miércoles, 9 de septiembre de 2020

Pablo Rieznik (1949-2015) - En defensa del Marxismo // revistaedm.com › verNotaRevistaTeorica › pablo-riezni... Pablo fue un representante genuino de la generación del Cordobazo. Se incorporó a Política Obrera (antecesor del Partido Obrero) dos meses y medio después ...


ES, COMO, UNA PUTÍSIMA CASUALIDAD,...YA HE ENCONTRADO A VARIOS MARXISTAS CONTEMPORÁNEOS QUE AL QUERER CONECTAR CON ELLOS,...RESULTA QUE HAN CAMBIADO SU FORMA DE EXISTENCIA,...EN 2.015,...DE ESA CONEXIÓN,..EN GENRAL NO ESPERO NÁ DE NÁ,...NORMALMENTE ME RECHAZAN, ME NINGUNEAN,...PERO NO ME DICEN LAS RAZONES,...SERÁ QUE NO SON SOCIALMENTE ÚTILES MIS LITERATURAS CRÍTICAS Y POLÍTICAS DE ANÁLISIS AL IMPERICAPITALISMO INTERPLANETARIO Y A LA SOCIEDAD IMPERIALISTA MUNDIAL CON SU PODER ESTATAL PLANETARIOS Y SIDERAL : ONU-OTAN, GERENCIADA Y DIRIGIDA POR LA POTENCIA EUROESTADOUNIDENSE,...AUNQUE PARECE QUE LA VAN A SUPLIR, LA TRILATERAL IMPERIALISTA-MULTI, USA-RUSIA-CHINA,...¡¡??¡¡; SEGÚN ALGUNOS ANALÍSTAS GEOPOLÍTICO Y GEOESTRATÉGICOS,....¿¿¿¡¡¡¡????.


LOS Y LAS IGNORANTAS COMO NOSOTRAS, POS DEBEMOS APRENDER SUS ESCRITOS,...RECITARLOS MENTALMENTE,...Y SI SE QUIERE, QUE SERÁ LO MEJOR,...POS SACAR INVESTIGANDO, NUESTRAS PROPIAS CONCLUSIONES, LO MÁS MATERIALISTAMENTE Y DIALÉCTICAMENTE POSIBLE,...EL MH, ESTÁ EN JUEGO, ASÍ COMO EL SOCIALISMO CIENTÍFICO DEL SIGLO XXI,...REVOLUCIONARIO/REVOLUCIONADO, ES MÁS CORRECTO, -- lo de marxismo revolucionario, está mu manoseado y no responde a las necesidades, ni están a las circunstancias,...que se les requiere por la humanidad ¡¡??¡¡; en general,... --, CONTEMPORÁNEO, ANTIDOGMÁTICO Y ANTIRECETARIO,...??¡¡....Y MUNCHO" MENOS SECTÁREOS, DE COPÓN DE VINO MARRÓN,...DE LOS MONTES DE MÁGALA,...¡¡¡, LECHE YA, CON TANTOS CIRCULITOS DE AMISTADES, COMPAS Y ALLEGADOS AMIGUETES DE "TÓLAVIA,..."¡¡¡¡. QUE QUIZÁS SOLO LES SIRVAN PARA EL LIGOTEO FÁCIL,...PARA SNOBIZAR CON LA PERFECTA CUADRILA, DEL CHAT, DEL TW, Y CASI NO VAMÁ",...¡¡¡¡.

YO, COMO SOY UN CABRÓN,...Y UN PERRO SARNOSO ¡¡, Y YA LO ANUNCIÉ EN ESTE BLOG,...DE QUE IBA A SER MÁS HIJO PUTA QUE TODOS LOS HIJOS DE PUTA QUE HAY EN ESTE MUNDO,...POS ME HE SACADO MIS PROPIAS TEORÍAS,...Y MIREN POR DONDE SOY UN lukysta,...teóricamente un ser que se dice y se proclama del lukysmo,...una teoría de Lmm, que habla y plantea la revolución de la humanidad, pro.po. y algunos sectores sociales más,...para crear y ayudar a construir el comunismo integral y total,...o sea, POSIBLEMENTE LA ACRACIA,...

MIS MAESTROS Y MAESTRAS SON TODA CLASE DE SER VIVO, PRESENTE, PASADO Y FUTURO,...Y AGUAS, AÍRES, OLORES, ESPACIOS EXTERIORES, SPIQUÉS Y COJONADAS,...DIVERSAS PUTREFACTAS,...Y ENTRE ESAS Y ESOS MAESTROS ME DECLINO POR UN TAL COLEGA Y AMIGO C. MARX, Y OTRO TAL CUAL F. ENGELS, Y UN TAL V.I. LENIN,...y no me olvido de mi amigu, "er primitivo" agus,...agustín antunez corrales,...en mayúsculas,...cosa que él, no quería. Y POR REMATAR UN TAL luky de mágala, andalucía, el planeta tierra mamma mía.,...PERO SIEMPRE, siempre,...:  EN MINÚSCULAS,...¡¡¡¡¡.



DOMINGO, 3 DE MAYO DE 2020  // REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD.

ESCRIBO - teorías construcción socialismo en un solo país   - Y SALE ESTO................







































































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(( QUIERO ESCRIBIR SOBRE ESTO :


PABLO RIEZNIK

Pablo Rieznik - Wikipedia, la enciclopedia libre

https://es.wikipedia.org/wiki/Pablo_Rieznik


Pablo Rieznik (Buenos Aires, Argentina, 15 de septiembre de 1949-ibídem, 17 de septiembre de 2015) fue un político, economista, profesor universitario e ...

Adiós a Pablo Rieznik, un intelectual de izquierda - Clarín

www.clarin.com/cultura/pablo_rieznik_0_1432657165.html


17 sept. 2015 - Murió hoy, a los 66 años.Fue profesor de la UBA, investigador y militante. Su último libro trataba sobre la pereza. Pablo Rieznik. Un intelectual ...

Pablo Rieznik | Rolando Astarita [Blog]

https://rolandoastarita.wordpress.com/2015/09/18/pablo-rieznik/


18 sept. 2015 - En la madrugada de ayer, 17 de septiembre, falleció, víctima de un cáncer, Pablo Rieznik, dirigente del Partido Obrero. Pablo también fue ...

Página/12 :: El país :: Falleció Pablo Rieznik

www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-281946-2015-09-18.html

18 sept. 2015 - El reconocido dirigente de izquierda, intelectual y profesor universitario Pablo Rieznik falleció ayer, a dos días de haber cumplido 67 años.

Falleció Pablo Rieznik, dirigente del Partido Obrero

www.laizquierdadiario.com/Fallecio-Pablo-Rieznik-dirigente-del-Partido...


17 sept. 2015 - Tristemente nos llegó la noticia del fallecimiento de Pablo Rieznik, referente del Partido Obrero. Militante desde joven pasó por las cárceles de ...

Pablo Rieznik - Una introducción a la economía política - 2 ...

https://www.youtube.com/watch?v=EaFjIk4pm20
31 may. 2014 - Subido por El Caos de Ortuzar

Segundo encuentro de la Cátedra Libre Universidad Obrera, dictada por el profesor Pablo Rieznik: "Una ...

Homenaje a Pablo Rieznik // Cortometraje - YouTube

https://www.youtube.com/watch?v=J6x0n8GV6w8
14 dic. 2015 - Subido por PartidoObrero

Cortometraje realizado por el grupo Ojo Obrero que destaca la militancia, la valentía, la fuerza y la vitalidad de ...

Artículos escritos por Pablo Rieznik | Topía

https://www.topia.com.ar/autores/pablo-rieznik


Pablo Rieznik es Profesor de Economía. Desarrolló su trabajo profesional tanto en Brasil como en la Argentina. Es docente en la UBA e investigador en el ...

Pablo Rieznik (1949-2015): in memoriam - Sin Permiso

www.sinpermiso.info/textos/pablo-rieznik-1949-2015-in-memoriam


20 sept. 2015 - Pablo Rieznik (Buenos Aires, Argentina, 15 de septiembre de 1949, 17 de septiembre de 2015) ha sido un destacado dirigente de la izquierda, ...

Primeras palabras para Pablo Rieznik - Partido Obrero

www.po.org.ar/comunicados/.../primeras-palabras-para-pablo-rieznik


17 sept. 2015 - La madrugada de este jueves 17 nos sacudió con la muerte de nuestro querido compañero y amigo Pablo Rieznik. Venía luchando contra un ...

1CIENCIA Y SOCIALISMO

(Centenario de la muerte de Federico Engels)

Pablo Rieznik



      Federico Engels, de quien se cumple en este año el centenario de su muerte, fue posiblemente el primero que comparó a Marx con Darwin. Lo hizo en circunstancias que le otorgan especial significación puesto que creyó oportuno incluir tal analogía en el breve discurso que pronunciara en los funerales del propio  Marx, el 17 de marzo de 1883. Engels señaló, entonces, que así como Darwin descubrió la ley del desarrollo de la naturaleza orgánica, Marx descubrió la ley del desarrollo de la historia humana: el simple hecho, hasta entonces oculto por el excesivo desarrollo de la ideología, de que la humanidad debe antes que nada comer, beber, tener un techo y vestirse antes de poder dedicarse a la política, al arte, a la religión, etc.; que, por lo tanto, la producción de los medios materiales de subsistencia y, en consecuencia, el grado de desarrollo económico alcanzado por una época dada son la base sobre la cual han surgido las instituciones del Estado, las concepciones legales, el arte e inclusive las ideas sobre la religión del pueblo en cuestión y a cuya luz deben ser pues, explicados, en vez de a la inversa como había sido el caso hasta el momento.

      Luego de agregar que Marx descubrió también la ley particular del movimiento que rige el mundo de producción capitalista -y valorar el significado de ambos descubrimientos-, Engels concluyó: “este era el hombre de ciencia".....(aunque) “no fuera ni la mitad el hombre"; Marx “era ante todo un revolucionario y la lucha su elemento". Es indudable que para Engels la ciencia y “la lucha” constituyen, en este caso, una unidad indivisible. Sus palabras son un recuerdo oportuno para reflexionar sobre el marxismo como ciencia, es decir, como teoría de la revolución social contemporánea y como instrumento indispensable de la misma.

      El título de un célebre trabajo de Engels plantea inequívocamente que el “socialismo científico” es la  dimensión específica y fundacional del marxismo como movimiento emancipador, lo que equivale a decir como expresión consciente de los intereses históricos del proletariado moderno. Una evidencia de lo que acabamos de señalar es el habitualmente poco considerado capítulo del “Manifiesto Comunista” que distingue al socialismo contemporáneo, reivindicando su carácter de apreciación rigurosa de la sociedad burguesa, como aspecto esencial que lo diferencia ante los “socialismos” preexistentes. El Manifiesto, como documento de una organización internacional de trabajadores, es, en sí mismo, una prueba de que la estructuracíon del movimiento obrero representaba para Marx y Engels la tarea práctica que corresponde a la teoría del  socialismo “como ciencia". No había en esto nada de arbitrario. Ambos arribaron a esta conclusión luego de examinar críticamente sus opiniones y puntos de vista en el campo de la filosofía y del movimiento de los “jóvenes hegelianos". Su adhesión militante al comunismo  constituye, entonces, la estación final del trabajo de “arreglo de cuentas” con el pasado -y con su pasado-, conforme su propia definición. Se trata de la tarea que acometieron en común cuando Marx y Engels se conocieron en 1844.

      La originalidad propia de los jóvenes comunistas Marx y Engels no es, en consecuencia,  su aspiración igualitaria ni, tampoco, la voluntad de suprimir la explotación clasista. La novedad es, precisamente, su fundamento, que ya no son los deseos ni la voluntad, tampoco el prejuicio, la ideología o la especulación filosófica sino la...ciencia. Dicho de otro modo, las nuevas “premisas” son la historia y la vida real, como se indica en las frecuentemente citadas páginas de “La ideología alemana". Engels puso un énfasis especial en destacar que la labor emprendida con Marx había consistido, en lo esencial, en sacar al socialismo del limbo de la utopía. En contrapartida, más de cien años después, izquierdistas que se pretenden “aggiornados” consideran que, en el umbral del siglo XXI, lo apropiado es hablar del socialismo como una legítima... utopía. Es notable que semejante declaración de fe pulule con especial insistencia entre la intelectualidad pseudo-progresista que sabe mejor que nadie que la reiterada palabra significa lo que no existe en ningún lugar. No menos significativo es que la reunión de la izquierda latinomamericana en el denominado “Foro de San Pablo", que agrupa en reuniones periódicas a sus partidos de todo el continente, haya convenido en hacer de su “esperanza” en la “utopía socialista” una declaración de principios. Habrá que reivindicar a Engels y el marxismo, al socialismo científico, contra esta verdadera bancarrota teórica y política.

Tendencia del conocimiento científico


      La crítica al marxismo está frecuentemente dirigida, entre otros aspectos, a este rasgo clave, a su naturaleza científica, lo que equivale a decir a su tendencia a establecer una apreciación de conjunto y totalizadora, es decir, a avanzar hacia una comprensión sintética y unitaria de la realidad social.

      Es una crítica, sin embargo que, excede el marco del propio marxismo para proyectarse como un cuestionamiento, en realidad, al propósito de todo conocimiento científico. El fin de la ciencia es, naturalmente, el de comprender el movimiento del mundo y de las cosas, el de dar cuenta de la íntima conexión entre objetos y procesos en su dinámica real. De este modo el científico busca unir lo que parecía separado y aislado, avanza en explicaciones de conjunto para comprender vínculos y relaciones  entre los fenómenos de la vida y del universo. La física moderna, de hecho, ha empeñado sus mejores esfuerzos en las últimas décadas en la búsqueda de una “fuerza unitaria” que relacione las cuatro fuerzas fundamentales que determinan, hasta donde se conoce en la actualidad, la existencia y la dinámica de  la materia. Un principio en la evolución del conocimiento científico consiste, exactamente, en el progreso que evidencia mediante el descubrimiento de leyes de más amplio alcance, que integren y superen las formuladas con anterioridad, con un dominio menos vasto y profundo.

      Esto último no quiere decir que el propósito de la ciencia sea consagrar un saber absoluto, un conocimiento acabado; como si tal finalidad de una ciencia definitiva y total pudiera ser posible. Al contrario, la pretensión de que el marxismo represente la búsqueda de una “verdad absoluta” es lo primero que liquidaron como pretensión Marx y Engels en el mismo momento en que accedieron a definir al socialismo como ciencia. El mismo Engels lo definió del siguiente modo: “apenas conseguimos comprender(...) que la tarea que así se coloca la filosofía no quiere decir sino que un filósofo individual debe realizar lo que sólo puede ser realizado por el género humano entero en su desenvolvimiento gradual; apenas comprendimos eso, toda la filosofía, en el sentido que hasta entonces se dió a esta palabra, está terminada. Se abandona la verdad absoluta que no puede ser alcanzada por ese camino ni por cualquier individuo aisladamente y se pasa a buscar, al contrario las verdades relativas, accesibles a través de las ciencias positivas y de la síntesis de sus resultados por medio del pensamiento dialéctico". 

      Cuando se ataca al marxismo de un modo vulgar por su supuesta pretensión de representar una “verdad absoluta” lo que se revela, en consecuencia, es ignorancia o, simplemente mala fe. Lo que es más importante es que, bajo esta forma de ataque al supuesto “absolutismo” del conocimiento científico, se contrabandea un planteo inadmisible ya que se impugna a la ciencia su propia naturaleza, esto es, su tendencia a ser crecientemente abarcativa y comprenhensiva, “totalizadora".

      Es obvio que, en la evolución del saber, aquello que se estimaba como cierto en un tiempo determinado puede luego ser revisto, negado y/o superado por la visión más amplia que surge de nuevos desarrollos en la investigación, del avance del conocimiento, en definitiva, de una mejor aproximación a la dilucidación de lo real y su movimiento. Pero en cualquier caso, nadie puede cuestionar el valor científico de una determinada proposición apelando, en general, al argumento anterior; es decir, negar la afirmación X porque la historia ha probado que, en definitiva, en algún momento futuro, se comprobará la insuficiencia y la limitación o, inclusive el error, de la tesis respectiva. La búsqueda de la verdad es, naturalmente, una tarea infinita. Pero es una vulgaridad cuestionar todo conocimiento por el hecho de que es seguramente provisorio, esta  históricamente condicionado y que, por lo tanto, en este sentido, revista la característica de lo relativo. Sin embargo, es mediante la apelación a argumentos iguales o similares a los que se acaba de señalar, que se presenta la reacción y el oscurantismo contemporáneo o “postmoderno". El planteo central, es que las  verdades científicas no deben tener un caracter doctrinario, a riesgo de caer en el “totalitarismo".

OSCURANTISMO


Ahora bien, siguiendo la misma línea de argumentación podría cuestionarse, para tomar un caso, la ley de la gravedad, por dar, en determinado contexto, una explicación “única” del movimiento de los cuerpos en el espacio. Con idéntico criterio podría impugnarse la “dictatorial” teoría de la relatividad que establece que ningún cuerpo puede superar la velocidad de la luz, violando el libre albedrío universal. Entonces, en  nombre de la democracia o del pluralismo y, por lo tanto, del “derecho” a una explicación alternativa  podría exigirse que se incluya en la educación de nuestros niños cualquier fantasía, mito o invención al respecto.

      El problema merece examinarse con cuidado porque los planteos que acabamos de indicar, en una variante más sofisticada, se cultivan muchas veces con denodada devoción entre algunos académicos y profesionales de las ciencias sociales que realizan la apología del supuesto saber fragmentario, del conocimiento de lo particular en oposición y hasta en negación de lo general y que, por lo tanto, han hecho una suerte de profesión de fe del rechazo a una comprensión de conjunto, unitaria, “totalizante” de los principales problemas del mundo moderno.

      Un ejemplo de semejante barbarie son los planteamientos de Ernesto Laclau, enfermizamente antimarxistas, que para no dejar dudas al respecto repudian la pretensión científica del marxismo y... el conocimiento científico en general. A este último se lo impugna, precisamente, por su aspiración a la generalidad, a las explicaciones unitarias y  “monistas". Laclau repudia el Renacimiento, el Ilumnisimo y, en defintiva, la piedra basal de todo el desarrollo mismo de la ciencia moderna cuando le adjudica el “pecado” de pretender entender y “representar” lo real. La novedad “postmoderna” sería, al contrario, renunciar a comprender la historia como totalidad. En oposición a este planteamiento, se debería afirmar, laclausianamente, “el carácter de eventos aislados” como la sustancia del proceso histórico. En verdad esto equivale a decir que no hay proceso ni hay historia.

      Es necesario no despreciar el nivel de barbarie epistemológica de tales “contribuciones” que, a pesar de todo,  pretenden el fuero de ser reivindicados como la última palabra en materia de ciencia política y social. Lo que se pone en duda y se critica es el fundamento mismo del mundo moderno y los alcances revolucionarios que tuvo la irrupción del capitalismo, liquidando los modos de producción preexistentes. Para esto se expone la cuestión de la siguiente manera: a) en la Edad Media, dios y los  depositarios de su fe son los encargados de brindar, revelación mediante, el destino general de todo y de todos, que, al fin y al cabo son el resultado de una creación única; b) los hombres de ciencia, pensadores y filósofos que, destronado el poder de la Iglesia y sus mitos, pusieron desde el siglo XVI los cimientos de la cultura moderna cometieron, no obstante, el terrible error de intentar sustituir aquella cosmovisión “divina” por una contrapartida terrenal. Esto significa que “se equivocaron", precisamente, porque se propusieron, en consecuencia, penetrar la realidad, avanzar en la comprensión racional de su universo y su circunstancia. Textualmente, según el mencionado Ernesto Laclau: “en los comienzos de los tiempos modernos, la razón va a ser llamada a cumplir un nuevo rol totalitario, radical, mucho más fuerte que nada que hayamos visto en el pensamiento (religioso) anterior (...) este es el proceso que vamos a ver desarrollándose desde Descartes hasta Marx; es decir que en todos los casos se va a ir reafirmando la radical racionalidad de lo real".  Asi la barbarie se presenta en la actualidad en el ámbito académico, bajo el disfraz del progreso de lo “post-moderno".


      La pertinencia de estos comentarios vale cuando recordamos los cien años de la muerte de quien tanto hiciera en la lucha contra el agnosticismo, cuyas armas más nuevas de combate acabamos de denunciar. Sucede que cuestionar la posibilidad de “representar lo real” y cuestionar, también, la verdad del pensamiento en términos de su verificación práctica y terrenal es una reiteración de los muy viejos discursos sobre “lo incognoscible", la imposibilidad de acceder a la “cosa en sí", lo inasible de la confrontación experimental de la teoría, etc. Al respecto podemos citar aquí las palabras de un contemporáneo y, al mismo tiempo, discípulo de Engels. Fue el italiano Labriola que indicó que cuando los agnósticos  insisten en la imposibilidad de conocer la cosa en si, lo más íntimo de la naturaleza, la causa última y el fondo de los fenómenos, llegan por otra vía al mismo resultado “nuestro"; o sea al hecho de que no se puede pensar sino en lo que podemos experimentar y...conocer. El mismo Labriola formuló una suerte de ley al respecto: todo lo cognoscible puede ser conocido, y todo lo cognoscible será realmente conocido en el infinito; y más alla de lo cognoscible no hay nada que pueda importarnos en el campo del conocimiento puesto que es mera fantasía admitir como existente una diferencia entre lo limitado que puede ser conocido y el campo de lo incognoscible -que al menos habría que declarar como conocido en cuanto incognoscible. En otras palabras: lo real que no puede ser “representado", conforme los que quieren fundar una suerte de nueva sociología del siglo XXI, es irreal, escapa al campo de la tierra y se nutre solo del eventual imaginario onírico y celestial de los sociólogos post-modernos.

Predicción, sujeto y objeto


      La vigencia de Engels y del marxismo en general se vincula a la esencia científica de sus planteamientos y, en consecuencia, a la enorme capacidad predictiva de sus análisis y  caracterizaciones teóricas. En otro texto ya tuve la oportunidad de desenvolver este concepto, explicando el acierto sin precedentes del marxismo, cuando desde mediados del siglo pasado trazó los grandes lineamientos de la dinámica de la sociedad capitalista y, más tarde, de su fase imperialista en el siglo XX. No es menos notable el anticipo sobre el derrumbe de la URSS, o más rigurosamente, sobre la inviabilidad del socialismo en “un sólo país". Se trata de una caracterización compartida en su momento por la totalidad de los líderes de la primer revolución obrera en 1917 y que, después, fuera rigurosamente desarrollada como tesis por la llamada Oposición de Izquierda fundada por Leon Trotsky en los años 20 al interior del Partido Comunista de la Unión Soviética. Que sirva lo que acabamos de afirmar para distinguir al marxismo de esa deformación contrarrevolucionaria y burocrática que se sitúa en las antípodas, denominada stalinismo.

      El comentario es también pertinente para recordar otra de las características del marxismo como ciencia: su capacidad de preveer. En este sentido no es posible compartir el criterio de algunos marxistas -como es el caso de Holloway-, que le niegan al propio marxismo los atributos de toda ciencia, el de establecer leyes objetivas del movimiento de la sociedad capitalista. Cabe precisar, de cualquier modo, que la existencia de tales leyes objetivas no implica que los hombres estén condenados a ser meros espectadores pasivos de su propia historia. Al revés, aunque en “determinadas condiciones", son los hombres quienes “hacen la historia". Un “hacer” que puede materializarse, o no, conociendo y dominando las “leyes objetivas” que nos ha legado la propia historia.

      Toda la clave en este asunto parece consistir en no introducir de contrabando la división mecánica y propia del materialismo pre-marxista entre lo objetivo y lo subjetivo. Como si el hombre no fuera objeto, naturaleza y como si la naturaleza y el hombre como tal no fueran, en su interacción, el sujeto mismo de la civilización. Toda la ciencia del marxismo tiene este punto de partida que tan bellamente elaboraran Marx y Engels en su juventud y que  encabeza las célebres “Tesis sobre Feuerbach", escritas como apuntes por el primero y editadas por el segundo. Allí se dice que “el defecto fundamental de todo el materialismo anterior -incluído el de Feuerbach- es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de un modo subjetivo...(Feuerbach) sólo considera la actitud teórica como auténticamente humana, mientras que concibe la práctica en su forma suciamente judaíca de manifestarse...no comprende la importancia de la actuación 'revolucionaria', 'práctico-crítica'".

      Como puede verse, el concepto de ciencia en el marxismo supone no sólo una radical “objetividad” sino también la concepción de teoría y práctica como proceso y “unidad". Por eso,  otra de las célebres “Tesis...", la inmediatamente siguiente proclama que “el problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema práctico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aisla de la práctica, es un problema puramente escolástico". Parece evidente que estas afirmaciones corresponden al conocimiento científico como tal, es decir que vale para las ciencias denominadas “duras” o exactas como para la propia ciencia social que, en este punto, contra la pretensión de muchos metodólogos y también marxistas, no revisten diferencia alguna. En este aspecto los trabajos de Engels como el "Anti-Duhring" y el propio "Ludwig Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana" son profundamente esclarecedores. Los detractores del marxismo y del socialismo científico han desenvuelto una muy extendida tarea de descalificación del compañero de Marx, lo han presentado como esquemático e inclusive antimarxista en sus escritos de orden filosófico y epistemológico. Lo cierto es que Adam Schaff recordó algunos años atrás que tales escritos son prácticamente una coproducción y que, en particular, el manuscrito completo del Anti-Duhring fue “enteramente” leído por Marx, con anterioridad a su publicación.

      Es precisamente en estos trabajos donde Engels dice de un modo muy claro que la historia de la sociedad difiere de la historia del desarrollo de la naturaleza. En la historia social actúan hombres con su propia pasión, sus intereses, su conciencia y voluntad. Dicho de otro modo se trata de una historia humana, por oposición a la pura y estrechamente “natural". “Pero esta distinción, por muy importante que ella sea, para la investigación histórica, sobre todo la de épocas y acontecimientos aislados,  no altera para nada el hecho de que el curso de la historia se rige por leyes generales de orden interno". El marxismo, como crítica y superación de la llamada filosofía clásica alemana constituye una suerte de estación terminal puesto que proclama el reino de la ciencia positiva en todos los dominios, liquidando la filosofía preexistente que , en las palabras de Engels ya citadas “queda terminada". Toda la conclusión de sus trabajos sobre el punto se resume en esto: “esta interpretación pone fin a la filosofía en el campo de la historia, exactamente lo mismo que la concepción dialéctica de la naturaleza hace la filosofía de la naturaleza tan innecesaria como imposible (...) de la filosofía desahuciada queda en pie sólo la teoría de las leyes del proceso de pensar, la lógica y la dialéctica". Una formulación que quedaría incompleta si no se comprende que la “terminación” de la filosofía es la asimilación de lo mejor de toda la evolución filosófica del pasado e inclusive su conversión en 'práctica'. Esto explica la última frase del “Ludwig Feuerbach...", a modo de sentencia, cuando dice que “el movimiento obrero de Alemania es el heredero de la filosofía clásica alemana".

      En consecuencia el concepto de ciencia “positiva” del  marxismo es completamente ajeno a la filosofía positivista, en el sentido de una supremacía de la ciencia concebida de un modo abstracto, no histórico ni social e, indudablmente, ajeno al movimiento obrero y a la lucha de clases. En este punto el positivismo y sus “alrededores” conciben la ciencia al modo “feuerbachiano”. El marxismo, en cambio, concibe la actividad revolucionaria práctica como la realización indispensable de una parte de la ciencia, que se abre paso “humanamente” en la propia revolución social. Una ciencia que se consuma en la dictadura del proletariado, es decir, en la condicion práctica -una vez más- para la abolición del dominio del capital y para abrir paso a una sociedad verdaderamente humana, donde no exista ya la explotación del hombre por el hombre, donde se acaba con el “reino de la necesidad para pasar al reino de la libertad".

      En momentos en que vuelve a establecerse una terrible  confusión entre la dictadura del proletariado y la dictadura burocrática y contrarrevolucionaria que imperó en la ex-URSS, conviene precisar que fue el Marx “humanista", esto es, el que habló de que el hombre debe “construir” humanamente su circunstancia, fue ese Marx, entonces, quien se preocupó en señalar que el aporte “nuevo” en materia de inteligencia de la historia moderna fue justamente la conclusión de que la dictadura del proletariado era el punto de llegada necesario del desarrollo de la sociedad contemporánea; esto como tránsito hacia la abolición de todas las clases y hacia una sociedad sin clases (las clases sociales y aún la lucha de clases son un descubrimiento premarxista). 

Antimecanicismo


      Otra moda académica aún vigente, aunque de vieja data, consiste en atribuir al socialismo científico los características propias de la ciencia del siglo XIX, dominada por los avances y descubrimientos de la mecánica y de la física newtoniana. En el mejor de los casos se trata de ignorancia y nuevamente es Engels el encargado de desasnar al respecto al estudioso que obra sin rigor. El mecanicismo es precisamente el defecto del materialismo pre-marxista,    con su tendencia mediocre a reducir la condición del hombre al de la máquina. Es lo que Marx y Engels rechazan: el lado conservador, quietista, pasivo del viejo materialismo, para quien el hombre estaba determinado en su “trayectoria” por las circunstancias que lo dominan. Si en la historia el “lado activo” del hombre había sido impulsado por el idealismo,  los marxistas pueden declararse legítimamente herederos de este impulso a la acción, de la confianza en modelar el mundo a su imagen y semejanza. Fue, entonces, cuando el propio  Marx indicó que si las circunstancias formaban al hombre, se trataba ahora, ciencia mediante, transformación revolucionaria mediante, de formar, las circunstancias “humanamente".

      En los límites de la mecánica y de la visión del mundo que  se le atribuye al genio de Newton, todo el universo concluyó por ser aprehendido como una suerte de robot. El universo autómata, el universo-reloj, en las palabras de Prigogine, era de conjunto la máquina inerte y perfecta. Aquí la trayectoria y la posición de todos los cuerpos estaba predeterminada para siempre. En la cumbre de su aprehensión del universo el hombre, en lugar de ser “uno” con la naturaleza de la cual provenía, parecía una suerte de excepción, algo  esencialmente distinto e irreductible puesto que no podía ser aprehendido él mismo, como máquina, como robot o como reloj. Después de haber desalojado a Dios para comprender el funcionamiento de la naturaleza el mismo parecía un Dios ante el universo que descubría, como si se hubiera roto la “alianza” entre el hombre y la naturaleza. Reaparece así la idea de alienación o enajenación del hombre respecto al medio natural y a sí mismo. A partir de aquí el propio Prigogine plantea que la posibilidad de una “nueva alianza” entre el hombre y la naturaleza dependerá de los también nuevos y últimos desarrollos de la propia ciencia, entendida en el sentido más restrictivo de ciencia de la naturaleza. Se refiere a las investigaciones sobre la segunda ley de la termodinámica y la entropía, a los descubrimientos de la física cúantica, a la incorporacíon del tiempo en la evolución de la materia y sus procesos, etc. y a su capacidad por brindar una explicación más completa y rica del cosmos, que la heredada del pasado.

      Lo que importa subrayar en este caso es una cuestión, que puede denominarse metodológica, de este intento que abarca a una corriente muy amplia del pensamiento contemporáneo. Esto es, la tentativa de superar la enajenación del hombre por la vía exclusiva o privilegiada de una adecuada comprensión de los descubrimientos y desarrollos de ciencias como la física, la química, la biología, etc.  En este planteamiento no se contempla a la ciencia social, al marxismo y, consecuentemente, a la modificación de la sociedad por una via revolucionaria, como una tarea “científica” en la dimensión que en este trabajo se plantea. Omitir semejante dimensión al problema implica, por lo tanto, plantearse una búsqueda errada, extraviada, puesto que la alienación del hombre en relación a la naturaleza y, entonces, también en relación a sí mismo, que es naturaleza, sólo puede ser resuelta en la práctica por la revolución social, es decir, por la “actuación revolucionaria, práctico crítica".

      Se trata de un extravío  similar, aunque formalmente aparezca como la contrapartida, de aquel otro que en los años 60 presentaba a Marx como un “humanista", cuyo objetivo sería descubrir la “esencia” del hombre en el reino de la especulación filosófica y de la teoría “pura” del trabajo enajenado, pero ciertamente al margen de la lucha revolucionaria. Por esto mismo ganó el favor de cierta audiencia intelectual, atrapada entonces con algunas de las obras de Erich Fromm. Fromm presentaba a Marx como una suerte de profeta ateo, no como integrante de las filas del movimiento proletario revolucionario. En este caso, como en el anterior, asistimos, en tiempo distintos a una reacción a la barbarie stalinista, basada en la incomprensión del fenómeno de la degeneración del Estado que surgiera de la primera revolución obrera triunfante en l917. Por eso tienen en común la omisión de la revolución social, como si el “comunismo” oficial de la vieja URSS obligara a evitar  abordarla o a eliminarla de la “agenda” de los problemas del mundo que nos toca vivir.

      La conclusión de todo esto es la siguiente: el planteo de que la ciencia es instrumento de liberación del hombre sólo puede ser aceptado si se acepta, como parte del propio conocimiento científico, la tarea revolucionaria de transformación social que se ejecuta a partir de hipótesis y caracterizaciones teóricas sobre la propia sociedad moderna. En este sentido el marxismo es la síntesis y superación de las mejores tradiciones del pensamiento humano, en la definición ya clásica dada por Lenin de sus “partes integrantes” que incluyen, a la mencionada filosofía clásica alemana, al socialismo francés y a la economía política inglesa.

Continuidad

      El marxismo -ciencia y práctica de la revolución social- se mantuvo vivo en el movimiento de oposición a la burocracia staliniana que liderara Trotsky. Es sintomático que, poco antes de ser asesinado por Stalin, el propio Trotsky consagrara sus últimos escritos a defender irrestrictamente la base cientifica del marxismo y al materialismo dialéctico como la cumbre actual de la evolución del pensamiento humano. El rigor por la teoría y el desprecio por toda actitud negligente en la materia en un hombre que apenas años atrás había dirigido al formidable Ejército Rojo, (que él mismo construyera de la nada para defender las conquistas del proletariado revolucionario) pinta de cuerpo entero al último y más grande representante del socialismo científico en el siglo XX. Fue el mismo Trotsky quien, al culminar una conferencia a estudiantes dinamarqueses en l924, pronunció las palabras que aquí cierran este pequeño trabajo:

      "La antropología, la biología, la fisiología,la psicología, han reunido verdaderas montañas de materiales para erigir ante el hombre, en toda su amplitud, las tareas de su propio perfeccionamiento corporal y espiritual y de su desarrollo ulterior. Por la mano genial de Sigmund Freud, el psicoanálisis levantó la tapadera del pozo que, poéticamente, se llama el alma del hombre. Y ¿qué nos ha revelado? Nuestro pensamiento conciente no constituye más que una pequeña parte de las oscuras fuerzas psíquicas. Buzos sabios descienden al fondo del océano y fotografían la fauna misteriosa de las aguas. Para que el pensamiento humano descienda al fondo de su propio oceáno psíquico debe iluminar las fuerzas motrices misteriosas del alma y someterlas a la razón  y a la voluntad. Cuando haya terminado con las fuerza anárquicas  de su propia sociedad, el hombre se integrará en los morteros, en las retortas del químico. Por primera vez la Humanidad se considerará a sí misma como una materia prima y, en el mejor de los casos, como una semifabricación física y psíquica. El socialismo significará un salto del reino de la necesidad al reino de la libertad en el sentido de que el hombre de hoy, plagado de contradicciones y sin armonía franqueará la vida hacia una especie más feliz.”

*Artículo publicado en la revista En defensa del Marxismo en el año 1995.





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POLÍTICAS

En Defensa del Marxismo Nº 53: una revista a medida de un aparato

Escribe Camila P
La fracción oficialista del Partido Obrero ha lanzado recientemente la edición 53 de la revista En Defensa del Marxismo, históricamente utilizada para la formulación de análisis, críticas y debates socialistas. En esta oportunidad, sus editores la han planteado como un reflejo del debate maniatado y cerrado en el Partido Obrero, a tono con cómo el aparato que dirige el PO viene haciendo desde hace un buen tiempo.
En lo que suponemos ha sido un intento de presentarse como democráticos, han publicado textos tanto de su autoría como de la Tendencia. La selección, sin embargo ha sido arbitraria. El debate debería haberse presentado como abierto, a lo largo de los números subsiguientes, pero esto no ha ocurrido porque es parte de la política de rechazar el reconocimiento de nuestra Tendencia, garantizada por los estatutos del PO, y continuar con las descalificaciones que a diario publica Prensa Obrera.
La forma en la que se presentan los artículos es ilustrativa: a cada documento crítico lo siga uno de algún militante a favor de la “dirección homogénea”, que se convierte en dueña de la última palabra. También es notable que la selección se frene a partir del decreto que nos expulsa del partido en forma sumaria. No repara en que expulsar con este método a mil cien militantes es auto-excluirse, ellos, del partido.
Abandono del catastrofismo
Uno de los debates que atravesó el período pre congresal fue acerca de la caracterización internacional y el significado de la llegada de Bolsonaro a la presidencia de Brasil (un artículo ´previsor´ de Pablo Heller había anunciado en Prensa Obrera que ganaría Haddad con el apoyo del imperialismo). La victoria del derechista, que Altamira advirtió enseguida del artículo anterior (también en Prensa Obrera), fue usada por el aparato para sustentar la tesis de una “iniciativa estratégica de la burguesía”, lo cual equivale a decir que el capitalismo aún se encuentra en su fase histórica de ascenso. La posición oficialista constituye una revisión del programa de la CRCI y de todo el movimiento precedente de la IV Internacional. El Programa de Transición arranca de “la crisis de la humanidad”, en tanto el Manifiesto Comunista arrancaba de la “historia de la lucha de clases” y la III° de un período histórico de “guerras y revoluciones”.
Una reciente nota de Juan García, en Prensa Obrera, acerca de que la caracterización de las tendencias a la bancarrota mundial estuvieron presentes plenamente en el XXVI Congreso, se da de patadas con la reivindicación de la “iniciativa estratégica” del capital, que fue la principal conclusión del oficialismo. Según se lee en uno de los escritos de Gabriel Solano, estaríamos en presencia de crisis orgánicas del capital, y no de una acentuación de la tendencia histórica del capital hacia su propia disolución, que es el subtítulo que Marx plasmó en El Capital.
Panorama mundial
Si se toma el debate sobre la iniciativa estratégica con relación a América Latina, un texto de Giachello sostenía que la victoria de Bolsonaro en las elecciones brasileñas era la mayor expresión de la validez de esa tesis. A casi un año de ese suceso, si hay algo que nos muestran los hechos es exactamente lo contrario, ni qué hablar de Trump y de la crisis política excepcional que atraviesa Estados Unidos. Desde las grandes movilizaciones educativas y la huelga del correo hasta la crisis por el incendio del Amazonas, el ex capitán no ha dejado de sufrir golpes, que se refleja en una economía en recesión y en una división cada vez mayor de la burguesía. La derrota de Macri, como consecuencia de “expresión deformada” del repudio de las masas que votaron a F-F, ha llevado a Bolsonaro literalmente a una campaña internacional contra el previsible gobierno próximo en Argentina. El ‘fascismo’ no se verificó, ni siquiera un gobierno bonapartista, pues según los analistas brasileños, Bolsonaro está cercado por el Congreso, de un lado, y por la camarilla militar, del otro. Como contrapartida de iniciativa estratégica de la burguesía, había para nuestros adversarios un reflujo o planchazo de la clase obrera y de las masas en general. A las movilizaciones de Brasil, se suman las ocupaciones, el armado de coordinadoras y todos los conflictos que se suceden en Argentina (¡Chubut!), las rebeliones populares en Haití y Puerto Rico, el fracaso del golpe en Venezuela, las enormes movilizaciones docentes en Chile y, hasta cierto punto, la huelga contra la degradación del ambiente. Es curioso, pero la demagogia feminista del oficialismo les ha hecho olvidar el gigantesco movimiento de la mujer en Argentina, por el derecho al aborto y contra la violencia laboral y doméstica. Incluso, si nos movemos a América del Norte, en el principal país imperialista del mundo, desde la "primavera docente" del año pasado - con paros de semanas en más de cinco Estados - hasta la reciente huelga en General Motors, se evidencia la predisposición a organizarse de los obreros estadounidenses, como no se veía desde hace décadas. En Medio Oriente, donde, según Giachello, el proceso de la primavera árabe estaba cerrado, Argelia tiró abajo a un gobierno (cuyo presidente iba por su quinto mandato); lo mismo en Sudán -¡ahora han resurgido las movilizaciones masivas en Egipto! En Europa, el parlamento de Inglaterra es incapaz de salir del impasse del Brexit. En síntesis, a donde quiera que nos situemos en el plano internacional, la burguesía y sus gobiernos se ven impedidos para desenvolver sus iniciativas, ya sea por sus propias contradicciones, ya sea por el cuadro de movilización creciente.
Crisis de dirección
El escenario nacional e internacional exige una dirección política de los trabajadores que salga de su propia clase. Las burocracias sindicales hacen el máximo esfuerzo por garantizar la "tregua", pero no faltan los casos en que son desbordadas por las bases. La crisis de dirección que se desata a consecuencia, hace mella también en la izquierda mundial, que presa de su propio conservadurismo, no responde adecuadamente a la coyuntura. Es éste el proceso en que se inscribe la crisis del Partido Obrero y del Frente de Izquierda.
En todo el último período, las lecturas conservadoras de la izquierda respecto de las posibilidades de las masas tuvieron por efecto un alejamiento con la clase obrera y la ausencia de una orientación para la misma. Por ejemplo, el NPA francés, se ubicó a la derecha de los trabajadores durante todas las movilizaciones de los chalecos amarillos, que hicieron temblar al gobierno de Macron; el PSOL de Brasil, actúa como furgón de cola del PT, es decir, del nacionalismo burgués. En un caso como en el otro, ambos partidos han quedado reducidos a agrupamientos marginales, en los que la clase obrera no encuentra ningún tipo de representación. El desbarranque actual de aquellas organizaciones estuvo precedido por la desviación hacia políticas democratizantes, asentadas también en la supuesta falta de iniciativa de los trabajadores.
El conservadurismo, que alcanza niveles extremos en aquellos casos, está presente en la política que lleva adelante el Partido Obrero oficial y el FIT-U en su conjunto. El desplome electoral del FIT-U, al igual que derrotas como la de la FUBA, son las señales que muestran el distanciamiento político del Partido Obrero oficial de la situación política y las masas. El "pronóstico atinado" del XXVI Congreso cae sencillamente en el ridículo. Una organización política no puede hablar de aciertos cuando sufre uno de los retrocesos más grandes de su historia en reclutamiento, en los sindicatos, en los centros de estudiantes y en el terreno electoral.
El "oído pegado a las masas" – que reivindica el EDM N°53 – es una oda al movimentismo y al impresionismo. A saber, a la agitación sin orientación que se limita a decir lo que la clase obrera ya reclama, o que incluso se coloca por detrás de ella - sobre todo cuando se aboca a planteamientos parlamentaristas, como las propuestas de juicios políticos defendidas por Guillermo Kane frente a rebeliones populares. El empoderamiento al Estado en materia de género (Ley Micaela) y el pacto por una ‘transición ordenada’ (emergencia alimentaria). "El movimiento es todo", decía Bernstein para justificar el viraje hacia el reformismo, que proponía para el partido socialdemócrata alemán. Cuando todo se reduce al movimiento, el papel del partido se diluye y deja de cumplir el rol que le da sentido de existencia a un partido revolucionario: orientar a la clase obrera para que llegue al poder.
La falta de una intervención sistemática que proponga una salida de conjunto en medio de un cuestionamiento permanente de la clase obrera al gobierno, y de la consecuente proliferación de las luchas - la rebelión educativa, las tomas de fábricas, las multitudinarias movilizaciones contra el 2x1, los tres paros generales arrancados el año pasado a la burocracia sindical, las huelgas docentes, etc. -, coloca al Partido al margen de todo el proceso político. Fue lo que señalamos desde la actual tendencia en el período precongresal. No puede hacer una propuesta “estratégica” quien confiesa que carece de ella y que tampoco puede construirla o prepararla en un período político determinado
Más aún, es funcional a que cualquier variante política ajena a la clase obrera pueda rapiñar, demagógicamente, del rechazo al gobierno. Es el caso de Fernández-Fernández, que se verá envuelto en una crisis si llega al gobierno, porque no cumplirá con ninguna de las expectativas de las masas. Es por ello que cobra centralidad la agitación de consignas que apunten a la intervención directa - la huelga general y las coordinadoras - que vayan impulsando un método de organización propio y una salida de poder concreta - la asamblea constituyente, libre y soberana.
La contraposición entre la intervención electoral y el desenvolvimiento de consignas de poder de la que habla Juan García en su nota, deja en evidencia la incomprensión de la crisis de régimen en curso. La inviabilidad objetiva del poder capitalista de gobernar, exige al partido poner ésta de manifiesto y una salida en los términos de la clase obrera. La excusa de que primero hay que combatir al nacionalismo burgués es espúrea; el FIT-U combate al nacionalismo en los términos en los que el nacionalismo se lo impone, es decir, en el encorcetamiento de una salida electoral.
Congreso de aparato
La defensa de una política ajena a la historia de nuestro partido, necesariamente tuvo que servirse de un método de camarilla que actúe a su favor. Aquel que algunos miembros del CC han catalogado como “el congreso más democrático en la historia del partido” fue completamente manipulado por lo que en ese momento era la mayoría de la dirección. Esto se explica no solo por la manipulación de plenarios y votaciones de delegados, sino también por el veto a oradores de posiciones políticas diferentes en dichas instancias y la censura en la prensa partidaria. Como ha desarrollado extensa y detalladamente Osvaldo Coggiola en un texto, nos encontrábamos ante el funcionamiento de una fracción oficialista no declarada, cuyo objetivo era el ataque directo a toda propuesta y caracterización política que viniera de la otra posición.
Durante todo el período pre congresal, se hicieron desde la actual Tendencia una enorme cantidad de concesiones a fin de llegar a posiciones políticas comunes. Por ejemplo, la incorporación de “que la crisis la paguen los capitalistas” en la consigna propuesta por Altamira en su documento político presentado al congreso, junto con el Fuera Macri y la Asamblea Constituyente. O la propuesta de llevar adelante la campaña por la consulta popular vinculante por el aborto legal dando un carácter extra parlamentario a la misma, que sirviera para desarrollar asambleas e instancias de organización independiente para organizar la continuidad de la lucha por el aborto legal y la separación de la iglesia y el Estado. Hablar de oposicionismo permanente o sectarismo, como se leerá en algunos documentos de la revista, es una falacia y no se corresponde con la realidad.
Asimismo, el supuesto eclecticismo del que también se nos acusa es la delación ya no solo de la falta de reconocimiento consciente del intento de arribar a posiciones consensuadas sino también de una gran incomprensión del avance de la situación política nacional e internacional. Los "volantazos de la minoría" son la reactualización de una orientación a la luz de una situación política dinámica, aunque siempre con un mismo eje: desarrollar una salida de poder concreta de los trabajadores.
Lo que se oculta detrás de las acusaciones de rupturismo, sectarismo, etc. frente a cualquier cosa que se dijera es la inhabilitación de una opinión no por lo que la opinión dice, sino por quién la dice y por lo que representa. El aparato rompe el partido, la Tendencia reclama su reconocimiento estatutario y sigue hablando en nombre del partido. Ya sea Jorge Altamira, o cualquier militante que representase lo que hoy es la tendencia del PO, la censura directa o el ataque se relacionan con la necesidad del aparato de enterrar a todo lo que represente las posiciones políticas históricas del partido, es decir, todo lo que represente posiciones políticas contrarias a las suyas. No puede explicarse de otro modo la difamación, el veto o el espionaje, que son la máxima expresión de la corrupción de los principios revolucionarios. No es casual que entre todos los textos seleccionados para el EDM N° 53, no se encuentre ni uno solo de los escritos que defienden el derecho instaurado de facto por y del Comité central para espiar a la militancia.
El método y la caracterización política son dos elementos inseparables, es decir, se afectan mutuamente. El viraje en el método de la dirección partidaria se explica por la idea general de sustitución de la clase obrera por un aparato. Como las masas no dan o no entienden hay que fortalecer al aparato, que es el que sí entiende y sabe lo que hay que hacer; como hay que fortalecer al aparato, todo lo que se contraponga a éste es un daño para el partido, que debe ser censurado o expulsado.
En este cuadro, rescatar al Partido obrero de los métodos y políticas en los que lo ha subsumido la dirección es una tarea de primer orden. Se trata de la recuperación de una herramienta fundamental de orientación de la clase obrera; de mantener una tradición histórica de clasismo y política revolucionaria. Lejos de cualquier interés faccional, es esto lo que la tendencia del Partido Obrero se propone. : 

POLÍTICAS INTERNACIONALES. MOVIMIENTO OBRERO. MUJER. ECONOMÍA
SOCIEDAD Y CULTURA. JUVENTUD. CORREO DE LECTORES. DEBATE. ARCHIVO. DECLARACIONES. ALTAMIRA. RESPONDE



Lmm.


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