ALTA COMPOSICIÓN ORGÁNICA DE CAPITAL,...Se hablaba de la extensión de la fuerza de trabajo en sectores y circunstancias determinadas,...Intensificación de la fuerza de trabajo,...La técnica informática, inteligencia artificial, robotica,...está en aplicación,...hay parte que está en stand bay,...esperando poderse aplicar,...LA COMPETENCIA INTER-CAPI-IMPERIALISTA,...LLEVA A AUMENTAR PRODUCTIVIDAD, ELIMINAR FUERZA DE TRABAJO,...EN ESTAS DÉCADAS SE VE UNA ELIMINACIÓN DE LA CLASE OBRERA-POPULAR EN EL CONJUNTO DEL PLANETA,...¡¡; se puede hablar desde la crisis del petróleo, allá por 1.973,...-aunque las guerras, eliminaciones de humanos no se deja de aplicarse-. Guerras y acciones, revoluciones de distintos tipos,...entre Irán-Irak,...después primera guerra del golfo, en 1.991,...Golpes de estados, en países latino-americanos,...En África, masacres, golpes, dictaduras,...¿ Y, CÓMO RESUELVE LA IZQUIERDA VARIADA ESTA PROBLEMÁTICA,...¡¡?.
ROBÓTICA
Este robot albañil coloca ladrillos tres veces más rápido que sus compañeros humanos
SAM asume las tareas más repetitivas, que hace con mayor eficiencia si colabora con un empleado en lugar de reemplazarlo
GIF: SAM y un albañil humano trabajan juntos. SAM coloca ladrillos, y deja el trabajo fino al albañil.
Los trabajadores de la construcción están recibiendo refuerzos nuevos y no sindicados.SAM – acrónimo de su nombre en inglés semi-automated mason – es un robot albañilque se emplea para aumentar la productividad de los trabajadores humanos.
En este equipo de robots y humanos, el autómata es responsable de las tareas más rutinarias: coger ladrillos, echar el mortero y colocar los ladrillos en el lugar designado. Un humano se encarga de las actividades más finas, como preparar las obras, colocar los ladrillos en los sitios más complicados, como las esquinas, y los detalles estéticos, como quitar el mortero sobrante.
Incluso en las tareas repetitivas SAM tiene que ser relativamente adaptable. Puede realizar trabajos precisos y equilibrados montado en un andamio que se balancea suavemente con el viento. El robot puede compensar las diferencias entre las especificaciones teóricas de construcción y la realidad sobre el terreno, dice Scott Peters, el cofundador de Construction Robotics, una empresa con sede en Nueva York (EEUU), que diseñó SAM como su producto de debut.
"En la construcción, según el diseño una ventana se encuentra exactamente a unos nueve metros de la esquina del edificio, y en realidad cuando llegas al edificio, nada está nunca donde se supone que debería estar", explica Peters. "Los albañiles saben adaptarse a esto, por lo que teníamos que diseñar un robot que sepa adaptarse a ello también".
En su versión actual, el sistema es más apto para trabajar en largas hileras de pared, que se encuentran con mayor frecuencia en proyectos de universidades, hospitales y otros emplazamientos grandes. Pero también es capaz de abordar algunos trabajos más detallados. SAM puede adornar una pared de ladrillos con el logo de una empresa, por ejemplo, siguiendo un mapa pixelado de la imagen. También es capaz de colocar los ladrillos de forma más irregular, con un par de centímetros de diferencia hacia dentro o hacia fuera, para crear paredes con un aspecto de mayor textura.
GIF: SAM es capaz de aplicar el mortero antes de colocar los ladrillos sin intervención humana.
El robot logra todo esto gracias a un conjunto de algoritmos, un puñado de sensores que miden los ángulos de inclinación, la velocidad y orientación, y un láser. El láser se suspende entre dos postes colocados en los extremos del área de trabajo del robot, y recorre la pared de arriba abajo mientras trabaja el robot para servirle de punto de anclaje. Sin esto, el robot no sabría exactamente dónde colocar los ladrillos, ni cómo evaluar sus movimientos sobre el andamio en relación a la pared.
Peters dice que el propósito de SAM es potenciar el trabajo de los humanos, no reemplazarlos – un albañil humano puede colocar entre 300 y 500 ladrillos al día, mientras que SAM puede colocar entre 800 y 1.200 al día. Un humano más un SAM equivalen la productividad de cuatro albañiles o más.
Otro miembro de la familia de robots de construcción, una máquina de diseño australiano llamada Hadrian, supuestamente puede construir una casa de 15.000 ladrillos en aproximadamente dos días. Sin embargo, Hadrian sigue siendo un prototipo, mientras que Construction Robotics realizará el primer lanzamiento comercial de SAM este otoño. Se pondrán a la venta tres unidades, cada una con un precio aproximado de medio millón de dólares (unos 445.000 euros). Con este coste en mente, Peters remarca que este tipo de sistema tendrá en mayor retorno en grandes proyectos comerciales.
Y EN ESE TIEMPO EL MEDIO AMBIENTE, LAS HAMBRUNAS,...LAS SUPERPOBLACIONES TEORIZADAS,...CONTROL NATALIDAD Y SU CONTRARIO,...CENTRALIZACIÓN DEL CAPITAL GLOBAL EN POCAS FUERZAS FINANCIERAS,...COLONIZACIÓN EXTERIOR,...MATERIAS PRIMAS Y ESPACIOS DONDE SE DAN, VIVEN MILLONES DE PERSONAS, SOBRE TODO EN ÁFRICA,...ÁFRICA CONTINENTE DE RESERVAS ENERGÉTI-CAS, MINERAS, ALIMENTARIAS,...PEOR SOBRE GENTE, LA TECNPLUTOCRACIA GLOBAL EN FORMACIÓN Y CONSOLIDACIÓN RÁPIDA NECESITA SUS ESPACIOS, LIBRARSE DE GENTE,...PERO A LA VEZ NECESITAN FUERZA DE TRABAJO JOVEN,...HAY MUCHOS ENVEJECIDOS EN EUROPA, EE.UU. DE N.A.,...
LASTRE PROLETARIO-POPULAR Y ROBOTIZACION ECONÓMICA,...
BLOG INNOVACIÓN – “Falta cultura empresarial para ...
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18 feb. 2016 - “Falta cultura empresarial para introducir robots en la construcción” ...Según la Asociación Española de Robótica, los robots en construcción ... Y el coste de la inversión en robotización, en comparación con el beneficio que se va ... Que elobrero, la persona detrás de la máquina, necesita más formación.
La Cuarta Revolución Industrial en España: el 43% de los ...
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2 mar. 2016 - La Cuarta Revolución Industrial en España: el 43% de los empleos serán robotizados ... de robotización de la economía con la desaparición de los empleos. ...Por ello cobra más importancia, si cabe, la educación y la formación de las ... Esa renta garantizará la paz social. #3. 02-03-2016 / 17:38. Obrero.
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¿Cómo afectará la automatización al futuro del trabajo ...
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8 ene. 2012 - La digitalización y la robotización de millones de trabajos emerge como una ... Evolución de la tasa de actividad en España .... Antes se necesitaban obrerospara trabajos físicos y con una formación básica era más que suficiente. Ahora ...mecanógrafos, contables, gestores empresariales y archiveros.
¿Nos quitarán los robots el trabajo en 2025? El veredicto de ...
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11 ago. 2014 - Post de Es el gran problema de la política española. ..... ha sucedido en los últimos años, pero la robotización de la industria empezó ... Trabajos de muy pocas horas semanales, combinados con formación (estudiaremos de por vida) y ... de EEUU, pagaba sus obreros casi el doble que en otras industrias, ...
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https://www.technologyreview.es/.../de-como-la-tecnologia-esta-destruye...
25 jun. 2013 - ... amplia gama de sectores empresariales lo suficientemente rápido como .... de una fábrica como los taladros a los obreros de la construcción. ....medidas como aumentar la inversión en la formación y educación de los trabajadores.... España · México · Colombia · Argentina y Uruguay · Francia · Perú ...
"El efecto de los robots en el empleo será la mayor ... - Xataka
www.xataka.com/.../el-efecto-de-los-robots-en-el-empleo-sera-la-mayor-...
30 sept. 2015 - Primero las máquinas automáticas quitarían el trabajo a todos (¡losobreros quemaban las máquinas y ..... elblogdedaniel [punto] com/mito-9-ludismo- robotizacion ... de impuestos, la cultura tecnológica y empresarial de la población etc...... Si en España la mitad de España no tiene acceso al cable, una ...
[PDF]
Informe 55 - Fundación 1º de Mayo - CCOO
www.1mayo.ccoo.es/nova/files/1018/Informe55.pdf
6 nov. 2012 - Los efectos de la crisis en la estructura empresarial. 11. 3. Algunas conclusiones. 16. II. EMPLEO. 18. 1. La crisis del empleo en España: una panorámica general. 19 .... −como las personas con bajos niveles de formación y las más jóvenes− ...... cualificación o cualificación intermedia (capataces y obreros ...
¿Perderá España más de la mitad de sus empleos con la ...
www.eldiario.es/.../Perdera-Espana-mitad-empleos-computerizacion_6_3...
19 mar. 2015 - La automatización de algunas ocupaciones puede resultar devastadora en Europa, y en particular en España, según un nuevo estudio.
Corporación Mondragon - Wikipedia, la enciclopedia libre
https://es.wikipedia.org/wiki/Corporación_Mondragon
Constituye el primer grupo empresarial vasco y el décimo de España, así ... También se refuerza la formación permanente de directivos con la creación de ...
Organizando el contrapoder obrero
en Italia y Grecia
Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou
Este ensayo forma
parte del informe Estado del poder 2015 del TNI. Para leer el resto de ensayos
y los infográficos: www.tni.org/es/estadodelpoder2015. www.tni.org/es/estadodelpoder2015
3 Organizando el contrapoder obrero en Italia y Grecia Lorenzo Zamponi y Markos
Vogiatzoglou Los últimos seis años de crisis han debilitado considerablemente
los sindicatos en los países víctima de la austeridad del sur de Europa. La pérdida
de poder de los trabajadores y las trabajadoras en países como Grecia e Italia
es significativa. En primer lugar, los sistemas tripartitos de negociación
colectiva (Estado, patronal y sindicatos) que caracterizaron la década de 1990
y los primeros años de la década de 2000, vigentes en los dos países, se han
venido abajo. Ni el Estado ni la patronal han mostrado voluntad de restablecer
algún mecanismo de negociación colectiva. Los Gobiernos de los países azotados
por la austeridad parecen no necesitar más a los sindicatos.1
En segundo lugar,
a pesar de su vociferante oposición, los sindicatos no han conseguido impedir
las medidas de austeridad ni otros cambios perjudiciales de la legislación
laboral. El período entre 2008 y 2014 se ha caracterizado por la limitada
movilización laboral en Italia y el fracaso de numerosas protestas y huelgas
generales en Grecia para conseguir cualquier logro específico. Y lo que es
peor, los afiliados y afiliadas desconfían profundamente de sus propios
dirigentes, igual que el resto de la población.2 Sin embargo, este desolado
paisaje no refleja todo el escenario de la actividad del movimiento obrero en
estos países. En ambos casos se están desarrollando interesantes proyectos
laborales con el fin de restaurar un... 4 www.tni.org/es/estadodelpoder2015 ...contrapoder obrero, tanto por parte de sindicalistas como de activistas de
movimientos sociales, que están explorando acciones al margen del repertorio
sindical tradicional. Se basan en conceptos como el ‘sindicalismo de los movimientos
sociales’,3 el sindicalismo social4 o el ‘sindicalismo político radical’,5
descritos más abajo.
Este artículo pretende, mediante el análisis de
experiencias específicas, contribuir a este debate. En primer lugar, examinamos
los esfuerzos dirigidos a organizar a los trabajadores y las trabajadoras
precarios en profesiones y sectores productivos que anteriormente solo tenían
una presencia sindical débil o incluso ninguna. En segundo lugar, investigamos
proyectos que abordan cambios en los lugares físicos donde tiene lugar la
producción y sus consecuencias sobre la organización colectiva. Luego centramos
la atención en el mutualismo (es decir, las estructuras de solidaridad social
gestionadas por las propias personas trabajadoras), iniciativas que permiten el
acceso a los servicios de bienestar disponibles más allá del mercado y del
Estado.
Finalmente, contemplamos proyectos que plantean preguntas más profundas
en torno a los modelos de producción y desarrollo. Cerramos el artículo con
algunos comentarios y observaciones finales con respecto al futuro del
sindicalismo. Argumentamos que estas experiencias señalan una innovación
radical del activismo sindical. Sin embargo, esta innovación no se extenderá
espontáneamente más allá de experimentos dispersos si solo implica a los
componentes ya politizados de la juventud urbana que tienden a integrar los
movimientos sociales. Los sindicatos deberán realizar un enorme esfuerzo para
renovar sus estructuras, discursos y prácticas, mientras que los y las activistas
de los movimientos sociales que se relacionan con el mundo del trabajo
necesitarán contribuir a la organización de todos los sectores de la población
trabajadora. Organizando a los trabajadores no organizados En los últimos 20
años, el movimiento obrero en Italia ha estado experimentando para
contrarrestar los efectos del trabajo precario. El tema más notable ha sido
probablemente la lucha contra los distintos aspectos del proceso de
flexibilización laboral. En el contexto de la reciente crisis económica, la
idea de “organizar a los no organizados”6 se ha convertido en la principal meta
del movimiento obrero italiano. El impulso en esta dirección ha surgido en gran
parte de los movimientos sociales, que han consolidado las experiencias de
principios del siglo, a partir tanto del activismo radical (como son los casos
de EuroMayDay, las campañas antiprecariedad organizadas por grupos que utilizan
el símbolo de San Precario, el santo patrón de los trabajadores y las
trabajadoras precarios),7 como de las luchas que tuvieron lugar en centros de
trabajo específicos (por ejemplo, los investigadores universitarios precarios,
los trabajadores y las trabajadoras de los centros de atención telefónica). Las
movilizaciones estudiantiles que tuvieron lugar entre 2008 y 2011 hicieron de
la precariedad un tema destacado en Italia, a medida que la gente tomaba más
conciencia de los impactos de la austeridad en la gente joven, privada de
oportunidades y derechos.8 Organizando el contrapoder obrero en Italia y Grecia
Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou 5 Este contexto favoreció la emergencia
de un conjunto amplio de iniciativas. Por un lado, en los centros de trabajo en
los que trabajadores precarios coexisten con empleados fijos se han desplegado
algunas iniciativas de base dirigidas a organizar a los trabajadores,
caracterizadas por un modelo horizontal y orientado hacia los movimientos.
Estas iniciativas son independientes de los sindicatos, pero son capaces de
establecer —no sin conflicto— relaciones fructíferas con ellos, como ha
ocurrido con las redes de investigadores universitarios precarios y los comités
de periodistas precarios con sus respectivos sindicatos sectoriales.
Por otro
lado, los oficios no caracterizadas tradicionalmente por un alto grado de
sindicalización —como son el trabajo por cuenta propia, sobre todo en los
sectores de las artes, la cultura y la comunicación— han experimentado con
formas autónomas de organización, como las asociaciones profesionales (ACTA en
el caso de los trabajadores y las trabajadoras independientes de la enseñanza,
la información, la comunicación y la consultoría; ANA para los arqueólogos,
etc.) y las redes de movimientos (Il Quinto Stato, una red política y cultural
de trabajadores por cuenta propia que debaten sobre sus condiciones y movilizan
a todos los sectores). Asimismo, campañas políticas nacionales como Voglio
Restare (‘Quiero quedarme’, que visibiliza la creciente emigración de la
juventud italiana en busca de mejores oportunidades laborales) han intentado
tener un impacto en la opinión pública, politizando la gran inquietud en torno
a la ‘juventud sin futuro’. Estas iniciativas han utilizado su potencial de
movilización y su creciente apoyo público para impulsar reformas radicales
sobre temas como la eliminación de los contratos precarios, la inversión
pública en enseñanza, investigación e innovación, la renta básica, etcétera.
Este impulso desde abajo propició que las demandas de las organizaciones de los
trabajadores precarios llamara la atención de las confederaciones sindicales
italianas, en particular de la más grande, la CGIL.
En los últimos años, la
CGIL ha desarrollado en este campo tres tipos de iniciativas: • las luchas
locales para organizar a los trabajadores precarios (por ejemplo Consulta delle
professioni, ‘Consejo de trabajadores autoempleados’) o para incrementar los
contratos fijos (por ejemplo, en los centros de investigación pública); • las
campañas políticas nacionales para movilizar a los trabajadores precarios fuera
del centro de trabajo y en todos los sectores (por ejemplo, Giovani non più
disposti a tutto, ‘Los jóvenes ya no están dispuestos a todo’; Il nostro tempo
è adesso, ‘Nuestro momento es ahora’); • la ‘negociación inclusiva’, que
pretende reorganizar la estructura tradicional de la negociación colectiva para
incluir a los trabajadores precarios, a los empleados subcontratados, etc.,
dentro de los acuerdos locales y nacionales. Los últimos experimentos son en
efecto interesantes y necesarios, aunque hayan llegado tarde: la credibilidad
de las confederaciones sindicales se ha debilitado debido a la tardanza en
abordar el asunto de la precariedad y su tímida oposición a las políticas de
austeridad. Por otra parte, parece improbable que incluso los experimentos más
avanzados realizados por los movimientos de base vayan más allá de su limitada
dimensión y relevancia sin la masa crítica y el arraigo social de las
confederaciones sindicales. www.tni.org/es/estadodelpoder2015 Organizando el
contrapoder obrero en Italia y Grecia Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou 6
www.tni.org/es/estadodelpoder2015
Un cambio paralelo en términos de
organización de los trabajadores precarios se ha producido en Grecia. Sin
embargo, es importante señalar una gran diferencia: mientras que, como hemos
visto, los activistas y las activistas italianas se movilizaron principalmente
fuera del centro de trabajo, las iniciativas griegas surgieron mayoritariamente
dentro del centro de trabajo y el formato organizativo elegido por los
activistas fue el de las entidades sindicales de base (sindicatos a nivel de
compañía o sector productivo). Los primeros intentos se lanzaron a mediados de
los años noventa en los servicios postales, y el sector de la alimentación y la
restauración.9 Poco después, los sindicatos de trabajadores precarios ampliaron
sus acciones para abarcar a otros sectores y profesiones con poca o nula
sindicalización, como los servicios de limpieza, las telecomunicaciones y los
técnicos e ingenieros que trabajan con un régimen de ‘asociado’. Estos
sindicatos de base fueron fundados e inicialmente dirigidos por activistas
anarquistas e izquierdistas como iniciativas de abajo arriba en las que no
participaban las élites sindicales, aunque los sindicatos de trabajadores
precarios forman parte de la Confederación Sindical Griega (GSEE), con pequeñas
excepciones. Debido a su estatus particular con respecto a lo habitual en el
sur de Europa (la GSEE es la única confederación de trabajadores del sector
privado y es pluralista en términos políticos), los sindicatos principales disfrutan
de un grado relativamente alto de autonomía en cuanto a su línea política y
estrategia. Los trabajadores precarios sindicalizados describen su relación con
la confederación como “mala”,10 porque los casos de conflicto abierto o
indiferencia para con el principal sistema sindical han sido más frecuentes que
las experiencias de colaboración. Aunque los sindicatos griegos de trabajadores
precarios constituyen un experimento muy interesante debido a su gran arraigo
en los centros de trabajo y la popularidad de la que gozan tanto entre los
trabajadores como entre los movimientos sociales, se han enfrentado a graves
dificultades al ampliar su actividad y ámbito desde el inicio de la crisis. La
razón es que el alto porcentaje de desempleo —y el miedo consiguiente dentro de
la fuerza de trabajo— hace que la movilización (y conseguir victorias o logros
concretos) en las luchas laborales de pequeña y mediana escala sea
extremadamente difícil. Por otra parte, en el contexto italiano, la gran
fragmentación de las iniciativas de los trabajadores precarios, tanto dentro
como fuera de los sindicatos, limita su capacidad de adquirir más relevancia
social. El nuevo centro de trabajo Los cambios en la organización geográfica
del trabajo de las últimas tres décadas, sobre todo la manera en la que la mano
de obra se ha dispersado físicamente en múltiples ubicaciones, son una de las
causas principales de la desarticulación de la clase obrera. ¿Cómo es posible
crear las condiciones para la organización de los trabajadores y las trabajadoras
y la acción colectiva sin compartir un espacio físico común?
Es revelador que
los principales protagonistas de las movilizaciones italianas contra la
austeridad de 2010 y 2011 fueron estudiantes y metalúrgicos; las escuelas,
Organizando el contrapoder obrero en Italia y Grecia Lorenzo Zamponi y Markos
Vogiatzoglou 7 las universidades y lo que queda de la que en su día fue la
imponente industria metalúrgica italiana son probablemente algunos de los
últimos espacios colectivos en los que todavía son posibles la agrupación, la
socialización, la politización, la sindicalización y la movilización. En Italia
se han propuesto diferentes experimentos en un esfuerzo por construir algo
similar a los centros tradicionales de trabajo (camere del lavoro en Italia,
bourses du travail en Francia, labour councils en el Reino Unido), que
proporcionen un espacio físico y la ocasión de alimentar una identidad
colectiva para las organizaciones de trabajadores afincadas en la misma región
pero que pertenecen a industrias distintas. Estos espacios estimulan también la
politización y la posibilidad de organizar las luchas territoriales más allá
del centro de trabajo, en torno a la vivienda, el bienestar y los derechos
civiles. Los ejemplos más recientes incluyen: espacios compartidos de trabajo
autogestionados por trabajadores por cuenta propia; camere del lavoro que
abordan el trabajo precario en zonas urbanas en cooperación con los sindicatos
de base; espacios específicos dentro de las plazas tradicionales de las confederaciones
sindicales (camere del lavoro) creadas para enfrentar la precariedad laboral de
los jóvenes. La llamada ‘huelga social’ del 14 de noviembre de 2014 en Italia
fue otra iniciativa especialmente digna de mención que pretendió superar las
barreras tradicionales a la movilización de los trabajadores y las
trabajadoras. Organizada por una coalición formada ad hoc de centros sociales
autónomos, sindicatos de base, organizaciones estudiantiles y grupos de
movimientos diversos (ocupación de viviendas, colectivos feministas, etc.), la
huelga social pretendía redefinir la idea de la huelga extendiéndola a un
conjunto más amplio de luchas.11
Es todavía pronto para evaluar los resultados
a más largo plazo de esta iniciativa, pero está claro que la huelga social
demostró ser una herramienta eficaz para construir una coalición de movimientos
opuesta a las políticas neoliberales y reintroducir los conceptos tradicionales
de actividad sindical en el vocabulario utilizado por los segmentos más
politizados de la población, aunque tuviera un impacto limitado en la sociedad
italiana en conjunto, debido a la dimensión de los sindicatos que participaron
en la iniciativa. Asociada a la reapropiación de espacios en las luchas
laborales, se ha producido también una práctica creciente de la ocupación,
especialmente en sectores culturales y artísticos, cuyos trabajadores y
trabajadoras ocuparon y autogestionaron durante los años 2008 a 2012 decenas de
cines, teatros y otros espacios abandonados, reclamándolos como un bien común
universalmente accesible y libre del control estatal y privado.12 Otras formas
de ocupación y ‘presencia permanente’ han sido fundamentales en las protestas
contra el cierre de instalaciones productivas relacionado con la recesión de
después de 2008. En dicho año, los metalúrgicos ocuparon la fábrica INNSE en
Milán para impedir que los propietarios cerraran la fábrica y se llevaran la
maquinaria; una delegación de cinco trabajadores se subió a una grúa hasta
conseguir una solución (más tarde otra compañía compró la planta y se reinició
la producción). Siguiendo este modelo, trabajadores de muchas fábricas bajo
amenaza de cierre decidieron subirse al tejado de sus fábricas o los monumentos
de sus ciudades.13 El caso más famoso es probablemente L’Isola dei Cassintregati
(literalmente, ‘La isla de los trabajadores que cobran el pago por despido’,
imitando un famoso...
www.tni.org/es/estadodelpoder2015 Organizando el contrapoder
obrero en Italia y Grecia Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou 8
www.tni.org/es/estadodelpoder2015
...reality televisivo que retrata la vida diaria
de personas famosas en una isla exótica), que en 2010 y 2011 protagonizó un
grupo de trabajadores del sector químico que ocuparon durante más de 15 meses
la cárcel abandonada de la isla de Asinara, al norte de Cerdeña, en un
experimento mediático al que denominaron “el único reality real”; montaron un
blog en el que relataron sus historias individuales y colectivas, atrayendo la
atención de medios nacionales e internacionales.14 La mayoría de estas experiencias
de ocupaciones ha sido llevada a cabo por trabajadores y trabajadoras con el
apoyo discreto de los sindicatos. Sin embargo, hay excepciones notables en las
que los sindicatos han jugado un papel más directo. La federación de
trabajadores agrícolas FLAI-CGIL15 lanzó el sindacato di strada (‘sindicato de
la calle’), un proyecto en el que organizadores sindicales viajaron en
furgoneta a los campos del sur de Italia en un intento de romper el aislamiento
forzado de los trabajadores migrantes explotados. En Grecia, las
reconfiguraciones en términos de espacio de la fuerza de trabajo no fueron
centro de debate teórico e innovación práctica.
El experimento más interesante
son los llamados Clubes de Trabajadores que surgieron inicialmente en los vecindarios
de Atenas y, posteriormente, en diversas ciudades de todo el país. Estos clubes
funcionan de una manera muy similar a los Centros de Trabajadores
estadounidenses de mediados de la década de 1990 y pretenden ampliar la lucha
obrera más allá de los límites de lo que se concibe comúnmente como el lugar de
trabajo. No están afiliados formalmente al sistema sindical, aunque sus
miembros empleados suelen implicarse en sus respectivos sindicatos. La
estructura flexible y el carácter local permiten a estos clubes atraer a dos
grupos de personas que siguen sin estar conectados a los sindicatos
tradicionales: los trabajadores de compañías muy pequeñas y los parados. En
palabras de un miembro del Club de Trabajadores de Nea Smyrni, un municipio
situado en las afueras de Atenas: “El Club de Trabajadores quiere llegar a ser
un ‘sindicato municipal’ que complementará, sin sustituir, el sindicalismo de
clase dentro del espacio laboral. Al mismo tiempo, unirá en la lucha a los
trabajadores y los desempleados en toda la ciudad.”16 Este comentario resalta
una de las principales dificultades estructurales a las que se enfrentan los
Clubes de Trabajadores en Grecia (similares a la mayoría de los experimentos
italianos): a pesar de su lógica innovadora y comprensión avanzada de las
reconfiguraciones espaciales del trabajo, su autodefinición como iniciativas
‘complementarias’ al sistema sindical formal incrementa la posibilidad de
quedar al margen de un escenario sindical estructuralmente inalterado.
Bienestar desde abajo La austeridad manifestada en los recortes al bienestar
que tanto esfuerzo costó conseguir ha sido una realidad tanto en Grecia como en
Italia desde principios de la década de 1990; la financiación nacional para la...
Organizando el contrapoder obrero en Italia y Grecia Lorenzo Zamponi y Markos
Vogiatzoglou 9
...educación, la sanidad y la seguridad social ha disminuido
sistemáticamente a un ritmo cada vez mayor, en particular después de la crisis
económica de 2008. En Italia y en respuesta a este contexto, los trabajadores y
las trabajadoras abrazan cada vez más la tradición mutualista que caracterizó
los orígenes del movimiento obrero en el siglo XIX, sobre todo por parte de los
precarios por cuenta propia.17 Son cada vez más populares en Italia los
espacios laborales compartidos en los que los trabajadores por cuenta propia no
solo comparten un espacio de trabajo, sino también se relacionan entre sí y
disponen de acceso a servicios comunes, aunque su nivel de politización (o
comercialización) varíe considerablemente, desde centros sociales ocupados a
espacios alquilados de carácter más comercial. En este contexto, hay un debate
abierto sobre el potencial de un ‘bienestar desde abajo’ que pueda
proporcionar, mediante relaciones libremente establecidas de cooperación y solidaridad,
el nivel de asistencia y seguridad social que ya no ofrecen los programas de
bienestar estatales.
Las experiencias son todavía demasiado limitadas en
dimensión y duración para evaluarlas debidamente, pero las primeras impresiones
son diversas. En lo positivo, proporcionan un vínculo útil entre los
movimientos laborales y del bien común y la posibilidad de experimentar con
nuevas prácticas democráticas y solidarias como alternativa al neoliberalismo.
En lo negativo, no podemos pasar por alto el riesgo de que estos nuevos actores
puedan comportarse como lo hace el sector privado al sustituir el papel del
sector público, justificar los recortes en el bienestar ex post y continuar las
mismas prácticas capitalistas de explotación, pero esta vez con la etiqueta de
una ‘economía que comparte’. 18 En Grecia, donde se ha desmantelado el modelo
estatal de bienestar (ya debilitado) tras las radicales medidas y reformas de
austeridad,19 la posterior crisis socioeconómica y humanitaria20 ha llevado a
la emergencia desde abajo de importantes estructuras de solidaridad social: por
ejemplo, hospitales sociales, depósitos de productos farmacéuticos y
alimentarios, comedores sociales y hasta equipos de electricistas (que
reconectan ‘ilegalmente’ a las personas que no pueden pagar la factura de la
luz). Todas estas estructuras funcionan con voluntarios, y sus servicios y
bienes son gratuitos. El sistema sindical formal está prácticamente ausente de
este proceso, con la excepción del sindicato de la compañía eléctrica (GENOP-DEH);
han participado también organizaciones profesionales como la asociación de
farmacéuticos autoempleados. El núcleo de activistas voluntarios son
especialistas politizados en su campo (médicos, personal sanitario,
farmacéuticos, etc.), parados o que ofrecen sus servicios después de su jornada
de trabajo. Es de destacar que, a diferencia del caso de Italia, Grecia no
había experimentado nunca un periodo mutualista dentro del movimiento obrero,
con lo que, como tal, estos experimentos constituyen una verdadera innovación.
Estas estructuras de solidaridad social tienen un formato organizativo flexible
que prioriza la democracia directa y las asambleas. Esto contrasta
completamente con el Estado de bienestar griego burocrático, corrupto y débil
del pasado. Sin embargo, tales iniciativas siguen siendo limitadas y
provisionales, ya que sus voluntarios no suelen desear extender sus actividades
más allá de lo estrictamente necesario (con la excepción de una pequeña minoría
radical); perciben sus acciones como una respuesta de emergencia a una
situación extra-...
www.tni.org/es/estadodelpoder2015 Organizando el contrapoder
obrero en Italia y Grecia Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou 10
www.tni.org/es/estadodelpoder2015
...ordinaria. El proyecto político sobre el que
existe un amplio consenso es el restablecimiento de algún tipo de red de
seguridad para las personas desfavorecidas, con el fin de no depender de la
caridad y el voluntarismo. El modelo productivo El movimiento obrero ha
desafiado, a lo largo de diversos períodos de su desarrollo histórico, no solo
los estilos organizativos del trabajo, sino también la propiedad y las
configuraciones generales de producción. Las compañías recuperadas y ocupadas
antes mencionadas en Italia son parte de este proceso. Y hay experimentos
similares en Grecia. Mediante su modus operandi alternativo, cuestionan de
forma muy directa los principios de la producción capitalista. Los proyectos
más destacados en Grecia son la antigua fábrica VIOME de material de
construcción (Tesalónica) y la Radiotelevisión Pública (ERT). Las dos compañías
fueron cerradas por sus propietarios (el Estado griego en el caso de ERT), pero
posteriormente reiniciaron su actividad en locales ocupados bajo el control de
trabajadores y trabajadoras. VIOME creó hace poco una cooperativa con el
objetivo de distribuir legalmente sus productos, mientras que los empleados de
ERT siguen emitiendo la programación desde estudios de toda Grecia, a pesar del
desalojo de su sede central en Atenas en 2013. Makis Anagnostou, un trabajador
de VIOME, describe cómo se organiza su fábrica autogestionada: “Implementamos
la plena igualdad entre los trabajadores y en materia salarial, sin tener en
cuenta el tipo de trabajo. Nuestro lema es: una acción por trabajador, un voto
por trabajador (…) Decidimos que tanto la gestión de la fábrica como sindical
debe poder revocarse en cualquier momento, lo que denominamos una iniciativa
cooperativa bajo el control de los trabajadores.”21
En Grecia, también se ha
producido una gran expansión de cooperativas que suministran una amplia gama de
productos y servicios, desde bienes agrícolas a reparaciones informáticas, y
desde servicios de mensajería a bares y restaurantes. Sin embargo, hay una
falta importante de experiencias cooperativas en el país, lo que explica la
falta de conciencia sobre los riesgos de que las cooperativas repliquen los
mecanismos de explotación laboral y evasión fiscal. Si bien los movimientos
sociales han proporcionado gran apoyo a estas nuevas cooperativas e iniciativas
controladas por trabajadores y trabajadoras, las élites sindicales permanecen
en gran parte indiferentes. Hasta los trabajadores de ERT, que inicialmente
recibieron el apoyo del sindicato de periodistas, denuncian frecuentemente a la
GSEE por su autocomplacencia y falta de apoyo. Los sindicalistas asociados al
Partido Comunista de Grecia se oponen de hecho a las fábricas ocupadas y las
cooperativas por motivos políticos y acusan a sus dirigentes de querer erigirse
en ‘pequeños jefes’. La falta de apoyo sugiere, por tanto, que muchas de estas
iniciativas pueden sucumbir a la presión de competidores que buscan beneficio o
subsistirán en gran medida inadvertidas en los márgenes de una economía
capitalista inalterada...
Organizando el contrapoder obrero en Italia y Grecia
Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou
...11. Sin embargo, y volviendo a Italia, el
potencial político y simbólico de la recuperación no debe infravalorarse: la
transferencia de instalaciones confiscadas al crimen organizado por el Estado
italiano a cooperativas de trabajadores ha reforzado la idea del control
laboral, además de crear puestos de trabajo y oportunidades para el desarrollo
económico. Sin embargo, ni las iniciativas controladas por los trabajadores ni
las empresas capitalistas pueden escapar a las contradicciones que surgen
cuando el desarrollo industrial amenaza la sostenibilidad medioambiental. Por
ejemplo, la fábrica italiana ILVA en Taranto —una de las mayores fábricas
metalúrgicas de Europa, con 12.000 empleados—, cuyo propietario fue el Estado
italiano y que se privatizó en los años noventa, casi se cerró en 2012 a
consecuencia de una investigación judicial por la contaminación que producía la
fábrica. Esto creó un conflicto entre los intereses de las personas en tanto
que trabajadores y, a la vez, residentes de la zona, entre su empleo y su
salud. Mantener un equilibrio entre la demanda de pleno empleo y la conciencia
de los daños que ha causado el crecimiento industrial es difícil para el
movimiento obrero, y el sindicato italiano de metalúrgicos FIOM se encontró en
una difícil posición en torno al tema ILVA, intentando promover una propuesta
compleja y valiente para defender tanto los empleos de los trabajadores como la
seguridad medioambiental. El tema está todavía lejos de cerrarse y la
contradicción entre el trabajo y los riesgos ambientales podría crear una
división entre los sindicatos y los movimientos sociales. La idea de que los
sindicatos deberían discutir no solo sobre la organización de la producción,
sino también sobre lo que se produce y con qué coste social y medioambiental
gana terreno en los sectores más ilustrados del sistema sindical italiano, pero
queda mucho camino para llegar a propuestas específicas y efectivas. En el
norte de Grecia, una propuesta de construir nuevas minas de oro en Chalkidiki
llevó a algunos de los residentes de la zona a apoyarla debido a la promesa de
creación de puestos de trabajo, mientras otros rechazan el proyecto por motivos
ecológicos y de desarrollo. Una serie de enfrentamientos violentos entre la
policía y los residentes, las masivas detenciones indiscriminadas y las dudas
persistentes en torno a la legalidad y la sostenibilidad medioambiental del
proyecto ayudaron a crear un movimiento nacional contra las minas de oro.
Durante este conflicto, el sindicato de los trabajadores de la compañía minera
apoyó con fuerza el proyecto de construcción, originando gran indignación entre
los activistas de los movimientos sociales. Sin embargo, el movimiento sindical
está dividido; los principales dirigentes sindicales se distancian
cautelosamente del conflicto, mientras que los sindicatos de base de
trabajadores precarios apoyan las movilizaciones en contra de las minas. Un
ejemplo positivo, tanto en Italia como en Grecia, del sindicalismo que aborda los
temas sociales y medioambientales es la participación comprometida de afiliados
y sindicalistas en las campañas contra la privatización del agua. El sindicato
de los trabajadores de la compañía del agua de Tesalónica ha liderado la lucha
contra la privatización de la compañía desde 2010. Ha recibido gran apoyo tanto
de activistas y muchos otros sindicatos, no necesariamente asociados al sector
del agua. En Italia, la CGIL y muchos sindicatos de base apoyaron activamente
la campaña que llevó al referéndum victorioso de junio 2011 que pidió la vuelta
a la gestión pública del agua. Una vez más, el debate fructífero entre el
movimiento obrero y el bien común proporciona perspectivas muy interesantes
para el desarrollo del activismo social progresista...
www.tni.org/es/estadodelpoder2015
Organizando el contrapoder obrero en Italia y Grecia Lorenzo Zamponi y Markos
Vogiatzoglou 12...
Avanzando
Los avances reseñados en este trabajo plantean
algunas preguntas importantes, pero ni los sindicatos institucionales ni los colectivos
laborales informales los abordan adecuadamente. Los sindicatos formales
necesitarán importantes cambios estructurales —no solo una dirección o
estrategia política diferentes— si quieren incluir a las masas de trabajadores
precarios en su seno y si quieren restaurar el contrapoder obrero en el sombrío
contexto de poscrisis en el sur de Europa. ¿Cómo se pueden poner en marcha
dichos cambios estructurales y qué dirección deberían tomar? Los pequeños
proyectos experimentales que tienen lugar en la periferia del sistema sindical
oficial son importantes, pero por el momento carecen de la influencia y masa
crítica necesarias para tener un mayor impacto en la sociedad. ¿Cómo pueden los
activistas ampliar su radio de acción con el fin de contribuir en lo específico
al contrapoder obrero en momentos de austeridad? En toda Europa, trabajadores y
movimientos sociales demuestran claramente que comprenden los desafíos a los
que se enfrenta el movimiento obrero y que disponen de ideas y propuestas
prácticas, innovadoras y comprometidas como para dar la vuelta a la situación.
Lo que falta es un debate práctico sobre cómo avanzar a partir de las
experiencias existentes. Los casos que hemos resumido brevemente apuntan hacia
una reconstrucción del movimiento obrero basada en innovaciones radicales en la
acción sindical. El sur de Europa, envuelto en una crisis económica y en las
políticas de austeridad, se está convirtiendo en un laboratorio de cambio
social y político. Avanzar más allá de la experimentación requerirá primero una
mayor coordinación y cooperación entre los sindicatos y los movimientos
sociales. Las confederaciones sindicales deben reconocer su fracaso al impedir
la implementación de las políticas de austeridad y su demora inexcusable en
abordar temas tales como la precariedad laboral, las reconfiguraciones del
centro de trabajo y el potencial de transición hacia un nuevo modelo
productivo, lo que ha minado su credibilidad entre los sectores más politizados
de los movimientos sociales. Los actores de los movimientos sociales
necesitarán abandonar su fe en la idea de que una nueva sociedad surgirá
espontáneamente a partir de la propagación de experimentos interesantes e
innovadores pero todavía limitados y aislados, y aceptar las realidades
complejas del centro de trabajo posfordista. Se necesita una reforma radical en
términos de estructura, contenido y prácticas de los sindicatos. Los ejemplos
que hemos reseñado, surgidos tanto de los sindicatos como de los movimientos
sociales, pueden indicar hacia la posible dirección de esta reforma. Es
importante aclarar que lo que proponemos no es una fusión de los movimientos
sociales con los sindicatos. Dadas las diferencias ideológicas entre los
diversos sectores políticos y la necesidad de pluralidad de roles que los actores
sociales asumen en la sociedad contemporánea, un proyecto de este tipo sería
inexcusablemente ingenuo. Sin embargo hubo un tiempo en que coexistieron
diferentes opciones ideológicas en el contexto de un movimiento obrero capaz de
jugar un papel importante en la sociedad. Cualquier actor interesado en
contribuir al contrapoder obrero en el contexto de...
www.tni.org/es/estadodelpoder2015 Organizando el contrapoder obrero en Italia y
Grecia Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou
13 ...la hegemonía neoliberal debería
tomar en serio la necesidad de reconstruir el movimiento obrero y reformar el
sindicalismo, empezando por las experiencias más innovadoras ya vigentes. Lo
que consideramos ahora como ‘nuevo sindicalismo’, ‘sindicalismo de movimientos’
o ‘sindicalismo social’ podría sencillamente ser el sindicalismo de mañana.
Notas finales
1 Culpepper, P.D. y
Regan, A. (2014). Why don’t governments need trade unions anymore? The death of
social pacts in Ireland and Italy. Socio-Economic Review, 12 (4): 723-745.
2 Laoutaris,
G. (2011). The blurry image of local administration.
http://laoutaris.wordpress.com/tag/δημοσκόπηση/
3 Turner, L. (2007). Introduction: An urban
resurgence of social unionism. En Turner, L. y Cornfield, D. B. (eds.), Labor
in the new urban battlegrounds: Local solidarity in a global economy. New York:
Cornell University Press, pp. 1–20.
4 Hardt, M. (2014). Social unionism.
Euronomade. http://www.euronomade.info/?p=3601
5 Connolly, H. y Darlington, R.
(2012). Radical political unionism in France and Britain: A comparative study
of SUD-Rail and the RMT. European Journal of Industrial Relations, 18(3):
235–250.
6 Ufficio Politiche Giovanili CGIL (2013). Organizzare i non
organizzati. Roma: Rassegna.
7 Bruni, A. y Murgia, A. (2007). Atipici o
flessibili? San Precario salvaci tu! Sociologia del lavoro, 105 (1): 64-75;
Mattoni, A. (2012). Media practices and protest politics. How precarious workers mobilise. Londres y
Nueva York: Ashgate.
8 Zamponi, L. (2011). La rivolta della conoscenza:
il movimento studentesco. En Maida, B. (ed.), Senti che bel rumore. Torino: Accademia University Press.
9 Mattoni, A. y Vogiatzoglou, M. (2014). Italy and Greece, before and after the
crisis: Between mobilization and resistance against precarity. Quaderni, (84):
153-168.
10 Vogiatzoglou, M. (2014). Die griechische Gewerkschaftsbewegung:
Protest- und Sozialbewegungen im Kontext der Austeritätspolitik. WSI-Mitteilungen,
14 de mayo.
11 Ciccarelli, R. (2014a). Sciopero sociale, tutte le piazze del
quinto stato. Il Manifesto, 14 de noviembre.
http://ilmanifesto.info/sciopero-sociale-tutte-le-piazze-del-quinto-stato
12
Giorgi, A. (2014). Le mobilitazioni dei lavoratori della cultura, dell ’arte e
dello spettacolo. En Altieri, A. y Raffini, L. (eds.), La nuova politica.
Mobilitazioni, movimenti e conflitti in Italia. Napoli: EdiSES, pp. 91-113.
13
Caruso, L. (2014). Il ritorno del rimosso. Conflitti di lavoro nella crisi
italiana. En Altieri, A. y Raffini, L. (eds.), La nuova politica.
Mobilitazioni, movimenti e conflitti in Italia. Napoli: EdiSES, pp.29-49
14
Nurra, M. y Azzu, M. (2011). Asinara revolution. Bompiani. Federazione
Lavoratori dell’Agroindustria, parte de la CGIL.
15 Federazione Lavoratori
dell’Agroindustria; sindicato de la industria agroalimentaria, integrante de la
CGIL.
16 Entrevista del autor con el Club de Trabajadores de Nea Smyrni, 1 de
marzo de 2013. 17 Ciccarelli, R. (2014b). Cartografia del quinto stato:
sindacati, mutualismo e consorzi politici.
https://www.academia.edu/8611690/Cartografia_del_quinto_stato_sindacati_mutualismo_e_consorzi_politici
18 Bonini, T. (2014). C ’è
Sharing e sharing. Doppiozero.
http://www.doppiozero.com/materiali/chefare/c-e-sharing-e-sharing
19 INE-GSEE
(2013). Greek economy and employment - Annual report 2013, Atenas: INE-GSEE;
Eurostat (2014). Eurostat NewsRelease - EuroIndicators, Bruselas.
http://epp.eurostat.ec.europa.eu/cache/ITY_PUBLIC/3-02052014-AP/EN/3-02052014-AP-EN.PDF
20 Antonakakis, N. y Collins, A. (2014). The impact of fiscal austerity on
suicide: On the empirics of a modern Greek tragedy. Social science &
medicine (1982), 112C: 39–50; Karanikolos, M. et al. (2013). Financial crisis,
austerity, and health in Europe. Lancet, 381(9874): 1323–31.
21
Papadatos-Anagnostopoulos, D. y Vogiatzoglou, M. (2013). #syndicalism 2013: An
interview with the Wage Earners Technicians’ Union. Red Notebook, 29 de
marzo. http://www.rednotebook.gr/details.php?id=9014
www.tni.org/es/estadodelpoder2015 Organizando el contrapoder obrero en Italia y
Grecia Lorenzo Zamponi y Markos Vogiatzoglou www.tni.org/es/estadodelpoder2015
Lorenzo Zamponi es investigador del Centro de Estudios sobre Movimientos
Sociales del Instituto Universitario Europeo (EUI). Su campo de estudio es la
memoria pública, la política de la protesta, los movimientos estudiantiles, el
activismo contra la austeridad y el análisis de los medios de comunicación. Ha
participado activamente en las movilizaciones sociales y políticas contra los
recortes presupuestarios en la enseñanza, la precarización del trabajo y las
políticas de austeridad en Italia en los últimos años. Markos Vogiatzoglou es
investigador del Centro de Estudios sobre Movimientos Sociales del Instituto
Universitario Europeo (EUI). Su campo de especialización es el trabajo
precario, las nuevas formas organizativas de los trabajadores y las
trabajadoras, y los movimientos contra la austeridad. Ha participado en
actividades sindicales organizadas en centros de atención telefónica,
universidades y el sector de las telecomunicaciones. Traducción: Christine
Lewis Carroll ///.
/// Boletín Rojo. 10 Marzo 2016.
Posted on marzo 9, 2016 by encuentrocomunista
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