jueves, 20 de junio de 2024

ii .. *** POR MEMORIA, LUCHA Y RESISTENCIA -- LA VIVIENDA EN LAS CRISIS CAPITALISTAS. COMO EL PARQUE EDIFICADO ES UNA "SOLUCIÓN" DE LAS DINÁMICAS AUTODESTRUCTIVAS DEL CAPITALISMO POR MEMORIA, LUCHA Y RESISTENCIA 17 DE JUNIO DE 2024 CAPITAL-TRABAJO ,... iii...

 

 
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Hi,.. repro x don Luciano mm./grupoprolma.-2.000- *** POR MEMORIA, LUCHA Y RESISTENCIA -- LA VIVIENDA EN LAS CRISIS CAPITALISTAS. COMO EL PARQUE EDIFICADO ES UNA "SOLUCIÓN" DE LAS DINÁMICAS AUTODESTRUCTIVAS DEL CAPITALISMO
POR MEMORIA, LUCHA Y RESISTENCIA
17 DE JUNIO DE 2024
CAPITAL-TRABAJO
Parte uno: El capitalismo y el colapso
17 DE JUNIO DE 2024
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MEMORIA, LUCHA Y RESISTENCIA
La vivienda en las crisis capitalistas. Como el parque edificado es una "solución" de las dinámicas autodestructivas del capitalismo
¿Cómo hemos llegado, en menos de dos generaciones, a territorios completamente capitalizados y esta crisis habitacional? Marx, Hegel, Negri o Harvey ya planteaban que no se trata de un hecho casual, sino de una consecuencia necesaria de los mecanismos internos del capitalismo para intentar evitar las crisis endémicas que lo definen.
LA VIVIENDA EN LAS CRISIS CAPITALISTAS. COMO EL PARQUE EDIFICADO ES UNA "SOLUCIÓN" DE LAS DINÁMICAS AUTODESTRUCTIVAS DEL CAPITALISMO
POR MEMORIA, LUCHA Y RESISTENCIA
17 DE JUNIO DE 2024
CAPITAL-TRABAJO
Parte uno: El capitalismo y el colapso
Una de las aportaciones más notorias del marxismo es la descripción del capitalismo como un "sistema de crisis endémicas". Es decir, que contiene en su propio mecanismo de funcionamiento las contradicciones que lo colapsan. Y este colapso es inevitable. Muchas son las propuestas que han abordado esta autodestrucción sistémica, la más importante seguramente sea la de Hegel en Filosofía del derecho (1967):
Este autor examina el desarrollo interno de la población y de la industria dentro de la sociedad civil y, como Marx, detecta una "dialéctica interna" que produce una creciente acumulación de riqueza en un polo y una creciente acumulación de miseria en el otro.
Harvey, 1990
El afán de producción permanente e infinita en base a la explotación y la acumulación desigual (osiga, desposesión) se encarna en la lucha de clases, pero (y aquí es donde se pone interesante la situación) también se encarna en crisis periódicas de sobreacumulación, sobreproducción y subconsumo. Tanta circulación de capital a un ritmo estratosférico genera demasiado plusvalor, que en parte se vuelve a reinvertir y recircular, pero la acumulación por la acumulación, sin plan, y el afán de lucro cada vez mayor lleva a reducir costes de producción precarizando a la clase trabajadora y a agotar los mercados de inversión, que tienen, obviamente, un límite físico, de necesidades y deseos. Nos encontramos en situaciones donde un exceso de capital tan grande sin posibilidad de inversión cae en devaluación, pues el capital sin movimiento es capital sin utilidad ni valor. Por otro lado tenemos una masa proletaria tan empobrecida por las condiciones explotativas que es incapaz de absorber las mercancías y el capital "debe" quemar el stock sobrante. Esto nos deja con una crisis de Sobreacumulación de capital devaluado, una de Sobreproducción de bienes inmóviles y una de Subconsumo, y, por lo tanto, ni se genera plusvalor ni se permite al capital recircular.
De estas crisis hemos vivido muchas en las últimas décadas, en los años '30, en los '60, en los '70, en los 2000. Y está claro que no son crisis definitivas, ¿oye? Porque ya desde Hegel también hay "soluciones" a los colapsos financieros, lo que Harvey llama "solución espacial".
Parte dos: La solución espacial
La sociedad burguesa [...] se ve obligada a buscar alivio externo. "Esta dialéctica interna de la sociedad cívica impulsa así... a abalanzarse más allá de sus propios límites y buscar mercados, y consecuentemente sus medios necesarios de subsistencia, en otras tierras, donde escaseen los bienes que ella ha producido en exceso o donde en general esté atrasada en su industria." […] Hegel propone, en pocas palabras, soluciones imperialistas y coloniales a las contradicciones internas de una sociedad civil fundada en la acumulación de capital.
Harvey 1990
El colonialismo es, pues, un producto de la sobreacumulación que necesita encontrar nuevos espacios para reducir la presión del exceso y poder recircular el capital estancado. La capitalización de territorios externos aporta varias cosas importantes para la burguesía:
POR MEMORIA, LUCHA Y RESISTENCIA
17 DE JUNIO DE 2024
CAPITAL-TRABAJO
Parte uno: El capitalismo y el colapso
Una de las aportaciones más notorias del marxismo es la descripción del capitalismo como un "sistema de crisis endémicas". Es decir, que contiene en su propio mecanismo de funcionamiento las contradicciones que lo colapsan. Y este colapso es inevitable. Muchas son las propuestas que han abordado esta autodestrucción sistémica, la más importante seguramente sea la de Hegel en Filosofía del derecho (1967):
Este autor examina el desarrollo interno de la población y de la industria dentro de la sociedad civil y, como Marx, detecta una "dialéctica interna" que produce una creciente acumulación de riqueza en un polo y una creciente acumulación de miseria en el otro.
Harvey, 1990
El afán de producción permanente e infinita en base a la explotación y la acumulación desigual (osiga, desposesión) se encarna en la lucha de clases, pero (y aquí es donde se pone interesante la situación) también se encarna en crisis periódicas de sobreacumulación, sobreproducción y subconsumo. Tanta circulación de capital a un ritmo estratosférico genera demasiado plusvalor, que en parte se vuelve a reinvertir y recircular, pero la acumulación por la acumulación, sin plan, y el afán de lucro cada vez mayor lleva a reducir costes de producción precarizando a la clase trabajadora y a agotar los mercados de inversión, que tienen, obviamente, un límite físico, de necesidades y deseos. Nos encontramos en situaciones donde un exceso de capital tan grande sin posibilidad de inversión cae en devaluación, pues el capital sin movimiento es capital sin utilidad ni valor. Por otro lado tenemos una masa proletaria tan empobrecida por las condiciones explotativas que es incapaz de absorber las mercancías y el capital "debe" quemar el stock sobrante. Esto nos deja con una crisis de Sobreacumulación de capital devaluado, una de Sobreproducción de bienes inmóviles y una de Subconsumo, y, por lo tanto, ni se genera plusvalor ni se permite al capital recircular.
De estas crisis hemos vivido muchas en las últimas décadas, en los años '30, en los '60, en los '70, en los 2000. Y está claro que no son crisis definitivas, ¿oye? Porque ya desde Hegel también hay "soluciones" a los colapsos financieros, lo que Harvey llama "solución espacial".
Parte dos: La solución espacial
La sociedad burguesa [...] se ve obligada a buscar alivio externo. "Esta dialéctica interna de la sociedad cívica impulsa así... a abalanzarse más allá de sus propios límites y buscar mercados, y consecuentemente sus medios necesarios de subsistencia, en otras tierras, donde escaseen los bienes que ella ha producido en exceso o donde en general esté atrasada en su industria." […] Hegel propone, en pocas palabras, soluciones imperialistas y coloniales a las contradicciones internas de una sociedad civil fundada en la acumulación de capital.
Harvey 1990
El colonialismo es, pues, un producto de la sobreacumulación que necesita encontrar nuevos espacios para reducir la presión del exceso y poder recircular el capital estancado. La capitalización de territorios externos aporta varias cosas importantes para la burguesía:
D’una banda permet una reducció dels costos de producció degut a les condicions laborals molt més explotatives, l’utilització de perfils no productius com menors i, antigament, dones, i la permisivitat administrativa amb l’abús capitalista i l’espoli.
També obre nous mercats que augmenten la capacitat d’absorció de béns, donant sortida a l’excés de producció que col·lapsava el circuit Europeu. A més que, un cop solucionada la distància temporal de rotació de les mercaderies amb els mitjans de transport, el mercat Europeu tindria molta més capacitat d’absorció degut a la possible baixada de preus per la reducció de costos de producció.
I la més important pel que treballem avui: el colonialisme obre nous mercats d’inversió capaços de fer circular el capital estancat i, sobretot, fer-ho a ritmes més lents per “superar” la crisi de sobreacumulació. I aquesta és la clau de tot el tema: el ritme de circulació del capital. En un sistema descrit per l’acumulació i la producció infinites que cau en crisis inevitables, la clau serà aprendre a controlar quan apareixen aquestes crisis i sota quines condicions geogràfiques.
D’aquí que podem dir que la “solució” espacial no és una solució, és un aplaçament. Més aviat o més tard el capitalisme entra, sempre, en crisi de sobreacumulació,
Simplemente se vuelven a crear las condiciones originales que dieron lugar a los problemas. […] A la larga no hay solución externa para las contradicciones internas del capitalismo.
Harvey 1990
Part tres: Com s’inverteix a un ritme lent?
Com dèiem, tot aquest excés d’acumulació que col·lapsa el sistema necessita “fixar-se” en circuits lents, que facilitin la creació de plusvàlua però puguin absorbir aquest capital que, d’altra manera, quedaria quiet i, per tan, devaluant-se. Així doncs, quins són aquests circuits lents?
El més clàssic és el que es coneix com a Capital Fix, que són els diners incorporats en forma de capital (circulant) a la “màquina” que facilita i potencia la generació de plusvàlua. Exemples en són el tractor, el teler o la carretera, que no produeixen en sí mateixos benefici, però són el canal que facilita la realització del valor. Un dels principals problemes del Capital Fix és el seu desgast i, sobretot, el seu risc d’obsolescència degut al desenvolupament tecnològic. En l’exemple del tractor, si cau en l’obsolescència perd valor en sí mateix, i llavors el capitalista ha d’aconseguir compensar-ne la inversió abans de que quedi fora de joc, fent-ne un ús a ritme accelerat, cosa que entra en contradicció amb la premisa d’alentir la circulació. El territori, però, sí que és un capital fix clau per al sistema! El sòl i el parc edificat, ara, són Capitals Fixos dels quals es pot controlar molt bé el seu valor, ja que no depèn tan de seva pròpia materialització com del seu entorn i les qualitats que contingui. El context urbà, doncs, permet “jugar” a la devaluació i revalorització per a cicles especulatius permanents alhora que ofereix un circuit de circulació lent per a aplaçar la crisi de sobreacumulació.
Al circuit de Capital Fix Harvey l’anomena “Circuit Secundari”, diferenciant-lo del “Primari” que seria el de béns de consum de circulació ràpida. Per a nosaltres més que primaris i secundaris, és qüestió de ritme de circulació, i en aquest sentit han començat a proliferar moltes hipòtesis de nous mercats d’inversió que ofereixen aquest aplaçament de la crisi alhora que oportunitat de plusvàlua:
La inversió en fer habitables espais, fins ara, inhabitables (deserts, pols gelats, oceans, etc.), fins i tot planetes com els projectes de ciutats a Mart llançats per la Mars Society al ‘20-’21. La investigació espacial és un altre mercat de circulació gegant i de ritme lent, igual que la quantitat ingent de tesis doctorals i recerques finançades per tot el món que el seu fi és la pròpia investigació, no els resultats. Un dels circuits que clarament ha destruït la geografia com l’enteníem fins ara és el de la Realitat Virtual, una “geografia abstracta” que ha obert un camp aparentment infinit d’inversió, el cas més flagrant és el dels NFTs o el Metavers. Un altre que és bàsic és el crèdit: tot aquest excés de capital es “cedeix” a la classe proletària per a que el capital circuli molt més lent (hipoteques a 30 anys vista) mentres es construeix la ficció de la classe mitja que pot tenir un pis “en propietat”, vacances de creuer a Venècia o un cotxe híbrid. Però en realitat és un moviment financer molt complet de domini poblacional a llarg plaç, segrest del benestar i aplaçament de la crisi de sobreacumulació.
El cas del territori urbà, i en concret l’habitatge, és el que, de moment, més ens afecta. Doncs dintre dels circuits que hem presentat és l’únic que s’entén com una necessitat bàsica que mai podrà deixar de rebre inversió. Alhora en territoris com Espanya, per polítiques de propietarització, gairebé tot el sòl residencial i el parc habitacional és privat, cosa que facilita moltíssim els moviments especulatius de fons voltor i capital estranger. El parc immobiliari és una “sortida” a tot el capital sobreacumulat, això explicaria, en part, perquè molts fons voltor com BlackStone deixen buits els seus béns immobles. Podem llegir aquí com la producció i reproducció del capital financer respon a les mateixes lògiques primàries que el propi capitalisme, i que tan l’acumulació com la crisi de sobreacumulació són dues cares de la mateixa moneda.
Part quatre: Què fem amb tot això?
Uno de los grandes esfuerzos del neoliberalismo se abre con M. Thatcher y el "there's no alternative" [al capitalismo]. Es lo que tanto Keynes como Negri y Hardt ya identificaron: la propuesta fuera de la lógica capitalista es difícilmente imaginable, ya no hablamos de desarrollable. M. Fisher llamó Realismo Capitalista a esta falta de esperanza social y la caída en la "realidad" donde el capitalismo no es un sistema positivo (ni para nosotros, ni por el medio ambiente, ni por sí mismo) pero es el único posible y "es lo que hay". Estudios en torno a esta pérdida de futuro lo sitúan en el "final de la historia" con la caída del muro de Berlín en el '89 o con el llamado Horizonte de Extinción que encontramos en Haraway o Berardi. Si bien los panoramas de colapso ecológico son mucho más definitivos, desde nuestro punto de vista viviremos varios financieros antes que el definitivo ecosistémico. Si el colapso del capitalismo es cuestión de tiempo y, sobre todo, es cíclico, debemos prepararnos estratégicamente para irrumpir el espacio y la norma. Es en estas grietas donde debemos aprender a luchar:
La crisis traerá ruina, abandono y seguro que mucho dolor, y todo este malestar que quedará a la vista es una oportunidad de oro para organizarlo y resignificarlo como anticapitalista y emancipador. Muchos de estos malestares ya existen, pero sin la crisis no podemos acceder, ya que se encuentran secuestrados, o bien por la precariedad que asfixia las posibles acciones militantes y de asociación, o bien a partir del secuestro del bienestar, situaciones "a priori" cómodas social y económicamente que caerán en la cruda realidad de la crisis y se encontrarán, de repente, desamparadas. Todos estos perfiles que "no pueden" cuestionar el sistema del que viven, la ficción del paternalismo administrativo y la creencia de que todo se puede solucionar políticamente, quedarán ante una realidad destruida y todo el malestar que encarnarán será mucho potencial para construir una insurgencia más ancha.
Otra estrategia que hay que organizar es la de recuperar territorios que el capital se ha apropiado incansablemente. La necesaria devaluación que vendrá para curar la crisis de sobreacumulación nos permitirá acceder a geografías hasta ahora imposibles. Se vio bien claro en la crisis de 2008: bloques de viviendas abandonadas, obras sin acabar, parcelas vacías y sin proyecto planificado, y, sobre todo, una retirada del capital de inversión que no podemos dejar pasar. ¿Qué pasará con toda la superficie de oficinas del 22@ cuando venga la crisis y se abandonen los edificios? ¿Y con las naves industriales del Bonpastor? ¿Y con todos los pisos que quedarán vacíos por la bajada inevitable del turismo? Ocupar y liberar suelo, por todos los medios, será nuestra tarea.
Aquí tendremos, con suerte, un capital herido, una masa poblacional encarnando malestares enormes potencialmente organizable, y espacios devaluados y muy cerca para la recuperación autogestionaria y social. Analizar los patrones de recesión del 2008 y prepararnos para la próxima ola, producir datos que nos indiquen los puntos débiles y potenciales de nuestro territorio a partir del mapeo y la identificación, y crear la base autogestionaria que deberá contagiarse lo más rápido posible cuando colapse el sistema. Esta es la clave de uso de conocer cómo funciona el circuito de circulación capitalista y su relación con la geografía urbana.
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Luciano Medianero Morales
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LA GALICIA DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX
Son niños albañiles. Y la foto es de 1947. Pertenece a la colección de fotografías de José Luis Vega. Archivo Histórico Provincial de Lugo.
Puede ser una imagen de 3 personas y texto
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Aurora Morales
Es que siento impotencia cuando escucho que con Franco había trabajo, claro que sí, la mano de obra era muy barata, mi padre de niño guardaba cochinos.
Triste pero real


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La vivienda en las crisis capitalistas. Como el parque edificado es una "solución" de las dinámicas autodestructivas del capitalismo

¿Cómo hemos llegado, en menos de dos generaciones, a territorios completamente capitalizados y esta crisis habitacional? Marx, Hegel, Negri o Harvey ya planteaban que no se trata de un hecho casual, sino de una consecuencia necesaria de los mecanismos internos del capitalismo para intentar evitar las crisis endémicas que lo definen.

Parte uno: El capitalismo y el colapso

Una de las aportaciones más notorias del marxismo es la descripción del capitalismo como un "sistema de crisis endémicas". Es decir, que contiene en su propio mecanismo de funcionamiento las contradicciones que lo colapsan. Y este colapso es inevitable. Muchas son las propuestas que han abordado esta autodestrucción sistémica, la más importante seguramente sea la de Hegel en Filosofía del derecho (1967):

Este autor examina el desarrollo interno de la población y de la industria dentro de la sociedad civil y, como Marx, detecta una "dialéctica interna" que produce una creciente acumulación de riqueza en un polo y una creciente acumulación de miseria en el otro.

Harvey, 1990

El afán de producción permanente e infinita en base a la explotación y la acumulación desigual (osiga, desposesión) se encarna en la lucha de clases, pero (y aquí es donde se pone interesante la situación) también se encarna en crisis periódicas de sobreacumulación, sobreproducción y subconsumo. Tanta circulación de capital a un ritmo estratosférico genera demasiado plusvalor, que en parte se vuelve a reinvertir y recircular, pero la acumulación por la acumulación, sin plan, y el afán de lucro cada vez mayor lleva a reducir costes de producción precarizando a la clase trabajadora y a agotar los mercados de inversión, que tienen, obviamente, un límite físico, de necesidades y deseos. Nos encontramos en situaciones donde un exceso de capital tan grande sin posibilidad de inversión cae en devaluación, pues el capital sin movimiento es capital sin utilidad ni valor. Por otro lado tenemos una masa proletaria tan empobrecida por las condiciones explotativas que es incapaz de absorber las mercancías y el capital "debe" quemar el stock sobrante. Esto nos deja con una crisis de Sobreacumulación de capital devaluado, una de Sobreproducción de bienes inmóviles y una de Subconsumo, y, por lo tanto, ni se genera plusvalor ni se permite al capital recircular.

De estas crisis hemos vivido muchas en las últimas décadas, en los años '30, en los '60, en los '70, en los 2000. Y está claro que no son crisis definitivas, ¿oye? Porque ya desde Hegel también hay "soluciones" a los colapsos financieros, lo que Harvey llama "solución espacial".

Parte dos: La solución espacial

La sociedad burguesa [...] se ve obligada a buscar alivio externo. "Esta dialéctica interna de la sociedad cívica impulsa así... a abalanzarse más allá de sus propios límites y buscar mercados, y consecuentemente sus medios necesarios de subsistencia, en otras tierras, donde escaseen los bienes que ella ha producido en exceso o donde en general esté atrasada en su industria." […] Hegel propone, en pocas palabras, soluciones imperialistas y coloniales a las contradicciones internas de una sociedad civil fundada en la acumulación de capital.

Harvey 1990

El colonialismo es, pues, un producto de la sobreacumulación que necesita encontrar nuevos espacios para reducir la presión del exceso y poder recircular el capital estancado. La capitalización de territorios externos aporta varias cosas importantes para la burguesía:


Parte uno: El capitalismo y el colapso

Una de las aportaciones más notorias del marxismo es la descripción del capitalismo como un "sistema de crisis endémicas". Es decir, que contiene en su propio mecanismo de funcionamiento las contradicciones que lo colapsan. Y este colapso es inevitable. Muchas son las propuestas que han abordado esta autodestrucción sistémica, la más importante seguramente sea la de Hegel en Filosofía del derecho (1967):

Este autor examina el desarrollo interno de la población y de la industria dentro de la sociedad civil y, como Marx, detecta una "dialéctica interna" que produce una creciente acumulación de riqueza en un polo y una creciente acumulación de miseria en el otro.

Harvey, 1990

El afán de producción permanente e infinita en base a la explotación y la acumulación desigual (osiga, desposesión) se encarna en la lucha de clases, pero (y aquí es donde se pone interesante la situación) también se encarna en crisis periódicas de sobreacumulación, sobreproducción y subconsumo. Tanta circulación de capital a un ritmo estratosférico genera demasiado plusvalor, que en parte se vuelve a reinvertir y recircular, pero la acumulación por la acumulación, sin plan, y el afán de lucro cada vez mayor lleva a reducir costes de producción precarizando a la clase trabajadora y a agotar los mercados de inversión, que tienen, obviamente, un límite físico, de necesidades y deseos. Nos encontramos en situaciones donde un exceso de capital tan grande sin posibilidad de inversión cae en devaluación, pues el capital sin movimiento es capital sin utilidad ni valor. Por otro lado tenemos una masa proletaria tan empobrecida por las condiciones explotativas que es incapaz de absorber las mercancías y el capital "debe" quemar el stock sobrante. Esto nos deja con una crisis de Sobreacumulación de capital devaluado, una de Sobreproducción de bienes inmóviles y una de Subconsumo, y, por lo tanto, ni se genera plusvalor ni se permite al capital recircular.

De estas crisis hemos vivido muchas en las últimas décadas, en los años '30, en los '60, en los '70, en los 2000. Y está claro que no son crisis definitivas, ¿oye? Porque ya desde Hegel también hay "soluciones" a los colapsos financieros, lo que Harvey llama "solución espacial".

Parte dos: La solución espacial

La sociedad burguesa [...] se ve obligada a buscar alivio externo. "Esta dialéctica interna de la sociedad cívica impulsa así... a abalanzarse más allá de sus propios límites y buscar mercados, y consecuentemente sus medios necesarios de subsistencia, en otras tierras, donde escaseen los bienes que ella ha producido en exceso o donde en general esté atrasada en su industria." […] Hegel propone, en pocas palabras, soluciones imperialistas y coloniales a las contradicciones internas de una sociedad civil fundada en la acumulación de capital.

Harvey 1990

El colonialismo es, pues, un producto de la sobreacumulación que necesita encontrar nuevos espacios para reducir la presión del exceso y poder recircular el capital estancado. La capitalización de territorios externos aporta varias cosas importantes para la burguesía:

  1. D’una banda permet una reducció dels costos de producció degut a les condicions laborals molt més explotatives, l’utilització de perfils no productius com menors i, antigament, dones, i la permisivitat administrativa amb l’abús capitalista i l’espoli. 
  1. També obre nous mercats que augmenten la capacitat d’absorció de béns, donant sortida a l’excés de producció que col·lapsava el circuit Europeu. A més que, un cop solucionada la distància temporal de rotació de les mercaderies amb els mitjans de transport, el mercat Europeu tindria molta més capacitat d’absorció degut a la possible baixada de preus per la reducció de costos de producció. 
  1. I la més important pel que treballem avui: el colonialisme obre nous mercats d’inversió capaços de fer circular el capital estancat i, sobretot, fer-ho a ritmes més lents per “superar” la crisi de sobreacumulació. I aquesta és la clau de tot el tema: el ritme de circulació del capital. En un sistema descrit per l’acumulació i la producció infinites que cau en crisis inevitables, la clau serà aprendre a controlar quan apareixen aquestes crisis i sota quines condicions geogràfiques. 

D’aquí que podem dir que la “solució” espacial no és una solució, és un aplaçament. Més aviat o més tard el capitalisme entra, sempre, en crisi de sobreacumulació, 

Simplemente se vuelven a crear las condiciones originales que dieron lugar a los problemas. […] A la larga no hay solución externa para las contradicciones internas del capitalismo.

Harvey 1990

Part tres: Com s’inverteix a un ritme lent?

Com dèiem, tot aquest excés d’acumulació que col·lapsa el sistema necessita “fixar-se” en circuits lents, que facilitin la creació de plusvàlua però puguin absorbir aquest capital que, d’altra manera, quedaria quiet i, per tan, devaluant-se. Així doncs, quins són aquests circuits lents?

El més clàssic és el que es coneix com a Capital Fix, que són els diners incorporats en forma de capital (circulant) a la “màquina” que facilita i potencia la generació de plusvàlua. Exemples en són el tractor, el teler o la carretera, que no produeixen en sí mateixos benefici, però són el canal que facilita la realització del valor. Un dels principals problemes del Capital Fix és el seu desgast i, sobretot, el seu risc d’obsolescència degut al desenvolupament tecnològic. En l’exemple del tractor, si cau en l’obsolescència perd valor en sí mateix, i llavors el capitalista ha d’aconseguir compensar-ne la inversió abans de que quedi fora de joc, fent-ne un ús a ritme accelerat, cosa que entra en contradicció amb la premisa d’alentir la circulació. El territori, però, sí que és un capital fix clau per al sistema! El sòl i el parc edificat, ara, són Capitals Fixos dels quals es pot controlar molt bé el seu valor, ja que no depèn tan de seva pròpia materialització com del seu entorn i les qualitats que contingui. El context urbà, doncs, permet “jugar” a la devaluació i revalorització per a cicles especulatius permanents alhora que ofereix un circuit de circulació lent per a aplaçar la crisi de sobreacumulació.

Al circuit de Capital Fix Harvey l’anomena “Circuit Secundari”, diferenciant-lo del “Primari” que seria el de béns de consum de circulació ràpida. Per a nosaltres més que primaris i secundaris, és qüestió de ritme de circulació, i en aquest sentit han començat a proliferar moltes hipòtesis de nous mercats d’inversió que ofereixen aquest aplaçament de la crisi alhora que oportunitat de plusvàlua:

La inversió en fer habitables espais, fins ara, inhabitables (deserts, pols gelats, oceans, etc.), fins i tot planetes com els projectes de ciutats a Mart llançats per la Mars Society al ‘20-’21. La investigació espacial és un altre mercat de circulació gegant i de ritme lent, igual que la quantitat ingent de tesis doctorals i recerques finançades per tot el món que el seu fi és la pròpia investigació, no els resultats. Un dels circuits que clarament ha destruït la geografia com l’enteníem fins ara és el de la Realitat Virtual, una “geografia abstracta” que ha obert un camp aparentment infinit d’inversió, el cas més flagrant és el dels NFTs o el Metavers. Un altre que és bàsic és el crèdit: tot aquest excés de capital es “cedeix” a la classe proletària per a que el capital circuli molt més lent (hipoteques a 30 anys vista) mentres es construeix la ficció de la classe mitja que pot tenir un pis “en propietat”, vacances de creuer a Venècia o un cotxe híbrid. Però en realitat és un moviment financer molt complet de domini poblacional a llarg plaç, segrest del benestar i aplaçament de la crisi de sobreacumulació.

El cas del territori urbà, i en concret l’habitatge, és el que, de moment, més ens afecta. Doncs dintre dels circuits que hem presentat és l’únic que s’entén com una necessitat bàsica que mai podrà deixar de rebre inversió. Alhora en territoris com Espanya, per polítiques de propietarització, gairebé tot el sòl residencial i el parc habitacional és privat, cosa que facilita moltíssim els moviments especulatius de fons voltor i capital estranger. El parc immobiliari és una “sortida” a tot el capital sobreacumulat, això explicaria, en part, perquè molts fons voltor com BlackStone deixen buits els seus béns immobles. Podem llegir aquí com la producció i reproducció del capital financer respon a les mateixes lògiques primàries que el propi capitalisme, i que tan l’acumulació com la crisi de sobreacumulació són dues cares de la mateixa moneda.

Part quatre: Què fem amb tot això?

Uno de los grandes esfuerzos del neoliberalismo se abre con M. Thatcher y el "there's no alternative" [al capitalismo]. Es lo que tanto Keynes como Negri y Hardt ya identificaron: la propuesta fuera de la lógica capitalista es difícilmente imaginable, ya no hablamos de desarrollable. M. Fisher llamó Realismo Capitalista a esta falta de esperanza social y la caída en la "realidad" donde el capitalismo no es un sistema positivo (ni para nosotros, ni por el medio ambiente, ni por sí mismo) pero es el único posible y "es lo que hay". Estudios en torno a esta pérdida de futuro lo sitúan en el "final de la historia" con la caída del muro de Berlín en el '89 o con el llamado Horizonte de Extinción que encontramos en Haraway o BerardiSi bien los panoramas de colapso ecológico son mucho más definitivos, desde nuestro punto de vista viviremos varios financieros antes que el definitivo ecosistémico. Si el colapso del capitalismo es cuestión de tiempo y, sobre todo, es cíclico, debemos prepararnos estratégicamente para irrumpir el espacio y la norma. Es en estas grietas donde debemos aprender a luchar:

  1. La crisis traerá ruina, abandono y seguro que mucho dolor, y todo este malestar que quedará a la vista es una oportunidad de oro para organizarlo y resignificarlo como anticapitalista y emancipador. Muchos de estos malestares ya existen, pero sin la crisis no podemos acceder, ya que se encuentran secuestrados, o bien por la precariedad que asfixia las posibles acciones militantes y de asociación, o bien a partir del secuestro del bienestar, situaciones "a priori" cómodas social y económicamente que caerán en la cruda realidad de la crisis y se encontrarán, de repente, desamparadas. Todos estos perfiles que "no pueden" cuestionar el sistema del que viven, la ficción del paternalismo administrativo y la creencia de que todo se puede solucionar políticamente, quedarán ante una realidad destruida y todo el malestar que encarnarán será mucho potencial para construir una insurgencia más ancha.
  1. Otra estrategia que hay que organizar es la de recuperar territorios que el capital se ha apropiado incansablemente. La necesaria devaluación que vendrá para curar la crisis de sobreacumulación nos permitirá acceder a geografías hasta ahora imposibles. Se vio bien claro en la crisis de 2008: bloques de viviendas abandonadas, obras sin acabar, parcelas vacías y sin proyecto planificado, y, sobre todo, una retirada del capital de inversión que no podemos dejar pasar. ¿Qué pasará con toda la superficie de oficinas del 22@ cuando venga la crisis y se abandonen los edificios? ¿Y con las naves industriales del Bonpastor? ¿Y con todos los pisos que quedarán vacíos por la bajada inevitable del turismo? Ocupar y liberar suelo, por todos los medios, será nuestra tarea.

Aquí tendremos, con suerte, un capital herido, una masa poblacional encarnando malestares enormes potencialmente organizable, y espacios devaluados y muy cerca para la recuperación autogestionaria y social. Analizar los patrones de recesión del 2008 y prepararnos para la próxima ola, producir datos que nos indiquen los puntos débiles y potenciales de nuestro territorio a partir del mapeo y la identificación, y crear la base autogestionaria que deberá contagiarse lo más rápido posible cuando colapse el sistema. Esta es la clave de uso de conocer cómo funciona el circuito de circulación capitalista y su relación con la geografía urbana.

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La vivienda en las crisis capitalistas. Como el parque edificado es una "solución" de las dinámicas autodestructivas del capitalismo

¿Cómo hemos llegado, en menos de dos generaciones, a territorios completamente capitalizados y esta crisis habitacional? Marx, Hegel, Negri o Harvey ya planteaban que no se trata de un hecho casual, sino de una consecuencia necesaria de los mecanismos internos del capitalismo para intentar evitar las crisis endémicas que lo definen.

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