martes, 12 de agosto de 2014

CATEGORÍA,...- CONCEPTO CLASE OBRERA- ,( texto actualizado ¡¡. ) CLASE PROLETARIA Y PROLETARIADO REVOLUCIONARIO,...¡¡.


LA VIDA POLÍTICA PROLETARIA,....

CUANDO SE DEBE DECIR CLASE OBRERA O CLASE PROLETARIA?,...¡¡:


LA LUCHA DE CLASES LLEVA AL COMUNISMO,...Y ÉSTE POR NECESIDAD SOCIAL-DE LA HUMANIDAD: ESTA ES LA TESIS PRINCIPAL DEL MARXISMO,...EN FUNCIÓN DE QUÉ, ÉSTE ANALIZA LA SOCIEDAD, EL M.H. Y SU PERSPECTIVA, M.D. ( al menos lo entiendo así,...porque he estudiado variadas materias y marxismo, la lucha de clases,...y la perspectiva de futuro,...y he elaborado crítica a la economía política,...al capi-imperialismo,... SU DESARROLLO,...Por esto he elaborado teoría,...se le puede llamar marxista,...da igual,...pero es mi teoría,...que es el resultado de la vida de la Humanidad,...); todo con todo, es de todo,...todo cambia, no hay tiempo, no hay espacio,...la vida es vida,...no se acaba, se transforma,...hasta que la misma se acaba,...por ejemplo en este Planeta desaparecerá,...casi de la misma forma que surgió,...¡¡¡ ¿ y cómo surgió,...?.;- por ello no existe la muerte,...como se suele entender,...todo es cambio y transformación,...¡¡;  pregunten a los biólogos,...por ejemplo,...a los paleontólogos,...ENTREN EN SIMBIODIVERSIDAD,...DE AGUSTÍN ANTÚNEZ CANALES, PROFESOR DE LA U.M.A.,...CREO QUE DESPEDIDO DE LA MISMA POR SUS IDEAS, ACTITUDES Y "CIERTA LOCURA,..."¡¡. Nota: Este amigo mío, falleció hace unos años,...¡¡.

NOTA ACLARATORIA DEL EDITOR DE ESTE BLOG. LMM- LUKY DE MÁLAGA: HOY DÍA 17 DE ABRIL DE 2.020, ME HE DADO CUENTA DE QUE ESTE ARTÍCULO MÁS ABAJO QUE REPRODUZCO, NO LLEVABA EL NOMBRE DEL CORRESPONDIENTE AUTOR, QUE ES MARIANO CIAFARDINI; EL NOMBRE DEL BLOG, ESTÁ UN POCO MÁS ABAJO,...PIDO MIL PERDONES, YA QUE NO TENGO INTENCIÓN DE "SAQUEAR" A NADIE,...¡¡. Perdón de nuevo.


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Anónimo HTTP//LUKYRH.COM dijo...
Saludos de ( Luciano medianero morales ) Lmm - luky de Málaga, España -: Enhorabuena por tus trabajos, eso lo primero,...Soy editor de un blog lukyrh.com en el cual en Agosto de 2.014 reproduje un artículo tuyo, pero olvidé poner tu nombre y blog que editas. Pues bien esta noche me he dado cuenta del asunto, y en mi blog he escrito una nota sobre este olvido,...El artículo en la verdad ... "La crisis del capitalísmo y la lucha de la clase obrera en la globalización,..." Espero que no haya enfado,...y te pido desde aquí permiso para reproducir algunas cosas tuyas más adelante,...De igual modo puedes hacer lo mismo con los míos, si lo ves oportuno,...¡¡. Gracias por todo y hasta la próxima.
16 de abril de 2020 a las 21:08


[[ Filosofía política y Política Internacional

// "" La crisis del capitalísmo y la lucha de la clase obrera en la globalización

Introducción
La Clase Obrera de la globalización. http://marianociafardini.blogspot.com/p/la-crisis-del-capitalismo-y-la-lucha-de.html

Se ha difundido, demasiado, la idea de que ya no tendría sentido hablar de algún rol político o social de la clase obrera, como tal, en los tiempos de la globalización, toda vez que ésta habría desaparecido (¿..?), o, sufrido metamorfosis tales, que no permitirían identificarla como un colectivo de incidencia económica, y por tanto política, en los términos en que si lo fue hasta fines del siglo XX,
Es cierto que el impacto del neoliberalismo globalizado afectó profundamente las formas de lo social y lo político en el mundo y, con ello, también a las clases sociales y particularmente a las clases populares y trabajadoras.
Efectivamente ha habido cambios en la situación de la clase obrera a nivel mundial, en su distribución territorial, pero, también, en lo que hace a su estructuración, composición, integración y relación con las demás clases sociales y, sobre todo, en su posición ideológica y política.
Todo esto presenta variaciones de acuerdo a los distintos momentos y lugares. Pero, ¿significa ello que la clase obrera haya desaparecido como sujeto político, o que se haya alterado su jerarquía revolucionaria como clase líder de los grandes cambios sociales en la derrota del capitalismo y la construcción de una nueva sociedad?
Desde una perspectiva verdaderamente marxista, que es la única que consideramos válida para este tipo de análisis, la respuesta es obviamente negativa.
Sin embargo desde posiciones seudo marxistas, o desde cierta creatividad teórica con basamento en lo que alguna vez dio en llamarse "marxismo crítico", o marxismo "occidental", o directamente de teorías que se asumen como neo-marxistas o, como no marxistas, pero anticapitalistas, y que aportan a ese ubicuo y difuso movimiento teórico autodenominado postmodernismo, se ha pretendido que el concepto de clase obrera no sirve ya más para definir al sujeto histórico, en tanto que serían otras las fuerzas o energías del cambio mucho más abarcativas de un todo social en el que se diluyen las diferencias de clase.
En primer lugar hemos de decir que el marxismo nunca negó que otras clases o sectores sociales hubieran de participar activamente en la acción revolucionaria. Es más, incluso lo afirmó como una necesidad. La cuestión a discutir no es la de si resulta positivo o no, para la revolución mundial, que "la multitud" o los movimientos sociales, o los grupos de protesta que se generan espontáneamente, por todas partes, o las minorías, se expresen y luchen, aún aislada y pasajeramente. Todos estamos de acuerdo en que todo ello es importante. Pero lo que se discute ahora, como siempre, respecto del cambio verdadero, del cambio material del sistema que oprime, es de qué manera las luchas se pueden constituir en una alternativa real al sistema, con poder real destructivo y constructivo, que defienda efectivamente las conquistas obtenidas por las clases subalternas y ayude a aumentarlas hasta lograr la desaparición de la explotación y la exclusión. Y, cuando se ponen las cosas en esta perspectiva, no solo aparece la cuestión de la política real, en la que la lucha de clases esta omnipresente, sino que se advierte, con claridad, la dimensión que tiene la intervención de la clase obrera, como movimiento real de obreros y trabajadores de carne y hueso, en esta disputa.
Es decir que los intereses de la clase, no sólo están presentes claramente en los nodos de las contiendas políticas nacionales e internacionales y, particularmente, en la síntesis global de la conflagración entre una producción material dependiente de la especulación financiera y la acumulación, o un sistema económico y financiero internacional al servicio de una producción y reproducción racional de la vida material, sino que se ve cada vez con mayor nitidez que esas contradicciones no han de resolverse favorablemente para la clase ( y por lo tanto para la humanidad toda) sin el aumento determinante de la participación en esta lucha de los obreros industriales y los trabajadores de los servicios directamente vinculados a la industria, a través de sus sindicatos, asociaciones gremiales y partidos políticos que más los representen.
Transformaciones de la clase obrera

El campo y las formas de acción de la clase obrera, como clase revolucionaria, se han transformado con la globalización.
Sólo echando una mirada a la distribución geográfica puede decirse que ,como producto de un proceso que nace en los intersticios del esquema imperialista del siglo XX (años 1970/80), de países industrializados (imperialistas) y subdesarrollados (dependientes), las grandes concentraciones de clase obrera industrial y trabajadores, vinculados en forma directa con el aparato productivo , a partir de fines de la década de 1980, quedan distribuidas en un mosaico informe que puede sintetizarse, muy esquemáticamente, más o menos así: Una gran masa de obreros nuevos que se forma en China, India, y otros países mas pequeños del sudeste asiático, proveniente de sectores campesinos que se incorporan a la industria y los servicios, sectores económicos de gran desarrollo en esta área mundial. Una masa más reducida y estable de obreros de los países de Europa Occidental, Canadá y EEUU, contenidos e incluidos socialmente, con elevados ingresos y condiciones laborales, sociales y de consumo relativamente excepcionales (respecto de lo que han sido los niveles históricos en esos rubros para la clase). Sectores estables de clase obrera en los países del Este Europeo y la ex Unión soviética, con ingresos fuertemente disminuidos y condiciones desmejoradas. Un semi-continente no industrializado y sumido en la marginalidad económica mundial, como lo es el África sub-sahariana, con la excepción de unos pocos países. Un mundo islámico con algunas situaciones similares a la africana, pero también con países relativamente poderosos y en algunos casos con grupos sociales de hiper concentración de riqueza, gracias a las enormes reservas petrolíferas. Y un continente latinoamericano con una clase obrera reducida, pero creciente, y grandes tasas de desempleo y sub empleo. Además, tanto desde África, como del mundo árabe e islámico, como así también de América Latina y el Caribe (especialmente de México y Centroamérica, se produce permanentemente una gran corriente inmigratoria hacia EEUU y los países de Europa Occidental, con trabajadores que van a ocupar puestos laborales, principalmente en los sectores más bajos de los servicios, aunque también en puestos, no calificados, de la industria y la construcción. Un análisis claramente demostrativo de cómo todos los cambios que se han producido en el mundo del trabajo no sólo no han reducido la clase trabajadora sino que en muchos aspectos (incluído el numérico) la han aumentado es el de Harman y Callinicos 1
La presión del esquema internacional neoliberal del capitalismo financiero apunta en los inicios de la globalización a una mayor concentración de la riqueza, a generar la fabricación masiva de productos en países con bajo nivel de salarios, a mantener a los obreros de los países centrales con un buen ingreso relativo y a contener por la fuerza a las masas subocupados, desocupadas y migrantes en busca de empleo.
Todos estos cambios, objetivos y subjetivos, que se producen con el avenimiento de la globalización a fines de 1980, son, para la clase, aunque de distinto orden, de la misma magnitud cuali-cuantitativa que los que se produjeron en el salto del capitalismo de libre competencia al capitalismo monopolista de estado (imperialismo), a fines del siglo XIX.
Es importante ver, entonces, cuales son las formas en que la clase retoma, ahora, ya promediando la globalización, una iniciativa, que no va a repetir las formas clásicas de lucha de la etapa del imperialismo, ni las anteriores, de la etapa del capitalismo salvaje, sino que ha de ser, dialécticamente, una suerte de síntesis de las estrategias de lucha anteriores.
Las etapas del capitalismo

De este modo, hoy, para la lucha por el socialismo, vuelve a ser imprescindible la correcta caracterización de la época y, por tanto, la necesidad de retomar la cuestión leninista de las etapas del capitalismo. Mucho tiempo ha transcurrido desde el ensayo de Lenin sobre el imperialismo como etapa superior del capitalismo, lo que obliga a la actualización de su tesis a partir de las mismas premisas marxistas con las que él llega a "descubrir" la existencia de etapas en el proceso capitalista como un todo.
Desde un enfoque ciertamente materialista histórico, proponemos una hipótesis de las etapas capitalistas, diferenciándolas entre un capitalismo inicial, que dura hasta fines del siglo XIX, una etapa imperialista, que dura hasta los años 1980 y una etapa de capitalismo globalizado, desde fines de los 80 hasta nuestros días y en la cual nos hallamos hoy inmersos.
Si se acepta esta hipótesis se puede, desde un punto de vista dialéctico, encontrar rasgos en la globalización que repiten de manera sintética los aspectos de las dos primeras etapas, en un movimiento de "bucle", de negación de la etapa anterior (imperialismo) la que, a su vez, es negación de la anterior (capitalismo inicial).
La globalización vuelve al capitalismo inicial, pero en una vuelta de espiral, que la pone en un plano superior a aquél y que incorpora aspectos centrales del la etapa intermedia. Este movimiento, en tríada, que constituye la esencia del pensamiento dialéctico, es inherente al enfoque materialista histórico, que (en términos muy sencillos) no es otra cosa que la aplicación de los principios de la concepción filosófica del materialismo dialéctico a la interpretación de la historia humana.
En este sentido, si el paradigma económico del primer capitalismo fue el liberalismo, que tiene su madurez teórica en Adam Smith, y que llega a su apogeo, en la práctica, con el libre comercio de la época del imperio neocolonial inglés del siglo XIX, la matriz económica, desde fines de 1980, es el neoliberalismo, y su sola denominación da, de por si, ya claros indicios de un cierto retorno sintético al patrón económico original en su forma "neo". Es decir una vuelta al libre juego de la oferta y la demanda de los mercados, pero en una versión de mercado global, y sin perder, los estados que comandan el proceso (particularmente EEUU), el sesgo de estado poderosamente intervencionista, típico de la etapa intermedia del imperialismo, sólo que la intervención ahora es siempre en auxilio de los grandes grupos financieros.
Paralelamente, en términos de forma predominante de reproducción del capital, si el primer capitalismo fue de sesgo comercial, en el sentido de tener su eje principal en el libre mercado de bienes y productos manufacturados, el segundo (imperialismo) fue productivo, industrial, de extracción directa de plusvalía, y diferencia en los términos del intercambio con los países dependientes, y , finalmente, la actual etapa de globalización (tercer capitalismo) es predominantemente financiera, en la forma de mercado libre global de capitales.
En la sucesión de etapas históricas de la edad moderno-capitalista, se hallan reproducidos los momentos de la dialéctica de la mercancía D-M-D de Marx en la fórmula más detallada D – M (FT y MP) P M' – D'-D'' donde FT es fuerza de trabajo, MP son los medios de producción y P el proceso productivo. Con lo que el primer capitalismo, de sesgo comercial, corresponde al momento inicial de la mercancía (D-M), el segundo (imperialismo), de sesgo productivo, al momento intermedio (MPM') y el tercero, la globalización, de sesgo financiero, al comercio de dinero (D-D'') . Así, desde la lógica dialéctica, el movimiento interno del elemento que constituye la piedra basal del sistema, determina la dinámica histórica del sistema mismo en su totalidad.
Por otra parte los sesgos de las etapas se hallan determinados por el grado de desarrollo de las fuerzas productivas respectivas. Si lo que más se desarrolla, entre los comienzos del capitalismo y el siglo XIX, son los medios de transporte, tanto marítimos como terrestres, yendo desde las caravanas, cruzadas y "descubrimientos" de continentes, del inicio, hasta el barco a vapor y el ferrocarril decimonónicos, esto se condice con el desarrollo principalmente del comercio, lo que remata en el imperio comercial inglés del siglo XIX. La segunda etapa, industrial, respondió sobre todo al desarrollo energético de la electricidad y de la extracción petrolera y del acero, lo que permitió la industria de industrias en gran escala. Y la tercera, financiera, especulativa, se vio superestimulada por el desarrollo particularmente vertiginoso de las comunicaciones, (que permite millones de transacciones financieras en segundos), propio de la globalización.
Concluimos entonces en una nueva visión, desde el marxismo, que afirma la existencia de tres etapas en el capitalismo que podríamos llamar la mundialización capitalista (1300-1880), el imperialismo capitalista (1890-1980) y la globalización capitalista (1985….), visión que hemos desarrollado en trabajos anteriores2.
Los tiempos de duración de las etapas se acortan significativamente, de acuerdo a la dinámica del proceso histórico. Ello es entendible ya que esta dinámica está determinada por la velocidad de desarrollo de las fuerzas productivas que es cada vez mayor.
Las etapas del capitalismo en relación con el sujeto histórico

Si se acepta el transcurso progresivo del proceso histórico moderno-capitalista en etapas, de la forma en que lo proponemos, debe aceptarse también, desde una visión materialista y dialéctica, que el sujeto que está en la base del impulso histórico durante el capitalismo, es decir las clases populares y, centralmente, la clase obrera y los trabajadores en general, va sufriendo igualmente transmutaciones, tanto en su estructura interna como clase y como movimiento, como en los espacios socio-políticos en los que actúa.
De este modo, una es la clase obrera del primer capitalismo, el de la acumulación originaria y la competencia salvaje, otra es la clase obrera del imperialismo y otra la de la globalización. Sin dejar por ello de ser clase revolucionaria, transformadora e impulsora del proceso social, como lo es por definición, y sin dejar de ser el centro de todo el movimiento popular, cuya unidad y acción es imprescindible para la transformación mundial. Pero esos caracteres, propios de la clase, aparecen y se insertan en el movimiento social y político de distinta forma, según la etapa del capitalismo en que se encuentre.
La primera etapa (1300-1880) es de formación del capitalismo y, por lo tanto, también de la clase obrera. Esta se constituye definitivamente recién a mediados y fines del siglo XIX cuando, precisa y no casualmente, se desarrolla la teoría revolucionaria con Marx y Engels. Esta clase surge de los sectores más avanzados del campesinado en las luchas de los siglos XIV, XV y XVI como una proto-clase que se enfrenta tanto a la nobleza como a las burguesías nacientes que son aliadas entre si, avanza con el desarrollo del artesanado y los trabajadores de la ciudades en los siglos XVI, XVII y XVIII y está en el centro de las grandes revoluciones que son aprovechadas por la burguesía para desplazar definitivamente a la realeza y la nobleza de todo poder político, revoluciones que, en cierto sentido , son injustamente calificada como "burguesas", cuando la fuerza principal, que las hizo posible, fue, siempre y en todos los casos, la fuerza del pueblo que perseguía interese muy distintos de los de la burguesía triunfante. Finalmente, como dijimos, en el 1800 la clase obrera se constituye como tal, aunque, en sus intentos revolucionarios, ya claramente hegemonizados por ella mismo como clase (1830, 1848, y 1871), queda aislada de sus posibles aliados, principalmente el campesinado, y es derrotada por la burguesía que aprovecha esos triunfos para consolidar definitivamente su poder.
En la segunda etapa del capital (1890-1980), correctamente bautizada como "imperialismo", época de gran desarrollo industrial , también adquiere un grado de evolución superlativo el desarrollo y la organización de la clase obrera (principalmente de la clase obrera industrial) como clase revolucionaria, y avanzan muchísimos sus posibilidades de alianza con las otras clases populares. De este avance de la clase y sus alianzas surge el mayor logro de la clase obre del siglo XX que es la revolución rusa de 1917 y la constitución de un estado obrero: la URSS. Bajo el paraguas de ese estado obrero que se transforma, a pesar de los furibundos ataques del imperialismo, en potencia mundial, se pueden desarrollar múltiples movimientos revolucionarios y luchas de la clase obrera y los pueblos de todo el mundo, que, de otro modo, hubieran sido imposibles, como la revolución China de 1927-1950, la revolución cubana (1959), y la revolución vietnamita (1945-1975) repúblicas socialistas que continúan sus respectivos proceso hoy en día. También al calor de la existencia de la URSS y de estos movimientos revolucionarios, se produjo todo un levantamiento anticolonialista, independentista y de liberación nacional, en el denominado tercer mundo, que ha dejado profundas huellas en todos los continentes. En los países desarrollados el imperialismo, para neutralizar a la clase, debió conceder enormes privilegios y constituir aristocracias obreras, que integraran el comando único de la situación política social interna, junto con la gran burguesía, aunque, así y todo, no pudo evitar importantísimos conflictos huelgas y luchas de la clase y de sus partidos, en los propios patios internos del imperialismo.
Creemos que hablar de derrotas, tanto en lo referente a la clase obre de la primera etapa (paradigmáticamente el caso de la Comuna de Paris de 1971), como en el caso de implosión de los países socialistas de la URSS y Europa del este, en la segunda etapa , no es correcto teóricamente, desde el punto de vista marxista, ya que esos proceso jugaron el papel que tenían que jugar, con gran éxito, y se agotaron, precisamente, cuando el capitalismo tuvo, históricamente, la posibilidad de reciclarse en un nuevo modelo de acumulación, lo que estaba inscripto en su propio destino histórico, ya que ello es algo que depende del desarrollo de las fuerzas productivas y de la capacidad intrínseca del modelo para resolverlo sin extinguirse.
El capitalismo pudo, en las década de 1980 y 90, dar su último paso de transformación, a su última forma, que es la globalización financiera. Esto determinó el agotamiento de las formas de lucha de la clase obrera propias de la etapa anterior.
De lo que se trata ahora es de identificar claramente cuáles son las formas que ha ido adoptando el movimiento revolucionario desde el inicio de la globalización y el papel de la clase en ellas. Hay que hacer esto teniendo en cuenta que el capitalismo no tiene ya más salidas para avanzar en su forma de acumulación, ni para reciclarse en ningún otro sistema económico social superior, dentro de la lógica de los sistemas de explotación del hombre por el hombre. El ciclo triádico dialéctico se termina con ésta, la tercera y última etapa. Es por eso que se puede hablar ahora de un fin de época. Es un fin de época descomunal, porque resume, no sólo todo el capitalismo, sino toda la era de la lucha de clases. Es por ello que Fidel nos habla, con clarividencia, de una crisis "civilizatoria". Se está terminando toda una forma de la civilización, de violencia y explotación del hombre por el hombre, de miles de años. Se está terminando ahora y los tiempos históricos corren cada vez con mayor velocidad.
Este es un dato clave para enfocar correctamente el análisis del papel de la clase obrera y el movimiento revolucionario mundial hoy.
La lucha de la clase obrera hoy

Lo primero que saltó a la superficie, precisamente desde los inicios mismos de la globalización, fueron los movimientos sociales de los más marginados y castigados por el esquema neoliberal, desocupados, minorías marginadas y migrantes. Símbolos paradigmáticos de este tipo de movimientos iniciales fueron por ejemplo el Caracazo, venezolano, de febrero de 1989, o la aparición del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, en Chiapas México, en enero de 1994. Por otro lado, en, y desde, los países más marginados de la economía mundial y agredidos militarmente por la OTAN, se sucedieron y siguen sucediéndose acciones violentas de carácter bélico y diversos atentados, respecto de los que, a veces, el disparador está en los propios servicios de inteligencia norteamericanos. En ningunos de estos movimientos y acciones tuvo la clase obrera un papel relevante y en la mayoría de ellos ni siquiera ha estado presente.
Sin embargo, a medida que se desarrolla el proceso de la globalización, la clase obrera, en distintos países y regiones, va recuperando el centro del escenario de lucha. En este sentido, es necesario afirmar que los cambios que han impactado en la clase obrero no son sólo de índole de distribución geográfica, o de composición, o cambios en las formas de la actividad laboral, que los hubo y muchos, sino, también y consecuentemente, cambios en la actitud política y en el despliegue de la lucha por sus intereses.
Desde esta perspectiva, creemos que se puede observar una tendencia a la confluencia de los movimientos de la clase en una corriente definitivamente contraria a la globalización y financiarización del capital.
Antes que nada habría que hacer algunos breves reflexiones sobre la incidencia que ha tenido hasta ahora la clase obrera como tal en los distintos procesos que, desde los inicios mismos de la globalización, han ido enfrentándola, hasta llegar a constituir, hoy, bloques de posiciones políticas claramente enfrentados a ella.
En primer lugar debemos observar el proceso latinoamericano y del Caribe. Si hay un hecho premonitorio de las luchas populares en Latinoamérica contra la globalización ese fue el, ya mencionado, "caracazo" de 1989.Resulta altamente simbólico el hecho de que este levantamiento popular que puede ser considerado como el inicio de las luchas contra la globalización se sucede el mismo año en que Williamson escribió el documento base del llamado "Consenso de Washington (What Washington means by policy reform)", que es la base teórica de las políticas neoliberales para la región, y se dio el golpe militar en Panamá y la derrota electoral de la Revolución Sandinista en Nicaragua (febrero de 1990), dos hechos que importantes trabajos teóricos consideran como la culminación de la estrategia norteamericana de la "seguridad nacional", propia del imperialismo y el inicio de la "gobernabilidad democrática" en América Latina y el Caribe, monitoreada por Washington, propio de la globalización3. Este hecho insurreccional marca, además, el inicio de todo un proceso político y social en Venezuela que termina con el triunfo del comandante Hugo Chávez y su asunción del gobierno, en el que prosigue hasta hoy. Este ha sido un proceso importantísimo para la Venezuela pero, además, parta la región latinoamericana y del Caribe en su totalidad, y su influencia se ha hecho sentir en términos ideológicos pero, también, en términos económicos y políticos concretos.
Es cierto que en el inicio de este proceso, y en parte de su formación, el rol de la clase obrera Venezolana no fue central. Ello se debe a múltiples razones Entre las primeras está la de su poco desarrollo estructural sobre todo en los tiempos en que comienzan estas luchas populares en Venezuela. Sin embargo un factor muy importante en el desarrollo de estas luchas, sobre todo en el terreno de la ideología, ha sido, indudablemente, la proximidad de la Cuba revolucionaria. En este sentido debe reconocerse que las ideas que provienen de Cuba siempre tienen impregnado el espíritu de la ideología de clase, toda vez que el proceso cubano es un proceso socialista, afirmado en los principios del marxismo, adecuado a la realidad cubana y latinoamericana. Por otra parte, a partir del "caracazo" se inicia el proceso que, en primer lugar, con el intento de golpe de estado revolucionario de Chávez en 1992 y, finalmente, con su triunfo electoral de 1998, tiene a las masas populares como protagonistas y beneficiarias. Fueron justamente estas masas populares, y el creciente papel que jugó la influencia sobre ellas de los sectores obreros y trabajadores, que rápidamente se incorporaron al proceso y que se han ido transformando en el principal apoyo de la revolución bolivariana, lo que impidió el triunfo del golpe de estado reaccionario de 2002.
Pero, más allá del proceso venezolano, debemos centrar nuestra atención, también, en un proceso político nacional que ha aportado el peso político regional e internacional necesario para que las fuerzas antiglobalizadoras y antineoliberales se desarrollen en la región, que es el proceso político brasileño.
Indudablemente el rol más importante que ha jugado Brasil en Latinoamérica y aun a nivel mundial, desde el primer triunfo electoral del Partido de los Trabajadores con el liderazgo de Lula en enero de 2003, es el de favorecer la autonomía y el distanciamiento de América del Sur y América Latina y el Caribe de las fuerzas centrípetas de la globalización financiera. El peso específico de Brasil en la región americana, y, ahora ya, a nivel mundial, y sus alianzas estratégicas con China y Rusia en los BRICS, lo han convertido en un actor internacional significativo y, bajo la conducción del PT y sus aliados de izquierda, el país ha hecho jugar ese peso a favor de la autonomía de las naciones sur y latinoamericanas. Esto ha proporcionado un paraguas protector y un empuje a procesos como el bolivariano de Venezuela y el Alba, y los de Ecuador, Bolivia , Paraguay, Argentina , Uruguay y ahora Perú, todos los que, en medio de sus contradicciones, (más agudas en unos que en otros casos ) luchan, con mayor o menor éxito, por desarrollarse hacia formas políticas y sociales de mayor justicia social y democracia activa verdadera.
Las contradicciones no son ajenas al proceso brasileño, sin embargo, las líneas internas más progresistas de este proceso político, que ha sido tan importante para el movimiento regional antiglobalizador, se han generado y se sustentan en la influencia y el poder de movilización y organización de lo más avanzado de la clase obrera brasileña.
También en los otros países mencionados luego de algún quietismo o expectativa por las que atravesaran las clases trabajadoras más vinculadas a los procesos productivos, han ido, éstas, sumándose, con un apoyo cada vez más claro, a estos procesos de cambio y lo irán haciendo cada vez más, en tanto estos procesos se profundicen y converjan, más aún, con sus propios intereses de clase.
No escapan a este análisis las contradicciones existentes dentro de los propios movimientos obreros, fundamentalmente en mucho casos entre las corrientes de más avanzada y viejas estructuras de burocracia sindical, que existen tanto en la CUT brasileña como en la CGT argentina, pero no cabe lugar a dudas que lo que provee de base de sustentación a las líneas políticas internas más avanzadas , que impulsan la integración regional contra las fuerzas del capital financiero internacional y por la profundización de las medidas de justicia social y fortalecimiento de los estados, son los sectores más avanzados de una clase obrera que se renueva y avanza con el crecimiento económico de estos países.
Otro escenario en el que se puede observar el papel creciente y determinante de la clase obrera en la globalización es el del proceso que se ha generado en la República Popular China desde los últimos quince años.
Luego de que los dirigentes del Partido Comunista Chino decidieran refugiar al proceso revolucionario chino de la tormenta globalizadora acoplándose, a su manera, a los procesos productivos del neoliberalismo, para desarrollar las fuerzas productivas del país y evitar el aislamiento y la confrontación con las enormes fuerzas del capitalismo financiero mundial, (lo que por otra parte generó un crecimiento exponencial de la clase obrera industrial y de los trabajadores asalariados en general en el país), la clase obrera china, precisamente desarrollada en forma estructural por este proceso, se ha transformado, a su vez dialécticamente, en el condicionamiento para que las políticas gubernamentales chinas se vean cada vez más exigidas a hacer frente a los embates de la estrategia neoliberal mundial capitaneada por los EEUU.
La clase obrera china no está dispuesta a sufrir un retroceso ni en su constitución, ni en su composición, ni en el nivel de sus ingresos, por lo que pone permanentemente en tensión al proceso político chino respecto de la necesidad de mantener el crecimiento de la economía y el fortalecimiento del mercado interno. Esto lleva, necesariamente, a la contradicción con los intereses de un capitalismo mundial en crisis, que le reclama hoy a China, nada menos, que dejar de crecer y de exportar.
Lo mismo sucede con otros países como Rusia y la India y esto hace que, tanto la Organización de cooperación de Shanghai como los Brics, vayan adoptando, cada vez más, una posición de confrontación con los grandes grupos financieros internacionales.
En lo que hace a los países centrales de la movida neoliberal mundial, es decir EEUU y Europa, si bien, en un principio de la globalización, lograron establecer altos niveles de consumo, principalmente a través de medios artificiales que magnificaban la verdadera capacidad productiva mundial y sus propias capacidades adquisitivas, como fueron las engañosas formas de financiamiento, a través de derivados financieros y otros artificios, han llegado, hoy, al final de cuerda, y han entrado en una sucesión de crisis financieras, que se transforman rápidamente en crisis económicas. Ello obliga, a los centros neoliberales, a tratar de imponer, para mantener su esquema de acumulación, tremendos ajustes económicos que afectan a la población y a la clase obrera, otrora contenidas con mejoramientos relativos de los ingresos y facilidades crediticias. Es, precisamente en este momento, cuando la clase obrera de estos países empieza a desarrollar un rol protagónico, que va, directamente, al enfrentamiento con el proyecto neoliberal mundial. Esto es de suma importancia, en tanto que, si los grupos financieros no logran aplicar con éxito estos ajustes se vería en peligro inmediato la viabilidad su propio esquema económico de supervivencia, y, el primer obstáculo que encuentran para la aplicación de estas medidas, son las crecientes luchas obreras y populares en estos países. Es esta una batalla en la que se van a definir los tiempos de ralentizamiento o aceleramiento de la caída del sistema capitalista mundial.
La clase obrera como sujeto revolucionario hoy

La clase obrera es, entonces, hoy, como lo fue desde sus primeras conformaciones y como no puede ser de otra forma desde el punto de vista marxista, el sujeto histórico revolucionario que impulsa el proceso capitalista a su propia destrucción y que construye la alternativa al mismo.
Luego de un primer momento de inicios de la globalización, (en el que los movimientos obreros se reponían del golpe recibido por el agotamiento del proceso de lucha anterior, propio del imperialismo), momento en que se desarrollaron, principalmente, los movimientos populares y sociales sin presencia central aún de la clase obrera, ésta se reconfigura hoy y va asumiendo poco a poco su rol de vanguardia en las luchas populares.
Pero el escenario para estas luchas es hoy distinto y distintas habrán de ser las formas de organización, de articulación internacional y de alianzas.
Se va viendo cada vez más claramente que la presencia e influencia revolucionaria de la clase en tiempos del último capitalista , decadente pero desenfrenado y depredador, adquiere formas nuevas que sintetizan de alguna manera sus formas de lucha anteriores combinándolas y articulándolas dialécticamente.
En ciertos ámbitos como América Latina, la influencia de la clase obrera con sus luchas, pero también con sus apoyos políticos y su colaboración como fuerza de trabajo principal va manteniendo y consolidando un rumbo que de profundizarse habrá de entrar necesariamente en una escena revolucionaria y que en muchos aspecto ya se está constituyendo en ello como es la integración suramericana, la de los países del ALBA y latinoamericana y del Caribe en la CELAC, con proyecto de la magnitud del Banco de Sur y el Consejo de Defensa Suramericano. Las contradicciones de estos procesos con la globalización neoliberal se habrá de agudizar próximamente a partir de que se sostengan los rumbos industrialistas, de fortalecimiento de mercado interno y de soberanía económica de los países de la región y en este sentido la principal garante por ser la protagonista central y principal beneficiaria, es la clase obrera latinoamericana.
En países como China, Vietnam y otros como Rusia, la clase obrera se convierte en palanca de empuje hacia la consolidación de modelos económicos basados en lo productivo y en el mejoramiento de mercado interno. En el caso de China este movimiento es impulsado por el propio gobierno y el Partido Comunista Chino, más allá de las contradicciones y tensiones internas propias de un proceso de tanta complejidad, en una época de tantas complejidades.
En el mundo más subdesarrollado económicamente en el que la clase obrera está aun en momentos de incipiente desarrollo su poder debe hacerse cada vez mayor a partir, también, del desarrollo industrial y de la cooperación internacional verdadera impulsadas por los BRICS y el Grupo de Shanghai .
En los países capitalistas centrales hoy, en medio de la crisis a los que los lleva el propio modelo mundial que han impuesto, el rol de la clase obrera es determinante para evitar que los grupos financieros logren imponer el ajuste para cobrar sus deudas y profundizar el proceso de concentración de capital. Esta es una batalla decisiva en tanto se da en el corazón del imperio y obsta a la reproducción del modelo en su propia tierra de origen y comando.
Como vemos los escenarios son distintos y complejos pero la lucha es una sola. No se pueden repetir estrategias de lucha que han sido propias (y apropiadas) para otros momentos históricos pero el camino es el mismo El rol de los partidos de la clase obrera, debe centrarse en jugar el papel que en cada realidad nacional impongan los intereses de la clase y el desarrollo de sus luchas. En otro plano les cabe el desarrollo de una tarea que está exclusivamente en sus manos y en la que ninguna otra fuerza política puede reemplazarlos, que es el de la comunicación y coordinación de la estrategia de la clase en el plano internacional, hacia la constitución de la gran herramienta del cambio de época, el movimiento obrero internacional y su conducción política única y unitaria.

1Harman Chris y Callinicos Alex "La clase trabajadora en el siglo XXI" ver en www.enlucha.org
2El contenido de este título de la ponencia es una reproducción parcial de las ideas contenidas en mi publicación "Globalización , tercera y (última) etapa del capitalismo. Un análisis desde el materialismo histórico" Ed Luxemburg. Buenos Aires. 2011
3Regalado Álvarez, Roberto, "América Latina entre siglos. Dominación , crisis, lucha social y alternativas políticas de la izquierda" Ocean Sur Cuba 2006.


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¿Por qué la clase obrera perdió la partida?
Publicado el 8 mayo 2014 de Antonio Olivé

¿Por qué la clase obrera perdió la partida?
Robert Castel

El título de este artículo puede parecer un tanto provocador. Pero no es ésa mi intención. Lo que intento es proponer una hipótesis para comprender la relativa desaparición de la clase obrera en la estructura social actual a partir del análisis sociohistórico de las transformaciones internas del asalariado.
Todo el mundo (o casi todo) estará de acuerdo en un punto: la clase obrera ya no ocupa la posición central que ha ocupado en la historia social desde hace más de un siglo. Desde mediados del siglo XIX hasta mediados del siglo XX aproximadamente, el accionar político y social, al menos en Francia y en Europa occidental, se desarrollaba principalmente en tomo al lugar que debía ocupar esta clase en la sociedad, a partir de la posibilidad que tenía, o parecía tener, de promover una transformación completa del orden social. Este diagnóstico era compartido por aquéllos que exaltaban esta posibilidad -es la opción revolucionaria, susceptible por otra parte de diversas variantes- y por aquéllos que la temían como suprema amenaza y hacían todo por conjugar el riesgo de la subversión. De modo que la cuestión social era esencialmente la cuestión obrera. Esto significa que lo esencial de la conflictividad social estaba basado en el enfrentamiento de dos bloques antagónicos cuya formulación más radical ha sido dada por Marx, pero que repercutió en diferentes niveles de la lucha social y política: ¿conservación o subversión del orden social? ¿Reforma o revolución?
Nos guste o no (a algunos les alegra y otros lo lamentan) hoy ya no estamos en el marco de esa problemática. La clase obrera ya no aparece como portadora de una alternativa globalde organización social. Esto no quiere decir que no exista más, ni que ya no tenga importancia social y política, y habrá que discutir su tipo de existencia  el papel que desempeña hoy día. Esta comprobación significa solamente -pero, al mismo tiempo, es mucho- que esta clase sufre un retroceso social y político decisivo que ha desactivado la potencialidad subversiva que parecía poseer.
¿Por qué? Evidentemente hay múltiples razones que pueden contribuir a la comprensión de semejante cambio, y no tengo la pretensión de desplegarlas aquí. Sólo tiraré de un hilo de explicación, que no es el único posible, pero que me parece muy esclarecedor. La clase obrera, al menos en Francia y en el siglo XX, no ha sido vencida en el marco de un enfrentamiento político directo, como pudieron serlo por ejemplo los obreros parisienses en 1848. Mi hipótesis es que esta clase ha sido minada, rodeada, desbordada, por una transformación sociológica profunda de la estructura del asalariado. Ha sido asimismo desposeída, “doblada” si me atrevo a decirlo, por la generalización y la diversificación del asalariado y por la promoción de categorías salariales que la han relegado a una posición subordinada, ya no central, en la configuración del asalariado.
Quisiera mostrar -o mejor, en los límites de esta contribución, sugerir- que esta desposesión ha pasado por dos etapas principales. La primera marca lo que se podría llamar el pasaje de la sociedad industrial a la sociedad salarial. La segunda, en la que nos hallamos hoy, es el efecto del sacudimiento de esa sociedad salarial, cuyas consecuencias empezaron a hacerse sentir a partir de mediados de la década del setenta. De suerte que una de las maneras de interrogarse sobre lo que sucede hoy con la clase obrera, su consistencia, su impacto social y político, sería considerar su posición en la historia del asalariado y, en particular, hoy día, tomar en cuenta seriamente las transformaciones más recientes introducidas en la organización del trabajo.
I
Partamos entonces de la época en que, en la sociedad industrial, la clase obrera parecía representar un bloque portador de una alternativa global de organización de la sociedad. Se podría tomar como punto de referencia el año 1936, cuando la clase obrera aparece en Francia consciente de su fuerza, dotada de una ideología propia, y apoyada sobre sus propios aparatos, partidos y sindicatos. Al mismo tiempo, permanece socialmente subordinada, privada de las principales posiciones que dan acceso a la riqueza, el prestigio y el poder, incluso a pesar de mostrarse como la principal productora de la riqueza social. Es en el contexto de la lucha de clases, portadora de la esperanza, o del temor, donde podría cambiar la situación, y donde los que han sido desposeídos del fruto de su trabajo podrían invertir el proceso y tomar el mando de la sociedad.
Esa representación de la clase obrera se apoya sobre la composición sociológica del conjunto de asalariados de la época. El asalariado obrero representaba entonces el 60% de los asalariados, y casi el 75% si se agregan los obreros agrícolas. El conjunto de los asalariados no obreros era entonces netamente minoritario, y se componía sobre todo de pequeños empleados cuyo status era también modesto, apenas superior al de los obreros. Los obreros constituyen, pues, la gran mayoría del conjunto de los asalariados, a partir de la cual está pensada y representada la categoría general de trabajador asalariado. Por cierto que esa mayoría no es completamente homogénea, ni sociológica ni ideológicamente; por otra parte, es sabido que nunca lo fue. Pero reúne a lo esencial de las fuerzas productivas de la sociedad industrial en una sociedad que todavía está industrializada a medias, puesto que en los años treinta los asalariados representan apenas la mitad de la población activa.
Si tomamos ahora la situación en 1975, cuantitativamente, el número de obreros no ha cambiado mucho, incluso ha aumentado ligeramente. Pero cualitativamente se ha producido una transformación decisiva en la estructura del mismo. El asalariado obrero ha perdido su hegemonía y ha sido atrapado por el desarrollo espectacular de categorías de “profesiones intermedias”, y de personal jerárquico medio y superior, es decir, estratos profesionales cuyo ingreso y status son superiores a los del asalariado obrero. De aquí en adelante, estas categorías desempeñan, para utilizar una palabra que Luc Boltanski aplicó antes al personal jerárquico, un papel “atrayente ” para el conjunto de los asalariados Es en este sentido que yo decía que la clase obrera se ha hecho “doblar”. Incluso independientemente de las transformaciones internas ocurridas en su seno -y que evidentemente habría que analizar-, ha sido sobrepasada y se ha encontrado aplastada bajo el peso de un conjunto de asalariados de más alto rango. El asalariado obrero -desplegado él mismo en diferentes categorías- en lugar de estar en el centro se encuentra en la parte más baja de la escala, cada vez más diferenciado del conjunto de los asalariados, tanto más cuanto que el asalariado agrícola, cuyo status era inferior al suyo, prácticamente ha desaparecido.
Esta estructura es la de la sociedad salarial: un continuum diferenciado de posiciones vinculadas por las características comunes de la condición salarial, en particular el derecho laboral y la protección social. Pero este continuum resulta muy estratificado y mantiene grandes desigualdades. Este modelo de sociedad salarial no entraña, entonces, una homogeneización social. Tampoco implica una sociedad apaciguada, el fin de la conflictividad social. Impone, en cambio, una redistribución de esta conflictividad, que ya no se cristaliza alrededor de dos bloques antagónicos, obreros y burgueses, trabajo y capital, sino que se distribuye sobre la escala salarial y se desarrolla en buena parte a través de la concurrencia entre los diferentes estratos salariales. De ahí la forma que toma la negociación entre los “participantes sociales”. Negociación conflictiva, podría decirse, a través de la cual cada categoría reivindica la “participación en los beneficios” del crecimiento, piensa que nunca recibe bastante, pero también puede pensar que en el futuro obtendrá más. Y efectivamente se observa que durante el período que siguió al fin de la segunda guerra mundial, cada categoría socio-profesional ha visto mejorar su situación, al tiempo que las disparidades entre las categorías permanecían casi sin cambios.
La cuestión socio-política esencial que se plantea en este contexto ya no es la de la revolución, sino de la redistribución más equitativa de la riqueza social, o la reducción de las desigualdades. Ya no se trata tampoco del cambio del lugar que ocupa la clase obrera como tal en la sociedad, sino más bien de la mejora de la condición salarial en general. Para resumir ese desplazamiento se podría decir que la clase obrera ha dejado de servir como referente hegemónico a la vez para la lucha política y para el análisis sociológico de la sociedad. La gama de posiciones salariales que la ha sustituido parcialmente es más amplia, más diferenciada, menos dividida ideológica y socialmente, sin que por eso esté más armoniosamente unificada.
Así expresado, este análisis resulta demasiado esquemático. Habría que precisar y matizar algunos puntos. En particular sobre la cronología. Al tratarse de un proceso, es difícil determinar el momento del vuelco. Esta generalización -diferenciación de los asalariados que no pertenecen al proletariado obrero- se inicia en los años treinta, se hace más notable después de la segunda guerra mundial, y comienza a imponerse en los años sesenta (el debate de entonces sobre la “nueva clase obrera” lo señala). Pero incluso después de que, desde un punto de vista sociológico, la clase obrera hubiera perdido su hegemonía entre los asalariados, la referencia a un mesianismo obrero logró mantenerse en el plano político y en las luchas sociales, sostenido por el Partido comunista y la CGT. Fue quizás, paradójicamente, alrededor de 1968 cuando se hizo visible la pérdida de la posición central por parte de la clase obrera. Paradójicamente, porque mayo del 68 marcó “la huelga más grande” del movimiento social, y se obtuvieron ciertas reivindicaciones concernientes en primer lugar a los obreros, como el relevamiento sustancial del SMIC. Pero no por ello se puede hablar de una victoria de la clase obrera como tal. Mayo del 68 realizó más bien un aggiornamento de la sociedad salarial, o si se prefiere, una etapa importante en el proceso de modernización de la sociedad francesa en la cual la clase obrera no fue ni el desencadenante (como se sabe, fueron los estudiantes quienes asumieron este papel), ni el actor privilegiado, ni el beneficiario principal. Con respecto a la tensión entre reformismo y revolución, que atravesaba desde hacía más de un siglo la historia social (y el movimiento obrero mismo), el fin de los años sesenta parece marcar la victoria del reformismo. Esta victoria significa que la clase obrera puede continuar sacando beneficios de los cambios sociales que parecen encaminados en la vía del progreso social, pero que ya no es más el centro de gravedad de este proceso histórico.
II
Si yo hubiera intentado este análisis a fines de los años sesenta o principios de los setenta, me hubiese quedado ahí. O más bien hubiese invitado a interrogarnos sobre el lugar que podría ocupar la clase obrera en una sociedad que parecía empeñada en una transformación de tipo social-demócrata: cierta reducción de las desigualdades, una consolidación del derecho laboral y a la protección social, el refuerzo del papel de la negociación social, una representación más democrática de la importancia de los diferentes “partenaires sociales”, etc. En este contexto, ¿hubiera mantenido la clase obrera cierta unidad y cierta especificidad? ¿o bien se hubiera fundido en una especie de gran clase media, como lo soñaban en los años sesenta ciertos ideólogos del fin de la lucha de clases, como Jean Fourastié? Me parece que las cosas no eran tan sencillas, y que alguna reducción de las desigualdades y de las injusticias sociales no significa necesariamente una homogeneización de las condiciones de existencia y una unificación de los modos de vida.
Pero de todas maneras, no es en estos términos que se plantea hoy el problema. Desde mediados de los años setenta (a partir de lo que se llama la “crisis” pero que es mucho más que un episodio transitorio), se produjo una bifurcación en el proceso de transformación de la sociedad salarial. La trayectoria ascendente de la consolidación del grupo salarial se interrumpió, reabriéndose la cuestión de la asociación creciente del trabajo y de las protecciones que el progreso social parecía promover. La consecuencia fue, a mi entender, una agravación muy profunda del proceso de subordinación y de disociación de la clase obrera iniciado cuando el pasaje de la sociedad industrial a la sociedad salarial.
En efecto, si el desarrollo de la sociedad salarial implicaba necesariamente, a mi juicio, la pérdida de la posición central del asalariado obrero en la estructura social, esta subordinación no entrañaba sin embargo una degradación del status de las categorías salariales que componen la clase obrera. Incluso se produjo lo contrario. Las categorías obreras también se habían beneficiado de la mejora general de la condición salarial, tanto en términos de ingresos como de derechos sociales. Con grandes disparidades, evidentemente, y la suerte de los OS (categoría salarial baja), por ejemplo, no tenía nada de envidiable (por otra parte, no es casual que las grandes luchas sociales de principios de los años setenta se relacionaran sobre todo con los OS). Sin embargo, tratándose del período llamado, de una manera por otra parte discutible, “los treinta gloriosos”, se puede hacer una doble observación:
- una mejora general de la suerte de las diferentes categorías obreras en relación a su situación en la sociedad industrial, y sobre todo en relación a los inicios de la industrialización.
- y una relativa cohesión de cada una de esas categorías cuyo status es relativamente homogéneo y relativamente estable. Esto es cierto, me parece, incluso para los asalariados menos provistos, pagados por el SMIG (salario mínimo). Si el SMIG no tiene, por cierto, nada de maravilloso, representa al menos el primer estrato de la inscripción en la sociedad salarial, que, además del salario, implica la participación en el sistema de derechos sociales (derecho laboral, convenciones colectivas, protección social…). De manera que, en un período de cuasi-pleno empleo, cuando el acceso al trabajo parece asimismo cuasi-asegurado, se hubiera podido hablar de una especie de estatus social mínimo garantizado, que comprende incluso las categorías inferiores del grupo asalariado (en este contexto aquéllos que están ubicados por debajo de ese umbral están también en lo esencial fuera del mundo del trabajo regular, y forman un “cuarto mundo” residual).
Esta es la cuestión que parece hoy replantearse por la degradación del status de numerosas categorías salariales. Por una parte, se observa la multiplicación de situaciones de trabajo por debajo de ese “estatus social mínimo garantizado” 2. Por otra parte, y de modo más general, se observa una pulverización de la estabilidad de numerosas categorías salariales. Los asalariados de un mismo estatus dejan de estar “cubiertos” de manera homogénea y pueden tener un destino social completamente diferente. Este es el efecto de dos riesgos importantes que han aparecido, o al menos que se han agravado considerablemente, el riesgo desempleo y el riesgo precariedad, y que tienen consecuencias particularmente desestructurantes sobre las categorías obreras, y ello de dos maneras.
Por una parte, se sabe que el desempleo y la precariedad afectan de diferente manera a las distintas categorías sociales según un orden que sigue, grosso modo, la estratificación social (así la proporción de persona] jerárquico desempleado es claramente menor que la de obreros desempleados, y entre los obreros, los obreros no calificados están desempleados mucho más a menudo que los obreros calificados). La nueva coyuntura del empleo ahonda así las disparidades entre las diferentes categorías de asalariados, en detrimento de los estratos inferiores del grupo salarial. Se puede decir también que, a partir de “la crisis”, se han abierto nuevas desigualdades al lado de las desigualdades “clásicas”, como las desigualdades de ingresos, que se mantienen 3. Al golpear con más fuerza a las categorías ya ubicadas “abajo de la escala social”, acrecienta aún más su subordinación.
Pero el desempleo y la precariedad producen otros efectos destructivos que, aunque no tan inmediatamente visibles, son por lo menos igualmente graves, porque quiebran las homogeneidades Sea, por ejemplo, dos obreros de la misma calificación (ya sean más o menos calificados). Siendo todo lo demás igual, habrá enormes disparidades entre la trayectoria de aquél que conserve su empleo y su estatuto profesional toda su vida (felizmente) y el destino social del que se convierta en desempleado de larga duración, o que alterne períodos de empleo con períodos de inactividad. Esta desigualdad masiva entre asalariados del mismo status rompe las solidaridades intracategoriales que se basaban en la organización colectiva del trabajo y la homogeneidad de condiciones compartidas por grandes conjuntos de trabajadores. Esta transformación parece poner en tela de juicio la noción misma de “clase”, en cuanto ella entraña una des-colectivización de las condiciones de trabajo y de los modos de organización de los trabajadores.
En efecto, la concepción clásica de la clase obrera se basa en último análisis en la existencia de colectivos obreros que tienen su raíz en una determinada comunidad de condiciones y una determinada comunidad de intereses. Siempre se supo (y Marx el primero en tener consciencia de ello) que esta identidad nunca fue totalmente realizada, y que la clase obrera nunca representó una unidad absoluta, ni desde el punto de vista de las condiciones de existencia ni desde el punto de vista ideológico o político. Sin embargo, no se podría hablar de “clase” sin plantear cierta preponderancia de lo colectivo sobre lo individual.
Esta preponderancia es lo que hoy se debe interrogar. El mundo obrero (en tanto haya existido como “mundo”, en todo caso lo era sobre la base y en la medida de esta preponderancia de lo colectivo) ¿no ha sido minado por un proceso de individualización que disuelve sus capacidades de existir como colectivo? ¿No solamente como un colectivo global (la clase obrera con C mayúscula), sino también como un conglomerado de colectivos correspondientes a diferentes formas de condiciones relativamente homogéneas capaces de unificarse en tomo a objetivos comunes? (Una gran huelga, una “avanzada social” importante siempre han correspondido a una cristalización de colectivos particulares en un colectivo más amplio). De tal manera, las transformaciones más recientes de la organización del trabajo no se traducen solamente en el desempleo masivo y la creciente precariedad de las condiciones de trabajo. Ellas transforman también profundamente las relaciones de trabajo. En un mercado de trabajo cada vez más competitivo, los asalariados están sometidos a presiones demasiado fuertes para ser móviles, adaptables, flexibles. Bajo la amenaza del desempleo (y sin duda también porque muchos, de grado o por fuerza, se pliegan a la ideología empresarial que exalta la flexibilidad y el espíritu de iniciativa) entran en concurrencia y se ven llevados a jugar el juego de la competencia. Se asiste asi a un desarrollo de la concurrencia entre iguales, es decir entre trabajadores del mismo estatus 4. Éstos se ven conducidos a poner en juego sus diferencias, antes que a apoyarse sobre lo que tienen en común. Hay también una correspondencia profunda entre lo que Ulrich Beck llama “la desestandarización del trabajo” 5 y el recurso a estrategias individuales, antes que a estrategias colectivas, para afrontar esas situaciones nuevas. Por una parte, el mundo del trabajo se divide con el desarrollo de la sub-remuneración, la multiplicación de formas “atípicas” de empleo, el trabajo parcial, el trabajo intermitente, las nuevas formas de trabajo “independiente”, etc. Faltan entonces los puntos de apoyo para la organización y la acción colectivas, cuyo modelo fue representado por la gran empresa. La consecuencia de estos cambios “objetivos” es que el trabajador como persona, cada vez más, queda librado a sí mismo, y debe movilizarse para tratar de hacer frente él mismo a esas situaciones. Al parecer, cuanto más precarias son las condiciones de trabajo, más los trabajadores se ven obligados a desenvolverse, hacer de todo, tratar de salir del paso mal que bien. En estas condiciones, ¿se puede hablar de “ciases” de individuos, o de individuos atomizados, de alguna manera condenados a ser individuos, individuos por defecto? Cabe recordar aquí las condiciones de contratación de la fuerza de trabajo a comienzos de la industrialización, analizadas entre otros por Marx. También entonces el trabajador era tratado como un individuo “libre” y sin protección, y se sabe cuánto le costó. Fue al inscribirse en colectivos, colectivos de trabajo, colectivos sindicales, regulaciones colectivas del derecho laboral y de la protección social, como se liberó de las formas negativas de la libertad de un individuo que no es más que un individuo. ¿Qué le sucede al individuo, y qué puede hacer, cuando es desarticulado de los colectivos protectores? La historia de la clase obrera muestra que los individuos trabajadores han podido acceder a cierta independencia sobre la base de organizaciones colectivas y de su inscripción en colectivos. El análisis de la reestructuración actual de las relaciones muestra que es un proceso inverso el que domina las recomposiciones en curso.
La descolectivización actual de las relaciones de trabajo representa así un nuevo trato susceptible de replantear la noción misma de clase tal como fue construida históricamente. Ella desestabiliza las formas clásicas de organización del trabajo que dieron las bases de la unificación de los trabajadores y de su capacidad de resistencia, aunque a menudo bajo formas muy costosas y “alienantes”, como en el caso de la organización tayloriana del trabajo. Pero la eclosión de esas formas colectivas corre el riesgo de acrecentar la subordinación y profundizar la desigualdad de condiciones de las clases populares. El reverso de la descolectivización del trabajo es, en efecto, su reindividualización, que deposita en el trabajador la responsabilidad principal de asumir él mismo los avatares de su trayectoria profesional. En tal sentido, los diferentes grupos sociales están desigualmente preparados para enfrentar esas exigencias nuevas. Los menos calificados, los que más carecen de “capitales”, no sólo económicos, sino también culturales y sociales, son también los que más padecen cuando un modelo de individualización de las relaciones de trabajo sustituye a uno de colectivización. Los trabajadores menos cualificados, los más precarios, son también los que parecen más desprovistos de los recursos necesarios para estructurar colectivos emancipadores.
Estas afirmaciones parecerían quizás exageradamente pesimistas. Sin embargo, no queda excluido que pueda haber nuevas formas de organización que correspondan a esas nuevas formas de desestructuración de los antiguos colectivos. Es también, sin duda, el principal desafío por afrontar hoy: llegar a recolectivizar situaciones que, cada vez más, se desarrollan bajo la forma de una individualización desregulada. Fue, por otra parte, el desafío que recogió la historia social el que permitió la constitución del grupo asalariado obrero como clase a partir de la situación atomizada del proletariado de comienzos de la industrialización. Entonces, no es imposible a priori que hoy se pueda recoger un desafío análogo. ¿Pero cómo, en qué condiciones, movilizando qué recursos, y con qué probabilidades de éxito? No soy profeta. Me guardaré, pues, de responder a estas preguntas. Pero pienso que en todo caso las posibilidades de promover un futuro mejor deben partir de un diagnóstico sin complacencias sobre el presente. Éste nos muestra que la unidad relativa de la clase obrera está deshecha; que su desestructuración corre el riesgo de dejar que se asiente en sus márgenes un flujo cada vez mayor de trabajadores y ex-trabajadores abandonados a sí mismos, cuya situación recuerda a la los primeros proletarios; que la dinámica más poderosa del capitalismo contemporáneo activada por la ideología neo-liberal, trabaja por la desestructuración de los sistemas de regulaciones colectivas que habían estabilizado la condición salarial; y que los contrapoderes necesarios para dominar esos factores de individualización negativa, y que no pueden ser sino colectivos, todavía están por encontrarse.
Publicado originalmente en  Actuel Marx “Las nuevas relaciones de clase”
NOTAS
1 Luc Boltanski, Les cadres, Paris, Editions de Minuit, 1982.
2 Se trata del desarrollo de una especie de segundo mercado de trabajo, o de un submercado de trabajo que proliféra por debajo del SMIC y procura un status inferior al del asalariado completo, tanto en términos de ingresos como de derechos. Estas formas de subempleo no se desarrollan solamente en el marco de las prácticas del capitalismo salvaje, como por ejemplo en ciertos sectores como la sub-contratación. Las medidas públicas de “tratamiento social del desempleo” contribuyen también a la constitución de un infraasalariado (cf. por ejemplo el estatus de los CES y de diferentes formas de “empleos asistidos”).
3 Cf. también Jean-Paul Fitoussi, Pierre Rosanvallon, Le nouvel âge des inégalités, Paris, Le Seuil, 1997.
4 Cf. Dominique Goux, Eric Maurin, La nouvelle condition ouvrière. Nota de la Fondation Saint-Simon, Paris, octubre 1998.
5 Ulrich Beck, Risk Society, London, Sage Publication, 1992.
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Una respuesta a ¿Por qué la clase obrera perdió la partida?
1.       amparo dijo:
9 julio 2014 en 1:24
A LOS capitalistas, no les ha convenido jamas que los trabajadores estuvieran unidos por medio de sindicatos , porque no es lo mismo que vaya un trabajador solo, a defender su situación en la empresa , que con un dirigente del sindicato y con todos los afiliados detrás , pues a mí me ha parecido que desde hace unos años atrás , los empresarios han cogido mucha fuerza y a los sindicatos les han apretado las tuercas demasiado, por qué los sindicatos no han sabido atraerse a los trabajadores para tener la fuerza detrás y hacer una huelga de tras de otra , ¿ por que para que tenemos a los sindicato, sino para amenazar a los empresarios con huelgas y huelgas, con los trabajadores detrás?. BUENO el caso es que el CAPITALISMO ES EL PEOR ENEMIGO DE LA CLASE TRABAJADORA . PUES nos está haciendo pasar muchas calamidades , desde dejarnos sin trabajo , sin casas ,pasando hambre en muchas familias , en los ambulatorios muchos medicamentos no te los dan tienes que comprarlos tu ,que no tienes ni para comer y mientras cada vez mas saliendo mas ladrones de guante blanco , esto es un sin vivir, no sé lo que puede pasar con destruir la unión de los trabajadores, un saludo .



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123 respuestas a El Foro

1.        Joan Robinson dijo:
5 febrero 2014 en 20:44
Hola compañeros! Les cuento que estoy haciendo mi tesis de maestría en economía sobre la teoría del intercambio desigual de Emmanuel Arghiri (y de otros autores que aportaron a la teoría de la dependencia). Mi intención es vincularla con el problema de la restricción externa que presenta hoy la Argentina, ver si sirve para explicarla o no, así como también contrastarla con el enfoque estructuralista latinoamericano (que también estudia el problema de la restricción externa).
Es por esto que acudo a ustedes! Capaz sepan de algún trabajo que ya haya intentado hacer esto o que les parezca pueda hacer algún tipo de aporte a lo que quiero hacer.
Desde ya muchas gracias!
Un saludo grande desde Argentina!
Responder
o    Antonio Olivé dijo:
6 febrero 2014 en 17:03
Muchísimas gracias por visitar nuestro blog. Lamentamos no poder ayudarla, su petición nos supera.
Lo que si podemos hacer es compartir su petición en nuestra página de facebook y apelar a los compañeros. Y eso, no lo dude, lo hacemos ya mismito.
Salud.
A. Olivé
Responder
§  Joan Robinson dijo:
6 febrero 2014 en 20:51
Muchísimas gracias a ustedes! :)
2.     Pingback: mp3
3.     Pingback: My Homepage
4.       Eduardo Coli dijo:
2 febrero 2013 en 23:48
Mi argumento se sustenta, en que estamos en presencia de vivir y experimentar el antagonismo y el poder de creación-destrucción de dos fuerzas, productoras de mundo y realidad, que definiré como la biológica y la mental.
Nosotros como especie estamos atravesados por ambas.
Podríamos decir que: en el inicio de los tiempos, ambas acciones, fuerzas, caminaban juntas, se relacionaban y complementaban en la producción y generación de mundo y realidad. (Cierta forma de actividad economía)
El arco y la flecha son de origen de la acción económica de la mental, en relación con la acción biología, económica de un individuo.
Lo biológico se degrada y se pierde, se transforma, reconvierte, transfiere, invierte, con mucha facilidad, traduciéndose a otros cuerpos, formas de vida, como reintegrándose a lo orgánico.
Los productos, las construcciones de la mente perduran, por siglos, milenios, en su productividad económica, determinado el sentido, en casi todos los casos, de la práctica de la economía de la violencia.
Por ejemplo, un pueblo, una comunidad, a partir del arco y la ficha, incrementa el poder económico de la comunidad, a partir de un mayor poder de sustentabilidad de sus integrantes.
Por este medio de creación mental, establece y crea las bases de una nueva economía, por medio del instrumento creado, encontrado.
El arco y la flecha representan una forma, un medio instrumental productivo, que implica ciertos conocimientos bacisco y prácticos que se heredan y aprenden social y culturalmente.
Que se adquieren de la propia comunidad, y que se denomina como los instrumentos y los conocimientos económicos político bacisco para la realización y sustentación de la sociedad, la cultural, en tanto, lo mental sirve, en todo lo que refiere al desarrollo del campo de lo económico y lo político, de tal comunidad o grupo social.
Y ese grupo, a partir de tales formas, desarrollo mental de su tecnología, como la base económica de su desarrollo, se independiza, o cree independizarse, en alguna medida, del medio, de las relaciones de dependencia con el medio ambiente, en tanto que toma distancias del mismo, mentalmente, a partir del abandono de las formas arcaicas o rudimentarias de sobrevivencia y sustentación económica.
En tanto que paradojalmente, tal grupo se va haciendo cada vez más independiente, en la media que cada vez más dependiente, de sus instrumentos y herramientas económicas, de su sometimiento a la cultura de pertenecía y absoluta dependencia, en tano que dependiente de los productos, de los frutos hallados, encontrados y desarrollados por su mente, en tanto que adquiridos establecidos tomados y empleados, capitalizados por los procesos de la cultural.
Más pronto que tarde, son más importantes y vitales para la sobrevivencia del grupo, la existencia y el manejo material de la base económica, como la consideración y el respeto práctico, productivos de sus instrumentos, que la vida y el respeto de la propia vida de sus integrantes.
Lamentablemente la vida cada día vale menos, en su forma productiva, como instrumento del desarrollo cultural de la economía, antes los productos económicos de la mente, que son capitalizados por la cultura, en su dominio y desarrollo, como en su constante aumento y desarrollo de la explotación y depreciación, como de la ganancia, que por medio de ellos se obtiene de la vida, en tanto que alejamiento distanciamiento de la vida.
Se empieza a priorizar, a proyectar la acción y producción económica de lo mental, sobre la acción y producción biológica sobre la que se invierte, se aplica la acción mental.
Se empieza a desplegar ( en tanto que separa desvincular) el desarrollo y el crecimiento económico de todo un mundo concebido económicamente por lo mental , en contraste y en perjuicio del dominio el sometimiento la explotación despiadada de todo un mundo, una economía construida, sostenida y completamente desarrollada por la acción de la vida.
En este momento nos encontramos en el mayor distanciamiento, en el mayor antagonismo y tención entre un mundo y otro, entre una economía y otra.
La economía, el crecimiento, el desarrollo mental no se puede seguir separando distanciando más del mundo biológico, ya que no hay mundo hacia y en contra del cual seguir creciendo.
Mundo que se ha visto fuertemente perjudicado, totalmente deteriorado, por el despiadado y fuerte crecimiento acelerado de la acción y la fuerzas productiva de lo mental.
Economía de la violencia, que marca y establece sus diferencias, sus parámetros de crecimiento, en contraste de la constante superación del dominio y la explotación de la vida.
Nosotros nos en contáramos atravesado, mediados por ambas fuerzas productivas, nos vimos forzados a asumirnos e identificarnos con una, como súbitos y empelados, dependientes de la violencia creciente, en perjuicio, sacrificio de la otra, es decir en desmedro y desprecio de la vida propia, como toda.
A partir de ahí, el desarrollo económico, cultural, no paro de desarrollarse, lo que se dice, evolucionar y experimentar, tremendas transformaciones, revoluciones, en su constante avance y crecimiento, en función de alguna masacre que otra, que algún que otro genocidios, y otros males menores, en tanto que por medio de establecer alteraciones y cambios productivos en el relacionamiento y las formas sociales culturales de la sobrevivencia entre los grupos humanos, en competencia y lucha por la misma.
¿Cabe pensar, o auto preguntarme por las posibilidades de una otra economía, que es a lo que apelo explorar con mis intenciones especulativas, usando y empleando a la acción de la mente, causante del problema, contra ella misma, para la comprensión y el respeto profundo de la vida, obligándola a que se reconozca en sus actos, en sus construcciones, en sus genocidios, en los objetivos de su economía, y en la creación de mundo y realidad que por ella acontece, haciéndole acuerdo que ella fue en primera instancia objeto y instrumento de la vida.?
Un abrazo.
o    Mel dijo:
3 febrero 2013 en 18:34
Hola Eduardo,
sabes? te leo y lo asocio con la teorìa de Nietzshe “moral del amo y del cordero” o dominamos o nos dejamos dominar. Reinar en soledad y someter al que se oponga. También recuerdo a Fromm (vivir para tener y no para ser, lo has leído?). Podría continuar pero como sugiere Antonio, tal vez este no sea el foro para plantear mis propios problemas existenciales.
§  Eduardo Coli dijo:
4 febrero 2013 en 14:13
Estimado Mel, gracias por la interacción comunicativa, de lo que se trata es acceder a vislumbrar las posibilidades de una realidad que no existe, de un mundo, una convivencia y una economía que aun no se comprenden, por medio de la crítica de los instrumentos y medio conceptuales, ideológico, filosóficos existentes.
Por los que se le interpreta y justifica, al domínate mundo existente, pero por medio de los que no se los socaba ni ataca en sus fundamentos.
Instrumentos y herramientas teóricas, muy pesados y duros, de desplacer de su lugar de privilegio, de los cuales se sirven y valen unos pocos, para sostenerse y consolidarse en sus privilegios, como visionarios calificados, por arriba de todos los demás.
Pesados instrumentos ideológicos, como el manejo del lenguaje, por lo que se consolida, e impone una estructura, una forma de realidad, ver y entender, cegar y expropiar, que paradojalmente se afinca en nuestras mentes, que nos aplasta, nos deprecia y no nos considera como seres vivos íntegros, si no apenas como objetos y unidades manipulables, despreciables, meramente productivas, económicas consumistas, por medio de las cuales se garantiza su propia auto reproducción.
Yo no descalificaría el cuestionamiento y la discusión abierta y cruzada de los propios problemas existenciales, ya que estos son la base donde se consolidan todos nuestros problemas, en tanto que el propio principio constitutivo, facultativo de la propiedad privada, la gran base como sabemos, de uno de los problemas más complejos de discusión y análisis, teórico filosófico, de la economía de este sistema caduco, que nos rige.
Y si planteo y apuesto a la discusión, de abajo y desde los de abajo, es porque si creo en la emancipación mental, humana, social, cultural de nuestra especie, y no desde arriba, dirigida y discutida por los interese económicos clasistas de los de arriba, esta discusiones nunca le han dado dividendos a los de abajo.
Creo que me he servido, alimentado masticado-digerido-críticamente, de alguna cosas de Fromm, Nietzsche y muchos otros, no precisamente de tales títulos, mi vida intelectual, si se me acepta en tal vida, se debe a incorpora y experimentar, hacer parte de mi cuerpo, de mi lucha , de mi presente, el cuerpo mental de los otros, en tanto que hacer parte de mi, el mundo del que me alimento, y al que respondo y represento en tal acto, ahora no me pidas que los regurgite lo vomite, tal cual lo he incorporado, porque ese sería un insulto al cuerpo espiritual mental critico pensante de los otros.
Como lo pretende la practica capitalista, coartando el desarrollo del pensamiento, para atesóralo, comprimirlo, encerrándolo en capillas, templos y bibliotecas, como un bien útil, del la inútil total, como de la veneración y adoración eterna, de la afamada reverencia y respeto sacramental, de los súbitos al cuerpo momificado sacralizado de los patriarcas, los héroes y de los dioses. Como objetos, textos sagrados, de la explotación, hechos de la propiedad privada, intelectual de los templos, para el rendimeito económico de todas las formas de sacerdocio, en función de la inmortalidad benefactora crucificada de un autor.
Un abrazo.
o    Mel dijo:
6 febrero 2013 en 5:04
EstimadA Mel o Meli,. No pensaba aclararlo pero sentí inquietud y leyendo tu reflexión me doy cuenta cuanto nos condicionan desde que nacemos, primero nuestros padres con un nombre (de algún modo hay que llamarnos), y desde ese momento cuanto nos identificamos con él (nombres de gobernantes, dictadores, nombres sencillos o extravagantes). Tú mismo te presentas como Eduardo (podía haber sido fulano, zutano o mengano), disléxico y sin terminar los estudios. Cuánto te ha condicionado esto en tu vida?, no deberías rotularte así, seguramente eres mucho más que eso. Cuando nacemos llegamos incólume, carecemos del deseo de poder, y de a poco nos van formando (padres, maestros, profesores, políticos) y nos vamos contaminando. Hago mías tus palabras “obedeciendo como obedece a los tantos saberes de la escuela, a las leyes del mercado, del mundo y la economía” y entonces entramos en la vorágine. Todos construimos esta sociedad, todos somos responsables y quienes triunfan en ella no desean que nada cambie, no van a permitir que se rompa ese círculo de poder que han creado.. Entonces me pregunto, cómo lo harías? Por dónde comenzar? Culpamos a lo otros o nos culpamos nosotros? Muchos seres sufren, son desdichados, aplastados, son víctimas y están dormidos, cómo los despertarás?
Tus reflexiones son extensas y complejas para mi, para poder discernir las voy a imprimir (me lo permites?) y leer por párrafos.
Mis disculpas al Sr. Antonio porque con razón expone que lo que digo no tiene nada que ver con su blog,
§  Eduardo Coli dijo:
4 marzo 2013 en 4:05
El triunfo de la cultura, se da y establece a través del triunfo, que por medio de la cultura, vive o padece, un individuo vivo, que por medio de la cultura, ciertamente cree prosperar y desarrollarse, en contra de la vida, a partir del dominio y la explotación de la vida, que por medio de la cultura se establece.
Tras una lenta cohesión moderación escolar, que determina el pulido y el acabado instrumental funcional, de nuestra existencia, pieza y forma precisa, si yo no caminara constantemente hacia el horno, hacia la propia negación de todo lo que existe, por medio de esta cultura, si no caminara hacia el horno, que todo lo funde, desintegra, tendría que limitarme y asumirme, en tanto que reconocerme en la existencia predeterminada, acusada por los términos y los calificativos, por los nombres y las definiciones, otorgados por la acción de la cultural, funda en la absoluta negación y traición violenta, contra la acción de la vida.
Pero yo reconociéndome como producto de la acción y los juegos, los lenguajes de la cultura, pretendo negar la acción productiva de la cultura, exigiéndole, que me respete y considere en mi vida y muerte, en todas mis raíces, en todos mis vínculos, en todos mis lenguajes, que respete el tránsito de la vida y la muerte por medio de la estructura de mis huesos.
Ya que no quiero terminar reducido a una de sus meras formas, formalidades, o instrumentos, por los que atenta contra la acción productiva de la vida-muerte, ejerciendo la acción mental de la violencia simbólica y lingüística.
Por una de estas formas sociales culturales, prontas para el servicio productivo económico del ser de la sociedad y la cultura, ante tal situación me tengo que asumir en alguna, para no ser totalmente excluido de la situación social cultural, cultura y sociedad que encierran, destruyen, medicamentan, elimina a quienes no dan con la taya y la medida, del orden social cultural.
Pero yo entro en conflicto, disolución de la forma, mi forma ideológica, a través de cuestionarme el sentido, y los significados del lenguaje, las fuerzas, las violencias que me forman, entro en contradicción con la construcción misma, de la definición de hombre, que se me antoja funcional y esencial para el orden operativo constructivo de la sociedad y la cultura de la mentira, la traición y la violencia.
Por ejemplo; sin hombres no se podrían sostener ninguna guerra, para sostener, mantener, crear económica y productivamente una guerra, se precisan hombres, como por ejemplo, sin trabajadores, y otras categorías de hombres, de formas sociales culturales productivas, no se podría estructura ni sostener la cultura de la violencia.
Sin las construcciones mentales de la distintas naciones no se podrían dar ni constituir, ni sostener los conflictos armados y no armados, como de exterminio y dominación, como de explotación y subordinación, entre ellas.
Si la reglamentación y la invención del futbol, y los posteriores cuadros, como invención mental social cultural, no podriríamos protagonizar, ni disfrutar, ni disgustarnos hasta llorar, ni alégranos hasta reventar nuestro corazón de felicidad, etc., sin la acción intervención de la mente no podríamos disfrutar ni protagonizar de tal espectáculo y realidad.
En tal sentido la realidad que vivimos y protagonizamos es resultado como fruto de la acción productiva, como de la elecciones y construcciones de la mente, sobre el medio, el soporte vivo de la realidad originaria, de aquí la importancia de comprender su funcionamiento, y las construcciones mentales, de su espacios y medios de realización, ya que nuestras mentes, rigen el comportamiento biológico de nuestra vida y cuerpos, nuestras mentes nos llevan hacia el mundo, el trabajo, la creación del juego que la mente determinan crear y jugar, o que juguemos y protagonicemos.
Sin trabajadores, sin estas leales y resistentes formas y construcciones humanas, jugadores básicos o elementales, del jugar y participar de la realidad mental, que se determina en sus códigos y leyes, no se podría sostener un sistema de dominio y explotación económico, totalmente injusto, fundado en la violencia productiva que se obtiene, alcanza y logra mediante la existencia y la fabricación, el acondicionamiento mental de los trabajadores.
Yo soy del Barcelona y juego de puntero derecho, y me gano la vida con ello, yo soy obrero de la construcción y levanto edificios y padres muy buenas, yo soy tornero industrial, yo vuelo aviones, helicópteros, yo soy un solado especializado y entrenado para matar, etc., etc., son todas construcciones mentales, operarios y jugadores económicos, creados y desarrollados por el sistema cultural, productores portadores de una forma de realidad y economía, que sirven a los intereses de los grandes juegos colectivos, creados mentalmente por la humanidad.
Como la debacle económica que vive y padece europea y próximamente el mundo entero, producto de los especializados y especulativos juegos económicos políticos de los grandes capitales multinacionales.
Mientras no seamos capaces de altera afectar este lenguaje podrido, no podernos apropiarnos de nuestro trabajo, hablando, construyendo, proponiendo vida y mundo, desde nuestra vida, por nuestra voz, a partir de un otro lenguaje y medio, que por lo menos se respete, el lenguaje y el medio viviente, organizativo, por el que se dan y se sostiene, pronuncian nuestros huesos.
Mientras no suceda esto, seguiremos obedeciendo como obedecen los ejércitos, los trabajadores, los ciudadanos, los estados, los consumidores, el capital mismo, al lenguaje del desprecio y la explotación de la vida.
Hay cosa que no se pueden sostener en palabras, ni en imágenes, ni en lenguajes auxiliares, propagandísticos, científicos y políticos, ni siquiera en los narrativos y poéticos.
La vida es una de esas cosas que no se pude dar, ni sostener, retener en palabras, ni por medio de otros lenguajes, aunque se la puede alcanzar, afectar, seducir y engañar, para que por medios de ellos, trabaje y responda, a nuestros motivos e interese, como intenciones económicas y egoístas, por medio del lenguaje se logra encausar e impulsar, seducir y emplear a la acción de la vida humana hacia la acción y los requerimientos productivos participativos de los juegos del terror. El lenguaje humano como un instrumento como una de las hambrientas de mayor poder, domino y explotación, de apropiación y lapidación, es de respetar, más precisamente cuando atenta conspira contra del lenguaje en que se da el mundo real, buscando substraerle la fuerza y el poder, de su belleza y encantos, de su riqueza y esplendor.
Nada más que por tener y disponer, mentalmente, del medio de imaginarnos tal situación, a partir del auxiliar lenguaje, como el falso lenguaje imaginario, que hemos creado, que hacemos pesar y pasar, como un lenguaje real, el verdadero, podemos corromper el mundo real.
Estimado amigo, reconozco la tensión crítica de la contradicción social cultural lingüística comunicativa en la que estamos implicados, reconozco que el mundo que vivimos y protagonizamos es producto de nuestros juegos invenciones mentales, y estos juegos invenciones mentales solo se pueden sostener por la acción coordinada participativa de la mentes del colectivo, que se alcanza por medio del lenguaje.
Reconociéndome críticamente en esto, y en las posibilidades lingüísticas de entrar y participar, sumarme en cualquier calce de juego, se me ocurre que ya es hora de terminar con estos juegos, estas construcciones fundadas en el dominio y la explotación, que ya es hora de ir proponiendo, creando, inventando otros juegos, muchos más participativos y solidarios, inclusivos y respetables de nuestras condiciones como seres vivos, y esto solo es posible por medio del manejo operativo productivo del lenguaje, contradictoriamente tengo que apelar a la herramienta por al que y por la que se determina esta realidad para intentar variaciones y cambios de esta realidad. Herramienta y poder que está en muy pocas manos.
Ahora viene lo interesante, que se me ocurre hacer para crear iluminar otros juegos.
Muy bien; crear poner en circulación un (unos) lenguajes otros, que hable de esto y otras cosa y que cree riqueza, se funde en la creación de la riqueza, vos amigo ye te estarás riendo me lo imagino, como podrá ser posible crear riqueza por medio de la acción productiva del y los lenguajes en circulación.
Esto es muy complejo, y tengo mucho trabajo teórico reflexivo en tal cosa, problemática, que no voy a exponer aquí porque llevaría mucho, voy a simplificar mucho para ponerte un ejemplo.
La explotación la reducción la dominación como la animación hacia el trabajo los deseos, el consumo, los pensamientos los estados de soledad incomunicación y angustia, de insignificancia, de inutilidad e impotencia como las ideas que rigen transitan por la cabeza y el cuerpo de los hombres, determinado su respuesta productiva hacia tal estado de cosas y mundo, como una manipulación mental se da y se sostiene, se establece y se explota por medio de todos los lenguajes que se hacen circular.
Si tu observas bien no hay ningún lenguaje publico que nos anime motive hacia otra respuesta, estamos direccionados en todo, y hacia todo, por los lenguajes que nos movilizan y animan, a actuar hacia una dirección precisa, la que se corresponde con esta realidad y mundo, con la economía y nivel de productividad que protagonizamos.
Nuestra respuesta es vital, para que se sostenga y reproduzca por medio de ello el mundo que nos aplasta y desprecia, y esta respuesta es direccionada por los discursos, los lenguajes, los juegos, que nos motivan, nos animan, a responder y participar de ellos, que se nos hacen ver entender adoptar incorporar por la sencilla razón, de que son los únicos lenguajes, juegos económico populares en que se pude dar y sostener nuestra vida y realidad, no hay otro , ni otra opciones, de ser y jugar a otra cosa, a la vista, en tanto esto, estos son los juegos, los lenguajes únicos, que circular por nuestro mundo y cabezas, brazos y piernas.
Lenguajes y juegos sociales culturales, manejados por las multinacionales de la economía, que determina los juegos en que se da y establece la reproducción social cultural, a los que yo acuso de reductores y empobrecedores del medio y la realidad, de la vida y la participación de los individuos, de la actividad que tristemente juegan de los sujetos vivos, como determinantes de todo lo que vivimos.
Mientras no se pongan en circulación y a contramano de los discurso, saberes y conocimientos dominantes, que corren y actúan por medio de la psiquis de toda la humanidad, como posibles otros discursos, lenguajes, saberes, conocimientos disonaste, como contra juego critico de un lenguaje muy otro, no se podrá afectar, ni cuestionar la productividad de todo lo que existe en una sola dirección, no tendremos ni viviremos ninguna clase de emergencia transformantes de estos estados de realidad, que corren, en que se da y se consume nuestra vida.
Estimado amigo dejo por aquí la elaboración, a razón de seguirla desarrollando en otras entradas. Claro que puedes copiar, descuartizar, abrir, mis discursos, en tanto que tirarme, con toda clase de objeciones, criticas, putos flojos, o discrepancias.
Discúlpame pero no había recabado en esta intervención por eso no te conteste antes.
Un abrazo.
§  Antonio Olivé dijo:
4 marzo 2013 en 21:33
Gracias Eduardo Coli por tus aportaciones. Encantados de tenerte de nuevo por aquí.
Saludos. Olivé
5.        eduardo Coli dijo:
17 enero 2013 en 20:47
Para discutir mas allá de lo planteado por Marx, establezco un punto de discordancia critica con sus planteamientos teóricos, e instrumentos herramientas de análisis, para comprender el mundo y la realidad a la que nos confrontamos con nuestra vida.
Todo hombre, para bien como para mal, se pude distanciar y separar de cualquier situación real, en cualquier momento.
Puede hacer abandono mental de lo real, para encerrase mentalmente en un mundo mentalmente construido manejado imaginado, en paralelo, o como mundo parasitario del real.
Y lo dramático que pude llevar, conducir a toda su comunidad hacia tal cerrado mundo mental imaginario establecido sobre lo real como el mundo domínate.
Y de esta negación, huida, rechazo, de lo real, se puede operar mentalmente, como volverse mentalmente, desde lo mental, contra lo real.
Y esto que lo caracteriza y diferencia de cualquier otro animal, es debido a su tremendo poder mental de escindirse en mundos en paralelos como poderosos mundos, imperios imaginarios.
Comprender la bondades y los peligros, las ventajas y desventajas de tal diferenciante poder, que comprenden y caracteriza nuestra antagónica capacidad humana, es esencial.
Ya que toda forma de civilización se da a origen, por esta capacidad mental, nuca bien compendiada, ni alcanzada a ser percibida en el pensamiento de Marx.
Como la fuerza y el poder responsable del desarrollo capitalista de esta civilización, como del fenómeno responsable de fundación de todas las demás, fundas en el dominio y la explotación, como en el manejo de las artes de la utilización y creación de instrumentos y medios mentales, para la manipulación de la vida.
Marx se la agarra en sus complejas reflexiones teóricas con los instrumentos y los objetos, los útiles, y con los resultados y las consecuencia productivas materiales, producto de las formas, los objetos y los instrumentos de la creación de la mente.
Pero no alcanza a tomar a la mente humana, como objeto del auto reflexión de la crítica teórica de sus estudios, análisis y comprensión. En tanto no la ve, no la percibe, concibe, como la gran responsable de toda forma de transformación, producción, traducción de lo real, al dominio y manejo de lo mental.
La mente la gran fuerza inmaterial, del poder que nos caracteriza y diferencia como especie, por el que se da a origen todas las formas y modalidades de organización social cultural, en tanto esto, toda forma de civilización, escapa como objeto de estudio y reflexión a la propia mente reflexiva, que escapa en sus construcciones, con su construcciones teóricas y prácticas sobre lo real, al gran mundo universo de lo real.
o    Mel dijo:
21 enero 2013 en 6:38
Que serìa poder dejar la realidad mentalmente? es descender la conciencia o elevarla? si es descenderla, es conectarnos con un instinto animal, primitivo? si es elevarla; es conectarnos con una inteligencia universal, superior? A veces cuando escapo de la “realidad” de esta sociedad, me pregunto si no será eso lo que llaman locura. Qué pasaría si una de esas veces en las que imaginamos otra realidad en nuestra mente terminamos por confundirnos y no saber cuál es la verdadera realidad? qué pasaría si esa realidad de universo paralelo que construimos en nuestra mente termina apoderándose de la mente real? ni importaría, creo, la misma mente termina manipulándose a ella misma. El poder de la mente, envuelve, manipula, incapaz de acallar.
§  Antonio Olivé dijo:
22 enero 2013 en 22:58
Hola Mel, gracias por tu visita al blog y por dejarnos tu aportación, aunque creo que no es el espacio más adecuado ni tampoco le veo mucha relación con las cuestiones que tratamos en este blog.
A pesar de todo, gracias
§  Eduardo Coli dijo:
23 enero 2013 en 12:46
Muchas gracias Mel , por interesarte en el planteamiento, está totalmente muy centrada tu reflexión, sobre lo que planté en gran parte. Voy a tratar de presentarme, soy uruguayo sin ninguna formación académica, disléxico cerrado, apenas termine la primaria, no obstante de laguna forma extraña, me apropie de la palabra, en tanto esto, de la libertad mental de pensar y crear por fuera de toda regla y acondicionamiento. Tal vez con unos muy precarios instrumentos teóricos, en algunos caso creados por mí, para cuestionarme sobre el mundo y la realidad que existe, a la que pertenezco y que física y mentalmente me envuelven mientras me explota y exprime, no tan solo a mí, como sujeto viviente, si no que al restante mundo viviente, del que depende toda forma de vida.
Al cuestionar y criticar la realidad social cultural, a la civilización capitalista de la que soy parte y producto , entro en una crítica con migo mismo , en un cuestionamiento reflexivo, critico mental, con lo que soy y represento, con lo que la sociedad, la cultura , la civilización que determina lo que sea y represente, asumo una crisis critica con la idea, con todas las categorías conceptuales, con la identidad , con la forma mental productiva que asumo, con la construcción misma de la definición hombre, que es funcional y constitutiva del desarrollo capitalista, que domina y explota la vida, que niega desconoce atenta contra la vida del planeta , tras reducir , limitar, subordinar toda forma de vida a sus categorías , construcciones mentales.
Ante esta situación, es que me pregunto si será posible poder aprender de la vida directamente y no por la mediación de una civilización que se funda en el dominio y la explotación, en la negación y reducción, física biológica tecnológica social cultural económica política de la vida. De lo que sea y represente la vida, ya que no estamos en condiciones de saber de ella, ante nuestra posición, egocentrismo altruista, de no respetarla ni considérala. En nuestro atropello e imposición, sabotaje a su complejidad y eficiencia productiva organizativa, económica, al meramente someterla a los interese productivos egoístas económicos del ciego y violento desarrollo de la sociedad la cultura.
O vamos a seguir diferenciándonos, distanciándonos de la vida, actuando y atentando contra ella.
Desde esta poción oposición, construyo disidentemente reflexivamente el cuestionamiento crítico al saber institucionalizado.
La escuela es un instrumento tecnológico, o una institución tecnológica, como un instrumento civilizatorio, que nos forma para servir, en forma eficiente, obediente y subordinada, al progreso, a lo dictados, a las normas, a los repertorios discursivos, de la civilización.
La vida- muerte-la muerte-vida, no habla desde ninguna escuela, no produce y difunde su conocimiento, desde ninguna universidad.
Su riqueza, poder y fuerza, no es producto de ninguna fabrica, cuartel, plació, o catedral.
Es razón de tus manos, tu boca y esperma.
Que habla por tu hambre y describe su fuerza, por el amor y la piel de los amantes.
Deja que esta voz, esta información sometida, libere su guerra, establezca su combate, dispare por tu lengua, otros mundos.
La situación es difícil y compleja, ya que somos productos de una civilización, una historia, una cultura vencedora (sobre la vida) (fundada en el saqueo y la depreciación, en la violencia y el no respeto, en tanto que en la negación y el desprecio de la vida). Funda en el dominio y la explotación, en el deprecio y la ignorancia, en el atropello y la violación de lo viviente.
De aquí que para nosotros, ignorantes de esto, de lo que somos, productos creados y manipulados, como determinados y limitados, formados y educado mentalmente para actuar en forma subordinada, en función de regirnos y orientarnos por nuestra forma, formación, social cultural, política, económica, de producir y ser parte activa del la propia realidad económica del mundo que nos aplasta y explota.
Contradictoriamente por la violencia mentalmente construida y planificada generada liberada por la acción mental, que nos piensa y nos forma en función de servir a sus fines objetivos y planes productivos.
De aquí que nos preguntemos que es la vida, ya que nos hemos desplazado mentalmente hacia fuera de la vida, hemos hecho abandono de la vida, por medio de la actividad, la acción mental, que nos instruye, programa, que actúa a través de su formas construcciones, más allá de ellas, sobre el sometimiento, el aplastamiento, la manipulación y transformación de lo viviente, a través del dominio y la explotación de lo que sea y signifique la vida, lo viviente.
Algo negado y desconocido como explotado y despreciado, en tanto esto, no respetado mediante la acción productiva de tanto progreso y civilización.
De aquí que para nosotros y nuestra tierra derrotada y saboteada (como seres vivientes) empobrecida y contamina, el exhorto a asumir la educación planeada y propuesta, como condición para ser aceptados y reconocidos ( por el bien) por parte de la intención hegemónica de la cultura domínate, sea un acto más de humillante postergación, ante el poder.
Le cuesta al pobre tener que aceptar, asumir, he incorporar, las supuestas y altruistas enseñanzas, razones y fundamentos de los vencedores, que imponen y defienden su visión, su bienestar, como la limpieza y tranquilidad de sus conciencia.
Yo mismo por hacer uso del lenguaje, (un instrumento tecnológico empleado en la formación y manipulación como reducción y limitación mental de nuestras vidas) y aludir y hacer mención de la presunta necesidad de reflexión y creación, por medio de una apropiación no autorizada de su poder, genero todo tipo de rechazó y sospechas entre mis pares.
Como las que con buen tino, sintió y experimento el compañero Antonio Olive, al que aprovecho para saludar y agradecer la gentiliza de contemplarme, en tal vez mi excedida exposición, plagada de conceptos raros, producto de un exceso, un vicio de bagaje teórico. Que aparenta encontrase muy alejado de la gente y el pueblo común, de la que me siento parte y sobre el que descansan en mi ver, las posibilidades ciertas, de haberlas, de la necesaria transformación de esta nuestra sociedad y cultura, violenta e inescrupulosas civilización. Solo podemos esperar algo de un otro conocimiento en que se respete la información y los conocimientos implicados en el fenómeno de la vida. Porque recién ante un conocimiento de tal índole, podremos sentirnos respetados y contemplados como seres vivos que somos. Para dejar de sentirnos como nos sentimos, constantemente aplastados violentados y despreciados ignorados por toda una maquinaria tecnológica y económica que vive de nosotros y que se caga en nuestras vidas y la vida toda del planeta. Precisamos genera un otro conocimiento en que se respete y considere la importancia, la complejidad, la belleza de la vida, a partir de reconocerse la violencia y la ignorancia productiva, como digo de la acción productiva económica de esta civilización.
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Es que se sabe, que la reflexión, el ingenio, el pensamiento, la palabra, fueron y son instrumentos de la dominación y el saqueo.
Esta balbuceo reflexivo, es muy afín con el sentido de que un verdadero conocimiento jamás pueden hacer hincapié, como organizarse, en el fin y la persecución del dominio y la explotación.
De aquí que el verdadero conocimiento, el que se manifiesta por nuestras manos y bocas, el inherente a la productividad de nuestros cuerpos, como de la restante organización y manifestación viviente, se encuentre relegado como saber, ante tanto saber y progreso embanderado por la civilización.
Esta civilización no está en condiciones de enseñar sobre la vida, si aún está lejos, como lo está, de reconocer su ignorancia, su desconocimiento, su violencia contra tal cosa, sobre tan extraordinario y complejo fenómeno, que se manifiesta como lo viviente. Su productividad y desarrollo obedecen a ciertas formas productivas, de la mente y el ingenió emergentes, que distan mucho de la complejidad productiva de las formas vivientes, que producen color y sabor, emociones y sueño, ternura y necesidad.
La vida puede expresar su tremenda complejidad, belleza, atreves de la estructura, la forma sensible biodegradable de un durazno, el ingenio y la acción mental se pude expresar, manifestar, atreves de la estructura; la forma productiva, de intimidación y miedo, de intimidación y violencia, de un arma, un ejército, un imperio.
La civilización forma, educa, para ser parte, forma ejecutante de su productividad, y la reproducción de su violencia, en el ejercicio de su desarrollo, en el campo de su avance y progreso sobre la vida aplastada y desangrada.
Cuando de un extremo insospechado del globo, se puede determinar culturalmente, científicamente, técnicamente, lo que va a querer, lo que, y con lo que va a soñar, que va a comer, vestir, que va a bailar, que va a hablar, un individuo, un pobre y asilado individuo, situado al otro extremo del globo, educado por la maquinaria de las sumisión perfecta, obedeciendo como obedece a los tantos saberes de la escuela, a las leyes del mercado, del mundo y la economía, padre nuestro que esta y actúa con su poder y su fuerza desde los altos cielos del saber institucionalizado. Determinado la vida-la muerte y la utilidad y la rentabilidad de la que depende todas su criaturas y mercancías, de la que uno es fruto producto, producto dependiente, fabricado y representado, con una ética- enmienda o etiqueta de la calidad de origen, de las propiedades y las capacidades del empelado, el producto, como de la vida útil y caducidad de su productividad.
Evidentemente son señales de que estamos en una situación muy compleja, cagados, en cuanto a todo aquello de la soberanía, la independencia de acción y elección, en todo aquello del libre albedrio de la voluntad y el pensamiento.
La vida no puede ser objeto de la mera traducción transformación a un mero combustible del progreso y el desarrollo acelerado de esta civilización funda en la violencia, como fundamento vital del progreso de la violencia que se constituye a partir de tal traducción y transformación de lo complejo a algo muy simple.
La maquinaria y la tecnología capitalista no pueden seguirse empleando en la destrucción y producción, en la inversión del fundamento constituyente de toda forma de realidad. Su negocio fundado en la destrucción y el empobrecimiento, perdida deterior de la complejidad, de todos los medios ambientes donde tiene lugar la vida ya se acabo, es ahora o bien el turno, de que sea la vida, la que se apropie de esta maquinaria y someta a la ciencia. Que sea la vida postergada de los sometidos la que se apropie de la tecnología la maquinaria productiva para genera producir el enriquecimiento de la vida, de los medios, los espacios y los lugares donde camina y vive, respira y sangra el llamado ser vivo, reconoció por el concepto de hombre. La maquinaria económica vivirá y servirá si vive y funciona, y sirve subordinada a las posibilidades de lo viviente.
Bueno pido disculpas a los compañeros del foro creo que me he excedido, pero creo sin temor a equivocarme de que tenemos que ser nosotros los sometidos los trabajadores los seres vivos de todos los tiempos, los que nos apropiemos del conocimiento, para darlo vuelta, es decir, usarlo e invertirlo en el respeto y la consideración como en la recuperación de esta nuestra vida, y la vida toda del planeta, totalmente exhausta maltrecha herida de muerte.
Un saludo para Mel y Antonio Olive y todos los restantes integrantes del foro, y a no temer el debate, espero toda calce de críticas, sugerencias, exigencia a favor y en contra, como aportes y contribuciones para alimentar el dialogo, el debate que los sabiondos funcionales de este mundo no se atreven a plantearse, a partir del dialogo, la recuperación política critica de las tecnologías de la palabra y el pensamiento. Quien no dice que entre todos podamos concebir y crear alternativas económicas productivas, fundadas en el respeto y la comprensión profunda de la vida, muy superiores a las que han existido y dominado hasta el presente.
o    Antonio Olivé dijo:
22 enero 2013 en 22:56
Muy buenas tardes Eduardo Coli. Gracias por visitar nuestro espacio y por tu aporte.
Lamentablemente no podemos discutir contigo. No por falta de ganas ni nada por el estilo. Es más bien que no te entendemos, por lo que no somos capaces de discernir si estamos a favor o en contra. Te pediríamos que nos explicaras (si re apetece) de manera más inteligible lo que estás planteando. No somos de formación filosófica y vuestra jerga no la llegamos a comprender.
Un saludo.
A. Olivé
6.       Irene Lazaro dijo:
14 noviembre 2012 en 14:54
Hola¡ Soy una alumna de Trabajo Social de Almería y necesito algo de opinión, sobre ¿ Que queda de marxismo en España? Espero vuestra respuesta
o    Antonio Olivé dijo:
14 noviembre 2012 en 18:17
Hola Irene, muchas gracias por visitar nuestro blog.
Vamos a ver, nos pides algo de opinión sobre lo que queda de marxismo en España. La cuestión no es sencilla (máxime si tenemos en cuenta aquello que decía el viejo Marx: “en cuanto a mí, yo no soy marxista”). ¿A qué te refieres: a partidos políticos, movimientos políticos, sindicatos, elaboración teórica…?.
Te doy mi opinión: poco queda del marxismo en España y en Europa (de hecho creo que el único partido que se define marxista en sus estatutos y tenga representación parlamentaria es AKEL chipriota -otros partidos marxistas se presentan en coalición como el PCE en IU, en PCP portugués en CDU…). En España hay algunos partidos marxistas, marxistas-leninistas, marxistas revolucionarios -al menos que así lo mencionen en sus estatutos, otra cosa es su práctica cotidiana- (el PCE, el PCE m-l; el PCPE, Izquierda Anticapitalista, Nación Andaluza, la FPG y Nós-Unidade Popular, Zutik y EHAK-PCTV en Euskalherria…); existen partidos trotskistas como el PRT-IR, POSI, el POR; maoístas como la UCE… Existen fundaciones dedicadas al estudio y promoción (la FIM, la Fundación Federico Engels). Y existen un huevo de asociaciones, colectivos, grupetes, grupúsculos, células y demás marxistas (como Marx desde Cero).
No obstante hay que tener en cuenta que el marxismo nunca fue hegemónico en la izquierda española. En España, por una serie de razones históricas, cuajó más el pensamiento de Bakunin y de otros anarquistas -representado en el anarcosindicalismo de la histórica CNT-AIT- frente al marxismo.
Esperamos haber sido de utilidad.
Saludos. A.Olivé
o    Rafa Garzó dijo:
27 noviembre 2012 en 9:58
¡Hola, Irene! Además de lo muy bien dicho y explicado por mi camarada Antonio Olivé, sólo quiero hacer una acotación puñetera: En este blog intentamos no expresar “opiniones”… Siguiendo lo expuesto en el “Mito de la Caverna” de Platón. De hecho, intentamos activamente sustituir el término “opinión” por el de “conocimiento”. Lo que Olivé ha escrito es, de hecho, un análisis de condiciones reales, tangibles… No es una “opinión”. Es un hecho comprobable.
Este comentario puede parecerte una tocada de moral innecesaria, pero te aseguro que no van por ahí los tiros. Van, más bien, por aquí:
https://kmarx.wordpress.com/2010/07/18/2-4-mito-de-la-caverna-platon/
Un abrazo y muchas gracias por tu interés… Y sobre todo, sobre todo, sigue cultivando tu CURIOSIDAD. Como también decía el barbudo alemán, “De omnibus dubitandum”. Salud.
7.        Pablo dijo:
30 noviembre 2011 en 0:45
Estos días hay un congreso sobre comunismo en la facultad de filosofía de la universidad complutense de Madrid y hay algunas charlas muy interesantes.
Podéis encontrar información en http://queescomunismo.wordpress.com/
o    Antonio Olivé dijo:
30 noviembre 2011 en 1:03
Muy buenas tardes Pablo,
muchas gracias por la visita a nuestro blog. Gracias también por la información que nos haces llegar sobre el congreso sobre qué es el comunismo. Hemos consultado la dirección que nos indicas y nos ha parecido un programa “pa cagarse” realmente interesante, con una colección de ponentes que pone los pelos de punta. La lástima es que no podamos desplazarnos a Madrid. Confiamos en lxs amigxs de la asociación La Caverna pongan en la red los videos y materiales del Congreso. Y dicho sea de paso, Marx desde Cero desea felicitar enormemente a La Caverna por el esfuerzo realizado para la organización del congreso; que esté dedicado al comunismo (cayendo como caen chuzos de punta neoliberales). En fin, nuestro más sincero aplauso y máxima difusión del evento (amiguetes, el que pueda acudir que no se lo pierda, la cosa promete).
Saludos. AOlivé
Responder
8.       Matias dijo:
26 noviembre 2011 en 18:02
Hola!
¿Qué traducción al castellano me pueden recomendar para la lectura de El Capital? Wikipedia nombra la del Fondo de Cultura Económica y la de la editorial Siglo XXI, dejando mejor parada a esta última.
Saludos desde Argentina!
o    Antonio Olivé dijo:
28 noviembre 2011 en 11:48
Hola Matias, gracias por visitar nuestro blog. La cuestión que nos planteas sobre las ediciones de El Capital ya lo tratamos en este blog; es más, tienes disponible la del FCE y la traducción de Manuel Sacristán (que para nosotros es la mejor):
https://kmarx.wordpress.com/taller-marx-desde-cero/4-el-capital-de-carlos-marx/
Un saludo.
Carlos Costurero dijo:
19 septiembre 2011 en 20:55
Y digo yo, ya que la situación económica actual es un despendole, los mercados nos los calma ni un kilo de sosegón en vena y los ciudadanos-siervos hemos de pagar las consecuencias, los gobernantes de turno podían organizar un concurso en plan “que quieres recortar” y una gran ruleta divida en apartados: sanidad, educación, casa real, subvenciones CEOE, diputaciones…etc. y zas! donde se pare la ruleta, pues se “subprime”.
Total, la actual teoría económica funciona más o menos así y los gobernantes-ceporros (opuestos a los gobernantes-filósofos platónicos) no se verían obligados a explicar los vaivenes de su mandato.
En cualquier caso como los ciudadanos-siervos actuales se diferencian de los del feudalismo (p.ejemplo) en que hay fútbol, prensa rosa, cotilleos varios y excesiva información difícil será que tomen el castillo. A no ser que lean este blog.
Salud
9.       Dany dijo:
18 abril 2011 en 11:37
“Inside job” en español
Buenos días, amigos de Marx desde cero, hoy me gustaría compartir con vosotros el documental “Inside job” en español, traducida como “Trabajo confidencial”.
¿Nos arrastran los dioses por sana ambición o por avaricia destructiva?
Charles Ferguson, director de la peli, dice que trata sobre “la sistemática corrupción de los Estados Unidos por la industria de servicios financieros y las consecuencias de dicha corrupción.” Me choca que tenga el Oscar-2010 al mejor documental, porque a los muy poderosos les llama de todo menos bonitos. Se ha publicado en español el 25/03/2011.
Sinopsis:
Documental estadounidense (subtitulado en español) que narra las causas y los culpables de la crisis financiera de 2008, y que arroja luz sobre los ejecutivos, políticos y educadores que jugaron un papel importante en los sucesos que precedieron la crisis económica mundial, con un coste de más de 20 billones de dólares (20 millones de millones). A través de una extensa investigación, el documental traza el auge de una industria deshonesta y desvela las corrosivas relaciones que han corrompido la política, la regulación y la educación.
Película completa:
http://www.fullpelis.com/2011/03/inside-job-2010-espanol-subtitutlado.html
Dura 1 hora y 48 minutos. Imagino que no podéis perder tanto tiempo. Pero como en España vienen días de Semana Santa, ¿podríais ver esta joya en vez de una de romanos? Por cierto, creo que nos vendría bien un Espartaco actual que nos liberara de la esclavitud que vemos en la película. Y no voy a contaros el final, es de una inmejorable película de terror.
Detalles y crítica de la película:
http://es.wikipedia.org/wiki/Inside_Job
Me gustaría que los Amos del Mundo pagaran por sus errores (¿delitos?) como tú y yo pagamos por los nuestros.
Un saludo muy cordial,
¡A por la República!
Dany
o    tonyoolive dijo:
19 abril 2011 en 23:43
Muchas gracias Dany por la información que compartes. Algo conocíamos gracias a Juan Torres López.
Mejor que ver por enésima vez “La sandalia del pescador” o “Rey de Reyes”, vean “Inside job”. Créanme.
10.     Pensional dijo:
17 septiembre 2010 en 12:46
Se acerca LA MADRE DE LAS HUELGAS.
No podemos menos que expresar la solidaridad con los mineros del carbón, que han sido forzados a empezar antes.
Ni pasaremos por alto a los ejemplares trabajadores de Auto Res, que resisten el empuje arrogante de ésta patronal cuyo presidente es modelo de delincuentes sociales.
La Huelga General del 29 de Septiembre es la primera para Zapatero. La seguirán más, porque la Reforma Laboral y la de las Pensiones, son el principio del proceso para la REBAJA DE SALARIOS y PRIVATIZACIÓN de la SEGURIDAD SOCIAL, pero con ésto no tienen bastante.
Anteayer en OSLO el Fondo Monetario Internacional y otros de la misma calaña, han advertido a Zapatero: Tus medidas de reforma laboral y de pensiones se quedan cortas. Tendreis mas parados y el PIB. de españa crecerá menos.
Estas recomendaciones de los “SABIOS” DE LA ECONOMÍA MUNDIAL, han de peparar a los trabajadores para lo que nos viene.
Se acercan tiempos peores, apoyemos esta huelga sin excusas, nos jugamos el futuro.
11.      Amparo dijo:
16 septiembre 2010 en 7:53
AMELIA: como tú dices sobre la Caverna, tanta cueva puede enfermar psicológicamente la mente. Por eso hace tiempo que me salí, y estoy ya en la preparación para leer El Capital. No creas que me resulta fácil pero no tengo nada de prisa, si no me muero hasta que llegue insistiré. Tu comentario lo he visto hoy porque he entrado en el foro por dar una mirada. Te diré que he estado en casa de mi hija unos días y cuando he llegado a casa me constipé mucho y he estado en cama, pero ahora estoy mejor.
No puedo acceder al ordenador cuando quiero, yo suelo cogerlo por la noche; tengo a mi mamá en casa mes sí y mes no. Éste la tengo yo, ella tiene 91 años aunque está muy bien pero a la calle no sale sola, y la saco 2 veces al día porque tiene que tomar el sol como las plantitas.
Así que disculpa que no te haya contestado antes
Eso de que te quieres ir del blog, ¿eso por qué? De verdad que no me gusta que te vayas, tómatelo con paciencia como yo. Algo se aprende mientras puedes leerte otras cosas. Yo dejo el ordenador a las 12 de la noche, me voy a la cama y sigo leyendo hasta que me duermo, que puede ser las 3 de la madrugada. De día no puedo por los quehaceres de la casa y por sacar a mi madre a pasear.
Yo en la cama me estoy leyendo el Manifiesto del partido comunista de Carlos Marx y Federico Engels, y luego durante el día nada; lo más que hago es pasarme por facebook. Buenas noches y un besito.
12.     Dany dijo:
1 septiembre 2010 en 12:59
Repuesta al comentario de Antonio del 31 Agosto 2010 a 22:26
Hola, amigos de Marx desde cero.
Me temo que entré en esta web algo despistado. Sois estudiosos de Marx, y yo no lo soy ni pretendo serlo. Dispongo de muy poquito tiempo al día para ser persona, y debo descartar intereses importantes por otros urgentes. Solo intento aprovechar esta formidable herramienta que es internet para estar en contacto con gente más avanzada que yo, y aprender y aportar mi opinión hacia el mejor entendimiento común.
En mi escala de valores personal, ahora mismo tengo como máxima prioridad la huelga general del 29. Quiero enfocarme en eso y necesito dejar de lado intereses más importantes, como son vuestros magníficos estudios y análisis, amigos. Lo siento de veras.
Por otra parte, en vuestra web no veo ese contador de visitas e intervinientes que equivale a audiencia, y tengo la impresión de que sois un reducido (y selecto) equipo de estudiosos y yo voy de piedra en el zapato. Permitidme que os abandone, por el momento, y volveré a visitaros más adelante. Sé que no podré evitar leeros porque sois demasiado buenos, pero tal vez no os suelte más que algún comentario minúsculo y nada más… ¿me lo permitís? Muchas gracias.
Ahora voy a comentar por encima este último post de Antonio. Destacas tres problemas básicos del sindicalismo actual:
1 — “Distancia real que existe entre los trabajadores y los sindicatos. Se relaciona además con la falta de formación sindical que se extiende como una lacra, porque sin la formación precisa es dificilísimo afrontar una negociación o un problema puntual.”
2 — “Una cuestión lingüística. Deriva directamente de la tecnificación que se ha producido en el mundo laboral. Se ha regulado un derecho específico de los trabajadores que recoge, de forma complejísima, una legislación muy amplia y específica, que actúa como una barrera entre el trabajador, el sindicato y la empresa.
Esto además produce un problema añadido, y es lo que hemos criticado ya en alguna ocasión sobre el funcionamiento interno de los sindicatos, a los que sarcásticamente denominamos como “gestorías”.
Se hace necesario acercar el sindicato al trabajador y para ello es preciso hacer una labor de “pedagogía” (más que de marketing).”
3 — “Diferencias entre los propios sindicatos. Una de las posibles soluciones a éste problema es la unión de fuerzas sindicales. Todos tenemos los mismos objetivos: el ataque contra los controladores aéreos del Gobierno, o las bajadas de sueldo de los funcionarios, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajdores, el abaratamiento del despido, aunque hoy no nos afecte, es cosa de todos. Mañana nos puede tocar. Todos los sindicatos tenemos, más allá de peleas partidarias, la responsabilidad social de defender los intereses de TODOS los trabajadores.”
Problemas 1 y 2:
Mi punto de vista, Antonio: Veo los problemas 1 y 2 como uno mismo. Y me temo que estamos orientados en una espiral ascendente hacia la utopía de que el sindicalista sea el médico de cabecera Y el psicoterapeuta Y el abogado Y el asesor fiscal Y, Y…
No, Antonio, yo pienso que debemos apearnos del burro, parar el barco y apoyar los pies en tierra. Es como si quisiéramos que los sanitarios que van en la ambulancia fueran médicos. Mejor que no. Mejor que sean buenos sanitarios y no malos médicos. Su misión es recoger al paciente accidentado y con el menor daño y mayor celeridad posible llevarle al quirófano. Y seguir de guardia hasta la próxima salida. Y listo. Al sanitario hay que formarle solamente en aquello que va a necesitar; en absoluto tiene porqué saber dar un diagnóstico.
De modo parecido, yo veo al sindicalista-ideal como un coleguilla que haga su trabajo normal –digamos– tres días por semana, otro en su central sindical para formarse (un poquito) y otro día compartiendo el tajo con sus colegas mientras escucha y “predica”. Cuando un compañero le pregunta que porqué la empresa le ha tocado la nómina en tal concepto, su respuesta debería ser: “No lo sé, Pepito, pero tenemos en la central a un super-abogado de la hostia que te lo va a aclarar; dame ese puto recibo de nómina y te lo aclaro volando.” Entonces faxea el papel a su interventor en la central. Allí en la central es donde hemos de tener profesionales de todas esas disciplinas que citas, Antonio, y su trabajo ha de ser aclarar ese concepto irregular en la nómina de Pepito, y esos profesionales han de tratar directamente con Recursos Humanos de la empresa, y NO con Pepito. Naturalmente que el sindicato es una gestoría, y el currante ha de confiar en que esa gestoría le solventa todas las gestiones imaginables en su andadura con la empresa (y con la sociedad, si se tercia) Sólo que el enlace sindical ha de ser el confidente, el colega tan pringáo como yo mismo que tiene acceso a esa puerta mágica del sindicato. Si fuera así, yo iría a una huelga simplemente al saber que mi enlace va a la huelga, porque ese amigo está bien enterado de la cosa política y confío en él.
En resumen, en mi opinión, el enlace sindical ha de saber menos de sindicalismo (no ha de ser médico) y más de empatizar con sus homólogos en el tajo. Ha de poner su hombro para el llanto del pringáo, NO ha de solucionar sus problemas. Ha de ser como una mamá (en política de empresa y social) para el bebé que es idiotizado por la tele.
Problema 3:
Unión de fuerzas sindicales:
Sí pero no.
Opino que es inhumano esperar una unión de conciencias. Cuando todos los votos coinciden en un solo color es porque hay dictadura. Creo que es sanísimo que tengamos muchas centrales sindicales diferentes. Y por supuesto a veces conviene unirnos por un objetivo común. Si vamos a una huelga del transporte, somos estúpidos cuando los sindicatos del sector no somos capaces de unirnos para esa huelga. Pero NO por eso vamos a crear una coalición sindical. Dejemos que cada sindicato piense a su manera, da igual que sea grande o pequeño, tiene todo el derecho que le dan sus afiliados. Unámonos temporalmente para enfocar un mismo objetivo. Aprendamos que nadie tiene nunca toda la razón.
Este asunto me lleva a llorar por el mito de Izquierda Unida, su re-fundación, re-nacimiento, re-constitución, re-leches. Pero sería tema de otro hilo y otro foro, imagino.
Bueno, Antonio, todo esto no ha sido más que mi oppinión. Si quieres seguimos después del 29-S. Tienes un gran pensamiento al decir: “No se puede combatir el capitalismo desde el propio capitalismo igual que no podemos salvarnos de la cascada luchando desde el interior de la poderosa corriente del agua.”
Pero, dime, ¿cómo podemos estar fuera del capitalismo?
Pregunta eterna: ¿Por qué el obrero que no llega a fin de mes vota esperanzado a la derecha? Además de echar la culpa al discurso de la derecha, ¿qué estamos haciendo mal en la izquierda?
Mil gracias por tus enseñanzas y tu paciencia. Y también a todo vuestro equipo. ¡Hasta más adelante, un abrazo!
¡A por la República!
Dany
(He puesto negritas y cursivas en Word, pero al copiarlo aquí lo he perdido todo. Lo siento, ¿dónde puedo aprender eso?)
o    Rafa dijo:
1 septiembre 2010 en 20:18
Anda ya, Dany. ¿Qué somos un reducido y selecto grupo de qué? ¿Lo cualo? Aquí ni somos sabios ni sobra nadie, y menos tú. Sí, estudiamos El Capital, pero también intentamos transformar la sociedad. Y tratamos de analizar la actualidad, dando toda la difusión que podemos a las ideas de todos los que aquí escribimos (no sólo las de la coordinación, sino las vuestras). El curro que nos damos para que la mayor cantidad de gente posible caiga por aquí es de aúpa; no queremos clubes exclusivos, ni vanguardias intelectuales.
Andamos también intentando centrar ahora el debate, precisamente, en la próxima Huelga General del día 29. Como muestra, un botón:
https://kmarx.wordpress.com/2010/09/01/veintinueve-razones/
Así que ni se te ocurra largarte, que iremos a buscarte. Un abrazo y fuerza para las preparatorias de la Huelga. ¡Tiene que ser un éxito!
§  mparo dijo:
15 septiembre 2010 en 23:50
RAFA: soy ama de casa y me preocupa mucho qué pasará el dáa 29. Yo, desde luego, no saldré a comprar, y además estoy avisando a algunas tiendas para que no abran ese día, porque pueden venir algún piquete y romper cristales. Lo que no sé es dónde tengo que ir para acompañar a los oprimidos por el capital, para gritar que ya está bien de quitar los derechos conseguidos durante muchos años a los trabajadores, y ojo con las jubilaciones, que como necesiten los chorlitos de este gobierno capital para tapar algún agujero de esta crisis, se cargan el dinero de las jubilaciones y entonces los jubilados tendremos que ir a comer a casa de los hijos, que ya están cargados de hipotecas y a los que que no les llega para terminar el mes.
Bueno, NO tenemos que desfallecer. A ver si podemos dar aunque sea un paso de hormiga.
mucha suerte, fuerza y solidaridad a todos el 29 de septiembre.
Buenas noches.
o    Antonio dijo:
1 septiembre 2010 en 21:42
Hola Dany
Me he acercado a este blog, sin saber prácticamente nada de Marx, con más prejuicios que certezas.
Puedo decir, que sin ser un “experto en nada”, he encontrado entre los textos de este blog, un pie, un inicio, un principio para empezar a entender la visión del marxismo sobre la historia, la economía.
Lo poco que sé lo he ido adquiriendo de forma progresiva, empezando desde abajo, y he utilizado muchísimos materiales que han sido publicados cuidadosamente.
Yo no considero que forme parte de una élite intelectual que busca la revelación de la verdad o que se cree en posesión de la razón absoluta. Me preocupan algunos temas, e intento formarme una opinión crítica hacia ellos. No hay en esto verdades absolutas, sino visiones de un mismo asunto más o menos satisfactorias.
Me gustaría seguir leyendo tus reflexiones y enriquecer este foro con tus pensamientos e impresiones. Tus aportaciones sobre el mundo sindical me han dado pie a plantearme ciertas cosas que antes no me planteaba, por tanto, todos nos enriquecemos con lo de todos.
Bueno, un saludo y ánimo.
o    Antonio Olivé dijo:
4 septiembre 2010 en 1:07
Hola Dany,
francamente lamento que nos abandones, espero que cumplas las promesas y vuelvas a visitarnos; mejor, que vuelvas a aportarnos. Después del 29-S, quedará aún mucho por hacer. Gracias por haber compartido con nosotras tus ideas e interesantes planteamientos.
Solamente me gustaría aclararte una cuestión:
1. Sí, existe contador de visitas y además es público. Está en la página de inicio. Cuando empezamos con el blog, se veía simplemente al acceder al inicio. Afortunadamente, habéis realizado muchos comentarios, aportaciones…etc. y la página principal se “ha estirado”, lo que hace que el contador esté casi al final de dicha página. En este momento hemos recibido 22.000 visitas (una media mensual de cinco mil y pico). Lo que no sabría decirte es si son muchas o pocas visitas o una gran audiencia (todo es relativo y depende de los objetos en comparación), pero como no somos profesionales de esto ni vivimos de la publicidad, tampoco es tan vital el número de clikcs. Lo que si te puedo afirmar es que ni somos iluminados, ni selectos estudiosos , ni secta ni nada por el estilo.
2. Nosotros también somos currantes. El tiempo que le dedicamos a esto es por gusto y por la creencia en que hay que transformar esta sociedad que no nos gusta. Pensamos que Marx aún tiene mucho que decir y que puede ayudar en estos tiempos lúgubres que nos ha tocado.
3. El equipo al que te refieres lo constituimos dos personas
Un saludo fraternal.
A.Olivé
o    amparo dijo:
15 septiembre 2010 en 0:35
DANI: cuánto me ha gustado tu comentario. En los sindicatos hay muchas personas que se arriman para coger silla,y luego miran bien qué beneficios tendrán por estar en él, y durante todo el año mucho cachondeo. Claro, cuando vienen las negociaciones con la empresa para el convenio del año, el enlace sindical es el que tiene que saber qué se cuece entre los trabajadores y la empresa, para poder sacar más beneficio para los trabajadores, pero si no se entera ya me dirás quién va a defender a los trabajadores .
Así que eso que comentas que debiera haber varios sindicatos me parece muy justo, así las centrales sindicales tendrían más interés en trabajar bien y entonces tendrían que reunirse todos los sindicatos y aportar cada uno sus experiencias con los trabajadores. Así se podría saber cómo esta la tierra, si mojada o seca. Como tú dices hay muchas ideas repartidas y se tienen que recoger todas, y con dos sindicatos no hay bastante.
Hace mucha falta enseñanza sindical, ahí no puede estar cualquiera. Hoy en día el capitalismo está muy arraigado en la tierra, y no se sabe cuándo caerá; mira a lo largo de la historia cuántos imperios han caído y éste no creo que pasen muchos años para que caiga pues está haciendo muchas barbaridades. Pero claro hasta que eso ocurra no podemos dejarlos vivir y se tiene que luchar como sea.
Así que no te desanimes: tenemos que ser positivos. Si tienes otras cosas a las que acudir, acude a ellas, pues una escalera se sube escalón por escalón. Pero vuelve, pues tienes inteligencia suficiente para todo. Cuando hayas subido toda la escalera, en el último escalón te esperaremos: Roma no se hizo en un día.
Responder
13.     Victor Mingueza dijo:
28 agosto 2010 en 13:47
Me parece genial la idea de este blog, en el gobierno de la desinformación que vivimos hace falta más sitios como estos y que se difundan e informen de que existe una alternativa real a la política actual, que no estamos obligados a seguir con el modelo actual.
Pongo un enlace a mi blog con tu permiso en el que hago critica de la situación política con temas actuales.
http://pensamientodisyuntivo.blogspot.com/
un saludo
o    Rafa dijo:
2 septiembre 2010 en 17:58
Ya estás “pinchao” aquí en los blogs amigos, Víctor. ¡Pero déjanos de vez en cuando un comentario!
Salud y Huelga General.
14.     Torelli dijo:
26 agosto 2010 en 17:21
La principal aportación de Marx al pensamiento fue de tipo económico. El resto de sus ideas se basan en dichas conclusiones. Por tanto intentar darle aplicación a Marx es vivir hace dos siglos. La economía es UNA CIENCIA, y ha avanzado mucho, muchísimo desde entonces. Lo que están haciendo es como estudiar medicina con los textos de Galeno. (¿Iríais a un médico que pretenda curar utilizando los métodos de la antigua Grecia?)
o    Dany dijo:
29 agosto 2010 en 12:17
Torelli, dices que la economía es una ciencia que en 200 años ha avanzado muchísimo. De acuerdo. Creo que inventamos la rueda en el Neolítico, hace 6000 años; así que según tu argumento, mejor no pongamos ruedas al coche porque son un artefacto obsoleto, ¿verdad?
Afortunadamente todas las ciencias avanzan, Torelli, y estudiar a sus maestros creo que es siempre enriquecedor, no importa que sus postulados tengan más o menos aplicación práctica.
Por otra parte, todos los médicos actuales han estudiado a Galeno además de a otros cientos de autores. Un economista o financiero o filósofo actual también debería estudiar a Marx además de a otros autores, ¿no te parece?
Yo creo en el adagio de que “el saber no ocupa lugar”, y me gustaría que nuestros niños estudiaran un poquito de marxismo (filosofía) y comunismo (política) ADEMAS del capitalismo que les inyectamos en vena 24 horas al día.
¡A por la República!
Dany
§  tonyoolive dijo:
29 agosto 2010 en 23:27
Bienvenido al blog Dany.
Buenas respuestas y mejor actitud. Hacen falta muchos como tú.
Un saludo.
Antonio Olivé
§  Torelli dijo:
30 agosto 2010 en 17:04
“…y estudiar a sus maestros creo que es siempre enriquecedor, no importa que sus postulados tengan más o menos aplicación práctica.”
Totalmente de acuerdo, pero yop escribí:”…intentar darle aplicación a Marx es vivir hace dos siglos.” Me refería naturalmente a intentar implantar el Marxismo hoy día.
§  Rafa dijo:
30 agosto 2010 en 17:59
Torelli, es que el marxismo no se implanta. Se estudia para entender el funcionamiento del capitalismo. ¿Podrías “implantar” el darwinismo? No, ¿verdad? Pues el marxismo tampoco.
o    tonyoolive dijo:
29 agosto 2010 en 23:23
Jojojojo, jajajaja, jejejeje. Francamente buena y divertida esta entrada. Creo que voy a proponer a Maese Sonoro que habramos un concurso con los post más divertidos. Torelli has ganado el premio al ingenio y gracia, elige: estatuilla-busto de segunda mano de Lenin o cascote (no casquete, picarón) del Muro de Berlin engarzado con oro de Moscú.
Vamos a ver criatura: la economía actual (sí, la economía de mercado, alías capitalismo) es la actualización de la economía neoclásica y tendrá una edad de 140 años (casi siglo y medio). Eso sí que es vivir hace dos siglos. Pero con independencia de ello, la cosa no va de edad o teorías “viejecitas”. Según ese criterio que le aplicas a la obra de Marx, la teoría de la relatividad (de 1906), la teoría de la evolución de las especies (1859), la ley de gravitación universal de Newton (1687)…etc. son antiguallas pleistocénicas. Anda ya. No sé si lloro de risa, de indignación o por la mosca que me ha entrado en el ojo. En lo relativo a lo que se considera ciencia, paso de entrar. Existen largas discusiones académicas a lo largo de la historia de la ciencia a disposición del que tenga ganas de buscarlas y leerlas.
Lo de los médicos (jugar a médicos no, picarón) también me ha gustado. Te diré que tal como está la cosa, apretándonos las clavijas el sistema capitalista, pronto va a ser un lujo el poder ir al médico, use método actual o de la antigua Grecia (y si no, que se lo pregunten a los griegos modernos). Claro, como esa superciencia llamada economía (bueno, una, la dominante, la neoliberal), con conceptos tan científicos como individualismo metodológico, ceteris parisbus…tiene ese gran poder de anticipación de los fenómenos económicos que van a ocurrir, no ha avisado de ninguna de las crisis del capitalismo. Y lo que es peor, no ha dado soluciones (y las que ha dado, han sido para la recuperación de la tasa de beneficio del capital), no soluciona la escasez, no soluciona el problema del paro, no soluciona los problemas ecológicos que crea…etc. Peazo ciencia, la economía.
A pesar de todo, te invito a que sigas leyéndonos. Como mucho, lo peor que te puede pasar (o como al médico que lea a Galeno) es que adquieras una cultura clásica nada despreciable. Además, pronto comenzaremos con el segundo bloque.
Salud.
§  Torelli dijo:
30 agosto 2010 en 17:21
A ver, por donde empiezo. Bueno, primero obviaré el tono “sarcastico-ofensivo” que utilizas hacia mí, por el solo hecho de expresar una opinión diferente a la tuya.(No me he metido con nadie, no lo entiendo).
“…la economía actual (sí, la economía de mercado, alías capitalismo) es la actualización de la economía neoclásica y tendrá una edad de 140 años”.
Si, y ha sido revisada miles de veces, como TÚ MISMO reconoces. El Marxismo ni lo ha sido ni lo admite.
“…la teoría de la relatividad (de 1906), la teoría de la evolución de las especies (1859), la ley de gravitación universal de Newton (1687)…etc.”
Todas ellas también han sido revisadas y lo serán en el futuro. (Con respecto a Newton te recuerdo que tenemos el “problemilla” de la física cuántica). El marxismo … pues lo de antes ni ha sido revisado ni admite revisiones.
“…tiene ese gran poder de anticipación de los fenómenos económicos que van a ocurrir, no ha avisado de ninguna de las crisis del capitalismo. Y lo que es peor, no ha dado soluciones “.
Si lo hizo. Las dos cosas. Una cosa son economistas y otra políticos que aplican esos conocimientos económicos. Fue el marxismo el que no previó la caída de los sistemas comunistas. Ni la miseria de Cuba, de Corea del Norte….ni que China se tuviese que “abrir” a nuevas “propuestas económicas”….
Pregunta(y me reafirmo en mi teoría): Entonces, ¿tú irías a un médico que hace sangrías y aplica sanguijuelas?
§  Rafa dijo:
30 agosto 2010 en 18:33
Vamoavé, Torelli. Para empezar, no encuentro en ningún rincón de la contestación de tonyoolive el más mínimo rastro de ofensa. ¿Ironía, sarcasmo? Eso sí. A quintales. Hemos de tener mucho sarcasmo y más sentido del humor para aguantar día tras día a cantidad de gente que, como tú acabas de hacer, se dedican a enterrar el marxismo sin tener ni idea de lo que hablan; y en una página dedicada, precisamente, a estudiar marxismo. Expresando, como muy bien dices, “opiniones“. Cosa que puedes hacer libremente. Ya ves que no te hemos censurado. Te hemos contestado.
Pero es que aquí no usamos opiniones. Aquí usamos conocimientos. Las opiniones pueden servir para la tele, para los periódicos o para la radio; ahí nos hinchan a opiniones todos los días. Opiniones que son mentiras en su mayor parte. Pero aquí, no. Aquí no valen las opiniones. Si alguien quiere dejar claro que el marxismo es una ciencia obsoleta, primero tiene que demostrarlo. Y para eso resulta que hay que leerse El Capital. Entendiéndolo. Como con las páginas amarillas. Y ahora te pregunto: ¿te has leído El Capital para poder afirmar que el marxismo no es válido, tal y como aseguras? ¿O te has creído a pies juntillas lo que dicen en los medios tipejos como el Fukuyama decretando por sus huevos el “fin de la Historia”, para que todos nos callemos y ofrezcamos sacrificios en el altar de la divina economía capitalista?
¿Revisiones de El Capital y del marxismo? ¡Pero si las hay a manta! Infórmate, por favor, antes de afirmar. Ésa es, precisamente, la diferencia entre opinión y conocimiento. Entre la caverna platónica y el exterior. Infórmate, Torelli. Y si te apetece te indicamos alguna de esas revisiones del marxismo, para que veas y compruebes por tí mismo (sin tener que aguntarle el rollo a ningún sacerdote neoliberal con titulillo de economista y sueldo de siervo intelectual) que el marxismo es una ciencia en evolución constante. Que, precisamente, uno de los pilares del marxismo es la revisión y el contraste con la realidad de cada momento.
Efectivamente. El marxismo tiene errores. Claro. Marx pronosticó la práctica autodestrucción del capitalismo y aquí estamos. Pero si una predicción errónea invalida toda una teoría, entonces el cuerpo dogmático de idealistas económicos capitalistas ya pueden ir cerrando la paraeta y dedicarse a criar quisquilla. A ver, de entre todos esos listos, ¿quién previó el enorme crack económico con el que todos los días nos desayunamos? Ya te lo digo yo: ninguno. De un día para otro estábamos en Jauja y nos cambiaron a vivir al infierno. ¿Y cuántas veces has escuchado que la economía se recupera, y que no se recupera, y que va a peor, y que va a mejor? Ya te lo digo yo, también: miles de veces. ¿Y de boca de quién lo has escuchado? También te lo digo yo: de boca de sesudos economistas que demuestran a diario no tener ni refajolera idea. Porque en cuanto abren la boca los hechos los desmienten al día siguiente. Te lo digo yo, y me permito el lujo de no citarte a ninguno porque están al alcance de todos. Un poco de labor de hemeroteca en cualquier diario digital y encontrarás pruebas de todo esto como setas después de llover.
Por último, conviene que actualices también tu terminología. Lo de los sistemas “comunistas” (que Marx difícilmente podía prever porque no existían cuando el alemán cascó, y Marx era Marx pero no Dios) no era comunismo. No, no lo era. Ya, ya sé que estamos hartos de escuchar que lo eran en la tele. Pero la tele miente, tergiversa y simplifica para engañarnos. ¿Quieres saber lo que es comunismo? ¿Quieres saber lo que es marxismo? ¿Quieres saber cuántos marxismos, socialismos, comunismos hay? Mira en este enlace: https://kmarx.wordpress.com/2010/08/24/el-pelotari-incansable/
Para contestar a tu pregunta de las sanguijuelas y las sangrías, antes necesito una aclaración: ¿Cuál es tu teoría?
Salud.
o    Antonio dijo:
30 agosto 2010 en 19:12
“La principal aportación de Marx al pensamiento fue de tipo económico. El resto de sus ideas se basan en dichas conclusiones. Por tanto intentar darle aplicación a Marx es vivir hace dos siglos”
Esta afirmación es falsa de principio y no he podido dejarla escapar.
Es como decir que la principal aportación de Aristóteles al pensamiento fue su clasificación de los seres vivos, o que de Kant sólo merece la pena hacer una mención a su crítica a razón pura. Esta afirmación es tendenciosa, porque pretende reducir a Marx a un teórico de la economía, a un mero describidor de la economía política.
Objetivamente Marx es uno de los pensadores más importantes y más influyentes de la Historia de la Humanidad. Parto de la premisa de que uno es capaz de abstraerse y separar el plano político del plano filosófico científico. Entre otras cosas porque para ser capaces de “conocer”, de obtener el conocimiento, uno tiene que ser capaz de eliminar cuestiones partidistas e interesadas que probablemente impidan que se alcance este conocimiento de forma satisfactoria. Quien se deja influenciar para realizar afirmaciones sin haber intentado tener una opinión crítica propia, quizá no merezca el esfuerzo de “debatir” una cuesitón tan fundamental como la importancia de Marx en el pensamiento occidental.
Efectivamente Marx, que fue testigo de la primera gran crisis del capitalismo (1830) desarrolló una teoría crítica económica, que en muchos casos hoy sigue vigente. El Capital es un manual de economía que se sigue utilizando como base del conocimiento científico de la teoría económica impartida en las Universidades. Es tan importante el aporte que hace a la teoría económica que muchos teóricos actuales y pasados (defensores del capitalismo incluidos) han basado su obra en El Capital. Describió tan bien el sistema capitalista que es increíble que haya habido alguien capaz de hacer una obra tan completa. Aún hoy, no hay nadie que lo haya superado. ¿Revisiones?No, influencias No se puede hablar de una revisión del marxismo en plenitud, porque el marxismo sin duda ha modificado íntimamente toda nuestra visión de la economía, de la política, del hombre en general. Por tanto, cualquier pensador que se proponga realizar una revisión del marxismo, lo hará sin duda desde el pensamiento marxista, lo que ya es significativo. No hay obra, ni pensador posterior que haya realizado una crítica satisfactoria que desmonte las observaciones de Marx.
El otro día me invitaron a una charla que daba un eurodiputado en una super urbanización privada, con piscina, cafetería, gimnasio y toda clase de comodidades, de personas que, imagino, su voto no fuera precisamente de izquierdas. En una conversación, un invitado a la conferencia, hizo una serie de comentarios relacionados con el capitalismo y la crisis financiera internacional. Todos los comentarios eran, curiosamente, encuadrables dentro de las doctrinas marxistas. Se lo hice saber. Lo negó rotundamente, espantado. Le repetí que, bajo criterios científicamente probados, estaba haciendo una valoración del mercado, del capitalismo y de la crisis desde un punto de vista marxista. Cuando vi su reacción tuve que decirle, que si lo prefería llamar marxiano, pero que era Marx quien había hecho esa descripción de la crisis, o del mercado antes que él. Porque para algunos, tener un pensamiento filomarxista es un pecado o algo peor. La gente no sabe que pese a denostar el marxismo como cosmovisión, ellos repiten máximas marxistas (o marxianas) cuyo origen son las teorías de Marx, y que no han cambiado ni un ápice. Hay tantos ejemplos que sería absurdo repetirlos, pero véase la crisis financiera, el problema de la especulación, la contaminación, la explotación del hombre por el hombre, la lucha de clases (todavía hoy se eliminan derechos de los trabajadores por Decreto, en favor del mercado).
Marx no era sólo un economista. Era un filósofo, ya he apuntado que elaboró toda una cosmovisión. Hizo un aporte fundamental a la Historia, el materialismo histórico, aportes en filosofía pura materialismo dialéctico, su interpretación del Derecho (como resultado del conflicto de clases), en la política, como ideólogo y creador del socialismo científico (el socialismo es una doctrina política que aún hoy sigue plenamente vigente). En fin, toda una forma de interpretación de la realidad que hoy sigue produciendo adhesiones y críticas (por supuesto), lo que nos da una visión clarísima de que esta doctrina sigue viva, en movimiento, cambiante, si, tranformándose, mutando, generando nuevos pensamientos, nuevas críticas y nuevos movimientos que interpretan la realidad.
Confundir el marxismo con un régimen político es un error de concepto, intolerable en algunos casos, por tendencioso. Y negarle la importancia al marxismo es un error, intencionado o no, que puede provenir del desconocimiento o de la tendenciosidad. Es absurdo minorar la importancia de Marx, igual que negársela a Heiddegger porque militó en el partido nazi o a Nietzche porque influyó a éste. No estoy comparando al Heiddegger con Marx, y menos en sus relaciones con la política. Lo de Heiddegger todavía no lo comprendo, y al fin y al cabo Marx no hizo ni legitimó una guerra mundial en pro de la soberanía alemana, pero sin duda, hay que saber distinguir la ciencia de las inclinaciones personales. Puedes estar de acuerdo o no con la política y con el voto de cada cual, pero lo que es indiscutible es que aún hoy Marx sigue vivo, influyendo a multitud de pensadores.
§  Rafa dijo:
30 agosto 2010 en 20:53
¡Soberbio, Antonio! Bienvenido de nuevo, ¡y en buena hora!
15.     Dany dijo:
24 agosto 2010 en 10:33
Hola, Maese Sonoro. Me animo a escribir aquí para decirte que, con tu permiso, voy a repartir tu escrito “Cuestión de Clase” entre mis compañeros de curro, a ver si conseguimos que alguno más se apunte a la huelga del 29-S.
[Entre paréntesis: dime por favor qué significan los puntos entre corchetes que pones por ejemplo en medio de la frase “…que ve cómo [...] mes tras mes su ya escasa pensión…”]
Y también quisiera comentar tu pregunta retórica: “¿qué deberían hacer los sindicatos mayoritarios para recuperar esa conciencia de clase que tanto el sistema como ellos mismos se han encargado de domesticar y casi hacer desaparecer?”
Debo aclarar que soy novato en este blog. Soy obrero mileurista y sin estudios, y no alcanzo el nivel intelectual de los que habláis aquí, así que estoy bastante confuso y no sé expresarme de un modo ordenado. Os pido tolerancia y paciencia, gracias.
Voy a soltar ideas, reflexiones, con el solo ánimo de que entre todos consigamos motivar a los no-ricos para que acudan a la huelga general del 29-S.
Para recuperar la conciencia de clase entre el personal debemos, entre otras cosas:
1) Educar, culturizar, motivar, dar ejemplo.
2) Discernir entre lo que es opinión e información.
3) Traducir a lenguaje llano las falacias de la tele y señalar incongruencias.
4) Usar lenguaje corriente callejero, no político, no sindical. Las escuelas de idiomas usan un vocabulario básico de mil palabras para que el polluelo extranjero rompa el huevo y empiece a moverse por nuestras calles. Deberíamos escribir en base a esos términos si pretendemos que el teleadicto nos lea más de dos líneas. Y esos escritos podemos presentarlos como dirigidos al inmigrante (que también) e invitar al nativo a promoverlo entre los forasteros.
5) Aplicar pedagogía y sembrar a largo plazo. Jugar con los niños, ayudarles a que generen su propio criterio, NO el nuestro ni el de la tele.
6) Señalar con el dedo las contradicciones entre lo que el gobernante (de cualquier color político) dice y lo que hace.
7) Ejemplificar lo que anteriores huelgas han reportado de bueno y malo para obrero y empresario.
8) Explicar que la pensión de jubilación devuelve lo que antes el currante pagó con su cotización. Poner ejemplos con un recibo de nómina común. La pensión no es regalo, sino devolución.
9) El gobernante electo es mi administrador, el administrador de nuestros bienes comunes, lo mismo que el presidente de mi comunidad de vecinos. No tiene más autoridad que la que le damos entre todos los vecinos. NO puede hacer lo que quiera, sino que HA de hacer lo que nosotros queremos que haga con nuestros bienes comunes.
10) Equiparar (convertir) la cesta de la compra a los gastos corrientes del obrero urbanita: Ver cuántos cafés o bocadillos al día (per cápita de mi familia) salen con mi sueldo. Exponer cuántos más surgirían si en esos conceptos no se aplicara el IVA. Y ensamblar el mismo ejercicio para la familia de un empleado con diez veces mi sueldo. Subrayar cómo ese IVA no influye en la vida del rico y sí aplasta la vida del pobre.
11) Ilustrar cómo los impuestos sobre billete de metro, autobús y gasolina favorecen al rico porque mi dinero NO vale lo mismo que el suyo.
12) Publicar y enseñar despacito un glosario básico: impuesto directo /indirecto /progresivo, tasa, facturación /beneficio, “pérdidas” cuando son ingresos por debajo de previsión, coste salarial a diferencia de nómina, etc.
13) Lista de políticas (en minúscula, gestiones cotidianas) que son típicamente de derechas o de izquierdas, al margen de que quien las defienda “proclame” ser de izquierdas, derechas, centro o nada. P.ej: “Copago sanitario”, tenemos que hacer abrir los ojos y comprender a quién beneficia y perjudica esa mierda. Se me llevan los demonios cuando veo personajes etiquetados de izquierda defendiendo el copago. Sin mis gafas no puedo trabajar: ¿por qué he de pagarlas como si fueran un lujo y no una necesidad? ¿Cobertura Social?
14) Plantear extremos didácticos: un mundo capitalista puro tendría sus ciudadanos así: “x”. Y un mundo comunista puro los tendría asá: “y”. Siempre con contrastes de bueno /malo en cualquier posición. Un argumento polarizado en “solo-bueno” o “solo-malo” es una arenga que emociona, exalta, apasiona, encabrona, pero no convence y, pasado el efecto embriagador con que el orador nos ha seducido, nos desilusiona.
En síntesis, tenemos que educar al ciudadano para que piense por sí mismo. Si los votantes dejáramos de ser marionetas, al fin construiríamos “nuestro” gobierno.
Mi abuelo decía que “el hombre que era feliz NO TENIA camisa”. Y también meditaba: “Antiguamente el pobre iba descalzo, luego se puso alpargatas y al fin calzaba los zapatos usados del amo. Entonces se embrujó ante el espejismo de que, con esfuerzo, conseguiría ser tan amo como el amo. Ahí dejamos de ser proletarios y nos convertimos en aprendices de capitalistas.”
El pobre no quiere ser pobre, aspira a convertirse en rico porque tiene asimilado que riqueza es mejor que pobreza. Nadie le demuestra que se suicidan más ricos que pobres, por ejemplo. El pobre de hoy tiene coche y piso (en realidad, debe eso toda su vida) y se siente “promocionado” a la clase media en su “evolución” hacia la riqueza. Tenemos esos arquetipos en el núcleo del sistema y no pretendo cambiarlos, sólo quisiera apuntar que para tener conciencia de clase antes debemos estar orgullosos de formar parte de nuestra clase, y no luchar para salir de ella.
Cuando los liberados sindicales vienen a mi centro de trabajo y nos cuentan, por ejemplo, su versión (distinta en cada sindicato) de cómo van las negociaciones del convenio con la patronal, veo que sus palabras se las lleva el viento. Su lenguaje es distante, utilizan un argot sindical como los médicos y abogados parlotean entre ellos en su jerga, y los profanos -siempre “ignorantes”- permanecemos fuera de su mundo. Cuando el liberado se larga, los currantes cuchicheamos que “una vez más, ese tío no se entera de lo que hay”, etc. Creo que ni él ni nosotros nos enteramos de la postura de la otra parte. Hablamos, gritamos, exigimos, amenazamos… pero no escuchamos.
Por cierto, el liberado de CCOO suele insistir en que CCOO es un “Sindicato de Clase”, y que por eso apoyamos cualquier huelga aunque sea de un sector o conflicto rarísimo para nosotros. Pero nunca he visto a un sindicalista explicar (de tal modo que lo entendamos los currantes) qué coño es eso de la clase.
Maese, la explicación de “clase” que das en el artículo “Cuestión de Clase” me ha entrado como divina agua de lluvia en el desierto. ¡La he entendido y la voy a compartir! Me quedé alucinando y casi lloré de frustración por no tener un millar de oradores como tú que sembraran ideas en las fábricas y en las escuelas. Así resurgiría naturalmente (de modo “natural”) la conciencia de clase.
Los discursos clásicos me parecen trasnochados, son ajenos al imaginario del hombre de la calle de hoy. ¿Lucha de clases? Esa cosa no se entiende, no se capta. ¿Se trata de que el esclavo se levante contra su amo? ¿Trabajador contra capitalista?: Eso es un desvarío, porque al currante le han educado desde la cuna para que admire y desee el capital como un objetivo ideal. Forzarle a destruir la utopía que admira es paranoico, y no funciona, y los izquierdistas teóricos no comprenden por qué los pobres de hoy no son clasistas.
Cuando leemos panfletos y oímos soflamas contra la Gran Banca y el Gran Capital nos entra la depre; notamos que los liberados no nos comprenden, no se enteran, tratan de colocarnos unos enemigos que nos resultan artificiales, intangibles. ¿Por qué nos inculcan odio contra esos enemigos? ¿Cuál es el objetivo de sembrar ese odio? ¿Es que el obrero cegado por el odio se convertirá en un Rambo que entrará en la oficina bancaria de la esquina de mi barrio y se pondrá a ametrallar a esos amiguetes que me dieron la pasta para comprarme el coche? ¿A esos pobres chupatintas encorbatados que a veces me invitan a café?
¿Y qué coño será eso de la Gran Banca? ¿Será esa enorme caja fuerte super-blindada de las películas de donde salió el dinero que me vendieron para comprarme el coche?
Maese, ahora unas preguntas para ti o para quienquiera en este foro que quiera ayudarme:
Por un día de huelga me quitan dinero como cuando tengo enfermedad común. ¿Qué gobierno atacó el absentismo laboral demonizando la enfermedad común? ¿Y con qué votos parlamentarios?
En “Puntos de Reflexión”, George Lakoff nos revela cómo estamos imbuidos de las imágenes y demagogia de la derecha, y nos propone nuevos estilos de discurso para la izquierda moderna. ¿Tenemos algún think tank valiente que entre en ese reto?
Esteban Beltrán, de Amnistía Internacional, en “Derechos Torcidos” nos abre la mente a los que vamos contra corriente. Por ejemplo, propugna la abolición de la pobreza por ley, igual que la pena de muerte, y argumenta que tal locura es factible. Suena kafkiano, pero es realizable, es posible. ¿Conocéis algún foro que vaya por ahí?
Muchas gracias a todos por leerme hasta aquí. Hasta pronto,
¡A por la República!
Dany
o    Rafa dijo:
25 agosto 2010 en 10:24
Hola, Dany. Ante todo, gracias por tu comentario y por tu excelente aportación a este blog. Puedes disponer de todo el material que tenemos aquí colgado, para distribuirlo, debatirlo y darle cualquier uso que consideres adecuado. Aquí tratamos de difundir ideas, así que todo esfuerzo en ese sentido es bienvenido. Respecto a los corchetes […] se trata simplemente de un error de funcionamiento del blog, que se arregla cargándoselos.
La capacidad intelectual depende cada día menos de los estudios “oficiales” que uno tenga. La gente sale de la Primaria, la ESO y la Universidadsin tener ni puñetera idea de razonar. Ése es un vicio que se adquiere fuera del ámbito académico. Es el esfuerzo personal el que otorga la facultad de pensar, de la que por tu comentario se deduce que vas tan bien servido como nosotros.
Propones una excelente lista de ideas para agitar las conciencias de las Clases Trabajadoras y hacerles ver que siguen siéndolo, pese al feroz ataque cultural del consumismo capitalista que desclasa y mete a golpes de anuncio en las conciencias un montón de falsas necesidades que acaban transformando a todo el mundo en “clase media”. Tienes un artículo en este blog al respecto:https://kmarx.wordpress.com/2010/07/30/recortables/.
De entre todos tus argumentos, que son muy válidos, yo destacaría uno en particular que puede dar mucho juego en el centro de trabajo, a la hora del bocata y la tertulia (si es que los patronos os dejan): Traducir a lenguaje llano las falacias de la tele y señalar incongruencias. ¿Por qué centrarse en ésta? Pues porque es muy efectiva: En unos minutos puedes provocar terremotos mentales de gran magnitud. Las manipulaciones de los medios de agelipollamiento de masas son muy burdas, muy bastas. Y a poco que se analicen, esas mentiras pueden crear en las neuronas de los que te escuchan auténticos cortocircuitos. La cosa requiere cierto esfuerzo para informarse de forma alternativa y aprender a identificar rápidamente esas manipulaciones, que son de muchos tipos. Puedes echar un vistazo a la página de Pascual Serrano, un periodista que se dedica precisamente a destapar esos mangoneos: http://www.pascualserrano.net. También puedes, siempre que quieras, pasarte por aquí y plantear cualquier cuestión que te interese investigar.
Es cierto que muchos de los que hablamos de los conflictos que se dan en el Capitalismo usamos palabras y retóricas que parecen fosilizadas y que ya no conectan con la realidad que nos rodea. Lo que ocurre, también, es que el constante bombardeo mediático a nuestras posiciones de clase toman como uno de sus objetivos nuestros conceptos, vaciándolos de contenido. “Lucha de clases”, “Capitalismo”, “Explotación”, “Marxismo” son términos que siguen conservando su significado, pero que a causa del lavado masivo de cerebros al que los medios de comunicación de masas nos someten a diario, parecen perder sentido y alejarse de los problemas cotidianos de la gente. Pero es que ideas como, por ejemplo, la “plusvalía”, no admiten otra palabra que “plusvalía” para comenzar a definirlas. Creo que hemos de llegar a un término medio para comenzar: No renunciar a nuestra terminología, pero a la vez ser capaces de explicarla de forma sencilla y actual. Para ello hemos de redoblar nuestros esfuerzos, nuestra capacidad de comprensión, aprendizaje y síntesis, leer a manta y aprender a explicar esos conceptos en nuestro entorno de forma que se nos entienda y las ideas calen en la gente que nos rodea. El objetivo primario de este blog (leer El Capital) se orienta en ese sentido: el texto fundamental de Marx clarifica esos conceptos que la propaganda capitalista enmaraña y hace parecer caducos y alejados de la actualidad cuando, precisamente, están ahora más que nunca en rabioso vigor.
Vamos a por tus preguntas. Sobre los gobiernos y los partidos políticos que han demonizado la enfermedad común, la respuesta sería todos menos el PCE en su momento y luego Izquierda Unida. Así de duro. Todos los partidos del espectro político que han conseguido gobernar o llegar al Parlamento, a excepción de los citados, defienden los intereses de la Patronal, que son básicamente explotarnos más. Si lo que buscas son datos, los buscaremos entre todos. Podemos empezar por localizar una historia reciente de las reformas laborales en España, aunque los resultados serán los que te apunto.
Respecto a posibles “think tanks” de la Izquierda transformadora, tenemos unos cuantos intelectuales y muy buenos, que intentan entre otras cosas actualizar el discurso a las actuales condiciones socioeconómicas. En el apartado Valor de Cambio de este mismo blog, dentro de “Otros ensayos” (https://kmarx.wordpress.com/valor-de-cambio/otros-ensayos/) tienes una selección que hemos hecho desde la coordinación. Te puedo apuntar unos cuantos, aunque seguro que me dejo gente muy válida en el tintero: Santiago Alba Rico, Carlos Fernández Liria, Manuel Monereo, Juan Ramón Capella, Manuel Sacristán, Jesús Albarracín, Paco Fernández Buey, y un largo etcétera. Ojo con George Lakoff que me temo que no es lo que parece.
Y, por último y para evitar aburrirte más de lo necesario -que mira que me enrollo- no conozco ningún foro en particular que trabaje específicamente los objetivos de lucha legal que planteas. Pero si buscamos por “constitucionalismo crítico” seguro que sale alguno. De todos modos, me voy a permitir apuntarte una reflexión: Todos los movimientos que se han centrado exclusivamente (y nada más) en una reforma de las leyes para conseguir avances sociales, han acabado muriendo de éxito cuando han conseguido su objetivo: el Estado ha regulado el derecho en una ley y ha acabado tutelando la aplicación de la misma, con la natural tendencia a suavizarla y vaciarla de contenido. Con ello ha conseguido matar dos pájaros de un tiro: modular y manipular el derecho, y de paso cargarse el movimiento social que lo exige, desmovilizándolo al perder toda su razón de ser, puesto que su única meta es conseguir aprobar una ley.
Acabo ya, ofreciéndote nuestro apoyo y colaboración en cualquier duda o iniciativa que tengas, e invitándote a que frecuentes este blog y participes todo lo que quieras. Un fuerte abrazo, compañero.
§  Dany dijo:
25 agosto 2010 en 11:13
Rafa Garzó, mil gracias por tus comentarios. Voy a seguir tus consejos. Necesito informarme –como dices– de forma alternativa para no volverme loco.
Hasta pronto
¡A por la República!
Dany
o    Antonio dijo:
30 agosto 2010 en 19:27
Me ha encantado tu aportación a este foro, tu comentario inicial. Puedo decir que incluso me ha emocionado personalmente, leer tanta sensatez y tanto acierto.
Rafa te ha contestado, por lo que tengo poco que añadir a lo que ha dicho, excepto que somos muchos los que estamos convencidos, como tú, de la importancia de la lucha sindical. En mi caso, soy un (mal llamado) “liberado sindical” , y no vivo ajeno a la realidad de los trabajadores, primero porque soy uno de ellos, y después porque el trabajo en un sindicato le hace a uno darse cuenta, como el ciego que de pronto recupera la vista, de las injusticias y del verdadero conflicto social. Me siento un privilegiado pudiendo defender derechos de los trabajadores. Siempre que alguien me comenta lo mal vistos que estamos los sindicatos le respondo que no podía aspirar a mayor honor que defender a mis compañeros. Y que uno no obtiene mayores frustraciones y disgustos como trabajando en un sindicato, aunque los recupera cuando consigue que se respete o se recupere un derecho de un sólo trabajador. No es un trabajo sencillo ni agradecido, y últimamente no hacen más que llover críticas (interesadas) sobre nosotros. Imaginemos, con todo lo malos, vagos, sinverguenzas y aprovechados que somos qué ocurriría sin sindicatos. No creo que el empresario respetara ni un solo acuerdo, pacto o derecho, sin la presión de los “liberados”. En fin, no quiero tampoco hacer una oda al sindicalismo, pero es fundamental, y más ahora que nunca, recuperar la esencia de éste. Por cierto, yo no soy un sindicalista de clase. Trabajo para un sindicato profesional, una agrupación de trabajadores ferroviarios (qué auténtico, históricamente es uno de los sectores duros del sindicalismo), donde he adquirido toda una serie de valores que no hubiera llegado a tener nunca en otros sectores o puestos de trabajo. El sindicalismo ha cambiado, estoy de acuerdo, hay que volver al origen, pero los sindicatos hacen un papel fundamental.
Espero seguir leyéndote por aquí. Es un buen lugar para reflexionar.
Un saludo
§  Dany dijo:
31 agosto 2010 en 12:57
Antonio, es un placer leerte, gracias por estar ahí.
Yo veo el término “liberado sindical” como una definición clara y neutra, en absoluto peyorativa. No me importa que la derechona vomite esa palabra para levantar bajas pasiones. Saben bien lo que hacen y adónde van: a la aniquilación del pensamiento libre, pero eso no vamos a solventarlo cambiando nombres. “Enlace sindical” y “comité de empresa” son conceptos también claros para el obrero, aunque luego en la tele aparezcan degenerados.
Yo decía: “…Su lenguaje [de los liberados sindicales] es distante, utilizan un argot sindical como los médicos y abogados parlotean entre ellos en su jerga…”
Con eso, que mantengo, no pretendo ofender a nadie, Antonio. Solamente constato el hecho de que el lenguaje culto del sindicalista a menudo es no-entendido (o mal-entendido, que es peor) por el obrero iletrado. Y puse ejemplos de expresiones que utilizáis a menudo y que veo no son entendidas en el sentido que pone el orador.
Pero todo eso es superfluo cuando consideramos asuntos de verdad importantes. Antonio, sin sindicatos y sin sindicalistas estaríamos en una jungla esclavizados por el más fuerte (un ente visible religioso-militar dirigido por el omnívoro poder económico en la sombra) de modo que bendigo y agradezco profundamente vuestro trabajo, amigo sindicalista.
Coincido con tu deseo: “…pero es fundamental, y más ahora que nunca, recuperar la esencia del sindicalismo.” ¡Cierto, es muy necesario! En mi opinión, los profesionales de los sindicatos (otra expresión clara y positiva) deberíais hacer un esfuerzo de marketing y construir una especie de decálogo que diera pocos puntos aunque muy poderosos en la emoción (no el cerebro) del obrero. Esos puntos deberían suscribirlos TODOS los sindicatos que tenemos en España y lanzarlos por todo el país hasta la saturación. Así tendríamos el 29-S una huelga general completa. No abundéis en las diferencias (que las hay porque HA de habrelas, somos humanos) entre organizaciones sindicales. Trabajad como si EL sindicado, EL obrero fuera (como es) la víctima de la puta crisis, y EL sindicato (como unión temporal de sindicatos) fuera el líder que muestra la solución.
Tengo que dejarte para ir al curro, lo siento. Ya seguiré mañana. Un abrazo,
¡A por la República!
Dany
§  Antonio dijo:
31 agosto 2010 en 22:18
Hola Dani.
En absoluto he entendido ninguna de tus palabras en sentido peyorativo. Creo que has expresado muy bien tres problemas del sindicalismo actual, con los que coincido plenamente. En este tiempo (breve) que me he dedicado a la actividad sindical he observado, como tú, las dificultades a las que se enfrenta el sindicalismo. Me permito utilizando tus reflexiones sintetizarlas.
El primero de ellos es la distancia real que existe entre los trabajadores y los sindicatos. El hecho de la liberación supone la separación del servicio y por lo tanto, implica un alejamiento real del delegado sindical de sus compañeros de trabajo, por lo que se enfrenta a la dificultad fundamental de conocer de primera mano sus problemas. Por mucho que a uno le cuenten los problemas a los que se enfrentan los demás, necesita grandes dosis de empatía para conocerlos verdaderamente y poder darles una solución safisfactoria. Este problema a mí, personalmente, puedo decir que me preocupa muchísimo. Se relaciona además con la falta de formación sindical que se extiende como una lacra, porque sin la formación precisa es dificilísimo afrontar una negociación o un problema puntual.
El segundo de ellos es una cuestión lingüística. Deriva directamente de la tecnificación que se ha producido en el mundo laboral. Se ha regulado un derecho específico de los trabajadores que recoge, de forma complejísima, una legislación muy amplia y específica, que actúa como una barrera entre el trabajador, el sindicato y la empresa. Es materialmente imposible conocer intensivamente leyes tan complejas como la de la Seguridad Social, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales o ET, Estatuto Básico de la Función Pública, y regulaciones más específicas como huelgas, conflictos colectivos, negociaciones, libertad sindical. Es una rama del Derecho muy rica, y que ha creado además de una especialidad una jerga propia: incapacidad, baja, cotizaciónes, descuentos, irpf, seguridad social, etc. Esto además produce un problema añadido, y es lo que hemos criticado ya en alguna ocasión sobre el funcionamiento interno de los sindicatos, a los que sarcásticamente denominamos como “gestorías”. A parte de la función social que realizan los sindicatos en la actualidad, realizan un trabajo, en muchos casos que alivia a la propia administración pública. Si eliminaramos los sindicatos, hipotéticamente de la noche a la mañana, los servicios de atención al ciudadano de las administraciones públicas laborales se colapsarían. Esta distancia a la que te refieres que se impone entre el trabajador y el sindicalista, es un mal común que nos ocurre a todos. A veces no entendemos que nuestros compañeros no llevan años tratando con nóminas o con la seguridad social y dominan su “jerga” específica, y deslizamos términos que en muchos casos no se comprenden. Se hace necesario acercar el sindicato al trabajador y para ello es preciso hacer una labor de “pedagogía” (más que de marketing).
Por último la reflexión en torno a las diferencias entre los propios sindicatos: de clase, uniones de trabajadores, coordinadoras de sindicatos independientes, sindicatos de funcionarios, de controladores, de obreros, de maestros y un largo etc. Estas divisiones internas, en mi opinión han supuesto una dilución de la “cuestión de clase”, eso a lo que nos referimos cuando explicamos que todos los trabajodores, independientemente de su procedencia o el trabajo que realizan, son eso, trabajadores. El Mercado conoce muy bien nuestras debilidades, sabe que pagando mejor a unos que a otros se crean diferencias, que dividiendo se consigue disolver las reivindicaciones. En cualquier empresa hay quien, muy bien asesorado por la dirección, negocia sus propias condiciones, por lo que sale del ámbito de la colectividad para situarse en un plano (salarial, o laboral) superior. Aprovechando esa ficción, el empresario consigue dos objetivos: dividir la plantilla y dificultad la labor de cohesión que todo sindicato debe realizar. Y por lo tanto obtiene el beneficio de mantener el control de sus trabajadores por encima de sus reivindicaciones. Una de las posibles soluciones a éste problema es la unión de fuerzas sindicales. Todos tenemos los mismos objetivos: el ataque contra los controladores aéreos del Gobierno, o las bajadas de sueldo de los funcionarios, la pérdida de poder adquisitivo de los trabajdores, el abaratamiento del despido, aunque hoy no nos afecte, es cosa de todos. Mañana nos puede tocar. Todos los sindicatos tenemos, más allá de peleas partidarias, la responsabilidad social de defender los intereses de TODOS los trabajadores.
Estas tres reflexiones que has hecho son grandes dificultades a las que se enfrenta el sindicalismo del siglo XX. A parte, me permito hacer una crítica ¿cuándo el sindicalismo se ha convertido en un producto más, con su forma física, su finalidad, su etiqueta y su valor añadido? Desde ese momento, que no logro situar en el tiempo, el sindicalismo ha dejado de pertenecer al mundo de la realidad y se ha situado por encima de ésta, participando activamente de las fuerzas del mercado como un producto más. Cuando dejemos de ser un producto que vender, que ofrecer, que publicitar, entonces habremos logrado superar la principal dificultad: presentarnos como un servicio necesario, imprescindible para la sociedad, no una marca a la que seleccionar del espectro posible, para como una moda, participar de su poder inmanente (el poder de las marcas). En términos menos abstractos: para poder enfrentarse a las poderosas fuerzas del mercado hay que situarse fuera de éste. No se puede combatir el capitalismo desde el propio capitalismo igual que no podemos salvarnos de la cascada luchando contra la poderosa corriente del agua.
Me ha encantado tu reflexión, y creo que sería interesante plantear en términos de debate en este mismo foro el futuro del sindicalismo: ¿qué tipo de sindicatos queremos en este inicio del tercer milenio?
Bueno, me retiro a dormir que hoy me he levantado a las 4:30 para currar y estoy reventado!
Saludos!
§  Antonio dijo:
31 agosto 2010 en 22:26
No se puede combatir el capitalismo desde el propio capitalismo igual que no podemos salvarnos de la cascada luchando contra la poderosa corriente del agua.
Quería haber dicho:
No se puede combatir el capitalismo desde el propio capitalismo igual que no podemos salvarnos de la cascada luchando desde el interior de la poderosa corriente del agua.
o    Amelia dijo:
5 septiembre 2010 en 15:57
Sabes Dany, para los de poca “cultura”, te explicas que es una maravilla. Tanto este escrito como todos los demás.
Solo quería preguntarte qué opinas de, por qué hay que hacer huelga. Y te lo pregunto porque me parece que estas formas ya están caducas, son como las manifestaciones, se hacen pero ellos hacen lo que les da la gana. Solo soy lo que llaman un ama de casa” currante no reconocida, en una palabra, por lo que no tiene sentido este tipo de huelgas. Pero si me rodea gente que dice ir o no ir a ella. Y quiero saber, tu opinión. Mi posición ha sido de apoyar en la retaguardia y conocer para exigir conciencia desde abajo.
Agradezco tus comentarios.
§  Dany dijo:
7 septiembre 2010 en 1:27
Eres muy amable, Amelia, gracias. Pero dije que no tengo estudios, y no que tenga poca cultura. Entiendo “estudios” como los cursos que has de seguir para obtener titulación (yo dejé la escuela con el bachillerato, no tengo títulos) mientras que veo “cultura” como (lo leo ahora mismo en el diccionario): “Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.” Soy criticón, luego debo tener juicio crítico, luego debo tener cierta cultura. :)
Siempre me ha gustado leer y escribir. Mis amigos íntimos (¡enemigos!) dicen que soy un linotipista frustrado, escritor frustrado, periodista frustrado, comentarista frustrado, maestro frustrado… ¿qué ven en común? jejeje.
Amelia, dices que eso de la huelga es algo caduco. Bueno, parece que hace ¡¡3.200 años!! de la primera huelga de la que tenemos noticia, míralo aquí:
http://www.egiptomania.com/historia/huelga.htm
así que yo diría que hacer huelga es algo que tiene solera, que va con el ser humano. Y no creo que los humanos vayamos a caducar, aún tenemos mucho que aprender.
Dices que, en tu calidad de “currante no reconocida” (perfecta definición de ama de casa, ¡hurra!) no puedes hacer huelga, claro, pero que en tu mundo apoyas la retaguardia y quieres conocer para exigir conciencia desde abajo. ¡Magnífica postura, Amelia, te felicito!
Bueno, a ver si consigo plasmar la punta del iceberg de mi opinión:
Dices que “ellos hacen lo que les da la gana”. Por supuesto que sí, porque tienen el poder, tienen la fuerza. Cuando tu hija gatea y va a meter los dedos en un enchufe o se acerca unas tijeras a la boca tú tal vez le das un cachete en los pañales del culo y la apartas del peligro, ¿a que sí? Entonces tu hija protesta, berrea, patalea y te ve injusta y cruel. Tú tienes el poder, y tu hija está sometida a ti.
En esa escena no importa que tengas razón o no, que seas justa o no, que lo hagas por su bien, etc. El resultado es que la bebé protesta porque le impides hacer lo que le da la gana. Y es inútil que trates de razonar con ella, porque vuestros niveles intelectuales son demasiado distantes. Ambos “poderes” debéis tener paciencia.
Lo que comúnmente llamamos “sistema” es el poder de mamá sobre la bebé. Veo el sistema como una acumulación gigantesca de poderes, y pienso que ninguna persona es capaz de abarcar la comprensión de todo el sistema. Por poner un ejemplo, creo que ni siquiera los amos del Club Bilderberg (y otros clubs) pueden aprehender el sistema como un todo, como una unidad. Se nos escapa, nunca vislumbramos suficiente información.
Los humanos somos la bebé que quiere tocar el enchufe y mamá-sistema nos lo impide. El sistema es nuestro dios inabarcable, y nos pasamos la vida siguiendo sus órdenes sin saber porqué.
Si lees detenidamente aquel artículo sobre la huelga de hace 3.200 años reconocerás conmigo que no hemos cambiado apenas nada. Si quitas las apariencias (el vestuario de los actores) somos y actuamos exactamente igual, ¿no te parece?
El poder del más fuerte sigue marcando el camino al más débil. El rico controla al pobre, el pez grande se come al chico. Dentro de ese escenario de la vida podemos comportarnos como piedras inertes y observar pasivamente que las cosas sucedan “como sea”, o bien podemos encauzar nuestras energías activamente para mover las cosas “de otra manera”. Cuando los ciudadanos (la bebé) nos agrupamos enfocando un objetivo común conseguimos que el sistema reaccione. Mamá deja de regañar a su niña en cuanto ésta le demuestra que entiende lo que es un enchufe eléctrico.
La huelga del miércoles 29 dirá al sistema que el ciudadano de a pie ha comprendido que la reforma laboral es una brutal e innecesaria amputación de derechos adquiridos hace mucho tiempo, que la abolición de impuestos directos solamente beneficia a los muy ricos, que la reducción y congelación de pensiones y salarios son medidas torpes de corto plazo que asfixian al pobre y enriquecen al rico, que abaratar el despido no genera empleo aunque favorece el subempleo precario, que soslayar la negociación colectiva potencia el abuso unilateral amo-esclavo…
El gobierno, cualquier gobierno, no es el sistema, sino apenas una burda marioneta del sistema. Nuestro PSOE está hoy enteramente en la derecha, ensalza el valor del individuo por encima del grupo social. Una huelga general mostrará al sistema (y no sólo al gobierno) que el colectivo de trabajadores es más que la suma de ciudadanos.
Amelia, como currante no reconocida, los sesudos analistas no te apuntarán como huelguista, así que engrosarás la cifra de “contrarios” a la huelga, claro. Pero si crees que hay motivos para esa huelga, únete el día 29 a cualquier manifestación, no cojas ningún transporte público y, sobre todo, HABLA de la huelga con tu gente.
Creo que autónomos y pymes están en una posición parecida a la tuya: hagan lo que hagan les parece que los estadísticos y el sistema les ignoran olímpicamente. ¡En absoluto! Por favor diles que lean este excelente artículo “Cuestión de clase”, de Maese Sonoro:
https://kmarx.wordpress.com/2010/07/30/cuestion-de-clase/
y veréis que merece la pena arrimarse –al menos para esta huelga general– al lado del trabajador que se manifiesta.
Es tarde y se me cierran los ojos, lo siento, Amelia, debo dejarte. Me ha encantado charlar contigo. Un abrazo y hasta pronto,
¡A por la República!
Dany
§  amelia dijo:
8 septiembre 2010 en 2:53
Dany,
Gracias por aclararme el tema de “cultura” reviso muchas palabras, pero la verdad, esta no se me ocurrió.
“Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico.”
Y esto me ha gustado más
“Soy criticón, luego debo tener juicio crítico, luego debo tener cierta cultura.”
y me sumo, para quitarme el complejo, con el que me intentan tapar tantas veces la boca, por ser una simple “maruja” y no tener más estudios que el bachiller aquel de los años de maricastaña. pero que no dejo de leer, comprender al ser humano, me gusta todo lo que tiene que ver con la filosofía y psicología, así como con el arte.
La descripción de la relación madre/hijos, no la he llevado de esa manera, ya que siempre razoné con ellos. Pero entiendo lo que me dices, ya que me lo plantee en relación con la “autoridad” y no porque haya sufrido en exceso ese tema, mas bién por entender el comportamiento de los que la ejercen. religión, policía, crecí en el franquismo, quizá por eso andaba siempre en la higuera, que dicen.
Muy interesante la descripción que haces de cómo ves “el sistema”, una nueva visión para reflexionar.
He estado leyendo sobre el debate que tenéis sobre el sindicalismo y me ha dado mucha información para plantear.
Gracias por tu tiempo,
§  Dany dijo:
8 septiembre 2010 en 11:44
Amelia, dicen de Einstein que fue uno de los científicos más importantes de la historia, aunque de niño lo consideraron retrasado mental en el cole porque siempre estaba en la Luna, no se enteraba de nada, era incluso incapaz de hablar y expresarse como sus compañeros de clase.
Parece que a ti de niña te enseñaron a ser una perefecta ama de casa, servidora de su señor padre (y luego de su marido), piadosa, pecadora-temerosa de Dios, buena costurera, etc. En ese entorno tiene muchísimo mérito que hayas abierto las alas y estés subiendo como un cohete desde el estatus de servidora-pasiva hacia el de persona. Te felicito y animo a que sigas así, amiga mía:
Amelia, lee y estudia lo que te dé la gana con toda tu pasión, sin ningún complejo ¡eres libre! Tienes todo mi respeto y cariño,
¡A por la República!
Dany
§  amparo dijo:
4 octubre 2010 en 0:44
AMELIA: el capital tiene mucho poder y nosotros , como NO estamos nada unidos ,porque como ya sabes que la unión hace la fuerza y sino fíjate como el capitalismo si sabe , que unidos tienen más fuerza por ejemplo los bancos se fusionan los países de Europa también por eso no tenemos que dudar en salir a la calle a pedir nuestros derechos ,siempre que sea necesario , porque si nos quedamos en la retaguardia como piensas y no salimos a pedir lo que es nuestro que para eso está escrito en la constitución, fíjate aun que sea un paso de hormiga eso es avanzar pero si no hacemos nada, al final senos tragaran.
y otro cosa a ti te parece bien que este gobierno que algunos votan cada 4 años que hace lo que la comunidad europea le dice , porque fíjate en el detalle zapatero decía que iba a subir las pensiones y otras cosas más para los trabajadores , pero lo llaman en la comunidad y vino cambiadísimo se ve que le dijeron tu de que vas guapito de cara tú tienes, que hacer lo que nosotros te digamos y así ha hecho ¡A ¡ y encima le da dinero a los pobrecitos bancos de nuestros impuestos que desde luego no esperemos que vuelvan a nuestras harcas , si si esos bancos que todos los años nos dicen las ganancias que han tenido y encima los trabajadores que no tienen trabajo y no pueden pagar la hipoteca no le dan ninguna facilidad y se quedan con los pisos y adonde va a parar a la calle sino tiene algún familiar que le pueda ayudar y como han acumulado tantos pisos pues ellos dicen que ellos no son in mobiliarias y después que los dejan en la puta calle por no poder pagar la hipoteca luego los pisos los sacan a subasta , y fíjate se quedan el dinero que les ha dado zapatero de nuestros impuestos y lo de la venta de los pisos de los pobres desgraciados que por no tener trabajo no pueden pagar la hipoteca
así que hay que ir a por ellos con las garras preparadas y salir a la calle cuantas mas veces sean necesaria a exigir nuestros derechos que para eso son nuestros
EL PUEBLO UNIDO JAMAS SERA BENCIDO
AMELIA por favor contestame un abrazo
16.     Alfredo dijo:
19 agosto 2010 en 12:46
Saludos compañer@s estudiosos de comunismo. Les habla un liberal convencido que antes leyó a Marx con interés.
Les ruego que no cometan el error de leer 4 páginas de Marx y salir creyendo que tienen la solución a los problemas de la sociedad.
Sabemos que el análisis de Marx del capitalismo es valioso para entender algunas de sus contradicciones, pero no ofrece soluciones (las que ofrece ya han sido probadas en laboratorios como Rusia, cuba, etc. han fracasado).
¿Y por qué no funcionaron? Una pequeña pista: El marxismo rechaza la idea de moral, considera la moral una creación ideológica burguesa que solo ayuda a sustentar el orden establecido (algo así como la extensión de la religión)….
El marxismo intenta entender los fenómenos socioeconómicos sin tomar en cuenta al hombre como ente individual, su psicología, su espiritualidad. Es como intentar entender la materia sin tomar en cuenta los átomos.
Como todo en la ciencia, Marx hizo una aproximación que le permitió ver algunas cosas interesantes, pero al simplificar perdió otras aristas de la realidad que han demostrado ser relevantes.
Os animo a continuar estudiándolo, siempre que se sepan sus limitaciones,
Saludos
Alfredo
o    Maese Sonoro dijo:
19 agosto 2010 en 18:01
Saludos, Alfredo. Para empezar, queremos agradecerte profundamente los ánimos que nos brindas en el laborioso y arduo estudio de El Capital que, en este blog, nos hemos propuesto.
Respecto al resto de tu comentario, hemos de decirte que todos los argumentos que planteas son erróneos. Afirmamos sin acritud, y pasamos a demostrártelo.
Como introducción aclaratoria, sabes que no es en absoluto lo mismo comunismo que marxismo. Confundir ambos términos (uno perteneciente al campo ideológico – moral y el otro al científico) es un error que un liberal leído como tú no debería permitirse. Aquí, en este blog, puedes hablar con propiedad, sin temor a que nos confundamos debido a nuestros inferiores conocimientos.
En primer lugar, comprobarías si hubieses navegado un poco por este sitio, que llevamos ya algo más de “cuatro páginas” de Marx leídas a la chepa. Como corolario, y si has leído a Marx deberías saberlo, el marxismo no tiene “la solución” a los problemas de la sociedad, como así afirmó el mismísimo autor en varias ocasiones.
Tercer punto: Los “experimentos” que afirmas que se llevaron a cabo en Rusia o en Cuba no fracasaron por basarse en el Marxismo, sino precisamente POR NO BASARSE EN ÉL, por apartarse no ya del marxismo, sino de su tradición ideológica de modo radical. Por otra parte, el hecho de fracasar en el intento de demostración de una teoría no implica la invalidación de la misma. Si todos nos rindiésemos ante un primer fracaso, el “progreso” que los liberales adoran como el Becerro de Oro no habría pasado de hacer fuego con dos piedras.
En cuarto lugar, y puesto que has leído a Marx con interés, debes recordar que la teoría marxista define varios ámbitos dentro del modo de producción dominante capitalista. En primer lugar la infraestructura económica, y sobre ésta y en interrelación (que no determinación unívoca) las sobreestructuras política y cultural – ideológica. Marx afirmaba que estos tres estadios se relacionaban entre ellos, y evidentemente en la sobreestructura cultural incluía la moral y la ética como factor importante. Lo que sí denunciaba Marx era el papel reproductor de condiciones de explotación que ejercía la moral BURGUESA, actuando como freno al desarrollo de las fuerzas productivas y a la ulterior revolución.
Y en quinto lugar, por último, El Capital no es, si lo has leído, ninguna aproximación o simplificación. Desde que Marx lo escribió hasta ahora, supone el máximo esfuerzo de análisis del modo de producción capitalista. Y, de hecho, muchos economistas liberales lo utilizan de manual para destripar los misterios del Capitalismo. Lo que no supone, claro, que teniendo encima ciento cincuenta años, continúe vigente y válido en todas sus conclusiones. Aquí no estudiamos religiones, ni tenemos credos ni verdades inamovibles o indemostrables. Aquí no estudiamos Teología. Estudiamos El Capital, de Carlos Marx. Desde un punto de vista racional y crítico.
Como colofón, quisiéramos hacerte una pregunta. Te defines liberal; ¿podrías resumirnos en qué consiste ser liberal?
Un abrazo.
§  Alfredo dijo:
19 agosto 2010 en 20:49
Saludos Maese Sonoro, y gente de por aquí!
Maese, por la manera en que has hecho tuya la empresa de este blog supongo que eres usuario regular, y tal vez admin de su contenido.
Mi comentario obviamente no fue para los sesudos estudiosos del marxismo, como tú u otras personas de este blog. Así que no os lo toméis como un ataque.
Sin embargo, fuera de las doctas paredes de este blog es frecuente encontrar personas que invocan a Marx con una pasión rayando en el fanatismo, suele ser la misma gente que sigue creyendo que Cuba es una democracia y una alternativa. Pero asumo que tú no crees eso, a pesar de que este blog en las páginas marxistas tiene un enlace a “Cuba Siglo XXI”, que contiene frases tan desternillantes como “marxismo revolucionario del Che Guevara”.
Bueno, no hay conflicto, tú mismo has dicho que los experimentos han fracasado porque nunca ha habido marxismo, tampoco en cuba, entonces no entiendo que hace ese enlace a “Cuba Siglo XXI” entre las páginas marxistas, debe ser un error de edición.
Vayamos a tu tercer punto, cuando dices “el hecho de fracasar en el intento de demostración de una teoría no implica la invalidación de la misma”, totalmente de acuerdo, aunque si el experimento dura 60 años, se hace en decenas de países simultáneamente, y destruye la vida de millones de personas, yo no pensaría en repetirlo.
Hablemos de tu cuarto punto, sobre la moral y la ética en el marxismo, no perderé tiempo en defender algo que está ampliamente documentado, te cito y traduzco un fragmento de un artículo:
…”Marx se considera a si mismo un crítico de la moral. En el manifiesto comunista (1848) Marx afirma que su enfoque científico del socialismo elimina toda moralidad, en lugar de reconstruirla sobre una nueva base”…
Fuente: Is Marx a Moral Consequentialist? Jeffrey S. Vogel. Canadian Journal of Philosophy, Vol. 24, No. 4 (Dec., 1994), pp. 541-563. http://www.jstor.org/stable/40231885
Vamos a tu quinto punto: dices que la teoría que Marx expone en El Capital no es una aproximación. Desde el punto de vista científico toda teoría es una aproximación a la realidad, una simplificación para poder entender una parte del todo, la de Marx también, ¿o es que es especial?
Tú última pregunta: ¿Qué es ser liberal?
Es creer que la libertad del individuo es el valor más importante a defender en la sociedad, y que el poder del gobierno y su intromisión en la vida privada debe mantenerse en el mínimo posible.
En el plano económico, que tanto os interesa a los marxistas, significa defender la propiedad privada y la libertad de mercado, ya que son otra manifestación de la libertad individual (ojo, también implica defender el derecho de los trabajadores a asociarse, a formar cooperativas, etc…, y no niega la necesidad de un mínimo de regulaciones necesarias para el bien común, pero lo palabra clave es *mínimo*)
Una nota: Para mi ser liberal no es una posición científica, no tengo una gran teoría que me respalde, es simplemente una posición ética.
Es mi turno de preguntar a Maese Sonoro:
1. ¿cuáles crees tú que son las limitaciones del Marxismo, si crees que tiene alguna?
2. ¿Le agregarías algo a la teoría para modernizala?
3. ¿Qué garantizaría que futuros intentos de aplicar la teoría marxista no devengan en regímenes totalitarios y dictatoriales como ha pasado antes?
Saludos,
Alfredo
§  Maese Sonoro dijo:
20 agosto 2010 en 13:41
Saludos de nuevo, Alfredo. Doy por resueltos nuestros cinco puntos. No es objetivo de este blog polemizar, sino construir.
Así que paso directamente a contestar tus nuevas preguntas:
1. ¿cuáles crees tú que son las limitaciones del Marxismo, si crees que tiene alguna?
El Capital como texto científico tiene limitaciones. La principal es que la teoría fue elaborada hace siglo y medio. Sin embargo, sus conceptos básicos siguen muy vigentes, aunque sea necesario readaptarlos a la estructura internacionalizada del actual modo de producción.
2. ¿Le agregarías algo a la teoría para modernizarla?
Ver la respuesta nº 1.
3. ¿Qué garantizaría que futuros intentos de aplicar la teoría marxista no devengan en regímenes totalitarios y dictatoriales como ha pasado antes?
El Capital no es una teoría aplicable a “futuros intentos”. Estudia el modo de producción capitalista del siglo XIX.
Un abrazo.
o    Antonio dijo:
19 agosto 2010 en 18:51
Es frecuente entre los liberales, confundir marxismo -o teorías marxianas, de Marx, el científico, el ideólogo, el economista, con comunismo, la corriente teórico política que se apropió de sus ideas. Imagino que cometen ese error dado que, en el sistema ideológico liberal sí que existe un vínculo indivisible, una relación necesaria entre los enunciados de sus teorías y los sistemas políticos que las implementan con más o menos éxito.
En otro orden de cosas, el fracasado modelo económico liberal impuesto sobre los ciudadanos, lo que ya es poco o nada democrático, por ejemplo , hace que, sin duda, sea necesario recurrir a otras fuentes de conocimiento, y no puede dejar indiferente a nadie que Marx ya anticipara en sus obras, adelantándose a cualquier pensamiento, el resultado de la catástrofe del capitalismo como sistema político-económico. Entre otras cosas he ahí la importancia del pensador como ser irrepetible en la historia de las ideas.
No es necesario que uno sea considerado (o etiquetado, aunque sea por sí mismo, como si de un bote de conservas se tratara) de liberal o comunista, como si el único bien posible o la verdad absoluta se encontrara en unos de los dos sistemas. Lo que hay de cierto, y por eso me he acercado a este taller, es que en este tiempo de crisis, en la que ha fracasado el sistema capitalista y, la falta de moral y de valores de los economistas, financieros y tiburones mercantiles, se hace imprescindible cierto punto de vista crítico sobre lo que está ocurriendo. Y para alcanzar ese punto de vista científico es necesario leer obras que critiquen el capitalismo. Una de ellas es El Capital, de Karl Marx. Aquí no se habla de política, ni de liberales ni de comunistas. Aquí se habla de ciencia, de economía, de capital, de filosofía y de marxismo. Generalmente quienes hablan de política suelen ser otros, y tienen intereses distintos a los puramente científicos.
Y por último, aunque ya te ha contestado Maese Sonoro, me ha producido cierta inquietud tu afirmación sobre la simplificación de las ideas de Marx en cuanto a la moral se refiere. ¿Acusas el marxismo de amoral? Que la “moralidad humana real” que predican las teorías marxistas no coincida con tu concepto moral de bien y de mal, no quiere decir que el marxismo sea amoral. Más amoral me parece que nosotros, los currantes, paguemos los platos rotos de la crisis con nuestro tiempo, salud, esfuerzo, trabajo, y dinero, para que otros, los causantes, sigan en sus yates y restaurantes de lujo, viviendo a todo trapo.
§  Alfredo dijo:
20 agosto 2010 en 11:15
Hola Antonio
Coincido en que no es tiempo de ponerse etiquetas de comunista o liberal e identificarse ciegamente con una posición. Creo que el estudio, no solo de Marxs sino de la filosofía en general, es imprescindible.
Hablas del fracasado modelo económico neoliberal. Bueno, yo no lo veo tan fracasado, al menos comparado con las alternativas que han existido fuera del papel, ¿que estas estas alternativas no fueron realmente Marxistas? díganle eso a Lenin.
El valor de una teoría se mide por sus predicciones. Marx predijo que el capitalismo colapsaría con una gran crisis económica por el problema de la acumulación de capital, la superproducción y la automatización, que causaría que la gran mayoría de la población no tuviera trabajo, por tanto no podrían consumir, y no circularía el dinero.
Pues resulta que más de un siglo después ese final apocalíptico no ha llegado, y aún peor, la última crisis ni siquiera está causada por esos motivos sino por otros puramente financieros: especulación financiera debido a la facilidad con que se mueve el dinero sin correspondencia con la economía real.
Otro problema con el marxismo es el papel central que le confiere a la clase obrera, resulta que a estas altura la clase obrera ya no es relevante, la automatización va liberando al hombre de los trabajos manuales y embrutecedores, pero no los ha dejado fuera de la economía, los antiguos obreros ahora son funcionarios, ingenieros, pensadores, artistas, empresarios.
Vamos hacia la sociedad del conocimiento, donde las dinámicas económicas y los estratos sociales están todavía por explorar.
Como dije, toda teoría tiene sus límites de aplicación.
Saludos,
o    El tio rojo de Hayek dijo:
20 agosto 2010 en 15:47
Demasiado buenas personas y educados son los administradores de este blog.
¿Cuántas páginas te has leído tú de Marx -así, sin ese final-?, ¿y cuántas de Hayek, Popper, R.Aron…?. A lo mejor ni cuatro y solo hablas de oídas.
¿Dónde leches pone que este blog es el solucionario a los problemas?. Pensar hoy en día que la sociedad llegará a un momento ideal donde no hayan problemas es un pensamiento quiliástico alejado de la realidad.
Además, te recuerdo que Marx escribió el Capital, no escribió ningún libro llamado “El Comunismo” o “Constrúyete tu sociedad comunista en veinte pasos”.
¿Qué te parece desternillante de la siguiente frase: “marxismo revolucionario del Che Guevara”?. A mí lo que me hace partirme el culo (lo siento, no tengo tu finura ni cultura) es leerte lo siguiente: “Hablas del fracasado modelo económico neoliberal. Bueno, yo no lo veo tan fracasado”. En cualquier caso, imagino que existe el link “Cuba siglo XXI” por: a) le sale los cojones al creador del blog; b) por los escritos sobre Marx.
En cualquier caso, teniendo tan claro lo malísimo que es el marxismo, no entiendo que haces leyendo este blog (viciosillo, te hemos pillao). Mejor ve a debatir la maravillosa predicción del liberal Fukuyama “el fin de la historia” con Cesar Vidal, Pedro Schwartz o gentes de su calaña. Y si no, como ya se ha repetido en este blog, arriba a la derecha, el aspa roja (si, lo siento, roja) y santaspascuas.
o    tonyoolive dijo:
20 agosto 2010 en 19:50
Hola Alfredo.
En primer lugar agradecer tu visita a este humilde blog cuya finalidad es muy concreta (tal como explicamos en la “Declaración de intenciones” nuestro objeto es el estudio de las obras de K.Marx), especialmente por el tono de tus escritos, viniendo de un enemigo irreconciliable (teóricamente hablando por supuesto).
Dicho lo anterior, no voy a polemizar ni a debatir contigo. No es este el lugar ni nos dedicamos a ello (como ya te ha explicado Maese Sonoro). Entre otros motivos, porque hablamos lenguajes diferentes y tú, al igual que nosotros estás convencido de lo que piensas. Otro motivo, no menos importante, es que para constatar la penuria de la moderna sociedad capitalista no hay que ser marxista, marxista leninista, polpotiano o cualquier otro “ismo”, basta con ser un poco menos cínico de lo que es habitual (bastará pensar el siguiente ejemplo: “En 1990 el mundo producía suficientes cereales para alimentar a 18.000 millones de personas. En nuestro planeta hay 5.000 millones de personas. 38 millones mueren de hambre todos los años. ¿Dónde han ido esos cereales?”).
Por último, y dado que lo mencionas, si quiero darte una explicación de el porqué tenemos como link la página “Cuba Siglo XXI”. En el apartado “Páginas Marxistas” recogemos aquellas direcciones de páginas web que ofrecen materiales -archivos pdf, vídeos, audio…- de Marx y sobre Marx. Y ese es el criterio, estudiar los materiales (lo que implica leer más de cuatro páginas de Marx, objetivo fácilmente superable y que se consigue con una lecturita rápida de “El Manifiesto Comunista”) y la página citada cumple con creces . El criterio no es si la página está hecha en Cuba, China, Albacete o Alcobendas. Pero si no te ha quedado claro, los/as que conformamos este proyecto nos solidarizamos con Cuba, con sus virtudes -que las hay- y sus defectos -que los hay los intentamos analizar y criticar- y puestos a ver defectos, pues chico, nos fijamos en los de los países con sistema “liberal-democrático” (que es un contrasentido, a más democracia menos liberalismo).
Un saludo y hasta la victoria siempre.
Antonio Olivé.
P.D.: Gracias por animarnos a continuar con el estudio de Marx -con sus limitaciones y sus virtudes-. Yo también te animo a continuar estudiándolo. Los materiales los podrás encontrar en nuestro blog.
§  Alfredo dijo:
20 agosto 2010 en 20:58
Al margen de algún desacuerdo de ideas, reconozco que sois educados y moderados en las respuestas, y eso honra a los lectores de este blog y sus admins. Mis disculpas si no era este el lugar para este tipo de discusiones.
A modo de excusa anecdótica les digo que soy emigrado de cuba, estudié a Marx de forma obligatoria, he sentido en carne propia “el experimento”, cierto que no era realmente marxista aquello, pero si he visto muchas veces la malinterpretación del marxismo para justificar la opresión, y solo contra eso advierto, nada más.
Buena suerte.
§  Maese Sonoro dijo:
21 agosto 2010 en 7:01
Hola, Alfredo. Los deberes sin derechos (recordando La Internacional) han sido, precisamente, una de las principales causas del fracaso de esos “experimentos” parasocialistas de los que hablamos, en los que la cúpula dirigente ha sustituido al pueblo y le impide el ejercicio de la soberanía. Esto puede verse en el mismo Lenin, que ya en 1923 escribía que “Propiamente nos falta “sólo” una cosa: elevar a nuestra población a tal grado de “civilización” que comprenda todas las ventajas de la participación de todos en las cooperativas, y que organice esa participación. “Sólo eso”. No necesitamos ahora ninguna otra clase de sabiduría para pasar al socialismo. Mas para realizar ese “sólo” es necesaria toda una revolución, toda una etapa de desarrollo cultural de la masa del pueblo”. Revolución que nunca se dio.
Pese a que en este extracto se sigue notando el vanguardismo de Lenin (condicionado por las características peculiares de la Revolución Rusa) también trasciende la necesidad de hacer que el pueblo asuma el poder a través de una fase previa y acelerada -revolucionaria- de adquisición de cultura. Lenin murió poco después, asumiendo el poder el infausto Stalin, con las consecuencias que ya conocemos.
El objetivo de este blog es el estudio científico de El Capital. Pero, si te interesa y así se acuerda entre todos, podríamos realizar una labor clarificativa que intente definir los significados de términos como marxismo, socialismo, comunismo, que muchas veces se confunden debido, sobre todo, a la fuerza manipuladora y propagandística de los medios de comunicación capitalistas. También podríamos intentar demostrar que ni lo ocurrido en la URSS, ni en China, ni en Vietnam ni en Cuba tienen mucho que ver con la tradición ideológica del comunismo ni con la ideología de Marx y Engels. Y que una cosa es la ideología y otra el estudio científico que es El Capital de Marx.
De todos modos, compañero, estamos firmemente convencidos de que el fracaso de estos intentos históricos no invalida las aspiraciones empancipatorias de quienes sabemos (no creemos, sabemos) que el Capitalismo y el libre mercado nos llevan al desastre ecológico más brutal de la historia del Mundo, y que funciona tan mal que actualmente el 90% de los recursos de la Tierra está dominado por el 10% de la población. Eso no es futuro ni progreso. Es muerte segura.
Un abrazo, esperando seguir viéndote por aquí.
17.     manuelmoore dijo:
19 agosto 2010 en 7:09
muy buena entrada :)
muy completa
saludos
pasa por mi blog y dame tu opinion…
18.     karl marx dijo:
1 agosto 2010 en 6:10
soy de Perú. lima, no sé de donde ustedes, pero quisiera saber si existe algún centro de estudios o circulo de estudios marxistas, ya que cuento con casi todas las obras, y fueron leídas, pero necesito un circulo donde compartir ideas y empezar desde cero,
a, lo único que no eh leído es el capital, que me dirán que es lo fundamental-naturalmente-, que me recomiendan para comenzar?, por cierto, tengo la versión de siglo xxi editores,
gracias
o    Maese Sonoro dijo:
1 agosto 2010 en 21:03
Pues por Lima no podemos ayudarte, compañer@. Nos para algo lejos. Tendrás que moverte por internet. Y, para abordar la lectura de El Capital, lo que proponemos nosotros es, precisamente, este mismo Taller, donde aportamos los textos y fragmentos necesarios para iniciarse en los misterios de la obra cumbre de Marx. Aquí te dejo el enlace al guión del “cursillo”:
https://kmarx.wordpress.com/taller-marx-desde-cero/
¿Qué es lo que llevas leído? Salud.
o    tonyoolive dijo:
2 agosto 2010 en 23:34
Hola y bienvenido a este humilde blog. Desconocemos los centros de estudio, pero seguro que rastreando la red es fácil que encuentres algo que se te acomode.
Por lo que cuentas, dispones de una buena biblioteca de Marx y has leído mucho, que ya es mucho leer, pero si te vale este pequeño proyecto donde compartir y debatir, bienvenido.
En cuanto a la lectura de “El Libro”, pues de eso se trata. De empezar, con tranquilidad y sosiego. Además cuentas con una excelente edición. Ánimo y buena lectura.
19.     Pablo dijo:
9 julio 2010 en 0:33
Hola, supongo que, como siempre, me incorporo tarde y mal pero me gustaría hacer alguna reflexión.
Partiendo de que ser obrero vende poco y que todo el mundo quiere ser clase media (monovolumen+adosado), sacrificando esto por cosas tan fútiles como el tiempo, creo que hay que simplificar el discurso y no llamar a las cosas por su nombre, simplemente llamarlas (al estilo de Leon Felipe en su magnífico el Poeta Tolemaico).
La manipulación es terrible y, vemos de la misma manera que ganar el mundial se ha convertido en la cosa más importante del mundo, la huelga de Madrid ha hecho que muchos usuarios del metro pidan responsabilidades a los trabajadores (despidos he leído) por los daños causados… surge la pregunta ¿dónde estamos? ¿qué hemos hecho mal? ¿en que nos hemos convertido?…
Tratando de no buscar las respuestas en los otros, quizás la cultura del “no trabajo” los aprovechados sindicales, etc, etc, han hecho demasiado daño. Hay que recuperar el orgullo por el trabajo bien hecho que es lo que permite exigir condiciones dignas. El obrero en tanto que obrero debe tratar de ser un trabajador ejemplar, esto no conlleva, ni mucho menos, ser sumiso (al contrario). Solo con un escrupuloso comportamiento se puede exigir lo mismo por la otra parte…
Y, decir que el marxismo, en sí, no deja de ser un modelo económico que puede funcionar más o menos bien (o mal). Las economías actuales no distan mucho del marxismo. Hay intervencionismo estatal por doquier, realmente, se está demostrando que los mercados no se auto regulan, es incierto, el estado debe cubrir determinadas necesidades constantemente, que, por supuesto, pagamos todos. Los capitalistas (y capitalistos) pretende financiar sus “cosas privadas” con “nuestro dinero público” y ese es el gran problema. El capitalismo puede ser injusto, desde luego, pero hay vencedores y vencidos (que pueden cambiar), en el sistema actual, solo hay unos perdedores (los de siempre) y gente muerta de risa viendo como la clase obrera intenta no serlo….
Ni guerra entre pueblos, ni paz entre clases….
o    Antonio dijo:
11 julio 2010 en 1:05
Lo que más me interesa de la crisis y que apenas se comenta (se pasa de puntillas) es el engaño masivo que convirtió en especuladores a las clases medias, democratizando el mercado de la inversión. Se convenció al pequeño inversor de que sacara sus ahorros y los invirtiera en viviendas por las que se obtenían beneficios rápidamente y con una elevada rentabilidad. Uno vendía su pisito en el centro de 12 millones, compraba uno de 20m, a los dos años lo vendía por 25, compraba uno de 40, hipotecándose, hasta que finamente dejó de haber oferta, porque evidentemente los beneficios no son de goma y los precios convirtieron el mercado inmobiliario en intocable. Otro de los logros del neoliberalismo, convertir en agentes intermediarios a la clase media en un movimiento especulativo sin precedentes que terminó por apalancar la economía mundial, no sin generar un ejército de ciudadanos arruinados y endeudados que trabajarán de por vida para la banca (hipotecando sus nóminas en un porcentaje elevadísimo).
En el mundo laboral se ha perdido la conciencia de clase, los trabajadores no consideran que haya que combatir diariamente para mantener los derechos adquiridos. Se ha incorporado una generación al mundo laboral (la mía) a la que nos han dado todo en bandeja, y disfrutamos de una serie de derechos en muchos casos heredados, que han sido logros sindicales que han costado mucho. No somos conscientes de la importancia que tienen. Sumando lo anterior, sobre sus responsabilidades financieras, el ejército de ciudadanos endeudados se convierten prácticamente en esclavos, vinculados (ineludiblemente) a una hipoteca y a un trabajo que le permita pagar su hipoteca, sin libertad, ni maniobra posible.
Finalmente, los Sindicatos se han convertido (muy a mi pesar) en gestorías, en vendedores de servicios, en productos intercambiables. Trabajadores votantes del PP afiliados a UGT o a CCOO: ¿pero qué broma es esa?. Es una prueba más de que se ha producido una transformación tal de los movimientos sociales y ciudadanos que las estructuras sociales son irreconocibles. Y en buena medida la culpa la tienen los propios Sindicatos, que son capaces de renunciar a su ideología política para lograr mayores cuotas de afiliación, lo que les pone en una situación de privilegio frente a otros.
§  Maese Sonoro dijo:
12 julio 2010 en 11:19
Toda la razón, Antonio. Y de todos los puntos que has tocado hay uno que es clave: La entelequia “clase media”. El caballo de batalla del Neoliberalismo, que ha conseguido que las Clases Trabajadoras pierdan la conciencia de serlo para devenir en “capitalistas potenciales”, funcionando, eso sí, a golpe de crédito bancario. Una trampa endiablada en la que muchos, muchísimos, hemos caído.
Precisamente, sobre este asunto tenemos un artículo de opinión del que te dejo enlace: https://kmarx.wordpress.com/a-golpes-de-hoz-y-martillo/cuestion-de-clase/
Ese caramelo envenenado de las clases medias ha sido, también, uno de los factores importantes en la deriva sindical hacia el clientelismo que, en estos momentos, domina el funcionamiento de los grandes sindicatos. Y es que, como todo trabajador con trabajo es ahora “clase media”, se ha perdido el carácter que definía, a más que a ninguno, a CCOO. Era un Sindicato de Clase, y ahora se ha transformado en una gestoría.
Me temo que el único modo de recuperar el terreno perdido es, precisamente, practicar el sindicalismo (aunque parezca paradójico) empezando por apoyar a toda máquina la Huelga General de Septiembre, además de cualquier conflicto laboral que surja en España desde ahora mismo.
§  Hija de Putin dijo:
12 julio 2010 en 23:56
Hola Antonio, dices cosas interesantes. La gran mentira de que el capitalismo se había hecho popular (las gentes especulaban con su vivienda -craso error, tu vivienda no es inversión, es donde vives-, todo el mundo invertía en bolsa, todo el mundo se hacía un plan de pensiones. De repente, zas…! todas enganchadas a base de bien.
Si, se ha perdido la consciencia de clase, pero también es normal. En el momento que los proletarios consiguieron mejoras, se universalizó la educación y se vendió la burra de que con la meritocracia cualquiera podía llegar a ser alguien, las gentes huyeron de los guettos proletarios y ahí empezó a fracturarse la consciencia de clase.
En fin, yo creo que por ahí pasa la solución al problema actual: la necesidad de volver a generar consciencia de clase.
§  Maese Sonoro dijo:
13 julio 2010 en 11:17
Hay otro factor a tener en cuenta en la pérdida de Conciencia de Clase. Desde hace unos años en este país no se hace otra cosa que desmantelar tejido industrial. Con ello, las grandes concentraciones de trabajadores (mayoría en el siglo XIX y gran parte del XX) se han ido perdiendo. Una gran parte de currelos sólo tiene a su lado a tres o cuatro compañeros, cuando no tiene menos aún, o es autónomo. Y así es más difícil quedar a la hora del bocata y expandir ningún tipo de idea…
§  Antonio dijo:
15 julio 2010 en 1:22
Qué cierto es eso del desmantelamiento del tejido industrial y de la consecuencia que ha tenido en la pérdida de la conciencia de clase. Aún así, sigo pensando que formo parte de una generación que no sabe apreciar lo que tiene, herencia de otras generaciones que lo pasaron muy mal para que nosotros podamos disfrutar de unos derechos. También pienso que tanto joven conformista que por un poco de experiencia laboral (primer requisito que te exigen y que si fuera ministro de trabajo prohibiría exigir en un trabajo) es capaz de vender su alma al diablo. Esta sociedad permite trabajos en prácticas sin remuneración: ¿pero qué nos pasa?
El mercado laboral no necesita una reforma, necesita que se ponga “patas arriba”. Y lo peor es escuchar medios neoliberales defender, a capa y espada, el mercado laboral norteamericano. Obviando su gravísimo problema de paro endémico que sufren y que a su lado el nuestro es cosa de aficionados, lo que supone un grave fracaso de su modelo, es un mercado que potencia muchísimo la formación y la carrera profesional. Es un mercado donde un trabajador se puede hacer a sí mismo, donde puede realizarse. Si es que es posible que uno se realice en un trabajo. ¡Quien se dedica a su empresa es capaz de llegar, por ascensos y pases a socio! Imagínate tú en una Pyme española que te ofrecen ser socio de la misma: eso sería lo nunca visto. En una Pyme española lo máximo a lo que puede aspirar uno es a limpiar la basura que deja el hijo del jefe, que es el enchufado que pasa por encima tuyo cuando menos te lo esperas. Quieren competitividad, pero no saben lo que es eso.
Por cierto, ¿vais a hacer alguna lectura guiada de “El Capital”?
¿Qué opinaís de “¿Qué hacer?” de Lenin? He encontrado un enlace interesante, pero la traducción no sé si es buena o no.
Saludos a todos
§  tonyoolive dijo:
18 julio 2010 en 0:41
Estoy completamente de acuerdo con lo que planteáis Antonio y Maese Sonoro. El capital en esto (y en otras tantas cosas) ha sido listo y poderoso: romper la consciencia de clase: desclasando a la gente, quebrando la cultura de la solidaridad obrera, vendiendo la meritocracia y fomentando la competitividad individual.
No es necesaria esa reforma de trabajo que nos plantean. Efectivamente, el ejemplo usamericano es una razón poderosa para no aceptarlo. Y está claro, con las recetas actuales para salir de la crisis, los currantes perdemos: nos reformarán el mercado de trabajo, nos privatizarán las pensiones, introducirán el copago sanitario…el modelo ya se ensayó en los ochenta en Latinoamérica, con la receta del FMI, y los resultados son palpables.
Por último, en cierta medida el “Taller Marx desde Cero”, es una lectura guiada de Das Kapital. De hecho, uno de los primeros materiales aconseja como afrontar la lectura del mismo. El resto de materiales lo son de apoyo. Estamos trabajando para “colgar” el segundo bloque del taller (de los tres que disponemos) ahora que ya prácticamente hemos difundido el primero. Si es cierto que podríamos hacer “algo” (no se qué) para hacer un trabajo o reflexión colectiva, no sé en plan de: cada semana nos leemos y trabajamos equis páginas y al final de la misma hacemos un puesta en común (como se hace en algunos blogs de literatura). En fin, ideas no faltan, lo que falta es tiempo y recursos.
Salud y buen verano.
§  Maese Sonoro dijo:
16 julio 2010 en 14:10
Antonio, desde mi punto de vista puede resultar confuso analizar la evolución histórica del modo de producción capitalista desde la perspectiva generacional. Ese método de análisis (que, si te fijas, es el que se emplea constantemente en los medios de comunicación) implicaría un cambio de valores por el mero hecho de nacer en tal o cual año… Personificando así los cambios socioeconómicos y dando al Ser Humano una capacidad de intervención en el desarrollo capitalista que no tiene. Aquí lo que rige es la obtención de la máxima plusvalía. Y, en eso, tanto capitalistas como trabajadores somos meros agentes ejecutores de las reglas del Capital.
Quizá obtengamos más resultados si analizamos esa pérdida generacional de conciencia de clase con relación a la evolución de la correlación de fuerzas en las últimas décadas, conectándola con el desmesurado aumento del capital especulativo, con la caída del Muro de Berlín y con el redoblado ataque al valor de la fuerza de trabajo mediante técnicas execrables y devastadoras como el trabajo temporal, gran conquista de la Patronal que deja con el culo al aire a cualquiera que intente acceder a un puesto de trabajo. Por ahí, tal vez, podríamos explicarnos mejor por qué se ha perdido esa conciencia de clase que, hace treinta años, existía y se dejaba notar muy mucho y que ahora casi no alcanza a ser figura retórica.
No conozco la estructura del “mercado” de trabajo gringo. Pero si lo que queremos es explicarnos por qué aquí el hijo del jefe es el San Pedro de la empresa, indiscutible heredero de los medios de producción propiedad de su padre, no tenemos más que echar un vistazo al último siglo de Historia de España. Aquí en la Península, el tejido industrial sólo se desarrolló en Euskadi y Catalunya, y con retraso respecto al resto de Europa donde ya llevaban un siglo dándole a la máquina de vapor. De esto se desprende que el poder económico seguía en manos de la nobleza y los oligarcas de la tierra. Éstos podían hacer sus pinitos industriales, pero siempre desde su particular modo de entender las relaciones capital-trabajo: Yo soy el amo, tú el siervo de la gleba. Toca cosecha, recojo beneficios y el diezmo para la Iglesia. Esta situación se vino dando hasta la década de los Treinta de una forma dominante en España. Sólo el Tardofranquismo y los gobiernos tecnócratas del dictador comenzaron a cambiar, ligeramente, este panorama. De resultas de esta nuestra evolución histórica, las prácticas empresariales de eficiencia y profesionalidad que podemos encontrar en otras latitudes aquí son inconcebibles. Falta algo que podríamos denominar “cultura industrial”. Aquí hemos pasado directamente del modo de producción servil al neoliberal. Y claro, en las cabezas de los explotadores no están asentados ciertos tipos de valores y comportamientos propios de un capitalista, sino de un señor feudal.
La lectura guiada de El Capital tendremos que hacerla entre todos, compañero. Nosotros tampoco nos lo hemos leído, y uno de los motivos por los que hemos montado este blog es, precisamente, leernos el tocho de Marx de una maldita vez. Ahora estamos montando una nueva pestaña (arriba, “Taller Marx desde Cero”) donde queremos organizar de una forma clara y accesible los contenidos del Taller.
Y, sobre el “¿Qué hacer?” de Lenin, aquí en este blog tenemos una buena edición queee, ésteee… Aún no hemos subido. Pero este finde la tienes.
Un abrazo.
§  Maese Sonoro dijo:
16 julio 2010 en 21:04
Antonio, lo prometido es deuda. Aquí tienes, en el punto 2.17 de los textos filosóficos, el Qué hacer de Lenin. Extractado para el Taller y en versión completa, sin cortes para publicidad:
https://kmarx.wordpress.com/taller-marx-desde-cero/2-textos-filosoficos/
Salud.
§  Antonio dijo:
18 julio 2010 en 1:01
Maese Sonoro muy interesante la reflexión que me propones sobre el cambio de enfoque que debo dar.
Sobre mi comentario, quería aclarar que no estoy haciendo una apología del capitalismo americano (o de su mercado laboral). Solamente que estas reformas lo único que pretenden es imitar lo malo, y se olvidan de los aspectos buenos de otros sistemas laborales (o positivos para el trabajador).
En cuanto a la lectura del Capital, estaría genial hacerla guiada, en la medida de lo posible y creo que tendría buena acogida, y luego comentarla. Se podría plantear por fragmentos, e incluso llevarla a algún foro externo, en el que pudiéramos reservar un área para debatir estos temas (más que nada por la facilidad de gestión de los hilos de debate, contestaciones, etc). Yo puedo echar una mano si lo necesitarais.
Otra posibilidad que estaría genial sería poder hacer algún día una concentración (ponencia, seminario) en la que podamos intercambiar (cara a cara) puntos de vista. Pero esto ya es pedir demasiado!
Este año participé en un seminario en la Universidad de Alicante sobre Constitucionalismo crítico, organizado por el Instituto de Estudios Iberoamericano, en la que se trataron temas que creo que son interesantísimos, entorno a una ponencia espectacular del Prof. Carlos de Cabo. Aprendí muchísimo, y lo mejor de todo, es que me di cuenta de que hay gente que cree que hay una alternativa posible a todo esto que ocurre y que miramos impertérritos.
20.    Pensional dijo:
1 julio 2010 en 20:17
LA HUELGA DEL METRO DE MADRID.
Es otro éxito, pero mayor que la de Funcionarios. Empieza el movimiento obrero a ir al Gimnasio tras largo tiempo de “paz social”.
Muchos trabajadores adquieren más consciencia de clase en una huelga que en cursillos sindicales. Se pondrá a prueba a los dirigentes del sindicato. Si el desarrollo de la huelga se complica más, veremos multiplicar la presión mediática contra trabajadores y sindicatos hasta el máximo.
La legalidad en que se hacen las huelgas es de un decreto de UCD. que se ha recompuesto a voluntad de gobernantes de turno, para los servicios esenciales. Durante algunos años se ha visto que respetar la voluntad democrática de los que no quieren sumarse a la huelga, es consentir que la decisión de la mayoría de los trabajadores, tomada libremente en asamblea o por otro procedimiento, se reduzca y sirva al empresario a su conveniencia.
El párrafo anterior ilustra brevemente la absoluta necesidad de “los piquetes informativos”.
No pasamos por alto LA HUELGA GENERAL EN EUSKADI Y NAVARRA.
Hay que mostrar solidaridad de clase con los trabajadores en lucha.
o    tonyoolive dijo:
2 julio 2010 en 0:09
Completamente de acuerdo. Se sabe que el triunfo de una huelga general es poder detener los servicios básicos (transporte, logística…). De poco sirve que miles de funcionarios (de los de oficina, que no atienden al público) hagan huelga: no incide (lo que no tramiten ese día, lo tramitarán los siguientes días) y engorda las arcas del gobierno de turno.
Yo planteo el siguiente interrogante: ¿qué hacer después de equis huelgas generales (como en Grecia)?.
Salud.
Antonio dijo:
2 julio 2010 en 0:40
Hola tonyolive:
Yo hago un apunte brevemente: podríamos empezar a plantearnos que determinados pactos deben ser constitucionalizables en su sentido más amplio.
No me extenderé, aunque es uno de los campos que más me apasionan, en relación a lo que entiendo sobre pacto social o el contrato sobre la importancia de la Constitución ( lo que deberíamos hacer si quisiéramos la Democracia), pero si me gustaría señalar que creo que es fundamental protegernos de los fortísimos embates del mercado y que esa protección no se puede garantizar con leyes (reformables, modificables, derogables) sino con constituciones con acuerdos en su más amplio sentido.
Un saludo
§  Pensional dijo:
2 julio 2010 en 12:11
Salud tonyoolive:
Tu pregunta ya se la hizo alguien, como ya sabes, hace años… ¿QUE HACER?.
Los tiempos cambian, pero la raíz de la Historia permanece. Los Mercados (antes Capitalismo) tras un periodo de desorientación y quiebra originado en Wall Street, han pasado a la ofensiva, con la ayuda descarada de los Gobiernos de su clientela (USA. EU. etc.).
Dada la correlación de fuerzas actual, el método a utilizar es como casi siempre sindical, en principio hay que retomar el carácter sociopolítico de CC.OO. y reforzar el reivindicativo de UGT. procurar la apertura a CGT., USO y otros.Hay que organizar a los parados, no pueden hacer huelga pero han de hacerse ver.
En cuanto a la Huelga General:
A la vuelta del verano se inicia la negociación colectiva de numerosos convenios. Podría ser mas eficaz la suma de huelgas sectoriales, que serán necesarias ante la “necesidad ” patronal de reducir los costes salariales.
Como dijo aquel: “Primero es la Idea, despues el Método y detrás la Organización.
Finalizo el comentario recomendando penetrar con la idea a CC.OO., y desplazar de las ejecutivas los enchufados que se pueda…
Saludos compañero, seguiremos…
§  Maese Sonoro dijo:
3 julio 2010 en 12:57
Al hilo de este debate, os dejo un enlace a una entrevista que le hicieron a Etienne Balibar en “Público”, que tiene bastante jugo:
http://blogs.publico.es/fueradelugar/147/%E2%80%9Cfrente-a-los-nacionalismos-reactivos-nos-hace-falta-un-populismo-europeo%E2%80%9D
§  Antonio dijo:
5 julio 2010 en 14:39
Hermano:
La entrevista que nos has pasado no tiene desperdicio.
Tiene algunas frases geniales: ” hoy en día el conjunto de la economía es política y, al mismo tiempo, el conjunto de la política es económica”. Resume en pocas palabras la esencia del conflicto, y cuál es el alcance real de la crisis del capital.
Me alegra mucho haber leído el enlace que nos pasaste, porque en mi tremenda ignorancia no conocía el trabajo de Etienne Balibar. Dedicaré el verano a introducirme en su obra.
Gracias Maese Sonoro :D
21.     Europeo dijo:
29 junio 2010 en 8:47
¡¡Pobre Europa!!
http://reflexionesdesdelabase.blogspot.com/2010/06/el-desmantelamiento-del-estado-del.html
o    Maese Sonoro dijo:
29 junio 2010 en 12:46
Compañero Europeo:
He leído con atención el comentario que nos enlazas. Pero hay un punto que no me ha quedado demasiado claro, y que quisiera que nos explicaras. Es el siguiente, y cito: “Esta enorme ola con nombre y apellidos, es Capitalista en las ganancias y Marxista-Comunista en las perdidas”.
¿Podrías definir más en detalle las características de cada uno de esos nombres y apellidos? Es decir, ¿por qué la ola es capitalista en las ganancias y marxista-comunista en las pérdidas?
§  Antonio dijo:
30 junio 2010 en 10:04
Hola Maese
Como no te contesta el compañero voy a aventurar yo una respuesta. Creo que la lógica que utiliza es la característica capitalismo ex novo, creado por los genios del neoliberalismo, en el que los beneficios son repartidos entre los intereses privados que motivaron el negocio y las pérdidas de éstas mismas empresas que repartieron beneficios en su día son asumidas por la ciudadanía de forma solidaria, a través de impuestos o esfuerzos individuales o colectivos.
Creo que es una utilización del término marxista-comunista un tanto irónica, en el sentido de que se hace un reparto democrático y comunitario entre los contribuyentes cuando por ejemplo se financian los errores de los bancos o se adelanta dinero a Grecia cuyos acreedores son los principales bancos europeos. Imagino que, cuando habla de ola, se refiere a este asunto de la banca internacional y la deuda de los países, que por su tamaño e importancia compara con una ola. En realidad más bien podría compararse con un “tsunami”.
A menor escala, esto de “beneficios privados y pérdidas públicas” ya lo estamos viviendo en comunidades autónomas gobernadas por el PP, como en la valenciana, donde se privatizan servicios públicos, una vez realizada la inversión con el dinero de todos, con la única intención de que los beneficios de la explotación de dichos servicios vayan a intereses de carácter privado y mercantilista. El problema fundamental subyacente es la falta de interés que muestra el ciudadano cuando se trata de estos asuntos.
Un saludo
§  Maese Sonoro dijo:
30 junio 2010 en 17:53
Hola, Antonio:
Siempre es un placer leerte por aquí. Con mi pregunta dirigida al compañero Europeo, sólo intentaba practicar un poquito de mayéutica conceptual. Pero, al faltarme el primer paso dialéctico (la ironía socrática), la pregunta que le dirigía a Europeo me ha quedado demasiado plana. Me explico.
A veces nos encontramos frases hechas, eslóganes y lemas que, a fuerza de repetirlos, pervierten el mensaje y acaban mareando la perdiz. Es decir, que vacían de contenido la idea e, incluso, nos hace usar términos cuyo significado nada tiene ya que ver con el concepto inicial.
Es el caso de la ya famosa construcción “privatización del beneficio, socialización de las pérdidas”. Europeo, en su enlace, ha sustituido esa “socialización” por una yuxtaposición de términos (“marxista-comunista”) que, quizá en otro contexto, podrían tener alguna similitud con “socialización”. No es el caso del marxismo que, como tú ya sabes y me consta por alguno de tus excelentes comentarios en este blog, se limita a ser la ciencia que estudia el funcionamiento del modo de producción capitalista, sin entrar (en su vertiente de materialismo histórico) en las soluciones o formas alternativas de producir. Podríamos, pues, admitir en otras situaciones una sustitución de la palabra “socialización” por “comunista”. Pero, ¿es necesario, y acertado, hacerlo en el caso del comentario de Europeo?
Veamos. El proceso de “socialización de las pérdidas” consiste básicamente en redirigir, vía estatal, la recaudación de los impuestos a manos privadas. Asimismo, también supone privatizar servicios que son sufragados de los impuestos. Los impuestos no bajan y los servicios hay que pagarlos aparte. Si damos por hecho que una pequeña parte de los impuestos procede de la plusvalía, y la mayor parte procede del pago de la fuerza de trabajo, ¿cuál es el efecto real de esta “socialización”? Que los explotadores aumentan su margen de plusvalía (recuperándola de los impuestos) y que los trabajadores ven reducido el precio de su fuerza de trabajo, al tener que pagar los mismos impuestos y, además, pagar servicios que antes se sufragaban de esos mismos impuestos.
Luego el efecto de esta “socialización de las pérdidas”, además de ser doblemente pernicioso para la Clase Trabajadora, nada tiene que ver con el comunismo y puede explicarse perfectamente a golpes de marxismo, sin salirse en absoluto del análisis del modo de producción capitalista.
Sin embargo, tras leer la entrada del blog de Europeo, me quedaba una especie de amargo regusto que asociaba el “marxismo-comunismo” al reparto de la pobreza. Quizá sólo fuesen imaginaciones mías, pero no me acabó de convencer y de ahí surgió mi evidentemente mal planteado intento mayéutico de concretar más el significado de los términos empleados en la entrada de Europeo.
Un fuerte abrazo y espero seguir leyéndote por aquí.
§  Antonio dijo:
2 julio 2010 en 0:33
Hola Maese Sonoro
No puedo estar más de acuerdo en cuanto a lo que comentas de la “socialización de las pérdidas”. Leyendo tu comentario me ha hecho reflexionar acerca de algunas cuestiones que en los últimos tiempos me han preocupado.
En tu comentario dices que “a veces nos encontramos frases hechas, eslóganes y lemas que, a fuerza de repetirlos, pervierten el mensaje y acaban mareando la perdiz. Es decir, que vacían de contenido la idea e, incluso, nos hace usar términos cuyo significado nada tiene ya que ver con el concepto inicial”. (Maese Sonoro)
Esta idea que has expuesto expresa cien por cien esa preocupación de la que hablo: últimamente observo, con cierta perplejidad, que en ciertos ámbitos donde tradicionalmente se han mantenido posiciones “beligerantes” hacia el pensamiento de izquierdas, se empiezan a utilizar conceptos que clásicamente pertenecían a un discurso específicamente marxista. Algunos ejemplos de esto serían las llamadas a la huelga de determinados partidos de corte neoliberal, la “defensa del trabajador” que hacen algunos portavoces políticos de la derecha (es en serio, no ironizo), la defensa de las clases desprotegidas, el doble lenguaje que emplean algunos medios de comunicación cuando se refieren a problemas de corte social. Esto es más preocupante si se combina con ese sistema moral (doble) que caracteriza ciertas ideologías capaces de decir una cosa y a su vez la contraria, o asegurar algo y hacer lo opuesto. Cuando en mi trabajo (un sindicato ferroviario de los de toda la vida) escucho a algunos compañeros comentar cuestiones sobre política a veces me desmoralizo, ciertos planteamientos políticos de la clase trabajadora están alejándose de lo que en esencia debería de defender una clase trabajadora motivada y fuerte.
¿Qué opináis de esto? ¿Es posible que ciertas ideologías hayan perdido en el campo del lenguaje identidad? ¿Es un avance más del neoliberalismo y es consecuencia de su “democratización”? ¿A qué se debe y es posible identificar el origen de este fenómeno?
Considero que sería muy interesante analizarlo y por supuesto recuperar cierta terminología marxista de origen. Como apunta en su comentario Maese Sonoro el lenguaje se ha ido adulterando, pervirtiendo, convirtiendo algunas palabras en términos “huecos” cuando en realidad deberían estar llenos de significado, para el feliz enriquecimiento de nuestro objeto de estudio.
Un saludo
§  Maese Sonoro dijo:
3 julio 2010 en 12:28
Ciertamente, Antonio, el tema de la perversión del lenguaje a manos de los medios de manipulación y los partidos políticos da para una línea completa de debate. De hecho, veremos qué hacemos desde la Coordinación del Blog, porque podría dar mucho juego. Pero, hasta que organicemos algo, dejo aquí tres apuntes que podrían servir de claves para buscar ese origen del problema.
El primer punto que puede servirnos para abordar esta pérdida y perversión del lenguaje que es propio de la izquierda y, más exactamente, del marxismo es infraestructural. Lucha de Clases y Correlación de Fuerzas. Hace décadas que las Clases Trabajadoras Europeas pierden terreno ante el Capital. El enemigo de clase se nos echa encima y nos conquista trinchera tras trinchera. Y una de esas posiciones que nos está ganando es, precisamente, nuestro discurso. A partir de aquí se trataría de analizar por qué perdemos terreno.
El segundo punto del análisis, de tipo superestructural pero claramente relacionado con el primero, son los mismos medios de comunicación. Hay que estudiar su funcionamiento, sus relaciones con el Capital y el uso que hacen del lenguaje, buscando un claro objetivo de “vaciado” de significados y manipulación obvia de la ya escasa capacidad de pensar de la gente. En este sentido, un maestro en el asunto es Pascual Serrano (www.pascualserrano.net).
El tercer punto, también superestructural, sería el necesario análisis de la deriva ideológica de los partidos políticos mayoritarios: PP y PSOE. El caso del PSOE, en su origen, consistió en un consciente descafeinamiento del discurso, inicialmente marxista. ¿Motivos, objetivos? A darle vueltas. Lo del PP es más burdo y evidente: Simplemente están aprovechando las medidas claramente contrarias a la Clase Trabajadora que el gobierno PSOE actual está ejecutando para que, en las próximas elecciones, la operación le rinda réditos en las urnas.
En fin, esto es un pequeño esbozo. Da para mucho más. De momento, podemos vigilar el mal uso del lenguaje y las confusiones a las que nos puede llevar. Y esto sólo puede hacerse si nos aplicamos bien al estudio de El Capital.
Salud y Revolución.
22.    Rosa de Luxemburgo dijo:
28 junio 2010 en 21:13
Ladran, luego cabalgamos, amigo Sancho!
Ánimo. Vuestro trabajo es interesante
o    Maese Sonoro dijo:
29 junio 2010 en 18:14
Gracias por tus ánimos, Rosa. Menester es que se quejen los perros cuando se les intenta arrebatar la costilla roída de la boca. ¡Pero que se lamenten también los dueños de los huesos triturados! Eso ya no tiene perdón de Dio… Ésteee, de Marx, de Marx.
23.    Petrus dijo:
27 junio 2010 en 2:33
Yo creo que esto de Marx es mejor dejárselo a Chávez para que siga en su ruta hacia la locura.
o    Lapidus dijo:
27 junio 2010 en 18:58
Salud, Petrus:
Aquí, en este blog, dejamos las creencias para los expertos en ellas. Tu “yo creo” sería más propio en una iglesia, en un templo presbiteriano, en una sinagoga, una mezquita o un monasterio de lamas himalayos. O en boca de tu tocayo de nick, aquél que negó tres veces a su Maestro antes de que despuntara el alba.
Aquí intentamos regirnos por hechos demostrables. Y por teorías comprobables. Tal y como hizo Carlos Marx para diseccionar el funcionamiento interno del Capitalismo. Uno no puede “creer” o “dejar de creer” en las teorías de Marx. ¿Dirías que “crees” en la Ley de la Gravedad de Newton? Supongo que, a pocos milímetros de frente que tengas, tu respuesta sería que no. Más bien dirías que “sabes” que la Teoría de la Gravedad está científicamente comprobada.
Por otra parte, y como corresponde a alguien que tiene los sesos sorbidos por las falacias de la tele (pero no te preocupes, que por desgracia es un mal de muchos) confundes velocidad con tocino, churras con merinas, galgos con podencos y culo con témporas. El Marxismo es la ciencia que estudia el Capitalismo. Y el Socialismo (con variantes) es la ideología política que guía en su ruta a la locura a Chávez. Así que, ¿de qué quieres que hablemos? ¿Del culo o de las témporas? ¿De Marxismo o de Socialismo?
En este blog tampoco somos ciegos seguidores fanáticos de las prácticas de la Revolución Bolivariana. Aquí intentamos usar la materia gris, apartando las simples creencias y empleando los hechos para razonar y llegar a conclusiones.
De acuerdo a este planteamiento, el de la razón y no el de la fe, ¿cuáles son, entonces, los hechos que a ti te inducen a “creer” que lo de Chávez en Venezuela es una ruta hacia la locura?
o    Antonio dijo:
27 junio 2010 en 23:05
¿Y por qué íbamos a dejarle a Chavez esto de Marx si podemos disfrutarlo todos?
Qué comentario tan ilógico.
o    Lluïs Riazanov dijo:
28 junio 2010 en 15:35
Hola Petrus:
Tú haz lo que te dé la gana. Le dejas lo de Marx a Chavez, la colección de Mortadelo al rey (al de aquí, al de allá o al de Oriente) y las novelas de Corín Tellado a tu vecina… Pero al resto, nos dejas tranquilamente que leamos lo que nos salga las bolas.
Cuánta afición a mandar a los demás!
24.    picoteaes dijo:
14 junio 2010 en 23:12
¿Cuantos países marxistas había hace 20 años ? ¿ cuántos hay hoy en día ?
¿ Cuántas personas estaban bajo el yugo del dictador comunista de turno hace 20 años ? ¿ Cuantas hay hoy en día ?
Claramente el mundo ha mejorado.
Tanto la dictadura de Corea del norte, como Cuba han “inventado” la República hereditaria: el dictador es sustituido por otro de su familia.
El Comunismo, tanto en Rusia como en China, no ha sido sino una forma “rápida” de llegar al Capitalismo, no de destruirlo.
¿ Cuál era el nivel de vida de un Chino medio con Mao y cuál es ahora, que China aplica medidas económicas capitalistas ?
¿ Aún podéis defender que la DDR era un país libre, no supeditado a la URRS, y que sus ciudadanos eran libres ? Si lo hubieran sido no hubieran destruido El Muro, sino que lo hubieran reforzado.
Por cierto, ¿ cómo es que esta página es comercial ( .com ) ?
o    Pepito Mariategui dijo:
15 junio 2010 en 23:32
“Claramente el mundo ha mejorado”.
¿Para quién ha mejorado?. ¿Para los griegos, que se despertaron un día y se vieron empobrecidos?. ¿Para los que se ven obligados a arriesgar sus vidas y embarcarse en pateras en busca de algo mejor?. ¿Para los haitianos?.
En cualquier caso, si no te gusta la temática de este blog, arriba a la derecha a la equis, y aqui santas pascuas.
o    Antonio dijo:
16 junio 2010 en 8:21
Menuda ensalada terminológica.
Creo que es un error mezclar marxismo como teoría filosófica, económica y política con comunismo, socialismo u otra práctica política (que no teoría, que en muchos casos tampoco tiene que ver con el desarrollo práctico que se haga en cada país). Por tanto, en mi opinión, nada o poco tiene que ver el marxismo con el comunismo de China. El marxismo es una de las ideas más ampliamente modificadas y alteradas a la hora de crear sistema políticos basados en ellas, con lo cual el sistema poco o nada tiene que ver con la propia idea que le da origen.
En cuanto a la pregunta “cuántos países marxistas había hace 20 años y cuántos ahora”, creo que el término “país marxista” no es apropiado, precisamente por lo que he escrito anteriormente.
El fracaso de la teoría política dominante que ha sido aplicada desde el siglo XX de forma más habitual en el mundo, es decir, el fracaso del neoliberalismo (primero liberalismo decimonónico que se ha trasformado en el modelo actual en las sociedades contemporáneas) y por tanto el fracaso de su consecuente modelo económico denominado Capitalismo (en su forma actual “sumocapitalista”) sólo ha puesto de manifiesto que el marxismo es una forma válida de interpretación política, económica y filosófica de nuestro sistema de pensamiento. Y eso es muy importante, porque ante esta situación de desestabilidad, desánimo, crisis y agonía del sistema existe una alternativa, no sólo de pensamiento, sino de aplicación directa.
En fin, en cuanto a la última pregunta, sobre el dominio .com, yo no soy quién para hablar en nombre de quienes crearon la página, pero lo que sí sé es que los dominios .com comenzaron como dominios de carácter comercial pero ahora son genéricos.
o    tonyoolive dijo:
17 junio 2010 en 23:55
Muchas cuestiones las ha respondido Antonio y no vale la pena reiterar.
En cuanto a la página comercial, veamos:
Significado de comercial (ver DRAE): “Perteneciente o relativo al comercio o a los comerciantes.” Veamos para el termino comercio:”1. m. Negociación que se hace comprando y vendiendo o permutando géneros o mercancías. / 2. m. Tienda, almacén, establecimiento comercial.
Amigo picoteaes, visto lo anterior, este blog ni es comercial ni se dedica al comercio. Su fin es simple y llanamente estudiar “El Capital”. Donde se aloja (wordpress) será o no comercial, ese es su problema. Pídeles cuentas a ellos.
Finalmente, Corea del Norte (del Sur, del Este o del Oeste), Cuba, Alpedrete o Groenlandia es asunto de los coreanos, cubanos, alpedreteños y groenlandeses, sin injerencias ni intervenciones.
En cualquier caso, y sin acritud, si no te interesa o te da rabia la materia de estudio que proponemos, la equis del cuadro rojo arriba a la derecha (como ya te sugirieron) es una solución.
Saludos marxistas
25.    Pasionaria dijo:
14 junio 2010 en 19:41
Me doy cuenta por los comentarios que he leído que aún hay personas que se interesan por las cosas de cochino capitalismo pues es el mal del mundo pero es muy malo de erradicar, y con los gobiernos que nos dejan votar pero que no nos sirven de nada fijaos bien que esto se ha convertido en una pirámide, y los que mandan son los de arriba; porque Zapatero, al que algunos votaron, ya puede decir que hago esto o hago lo otro, y de arriba le dicen de qué vas guapito de cara, tú tienes que hacer lo que el mercado común capitalista te digamos. Así que cambia de rumbo y mira por el capitalismo hasta que el cuento de la crisis lo queramos parar. Pero también quiero que pensemos qué secreto será ese que hace que los campos de fútbol se llenen hasta la general y no cabe un alfiler; y en cambio cuando se hace una huelga no veo tanta gente. ¿Qué secreto será? Os dais cuenta que defienden el fútbol más que el puesto de trabajo porque se ponen furiosos y rompen y se pegan y se matan. Y EN CAMBIO en las manifestaciones que debíamos romper escaparates y volcar coches para hacer bastante ruido a ver si podemos conseguir un poco de cambio y se puede erradicar el hambre del mundo. Bueno me gustaría que aunque con este comentario no os doy ninguna solución porque no puedo aunque me encantaría areglarlo todo, me contestarais porque quiero aprender de vosotros. Gracias por leerlo.
26.    Feuerbach dijo:
13 junio 2010 en 9:31
Pues yo sí creo que Marx está de moda, otra cosa es que los medios o el sistema intenten relegarlo al olvido, pero difícilmente lo conseguirán con la que está cayendo en el sistema. Además un GENIO nunca pasará de moda. Saludos de un marxista.
27.    anilloselficos dijo:
Un saludo de parte de un marxologo.
o    tonyoolive dijo:
7 junio 2010 en 18:59
Saludos, amigo marxólogo, desde la coordinación de este blog.
28.    JuanMa Replicante dijo:
5 junio 2010 en 11:42
La verdad es que vuestro blog ha sido todo un descubrimiento en estos tiempos en los que algunos tachan al marxismo como algo trasnochado, o directamente como algo muerto.
Os animo a seguir adelante, pero dejadme que os anime también a considerar el sexo tántrico como algo muy satisfactorio y digno de practicar con nuestros compañer@s.
Salud camaradas!!
o    tonyoolive dijo:
7 junio 2010 en 19:04
Gracias por tu apoyo. Con personas como tú da gusto hacer cosas.
Salud
29.    Davor dijo:
4 junio 2010 en 23:06
Felicitaciones y mucho ánimo con el trabajo que están desarrollado, no todos los días se encuentra un sitio donde leer material tan interesante.
Saludos.
30.    Rosa de Luxemburgo dijo:
30 mayo 2010 en 16:19
Antonio escribió:
“Quizá cuando dije que la crisis “ha dado vigencia” a la doctrina marxista quise decir pone de manifiesto de forma contundente la vigencia de la misma.
Me asombra la pérdida continua de la soberanía popular en favor de la soberanía del mercado: ¿es posible una ruptura para recuperar lo que los mercados nos han arrebatado a los ciudadanos o es una deriva lenta pero que avanza sin esperanza de frenar?”
Vigencia que se rebela contra los apologetas del “final de la historia”. Los que proclaman la muerte del marxismo no son más que mamporreros del capitalismo, cómplices de la muerte cotidiana retransmitida en directo por la CNN.
Es cierto la pérdida de soberanía. No hay lugar para ambas cosas al mismo nivel: el libre mercado deja a la democracia demediada. Añadiré que el mercado desbocado nos conduce al desastre ecológico, cuestión que sin ser principal (por razones históricas) en la obra de Marx, ya se atisba.
o    Lapidus dijo:
31 mayo 2010 en 11:29
Si se busca un buen ejemplo de lo que nos queda de Democracia y de hasta dónde este concepto está vacío de contenido, no tenemos más que fijarnos en el origen de los últimos recortes sociales aprobados por el gobierno PSOE en España.
¿De dónde han surgido las directrices básicas de estos recortes? Del Fondo Monetario Internacional. ¿Es el FMI un organismo elegido y compuesto democráticamente? No, no lo es. Su organización y actuación están directamente decididas por los grandes capitales mundiales.
Sin embargo, el FMI es capaz de imponer medidas económicas de profundo alcance a un gobierno elegido “democráticamente”, saltándose así los mecanismos de decisión popular que la “democracia” debería garantizar por definición.
Si Democracia significa gobierno del Pueblo, y decisiones tan importantes como el Tijeretazo Social son tomadas por oscuras entidades en las que el Pueblo nada tiene que ver, ¿qué queda de democrático en nuestro sistema político?
La más escalofriante conclusión de este planteamiento toma forma de pregunta con pavorosa respuesta: ¿Quién, o más exactamente, QUÉ nos está gobernando?
§  tonyoolive dijo:
3 junio 2010 en 22:03
Así es.
Me viene a la mente unos versos de E. Fried muy apropiados a lo que expones:
“¿Quién manda aquí?”
pregunté
Me dijeron:
“El pueblo naturalmente”
Dije yo:
“Naturalmente el pueblo
pero, ¿quién
manda realmente?”
§  Lapidus dijo:
4 junio 2010 en 12:03
Y lo más chungo es… ¡Que realmente no manda nadie!
31.     Lluïs Riazanov dijo:
26 mayo 2010 en 22:17
Hola Antonio.
Es cierto lo que planteas. No hay que ser un gran conocedor de las teorías marxistas para tomar consciencia de muchas cuestiones, tal vez “el sano juicio” debiera bastar.
Desde tu disciplina, el mundo del Derecho, también se puede observar las constricciones del “Estado social y de derecho” del que gozamos: derechos constitucionales que no son más que mera retórica sin contenido (el derecho al trabajo sin ir más lejos).
La intención de este blog va por ahí. No generamos contenidos, los buscamos, los seleccionamos y los compartimos con fines didácticos exclusivamente.
P.S.: Con la que está cayendo, más nos valdría hacernos marxistas de golpe y entender, simple y llanamente, que lo que está ocurriendo es un episodio más de la lucha de clases.
32.    antonio dijo:
24 mayo 2010 en 21:50
Hola
Yo no soy especialmente conocedor de las teorías de Karl Marx, más allá de lo que he podido estudiar estos últimos años en los programas académicos que he seguido (Derecho constitucional sobre todo). Pero de lo que si estoy seguro es de que esta crisis tan atroz ha dado vigencia a un alto porcentaje de la doctrina marxista.
Es cientificamente comprobable.
Animo este proyecto. Me gusta.
Un saludo.
o    Lapidus dijo:
28 mayo 2010 en 13:15
Hola, Antonio. Quería destacar una frase de tu comentario que es especialmente acertada: “Es científicamente comprobable”.
Efectivamente, lo es. Y lo es, precisamente, porque lo que Marx escribió en “El Capital” no es una doctrina. Es toda una teoría científica que explica el funcionamiento y las reglas del Capitalismo. De igual modo que la fórmula newtoniana P=mg explica la caída de un suicida desde la ventana a la acera.
Así pues, no es la crisis la que aporta más o menos vigencia al corpus teórico de “El Capital”. Si no hubiese crisis, “El Capital” sigue siendo vigente porque continúa definiendo con bastante exactitud el funcionamiento estándar del modo de producción capitalista.
Y, del mismo modo que la voluntad del suicida no varía los efectos de la Ley de la Gravedad sobre su caída, así tampoco las voluntades individuales del Hombre varían los efectos descritos en “El Capital” sobre las crisis. Es decir, que mientras la Gravedad exista, el suicida se espachurrará contra la acera. Y, mientras exista el Capitalismo, las crisis económicas seguirán produciéndose. Invariablemente.
Para profundizar en este sentido, me permito la licencia de recomendarte la lectura de un artículo de Carlos Fernández Liria que hay colgado en este mismo blog: https://kmarx.wordpress.com/2010/03/22/carlos-fernandez-liria-en-ausencia-del-hombre/
Un abrazo.
§  Antonio dijo:
28 mayo 2010 en 21:01
Quizá cuando dije que la crisis “ha dado vigencia” a la doctrina marxista quise decir pone de manifiesto de forma contundente la vigencia de la misma.
Me asombra la pérdida continua de la soberanía popular en favor de la soberanía del mercado: ¿es posible una ruptura para recuperar lo que los mercados nos han arrebatado a los ciudadanos o es una deriva lenta pero que avanza sin esperanza de frenar?
33.    Antonio Olivé dijo:
12 abril 2010 en 14:10
Gracias Pascual por lo acertado de tu comentario.
Un saludo.
34.    Paco Ortega dijo:
4 abril 2010 en 23:53
Sí! al tajo
o    Luis Riazanov dijo:
12 abril 2010 en 14:08
Así es, compañero Ortega, al tajo, ya que la materia de estudio lo requiere. Eso sí, siempre que te apetezca o interese el tema, que a nadie se le ha obligado a leer este blog.
Salud y a estudiar.
35.    Pascual Olivas López dijo:
4 abril 2010 en 21:36
Hola camaradas estudios@s de aquel hombre al que su más apreciado amigo Federico dijo sobre su tumba: allí en aquella sepultura reposaba para siempre, el hombre al que más debía la clase obrera del mundo. El aprender a entender tan genial legado os hace ante los ojos vidriosos del capital unos imperdonables heréjes de los mandamientos divinos del advenimiento histórico con menos sentido de la historia de la humanidad, la famosa rueda que le hace rodar desde su interior un Roedor representa la lógica del capitalista en su ritmo de ascendencia progresiva e infinita sin destino final definido, es la representación del sin sentido, de lo absurdo, ese es el  verdadero misterio del sistema que conduce a un espiral vacio e infinito.
Mis saludos cordiales a mis amig@s roj@s y herejes
Salud marxismo socialismo y comunismo


CONTINUACIÓN TEXTO APARECIDO EN ODIODECLASE.ORG, en 5 de sept. 2.014; es texto original de red roja,...¡¡:


De crisis y estafas (o cómo más bien la estafa acecha en las puertas de salida)

Decía Lenin que para los cambios revolucionarios no basta con que los de abajo no aguanten más, sino que los de arriba ya no puedan dominar como hasta entonces. Nos hemos atrevido a añadir: “y cuando los de abajo se dan cuenta de esas debilidades”. Hablar de estafa –por más que muchos compañeros lo hacen con buena intención para “dopar” la indignación– da a entender que todo es producto de una maquinación, brindando un dominio exagerado a quienes tenemos que derribar; lo que no deja de alimentar la falta de confianza en las propias fuerzas, en la lucha que realmente hay que afrontar. Lo cierto es que estamos ante una crisis sistémica e internacional, sin parangón, de largo alcance en el tiempo pasado… y en su persistencia futura. En el estado español, además, se refleja con especial incidencia en el ámbito político, incluido el cuestionamiento a nivel de masas (más allá del cómo) del propio poder. En este terreno las voluntades y hasta el factor sorpresa juegan un papel relativamente mayor. También las responsabilidades son superiores. Pues aquí  que tenemos definidas las estafas políticas sobre las que hay que alertar en la briega por salir realmente de esta crisis real.
Al fin y al cabo era lógico que esta crisis global tuviera una especial incidencia política en nuestro marco estatal. Pues tampoco hace tanto tiempo que se fraguó la Estafa (con mayúscula): la de la Transición. Una estafa que se hizo para principalmente cargarse lo que ha sido el último ciclo de movilización política de masas, en búsqueda de una verdadera ruptura democrática tras el agotamiento del franquismo. Hemos escrito suficientemente sobre todo lo que actualmente se está poniendo en solfa: la propia monarquía, el bipartidisimo, y ya también el “Café para todos” de las autonomías, ese invento del suarismo para conculcar el anhelo histórico del derecho de autodeterminación. Dentro del tinglado que montaron surgen fuertes disensiones y desconfianzas internas después de décadas de idilio. Nadie quiere perder los sillones y las parcelas de poder mafiosamente ganadas. A algunos se las dio en herencia casi genética el Dictador. Otros, más a la “izquierda”, por rompernos la ilusión de una verdadera ruptura democrática, consiguieron puestos de alto nivel en consejos de administración y comisariados europeos. Hasta el “ala sindical”, por tanto pactismo antiobrero, obtuvo su recompensa en otros menestERES.
Pues bien, es la crisis la que también hace que se publique lo que se repartieron en secreto. De nuevo –como en tiempos de los GAL cuando los que venían del franquismo querían también gobernar la “democracia postfranquista”– surge no la corrupción (indisociable a todos ellos), sino el arma de la acusación de corrupción. Entonces lo hacían para ver quiéngobernaba Madrid. Ahora (caso Pujol) la sacan para ver hasta dóndegobierna Madrid. Por supuesto que, de nuevo, con el mejor Lenin, no vamos a lamentar que le saquen las vergüenzas al molt honorable.Compartimos con nuestros compañeros de clase en las naciones sin estado del estado español que los límites de la degradación burguesa no conocen fronteras. Como tampoco “los recortes”. Pero no vamos a reírle la gracia a quienes conocían (y coprotagonizaban) desde hace treinta años estas prácticas nada honorables. Seguiremos reclamando con efecto retroactivo lo que negó la farsa de la Traisición: el derecho a la autodeterminación y a la independencia. Incluso sabemos que la persistencia en esa reivindicación obra a favor del objetivo prioritario de sacar a toda esta caterva del poder. Por eso el 11 de septiembre y el 6 de noviembre abans que res sabrem ser companys.
Ciertamente la crisis económica ha agotado a una transición que venía viciada desde su origen. Pero, precisamente, si queremos neutralizar intentos de reeditar estafas y farsas, toca advertir que no habrá revolución verdadera en este país que se limite a superar aquella transición por agotamiento y no por lo que de traición de una izquierda político-sindical bien “apoltronada” ha supuesto. En cualquier caso, tanta es la convicción gubernamental del papel que en toda esta degradación ha jugado una crisis económica que ellos no controlan, que sueñan con que (nos creamos) que la crisis va quedando atrás y ello ayude a “recentrar” a una serie de sectores sociales “recortados” en la esperanza de que no pierdan la confianza en volver al redil del “bienestar y seguridad perdidos”. Y así es como desde hace meses andan en una estrategia comunicativa de hacer ver que no está lejos la salida del túnel.
Sin embargo, hasta los anuncios de “salida de la crisis” disputan titulares con los de más “entradas”… Tras Francia, la crisis-boomerang sobrevuela la misma Alemania, y se anuncia una tercera recesión. A la persistencia de los factores estrictamente macro-económicos que auguran que la crisis estructural del capitalismo no encuentra la salida, se le suma un factor de primera magnitud en la escena internacional: la necesidad imperiosa de la primera potencia imperial de desestabilizar la situación mundial, incluso para no dejar que sus aliados de la Guerra Fría quieran ir por su cuenta y riesgo. Cada vez se reconoce más que EEUU lleva décadas incendiando aquí y allá –digámoslo claramente ya– incluso contra las prioridades de agenda euroalemanas, que no les van a la zaga en intenciones imperiales pero si que van con retraso en poder materializarlas sin que se les disloque su penosamente trabajado “euro-modelo expansionista”. La necesidadinterna de EEUU para desestabilizar permanentemente se constituye así en factor de primer orden. Este país no busca tanto extender de forma clásica dominios económicos como mantenerse artificialmente como primer dominador con toda la cuota de parasitismo económico-financiero que ello conlleva a expensas, como decimos, de sus propios aliados. Y para eso sólo le queda salpicar de belicismo activo todo lo que pueda cocerse a su espalda en las relaciones internacionales. Pues bien, si los capitalistas no controlan sus propias crisis y estallidos estructurales, ¿qué decir de la validez de sus previsiones cuando todo se mezcla con una situación geoestratégica (literalmente) explosiva y otra vez con la guerra a las puertas mismas de la Unión Europea, en esta ocasión, con un contrincante ruso decididamente más duro de pelar que lo fue, por ejemplo, Serbia?
En este contexto, y volviendo al “ruedo nacional”, cobran aún menos credibilidad las previsiones tipo Rajoy. En realidad, ni siquiera confía él mismo en que se le crea como necesita. De ahí que se preste raudo a legislar para su particular parcela mafiosa política. Así, acelera una ley electoral municipal que prolongue el poder de los suyos –incluso asumiendo el daño colateral de que los nacionalismos más enemigos salgan favorecidos– dando por descontado que por aquellos lares tienen poco futuro “partidista”. Calculan que la “unión a la izquierda”, demasiado llena de contradicciones organizativas internas y de poses varias, no está para coaliciones previas a las elecciones. Y al fin y al cabo, los del PP, con su apuesta de imposición dictatorial en cuestiones como “la catalana”, no son precisamente los que más daños electorales relativos van a recoger en ámbitos donde, como decimos, dan por descontada su condición de minoría. Resultado: para la periferia perdida, imposición del “interés de estado” por encima de derechos y elecciones en el mejor espíritu de la transición pactada; para el resto, ingeniería electoral para desterrar sorpresas que pudieran incluso deparar eventuales presiones populares que se tomasen en serio eso de que sí se puede cambiar las cosas. Sea como fuere, es importante aprender de la historia y en línea con lo que apuntábamos al principio, no pensar que lo tienen todo previsto y calculado.
Ya en lo que se refiere a la fase actual del ciclo popular de movilización que ha traído la crisis, partimos de que esta fase está muy modulada por la apuesta política electoral de una parte importante de la protesta social, que se concreta en Podemos. Cuando hablamos de parte importante, somos conscientes del peso político sobredimensionado que cobran lo que hemos dado en llamar “sectores intermedios” ante la ausencia de un movimiento obrero organizado y la incapacidad actual de la línea revolucionaria por el socialismo de liderar la “movilización anticrisis”. En este escenario hemos establecido que la optimización de nuestra necesaria intervención no puede hacerse de forma inmediatista sin tener en cuenta las ulteriores batallas políticas que previsiblemente nos depararán la guerra social en que el capitalismo nos mete y considerando en todo momento, además, el contexto geoestratégico y la propia experiencia histórica. Es por ello que también tenemos que alertar contra las falsas salidas reformistas –aún más falsas si tenemos en cuenta la naturaleza de la crisis y la verdadera historia del “bienestar perdido”– y contra esas maneras falsas de salir, como la electoralista que exagera la importancia del voto. Y no lo hacemos de forma alegre y ligera por puro purismo ideológico. Tampoco lo haremos de forma esquemática y sectaria, analizando sólo a los actores en juego por la calidad y rigor de lo que dicen. Bien sabemos que la crisis estructural capitalista nos llega cuando aún el movimiento revolucionario por el socialismo es tributario de su propia crisis histórica; lo que no podía dejar de afectar al propio lenguaje y justifica incluso que muchas personas de buena intención sueñen con emular (de forma mecánica y forzada, eso sí) procesos bolivarianos “alejados de la ortodoxia” que, al fin y al cabo, hasta enfrentan al yanqui desde “revoluciones ciudadanas y no de manual”. En cualquier caso, nos importa más saber que la realidad es más “ortodoxa” de lo que parece. Y que la crisis es tan profunda que cualquier persistencia en exigir lo que antes se tenía, por nimio que parezca, es motivo de inestabilidad; que el propio reformismo pierde así su base hasta el punto de que se ve obligado a adoptar alas radicales para reivindicar lo que hasta ayer nuestro ciudadano-enemigo de clase tenía a bien concederle sin tanto aspaviento.
Ante tantas crisis, extrañas y propias, lo esencial es intervenir claramente desde nuestra independencia de clase, pero teniendo en cuenta que la clara ausencia de nuestra clase como sujeto autónomo nos hace resaltar la importancia que hoy toma la propia práctica de la lucha como fuente de experiencia para unas masas que buscan un tanto desordenadamente la salida. En este sentido, comprobamos crecientemente cómo a partir de la asunción de la línea de demarcación del no pago de la deuda ilegítima se abren camino la necesidad imperiosa de la salida de las instituciones euroalemanas y hasta la expropiación bancaria. Y, en pura lógica, mucha gente vota convencida de que “no bastará votar para botarlos”. Efectivamente, ante la persistencia de la crisis y de la movilización (en cualquiera de sus aspectos) es de prever una degradación del propio sistema político y una fuerte tendencia a una fascistización de hecho del mismo en un escenario de antagonización de las luchas y de agresión imperialista. Máxime, cuando vivimos prácticamente en el centro del mismo sistema, con una crisis que es internacional y unos estados viejos que no dudarán en actuar de forma “anticuada y ortodoxa”, de manual si se quiere, sin respeto de fronteras ni legalidades. Y lo harán con mayor impunidad en la medida en que remarquen que nuestra resistencia de clase organizada sea menor; tanto menor, cuanto mayor sea nuestra ilusión ciudadanista, hija de una revolución democrático burguesa, esta sí, realmente anticuada y decimonónica que hace tiempo que la burguesía respeta menos que nadie.
Acompañaremos las experiencias de la gente sin esconder nuestras convicciones revolucionarias, que, desde luego, no consisten en recitar frases revolucionarias, sino en “interseccionar” con la realidad tal como es, claro, pero estableciendo lemas y consignas que impulsen y eleven las luchas de masas en su camino de toma y mantenimiento revolucionarios del poder. Ello implica necesariamente contribuir en el presente a un poder popular concreto que vaya estableciendo solidaridades y “tomando la solución por su mano” ante los problemas más acuciantes de la gente. Pero para garantizar todo esto, la experiencia acumulada (ajena y propia) de años de intervención en las movilizaciones populares nos convence aún más de que el aspecto principal de nuestro particular trabajo está en el plano del reforzamiento de la organización revolucionaria. Y en esas estamos, tal como hemos reafirmado en nuestras recientes Jornadas de Formación. Esto pasa, y no podemos dejar de concluir en ese sentido, por insistir en nuestro llamamiento a una confluencia revolucionaria -incluso sin esperar a estar en una misma organización- de aquellos que tienen claro que no sólo hay que intervenir hoy y mañana teniendo en cuenta la realidad presente de la movilización en su diversidad, sino que hay que hacerlo con la garantía de poder intervenir pasado mañana, en un futuro que está más escrito de lo que parece. Por cierto, que sobre esto, las mayores evidencias de que se trata del camino correcto no nos vienen “relatadas” ni en ruso ni alemán, sino en el propio castellano más reciente. Todo hay que decirlo: con un marcado acento latinoamericano o bolivariano, tras estar comprobando en carne propia qué clases de ciudadanos y presiones enfrentan las revoluciones cuando pelean por ser verdaderas.
Red Roja
http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/noticias-cercanas/2845-de-crisis-y-estafas-o-como-mas-bien-la-estafa-acecha-en-las-puertas-de-salida "

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