viernes, 24 de junio de 2022

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Publicado originalmente: Marx del Medio Oeste el 16 de junio de 2022 por Paul Cockshott (más por Midwestern Marx) | (Publicado jun 21, 2022 )
Capitalismo, imperialismo, trabajo, marxismoGlobalNewswire (en inglés)La teoría de la explotación de Marx
La revista socialdemócrata estadounidense Jacobin publicó recientemente un artículo de Ben Burgis que era una defensa a medias de la teoría de la explotación de Marx.
Digo a medias porque, como preludio de su artículo, repudiaron efectivamente la teoría que Marx utilizó para demostrar la explotación: la teoría del valor del trabajo. Escriben:
Sin embargo, como cualquier otra área de investigación empírica, la economía ha cambiado mucho desde que Se publicó Capital en 1867. Hoy en día, la mayoría de los economistas, incluidos muchos que son marxistas comprometidos, rechazan la teoría del valor del trabajo (LTV).
Pero, ¿significa la aparente obsolescencia del LTV que el capitalismo es inocente bajo la acusación de explotación? Casi.
En esto están siendo demasiado generosos con la economía. ¿Es la economía contemporánea realmente un área de investigación empírica? Creo que no. Es mejor verlo principalmente como un campo de combate ideológico. Es un campo en el que diferentes intereses políticos y de clase luchan por defender sus intereses económicos. Como tal, uno tiene que preguntarse por qué la mayoría de los economistas rechazan la teoría del valor del trabajo. ¿Salió a la luz evidencia empírica desde 1867 que invalidó a Marx, o fue todo una cuestión de política?
Yo diría que fue la evidente amenaza política del movimiento socialista lo que motivó el rechazo de la teoría del valor del trabajo. Si se acepta la teoría del valor del trabajo, entonces la crítica de Marx a la explotación capitalista se vuelve inevitable. Habría sido políticamente intolerable si las universidades de los países capitalistas hubieran seguido enseñando la teoría del valor del trabajo después de que las clases trabajadoras ganaran el derecho al voto. En su lugar, una nueva doctrina, la "economía" en lugar de la "economía política" tuvo que ser desarrollada e introducida en el currículo de enseñanza.
La nueva economía "marginalista", iniciada por Jevons y Marshall en el mundo de habla inglesa, parecía muy científica. Jevons recurrió explícitamente a la mecánica estática como su modelo, haciendo un uso extensivo del cálculo diferencial en sus matemáticas.¹ Pero esta era la forma de ciencia sin el fondo.
En las ciencias empíricas reales, como la física, el reemplazo de una teoría por otra depende de que la nueva teoría sea capaz de hacer predicciones empíricas más precisas que la anterior, o de la capacidad de predecir fenómenos hasta ahora no observados. El reemplazo de la teoría gravitacional de Newton por la Relatividad General (1915) se basó en nuevas predicciones correctas.
La teoría de Einstein predijo la lente gravitacional: que los cuerpos masivos desviarían el camino de los fotones. Esto se confirmó en 1919 cuando, durante un eclipse solar, la posición aparente de las estrellas cerca del sol se cambió como Einstein había predicho. La ciencia llama a tal observación un experimento crucial, uno que prueba el quid de una teoría.
Foto del eclipse solar de 1919. La foto es una superposición de los negativos tomados durante el eclipse con uno tomado de la misma sección del cielo en una noche a principios de año. Cada estrella se muestra como un par de manchas oscuras. El punto exterior es de la imagen del eclipse, el interior es de la noche anterior. El aparente desplazamiento de las estrellas lejos del Sol surgió de la flexión de la luz de las estrellas por la masa del Sol.
Jevons publicó su teoría de los precios en 1871. Pero no se llevó a cabo ningún experimento crucial para validarlo. No hubo nada como la observación del eclipse solar de 1919. No hay observaciones experimentales sistemáticas que comparen las predicciones de Jevons con las de Ricardo y Marx. En cambio, la nueva teoría ganó aceptación por su capacidad de imitar la forma de la ciencia.
La teoría neoclásica de precios, como la teoría gravitacional, toma una forma matemática. Muchas, muchas teorías científicas se expresan en matemáticas. Pero expresar algo en matemáticas, como un conjunto de ecuaciones no es suficiente para hacerlo científico. Para ser científico debe ser comprobable.
Si la teoría contiene fórmulas, entonces los parámetros en la fórmula deben ser constantes matemáticas preespecificadas como π o deben ser derivables de la observación: por ejemplo, c representa la velocidad de la luz. Teorías de este tipo se prestan a la verificación experimental.
Una teoría que tiene lo que se denominan variables libres, es decir parámetros que no pueden ser atados por la observación, incluso por la observación indirecta, es incomprobable. La teoría marginalista de precios es incomprobable por esta misma razón. Considere el diagrama clásico de oferta y demanda que se enseña en las clases de economía:
Aquí tenemos la cantidad vendida (q) y el precio (p) al que se venderá predicho como la intersección de dos funciones S(q), D(q).
Todo parece muy científico,² excepto que los libros de texto no dan fórmulas explícitas para S(q) o D(q). Ni siquiera nos dicen qué forma funcional toman la S y la D. ¿Son funciones parabólicas? ¿Hiperbólicos? ¿Exponenciales?
Si un físico dijera que la órbita de las estrellas alrededor de una galaxia estaba determinada por los caminos a lo largo de los cuales dos funciones eran iguales, pero si luego descuidaban dar cualquier fórmula para las funciones, entonces no serían tomadas en serio. Pero dado que la teoría neoclásica de precios no es una ciencia empírica, sino una rama de la filosofía moral burguesa, se ignoran las cuestiones de la forma matemática o la teestabilidad experimental.
Los profesores están enseñando esto a adolescentes ingenuos. Los impresionan con curvas visualmente concretas que se cruzan. No se molestan en dar ninguna fórmula explícita para las curvas que trazan. Pero supongamos que les tomamos la palabra. Supongamos que miramos el texto estándar de la economía introductoria de los Estados Unidos y tratamos de averiguar qué fórmula estaba utilizando el autor para sus curvas.
He tomado las curvas, digitalizado puntos en ellas y determinado que no se puede obtener un ajuste aceptable para nada menos que un polinomio de tercer grado. Esto significa que la función S(q) debe tener la forma
S(q)=a+bq+ cq^2 + dq^3
Tenga en cuenta que esto tiene 4 parámetros, a, b, c, d, que deben ser atados por la observación para hacer una teoría comprobable.
Del mismo modo, el D(q) también requerirá al menos otros 4 parámetros libres para dibujar la curva que muestra el libro de texto. Se supone que la teoría del precio explica dos números p, q, pero para ello invoca 8 variables libres desconocidas. El libro de texto no les dice a los estudiantes cómo derivar estas variables. Supongamos que tomamos algunas de las industrias en la Clasificación Industrial Estándar.
Y nos preguntamos cómo derivar las funciones S y D para estas industrias, no hay respuesta en los libros de texto. ¿Por qué?
Porque la teoría ha sido definida de tal manera que es sistemáticamente imposible parametrizar empíricamente. En un período de tiempo determinado, solo puede observar dos números para cada industria: toneladas de productos de molino de granos vendidos y el precio total por el que se vendieron. No hay forma de volver a las variables libres ya que, y esta es la clave gotcha, cualquier cambio en el precio o la cantidad es explicado por Samuelson como el resultado de S, D o ambos han cambiado. Por lo tanto, en principio es imposible utilizar las observaciones para fijar las variables libres, porque cualquier cambio en el precio o la cantidad se atribuye a las funciones de oferta y demanda que se han alterado. Nos quedamos con una teoría que es incluso en principio incomprobable.
En contraste con esto, la teoría del valor del trabajo especifica las relaciones entre los observables empíricos:
λ_i el número de años-persona de esfuerzo empleados – directa e indirectamente para producir la producción de la primera industria en la clasificación industrial
V_i el valor monetario de la producción de la primera industria en la clasificación industrial
La teoría afirma que estos están linealmente relacionados de modo que V_i=[(Mλ)]_i Donde sólo hay una variable libre M que los economistas marxistas denominan el Equivalente Monetario del Tiempo de Trabajo.
Este parámetro se puede fijar observando el valor monetario total de la producción en una economía frente a la mano de obra total utilizada.
Cada parámetro está ligado a los observables como debería ser el caso en una teoría científica. Debido a esto, es empíricamente verificable, y de hecho ha sido verificado empíricamente. Hay múltiples estudios de economistas marxistas que lo verifican. Para tomar solo un artículo, Cottrell y Cockshott encontraron que para 49 industrias estadounidenses en la Clasificación Industrial Estándar, la correlación entre λ y V fue del 98.3%. Esa es una correlación muy fuerte. Implica que el contenido laboral de la producción industrial explica más del 98% de la variación en los valores monetarios de esas industrias.
La ciencia requiere resultados replicables. La LTV los produce. Se han obtenido correlaciones muy similares para Alemania para Suecia y para otras 12 economías capitalistas.
El trabajo de Jevons, Marshall, Samuelson, etc. sobre la teoría del valor no resiste ni siquiera el escrutinio científico más elemental. Según los estándares de rigor enseñados en las ciencias duras, sus matemáticas y curvas serían una broma, cayendo en algún lugar por debajo del estándar de la astrología. Pero dado que esta tontería se enseña con toda seriedad a los jóvenes estudiantes en las universidades de los Estados Unidos, tiene un efecto duradero incluso en aquellos entre ellos que desean rebelarse contra el orden existente. Que un socialista como Burgis todavía se lo tome en serio, es testimonio de lo brillantes exponentes del arte de los conjuradores que fueron Jevons y sus seguidores.
Paul Cockshott es economista e informático. Sus libros más conocidos sobre economía son Hacia un nuevo socialismo y Cómo funciona el mundo. En informática ha trabajado en máquinas de autómatas celulares, máquinas de bases de datos, codificación de vídeo y TV 3D. En economía trabaja en la teoría marxista del valor y la teoría de la economía socialista.

Notas:

↩ Vale la pena leer Mirowski, Más calor que luz, para una historia de la envidia física de los economistas marginalistas.
↩ Es presumiblemente esta formulación de libro de texto a la que Burgis se refiere en su artículo cuando dice: "Como señala el economista y editor colaborador jacobino Mike Beggs, los economistas de hoy piensan en términos de horarios de oferta y demanda en lugar de oferta y demanda como fuerzas que operan sobre las mercancías, lo que hace que el argumento de Marx de que algo debe tener en cuenta los precios cuando estas fuerzas están en equilibrio sea mucho menos convincente".
Monthly Review no necesariamente se adhiere a todas las opiniones transmitidas en los artículos republicados en MR Online. Nuestro objetivo es compartir una variedad de perspectivas de izquierda que creemos que nuestros lectores encontrarán interesantes o útiles. —Eds.
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