domingo, 23 de agosto de 2020

Hacker-usurpador : Miguel Ángel González Claros ( QUÉ CLASE DE POTENCIA, TIENE,...Y ADEMÁS ME METEN PORNO, ( QUE BRUTOS Y ANTIGUALLO )SPAM,..." NAPOLEÓN "LA GUERRA ES LA GUERRA,...", DECÍA LA VETERANA MONJITA,...".

 CON METER EN FB Y EL BLOG,.: PORNOS Y MUJERES EN BOLA",...SE CREEN QUE ME VAN A ACOJONAR,...POS NO, CHABALES,...QUE COSAS MÁS ANTIGUALLAS Y ABERRANTES ¡¡¡¡. OS DENUNCIO EN FB-GOOGLE Y ELOS SE ENCARGAN,...PERO VAYA,...RECONOZCO QUE NO PEDEN CON LOS CABRONES ESTOS ¡¡.                 Lmm.

 

Todo esto es de hacker, usurpador y fastidiador...se ha metido en mi ordenador y no hay forma de "asesinarlo-eliminarlo", al cabrito,...¡¡. PERO LA GUERRA ES LA GUERRA,..ASÍ,...QUE YO A ESPABILARME. CUANDO LO ABORDE, - HACE  UN MES ??¡, -  POR CONTACTO DEL FB, ME DIJO DE QUERA PROFESOR DE LA U.CA, UNIVERSIDAD DE CÁDIZ, Y ESTABA ESTUDIANDO LA TRANSICIÓN EN MÁLAGA,...Y YO LE DIJE : PERO SI TE TENGO EN PANTALLA DEL FB, Y ME DICE DE QUE ERES PROFESOR DE UNA DE FRANCIA ??¡¡. ENTONCES CORTÓ, LA COMUNICACIÓN. PERO HA SEGUIDO JODIÉNDOME,...Y A ALGUNOS DE MIS AMIGOS-CONTACTOS,...QUE YA LO HACÍA DESDE 2.015.-2.016. YA NO INTENTA CONTACTAR, YA SOLAMENTE JODE LA MARRANA.:

 

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AHORA VOY A ENTRAR EN KAOS EN LA RED,..."EL VERDADERO",...??¡¡¡¡. :

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  • Saludos del editor de lukyrh.blogspot -- Lmm - REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD,...ENHORAGUENA,...SOY DE MÁLAGA, MILITANTE CON 67 AÑOS Y JUBILADO,...PERO ACTIVO EN ANTICAPITALISMO,...ETC,...OS INFORMO DE UN TAL MIGUEL ANGEL GONZÁLEZ CLAROS; UTILIZA ESTE NOMBRE Y DICE DE QUE ES DE KAOS EN LA RED, DE DIAGONAL,...PROFESOR DE LA UCA,...INVESTIGADOR POLIT-SOCIAL; Y ES EN REALIDAD HACKER, USURPADOR,...DESDE EL 2.015, ESTÁ DETRÁS DE MI BLOG,...JODIENDO,...HA ENTRADO, Y ME TIENE "DOMINADO",...YO EN FB,...HE METIDO MUCHA CAÑA Y ME PERSIGUEN COMO ALIMAÑAS IMPERIALISTAS MAFIOSAS,...Y ADEMÁS ME DESCUIDÉ UN POQUITO CON LOS ANTIVIRUS DE LOS COJONES",...Y OTRAS RAZONES, DE NO CUIDAD BIEN DONDE HE ENTRADO,...ETC,....NOTA : A LOS DE DIAGONAL HE QUERIDO INFORMARLE,...PERO NO PEDO MANDARLE UN EMAIL,...EL CABRONCETE,..ME TIENE CONTROLADO,...¡¡¡¡.: Aproximadamente 28.700.000 resultados (0,54 segundos)
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    Miguel Ángel González Claros – Kaos en la redkaosenlared.net › autor › miguelangelgonzalezclaros
    La prensa y los países occidentales pretenden compadecer a la opinión pública para que se apoye el intento de derrocar, otra vez, al gobierno de Assad.
    ( Has visitado esta página 3 veces. Fecha de la última visita: 28/07/20. ); GRACIAS POR TODO,...Y CUIDADO,...Y COMPRUEBEN SI LO VEN OPORTUNO,...Luky de málaga,... Lmm.
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  •  ¿Fascismo en Europa?

     

    José M. Roca   

    ¿Fascismo en Europa?

    Recibidos
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    José Manuel Roca Vidal,...compa. y excamarada de Luky de málaga,...Lmm. 

    Adjuntos1 feb. 2019 13:47
    para la, bcc: 
    Adjunto un artículo para la revista Trasversales, que saldrá en febrero 2.019.
    saludos

     

     

    Hoy, el fantasma que recorre Europa y parte del mundo no es el fantasma del comunismo, el impulso surgido de las entrañas de la sociedad para removerla desde sus cimientos (y los de la historia) en favor de los desposeídos, sino el fantasma del viejo fascismo, que llega en favor de los más ricos, escondido, como antaño, detrás de banderas nacionales, gritos de alarma sobre la patria en peligro y encendidos discursos en defensa de la nación amenazada.

    No es un fascismo en su máximo grado de expresión -burocrático y racional en los medios e irracional en los fines; nacionalista, estatalista y totalitario; antiliberal y antidemocrático; anticomunista y antijudío; supremacista, racista y machista; mítico y milenarista; belicoso y expansivo-, como el de antaño. No es un fascismo evidente y ostentoso, sino incipiente y embrionario, que apunta rasgos conocidos y un ideario político que lo anuncia de modo fragmentario, sin formar todavía un programa explícito.

    Lo que va apareciendo es la opinión sobre temas diversos que va configurando un modo de pensar, pero sobre todo de sentir -el mensaje, simple, claro y tajante, se dirige a la emoción más que a la razón de los destinatarios- y de actuar. Es como un toque de campanas a rebato, que impele a actuar con urgencia ante una situación definida por la gravedad, como es la patria en peligro de romperse, de desnaturalizarse o de rendirse a fuerzas políticas, económicas o culturales extrañas, que siembran el caos y la confusión. Es una reacción emocional ante el desorden que provocan los cambios rápidos y continuos, producidos en las sociedades expuestas a los flujos y demandas de la globalización neoliberal.  

    Es un fascismo sin uniformes, sin disciplina militar, sin camisas pardas, negras o azules, sin gorras, botas y correajes, sin saludo a la romana ni paso de la oca; sin desfiles, estandartes ni bandas de música, sin arquitectura monumental ni campos de exterminio; sin escuadras de combate, piras de libros, ataques armados a los adversarios y sistemática persecución de minorías señaladas de modo denigrante para facilitar su aislamiento y sumisión y, llegado el caso, su eventual destrucción o expulsión del territorio nacional, pero las ideas y los actos contra el ejercicio de libertades y derechos civiles, que van surgiendo aquí y allá, apuntan en esa preocupante dirección.

    En cualquier caso, y al margen del término elegido para describir un fenómeno que todavía es incipiente -ultraderecha, populismo de derecha, neofascismo, postfascismo, prefascismo, protofascismo o filofascismo-, lo que se percibe es el ascenso de mensajes políticos de extrema derecha, su reproducción en redes de Internet y en los medios de información convencionales, el aumento del apoyo  electoral a estos grupos y la llegada a ayuntamientos, parlamentos y gobiernos de sus representantes más genuinos.

     

    Partidos y dirigentes

    Como si faltaran gobiernos impresentables en el mundo -haga cada cual su lista y verá que es larga-, personajes aborrecibles han llegado recientemente, a través de las urnas, a los cargos más altos del poder político en varios países.

    En Estados Unidos, el millonario Donald Trump, un especulador inmobiliario, atrabiliario, machista y mujeriego, revive el ostentoso supremacismo yanqui; en Filipinas, Rodrigo Duterte, partidario de las ejecuciones extrajudiciales, impone su ordeen; en Brasil, Jairo Bolsonaro, un militarote homófobo, machista y racista, partidario de los Estados fuertes, se une a gobiernos acosados por la presión popular, como el de Ortega en Nicaragua (“Ortega y Somoza son la misma cosa”, dice la gente) y de Maduro en Venezuela. Siendo formalmente democráticos, ni la Turquía de Erdogán después del (auto) golpe militar ni el Israel de Netanyahu escapan a esta epidemia, sin olvidar los países del golfo pérsico y tantos otros, que funcionan como satrapías o como dictaduras sin paliativos.

    En la vieja y civilizada Europa, cuna y tumba del fascismo, el populismo de extrema derecha, que nunca ha faltado en pequeña proporción, ha ido creciendo electoralmente. En 2005, partidos de extrema derecha tenían representación en  parlamentos, asambleas regionales y ayuntamientos de catorce países[1]. Ahora tratan de desplazar de los gobiernos a las derechas cristiano-demócratas y liberal-conservadoras que han gobernado desde el final de la IIª Guerra Mundial.

    En Francia, sobre los rescoldos nunca apagados del recuerdo de Vichy y como reacción al izquierdismo de mayo del 68 y a sus secuelas, Jean Marie Le Pen fundó en 1972 el Frente Nacional. Fue reformado como Agrupación Nacional por su hija Marine, que, en 2017, obtuvo el 34% de los votos en la segunda ronda de las elecciones presidenciales. Cuenta con 16 eurodiputados[2].

    En Italia, en 1946 Giorgio Almirante fundó un partido de ideología y formas fascistas, el Movimiento Social Italiano, que llegó a ser la cuarta fuerza política y sirvió en ocasiones de apoyo a la Democracia Cristiana. En 1970 abandonó los signos fascistas más llamativos (camisa negra y saludo) y aceptó el régimen democrático; en los años 90, muy mermado de apoyos, Franco Fini transformó el MSI en la Alianza Nacional, que participó en los gobiernos de Berlusconi, como también lo hizo la separatista Liga Norte de Umberto Bossi (5 eurodiputados), hoy acaudillada por Mateo Salvini, vicepresidente y ministro del Interior de un híbrido gobierno de coalición con el Movimiento 5 Estrellas (15 eurodiputados), suma de populismos de signo distinto. Entre tanto, Berlusconi, cabal precursor del populismo neoliberal, anuncia su vuelta a la política.

    En Grecia, la crisis financiera de 2008 dio fuerza a Amanecer Dorado, un partido  xenófobo, nacionalista, anticomunista, homófobo y euroescéptico, fundado en 1985 por Nikolaos Michaloliakos, un exmilitar del cuerpo de paracaidistas. El violento grupo, que admira la dictadura del general Metaxas (1936-1941) y la de los coroneles (1967-1974), tiene 3 eurodiputados.

    En 1956, Anton Reinthaller, ex miembro de las SS, fundó en Austria el Partido de la Libertad (FPO). En los años ochenta se suavizó su programa y llegó a apoyar a los socialdemócratas, pero la llegada a la dirección de Jorg Haider endureció el programa y el discurso. Tras las elecciones generales de 1999, con un programa patriótico, euroexcéptico y conservador, fue el segundo partido más votado (27%) y Haider, como vicecanciller, gobernó con la democracia cristiana. Actualmente está en el gobierno presidido por el ecologista Sebastián Kurz. Tiene 4 eurodiputados.  

    En Bélgica, la extrema derecha está representada por el Vlaams Belang (Interés Flamenco), un partido nacionalista, xenófobo, homófobo, sucesor del Bloque Flamenco, que fue ilegalizado por racista. Tiene un eurodiputado.

    Geert Wilders (Partido por la Libertad), partidario de prohibir el Corán, el hiyab y nuevas mezquitas, con el pretexto de que “hay demasiada escoria marroquí en Holanda”, inculca la xenofobia y el racismo a los holandeses con mensajes incendiarios en las redes. Tiene 20 escaños y 4 eurodiputados.

    Verdaderos Finlandeses es un pequeño partido nacionalista y ultraderechista, que tiene dos diputados en la cámara europea.

    Demócratas de Suecia es un partido de extrema derecha (racista, homófobo, xenófobo, machista y antisemita), que tiene 49 diputados y 2 eurodiputados

    En Alemania los partidos de ideología nazi están prohibidos, pero nunca ha  faltado apoyo social al racial nacionalismo germánico. El NPD (Partido Nacional-Demócrata de Alemania), fundado en 1964, es el más cercano al nazismo con su programa nacionalista, anticomunista, revanchista, euroescéptico y opuesto a la inmigración. Ha perdido representación institucional en Alemania, pero tiene un diputado en el parlamento de Estrasburgo.

    Alternativa por Alemania (AfD), de reciente fundación (2013) pero con 92 diputados en el Bundestag y uno en Estrasburgo, es un partido nacionalista, neoliberal en economía y conservador en lo demás, opuesto a la emigración y partidario de disolver la zona euro y volver a la moneda alemana. A su derecha está el activo PEGIDA (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente), fundado en 2014 al calor de ataques de grupos anónimos contra musulmanes. Está implantado con ventaja  en la zona oriental.

    En los años treinta, parte de la nobleza británica, incluyendo el rey Eduardo VIII, de efímero reinado, vio con buenos ojos al fascismo italiano como un medio eficaz para frenar al comunismo. En 1932, en un caso parecido al de Mussolini, que evolucionó del socialismo al fascismo, el ex ministro laborista Oswald Mosley fundó la Unión Británica de Fascistas (BUF), poco numerosa pero agresiva, que fue prohibida en 1940. En los años cincuenta, la minoritaria Liga de Defensa de los Blancos y otros grupúsculos contrarios a judíos, comunistas e irlandeses, acosaron a emigrantes negros y mestizos procedentes de las colonias. Hoy, Nigel Farage y el minúsculo UKIP, son los que mejor representan la aversión a lo extranjero. Su mayor éxito es haber llevado al Reino Unido a la puerta de la Unión Europea con una campaña basada en una sarta de mentiras, como la difícil negociación de salida (“Brexit”) muestra cada día. Tiene 20 escaños en el parlamento europeo.

    En los gobiernos de países de Europa oriental como Bulgaria, Eslovaquia, Hungría y Polonia, se percibe la influencia autoritaria del modelo “zarovique”, como califica Palazuelos[3] la conjunción en el Estado soviético de rasgos del Partido Bolchevique con otros propios del zarismo, que, hoy, Wladimir Putin reencarna con bastante fidelidad en su intento de restaurar la vieja Rusia imperial, para extender, como antaño, su poderosa influencia sobre Europa.

    Se debe añadir que dichos gobiernos no sólo son conservadores, nacionalistas y xenófobos (y clericales, como el de Polonia), sino profundamente atlantistas, seguidores de Estados Unidos y antieuropeos dentro de la Unión Europea, que así se ve sometida a una disruptiva presión interna y a una doble presión exterior ejercida por Trump y Putin, que representan los intereses de dos antiguas potencias enfrentadas en la “guerra fría” por controlar Europa y ahora puestas de acuerdo en acabar con ella como un molesto competidor.

    A pesar de su retroceso en materia laboral y asistencial y de su debilidad política, la Unión Europea estorba, pues no es sólo un competidor económico y un necesario interlocutor mundial, aunque cada día menos, sino un modelo social,  económico, político y cultural con el que hay que acabar, a pesar del retroceso, porque ofrece un tipo de sociedad liberal, abierta, dinámica y tolerante, opuesto a las sociedades cerradas, homogéneas, conservadoras y autoritarias, que figuran en los programas de los populistas de extrema derecha.

    La ultraderecha recoge el malestar de la población por la pérdida de derechos y la creciente desigualdad producida por la crisis y las medidas de austeridad, así como la desconfianza en las élites gobernantes que han hecho aún más ricos a los ricos y privado de perspectivas de futuro a todos aquellos que no lo son, y en particular a los jóvenes.

    En ausencia de alternativas claras desde la izquierda, el éxito de las derechas populistas reside en ofrecer soluciones simples y demagógicas a problemas muy complejos señalando a unos presuntos culpables que poco tienen que ver con la causa de la crisis, de la que también son víctimas, pero mucho con su proyecto de sociedad.

    Las derechas populistas, cuyo apoyo electoral procede en buena parte de zonas rurales, atribuyen a causas culturales la crisis de civilización que desde los años ochenta y sobre todo, desde los noventa hacia acá, sacude las sociedades occidentales y particularmente las zonas urbanas.

    La sociedad de producción y consumo dirigida por ancianos o maduros hombres blancos se desdibuja progresivamente por las demandas de grupos sociales muy diversos -mujeres, jóvenes, minorías raciales, sexuales y religiosas, jubilados, discapacitados, dependientes, migrantes y refugiados (acusados de ladrones de empleo, delincuentes o terroristas)-, por demandas políticas contrarias al sistema (feminismo, ecologismo, democracia radical), por las diferentes situaciones laborales (efecto de cambios tecnológicos y de decisiones políticas) y por las diferentes formas de vida, como opciones voluntarias o como efecto de la crisis (desclasamiento del estrato inferior de las clases medias, fragmentación de las clases trabajadoras, existencias en precario y aumento de la anomia y de la población marginal: los sin (sin casa, sin empleo, sin sueldo, sin sanidad, sin promoción, sin papeles; sin salida), mendigos, vagabundos y delincuentes.

    Según la derecha filofascista, la aparente solución está en reordenar la sociedad con criterios políticamente autoritarios y moralmente conservadores e instaurar una sociedad estática, racial y culturalmente homogénea, conformada por los valores nacionales y tradicionales, la moral religiosa, la ley y el orden, donde cada persona ocupe un papel tradicional según su origen, estatus, sexo o edad, lo cual supone una continua presión para forzar a la población a ajustarse a ese diseño y, en definitiva, para renunciar a derechos adquiridos, pero no regalados.

    No sorprende que en su dictamen sobre las causas de la crisis de civilización, las derechas filofascistas dejen al margen de su análisis el funcionamiento del sistema productivo, pues defienden el vigente modelo neoliberal con todo lo que implica (prioridad del capital especulativo, disparidad de rentas, altos beneficios empresariales, precariedad laboral, bajos salarios, negar el cambio climático, etc, etc). Han renunciado a la estadolatría del viejo fascismo -el keynesianismo militar- para abogar por el capitalismo desregulado, donde el capital circula a su aire, sin frenos legales ni escrúpulos morales, y el trabajo asalariado se degrada hasta alumbrar una nueva esclavitud, sobre todo para mujeres y niños.

     

    Final

    Hace ahora cien años, en el contexto del agitado fin de la I Guerra Mundial y en vísperas de una revolución que fracasaría, Rosa Luxemburg, para desterrar el odio y el homicidio entre los pueblos, proponía el socialismo -“el régimen de cooperación de trabajadores libres”-, entendido de forma utópica, no realizada, como el único camino de la humanidad para salvarse.

    En el folleto “¿Qué propone la Liga Espartaco?”, escrito poco antes de su muerte en Berlín, resumió las tensiones de su tiempo y expresó el dilema al que se enfrentaba la humanidad en una frase sonora: “Socialismo o hundimiento en la barbarie”.

    Ella misma fue víctima de la barbarie al ser asesinada brutalmente, en enero de 1919, por los “freikorps”, cuerpo de veteranos de la guerra que pronto ingresarían en las filas de los “camisas pardas” del naciente partido nazi, en un prolegómeno de lo que se anunciaba en Europa. Desde entonces, no nos hemos librado de la barbarie; una barbarie multiplicada por el desarrollo de la tecnología de la muerte y de la destrucción.

    La progresiva degeneración de la primera república de trabajadores mostraría que el antagonismo de tal dilema -socialismo o barbarie- no existía, y que el socialismo tal como allí se erigía era el bárbaro régimen político que amparaba la industrialización acelerada de la Unión Soviética, empeñada en competir con el capitalismo de mercado y también con su barbarie.

    A pesar de existir zonas de paz, progreso y desarrollo, lo que ha predominado ha sido, por un lado, la barbarie política y militar, primero en una nueva guerra desatada en 1939, aún más extensa y más cruenta (62 millones de muertos, 35 millones de heridos y mutilados, 3 millones de desaparecidos y 30 millones de desplazados), librada a escala mundial, y luego las que han seguido a escala local o regional, y, por otro lado, la barbarie económica de un sistema productivo inhumano, coronado por un desproporcionado reparto de la riqueza en favor de los más ricos, que, tras la gran crisis financiera, pretende llevar a los asalariados a condiciones de vida y trabajo propias del siglo XIX.

    Conocemos la barbarie del capitalismo y el fracaso del socialismo con barbarie,  ambas experiencias desgraciadas señalan la tarea de la izquierda: construir un socialismo sin barbarie.  

    Miremos con atención lo que aún tenemos en una Europa en retroceso y no nos engañemos: no podemos esperar mejoría alguna de la mano de gobernantes como Putin y Trump, que amenazan la Unión Europea, ni de sus émulos Orbán y Kacczinsky, Wilders, Le Pen o Salvini; ni de Casado y Abascal.

    No sabemos cuándo y cómo podremos instaurar una sociedad más justa y más libre, un socialismo sin barbarie; ni si será posible, teniendo en cuenta la historia de la humanidad, aunque merece la pena intentarlo. Pero de ningún modo hay que aceptar proyectos políticos que refuercen la barbarie.



    [1] Barbería, J. L.: “La extrema derecha existe”, El País, 21/3/2005, pp. 13-14.

    [2] El parlamento europeo cuenta con 776 escaños, de ellos, 20 están ocupados por diputados de origen étnico distinto. Pero ninguno hay en la Comisión Europea de esa procedencia. https://www.porcausa.org/antinmigracion/parlamento-europeo-antinmigracion/

    [3] Enrique Palazuelos, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, ha dedicado varios libros estudiar la economía de Rusia y de la Unión Soviética, además de la estructura económica internacional. )))).....

    Libro del congreso "Las otras protagonistas de la Transición"

    Descarga gratuita del libro aquí

     Las otras prota articulo

    La transiciópolítica en España tuvo lugar en medio de un ingente esfuerzo de movilización, por parte de toda una serie de nuevos actores que desempeñaron un papel importante como motores del cambio político. El despertar de toda una serie de movimientos sociales y organizaciones de carácter radical supuso la aparición de nuevos actores políticos que resultaron fundamentales para hacer fracasar las tentativas continuistas esbozadas por parte del poder político, aunque tampoco consiguieran extender sus movilizaciones hasta el punto de provocar la caída del régimen. La presente monografía recoge las comunicaciones presentadas en el Congreso “Las otras protagonistas de la Transición. La izquierda radical y los movimientos sociales” en 2017, que además de un reconocimiento a la labor realizada por miles de hombres y mujeres, en su mayoría anónimos, por acabar con la dictadura, ha supuesto un primer intento “in extenso” de incorporar distintas disciplinas (Historia, Sociología, Ciencia Política, Antropología, Derecho, Filología, Historia del Arte), junto a antiguos activistas de la izquierda radical, para abordar una visión complementaria de lo investigado hasta ahora sobre la Transición en España.




  • Luky de málaga,... Lmm.

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