REPRODUCIMOS EN ESTA FECHA ALGO QUE ESTABA EN BORRADOR PERO AL EDITARLO HA SALIDO EN FECHA DE JUNIO DE 2.014, la editorial.
puesta al día:
EN EL BLOG DE REINICIAR CHAMAN DE AGUSTÍN ANTUNEZ
CORRALES APARECE ESTO:
jueves, 2 de mayo de 2013
contraportada
from: "Cuaderno
de Sostenibilidad y Sociedad"
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Cuaderno_de_Sostenibilidad_y_Sociedad.pdf
by
Luciano Medianero
Morales
y
Salvador Espada
Hinojosa
I.S.M.A.
Publicado por complaciencia en 11:47
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blog
Etiquetas: cuaderno de sostenibilidad y
sociedad, Luciano Medianero Morales, Salvador Espada Hinojosa, umbral de ecocidio, umbral de reposición
2 comentarios:
Luciano Medianero Morales19 de mayo de 2013, 5:53
saludos desde Málaga:
Entre otros, me imagino que el señor Agustin Antunez, leerá esta nota. Un
tema que llevo investigando es sobre el próximo periodo de glaziación; la misma
es más peligrosa para la vida, que el llamado cambio climático efecto
invernadero.
Por otra parte la crisis económica hace caer la hecatombe de deterioro
medioambiental, pero no socialmente, por las guerras, la falta de seguridad,
sanidad,...depresiones sociales,...guerras imperiales y destrucciones de
países, armas químicas en acción,...
A la vez a Agustin le pediría que al conectar con salvador, de mi parte le
vuelva a insistir que necesito mis documentos archivados informáticamente;
deseo saber sobre ellos; y si es posible que los publique, como Grupo Comunista
Proletario Internacionalista, de Málaga, años 2.000-2.005, hoy en día
autodisuelto. Los mismos los necesito para ligar ideas publicadas con las
nuevas elaboradas y algunas que no fueron editadas, siendo algunas borradores.
Este tema está relacionado con el enfoque de dar una teoría más general sobre
las tesis de la revolución de la humanidad, el comunismo integral,...
Esperando
respuestas,...sabeis que mi c.el.:lukymlg@.gmail.com, está en servicio.
sentir la sensosfera19 de junio de 2013, 14:50
Hola compa, oskey topalante,
agus
Respondersaludos del
luky
Luciano Medianero Morales <mi email...........¡¡>
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7:12 (hace 0 minutos)
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hola, agustin, soy el
luky,...me llegue el martes 27 por tu casa a eso de las 20 horas,...no
estabas,...una vecina de arriba,...me dijo que creía que te habías mudado,...
Por lo tanto, esta
mañana temprano he cogido la máquina y he preguntado a la misma para saber de
tu situación,...En esta tarea he encontrado una respuesta-comentario a algo mío de mayo de 2.013,...tu reproduciste el cuadro de la curva de sostenibilidad,...algo
que me alegro y que te doy las gracias,...sabes que ese cuadro es parte de todo
con todo,...todos somos los protagonistas,...ya que solo aparecen dos
nombres,...el del salva y el del que te escribe,...
Como observará
nosotros vamos despacio,...para qué correr tanto,...aunque lo nuestro,...y de
todo el personal,...la telepatía es el mejor medio,...creo que casi el
único,...
Si me contesta
algo,...quisiera que me dijera algo sobre el artículo sobre la vida,...
editado en mi
blog,...un abrazo, como de doscientas manos, al menos,...espero que te
encuentres bien,...
el luky de málaga,...
Información general: COMO SE DIJO EN
ESTE BLOG HACE POCO TEMPO, SE ESTÁ HACIENDO UN VIDEO,...SOBRE EL ESPACIO QUE
TENEMOS EN MÁLAGA, ALGUNAS ZONAS DE LA COSTA,...Y DIRÉ ALGUNAS PALABRAS,...EN
LAS IMÁGENES ENTRE OTRAS PERSONAS SALGO YO,...¡¡. MI IMAGEN SALE AL CONSIDERAR
ACTUALMENTE QUE ES NECESARIO,...AUNQUE DIGO DE PRIMER ORDEN QUE LAS IDEAS Y
TEORIAS EXPUESTAS SON DE LA HUMANIDAD,...AUNQUE EN GENERAL SEA YO EL AUTOR-REDACTOR,...
HASTA PRONTO. Luciano medianero morales, alias, luky.
Nota: I.s.m.a., es Asociación Sostenibilidad Medioambiente y Autogestión; donde actualmente soy Secretario, poseo la documentación,...y la Iniciativa natural, gastronomía,...y social, es apoyada por la misma,...seguiremos informando,...
...Por otra parte informamos de un trabajo que se está realizando sobre,...y queremos comunicaros lo que llevamos escrito,...¡¡: ECOLOGÍA, Y SOSTENIBILIDAD DE LA HUMANIDAD
EL LIBRO,7. La
ecología de Marx: materialismo y naturaleza
https://books.google.es/books?isbn=8495776928
John Bellamy Foster - 2004 - Science
En efecto, quienes, procedentes, como es mi
caso, de la tradición marxista ...confrontados ante la
necesidad de asumir la crítica que desde el ecologismo ... QUE EXPLICA CONCEPTOS DE LOS GRANDES FILÓSOFOS DE LA HISTORIA,...EN
EL CUAL SE INCLUYE LAS IDEAS DE MARX Y ENGEL SOBRE LA ECOLOGÍA, LA
HUMANIDAD,...LA SOCIEDAD,...ENTRA EN IDEAS MODERNAS,,,ACTUALES,....QUE INTERESA
OBSERVAR; COMO FORMA Y MANERA DE VER LA CONCORDANCIA EN IDEAS RESPECTO A LO QUE
PLANTEAMOS NOSOTROS EN NUESTRO BLOG,...
NUESTRO BLOG RECOGE "CUADERNO DE
SOCIEDAD Y SOSTENIBILIDAD", EDITADO COMO FOLLETO ADEMÁS,....POR OTRA PARTE
ARTÍCULOS SOBRE PERSPECTIVAS SOCIALES,...DESERTIZACIÓN Y GLACIACIÓN,....Y OTROS
ARTÍCULOS SOBRE LA DECADENCIA Y CAOS CAÓTICO SOCIAL,...Y LA POLÍTICA O PROYECTO
CAPIIMPERIALISTA DE LIQUIDACIÓN D GRAN PARTE DE LA HUMANIDAD,...Y EL PROYECTO
DE CONQUISTA INTERPLANETARIA POR PARTE DE LA ÉLITE MULTIIMPERIALISTA,...
ASÍ PLANTEADO ESTA PRIMERA EXPOSICIÓN
APARECE COMO MUY INCONCRETA, ABSTRACTA,...CASI NO DICE NADA,....SON CONCEPTOS
TEÓRICOS,...SON COMO ELEMENTOS DE HERRAMIENTA,...EXPLICA COSAS, PERO SE SUPONE
QUE SE DOMINA POR PARTE DEL LECTOR O LECTORA,...¡¡.
EL TEXTO O LIBRO QUE SE CITA,....DIGAMOS
QUE AL FINAL SE SITÚA CASI NO MÁS ALLÁ EN TEORIA, DE LA QUE PRODUJERON MARX,
ENGELS, Y OTROS COMO LENIN,....Y FUERA DEL MARXISMO SE BASAN POR EJEMPLO EN
DARWIN,...
PERO QUEREMOS DECIR QUE DESDE ESAS TEORÍAS,
HACE MÁS DE UN SIGLO,...LA SOCIEDAD CAPITALISTA,...CONVERTIDA EN
IMPERICAPITALISMO GLOBAL,...HA CAMBIADO O TRANSFORMADO BASTANTE,...ESAS TEORÍAS
SON COMO DE APOYO, O TEORÍA BASE,...LAS NUEVAS TEORÍAS QUE SIRVEN DEBEN SER LAS
NUEVAS,...DE LAS CUALES APORTAMOS NOSOTROS ALGUNAS,...
LA FUERZA DEL MARXISMO ESTÁ BÁSICAMENTE EN
CONCRETAR LA REALIDAD COYUNTURAL,....SU PROCESO ANTERIOR Y POSTERIOR- DE
FUTURO-; POR ELLO HOY EN DÍA ES BÁSICO EL ANÁLISIS MÁS CLARO Y MATERIALISTA
POSIBLE SOBRE LAS CONTRADICCIONES SOCIALES GLOBALES,...LA PROBLEMÁTICA DE LA
HUMANIDAD CON SU ENTORNO, LAS MEDIDAS PROLETARIAS-POPULARES A DESARROLLAR EN LO
TEÓRICO, EN LO PRACTICO,... O SEA, UNA LINEA BASADA EN EL ANÁLISIS DE LA
REALIDAD LO MÁS PRECISO POSIBLE Y LA LÍNEA POLÍTICA DE COMBATE Y ACCIÓN POR LA
SOSTENIBILIDAD DE LA HUMANIDAD,...QUE HOY EN DÍA NOSOTROS CONSIDERAMOS QUE ESTÁ
EXPUESTA EN LA TESIS SOBRE LA REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD, LA LUCHA POR SU
SOSTENIBILIDAD Y LA ARMONÍA SOCIAL Y CON LA NATURALEZA,...¡¡.
Haciendo llamada al Internet, como El
ecologismo en marx,...aparecen estas páginas:
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1. Rebelion.
Marxismo y Ecologismo
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29 de jun. de 2009 - La teoría y la praxis marxistas se inscriben dentro de una
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generalizada. Además de los desastres ambientales provocados por los
seres ...
3. liberalismo.org:
La ecología, otro punto de encuentro entre ...
www.liberalismo.org
› Antiliberales › Ecologismo
Llegar a
reconocer que el socialismo marxista y el nacionalsocialista
son ... Me estoy refiriendo al ecologismo radical
desarrollado en el Tercer Reich, que no ...
4. Acerca
de la Ecología y el Ecologismo - Marx madera
marxmadera.org
› Asamblea IU › Ecología y Paz
ACERCA DE LA
ECOLOGÍA Y EL ECOLOGISMO. Documento para el debate elaborado
por Marx Madera. El término Ökologie (oecologie) fue
introducido en ...
5. CONFLUENCIA
ENTRE SOCIALISMO Y ECOLOGISMO
www.nodo50.org/.../CONFLUENCIA%20ENTRE%20SOCIALISMO%2...
3 de feb. de 2010 - William Morris, quien se sumó al marxismo,
escribió páginas inolvidables en este sentido, léase el comienzo de Noticias de
ninguna parte ...
6. La
Jornada: Marx, el ecologismo y Correa
www.jornada.unam.mx/2013/04/20/politica/021a2pol
20 de abr. de 2013 - Marx, el
ecologismo y Correa. Joan Martínez Alier*. E. n una entrevista en
Página 12, de Buenos Aires, el 22 de febrero de 2013 con Mercedes ...
7. La
ecología de Marx: materialismo y naturaleza
https://books.google.es/books?isbn=8495776928
John Bellamy Foster - 2004 - Science
En efecto,
quienes, procedentes, como es mi caso, de la tradición marxista ...confrontados
ante la necesidad de asumir la crítica que desde el ecologismo ...
8. Hacia
un ecologismo liberal
www.ub.edu/geocrit/b3w-932/b3w-932-6.htm
20 de jul. de 2011 - Desde mi punto de vista, no se puede decir simplemente
que el ecologismo es de izquierda (marxista). Desde
luego, tienen muchos puntos en ...
9. Lecturas
sobre Marxismo Ecológico | Observatorio Petrolero ...
www.opsur.org.ar
› Home › Recursos › Biblioteca
29 de jul. de 2013 - Descargar "Lecturas sobre Marxismo Ecológico"
de la revista ... y Sá Barreto, Eduardo: Lukács y Marx contra el
“ecologismo acrítico”: por una ...
10. ecologismo
| Marx desde Cero
https://kmarx.wordpress.com/tag/ecologismo/
3 de jul. de 2014 - Posts
about ecologismo written by Antonio Olivé and Rafa Garzó. ...
punto fuerte de Marx como tampoco hay muchas referencias
directas a la ... ]]
Al
libro-texto que hacemos mención, es al 7: La ecologia de marx:materialismo y
naturaleza,...Tenemos algunas antaciones que incluiremos en este trabajo.
Como se observará es muy poco, no está corregido,...pero vemos conveniente el informaros,...¡¡.
ISBN: 94-689-5228-1
Resumen:
La crisis y la reestructuración del capitalismo mundial durante 1970-80
llevó a algunos países a la superación de la onda depresiva, que empezó a
principios de los años setenta. En Estados Unidos y en otros países de la
OCDE se manifiesta una onda expansiva Kondrátiev, impulsada por la revolución
tecnológica de la información y comunicación.
|
En esta página se muestra parte del texto pero sin formato, gráficas,
fórmulas, tablas ni notas a pié de página.
Texto completo de la tesis en formato DOC
comprimido ZIP (328 páginas, 1 Mb)
|
La Nueva Fase de Desarrollo Económico y
Social del Capitalismo Mundial
José de Jesús Rodríguez Vargas
III LA NUEVA FASE DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL
CONDICIONES PARA EL SURGIMIENTO DE LA FASE EXPANSIVA
En la historia del capitalismo han existido cuatro ciclos largos Kondrátiev
o tres revoluciones industriales. La onda recesiva actual cierra el último
ciclo largo. Es lógico de acuerdo a Kondrátiev, que a partir de factores
endógenos surja un nuevo ciclo con su primera fase expansiva. Opinión que no
comparte Ernest Mandel, ya que considera que el paso de una onda recesiva a una
expansiva es determinada fundamentalmente por factores extraeconómicos, que
determinan un brusco ascenso de la tasa media de ganancia.
El factor decisivo es la lucha de clases. “Nuestra conclusión general, decía
Mandel en 1980, es que la posibilidad <técnica> de un nuevo y fuerte
ascenso, a largo plazo, de la tasa de crecimiento capitalista dependerá de los
resultados de las batallas cruciales entre el capital y el trabajo en
Occidente, entre el capital y el trabajo en algunos de los países clave
semiindustrializados del denominado Tercer Mundo, entre los movimientos de
liberación nacional y el imperialismo y entre los países no capitalistas y el
imperialismo, cuando no una serie de guerras internacionales y civiles” .
En ese tiempo (1980), el autor veía favorable la correlación de fuerzas en
torno del proletariado, por las condiciones de la época y por su fe infinita en
las capacidades de los trabajadores, creía improbable la recuperación a largo
plazo del capitalismo, y vislumbraba al socialismo como la única salida
“racional, decente y generosa”, lo contrario sería la barbarie. La clásica
disyuntiva luxemburguista.
¿Es acaso el fin de la onda recesiva? Todo hace pensar que nos encontramos en
el piso de esta fase, y, por ende, la teoría de Kondrátiev indica que continúa
una recuperación de la economía capitalista. De acuerdo a las mismas
condiciones que plantea Mandel como necesarias no hay duda que todas se han
cumplido en los últimos veinte años. En primer lugar, la posibilidad “técnica”,
el motor, de una onda expansiva ya está en marcha con la revolución
tecnológica. El surgimiento de las revoluciones tecnológicas del pasado coincidió
con las ondas recesivas de los periodos 1824-47, 1874-1893, 1914-39; y
determinaron la aparición de la onda expansiva correspondiente a 1847-73,
1893-1914, 1940-73 .
De acuerdo a Kondrátiev las revoluciones industriales o tecnológicas son
“antecedidas y acompañadas” por “una serie de invenciones técnicas
significativas, más numerosas e importantes que en un periodo normal”, muchas
de estas invenciones son nuevas, otras son perfeccionamientos considerables de
algunas previas.
Plantea que es necesario diferenciar “el momento de la aparición y el momento
de la aplicación en la práctica” de las invenciones técnicas; es distinto el
surgimiento de las invenciones significativas y su aplicación amplia en los
años siguientes, esto es lo que llama “una verdadera revolución industrial”, y
corresponde a la onda ascendente del ciclo largo: “en el curso,
aproximadamente, de dos decenios antes del inicio de una onda ascendente de un
ciclo largo se observa una animación en las esferas de las invenciones
técnicas”.
Antes y durante el mismo inicio de una ola ascendente, se observa una amplia
aplicación de estas invenciones en la esfera de la práctica industrial,
vinculada con la reorganización de las relaciones de producción. El comienzo de
los ciclos largos habitualmente coincide con la ampliación de la órbita de las
relaciones económicas mundiales” . Estamos en el momento de la aplicación de la
revolución industrial aunque todavía no ampliamente. Las invenciones y los
descubrimientos científicos y las condiciones sociales existentes muestran que
sólo es cuestión de tiempo, y no demorará más de una década para su
generalización y maduración. Por tanto, el motor de la fase expansiva del ciclo
largo está calentándose.
Para citar esta tesis puede utilizar el siguiente formato:
Rodríguez Vargas, J.J. (2005) La Nueva Fase de Desarrollo Económico
y Social del Capitalismo Mundial Tesis doctoral accesible a texto
completo en http://www.eumed.net/tesis/jjrv/
Puede enviar sus comentarios directamente al autor:
José de Jesús Rodríguez Vargas rodvar@servidor.unam.mx
Ficha
de la tesis
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ÍNDICE GENERAL
Índice.
Cuadros y Gráficas
Jurado
Agradecimientos
I Neoliberalismo monetarista vs Keynesianismo
Introducción.
I.1 Eclecticismo y aceptación: década de los setenta.
I.2 Desarrollo y auge: década de los ochenta-noventa.
I.3 Marco poskeynesiano: la reacción
I.4 Cuestionamientos
I.5 Respuestas: método.
I.6 Keynesianismo disfuncional y reaccionario: realidad
I.7 Monetarismo neoliberal: moneda de uso común
I.8 El peor de los mundos posibles: la decisión.
I.9 Recapitulación y conclusiones,...
,... III.3.1.1 Friedrich A. Hayek
III.3.1.2 Nueva macroeconomía clásica
III.3.1.3 La economía del control de la oferta.
III.3.2 Coincidencias entre los monetaristas-liberales.
· Ensombreciendo al sol publicitario | Ecologistas en Acción
www.ecologistasenaccion.org › ... › Nº 56 al 65 › Nº 62
Comisión de Consumo de Ecologistas en Acción de Madrid.
... No obstante, este programa parece responder al desarrollo de una nueva
fase expansiva de las ... necesidad de la vida cotidiana, por eso es
el motor del capitalismo global.
· Cuarenta tesis sobre la perspectiva histórica comunista ...
www.lahaine.org/index.php?p=76517
31/3/2014 - ¿Cómo serán las siguientes crisis y sus inter-fases,
y las fases inter-crisis? En definitiva ¿se ha agotado la
fuerza expansiva del capitalismo y de ... los avances
potenciales y reales del nuevo y dominante con respecto a los
superados. ..... de la simultaneidad de la acción y de la
teoría que debe basarse en ...
· condiciones para el surgimiento de la fase expansiva
www.eumed.net/tesis-doctorales/jjrv/3b.htm
III LA NUEVA FASE DE DESARROLLO ECONÓMICO Y SOCIAL ... En
la historia del capitalismo han existido cuatro ciclos largos
Kondrátiev o tres revoluciones ...
· Libro: Capitalismo Puro - Izquierda Anticapitalista
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20/11/2009 - Para funcionar de forma relativamente armoniosa, el capitalismo tiene
... el marco institucional de una nueva fase expansiva parecen
limitadas y .... a las 18h. en Burgos, local de Ecologistas en Acción,
calle Diego Lainez, 5.
· Contexto y problemas de la huelga general - Izquierda ...
www.anticapitalistas.org/node/5598
30/8/2010 - Lejos de tratarse de una sucesión automática de fases
dilatadas de ... retorno al keynesianismo, que sólo ha sido viable en una fase
expansiva… y bajo ... La necesidad apremiante para el capitalismo de
abrir nuevas vías de .... a las 18h. en Burgos, local de Ecologistas
en Acción, calle Diego Lainez, 5.
· Rebelion. Cuarenta tesis sobre la perspectiva histórica ...
www.rebelion.org/noticia.php?id=182922
4/4/2014 - ¿Cómo serán las siguientes crisis y sus inter-fases,
y las fases inter-crisis? En definitiva ¿se ha agotado la
fuerza expansiva del capitalismo y de ... los avances
potenciales y reales del nuevo y dominante con respecto a los
superados. ..... de la simultaneidad de la acción y de la
teoría que debe basarse en ...
· [PDF]
La balearización global. - RUA
rua.ua.es/dspace/bitstream/10045/.../InvestigacionesTuristicas_02_01.pdf
de M Blázquez Salom - 2011 - Artículos relacionados
La ideología del capitalismo neoliberal tiene uno de sus
puntos fuertes en la .... después de los atentados del 11-S, se inició
una nueva fase expansiva del capital ...... diciembre de
2007 Ecologistas en Acción (19/12/2007) denunció que
el ...
· europa (1648-1945): capitalismo, crisis, guerra y ... -
sugarra
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8/5/2014 - c) Surgen nuevas potencias europeas:
Francia, como potencia ..... sobre el TTIP, más rechazo va a provocar",
denuncia Ecologistas en Acción.
· europa (1945-2014): la cuarta reorganización ... - sugarra
sugarra.blogspot.com/2014/05/europa-1945-2014-la-cuarta.htm
2/5/2014 - Un sector del capitalismo europeo veía la
necesidad de llevar a cabo un ... se encontraba en la fase expansiva del
cuarto ciclo de acumulación capitalista (1941-1990). .... En
el Tratado de Niza (febrero 2001) se estableció un nuevo .....
el TTIP, más rechazo va a provocar", denuncia Ecologistas en
Acción.
· [PDF]
texto - Ecologistas en Acción
www.ecologistasenaccion.es/IMG/pdf_Libro_UE_Ramon_.pdf
de RF Durán - Citado por 16 - Artículos relacionados
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del capitalismo” y auge de nuevas resistencias ...
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la revolución conservadora marcada también por el ..... tanto, que era
consecuencia de la lógica (expansiva) de mercado y del afán de codicia
de.
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10/7/2011 - Este proceso expansivo sigue los principios propios
del capitalismo y del .....
activaron una nueva fase expansiva de las inversiones
hoteleras en América ..... En diciembre de 2007 Ecologistas en Acción denunció que el ...
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la crítica ecosocialista al capitalismo -
Estudios Ecologistas
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las nuevas inversiones en la
producción agrícola e industrial, así ..... bien: si “capitalismo no expansivo” es una contradicción en los términos –y lo es--, ...
3. [PDF]
El Tsunami urbanizador español y mundial.
Razones ...
pendientedemigracion.ucm.es/info/ec/jec10/.../817Fernandezduran.pdf
Miembro de Ecologistas en Acción ... fase de expansión. No es normal que todos ... El nuevo capitalismo mundial se desarrolla desde los
ochenta con una.
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9. Lenin, el Imperialismo y
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13/6/2013 - A esta costumbre de inventarse “nuevas eras”, “texturas” (vaya palabrita), ... El imperialismo como fase del capitalismo no niega las leyes de la economía ... una guía
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conflictos entre las potencias europeas, ..... Cuando la economía se encuentra
en una fase expansiva, con varios ...
10. [PDF]
TÍTULO APROXIMACIONES TEÓRICAS AL CONSUMO ...
dspace.unia.es/bitstream/10334/209/1/0089_Sanchez.pdf
de R Sánchez Cáceres - 2010 - Artículos relacionados
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forma de biotecnología ya es una realizad que ..... Compromiso con el proyecto
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Ganadores de los Premios Sombra 2012 a la
peor publicidad
www.ecologistasenaccion.es/IMG/pdf/premios_sombra-2012.pdfPremios Sol de
publicidad, Ecologistas en Acción otorga los
Premios. Sombra ...... proyectos responden al objetivo de desarrollar una nueva fase expansiva de ... apoyan en un sistema capitalista que es el causante de la crisis económica,.
2. Samir Amin: El capitalismo hoy
en día - SciELO
www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S1012-25082010000200007...
de S Amin - 2010
Estudioso de las lógicas del desarrollo desigual del capitalismo periférico, del declive ... del capitalismo; el carácter expansivo que ha tenido la misma en sus fases; las .... o pequeño campesino que no se vea constreñido por la acción de estos. ... Los desequilibrios internacionales van a crear
una nueva fase caracterizada ...
3. [PDF]
Texto completo - Dialnet
dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2930460.pdf
de RF Durán - 2009
No es normal que todos estén en ciclo expansivo, pero ahora ... Federación Provincial de Ecologistas en Acción de Málaga. ... El nuevo capitalismo mundial737 se desarrolla desde los
ochenta con una ... se reinicia una nueva fase de.
4. La actividad piñera en
Costa Rica. De la producción a la ...
omal.info/spip.php?article820
26/8/2011 - ser entendido en el marco de una fase expansiva del sistema capitalista a nivel global, en el que ... transnacional le
imprimen una nueva lógica (global ....
que, en (...) Ecologistas en Acción, CGT y Baladre | 23 de
mayo ...
5. MUTACIONES DEL CAPITALISMO EN
LA ETAPA ...
daniloalba.blogspot.com/.../mutaciones-del-capitalismo-en-la-etapa_8.ht...
8/5/2014 - Esta nueva gravitación de
China se ha verificado en el último sexenio. ... El viraje hacia el capitalismo se consumó a principios de los 90, a partir
..... Las masacres contra los chechenos fueron el punto de partida de
esta acción. .... En Turquía la
coerción interna y las ambiciones expansivas son políticas ...
6. MUTACIONES DEL CAPITALISMO EN
LA ETAPA ...
daniloalba.blogspot.com/.../mutaciones-del-capitalismo-en-la-etapa.html
5/5/2014 - Pero debe lidiar con la disyuntiva de propiciar nuevas burbujas ... En las fases anteriores de liquidez, la política monetaria .... Estados Unidos ha
perdido capacidad de acción unilateral, pero
no ..... Esta asimetría ha sido explicada por la adopción de una política
monetaria expansiva frente a otra
restrictiva ...
7. [PDF]
América Latina en la encrucijada de la
globalización ...
observatorio.cdes.org.ec/.../977-america-latina-en-la-encrucijada-de-la-gl...
Bautizado y acotado por un Norte expansivo y colonizador que ... El panorama antes descrito nos da cuenta de la
urgencia de buscar nuevas .... capitalismo en su fase más destructiva, basada en una tendencia que ... Ecologistas en Acción.
8. ¿Puede haber un capitalismo ecológico?
| ¿Economía ...
alianzaeconomiaverdefuturonegro.wordpress.com/.../puede-haber-un-ca...
8/6/2012 - ¿Es posible un capitalismo respetuoso con la protección del planeta ...
“cambiar los mecanismos que han llevado el capitalismo a una fase ... más críticos con Río+20 promovido por Ecologistas en Acción. ... Pero ya no hay energía barata
disponible que sostenga un nuevo ciclo expansivo de la economía.
9. Marxismo y Ecologismo -
Fondo de Cultura Económica
www.fondodeculturaeconomica.com/Editorial/Prensa/Detalle.aspx?...
El productivismo del mundo capitalista conduciría a otro productivismo, esta vez ... de
la crítica ecologista y antimilitarista
de la tecnología, ya habituales hoy sin ... Hace más de 10.000 años comienza
una nueva fase de la historia de
la .... su ciclo vital (no ya su cuerpo, sino la vida y la acción de su cuerpo hasta la muerte), ...
10. escritos ,...la lucha de clases y la
teoría proletaria
lukyrh.blogspot.com/2014/05/algunos-escritos-de-esta-ultima.html
9/5/2014 - Esto es un entramado, una telaraña clerical-capitalista, para que la ... el Estado español, oportunistamente
se afilió a Ecologistas en Acción, Ciudad de ... de él,
de forma distorsionada y sin relacionarlo con las nuevas realidades; ..... ESTA FASE EXPANSIVA LAS TIENEN QUE
DESARROLLAR CON UN ...
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59 un nuevo ciclo para la
izquierda - Cristianisme i Justícia
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estrategia de acción sindical
internacional dificulta la resolución de ... propio de USA) es la fase superior y más refinada del capitalismo, en la ..... La salida de esta crisis pasa por el
relanzamiento de una “democracia expansiva”, lo cual.
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Sostenibilidad
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contra la Europa de Maastricht y ... Guerra Mundial se entra en una nueva fase de la evolución del capitalismo. ..... una "bomba" cuya onda expansiva tuviera la virtud de trasladar edificios y ...
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Sistema productivo, agentes sociales y crisis
ambiental
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de V Climent - Citado por 1 - Artículos relacionados
ecologistas, en su denuncia de la
degradación del medio natural. Sin embargo, ... El capitalismo, a lo largo del siglo XX, ha conocido un
desarrollo sin .... Fruto de esta fase expansiva y de la creencia, de nuevo, en la infinitud de ..... práctica cotidiana de la acción sindical y que, en ocasiones, puede llegar a
confundir.
4. [DOC]
008-Que.doc - Clacso
biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/sader/008-Que.doc
Sin embargo pasó al nuevo siglo como un país
que perdió su dinamismo .... el capitalismo internacional se
encontraba todavía en su largo ciclo expansivo, ..... del movimiento sindical y de la acción criminal de gobiernos que venden barata la .... intelectuales de
izquierda, militantes de los derechos humanos, ecologistas, ...
5. [PDF]
UNIVERSIDAD DEL CAUCA - Inicio
fccea.unicauca.edu.co/reformacurricular.pdf
la arquitectura discursiva del capitalismo en su nueva fase y sus juegos de verdad, constituye una ..... como una nueva onda expansiva del capitalismo"
(Restrepo,1996:13-20). ..... la canalizar el potencial global del conocimiento
local, el valor de la acción colectiva .....
Mientras que los ecologistas tratan de rehacer
las ...
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Nombre Presentación personal Vinculación
con EQUO ...
www.equova.org/download/26
Alternativa' y 'Ecologistas en Acción', de la que fui
fundador. También ..... modelo capitalista. También .... que puedo
aportar mucho en esta nueva fase de EQUO para su
..... onda expansiva a nuestra madre
Tierra, Y TODO LO QUE. ACOGE ...
7. [PDF]
Territorios en disputa - WordPress.com
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El despojo capitalista de la naturaleza
se ha convertido en uno de los signos ..... una nueva fase de acumulación del capital (Harvey,
2004) o, incluso .... impulso de las capacidades organizativas y expansivas de los diversos ..... Vandana Shiva, “en el Tercer Mundo, los
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la acción.
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la ... - Nodo 50
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se incrementó un ...... ecologistas vestidos de ecologistas en acción con zancos o artefactos de papel
maché o.
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9/1/2014 - El beneficiario de la mecanización no es simplemente
el capitalista; es la ... por un nuevo tipo de actividad unitaria liberada de condicionantes. ... e
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de JB Zubiri-Rey
capitalistas avanzados,
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socialista
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que ponían el acento en la necesidad de ...... Ecologistas en Acción. ... Madrid, 2009; y, respecto a la fase actual: Segura, P. Infraestructuras de transporte y.
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Descargar pdf - In.Ci.So
www.cienciasocialcritica.com/media/0/59/mr10_presentaci.pdf
La irrupción de la crisis energética, económica y estructural del capitalismo a comienzos de ... nuevo ciclo expansivo, caracterizado como
neoliberalismo, pero al mismo tiempo la acción colectiva, la acción de hombres y
mujeres en las distintas ... cial el capítulo 7), las tendencias estructurales
del sistema en su fase mono-.
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Texto propuesto para el debate el
próximo Lenin Eguna
Publicado en Lunes, 11 Noviembre 2013
07:52
Escrito por Boltxe kolektiboa
Como sabréis, el próximo día 16, en
Otxarkoaga, celebraremos de nuevo el Lenin Eguna y como es costumbre, propondremos
un texto para que las y los asistentes puedan debatirlo.
Este año nuestra propuesta es un texto de Petri Recabarren, cuyo título es ¿Qué
puede aportarnos el ¿Qué hacer de Lenin?
Queda una semana para el debate y sin más publicamos dicho texto para quienes
deseen leerlo y poder acudir a Otxarkoaga, con algún tipo de aportación.
Este texto se debatirá también en Gasteiz el día 6 de diciembre a las 10 de la
mañana en la Asociación de Vecinos «Gasteiz txiki», Las Escuelas kalea 9 (Alde
Zaharra). Y comentar que cualquier colectivo o personas que deseen que en su
barrio o pueblo se haga el debate, también existiría esa posibilidad, para ello
no tiene más que enviar un correo aboltxekolektiboa@gmail.com
Sin más os dejamos con el texto y os invitamos a leerlo, estudiarlo y acudir a
Otxarkoaga a debatirlo o Gasteiz y si no..vamos a vuestro pueblo o barrio…
¿QUÉ PUEDE APORTARNOS EL ¿QUÉ HACER? DE LENIN?
1. Lenin
y el marxismo
2. Reforma
o revolución
3. Reformismo
abertzale
4. Dispersión
u organización
5. Marketing
o teoría
6. Formación
económico-social
7. Nación
e imperialismo
8. Independencia
socialista
9. Resumen
1. Lenin y el marxismo
En 2013 se cumplen ciento diez años desde la publicación del ¿Qué hacer?, de
Lenin, una de las obras marxistas menos estudiadas y más tergiversadas, pero
tan actual y necesaria ahora como entonces, pese a las grandes diferencias
temporales, culturales y geográfica que separan a nuestra Euskal Herria de
aquella Rusia zarista. También ha evolucionado el capitalismo que en 1903 justo
empezaba a adentrarse en la fase imperialista manteniendo aún determinantes
componentes de la fase colonialista. No vamos a perder el tiempo señalando las
diferencias que nos separan de 1903 ni las identidades que a pesar de ello se
mantienen tras más de un siglo. Damos por supuesto que son obvias, que es
conocido que las grandes aportaciones de Lenin al marxismo siguen siendo
válidas.
Vamos a enumerar muy básicamente cuáles son esas aportaciones principales,
sabiendo que hizo otras muchas parciales, menores, para problemas tácticos y
del momento, pero que ahora vistas en su globalidad nos descubren el mismo
método brillante que caracteriza a Lenin:
Una, la teoría de la formación económico-social y del capitalismo en Rusia, de
1899. Dos, la teoría del partido de vanguardia, que toma cuerpo en 1903 pero
que fue luego retocada y adecuada varias veces. Tres, la teoría de la
insurrección y de la violencia revolucionaria que toma cuerpo entre 1905-1906.
Cuatro, la teoría marxista del conocimiento, del materialismo y de la
dialéctica, que empieza a formarse en 1908 y da un salto significativo en 1914.
Cinco, la teoría del derecho a la autodeterminación que existiendo como tal en
1900 avanza en 1913 para concretarse definitivamente a partir de 1917. Seis, la
teoría de transformar la guerra mundial en guerra civil de 1914. Siete, la
teoría del imperialismo de 1916. Ocho, la teoría de la hegemonía política de la
clase obrera en alianza con el campesinado de 1917. Nueve, la teoría del Estado
y del poder soviético, de 1917. Diez, la teoría de la transición al socialismo
en un país empobrecido y en medio de un cerco imperialista, de 1921. Once, la
teoría de la burocratización del partido, del Estado y de los sindicatos desde
1922. Y doce, la esencia de la teoría de la revolución cultural de esta misma
época pero que no tuvo tiempo de desarrollar.
Lenin hizo otras muchas aportaciones parciales, pero nos hemos limitado a las
más importantes a nuestro entender. La impronta de Lenin en el marxismo no debe
medirse sólo como si se tratase de una simple suma o integración de cada una de
sus aportaciones a las correspondientes teorías que ya existían o que se
estaban desarrollando, sino como una mejora global que enriqueció el método
marxista en sí mismo, precisamente cuando más falta hacía porque el desarrollo
imperialista estaba demostrando que el mal llamado «marxismo socialdemócrata»
estaba pudriéndose muy rápidamente y sobre su cadáver aparecía un reformismo
inicial que más tarde se transformó en fuerza reaccionaria que salvó varias
veces al sistema capitalista.
Los periódicos reverdecimientos y rejuvenecimientos del marxismo, por llamarlos
de algún modo, se producen sólo y exclusivamente a partir de las situaciones críticas
en las que se concentran y estallan todas las contradicciones de la sociedad
burguesa, forzando que sea la práctica política organizada la que sintetice
todas las luchas en aportaciones teóricas. Las condiciones sociales que
permitieron que fuera la revolución bolchevique la que produjera ese salto
rejuvenecedor en el marxismo ya se estaban formando antes de que naciera Lenin.
De hecho, Marx y Engels ya eran conscientes en 1877 de que la revolución
socialista estallaría no en Inglaterra ni en Alemania, en el centro del
sistema, sino en Oriente, en Rusia, en Asia como sucedió. Las aportaciones
enriquecedoras siempre se han producido en los contextos de crisis
sistemáticas, estructurales, prolongadas y violentas, porque sólo estas
vivencias extremas pueden romper el ciego y estático dogmatismo del llamado
sentido común, tan reaccionario. Por el contrario, la cómoda parsimonia de la
casta intelectual, incluso progresista y hasta marxista, a lo máximo que puede
llegar es a realizar aportaciones muy parciales en el plano estrictamente
teórico-abstracto en cuestiones secundarias o terciarias, y sin apenas
radicalidad política.
Fue el devenir crecientemente áspero y duro del capitalismo en el imperio
zarista, en Oriente, el que creó las contradicciones para que allí surgieran
además de Lenin otras muchas y muchos revolucionarios sin los cuales, sin su
militancia política y teórica, el primero no hubiera podido hacer tanto. Sin la
lucha de masas espontánea y organizada sostenida desde hacía años, Lenin no habría
podido estructurar tres constantes en esta prolongada creatividad
teórico-política: una, las doce aportaciones se apoyan mutuamente, forman un
conjunto que va enriqueciéndose en medio de la lucha, como parte de la lucha,
aunque a ritmos diferentes según las prioridades de ésta: es la necesidad
revolucionaria la que marca el desarrollo de las teorías parciales, pero
siempre dentro de una coherencia que se sustenta en la vuelta a los textos
clásicos marxistas anteriores en el momento de iniciar una nueva investigación.
Lenin tenía un riguroso y exhaustivo método de estudio que, además de otras
exigencias, se caracterizaba por empezar leyendo todo lo posible de lo escrito
por los marxistas anteriores sobre esa cuestión.
Dos, aunque podemos decir de muchas de ellas que están «acabadas», en el
sentido académico burgués de obra definitiva, en realidad ninguna está
definitivamente concluida porque, siendo investigaciones marxistas, las doce
aportaciones parciales como el conjunto que forman están en permanente evolución
y cambio debido al cambio social permanente, a los acelerones y vaivenes de la
lucha de clases, etc. En este sentido decisivo, las aportaciones de Lenin deben
ser profundizadas por los marxistas posteriores.
Y tres, de algún modo en estas aportaciones aparecen siempre dos grandes
cuestiones políticas inseparables de la teoría: el problema del poder y el
problema de la organización, o sea, el Estado y el partido, es decir el
problema de la revolución. Esto hace que la ideología burguesa y la casta
académica e intelectual ni quieren ni pueden entender a Lenin, al que
consideran un bicho raro y peligroso en extremo, incalificable para el
pensamiento burgués. Todo el marxismo es incalificable e incomprensible para el
capital, pero las aportaciones de Lenin todavía más, porque en ellas la
cuestión del poder y la organización están presentes directa o indirectamente.
2. Reforma o revolución
Las dos primeras constantes no van a ser desarrolladas en este Lenin Eguna,
pero sí la tercera.
Además, damos por demostrada ya, a esta altura del siglo XXI, la valía y
corrección de las aportaciones de Lenin porque la lucha contra el imperialismo
ha demostrado que el poder político revolucionario es una conquista
imprescindible para asegurar el avance al socialismo y a la independencia
nacional, y que este poder sólo puede conquistarse mediante una efectiva
práctica organizada. Vamos a volcarnos en esta característica leninista para
analizar nuestra situación y nuestras perspectivas. ¿Por qué procedemos así?
Porque pensamos que es la mejor forma de comprobar la validez de Lenin en la
Euskal Herria de 2013: mediante el criterio de la práctica como base del
criterio de verdad.
Básicamente, dos líneas contrarias recorren la historia de la lucha socialista.
Una, la que sostiene que al socialismo puede llegarse mediante la acumulación
lenta o rápida de reformas alcanzables con la conjunción de las luchas de masas
e ideológica con la institucional y parlamentaria, de modo que se vaya creando
una mayoría ciudadana tan amplia y convincente que no le quede otro remedio a
la burguesía que ir cediendo paulatinamente cotas de poder y de propiedad,
hasta que llegue el día en que ya lo haya entregado todo al pueblo, algo así
como ese dicho popular según el cual la primavera ha llegado pero nadie sabe
cómo ha sido. Se trata de ir creando la hegemonía de la sociedad civil y
democrática sobre la envejecida sociedad política, burguesa y reaccionaria.
Lograda esta hegemonía civil, la clase política no podrá seguir manteniéndose
en el poder y, más tarde o más temprano, tendrá que cederlo a la ciudadanía.
Ésta procederá a democratizar la economía, a potenciar el sector público y
estatal, y a repartir la riqueza y la propiedad según los principios de equidad
y justicia social.
La otra sostiene que se puede y se debe avanzar limitada y parcialmente al
socialismo mediante las reformas, mediante el parlamento y las instituciones,
mediante la lucha de masas y el desarrollo de una hegemonía popular de clase
que atraiga a la pequeña burguesía en peligro de proletarización, así como a
otros sectores de la clase obrera en claro empobrecimiento como consecuencia de
la crisis. Ahora bien, esta corriente sostiene que el simple aumento de las
reformas llega a un límite insalvable a partir del cual se endurece al máximo
la represión apareciendo el problema del poder de clase, y de nación oprimida,
como el punto decisivo a conquistar. Cuando el aumento cuantitativo de las
reformas llega al punto cualitativo de cuestionar radicalmente el poder
burgués, y/o del Estado ocupante, y sobre todo la decisiva cuestión de la
propiedad privada, entonces, se quiera o no admitir, la lucha por la reforma ha
de transformarse en lucha por la revolución.
Históricamente y también ahora -al igual que seguirá ocurriendo mañana-, la
primera corriente sostiene que la vía revolucionaria ha fracasado en todas
partes, que la teoría revolucionaria que la sustentaba se ha demostrado
errónea, superada; que no se pueden extraer lecciones válidas de la historia
que avalen la vía que predice que tarde o temprano reaparece con su decisiva
prioridad la cuestión de la propiedad y del poder y por tanto la cuestión de la
violencia reaccionaria represiva y brutal, para la que hay que prepararse con
antelación. Esta corriente sostiene que el capitalismo mundial ha tenido tales
cambios que ahora ya es posible el tránsito si no totalmente pacífico al
socialismo sí con una insignificante tensión social que no tiene por qué llegar
a los niveles de violencia de las revoluciones y del fascismo. Esta corriente
está convencida que incluso ya no es necesario recurrir a conceptos como clase
trabajadora, explotación asalariada, lucha de clases, e incluso no emplea ya el
de burguesía, sino que amalgama todo esto dentro del concepto de ciudadanía, o
a lo máximo de multitud. Sostiene que, con la denominada desobediencia civil y
con el ambiguo «derecho a la resistencia», se puede hacer la presión
democrática y política, que separan de la presión violenta y pre-política,
suficiente como para debilitar al poder y no espantar a las franjas indecisas,
sino atraerlas mediante las buenas formas, el convencimiento dialogado de las
ganancias socioeconómicas cotidianas, de calidad de vida, inherentes a la
justicia social, y al soberanismo interclasista en los casos de opresión
nacional.
Pero la otra corriente, afirma que para poder hablar de «derrotas» y «fracasos»
revolucionarios y «victorias» capitalistas hay que estudiar este sistema como
mundial, planetario, y no sólo en el Occidente posterior a la Segunda Guerra
Mundial. Hay que estudiarlo en su evolución y en comparación al optimismo
triunfalista de la burguesía del siglo XVIII, triunfalismo que ha desaparecido
para devenir en brutal retroceso autoritario y explotador. Además, en
Occidente, el llamado «Estado del bienestar» (¿?) ha sido sólo un interludio
muy fugaz motivado por el miedo burgués ante la derrota del nazifascismo a
manos de la URSS y de las luchas obreras y populares, además de otras razones.
Aprovechando la crisis de 2007 la burguesía occidental está terminando de
destrozar este sistema, volviendo a las formas de explotación que necesita para
mantener su hegemonía mundial. La crisis confirma la esencia del capitalismo,
la realidad de la lucha de clases, la existencia de una masa de población muy
mayoritaria que carece de todo y que sólo sobrevive aceptando ser explotada,
etc. En el capitalismo occidental siempre que existe una fase expansiva o
depresiva aparecen modas intelectuales obsesionadas por «demostrar» el
definitivo «fracaso del marxismo», y sobre todo de Lenin, pero estas modas se
esfuman conforme vuelven a agudizarse las contradicciones y las crisis tienden
a reaparecer con más virulencia que antes.
Pero la crítica fundamental a la corriente reformista consiste en que el
capitalismo ni es reformable en su naturaleza profunda, como se comprueba
durante las grandes crisis, ni tampoco se desplomará mecánicamente, por sí
mismo, sino sólo por la lucha revolucionaria sostenida en el tiempo, tesis
confirmada por la historia y que además demuestra el error del reformismo: en
efecto, éste no hace sino facilitar la pervivencia del capitalismo porque crea
ilusiones irreales en las masas al hacerles creer que la explotación, la
opresión y la dominación son superables con los medios del explotador, del
opresor y del dominador.
3. Reformismo abertzale
Es innegable que en Euskal Herria fue creciendo la primera tesis, la
reformista, dentro de las diversas formaciones políticas, sindicales, sociales,
etc., en sucesivas fases: de entrada, venía ya alimentada en lo básico por la
ideología del PSOE y de la UGT, y de sectores no democristianos duros del PNV y
de ELA, así como en la ideología reformista e interclasista reforzada desde la
segunda mitad de la década de 1970. Desde la primera mitad de los ochenta esta
ideología fue reforzada por el llamado «desencanto político», por la acción del
eurocomunismo y sobre todo por la degeneración de un sector de la izquierda
abertzale, el surgido de EIA-EE, algunos de cuyos sectores fueron cooptados
incluso por las fuerzas represivas del Estado ocupante y otros por las fuerzas
sociopolíticas del imperialismo español y de la burguesía vasco-española,
mediante la integración en el PNV, PSOE y PP.
La implantación creciente de esta ideología fue facilitada además por la
debacle del dogmatismo sectario de la izquierda estatalista empecinada en
supeditar la realidad vasca a sus diversas interpretaciones de los «libros
sagrados» marxistas: si la realidad no coincidía con el dogma, peor para la
realidad. A la vez, el deterioro creciente de la URSS y del socialismo
realmente inexistente, más la guerra cultural imperialista y los cambios
sociales provocados por la larga expansión de los «treinta gloriosos» del
keynesianismo y Taylor-fordismo, todo esto propició la expansión de la versión reformista
de la ideología dominante, que es la ideología de la clase dominante en
sectores crecientes de la sociedad vasca. Pero en la medida en que la izquierda
abertzale autoorganizada en forma-movimiento con una vertebración interna en la
que actuaban determinadas organizaciones de vanguardia que cumplían el papel
del partido leninista en aquellos contextos, en esta medida la izquierda
abertzale pudo responder y contrarrestar el ascenso de la ideología reformista,
logro sustentado en la dialéctica de la lucha de liberación nacional de clase,
sucesivamente enriquecida con aportaciones antipatriarcales, antinucleares y
ecologistas, etc.
Sostenemos la tesis de que una de las razones decisivas de la efectividad de la
izquierda abertzale en aquellos años para luchar contra el reformismo fue la
hondura consciente en el núcleo de la militancia independentista de las
aportaciones de Lenin vistas al principio de este texto, unas más que otras,
pero todas en su conjunto, en especial la simbiosis entre su teoría de la
formación económico-social específica, de la organización, de la opresión
nacional, de la violencia y del Estado, del imperialismo y del conocimiento.
Iremos viendo cómo un sector del Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV)
en concreto, y en menor medida el movimiento en su conjunto, aunque con
intensidades internas diferentes, se han alejado de estas aportaciones
fundamentales. No seguiremos el orden cronológico arriba visto, sino uno
adecuado a nuestra investigación presente: empezaremos por la cuestión
organizativa; seguiremos con la teoría del conocimiento; avanzaremos al
concepto de formación económico-social; pasaremos a la cuestión nacional en la
época imperialista; y concluiremos con el problema del Estado y de la
violencia.
Cuando por razones, que luego veremos, se fue debilitando esta consistencia
político-teórica se fue formando entre sectores de la militancia abertzale un
reformismo específico, primero difuso y luego muy concreto que en un inicio se
basó en buena medida en la ideología reformista general arriba expuesta, pero
que ha sido más tarde debilitada y adecuada parcialmente a la creciente dureza
de la opresión nacional de clase y patriarcal que sufre nuestro pueblo. Hoy es
mucho más difícil, casi imposible, seguir sosteniendo ambigüedades y lugares
vacíos como a finales del siglo XX y comienzos del XXI. Hoy el reformismo debe
buscar justificación bajo un radicalismo verbal mucho más acentuado que el
necesario hace sólo tres o cuatro años cuando la crisis no había enseñado
todavía la verdadera barbarie.
Desde mediados de los años noventa el capitalismo entró en una fase de
expansión aparentemente definitiva, una expansión que se ha mostrado ficticia y
hueca, pero que en su tiempo de duración sirvió para «demostrar» la certitud
del reformismo arriba expuesto. En Euskal Herria esa fase fue unida a la nueva
oleada represiva copiada de las doctrinas de contrainsurgencia en boga y a la
irrupción de los cambios sociales formales causados por esa expansión. Éstas y
otras novedades se vivieron sobre un cambio estructural más profundo: la
transformación del capitalismo vasco al reducirse grandemente el componente
industrial y aumentar el sector servicios, lo que alteraba mucho el sujeto de
clase y popular del proceso de liberación, el pueblo trabajador. El ataque
implacable al sujeto revolucionario desde comienzos de los ochenta, el
desprestigio del socialismo burocrático desde finales de los ochenta, la
euforia económica desde la segunda mitad de los noventa y la nueva doctrina
represiva desde finales de los noventa, estos grandes cambios y otros menores
actuaron sinérgicamente acelerando la deriva reformista de un sector de la
izquierda abertzale hacia el posibilismo parlamentarista y electoralista.
El cierre de Egin en 1998 y de Euskaldunon Egunkaria en 2003, junto a otras
muchas represiones, sirven de paradigma para ejemplarizar la transformación de
dos instrumentos fundamentales de la lucha de liberación. Ciñéndonos al
primero, a Egin, su sustituto, el diario Gara, es cualitativamente diferente a
su predecesor. Con el tiempo, Gara se ha convertido en vocero de un reformismo
de «vía vasca» sin apenas herencia alguna de Egin, que representaba e impulsaba
una lucha de liberación nacional de clase que sólo aparece muy puntualmente en
Gara. Pero 2003 no es importante sólo por el cierre de Euskaldunon Egunkaria
sino también por los 60.000 votos abertzales «perdidos» o «devueltos», según se
mire, a la coalición autonómico-estatalista dirigida por el saltimbanqui
Ibarretxe. Además, exceptuando los Encuentros de Sokoa, en estos años se
intensificó el paulatino abandono de cualquier reflexión teórica sobre el
socialismo en general y especialmente sobre su conexión irrompible con la
reivindicación nacional, de manera que la unidad «liberación nacional-lucha de
clases» se escoró hacia el primer componente abriendo una brecha que todavía
sigue sin cerrarse en una parte del movimiento de liberación, la formada por
Sortu, Bildu y Amaiur.
Ahora bien, no puede haber liberación nacional si no hay liberación social, y
uno de los riesgos más peligrosos del presente es que una parte de la izquierda
abertzale ha dejado de hacer pedagogía práctica sobre esta decisiva necesidad,
repitiendo el viejo error de la socialdemocracia del siglo XIX de que lo
fundamental son la táctica y los medios, y no la estrategia y los fines, que se
van diluyendo borrosamente en las franjas menos conscientes de las clases
explotadas, mientras que otra parte de la izquierda abertzale intensifica sus
esfuerzos de pedagogía política con el objeto de actualizar la liberación
nacional de clase y antipatriarcal a las condiciones del imperialismo actual.
4. Dispersión u organización
Como se aprecia, permanentemente nos referimos a diferentes sectores de la
izquierda abertzale, como un todo con sus partes. Desde la teoría organizativa
de la forma-movimiento, en la que siempre es necesaria la existencia una
organización de vanguardia, leninista, estas partes tienen una clara autonomía
debido a las áreas específicas en las que luchan, y de las cuales extraen una
serie de experiencias que sintetizadas sirven para el conjunto del movimiento
en cuanto tal, sirven por su contenido esencial y necesario para la totalidad
de las organizaciones, sindicatos, movimientos, colectivos, grupos, etc., que
se sienten parte del movimiento en su unidad y que aportan y reciben, enseñan y
aprenden. La teoría marxista del partido de vanguardia, perfeccionada por
Lenin, explica por qué y cómo éste ha de centralizar lo esencial y común, a la
vez que ha de respetar y potenciar lo autónomo y particular de cada sector del
movimiento.
Uno de los objetivos prioritarios de Lenin en 1903 y en todas las mejoras
introducidas por él, tras las correspondientes autocríticas al ver cómo la
realidad siempre va por delante de la teoría envejecida, fue mantener esa
dialéctica del todo y de sus partes a la vez que se contrarrestaba la enorme
fuerza centrífuga que emana de las condiciones internas de la dominación
política capitalista. Desde siempre, la burguesía ha buscado dos vías para vencer
a las luchas revolucionarias, ambas complementarias: dividirlas y evitar su
unidad, enfrentándolas entre ellas si es posible, y/o exterminarlas de un solo
golpe represivo o mediante sucesivos golpes menores pero más efectivos a la
larga para mantener la ficción democrática. Cualquier estrategia de
contrainsurgencia aplica estos dos métodos que, además, son reforzados por la
naturaleza disgregadora y pulverizadora del capitalismo. La tendencia a la
disgregación de las organizaciones político-sindicales revolucionarias nace de
la escisión entre la teoría y la práctica, entre el trabajo intelectual y el
manual, también de los efectos políticos e ideológicos del individualismo
metodológico burgués, del fetichismo de la legalidad burguesa y parlamentaria,
así como de las obsesiones dirigistas de la mentalidad pequeño-burguesa tan
arraigada en el reformismo.
Hay dos formas fundamentales de combatir las tendencias centrífugas y
rompedoras: la permanente adaptación del partido leninista a las nuevas
necesidades y la permanente formación y debate sobre las relaciones entre los
objetivos históricos, la estrategia y las tácticas, sobre los fines y los
medios, sobre el programa máximo y el programa mínimo. Los dos fueron
progresivamente abandonados por la mayoría de la izquierda abertzale desde las
fechas citadas, aunque no fue un abandono total pues sobrevivieron meritorios
debates. Uno de los errores estratégicos de consecuencias fatales fue el hacer
creer que ya no era necesaria la organización leninista, que la nueva forma
organizativa «amplia, abierta y de masas» absorbería sus funciones en un marco
más extenso y que, por tanto, concluía una larga y muy fructífera etapa
histórica en la que el movimiento de liberación mantuvo mal que bien su
centralidad de objetivos, de estrategia y de tácticas.
Mal que bien, decimos, porque ahora ni eso, ahora no existe en la práctica
diaria un único MLNV sino dos, como mínimo, coordinados muy débilmente para el
día a día. Desde un punto de vista marxista, no existe el MLNV como unidad de
objetivos y de estrategia, sí existe como unidad de táctica coyuntural, nada
más. Es muy significativo que sea la lucha por la amnistía la que siga
aglutinando al MLNV, mientras que en el resto sea visible una clara diferencia
que alcanza su expresión más clara en los programas concretos de las
organizaciones y movimientos del MLNV comparados con las huecas vaciedades de
Sortu que por ahora no tiene programa, no tiene eso que se denomina «bases
ideológicas». Por ejemplo, el sindicalismo independentista sociopolítico tiene
unas «bases ideológicas» que se mueven en otra realidad totalmente diferente a
la de Sortu por el simple hecho de que esta organización no tiene programa
oficial, como hemos dicho, excepto una breve declaración hecha para su congreso
fundacional. Otro tanto debemos decir del internacionalismo abertzale que
siempre ha sido radical y explícito, y se ha enriquecido todavía más en los
últimos meses, a diferencia de Sortu. Por su parte, el movimiento popular,
fuerza central del MLNV, se recompone por vías y con objetivos que chocan
abiertamente con la ponencia oficial de Sortu, ponencia para el debate de cuyo
resultado no se sabe todavía nada. Podríamos seguir con otros componentes del
movimiento de liberación, pero basta decir que ya es corriente escuchar el
comentario callejero sobre la creciente distancia que separa al grueso de la
izquierda abertzale de Sortu.
5. Marketing o teoría
Por teoría del conocimiento en Lenin entendemos la permanente profundización en
el desarrollo teórico marxista en su esencia irrenunciable: el método
dialéctico-materialista de llegar a conocer el devenir de la unidad y lucha de
contrarios antagónicos, la teoría de la contradicción como explicación del
motor de la evolución de lo material, de la sociedad y del pensamiento. La
casta intelectual y el reformismo han negado la teoría marxista del
conocimiento desde su mismo origen, pero no podemos extendernos ahora en este
debate que en sí mismo es inacabable mientras perviva el capitalismo.
Jamás en su historia la izquierda abertzale ha vivido esta especie de
esquizofrenia política, y menos en medio de una crisis estructural de cambio de
modelo de acumulación. La pérdida de la centralidad estratégica que empezó a
darse en el período indicado ha acelerado tanto el empobrecimiento teórico
pasmoso en amplios sectores independentistas, como la facilidad con la que se
aceptan sin crítica algunas de las modas intelectuales de la progresía
reformista, lo que es una deriva teórico-política hacia la nada cuando es urgente
construir un modelo de futuro alternativo al que ya nos están imponiendo. A la
vez, el abandono progresivo de toda reflexión sobre el socialismo ha facilitado
la entrada de formas de organizar los pocos debates internos habidos, de manera
que en sectores del MLNV se ha echado por la borda el método
dialéctico-materialista y se ha acabado por aceptar y aplicar los métodos del
marketing empresarial del sector servicios que aparecieron a comienzos del
siglo XX con la primera «sociedad de consumo» y que se desarrollaron
masivamente desde finales de la Segunda Guerra Mundial con la «sociedad del
ocio», del «consumo de masas» y de la obsolescencia programada.
La forma de articular el debate interno habido recientemente en Sortu es un
reflejo de este método empresarial, aunque tamizado por la muy reducida
terminología de izquierda revolucionaria usada en la ponencia oficial. Hablamos
de terminología, no de ideas y menos aún de conceptos de izquierda
revolucionaria, prácticamente ausentes en la ponencia oficial. A pesar de las
advertencias críticas muy abundantes hechas contra el método impuesto, éste fue
aplicado rompiendo con toda la larga experiencia abertzale en concreto y
marxista en general. Cuando se busca conocer una realidad en movimiento y en
contradicción hay que ofrecer a los participantes en el debate al menos dos
tesis diferentes, de modo que puedan contrastarse entre ellas. Sin choque de
tesis diferentes y sobre todo opuestas, no hay avance teórico alguno.
Hace pocos años hubo, al menos, dos tesis enfrentadas pero una de ellas fue
boicoteada y otra publicitada ampliamente a través de Gara, después se
consensuó una intermedia, Zutik Euskal Herria, y por fin se hizo pública la
ponencia oficial de Sortu que sorprendió muy desagradablemente por su ideología
reformista de fondo oculta bajo una vaguedad conceptual disimulada por algunas
ideas de izquierda revolucionaria perdidas entre las páginas. Además, el debate
fue organizado para impedir el contraste entre dos opciones diferentes
argumentadas con rigor. Existen métodos muy efectivos para, en una sola
ponencia oficial, ofrecer dos o hasta tres posturas diversas sobre el mismo
problema, métodos que esclarecen las divergencias facilitando su comprensión y
con ello la toma de decisiones unitarias y su posterior síntesis oficial. No se
empleó ninguno de estos métodos, sino una versión del marketing empresarial.
Sin extendernos en este lamentable y significativo episodio, lo cierto es que
aún hoy, a casi un año de concluido oficialmente el debate y a casi diez meses
de la presentación pública de Sortu, todavía se desconocen sus resultados.
Actualmente, una parte muy importante del MLNV, la que tiene como objeto de su
militancia el campo institucional y electoral dentro de una «alianza
estratégica» con fuerzas socialdemócratas, exeurocomunistas y
democrático-progresistas, como EA, Alternatiba y Aralar, así como con grupitos
e independientes que hace poco no participaban en el MLNV y hasta lo criticaban
con dureza en cuestiones decisivas, esta parte del MLNV, Sortu, actúa
diariamente sin lo que se denominan «bases ideológicas» oficial y
definitivamente consensuadas. Dicho radicalmente, camina a ciegas y sin rumbo
si tenemos en cuenta el papel crucial de la definición de objetivos históricos
y de la estrategia para conseguirlos. Las «bases ideológicas» son la brújula y
el compás en la vieja terminología de una organización, o el GPS en la moderna
y para entendernos.
Pero si semejante panorama es ya en sí muy grave, lo peor, desde una
perspectiva de la capacidad de conocimiento de la realidad en la que se lucha y
que se quiere transformar, son los efectos intelectualmente devastadores
causados por esta forma empresarial de organizar debates decisivos. Una
organización revolucionaria que lucha en el campo institucional y electoral ha
de mantener un permanente estudio crítico de su área de militancia, y los
debates programáticos son los que orientan y marcan también los objetivos
prioritarios y secundarios de tales investigaciones. La militancia ha de
conocerlos y aprobarlos, comprender su importancia y llevarlos a la práctica,
pero si no se dice nada de eso su importancia se irá desvaneciendo entre las
múltiples urgencias cotidianas.
La práctica de la teoría del conocimiento es imprescindible para mantener
actualizada la teoría revolucionaria. Sin teoría revolucionaria no hay práctica
revolucionaria, y menos cuando esta se supedita a la «alianza estratégica» con
el reformismo duro.
6. Formación económico-social
La primera aportación significativa de Lenin al marxismo fue la de recuperar y
adecuar a las condiciones del imperio zarista el decisivo concepto de formación
económico-social, que se refiere a las condiciones sociohistóricas, económicas,
culturales, nacionales e internacionales, etc., en las que se desarrolla una
lucha de clases particular, en nuestro caso un proceso de liberación. Mientras
que el concepto de modo de producción es abstracto, el de formación
económico-social es concreto. Como lo indica la praxis, toda estrategia
política triunfante ha empleado ambos conceptos, pero en sus respectivas áreas
dentro de la elaboración estratégica. El estudio de Lenin sobre el desarrollo
del capitalismo en el imperio zarista utilizó este método, y debe decirse que
la revolución bolchevique nunca hubiera triunfado si ya en 1899 no hubiese
quedado definitivamente esclarecido el contexto objetivo de la lucha, en
especial el hecho de que el campesinado ya había dejado de ser el sujeto
revolucionario, pese a su aplastante mayoría cuantitativa en la época, para
pasar a serlo el todavía reducido proletariado, bastante más reducido en
cantidad pero cualitativamente superior. Y unido a este avance, justo muy poco
tiempo después, en 1900, Lenin salió abiertamente en defensa de la necesidad
del pueblo chino a resistir a la invasión zarista para mantener su
independencia nacional.
Si así han procedido las luchas triunfantes, al margen de su resultado último,
las que nunca han triunfado ni siquiera durante un tiempo inicial, y peor aún
las que fueron derrotadas antes de las crisis decisivas, todas estas luchas se
han caracterizado por asentar su praxis en el conocimiento riguroso del
contexto en el que luchan, de su clase propia y de la burguesía a la que se
enfrentan, sobre todo de su nación oprimida. Hemos de reivindicar el decisivo acierto
teórico y político de lo que entendemos como proceso del V Biltzar,
aproximadamente desde inicios de 1964 hasta 1980, en la fijación del marco
nacional de clase y socialista del independentismo vasco. Un logro comparable,
salvando todas las distancias, al de Lenin a finales del siglo XIX, un logro
que explica, que hasta finales de la década de 1990, el grueso del MLNV tuviera
los pies en el suelo de las contradicciones a pesar de los profundos cambios
que estaba sufriendo Euskal Herria como efecto de la reorganización
imperialista iniciada a mitades de la década de los años setenta y acelerada a
mitades de la de los ochenta.
Los factores expuestos arriba, desde la represión hasta las nuevas modas
ideológicas, pasando por los cambios sociales acumulados, todo esto explica que
en los años de euforia consumista y de tópicos sobre la «nueva economía», el
poscapitalismo, etc., desapareciera prácticamente el estudio de los cambios en
la estructura social vasca. Exceptuando muy contados eventos realizados por
grupos y colectivos relacionados directa o indirectamente con el MLNV, la
desidia teórica fue penetrando en amplios grupos del independentismo socialista
y, peor aún, determinadas corrientes repitieron los errores de otros colectivos
al volcarse en la casta intelectual académica, considerándola la única fuente
de saber. El neopositivismo y las corrientes post eran mayoritarios en estos
ámbitos.
Como hemos dicho, desde comienzos de la década de los ochenta el capitalismo
español inició una feroz desindustrialización de Hego Euskal Herria, con el
apoyo de la burguesía vasca, que supuso un debilitamiento cuantitativo
considerable de la fracción industrial de la clase obrera, del «trabajador de
mono azul», para entendernos. Fue esta fracción la que vertebró hasta entonces
al pueblo trabajador vasco, la que inició las grandes huelgas insurreccionales
de 1890-1934, la que sostuvo la resistencia de 1936-1937 y los largos años de
plomo de la dictadura franquista, la que tras el impacto del Plan de
Estabilización de 1957 logró integrar con mucha eficacia la oleada emigrante y
dirigir la larga fase de lucha de liberación nacional de clase del tardo
franquismo y del post franquismo. La denominada «batalla de Euskalduna» de 1984
marcó el final de una fase y el inicio de otra en la desestructuración del
pueblo trabajador de la «Euskadi del hierro y el acero» y el intento de romper
definitivamente su centralidad para aniquilar el sujeto colectivo de
liberación. Esta ofensiva continúa en el presente con renovados bríos, para
cuya explicación nos remitimos al texto de debate del Lenin Eguna de 2012
-Lenin, Txabi, Argala: sobre la actualidad del V Biltzar- que ha quedado
validado en este año transcurrido.
Desde 2009, y también antes, el pueblo trabajador está sosteniendo una feroz
lucha de clases contra la burguesía vasco-española, contra su Estado. En muy
poco tiempo han habido seis huelgas generales e innumerables huelgas parciales
en empresas concretas, en zonas y pueblos, así como otros muchos conflictos
provocados por la sistemática ofensiva del capital. Durante estos combates
tiende a aumentar la estrecha alianza entre la clase obrera y los movimientos
populares dando forma, mediante la propia lucha, a un «nuevo» pueblo trabajador
«diferente» en su forma pero idéntico en la esencia al «viejo», que empezó a
agotarse a partir de 1984.
La formación de un «nuevo» sujeto colectivo de lucha, de un «nuevo» pueblo
trabajador requiere tiempo, lecciones aprendidas en las luchas y en las
derrotas, las nuevas formas no aparecen de inmediato sino que deben superar
muchas barreras, entre ellas, además de las obsoletas formas de pensamiento ya
periclitadas que se resisten a morir, también las mentalidades interclasistas y
reformistas que han aparecido al calor del desasosiego, de la incertidumbre y
del cáncer reformista que sigue a toda desestructuración impuesta por el poder
opresor, especialmente en franjas de la antigua militancia que se ha adaptado a
la lógica dominante, la del poder. Para contrarrestar estas tendencias ya
presentes en su época, Lenin insistió en la necesidad del estudio permanente de
la formación económico-social del propio país. Tarea que sólo podía realizarse
mediante una organización revolucionaria de vanguardia.
La izquierda abertzale deberá realizar un considerable esfuerzo teórico para
actualizar el logro del V Biltzar en respuesta a las necesidades creadas por el
capitalismo de comienzos del siglo XXI, pero mucho nos tememos que su parte
dedicada a la intervención parlamentaria no esté en condiciones de hacerlo, no
vea esa necesidad. Llama la atención que no se haya podido concluir aún una
definición común del bloque burgués dominante en Euskal Herria, y aunque
existen aportaciones individuales no existe una doctrina teóricamente asentada
que unifique al MLNV en esta cuestión decisiva. Vacío aún más lacerante en el
caso de Sortu, que se supone debe torear a diario las diferencias existentes en
las coaliciones Bildu y Amaiur, en las que existen grupos representantes de
fracciones de la pequeña burguesía. Pero el problema es infinitamente más
grave, ya que si no se define qué es la burguesía, no se puede definir qué es
la clase obrera y por tanto qué es el pueblo trabajador. Y si no se define el
sujeto activo y dirigente de la lucha de liberación nacional de clase: ¿a dónde
vamos…?
7. Nación e imperialismo
Una necesidad tanto más imperiosa cuanto que los cambios en el imperialismo
occidental, en respuesta a su crisis propia interna y a las presiones
exteriores de otras potencias, están a su vez forzando ataques muy duros a sus
clases trabajadoras y en especial a los pueblos que oprimen. Aquí, de nuevo,
las aportaciones de Lenin son decisivas, y muy en concreto la de la cuestión
nacional y la del imperialismo. A grandes rasgos, existen en Lenin dos grandes
fases en su investigación sobre la opresión nacional, siendo el año de 1913 el
que las separa. En la segunda, la cuestión nacional está más estrechamente
unida a las contradicciones capitalistas mundiales, al imperialismo, que en la
primera que es vista más en lectura estricta de derechos democráticos y
políticos, mientras que en la segunda estos derechos nunca negados son
complementados y enriquecidos a partir de una comprensión muy superior del
papel del imperialismo en la opresión nacional.
A partir de 1917 y sobre todo en las elaboraciones de los cuatro primeros
congresos de la Internacional Comunista, esta dialéctica entre imperialismo y
opresión nacional aparece magníficamente expuesta. Ninguna tesis burguesa, ni
siquiera reformista dura, ha llegado nunca a semejante brillantez, ni
remotamente. La ofensiva imperialista para recomponer su poder iniciada en la
mitad de los setenta ha confirmado y agudizado, mediante el poder creciente del
capital financiero-industrial y del capital ficticio, las tesis de Lenin sobre
la dialéctica entre el imperialismo y la opresión nacional; la ha confirmado de
tal modo, salvando críticas puntuales y necesarias, que ahora es totalmente
actual.
Si analizamos el contexto vasco vemos que tanto el pacto entre PNV, PSOE y PP
en Vascongadas como el apoyo básico del PSOE a UPN en Nafarroa aúnan, por un
lado, sus intereses autonómico-regionalistas con los estatales y, por otro
lado, con los del imperialismo occidental en este período. Lo mismo sucedió, en
esencia, en los pactos estratégicos de 1975-1978, pero con la diferencia de que
entonces el imperialismo occidental y el europeo, en concreto, se encontraban
en otra fase. La dialéctica entre la opresión nacional y el imperialismo se ha
fusionado del todo en este casi último medio siglo, pero sin embargo una parte
del MLNV no presta la atención suficiente a esta realidad objetiva. Sin querer
hacer leña del árbol caído, de la ponencia oficial de Sortu, y menos aún de la
perspectiva internacional defendida por la ponencia publicada por Gara a
finales de 2009, sí hay que decir que aquellas perspectivas han resultado
totalmente erróneas.
Lo malo es que se crearon falsas expectativas en las franjas abertzales más
débiles teórica y políticamente al sugerir la idea de que el imperialismo podía
hacer la vista gorda ante una lucha de liberación nacional de clase,
socialista, incluso dejándola avanzar si aceptaba el marco legal impuesto. El
imperialismo sólo acepta autoderrotas de los autovencidos, excepto en aquellas
luchas que logran victorias cualitativas, como la del IRA frente a Gran Bretaña
con los Acuerdos del Viernes Santo de 1998. Ante la ausencia de tales victorias
cualitativas de la izquierda independentista debe comprenderse el reforzamiento
de la opción proestatalista de la burguesía autóctona en Hego Euskal Herria.
PNV, UPN y PSOE, cada uno en su medida, representan al bloque de clases
dominante en el Estado español y a su sucursal en la parte vasca bajo
dominación española. El bloque burgués -PP, UPN, PSOE y PNV, y de manera
especial el Estado- sabe que la línea impulsada por Sortu no se basa en
victoria cualitativa alguna previa, como fue el caso del IRA provisional el
1998 -no entramos en valoraciones críticas internas al independentismo
irlandés-, sino en una decisión «unilateral» sin base previa conquistada.
Y aquí surge de nuevo la inaceptable e insoportable figura de Lenin, y del
marxismo en general, con sus referencias directas al pueblo trabajador como
sujeto revolucionario. La elaboración de una estrategia adecuada a unos objetivos
históricos no puede basarse en una ceguera del contexto mundial e interno, en
la ignorancia de las tendencias fuertes de la evolución objetiva mundial, y por
tanto vasca, en la creencia en que basándose en la «unilateralidad» y en la
«presión internacional» se doblegará mediante acciones de masas «no violentas»
y de «desobediencia civil» a Estados criminales y atroces como el español y el
francés. La dialéctica entre opresión nacional e imperialismo imposibilita de
raíz toda fantasiosa elucubración en este sentido, excepto, como hemos dicho,
si se parte de una posición de absoluta debilidad, de aceptación del orden
establecido.
La nación no es un ente químicamente puro, sin contradicciones clasistas,
informe y nebuloso, sino una realidad sociohistórica preñada de tensiones que
pueden saltar y estallar en duros conflictos internos apoyados por fuerzas
externas. El imperialismo explica este devenir. Sin la teoría del imperialismo
no comprenderíamos la historia del MLNV y menos aún las fuerzas reaccionarias
que ahora mismo vuelven a conjurarse para sellar un futuro de sojuzgamiento de
nuestro pueblo. Hemos de decir que si bien la mayoría de la izquierda
independentista es muy consciente de la importancia práctica de dominar la
teoría del imperialismo, sin embargo en determinados grupos de Sortu no se es
consciente de ello. Podemos poner ejemplos que aparentemente no guardan
relación entre sí pero que expresan lo que decimos: la muy peligrosa
indefinición de Sortu ante el euroimperialismo; la tardanza de Sortu para
posicionarse sobre la agresión a Siria, entre otras; la línea internacional de
Gara, etc.
La desidia en comprender la objetividad del imperialismo tal cual actúa a
comienzos del siglo XXI determina que sea imposible o muy difícil prever las
tendencias fuertes del bloque de clases dominante en el capitalismo occidental,
en los Estados español y francés y en Euskal Herria. Una de las razones que
explican el ambiente de desasosiego, cansancio y hasta de indiferencia que ha
cundido en las bases de Sortu es precisamente la de la descontextualización de
la línea impuesta sin argumentación seria, la no referencia permanente a la
realidad objetiva del imperialismo franco-español, del carácter reaccionario de
la burguesía vasco-española y del imperialismo en cuanto tal.
8. Independencia socialista
La cuestión del poder y del Estado era central en Marx y Engels, pero el
reformismo socialdemócrata la diluyó para abrir una brecha por la que colar la
supremacía del parlamentarismo en detrimento de la lucha de clases, de la lucha
de las masas en todos los espacios en los que existiera explotación, opresión y
dominación. Fue la izquierda, y Lenin en especial, la que recuperó esta
problemática, restituyéndola en su lugar prioritario. La conquista del poder
político-estatal aparecía ya desde el Manifiesto del Partido Comunista de 1848
como un objetivo a lograr mediante la interacción del programa mínimo con el
programa máximo, de la táctica con la estrategia y con los objetivos
irrenunciables. Mantener la dialéctica entre el programa mínimo y el programa
máximo, entre lo que ahora mismo se quiere conquistar como paso táctico que
acelera y acerca la conquista de los objetivos históricos expresados en el
programa máximo, es una constante revolucionaria, mientras que al contrario,
romper esa dialéctica y priorizar lo inmediato, lo táctico a costa de
debilitar, olvidar o renunciar a los objetivos y a la estrategia adecuada, es
una constante reformista.
Tras la Segunda Guerra Mundial el problema del poder estatal fue supeditado de
nuevo a los pactos interclasistas keynesianos y más tarde, cuando el
keynesianismo fue abandonado por la burguesía que optaba cada vez más por el
neoliberalismo, el reformismo eurocomunista fabricó la excusa de construir la
«hegemonía de la sociedad civil» sin atacar al Estado, sino presionando desde
fuera para llegar a la «democracia avanzada». Las fuerzas reformistas europeas
abandonaron hace décadas la lucha cotidiana, diaria y en todos los problemas
por la conquista del poder estatal, y la denominada «cultura progresista»
siente pánico cuando se le pregunta por esta cuestión, lo mismo que lo siente
cuando se le pregunta por la propiedad privada. Son tabúes cuyo sólo nombre
espanta. En el Estado español, la vuelta al reformismo mediante un giro verbal
había sido preparada desde 1956 cuando el PCE lanzó la consigna de la
«reconciliación nacional» en la que el problema del poder político-estatal se
esfumaba como conquista prioritaria. Después esta cuestión desapareció del todo
en Izquierda Unida (IU).
En la izquierda abertzale fue un sector de EIA-EE el que primero abrió la
puerta al abandono de los conceptos que explican las contradicciones
irreconciliables que enfrentan a opresores y oprimidos, imaginando que la
explotación desaparecería de la realidad simplemente dejando de hablar de ella.
Una ideología mágica e idealista que cree que es el lenguaje el que crea la
realidad: se adora al tótem de la democracia abstracta y al fetiche del
parlamentarismo, y no se cita al tabú de la explotación. Con el tiempo, otro
sector del MLNV «se olvidó» del socialismo, de la reivindicación permanente del
Estado vasco independiente, empleando cada vez más expresiones ambiguas y
polisémicas como «naciones sin Estado» en sustitución de naciones oprimidas o
pueblos nacionalmente oprimidos, etc., hasta llegar en el presente a priorizar
el concepto de soberanía sobre el de independencia, del mismo modo que el de
Amnistía está desapareciendo del lenguaje oficial, por no citar al de lucha de
clases, desconocido prácticamente en Sortu, pero cobrando vigencia en otros
sectores del MLNV.
La reivindicación permanente del Estado vasco inserto en una República
Socialista es una necesidad urgente para la supervivencia de Euskal Herria.
Pero su reivindicación requiere de una pedagogía política diaria en la que las
conquistas del programa mínimo estén siempre relacionadas con los objetivos
históricos. El pueblo trabajador tiene que vivenciar en su experiencia
cotidiana que la independencia socialista puede ser conquistada y que, en cierta
medida, lo está siendo ya en algunos aspectos no cualitativos mediante los
logros políticos, sean de lucha de masas, de movimientos populares y obreros,
de victorias electorales e institucionales, etc. Una vez más, y ante la
lentitud de Sortu también en esta cuestión, son otras partes del MLNV, como el
movimiento obrero y el sindicalismo sociopolítico, además del movimiento
popular, quienes asumen esa tarea. Por ejemplo, el texto colectivo sobre el
Estado vasco coordinado por Ipar Hegoa busca avanzar en este camino, a la vez
que muestra las grandes diferencias y hasta contradicciones existentes dentro
del amplio mundo abertzale.
Pero en cada explicación pedagógica sobre la dialéctica entre conquistas
tácticas actuales y objetivos irrenunciables a conquistar en el futuro, debe
siempre insistirse en que la República Socialista Vasca es irreconciliable con
el imperialismo, con la Unión Europea; que por mucha indefinición que se
mantenga en Sortu sobre la Unión Europea, a pesar de ese silencio suicida no se
extinguirá pacíficamente la contradicción antagónica entre el independentismo
socialista y el imperialismo, sino que irá agudizándose más si cabe en la
medida en que el pueblo trabajador se radicalice y se autoorganice fuera del
sistema parlamentario franco-español y contra él, por lo que debemos ir
preparándonos mental, política y materialmente para ello. Y nada de esto se
hace. Al contrario, de mil modos se intenta asentar entre las bases la creencia
de que se puede avanzar pacíficamente «gotita a gotita» hasta niveles altos de
«democracia vasca» sin contenido de clase, indefinida en el aspecto crucial de
la propiedad privada. Un sector del MLNV está cometiendo el mismo error del
reformismo a finales del siglo XIX y tras la Segunda Guerra Mundial: abandonar
la lucha por la conquista del poder estatal en su sentido fuerte, rompiendo la
dialéctica entre el programa mínimo y el programa máximo, limitándose sólo al
primero.
9. Resumen
En un momento del ¿Qué hacer? Lenin dice que hay que soñar, y que él mismo se
ha asustado al escribir esas palabras, procediendo de inmediato a criticar la
cerrazón de quienes rechazan el valor de la imaginación teórica. Aparte de que
aquí Lenin hace una brillante defensa de la heurística marxista, también está
destrozando con antelación todas las críticas que se le harán al libro sobre su
supuesto carácter plomizo, autoritario, ultracentralizador y disciplinador,
etc., cuando en realidad es todo lo contrario. El ¿Qué hacer? es un libro que
exige al lector tanta imaginación creativa y crítica para seguir sus argumentos
como la empleada por Lenin para escribirlo. Sin imaginación creativa no se
entiende el ¿Qué hacer? en su pleno sentido, y por eso no se entiende tampoco
la teoría marxista de la organización de vanguardia. Y es así porque esta
teoría rompe la grisácea pesadez del sentido común y de la lógica formal.
La ideología burguesa es sencillamente monótona, reiterativa y simple, lo que
la dota de una eficacia alienadora sorprendente. La ideología burguesa rechaza
lo complejo, múltiple, variable y contradictorio, por eso es aceptada con docta
ignorancia por la casta intelectual y por el reformismo. Frente a la teoría del
partido de vanguardia inserto en la forma-movimiento, cuya comprensión requiere
tanto de la experiencia práctica como del esfuerzo teórico, el reformismo ha
optado siempre por el partido de masas «abierto y amplio», que no exige
esfuerzo alguno ni de entendimiento ni de práctica militante.
En las condiciones actuales del MLNV el ¿Qué hacer? plantea tres reflexiones
críticas duras pero necesarias. Primera, es urgente crear una organización
militante de vanguardia que integre a las mejores personas, las más preparadas
y conscientes en la acción política revolucionaria destinada a poner en primer
lugar la lucha por la conquista del poder estatal vasco. Las mejores personas,
las más capaces de convencer con su pedagogía del ejemplo teóricamente guiado,
nunca de imponer por métodos burocráticos o de condicionar indirectamente con
métodos sucios y a espaldas de los debates democráticos.
Segunda, es urgente demostrar argumentativamente que hay reivindicaciones en
las que no se puede ceder abierta o solapadamente, porque son las que definen
al MLNV como la amnistía, la euskaldunización, el independentismo socialista,
el Estado vasco, el derecho a la revolución, el papel rector del programa
máximo sobre el mínimo, el papel de la lucha obrera y popular autoorganizada en
movimiento, el carácter secundario aunque importante del parlamentarismo, la
democracia directa y el control obrero y popular, etc.; o dicho en el sentido
contrario, debe activarse al máximo la lucha teórico-política contra las tesis
que relativizan o niegan actualidad a estas y otras reivindicaciones
esenciales.
Y tercera, es urgente concretar un programa mínimo que exprese lo común y
básico que identifica al MLNV en su conjunto, al estilo de lo que fue la
Alternativa Táctica de KAS, pero en las condiciones actuales de opresión
nacional de clase y patriarcal. Un programa mínimo que marque tanto los objetivos
inmediatos por los que lucha el independentismo socialista en su unidad
esencial de objetivos históricos irrenunciables, como los puntos de no
retroceso bajo ninguna presión o promesa del imperialismo franco-español.
En la medida en que se retrase la consecución de estas tres necesidades, en esa
medida se ahondarán las crisis internas arriba analizadas.
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A politizar el desafío de la sustentabilidad
Es inquietante la paradoja que ocurre
con la palabra sustentabilidad. Nunca antes en la Historia la humanidad tuvo
tanta urgencia ante una crisis de continuidad intergeneracional. Lo inédito de
la crisis es que, en simultáneo, nos afecta planetariamente y en todos los
lugares. Ese es el desafío mayúsculo de la sustentabilidad. Pese a ello, la
misma ha sido banalizada. No solo por los escépticos y ajenos, sino también en
debates bizantinos, por ejemplo, cuando se confunde con esa suerte de oxímoron
que es el “desarrollo sustentable”(que no problematiza lo insustentable del
desarrollo económico ilimitado). E incluso por las malas prácticas de algunos
que aquí, allá y acullá dicen actuar en pos de la continuidad.
Importa entonces situarla históricamente
y reflexionar sobre algunas relevantes tensiones que el desafío conlleva al
actual modo de vida. Es lo que haremos en este artículo. Primero, analizamos la
emergencia histórica de la sustentabilidad y su expansión transversal a lo
humano. Segundo, exploramos en la compleja tensión, en las sociedades y en los
sujetos, entre crecimiento económico ilimitado y sustentabilidad. En el punto
tres abordamos otra tensión que es expresión concreta de la contradicción precedente:
en las empresas la tensión entre lucro y sustentabilidad.
Aclaro de inmediato que nuestras
reflexiones no serán técnicas -abunda la literatura especializada y académica.
Nos centraremos en la pertinencia de llevar el debate a la arena política, una tarea
ineludible de los nuevos actores socio-políticos. Pues, lisa y llanamente, hoy
la sustentabilidad es una “Res
publica”(cosa pública), prioritaria en los
asuntos de la Polis.
En Chile ha habido “desidia”
institucional -no así en organizaciones ciudadanas-, mientras en paralelo
avanzan los dramáticos efectos económicos, sociales y ambientales de la
eco-crisis: la sequía y desertificación, la consecuente falta de agua, el shock
de la pesca y la agricultura, la cuestión energética.
1) La idea-práctica sustentabilidad,
activada por la crisis ecológica, es un emergente histórico que responde al
actual desafío de conservar la continuidad en la relación entre cultura humana
y ecosistemas.
El significado de las palabras
sustentable y sostenible nos permitirá explicar su profundidad cultural. Dice
la RAE de sustentable: que se puede sustentar, el acto de conservar algo en su
ser o estado. Y de sostenible: un proceso que puede mantenerse a sí mismo. De
esas bases surge la fuerza conceptual y práctica que conlleva la articulación
del sentido de ambas palabras: para que un proceso-sistema (social) se
auto-reproduzca, éste debe conservar algo.En
esa potencia precisamente radica el por qué ahora la emergencia y relevancia de
la sustentabilidad/sostenibilidad.
Hoy sabemos que el cambio climático, la
perdida de biodiversidad, la contaminación de las aguas y océanos, la
deforestación, podrían incidir en la auto-reproducción del sistema social. Así de
asertivo fue el último informe científico de las Naciones Unidas (septiembre
2013), concluyendo que las causas de la crisis son antrópicas: una civilización
basada en los combustibles fósiles y enfocada en el crecimiento económico
ilimitado, en la maximización de la producción y en el consumismo. Si bien el
modo de vida moderno es de larga data (siglos en occidente), los primeros
síntomas agudos de la crisis ecológica se hicieron sentir en los años sesenta
(informe científico del Club de Roma), hasta llegar a un presente,
globalización mediante, con un diagnóstico socio-ambiental perturbador.
Es ahora entonces cuando adquiere todo
su sentido que la condición para un acoplamiento estructural (1)
sustentable entre cultura y biosfera supone conservar y auto-reproducir una relación no destructiva entre el modo de
vida humano y los ecosistemas y la biodiversidad. Pues, la actual relación,
destructiva, no da para más. Con nuestra enorme huella ecológica, la red que es
la biosfera se ha saturado (volveremos sobre esto).
La crisis ecológica esuna encrucijada histórica y
cultural. En las últimas cinco décadas, los ecos de la idea-fuerza
sustentabilidad han empezado a resonar en todos los ámbitos humanos.
En lo económico, ha inspirado algunas
reformas hacia la sustentabilidad y también una crítica radical a la lógica del
crecimiento económico ilimitado, del progreso y del desarrollo, del
productivismo y consumismo. Crítica que ha animado una diversidad de
reflexiones y acciones en pos de una neo-economía con criterios ecológicos:
“PIB” Verde o cuentas verdes, economía del decrecimiento, economía ecológica,
economía solidaria, retirada sostenible, crecimiento cero, entre otros
conceptos provenientes de las ciencias sociales y del activismo contracultural.
En lo energético, ha puesto urgencia a
la necesidad de una reconversión tecnológica hacia fuentes generadoras con
mínimo impacto en los ecosistemas. En un par de décadas ha sido una constante
la expansión de las ERNC y sorprendentes las innovaciones para hacer más
eficiente el uso de la energía.
En lo socio-político, en el nivel
planetario y local, las malas prácticas ecológicas (y su reverso que es la
conciencia del desafío de la sustentabilidad), han traído una multiplicación de
los conflictos socio-ambientales, nuevos movimientos ciudadanos y políticos
críticos al actual modo de vida, nuevas formas de gobernanza y de diálogo
social tripartito (gobiernos, sociedad civil, empresas). Un botón de muestra es
el excelente mapa virtual de conflictos socio-ambientales
(http://ejatlas.org/), preparado por académicos y activistas. En el vemos como
los conflictos ocupan todo el planeta y la diversidad de actores: gobiernos,
empresas, comunidades.
En nuestros hábitos cotidianos, la
sustentabilidad ha inducido la emergencia de una cultura del manejo de los
desechos, el reciclaje, la desmaterialización de la economía, nuevas prácticas
de consumo responsable o un nuevo modo de vida en actitud de simplicidad
voluntaria.
En la arquitectura y el diseño, en la
construcción urbana e industrial, ha generado nuevas ideas y prácticas, por
ejemplo, el uso de nuevos y viejos materiales y de formas eco-sustentables.
En el arte (literatura, plástica y
cine), una pléyade de creadores han incorporado en sus obras el desafío de la
sustentabilidad. Con sus luces, en metáfora optimista, han expresado la
necesidad de un nuevo modo de vida o bien la revaloración de lo antiguo o
imaginado. Con sus grises, han desnudado la complejidad humana y las
dificultades para el cambio cultural. Con sus sombras, han marcado la eventual
autodestrucción de la civilización, por ejemplo, en el cine, el caos final,
ambiental y emocional, aparece una y otra vez en la pantalla en las últimas
décadas.
Los gobiernos, a sus ritmos, han ido
asumiendo el desafío a través de nuevas instituciones (ministerios de
sustentabilidad y coordinaciones transnacionales), más leyes y regulaciones en
el eje multinivel, desde lo global, pasando por lo regional-continental, hasta
el estado-nación y lo local.
Las empresas, con su propia complejidad,
han sido interpeladas socialmente por la sustentabilidad. De hecho, el modelo
de gestión del triple Bottom Line (Elkington, 1997) o de Responsabilidad Social
(RS), ha sido su singular respuesta adaptativa. En el modelo, junto a la
tradicional variable del lucro/negocio, las empresas, en su gestión estratégica
y en sus mediciones, han debido atender a una segunda y tercera variable. La
variable ambiental para responder a las nuevas regulaciones y la fiscalización
ciudadana y la variable relación horizontal con las comunidades, que hoy
entregan una suerte de Licencia
Social para operar (en el punto 3, por su
relevancia en el conflicto socio-ambiental, nos explayamos en esta materia).
En las relaciones interpersonales,
conceptos y valores como la Legitimidad del Otro (Maturana,
2005) y laConciencia
empática (Rifkin, 2010) promueven un nuevo
trato entre los seres humanos y con el entorno. Ellos nos han venido a recordar
que el desafío de la continuidad intergeneracional, amén de la sustentabilidad
socio-ambiental, también implica hacernos cargo de la Sustentabilidad emocional(Dinamarca, 2011).
Como se lee, en muy pocas décadas
(considerando que se trata de un proceso de cambio histórico y cultural de
larga duración), la sustentabilidad ha tendido a encarnarse transversalmente en
las razones, emociones y conductas de los seres humanos; convirtiéndose así en
una suerte de guía en construcción para una nueva relación entre cultura (que
es naturaleza) y naturaleza (que es humanizada) o lo social/natural implicados,
so riesgo de la continuidad intergeneracional.
2) Es extraordinaria la complejidad
asociada al proceso de construcción histórica de una sociedad sustentable, pues
vivimos en una cotidiana tensión, en los sujetos y en las sociedades, entre
crecimiento económico ilimitado (productivismo, consumismo) versus
sustentabilidad.
A la hora de hacer un breve balance
sobre la deriva cultural de la idea-práctica sustentabilidad, en sus apenas
cuatro décadas, la buena noticia es que en el imaginario y en las prácticas
humanas se ha expandido de una manera que ni los más entusiastas de sus
primeros constructores hubiesen imaginado. Vivir tal proceso ha sido la
experiencia de una generación.
Basándonos en la taxonomía de un
académico brasilero (Baldissera, 2010), distingamos cuatro tipos de sujetos en
función de lo que la sustentabilidad les evoca y provoca:
Tabla comparativa sobre percepción de la
sustentabilidad
1) Sujetos que viven integralmente, en conciencia y en sus prácticas, el
desafío de la sustentabilidad
|
2) Sujetos que la asumen solo de manera pragmática y con objetivos
tácticos (porque agrega valor).
|
3) Sujetos que la ven como una moda que solo implica gastos, luego, la
cuestionan y la niegan.
|
4) Sujetos inmersos en una miseria material y cultural que ni siquiera le
decodifican.
|
Como
toda taxonomía, esta solo clasifica y es un corte en el tiempo. Por ello, no
alcanza a dar cuenta del hecho cualitativo que el tipo 1 y el tipo 2 (los
sujetos a quienes evoca ya sea un valor central o un valor periférico), han ido
adquiriendo cada vez más presencia en las sociedades. Mientras, el tipo 3 y 4
(a quienes los provoca o le ignoran), han tendido a disminuir su presencia.
Entre las nuevas generaciones, además, el tipo 4 tiende a desaparecer y el tipo
1 y 2 son claramente expansivos. Tampoco la taxonomía da cuenta del
desplazamiento en el tiempo de los sujetos del tipo 2 al tipo 1, activado ya
sea por la educación en sustentabilidad y/o por la profundidad de la evidencia
de la crisis socio-ambiental. Esa es la buena noticia.
La mala es que pese a las expansivas
prácticas pro sustentabilidad, en la dura y compleja vida económica y social,
así como en los pasillos de la avaricia, aún asistimos a muchas experiencias,
personales y empresariales, abiertamente anti sustentabilidad. Solo repasemos
el par de absurdos estructurales hoy más conocidos (e invitamos al lector a que
evalúe sus propios bemoles cotidianos).
Las grandes potencias, sino todos los
países, avanzan ciegos hacia el despeñadero, insistiendo en la locura
autodestructiva de incrementar la energía que aportarían los nuevos hallazgos
de combustibles fósiles (el gas share y
las arenas bituminosas de petróleo están de moda y el carbón aún abunda en las
matrices energéticas). Es decir, algo así como si la temperatura en los
próximos años subirá X grados, cuya consecuencia ya sabemos será disruptiva
para el actual modo de vida, entonces adelante y que suba X al cuadrado.
Además, todavía es hegemónico el modelo
–que nació en Europa- del Planeta Americano (la
expresión es del periodista Vicente Verdú). En la tardo-modernidad, chinos,
indios, latinoamericanos y africanos, participan de una frenética carrera en
pos del crecimiento material. Los centros de estudios que observan la huella
ecológica de la actual civilización, han concluido que sí toda la humanidad se
plegara a los excesivos estándares de producción y consumo (de USA y Europa),
necesitaríamos 5 planetas para auto-reproducirnos. Hoy, con la actual
“distribución” del despilfarro, necesitamos ya casi de 2 tierras
(http://www.footprintnetwork.org/es/). Insostenible.
Con el precedente contrapunto de buenas
y malas noticias, hemos querido marcar la extraordinaria complejidad asociada a
la tensión entre el crecimiento económico ilimitado (como “sostenedor” de los
actuales estándares de producción y consumo y, lo más relevante, como
“sostenedor” del servicio de reproducción de lo laboral) versus el desafío de
la sustentabilidad, que necesariamente conlleva una innovadora alteración del
actual modo de vida.
Esa tensión involucra a toda la
sociedad, pues, vivimos en un modo económico globalizado, cuya metáfora más
sugerente podría ser la de un mega metabolismo social. En efecto, la red global económica, industrial,
social, tecnológica y financiera creada por la modernidad, en su ocaso, es
omnipresente. Nos envuelve y atenaza prácticamente a todos en la inercia
inclusiva de una red de bienes y servicios. En ella, cada hombre y mujer, desde
sus singularidades, aporta con su inteligencia y oficio, y también todos
actuamos simultáneamente como productores y consumidores.
La tensión más acuciante de la actual
civilización es que en caso de seguir creciendo económicamente profundizaremos
nuestro desacoplamiento de la biosfera y los ecosistemas, ergo, con resultados
catastróficos para el modo de vida de la civilización y para los seres humanos
(insustentabilidad ambiental). Pero, en caso de una brusca ruptura del
crecimiento económico podrían advenir efectos dramáticos en cuanto a cohesión y
reproducción socio-laboral (insustentabilidad social). Sabemos que de parar la
locomotora del crecimiento, tal como lo sugiere la razón analítica, podrían
sobrevenir crisis y explosiones sociales.
Hoy es consenso académico que el cambio
climático irá generando aún más amplias e inéditas crisis socio-ambientales y
migraciones masivas con sus inminentes secuelas de conflictos sociales por
recursos en diversas regiones del planeta. Ni siquiera podemos imaginar lo qué
ocurriría en nuestro actual modo de vida, en cuanto a fuentes laborales, si
acaso pudiéramos parar en pocos años la maquina energética de combustibles
fósiles y el productivismo y consumismo desbocado, que es lo que la razón
aconseja hacer con la mayor urgencia para alcanzar a mitigar y adaptarnos a la
crisis de sustentabilidad en nuestra relación con los ecosistemas. ¡Qué tensión
y desacoplamiento estructural entre la “maquina socio-económica mundo” y la
biosfera!
Históricamente digamos que como
humanidad asistimos a una contradicción entre el desorbitado crecimiento del ya
antiguo modo de producción moderno (el sistema-mundo del que nos hablara
Immanuel Wallerstein) y la imposibilidad del bio-sistema planetario de soportar
el daño que aquel progresivamente le infiere.
Realicemos el ejercicio de complementar
la descripción de esta nueva y vital tensión, trayendo libremente al presente
una de las más sugerentes tesis del filósofo de la Historia y economista Carlos
Marx:determinadas
relaciones de producción de una época antigua se pueden convertir en una traba
para la expansión de nuevas fuerzas productivas y de nuevas relaciones de
producción (un nuevo modo de organizar el
vivir económico).
Si observamos a las relaciones de
producción en tres dominios. Uno, como relaciones de apropiación y distribución
de la riqueza. Dos, como los motivos y valores que mueven a los seres humanos
en la producción de bienes y servicios. Y tres, como las relaciones entre los
sujetos (y clases o colectivos) en los mercados y en cualquier interacción
económica. Entonces resulta inequívoco que las antiguas relaciones productivas
modernas, hoy están trabando las nuevas relaciones de producción y el
desarrollo de las nuevas fuerzas productivas ecológicas que la humanidad ya
tiene a mano para superar la crisis de sustentabilidad.
Por ejemplo, hoy están operando nuevas
fuerzas productivas eco-tecno-eficaces que son un expansivo núcleo duro o
matriz de una potencial nueva economía postmoderna (y usamos el prefijo pos
solo en el sentido de posterior, en este caso, a la economía moderna). Hoy
existe el conocimiento y la capacidad para multiplicar la generación limpia de
energía. Hoy se dispone de la tecnología para avanzar hacia la
desmaterialización de la economía, mediante el reciclaje y la reorganización de
la materia prima ya transformada que circula en el mundo.De hecho, desde el año
2000, en Hannover, Alemania (líder en eco-tecnología, gracias a las políticas
del partido Verde), se realizan ferias planetarias con las grandes innovaciones
tecnológicas en las nuevas fuerzas eco-productivas.
Sin embargo, esta emergente capacidad de
producción eco-tecno-eficaz se ve frenada por relaciones de producción propias
de una época ya antigua; relaciones todavía basadas en valores, principios y
dogmas como la apropiación y la acumulación, la sobreproducción y el
consumismo, la maximización del lucro (que no es lo mismo que obtener
beneficios), el descriterio del costo-oportunidad en el corto plazo, la no
redistribución y la unilateral competencia.
Si como sociedades, tanto en la gestión
política y en lo personal, potenciamos pragmáticamente la emergente
expansión-creatividad de las nuevas fuerzas eco-productivas. Si nos
auto-educamos para poner en el centro a las emergentes relaciones de
producción, entre otras, la revalorización de la colaboración, la
profundización de la práctica de la redistribución y la equidad, los beneficios
razonables –que no destruyen ni al otro ni al entorno- y la emoción del respeto
y el vivir en una simplicidad voluntaria. Si así lo hacemos, tal como lo
sugieren una diversidad de actores/agencias de la idea-fuerza sustentabilidad,
entonces podríamos profundizar en un potencial de transformación capaz de conservar
una nueva relación entre cultura y biósfera, permitiendo un buen vivir a las
generaciones futuras.
Sin embargo, aún son hegemónicas las
antiguas-modernas relaciones de producción que, en el mismo acto de frenar a
las emergentes relaciones y fuerzas productivas de la sustentabilidad, ponen en
cuestión la continuidad intergeneracional. En el cómo resolvamos esta vital
encrucijada histórica se juega la manera en que accederán al futuro nuestros
hijos.
Como hemos reiterado, las propuestas y
acciones acerca del qué hacer se han venido co-construyendo desde los años 60.
En las última décadas, ya evidentes los peores augurios del cambio climático y
de la pérdida de biodiversidad, estos movimientos contraculturales se han
multiplicado en todo el mundo, así como los gobiernos y las empresas, a su
manera, han intentado enfrentar la eco-crisis.
En el ámbito europeo, el Movimiento Zeitgeist (espíritu de la época), que es transversal
académica y socio-políticamente, se ha venido masificando con su postulado
de transitar
desde una economía del lucro a unaeconomía de los recursos (Joseph, 2011). En América Latina, redes de
académicos y activistas, multiculturales, han propuesto el nuevo paradigma
pos-colonial y del post-desarrollo, coincidiendo con la mirada del Zeitgeist del norte en torno a la necesidad de un Buen Vivir basado en una economía colaborativa y de la
sustentabilidad de los recursos. En India y China también asistimos a un
activismo de la alteración cultural que cuestiona el proceso de modernización
impulsado por sus gobiernos, producto de las dramáticas secuelas de daños
ambientales y sociales.
Hemos usado una y otra vez la expresión
una “tensión
extraordinariamente compleja” (entre crecimiento económico y sustentabilidad) con el
objetivo de relevar que el desafío de la sustentabilidad requiere de
innovadoras miradas, de colaboración en el inevitable conflicto, de radicalidad
y mesura.
En tal desafío no existen los “puros” y
los “impuros”, tan solo hay prácticas sustentables y no sustentables. Tampoco
existen los atajos ni son efectivos los grandilocuentes llamados maximalistas a
cambios económicos y sociales inmediatos. No. En esto es imprescindible una
gestión política que en un proceso sostenido avance en pos de un cambio
cultural hacia la sustentabilidad en todos los asuntos de la Polis, cuyo
resultado serán las ineludibles y paulatinas transformaciones económicas,
sociales y emocionales.
Si queremos transitar con los menores
traumas sociales y existenciales hacia una sociedad sustentable, necesariamente
habrá que confrontarse, dialogar, consensuar y otra vez confrontarse, dialogar
y consensuar. En el proceso, sin duda, es fundamental no soslayar ni esconder
las profundas diferencias ideológicas y valóricas que forman parte constitutiva
del tan humano conflicto de miradas. El devenir hacia la sustentabilidad
conlleva y conllevará rupturas, sean sociales o inesperadas, causadas por
eventos inmanejables, y reformas constantes al actual modo de vida aún
hegemónico.
En ese contexto, tan desafiante, los
actores políticos y sociales, académicos y activistas, están llamados a
facilitar la sinergia entre las inteligencias individuales y la inteligencia
colectiva de las organizaciones para su contribución innovadora en pos de la
sustentabilidad. Están llamados a hacerlo por la responsabilidad con nosotros
mismos, con el prójimo, con las generaciones que vendrán y con todos los seres
vivos. Están llamados a hacerlo con urgencia. Hacerlo es condición y esperanza
de superar las actuales tensiones y así avanzar en la co-construcción de una
sociedad sustentable.
Ese es el crucial desafío de época.
Desplegar esa voluntad, emoción e inteligencia es una acción y responsabilidad
compartida entre gobiernos, partidos políticos, empresas y organizaciones
ciudadanas. Así lo exige el hecho de vivir en un mundo interdependiente, donde
ni solos ni separados podemos resolver estas tensiones.
3) Los expansivos conflictos
socio-ambientales en la sociedad y la tensión entre lucro y sustentabilidad
(RSE) en las empresas.
En el punto anterior sistematizamos las
cuatro conductas de los sujetos ante la sustentabilidad: uno, quienes la
convierten en un modo de vida; dos, los sujetos que la viven pragmáticamente;
tres, los que la cuestionan; y cuatro, aquellos que la ignoran.
En la misma línea, la consultora y
académica colombiana, María Emilia Correa, ha tipificado cuatro distintas
etapas en las empresas ante la sustentabilidad: a) gerencias ajenas a la
sustentabilidad, b) otras que la ignoran o cuestionan en privado y se maquillan
en público (equivalente a los sujetos nivel 4-3 de Baldissera); c) las que
están en la etapa de asimilación pragmática (equivalente al nivel 2), y d), las
que intentan comportarse en coherencia con los ecosistemas y con las
comunidades (equivalentes al nivel 1). Lo cualitativo es que la idea-fuerza
sustentabilidad ha sido expansiva en los sujetos y en las empresas. (Dinamarca,
2013).
¿A qué viene este repaso de conceptos y
afirmaciones? A nuestro interés en problematizar y discutir un asunto muy
controversial en el país: nos referimos al modelo de gestión en Responsabilidad
Social Empresarial (RS), que es la manera cómo arribó la sustentabilidad a las
empresas, con sus incoherencias y potencialidades. En especial, discutir sobre
la emergente y compleja tensión en las empresas entre lucro ilimitado y
sustentabilidad.
Partamos por sistematizar otra taxonomía
que da respuesta al cómo los sujetos y empresas perciben y actúan ante el hecho
histórico RS. En la sociedad chilena observamos tres lógicas o miradas/acciones:
Tabla comparativa con los 3 tipos de
lógicas/miradas
1) Las empresas-sujetosque viven la RS desde una lógica de la incoherencia e impostura.Aún animadas por el unilateral afán de
lucro, son las empresas que suelen cargar sobre sus malas prácticas la
responsabilidad en las mayores crisis socio-ambientales. Son las empresas hoy
insustentables.
|
2) Los sujetos-organizaciones que viven y asumen la RSE desde lalógica de la desconfianza y la sospecha. Para quienes la RS es simplemente un
artificio de las empresas para continuar “dominando el mundo”. La mirada de
la sospecha niega a priori y en cualquier lugar el diálogo con las empresas
en pos de la sustentabilidad.
|
3) Los sujetos-empresas-organizaciones que viven la RS desde una mirada histórica a las ineludibles brechas de gestión en su aplicación y
observan autocríticamente sus propias y humanasinconsistencias (errores, falta de solidez) en sustentabilidad. Son las empresas
que intentan aplicar con seriedad un modelo de gestión que incorpora el
respeto a la normas socio-ambientales y un vínculo pro-activo con las
comunidades en el desarrollo de sus proyectos productivos.
|
Fuente: elaboración propia
De inmediato aclaramos que la distinción
entre empresa/sujetos de la incoherencia e impostura (tipo 1) y
empresas/sujetos de las brechas e inconsistencias (tipo 3), en los hechos, es
difícil de observar.
Si bien es marcada la diferencia en
estilos y propósitos entre ambos tipos de empresas, la línea que las separa es
tenue a la hora de advertirlas. Hay que aguzar el ojo para diferenciar una y
otra conducta, más aún cuando distinguirlas con claridad tiene enormes
consecuencias prácticas, en especial para el diálogo socio-político y la
necesidad de mediación entre las empresas y comunidades en los conflictos
socio-ambientales (ya volveremos sobre este último punto, muy importante).
Las empresas de la impostura son
autoconscientes de la ausencia de conexión entre su decir y el hacer en
sustentabilidad, pero ocultan sus incoherencias, por ejemplo, en los reportes a
organismos fiscalizadores, porque sus directivos desdeñan o lisa y llanamente
no creen en el modelo de gestión en RS. En cambio, los directivos y los equipos
de trabajo de las empresas de las inconsistencias intentan aplicar el modelo de
sustentabilidad, pero, en tanto moran en la humana ambigüedad, saben de brechas
de gestión, a veces aciertan, otras se equivocan.
El lector ya habrá observado que en
nuestro uso, sobre la base de la RAE, la incoherencia es ausencia de conexión,
en este caso, entre lo que se dice y lo que se hace en sustentabilidad.
Considerando que esa ausencia de conexión suele ser consciente, es impostura o
insinceridad. Sus principales críticos, en la mirada de la sospecha y
desconfianza, duramente las califican como empresas hipócritas. Por su parte,
la inconsistencia es falta de consistencia. Es una inconsistencia la carencia
de fundamentos sólidos al momento de argumentar o realizar una práctica. Desde
esa perspectiva, la inconsistencia es un error que puede ser superado en un
tránsito de aprendizaje. En ese sentido, un error en sustentabilidad en las
empresas de la inconsistencia es una brecha.
La línea que separa las empresas de la
incoherencia de las impresas de la inconsistencia, además, es traspasable. El
cambio hacia la sustentabilidad o el traspaso de la línea divisoria suele
ocurrir con posterioridad a sendas crisis de las empresas de la impostura. Tras
las crisis, las empresas que las viven, intentan caminar al ritmo de una nueva
mirada, incluso muchas veces mediante un cambio completo de directivos. En
Chile, en la literatura especializada se suele ejemplificar con CELCO, que de
contar con ejecutivos torpes y adalides de la incoherencia en sustentabilidad,
tras su mega crisis el 2005, renovaron a su planta gerencial con profesionales
conscientes de la relevancia del desafío. Otras empresas empiezan a transitar
hacia la sustentabilidad precisamente luego de constatar los efectos
devastadores de las crisis socio-ambientales entre sus pares.
En otra tecla, la experiencia indica que
es el mismo quehacer de las empresas de la incoherencia y la impostura en RS
(tipo 1), la que da pie a los argumentos de la mirada de la desconfianza y la
sospecha ante la RS (tipo 2). Digámoslo
con asertividad: los argumentos de los segundos, a veces iracundos e
irreflexivos, encuentran un sustento en la impostura de las primeros. Unos y
otros se realimentan.La empresa de la impostura ignora y a veces teme a la
lógica de la sospecha, mientras la última habla desde centros ideológicos y
sectores de la ciudadanía con legítima rabia ante las malas prácticas e
incoherencias en RS de esas mismas empresas.
Los ideólogos de la sospecha afirman que
las empresas transnacionales y el capitalismo, sin contrapeso social ni
político tras la caída del Socialismo Real, habrían inventado la marca RS solo
para expandir con mínima resistencia y hasta los últimos lugares del planeta el
dolor social que genera el capitalismo. La RS, según esa lógica, sería apenas
un conspirativo plan de las empresas para dar continuidad a su dominio en el
mundo. En su desconfianza, los actores de la sospecha a priori se niegan a
reconocer cualquier mejoría en sustentabilidad socio-ambiental y emocional en
la gestión de aquellas empresas que si intentan aplicar el modelo.
Es claro que la mirada de la sospecha se
apoya en antecedentes y en sólidos datos del presente. No pocas crisis
ambientales y sociales, en especial en Chile, resultan de la mala gestión en
empresas incoherentes en la aplicación del modelo de RS. Hay también suficiente
evidencia histórica sobre los efectos del capitalismo y del socialismo en la
destrucción ambiental y social. Ambas evidencias han dado vigor a innumerables
y profundas críticas teóricas a los dos sistemas que, matices más menos, han
competido y alternado en la administración de la modernidad realmente
existente.
Dicho eso, sin embargo, aquello no
otorga legitimidad al hecho de negarse a la pregunta pertinente en el dominio
específico del tema: ¿si algunas empresas lo están haciendo mejor o peor ante
el desafío de continuidad intergeneracional que nos evoca la idea-práctica
sustentabilidad? Y menos valido aún es el gesto teórico y práctico de no
realizar la distinción entre las empresas que se limitan a aparentar que
aplican el modelo de RS versus otras empresas que, en el acto de intentar
aplicar con seriedad el modelo, saben de brechas que pueden ser superadas.
Estas últimas hoy son por excelencia las
llamadas empresas B y las empresas sociales, cuya génesis y misión en los
últimos años ha sido inspirada por el paradigma de la sustentabilidad. Y
también lo son antiguas empresas que, ya sea motivadas por razones de mercado,
cada vez más regulado en estas materias, o por un cambio personal entre algunos
directivos y trabajadores, dado el nuevo contexto histórico, que incorporan en
su gestión mejores prácticas en sustentabilidad.
Algunas empresas, en tan solo una década,
RS y regulaciones mediante, se han visto impelidas a incorporar nuevas
prácticas socio-ambientales y en sus relaciones con el entorno. Afirmar esto no
es sinónimo de decir algo así como “esta todo bien”, sino tan solo constatar
que en comparación con lo que ocurría hace 20 o 30 años, en este dominio, han
ocurrido cambios importantes. En unas empresas más que en otras, por supuesto.
Hoy en las gerencias serias es
impensable no evaluar a priori la complejidad social y ambiental de los
proyectos. A diferencia del ayer, el “sentido común” en la sociedad no aplaude
cualquier iniciativa productiva. Hoy las comunidades, incluso a veces con
exceso de celo debido a desinformación, están atentas a las implicancias
sociales y ambientales de los proyectos productivos. Por ello, las empresas han
venido aumentando las inversiones en tecnología amigable con el ambiente y
creando nuevas formas orgánicas en el relacionamiento con la sociedad. Ambos
procesos inequívocamente mejores si lo observamos desde el tamiz de la sustentabilidad.
La empresa de la impostura e
incoherencia en RS y la lógica de la desconfianza y la sospecha, aunque
contrapuestas, son en última instancia ajenas, ya sea por voluntad o
desconocimiento, a la idea-fuerza de la sustentabilidad. La empresa de la
incoherencia actúa interesada y preocupada por los obstáculos, límites y
tensiones que la idea fuerza-sustentabilidad impone al lucro. La lógica de la
sospecha actúa desde la desconfianza a priori por carecer de una históricamente
situada comprensión del paradigma de la sustentabilidad, amén de persistir en
una adscripción acrítica al antiguo paradigma moderno del conflicto social
excluyente.
En nuestra mirada, es fundamental
analizar estas materias en perspectiva histórica. La lógica de la empresa de la
impostura e incoherencia es coincidente con el imaginario y “sentido común”
(paradigma social) de la modernidad. Los mismos motivos y valores que desde la
ya añosa génesis de la modernidad animaron a los seres humanos (y aún animan a
muchos), son los que perduran en la misión de esas anacrónicas empresas;
anacrónicas porque hoy se niegan a asumir el desafío histórico y la nueva
mirada de la sustentabilidad, que era inexistente en los orígenes de la empresa
moderna.
La construcción de la misión y mirada de
las empresas y sujetos modernos fue un largo y complejo proceso histórico.
Veamos.
El historiador Maurice Dobb en su
clásico Estudio
sobre el desarrollo del capitalismo (2005)
repasa el origen del sistema económico en la época moderna. Dobb recuerda que
el espíritu [paradigma social, diríamos hoy] que inspira los comportamientos
humanos y la vida de una época es el que conduce a determinadas formas y
relaciones económicas. En ese sentido, el espíritu o ánimo que emergió en los
siglos XVI-XVII condujo a las formas y relaciones económicas características
del mundo moderno. (Esas características fueron comunes al capitalismo y
socialismo: importa apuntar que algunos autores, en especial Albert Ven Dicey,
originalmente diferenciaron entre un capitalismo de los individuos, hasta 1870, y luego un capitalismo colectivista debido a la influencia que fue adquiriendo el
pensamiento socialista moderno en todas sus variantes).
Según Dobb, aludiendo a historiadores
del devenir económico como Sombert, antes que el hombre capitalista [que,
reiteramos, emergió en los siglos XVI-XVII, según lo afirman la mayoría de los
historiadores económicos] existió un hombre pre-capitalista: que era un hombre natural, que concebía la vida económica como la simple
provisión de sus necesidades naturales. En la época pre-capitalista en el
centro de todo esfuerzo y de todo cuidado estaba el hombre viviente: él era la
medida de las cosas.
Lo anterior refiere al hombre viviente,
concreto, como medida de las cosas, en oposición o marcando la diferencia con
el mero cálculo cuantitativo para medir todas las cosas, que, como leeremos,
será lo característico del sistema económico que emergió con la época moderna.
Con el nacimiento del capitalismo, el ser humano empezó a hacer algo muy
distinto a lo que antes hacia el hombre natural.
¿Qué hizo la nueva mirada moderna y el
sistema económico que le concernía? El capitalismo desarraiga al hombre
natural, trastorna todos los valores, ve en la acumulación de capital el motivo
dominante de toda actividad económica y con fría racionalidad y métodos de
cálculo cuantitativos subordina a este fin a todos los aspectos de la vida. Y
Max Weber, también según Dobb, destaca lo mismo: cuando empieza a dominar el
afán de lucro, la búsqueda de ganancias racional y sistemáticamente, y cuando
aparecen las empresas [en competencia entre sí] para satisfacer las necesidades
de un grupo humano, estamos en presencia de la época moderna y del capitalismo.
(Dobb, 2005)
Como leemos, en la misma génesis
histórica de la empresa moderna, en el centro de su misión (y del sujeto humano
que la anima), se instaló un conjunto de valores y prácticas: el afán
hegemónico y sistemático por maximizar las ganancias, la acumulación de capital
a través de la competencia entre individuos o vía la planificación del Estado;
todo de la mano de una fría racionalidad y métodos de cálculo cuantitativos
ante los cuáles se subordinan los distintos dominios de la vida.
Ahí estaba el origen de lo que hasta
hoy, exacerbado en la tardo-modernidad, ha sido la misión de las empresas
modernas: maximizar la producción, el crecimiento y lucro ilimitado, evaluar
los emprendimientos sobre la base del costo y la oportunidad en el corto plazo,
la no consideración de la variable ambiental y del entorno social (eran
externalidades), ya que en la ecuación solo entraban el trabajo, la técnica y
la acumulación-rentabilidad del capital.
No podemos pasar por alto que en los
orígenes de la modernidad descrita por Dobb, ya estaban presentes casi todos
los valores propios de la misión de la empresa capitalista, salvo uno: el
incentivo al consumismo. En rigor, en el proceso de acumulación inicial, el
burgués, el capitalista, promovía el valor del ahorro.
Sin embargo, como la producción que se
maximizaba debía necesariamente encontrar compradores, a principios del siglo
XX se inventaría el ingenio financiero que son las tarjetas de crédito (en
USA). El nuevo instrumento es el que permitirá la lógica imparable del
consumismo. En su lado A aceleraría el “progreso material” y en su lado B
conllevaría la “prisión existencial” de las deudas en las que empezó a vivir el
hombre y la mujer común. Productivismo y consumismo unidos luego contribuirían
con la locura mayor que es la industrial y sistemática obsolescencia programada
de los productos (los electrónicos, por ejemplo) y el despilfarro (en la
basura, por ejemplo).
Pero, y este pero tiene una enorme
significación, en las últimas décadas el emergente paradigma/mirada y prácticas
de la sustentabilidad, han venido a erosionar y tensionar la antigua y
tradicional misión de las empresas, interpelándolas en sus propias prácticas,
ya agotada su misión histórica. La sustentabilidad ha venido a poner límites
estructurales y, en consecuencia, ha venido a realizar un cuestionamiento
expansivo a los motivos tradicionales de la empresa moderna.
Tras una larga experiencia histórica,
hoy sabemos que la contaminación de la biósfera conlleva riesgo de continuidad
intergeneracional y que la Tierra y ecosistemas son finitos en espacio y en
recursos. He ahí los límites ambientales al productivismo ilimitado, al
consumismo que le acompaña y a la rentabilidad a cualquier costo. También ha
puesto límites socio-culturales a relaciones de producción basadas en la
competitividad y el egoísmo, en tanto, desde la mirada de la sustentabilidad
emergen nuevos tratos entre la diversidad de culturas y entre los actores
sociales. Por su parte, el emergente valor y las prácticas culturales del
consumo responsable, implicado a la mirada de la sustentabilidad, también
subvierte el consumismo y el productivismo tan asociado a la satisfacción de la
añosa misión de las empresas modernas.
Unos y otros de esos nuevos límites
empiezan a ser exigidos por comunidades cada vez más conscientes y empoderadas
sobre la base de nuevas redes de interconexión e interdependencia. Tras la
constatación de esos límites, la humanidad sabe que en el vivir económico hay
que considerar las variables ambientales y sociales, ya no solo como simples
externalidades.
“¿Es sustentable ambientalmente el
crecimiento capitalista?”, se
preguntaba el académico Antonio Elizalde (1996). Su respuesta era inequívoca:
“hay rasgos inherentes del sistema [sentido de misión, decimos nosotros] que
son incompatibles con la lógica de la sustentabilidad…. la existencia de
límites naturales, soslayados durante los últimos decenios, a los que la
tecnología no puede dar respuesta; la degradación de las bases naturales,
económicas y culturales de las sociedades; la constante creación de necesidades
artificiales para acelerar el consumo; la falta de consideración de las
consecuencias a largo plazo de las actividades económicas”.
El autor concluía con una alerta sobre
el riesgo de nuestra continuidad, en caso de no cambiar el sistema económico y
el modo de vida. En esos años no era el único que alertaba con luces rojas.
En este contexto histórico, entonces,
asistimos a la profunda tensión/paradoja que hoy viven las empresas en su
complejo y resistido proceso de adaptación al desafío de la sustentabilidad. Si
la RS no es asumida coherentemente, las empresas podrían terminar por
desacoplarse, crisis de continuidad mediante, de la exigencia de
sustentabilidad proveniente del sistema entorno/social (algunas empresas ya han
colapsado). Y Contrario
sensu, la asunción coherente de la
RS/sustentabilidad podría significar un cambio en el sentido más profundo de la
misión que las empresas tuvieron durante la modernidad. Es decir, asumir la
sustentabilidad, conllevaría un “riesgo” para lo que ha sido su patrón valórico
y conductual, en tanto necesariamente deberían transformarse cualitativamente.
O la misma paradoja, en clave positiva:
para la conservación del acoplamiento estructural entre empresas y entorno es
condición sine qua non activar y acelerar coherentemente la autotransformación
adaptativa de las empresas, de manera de participar en el desafío de la
continuidad generacional –sustentabilidad. Pero hacerlo supone asumir
sinceramente que la autotransformación también implica una revisión y
superación de lo que ha sido misión y las prácticas centrales de las empresas
durante la modernidad.
O dicho en tono de tensión
contracultural: las incipientes señales de un cambio cualitativo en nuestra
manera de vivir (la sustentabilidad y el consumo responsable), en tanto
tendencias, van a contracorriente del corazón de la misión de las empresas en
la modernidad, que ha sido incentivar e incentivar, vía todo tipo de
mecanismos, el productivismo para el consumismo y así lucrar vía las más altas
rentabilidades, generalmente pensando en el corto plazo.
Por ello, es tan pertinente, desde la
política, hacernos nuevas preguntas. ¿Cómo esos procesos y tensiones no van a
generar complejidad cognitiva y emocional en las conciencias de quienes toman
las decisiones en las empresas? Cuando un directivo busca con rigor un
equilibrio en el largo plazo en lo que en las empresas llaman el triangulo de la sustentabilidad, cuando observa críticamente las tensiones entre los
tres pies del triangulo (el negocio, lo ambiental y lo social), podrá él no
reflexionar sobre ¿cuáles son los límites al lucro o al crecimiento económico
ilimitado?
No pocos observadores de esta tensión,
hacen preguntas ayer inéditas. Algunos, en búsqueda de un equilibrio en el
triangulo de la sustentabilidad, se interrogan: ¿será posible una co-existencia
racional de las tres variables? Otros, más profundos: ¿será posible una
perspectiva que, colocando a la sustentabilidad en el centro y como misión,
re-signifique el sentido cualitativo y cuantitativo de la rentabilidad?
Una tercera perspectiva, definitivamente
alterativa, va más allá en su crítica y en sus preguntas. Por ejemplo, el
Premio Nacional de Ciencias, Humberto Maturana, ante la afirmación de los tres
pies del triángulo, contra-argumentaba algo más o menos así: no sé si son tres
pies, o simplemente es la misma base de siempre, las ganancias del negocio, más
dos nuevos instrumentos, lo ambiental y el diálogo con las comunidades, que
solo están ahí para favorecer el lucro. El referente último sigue siendo el
negocio. ¿En qué medida estas tres cosas son armónicas o dos de ellas son solo
instrumentos de la otra? Sin duda, el proceso de la RS tiene potencialidades
interesantes. Pero el gran tema, como ya lo dijo Jesús en su tiempo, es que no
se puede servir a dos amos a la vez. En este caso: ¿se sirve al amo de la
sustentabilidad o al amo del negocio? Pues el amo que se sirve, es el amo que
se conserva. (Dinamarca, 2013)
Preguntas de esta radicalidad nacen de
las tensiones que la sustentabilidad y el consumo responsable han significado
en las empresas, llevándolas potencialmente (como posibilidad) hacia un proceso
de autotransformación de su tradicional misión moderna. ¿La sustentabilidad,
actuando como atractor, podría llevar a las empresas, en su deriva larga, a
terminar por asumir en coherencia las nuevas conversaciones?
Estas preguntas y reflexiones no son una
simple abstracción. Hoy, en el día a día operativo, las empresas viven
tensionadas porque deben optar entre uno y otro de los tres pies del triangulo.
Al respecto, el directivo Marcelo Esquivel, en una entrevista el año 2010 nos
aportaba dos interesantes perspectivas. Primero, que la implementación efectiva
del modelo en sustentabilidad pasa por la reorientación de los estímulos
materiales a los ejecutivos: si los incentivos/bonos se continúan poniendo
unilateralmente en metas de costos y rentabilidad, es una cosa; pero otra, muy
distinta, es relacionar los incentivos materiales al cumplimiento de las nuevas
variables socio-ambientales. En esto, es clave el equilibrio.
Segundo, agregaba el ejecutivo, lo que
tú llamas hacerse cargo de las incoherencias es lo más complejo a nivel de
empresa y como persona. Es el walk the talk (algo
así como caminar
tal como lo dices en la conversación).
Si digo que vamos a actuar de esta manera, de verdad actuemos de esa manera.
Eso es lo que más cuesta. Cuando debes tomar una decisión sobre hacer o no un
proyecto, y por un lado constatas que habrá impacto socio-ambiental y por otro
constatas los costos y la rentabilidad de la inversión; ahí, en esa tensión,
optar por la decisión no
voy a seguir con este proyecto u optar por decir lo voy a hacer, pero invertiré más
debido a esta consideración socio-ambiental, minimizando las utilidades, eso es precisamente lo que todavía cuesta y
bastante. Como hoy debemos mirar una serie de variables (relaciones con la
comunidad, con el gobierno, ONG), hay que hacerse cargo de esa complejidad:probablemente la decisión X sea la mejor
desde el punto de vista del negocio, pero mira lo social, mira lo ambiental,
que hoy también inciden en buenas decisiones de negocios. (2)
Estas conversaciones y tensiones son las
que potencialmente interpelan a la coherencia a algunos de sus actores. Este es
un proceso histórico.
En la primera reunión planetaria y
tripartita (gobiernos, sociedad civil y empresas) sobre sustentabilidad, en Río
de Janeiro, 1992, se auto-convocaron muy pocos empresarios para reflexionar
sobre su aporte en este dominio. En la conferencia también planetaria de Río+20,
en junio del 2012, se incrementó sustantivamente la participación del sector
empresarial. De esa manera, en una paulatina, compleja y conflictiva
interacción con organizaciones de ciudadanos y gobiernos, se ha venido
co-construyendo la experiencia de las empresas en tránsito de superación de las
brechas (la norma ISO 26.000 en RS, sancionada internacionalmente el año 2010,
ha sido una expresión más de tal proceso).
El sacerdote y ecologista Leonardo Boff
(2012), en una lúcida columna en su blog, observó estas tensiones en la
Conferencia Río+20:
“Los empresarios, actores importantes,
están tomando conciencia de los límites de la Tierra, del aumento de la
población y del calentamiento global. No esperan por los consensos casi
imposibles de las reuniones de la ONU y de los gobiernos. Más de cien líderes
empresariales se han reunido en Río antes del evento formal. Pretenden crear un
G-0 en oposición al G-2, G-7 o G-20. Con cierto autoconvencimiento llegan a
decir: «nosotros necesitamos asumir el comando»… Se dan cuenta de un problema
insoluble dentro del actual modelo: cómo articular sostenibilidad y lucro. Los
accionistas no quieren renunciar a su lucro en nombre de la sostenibilidad.
Ésta acaba siendo tan frágil que casi se desvanece. Por lo menos, estos
empresarios han visto el problema: o cambian o se hunden junto con los otros.”
Si a ese proceso adaptativo entre
algunos empresarios y directivos, pocos aún, agregamos el rol fiscalizador de
la ciudadanía y de los gobiernos y líderes democráticos, exigiendo con rigor
una conducta coherente a las empresas de la impostura y colaborando
críticamente con las empresas de las brechas en la superación de las mismas,
entonces, en el largo plazo, podría profundizarse la autotransformación de
éstas hacia la sustentabilidad. En este desafío político, sin soslayar las
diferencias, resulta fundamental tender puentes entre todos en torno a la
sustentabilidad.
Las comunidades asisten al desafío de
empoderarse cada vez más en sus acciones de fiscalización (vía “observatorios
ciudadanos”). En sus negociaciones y relaciones con las empresas y gobiernos,
asisten al desafío de continuar privilegiando la sustentabilidad en los
conflictos socio-ambientales. Y, hay que decirlo, también asisten al desafío de
aislar a sujetos y prácticas que en el interior mismo de las comunidades a
veces ponen por delante la lógica de la avaricia, a otra escala, por cierto;
pero del mismo tenor que la que despliegan las empresas de la incoherencia.
Las empresas de la incoherencia y la
impostura y los actores de la desconfianza y la sospecha, asisten al desafío de
superar su ceguera cognitiva ante el cambio de época y la magnitud de la crisis
de sustentabilidad. También al desafío de superar la añosa lógica totalitaria y
excluyente, avanzando en modelos de relaciones empáticas que, sin evadir el
conflicto, sitúen a este en una mirada ajena a la descalificación a priori,
ajena a esa inconfesable “agenda oculta” que solo busca la derrota total del
otro.
Las empresas, en general, tienen el
desafío de abandonar el fácil e insostenible recurso de contratar asesores y
consultoras estratégicas que, a veces, priorizan por la manipulación y la
compra de las comunidades con el objeto de postergar la conflictividad
socio-ambiental, a costa de la sustentabilidad. El desafío de avanzar hacia un
dialogo respetuoso con las comunidades, en consistencia con la necesidad de una
buena reputación y de una Licencia social para operar.
Los partidos políticos democráticos, los
gobiernos y la ciudadanía organizada, críticos ante las brechas de gestión en
las empresas, pero a la vez conscientes que es necesario dialogar con el objeto
de regularlas en pos de la sustentabilidad, deben avanzar hacia una fase de
incentivo de instancias mediadoras (empáticas), privadas e institucionalizadas,
para anticipar, facilitar y acercar posiciones en las negociaciones en los
expansivos conflictos socio-ambientales.
En el cierre, recuperamos lo dicho al
inicio de estas reflexiones: el desafío de la sustentabilidad hoy debe
discutirse políticamente en el corazón de la Polis, en tanto cosa pública. Si
alguien aún cree que los desafíos de la sustentabilidad son un asunto de las
élites o de allá lejos, es que lisa y llanamente no conecta ni un ápice con la
principal cuestión de nuestro tiempo, que es transversal a lo humano, que
tensiona el centro de nuestro modo de vida, y cuyas secuelas socio-ambientales
son y serán de impacto masivo.
Notas:
1)
El concepto acoplamiento estructural, de Humberto Maturana y Francisco Varela
en su teoría de la Autopoiesis, alude a la relación implicada entre organismo y
medio. Aquí lo extrapolamos a la relación entre cultura y biosfera. La mayoría
de las reflexiones en este artículo se encuentran en el libro: “¿Ser o
Perecer?: sustentabilidad y comunicaciones en las organizaciones”, referenciado
en la bibliografía.
2) La entrevista a Esquivel, así como la
de otros actores de la sustentabilidad en las empresas, en el libro en la nota
1.
Bibliografía:
- Baldissera, R. (2009), A comunicaçáo
(re)tecendo a cultura da sustentabilidade em sociedades complexas. En: Kunsch,
M. y Oliveira, I.L. (editoras), A comunicaçáo na gestáo da sustentabilidade das
organizaçóes. 1ª ed. São Caetano do Sul, Sao Paulo. Difusão Editora.
- Boff, L. (2012), ¿cuánta
sostenibilidad tolera la Economía Verde”,
enhttp://www.servicioskoinonia.org/boff/articulo.php?num=493, revisado
noviembre 2013.
- Dinamarca, H. (2011), Desafío para las
Direcciones de Comunicación: un modelo integral para la sostenibilidad
socio-ambiental y emocional, en Revista internacional de relaciones públicas,
No 2, VOL. I, p. 79-106, Universidad de Málaga, España.
- Dinamarca, H. (2013), ¿Ser o Perecer?:
Sustentabilidad y comunicación en las organizaciones, editorial Planeta
Sostenible, Santiago de Chile.
- Dobb, M. (2005). Estudios sobre el desarrollo del
capitalismo. México. Siglo XXI Editores.
- Joseph, Peter (2011). Introducción a una Economía basada en
los recursos. En
TEDx, Portugal,http://vimeo.com/31056425, revisado julio 2012.
- Elizalde, A. (1996). ¿Es sustentable ambientalmente el
crecimiento capitalista? En:http://habitat.aq.upm.es/boletin/n38/aaeli.html,
revisado agosto 2011.
- Elkington J.
1997. Cannibals With Forks: the Triple Bottom Line of 21st Century Business. Capstone: Oxford.
- Maturana, H. (2005). El sentido de lo
humano. Santiago de Chile. J.C. Sáez Editor.
- Rifkin, J. (2010). La civilización
empática. Madrid. Editorial Paidós.
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