EL DINERO Y LAS NUEVAS FORMAS DEL PODER CAPITALISTA.
¿EL OSCURO NEGOCIO DEL DINERO?
D-D'
Los bancos centrales de los estados,...el Banco Central Europeo,...la reserva federal americana,... las formas del dinero,...las deudas públicas,...los bonos del tesoro,...las hipotecas,...el crédito,....los prestamos financieros e industriales,...
** Este artículo,..a la vez que va enfocado a la cuestión del dinero y sus papeles de poder capitalista, y como lo utiliza las distintas clase sociales,...va a servir para entrarle a algunas ideas expuestas en los artículos de varios autores,...u organizaciones, entidades,...
¿EL OSCURO NEGOCIO DEL DINERO?
D-D'
Los bancos centrales de los estados,...el Banco Central Europeo,...la reserva federal americana,... las formas del dinero,...las deudas públicas,...los bonos del tesoro,...las hipotecas,...el crédito,....los prestamos financieros e industriales,...
** Este artículo,..a la vez que va enfocado a la cuestión del dinero y sus papeles de poder capitalista, y como lo utiliza las distintas clase sociales,...va a servir para entrarle a algunas ideas expuestas en los artículos de varios autores,...u organizaciones, entidades,...
El dinero, está
principalmente en manos de las grandes compañías multinacionales, de los
grandes bancos privados y estatales, y de forma mundial en el Fondo Monetario
Mundial y en el Banco Mundial; estas dos instituciones financieras están en
Nueva York, los mismos tienen capital de la mayor parte de los estados del
Planeta. Las principales cuantías son de los estados prestatarios
euroamericanos, de países petrolíferos, y del Japón. Los estados a la vez piden
créditos a la banca privada y fondos de inversión, por medio de los bonos del
estado y otros mecanismos, ( de ahí la dependencia de los estados al capital
privado, este capital privado tiene hipotecada a la mayor parte de las
instituciones estatales mundiales ). Estos capitales, ese dinero depositado, es
potencialmente capital financiero, no está productivo, pero cuando se presta a
los gobiernos de determinados países, normalmente es para ponerlo en
actividades productivas, bien para los gobiernos dedicarlos a gastos públicos,
o a otras cuestiones para desarrollar infraestructuras, comprar armas, prestarlo
al capital privado. En este sentido los gobiernos son hipotecados y en última
instancia las poblaciones de esos estados pagan las consecuencias, bien
aumentando la inflación, bien las explotación, bien la pérdida de sus
propiedades y sus puestos de trabajo.
El dinero sigue siendo
el medio de pago ( compra venta de mercancías, servicios,...) para la
circulación de las mercancías, ya sean materiales, humanas o de otra índole. Es
vehículo y medio por el que se realizan trasvases de riquezas entre personas,
empresas y países.
Los aparatos
gubernamentales, desde hace unos 5 siglos, sobre todo en Europa Central,
Inglaterra, Italia,...cedió descaramente a la banca privada la posibilidad de
crear dinero ( fabricar dinero, metálico, en papel, que en sí se convierten en
moneda ), por medio del crédito, los pagarés, las letras de cambio,... .Antes
únicamente podían hacerlo los gobiernos. El dinero era fundamentalmente metales
preciosos, como el oro y la plata. Todo esto con el tiempo ha ido cambiando y
hoy en día podemos ver que una tarjeta de crédito, es dinero-moneda, tiene
poder de compra; hoy un día un cheque es dinero, tiene poder de compra y de
pago. Actualmente la Comisión Europea- el Banco Central- es la que ha imprimido el dinero-moneda
que normalmente utilizamos los europeos, y en más sitio, ya que el Euro, está
ya en todo los países y se ha convertido en moneda mundial al igual que el
dólar.
Este recorte de Webs,...¡¡,...es como dato, como nota,...refleja la cantidad de entidades,...que están en las publicaciones,....en la lucha ideológica y política.
www.nuevos-billetes-en-euros.eu/
o
o
¡Descubra todos los detalles sobre los billetes y monedas en euros!
Resultados de la búsqueda
1. Euro - Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Euro
o
o
o Para otros usos de este término, véase Euro (desambiguación). ... 11
países de la Unión Europea no han adoptado la moneda única: Bulgaria,
Croacia, ..... 2009 para Eslovaquia; 2010 o más tarde
para República Checa, Polonia y Hungría.
Monedas de euro - Billetes de euro - Peseta - Eurozona
2. Ampliación de la
eurozona - Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Ampliación_de_la_eurozona
o
o
o
4.1 Bulgaria; 4.2 Croacia; 4.3 Hungría; 4.4 Polonia; 4.5 República
Checa ... El tipo de cambio entre la dracma griega y
el euro se fijó el 19 de junio de 2000 a ...
3. Eurozona - Wikipedia, la enciclopedia
libre
es.wikipedia.org/wiki/Eurozona
o
o
o
Los estados de la UE que no utilizan el euro son Bulgaria,
Croacia, ... Hungría, Letonia (lo adoptará en 2014) ,
Lituania, Polonia, República Checa y Rumania.
4. Resultados de búsquedas similares
5. El euro y
tú - Más información: Euro Kids' Corner - Europa
ec.europa.eu/economy_finance/netstartsearch/euro/kids/euro_es.htm
o
o
o
Ir a ¿Cómo funciona el
euro? - ? Para que el dinero conserve su valor, la economía de un país debe
gestionarse bien. Del mismo modo, la economía de ...
Más resultados para como funciona el euro en bulgaria chequia
6. Aprende sobre el euro: Euro Kids'
Corner
ec.europa.eu/economy_finance/netstartsearch/euro/kids/learn_es.htm
o
o
o
El euro desempeña un papel muy importante en la vida de
todos, no sólo para la tripulación del euro. Necesitamos ... ¿Cómo
funciona el euro? ¿Cómo nos ...
Más resultados para como funciona el euro en bulgaria chequia ]].
Pensemos un momento un
mundo sin el dólar, el euro, el yen, el dólar canadiense, la libra esterlina,
el franco suizo. No circula el dinero, realmente el dinero circula poco.
Resulta que la mayor parte de las mercancías, servicios,... se realizan entre
grandes compañías multinacionales, se dice que controlan la mayor parte del
capital productivo, comercial y financiero; que la relaciones comerciales se
dan entre ellas fundamentalmente. Pues bien, desde una de las torres gemelas
hundidas en Nueva York, se llevaba la contabilidad mundial entre estas grandes multinacionales,
allí estaba la Caja de Cuentas Mundial de estas Multinacionales. Queremos decir
que las transferencias de capital, son meramente contables; no existen millones
de dólares, euros,... circulando todo el día por el mundo. Pero el dinero existe,
principalmente para pagar salarios, pensiones, a ciertos proveedores de pequeña
o relativa cuantía; o sea, para el día a día. La mayor parte de los dineros que
están digamos inactivos, dando vueltas de un lado para otro, esto es un decir,
se invierte en las bolsas, que según parece es el mayor bingo del mundo. Para
que la circulación, producción de mercancías y para sostener los gastos
estatales, según parece sólo es necesario el 5 por ciento de todos los dineros
que existen en el Planeta. Como sobra tanto pues la mayor parte, ya se ha
dicho, se juega en el bingo bolsístico mundial. Los afortunados y profesionales
de este juego son normalmente los beneficiados, los inversionistas del pueblo,
de clases medias, profesionales liberales, aristocracias obreras, sindicales,
políticas/os de izquierdas, normalmente pierden sus dineros, o bien no sacan
ninguna rentabilidad, muy pocos sacan algún beneficio.
La libertad del
capital, el libre albedrío del capital ( esto es el Neoliberalismo ); esta
forma del Neoliberalismo en realidad es planificación, concertación y
regulación, pero a la vez competencia y " usurpación ", - es la
naturaleza del capital, es normal estas actitudes - entre las
Multicorporaciones, Multinacionales, Corporaciones empresariales, bancarias, Truts,
Monopolios mundiales,...estas formas y contenidos de actuar se lo permite las
estructuras estatales, o el interestatismo piramidal mundial de la
globalización política económica del capital. La " atomización " del
dinero, se concentra, entra en acción y se convierte en capital, que es una
relación social de explotación, dominio de clases y de esquilmación de la
humanidad y la naturaleza.
El capital necesita
acumular dinero, capital productivo ( capital mercancía y fuerza de trabajo )
todo esto en acción, se va concretando
en más capital material y en más dinero; - éste capital se convierte con la
acumulación en acreedor, o sea prestado dinero - para existir, es su laberinto.
Cada año obtiene unos beneficios ( que superan sus necesidades ) que necesita seguir la reproducción reinvirtiéndolo de
nuevo. Si dejara de acumular, de invertir, de crecer, entraría en una crisis
que le podría llevar incluso a su desaparición, pero normalmente no a su muerte
como capitalista ya que casi en su generalidad salvan sus capitales, bien
vendiendo las empresas o bien tomando participación de las mismas, aunque ya no
sea el gerente y propietario.
Esta acumulación (
concentración y centralización del capital - normalmente se dan fusiones, por
medio de las OPAS, mecanismos de opción de compra y de ventas de acciones de
las grandes empresas,...para abaratar costos de producción, aumentando
productividad laboral, diversificación de productos, servicios,... y mayor
explotación a la clase obrera en general y a ciertos sectores de pequeña
producción que se ven expropiados y alejados de sus medios de producción y del
poco dinero acumulado, pasando a la proletarización, a ser parias, a ser
marginados sociales y con poco futuro,...- ) se produce fundamentalmente en las
" crisis económicas, - que es una forma normal de resolver los problemas de superproducción -,
producto de lo irracional y caduco del sistema capitalista ", mediante la
absorción o eliminación de empresas ( con los consiguientes despidos ) que no
pueden competir. Si esto no sigue su camino, su dinámica, por otra parte se
desvalorizaría su capital, no tendría valor de uso óptimo, necesita engrasar
continuamente su capital; el que engrasa esta maquinaria capitalista es la
clases obrera y trabajadora, fundamentalmente. De esta manera disminuye la
competencia entre distintos capitales y aparecen grandes monopolios mundiales,
que se hacen Multicorporaciones, que son fusiones de distintos monopolios
internacionales de diversos sectores, servicios, bancarios,...
1. El dinero da la felicidad - Eldiario.es
1. El dinero da la felicidad - Eldiario.es
www.eldiario.es/.../sobresueldos_barcenas_PP_Aznar_Rajoy_6_1354964...
o
o
o
23/05/2013 - El dinero da la felicidad ... Es decir,
el dinero. ... Según los papeles de Bárcenas, la
máquina de repartir dinero funcionó a pleno rendimiento ...
www.wharton.universia.net/index.cfm?fa=viewArticle&ID=2008
o
o
o
09/02/2011 - Nadie puede negar que tener suficiente dinero para cubrir
las necesidades básicas –alimentos, abrigo y vivienda- te hace más feliz, o
al ...
www.bodas.net › Comunidad › Grupo Banquetes › Debates
o
o
o
Hola!! bueno pues suelo ser bastante aguda para estos temas.. Sinceramente
no hago una boda para ganar dinero.. ni para que me paguen el viaje
de novios( ...
www.elconfidencial.com/.../todo-son-ventajas-cuanto-mas-haces-el-amor...
o
o
21/08/2013 - Que el dinero no da la felicidad es algo
que se ha dicho desde hace siglos y cuya veracidad se ha puesto pocas veces en
duda. Al fin y al ...
www.eleconomista.es/.../Felicidad-Interior-Bruta-El-dinero-da-la-felicida...
o
o
11/02/2011 - "El que diga que el dinero no puede comprar la
felicidad es porque no sabe dónde ir de compras". Éste es un ... Wharton.universia.net.
kiosco.
www.frasescelebres.net/frases-de-dinero.html
o
o
o
Hay cosas que el dinero no compra... pero las fabrica,
administra, distribuye, comercia, pone en vitrina, hace alarde, le da importancia
y hasta un significado... el ...
www.meneame.net/story/schauble-dinero-da-espana-no-bancos
o
09/06/2012 - "No son los bancos, es España quien recibe el dinero",
ha declarado el ministro de finanzas alemán, Wolfgang Schäuble.
es.answers.yahoo.com › ... › Ciencias sociales › Psicología
o
o
o
08/03/2013 - La frase " el dinero no da la
felicidad " la dicen los pobres para excusarse he intentar contener la
realidad sobre la influencia económica en la ...
22 Feb 2013
27 Jun 2012
26 Abr 2012
11 Feb 2011
www.muyinteresante.es/salud/articulo/iel-dinero-da-la-felicidad
o
o
o
07/09/2010 - El dinero da felicidad cuando se aprende a disfrutar de
el, se convierte .....yo encontre esto en internet y
creo les va a gustar a mas de alguno.
www.elmundo.es/elmundosalud/2010/09/06/noticias/1283796027.html
o
o
o
07/09/2010 - Tener mucho dinero no da la felicidad,
aunque no tenerlo puede hacernos muy desgraciados. ... que da cuenta
de las sensaciones felices que suceden en el día a día, y la evaluación
de ... 2013 Unidad Editorial Internet, S.L..
El Cartel de la
Reserva Federal: Las Ocho Familias
POSTED AT: 2:06, JUNE 3, 2011 BY LUIS MIRANDA
POR LUIS MIRANDA | THE REAL AGENDA | 3 JUNIO, 2011
Parte 1 Parte 2 Parte 3 Parte 4
Los cuatro jinetes del sistema bancario (Bank of America, JP Morgan Chase,
Citigroup y Wells Fargo) son dueños de los cuatro jinetes del petróleo (Exxon
Mobil, la holandés Royal Dutch Shell, BP Amoco y Chevron Texaco), junto con el
Deutsche Bank, BNP, Barclays y otros gigantes europeos. Pero su monopolio sobre
la economía mundial no se detiene ahí.
Según documentos enviados a la SEC, los Cuatro Jinetes de la Banca se encuentran entre los diez principales accionistas de casi todas las
corporaciones de Fortune 500. [1]
Entonces, ¿quiénes son los accionistas de estos bancos?
Esta información es vigilada de cerca. Mis consultas a los organismos de
regulación bancaria sobre los propietarios de acciones en los 25 principales
bancos de EE.UU. fueron dadas estatus bajo la Ley de Libertad de Información
antes de ser denegadas con la excusa de”seguridad nacional”. Esto es bastante
irónico, ya que muchos de los accionistas de los bancos residen en Europa.
Un repositorio importante para la riqueza de la oligarquía mundial que es
propietaria de estos bancos es el U.S. Trust Corporation – fundada en 1853 y
ahora propiedad de Bank of America. Uno de los más recientes Directores
Fiduciarios y miembro honorario fue Walter Rothschild. Otros directores
incluyen Daniel Davison de JP Morgan Chase, Richard Tucker de Exxon Mobil,
Daniel Roberts de Citigroup y Marshall Schwartz de Morgan Stanley. [2]
JW McCallister, un iniciado de la industria del petróleo en la Casa de
Saud, escribió en The Grim Reaper que la información que adquirió sobre los
banqueros árabes citaban que 80% de la propiedad de la Reserva Federal de Nueva
York-, por mucho, la más poderosa agencia de la Fed, es controlada por ocho
familias, cuatro de las cuales residen en los EE.UU.. Son los Goldman Sachs,
Rockefeller, Lehman y Loebs Kuhn de Nueva York, los Rothschild de París y
Londres, los Warburg en Hamburgo, los Lazards de París, y los Israelís Moisés
Seifs de Roma.
CPA Thomas D. Schauf corrobora lo dicho por McCallister, y añade que diez
bancos controlan las doce ramas de la Reserva Federal. El nombra NM Rothschild
de Londres, Rothschild Bank de Berlín, Warburg Banco de Hamburgo, Warburg Banco
de Amsterdam, de Lehman Brothers de Nueva York, Lazard Brothers de París, Kuhn
Loeb Bank de Nueva York, Israel Moisés Seif Banco de Italia, Goldman Sachs de
Nueva York y el Banco JP Morgan Chase de Nueva York. Schauf lista a William
Rockefeller, Paul Warburg, Jacob Schiff y James Stillman como individuos que
son dueños de grandes porciones de la Reserva Federal. [3] Los Schiff son
privilegiados dentro de Kuhn Loeb. Los Stillman quienes son privilegiados
dentro de Citigroup, se juntaron con el clan Rockefeller.
Eustace Mullins llegó a las mismas conclusiones en su libro Los Secretos de
la Reserva Federal, en el que muestra gráficos de la conexión de la Reserva
Federal y sus bancos miembros a las familias de los Rothschild, Warburg,
Rockefeller y los otros. [4]
El control que ejercen las familias de banqueros sobre la economía global
no puede ser exagerada y está bastante guardada secretamente. Su brazo de
medios de comunicación corporativos es rápido al desacreditar cualquier
información que expone este cartel privado de bancos centrales como “teoría de
la conspiración”. Sin embargo, los hechos siguen demostrándolo.
La Casa de Morgan
El Banco de Reserva Federal nació en 1913, el mismo año en que el bancario
estadounidense J. Pierpont Morgan murió y la Fundación Rockefeller fue formada.
La Casa de Morgan presidió las finanzas estadounidenses desde la esquina de
Wall Street y Broad, en calidad de banco central en Estados Unidos desde 1838,
cuando George Peabody lo fundó en Londres.
Peabody era un socio de negocios de los Rothschild. En 1952, el
investigador Eustace Mullins propuso la hipótesis de que los Morgan no eran más
que agentes de Rothschild. Mullins escribió que los Rothschild, “… prefieren
funcionar de forma anónima en los EE.UU. tras la fachada de JP Morgan &
Company”. [5]
El autor Gabriel Kolko dijo, “las actividades de Morgan entre 1895-1896 en
la venta de bonos del Tesoro de EE.UU. en Europa se basa en una alianza con la
Casa de los Rothschild.” [6]
El pulpo Morgan expandió sus tentáculos rápidamente por todo el mundo.
Morgan Grenfell operaba en Londres. Morgan et Ceruled París. Los primos de
Rothschild Lambert crearon Drexel & Company en Filadelfia.
La Casa de Morgan atiende a los Astor, DuPont, Guggenheim, Vanderbilt y los
Rockefeller. Esta casa financió el lanzamiento de AT & T, General Motors,
General Electric y DuPont. Al igual que la sede en Londres de los bancos
Rothschild y Baring. Morgan se convirtió en parte de la estructura de poder en
muchos países.
En 1890 la Casa de Morgan hizo préstamos al banco central de Egipto,
financió la construcción de los ferrocarriles rusos, bonos de los gobiernos
estatales brasileños y financiaron proyectos argentinos de obras públicas. Una
recesión en 1893 aumentó el poder de Morgan. Ese año Morgan salvó al gobierno
de los EE.UU. de un pánico bancario, formando un sindicato para apuntalar las
reservas del gobierno con un envío de $ 62 millones de dólares en oro de
Rothschild. [7]
Morgan era la fuerza impulsora detrás de la expansión occidental en los
EE.UU., financiando y controlando los ferrocarriles con rumbo al oeste a través
de fideicomisos de votación. En 1879, Cornelius Vanderbilt- Morgan financió
Central Railroad de Nueva York con tasas preferenciales para el envío al
monopolio de Standard Oil, consolidando la relación entre Rockefeller y Morgan.
La Casa de Morgan cayó entonces bajo el control de Rothschild y
Rockefeller. Un titular del New York Herald decía: “Reyes del tren forman
gigantesca Fiduciaria”. J. Pierpont Morgan, quien una vez dijo, “La competencia
es un pecado”, opinó alegremente, “Piense en ello.” Toda la competencia del
tráfico de ferrocarril al oeste de San Luis estaba en las manos de treinta
hombres. “[8]
Morgan y el banquero de Edward Harriman, Kuhn Loeb mantenía el monopolio de
los ferrocarriles, mientras que las dinastías bancarias Lehman, Goldman Sachs y
Lazard se unieron a los Rockefeller en el control de la base industrial de los
EE.UU.. [9]
En 1903, el Banker’s Trust fue fundado por las ocho familias. Benjamin
Strong del banker’s Trust fue el primer gobernador de la Reserva Federal de
Nueva York. La creación de la Reserva Federal en 1913 fusionó el poder de las
ocho familias a la fuerza militar y diplomática del gobierno de EE.UU.. Si sus
préstamos en el extranjero no eran pagadas, los oligarcas ahora podían
desplegar marines estadounidenses para cobrar las deudas. Morgan, Chase y
Citibank formaron un sindicato de préstamos internacionales.
La Casa de Morgan fue acogedora, con la Cámara Británica de Windsor y la
italiana Casa de Saboya. Los Kuhn Loebs, Warburg, Lehman, Lazards, Israelí
Moisés Seifs y Goldman Sachs también tenían estrechos vínculos con la realeza
europea. En 1895 Morgan controlaba el flujo de oro dentro y fuera de los
EE.UU.. La primera ola de fusiones de América estaba en su infancia y estaba
siendo promovida por los banqueros. En 1897 había sesenta y nueve fusiones
industriales. Para 1899 habían 1200. En 1904, John Moody – fundador de Moody’s
Investor Services – dijo que era imposible hablar de los intereses de
Rockefeller y Morgan separadamente. [10]
La desconfianza pública ante la fusión comenzó a emerger. Muchos los
consideraban traidores que trabajan para los antiguos poderes europeos.
Standard Oil de Rockefeller, U.S. Steel de Andrew Carnegie en EE.UU. y los
ferrocarriles de Edward Harriman se financiaron a través del banquero Jacob
Schiff de Kuhn Loeb, quien trabajó en estrecha colaboración con los Rothschild
de Europa.
Varios países occidentales prohibieron la entrada a los banqueros. El
predicador populista William Jennings Bryan fue tres veces el candidato
demócrata a la presidencia desde 1896 -1908. El tema central de su campaña era
que Estados Unidos estaba cayendo en una trampa que incluía “la servidumbre al
capital financiero británico”. Teddy Roosevelt derrotó a Bryan en 1908, pero se
vio obligado a promulgar la Ley Sherman Anti-Trust. Después, Roosevelt comenzó
su persecución de Standard Oil Trust.
En 1912, se realizaron las audiencias Pujo, para analizar la concentración
de poder en Wall Street. Ese mismo año la señora Edward Harriman vendió sus
acciones de Guaranty Bank de Nueva York Fiduciario a JP Morgan, para crear
Morgan Guaranty Trust. El juez Louis Brandeis, convenció al presidente Woodrow
Wilson para que exigiera el fin de las asociaciones entre directivas de los
bancos. En 1914, fue aprobada la creación de la Ley Clayton Anti-Trust.
Jack Morgan – hijo y sucesor de J.
Pierpont – respondió el llamando de sus clientes de Morgan Remington y
Winchester para aumentar la producción de armas. El sostuvo que los EE.UU.
necesitaba entrar en la Primera Guerra Mundial. Aguijoneado por la Fundación
Carnegie y otros frentes oligarquícos, Woodrow Wilson aceptó tal sugerencia.
Como Charles Tansill escribió en “Estados Unidos va a la
Guerra”, “Mucho antes de que el conflicto iniciara, la firma francesa de los
Rothschild Freres se comunicó con Morgan & Company en Nueva York, para
pedir un préstamo de $ 100 millones, una parte sustancial de lo que iba a ser
usado en EE.UU. para pagar por las compras francesas de productos
estadounidenses. “
La Casa de Morgan financió la mitad de la intervención de EE.UU. en la
guerra, mientras recibía comisiones por permitir la participación de
contratistas como General Electric, DuPont, US Steel, Kennecott y ASARCO. Todos
eran clientes de Morgan. Morgan también financió la guerra británica contra los
Bóers en Sudáfrica y la Guerra Franco-prusiana. La Conferencia de Paz de París
1919 fue presidida por Morgan, lo que llevó la unión de esfuerzos para la
reconstrucción de Alemania y los Aliados. [11]
En la década de 1930 resurgió el populismo en Estados Unidos después de que
Goldman Sachs, el Banco Lehman y otros se beneficiaron de la crisis de 1929.
[12] El presidente del Comité Bancario del Congreso, Louis McFadden (D-NY) dijo
de la Gran Depresión, “Fue un accidente. Fue una ocurrencia cuidadosamente
creada artificialmente … Los banqueros internacionales buscaron crear un estado
de desesperación para poder emerger como nuestros gobernantes y dueños”.
El senador Gerald Nye (D-ND) presidió una
investigación en 1936. Nye llegó a la conclusión de que la Casa de Morgan había
llevado a EE.UU. a participar en la Primera Guerra Mundial para proteger los
préstamos y crear una industria de armamentos en pleno auge. Nye más tarde
produjo un documento titulado La Próxima Guerra, que cínicamente se
refirió a “al viejo truco para engañar a la diosa democracia”, a través del
cual Japón podría ser utilizado para atraer a los EE.UU. en la Segunda Guerra
Mundial.
En 1937, el Secretario del Interior, Harold Ickes advirtió de la influencia
de “60 familias Americanas”. El historiador Ferdinand Lundberg más tarde
escribió un libro con el mismo título. En la Corte Suprema de Justicia, William
O. Douglas denunció, “La influencia de Morgan … como la más perniciosa en la
actualidad en la industria y las finanzas.”
Jack Morgan respondió empujando los EE.UU. a la Segunda Guerra Mundial.
Morgan tenía estrechas relaciones con las familias Iwasaki y Dan – los dos
clanes más ricos de Japón – que han sido dueños de Mitsubishi y Mitsui,
respectivamente, ya que las empresas surgieron a partir de shogunatos del siglo
XVII. Cuando Japón invadió Manchuria, matando a los campesinos chinos en
Nanking, Morgan restó importancia al incidente. Morgan también tuvo una
estrecha relación con el italiano fascista Benito Mussolini, mientras que el
alemán nazi, el Dr. Schacht Hjalmer era un enlace del Banco de Morgan durante
la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra Hjalmer se reunió con
representantes de Morgan Schacht en el Banco de Pagos Internacionales (BPI) en
Basilea, Suiza. [13]
La Casa de los
Rockefeller
BPI es el banco más poderoso del mundo, un
banco central global de las ocho familias que controlan los bancos centrales
privados de casi todos los países occidentales incluyendo las naciones en
desarrollo. El primer presidente del BPI fue el banquero de Rockefeller Gates
McGarrah -un funcionario del Chase Manhattan y la Reserva Federal. McGarrah era
el abuelo del ex director de la CIA Richard Helms. Los Rockefeller, como los
Morgan, tenían estrechos vínculos con Londres. David Icke escribe en Los Niños de la Matriz, que los Rockefeller y los Morgan eran
sólo “recaderos” de los Rothschilds en Europa. [14]
BPI es propiedad de la Reserva Federal, el Banco de Inglaterra, el Banco de
Italia, Banco de Canadá, Banco Nacional de Suiza, Nederlandsche Bank,
Bundesbank y el Banco de Francia.
El historiador Carroll Quigley escribió en
su libro Tragedia y Esperanza (Tragedy and Hope) que
el BIS fue parte de un plan “para crear un sistema mundial de control
financiero en manos privadas capaz de dominar el sistema político de cada país
y la economía del mundo en conjunto … que se controlará de manera feudal por
los bancos centrales del mundo actuando en concierto mediante acuerdos secretos
“.
El gobierno de EE.UU. tenía una desconfianza histórica del BIS, pero su
cabildeo para desmantelarlo no surtió ningún efecto en 1944, durante la
Conferencia de Bretton Woods efectuada después de la Segunda Guerra Mundial. En
lugar, el poder de las Ocho Familias aumento con la creación, también en
Bretton Woods, del FMI y el Banco Mundial. La Reserva Federal de Estados Unidos
sólo tomó acciones del BPI en septiembre de 1994. [15]
BPI mantiene al menos el 10% de las reservas monetarias de por lo menos 80
de los bancos centrales del mundo, el FMI y otras instituciones multilaterales.
Sirve como agente financiero para los acuerdos internacionales, recoge
información sobre la economía mundial y sirve como prestamista de última
instancia para evitar el colapso financiero mundial.
BPI promueve un programa de fascismo capitalista y monopolista. Dio un
préstamo a Hungría en 1990 para garantizar la privatización de la economía de
ese país. Sirvió como conducto para el financiamiento de las Ocho Familias,
quienes a su vez financiaron a Adolf Hitler, -dirigidas por J. Schroeder el
Warburg Henry y Mendelsohn Banco de Amsterdam. Muchos investigadores afirman
que BPI se encuentra en el punto más alto del lavado de dinero del narcotráfico
mundial. [16]
No es casualidad que el BIS tiene su sede en Suiza, escondite favorito de
la riqueza de la aristocracia mundial y la sede de la P-2 Masona Italiana y
Alpina Lodge así como de la Nazi International. Otras instituciones que son
controladas por las Ocho Familias son el Foro Económico Mundial, la Conferencia
Monetaria Internacional y la Organización Mundial del Comercio.
Bretton Woods fue una bendición para las Ocho Familias. El FMI y el Banco
Mundial fueron el centro de este “nuevo orden mundial”. En 1944 los primeros
bonos del Banco Mundial estaban flotando por Morgan Stanley y First Boston. La
familia francesa Lazard se involucró más en los intereses de la Casa Morgan.
Lazard Freres, el banco de inversión más grande de Francia, es propiedad de las
familias Lazard y David-Weill, descendientes de los baqueros Genoveses
representados por Michelle Davive. Un presidente y CEO de Citigroup fue Sanford
Weill.
En 1968 Morgan Guaranty lanzó Euro-Clear, un sistema de banco de
compensación con sede en Bruselas para los valores de eurodólares. Fue la
primera empresa automatizada. Algunos llamaron a Euro-Clear “La Bestia”.
Bruselas es la sede central para el nuevo Banco Central Europeo y de la OTAN.
En 1973, funcionarios de Morgan se reunieron en secreto en las Bermudas para
resucitar ilegalmente la antigua Casa de Morgan, veinte años antes de que se
derogara la Ley Glass Steagal. Los Morgan y los Rockefeller siempre apoyaron
financieramente a Merrill Lynch, impulsandolo para formar parte de los 5
grandes de la banca de inversión de EE.UU.. Merrill es ahora parte de Bank of
America.
John D. Rockefeller utilizó su riqueza petrolera para adquirir Equitable
Trust, que había engullido varios grandes bancos y corporaciones de la década
de 1920. La Gran Depresión ayudó a consolidar el poder de Rockefeller. Su Chase
Manhattan Bank se fusionó con Kuhn Loeb Bank para formar el Chase Manhattan,
consolidando una relación de familia desde hace mucho tiempo. El Kuhn-Loeb ha
financiado – con Rothschild – la búsqueda de Rockefeller para convertirse en
rey del petróleo. National City Bank de Cleveland, dio a John D. el dinero
necesario para embarcarse en su monopolización de la industria petrolera en
EE.UU.. El banco fue identificado en audiencias en el Congreso como uno de los
tres bancos de propiedad de los Rothschild en los EE.UU. durante la década de
1870, cuando Rockefeller se incorporó con Standard Oil de New York. [17]
Un socio de Rockefeller y Standard Oil fue Harkness Edward, cuya familia
llegó a controlar el Chemical Bank. Otro era James Stillman, cuya familia
controla Manufacturers Hanover Trust. Ambos bancos se han unido bajo el
paraguas de JP Morgan Chase. Dos de las hijas de James Stillman se casaron con
dos de los hijos de William Rockefeller. Las dos familias controlan una gran
parte de Citigroup. [18]
En el negocio de seguros, los Rockefeller controlan Metropolitan Life,
Equitable Life, Prudential y New York Life. Los bancos de Rockefeller controlan
el 25% de todos los activos de los 50 mayores bancos comerciales de EE.UU. y el
30% de todos los activos de las 50 compañías más grandes de seguros. [19] Las
compañías de seguros -la primera en los EE.UU. fue puesta en marcha por los
masones a través de sus Woodman de América -que juegan un papel clave en el
lavado de dinero proveniente de comercio de drogas en Bermudas.
Las empresas bajo control de Rockefeller son Exxon Mobil, Chevron Texaco,
BP Amoco, Marathon Oil, Freeport McMoran, Quaker Oats, ASARCO, United, Delta,
Northwest, ITT, International Harvester, Xerox, Boeing, Westinghouse,
Hewlett-Packard, Honeywell, International Paper , Pfizer, Motorola, Monsanto,
Union Carbide y General Foods.
La Fundación Rockefeller tiene estrechos vínculos financieros con las
Fundaciones Ford y Carnegie. Otras iniciativas filantrópicas de la familia como
Rockefeller Brothers Fund, el Instituto Rockefeller para la Investigación
Médica, Consejo General de Educación de la Universidad Rockefeller y la
Universidad de Chicago -que producen un flujo constante de economistas de
derecha como apologistas del capital internacional, incluyen a Milton Friedman.
La familia es dueña de 30 Rockefeller Plaza, donde el árbol nacional de
Navidad se enciende cada año, y el Rockefeller Center. David Rockefeller fue instrumental
en la construcción de las torres del World Trade Center. La principal casa de
la familia Rockefeller es un complejo descomunal en el estado de Nueva York
conocido como Pocantico Hills. También son dueños de un dúplex de 32
habitaciones en la 5ª Avenida en Manhattan, una mansión en Washington, DC,
Monte Sacro rancho en Venezuela, las plantaciones de café en el Ecuador, varias
fincas en Brasil, un estado en Seal Harbor, Maine y resorts en el Caribe, Hawai
y Puerto Rico. [20]
Las familias Dulles y Rockefeller son primos. Allen Dulles, creó la CIA,
con la asistencia de los nazis, que encubrió el asesinato de Kennedy durante
las investigaciones de la Comisión Warren y llegó a un acuerdo con la Hermandad
Musulmana para crear asesinos mentalmente controlados. [21]
El hermano John Foster Dulles, presidió la falsa confianza de Goldman Sachs
antes de la caída bursátil de 1929 y ayudó a su hermano a derrocar a los
gobiernos de Irán y Guatemala. Ambos eran miembros de Skull & Bones,
privilegiados del Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), y masones grado 33
(el más alto de todos). [22]
Los Rockefeller jugaron un papel decisivo en la formación de las políticas
de despoblación del Club de Roma en su finca en Bellagio, Italia. Su finca
Pocantico Hills dio a luz a la Comisión Trilateral. La familia es uno de los
principales financistas del movimiento eugenésico que dio lugar a Hitler, la
clonación humana y la obsesión con el ADN en los círculos científicos de
EE.UU..
John Rockefeller Jr., encabezó el Consejo de Población, hasta su muerte.
[23] Su hijo del mismo nombre es un senador de Virginia Occidental. El hermano
Winthrop Rockefeller fue teniente gobernador de Arkansas y sigue siendo el
hombre más poderoso en ese estado. En una entrevista de Octubre de 1975 con la
revista Playboy, el vicepresidente Nelson Rockefeller, quien también fue
gobernador de Nueva York -articuló una visión paternalista de su familia: “Yo
soy un gran creyente en la planificación económica, social, política, la
planificación militar total del mundo.”
Pero de todos los hermanos Rockefeller, David, el fundador de la Comisión
Trilateral (TC), y presidente de Chase Manhattan, quien ha encabezado la agenda
fascista de la familia en una escala global. Defendió el Sha de Irán, el
régimen de apartheid sudafricano y la Junta chilena de Pinochet. Él fue el
mayor financista del CFR, la TC y (durante la guerra de Vietnam), el Comité
para una paz efectiva y duradera en Asia -un contrato de bonanza para los que
se ganaban la vida fuera del conflicto.
Nixon le pidió que fuera Secretario de Hacienda, pero Rockefeller rechazó
la oferta de trabajo, sabiendo que su poder era mucho mayor. El autor Gary
Allen escribe en el archivo de Rockefeller, que en 1973, “conoció a David
Rockefeller con veintisiete jefes de Estado, incluyendo a los gobernantes de
Rusia y China Comunista”.
Después del golpe de Estado contra el
primer ministro australiano Gough Whitlam, en 1975, (llevado a cabo por la CIA
y el Nugan Hand Bank, su súbdito en la Corona Británica,
Malcolm Fraser, viajó a EE.UU., donde se reunió con el presidente Gerald Ford,
después de conferenciar con David Rockefeller. [24] ]].
Artículo original en Inglés por Dean Henderson en su blog.
- See more at: http://real-agenda.com/2011/06/03/el-cartel-de-la-reserva-federal-las-ocho-familias/#sthash.dJA7s4WW.dpuf
·
Publicado en Sábado,
18 Mayo 2013 11:44
Escrito por Revolución o barbarie
Hasta
la fecha, el mundo contemporáneo ha conocido dos grandes guerras mundiales
imperialistas, dos carnicerías de escala planetaria que han provocado la muerte
de decenas de millones de seres humanos. Como bien se encargó de demostrar el
revolucionario método científico de Karl Marx, el capitalismo emergió como
sistema social chorreando sangre por todos sus poros en los cuatro puntos
cardinales del globo. Desde los orígenes del capitalismo, la formación social
capitalista ha sido una máquina indisociable de la guerra, la muerte y la
destrucción.
Además de las dos guerras mundiales, el sistema
capitalista ha masacrado y generado guerras de agresión a través del
esclavismo, el colonialismo, las intervenciones contrarrevolucionarias en la
Rusia soviética, el sionismo y las brutales matanzas en Palestina, las
carnicerías imperialistas en Vietnam, Timor Oriental, África; las persecuciones
y asesinatos contra revolucionarios y movimientos de resistencia en América
Latina, Europa, Asia; los crímenes de lesa humanidad promovidos por el
imperialismo en el continente africano, las últimas agresiones en la ex
Yugosvalia, en Irak, Líbano, Libia, Siria, etc.
Es un hecho científicamente demostrado que la guerra y
el capitalismo son dos entidades inseparables. De esto no debe inferirse,
obviamente, que con anterioridad al capitalismo no hubiera guerras; pero es
indiscutible que el capitalismo lleva en su propio ADN la economía de guerra
como motor que pone en marcha los pistones del sistema. Además, si bien es cierto
que en todas las sociedades de clases ha habido guerras de destrucción y de
opresión, es en el capitalismo donde la naturaleza de las guerras alcanza
cualidades y una magnitud nunca antes vistas. El poder de destrucción de la
maquinaria de guerra capitalista ha tenido la ocasión de demostrar su
sanguinaria capacidad de devastación -por citar solo cuatro de los episodios
más inhumanos del desarrollo belicista del capitalismo- en la Primera Guerra
Mundial imperialista (con las masacres cometidas por las distintas potencias en
el novedoso uso de armas químicas y biológicas), en la Segunda Guerra Mundial
(con genocidios como los perpetrados por el Estado burgués nazi en forma de
campos de exterminio, cámaras de gas, hornos crematorios, etc., o las dos bombas
atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre población civil en Japón), en la
agresión imperialista estadounidense sobre el pueblo oprimido de Vietnam
(utilizando para ello, sistemáticamente, armamento genocida como el napalm) o
en las recurrentes matanzas perpetradas por el sionismo en Palestina.
A pesar de este historial sanguinario y genocida, es
lógico que los distintos capitostes del imperialismo nieguen o justifiquen las
sangrías organizadas por sus amos los capitalistas. Es tal la decadencia moral
y la desfachatez de los intelectuales y defensores ideológicos de la burguesía
que, incluso, se atreven a atribuirnos a nosotros, los comunistas, crímenes
horrendos. Esto es algo lógico e inevitable, pues el imperialismo tardío tiene
más que nunca la necesidad de verter la mayor basura propagandística contra el
movimiento comunista internacional, el único que ha sido capaz de amenazar
seriamente el orden genocida y destructivo del capitalismo.
En el aspecto de las justificaciones o las clásicas
actitudes consistentes en echar balones fuera («el Estado nazi nada tenía que
ver con el capitalismo», «el apartheid o las matanzas contra población civil
son solo obra de determinados Estados o gobernantes», «las guerras mundiales se
produjeron por culpa de algunas potencias, del fascismo, y, además, son cosa
del pasado», etc.), los intelectuales y los voceros más reaccionarios de la
burguesía internacional siempre han vendido a bombo y platillo que las
distintas guerras de rapiña y agresión han sido ajenas a la dinámica intrínseca
del modo de producción capitalista en su fase imperialista. Desde el lado de
los oportunistas, reformistas y socialdemócratas (la izquierda del sistema de
explotación vigente), la interpretación distorsionada de la naturaleza de las
guerras en el imperialismo también ha sido la tónica dominante, como no podía
ser de otra manera. Efectivamente, todos los que buscan embellecer el sistema
de explotación capitalista siempre han pretendido pervertir las enseñanzas de
los mayores revolucionarios sobre la naturaleza intrínsecamente violenta y
belicista del capitalismo (en concreto, del sistema capitalista en su última
fase, el estadio imperialista), tratando de engañar a las masas explotadas
sobre el verdadero carácter violento y destructivo del capitalismo,
diferenciando entre imperialismos «agresores» e imperialismos «defensivos»,
distorsionando la realidad mediante teorías (como el «ultraimperialismo» de
Kautsky, hoy refundada por intelectuales como Toni Negri y sus acólitos) que
niegan la inevitabilidad de las guerras entre bloques imperialistas, etc.
En este breve trabajo sobre el imperialismo y la
economía de guerra, demostraremos de forma científica cómo el belicismo es
inseparable de la dinámica capitalista. Tras haber fundamentado las bases
belicistas y militaristas de la economía del imperialismo, y después de haber
explicado los fundamentos de la economía política de este modo de producción
decadente, demostraremos cómo la Tercera Guerra Mundial imperialista es la
salida inevitable del capitalismo, siempre que antes el movimiento
revolucionario no haya liquidado este sistema explotador y genocida.
Explicaremos cuáles son hoy las zonas de mayor confrontación interimperialista,
haciendo una denuncia implacable de todas las políticas imperialistas, sin
importar que correspondan a un bloque más o menos desarrollado, defendiendo la
necesidad de reconstituir el movimiento comunista internacional y de derrocar a
la burguesía como única salida para evitar una nueva conflagración mundial que,
sin duda, tendría unas consecuencias catastróficas para el conjunto de la
Humanidad.
1. El capitalismo, un sistema basado en la guerra
1.1.
El capitalismo es un sistema de clases históricamente determinado. Pero el
capitalismo no es el primer sistema clasista de la historia, sino que ha sido
precedido por los sistemas esclavista y feudal. En primer lugar, recordemos,
siguiendo la definición concisa que dio Lenin en su artículo «Una gran
iniciativa», que las clases sociales son «grandes grupos de hombres que se diferencian por:
1. su lugar en el sistema históricamente determinado
de la producción social,
2. por su relación (en la mayoría de los casos confirmada por las leyes) hacia los medios de producción,
3. por su papel en la organización social del trabajo y, por consiguiente,
4. por los medios de obtención y por el volumen de la parte de riqueza social de que disponen.
2. por su relación (en la mayoría de los casos confirmada por las leyes) hacia los medios de producción,
3. por su papel en la organización social del trabajo y, por consiguiente,
4. por los medios de obtención y por el volumen de la parte de riqueza social de que disponen.
Las clases son grupos de hombres en los que unos
pueden atribuirse el trabajo de otros gracias a la diferencia del lugar que
ocupan en un determinado sistema de la economía social».
1.2. Lo peculiar del capitalismo con respecto a otros
sistemas clasistas de organización social es que la clase dominante de la
sociedad vigente, la burguesía (y la oligarquía financiera en la época del
imperialismo como nueva fracción dominante del Estado), no solamente se apropia
de los medios de producción fundamentales, expropiando con ello a gran parte de
la sociedad de sus medios de vida, sino que además acumula capital mediante la
explotación de la fuerza de trabajo, una explotación creciente que permite la
extracción de una plusvalía que se transforma posteriormente en ganancia
(plusvalía realizada).
1.3. Por tanto, tenemos que son tres las
características fundamentales del sistema de opresión capitalista:
A)
Clases sociales con intereses antagónicos. Dichas clases se dividen
fundamentalmente en dos: el proletariado y la burguesía; está última se divide
a su vez en burguesía monopolista o capital financiero, por un lado, y
burguesía media o no monopolista, por otro lado. Además, dentro de la clase
dominante se desarrolla la aristocracia obrera, la capa social que se forma en
los países imperialistas y que, según Lenin, constituye «ese sector de obreros aburguesados (…)
enteramente pequeñoburgueses por su género de vida, por sus emolumentos y por
toda su concepción del mundo, es el principal apoyo de la II Internacional; y,
hoy en día, el principal apoyo social (no militar) de la burguesía» (El imperialismo, fase superior del capitalismo). Por último, pervive una clase intermedia, la
pequeña burguesía, formada por todos aquellos propietarios de medios de
producción que no explotan fuerza de trabajo.
B) Propiedad privada de los medios de producción,
sancionada por la ley burguesa y que permite la explotación de todos aquellos
seres humanos desposeídos de medios de producción.
C) Explotación de la fuerza de trabajo, gracias a la
cual el capital extrae la plusvalía de los explotados, los verdaderos creadores
de la riqueza social, y con la cual consiguen poner en marcha la reproducción
ampliada del capital.
1.4. Ahora bien, Marx y Engels no tuvieron la
oportunidad de conocer plenamente la evolución del capitalismo de libre
competencia al capitalismo monopolista de Estado, es decir, al imperialismo.
Fue Lenin quien, basándose en estudios de economistas burgueses y
socialdemócratas (como Hilferding o Hobson), definió y explicó las bases de la
nueva fase en que había entrado el capitalismo: el imperialismo, el cual se
caracteriza por los siguientes rasgos fundamentales:
-elevado desarrollo de las fuerzas productivas hasta
su centralización y concentración en poderosos monopolios;
-fusión de los bancos con el capital industrial, que pasan a constituir el capital financiero;
-evolución desde la exportación de mercancías propia de la época «libre» del capitalismo hasta la exportación de capitales, que permite el expolio de las grandes potencias imperialistas contra los países oprimidos y la sobreexplotación contra las masas más hondas del proletariado de los países dominantes;
-conformación de alianzas y asociaciones de capitalistas internacionales que proceden al reparto del mundo.
-fusión de los bancos con el capital industrial, que pasan a constituir el capital financiero;
-evolución desde la exportación de mercancías propia de la época «libre» del capitalismo hasta la exportación de capitales, que permite el expolio de las grandes potencias imperialistas contra los países oprimidos y la sobreexplotación contra las masas más hondas del proletariado de los países dominantes;
-conformación de alianzas y asociaciones de capitalistas internacionales que proceden al reparto del mundo.
1.5. Como explicamos antes al mencionar el origen
violento y belicista del capitalismo, el sistema socio-económico vigente ya
nace destruyendo por doquier (aunque, evidentemente, el capitalismo supuso un
innegable avance en el desarrollo social de las fuerzas productivas a escala
planetaria con respecto al modo de producción feudal, y también tuvo por ello
un carácter creador, no solo destructivo), pero es en su fase imperialista
cuando la guerra, la destrucción y la reacción adquieren unos niveles inauditos
hasta el momento. Es en la fase imperialista cuando la oligarquía financiera se
convierte en esa jauría de belicistas redomados que pugna entre sí por adueñarse
de países oprimidos como lugares para la exportación de capitales y el expolio.
Es
en la época del imperialismo, la era del capitalismo más reaccionario y
decadente (en la cual ya no hay nada progresivo que pueda aportar el
capitalismo a la Humanidad), cuando, según el militar prusiano Carl von
Clausewitz, unos de los teóricos e historiadores de la ciencia militar más
importantes de la historia, «La
guerra es una continuación de la política por otros medios» es una máxima que en el contexto del imperialismo
cobra su mayor sentido. Teniendo en cuenta que la política es la gran
manifestación superestructural de la economía, en la fase imperialista la
guerra es una continuación inevitable de la economía capitalista por otros
medios.
1.6. La causa última y determinante de la situación de
guerra constante en que se desenvuelve el capitalismo monopolista de Estado es
la propiedad privada de los medios de producción, que empuja a los capitales
imperialistas a una competencia despiadada y cada vez más violenta, y a una
pugna creciente entre los distintos bloques hegemónicos por el control de
nuevos mercados, de nuevas zonas de exportación de capitales, etc. Aunque el
aspecto de las guerras actuales lo abordaremos con más detenimiento en el
segundo y último epígrafe, es indiscutible que hoy no existe una sola guerra
reaccionaria en el mundo que no tenga por causa determinante el vigente modo de
producción capitalista y su naturaleza intrínsecamente violenta, clasista y
expoliadora.
1.7. La idea de la economía de guerra en el
imperialismo no es una frase altisonante ni una exageración propia de
comunistas. Es, de hecho, la definición más fiel y respetuosa con el estudio
científico del funcionamiento y la dinámica interna del sistema capitalista. Es
un hecho constatado por el desarrollo histórico que es a través de los
ejércitos y las guerras como las potencias consiguen mejorar posiciones en la
división internacional del trabajo. Pero, además, en la propia base de la
economía política actual se demuestra de forma muy clara la importancia de la
maquinaria de guerra para el sostenimiento del actual sistema económico
capitalista.
LA OTAN_ONU,...ORGANISMOS GLOBALES DE PODER DEL IMPERIALISMO ACTUAL,...ESTAMOS EN UN IMPERIALISMO MANCOMUNADO,...MUY DIFERENTE AL HACE CIEN AÑOS,...ESTA NUEVA REALIDAD,...DEBERÍA DAR NUEVOS CONCEPTOS Y NUEVAS FORMAS DE LUCHA Y DISCURSOS PROLETARIOS,... SISTEMA CAPIIMPERIALISTA,...PODERES SUBALTERNOS Y PODER GENERAL POR LAS BUENAS O POR LAS MALAS,...( NOTA DEL BLOG) Lmm.
1.8. La guerra imperialista es una de las formas más
eficaces en que el capitalismo combate sus propias crisis cíclicas de
sobreproducción de capitales. Siendo la causa determinante de todas las crisis
la tendencia decreciente de la tasa de ganancia media del capital, la guerra
aparece como una dinámica económica que consigue poner en marcha nuevamente el
ciclo de reproducción ampliada de capital con vistas a mejorar la rentabilidad
del capital invertido. Esto lo logra el sistema capitalista mediante la
destrucción de capital constante y variable sobrante, y a través de la
posterior reconstrucción y reinversión de capitales excedentarios en las zonas
devastadas por la bota del imperialismo. En este sentido, la guerra
imperialista a escala mundial no es una cuestión de la política de determinados
Estados o bloques hegemónicos, sino que es el producto inevitable de la
competencia descarnada entre los capitales imperialistas. En cualquier caso, ni
siquiera las guerras de agresión y rapiña resuelven las crisis recurrentes del
modo de producción capitalista, sino que solo las aplazan hasta un nuevo ciclo
de recesión y depresión, el cual es siempre peor que el anterior por la mayor
masa de capital acumulado y por su potencial destructivo de «activos»
sobrantes.
1.9. Estados Unidos de América, la mayor potencia
imperialista del globo, es el más claro exponente de la naturaleza belicista de
la economía en la época del imperialismo. En primer lugar, es una realidad
innegable que el imperialismo estadounidense sería incapaz de mantener su
estructura productiva y económica sin la existencia del «complejo
militar-industrial». Es decir, vemos claramente que en ese país la industria
armamentística no es solo una cuestión de geoestrategia, sino que además es uno
de los pilares más importantes de la economía estadounidense.
Vayamos
primeramente con algunos datos muy ilustrativos extraídos de «Por qué EEUU no
puede recortar su gasto en defensa», artículo publicado en la edición digital
de El Mundo el 10 de marzo de 2013. El gasto militar ha crecido en
esa nación en torno a un 250% desde los autoatentados del 11-S. Solo el
Pentágono tiene un personal de 2.400.000 personas (el personal no militar
asciende a 800.000 personas). En Colorado, un Estado con una población de más
cinco millones de habitantes, 70.000 asalariados dependen del sector
aeroespacial, a su vez vinculado al complejo militar-industrial estadounidense.
Además, hay dos millones de personas que trabajan en empresas con acceso a
labores de inteligencia o en proyectos militares del Estado.
Como relata Pablo Pardo, el periodista de uno de los
grandes medios del capital monopolista en España, las empresas militares de
EEUU (con Lockheed Martin a la cabeza, la compañía militar más importante del
mundo) saben aprovechar muy bien el papel preponderante que juegan en la
estructura económica del país. Así, tanto el diseño como gran parte de la
fabricación y el ensamblaje final de medios de guerra se elaboran en la mayoría
de los Estados norteamericanos. Estamos ante la clásica división interna del
trabajo, en este caso claramente enfocada a las necesidades belicistas de la
burguesía estadounidense. Sin embargo, siguen siendo Florida, Texas, Ohio,
California, Virginia y California los Estados más importantes en la
organización de la producción militar de la mayor potencia imperialista del
mundo.
ESTA POTENCIA ESTÁ FINANCIADA POR LAS POTENCIAS RESTANTES Y PAíSES SEMIIMPERIALISTAS Y MUCHOS OTROS,...ALGUNOS NO DE BUENA GANA,...SE DEBERÁ VER E INCLUIR AQUÍ LOS ANÁLISIS COMUNISTAS EN ESPAÑA SOBRE LA OTAN,...DE LA UCCO,..( NOTA DEL BLOG). Lmm.....//....
ESTA POTENCIA ESTÁ FINANCIADA POR LAS POTENCIAS RESTANTES Y PAíSES SEMIIMPERIALISTAS Y MUCHOS OTROS,...ALGUNOS NO DE BUENA GANA,...SE DEBERÁ VER E INCLUIR AQUÍ LOS ANÁLISIS COMUNISTAS EN ESPAÑA SOBRE LA OTAN,...DE LA UCCO,..( NOTA DEL BLOG). Lmm.....//....
A pesar del abultadísimo déficit fiscal y por cuenta
corriente de la economía estadounidense, el derroche de fondos «públicos»
(tanto federales como estatales) del Pentágono que va a parar a los bolsillos
de los accionistas de Lochkeed Martin o Boeing, sigue acumulándose
inexorablemente. Además, Estados Unidos continúa siendo la locomotora del gasto
militar mundial. Según el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de
Estocolmo, EEUU acaparó en 2011 el 41% del total de capital invertido en todo
el mundo en la industria de guerra (en concreto, la cifra ascendió a los 607 mil
millones de dólares estadounidenses). El Banco Mundial, por su parte, ha
determinado que el gasto militar total de EEUU en relación a su PIB ascendió
hasta el 4,7% en el periodo 2008-2012.
Más datos sobre el carácter belicista de la economía
estadounidense. Según Morss (2010), el Gobierno de EEUU ha gastado entre 2001 y
2009 1,08 billones de dólares en la «guerra contra el terrorismo», es decir, en
la pugna por controlar una mayor cantidad de países. A esta cifra hay que
sumar, desde la Guerra del Golfo, 94 mil millones de dólares a precios
constantes en gasto militar. Todos estos datos de la primera potencia militar y
económica del mundo corroboran, salvo para quienes aún tienen interés en
defender un sistema belicista como este, la tesis marxista-leninista sobre el
carácter radicalmente violento y guerrerista del imperialismo.
1.10. Pero el militarismo creciente y un gasto en
«defensa» desaforado no se reducen en absoluto a EEUU, sino que se extienden al
resto de potencias imperialistas del planeta. Así, continuando con los datos
ofrecidos por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo,
la China social-imperialista gastó en 2011 casi 85 mil millones de dólares
estadounidenses, lo que supuso un 8,2% del total mundial. Seguidos muy de cerca
por China, nos encontramos con Rusia, Francia y Reino Unido, los cuales
gastaron, respectivamente, 70,6 mil, 65,7 mil y 65,3 mil millones de dólares.
Otras potencias imperialistas, como Japón, Arabia Saudita, India, Alemania,
Brasil o Corea del Sur, fueron las siguientes en la lista de los países más
militarizados del mundo.
1.
11. El otro gran «actor» imperialista mundial, Israel, no aparece en la lista
de los diez primeros gigantes militares, puesto que, si tomamos las cifras en
términos absolutos, el gasto del Estado sionista es menor que el de los países
imperialistas ya mencionados. Sin embargo, en términos relativos Israel es la
sexta potencia mundial en inversión militar (con un gasto armamentístico del
7,3% en relación al PIB, según datos de 2006 ofrecidos por The World Factbook 2008), tan solo superado por Omán, Qatar, Arabia Saudita,
Irak y Jordania (no es casual que los Estados del golfo Pérsico o del Medio
Oriente, como peones o potencias aliadas del bloque imperialista
anglo-sionista, sean los países más militarizados del mundo en términos
relativos).
1. 12. El Estado español tampoco se queda atrás en la
carrera armamentística por el reparto del botín imperialista. Para empezar, las
fuerzas armadas de la burguesía imperialista española están presentes en
Bosnia-Herzegovina, Afganistán, Líbano, Somalia, Chad, Yibuti y Uganda, sin
olvidar la participación de la Guardia Civil o el ejército de España en labores
de entrenamiento militar a represores en Irak o Haití. En cuanto a los
presupuestos belicistas del Estado español, las cifras oficiales ascienden a
6.913,65 millones de euros para este año, siendo el gasto total de 28.897,54
millones de euros. Esto implica un gasto militar diario de 79,17 millones de
euros. Por último, la deuda del Estado español en concepto de industria de
guerra asciende a los 31.000 millones de euros (es decir, más de 15 veces el
montante de la partida asignada a Educación en España).
2. El imperialismo y la posibilidad de una Tercera
Guerra Mundial: el comunismo,
la única alternativa ante la barbarie del capitalismo
la única alternativa ante la barbarie del capitalismo
2.
1. Nos encontramos inmersos en la crisis económica más importante de la
historia del capitalismo. A pesar de los discursos de los think tanks hegemónicos de los países dominantes, por el momento
no se vislumbra una salida a corto plazo de la actual depresión económica (una
depresión que, si bien afecta fundamentalmente a los países imperialistas del
bloque «occidental», está terminando por salpicar al resto de países, incluidos
los BRICS). Sin embargo, todas aquellas teorías oportunistas y revisionistas
que postulan el derrumbe automático del capitalismo son por completo ajenas a
la verdad sobre los fundamentos reales de la infraestructura económica del
sistema burgués. En efecto, no hay ninguna situación económica sin salida para
el capitalismo, como ya postulara Lenin hace más de un siglo. Por muy honda que
sea la crisis económica del modo de producción capitalista, no puede haber
ningún derrumbe espontáneo del sistema de explotación dominante. Es más, si en
tiempos de crisis el movimiento revolucionario aún no ha sido constituido, el
sistema dominante se hace más fuerte, se pertrecha y aprovecha para pasar a la
ofensiva y ganar posiciones en el terreno de la lucha de clases. Esto se está
materializando hoy en la actual política seguida al dedillo por los grandes
Estados capitalistas, los cuales, como fieles sirvientes de la oligarquía
financiera, están utilizando la profunda crisis estructural del capitalismo
para seguir consolidando su dominio casi absoluto en el seno de las sociedades
capitalistas occidentales.
2. 2. En este contexto de crisis profunda del
capitalismo, es absolutamente lógico e inevitable que los distintos leones
imperialistas afilen sus dientes y se preparen para dar caza a las víctimas más
codiciadas y débiles. Asimismo, asistimos a un proceso creciente, igualmente
insoslayable, de enfrentamiento entre los distintos depredadores
internacionales, que, de forma progresiva, comienzan a agruparse en dos grandes
bloques imperialistas hegemónicos.
2. 3. Como hemos explicado ya, las rivalidades
interimperialistas se agudizan en todo el mundo, sobre todo en las zonas de
mayor conflictividad para la burguesía internacional. Aunque, en nuestra
opinión, es evidente que aún no se han conformado de manera plena y con todas
las consecuencias dos grandes bloques imperialistas (cuando esto suceda, la
proximidad de la Tercera Guerra Mundial imperialista será una posibilidad nada
remota para el capitalismo internacional), sí es innegable que ya se han dado
los primeros pasos para la emergencia de tales bloques, lo cual no es óbice
para que, dentro de dichos bloques, haya a su vez países que puedan virar hacia
uno u otro bloque, o incluso Estados que mantengan posiciones de calculada
ambivalencia por su posición geoestratégica.
. 4. Por un lado, nos encontramos con un bloque
«occidental» ya plenamente configurado. Dicho bloque está capitaneado por
EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, España, Portugal, Grecia, Canadá,
Australia, Japón, Turquía, Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Corea del Sur
y Arabia Saudita, fundamentalmente (a su vez, dentro de este bloque podemos
distinguir dos subbloques: el de EEUU-Reino Unido y el de Francia-Alemania).
Dentro del bloque «occidental» se agrupan multitud de Estados que, en la
organización internacional del poder imperialista, son peones de las potencias
dominantes de este bloque, lo que significa que los planes de sus burguesías
están total o parcialmente supeditados a los intereses de las potencias
hegemónicas del bloque «occidental». En este grupo de países podemos englobar a
Colombia, Chile, Marruecos o los Estados del golfo Pérsico.
2. 5. Por otro lado, desde el desmantelamiento del
campo revisionista ha venido conformándose un bloque imperialista emergente,
que podemos denominar «oriental» por simplificar. Los dos grandes colosos de
este bloque son Rusia y China. Otros países que, de forma más o menos
manifiesta, se alinean con este bloque son Brasil, Argentina, Bolivia,
Nicaragua, la Cuba revisionista, Ecuador, Venezuela, Sudáfrica, Siria o Irán.
Además, como consecuencia de la cada vez mayor penetración del
social-imperialismo chino en África, son cada vez más numerosas las áreas de
influencia de este bloque representado en parte por la China capitalista.
2. 6. Es muy peculiar y digno de un análisis
específico el caso de India, toda una potencia imperialista hoy en el mundo que
pugna diariamente por mejorar su posición en el sistema capitalista
internacional. Por el momento, India es el mayor exponente de gran potencia
económica y militar que mantiene aún una posición de relativa autonomía o, si
se quiere, de calculada ambivalencia entre un bloque y otro. Por un lado, India
está impelida a entenderse con el bloque «oriental», no solamente por una
cuestión geoestratégica, sino además por una relativa conjunción de intereses
«defensivos» con potencias como China o Rusia frente al imperialismo
«occidental». Sin embargo, por otro lado, el imperialismo indio no puede
supeditarse sin más a China, Brasil o Rusia, por lo que aún necesita mejorar
sus posiciones.
Además, según acaba de reflejar un informe de la
consultora KPMG, India es ya el segundo «socio comercial» en África, solo
superado por China, lo que sin duda podrá producir fricciones o desencuentros
en función de cómo sepan las burguesías de ambos países discutir los distintos
mercados a repartir. India es hoy uno de los mayores exportadores de capitales
en países como Etiopía, Somalia, Níger o Nigeria, teniendo un especial interés
en controlar la costa oriental africana y países como Madagascar o las islas
Scheychelles.
Sobre las relaciones entre India y China, hemos
comprobado que hace escasos días (el 9 de mayo de 2013), el ministro indio de
Asuntos Exteriores, Salman Khurshid, ha expresado «gran optimismo» sobre la
posibilidad de aprovechar las «enormes oportunidades para cooperar en marcos
bilaterales y multilaterales» con China y otros países afines al bloque
imperialista «oriental». Además, según el ministro indio, hay razones sobradas
«para creer que el siglo XXI será el siglo de Asia», lo que, traducido en el
lenguaje de la economía política real, significa que el bloque «oriental» está
llamado a convertirse en este siglo en el bloque dominante a nivel
internacional (para nosotros, este será de hecho el mayor factor que
precipitaría una eventual Tercera Guerra Mundial).
La República de la India nada entre dos aguas hasta el
momento presente. Así, mientras inicia y profundiza cierto acercamiento con la
China revisionista, India potencia todavía más su alianza estratégica con el
Estado de Israel (las relaciones geoestratégicas y militares de las dos hienas
imperialistas se extienden hasta la formación militar conjunta y la compraventa
de todo tipo de tecnología militar, incluida la aeroespacial). No olvidemos que
el gigantesco país asiático es el mayor comprador mundial de equipos militares
de fabricación israelí., siendo la potencia sionista el socio militar más
importante para India después de Rusia. En este aspecto queda meridianamente
clara la naturaleza ambivalente de la actual posición geoestratégica de India,
pues, mientras por un lado tiene a Rusia como una potencia afín a sus
intereses, por otro lado mantiene estrechas relaciones con Israel, uno de los
grandes puntales del bloque imperialista «occidental».
En cualquier caso, termine India integrándose
definitivamente o no en el bloque capitaneado por China o Rusia, no cabe duda
de que la expansión de este país va a provocar una escalada de las tensiones y
la confrontación con las grandes potencias imperialistas «occidentales». Lo que
aún no se sabe, a nuestro entender, es cómo va a evolucionar India a largo
plazo en la «arena internacional». Tampoco podemos saber cuál será la posición
de dicho Estado si, llegado el caso, el ruido de sables entre los dos grandes
bloques pasa al terreno de la «política real», es decir, al terreno de la
guerra abierta y declarada.
2. 7. Una vez dibujado el que, a nuestro entender, es
el nuevo mapa mundial del imperialismo, es necesario determinar cuáles son hoy
las zonas de mayor litigio entre los dos grandes bloques imperialistas. En la
actualidad, son cinco los focos de mayor confrontación entre los tiburones
imperialistas, y los que suponen ya un precedente de la Tercera Guerra Mundial
por goteo:
A) Próximo Oriente y Oriente Medio. En este foco
Israel es el gran portaaviones del imperialismo «occidental», la gran potencia
expansionista que amenaza con su hipermilitarismo no solo a Palestina, sino a
Siria o Irán. En concreto, es Siria en la actualidad el gran teatro de operaciones
del imperialismo anglo-estadounidense, los imperialismos emergentes turco y
saudí, el sionista y el franco-europeo. Para nosotros está claro que, en el
caso de la agresión contra Siria, este país no es más que la antesala necesaria
para el objetivo final del bloque «occidental», que es la República Islámica de
Irán, un Estado tremendamente codiciado, no solo por sus reservas estratégicas
de gas natural y petróleo, sino además y sobre todo por ser toda una potencia
económica regional en bienes de equipo, en tecnología civil y militar, etc.
B) El África negra. El África subsahariana, el centro
del continente y el cuerno de África son hoy el escenario de rivalidades
crecientes entre los buitres imperialistas, que litigan por apoderarse de los
ingentes recursos naturales de ese continente, por exportar capitales y por
vender productos manufacturados en países que tienen tasas de crecimiento de
entre el 6 y el 10%. Tarde o temprano, al imperialismo le estallarán las
costuras en esta región del orbe y, de manera inevitable, África será el lugar
en que los imperialismos «occidental» y «oriental» se enfrentarán militarmente
por el reparto del botín.
C) Corea del Norte. La República Popular Democrática
de Corea se encuentra hoy totalmente aislada y cercada por el imperialismo
internacional, incluso por la China social-imperialista, que se ha posicionado
a favor de las sanciones contra ese país. Una posición muy parecida a la china
la ha adoptado Rusia, lo que hace que a día de hoy Corea del Norte se exponga a
presiones de ambos bloques imperialistas. Sin embargo, nosotros entendemos que
el verdadero conflicto interimperialista en esa zona del planeta no va a
traducirse en una agresión militar directa contra Corea del Norte, sino que
tiene que ver sobre todo con la utilización del conflicto por parte de Estados
Unidos como manera de debilitar los intereses de China y Rusia, gracias al
incremento de la presencia militar estadounidense en la región.
D) El Cáucaso. Esta región, situada entre Europa del
Este y Asia occidental, es desde el desmembramiento de la Unión Soviética
revisionista una de las zonas de mayor tensión interimperialista. Pero aquí, a
diferencia de lo que ocurre en Oriente Medio o en el África negra, son Rusia y
Estados Unidos los dos gigantes que confrontan por controlar la región.
Recordemos que este territorio es muy rico en recursos naturales de carácter
geoestratégico. Tanto Georgia como Armenia y Azerbaiyán son hoy el reflejo de
las posiciones enfrentadas y cada vez más agudizadas entre el imperialismo ruso
y el estadounidense.
E) América Latina. Son dos los factores que provocan
que esta región del mundo sea en estos momentos otra de las zonas «calientes» a
nivel de hostilidades interimperialistas. En primer lugar, desde principios de
este siglo han emergido con fuerza los proyectos de «capitalismo nacional» de
países como Venezuela, Argentina, Bolivia o Ecuador (el caso de Brasil es
distinto, pues este país sí que ha desarrollado realmente una burguesía
nacional poderosa y con capacidad para discutir de igual a igual con
imperialismos como el estadounidense, e incluso para convertirse también en una
burguesía imperialista en ascenso vertiginoso), que a largo plazo pueden actuar
parcialmente como correas de transmisión del imperialismo sino-ruso y pueden
precipitar el enfrentamiento definitivo del bloque «oriental» con el
«occidental». En segundo lugar, el montante total de las inversiones de
capitales chinos, indios y rusos en América Latina no hace más que crecer, lo
que provocará a largo plazo una escalada de las tensiones con el imperialismo
estadounidense, sobre todo, y el europeo en menor medida (ambos grupos
imperialistas han formado parte del bloque emisor de inversiones tradicional en
la región hasta hace pocos años).
2. 8. Hay quien cree que, debido a la existencia de
armas nucleares de un potencial destructivo incalculable en posesión de países
de ambos bloques imperialistas, es impensable que pueda producirse una
conflagración a escala planetaria, ya que el sistema no estaría dispuesto a
llegar al extremo de devastar por completo el planeta Tierra. A nuestro juicio,
esta visión es falaz e idealista, pues otorga un carácter de
racionalidad, desde el punto de vista metafísico de una moralidad pura, que en
absoluto es propio del sistema capitalista. Si no hay una Revolución proletaria
mundial que acabe con la raíz del problema que aqueja a gran parte del mundo
(es decir, la organización social capitalista en su fase imperialista), la
Tercera Guerra Mundial será una realidad inevitable a largo plazo, pues es el
único mecanismo de resolver la pugna creciente entre los diferentes tiburones
imperialistas. El combustible que necesita el sistema económico dominante para
funcionar es la guerra, y esta es una realidad a la que ningún país capitalista
se puede sustraer, lo quiera o no.
2. 9. De hecho, solo hay que conocer superficialmente
la situación internacional en la actualidad, para llegar a la conclusión de que
ya se están poniendo los cimientos para levantar ese edificio que terminará en
una confrontación internacional que provocaría una hecatombe nunca antes vista.
Estos cimientos tienen sus puntos neurálgicos, sobre todo, en Extremo Oriente y
en Oriente Medio. La próxima guerra imperialista más a la vista es la de Siria,
país que viene siendo objeto de todo tipo de agresiones y sabotajes por parte
de mercenarios y grupos armados controlados directa o indirectamente por las
grandes potencias imperialistas. Pero, como dijimos más arriba, el objetivo
final de todo este operativo a gran escala es Irán, toda una potencia regional
con una capacidad bélica nada desdeñable. En definitiva, asistimos a los
primeros episodios, por goteo, de las primeras escaramuzas que irán subiendo de
nivel hasta provocar, en un plazo aún incierto, un enfrentamiento directo entre
los dos grandes bloques hegemónicos en el mundo.
2. 10. Como ya expusieran los grandes revolucionarios
durante la Primera Guerra Mundial, la única alternativa posible para acabar con
la violencia del imperialismo y con la inevitabilidad de una nueva conflagración
mundial pasa por derrocar a la burguesía internacional, transformando todas las
guerras imperialistas de mayor o menor escala en guerras civiles
revolucionarias. Pero para que el socialismo pueda triunfar y ganar posiciones
en cada vez más espacios del globo, es imprescindible que antes se proceda a la
reconstitución del movimiento comunista internacional, a día de hoy liquidado y
sin capacidad para poner freno a tanta barbarie. Dicha reconstitución pasa por
unificar a la vanguardia revolucionaria en los principios del
marxismo-leninismo y por ligar de manera estrecha a la vanguardia comunista con
el sector más combativo y avanzado de las masas explotadas.
Siguiendo las leyes del desarrollo desigual y la
teoría del eslabón más débil, estamos seguros de que la cadena imperialista se
romperá en aquellos eslabones donde las condiciones objetivas y subjetivas
pongan de forma más clara a la orden del día la posibilidad de la Revolución
socialista. Todos los revolucionarios seguimos con la máxima atención el
proceso revolucionario en un país como India, el cual, si llegara a triunfar a
medio plazo, precipitaría sin duda los acontecimientos y podría hacer prender
la mecha en multitud de países de la región y de otros lugares del mundo. En
cualquier caso, la burguesía volverá a dejar a un lado sus diferencias y
contradicciones, uniéndose cuando sea necesario para aplastar al movimiento
revolucionario internacional. Por eso es imprescindible que, cuando se den las
condiciones subjetivas para ello, se proceda a la conformación de una nueva
Internacional Comunista como nuevo Estado mayor de la Revolución proletaria
internacional.
En el caso de aquellos países que aún tengan
pendientes tareas democrático-burguesas (es decir, en el caso de la mayoría de
los países del mundo, ya sean países oprimidos o países imperialistas, como
India o Brasil), es el sujeto revolucionario, el proletariado en alianza con el
campesinado pobre y otras capas populares oprimidas, el que debe comandar dicho
proceso de revolución nacional y democrática, adueñándose del poder estatal y
estableciendo una línea de continuidad entre la Revolución democrático-burguesa
y la socialista. Las masas explotadas (como lo demuestran los ejemplos muy
claros de Venezuela, Bolivia o Ecuador) no pueden confiar en unas burguesías
«nacionales» que, ni están realmente en condiciones de oponerse a los planes
del imperialismo, ni dudarán ni un instante en aliarse a las oligarquías
imperialistas para liquidar los procesos revolucionarios. Entendemos que los movimientos
revolucionarios de esas naciones dependientes deben hacer todo lo posible por
constituir órganos de poder independientes de las fracciones burguesas
populistas, conformando alianzas con sectores intermedios oprimidos pero
hegemonizando dichas estructuras en pos de construir el socialismo, la
dictadura del proletariado, la única alternativa real para terminar con la
dependencia económica y con las estructuras semi-feudales aún vigentes en
muchos de esos países.
Por último, en ninguno de los países imperialistas del
bloque «occidental» los revolucionarios deben defender la necesidad de un
estadio intermedio entre el capitalismo monopolista de Estado y la construcción
del Estado proletario, por lo que todas aquellas fórmulas que planteen periodos
de transición (como Repúblicas Populares o Asambleas Constituyentes) entre el
imperialismo y la Revolución proletaria, deberán ser combatidas por
reaccionarias, pequeñoburguesas, utópicas y, por supuesto, ajenas a los
intereses de la clase explotada. " ]]
Fuente: Revolución o barbarie )).....
....//.... El asunto es que el
capital periférico queda casi en su totalidad en manos de capitalistas de las
Metrópolis euroamericanas -EuroUsa- fundamentalmente y más en estos nuevos
tiempos. Por ello se enreda, se entrelaza, se entelarañan los diversos Estados
periféricos con los Estados imperialistas, y quedan subordinados legalmente,
según las normas y leyes internacionales, políticamente y militarmente; por
ello la OTAN juega el papel impositor y amedrentador a los países absorbidos;
por ello la OTAN se impone a los pueblos, a las diversas clases obreras y
sectores de clases medias subordinadas y en retroceso político y económico, de
campesinos, pequeños comerciantes,...
Pero esto tiene un
problema : También quedan menos empresas y sectores en los que invertir; y eso
lleva a los poderosos, no sólo a vender productos, sino a vender dinero,
mediante préstamos a otros países, con lo que nace la conocida Deuda Externa,...
Este asunto no es nuevo, tiene muchos siglos, tan antiguo como el Imperio
Egipcio. A la vez, esos capitales digamos inactivos, buscan nuevos sitios donde
invertir, como forma de capital productivo, extractivo,... para sacar a la vez
mejores rendimientos del trabajo de nuevos o casi viejos proletarios; proletarizan a sectores campesinos, les expropian tierras y sus medios de vida
y de producción, desarrollan infraestructuras diversas, construyen determinadas
poblaciones. No sólo buscan nuevos mercados, para ello necesitan crear empleos
y gentes dispuestas a trabajar por las buenas o por las malas; esto les
posibilita vender mercancías, de sus Metrópolis y también de las nuevas que se
crean en esos nuevos territorios, digamos que se expande y potencian las
fuerzas productivas y con éstas la ampliación de mercados; se pone gran parte
de esos países a producir de formas más o menos salvajes y a imagen y semejanza
de las Metrópolis, pero algo así como en los siglos XlX y XX; mucha explotación
y represión, donde los sueldos obreros no llegan ni a la décima parte de los
países ya marcadamente capitalistas, y de las Metrópolis capitalistas.
Los intereses que se
pagan suponen varias, digamos como el doble, - en un tiempo determinado, - los
dineros que se prestan, por parte del fondo Monetario y del Banco Mundial y
todos los bancos privados prestamistas, por ello quedan estos gobiernos
subordinados de forma interesada, los factores humanos y materiales quedan a
disposición de las potencias y de los grandes capitales representados en estos
organismos financieros mundiales privados o públicos.
La población de los
países ricos, siguen siendo explotadas, millones de marginados y desempleados
quedan en estas coyunturas de crisis económicas y de centralización y
concentración del capital mundializado; por ejemplo el desempleo y la
precariedad se hace crónica y queda como normal y permanente en estas sociedades
capitalistas avanzadas. Se da una mayor explotación por varias actitudes,
inflación, subida de precios, aumento de productividad, mala calidad en los
productos, servicios sociales y estatales,...Cuantos más aspectos de la vida, la
sociedad, la naturaleza, queden atrapados por las leyes del Capital Neoliberal
actual y del mercado controlado por las Multicorporaciones, Multinacionales, y
el capital bancario global...( que cada vez tiene menos leyes y normativas
estatales, por su uniformidad en marcha ) mayores posibilidades de negocio en
poder del capital privado y público.( Aunque aún hoy en día existen sectores de aristocracia obrera,...peo menos proporcionalmente,...a la vez la tendencia es a la proletarización de las clases medias, a sus ruinas y a ser seres excluidos,...los maestros, universitarios, funcionarios,...no sirven ya,...se les expulsa de sus situaciones algo privilegiadas,....
La mercantilización de
cada vez más ámbitos de la vida ( suelo, agua, energía, derecho a genes,...)
obliga a dedicar una parte cada vez mayor de nuestros ingresos, a la compra de
bienes y servicios que antes adquiríamos " gratuitamente ", o a bajo
coste por pago de impuestos al " estado benefactor " . Este asunto es
también histórico, todo se paga, todo es mercancía capitalista, esté en manos
privadas o en manos estatales capitalistas. Y no olvidemos que no sólo se trata
de pagar más y recibir menos servicios, es que con el trabajo colectivo de la
mayor parte de la población, creamos sus riquezas al capital, ya que éste se
queda con los beneficios y nos obliga de una forma u otra a trabajar y a
consumir de una determinada manera e interesada para que funcione con cierta
normalidad sus sistemas productivos, comerciales, financieros,... para que no
se deterioren las dinámicas y relaciones sociales de producción capitalistas, (
aunque se podría hoy en día, decir, relaciones sociales capiimperialistas de
producción global ). Por el dominio ideológico a que tienen sometida a la
población, si no consumimos y acaparamos de las formas que nos inducen,
entramos en un estado de infelicidad colectiva; ( al menos en Occidente, ya que
en la mayor parte de los países periféricos, la mayor parte de la población no
puede ni pensar en estas cuestiones, las depresiones y las acciones de rechazo,
rebeldía, vienen por eso, por no tener acceso mínimo a la vida y a la
usurpación y opresión que padecen ).
La ansiedad por poseer
lleva a la angustia de perder lo poseído, y a la generalización del miedo y la
sensación de inseguridad, lo que abre un nuevo y suculento mercado y sus
correspondientes fábricas de herramientas de seguridad, el mercado de la
seguridad; miedo a que se rompa el coche ( seguro a todo riesgo ); miedo a que
se queme la casa ( seguro contra incendio ); miedo a la pobreza ( plan de
pensiones ), miedo a ser atracado ( empresas de seguridad ); miedo a morirse (
seguro de vida ). Todo esto da " seguridad " pero es un sin vivir; ¿
cómo se rompe esta lógica demencial ?. También determinadas instituciones han
privatizado la seguridad en sus edificios, como puede ser las diputaciones,
organismos de la Junta de Andalucía,...¿ la paranoia es social y estatal ?.
Los seguros ( 8,5
billones de dólares en el mundo ) y Fondos de Pensiones ( 6 billones de dólares
) entre otras " inversiones ", supone
en realidad un préstamo que los pequeños ahorradores hacemos a la banca
e intermediarios financieros, quienes no lo emplean para producir bienes
necesarios para la Humanidad, sino para especular y controlar Mutinacionales,
controlar a gobiernos, fábricas de armas, potenciar o financiar guerras reaccionarias
y golpes militares; ( fondos de pensiones e inversiones de los Estados Unidos
de Norteamérica, han invertido en Telefónica algo más del 30 por ciento del
capital, y por lo tanto controlan a esta multinacional, que aparentemente es
española y está controlada y dirigida por españoles ) es decir, alterar
artificialmente el valor de las empresas y países, hundiendo o reflotando a
unas y otros, mediante una contínua compra-venta de acciones y monedas. Hasta
el punto de que se estima que la circulación monetaria es entre 60 y 70 veces
mayor que la real y que el volumen de dinero en manos privadas multiplica por
cinco el que poseen los gobiernos.
Este mecanismo de
enriquecimiento de pocos a costa del empobrecimiento de muchos ( por la unión y
fusión de las grandes empresas y compañías monopolistas de las multinacionales
a nivel global en el Planeta ) se produce diariamente en el mundo, esta
cuestión también es histórica y en estas últimas décadas se está agudizando más
y muy deprisa. La llamada globalización económica capitalista, que consiste
básicamente en el aumento progresivo de poder económico y político en pocas
personas, a las cuales se les llama Plutocracia Mundial u Oligarquía Financiera
Mundial, cuyas decisiones afectan a casi todos los habitantes del Planeta, con
un cada vez menor control, cuando no mayor apoyo, de los gobiernos; los
gobiernos en general apoyan esa política económica de la oligarquía financiera.
Casi sólo actúan para mantener en el poder a esa clase financiera global capitalista.
La globalización, que pretende uniformar la producción y consumo mundial (
algunos le están llamando COMECON CAPIIMPERIALISTA ), promueve la
deforestación, contaminación, el derroche de recursos, la regresión de la
biodiversidad, el trabajo infantil, la explotación humana y el empobrecimiento
de cada vez más pueblos del Planeta. Y para que esto ocurra es preciso que
exista una normativa que imponen las potencias euroamericanas, principamente,
ya sea bajo la forma de leyes o acuerdos, imposiciones militares,...que permitan el libre uso y
circulación del dinero y las mercancías.
Cada uno de
nosotros/as somos cómplices de la " ilusión " de enriquecimiento
generalizado, pero a la vez también somos víctimas del gran fraude: Si
invertimos en acciones del banco en el que tenemos depositado nuestro dinero,
sufrimos la paranoica experiencia de alegrarnos del enriquecimiento del banco,
aunque sea a costa de unas menores retribuciones de nuestras cuentas, o de unos
mayores intereses por nuestros préstamos.
Estamos ante el mismo
caso en el que los beneficios de la fábrica en la que trabajo se producen por
una reducción de mi salario y un aumento del precio de los productos que estoy
obligado a comprar. Sólo falta que parte del salario me lo paguen con acciones
de la propia fábrica, para cerrar el círculo de la alineación perfecta. Cosa
parecida a cuando nos dan créditos de consumo, viajes, coches, viviendas,...
nos esclavizamos, nos hipotecan la vida, nos amargamos la mayor parte de la
población,... ¿ Qué hacer ?.
Este fue el mejor invento
del capitalismo, conseguir que los trabajadores se crean propietarios de la
empresa para la que trabajan; ( también hay una idea, como un espejismo, de que
el dinero lo podemos usar todos por igual y en iguales condiciones y
beneficios,...). La desgraciada filigrana, puede llevar incluso, a que el
dinero que depositamos en un plan de pensiones, sea utilizado especulativamente
para hundir mi fábrica, con lo que yo mismo estoy financiando mi despido. (
Algunas personas opinan que es necesario ayudar de forma lo más directamente a
los pueblos y organizaciones que actualmente están en acción en el mundo de las
periferias, esto es positivo y conveniente de seguir desarrollándolo ).
Por lo tanto, no somos
consumidores impotentes frente a un mercado aparentemente neutral. Todos y
todas somos protagonistas necesarios de los perniciosos e injustos efectos del
Neoliberalismo. El consumo responsable puede hacer que buena parte de nuestro
dinero se sustraiga de los circuitos especulativos, dedicándola a bienes de
consumo e inversión productiva, que refuercen una economía local y un
desarrollo humano y solidario de los pueblos del Planeta. Lmm. ))....
[[Crítica
Marxista-Leninista
¡Proletarios de todos
los países, uníos!
Algunos,
interpretando erroneámente la teoría leninista, llegan a concebir
el capitalismo monopolista de Estado como el capitalismo de Estado a
través de empresas monopolistas de su propiedad. Supuestamente, ese grado de
entrelazamiento del capitalismo monopolista con el poder del Estado sólo se
habría alcanzado o se puede alcanzar en tiempos de guerra mundial, cuando la
situación de excepción obliga al Estado a tomar las riendas en la economía y
otras esferas de la vida social. Si bien una economía imperialista dominada por
monopolios estatales en las principales ramas de la actividad económica es
una tendencia del desarrollo del capitalismo monopolista de Estado, su grado
más alto de concentración y centralización de capital, la expresión suprema de
la fusión del capitalismo monopolista y el Estado burgués, si bien esto es
cierto, es igualmente cierto que en ese proceso esa fusión se inicia y sigue
con el maridaje del capitalismo monopolista privado y el Estado burgués que le
sirve. El artículo siguiente, escrito en 2005 por John Foster, nos
da una idea sumaria del capitalismo monopolista de Estado en Gran Bretaña.
Es práctica habitual abrir el debate sobre
el capitalismo contemporáneo con estadísticas sobre la magnitud de las
transacciones financieras mundiales y el tamaño de las empresas transnacionales
en comparación con los Estados nacionales. Aquí, el enfoque será el opuesto.
Será subrayar la dependencia del capital monopolista actual de su propio Estado
nacional y argumentar que éste es particularmente el caso de Gran Bretaña, a
pesar de que Gran Bretaña tiene proporcionalmente más inversión en el exterior
e inversión extranjera directa en su interior que cualquier otra de las grandes
economías.
En general, el argumento es que el
capitalismo monopolista de Estado sigue siendo la descripción apropiada para el
tipo de capitalismo que vivimos hoy en Gran Bretaña. Específicamente, se
sostiene:
• Que el capitalismo monopolista en Gran Bretaña es hoy en día más (no menos)
dependiente de la redistribución que hace el Estado de los excedentes y los
ingresos, y que esta transferencia se realiza a expensas de los trabajadores y
pequeños productores de Gran Bretaña y de otros lugares.
• Que la creciente magnitud de esa transferencia, necesaria para sostener
la ganancia monopolística, está encontrando niveles crecientes de resistencia,
tanto interna como externamente, y ahora está provocando agudas contradicciones
políticas y sociales.
• Que la principal respuesta a estas contradicciones ha sido la transferencia de los poderes gubernamentales democráticos sobre el capital a instituciones transnacionales como la Unión Europea, con el objetivo de fortalecer, no debilitar, el poder del Estado capitalista en Gran Bretaña.
• Que, en general en toda Europa, el reto político creciente a esta pérdida de poderes democráticos a nivel del Estado-nación ha traído un nuevo periodo de vulnerabilidad política del capitalismo monopolista de Estado.
• Por último, que la lucha entre los principales países imperialistas para asegurarse fuentes de superganancias para su propio capital financiero está dando lugar a un nuevo y peligroso periodo de conflicto internacional, uno en que los comunistas tienen la oportunidad y la responsabilidad de dirigir políticamente trascendentales alianzas antiimperialistas.
• Que la principal respuesta a estas contradicciones ha sido la transferencia de los poderes gubernamentales democráticos sobre el capital a instituciones transnacionales como la Unión Europea, con el objetivo de fortalecer, no debilitar, el poder del Estado capitalista en Gran Bretaña.
• Que, en general en toda Europa, el reto político creciente a esta pérdida de poderes democráticos a nivel del Estado-nación ha traído un nuevo periodo de vulnerabilidad política del capitalismo monopolista de Estado.
• Por último, que la lucha entre los principales países imperialistas para asegurarse fuentes de superganancias para su propio capital financiero está dando lugar a un nuevo y peligroso periodo de conflicto internacional, uno en que los comunistas tienen la oportunidad y la responsabilidad de dirigir políticamente trascendentales alianzas antiimperialistas.
Gran Bretaña ocupa el tercer lugar entre
los países con mayor número de empresas entre las 500 compañías globales más
grandes según el valor del capital, después de los EE.UU. y Japón. Tiene en
total 34. Su composición revela mucho sobre la naturaleza del
capitalismo británico. Nueve –más de la cuarta parte– son bancos. Otras ocho
son empresas privatizadas de servicios públicos (energía, telecomunicaciones,
transporte, servicios). Dos más son empresas farmacéuticas y dependen
significativamente de la Seguridad Social para sus mercados. Tres se encuentran
en el extranjero, en petróleo y la extracción de minerales,
incluyendo las dos mayores: BP y Shell. Dos son compañías de tabaco, que
también dependen del suministro externo. De las restantes, nueve controlan el
altamente monopolizado comercio minorista británico, los medios de comunicación
y la producción de alimentos y bebidas.
Sólo hay una empresa británica en el top
500 en la rama de la ingeniería, la informática, la aeronáutica y productos
químicos. Este es el gigante productor de armamentos BAE Systems, que ahora
obtiene la mayor parte de sus ingresos del Departamento de Defensa de EE.UU., antes
que del Ministerio de Defensa británico. [1]
De acuerdo con el Informe Mundial de
Inversiones 2005 de las Naciones Unidas, Gran Bretaña tiene el mayor índice de
“transnacionalidad”, que mide los niveles combinados de los flujos comerciales
y de capital, de cualquier economía importante. Durante los últimos veinte
años, la escala de la exportación de capitales de Gran Bretaña ha crecido de
forma bastante desproporcionada. En 1981, las participaciones en el extranjero
fueron equivalentes al 29 por ciento del PIB. En 1991, fueron equivalentes al
74 por ciento. En 2002, llegaron a 160 por ciento del PIB. Los niveles de
participación extranjera han seguido más o menos estables.
El mayor inversor en el Reino Unido es
Estados Unidos: con inversiones que equivalen a más del doble que los del
siguiente, Alemania, y el triple que Francia. En cuanto a inversiones directas
(frente a las acciones y los préstamos bancarios), la dominación de EE.UU. es
aún mayor: tres veces el de Alemania y cuatro veces el de Francia. Las
inversiones propias de Gran Bretaña también se concentran en los EE.UU., el
doble que en cualquier otro país – aunque el total invertido en todos los
países europeos es el doble del invertido en los EE.UU. La inversión total
británica en Asia (incluida China) representa sólo el 5 por ciento de su
inversión en EE.UU. y el 3 por ciento de su inversión europea.
La mayor parte de las inversiones
británicas en el exterior no están en la producción manufacturera sino en la
banca, la energía y los servicios. En el caso del petróleo y la banca, existen
vínculos muy estrechos con los Estados Unidos –tanto como mercado, campo para
la inversión, como también como titular de acciones (más de un tercio de las
acciones de BP, por ejemplo, son propiedad de EE.UU.).
La economía industrial británica se
caracteriza, en comparación con todas las otras economías importantes, por su
baja productividad, bajo nivel de investigación y desarrollo y una fuerza de
trabajo poco calificada y precaria con la jornada laboral más larga de Europa.
Durante los últimos ocho años, Gran Bretaña ha perdido casi el 30 por ciento de
los empleos en manufactura (Alemania sólo ha perdido un 2 por ciento) y el
déficit comercial de Gran Bretaña es proporcionalmente casi tan alto como el
de EE.UU. En cuanto a las fortalezas que le quedan en las exportaciones
manufactureras, éstas dependen, en gran medida, de un sector de computación e
informática de propiedad extranjera (principalmente EE.UU.) que produce para el
mercado europeo. Única entre las naciones industriales avanzadas, el 20 por
ciento de los programas de investigación y desarrollo se financia en el
extranjero –casi enteramente concentrado en este sector de investigación
tecnológica, de alta productividad y de propiedad extranjera– y, en menor medida,
financiada por contratos de defensa norteamericanos.
Entonces, ¿cómo sobrevive el capital
monopolista británico, aparentemente un participante altamente rentable y
dinámico en la economía global?
Hay cuatro principales fuentes de ingresos
de ganancias monopolistas:
• El ingreso de las inversiones externas, la mayor parte de las cuales proviene de la banca y el petróleo y el gas (el sector individual más importante de las inversones en los EE.UU.). En 2005, estos ingresos representan el 3,5 por ciento del PIB y más del 16 por ciento del total de ingresos por ganancias.
• Un flujo creciente de ingresos del Estado hacia las empresas privadas de servicios, a través de subvenciones directas, contratos libres de riesgo, control sobre los ahorros de pensiones privatizados y traspaso de la construcción de viviendas al sector privado [a lo largo de la década de 1990, los niveles de ganancias de los privatizados servicios públicos y propiedades fueron el doble de los obtenidos en la industria manufacturera].
• Una burbuja de crédito y fuerte aumento de la deuda de los hogares que han sostenido los servicios y el desarrollo de la propiedad. Entre 1990 y 2000, la deuda familiar promedio fue equivalente al 100 por ciento de los ingresos anuales del hogar. En 2005, es de 160 por ciento del ingreso anual. Las principales causas del endeudamiento son el colapso del ahorro y los altos costos de la vivienda sin precedentes.
• Las operaciones internacionales de la City de Londres como el principal centro mundial para la negociación de acciones, derivados y divisas. Dos terceras partes de los bancos (y del capital bancario) no son británicos, la mayor parte son estadounidenses.
La mayoría de estas fuentes de beneficios
dependen estrechamente de la forma en que el Estado británico regula los
mercados, interviene a nivel internacional y redistribuye políticamente el
ingreso de Gran Bretaña. Algunos se derivan de la política exterior y de las
alianzas militares –en particular de los vínculos entre las compañías de petróleo
y gas y los contratistas militares británicos y norteamericanos. Algunos
dependen del acceso privilegiado a la economía de los EE.UU., basado en tales
alianzas. Algunos dependen de la desregulación financiera por parte del Estado
británico y la creación de condiciones privilegiadas para el capital financiero
externo, principalmente estadounidense. Algunos dependen directamente del
Estado. La privatización de los servicios públicos, la vivienda y las pensiones
de jubilación en los últimos veinte años, ha llevado a una acumulación de
capital muy rápida en las empresas bancarias y de servicios (que en la
actualidad constituyen, como hemos visto, la mitad de las empresas británicas
en el top 500 del mundo).
Estos bancos y empresas de servicios son
los mayores exportadores de capital. También son, junto con las empresas de
Estados Unidos, los defensores más agresivos de la apertura de la banca y
de los servicios públicos de la Unión Europea y de los países dependientes
de la Organización Mundial de Comercio, así como de la privatización creciente
de los servicios de salud, educación y sociales en la propia Gran Bretaña.
Resumiendo. El tipo de capitalismo que tenemos en Gran Bretaña, no puede ser
caracterizado como capitalismo monopolista de Estado antes de las décadas de
1950 y 60. Según lo definido por Lenin y los escritores posteriores, esta fase
surge del desarrollo de las contradicciones producidas por el capitalismo en su
fase monopolista. En concreto, las contradicciones son el resultado de la
dislocación progresiva del capital monopolista del mercado capitalista y el
ciclo económico. Con el fin de evitar las depresiones resultantes de la
actividad económica, como la de la década de 1930, el Estado tiene que
intervenir cada vez más, en lo interno y en el exterior, para crear condiciones
para la inversión rentable por parte de las concentraciones dominantes del
capital, es decir, del capital monopolista. Y al hacerlo, y al redistribuir más
ingresos por ganancias hacia los monopolios, refuerza la dominación del capital
monopolista y agudiza aún más las contradicciones a largo plazo. De esta manera
el Estado se convierte en el Estado del capital monopolista en lugar del Estado
de la clase capitalista en su conjunto. [2]
Sin embargo, desde la década de 1960 se han
producido cambios importantes en el capitalismo monopolista de Estado
británico. Durante las tres décadas posteriores a la guerra, los estrategas del
capital monopolista británico trataron de mantener una economía nacional
productiva, basada en la manufactura y las exportaciones en combinación con
imperialismo en el exterior. Ellos trataron de equilibrar la alianza
estratégica existente con los Estados Unidos con alianzas subsidiarias en
Europa y otros lugares. La relación con los EE.UU., por consiguiente, no
era, en modo alguno, totalmente parasitaria y dependiente. Ahora, cada vez más,
lo es.
Esto nos lleva a preguntarnos acerca de la
sostenibilidad del rápido crecimiento económico de los EE.UU. en la actualidad
[2005] y de su dominio más amplio sobre la economía mundial.
Las tasas de ganancia norteamericanas
estuvieron en niveles históricamente altos durante la década de 1990. En 2000-2
los niveles de ganancia cayeron y hubo una importante corrección en la bolsa de
valores de EE.UU., que eliminó una porción significativa de la valoración del
capital, sobre todo a expensas de los pequeños ahorradores. Hoy en día la
proporción de las ganancias con respecto a la valoración del capital está
regresando más o menos al mismo nivel que la década de 1990, a pesar de los
niveles de deuda internacional, gubernamental y familiar que superan incluso
las de Gran Bretaña. [3]
¿Cuáles son las fuentes de esta
rentabilidad? Para responder a esta pregunta necesitamos el mismo tipo de
análisis riguroso de las tasas comparativas de explotación y acumulación de
capital que caracteriza el trabajo de los mejores marxistas de la época
anterior. En particular, se necesita información sobre los factores que Marx
identificó como compensación de la tendencia de la tasa de ganancia a
disminuir: recortes en los costos de los bienes de subsistencia que permiten el
aumento de la tasa relativa de explotación, y recortes en el valor de
reposición del capital fijo. Hoy en día hay muy poco de ese análisis concreto.
Es algo que el movimiento comunista internacional tiene que abordar.
Parece, sin embargo, que los factores que
sustentaron dicha rentabilidad durante la década de 1990 y principios de la
década de 2000 están actualmente bajo una presión significativa.
• Los costos relativos de los bienes de subsistencia, alimentos y energía, se redujeron drásticamente a nivel mundial durante la década de 1990, con consecuencias terribles para los productores en muchos países. Este proceso parece haber llegado a su límite y, en el caso de la energía, se ha invertido bruscamente.
• En los propios EE.UU., la tasa absoluta de explotación parece haber aumentado a través de las décadas de 1990 y 2000, en términos de participación reducida de los salarios y del salario social en el PIB total. Esto también puede haber llegado a su límite cuando se combina con los costos crecientes de la energía y de crédito.
• En cuanto a los costos de reposición del capital productivo existe poca información –salvo que los programas de investigación y desarrollo en EE.UU. están ahora asignados de forma bastante desproporcionada para uso militar (más del 60 por ciento en la actualidad, frente a un 6 por ciento en Alemania y un 4 por ciento en Japón). Esto es probable que tenga efectos perjudiciales en el largo plazo.
También está claro que la política de
EE.UU. involucra cada vez más estrategias de alto riesgo:
• La implementación de Bush, desde 2001, del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano requiere soluciones militares unilaterales al control de los recursos externos, sobre todo de las fuentes de energía. Las intervenciones militares resultantes han demostrado ser muy costosas en términos de recursos y alianzas previas.
• La duplicación del presupuesto de defensa de EE.UU. desde el año 1999 ha sido crucial para el mantenimiento de los niveles de ganancia e inversión, pero a costa de muy altos niveles de deuda pública y préstamos.
• El mantenimiento de esta deuda y del gasto de los consumidores en los EE.UU. es dependiente de las históricamente altas, sin precedentes, deudas en dólares con otros países, especialmente con Asia. Estas deudas a su vez han causado grandes problemas a la gestión de las tasas de interés en Estados Unidos.
Por último, es evidente que hay una búsqueda
cada vez más desesperada para identificar fuentes de superganancias por parte
del capital financiero norteamericano. Esto es ilustrado por las actividades
altamente especulativas de los fondos de cobertura no regulados, que
actualmente gestionan una parte importante del capital bancario de los EE.UU.
También existe la acción para evitar el impuesto a las empresas y cualquier
responsabilidad por los costos de la reproducción del trabajo. Los capitales
estadounidenses y británicos están tratando de utilizar la UE y la OMC para
aumentar radicalmente la tasa de explotación en todos los sectores, para
reducir los niveles de imposición sobre las ganancias corporativas y transferir
los costos sociales a la fuerza de trabajo, las pequeñas empresas y los pueblos
de las economías subordinadas.
Todo esto es a su vez se refleja ahora en
la inestabilidad política creciente, sobre todo en el rechazo popular a la
constitución de la Unión Europea y la Directiva de Servicios y el fracaso del
intento de Bush de volver a imponer una zona de “libre comercio” en las
Américas.
El capitalismo
monopolista de Estado y la rivalidad interimperialista
La relación de Gran Bretaña con el capital
financiero norteamericano se describe mejor como una alianza desigual y
dependiente. Es desigual en términos del tamaño de los dos aliados. Es
dependiente en la medida en que el capital financiero británico depende del
presupuesto militar y del poder de fuego exterior de los EE.UU., de su
presencia en la City de Londres y de su uso de la Gran Bretaña como una
plataforma de producción para las exportaciones de la UE. Pero también es una
verdadera alianza de intereses en cuanto a fortalezas residuales del capital
financiero británico y sus actividades paralelas. Hay intereses paralelos en
petróleo, donde Gran Bretaña posee dos de las cinco empresas. La City de
Londres proporciona un servicio valioso al capital financiero de EE.UU. al
igual que lo hace la posición de Gran Bretaña en la Unión Europea y su red
mundial de banca, actividades culturales y de servicios, sobre los que, a su
vez, descansa la escala de exportación británica de capital.
Como alianza desigual, sin embargo, es
inevitable que tenga costos para el capital financiero británico. Las
instituciones financieras de EE.UU. en gran medida se han anexado las funciones
más rentables dentro de la City de Londres, en concreto de las fusiones y
adquisiciones, y se están convirtiendo cada vez más en dominantes accionistas y
tenedores de bonos de la deuda de las empresas públicas británicas. Ahora
poseen la mitad de los bancos comerciales restantes de la City, el resto se
divide entre instituciones suizas, alemanas, holandesas y francesas.[4]
Políticamente, a través del mundo, ha habido también consecuencias negativas en
algunas áreas de influencia británica tradicional debido a la estrecha
alineación con la política exterior de EE.UU
.
.
Por esta razón, no es raro escuchar a la
generación anterior de políticos, capitalistas financieros británicos, los de
la vieja ala empresarial del Partido Conservador, como Clarke, Rifkind, Hurd y
Patten, hablando con nostalgia de un pasado más independiente, cuando los
vínculos con EE.UU. eran equilibrados con los vínculos con Alemania y Francia.
¿Sigue siendo una opción realista? Parece poco probable, al menos para el
capital financiero británico. El nivel de interdependencia es hoy demasiado
grande.
Sólo en el petróleo –que se convertirá en
una fuente aún mayor de ganancias monopolistas en los próximos
veinte años–, BP y Shell tienen grandes intereses en los EE.UU. y en las zonas
que dependen de la cobertura militar de EE.UU. Mientras puedan mantener el
control sobre el suministro de petróleo, los capitales financieros británicos y
estadounidenses tendrán un interés común en la promoción de su importancia estratégica
en cualquier otra actividad económica. Además, y por encima de las otras áreas
de dependencia, está el grado de incompatibilidad creciente entre los capitales
financieros francés y alemán y el de los EE.UU. Los intentos de hacer acuerdos
unilaterales con Francia y Alemania crearían grandes dificultades en las
relaciones con los EE.UU.
Es importante subrayar esto. Si bien
existe un alto grado de interpenetración de propiedad entre las empresas
estadounidenses y británicas, esto no se observa en otras economías
capitalistas. De hecho, el modelo de propiedad que se encuentran en Gran
Bretaña y los EE.UU. es bastante atípico para el resto de Europa, Asia y Japón.
En Gran Bretaña y los Estados Unidos, un número relativamente pequeño
de instituciones financieras, bancos y sociedades de inversión,
controlan las grandes corporaciones. Lo hacen según las condiciones de mercado,
pero también de una manera marcadamente intervencionista. Por lo general, media
docena de instituciones poseen, entre ellas, paquetes mayoritarios de acciones
de cualquier empresa. Los paquetes se compran y se venden en función del
rendimiento de la empresa y las instituciones financieras rutinariamente
despiden gerentes si las ganancias de fin de año están por debajo de las
expectativas. En general, en Gran Bretaña, no más de veinte instituciones
financieras importantes ahora dominan y controlan las principales empresas. Su
modelo de intervención se ha convertido cada vez más cortoplacista y
especulativo, desde la crisis de ganancias de 2000-2001. De estas instituciones
financieras, hasta un tercio son de propiedad estadounidense.
Esto no quiere decir que el capital
monopolista alemán, francés o suizo sea menos explotador o menos agresivo
externamente. Su trayectoria en Europa del Este, los Balcanes y África es
prueba de ello. Pero lo hacen de una manera muy diferente, reflejando el
equilibrio político a largo plazo en sus países y la posición dentro de la
división internacional del trabajo que da prioridad a la inversión interna: el
dominio de la ingeniería, productos químicos, bienes de capital y manufactura
en general. El mecanismo para la redistribución política de ingresos para el
capital monopolista es mucho más a través del mantenimiento patrocinado por el
Estado de una mano de obra altamente calificada y la investigación y el
desarrollo, la provisión pública de infraestructura y la contratación estatal,
así como el uso de su productividad basada en el dominio monopólico para controlar
los mercados en las economías políticamente dependientes de Europa y otros
lugares. En términos de control político en sus propios países, esta
combinación ha alentado en el pasado lo que podría describirse como una
mentalidad socialimperialista en el que se fomenta el trabajo organizado para
verse a sí mismo como teniendo un interés común con las grandes empresas en la
defensa de los valores franceses, alemanes o “europeos”.
Los primeros cinco años del siglo XXI han
sido testigos de la cohesión de este tipo de capitalismo monopolista de Estado
ante el ataque feroz de sus rivales anglo-estadounidenses. El principal foro de
esta lucha han sido las instituciones de la Unión Europea. Durante la década de
1980 y los 90, la UE ha facilitado el crecimiento general de la dominación
monopólica franco-alemana, con algunos beneficios secundarios a los monopolios
británicos y estadounidenses. Como se señaló antes, durante la década de 1990,
también se utilizó de manera creciente el retorno al desempleo como un regulador
económico en el marco del pacto de estabilidad y crecimiento, para eludir la
resistencia democrática interna a las políticas capitalistas
pro-monopolistas.
A fin de cuentas, ese periodo vio los
intereses comunes (básicamente antidemocráticos) que unieron a los componentes
nacionales de los bloques capitalistas monopolistas, superando sus conflictos
mutuos. Desde la crisis de ganancias de 2001, este equilibrio se ha invertido.
Los intereses de Estados Unidos, con Gran Bretaña como su principal agente, han
estado tratando de transformar las estructuras institucionales, crear nuevas
alineaciones con los aliados estadounidenses en Europa del Este, asegurar la
subordinación militar de la UE a la OTAN, forzar el acceso ilimitado a los
mercados de capitales y subvertir las disposiciones internas de las que
dependen la ventaja competitiva y la hegemonía política interna de los
monopolios franceses y alemanes. También ha habido aproximaciones radicalmente
diferentes al suministro de energía. Francia y Alemania han tratado de asegurar
sus propios suministros a través del uso de poder de mercado y alianzas
políticas con Rusia, Irak e Irán. EE.UU., con Gran Bretaña en el remolque,
busca el control monopólico general de los recursos energéticos mundiales a
través de una presencia militar directa, territorial, tanto en el Oriente Medio
y Asia Central. Parece poco probable, dado el carácter de la economía de
EE.UU., que estos conflictos disminuyan en el próximo periodo.]]
NOTAS
1. Esto se basa en la lista de Financial Times de las 500 empresas más
grandes del mundo según su valor de mercado del 2005. Otras Fuentes utilizadas en esta sección son ONU, World Investment Report,
2005; UK Balance of Payments 2005; Simon Humphries, “Geographical Breakdown of
UK International Investment”, Economic Trends, June 2004; UK Economic Accounts
Second Quarter 2005; “Research and Development Expenditure”, Economic Trends,
August 2005; Bank of England Quarterly Review, Autumn 2005; Stephen Broadberry
and Mary O’Mahony, “Britain’s Productivity Gap”, National Institute Economic
Review, July 2004
2. Lenin, “Discurso en la VII Conferencia de Toda Rusia del POSDR” [1917], Collected Works, Vol. 24; Lenin, “La catástrofe que nos amenaza y como combatirla” [1917], Collected Works, Vol. 25; Eugene Varga, “The Great Crisis and its Political Consequences”, London 1934; Maurice Dobb, “Studies in the Development of Capitalism”, London, 1947; “State Monopoly Capitalism”, Communist Party Central Education Department education syllabus 1971.
3. Robert Brenner, “The Economics of Global Turbulence”, New Left Review, 229, 1998, ofrece un relato descriptive que se distancia expresamente del marxismo. Ben Fine, “Addressing the World Economy: two steps backward”, Capital and Class, Issue 67, Spring 1999 hace una crítica provides al igual que Alan Freeman, “Crisis and the Poverty of Nations”, Historical Materialism 5, Winter 1999. Evaluación actual de rentabilidad, en el comentario del Bank of England, Quarterly, Autumn 2005.
4. Robert Roberts and David Kynaston, City State, London, 2002
5. F. Barca,and M. Becht. Control of Corporate Europe, Oxford, 2001; P.Hall and D.Soskice, “Varieties of Capitalism: the institutional foundations of comparative advantage”, Oxford, 2001; D. Wojcik, “Change in the German Model of Corporate Governance: evidence from blockholdings 1997-2001”, Environment and Planning A, vol. 35/8, 2003, pp.1431-1458; T. Heinze, “Dynamics in the German System of Corporate Governance: empirical findings regarding interlocking directorships”. Economy and Society, vol.33, 2, 2004, pp. 218-238; B. Amable, The Diversity of Modern Capitalism. Oxford, 2003.
2. Lenin, “Discurso en la VII Conferencia de Toda Rusia del POSDR” [1917], Collected Works, Vol. 24; Lenin, “La catástrofe que nos amenaza y como combatirla” [1917], Collected Works, Vol. 25; Eugene Varga, “The Great Crisis and its Political Consequences”, London 1934; Maurice Dobb, “Studies in the Development of Capitalism”, London, 1947; “State Monopoly Capitalism”, Communist Party Central Education Department education syllabus 1971.
3. Robert Brenner, “The Economics of Global Turbulence”, New Left Review, 229, 1998, ofrece un relato descriptive que se distancia expresamente del marxismo. Ben Fine, “Addressing the World Economy: two steps backward”, Capital and Class, Issue 67, Spring 1999 hace una crítica provides al igual que Alan Freeman, “Crisis and the Poverty of Nations”, Historical Materialism 5, Winter 1999. Evaluación actual de rentabilidad, en el comentario del Bank of England, Quarterly, Autumn 2005.
4. Robert Roberts and David Kynaston, City State, London, 2002
5. F. Barca,and M. Becht. Control of Corporate Europe, Oxford, 2001; P.Hall and D.Soskice, “Varieties of Capitalism: the institutional foundations of comparative advantage”, Oxford, 2001; D. Wojcik, “Change in the German Model of Corporate Governance: evidence from blockholdings 1997-2001”, Environment and Planning A, vol. 35/8, 2003, pp.1431-1458; T. Heinze, “Dynamics in the German System of Corporate Governance: empirical findings regarding interlocking directorships”. Economy and Society, vol.33, 2, 2004, pp. 218-238; B. Amable, The Diversity of Modern Capitalism. Oxford, 2003.
Fuente: Extracto del artículo publicado en 2005 communistreview.org.uk
Traducido para "Crítica Marxista-Leninista" por S. Fiume.
Nota: El título original del
presente artículo es "El capitalismo monopolista de Estado en Gran
Bretaña: Una contribución al debate". Hemos preferido utilizar el
título de una versión preliminar del mismo artículo.
Lmm.
Lmm.