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El Estado de Israel es el brazo armado del imperialismo norteamericano
“Donde hay opresión, hay resistencia” – Mao tse-tung
El Estado de Israel es el brazo armado
del imperialismo norteamericano y garante del
imperialismo europeo en Oriente Medio
El Estado de Israel nació en el año de 1948 de manera artificial desde el punto de vista histórico, que no político, como fruto de diversas circunstancias, entre ellas: el término de la II Guerra Mundial y la dispersión del pueblo judío, la decadencia del imperialismo inglés en la zona y el apoyo político del imperialismo norteamericano como medio para defender sus intereses económicos y geopolíticos en Oriente Medio. La alianza del capital monopolista norteamericano y la burguesía nacional judía se dejó sentir en la legalidad burguesa internacional con la proclamación de una Resolución de la Asamblea Nacional de las Naciones Unidad recomendando en 1947 la partición de Palestina en un Estado Árabe y un Estado judío con una moneda común, un mercado común y autoridades políticas de coordinación conjuntas. El 14 de Mayo de 1948, con la terminación del mandato británico de Palestina, David Ben-Gurión aceptó la partición y declaró el establecimiento del Estado judío, reconocido rápidamente por los Estados Unidos de América. A continuación se apresuraron a reconocer a Israel la Unión Soviética, Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia, Irlanda y Sudáfrica.
El Estado israelí se construyó en detrimento de los intereses históricos del pueblo palestino pues se cimentó en su propio territorio a sangre y fuego con la anexión de Cisjordania y Jerusalén Este al término de la I Guerra árabe-palestina con un balance de 700.000 palestinos expulsados de su tierra y convertidos de la noche a la mañana en refugios políticos en diferentes estados árabes. A partir de ese momento se han ido cometiendo todo tipo de atrocidades y masacres con el objetivo de aumentar la diáspora palestina y el ensanchamiento del Estado israelí mediante una política de asentamientos de colonos que han ido fortificando los guetos en el interior de Palestina, apoyados por el ejército que no ha cejado de reprimir cualquier intento de resistencia activa a dicha represión y ocupación criminales.
El derecho internacional burgués reconoce el derecho a la creación de Estados-nación por medio de la autodeterminación, pero en la fase imperialista del capital ese derecho es arbitrario debido a los intereses del capital monopolista que reconoce ese derecho en unos casos pero no en otros; claro, no por medios legales sino de oportunidad, es decir, para evitar males mayores. Palestina es un caso paradigmático de lo que decimos pues la ONU lo reconoce pero la realidad no lo permite, mientras que en los Balcanes sí pudo ser: se hizo efectivo tácitamente porque le interesaba tanto a EE.UU. como a la U.E. en detrimento de Rusia. Y es que hasta el derecho burgués también está “sometido” al fuego de las armas haciéndose concreto lo abstracto, es decir, de acuerdo a los intereses de los distintos actores burgueses involucrados en los acontecimientos históricos. La ONU, como representante de la legalidad internacional burguesa, se hace eco de dicha contradicción entre la legalidad formal y legalidad real que caracteriza al régimen democrático burgués, resolviendo que en el caso de Palestina es acreedora histórica de su propio Estado, pero en el desarrollo de la contradicción enmudece ante Israel y EE.UU. que desoyen dicha resolución, apostando por el derecho de las dos partes a coexistir en un mismo territorio, usurpado mediante violencia, como Estados soberanos.
A partir de esta condición viene la realidad, que no es otra que la no aceptación de una de las partes, Israel y sus apoyos políticos, fundamentalmente EE.UU. y la U.E., en donde está integrado el Estado español acatando sus acuerdos. ¿Cómo se resuelve esta situación? Este es el meollo de la cuestión en donde entra en juego el proletariado como sujeto revolucionario.
La masacre a que está siendo sometido el pueblo palestino por parte del Estado de Israel con el beneplácito de EE.UU. y la complacencia de UE no está desvinculada de la guerra en Ucrania por su común carácter imperialista, aunque en Ucrania se enfrentan dos imperialismos por el reparto del mundo. Todavía es pronto para determinar si la guerra de Israel contra el pueblo palestino (por más que Israel le llama contra Hamás) pueda extenderse y convertirse en interimperialista, pero lo que sí está claro como el agua limpia es que se va ampliando el escenario para una futura guerra mundial, por un lado, y ensanchando la brecha que abone las condiciones para que el proletariado tenga que optar entre su emancipación o seguir postrado ante los intereses de la burguesía que lo lleva inevitablemente a una carnicería, por otro lado. Esta disyuntiva tardará más bien poco que mucho dependiendo de que la cosmovisión comunista salga de su profunda crisis de identidad en que se debate entre el fin del ciclo de Octubre y una nueva formulación revolucionaria una vez reconstituido su proceso de clarificación y corregido sus profundos errores del pasado a través de la lucha de dos líneas.
En cuanto al conflicto de Palestina la solución no pasa por aceptar las dos alternativas que propone la burguesía: una, la de Israel y EE.UU., que supone acabar con el contrario, el pueblo palestino como tal pueblo para seguir controlando económica y políticamente la zona de Oriente Medio (obsérvese sin ir más lejos el interés por los yacimientos de gas frente a las costas de Gaza), y otra, la de la U.E., que proponen la coexistencia de los dos Estados en un mismo territorio siguiendo el criterio marcado por el derecho internacional (a esta alternativa se acogen tanto las fuerzas socialdemócratas como reformistas-progresistas). Los comunistas deben seguir otro camino, el camino que le marca la teoría marxista-leninista: debemos tener en cuenta tanto el carácter de clase de toda acción proletaria (los intereses históricos de la clase) como la defensa a ultranza del internacionalismo proletario dado que el proletariado tiene los mismos intereses en cualquier parte del mundo: la destrucción de las condiciones de su explotación y la construcción del socialismo como condición histórica para el comunismo.
De ello se deduce que la primera medida en el análisis de cualquier guerra es la determinación de su carácter, que desde el punto de vista del opresor es burguesa. En este sentido, es completamente FALSO que la guerra sea contra Hamás, como dice el Estado israelí y repiten como papagayos los mandatarios occidentales, acusando de terrorista la resistencia a la ocupación que ejerce política y militarmente, o tildando de antisemita cualquier denuncia al estado sionista. La segunda es determinar quiénes son los amigos del oprimido, que en el caso de Palestina debe ser la alianza estratégica entre el proletariado palestino y el israelí: para lograr poner fin a la ocupación primeramente hay que sacudirse la influencia del fundamentalismo islámico y la destrucción del Estado de Israel para llevar a a cabo la revolución proletaria bajo un mismo Estado de carácter proletario. Para empezar, la tarea del proletariado israelí es desobedecer a su propio Estado no apoyando la masacre palestina; y en el caso palestino, su proletariado debe romper con las amarras que lo atan a la cosmovisión religiosa del mundo, que lo arrincona a ser sujeto pasivo en favor de una élite redentora.
A tenor de los hechos esa realidad no es posible ahora, pero no por ello hay que callar y dejar pasar los acontecimientos lamentándonos amargamente. Esa no debe ser la actitud de los comunistas porque si somos comunistas es para cambiar el mundo, En estos momentos debemos ser conscientes de que lo que podemos hacer es, además de expresar nuestra opinión denunciando al opresor, transformar nuestra debilidad en fortaleza: la área fundamental de los comunistas es destruir el imperialismo capitalista que hoy pasa por la reconstitución ideológica y política del comunismo.
¡Viva la lucha del pueblo palestino contra la ocupación sionista!
¡Por la alianza proletaria palestino-israelí!
La patria del proletariado es su clase,
Su tarea es la Revolución Proletaria Mundial,
Su meta es la Sociedad Comunista
Pedro Sánchez, el estadista
El presidente del gobierno español se está postulando para un puesto de mayor lustre y tronío más allá de las fronteras nacionales. Para ello le está imprimiendo a su misión una mayor presencia en el contexto internacional. Sus aspiraciones de altos vuelos, propio de un “gran estadista”, queda demostrado por la impronta que le da a su figura, con un manejo de la situación para aparecer siempre por encima del bien y del mal como si de un espíritu celeste enviado de los dioses se tratara.
Pedro Sánchez, grande de España, se está trabajando su entrada triunfal en los escenarios internacionales, en donde es fundamental cierto verbo florido asociado a un semblante angelical que envuelva, cual papel de celofán, la dura realidad mundial, agregando al conjunto grandes dosis de hipocresía y cinismo, esa hipocresía burguesa que llaman diplomacia y que caracteriza la política imperialista.
Dos ejemplos entre cientos que se pueden dar:
* Pedro Sánchez es un atlantista redomado que no se cansa en vanagloriar las bondades de la OTAN Repitiendo machaconamente de que es una organización defensiva para garantizar la paz y la seguridad y los valores occidentales en un “mundo basado en reglas”.
El estadista no se oculta para defender con ahínco la necesidad del aumento solidario del gasto militar vía presupuestos generales con el fin de salvaguardar los intereses del bloque imperialista occidental frente a cualquiera que lo cuestione.
* Es un utilitarista irredento, sin ningún escrúpulo para cambiar de opinión y posición cuando la ocasión lo requiera, adecuándola en cada momento al sempiterno interés nacional, que no es otro que el de su clase, la burguesía.
Mientras que para Oriente Medio defiende la coexistencia de pacífica de dos Estados, palestino e israelí, como única solución al conflicto; en el Magreb, se enemista con Argelia, histórico suministrador de gas al tiempo que entrega la soberanía del pueblo saharaui al modélico sátrapa marroquí.
El estadista que se precie tiene la particularidad de adecuar su discurso en función del auditorio, introduciendo matices pero siempre defendiendo y gobernando para los de su clase.
Su aparente progresismo social no es más que una pose para encandilar a los incautos y ocultar la verdadera cara del imperialismo. En definitiva, lo que estamos viviendo en estos tiempos aciagos es el peaje que paga el proletariado desorganizado para mayor disfrute de la burguesía y sus lacayos, la aristocracia obrera.
 | Una crítica de la teoría de la crisis |
Palestina
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2. - Una crítica a la teoría de la crisis. Desde una perspectiva marxista. Palestina. Para evitar cualquier malentendido de lo que voy a decir aquí, soy un judío estadounidense que desprecia todas las formas de antisemitismo. Como la mayoría de los judíos cuyos padres, abuelos y bisabuelos vinieron de Europa, perdí parientes en el Holocausto. Nunca los conocí porque murieron en las cámaras de gas antes de que yo naciera. También puedo decir que desde la infancia, nunca he creído en la verdad de la religión judía ni de ninguna otra religión.
De niño, me fascinó la teoría de la evolución de Charles Darwin, una fascinación que nunca ha cesado. Desde la infancia, he sido un materialista dialéctico inconsciente y luego un materialista dialéctico consciente desde la edad adulta temprana en adelante. Nunca he entendido esas tendencias del marxismo occidental que rechazan la dialéctica de la naturaleza y el "diamat" (materialismo dialéctico), ya que cuanto más estudio las ciencias naturales, como la biología, la física, la química y la meteorología, más dialectos materialistas encuentro en todas partes. Quiero dejar muy claro al Sr. Biden y al Sr. Netanyahu que si insisten en llevar a cabo un genocidio en Gaza o en cualquier otro lugar de Palestina, ¡no lo harán en mi nombre! ¡Palestina será libre, desde el río hasta el mar!
Palestina, Israel, el imperialismo, el apartheid, el genocidio y el Estado-nación
El ataque de Hamás del 7 de octubre, o si se prefiere, la fuga de la organización de resistencia Hamás contra sus carceleros, estaba plenamente justificado. Israel es una colonia de colonos creada por el imperialismo europeo y estadounidense en el corazón del mundo árabe. La gran mayoría de los israelíes, durante 75 años y más, han actuado como animales salvajes -esto es quizás un insulto a los miembros de diferentes especies- en su conducta hacia los nativos árabes de Palestina que, antes de la llegada de los colonos sionistas a su país, nunca les hicieron ningún daño.
Hay algunas honrosas excepciones a esto, pero todas son muy pocas. Nunca he visitado Israel, ni deseo hacerlo, pero basta con entrar en Internet y visitar sitios web pro-sionistas y pro-israelíes para ver la verdad de lo que escribo. La actitud de la gran mayoría de los israelíes tendrá que cambiar al 100% si quieren tener algún futuro en Palestina. Los marxistas dignos de ese nombre deben ponerse del lado de los oprimidos contra sus opresores, sin importar la dirección de la lucha o la ideología.
Con el pretexto de los acontecimientos del 7 de octubre, el gobierno israelí exigió que el pueblo de Gaza abandonara la parte norte de la Franja de Gaza y se trasladara al sur en un plazo de 24 horas. El gobierno israelí cortó entonces la electricidad, los alimentos y el agua. La parte norte de la franja, que incluye la ciudad de Gaza, fue sometida a una campaña de bombardeos masivos destinada a despoblarla y destruirla físicamente. Entonces Israel bombardeó a la gente que se dirigía hacia el sur. El objetivo obvio de Israel es empujar a más de 2 millones de palestinos árabes al Sinaí egipcio mientras mata a muchos en el proceso.
Si esta campaña tiene éxito en términos de muertes, superará con creces la escala de la Nakba de 1948, que involucró a unas 750.000 personas expulsadas, mientras que esta Nakba involucra a más de 2 millones. Su objetivo es cambiar la población de la Palestina histórica de la actual mayoría árabe a una mayoría israelí. El próximo paso será expulsar a los palestinos de Cisjordania hacia Jordania.
Para empeorar las cosas, aproximadamente la mitad de la población de Gaza son niños menores de 18 años. La mayoría de la población es descendiente de refugiados de la Nabka de 1948, y muchos siguen viviendo en campos de refugiados 75 años después. Los líderes de los países imperialistas occidentales, especialmente el corporativo Joe Biden (que se ha ganado un nuevo apodo, Genocide Joe Biden), han expresado su solidaridad con los criminales israelíes.
Aquellos que entienden el imperialismo y los crímenes que comete, aunque indignados, no deberían sorprenderse. La indignación moral ciertamente tiene su lugar; Si no lo sientes, algo anda mal contigo. Sin embargo, la indignación moral es mejor cuando está fermentada con conocimiento científico. Aquí es donde entra en juego el socialismo científico, el marxismo.
Este blog no se detiene solo con la indignación moral. Sobre todo, examina las causas de los acontecimientos, especialmente las económicas. Si miramos hacia atrás a principios del siglo XX, vemos a los judíos cada vez más perseguidos y empobrecidos de Europa del Este que, dentro de unas pocas décadas, se enfrentarán a una campaña de exterminio total bien planificada y organizada industrialmente a manos del gobierno alemán nazi.
En aquellos días, los judíos oprimidos de Europa del Este no podían imaginar hacer la guerra contra el pueblo palestino, del que no sabían nada. Tampoco los judíos que viven en el norte de África, Irak o en cualquier otro lugar podrían haber imaginado librar una guerra contra el pueblo palestino. Algo intervino para hacer posibles los horrores que hoy se están desarrollando. Pero, ¿qué era? ¿Y quiénes son los verdaderos criminales?
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El actual presidente de los Estados Unidos, el genocida Joe Biden, no es un gran pensador. Pero en 1986, cuando era senador demócrata por el estado de Delaware, señaló la verdadera respuesta. Dijo: "Si no hubiera un Israel, tendríamos que inventar uno". (Video de Biden)
Desde entonces, Biden lo ha repetido. Lo que Genocide Joe no dice, pero podría agregar, es que, efectivamente, "inventamos uno". Pero, ¿quién era el "nosotros", y por qué y cómo este "nosotros" inventó el Estado de Israel?
Para responder a eso, tenemos que mirar brevemente hacia atrás en la historia hasta el origen de los judíos. Karl Kautsky, mientras era marxista (es decir, antes de agosto de 1914), fue pionero en la comprensión marxista conocida como la "cuestión judía". (1)
Dejando a un lado las leyendas bíblicas, los judíos entraron por primera vez en la historia en la antigua Palestina hace unos tres mil años. Por razones geográficas, los judíos se convirtieron en una nación comercial muy parecida a los fenicios, que se originaron en el vecino Líbano y con quienes los antiguos judíos estaban estrechamente relacionados. Por nación comercial, no quiero decir que todos los judíos, o fenicios para el caso, fueran comerciantes, pero más personas pertenecientes a estas nacionalidades estaban involucradas en el comercio que los miembros de la mayoría de las otras naciones del mundo antiguo. (2)
A lo largo de muchos siglos, los judíos pasaron de ser una nación comercial a castas comerciales cada vez más lejanas que vivían en ciudades-estado y en los imperios de Oriente Medio, el norte de África, Europa y más allá. Los miembros de estas castas comerciales practicaban formas cada vez más divergentes de judaísmo. Cuando dejaban de practicar alguna forma de judaísmo, ya no se les consideraba judíos.
La religión judía precedió en el tiempo y formó la base del cristianismo y más tarde del islam. Como religión, el Islam sigue estando más cerca del judaísmo que el cristianismo. En las sociedades precapitalistas, los comerciantes que formaban el núcleo de las comunidades judías premodernas eran considerados extranjeros, incluso si habían vivido en un país durante generaciones. Estas circunstancias se vieron reforzadas por el hecho de que los judíos practicaban una religión que, aunque estrechamente relacionada con el cristianismo y el islam, seguía siendo distinta de ellos.
El comercio al que se dedicaron los judíos durante miles de años se basó en relaciones económicas precapitalistas, no en el capitalismo. Antes de que el capitalismo pudiera surgir en el Occidente cristiano, era necesario desarrollar una clase mercantil específicamente cristiana. Los mercaderes cristianos, a diferencia de los judíos, eran vistos como miembros de pleno derecho de las naciones emergentes de Europa.
Los nuevos mercaderes cristianos llegaron a ser conocidos como la "burguesía" —residentes de la ciudad— y comenzaron a reemplazar las relaciones económicas feudales por relaciones capitalistas. (3) Mientras esto sucedía, los judíos eran masacrados, expulsados o convertidos a la fuerza al cristianismo. Huyendo de una Europa cada vez más burguesa, los judíos encontraron refugio en el mundo musulmán, principalmente en el norte de África, o en la todavía feudal Europa del Este.
A principios del siglo XX, el capitalismo se estaba afianzando en el imperio ruso y las relaciones feudales dieron paso rápidamente al capitalismo. Este proceso condujo a la desintegración de la antigua casta comercial judía, una formación social completamente feudal que representaba las relaciones dinero-mercancía dentro de una sociedad feudal precapitalista que producía la mayor parte de su riqueza directamente como valores de uso en lugar de mercancías.
A medida que el capitalismo finalmente se afianzó, muchos judíos se convirtieron en trabajadores asalariados, principalmente en la industria ligera, mientras que otros se convirtieron en capitalistas industriales, a menudo explotando a sus compatriotas judíos como trabajadores asalariados. También surgió una intelectualidad judía secular moderna, la mayoría de los cuales se inclinaban hacia la izquierda, apoyando ideas democráticas y, a menudo, socialistas. También había algunos intelectuales judíos reaccionarios. Sin embargo, eran menos en proporción a la población judía que el número de intelectuales cristianos reaccionarios en proporción a la población cristiana en general. El intelectual de izquierda más famoso de origen judío fue Karl Marx.
El Estado-nación y el sionismo
Los orígenes del sionismo se remontan a principios del siglo XIX. En ese momento, Gran Bretaña había colonizado la India, y los líderes británicos comenzaron a preguntarse cómo podrían colonizar Palestina con europeos para salvaguardar su acceso a su colonia más importante: la India. Palestina era entonces una provincia del decadente Imperio Otomano.
No es casualidad que en este momento, ciertos británicos (y estadounidenses) Los cristianos descubrieron que sería una gran idea que los judíos "regresaran" a Palestina y reconstruyeran el antiguo Templo judío, donde los judíos habían sacrificado animales al único Dios vivo. De hecho, cuando el cristianismo surgió como secta judía en el siglo I d.C. en Palestina, la mayoría de los judíos ya vivían fuera de Palestina. Los sionistas cristianos, que se presentaron ante los sionistas judíos, trataron de persuadir a los judíos europeos para que abandonaran Europa y colonizaran Palestina como agentes del colonialismo británico.
Irónicamente, durante la mayor parte de los 2.000 años anteriores, los cristianos se habían regodeado con la destrucción romana del Templo de Jerusalén en el año 70 d.C. Los cristianos argumentaban que el hecho de que Dios hubiera "permitido" que Su único Templo fuera destruido demostraba que la religión cristiana era la única religión verdadera. Dios nunca habría permitido que su Templo fuera destruido a menos que se hubiera vuelto contra los judíos por asesinar a Su Hijo unigénito, Jesucristo. Pero a medida que Gran Bretaña desarrollaba un interés en colonizar Palestina, algunos cristianos británicos descubrieron que era necesario que los judíos "regresaran" a Palestina y reconstruyeran el Templo para hacer posible la segunda venida de Jesucristo.
Una idea marginal en la primera mitad del siglo XIX, el sionismo incipiente ganó más fuerza con la apertura del Canal de Suez en 1869. Gran Bretaña quería una colonia de colonos europeos en Palestina para salvaguardar el canal. Pero, ¿cómo se puede convencer a una parte de la población excedente europea de que se establezca en Palestina cuando podría establecerse en Estados Unidos, Canadá, Australia y gran parte de África?
A partir de la década de 1880, esta tarea se hizo más fácil con los primeros pogromos contra los judíos en el Imperio ruso combinados con el surgimiento del antisemitismo moderno en Alemania. El antisemitismo moderno combina la típica supremacía blanca racista al estilo del siglo XIX con el antijudaísmo cristiano tradicional que considera a los judíos como el antiguo pueblo elegido de Dios transformado en un pueblo maldito cuando crucificaron a Jesucristo.
En este contexto de creciente antisemitismo europeo, algunos intelectuales judíos creían que la solución era que los judíos europeos abandonaran Europa y colonizaran otro lugar, tal vez Palestina o algún otro país de lo que hoy llamamos el Sur Global. Además de los sionistas cristianos, ahora había sionistas judíos. Los sionistas judíos pioneros pensaron que los antisemitas europeos obtendrían la Europa libre de judíos que querían, al tiempo que adquirirían otra colonia para servir a los intereses del colonialismo europeo. Los sionistas recorrieron entonces el mundo tratando de conseguir que otras potencias europeas apoyaran su proyecto colonialista.
El Estado-nación capitalista
Europa Occidental es la tierra clásica del Estado-nación. El capitalismo comenzó en el siglo XIV en Italia y se basó primero en ciudades-estado como Venecia. A medida que crecían las fuerzas productivas creadas por el capitalismo, la ciudad-estado resultó inadecuada. Los capitalistas necesitaban un área más grande sin barreras comerciales internas.
Las monarquías feudales poco organizadas de Europa occidental, a través de una serie de reformas y revoluciones en Inglaterra, Francia y, más tarde, Italia y Alemania, se transformaron en estados-nación modernos centralizados y unificados. Estos estados tenían monedas, idiomas, sistemas de pesos y medidas comunes y libre comercio interno.
Antes de que pueda surgir un Estado-nación, una nacionalidad debe desarrollarse primero con un idioma, una religión y tradiciones comunes en un territorio lo suficientemente grande como para formar un Estado-nación. En Europa, esto sucedió con la nacionalidad inglesa, la nacionalidad francesa, la nacionalidad italiana y la nacionalidad alemana.
No sucedió con los judíos. A principios del siglo XX, existían grandes poblaciones judías en Europa del Este, el norte de África e Irak, y otras más pequeñas en otros lugares. Estas comunidades compartían una religión común, el judaísmo, las tradiciones comunes de ser judíos y las leyendas de los orígenes del pueblo judío tal como se presentan en la Biblia hebrea. Pero no compartían un idioma común. Los judíos de Europa del Este hablaban yiddish, un idioma basado en el alemán, mientras que los judíos del norte de África e Irak hablaban árabe, y otras comunidades judías hablaban otros idiomas. Con el tiempo, las diferentes comunidades judías adoptaron el idioma de las nacionalidades con las que vivían. Además, los judíos en ninguna parte del mundo tienen un territorio común lo suficientemente grande como para formar siquiera un pequeño estado-nación. Un judío iraquí no compartía una nacionalidad común con un judío polaco, un judío ruso o un judío alemán.
Se podría objetar que incluso si los judíos de todo el mundo no fueran una nación, al menos los judíos de habla yiddish de Europa del Este conocidos como los asquenazíes sí lo eran. Pero en ninguna parte de Europa los judíos formaron una mayoría dentro de un área geográfica lo suficientemente grande como para funcionar como un estado-nación. Esta es la razón por la que no se desarrolló ningún movimiento de liberación nacional entre los judíos oprimidos de Europa del Este que exigían la autodeterminación nacional. Esto no tiene nada que ver con la incapacidad biológica de los judíos para formar una nación, como afirman los antisemitas racistas. Tiene todo que ver con la naturaleza social, económica y el desarrollo histórico de los judíos a lo largo de su larga historia. (4)
Esto no significa que la cuestión nacional no tenga significado para los judíos. La solución progresista a la cuestión judía fue y sigue siendo que mientras el Estado-nación sobreviva, los judíos sean tratados como miembros de pleno derecho de las naciones en las que viven sin tener que convertirse al cristianismo. Debido a los ataques contra los judíos dentro de los evangelios cristianos y la larga historia de persecución cristiana, los judíos tienen buenas razones para que no les guste la religión cristiana. En la Europa del siglo XIX, los demócratas y más tarde los marxistas, empezando por el propio Karl Marx, exigieron que a los judíos se les concedieran plenos derechos como miembros de la nación en la que residían, por ejemplo, Alemania, sin tener que convertirse en cristianos. Los reaccionarios de todo tipo se opusieron a esto.
Los reaccionarios que se oponían al derecho de los judíos a convertirse en miembros plenos de las naciones europeas en las que vivían afirmaban que los judíos, como "no cristianos", no podían convertirse en ciudadanos de las naciones cristianas o que los judíos pertenecían a la nación bíblica imaginaria de Israel. En realidad, la nación tribal de Israel, como se describe en la Biblia, no ha existido durante miles de años.
Con el auge del antisemitismo racial moderno, se afirmaba que los judíos eran biológicamente incapaces de funcionar como miembros leales del Estado-nación. Hoy, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, utiliza este mismo argumento contra los palestinos. Afirma que, a diferencia de los judíos, los palestinos han demostrado ser incapaces de formar un Estado-nación. Hitler y sus nazis simplemente llevaron a su extremo lógico la oposición reaccionaria a que los judíos se convirtieran en miembros de pleno derecho de las naciones europeas en las que vivían. No podemos permitir que el Sr. Netanyahu y los suyos hagan lo mismo con los palestinos.
Los Estados-nación pueden crearse a través de la colonización, el ejemplo más importante es el de los Estados Unidos de América. Los colonos ingleses, a los que más tarde se unieron otros europeos, llegaron a lo que se convirtió en los Estados Unidos y comenzaron una guerra contra los pueblos nativos a los que llamaban "indios". Los pueblos indígenas fueron exterminados —genocidio— o conducidos a reservas, una especie de apartheid, aunque el término en sí aún no se había acuñado. (5)
Su resistencia fue aplastada, y los ingleses y otros colonos europeos crearon su propio estado-nación, convirtiéndose en "americanos". Un proceso similar ocurrió en Canadá y Australia. En otros casos, como en la India, la población nativa era tan grande que los colonos europeos no pudieron crear una nueva nación mediante la colonización. En cambio, explotaron a los nativos como mano de obra barata y robaron sus recursos naturales, enriqueciéndose así en nombre de su patria europea.
Hay otros casos de colonos europeos que intentaron crear nuevas naciones blancas, pero no lograron aplastar a los pueblos nativos: el ejemplo clásico es Sudáfrica. Allí, cuando los intentos de la población europea de aplastar a los pueblos nativos se toparon con la resistencia, se desarrolló el sistema racista llamado apartheid. El sistema del apartheid fue una señal de que el intento de establecer una población de colonos europeos blancos en Sudáfrica a lo largo de las líneas estadounidenses, canadienses y australianas estaba fracasando. Con el fin del apartheid sudafricano en la década de 1990, finalmente se reconoció el fracaso en el establecimiento de una nación europea blanca en suelo sudafricano. Para que este proyecto hubiera tenido éxito, habría tenido que llevarse a cabo un genocidio de los nativos africanos a una escala que afortunadamente no era posible en las condiciones de finales del siglo XX.
Los sionistas tenían como objetivo establecer una nueva nación europea blanca a lo largo de las líneas de Estados Unidos, Canadá y Australia, pero basada en la población judía de Europa, en su mayoría de Europa del Este, en lugar de una población cristiana blanca. Palestina se convirtió en su objetivo por una variedad de razones. Desde un punto de vista ideológico-religioso, la nueva entidad colonial fue vista como un renacimiento de los antiguos reinos judíos bíblicos. Para los fundamentalistas cristianos, importante para los sionistas cristianos, se presentó como la condición previa necesaria para la segunda venida de Jesucristo.
A medida que el Imperio Otomano se acercaba a su fin final durante la Primera Guerra Mundial, colonizar Palestina con judíos europeos en deuda con Londres y en conflicto con la población árabe nativa fue una forma de salvaguardar el Canal de Suez y el acceso británico a la India, su colonia más grande. Esto es lo que está detrás de la tristemente célebre Declaración Balfour de 1917 que afirmaba que el gobierno británico veía con buenos ojos el establecimiento en Palestina de un Hogar Nacional Judío mientras, con la lengua bífida, prometía que se protegerían los derechos de los "no judíos" -no se mencionaba a los árabes-. Pero para entonces, el Imperio inglés estaba en declive y estaba surgiendo una potencia imperialista más poderosa que había comenzado como una colonia blanca de Gran Bretaña, los Estados Unidos de América.
Socialismo y sionismo antes del Holocausto
El sionismo encontró una base de apoyo entre los judíos oprimidos de Europa del Este con su falsa promesa de restaurar las glorias imaginarias del Israel bíblico. Pero aquí, la clase estaba involucrada. Al igual que otros capitalistas, los empresarios judíos se opusieron a los sindicatos y al movimiento socialista más amplio, más tarde comunista. Intentaron convencer a los trabajadores judíos de que no se identificaran con los trabajadores rusos, polacos, ucranianos y bielorrusos como compañeros de trabajo unidos en la lucha contra el capital, sino que miraran a sus patrones y explotadores como compañeros judíos. Los partidos socialistas, y más tarde los comunistas, se encontraron en conflicto con el sionismo desde el principio.
Los principales líderes sionistas judíos, como Theodore Herzl, radicado en Viena, eran reaccionarios que odiaban el socialismo. Pero para ganarse a los trabajadores judíos de Europa del Este que se sentían atraídos por el socialismo, los llamados sionistas obreros se presentaron como socialistas. Prometieron a los trabajadores judíos que podrían construir una sociedad socialista una vez que se mudaran a Palestina y revivieran las glorias del antiguo Israel. Mientras tanto, los sionistas socialistas argumentaron que debían trabajar junto con sus patrones judíos contra los trabajadores de otras nacionalidades. Los jefes judíos que apoyaban el sionismo nunca creyeron que los judíos serían expulsados de Europa, y mucho menos exterminados físicamente. Sin embargo, encontraron que el sionismo era útil como un dispositivo para enfrentar a los trabajadores judíos contra otros trabajadores.
El sionismo y el Holocausto
El movimiento sionista, lejos de luchar contra el antisemitismo, creía que los judíos no debían vivir en las naciones cristianas de Europa o Estados Unidos, sino que debían crear una nación judía separada en Palestina. La población árabe palestina nativa sería tratada de manera muy similar a las poblaciones nativas de lo que se convirtió en Estados Unidos, Canadá y Australia, ya sea expulsada o asesinada, a través de una combinación de limpieza étnica, genocidio y apartheid.
Los gobiernos antisemitas de Europa veían con aprobación al movimiento sionista. Al principio, lo mismo ocurrió con el gobierno europeo más antisemita de todos, el gobierno alemán encabezado por Adolf Hitler. A los pocos meses de llegar al poder, el gobierno de Hitler prohibió todos los partidos de oposición, empezando por el Partido Comunista, pero pronto extendió la prohibición también a todos los partidos burgueses de oposición.
Sin embargo, las organizaciones sionistas siguieron siendo legales en el Tercer Reich. El papel de estas organizaciones era ayudar a que los judíos alemanes emigraran a Palestina. El gobierno alemán incluso envió a un oficial de las SS llamado Adolf Eichmann a Palestina para ayudar a organizar esta emigración como parte de la campaña para lograr una Alemania libre de judíos. Cuando los nazis se apoderaron de Austria en 1938, las turbas nazis gritaron a los judíos: "¡Regresen a Palestina!", un eslogan totalmente de acuerdo no solo con el nazismo sino también con el sionismo.
In 1939, Germany invaded Poland and found it had more Jews than ever within its rapidly expanding European Empire. According to Nazi theory, all Jews had to be eliminated from its territory one way or another, just as today, Israel tries to eliminate all Arabs one way or another within Israeli-ruled Palestine.
¿A dónde irían los judíos? Desde el punto de vista alemán, Palestina estaba ahora fuera de discusión, ya que entonces estaba gobernada por Gran Bretaña, que estaba en guerra con Alemania. Durante un tiempo, se consideró la idea de enviar a todos los judíos europeos a la isla de Madagascar, frente a la costa este de África. Madagascar era entonces una colonia de Francia, que bajo el gobierno de Vichy se había rendido a la Alemania nazi y estaba en términos amistosos con ella. Pero Gran Bretaña dominaba los mares, por lo que la idea de enviar a todos los judíos europeos a Madagascar en condiciones de guerra tuvo que ser abandonada.
Pero Hitler estaba decidido a eliminar a todos los judíos de Europa de una forma u otra. Eso dejaba la solución que Hitler y muchos de sus seguidores habían deseado todo el tiempo, pero que consideraban poco práctica: el asesinato organizado por el Estado de todos los judíos de Europa, hombres, mujeres y niños. En este punto, Hitler abandonó su apoyo al sionismo y pasó a su "solución final del problema judío".
Hitler ahora se presentaba como un campeón de la causa árabe y un oponente del sionismo, así como Japón defendía la independencia de la India incluso mientras luchaba por esclavizar a China, ¡mientras que Estados Unidos defendía a China y Vietnam contra Japón! Dentro de Europa, fueron los comunistas —no los sionistas— de todas las nacionalidades europeas los que lucharon contra el Holocausto y destruyeron la Alemania nazi antes de que se pudiera completar el asesinato de todos los judíos europeos.
Los nacionalistas burgueses árabes miraron tontamente a Hitler en su lucha contra el imperialismo británico y sus herramientas sionistas, que ya estaban planeando eliminar a los árabes de Palestina. Sin embargo, Hitler no dio a sus "aliados" árabes ninguna ayuda militar en la lucha contra los colonos británicos y los sionistas. El Führer, como racista blanco a ultranza, también era un gran admirador del Imperio Británico y esperaba que la Gran Bretaña aria se convirtiera en un aliado en la lucha contra lo que Hitler veía como el verdadero enemigo, los judeo-bolcheviques, con lo que se refería a la Unión Soviética y al movimiento comunista internacional.
El imperialismo yanqui completa la creación de Israel
Después de la Segunda Guerra Mundial, con el poder británico desvaneciéndose, los sionistas encontraron un nuevo patrón, los Estados Unidos de América. Estados Unidos tenía pocos deseos de acoger a los judíos europeos desplazados. En primer lugar, los judíos europeos se inclinaron políticamente hacia la izquierda y estaban agradecidos a la Unión Soviética por destruir la Alemania nazi. Lo último que la clase capitalista dominante quería hacer era fortalecer el sentimiento izquierdista y prosoviético justo cuando se preparaba para lanzar una guerra de clases global, llamada Guerra Fría, contra la Unión Soviética. Pero también había otras razones.
Como hemos visto a través de nuestro examen de la crítica de Anwar Shaikh a la teoría de la ventaja comparativa, los intereses de los Estados-nación capitalistas son profundamente antagónicos. En palabras de Marx, así como un capitalista mata a otro, un Estado-nación mata a otro. Incluso antes de la era imperialista, los Estados-nación establecidos se oponían al surgimiento de nuevos Estados-nación capitalistas. Si bien el Estado-nación es un factor cada vez más reaccionario en los países emergentes del Norte Global, sigue siendo un factor progresista entre los países oprimidos del Sur Global. Esto es más cierto en ningún lugar que en el mundo árabe.
El mundo árabe es una gran área geográfica en la que se hablan variedades del árabe moderno con una religión común, el islam, aunque hay algunas religiones minoritarias. Toda persona educada puede leer árabe escrito, incluso si la dialéctica hablada difiere. La continuidad geográfica de la región en una gran área, combinada con sus ricos recursos naturales, hace de la nación árabe un Estado-nación potencialmente muy grande y poderoso.
Es difícil ver cómo el imperialismo estadounidense sobreviviría al surgimiento de una República Árabe Unida que uniera al pueblo árabe, incluso si esa república fuera capitalista. Es un componente clave de la política exterior de Estados Unidos evitar el surgimiento de una República Árabe Unida o, en su defecto, de cualquier Estado-nación árabe fuerte. La política exterior de Estados Unidos busca romper los estados árabes que ya existen. Es por eso que Estados Unidos invadió Irak y atacó y derrocó al gobierno de Libia, un país árabe del norte de África.
Por otro lado, el Israel sionista nunca podrá convertirse en un competidor serio de Estados Unidos, en parte debido a su pequeña población y porque depende totalmente del apoyo de Estados Unidos contra su entorno hostil. Israel es hoy poco más que una colonia blanca de los Estados Unidos. Al igual que otras colonias blancas tradicionales, tiene voluntad propia, pero poca capacidad para realizarla sin la aprobación de sus amos estadounidenses.
Es por eso que, como estadounidenses, tenemos el deber especial de exigir que Biden corte toda ayuda a Israel. Sin el apoyo de Estados Unidos, Israel no puede llevar a cabo su genocidio de los palestinos y pronto dejará de existir como colonia blanca. Los líderes estadounidenses se oponen a la creación de una República Árabe Unida o de cualquier Estado árabe fuerte e independiente, pero insisten en que Israel, como supuesto Estado judío, debe existir, aunque sólo puede hacerlo basándose en la desposesión del pueblo palestino.
Desde la Segunda Guerra Mundial, todos los demócratas y republicanos sucesivos —tanto Donald Trump como Joseph Biden— han considerado que el impulso sionista de crear una nación judía donde no existía ninguna y que sólo puede crearse mediante la destrucción genocida del pueblo palestino es un proyecto perfectamente razonable. Una vez que Israel fue creado por las acciones conjuntas del imperialismo europeo y luego estadounidense, la existencia ulterior de las otrora prósperas comunidades judías en el norte de África, Irak y otros países musulmanes se hizo imposible. Estos judíos fueron expulsados de estos países y llevados a la Palestina ocupada por los sionistas, ahora apodada "Israel". Y así en los huesos de incontables millones, en palabras de Biden, se creó Israel.
Mantener vivo el antisemitismo después del Holocausto
La creación de Israel transformó a muchos trabajadores judíos prosocialistas, quienes, si se hubieran mudado a Estados Unidos, habrían fortalecido la oposición al imperialismo estadounidense, en israelíes reaccionarios que luchaban por el imperialismo estadounidense en Asia Occidental, África del Norte (el Medio Oriente de Gran Bretaña) y en otros lugares. Por ejemplo, los departamentos de policía de EE.UU. aprenden de policías israelíes con experiencia en reprimir a poblaciones árabes resistentes.
Esto nos lleva a otra razón: el imperialismo necesita mantener vivo el antisemitismo después del Holocausto. Israel afirma ser el Estado de todo el pueblo judío, ya sea que viva en Israel o no, lo que permite al imperialismo estadounidense dirigir el odio que Israel inevitablemente crea entre los palestinos, otros árabes y los pueblos de todo el mundo hacia los judíos en su conjunto. Esto aleja ese odio del imperialismo estadounidense, manteniendo vivo el antisemitismo después del Holocausto. Por lo tanto, es imposible luchar contra el antisemitismo sin luchar al mismo tiempo contra el sionismo.
Israel afirma representar a todo el pueblo judío. Si Genocide Joe permite llevar a cabo un genocidio a gran escala contra el pueblo palestino, todo el pueblo judío será culpado por ello. Esto hace posible un resurgimiento a gran escala del antisemitismo al estilo nazi que argumenta que Hitler tenía razón sobre la necesidad de exterminar a todos los judíos. Ya sea que se den cuenta o no, cada persona judía tiene un interés vital en la lucha para detener el actual Holocausto palestino que se está llevando a cabo en nombre de todo el pueblo judío. Es una cuestión de vida o muerte hoy para los palestinos, pero mañana para los judíos.
Afortunadamente, muchos judíos, especialmente los jóvenes, están despertando a esta realidad. El clima político dentro del llamado Estado de Israel se ha vuelto tan antitético a los valores democráticos y liberales básicos que han protegido a los judíos de hoy que muchos jóvenes judíos se están uniendo a sus primos palestinos en oposición al continuo apoyo del gobierno de Estados Unidos al régimen sionista genocida. Cada vez más, se unen al clamor: "¡Palestina será libre desde el río hasta el mar!" En estos tiempos sombríos, esto proporciona una razón para la esperanza.
Problemas para el corporativo Joe Biden
Antes de que estallara la crisis actual, los progresistas y los votantes árabes estadounidenses estaban de acuerdo con la idea de que era necesario reelegir a Corporate Joe como la única alternativa al racista, antiárabe, islamófobo, antisemita y prosionista Donald Trump. Pero ahora a los estadounidenses de origen árabe les resulta imposible dar apoyo a Genocide Joe. ¿Cómo pueden votar por un hombre que apoya el genocidio contra su pueblo? En Estados Unidos, el voto árabe, aunque modesto, podría ser decisivo en estados clave como Michigan. Si bien es necesario luchar contra Trump y su movimiento MAGA profundamente antidemocrático y racista, esto no se puede hacer apoyando a Biden y su imperialista y genocida Partido Demócrata.
La necesidad de formar un partido político de la clase obrera se plantea no sólo por la actual oleada de huelgas, sino aún más por los acontecimientos en Palestina. Durante su primer mandato en el cargo, Trump no pudo realizar sus objetivos reaccionarios a través de la oposición del Partido Demócrata, sino por un movimiento en las calles. En lugar de tratar de reelegir a Joe, el genocida corporativo, debemos luchar contra su apoyo al genocidio en Palestina y sus guerras imperialistas en otros lugares, así como reanudar la lucha contra Trump en las calles si regresa a la Casa Blanca en 2025. Impedimos que Trump llevara a cabo la mayor parte de su programa reaccionario durante su último mandato; ¡Podemos hacerlo de nuevo!
En el frente económico se están produciendo acontecimientos importantes. El desplome de los precios de los bonos del gobierno del que hablé el mes pasado continuó. Sin embargo, el mercado de bonos se recuperó cuando las estadísticas del gobierno de Estados Unidos indicaron que el crecimiento del empleo se desaceleró en septiembre. Parte de esta disminución del empleo está ligada a las huelgas automotrices.
Es probable que la desaceleración se revierta en octubre, suponiendo que los miembros aprueben el contrato negociado por el UAW. Pero, de alguna manera, parece estar ligado a una economía en desaceleración. Queda por ver qué sucede después de las huelgas automovilísticas.
La guerra que actualmente se libra entre Rusia y Ucrania en el Donbass, de etnia rusa, no ha desaparecido. ¿Cuál será el efecto en el sistema económico mundial si la guerra se intensifica en los próximos meses? Examinaremos esto a medida que se desarrollen los acontecimientos: políticos, militares, económicos y políticos.
Mientras tanto, he aquí algo que escribí antes de que los acontecimientos del 7 de octubre pusieran la cuestión palestina en el centro de la escena. Es el telón de fondo para las publicaciones que vendrán.
La falacia de la teoría cuantitativa del dinero
De acuerdo con la teoría cuantitativa del dinero de Ricardo, los precios de mercado fluctúan en torno al costo o precio de producción. Cuando los niveles generales de precios caen por debajo de los precios de producción, la tasa de ganancia en la industria que produce el material monetario (oro) se eleva tanto absoluta como relativamente a la tasa de ganancia promedio. Pronto, la producción de material monetario se recupera una vez más, lo que hace que los precios vuelvan a subir.
Sin embargo, en el análisis ricardiano, los precios de mercado en términos de oro fluctúan en torno a sus precios de producción, pero el nivel total de producción de materias primas en su conjunto no se ve afectado por las fluctuaciones en el nivel general de precios. La cantidad de dinero en relación con la cantidad de mercancías no monetarias, según Ricardo, gobierna el nivel general de precios, incluido el precio del trabajo, pero no afecta a la economía real. Según Ricardo, todo capitalista individual tiene interés en volver a poner en circulación lo antes posible el capital dinerario que pasa por sus manos, ya que es la única forma de maximizar las ganancias. La circulación siempre está llena.
En contraste, Marx, que tenía décadas de estadísticas sobre tasas de interés y precios que Ricardo no tenía, encontró que los precios son insensibles a las fluctuaciones en la cantidad de dinero. Sin embargo, las tasas de interés son muy sensibles a las fluctuaciones en la cantidad de dinero. Esto significa que si el crecimiento de la cantidad de dinero material va a la zaga del crecimiento de la cantidad total de mercancías, los tipos de interés suben mientras que los precios no se ven afectados. Sin embargo, las tasas de interés no pueden subir indefinidamente. Si lo hicieran, se tragarían toda la plusvalía. La ganancia sería entonces sólo el interés. Sería tan rentable comprar letras del tesoro público como llevar a cabo inversiones industriales más arriesgadas, destruyendo el incentivo para producir plusvalía.
Lo que Ricardo no se dio cuenta es que como el dinero representa la riqueza social como tal, si tenemos un capitalista con mucho capital monetario pero sin capital industrial y otro con mucho capital industrial real pero sin capital monetario, el segundo capitalista está a merced del primero. Para poner en movimiento el capital industrial, un capitalista industrial primero tiene que comprar fuerza de trabajo y solo puede hacerlo con dinero. El capital industrial sin capital monetario no puede producir plusvalía.
En segundo lugar, un capitalista industrial debe comprar materias primas con dinero o crédito (que debe ser devuelto en dinero) y materiales auxiliares como la electricidad para poner el capital en movimiento y producir plusvalía. Por lo tanto, el capitalista con dinero ejerce el poder sobre uno con capital industrial real, pero con una cantidad insuficiente de dinero. A diferencia de Ricardo, los capitalistas industriales y comerciales deben cuidar de mantener una parte de su capital en forma de dinero. Sin embargo, durante los períodos de auge económico, la presión de la competencia los empuja a permitir que la parte de su capital en forma de dinero caiga a niveles peligrosamente bajos. La caída de la parte del capital social en la forma de capital dinerario a niveles bajos es la condición previa para una crisis económica general de sobreproducción.
Una vez que estalla una crisis, la competencia por el capital monetario se agudiza y se convierte en una cuestión de vida o muerte para los capitalistas. Para el capitalista, la clave para sobrevivir durante una hambruna monetaria —una crisis— no es la cantidad de capital que posee o controla en general, sino la cantidad de capital monetario que posee o al que tiene acceso. Durante la crisis, se restringieron los métodos normales de convertir el capital real en capital monetario mediante la venta de mercancías o la obtención de dinero mediante préstamos. Los economistas pueden quejarse de la escasez de capital durante una crisis, pero no se trata de una escasez de capital en general, sino sólo de capital monetario. Durante la crisis, hay demasiado capital real en relación con el capital monetario. Por lo tanto, el dinero, a medida que el auge da paso a la crisis, es cualquier cosa menos neutral.
Observando a la Fed y la demanda de dinero
En la prensa financiera, hay un sinfín de especulaciones sobre lo que "la Fed" hará a continuación. Hay "observadores de la Fed" que se especializan en analizar lo que los funcionarios de la Fed "realmente quieren decir" con sus comentarios y lo que la Fed hará a continuación. Si la Fed realmente pudiera crear dinero no mercantil, esto estaría justificado.
Dado que una crisis es una hambruna monetaria, una crisis podría prevenirse simplemente haciendo que la Reserva Federal creara la cantidad necesaria de dinero. Para los economistas, incluidos muchos marxistas académicos, la creencia en el dinero "no mercantil" hace que la Reserva Federal y los bancos centrales parezcan más poderosos de lo que son. En realidad, si el dinero no mercantil fuera posible bajo el capitalismo, entonces ver a la Fed sería bastante aburrido porque la Fed simplemente haría coincidir la tasa de crecimiento de la oferta monetaria con la necesidad de dinero adicional de la economía capitalista en expansión, como defendía Milton Friedman. Tal vez los banqueros centrales cometerían algunos errores, especialmente en el caso de un shock externo considerable como la pandemia de COVID, pero entonces cualquier error podría y sería corregido rápidamente.
La Fed tiene una respuesta para sus observadores. Dicen que no podemos decirles a dónde irán la tasa de fondos federales y las tasas de interés porque nuestras políticas se basan en datos. Si el crecimiento del PIB y del mercado laboral se mantiene, explica la Fed, elevaremos nuestro objetivo de fondos federales para evitar que el sobrecalentamiento de la economía y la tasa de inflación se aceleren. Si la economía se estabiliza con un crecimiento sostenible del PIB, pleno empleo (pero no sobreempleo) que provoque inflación salarial y precios que aumenten a una tasa de alrededor del 2%, mantendremos la tasa de fondos federales donde está. Si el crecimiento del PIB se desacelera demasiado o se vuelve negativo, o si los aumentos de precios caen por debajo del 2% y el desempleo aumenta por encima del nivel ideal de pleno empleo, reduciremos nuestro objetivo para la tasa de fondos federales. La respuesta de la Fed a sus observadores es: "Su suposición es tan buena como la nuestra".
La mayoría de los observadores de la Fed, el público lego, los especuladores del mercado de valores, los economistas profesionales e incluso los marxistas académicos que creen que el dinero moderno no es dinero de mercancías asumen que cuando la Fed dice que sus políticas se basan en datos, están jugando un juego de engaño con el público y los mercados. Creen que la Fed tiene todas las cartas y puede crear cualquier cantidad de dinero que deseen, pero juegan sus cartas cerca de sus pechos por razones desconocidas.
Los miembros del comité de mercado abierto que controla las políticas del Sistema de la Reserva Federal saben que mientras están sentados en el pivote del sistema crediticio, no determinan la tasa de expansión o contracción del sistema crediticio o la cantidad de dinero o la tasa (s) de interés: si definimos la cantidad de dinero, especialmente si por cantidad entendemos el poder adquisitivo total de la oferta monetaria, no su cantidad medida en la unidad arbitraria llamada dólares. Los economistas profesionales tienen problemas para responder cuando se les pide que definan el dinero porque no están seguros. De hecho, muchos modelos matemáticos neoclásicos abstraen por completo la existencia del dinero.
¿Es dinero los billetes de dólar verde (y las monedas ahora casi sin valor) que llevas en el bolsillo? ¿O se trata de depósitos bancarios que se pueden transferir mediante cheques tradicionales o electrónicamente para realizar compras o pagos? Si se trata de depósitos bancarios, ¿cuáles se consideran dinero? ¿Deberían ser solo depósitos los que se puedan utilizar para compras o pagos? ¿O debería incluir depósitos que se pueden canjear (a veces con sanciones financieras) por depósitos utilizados para realizar compras y pagos? Dependiendo de tu definición de dinero, obtienes diferentes cantidades de dinero y diferentes tasas de cambio, a veces incluso diferentes direcciones de cambio, en la cantidad de dinero.
La demanda de dinero y las tasas de interés
Además de la cantidad de dinero, hay una demanda de dinero. El dinero tiene diferentes funciones, y puede haber diferentes demandas de dinero para diferentes funciones. La demanda de dinero para diferentes funciones puede aumentar en diferentes grados e incluso moverse en direcciones opuestas.
En primer lugar, está la demanda de dinero como medio de circulación expresada en la fórmula general de circulación C-M-C. El propietario de un valor de uso, C, desea otro valor de uso, también C. Para obtener la segunda C, el propietario de C debe obtener M, pero sólo para cambiar inmediatamente M por la segunda C. Además de la fórmula de circulación, existe la fórmula del capital: D-D-D'. La fórmula de la capital contiene C-M-C dentro de sí misma.
Un capitalista industrial lleva a cabo la operación M-C. P.. C'-M'. Aquí el dinero sirve como medio de circulación. El capital aparece sólo monetariamente como M, pero inmediatamente vuelve a tomar la forma C. El dinero no se exige para sí mismo, sino que es la forma general de riqueza que puede convertirse en mercancías cuyos diferentes valores de uso constituyen el capital real. Los capitalistas industriales producen plusvalía que toma la forma de mercancías que deben volver a tomar la forma de dinero —M más ganancia M'— que a su vez deben ser intercambiadas por mercancías en una espiral sin fin.
Pero el dinero no solo funciona como un medio de circulación, también funciona como un medio de acumulación. Esto es lo que hace el avaro cuando acumula oro en una caja fuerte. M actúa aquí como la forma abstracta de riqueza que puede convertirse en el futuro en una forma particular de riqueza en la forma de los valores de uso particulares de todas las demás mercancías.
Además de acumular riqueza en formas particulares o mercancías no monetarias, la sociedad capitalista también debe acumular riqueza en la forma general abstracta: la mercancía dinero. Al lado de la acumulación de capital real, una parte del capital total de la sociedad debe tomar la forma de la acumulación de una pila cada vez mayor de material monetario. A diferencia de otros valores de uso de las mercancías, el material monetario tiene un valor de uso que dura para siempre, según la medida de la vida total del capitalismo y más allá. Esta es una de las razones por las que el oro genera tan buen dinero. Tiene un elemento químico que reacciona con pocos otros elementos y, por lo tanto, no se corroe. A diferencia del valor de uso de otras mercancías, conserva su valor de uso a lo largo del tiempo.
Esto hace que el oro sea un medio ideal para acumular riqueza. Entre el papel del dinero como medio de circulación y acumulación, está el papel del dinero como medio de pago. Cuando la demanda de pago de deudas aumenta como resultado de una hambruna de dinero, también lo hace la demanda de dinero como medio para pagar estas deudas, y esto sucede durante cada crisis. Después de actuar como medio de pago, sale de circulación y se utiliza para acumular tesoros, o en un lenguaje comercial más habitual, se reconstruyen los balances.
El dinero adopta tres formas diferentes. La forma más antigua es la del valor de uso de la propia mercancía dinero. Si planeas usar material monetario como medio de acumulación, la forma ideal de dinero es un lingote de oro de cierto peso o una moneda de oro no circulada de cierto peso. Si quieres dinero como medio de circulación, lo ideal es una moneda, un billete de papel o un cheque bancario. Sin embargo, la historia de la acuñación (moneda) es la historia de la devaluación y depreciación de la moneda.
En siglos pasados, la devaluación de las monedas tomó la forma de reducir el metal precioso de las monedas de una denominación determinada. Hoy en día, la depreciación del dólar estadounidense toma la forma del aumento del precio del oro en dólares. Todavía en 1970, el precio del oro en dólares en el mercado abierto era de 35,00 dólares la onza troy. Hoy en día, ronda los 2000 dólares la onza. Los billetes de dólar verde son una pésima forma de acumular riqueza durante largos períodos: basta con comparar lo que un dólar podía comprar en 1970 y lo que puede comprar hoy.
Pero los billetes de un dólar son razonablemente convenientes como medio para comprar los comestibles de la próxima semana. Los billetes probablemente comprarán casi la misma cantidad de comestibles el próximo viernes que compraron el viernes pasado, por lo que siguen siendo un buen medio de circulación. Hoy en día, sin embargo, están siendo dejados de lado por las tarjetas de débito y crédito, y los teléfonos inteligentes.
Eso nos lleva al dinero de crédito. El dinero de crédito combina el crédito con algunas funciones del dinero. Una persona jurídica, generalmente un banco, le debe a otra una suma de dinero a la vista. El crédito de un banco puede ser transferido de una persona a otra ya sea por cheque o, hoy en día, electrónicamente. El dinero de crédito moderno es convertible a la vista en monedas simbólicas de curso legal, como los billetes de dólar.
Los verdaderos billetes de un dólar están sujetos a pérdida de valor. Sin embargo, a menos que el dólar estadounidense siga el camino del Reichsmark alemán a principios de la década de 1920, conservará su valor durante períodos cortos. El dinero de crédito no es tan seguro como los billetes de dólar. Por ejemplo, antes de que se estableciera la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), si un banco comercial quebraba, era posible que un cheque girado sobre un depósito en un banco comercial perdiera su convertibilidad en moneda de curso legal durante mucho tiempo, incluso de forma permanente. Hoy en día, esa posibilidad se elimina a menos que se produzca una corrida bancaria a tal escala que lleve a la bancarrota a la FDIC. Esto congelaría de nuevo, si no destruiría, la convertibilidad de los depósitos bancarios en efectivo de curso legal. Esto puede suceder algún día, pero lo más probable es que no suceda mañana o la próxima semana.
Over short periods, credit money drawn on insured commercial banks is almost as secure as legal tender dollar bills and can be used in place of dollars. In the past, dollars, pound notes, etc., were legally convertible into gold (or silver) in the form of gold coins or bars. This made paper currency a form of credit money rather than token money that represents a variable amount of the money commodity on the open market as it is today.
But even then, the convertibility of legal tender currency into gold bullion or fixed-weight coins was only a policy that could be changed at any time. In the days of the gold standard, dollar bills or pound notes were a better means of accumulating wealth than now. However, the British pound failed to maintain its convertibility into gold at a fixed rate for even a century (1821-1914). The U.S. dollar only maintained its convertibility between 1879 and 1933. If you’re going to use money as a means of accumulation over long periods, there’s no substitute for money in the form of gold bullion.
The movement of money and real capital
Neither legal tender token money nor credit is a good way to hoard wealth over long periods. Because of this, capitalist society has to accumulate a certain amount of capital in the form of gold, however wasteful and environmentally disastrous this is. As a rule, when the accumulation of gold exceeds the accumulation of real capital, interest rates fall, and the money market relaxes.
When the accumulation of real capital exceeds the rate of the accumulation of gold, the interest rate rises, and the money market tightens. Keynes and other economists consider it irrational to use gold this way. If money must be used as a means of accumulation, it should be money created by the monetary authorities whose growth rate can be adjusted to the changing and generally growing demand for money in its various forms. This sounds more rational, but as we’ve seen, it’s not possible under the capitalist mode of production.
Let’s see how recent economic history illustrates the operation of these laws and how they govern Federal Reserve System policy. The economic crisis of 2007-09 was followed by an unusually weak economic recovery in the United States and worldwide. At the same time, we saw the rise in the dollar price of gold from around $625 an ounce at the beginning of 2007 before the crisis began to around $1100 an ounce by the beginning of 2010. By then, the general crisis had run its course, and large quantities of money dropped out of circulation to form hoards in the banking system. This, combined with a low level of dollar inflation, meant commodity prices in gold terms dropped. The result was a rise in the profit rate of gold mining and refining relative to other industries.
The global decline in gold production that began in 2001 as a result of the depletion of South African gold mines was reversed as new profitable mines were opened in Russia, China, Australia, the United States, and other countries, making up for the depletion of the South African mines. Those mines had dominated the world’s gold production for more than a century.
Some economists, especially those who support the quantity theory of money, predicted the quantitative easing policies of the Federal Reserve System would lead to runaway inflation. This did not happen. With accelerated gold production, though the dollar and the paper currencies linked to it continued to lose value against gold, it was at a more moderate pace than during the 1970s. The scale of the currencies’ loss of gold value was more like the deprecations of the 1930s, not the 1970s.
Los líderes de la Fed esperaban que su rápida expansión de la cantidad de moneda denominada en dólares -que bajo el sistema del dólar hace posible la expansión de la oferta monetaria en otros países y la expansión asociada de las reservas bancarias- alimentaría una rápida reactivación económica con solo aumentos moderados de precios en el mundo capitalista. Pero eso no sucedió. En cambio, después de la crisis económica de 2007-2009, los bancos y las corporaciones industriales y comerciales se concentraron en reconstruir sus balances: aumentaron las partidas que representaban efectivo o casi efectivo en relación con otras partidas en el lado de los activos de sus saldos.
A nivel mundial, los niveles acelerados de producción de oro, combinados con un aumento históricamente lento en la cantidad de materias primas no monetarias (en contraste con la producción acelerada de oro), significaron que el balance global del capitalismo se estaba reconstruyendo.
Como resultado, las tasas de interés cayeron a los niveles más bajos en la historia del capitalismo. Incluso se habló de tipos de interés negativos. A raíz de la crisis económica de 2007-2009, la industria capitalista se encontró con altos niveles de exceso de capacidad. Este exceso de capacidad se convirtió en un obstáculo para las nuevas inversiones capitalistas.
La expansión capitalista de la reproducción avanzó a un ritmo bajo, lo que resultó en años de altos niveles de desempleo. Este mismo estancamiento estaba creando las condiciones para un período de reproducción capitalista acelerada y expandida. Estas condiciones eran el aumento de la reserva de capital monetario ocioso en los bancos, las bajas tasas de interés resultantes, combinadas con las bajas tasas de creación de nuevo capital real, y la continua destrucción de las fuerzas productivas excedentes.
Al mismo tiempo, la alta tasa de desempleo creó las condiciones para una mayor producción de plusvalía. Pero por el momento, las condiciones favorables para producir plusvalía se combinaron con condiciones desfavorables para realizar la plusvalía. Este proceso se prolongó a lo largo de muchos años, durante los cuales no hubo una nueva crisis económica general a nivel mundial, aunque sí hubo crisis locales en algunos países.
Durante este tiempo, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal descubrió que podía expandir la base monetaria a un ritmo rápido sin hacer que el precio del oro en dólares se disparara como en la década de 1970. Sin embargo, debido a que los bancos y las empresas capitalistas estaban reconstruyendo sus balances individuales, hubo poca aceleración del crecimiento económico. La tasa de interés del bono del gobierno estadounidense a diez años es un buen indicador de la tasa de interés a largo plazo. Su movimiento ilustra el funcionamiento de estas leyes económicas.
Justo antes del estallido de la crisis económica de 2007, el rendimiento del bono a diez años fluctuaba en torno al 4,8%. A principios de 2010, la tasa cayó a alrededor del 3,8% o menos, y a principios de 2013, cayó por debajo del 2% y se mantuvo allí hasta finales de ese año. En 2016, el año del Brexit y la elección de Trump a la presidencia de Estados Unidos, la tasa del bono a diez años volvió a caer por debajo del 2% y se mantuvo allí hasta más adelante en el año. En 2018, el rendimiento volvió a caer por debajo del 2% y se mantuvo hasta 2020, cuando llegaron los cierres por COVID.
Los efectos del COVID
En marzo de 2020, cuando se hizo evidente el alcance de la pandemia de COVID, los gobiernos capitalistas entraron en pánico y ordenaron el cierre de gran parte de la industria y otras empresas. Este fue un intento de acabar con la propagación del virus antes de que redujera radicalmente el tamaño de la clase trabajadora. Por primera vez desde la matanza masiva de la Segunda Guerra Mundial, se planteó la cuestión de la capacidad continua de producir plusvalía en una escala cada vez mayor, una necesidad absoluta para el modo de producción capitalista.
Esto creó una crisis económica como ninguna otra en la historia del modo de producción capitalista. La reproducción ampliada por el capitalismo quedó repentinamente incapacitada, no por una crisis de sobreproducción de mercancías ni por la guerra (como fue el caso en la Primera y Segunda Guerras Mundiales), sino por un nuevo virus patógeno que amenazaba con reducir el tamaño de la clase obrera y la capacidad de los capitalistas para extraer cada vez más plusvalía de la clase obrera. La realización de la plusvalía se vio obstaculizada cuando la gente se refugió en sus casas, temiendo el contacto con el virus mortal cuando se aventuraba a comprar los alimentos necesarios.
Cada vez que el proceso de reproducción capitalista se interrumpe por cualquier razón, el dinero sale de circulación y se acumula en montones. Como resultado de que el dinero salió de circulación y fluyó hacia los tesoros mantenidos por los bancos comerciales, la tasa de interés de los bonos a diez años cayó por debajo del 1%, el nivel más bajo en toda la historia del capitalismo.
Algunas reflexiones de la escuela bancaria
Mientras que la teoría cuantitativa de los partidarios del dinero, que llegó a ser conocida como la escuela monetaria, afirmaba que el nivel general de precios se adaptaba a la cantidad de dinero, la escuela bancaria que creció en la oposición afirmaba que era la cantidad de moneda en circulación la que se adaptaba al nivel general de precios.
Mientras que la escuela monetaria creía que la circulación siempre está llena, la escuela bancaria veía la cantidad de dinero dividida en un fondo de reserva en poder del sistema bancario y el dinero en circulación. En períodos de precios bajos y estancamiento económico, un porcentaje mayor de lo normal de la oferta monetaria total se mantiene en forma de reservas bancarias, mientras que en períodos de auge económico y precios altos, un porcentaje mayor de la cantidad total de dinero está en circulación activa.
Dentro de límites amplios, la cantidad de dinero en circulación (moneda) puede fluctuar a medida que la parte de la suma del dinero en circulación activa cambia en relación con la suma de dinero mantenida por el sistema bancario como reservas. El dinero en circulación o moneda puede ser monedas de oro, fichas monetarias de curso legal que representan oro en circulación, o varias formas de dinero de crédito canjeables en monedas de oro o dinero simbólico de curso legal por los bancos que emiten el dinero de crédito.
Cuando la circulación es alta, un porcentaje mayor que el promedio del dinero está en circulación. O la cantidad de dinero de crédito es grande en relación con el dinero contante y sonante disponible en los bancos para redimirlo. Si la cantidad de dinero de crédito creado aumenta más allá de cierto punto en relación con el dinero mantenido en el sistema bancario en reservas, el sistema bancario está cerca de la crisis. Las tasas de interés son más altas que el promedio cuando la cantidad de moneda es alta en relación con el dinero que se mantiene en las reservas bancarias. Cuando las tasas de interés son bajas, esto significa que el dinero que se mantiene en reservas en el sistema bancario es alto en relación con el dinero en circulación.
The socially necessary quantity of currency
The socially necessary quantity of currency is the sum of the prices of commodities in circulation divided by the velocity of circulation of the currency that functions as a means of circulation plus the total quantity of currency that functions as a means of payment divided by the velocity of circulation as money that functions as a means of payment minus the quantity of money that functions successively as both a means of purchase and a means of payment.
This means that if the prices of commodities increase or — assuming that the prices remain unchanged but the quantity of commodities increases — the socially necessary quantity of currency will rise. If the total quantity of commodities falls, prices remain unchanged, and the socially necessary quantity of currency falls. This happened during the COVID shutdowns. If prices rise — assuming the quantity of commodities in circulation remains unchanged — the socially necessary quantity of currency will rise. If prices fall and everything else remains unchanged, the socially necessary quantity of currency will fall.
La idea correcta de la escuela bancaria es que si la cantidad socialmente necesaria de moneda aumenta, la moneda extra se puede encontrar atrayendo algunas de las reservas del sistema bancario a la circulación o creando dinero de crédito adicional basado en esas reservas. Si las necesidades de circulación disminuyen, parte del dinero en circulación sale de circulación y, en cambio, fluye hacia las reservas del sistema bancario, o una cierta parte del dinero del crédito creado por el banco se retira a través del pago de deudas. Esto sucede siempre que la cantidad de deudas bancarias pagadas es mayor que la cantidad de dinero de crédito creado a través de préstamos adicionales.
Un error común es suponer que la cantidad real de dinero en circulación está determinada automáticamente por las necesidades de circulación. Esto refleja la visión de sentido común de que la moneda está "respaldada" en última instancia por las materias primas en su conjunto y no por el oro. Esto lleva a la opinión de que el dinero no mercantil -o el dinero fiduciario puro de Anwar Shaikh- es posible bajo el modo de producción capitalista.
Si esto es cierto, la cantidad total de dinero, definida como la suma del fondo de reserva mantenido en el sistema bancario más la cantidad de dinero atesorado por los individuos más el dinero en circulación (moneda), está determinada por el sistema bancario central que, por necesidad, está vinculado al poder estatal.
Lo que se pasa por alto es que, a corto plazo, no hay garantía de que la cantidad total de moneda que se puede extraer de las reservas bancarias existentes sea igual a la cantidad socialmente necesaria de moneda que es necesaria para hacer circular las mercancías a un nivel de precios determinado. En todas las crisis, la cantidad total de moneda cae por debajo de la cantidad socialmente necesaria para hacer circular las mercancías y hacer frente a los pagos que vencen, de ahí la crisis. Cuando esto sucede, las mercancías se acumulan sin vender porque no hay suficiente dinero para comprarlas, y las quiebras ocurren porque no hay suficiente dinero para servir como medio de pago. Antes de cada crisis, el tamaño del fondo de reserva mantenido en el sistema bancario cae en relación con la cantidad de dinero en circulación.
Los creyentes en el dinero no mercantil creen que si las reservas de dinero de los bancos comerciales caen en relación con la parte de la oferta monetaria total que actúa como moneda, el banco central debería simplemente crear dinero nuevo y reconstruir las reservas bancarias. Esta es la idea que subyace tanto a la economía keynesiana como a la friedmanita. Si este es el caso, los bancos centrales deberían poder determinar la tasa de interés siempre y cuando mantengan la tasa de interés por debajo de la tasa de ganancia, permitiendo una ganancia positiva de la empresa, al tiempo que evitan crisis que se consideran causadas por la cantidad de moneda que cae por debajo de la cantidad socialmente necesaria de moneda.
Sin embargo, como hemos explicado a lo largo de este blog, el dinero no mercantil es utópico bajo el modo de producción capitalista. En última instancia, la cantidad de dinero puede reducirse a la cantidad del valor de uso de la mercancía monetaria medida por una unidad apropiada a ese valor de uso, por ejemplo, toneladas métricas de oro.
¿Qué determina la cantidad de material monetario? La ley del valor de las mercancías lo determina. En el modo de producción capitalista, donde la ley del valor de las mercancías está plenamente desarrollada, la ley del valor de las mercancías opera a través de la igualación de la tasa de ganancia.
Hasta aquí, la ley del valor de las mercancías regula la producción de material monetario de la misma manera que regula la producción de cualquier otra mercancía. Sin embargo, la ley del valor regula la producción de material monetario de una manera un tanto peculiar en comparación con la forma en que regula la producción de otras mercancías. Esta es la clave de la inevitabilidad en el capitalismo desarrollado de crisis periódicas —pero no permanentes— de sobreproducción general.
Cuando una mercancía no monetaria se produce en cantidades insuficientes, la demanda de esa mercancía supera la oferta. Como resultado, su precio de mercado se eleva por encima de su precio de producción. Esto hace que el capital fluya hacia esa línea de producción, lo que hace que aumente hasta que se supere la escasez, y se convierta en sobreproducción.
A medida que esto sucede, su precio de mercado vuelve a caer a través de su precio de producción. Ahora, la oferta de ese tipo de mercancía supera la demanda de la misma a su precio de producción. Con precios por debajo del precio de producción, la tasa de ganancia sobre el capital invertido en la producción es ahora menor que la tasa de ganancia promedio. El capital entonces fluye fuera de esa línea de producción en busca de mayores ganancias, y el ciclo se repite.
Si bien los principios son los mismos, es más complejo en lo que respecta a la mercancía dinero. Como hemos visto antes, los precios de las materias primas deben medirse en términos del valor de uso de la mercancía dinero. Esto significa que cuando el nivel general de precios de las mercancías aumenta, las listas de precios leídas hacia atrás (lo más cerca que podemos estar del precio de la mercancía dinero) caen. Como resultado, la tasa de ganancia del capital que produce la mercancía que sirve como dinero cae tanto absoluta como relativamente con respecto a otras mercancías. Cuanto más dure el auge, más será así.
Teniendo en cuenta las perspectivas de la escuela de banca, veamos qué sucede cuando la economía está en auge, como hemos visto en el período post-COVID. En primer lugar, aumenta la cantidad de mercancías producidas en un período dado, medida en la unidad apropiada para sus valores de uso. En segundo lugar, los precios de estas mercancías aumentan, al igual que la cantidad socialmente necesaria de moneda.
Necesitamos más moneda (dinero en circulación) para hacer circular una cantidad cada vez mayor de mercancías con precios al alza. ¿De dónde sale este dinero extra? La escuela bancaria responde: de las reservas de dinero que se mantienen en los bancos. Parte del dinero se retira para que actúe como moneda, o se crea más dinero de crédito a través de préstamos bancarios basados en las reservas del banco. En cualquier caso, la relación entre el dinero (moneda en circulación) aumenta en relación con las reservas bancarias.
¿Qué pasa con el tamaño de la reserva bancaria? En última instancia, la capacidad de crecimiento del tamaño de las reservas bancarias totales se rige por la producción de material monetario adicional. Incluso en el mundo actual del papel moneda de curso legal, el material monetario -el oro- se encuentra en última instancia detrás de las reservas de los bancos comerciales. Cuando el oro recién producido fluye generosamente de las minas y refinerías de oro, los bancos centrales pueden crear nuevas reservas bancarias en cantidades liberales similares sin que el papel moneda recién creado se deprecie frente al oro y la inflación que deprecia la moneda.
Pero cuando la producción de oro nuevo se desacelera, la capacidad de los bancos centrales para crear nuevas reservas bancarias comerciales sin que estas reservas se quemen en la depreciación de la moneda y la inflación disminuye en consecuencia.
Now, we get to a crucial point. As the need of capitalist society for increased means of circulation rises, the ability of the central banks to produce these means of circulation declines!
As the commodity prices increase, the profitability of the industry producing the money material — that enables the central banks to create more bank reserves without these reserves burning away in an inflationary storm — declines. It becomes progressively less profitable to produce the money material — gold — which is necessary to prevent the inflationary storm.
Up to a point, the banking school comes to the rescue. Huge quantities of excess reserves accumulated in the banking system during the stagnation preceding the boom. These extra reserves can be drawn into circulation, so there’s no immediate need for extra bank reserves. Instead, the existing bank reserves can be mobilized to create more currency. As the socially necessary quantity of currency rises, so does the quantity of currency. The greater the stagnation proceeding the boom, the greater the quantity of banking system idle reserves, and the stronger – and longer – the boom can be.
As the boom proceeds, the ratio of currency to bank reserves rises. The higher the ratio, the higher the rate(s) of interest. But this has another effect. As we saw last month, all things remaining equal, the higher interest rates are, the lower will be the demand for money material — gold. During the boom, the demand for gold can be held in check by a rise in interest rate(s). From the viewpoint of the central bankers, who we can assume don’t understand the operations of the law of the value of commodities, they must gradually tighten, allow interest rates to rise, and hold inflation in check. The years since 2021 present a classic display of the operation in action.
During a boom, shrinking of the bank reserves relative to currency in circulation causes interest rates to rise. This was especially true during the feverish COVID aftermath boom of 2021-23. Hence the sharp rise in interest rates between 2021-2023. At some point, the quantity of currency in circulation begins to fall short of the socially necessary stock of currency needed to circulate commodities and settle debts coming due. Bankruptcies begin to rise. As the money famine develops, commodities start to pile up unsold in warehouses, and a growing portion of debts falling due cannot be made good. A general crisis of commodity overproduction arrives.
To be continued
(1) The Belgian Trotskyist Abram Leon, who was to die in Auschwitz, also wrote an interesting book, “On the Jewish Question, A Marxist Interpretation,” which can be found on the Marxists Internet Archive. (back)
(2) The Phoneticians called themselves Canaanites. Ancient Canaan included what today is Lebanon and Palestine, as well as parts of Jordan and Syria. The Canaanites spoke a language close to biblical Hebrew. After the crisis of 1200 BCE, south Canaan fell under the rule of the Israelite tribes, which in the north became the Samaritans of later history and the original tribe of Judah from which we derive the word Jew. The Israelites of the north and the Jews of the south lived in what is now the West Bank, while the coastal regions fell under the rule of the Philistines, who came from pre-classical Greece. It is from the Philistines that the modern name Palestine derives, though DNA studies show they form a very minor part of the ancestry of the present-day Palestinians. In the north, the people continued to call themselves Canaanites. A trading nation, the Canaanites played a leading role in Mediterranean trade until their main city, Carthage, located not in Lebanon but in North Africa, was destroyed by Rome in the Punic Wars. The closely related Jews then replaced them as the leading trading nation in the ancient Mediterranean world. (back)
(3) The merchants of the bourgeoisie evolved into industrial capitalists directly employing and exploiting wage labor, thereby replacing feudal relations with the capitalist relations that dominate today. (back)
(4) En un discurso a los israelíes, Netanyahu mencionó la nación bíblica de Amalec. A diferencia de otras naciones mencionadas en la Biblia, no hay evidencia fuera de la Biblia de que la nación de Amalec haya existido alguna vez. Parece ser una creación de los autores bíblicos para representar el mal absoluto, que podría identificarse con cualquier nación contra la que los israelitas o los judíos estuvieran luchando en ese momento. Según la Biblia, Dios exige que todos los miembros de la nación de Amalec, hombres, mujeres, niños y bebés lactantes, sean asesinados junto con su ganado. Al plantear el espectro de Amalek, Netanyahu está planteando la posibilidad del asesinato literal de cada hombre, mujer, niño, bebé lactante palestino y, presumiblemente, también de sus animales, si es que los tienen. Después de todo, Dios en la Santa Biblia no exige nada menos. Lo único que se interpone en el camino del gobierno de extrema derecha de Netanyahu para hacerle esto al pueblo palestino es la indignación movilizada de los pueblos del mundo, dirigida no solo contra el gobierno genocida israelí sino también contra su principal patrocinador, los Estados Unidos de América, ahora encabezados por el genocida Joe Biden. (volver)
(5) El sistema de segregación legal Jim Crow que reemplazó al sistema de esclavitud africana moderna después de la guerra de la rebelión de los esclavistas —la Guerra Civil de Estados Unidos— es hoy reconocido como una forma de apartheid. Pero el sistema de reservas "indias" en las que se vio obligado a vivir a los pueblos nativos de lo que ahora se llama Estados Unidos también tiene semejanzas con el apartheid sudafricano e israelí.
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