugar en... China, señor Derblaumond. China. Por otra parte, le recuerdo que tan capitalistas son EE.UU. Alemania y Japón como Burundi, Haiti o Bangladesh, y si a estos no les ha "curado" el capitalismo, ¿es porque no han "rezado" lo bastante?Me parece que usted, como buen capitalista, quiere vendernos la "moto".
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- En la serie de novelas de Marte (Rojo, Verde y Azul) de Kim Stanley Robinson se trata exactamente eso, con gran rigor e imaginación: cómo la colonización de Marte genera una sociedad y una economía radicalmente nuevas.Sin embargo, hay que tener en cuenta que la antigua carrera espacial de nuestra infancia no se basó en lo buenos que iban a ser los avances tecnológicos, sino en la necesidad de "ganar" a los rusos; era un sucedáneo incruento de la guerra. Cuando los rusos se rindieron, al no llegar a la Luna, se acabó la carrera. No volverá a haber carrera espacial hasta que China decida mandar gente a la Luna.
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- Antes de dar por supuestos una serie de inventos que se desarrollaron gracias a la carrera espacial, hubiera sido inteligente corroborarlo. De entrada, ni el velcro ni el café soluble tienen su origen en la necesidad de un uso relacionado con la carrera espacial.Esta forma de actuar ("voy a escribir esto porque lo afirma esta web") tiene dos consecuencias:A los lectores les traslada una información errónea (que además ayuda a perpetuarla)Al autor le resta credibilidad
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- En la reciente serie "Marte" que mezcla realidad y ficción, relatando los distintos avances actuales en esa materia (regados con una abundante publicidad de la empresa SpaceX), a la que van intercalando una fictia colonización del planeta rojo por el 2033 (creo recordar), señalan muy acertadamente que la colonización de un nuevo planeta, seguirá el mísmo guión que la presencia en nuestros polos, al enfrentar a seres humanos a un ambiente tremendamente hostil, con unos recursos muy limitados.En otro tiempo (Guerra Fría) es probable que este paso se hubiese podido dar de forma más agresiva y temeraria, enviando humanos sin billete de retorno, y quizá por repetición (enviando varias misiones) se pudiera ya tener una base permanente, con envíos regulares de aprovisionamiento como se hace con la ISS, pero tras los grandes cambios que sufrió la NASA en financiación, y su pérdida de buen nombre con desastres como el Challenger (todos los niños de un país viendo morir a la profesora que iba al espacio), y la caída en desgracia del programa de transbordadores en general, ahora lo importante es que vayan y vuelvan sanos y salvos, garantizado al 200% y eso lleva tiempo.
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Aunque no lo parezca, aún nos queda la tercera y más disruptiva fase de la Globalización
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Algunos sectores ya dan por muerta una globalización que tiene muchas caras, y que todavía no se puede dar ni mucho menos por desmontada de cara al futuro. Aunque parezca tan sólo una tendencia económica de los últimos lustros, lo cierto es que esta polifacética globalización ha seguido un largo proceso iniciado hace décadas (si no siglos), y que ha desembocado en las últimas tendencias globalizadoras.
Pero el motivo por el que les decía que no se puede dar por muerta la globalización es porque, según analizaremos en el artículo de hoy, hay ciertos aspectos de la misma que son imparables. Estos aspectos, aún por venir, van a seguir trayendo profundos cambios a nuestras socioeconomías, y, aunque traten de resistirse, como dicen los anglosajones, "Resistance is futile", al menos en lo que se refiere a algunos puntos relacionados con un progreso tecnológico que nadie va a tener forma de frenar.
Las fases de la globalización desarrolladas hasta ahora
Según puede leer en esta interesante entrevista de Quartz a Richard Baldwin con motivo de la publicación de su nuevo libro, el economista académico en Ginebra compagina sus responsabilidades con la de ser presidente del Centro para la Investigación de Política Económica de Londres (Centre for Economic Policy Research o CEPR), y ha estado estudiando la globalización y el comercio desde hace más de 30 años. En el marco del actual debate y medición de fuerzas entre la globalización y la anti-globalización, su nuevo título "La gran convergencia: la tecnología de la información y la nueva globalización" llega en un momento crucial. Para los que no tengan tiempo de leerse la entrevista completa, les reproduzco a continuación las ideas principales porque son interesantes, y porque además sustentan el análisis posterior que haremos sobre ello.
Como pueden leer en el enlace anterior, Baldwin sostiene que la globalización ha tomado forma en tres fases claramente diferenciadas: la capacidad de mover mercancías, la capacidad de mover ideas, y finalmente, la capacidad de mover personas. Desde principios del siglo XIX, el coste de las dos primeras ha caído en picado, auspiciando el espectacular crecimiento del comercio internacional que ha caracterizado a la economía global moderna.
Baldwin explica cómo, cuando no había comercio internacional de escala masiva, cada ciudad, cada pueblo... tenía su propio carnicero, panadero, etc. Durante un milenio, la economía permaneció con este foco local. Fue alrededor de 1820 cuando la humanidad empezó a ser capaz de generalizar el transporte de mercancías de forma rápida y eficiente en largas distancias, momento en el cual surgieron las grandes fábricas y complejos industriales. Pero seguía siendo costoso y complejo mover ideas atravesando distancias, motivo por el cual éstas permanecieron en el Norte. Así el G7, que con honrosas excepciones más o menos coincide con ese "Norte", experimentó un fuerte crecimiento basado en el conocimiento que le distanció de las cifras de los países en vías de desarrollo.
La tercera fase de la globalización está viniendo de la mano de la tecnología
En palabras del autor, este proceso culminó a principios de los 90, cuando había un gran desequilibrio entre el know-how por trabajador de los países ricos y los países en vías de desarrollo. Entonces llegó la revolución tecnológica y de las telecomunicaciones, que permitió a las compañías empezar a mover conocimiento a través de las fronteras. Esto ha traído la desindustrialización de los países más desarrollados, y en paralelo, un rápido crecimiento económico y del empleo a los países emergentes. Con el añadido de que los trabajadores de países desarrollados se están enfrentando a competir con trabajadores de otros países con un coste laboral incluso superior a un orden de magnitud, pero que a la vez están compitiendo con robots en su propio país.
Y el tema central del asunto es que Baldwin afirma que la tercera y más disruptiva fase de la globalización está por llegar. Según sus tesis, la tecnología acabará por llevar la globalización al sector servicios, muy intensivo en mano de obra. No hace falta que les diga que, además, este sector terciario es el principal sustento del empleo en los países desarrollados. Con ello, la conclusión es clara: con esta tercera fase, en los países desarrollados, la globalización sacará del carril todavía más empleos de lo que lo ha hecho con el sector manufacturero en las últimas décadas. Y lo disruptivo de esta última fase no vendrá por movimientos transfronterizos de trabajadores, sino porque la tecnología dará alternativas sustitutivas al "estar ahí".
Este economista afirma que, en esta tercera fase, serán claves la telerobótica y la telepresencia. Actualmente son aún tecnologías caras y poco desarrolladas como para pretender su despliegue a gran escala. Pero sin duda algún día (más pronto que tarde) la telepresencia permitirá esa alternativa al "estar ahí" que citábamos antes, y la telerobótica permitirá que un teletrabajador haga la limpieza de una nave industrial en Europa con ayuda de un robot que operará remotamente desde un lejano país con costes laborales muy inferiores.
Baldwin aboga por proteger a los trabajadores, no los trabajos
Baldwin afirma que no debemos intentar proteger los trabajos, que eso no tiene sentido, porque, por mucho que lo hagamos, sólo podemos aspirar a retener temporalmente unos trabajos que se acabarán yendo igual dentro de unos años, bien sea porque serán sustituídos por robots, bien sea porque serán deslocalizados igualmente a terceros países. Baldwin predice que, si un fabricante estadounidense es forzado fabricar en suelo estadounidense, eso le hará más ineficiente que la competencia, y ésta acabará llevándose de una forma u otra sus puestos de trabajo.
Ante lo inevitable del futuro que se avecina, y ante el hecho de que no se va a poder parar de ninguna manera el progreso, Baldwin por el contrario es partidario de proteger a los trabajadores, no a los trabajos. Y esta idea hace las veces de nexo de unión con la última parte de este análisis. Tras la declaración de intenciones de las Instituciones Europeas de hace unos meses, seguidas la propuesta de Bill Gates de hace unas semanas, vemos confirmada una vez más la idea que fuimos los primeros en proponer hace cerca de un año en el post "La robotización de la economía y la sostenibilidad de las pensiones pueden ser compatibles". Efectivamente, ya que es imposible retener los trabajos por mucho que los protejas, cambiemos el foco y pasemos a valorar proteger lo único que podemos proteger: a los ciudadanos. Es la única forma que un servidor concibe para poder permitir que el sistema siga siendo sostenible, sin acometer un cambio radical del sistema, lo cual entrañaría otros riesgos de orden más que relevante.
La tecnologia va a traer irremisiblemente este futuro de la tercera fase de la globalización, y sus efectos en los mercados de trabajo serán no sólo disruptivos, sino profundamente transformadores. No se puede frenar el progreso, siempre va a haber alguien en algún lugar del planeta que lo va a acometer, aplicando la tecnología a su modelo empresarial y sus productos, y tomando así una ventaja competitiva que acabará forzando a los demás competidores a tomar también el camino del progreso tecnológico. Así que lo mejor es coger el toro por los cuernos, y tratar de transformar ese aspecto potencialmente peligroso de la disrupción que trae el progreso, convirtiéndolo en algo beneficioso y de futuro.
El necesario debate en los medios salmón por fin ha llegado a las portadas
Pero no voy a exponerles aquí de nuevo la propuesta que ya les detallé en su día, ni saco de nuevo este tema de las cotizaciones sociales de los robots a colación por el hecho de verlo de nuevo refrendado por voces de primera línea, ni para abrir un debate con ustedes que ya hemos mantenido. Este tema vuelve a teñir las líneas que les dedico semanalmente porque, tras las personalidades relevantes que están ahora abogando públicamente por esta idea, se ha abierto en las portadas salmón un interesante debate al respecto, en el cual, como precursor de la idea originaria, me creo en la obligación de participar y seguir aportando modestamente. Ha habido articulistas que han tratado el tema desde muchas perspectivas, pero a un servidor le resulta especialmente señalable este artículo al respecto que publicó el economista Daniel Lacalle en su sección "Lleno de Energía" del diario online El Español, frecuentado por un servidor haciendo justicia a la calidad económica del contenido que Daniel muchas veces nos trae.
El señor Lacalle destaca por méritos propios entre las olas de este mar salmón en el que nos movemos, motivo por el cual creo que es su artículo el que merece una respuesta desde estas líneas que fueron de las primeras alumbrar la idea que él ahora contraargumenta. Su principal argumentación, para nada descabellada, es que es una medida como imponer cotizaciones sociales al trabajo robótico frenaría la competencia y el progreso económico y tecnológico, y sería evidentemente fiscalizadora. Uno de sus razonamientos más fundamentales se basa en que, en la historia tecnológica, hasta ahora todo progreso tecnológico ha acabado trayendo más trabajo.
La respuesta de las líneas precursoras de la idea al reputado señor Lacalle
En primer lugar, debemos matizar que efectivamente la tecnología ha traído más trabajo siempre (hasta ahora), pero en el largo plazo, dejando para el corto y el medio plazo como mínimo una gran incertidumbre abierta. Esta gran incertidumbre (o incluso penurias económicas reales según sea el caso) se pueden acabar traduciendo en una peligrosa inestabilidad del sistema, como de hecho ha ocurrido en diversos momentos de la Historia. Es algo que también está ocurriendo hoy en día, con masas de votantes desempleados que eligen aquello en lo que simplemente ven un halo de esperanza, según expuse en este interesante y revelador artículo, que analizaba desde una original perspectiva el nexo entre el Sueño Americano roto y la victoria de Trump (y que también analizaba el Sueño Español roto). Y es entonces cuando esa proyección de empleo a generar en el largo plazo, plantea sus dudas sobre si compensa el riesgo del corto y medio plazo, porque puede llegar muy probablemente una catástrofe socioeconómica como una depresión o una gran guerra (a menudo relacionadas), que a muchos difuntos no les permitirá llegar a poder disfrutar de ese empleo del largo plazo.
Eso por no hablar del riesgo que supone un sistema inestable, que puede acabar trayendo como resultado un régimen de terror que se perpetúe en el tiempo, y con el que incluso tener un empleo sea algo insufrible al venir bajo la bota del totalitarismo. La tecnología existente ya nos hace asignarle a este tipo de sucesos una probabilidad cada vez mayor, como analicé en el post "La profecía de George Orwell o El 1984 de las Redes Sociales". Pero la contraargumentación no se queda aquí. Es que, es más, asumir como seguro el progreso socioeconómico y la generación de puestos de trabajo en el largo plazo podría ser en este caso un gran error, y les razono el porqué.
Igual que en bolsa las rentabilidades pasadas no aseguran rentabilidades futuras, en tecnología y mercado laboral lo más o menos beneficioso de revoluciones tecnológicas pasadas no tiene por qué asegurar lo beneficioso de las futuras. La correlación no tiene por qué ser significativa, puesto que, para empezar, al abanico de potenciales avances tecnológicos posibles es tan amplio que decir que, por el mero hecho de serlo, todos serían 100% beneficiosos es como poco aventurado. Y realmente no podemos predecir exactamente todos y cada uno de los avances tecnológicos que se acabarán imponiendo, de la misma manera que fue difícil prever en los ochenta que el poco novedoso VHS se acabaría imponiendo al ya establecido Betamax o al innovador Video2000 (que por cierto, tecnológicamente era mucho mejor y un auténtico avance), o de la misma manera que era muy difícil presagiar en los noventa el advenimiento de las redes sociales. Incluso la bomba atómica es fruto del progreso tecnológico, y no tiene por qué considerarse por ello que ha traído algo bueno a nuestro mundo.
Sin poder preverlo a día de hoy, puede que tengamos por delante una nueva tecnología muy disruptora, pero que ponga en grave riesgo nuestros sistemas. No debemos caer en absoluto en ser catastrofistas ni retrógados con la tecnología, de hecho yo soy un gran defensor de la innovación y el progreso tecnológico, pero de ahí a asumir que toda tecnología es buena per se (o más bien: todo lo que esa tecnología permite, pues es una mera herramienta), hay un trecho. Ese extremo sólo nos puede llevar a no saber ver los peligros que asoman en el horizonte de un futuro siempre impredecible. Un servidor no dice en ningún caso de frenar el progreso tecnológico, todo lo contrario: lo que digo es que hay que anticiparse a él en la medida de nuestras posibilidades. Sólo así podremos acercarnos algo a saber ver qué riesgos puede entrañar, y de esta manera podremos tratar de transformar ese potencial riesgo en algo que acabe siendo beneficioso para el conjunto de la sociedad, y que sea fuente de progreso verdadero.
Creo que nadie puede discutir que la robotización de nuestras economías es el paso tecnológico y socioeconómico más disruptivo de la Historia, lo cual no hace sino aumentar la ventana de incertidumbre que abre ante el futuro. Debemos pues por ello ponernos en modo trabajo a diseñar todo lo que podamos ese futuro desde el presente. Dejar de hacerlo no resulta nada recomendable, y, aunque es humano aferrarse a lo conocido, no tiene mucho sentido basarse en comparar con cambios tecnológicos anteriores para proyectar lo que se nos viene encima en esta ocasión. Se hace acuciante la necesidad de anticiparse para transformar para bien el cambio que la robotización trae bajo el brazo, y poner coto al riesgo cierto de que pueda tirar abajo el sistema laboral y socioeconómico, aunque sea (supuestamente) sólo en el corto y medio plazo. Debemos trabajar desde ya para abordar el cambio de paradigma socioeconómico desde el enfoque más ambicioso, para afrontar el desafío que supone la innovación más disruptora de cuantas ha habido en la Historia de la Humanidad.
El objetivo siempre constructivo de esta contraargumentación
Dicho todo lo anterior, no me puedo despedir sin aclarar que deben enmarcar estas líneas estrictamente bajo el ambiente de cordialidad y crítica siempre constructiva existente entre el señor @dlacalle y un servidor, autor con el que me une un profundo respeto (creo que mútuo), y muchas veces planteamientos económicos en sintonía. Realmente Daniel a veces me ha hecho una crítica que me ha desmontado medio artículo, y lejos de atrincherarme en razonamientos probablemente erróneos, le agradecí públicamente su contribución a mejorar mis puntos de vista. Pero de la misma manera, con espíritu siempre constructivo, en este caso discrepo con el, lo cual ocurre además en un tema en el que me sentía con especial responsabilidad de contestar, debido a que, como les decía, hasta donde tengo conocimiento, un servidor fue el primero que puso la idea en cuestión sobre la mesa.
Y además aprovecho para recordarles aquello de que "cuando dos piensan siempre igual es que hay uno que no piensa". Aunque siempre habrá gente que discrepe, personalmente yo sólo puedo decir que Daniel Lacalle a mí me ha demostrado ser una mente libre con ideas propias, y sé que él a su vez valorará igualmente este artículo como una modesta muestra de que otros analistas también tenemos juicio propio, y de que no tiene por qué coincidir necesariamente con el suyo. Aquí estamos haciendo un mero (y productivo) ejercicio de razonamiento socioeconómico conjunto.
Muchos sacarán como conclusión de este artículo que hay profundas discrepancias en este tema que nos separan al señor Lacalle y a mí: siento decirles que no nos conocen a ninguno de los dos. Lejos de separamos, este tipo de contraargumentaciones nos unen en respeto mutuo y en alumbrar nuevas tesis más depuradas por ambas partes que las respectivas iniciales, que es precisamente el resultado que espero de este debate público. No dudo de que Daniel tiene razonamientos de peso para contraargumentar de nuevo, y si lo hace, o bien contribuirá a que la teoría de los impuestos a los robots sea mejorada, o bien conseguirá que le aplauda y directamente le dé la razón, como ya ha ocurrido en alguna ocasión anterior: en cualquiera de los dos casos, gana la comunidad económica con el progreso de ideas en un debate económico clave para el futuro de todos. )) ////
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