viernes, 10 de septiembre de 2021

¡¡ A 20 AÑOS +65 YEARS ( AGOSTO-SEPTIEMBRE ¡¡ ), DEL APOYO EN DIFERIDO/EXPLÍCITO ¡??¡¡; DE USA/EE.UU.N.,...ETC,... AL LEVANTAMIENTO MILITAR FINANCIERO-FASCISTA INTERNACIONAL CONTRA LA HUMANIDAD EN EL ESTADO HISPÁNIKUS,

¡¡ A 20 AÑOS + 65 YEARS DEL APOYO EN DIFERIDO/EXPLÍCITO ¡??¡¡; DE USA/EE.UU.N. AL LEVANTAMIENTO MILITAR FINANCIERO-FASCISTA INTERNACIONAL CONTRA LA HUMANIDAD EN EL ESTADO HISPÁNIKUS,... ¡¡. 

[[ -- Radio Futura Un vaso de Agua(Al enemigo) - YouTube -- ]].


¡¡ "",... POS, EN RESULTA DE QUE ENTRE 20+65 AÑOS,...DE QUE LOS USA/EE.UU.N. Y ALGUNAS POTENCIAS EUROPEAS, ENTRE ELLAS (GB/REINO UNIDO),...DECIDIERON DE NO APOYAR AL GOBIERNO LEGÍTIMO REPUBLICANO, Y A LA HUMANIDAD PROLETS/M-POPULAR UNIVERSAL, E INTERCUKTURAL,... Y EN REALIDAD APOYAR EL LEVANTAMIENTO FASCISTA CAPIT-FINANCIERO MUNDIAL, CONTRA LA HUMANIDAD, CONTRA SU FUTURO DE LIBERTAD Y MÁS ARMONÍA SOCIAL Y DE LA MEISMA CON LA NATURALEZA,...DESDE ESAS FECHAS, SE CONSOLIDA LA REACCIÓN SANGRIENTA Y GENOCIDA DEL CAPITALISMO FINANCIERO CLERIKAL EN MANCOMUNIDAD MUNDIAL,...CONTRA LA HUMANIDAD PROLETS/M-POPULAR,...POR MEDIO DE LAS ORGANIZACIÓN DE LAS NACIONES,...LAS POTENCIAS EUROPEAS, NO FASCISTAS, HACEN AMAGOS, PERO AL LORO, DE LXS PROLETARIXS REVOLUCIONADXS Y EN RESISTENCIA ANTIGOLPISTA,...E INCLUSO CONTRA EL PODER ESTABLECIDO,...HAY COMO UNA TRIALIDAD DE PODER, LA REPÚBLICA, LOS NACIONALES SUBLEVADOS Y LAS  FUERZAS POPULARES DIVERSAS ARMADAS CONTRA LOS SUBLEVADOS, E INCLUSO, AUTONOMAMENTE LIBRE DEL GOBIERNO DE LA REPÚBLIKA,... ¡¡ COMO SE OBSERVA, ESTO, ES A GROSSO MODO,...DEBIDO A CIERTAS PRISAS, ANTE LA PARAFERNALIA DEL 11 DE SEPTIEMBRE, DERRUMBE DE LAS TORRES GEMELAS,....MILES DE MUERTXS-ASESINADXS,...ETC,...LA POSTERIOR INVASIÓN DE LA [OTANONU+150 Estados Frkdos], por controlar el Estado y Nación de Afganistán,... y otros espacios ¡¡??¡¡,...¡¡¡. Aún hay munchas dudas sobre los actos y ejecutores de clase y de poderes que desarollaron esos actos militares,..."".¡¡¡. 

AYER, COMO ANTESDEAYER,...ETC,...LOS ESTADOS CONTRA LA HUMANA-HUMANIDAD,...¡¡¡. USTEDES SABRÁN,...LUKY HACEN U DEJAN DE HACER,...IS---SIS----IS LA VITAE PUTA MISERIA,...POLKA Y MISERABLE SOCIEDAD Y DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL,...¡¡¡. Y MI/NOS PÉSAME A LXS FAMILAS Y AL PUEBLO KURRANTE ESTADOUNIDENSE,...ETC,...Y DE TODOS MODOS Y EN DE VERDAD, DE LA BUENA,...¡¡, LOS QUE FUERON ASESINADXS Y POSTERIOREMENTE SIGUIERON MURIENDO MILES DE AFECTADXS,...ETC,...


20 ANS + 65 ANS DE SOUTIEN EN DIFFÉRÉ / EXPLICITE ?? ¡¡; DES USA / USA A LA MONTEE INTERNATIONALE MILITAIRE FINANCIERE-FASCISTE CONTRE L'HUMANITE DANS L'ETAT HISPÁNIKUS, ... ¡¡.


"", ... POS, A LA SUITE DE CELA ENTRE 20 + 65 ANS, ... QUE LES USA / USAN. ET CERTAINES PUISSANCES EUROPÉENNES, ENTRE ELLES (GB / ROYAUME-UNI), ... ONT DÉCIDÉ DE NE PAS SOUTENIR LE GOUVERNEMENT RÉPUBLIQUE LÉGITIME, ET LES PROLETS UNIVERSELS / L'HUMANITÉ M-POPULAIRE, ET INTERCUKTURAL, ... ET EN RÉALITÉ, LES NIVEAUX CAPITANTS -GLOBAUX FINANCIER, CONTRE L'HUMANITE, CONTRE SON AVENIR DE LIBERTE ET PLUS D'HARMONIE SOCIALE ET DE LA MEISMA AVEC LA NATURE, ... DEPUIS CES DATES, LA REACTION SANGLANTE ET GENOCIDE DU CAPITALISME FINANCIER CLERIKAL EN MANCOMUNITE SE CONSOLIDE ... CONTRE L'HUMANITE PROLETS / M -POPULAIRE, ... A TRAVERS L'ORGANISATION DES NATIONS, ... LES POUVOIRS EUROPEENS, NON FASCISTES, SE FONT DES AMIS, MAIS TOUJOURS, DES PROLETARIX REVOLUTIONNAIRES ET EN ANTI-COUPLE, ... ET MEME CONTRE LE POUVOIR ETABL, ... IL Y A COMME TRIALITÉ DU POUVOIR, LA RÉPUBLIQUE, LES RÉPUBLIQUES NATIONALES ET LES DIVERSES FORCES ARMÉES CONTRE LES RÉPUBLIQUES, ET MÊME, AUTONOME LIBRE DU GOUVERNEMENT DE LA RÉPUBLIQUE, ... COMME ON LE CONSTATE, C'EST UN GROSSO M ODO, ... EN RAISON DE CERTAINES PRISES, FACE A L'APPAREIL DU 11 SEPTEMBRE, LES TOURS JUMELLES, .... DES MILLIERS DE MORT-MEURTRES, ... ETC, ... L'INVASION ULTÉRIEURE DE [NATOONU + 150 États-Unis], pour contrôler l'État et la nation d'Afghanistan, ... et d'autres espaces ¡¡?? ¡¡, ... ¡¡¡. Il y a encore beaucoup de doutes sur les actes et les exécuteurs de classe et de pouvoirs qui ont développé ces actes militaires, ... "".


HIER, COMME AVANT HIER, ... ETC, ... LES ETATS CONTRE L'HUMAN-HUMANITE, ... ¡¡¡. VOUS SAVEZ, ... LUKY ARRÊTEZ-VOUS DE FAIRE, ... EST --- SIS ---- EST LA VITAE PUTA MISERIA, ... POLKA ET LA SOCIÉTÉ MISERABLE ET LA COMMUNAUTÉ INTERNATIONALE, ... ¡¡¡ . ET MON / NOUS FÉLICITONS LES FAMILLES ET LE PEUPLE KURRANTE AMÉRICAIN, ... ETC, ... ET DE TOUTE FAÇON ET BIEN, BIEN, ... D'AFECTADXS, ... ETC, ...


20 YEARS + 65 YEARS FROM SUPPORT IN DEFERRED / EXPLICIT ¡?? ¡¡; FROM USA / USA TO THE INTERNATIONAL MILITARY FINANCIAL-FASCIST RISE AGAINST HUMANITY IN THE HISPÁNIKUS STATE, ... ¡¡.


"", ... POS, AS A RESULT OF THAT BETWEEN 20 + 65 YEARS, ... THAT THE USA / USAN. AND SOME EUROPEAN POWERS, BETWEEN THEM (GB / UNITED KINGDOM), ... DECIDED NOT TO SUPPORT THE LEGITIMATE REPUBLICAN GOVERNMENT, AND THE UNIVERSAL PROLETS / M-POPULAR HUMANITY, AND INTERCUKTURAL, ... AND IN REALITY, CAPITANT LEVELS -GLOBAL FINANCIAL, AGAINST HUMANITY, AGAINST ITS FUTURE OF FREEDOM AND MORE SOCIAL HARMONY AND OF THE MEISMA WITH NATURE, ... SINCE THOSE DATES, THE BLOODY AND GENOCIDE REACTION OF THE CLERIKAL FINANCIAL CAPITALISM IN MANCOMUNITY IS CONSOLIDATED ... AGAINST HUMANITY PROLETS / M-POPULAR, ... THROUGH THE ORGANIZATION OF THE NATIONS, ... THE EUROPEAN POWERS, NOT FASCIST, MAKE FRIENDS, BUT ALWAYS, OF THE REVOLUTIONARY PROLETARIXS AND IN ANTI-COUPLE RESISTANCE, ... AND EVEN AGAINST THE ESTABLISHED POWER, ... THERE IS AS A TRIALITY OF POWER, THE REPUBLIC, THE NATIONAL REPUBLICS AND THE DIVERSE ARMED PEOPLE FORCES AGAINST THE REPUBLICS, AND EVEN, AUTONOMOUSLY FREE FROM THE GOVERNMENT OF THE REPUBLIC, ... AS IT IS OBSERVED, THIS IS A GROSSO M ODO, ... DUE TO CERTAIN PRISES, IN THE FACE OF THE SEPTEMBER 11 PARAPHERNALIA, THE TWIN TOWERS TOWERS, .... THOUSANDS OF DEATHS-MURDERERS, ... ETC, ... THE SUBSEQUENT INVASION OF [NATOONU + 150 United States], for controlling the State and Nation of Afghanistan, ... and other spaces ¡¡?? ¡¡, ... ¡¡¡. There are still many doubts about the acts and executors of class and powers that developed those military acts, ... "".


YESTERDAY, LIKE BEFORE YESTERDAY, ... ETC, ... THE STATES AGAINST HUMAN-HUMANITY, ... ¡¡¡. YOU WILL KNOW, ... LUKY DO U STOP DOING, ... IS --- SIS ---- IS THE VITAE PUTA MISERIA, ... POLKA AND MISERABLE SOCIETY AND THE INTERNATIONAL COMMUNITY, ... ¡¡¡ . AND MY / WE CONGRATULATE THE FAMILIES AND THE AMERICAN KURRANTE PEOPLE, ... ETC, ... AND ANYWAY AND IN TRULY, GOODLY, ... OF AFECTADXS, ... ETC, ...


Intervención extranjera en la guerra civil española

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Intervención extranjera en la guerra civil española
Parte de Guerra civil española
Infobox collage for Spanish Civil War.jpg
TipoIntervención extranjera
ÁmbitoGuerra civil española
UbicaciónEspañaNorte de África
PaísEspaña
Fecha1936 - 1939
Participantes

Bandera de España Bando republicano

 Bando sublevado

No intervención

ResultadoVictoria de los sublevados e implantación de la dictadura franquista.

La intervención extranjera en la guerra civil española es el relato del papel que desempeñaron en la guerra civil española los diversos países que intervinieron en favor de uno de los dos bandos enfrentados (la Alemania nazi, la Italia fascista y el Portugal corporativista en favor del bando sublevado; y la Unión Soviética y México en favor del bando republicano, y también el papel que desempeñó la política de «no intervención» seguida por Reino UnidoFrancia y Estados Unidos-12​).

Como ha destacado Enrique Moradiellos, «tanto los testigos y protagonistas de la época (fueran franquistasrepublicanos o más o menos neutrales) como los historiadores y analistas posteriores (fueran más proclives a los primeros, a los segundos o a los terceros) han coincidido mayormente (casi diríamos: unánimemente) en este punto clave: esa intervención exterior, bajo la forma de envíos de armas, municiones y combatientes o mediante apoyo financiero, diplomático o logístico, fue un aspecto relevante del conflicto civil español y representó un factor de importancia tanto en su desarrollo efectivo como en su desenlace final».3

«Hay una prueba positiva de [la] crucial importancia [de la intervención extranjera en la guerra civil española]: cuando el golpe militar parcialmente fracasado del 17 de julio de 1936 deviene en una verdadera guerra civil (tres días más tarde), ambos bandos contendientes optan por recurrir a la demanda de ayuda extranjera porque, simplemente, carecían de los elementos y pertrechos bélicos necesarios para librar un combate prolongado y de envergadura…Por eso tuvo una importancia crucial y vital la decisión germano-italiana de intervenir en apoyo de las tropas de Franco, salvando una situación gravísima y permitiendo a éste retomar la iniciativa estratégica y emprender la ofensiva militar con una seguridad, vigor y contundencia que ya nunca abandonaría. Del mismo modo y con igual carácter crucial y vital, en el crítico mes de octubre de 1936, la decisión soviética de acudir en auxilio material de la República permitió la resistencia de Madrid frente al asedio franquista y sostuvo con posterioridad la estrategia defensiva del bando gubernamental hasta su postrero desplome más de dos años después».3

La dimensión internacional de la guerra civil española[editar]

La "guerra de España" (como la llamó la prensa internacional) tuvo una repercusión inmediata en las complicadas relaciones internacionales de la segunda mitad de la década de los años treinta.4​ En Europa existía una pugna política, diplomática, ideológica y estratégica a tres bandas entre las potencias democráticas, Gran Bretaña y Francia; las potencias fascistas, la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini; y comunistas, la Unión Soviética de Stalin; y el "asunto español" fue enfocado por cada Estado europeo desde sus intereses concretos. Francia y Gran Bretaña veían que la "guerra de España" podía complicar aún más el difícil juego estratégico que se desarrollaba a escala europea. "Por ello, la primera orientación de la diplomacia de esas potencias fue la de procurar el aislamiento del conflicto español. A esa táctica obedeció la primera de las grandes medidas internacionales: el acuerdo general sobre la No-Intervención".5

Pero los regímenes fascistas europeos (Alemania e Italia) y el Portugal salazarista apoyaron desde el principio a los militares sublevados, mientras que la República desde octubre de 1936 obtuvo el apoyo de la URSS y de las Brigadas Internacionales (también recibió el apoyo casi simbólico de México). Este "apoyo internacional a los dos bandos fue vital para combatir y continuar la guerra en los primeros meses. La ayuda italo-germana permitió a los militares sublevados trasladar el Ejército de África a la Península a finales de julio de 1936 y la ayuda soviética contribuyó de modo decisivo a la defensa republicana de Madrid en noviembre de 1936".6

La ayuda italiana y alemana que llegó al bando sublevado desde el inicio se incrementó notablemente a partir de octubre de 1936 cuando comenzaron a llegar al bando republicano la ayuda soviética y las primeras Brigadas Internacionales. A partir de ese momento, que coincide con el inicio de la batalla de Madrid, "la guerra ya no era un asunto interno español. Se internacionalizó y con ello ganó en brutalidad y destrucción. Porque el territorio español se convirtió en campo de pruebas del nuevo armamento que estaba desarrollándose en esos años de rearme, previos a una gran guerra que se anunciaba la Segunda Guerra Mundial".7

La Guerra civil española ha sido considerada en muchas ocasiones como el preámbulo de la Segunda Guerra Mundial o como un episodio de la "guerra civil europea" que comenzó en 1914, con la Primera Guerra Mundial y concluyó en 1945 con el final de la Segunda Guerra Mundial. "La guerra civil española fue en su origen un conflicto interno entre españoles... [pero] nunca pudo ser una lucha entre españoles o entre la revolución y la contrarrevolución. Para muchos ciudadanos europeos y norteamericanos, España se convirtió en el campo de batalla de un conflicto inevitable en el que al menos había tres contendientes: el fascismo, el comunismo (o la revolución socialistaanarquista o trotskista) y la democracia. (...) En la guerra civil española combatieron decenas de miles de extranjeros".8

Hay un aspecto humanitario de la dimensión internacional de la guerra civil que no hay que olvidar: que la mayoría de las embajadas y legaciones extranjeras de Madrid y algunos consulados de capitales de provincia dieron asilo político a miles de españoles de ambos bandos que se encontraban en peligro de muerte.9

Las ayudas internacionales inmediatas[editar]

Aviones italianos Savoia-Marchetti SM.79

Ante el fracaso del golpe de estado de julio de 1936 (en cuanto a la toma inmediata del poder), tanto los sublevados como el gobierno buscaron la ayuda internacional urgente. Los militares sublevados obtuvieron ayuda rápidamente de la Italia fascista y de la Alemania nazi. El mismo 20 de julio de 1936 el general Franco, que se encontraba bloqueado en África y pretendía cruzar el estrecho con las tropas coloniales, envió a Luis Bolín y al marqués de Luca de Tena a Roma para que se entrevistaran con Mussolini para que le proporcionara ayuda aérea (lo mismo hizo el general Mola, por su parte, que envió a Antonio GoicoecheaLuis Zunzunegui y Pedro Sáinz Rodríguez) y diez días después, el 30 de julio, aterrizaban en Nador, en el Protectorado español de Marruecos, nueve aviones Savoia Marchetti de los 12 concedidos a Franco (dos de ellos aterrizaron por error en Argelia, lo que aportó la prueba al gobierno francés de que las potencias fascistas estaban auxiliando a los militares sublevados).1011​ Mussolini tomó la decisión de responder afirmativamente a la petición de ayuda del general Franco «cuando se informó de que Hitler iba a apoyar a Franco y una vez comprobado que Francia y Gran Bretaña no iban a intervenir».12

A los 12 aviones iniciales de bombardeo Savoia-Marchetti (S81) que partieron de Cerdeña hacia el Marruecos español el 30 de julio de 1936 (de los cuales solo llegaron efectivamente 9), se añadieron el 7 de agosto 27 cazas (junto con 5 tanques, 40 ametralladoras y 12 cañones, además de municiones y gasolina). A este segundo contingente habría que añadir 3 hidroaviones y 6 cazas enviados directamente a Mallorca entre el 13 y el 19 de agosto. Así pues, «la cifra de aviones remitida por Mussolini a Franco antes de cumplirse el mes del inicio de la guerra civil ascendería a 48 aparatos».3

El 23 de julio llegaban a Berlín otros emisarios del general Franco (encabezados por Johannes Bernhardt, un comerciante residente en Tetuán y jefe del partido nazi entre la colonia alemana) que se entrevistaron con Adolf Hitler en Bayreuth, quien concedió inmediatamente la ayuda en aviones que se le pedía, iniciando la Unternehmen Feuerzauber (Operación Fuego Mágico)13​ aunque la operación se haría a través de la empresa HISMA, que serviría de tapadera.11​ El 26 de julio —el 29 de julio, según Enrique Moradiellos—3​ llegaron a Marruecos los primeros 20 aviones de transporte alemanes Junkers Ju 52, que se podían convertir fácilmente en bombarderos, acompañados por 6 cazas Heinkel He 51. El 14 de agosto se sumaron otros 6 cazas He51 y 2 Ju52 solicitados «en los primeros días de agosto» por Franco, y a finales de mes llegaron 7 aparatos más, con lo que la suma total ascendería a 41 aviones remitidos por Hitler, que se añadirían a los 48 enviados por Mussolini —en total 89 aparatos—.3​ Con estos aviones Franco pudo organizar un puente aéreo con la península para transportar a los legionarios y a los regulares, y además conseguir la superioridad aérea en el estrecho de Gibraltar.14​ Así, entre finales de julio y mediados de octubre de 1936 fueron llevados a la península más de 13.000 soldados del Ejército de África, además de 270 toneladas de material.12​ Por tanto la situación de bloqueo en que se encontraba el Ejército de África (la principal fuerza de combate con que contaban los sublevados para tomar Madrid, una vez detenidas las columnas del general Mola en la sierra de Guadarrama) se pudo superar gracias a la rápida ayuda que recibieron los sublevados de la Alemania nazi y de la Italia fascista.14

Por su parte el gobierno republicano de José Giral solicitó por telegrama en la madrugada del 20 de julio la ayuda de Francia de «armas y aviones» a lo que el presidente del gobierno del Frente Popular francés, el socialista Léon Blum, accedió en principio, pero la tormenta política que montó la derecha francesa cuando se filtró a la prensa la petición le hizo desistir el 25 de julio de hacer efectivo los envíos solicitados.15​ Sin embargo, el factor fundamental en el cambio de actitud del gobierno francés de León Blum fue la posición británica de «neutralidad» en el «asunto español» y de que no respaldaría a Francia si ésta se veía involucrada en una guerra con Alemania a causa de su intervención en la Guerra de España (y para Francia el apoyo británico en caso de guerra era vital). Así pues, «Francia, políticamente muy dividida, tenía que actuar de acuerdo con las posiciones de Gran Bretaña. El Comité de No-Intervención fue una propuesta concreta que hizo la propia Francia el 1 de agosto de 1936».5

Sin embargo, cuando el gobierno francés tuvo constancia de que Italia estaba enviando aviones de combate, y antes de que se reuniera el Comité de No Intervención, envió a partir del 7 y 8 de agosto, 13 aviones de caza Dewoitine D.372 (un decimocuarto avión se había estrellado en Francia y fue entregado en noviembre) y 6 bombarderos Potez 540. «Con una particularidad notable que contrastaba con las remesas italo-germanas al enemigo: los aviones tuvieron que ser pagados en efectivo y a precios muy elevados (esto es: no a crédito, como era el caso italo-germano) y fueron entregados desarmados, sin acompañamiento de pilotos y técnicos de mantenimiento y sin mínimo equipamiento para armas (miras, dispositivos de disparo, portabombas)».3

Para camuflar la operación, la venta se hizo por mediación de una agencia comercial al periodista español Corpus Barga y se pagó con el dinero obtenido de la reserva de oro española que había sido enviada por avión a París y vendida al Banque de France —el precio fue un 75% superior al que pagaba el ejército francés por esos aviones, a pesar de que estaban desarmados—. El 26 de agosto otros dos bombarderos desarmados aterrizaron también en Barcelona, un Potez 544 y un Bloch MB.210 camuflados como aviones de transporte pertenecientes a Air France. Poco después, entre el 5 y el 7 de septiembre, se enviaron 5 cazas Loire 46, asimismo desprovistos de armamento. «'Desarmados' no quería decir, como pensaban los españoles, que los aviones llegaran con las armas desmontadas y guardadas en el fuselaje, o que las armas fueran enviadas por separado por carretera o por tren, sino que los cazas venían desprovistos de ametralladoras, soportes para las mismas, cajas y tolvas de municiones, mecanismos de tiro y mecanismos de sincronización (para permitir que las ametralladoras montadas sobre el fuselaje pudieran disparar entre las hélices en movimiento) y de visores de artillería, y que los bombarderos venían a su vez sin soportes para bombas, miras y armas defensivas. No se envió ninguno de estos materiales esenciales y todas las peticiones del gobierno español exigiendo su entrega fueron rechazadas». Por eso hasta el 31 de agosto no hubo ningún avión francés operativo. En esa fecha entraron en acción «los primeros dos Dewoitine, pertrechados con dos viejas ametralladoras Vickers inadecuadas para su colocación sobre las alas del Dewoitine».16

En conclusión, en contra de lo afirmado por la historiografía franquista y revisionista, «la intervención francesa no precedió a la italo-germana y tampoco tuvo su misma entidad en volumen y calidad durante esos primeros meses cruciales del conflicto [89 aviones frente a 21, desde el inicio de la sublevación hasta finales de agosto de 1936]. Todo lo contrario, cabe afirmar sin temor a duda historiográfica. De hecho, hasta el comienzo de la vital ayuda militar soviética (a principios de octubre de 1936), la ayuda recibida por Franco de Italia y Alemania superó mucho a la recibida por la República de otras procedencias».3

Esta conclusión de Enrique Moradiellos se basa en gran medida en las investigaciones de Gerald Howson quien afirma que «durante el período del 8 de agosto al 30 de septiembre, durante el cual los republicanos consiguieron 26 aviones entregados de este modo [desarmados, sin medios para instalar las armas y sin piezas de recambio, pilotos entrenados ni artilleros], los nacionales recibieron de Alemania e Italia 141 aviones militares, completados con sus armas, municiones, recambios, tripulaciones entrenadas y una estructura de mando. De éstos, unos 120 estuvieron listos para cubrir al Ejército de Franco durante la marcha sobre Madrid. Este hecho, en lugar de la supuesta "mala calidad" de los aviones franceses (que en cierto sentido eran superiores a sus equivalentes alemanes e italianos), explica por qué la fuerza aérea republicana activa en la zona central había sido destruida casi por completo cuando los rusos entraron en escena a finales de octubre».17

El "Comité de No Intervención"[editar]

Leon Blum en 1946

Francia y Gran Bretaña veían que la "guerra de España" podía complicar aún más la situación entre los países europeos y terminar en una gran guerra mundial. "Por ello, la primera orientación de la diplomacia de esas potencias fue la de procurar el aislamiento del conflicto español. A esa táctica obedeció la primera de las grandes medidas internacionales: el acuerdo general sobre la No-Intervención al que se sumaron 27 países de Europa, que nunca se plasmó en un documento escrito, y el establecimiento como consecuencia de ello de un Comité de No Intervención con sede en Londres".18

La "no intervención" estuvo determinada por la política británica de "apaciguamiento" (appeasement policy) de la Alemania nazi, a la que se vio arrastrada el gobierno del "Frente Popular" de Francia, que sólo contaba con los británicos ante una posible agresión alemana. Además en Gran Bretaña las simpatías del gobierno conservador se fueron decantando hacia el bando sublevado, ante en el temor de que España cayera "en el caos de alguna forma de bolchevismo" (en palabras del cónsul británico en Barcelona), especialmente a partir de febrero de 1938 cuando Anthony Eden fue sustituido al frente del Foreign Office por Lord Halifax. Lo contrario sucedía con los laboristas y los sindicatos, además de muchos intelectuales, cuyas simpatías estaban con el bando republicano.519​ Francia, por su parte, que al principio intentó tímidamente ayudar a la República, a la que cobró unos 150 millones de dólares en ayuda militar (aviones, pilotos, etc.), tuvo que someterse a las directrices del Reino Unido y suspender la ayuda (además Francia y Gran Bretaña intentaron desalentar la participación de sus ciudadanos en apoyo de la causa republicana aunque muchos franceses e ingleses fueron a España como voluntarios, entre los que destacaron André Malraux y George Orwell, integrados o no en las Brigadas Internacionales).

La idea de que los principales países europeos firmaran un "Acuerdo de No Intervención en España" partió del gobierno francés de León Blum, dos días después de descubrir el 30 de julio que los fascistas italianos estaban ayudando a los sublevados cuando dos de los aviones enviados por Mussolini al general Franco aterrizaron por error en la colonia francesa de Argelia. La idea del gobierno francés era que ya que no podían ayudar a la República (porque ello supondría abrir un gran conflicto interno en la sociedad francesa y además enturbiaría las relaciones con su aliado "vital", Gran Bretaña), al menos podrían impedir la ayuda a los sublevados (como primera prueba de su determinación en la defensa de la "no-intervención" el gobierno francés cerró la frontera con España el 13 de agosto). El gobierno británico se sumó enseguida al proyecto, aunque el mismo "ponía en el mismo plano a un Gobierno legal y a un grupo de militares rebeldes".19

Mapa que muestra las zonas de control de los cuatro países del Comité de No Intervención (rojo: Gran Bretaña; azul: Francia; verde: Italia; gris: Alemania).

A finales de agosto de 1936 los 27 estados europeos (todos menos Suiza) que suscribieron el "Acuerdo de No Intervención en España" decidieron "abstenerse rigurosamente de toda injerencia, directa o indirecta, en los asuntos internos de ese país" y prohibían "la exportación... reexportación y el tránsito a España, posesiones españolas o zona española de Marruecos, de toda clase de armas, municiones y material de guerra". Para el cumplimiento del acuerdo se creó en Londres el 9 de septiembre un Comité de No Intervención bajo la presidencia del conservador Lord Plymouth, en el que estaban representados todos las principales potencias europeas, incluidas Alemania, Italia y la Unión Soviética.20En el caso de Estados Unidos, la influencia del cardenal Mundelain —arzobispo de Chicago preocupado por el avance del nazismo— hizo que la Administración Roosevelt contemplase la posibilidad de levantar el embargo a la República española; al final, la férrea oposición mostrada a ambos lados del Atlántico por la jerarquía eclesiástica católica, deseosa de una victoria franquista, frustró por completo esa iniciativa.21

Pero en la práctica la política de "no intervención" se convirtió en una "farsa", como la calificaron algunos contemporáneos, porque Alemania, Italia y Portugal no suspendieron en absoluto sus envíos de armas y municiones a los sublevados. El 28 de agosto, casi el mismo día en que se alcanzaba el acuerdo de "no intervención", se reunían en Roma los jefes de los servicios secretos militares de Alemania, el almirante Wilhelm Canaris, y de Italia, el general Mario Roatta para "proseguir (a pesar del embargo de armas) los suministros de material bélico y las entregas de municiones, según las peticiones del general Franco".22

La República comenzó a recibir material de guerra a partir de octubre de 1936 de la Unión Soviética y denunció ante la Sociedad de Naciones la intervención de las potencias fascistas en favor de los sublevados, aunque éstas nunca fueron amonestadas. La única victoria republicana en este campo fue el acuerdo de Nyon (Suiza) del 14 de septiembre de 1937 por el que se dispusieron patrullas navales para localizar a unos submarinos desconocidos (en realidad eran italianos) que venían hostigando a los barcos que abastecían a la República (algunos de ellos de bandera británica). Inmediatamente los ataques de estos submarinos "fantasmas" cesaron.5

La Armada británica y la "no intervención"[editar]

El bloqueo "nacional" del Cantábrico

Durante los dos primeros meses de la guerra la Armada del bando sublevado dominó el Mar Cantábrico y bloqueó el tráfico marítimo que se dirigía a los puertos republicanos, aunque como en esa área la mayoría de los barcos eran de bandera británica, que contaban con la protección de la Royal Navy y además los sublevados temían las serias consecuencias diplomáticas que podía tener el abordarlos, el bloqueo no fue muy efectivo pues se limitó a los buques de otras nacionalidades. Sólo en una ocasión, entre el 16 y el 17 de septiembre de 1936, un bou sublevado intentó detener un mercante británico pero este fue escoltado por un destructor inglés hasta el límite de la aguas jurisdicciones españolas y de allí a Santander por un submarino republicano.23

El acorazado británico Royal Oak visto por proa.

El bloqueo impuesto durante la Campaña del Norte (marzo-octubre de 1937) por la Armada del bando sublevado se vio dificultado por la Royal Navy, que tenía en el Mar Cantábrico al crucero de batalla HMS Hood (que "con sus 42.000 toneladas, sus ocho cañones de 381 mm y sus 31 nudos de velocidad, era el buque más poderoso del mundo"),24​ que sería relevado por los acorazados HMS Royal Oak y HMS Resolution, el crucero Shropshire y varios destructores (BlancheBrazenBeagleBrilliant y Firedrake) que protegían a los mercantes británicos hasta aguas territoriales españolas, con lo que llegaban con facilidad víveres (sólo quedaban tres millas) a los puertos republicanos (una ley aprobada por el parlamento británico, de mayoría conservadora, el 4 de diciembre de 1936 llamada Merchant Shipping (Carriage of Arms to Spain) Act prohibía que barcos británicos transportaran material de guerra a España). Desde el punto de vista del derecho internacional al no estar reconocido a ninguno de los dos bandos de la guerra civil española el derecho de beligerancia (lo que les hubiera permitido detener y registrar barcos sospechosos de llevar armas al enemigo fuera de las aguas territoriales) el bloqueo "nacional" del Cantábrico era ilegal y el gobierno británico actuó en consecuencia para proteger sus barcos ya que el tráfico entre el País Vasco e Inglaterra era muy intenso desde finales del siglo XIX (el hierro de Vizcaya era llevado a las islas y de retorno los barcos traían carbón galés). Además entre la opinión pública británica había una corriente de simpatía hacia los vascos que se vio acrecentada por la actuación del gobierno vasco en los primeros meses de la guerra impidiendo la persecución religiosa y la violencia que se desató en el resto de la zona republicana y por los terribles bombardeos de Durango y de Guernica que conmocionaron a la sociedad británica, incluidos los sectores más profranquistas. El ministro de asuntos exteriores Anthony Eden dijo en la Cámara de los Comunes el 20 de abril de 1937: "Si tuviera que elegir en España, creo que el Gobierno vasco correspondería más a nuestro sistema que los de Franco o la República". La decisión británica de no reconocer el bloqueo "nacional" se vio reforzada cuando el 2 de abril de 1937 el gobierno francés hizo una declaración en el mismo sentido.25

Crucero "nacional" Almirante Cervera

La crisis se produjo el 6 de abril cuando el crucero Almirante Cervera intentó impedir el paso al puerto de Bilbao del mercante británico Thorpehall lo que provocó la rápida intervención del destructor británico Brazen, al que pronto se sumaron los destructores Brilliant y Blanche. Entonces se vivieron momentos de gran tensión entre el Almirante Cervera y los tres destructores, pero finalmente los buques "nacionales" se retiraron dejando el paso libre al Thorpehall. El gobierno británico reunido al día siguiente reafirmó su política de no reconocimiento del bloqueo "nacional", aunque realizó una concesión al advertir a los armadores británicos de los peligros que podían correr sus barcos en la costa vasca. A cinco mercantes se les recomendó que fondeasen en San Juan de Luz, en la costa francesa, y no siguiesen hasta Bilbao.26

El 13 de abril el presidente del gobierno vasco Aguirre comunicó a Londres que los cinco mercantes no correrían ningún peligro si se adentraban en aguas jurisdiccionales españolas porque serían protegidos por los bous vascos y por las baterías costeras, y además el puerto de Bilbao había sido limpiado de minas. El 19 de abril por la noche uno de los cinco mercantes, el Seven Seas Spray, con una carga de 3.600 toneladas de alimentos, creyó en estas garantías y zarpó de San Juan de Luz. Entró a la mañana siguiente en el puerto de Bibao, siendo aclamado por la multitud y su capitán agasajado por el gobierno vasco. Entonces el 22 de abril tres mercantes británicos más se hicieron a la mar (MacgregorHamsterley y Stanbrook) pero fueron detenidos por el crucero Almirante Cervera lo que motivó la intervención del Hood y de un destructor que le comunicaron que no tenían derecho "a parar barcos británicos fuera de las aguas territoriales". Entonces se vivieron momentos de gran tensión con intercambios de mensajes cada vez más agresivos. Finalmente el Almirante Cervera se retiró y los tres mercantes ingleses, cargados con 8.000 toneladas de alimentos, entraron en la ría de Bilbao escoltados por dos bous vascos y de nuevo aclamados por la multitud. A partir de entonces los mercantes británicos entraron con regularidad en Bilbao, y también en Santander, y las pocas veces que intentaron ser detenidos por la marina "nacional" intervinieron buques británicos y llegaron a puerto.27n. 1

Los buques de la Royal Navy no sólo contribuyeron a aliviar el bloqueo naval que padecía Vizcaya sino que también protegieron a los barcos que evacuaron a miles de refugiados cuando era inminente la caída de Bilbao. La decisión del gobierno británico fue anunciada el 30 de mayo, aunque ya a finales de abril, tras el bombardeo de Guernica del 26 de abril que horrorizó a la opinión pública británica, se había protegido un barco que transportaba a cuatro mil niños vascos que fueron acogidos en Inglaterra y el 5 de mayo a otros dos barcos que también transportaban niños que iban a ser acogidos en Francia por militantes de la CGT. En este último caso el Royal Oak y el destructor Faulknor se enfrentaron al Almirante Cervera que pretendía conducirlos a un "puerto nacional" y que tuvo que desistir de su intento.28

El incidente del destructor Hunter

El 20 de abril de 1937, en plena ofensiva de Vizcaya, se puso en marcha la patrulla de control naval del Comité de No Intervención por parte de buques de guerra británicos, franceses, alemanes e italianos que se desplegaron alrededor de las costas españolas, lo que aumentó el riesgo de que fueran atacados por la aviación o la marina de guerra de los dos bandos contendientes al ser confundidos con unidades navales del enemigo. Ese fue el caso del destructor británico Hunter, aunque las consecuencias del incidente fueron mucho menos graves que los del mercante armado italiano Barletta o el del crucero alemán Deutschland.29

En el caso del destructor Hunter no era la primera vez que era atacado un buque de la marina de guerra británica. El acorazado Royal Oak fue bombardeado por la aviación republicana a la altura de Punta de Europa el 3 de febrero de 1937 al ser confundido con el crucero "nacional" Canarias y el 13 de febrero los destructores Havock y Gipsy fueron bombardeados a la altura del cabo Tenez por un Ju-52 de la aviación alemana al servicio del bando sublevado a pesar de que llevaban claramente pintados los colores de la bandera británica, aunque probablemente fueron confundidos con destructores republicanos que eran del mismo modelo. Mucho más grave fue el incidente del Hunter pues el 13 de mayo de 1937 a unas cuantas millas al sur de Almería chocó con una mina fondeada por los "nacionales" y ocho miembros de la dotación murieron y nueve resultaron heridos, siendo socorridos por el acorazado republicano Jaime I y luego trasladados a Gibraltar por barcos británicos (junto con el barco que fue remolcado). El Almirantazgo británico presentó una enérgica protesta ante el general Franco y pidió una indemnización, pero los "nacionales" negaron su responsabilidad y dijeron que la mina era republicana. Sin embargo, abandonaron inmediatamente la campaña de minado, por lo que el Hunter fue el único buque de guerra averiado por una mina fuera del límite de las tres millas.30

Los hundimientos de los mercantes Endymion y Alcira

En el último día de enero y los primeros días de febrero de 1938 fueron hundidos dos mercantes británicos lo que desencadenó una grave crisis entre el gobierno británico y el gobierno "nacional" de Burgos. El 31 de enero fue torpedeado y hundido el mercante Endymion por el submarino Sanjurjo cuando transportaba carbón de Gibraltar a Cartagena, llevando a bordo a un observador del Comité de No Intervención. Murieron 12 miembros de la tripulación. Era el primer ataque que se producía desde la firma de los acuerdos de la conferencia de Nyon de septiembre del año anterior. La protesta británica provocó que los "nacionales" relevaran al comandante del Sanjurjo, el capitán de corbeta Pedro Suances, y que de acuerdo con Italia retiraran a los cuatro submarinos "legionarios" que venían colaborando con el bloqueo "nacional" del tráfico mercante. Pero la crisis se agravó sólo cuatro días después cuando un hidroavión alemán Heinkel He 59 hundió el mercante Alcira, que también transportaba carbón y que asimismo llevaba a bordo un observador del Comité de No Intervención, a veinte millas de Barcelona, aunque el mando "nacional" alegó que se encontraba en aguas jurisdiccionales. El piloto alemán dijo que lo había confundido con un mercante republicano aunque el Alcira llevaba muy visible la bandera británica. El gobierno británico protestó de nuevo y se reprodujo en la Cámara de los Comunes el intenso debate que ya había tenido lugar pocos días antes con motivo del hundimiento del Endymion. Para evitar mayores problemas con los británicos se ordenó a la aviación alemana e italiana con base en Mallorca que sus bombardeos se dirigieran contra barcos que estuvieran dentro de las aguas jurisdiccionales y, sobre todo, contra los puertos.31

Como los buques británicos constituían la inmensa mayoría de los mercantes que comerciaban con la España republicana estos continuaron siendo bombardeados casi a diario en los mismos puertos o cuando estaban cerca de ellos. Y de nuevo se produjo un intenso debate en el parlamento británico en el que la oposición laborista y liberal atacó al gobierno conservador por no actuar pero este respondió que si lo hacía se arriesgaba a desencadenar una guerra generalizada en Europa. El primer ministro Neville Chamberlain escribió: "He examinado cada forma posible de represalia, y tengo claro que ninguna servirá a menos que estemos dispuestos a hacer la guerra contra Franco, lo cual muy probablemente llevaría a la guerra con Italia y Alemania, y en todo caso negaría mi política de apaciguamiento". Finalmente el 26 de julio de 1938 Chamberlain anunció a la Cámara de los Comunes que el general Franco le había asegurado que no se atacaría a mercantes británicos en el mar y que se les evitaría en los puertos en la medida de lo posible, designándose algunos específicos en los que no hubiese instalaciones militares en los que pudiesen atracar.32

La rendición de Menorca

La única intervención británica en la guerra civil española se produjo con motivo de la rendición de Menorca a los "nacionales" para impedir que esta isla estratégica pudiera caer bajo dominio italiano o alemán (Menorca durante toda la guerra había permanecido bajo soberanía republicana). Esta amenaza es lo que motivó que el gobierno británico aceptara la propuesta del jefe franquista de la Región Aérea de las Baleares, el capitán de fragata Fernando Sartorius y Díaz de MendozaConde de San Luis, que previamente había recibido la aprobación del general Franco, para que un barco de la Royal Navy lo trasladara a Mahón y negociar allí la rendición de la isla a cambio de que las autoridades civiles y militares republicanas pudieran abandonarla bajo protección británica. El gobierno británico puso en marcha la operación sin informar al embajador republicano en Londres Pablo de Azcárate (que cuando más tarde se enteró presentó una protesta formal por haber prestado un buque británico a un "emisario de las autoridades rebeldes españolas"). Así en la mañana del 7 de febrero arribaba al puerto de Mahón el crucero Devonshire con el conde de San Luis a bordo, donde se entrevistó con el gobernador republicano el capitán de corbeta Luis González de Ubieta, que acaba de ser nombrado tras ser sustituido como jefe de la flota republicana por el también capitán de corbeta Miguel Buiza. El conde de San Luis amenazó con bombardear la isla si no se rendía y Ubieta le contestó que defendería la isla hasta que no recibiera órdenes contrarias de sus superiores. Ubieta no consiguió contactar el gobierno Negrín, por lo que tras consultar con el jefe de la flota Miguel Buiza que le dijo que él sabría resolver el problema "con su probada hombría y lealtad", tomó la única decisión posible, dado el aislamiento de la isla tras la caída de Cataluña: rendirse (en la decisión también influiría la sublevación de la guarnición de Ciudadela, al otro lado de la isla, durante la noche del 7 al 8 de febrero). Así a las 5 de la madrugada del 9 de febrero el Devonshire partía de Mahón rumbo a Marsella con 452 refugiados a bordo (otras 70 personas fueron evacuadas en una embarcación menor). Previamente había habido un bombardeo italiano en la tarde del 8 que provocó la protesta inmediata del conde San Luis a la base de Palma, que no recibió respuesta. Tras la marcha del Devonshire Menorca fue ocupada por los "nacionales" sin que participara ningún contingente ni italiano ni alemán. La intervención británica dio lugar a un acalorado debate en la Cámara de los Comunes el 13 de febrero durante el cual la oposición laborista acusó al gobierno conservador de Neville Chamberlain de haber comprometido al Reino Unido en favor de Franco, aunque la noticia de que se habían evacuado a tantas personas, incluidos los mandos republicanos, calmó los ánimos. Al día siguiente el representante oficioso del general Franco en Londres, el Duque de Alba, hizo llegar al secretario del Foreign Office Lord Halifax "la gratitud del Generalísmo y del gobierno nacional" por colaborar en "reconquistar Menorca".3334

La salida de España del coronel Casado

Una segunda y última intervención de la marina británica se produjo durante la ofensiva final de la guerra civil cuando el destructor Galatea recogió el 30 de marzo de 1939 en el puerto de Gandía al coronel Casado que había dirigido el golpe de estado contra el gobierno de Juan Negrín a principios de marzo sustituyéndolo por un Consejo Nacional de Defensa presidido por el general Miaja pero donde él era el hombre fuerte. Casado había contactado con el cónsul inglés en Valencia la posibilidad de que el gobierno británico le facilitara la salida de España a él y a las personas comprometidas en el Consejo Nacional de Defensa una vez que las "negociaciones" con los representantes del general Franco para obtener una "paz honrosa" habían fracasado estrepitosamente porque el "Generalísmo", como había sostenido siempre, sólo aceptaba la rendición incondicional del Ejército de la República. El cónsul contactó con su gobierno pero este en principio se mostró reticente aunque cuando Casado y sus acompañantes (164 hombres, 20 mujeres y 4 niños) se presentaron el 29 de marzo en Gandía, un puerto frecuentado por los buques británicos porque estaba regentado por una empresa de esa nacionalidad, aceptó que subieran a bordo del destructor Galatea, mientras una compañía de infantes de marina desembarcados del crucero Sussex garantizaba la seguridad del embarque. En la mañana del día 30 de marzo zarpaba de Gandía el Galatea que trasladó a sus huéspedes al buque hospital Maine que les llevó a Marsella, adonde llegaron el 3 de abril a las 6.30 horas, dos días después de que se hiciera público el último parte de la guerra civil española firmado por el general Franco que ponía fin a la guerra civil.35

La intervención extranjera en favor de los sublevados[editar]

Cartel de propaganda republicano denunciando la intervención italiana.

Las ayudas en hombres al bando sublevado se materializaron en la Legión Cóndor alemana (unos 6.000 hombres) y el Corpo di Truppe Volontarie italiano (un máximo de 40.000), más un contingente de combatientes portugueses denominados Viriatos.36​ Para que no hubiera duda de su compromiso con la causa del bando sublevado, el 18 de noviembre de 1936 (en plena batalla de Madrid), Italia y Alemania reconocieron oficialmente al general Franco y a su Junta Técnica del Estado como el gobierno legítimo de España, y nombraron embajadores a Roberto Cantalupo y a Wilhelm von Faupel, respectivamente, que presentaron sus cartas credenciales al "Caudillo" en Burgos.37

Los combatientes alemanes, italianos y portugueses eran en realidad soldados regulares a los que se les proporcionaba una paga en su país de origen, aunque la propaganda de los sublevados siempre los presentó como "voluntarios". Los voluntarios genuinos que combatieron del lado del bando sublevado fueron unos mil o mil quinientos hombres, entre los que destacaron la Brigada Irlandesa del general Eoin O'Duffy, integrada por unos 700 efectivos que habían venido a combatir a España para "librar la batalla de la cristiandad contra el comunismo" (aunque sólo participaron en la batalla del Jarama y unos meses después volvieron a Irlanda), y entre 300 y 500 franceses de la ultraderechista Croix de Feu que constituyeron el batallón Jeanne d'Arc.38

También hay que contar entre los extranjeros que participaron en el bando sublevado a los miles de marroquíes del Protectorado de Marruecos que fueron enrolados de forma intensiva en las tropas de Regulares del Ejército de África a cambio de una paga.37

En cuanto a armamento, según Julio Aróstegui, los sublevados recibieron de Italia y de Alemania 1359 aviones, 260 carros de combate, 1730 cañones, fusiles, y municiones para todo ello.36​ Por otro lado, la compañía Texaco vendió gasolina de forma barata y constante a Franco,39​ de igual manera que Ford suministró a lo largo de la guerra entre 12.000 y 15.000 camiones a los sublevados (muchos más que los vendidos por Italia o Alemania, que apenas llegaban en conjunto a los 5.000).

Los motivos que indujeron a Hitler y a Mussolini a ayudar al bando sublevado, aunque disfrazados de anticomunismo, fueron de orden político-estratégico. «A su fundado y ampliamente documentado juicio, ambos estimaron que el rápido envío a Marruecos de una ayuda aérea militar limitada y encubierta (en principio) podría dar la victoria a Franco y alterar a bajo coste y riesgo el equilibrio estratégico europeo-occidental, en la medida en que un régimen democrático y pro-francés (como era la República, y todavía más si se convertía en satélite revolucionario y pro-soviético) sería sustituido por otro afín al Tercer Reich y a la Italia fascista o, como mínimo, por otro régimen estrictamente neutral, favoreciendo así la viabilidad de los respectivos planes expansionistas en Europa central y en el Mediterráneo».3

La Alemania nazi[editar]

La razón principal de la ayuda de la Alemania nazi a Franco, como ya lo demostraron hace tiempo las investigaciones del historiador español Ángel Viñas, fue que Hitler consideró que la victoria de los sublevados favorecería a los intereses de la política exterior de Alemania. En la inevitable, según Hitler, guerra europea que iba a estallar en los próximos años, en la que Francia sería uno de los enemigos a batir por Alemania, sería mejor contar en España con un gobierno favorable encabezado por militares anticomunistas que por uno republicano que reforzaría sus vínculos con Francia (y con su aliada Gran Bretaña) y con la Unión Soviética (el enemigo estratégico e ideológico de la Alemania nazi para realizar su proyecto expansionista en el este de Europa).40​ Hitler le dijo al primer encargado de negocios del Reich ante Franco, Wilhelm von Faupel, en noviembre de 1936:123

Su misión consiste única y exclusivamente en evitar que, una vez concluida la guerra, la política exterior resulte influida por París, Londres o Moscú, de modo que, en el enfrentamiento definitivo para una nueva estructuración de Europa –que ha de llegar, no cabe duda–, España no se encuentre del lado de los enemigos de Alemania, sino, a ser posible, de sus aliados.

En la decisión de Hitler también contaron otros dos factores, uno ideológico y otro militar. Hermann Goering, el número dos del Tercer Reich y jefe de Luftwaffe, declaró ante el Tribunal de Núremberg en 1945 que él había apoyado la intervención en España a favor de Franco:

primero para contrarrestar en este lugar la expansión del comunismo y, en segundo lugar, para someter a prueba mi joven aviación... cazas, bombarderos y cañones antiaéreos, y así tuve la posibilidad de comprobar si el material había sido desarrollado de acuerdo con sus fines
Oficial alemán de la Legión Cóndor pasando revista a los cadetes de la academia de infantería del bando sublevado en Ávila.

En cuanto al primer motivo alegado por Goering, los nazis desde el primer momento lanzaron la campaña propagandística, controlada por Joseph Goebbels, de que la guerra de España era una confrontación entre «fascistas» y «marxistas», responsabilizando a la Unión Soviética y al «comunismo internacional» de haber causado la guerra.41​ En cuanto al segundo motivo, los nazis desplegaron en la zona sublevada la "Legión Cóndor", cuyos integrantes fueron muy bien pagados.41

La Legión Cóndor[editar]

En noviembre de 1936 Hitler, al mismo tiempo que se reconocía oficialmente al general Franco, ordenó el envío de una unidad aérea completa que constituiría una unidad autónoma dentro del ejército sublevado, y contaría con sus propios jefes y oficiales mandados por el general Hugo von Sperrle (que luego fue sustituido por el también general de la Luftwaffe Wolfram von Richthofen). Estaba integrada inicialmente por cuadro escuadrillas de cazas Heinkel 51 y cuatro de bombarderos Junkers Ju 52. Además la Legión Cóndor contaba con un batallón de 48 tanques y otro de 60 cañones antiaéreos. Esta fuerza estaba formada por unos 5.500 hombres (a los que se fue relevando con frecuencia una vez habían adquirido la experiencia bélica que buscaban, por lo que por España pasaron unos 19.000 efectivos). Así la guerra civil española fue un campo de pruebas de la Lutfwaffe, en los que ensayó las armas y tácticas que luego se emplearían en la Segunda Guerra Mundial.42​ Se probaron los cazas Messerschmitt Bf 109 y Junkers Ju 87 A/B y los bombarderos Junkers Ju 52 y Heinkel He 111. Asimismo estrenó en España sus tácticas de bombardeo sobre ciudades. Aunque no fue el único, el más famoso fue el bombardeo de Guernica representado por Picasso en su cuadro Guernica, expuesto en el pabellón español de la Exposición Universal de París de 1937.

La Legión Cóndor permaneció en España durante toda la guerra y participó desde noviembre de 1936 en todas las batallas importantes (llegaron unos 620 aviones).43​ 371 de sus miembros perdieron la vida en combate.44​ Una vez acabada la guerra y después de participar en el desfile de la Victoria celebrado en Madrid el 19 de mayo de 1939 bajo la presidencia del "Generalísimo" Franco,45​ la Legión Cóndor hizo su último desfile oficial en España el 22 de mayo de 1939. Fueron trasladados a Alemania por buques transatlánticos y fueron recibidos en el puerto de Hamburgo por Hermann Goering.45

En este último convoy viajaban 5.136 oficiales y soldados alemanes que llevaban con ellos unas 700 toneladas de equipo y la mayor parte de los aviones que quedaban. Desde su llegada a España habían reivindicado la destrucción de 386 aviones enemigos (313 de ellos en combate aéreo), con la pérdida de 232 de los suyos (de los cuales sólo 72 fueron destruidos por la acción enemiga). Además, los aviones de la Legión Cóndor habían lanzado unas 21.000 toneladas de bombas, contribuyendo en no escasa medida a la victoria final de los "nacionales".

La Armada alemana[editar]

En cuanto Hitler decidió ayudar al bando sublevado, la armada alemana envió a la zona del estrecho de Gibraltar una pequeña flota encabezada por el acorazado Graf Spee e integrada por dos cruceros y cuatro destructores con el fin de proteger a los mercantes "especiales" que transportaban material de guerra, aunque recibieron órdenes de evitar incidentes. Para dirigir y encubrir el movimiento de mercantes hacia la España sublevada se creó el departamento de viajes de barcos -Schiffahrtsabteilung- dentro del Estado Mayor -el Sonderstab W- encargado de la ayuda a los sublevados que se había formado a la mañana siguiente de que Hitler así lo decidiera en la noche del 25 al 26 de julio de 1936. El primer mercante transportando material de guerra y aviones, el Usaramo que llegó a Cádiz el 6 de agosto, no fue detenido por la flota republicana que bloqueaba el estrecho, pero no sucedió lo mismo con los siguientes, el Kamerún y el Wigbert, que fueron detenidos aunque consiguieron descargar en Lisboa el material de guerra que transportaban, y a través de Portugal llegó a los sublevados. Casi al mismo tiempo el Girgenti llegaba a La Coruña con 1767 toneladas de fusiles y municiones, con los cuales se solucionaron los problemas del Ejército del Norte mandado por el general Emilio Mola. El cónsul inglés en Sevilla comunicó al gobierno británico el notable incremento de movimientos de barcos alemanes en los puertos de Sevilla, Cádiz y Huelva (228 en 1936 y 449 en 1937, frente a los 171 de antes de la guerra).46

El Admiral Graf Spee en 1936.

Hasta qué punto la Kriegsmarine alemana estaba dispuesta a proteger los envíos lo demostró el caso del mercante Palos que el 20 de noviembre de 1936 fue detenido por el bou Bizkaia de las fuerzas navales del gobierno vasco y conducido al puerto de Bilbao. Registradas sus bodegas se encontró celuloide preparado para ser empleado en la manufactura de proyectiles de artillería y máquinas de comunicación telefónica. Como la detención se había producido a cinco millas de la costa, fuera de las tres millas internacionalmente reconocidas (aunque España insistía en que el límite de sus aguas jurisdiccionales eran cinco millas), el gobierno alemán reclamó la carga que había sido confiscada negando que fuera material de guerra (el día 29 de noviembre el buque había salido de Bilbao escoltado por el crucero Könisberg). Como su exigencia no fue atendida, el 1 de enero de 1937 el acorazado Graf Spee secuestró como represalia a la altura de Almería al vapor Aragón y el Kónigsberg al mercante Marta Junquera dos días después a la altura del cabo de Ajo. Como la carga del Palos siguió sin devolverse los alemanes cedieron los barcos al bando sublevado después de haber puesto en libertad a la tripulación.47n. 2

La política naval de la marina de guerra alemana se concretó en, además de proteger los "barcos especiales" (Sonderschiffe, eufemismo utilizado para referirse a los barcos que transportaban material de guerra), transmitir información a los sublevados sobre los movimientos de la flota republicana y de los barcos que llevaban material de guerra a puertos republicanos y abastecer a la Armada "nacional" de cañones, tanto para los barcos como para las baterías de costa y artillería antiaérea, municiones y material de transmisiones, así como técnicos e instructores para enseñar su manejo. El jefe de la flota alemana en aguas españolas, el contraalmirante Rolf Carls, escribió: "Vamos a iniciar la participación oculta pero activa de las fuerzas navales alemanas en favor de la causa blanca".48n. 3

Submarino alemán U-33, hacia 1937.

A causa de la presión del bando sublevado los alemanes dieron un paso más organizando a finales de 1936 la Operación Úrsula que consistía en el envío secreto al Mediterráneo de dos submarinos, U-33 y U-34, para que atacaran buques de guerra republicanos y mercantes. El U-33 y el U-34, que habían salido de Alemania el 21 de noviembre de 1936, realizaron cinco ataques pero fallaron por "problemas de inexperiencia y dificultades con los torpedos. Por pura casualidad, sin embargo, el U-34 hundió el submarino republicano C3 a la altura de Málaga". Después de lo ocurrido los alemanes suspendieron la Operación Úrsula el 10 de diciembre y la responsabilidad de realizar una campaña submarina en aguas españolas pasó a la Marina italiana.49

Un hidroavión He 59 finlandés.

También hubo una importante actividad aeronaval alemana desde la llegada a finales de 1936 de una escuadrilla de hidroaviones Heinkel He 59 que estableció su base en Pollensa (Mallorca), desde se dedicó a hostigar el tráfico comercial y en alguna ocasión atacó barcos de guerra republicanos (en la noche del 23 al 24 de mayo de 1937 fue alcanzado el acorazado Jaime I).49

Cuando en marzo de 1937 entró en vigor el plan de control del Comité de No Intervención los "barcos especiales" (Sonderschiffe) que enviaba el Schiffahrtsabteilung adoptaron el pabellón de Panamá para eludirlo y pasaron a llamarse Acme, Balboa, Colón, Golfo de Darién y Golfo de Panamá (también de esa forma se evitó tener que emplear buques de guerra para proteger a los mercantes).n. 4

Los alemanes aportaron cruceros, pero estos no intervinieron, salvo en el bombardeo de Almería por el Admiral Scheer el 31 de mayo de 1937, efectuado en represalia por el ataque aéreo que había sufrido el 28 de mayo de 1937 el acorazado de bolsillo Deutschland en Ibiza. Este llamado incidente del Deutschland fue efectuado probablemente por tripulaciones rusas, sin conocimiento por parte del mando republicano. Pero el escándalo internacional que provocó hizo que la República dijese que era un error y que se trataba de aviones republicanos que creían atacar al crucero pesado Canarias. El bombardeo de Almería, que se había producido abiertamente (exhibiendo el pabellón alemán), llegó a ser considerado como un posible motivo para que la República declarara la guerra a Alemania (posición defendida por el coronel Rojo e Indalecio Prieto, en búsqueda de la generalización del conflicto a toda Europa), pero finalmente se impuso la postura contraria de Negrín y Azaña.51

La Italia fascista[editar]

Avance de tanquetas italianas del CTV durante la batalla de Guadalajara.

Como en el caso de la Alemania nazi, la razón principal de la ayuda italiana a los sublevados también estuvo directamente relacionada con la política exterior. Mussolini quería construir un imperio en el Mediterráneo y pensaba que ganando un aliado en su parte occidental debilitaría la posición militar de Francia y de Gran Bretaña, además de tener fácil acceso al estratégico archipiélago de las Baleares. También, como los nazis, utilizó el anticomunismo en su propaganda para justificar la intervención en la guerra civil española.12​ En un despacho remitido a Berlín por el embajador alemán en Roma, a finales de diciembre de 1936, se exponían estas prioridades político-estratégicas de Mussolini:3

Los intereses de Alemania e Italia en el problema español coinciden en la medida de que ambos países pretenden evitar una victoria del bolchevismo en España o Cataluña. Sin embargo, mientras que Alemania no persigue ningún objetivo diplomático inmediato en España al margen de éste, los esfuerzos de Roma se dirigen sin ninguna duda a lograr que España se acomode a su política mediterránea o, al menos, a evitar la cooperación política entre España y el bloque de Francia e Inglaterra. Los medios utilizados para este fin son: apoyo inmediato a Franco; asentamiento en las islas Baleares que previsiblemente no será retirado voluntariamente a menos que se instale en España un gobierno central favorable a Italia; compromiso político de Franco con Italia; y estrecho vínculo entre el fascismo y el nuevo sistema político establecido en España.

Según Michael Alpert en la decisión de Mussolini también contó, además de reforzar el prestigio del fascismo, «el temor constante italiano a que un gobierno español de izquierdas permitiera el paso de tropas coloniales francesas por su territorio en caso de un conflicto entre Francia e Italia».52​ Italia también intervino en la contienda española con la intención de anexionarse las Islas Baleares y el enclave norteafricano de Ceuta, y también con la idea de crear un estado cliente en España.53

Desde el comienzo de la guerra, los italianos convirtieron la isla Mallorca en una gran base aeronaval desde la que desarrollaron todo su esfuerzo de guerra contra la República. A pesar de que no se trató una ocupación militar de iure, las banderas italianas llegaron a ondear sobre la isla,54​ mientras que en tierra hubo personal militar italiano que vestía uniformes del Ejército italiano y dependían de la estructura orgánica de las fuerzas armadas italianas.

El valor aproximado de la ayuda italiana ascendió a unos 64 millones de libras esterlinas.43

El Corpo di Truppe Volontarie (CTV) y la Aviación Legionaria[editar]

Italia fue el país que envió el contingente de combatientes extranjeros más numeroso de los que lucharon en el bando sublevado. Desde finales de julio de 1936 ya había oficiales italianos que eran los que pilotaban los Savoia S-81 y los cazas Fiat C.R.32 encuadrados en la Legión Extranjera, y que en agosto se transformarían en la Aviación Legionaria cuya base principal se situó en la isla de Mallorca. Y a partir de diciembre de 1936 se desplegó en España una unidad militar completa llamada Corpo di Truppe Volontarie (CTV) al mando del general Mario Roatta hasta el desastre de la batalla de Guadalajara en marzo de 1937 y después por los generales Ettore BasticoMario Berti y Gastone Gambara. El CTV estaba integrado por 40.000 hombres (que fueron siendo relevados por lo que por España pasaron 72.775 efectivos según las investigaciones más recientes: 43.129 del ejército italiano y 29.646 de la milicia fascista). A estos hay que añadir los 5.699 que pasaron por la Aviación Legionaria, lo que hace que la cifra total de combatientes sea muy superior a la participación alemana y a la de las Brigadas Internacionales.44

El CTV y la Aviación Legionaria estuvieron combatiendo hasta el final de la guerra, aunque a finales de 1938, por las mismas fechas en que las Brigadas Internacionales abandonaban España, Mussolini retiró a la cuarta parte de los soldados del CTV, unos 10.000 hombres. Fueron despedidos en Cádiz por el general Queipo de Llano y el general Millán Astray y fueron recibidos en Nápoles por el rey de Italia Víctor Manuel III.55

La Armada italiana[editar]

En los primeros seis meses de la guerra llegaron a los puertos sublevados unos cincuenta barcos mercantes italianos con material de guerra. El primero, el Emilio Morandi, llegó a principios de agosto de 1936 con el combustible especial que necesitaban los bombarderos S-81 llegados el 30 de julio. Según informaron los cónsules ingleses a su gobierno, en 1937 llegaron a los puertos de Sevilla, Cádiz y Huelva 183 mercantes italianos (frente a los 73 de antes de la guerra). En la ruta que seguían los mercantes la isla de Mallorca fue una escala estratégica, especialmente después de que el intento de reconquista por los republicanos fracasara en agosto de 1936 (para asegurar el dominio de la isla entre agosto y noviembre de 1936 estuvo anclado en la bahía de Palma el crucero Fiume).56

Al mismo tiempo que Italia y Alemania suscribían el Pacto de No Intervención, se reunieron en dos ocasiones el almirante Canaris, jefe del Abwehr, el servicio de información alemán, con su homólogo italiano el general Mario Roatta, para planificar las misiones de las marinas de guerra de ambos países en su ayuda al bando sublevado.57

En cuanto empezó a llegar en octubre de 1936 material de guerra de la Unión Soviética a la República, además de desplegar en el canal de Sicilia una escuadra italiana compuesta por ocho cruceros y tres flotillas de destructores para vigilar los movimientos de los barcos que se dirigían a puertos republicanos, se puso en marcha un plan secreto para que cuatro submarinos italianos atacaran esos barcos (y también los de bandera mexicana y española) y a la armada republicana. El jefe de la misión naval italiana en España, el capitán de navío Giovanni Remedio Ferreti, y el jefe del Estado Mayor de la Armada "nacional", el vicealmirante Cervera, acordaron que a bordo de cada uno de ellos iría un oficial de la Armada española, aunque ninguno de los cuatro era de submarinos, para que en caso de que fuera capturado el submarino fuera presentado como su comandante. Los cuatro submarinos NaiadeTopazioAntonio Sciesa y Torricelli se hicieron a la mar en la primera quincena de noviembre y se dirigieron a Cartagena, puerto de entrada principal de la ayuda bélica soviética. La acción de estos submarinos se coordinó con los dos submarinos alemanes de la también secreta Operación Úrsula, que se relevarían en la vigilancia de las costas españolas. Los submarinos italianos, a diferencia de los alemanes, consiguieron un resonante éxito cuando el 22 de noviembre el Torricelli torpedeó el crucero republicano Miguel de Cervantes en el puerto de Cartagena causándole graves desperfectos, lo que lo dejó fuera de servicio durante año y medio (hasta abril de 1938) ya que en el dique seco de la base de Cartagena no cabía un crucero. Mientras que las autoridades republicanas culparon del ataque a "una flota extranjera", los "nacionales" dijeron que lo había realizado el submarino español B-5 que se había pasado al bando sublevado. El Comité de No Intervención no abrió ninguna investigación.58​ Aunque más tarde hundieron un mercante español y averiaron otro, su mayor éxito fue que el ataque al Miguel de Cervantes paralizó a la flota republicana que evitaba salir de puerto.59

Después de comprobar que el ataque al Miguel de Cervantes no había tenido consecuencias internacionales, la Armada italiana incrementó de forma notable su presencia en aguas españolas. Así a mediados de febrero de 1937 había 13 cruceros, 22 destructores, 2 lanchas torpederas, 7 buques auxiliares y 42 submarinos que habían desempeñado misiones en la guerra española. Y el 6 de diciembre de 1936 se creó el Ufficcio Spagna para coordinar el esfuerzo italiano en España, que incluyó el despliegue de los 48.000 soldados del CTV, contingente que empezó a ser desembarcado en Cádiz ese mismo mes.59

El Portugal salazarista[editar]

Oliveira Salazar hacia 1940.

Aunque menos aireada, la ayuda a los sublevados por parte de la dictadura de Oliveira Salazar de Portugal también fue importante, sobre todo en los primeros meses de la guerra porque dejó que los militares rebeldes utilizaran sus carreteras, ferrocarriles y puertos para comunicar la zona norte con Andalucía, y además devolvió a la zona sublevada a los republicanos que huían de la represión. Después Portugal constituyó una base de operaciones para la compra de armas y además fue un firme aliado de los sublevados en la "farsa" de la "no intervención", a quienes siempre defendió ante el Comité de No Intervención y en la Sociedad de Naciones.43​ En una visita realizada a Londres por el ministro portugués de exteriores Armindo Monteiro a su homólogo británico Anthony Eden aquel le dejó claro a éste que el peligro lo constituían los "rojos", no Italia o Alemania:43

Una victoria del Ejército [sublevado] no implicaría necesariamente una victoria de tipo político italiano o alemán, en tanto que una victoria de los rojos sería fatalmente una victoria de la anarquía, con graves consecuencias para Francia y, por ende, para Europa, donde la fuerza del comunismo era ya enorme

Por último los sublevados pudieron contar con unos 10.000 de "voluntarios" portugueses denominados Os Viriatos, aunque en realidad eran alistados y pagados en Portugal.38​ También Portugal permitió el paso de suministros alemanes por sus puertos, violando así el acuerdo de "no intervención" que había suscrito.

La Brigada Irlandesa[editar]

La Brigada Irlandesa organizada y mandada por el general «protofascista» Eoin O'Duffy e integrada por 700 católicos dispuestos a luchar «al lado de las fuerzas cristianas», llegó a la España franquista a finales de 1936. Fue «la única fuerza organizada constituida íntegramente por voluntarios que se sumó al bando de Franco».60

La brigada se integró en la Legión Extranjera formando la XV Bandera.61​ Participó en la batalla del Jarama y en una fracasada operación de distracción previa a la Batalla de Guadalajara —en estos combates murieron una decena de hombres, algunos por "fuego amigo", y varios más fueron heridos—.62​ Sin embargo la moral y la disciplina de los miembros de la brigada se fueron deteriorando tanto que el 13 de abril de 1937 el general Franco disolvió la unidad. En la decisión también pudo influir la negativa de O'Duffy a combatir en el frente vasco porque no quería luchar contra otros católicos (el Eusko Gudarostea). La Brigada volvió a Irlanda en junio de 1937.63

A la iniciativa del general O’Duffy habían respondido el IRA y el Partido Comunista de Irlanda con la formación de la columna Connolly de las Brigadas Internacionales integrada por unos 200 voluntarios que combatieron del lado de la República española.64

La intervención extranjera en favor de la República[editar]

«En el caso gubernamental los combatientes extranjeros tuvieron una organización general que dio lugar a las Brigadas Internacionales (por las que pasaría también un total aproximado de 40.000 hombres) (...) El material de guerra que la República recibió fue esencialmente soviético, con algunas pequeñas partidas francesas, de artillería o aviones, y fusiles y munición mexicanos».36​ La Unión Soviética fue la única gran potencia que ayudó realmente a la República.65

La Unión Soviética[editar]

El carguero soviético Kursk desembarcando material militar para la República en el puerto de Alicante.

La ayuda soviética comenzó casi tres meses después de haber empezado la guerra civil, mientras los "nacionales" llevaban recibiendo suministros regulares de Italia y de Alemania desde su inicio, y gracias en parte a ello las fuerzas del "Generalísmo" Franco había acumulado victoria tras victoria y estaban a punto de iniciar el asalto a Madrid. «Las cosas cambiaron cuando Stalin decidió intervenir en la contienda».66

La primera petición de ayuda soviética (armamento y municiones "de todo tipo y en grandes cantidades") la hizo el gobierno de José Giral inmediatamente después de producirse el golpe de estado, a través del embajador soviético en París porque no había embajador en Madrid, a pesar de que la República española había establecido relaciones diplomáticas con la Unión Soviética en julio de 1933. Pero Stalin no respondió a la petición porque no quería enemistarse con Gran Bretaña y Francia (que defendían la "no intervención") con quienes quería cooperar para frenar a la Alemania nazi, y además Stalin pensaba que ayudar a la República española podría dar la impresión de que tenían razón los que decían que detrás del bando republicano estaba el "comunismo internacional". Por eso la URSS subscribió el 22 de agosto el Pacto de No Intervención. Pero cuando Stalin tuvo pleno conocimiento de la ayuda que estaba recibiendo el bando sublevado por parte de la Alemania nazi y la Italia fascista llegó a la conclusión de que si la República española era derrotada aumentaría el poder de las potencias fascistas en Europa lo que supondría una amenaza para la Unión Soviética (igual que para Francia, una posible aliada). Así fue como el 14 de septiembre de 1936 Stalin decidió enviar material bélico a la República española —dos días después ya estaba en funcionamiento la «Operación X» a cargo de oficiales de la NKVD (Comisariado del Pueblo del Interior) y el GRU (Servicio de inteligencia militar)—3​ y ordenó además a la III Internacional o Komintern que organizara el envío de voluntarios, una decisión que fue adoptada por el Secretariado del Komintern el 18 de septiembre de 1936 y de la que surgieron las Brigadas Internacionales.67

Según Denis Smyth, «la intervención de Stalin en la guerra civil española no se debió a un resurgir del internacionalismo revolucionario en la política exterior soviética. Al contrario, la injerencia soviética en el conflicto civil español tenía como objetivo consolidar y quizás incluso completar con una alianza militar, el acercamiento de Moscú a las potencias occidentales frente a la común amenaza del nazismo».68​ En este sentido son significativas las instrucciones que el comisario de Asuntos Exteriores, Maxim Litvinov, dio a principios de septiembre de 1936 al nuevo embajador soviético en Madrid, Marcel Rosenberg:69

Hemos discutido en reiteradas ocasiones el problema de la ayuda al gobierno español después de su partida, pero hemos llegado a la conclusión de que no era posible enviar nada desde aquí (...). Nuestro apoyo proporcionaría a Alemania e Italia el pretexto para organizar una invasión abierta y un abastecimiento de tal volumen que nos sería imposible igualarlo [...]. No obstante, si se probara que pese a la declaración de No Intervención se sigue prestando apoyo a los sublevados, entonces podríamos cambiar nuestra decisión.

La prioridad dada a la seguridad de la Unión Soviética se puede comprobar también en un informe del vicejefe del servicio secreto militar soviético de principios del año 1937 en el que su autor (el comandante Anatoly Nikonov) afirmaba:3

Una victoria de los fascistas en España puede crear las condiciones para reforzar la agresividad de todos los Estados fascistas; en primer lugar y ante todo, de la Alemania hitleriana, profundizando extraordinariamente el peligro de guerra en Europa, en especial de un ataque de Alemania contra Checoslovaquia y otros países democráticos y de una guerra contrarrevolucionaria contra la URSS.

Sin embargo, las verdaderas razones de la intervención soviética se disfrazaron con la retórica internacionalista y antifascista. Así se dio mucha publicidad al telegrama que envió Stalin a José Díaz, secretario general del PCE, en octubre de 1936, en el que le decía:70

Los trabajadores de la Unión Soviética no hacen más que cumplir con su deber al prestar toda la ayuda que pueden a las masas revolucionarias de España. Son plenamente conscientes de que la liberación de España del yugo de los reaccionarios fascistas no es una preocupación exclusiva de los españoles, sino la causa común de toda la humanidad progresista que mira al futuro.

El primer transporte soviético que llegó a la España republicana fue el Neva que procedente de Odesa en el Mar Negro descargó en Alicante 2.000 toneladas de alimentos el 25 de septiembre de 1936 después de una travesía de una semana. Poco después llegó el Kuban, del que se sospechó que llevaba fusiles y municiones. La primera remesa marítima de envíos bélicos soviéticos zarpó el 26 de septiembre de 1936 de Crimea y arribó a Cartagena el 4 de octubre3​ y el primer transporte de armamento pesado (carros de combate con sus tanquistas) fue el del Komsomol que fondeó en Cartagena el 15 de octubre. Ocho días antes la URSS había anunciado que se consideraría liberada de las obligaciones contraídas con el Comité de No Intervención si no cesaban las violaciones del Pacto de No Intervención por parte de Alemania y de Italia en favor de los sublevados. A partir de aquella fecha los envíos de la ayuda soviética no cesaron.71

Se ha afirmado que desde el 15 de octubre hasta el final de 1936 hubo 23 viajes con armas en barcos soviéticos y 10 en buques de otra nacionalidad.72​ Sin embargo, según la documentación encontrada de la Operación X, nombre en clave de la operación de suministro a la España republicana, en 1936 solo hubo ocho viajes de buques soviéticos, cinco de mercantes españoles y dos de navíos extranjeros. Según esa misma documentación, estudiada por Gerald Howson, el material entregado a la República sería el siguiente: 623 aviones (más cuatro aviones de instrucción UTI), 331 tanques, 60 carros blindados, 1228 piezas de artillería, 15.008 ametralladoras y 379.645 rifles. Estas cifras son notablemente inferiores —especialmente en cuanto al número de aviones, de tanques y de carros blindados— a las proporcionadas por los historiadores y militares franquistas Ramón Salas Larrazábal y Jesús Salas Larrazábal en 1972-1974 (sintetizados en el libro del primero Los datos exactos de la guerra civil, publicado en 1980), y que después reprodujeron muchos historiadores, como por ejemplo Hugh Thomas: 1111 aviones, 900 tanques, 300 carros blindados, 1500 piezas de artillería, 15.000 ametralladoras y 540.000 rifles.73

Por otro lado, Howson puntualiza que parte del material enviado por los soviéticos, especialmente las piezas de artillería y los rifles, era viejo y gastado (hasta el 10 de agosto de 1937 no llegó ningún rifle soviético moderno, pues los enviados hasta entonces provenían de diversos países y eran de diez tipos y seis calibres diferentes; la primera pieza de artillería moderna, los cañones antitanque de 45 mm no comenzaron a llegar hasta finales de abril de 1937; y los cañones antiaéreos, a diferencia de los alemanes de 88 mm, no podían ser utilizados como artillería de campaña). Howson también afirma que la documentación de los Archivos Militares Rusos estudiada por él revela asimismo «que a fuerza de alterar subrepticiamente el tipo de cambio de rublo a dólar por cada uno de los artículos que enviaban, desde un bombardero hasta rodamientos y bujías, los soviéticos le estafaron a la República española millones de dólares (probablemente hasta 51 millones de dólares, tan sólo en ventas de armas)».74

Las cifras proporcionadas por Howson en 199875​ son las que en la actualidad admiten como válidas los historiadores, con ligeras variaciones. Así, por ejemplo, Julián Casanova afirma que la URSS envió a la República unos 700 aviones y unos 400 tanques, acompañados de unos 2.000 técnicos, pilotos y asesores militares (y también agentes del NKVD, la policía secreta estalinista, bajo el mando de Alexander Orlov). Asimismo envió combustible, ropa y alimentos, parte de ellos sufragados con donaciones populares —alentadas por las autoridades soviéticas—76​.77​ Otros historiadores precisan más las cifras y afirman que la URSS envió 783 aviones (291 Chato, 276 Mosca, 92 Tupolev SB-2 Katiuska, 93 Polikarpov R-Z Natacha y 31 Polikarpov R-5 Rasante; una parte de ellos conducidos por pilotos soviéticos), 331 carros de combate (282 T-26 B y 50 BT-5), 1.699 piezas de artillería, 60 automóviles blindados (20 FAI y 40 BA-3 y BA-6), 450.000 fusiles Mosin-Nagant, 20.486 ametralladoras y ametralladoras ligeras DP-27 y 30.000 toneladas de munición.7879

A lo largo del mes de octubre de 1936 llegaron 30 aviones de bombardeo Túpolev SB (10 el 15 de octubre, 10 el 19 de octubre y 10 el 21 de octubre). El día 28 llegó un nuevo transporte con 25 cazas Polikarpov I-15. Estos 55 aviones remitidos desde la URSS «equilibraron» (relativamente) la situación aérea y «pusieron coto (por algún tiempo) al dominio indisputado del aire que habían disfrutado los franquistas gracias al volumen y calidad de la ayuda aeronáutica ítalo-germana».3​ El 29 de octubre de 1936, entraron en acción por primera vez tanques rusos T-26 tripulados por soviéticos que atacaron a la caballería franquista.80​ En 1937 había 125 carros de combate soviéticos al mando del general soviético Dmitri Pávlov.81​ Al año siguiente, dos Tupolev SB pilotados por soviéticos bombardearon el acorazado alemán Deustchland en aguas de Ibiza, resultando muertos 22 tripulantes y heridos 75, de los que más tarde morirían 9.82

El 12 de diciembre de 1936, el crucero Canarias hundió frente a Orán el Komsomol cuando realizaba su tercer viaje a España llevando material de guerra, aunque su destino oficial era Gante, en Bélgica, y su carga declarada eran 7.000 toneladas de mineral de manganeso (esta era la forma más frecuente de "camuflar" a los mercantes soviéticos que se dirigían a España con material de guerra, y además, para sortear y confundir a los barcos "nacionales", a veces también iban acompañados de barcos soviéticos "inocentes" que ni se dirigían a España ni transportaban material de guerra, para desesperación de las autoridades navales "nacionales" que los detenían y revisaban la carga, teniendo que dejarlos marchar a continuación). El Komsomol fue avistado en alta mar entre las costas de Alicante y de Argelia por el crucero Canarias que le obligó a detenerse. El capitán del barco soviético se puso en comunicación con el mando naval soviético en el Mar Negro que le ordenó que abriera las escotillas y hundiera el barco y que la tripulación, 34 hombres y 2 mujeres, quedara prisionera del Canarias para posiblemente poder demostrar que unos marineros inocentes de un barco neutral estaban en una "cárcel fascista". Según la versión soviética posterior esto fue lo que sucedió (la tripulación además de abrir las escotillas prendió fuego al barco) pero según la versión del jefe de la flota "nacional" el Komsomol fue hundido por el Canarias de 56 cañonazos por sospechar que el barco llevaba armas. "Por algún motivo, los detalles del hundimiento se mantuvieron en secreto en la URSS. La noticia quizás hubiera demostrado la incapacidad soviética para defender su propia navegación o acaso hubiera revelado el tráfico de armas".83

Tanque de origen soviético T-26B durante la batalla de Belchite, septiembre de 1937.

La ayuda soviética nunca pudo compensar la masiva intervención militar de la Italia fascista y la Alemania nazi debido a la limitada capacidad de la industria bélica soviética y a las dificultades logísticas para los envíos desde la URSS a España: «la distancia que nos separa de España hace muy difícil la posibilidad de prestar cualquier forma de ayuda militar» (así razonaba internamente la diplomacia soviética en agosto de 1936). Según Enrique Moradiellos habría que añadir un segundo motivo para que la intervención soviética nunca igualara al bloque ítalo-germano: las «razones de orden político-estratégico supremas que impelían a la cautela y a la evitación de la guerra por razones de seguridad del régimen soviético y de sus expuestas fronteras europeas y asiáticas». Así lo reconoció el propio Stalin al embajador republicano en Moscú en el verano de 1937. Este es el mensaje que envió el embajador Marcelino Pascua al presidente de la República Manuel Azaña:3

Terminantemente, [Stalin] le reitera que aquí [en Moscú] no persiguen ningún propósito político especial. España, según ellos, no está propicia al comunismo, ni preparada para adoptarlo, y menos para imponérselo, ni aunque lo adoptara o se lo impusieran podría durar, rodeado de países de régimen burgués, hostiles. Pretenden impedir, oponiéndose al triunfo de Italia y de Alemania, que el poder o la situación militar de Francia se debilite. [...] El Gobierno ruso tiene un interés primordial en mantener la paz. Sabe de sobra que la guerra pondría en grave peligro al régimen comunista. Necesitan años todavía para consolidarlo. Incluso en el orden militar están lejos de haber logrado sus propósitos. Escuadra, apenas tienen, y se proponen construirla. La aviación es excelente, según se prueba en España. El ejército de tierra es numeroso, disciplinado y al parecer bien instruido. Pero no bien dotado en todas las clases de material. [...] Gran interés en no tropezar con Inglaterra.

Para pagar la ayuda soviética el gobierno republicano de Largo Caballero ordenó transportar a Moscú una parte importante de las reservas de oro del Banco de España que estaban guardadas en el Arsenal de la base naval de Cartagena. Cuatro barcos soviéticos, escoltados por la flota republicana hasta las costas de Argelia, fueron los que transportaron las quinientas toneladas de oro desde Cartagena, de donde partieron el 25 de octubre de 1936, hasta el puerto de Odesa. La operación fue organizada por Kuznetsov.84

La Unión Soviética carecía de flota en el Mediterráneo, por lo que la ayuda a la República en el campo naval se limitó a una treintena de oficiales de la Armada soviética (que actuaban con seudónimos españoles) encabezados por el capitán de navío Nikolái Kuznetsov, cuya máxima preocupación fue asegurar que los barcos mercantes que traían el material bélico soviético desde el Mar Negro fueran escoltados por la marina republicana para que llegaran a los puertos de destino.85​ Estos asesores, según un informe "reservado y confidencial" elaborado hacia el final de la guerra para el presidente Negrín, eran "considerados -dentro de la Flota- como huéspedes molestos a los que hay soportar con amabilidad. Lo mismo ocurre en la base naval de Cartagena".n. 5

Lancha torpedera soviética de clase G-5 pasando por proa del crucero Kirov.

La misión defensiva de la flota republicana casi impuesta por Kuznetsov, que era la propia de la marina soviética de entonces, fue una de las razones por las que en la marina republicana no se llegara a desarrollar "una mentalidad de combate agresiva como la que había sido característica de la Armada de los sublevados desde el principio del conflicto".87

A diferencia de lo que ocurrió con el bando sublevado que fue apoyado por las armadas italiana y alemana, la República sólo recibió de la URSS cuatro lanchas torpederas de clase G-5 que llegaron en mayo de 1937 (una idea de Kuznetsov). Eran de 18 toneladas, alcanzaban los 35 nudos y llevaban dos tubos lanzatorpedos y sus mandos eran soviéticos con dotaciones españolas adiestradas por ellos, pero su utilidad fue escasa ya que fueron estacionadas en Portman junto a la base de Cartagena a la que la flota "nacional" no se acercaba por temor a las baterías de costa.88​ La única operación en las que iban a ser protagonistas fue la que después sería conocida como la batalla de Cabo de Palos que inicialmente iba a consistir en una rápida incursión de las cuatro lanchas en la base "nacional" de Palma de Mallorca pero que se frustró por el mal tiempo y las lachas no se hicieron a la mar.

Las Brigadas Internacionales[editar]

Miembros de las Brigadas Internacionales.
Bandera de las Brigadas Internacionales.

Las Brigadas Internacionales no se formaron espontáneamente como sostuvo la Internacional Comunista, sino fue ella quien las organizó (a partir de la decisión tomada por su Secretariado el 18 de septiembre de 1936, a instancias de Stalin) y del reclutamiento y de los aspectos organizativos se encargaron dirigentes del Partido Comunista Francés, encabezados por André Marty (el centro de reclutamiento se estableció en París). Pero muchos de sus integrantes sí fueron verdaderamente "voluntarios de la libertad" (como decía la propaganda republicana) llegados desde los países dominados por dictaduras y por el fascismo, como Alemania, Italia o Polonia, pero también de los países democráticos como Francia (que aportó el mayor número de brigadistas, unos 9.000), Gran Bretaña y Estados Unidos (con el famoso batallón Lincoln que llegó más tarde, a finales de 1936, y cuya entrada en combate se produjo en la batalla del Jarama en febrero de 1937). Así pues, las Brigadas Internacionales no eran el "Ejército de la Komintern" como aseguraba la propaganda del bando sublevado, instrumento de la política de Stalin.89​ Un trabajador inglés que se enroló en las brigadas internacionales le explicó así en una carta a su hija por qué había venido a combatir a España:90

De todos los países del mundo, gente obrera como yo han venido a España a parar al fascismo. Así, aunque estoy a miles de millas de ti, estoy luchando para protegerte a ti y a todos los niños de Inglaterra, así como a la gente de todo el mundo
El batallón Etkar André de las Brigadas internacionales.

Hugh Thomas en su obra clásica sobre la guerra civil española cifró el número de brigadistas que combatieron en España en unos 40.000, muy lejos de los 100.000 que daba la propaganda franquista para hinchar la influencia del "comunismo internacional". Estudios más pormenorizados y recientes sitúan la cifra en algo menos de 35.000, no muy lejos por tanto de la cifra estimada por Thomas. Lo que también está demostrado es que nunca hubo más de 20.000 combatientes a la vez y que murieron en combate unos 10.000.91

El centro de entrenamiento se situó en Albacete y allí se organizaron las cinco brigadas numeradas de la XI a la XV. La XI, mandada por el general soviético Kléber, y la XII, mandada por el escritor húngaro Maté Zalka "Lukács", tuvieron un papel destacado en la batalla de Madrid.90​ Los voluntarios canadienses formaron el Batallón Mackenzie-Papineau (los Mac-Paps). También hubo un pequeño grupo de pilotos estadounidenses que formaron el Escuadrón Yankee, liderado por Bert Acosta. Hubo brigadistas famosos, escritores y poetas como Ralph FoxCharles DonnellyJohn Cornford y Christopher Caudwell que describirían sus experiencias en el frente. Además de los brigadistas hubo unos 20.000 voluntarios que sirvieron en unidades médicas o auxiliares.

En 1938 el número de brigadistas se había reducido ostensiblemente (quedaba un tercio aproximadamente) y el 21 de septiembre de ese año el presidente del gobierno republicano Juan Negrín anunció en Ginebra, ante la Asamblea general de la Sociedad de Naciones, la retirada inmediata y sin condiciones de todos los combatientes extranjeros que luchaban en el bando republicano, con la esperanza de que el bando sublevado hiciera lo mismo. Un mes después, el 28 de octubre de 1938, desfilaban por última vez por las calles de Barcelona las Brigadas Internacionales en un acto encabezado por el presidente de la República Manuel Azaña y el presidente del gobierno Juan Negrín al que asistieron unas 250.000 personas. Por esas mismas fechas Mussolini retiró unos 10.000 soldados del CTV "como gesto de buena voluntad" hacia el Comité de No Intervención, pero unos 30.000 soldados italianos siguieron combatiendo en España hasta el final de la guerra.92

México y otros países[editar]

México apoyó la causa republicana de forma militar, diplomática y moral: proveyendo a las fuerzas leales de 20.000 rifles, municiones (se habla de un aproximado de 28 millones de cartuchos), 8 baterías, algunos aviones y comida, así como creando asilos para cerca de 25.000 españoles republicanos, dando protección, techo, alimentación y comida a miles de intelectuales, familias y niños que llegaron al puerto de Veracruz.39​ Argentina cooperó en la evacuación de asilados hacia Francia con dos buques de la Armada Argentina, el ARA 25 de Mayo y el ARA Tucumán.

Francia

Mientras estuvo en el poder el Frente Popular (hasta el 22 de julio de 1937 y entre el 13 de marzo y el 10 de abril de 1938), Francia mantuvo una posición que el presidente del gobierno León Blum calificó de «no intervención relajada», lo que significaba que el gobierno francés permitía la entrada en España de algunos materiales de guerra siempre que estuvieran convenientemente camuflados. Sin embargo, solo una pequeña parte procedía de la propia Francia y las llegadas del material comprado en otros países fueron intermitentes y poco abundantes, «excepto durante las doce semanas que van del 17 de marzo al 13 de junio de 1938, cuando Blum abrió la frontera y Daladier, quien le sucedió como primer ministro, la mantuvo abierta hasta que los británicos le forzaron a cerrarla». En ese periodo pudo entrar en España el material de guerra soviético que en doce viajes había llegado al puerto francés de Burdeos desde el puerto de ruso de Murmansk, en el Ártico. Tres transportes soviéticos que llegaron a Burdeos después del cierre de la frontera pudieron hacer llegar su cargamento ―90 cazas ‘’Mosca’’― a España por carretera.93

El gobierno republicano compró a Francia entre 222 y 270 aviones, pero solo 60 de ellos eran modernos ―y todos fueron entregados desarmados, «sin medios para instalar las armas y sin piezas de recambio, pilotos entrenados ni artilleros»―. Los otros eran aviones militares obsoletos ―fabricados a principios de los años 1920―, aviones de instrucción y aviones civiles sin ninguna utilidad militar.94

Los republicanos organizaron las operaciones clandestinas de compra de armas desde París. Estuvieron a cargo de ellas tres profesores de derecho que estaban allí al principio de la guerra (Fernando de los RíosPablo de Azcárate y Luis Jiménez de Asúa), pero estos no tenían ninguna experiencia comercial, ni sabían nada de armamentos, ni de aviones. Se creó una Comisión de Compras bajo la dirección del nuevo embajador Luis Araquistáin que fue reemplazada en febrero de 1937, por orden del ministro de Marina y Aire Indalecio Prieto responsable de la compra de armas, por una Oficina Técnica, integrada por militares.95

Polonia

La dictadura militar polaca Sanacja encabezada por el coronel Józef Beck simpatizaba con los sublevados ―les llegó a vender varios cazas obsoletos al principio de la guerra― pero estaba necesitada de dinero para financiar su programa de rearme y así Polonia se convirtió en el segundo proveedor de armas a los republicanos, después de la Unión Soviética. Pero en realidad lo que los polacos les vendieron a precios exorbitantes fue «chatarra»: «reservas de armas y municiones rechazadas o retiradas del servicio como peligrosas por haber estado almacenadas demasiado tiempo o por deficiencias en el diseño o la fabricación; cañones de campaña y obuses antiguos y gastados de 1905 sin equipo para transporte ni miras y con apenas munición para una semana, vendidos al precio de los cañones modernos nuevos de fábrica y producidos en 1936, más un 25 por 100 extra; tanques Renault anticuados y rechazados por el ejército polaco por ser inútiles para el combate y trampas mortales para sus tripulaciones». El gobierno polaco obtuvo a cambio 40 millones de dólares y para ocultar la venta se hizo a través de una cadena de intermediarios. Gerald Hobson ha calificado la venta de armas polaca como un «comercio sin escrúpulos». Según explicó uno de los agentes polacos que participó en la operación, «a base de vender basura a los españoles a precios exorbitantes, fuimos capaces de restablecer la solvencia del banco polaco».96

Checoslovaquia

Checoslovaquia, que era el mayor exportador de armas del mundo, vendió armas a los republicanos pero la operación, según Gerald Howson, constituyó «uno de los capítulos más oscuros de la historia de la no intervención», ya que los generales checoslovacos que tenían que aprobar las remesas de armas retrasaban la firma para ir cobrando sucesivas «comisiones». Y como los envíos se hacían a través de Bolivia, para no comprometer al gobierno de Edvard Benes que había firmado el Acuerdo de No Intervención, también hubo que pagar sobornos a los gobernantes bolivianos. Finalmente fueron los soviéticos, tras haberse negado en varias ocasiones, los que actuaron como intermediarios y enviaron las armas checoslovacas a España entre abril y mayo de 1938 a través de Francia. Eran 50.000 rifles, 2.000 ametralladoras y 70 millones de cartuchos. Esta fue la única remesa de armas de Checoslovaquia que llegó a la España republicana.97

Estados Unidos

El presidente Franklin D. Roosevelt estableció un «embargo moral» por el que los fabricantes y comerciantes de armas estadounidenses se abstendrían por voluntad propia de abastecer a ninguno de los dos bandos de la guerra civil española. Sin embargo el embajador español en México, Félix Gordón Ordás, recibió varias ofertas de armas provenientes de Estados Unidos y de Canadá y a pesar de los obstáculos que pusieron varios bancos británicos y norteamericanos para las transferencias de divisas de México a Estados Unidos Gordón Ordás consiguió enviar cierto material bélico a España. Fueron veinte aviones civiles, nueve de los cuales llegaron en enero de 1938 al puerto francés de El Havre a bordo del mercante Ibai junto con una remesa de armas procedente de Bolivia. Pero las compras más útiles, realizadas por el teniente coronel Francisco León Trejo, fueron una serie de talleres móviles Ford para el mantenimiento de los aviones republicanos y 24 aeromotores F-54 Wright Cyclone que permitieron aumentar la potencia de los cazas ‘’Mosca” I-16. La trama más compleja fue la ideada para hacer llegar a España cincuenta biplanos Grumman, treinta y cuatro de los cuales consiguieron ser llevados a Francia. También se compraron 3.000 camiones a General Motors, mientras que los franquistas consiguieron adquirir 12.000. Por otro lado, a los republicanos se les prohibió comprar aceite y petróleo en Estados Unidos, pero TexacoStandard Oil y otras empresas norteamericanas les vendieron a los franquistas todo el crudo que necesitaron.98

La financiación de la guerra y el "Oro de Moscú"[editar]

La República financió la guerra con las reservas de oro del Banco de España que envió a la Unión Soviética (lo que la propaganda franquista llamó el "oro de Moscú"), menos una cuarta parte que fue vendida a Francia (el "oro de París" del que la propaganda franquista nunca habló). El "oro de Moscú" estaba destinado "al pago del armamento adquirido a Rusia y otros países que hubo de abonarse siempre, mientras que las entregas alemanas e italianas [a los sublevados] eran gratis o con pago diferido en mercancías. Se evalúa el oro salido [hacia Moscú] en 510 toneladas, con un valor de 530 millones de dólares de la época. Hoy sabemos que no hay más oro de Moscú que ese, que fue invertido en su totalidad en la compra de armas".99

La República y el "Oro de Moscú"[editar]

El gobierno republicano contaba con las reservas de oro del Banco de España que fueron vitales para sostener el esfuerzo bélico de una guerra que duró tres años. Se guardaban en los sótanos del edificio principal del Banco de España en la plaza de la Cibeles de Madrid y ascendían a 707 toneladas en lingotes y monedas, con un valor aproximado entonces de entre 783100​ y 805 millones de dólares. Constituía una de las principales reservas de oro del mundo.101

El 21 de julio de 1936, sólo cuatro días después del inicio del golpe de Estado, el ministro de Hacienda del Gobierno de Manuel Arias ordenó el envío urgente a París en avión de unas 40 toneladas de oro, "por las que el Tesoro republicano obtuvo 507 millones de francos que sirvieron para comprar armas y municiones antes que el Acuerdo de No Intervención se pusiera en marcha".102​ Dos meses después el gobierno de Largo Caballero, cuando las tropas sublevadas se acercaban a Madrid, decidió por unanimidad el 12 de septiembre sacar de la capital las reservas de oro del Banco de España para que no cayeran en manos de los sublevados. La operación fue organizada por el ministro de Hacienda del nuevo gobierno, Juan Negrín (que ocho meses después pasaría a presidirlo), quien comunicó al presidente del Banco de España, el exministro republicano Lluís Nicolau d'Olwer que el destino del oro serían los polvorines de La Algameca en la base naval de Cartagena. Los consejeros del Banco se opusieron a la medida y los pocos que quedaban leales a la República también se pasaron al bando sublevado donde formaron el "Consejo del Banco de España nacional", con sede en Burgos, bajo la presidencia del subgobernador del banco en el momento de la sublevación Pedro Pan. Los últimos lingotes de oro y sacos de monedas llegaron a Cartagena el 21 de septiembre (en total 560 toneladas de oro).103

Ante el endurecimiento de la política de "no intervención" que afectaba sobre todo a la República (porque las potencias fascistas seguían suministrando ayuda a Franco) y la decisión de la Unión Soviética de acudir en ayuda de la República, el único país europeo que iba a hacerlo, el presidente Largo Caballero comunicó el 15 de octubre de 1936 al embajador soviético Marcel Rosenberg su petición de que el Gobierno soviético aceptara el depósito en Moscú bajo la custodia del gobierno soviético de la mayoría del oro guardado en Cartagena, 510 toneladas. Cuatro barcos soviéticos lo trasportaron al puerto de Odessa en el Mar Negro y de allí en tren llegó a Moscú a comienzos de noviembre de 1936.104

La oportunidad y el acierto de la decisión de depositar en Moscú la mayor parte de las reservas de oro del Banco de España ha sido objeto de polémica entre los historiadores. Unos afirman, siguiendo fundamentalmente las investigaciones de Ángel Viñas que el gobierno republicano no tenía otra opción, debido a la hostilidad que habían mostrado hacia la República los bancos de Gran Bretaña y Francia (que constituían la otra alternativa), por lo que la Unión Soviética era la única que garantizaba armamento y alimento a cambio de oro. Por el contrario Pablo Martín-Aceña, un investigador especializado en la financiación de la guerra civil, cree que el gobierno de la República decidió con precipitación antes de haber explorado otras opciones, como Francia e incluso Estados Unidos.45

La propaganda franquista dijo que el oro del Banco de España (al que llamó el "oro de Moscú") había sido robado por la República y entregado a Stalin sin contrapartidas.105​ Ángel Viñas llegó a la conclusión de que el depósito de oro se agotó menos de un año antes del final de la Guerra Civil, gastándose íntegramente en pagos de armamento (incluyendo los costes de la operación). Autores como Martín-Aceña u Olaya Morales critican los modelos hipotéticos de Viñas, que en su opinión carecen de pruebas que los validen al cien por cien, resultando por el momento imposible afirmar si fue así.106​ Si, efectivamente, el depósito de oro fue íntegramente vendido a los soviéticos, queda no obstante sin responder la cuestión del gasto de todas las divisas generadas por la venta del oro y transferidas a la Banque Commerciale de l'Europe du Nord de París, ya que no se ha encontrado ningún documento, soviético o español, referente a tales operaciones. Martín-Aceña concluye que «la investigación del oro no se ha cerrado del todo».107

Una tercera parte del producto de la venta se quedó en la Unión Soviética para liquidar los suministros bélicos enviados a España y saldar diversas compras y gastos. Las otras dos terceras partes fueron transferidas a París, a la Banque Commercial pour l'Europe du Nord. Por su parte el Banco de Francia adquirió 174 toneladas de oro, una cuarta parte del total de las reservas, por las que pagó a la Hacienda republicana 195 millones de dólares. En total, entre el "oro de Moscú" (tres cuartas partes de las reservas del Banco de España) y el "oro de París" las autoridades republicanas obtuvieron 714 millones de dólares que fue el coste financiero de la guerra civil para la República. En Rusia no quedó nada del oro español y las reservas estaban prácticamente agotadas en el verano de 1938. El problema fue que debido a la política de "no intervención" en muchas ocasiones los emisarios de la República fueron estafados por los traficantes de armas que les vendieron equipos obsoletos a precios mucho mayores del coste real.108​ Los gobiernos republicanos también fueron estafados por la propia Unión Soviética, como ha señalado Gerald Howson, o por Polonia y otros países que abusaron de la precaria situación republicana para venderles "chatarra bélica".109​ Howson también afirma que la documentación de los Archivos Militares Rusos estudiada por él revela asimismo «que a fuerza de alterar subrepticiamente el tipo de cambio de rublo a dólar por cada uno de los artículos que enviaban, desde un bombardero hasta rodamientos y bujías, los soviéticos le estafaron a la República española millones de dólares (probablemente hasta 51 millones de dólares, tan sólo en ventas de armas)».110

Los sublevados[editar]

Como los sublevados no contaban con oro la mayor parte del coste de la guerra (unos 700 millones de dólares, una cantidad similar a la gastada por la República) fue sufragada mediante créditos obtenidos de Italia y de Alemania. Italia concedió al bando sublevado entre 413 y 456 millones de dólares,n. 6​ mientras que Alemania 240 millones. La Alemania nazi se cobró una parte del material de guerra que suministró con alimentos, materias primas y minerales españoles que llegaban a Alemania a través de dos compañías creadas con tal fin y que tenían el monopolio del comercio hispanoalemán: la Compañía Hispano-Marroquí de Transportes (HISMA) con sede en el Protectorado español de Marruecos, y la ROWAK con sede en Berlín y bajo el control absoluto de Hermann Goering, que fue quien al parecer ideó todo el sistema de pago "en especie". La forma de devolver los créditos fue aumentar las exportaciones hacia Alemania e Italia, que sustituyeron a Francia y Gran Bretaña como los primeros clientes de España. Cuando acabó la guerra civil Alemania era el primer socio comercial de España.112

Pero los sublevados también obtuvieron ayuda económica y financiera de empresas y hombres de negocios de Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos. La compañía británica de las minas de Río Tinto en Huelva vendió el mineral al conglomerado alemán HISMA-ROWAK y las empresas norteamericanas y británicas Texaco y Shell vendieron a crédito petróleo a los sublevados durante toda la guerra. "Sin ese petróleo, la maquinaria de guerra del ejército de Franco no hubiera funcionado, pues Italia y Alemania, como España, dependían del petróleo angloamericano para sus suministros. Franco recibió 3.500.000 toneladas de petróleo a crédito, más del doble de las importaciones que consiguió la República, y además algunos de esos magnates del petróleo entorpecieron el comercio hacia la República y bloquearon los créditos a su sistema bancario".113​ Asimismo los sublevados contaron con la ayuda financiera de españoles ricos como Juan March, que aportó 15 millones de libras esterlinas, o del exrey Alfonso XIII que donó 10 millones de dólares.114

Debate entre historiadores sobre la dimensión internacional de la guerra civil[editar]

Según Enrique Moradiellos, durante la propia guerra y después se fueron definiendo dos respuestas diferentes, una por cada bando, al papel que desempeñó en el desarrollo y el desenlace final de la guerra civil española la intervención extranjera. «Para la mayor parte de los protagonistas republicanos (como para una gran parte de historiadores pro-republicanos)… la decidida intervención alemana e italiana (y, en menor medida, portuguesa) en favor de los militares sublevados en España... adquirió una entidad inconmensurablemente mayor, en cantidad, en calidad y en oportunidad temporal, de la que caracterizó a la ayuda externa lograda por el gobierno republicano; y tuvo un impacto transcendente y crucial en la derrota militar absoluta del bando republicano y en la victoria sin condiciones lograda por sus enemigos».3

La versión franquista, formulada durante la guerra y que «ha tenido notables pero decrecientes partidarios en el ámbito historiográfico», es antagónica a la versión republicana. Según aquella, la intervención de la Italia fascista y de la Alemania nazi (y del Portugal salazarista) «tanto en volumen como en calidad o en regularidad, no fue mayor, e incluso fue ligeramente inferior, a la que recibió la República de procedencia francesa, soviética, mexicana o checoslovaca; y su contribución al curso y desenlace de la guerra fue secundaria y en ningún caso vital dado que ambas ayudas externas se habían neutralizado mutuamente en virtud de su equiparación y práctica igualdad en todos los planos».3

¿Cuál de los dos bandos recibió más ayudas del exterior (cualitativa y cuantitativamente)?[editar]

Ésta es una de las grandes polémicas sobre la historia de la guerra civil española. Así, mientras los historiadores más favorables al bando vencedor siempre han sostenido la tesis de que las ayudas en material de guerra y otros suministros fueron similares, «hoy se considera de forma indudable que, entre otras cosas, el material recibido por Franco, y las ayudas efectivas de alemanes e italianos, fueron mucho más adecuadas a los objetivos perseguidos que todo el aparato del material, los combatientes y los consejeros soviéticos en el bando contrario».36​ Independientemente de las ayudas en hombres al bando sublevado que se materializaron en la Legión Cóndor alemana (unos 6.000 hombres) y el Corpo di Truppe Volontarie italiano (un máximo de 40.000), más pequeños contingentes de combatientes portugueses e irlandeses, la entidad de la ayuda fue importante en cuanto a armamento: aviones [1359], carros de combate [260], artillería [1730 cañones], fusiles, en menor cantidad, y municiones para todo ello.36

«En el caso gubernamental los combatientes extranjeros tuvieron una organización general que dio lugar a las Brigadas Internacionales (por las que pasaría también un total aproximado de 40.000 hombres)... El material de guerra que la República recibió fue esencialmente ruso, con algunas pequeñas partidas francesas, de artillería o aviones, y fusiles y munición mexicanos. El problema de la evaluación cuantitativa de esas entregas de armamento sigue en pie y la valoración de su utilidad también. (...) Es de todas formas un hecho evidente la superioridad aérea de los sublevados en escenarios y acciones fundamentales, como la guerra en el Norte o la batalla del Ebro, y su mayor eficacia artillera... En su conjunto, las aviaciones alemana e italiana fueron mucho más eficaces que la rusa. El contingente de asesores soviéticos seguramente no podía ser equiparado a los técnicos alemanes de la Legión Cóndor».36

Julián Casanova afirma que en el bando franquista lucharon más de 100.000 extranjeros a lo largo de la guerra (78.000 italianos, 19.000 alemanes, 10.000 portugueses y más de mil voluntarios procedentes de otros países) a los que habría que sumar los 70.000 marroquíes que formaron en los Regulares del Ejército de África. En cambio en el bando republicano lucharon los 35.000 voluntarios de las Brigadas Internacionales, más 2000 militares soviéticos, de los cuales 600 eran asesores no combatientes. Así pues, concluye Casanova, «frente al mito del peligro comunista y revolucionario, lo que realmente llegó a España a través de una intervención militar abierta fue el fascismo».44​ Y en cuanto al material bélico dice que el que «entró en la España republicana fue inferior al recibido por Franco y de peor calidad».45

Enrique Moradiellos, por su parte, ha demostrado que en los primeros meses de la guerra la ayuda ítalo-germana al bando sublevado fue muy superior a la que recibió el bando republicano (por ejemplo, a principios de septiembre de 1936 Franco había recibido 141 aviones de combate procedentes de Alemania (73 aparatos) y de Italia (56 aparatos), mientras que la República había logrado importar 60 aparatos de diversa procedencia y en su mitad civiles y desarmados). Por tanto, en contra de lo sustentado por la historiografía franquista y revisionista, la llegada de la ayuda soviética a la República en octubre de 1936 (acompañada de la arribada de las Brigadas Internacionales) «no rompió un equilibrio masivamente sino que trató de establecerlo por primera vez». Los 55 aparatos soviéticos que llegaron a lo largo del mes de octubre «equilibraron» (relativamente) la situación aérea y «pusieron coto (por algún tiempo) al dominio indisputado del aire que habían disfrutado los franquistas gracias al volumen y calidad de la ayuda aeronáutica ítalo-germana». Pero la respuesta que dieron inmediatamente Italia y Alemania volvió a romper ese equilibrio precario, pues «superó con mucho, en cantidad sino en calidad (lo que también parece cierto), las remesas soviéticas». A partir del 6 de noviembre de 1936 Hitler comenzó a enviar al bando sublevado una unidad aérea completa (la Legión Cóndor) «que llegaría a contar con una fuerza regular de 140 aviones permanentes a los que asistían un batallón de 48 tanques y otro de 60 cañones antiaéreos, a la par que sus efectivos alcanzaban los 5.600 hombres». Por su parte, Mussolini remitió a España a lo largo de todo el mes de diciembre de 1936 y hasta los primeros días de enero de 1937 un auténtico cuerpo de ejército expedicionario: el Corpo di Truppe Volontarie cuyo número llegaría a su cumbre máxima a mediados de febrero de 1937 con 48.823 efectivos (de la Milicia y del Ejército). En cuanto al material militar, a 1 de diciembre de 1936 Italia había remitido a Franco 118 aviones de combate militar, mientras que Alemania en esa misma fecha había remitido 162 aparatos.3

Según Enrique Moradiellos, esta masiva intervención militar ítalo-germana en favor de Franco (completada por la medida diplomática del reconocimiento de iure, el 18 de noviembre de 1936), «marcó un verdadero punto de no retorno en la intervención extranjera en la guerra civil» ya que «volvió a romper de manera ya irreversible el precario equilibrio logrado tras la arribada de la ayuda militar soviética, dado que esa reactivación de los envíos ítalo-germanos adoptó un patrón de medida, proporción y regularidad que no pudo (y no quiso) ser compensado por las ulteriores remesas soviéticas». Stalin no quería arriesgarse a que un incremento notable de la intervención en España pudiera poner en riesgo la seguridad del régimen soviético y de sus expuestas fronteras europeas y asiáticas. Así pues, el desequilibrio se mantuvo como lo demuestra la notable diferencia de los aviones enviados a uno y otro bando por sus respectivos aliados. Según Gerald Howson75​, «los republicanos tuvieron disponible durante la guerra civil una fuerza aérea de combate efectiva de entre 950 y 1.060 aparatos, de los cuales 676 (o como máximo 753) procedían de la Unión Soviética. En el mismo período, los nacionalistas dispusieron de una fuerza de combate aérea efectiva de 1.429-1539 aparatos, de los cuales 1.321-1.431 procedían de Alemania e Italia». Así lo hacía constar a finales de enero de 1939 el representante británico ante la República en un informe confidencial para su gobierno: «La artillería estaba reducida a menos de doce cañones por división y éstos estaban desgastados por el uso constante. En aviación, la inferioridad del gobierno era aproximadamente de un avión por cada seis enemigos. No tenían siquiera suficientes ametralladoras».3

El mismo desequilibrio se daba en cuanto al número de combatientes extranjeros. Mussolini había remitido a España para combatir con Franco (y sin carácter «voluntario» alguno) a 72.775 hombres (43.129 del Ejército y 29.646 de la Milicia) a los que había que sumar los 5.699 hombres de la «Aviazione Legionaria», lo que da un resultado total de 78.474 combatientes italianos. Hitler por su parte envió unos 19.000 soldados, en rotación, «altamente especializados y entrenados», según Ángel Viñas, a los que habría que añadir los 700 voluntarios católicos irlandeses dirigidos por el general Eoin O'Duffy y los 10.000 «Viriatos» portugueses. En total: unos 108.000 hombres (descontando los 70.000 marroquíes que tomaron parte en la guerra como integrantes de las Tropas de Regulares Indígenas, difícilmente clasificables como «españoles» por motivos obvios). En cambio del lado republicano, solo se pueden contabilizar los dos mil asesores y tropas especiales soviéticas y los alrededor de 35.000 integrantes de las Brigadas Internacionales (nunca hubo más de 12.000/15.000 al mismo tiempo), lo que nos da un total de 37.000 combatientes, una cifra muy inferior (bastante menos de la mitad, exactamente) de los más de cien mil que luchaban del lado franquista, eso sin contar a los 70.000 marroquíes enrolados en los regulares.3

En conclusión, según Moradiellos, «nunca fue verdadero el supuesto “equilibrio” de la ayuda militar extranjera recibida por ambos bandos (ni en momentos puntuales ni en su carácter global). Habida cuenta de ese hecho, lo que resulta todavía más llamativo y sorprendente (y así ha sido notado por múltiples testigos de la época y analistas posteriores) es la capacidad de resistencia militar ofrecida por la República a lo largo de casi tres años de guerra a la defensiva y en desventaja».3

¿Fue decisiva en la derrota de la República la política de "no-intervención"?[editar]

Sobre este punto hoy existe cierto consenso entre la mayoría de los historiadores en considerar que la política de "no-intervención" perjudicó mucho más a la República que al bando rebelde, ya que la ayuda de la Unión Soviética a la República no pudo compensar la ayuda nazi y fascista a los sublevados y, además, estuvo condicionada a sus propios intereses. En opinión de Julio Aróstegui, es cierto que «no se concedieron los derechos de beligerancia a Franco en el curso de la guerra, pero a cambio de ello se negó el derecho a un gobierno legítimo como era el de la República a adquirir armas para enfrentar una sublevación».5​ «La República perdió la guerra desde el momento en que en la escena internacional no se la dejó actuar como un país soberano y fue considerada por ciertas potencias como un peligro. La posición de Gran Bretaña es paradigmática y la actitud del conservadurismo británico [en el poder cuando estalla el conflicto español], no ya negando ayuda sino impidiéndola, se encuentra estrechamente relacionada con la derrota republicana».115

Según Enrique Moradiellos, «sin el asfixiante embargo de armas impuesto por la política europea de No Intervención y la consecuente inhibición de las grandes potencias democráticas occidentales, con su gravoso efecto en la capacidad militar, situación material y fortaleza moral, es altamente improbable que la República hubiera sufrido un desplome interno y una derrota militar tan total, completa y sin paliativos». Así lo reconocía el agregado militar británico en España en un informe confidencial de finales de 1938 enviado a su gobierno:3

Fuera cual fuera el propósito imparcial y benévolo del Acuerdo de No Intervención, sus repercusiones en el problema de abastecimiento de armas de las fuerzas republicanas han sido, para decir lo mínimo, funestas y sin duda muy distintas de lo que se pretendía. La ayuda material de Rusia, México y Checoslovaquia (a la República) nunca se ha equiparado en cantidad o calidad con la de Italia y Alemania (al general Franco). Otros países, con independencia de sus simpatías, se vieron refrenados por la actitud de Gran Bretaña. En esa situación, las armas que la República pudo comprar en otras partes han sido pocas, por vías dudosas y generalmente bajo cuerda. El material bélico así adquirido tuvo que ser pagado a precios altísimos y utilizado sin la ayuda de instructores cualificados en su funcionamiento. Tales medios de adquisición han dañado severamente los recursos financieros de los republicanos.

Por su parte, el presidente de la República Manuel Azaña, desde el exilio, consideró como el primer enemigo de la República a Gran Bretaña por su adhesión al embargo de armas prescrito por la política de No Intervención, por delante incluso de la intervención armada italo-germana. Esta misma apreciación la compartía desde el otro lado, el monárquico Pedro Sainz Rodríguez ministro de Educación del primer gobierno de Franco: «muchos españoles, desorientados por la propaganda anti-inglesa del régimen de Franco, creen de buena fe que conseguimos nuestra victoria exclusivamente por la ayuda italiana y alemana; yo tengo la convicción de que, si bien ésta contribuyó, la razón fundamental por la que ganamos la guerra fue la actitud diplomática de Inglaterra, que se opuso a una intervención en España». Así pues, según Enrique Moradiellos, «la inhibición de Francia respecto a la suerte de la República y el compromiso estrictamente neutralista de Gran Bretaña (para citar sólo a las dos grandes potencias democráticas occidentales)» fue «un factor de peso y determinante en el resultado de la guerra española».3

Tras constatar las enormes dificultades que tuvo la República para adquirir armamento, siendo a menudo víctima de estafas por parte de comerciantes de armas y de gobiernos —como el de Polonia que les vendió a los republicanos «chatarra» a precios desorbitados—, Gerald Howson afirma que «parece evidente que el argumento según el cual la no intervención tuvo poca o ninguna repercusión en el resultado de la guerra es injustificable. Al contrario, su efecto en las filas republicanas fue devastador materialmente porque tuvo como resultado que consiguieran tan solo una pequeña fracción de lo que necesitaban para una guerra defensiva, por no hablar de la ofensiva, y moralmente porque puso a los republicanos desde el principio en la posición de derrotados potenciales. [...] Todos los gobiernos, con excepción del mexicano, que estuvieron involucrados de un modo u otro en la Guerra Civil española se comportaron de un modo vergonzoso...».116

¿Fue decisiva en la victoria del general Franco la intervención de la Alemania nazi y la Italia fascista?[editar]

Los vencedores sostuvieron que la intervención italiana y alemana, cuando no la negaron, fue una respuesta posterior a la intervención soviética por lo que su papel en el triunfo de los nacionales sobre los rojos fue sólo relativa. Esta tesis franquista ha sido recuperada recientemente por el autor revisionista Pío Moa que en su libro Los mitos de la guerra civil, afirma:117

Franco, en gran inferioridad material, había estado muy cerca de resolver la contienda en unos cuantos meses, y había estado también muy cerca de ser aniquilado finalmente. El resultado fue decisivo en otro sentido: la guerra se volvió inevitablemente larga, las columnas poco numerosas del principio cedieron el paso a una movilización masiva en la que cada bando llegó a reclutar más de un millón de soldados (más los rojos que los nacionales), la afluencia de material extranjero se hizo mucho más abundante y sostenida, y las Brigadas Internacionales fueron respondidas con la Legión Cóndor y los voluntarios italianos del CTV.
Por el resto de la lucha, las intervenciones extranjeras se mantuvieron bastante parecidas, con desequilibrios parciales en uno u otro momento, nunca decisivos.

El historiador Julián Casanova defiende que la intervención alemana e italiana fue decisiva para la victoria de los militares sublevados contra la República, y para apoyar su tesis cita el comentario que le hizo Hitler a Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores italiano y yerno de Mussolini en septiembre de 1940, tres meses después de haber derrotado a Francia:118

Italia y Alemania hicieron mucho por España en 1936... Sin la ayuda de ambos países no existiría Franco hoy.

La misma tesis es la que defiende el historiador británico Michael Alpert, quien afirma que «la abundancia de material de que dispuso el Generalísimo [Franco], sobre todo de aviación y de artillería de grandes calibres» que obtuvo de la ayuda italiana y alemana fue «la mayor causa de la derrota de la República». Y cita a continuación al general Rojo que en marzo de 1938, tras producirse el derrumbe del frente de Aragón escribía:119

La verdadera causa de debilidad se halla en el estado de inferioridad de nuestros medios materiales y especialmente de la aviación...

Enrique Moradiellos también concede un carácter crucial a la ayuda ítalo-germana. «Sin la constante y sistemática ayuda militar, diplomática y financiera prestada por la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini, es harto difícil creer que el bando liderado por el general Franco hubiera podido obtener su rotunda victoria absoluta e incondicional. Para empezar, sin la oportuna ayuda nazi y fascista en la última semana de julio de 1936: ¿cómo se hubieran recuperado los insurgentes del trauma que supuso el inicial fracaso del golpe militar faccional (literalmente: a cargo de una facción del Ejército) en casi la mitad del país, incluyendo su capital y sus zonas más densamente pobladas e industriales?».3

Moradiellos aporta dos testimonios para sustentar su tesis. El primero es un informe confidencial elaborado para su gobierno por el agregado militar británico en España a finales de 1938 en el que se decía: «Es casi superfluo recapitular las razones [de la victoria del general Franco]. Estas son, en primer lugar, la persistente superioridad material durante toda la guerra de las fuerzas nacionalistas en tierra y en el aire, y, en segundo lugar, la superior calidad de todos sus cuadros hasta hace nueve meses o posiblemente un año». El segundo es otro informe, esta vez el remitido a Berlín por el embajador alemán ante Franco Eberhard von Stohrer tras la ocupación de Cataluña en febrero de 1939: «la explicación de la decisiva victoria de Franco reside en la mejor moral de las tropas que luchan por la causa nacionalista, así como en su gran superioridad en el aire y en su mejor artillería y otro material de guerra».3

El historiador militar José García Rodríguez, general de brigada (retirado) del Ejército del Aire, es categórico: «A falta del refuerzo incesante de los Gobiernos alemán e italiano, los rebeldes estaban perdidos. Así, el régimen de Franco se hubiera reducido a una intentona más y no más memorable que las anteriores en el proceso hacia la estabilización de la democracia. El factor internacional entró de hecho en juego y todo terminó en catástrofe».120

Notas[editar]

  1.  Tal y como comenta Michael Alpert, «Proteger los mercantes, constituía, sin duda, una intervención, pero permitir que los nacionales los detuvieran representaría también una intervención, porque equivaldría a la concesión de derechos de beligerancia».27
  2.  Según Michael Alpert, «el caso del Palos terminó, pues, reforzando la postura alemana -y también inglesa- de no consentir que ni republicanos ni nacionales obstruyesen sus barcos mientras éstos se encontrasen fuera del límite de las aguas territoriales».47
  3.  «Con la ayuda de los archivos navales se ha esclarecido el mecanismo de los transportes regulares de material de guerra desde Alemania hasta Vigo y Ferrol. Que los buques alemanes daban cuenta de forma sistemática de los movimientos republicanos es admitido por los jefes nacionales, y en los mismos archivos españoles se encuentran ejemplos de la información recibida».48
  4.  Michael Alpert señala que «El barco zarpaba de Hamburgo o Stettin con su nombre real; una vez en alta mar adoptaba el nombre de otro barco panameño que se sabía en algún océano muy lejano, volviendo a adoptar el nombre primitivo al regresar a Alemania. Era entonces imposible relacionar la salida del barco con su presencia en el canal de la Mancha, en el golfo de Vizcaya o en un puerto sublevado. Así se burló la no intervención, aunque en cualquier caso Panamá no era firmante del acuerdo y por eso se habría podido hacer nada aun en el caso de sospechar que los barcos llevaban armamento a España».50
  5.  Para jefe de la flotilla de los tres submarinos, el C-2, el C-4 y el C-6, se nombró al soviético Burmistrov, pasando el C-6 al mando de su compatriota Eguipko, que aunque no tengo noticia de que llegara a hundir ningún barco, sí que, por lo menos, mantuvo a su submarino en actividad hasta el último momento. Ambos alcanzarían el almirantazgo en la Marina soviética, y Eguipko desempeñaría en los años setenta el puesto de almirante-jefe de la base de Leningrado.86
  6.  El gobierno franquista, a pesar de varias condonaciones de deuda, solo terminaría de pagar sus deudas con Italia en 1967,111​ largo tiempo después de la caída del régimen fascista italiano.,...///,...¡¡¡.



Mohsen Kayumi, con sus hijos, en la tienda de venta de oro de su propiedad, el jueves en Kabul (Afganistán).© Ángeles Espinosa (EL PAÍS) Mohsen Kayumi, con sus hijos, en la tienda de venta de oro de su propiedad, el jueves en Kabul (Afganistán).

Pocos en Afganistán recuerdan el 11-S. Dos tercios de sus 39 millones de habitantes tienen menos de 25 años. Solo los mayores guardan memoria de aquellos atentados ocurridos a 10.000 kilómetros de su país, pero que dieron un vuelco a sus vidas y reescribieron su futuro. En los lugares más remotos ni siquiera se enteraron de inmediato. Con la televisión prohibida por los talibanes que entonces gobernaban y ahora han vuelto al poder, la radio y el boca a boca fueron las principales vías de información.

Wahidullah tenía 25 años cuando Al Qaeda echó abajo las Torres Gemelas y atacó el Pentágono. Ya entonces trabajaba como cambista de divisas en el Saray Shahzada (Mercado del Príncipe) de Kabul, un trabajo informal pero autorizado. “Dos días antes habían matado al comandante Masud y eso era todo lo que se hablaba en el mercado y en la ciudad”, evoca en referencia al asesinato del líder guerrillero Ahmad Shah Masud por Al Qaeda. “Luego ocurrió el ataque contra Estados Unidos y todo cambió a partir de entonces”, resume.

Todavía siente un ligero escalofrío al recordar la noticia. “Nos enteramos por la radio. Como entonces la televisión estaba prohibida, por la noche en mi familia solíamos escuchar la radio”, relata. “Al principio, no sabíamos qué había sucedido o quién estaba detrás, pero cuando EE UU acusó a Bin Laden, nos asustamos mucho porque era una gran potencia y su amenaza resultaba peligrosa”, declara. Todos sabían quién era Osama bin Laden, el líder de Al Qaeda. “Vino a hacer la yihad y se quedó”, apunta Wahidullah.

Wahidullah, el jueves, en el rincón del Mercado del Príncipe de Kabul donde tiene su puesto de cambio de divisas.© Ángeles Espinosa (EL PAÍS) Wahidullah, el jueves, en el rincón del Mercado del Príncipe de Kabul donde tiene su puesto de cambio de divisas.

En pocas semanas, empezaron los bombardeos. “Mucha gente se fue, pero mi familia se quedó y viví los ataques sobre Kabul. Ninguno de mis parientes murió en esa guerra, pero sí alguno de nuestros vecinos”, rememora. El daño vino después, cuando la ocupación se prolongó y muchos afganos murieron en los bombardeos de EE UU y sus aliados, y los atentados de los talibanes contra su presencia.

Solo un tercio de los 39 millones de afganos tienen más de 25 años. Muchos no se enteraron de inmediato, ya que en 2001 la televisión estaba prohibida por los talibanes

Hoy, este padre de ocho hijas se muestra convencido de que la intervención estadounidense mejoró sus vidas. “Hubo más trabajo, abrieron las escuelas, aunque yo continué con lo mío, también el negocio aumentó mucho”, resume. Ahora, dice no haber recibido ninguna amenaza ni tener miedo, pero le preocupa la economía. “La situación está muy mal y no hay trabajo. Ese es nuestro problema”, concluye.

Fuera de Kabul y otras ciudades, la información circulaba más lenta. Todavía en la actualidad apenas el 30% de la población afgana es urbana; entonces, quienes vivían en el campo rondaban el 80%. Shaima, un ama de casa de 50 años, estaba entre ellos; residía en Surhood, un pueblo de la provincia de Nangarhar. “Lo oímos en la radio a la mañana siguiente; no sabíamos qué iba a pasar cuando Estados Unidos atacara, pero decidimos quedarnos”, cuenta la mujer —cubierta con pañuelo, pero con la cara descubierta— durante una visita al mercado. No lamenta esa decisión.

Su marido, que había estado en el ejército comunista y entonces trabajaba un pequeño terreno adyacente a su casa, se unió al nuevo ejército. “Hemos tenido una buena vida gracias a su salario y al de nuestro hijo”, confía. “Nuestros hijos han estudiado, el mayor es ingeniero, la segunda acaba de terminar contabilidad y ahora, sin ingresos, no podemos pagar el colegio de la pequeña”, explica. “No tengo miedo de los talibanes; solo quiero trabajo para mi marido y mis hijos; para poder vivir y pagar la educación de Maryam”, añade mientras la pequeña, de 12 años, se esconde tímidamente detrás de su madre.

Mohsen Kayumi debió de ser uno de los pocos afganos que se enteró del 11-S por la televisión. “Aunque estaba prohibido, en casa teníamos un aparato escondido y por la noche la sacábamos”, justifica este hombre de 52 años, propietario de una pequeña tienda de venta de oro. “Al principio pensamos que era un mero accidente aéreo. Solo entendimos la gravedad, cuando EE UU amenazó a los talibanes con un ataque si no entregaban a Bin Laden. Nos preguntábamos qué sería de nosotros”, recuerda.

Aun así, tampoco los Kayumi se fueron de Kabul durante “la guerra americana”. “Yo seguí trabajando con mi padre en esta misma tienda, como ahora lo hacen mis hijos conmigo”, dice señalando a Bashir y Navid. Algún pariente murió en los bombardeos, pero en la familia cercana no hubo víctimas. Bashir, de 28 años, recuerda la agitación y los nervios de aquellos días. Navid, de 18, solo lo que le han contado los mayores.

El padre coincide con otros entrevistados en que la intervención estadounidense resultó positiva, aunque lo que vino detrás la arruinó. “El negocio no iba bien durante los talibanes. Con el nuevo Gobierno de [Hamid] Karzai todo mejoró. Ahora hemos vuelto a 2001, la gente no tiene dinero y está preocupada por el futuro”, resume mientras entrega un billete de 10 afganis (0,1 euros) a cada pedigüeño que se asoma por su puerta (y son al menos media docena en la media hora que la periodista pasa con él).

La economía de Afganistán ya sufrió un fuerte golpe el año pasado, cuando la tasa de pobreza aumentó del 55% al 72% debido a la contracción provocada por la covid, según datos del Banco Mundial. El Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD) estima que en los próximos seis meses el número de afganos que vive con menos de dos dólares al día alcanzará hasta el 97% debido a la interrupción de la ayuda extranjera y la prolongada sequía.

Kayumi explica que los afganos solían comprar oro como inversión, para las bodas o, en el caso de las mujeres jóvenes, “porque les gusta y como ganaban dinero se lo podían permitir”. Sin embargo, desde el 15 de agosto dice que no ha vendido nada. “Por lo demás, la vida sigue normal. No es como antes de 2001, cuando los talibanes golpeaban a la gente por la calle sin motivo. Ahora eso no ocurre, pero la economía está parada”, subraya.

Pero sus hijos desconfían. “Los jóvenes tenemos miedo. Hasta ahora no nos han dicho nada sobre la ropa ni el pelo, pero tememos por el futuro”, interviene Navid que viste unos vaqueros y una camiseta con dibujos. “Nadie está contento”, asegura Bashir quien, como su padre, ha optado por el tradicional shalwar kamiz (camisa larga sobre pantalones amplios).

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REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD: [[[ PREPARANDO LO DEL 11 MARZO 2.004 ATENTADOS DE MADRID, ATOCHA ]],...¡¡¡¡. // MANDADO A JM ROCA VIDAL,...¡¡¡¡. (lukyrh.blogspot.com) // : 

LUNES, 8 DE MARZO DE 2021

[[[ PREPARANDO LO DEL 11 MARZO 2.004 ATENTADOS DE MADRID, ATOCHA ]],...¡¡¡¡. // MANDADO A JM ROCA VIDAL,...¡¡¡¡.

Hola joven,...te mando un artículo esto der-luky, del 11m,...aniversario fue en 2.004,...oseacé 17 years,... 

HE PENSADO SACAR UN ARTÍCULO SOBRE EL SUCESO FIRMADO POR MUCHAS GENTES, GRUPOS, WEBS,...ETC,...PERSONAS,...SI SE PUDIERA,...

U BIEN, ALGO DE CADA CUAL, PERO AR MEISMO TIEMPO Y DÍA, PARA DAR IMPRESIÓN AL MENOS DE CIERTA UNIDAD DE CLASE ¡¡. 

 

ESCRITOS DE JM ROCA VIDAL, SOBRE EL 11M-ATENTADOS DE ATOCHA-MADRID ¡¡.


https://docs.google.com/document/d/1sbSu6eeCpsMOXdDLE9OWEi4Xl5y77G1K/edit

2.4. Dudas razonables


El modo en que fueron perpetrados los atentados y la respuesta gubernamental a los mismos pusieron sobre el tapete cuestiones importantes. 


La primera es preguntarse dónde estaban las acciones preventivas contra el terrorismo con las que Aznar, un año antes, alardeaba de ser precavido para apoyar la guerra preventiva de Bush contra Iraq. El asunto es más grave si tenemos en cuenta, como luego se ha sabido, que varios de los autores del atentado del 11 de marzo se hallaban bajo vigilancia policial por su relación con los atentados del 11 de septiembre en EE.UU.N. De lo cual se deduce que Aznar o bien confiaba en que Al Qaeda no se atreviera a actuar en España por tener el aliado más poderoso del mundo, o bien confiaba en que las medidas de seguridad adoptadas por el amigo americano (a la postre poco eficaces ante un enemigo que el informe oficial sobre el 11-S califica de sofisticado, paciente, disciplinado y leal) sirvieran de escudo a sus aliados, mientras el Gobierno español, centrado de manera obsesiva en ETA, ignorando tanto la amplia lista de atentados perpetrados por fanáticos islamistas como los abortados por los servicios de inteligencia en territorio europeo, y persiguiendo el equilibrio presupuestario -el aireado (y maquillado) déficit cero- había ido reduciendo los cuerpos de seguridad.


En el primer caso la presunción era vana, como los hechos dramáticamente han mostrado, y en el segundo, también, pues, a pesar de contar con 15 agencias de espionaje, las medidas de seguridad adoptadas por Bush contra el tipo de terrorismo practicado por Al Qaeda fueron casi nulas, según opiniones de responsables de la seguridad norteamericana, a pesar de haber recibido varios avisos de los servicios de espionaje durante el verano de 2001. En una entrevista, el ex coordinador de Seguridad con Clinton y Bush sr, Richard Clarke afirma que en cuarenta ocasiones la CIA advirtió al actual presidente de que Al Qaeda preparaba un ataque contra Estados Unidos. Avisos que Bush ignoró porque lo que verdaderamente le interesaba era desviar la atención hacia el régimen de Sadam Hussein y hallar un motivo para invadir Iraq. “La guerra de Iraq supone una desviación de recursos en la lucha mundial contra el terrorismo, y al tiempo la hace más difícil porque enfurece al mundo musulmán”, añade Clarke.  

En vista de lo cual cabe albergar no pocas dudas sobre el verdadero motivo que tuvo Aznar para apoyar sin condiciones la, entonces ilegal e impopular y hoy desventurada, operación de Bush en Iraq. ¿Trataba Aznar realmente de luchar contra el terrorismo de Al Qaeda o ayudaba a extender del peor modo posible la hegemonía norteamericana? 


 Si Aznar creía que ocupando militarmente Iraq el problema quedaba resuelto, se equivocó por completo (aún persiste en el error), porque mucho tiempo después de que Bush declarase el final de la breve guerra, no parece que los presuntamente derrotados se hayan dado realmente por vencidos ni que los presuntos vencedores, salvo detener a Hussein, hayan alcanzado los objetivos que teóricamente les llevaron a Iraq. La clandestina ceremonia de traspaso de los limitados poderes del procónsul norteamericano Paul Bremer a las nuevas autoridades iraquíes y las dificultades del gobierno provisional abundan en lo mismo. Y la elemental concepción del terrorismo que tiene Aznar –“todos los terrorismos son iguales”– para vincular la política interior y la exterior, reveló su inconsistencia: ETA no es lo mismo que Al Qaeda, cuyo desafío no se detiene en Europa ni en los Estados Unidos. sino que incluye el orden mundial, porque su fanatismo –aniquilar aquello que no se comparte– es mayor y más difícil de combatir que el de ETA. “Una cosa es perseguir a un puñado de fanáticos por las montañas de Afganistán y otra muy distinta luchar contra el fanatismo”, señala el escritor israelí Amos Oz


Aznar, igual que Bush, olvidaba una recomendación de Clausewitz:


El primer acto de discernimiento, el mayor y más decisivo que ejecutan un estadista y un jefe militar, es el de establecer correctamente la clase de guerra que están librando. Y Aznar no sabía con quien se enfrentaba. Y si lo sabía, no actuó en consecuencia, pues los servicios secretos de varios países europeos también habían advertido sobre movimientos de sujetos vinculados al islamismo radical. Y una de las pruebas es que días antes de que se produjera el atentado en Madrid, la ciudad de París estaba en situación de alerta. Además de que, a finales del febrero, la opinión pública pudo conocer la noticia de que Ramzi Binalshibh, miembro de la célula de Hamburgo que perpetró el atentado contra las Torres Gemelas confinado en Guantánamo, había confirmado que se había reunido con Mohamed Atta en Tarragona, en julio de 2001, para ultimar los detalles de la operación. Gracias a sus contactos en España, Binalshibh pudo escapar hasta que fue detenido el año 2002 en Pakistán.  


Hay otros motivos que explican la actitud de Aznar, además de su devoción por la política ultraliberal -y ferozmente desigualitaria- de la Casa Blanca, y uno de ellos es su moral profundamente maniquea, que intelectualmente le conduce a elaborar representaciones bipolares de la realidad.


 En este tema, como en otros, Aznar ha dividido el mundo en dos bandos: el de los terroristas y el de quienes les combaten, y además sólo concibe un modo de hacerlo: el patrocinado por el trío (en realidad cuarteto) de las Azores. 

Empero, el terrorismo es un fenómeno más complejo. En el caso del practicado por grupos fanáticos islamistas, no es, como pretende el equipo de la Casa Blanca, influido aún por el paradigma bipolar de la guerra fría y por las teorías de Huntington sobre el choque de civilizaciones, un movimiento unificado y mucho menos expresión de uno o más Estados, noción ésta bastante ajena a las interpretaciones más extremas del islamismo, sino un método de lucha –de una lucha que, según Kepel, también se libra en el corazón del Islam–, aplicado con diverso grado de intensidad, adoptado por grupos y movimientos con distintos propósitos, que requieren, por tanto, tratamientos diferentes para ser combatidos. 


En el caso de Al Qaeda, la confusión puede ser mayor, ya que, desde un punto de vista occidental, una primera impresión puede ofrecer la apariencia de un nuevo enfrentamiento entre la modernidad occidental y el arcaísmo asiático, sin percibir que tanto los métodos como la ideología y los componentes de esa maraña de grupos tienen mucho de occidentales; son híbridos; o como escribe John Gray, son un subproducto de la globalización. Y puntualiza: “No hay estereotipo que resulte más pasmoso que el que describe a Al Qaeda como un retroceso a los tiempos medievales (...) Pese a que afirmen ser los exponentes de una tradición indígena, sus fundadores han reinterpretado el islam a la luz del pensamiento occidental contemporáneo. 


Se puede compartir del todo o en parte la tesis de Gray, pero lo que está bastante claro es que, a la vista de los resultados, existe no poca confusión sobre lo que representa Al Qaeda en relación con occidente. Y retornando al caso de España, no sólo por los objetivos sino también por los procedimientos, existe gran diferencia entre el terrorismo de ETA, un método cruento al servicio de un proyecto teñido de etnicismo, fundado en peculiaridades locales, que defiende un programa totalitario de colectivismo nacional, y el de los grupos cercanos a Al Qaeda, que, sin visos de racismo, impulsan un proyecto religioso transnacional inspirado en valores morales que estiman de aplicación universal. 


Ambos proyectos son excluyentes, pues ambos pretenden erigir regímenes políticos de tipo totalitario para restaurar comunidades definidas por un solo principio a partir de las sociedades existentes. En el caso de ETA, se trata de construir la nación nacionalista vasca, a partir de las definiciones raciales de Sabino Arana y de los postulados colectivistas de la llamada izquierda abertzale. En el caso del islamismo radical, se trata de configurar sociedades homogéneas a partir de la estricta aplicación de la ley islámica. En el caso de ETA se trata de restaurar la comunidad (trans)histórica vasca; en el caso del islamismo radical de restaurar la Umma o comunidad de los creyentes. Y ambos proyectos son excluyentes. La boina y la burka no son compatibles, al decir de los expertos


El otro motivo es la poca cintura política de Aznar (una de las habilidades de la maquiaveliana virtud), su escasa capacidad para enfrentarse simultáneamente a problemas no previstos, pero la razón que mejor explica su reacción y la del PP ante los atentados del 11 de marzo es la aversión hacia ETA (lógicamente fundada en haber escapado milagrosamente de un atentado) y el nacionalismo, al haber convertido el combatirlos en uno de los ejes principales de su política. Se puede decir que ETA, y por añadidura los partidos nacionalistas, han proporcionado el pretexto necesario para que el Gobierno de Aznar haya podido expresar con toda su energía -sin complejos- la carga de centralismo y autoritarismo que encerraba su programa, en el que la unidad de España se entendía como uniformidad, autoridad y disciplina. 


Al vincular las demandas nacionalistas con el terrorismo de ETA y presentarse como el máximo garante de la unidad de España, el Partido Popular había logrado capitalizar en su exclusivo beneficio la lucha contra el terrorismo como expresión violenta del separatismo, de tal modo que, dando por supuesto que un acontecimiento de la magnitud de estos atentados necesariamente debería influir en la intención de voto de los electores, también cabría esperar que los ciudadanos entregaran su confianza al partido que más se había distinguido en la lucha contra ETA. Esta es la razón que parece explicar la insistencia del Gobierno en atribuir los atentados a la organización vasca, reforzada, además, por otra: atribuir, tres días antes de las elecciones, la autoría a algún grupo de fanáticos islamistas podía suponer el retorno a la escena política de aquello que a toda costa se quería evitar: el recuerdo del multitudinario rechazo a la invasión de Iraq, que en el momento álgido de la movilización ciudadana, en el invierno de 2003, las encuestas habían estimado en el 91%. 


La utilización política de los atentados en favor del PP, como si la campaña electoral no hubiera estado suspendida, es la razón del persistente silencio del Gobierno sobre los verdaderos autores de la matanza y de la orientación de la información ofrecida a la opinión pública con la intención de mantener a los electores, hasta pasada la jornada electoral, en la creencia de que habían sido provocados por ETA. La identificación y detención de cómplices pocas horas después de perpetrados los atentados indica que los servicios de inteligencia y/o de la policía disponían de mucha información previa, pero la decisión de no hacerla pública fue política: el Gobierno la vetó.


Muy poco tiempo después de perpetrados los atentados, la policía ya había descartado la autoría de ETA. El descubrimiento de la furgoneta con ropas, objetos y detonadores que habían utilizado los asesinos para desplazarse a la estación de Alcalá de Henares orientó las sospechas hacia un grupo islamista, y la desactivación de una bomba sin explotar, hallada en una bolsa en uno de los trenes, confirmó que no se trataba de uno de los artefactos habitualmente utilizados por ETA.


Con ello llegamos a la peor de las conclusiones: que cuando conviene no todos los terrorismos son iguales. Con los atentados de unos se pueden ganar las elecciones y con las barbaridades de otros se pueden perder. Esta es la idea que prevaleció en el Gobierno ante los brutales atentados del día 11 de marzo, y, como impulsadas por un resorte, actuaron las viejas lógicas del PP, las probadas malas mañas –la opacidad, la manipulación de la información y el ventajismo– que tan buenos resultados habían dado hasta la fecha. 


Veamos la secuencia de los hechos.


2.5. La información gubernamental sobre los atentados


El día 11 de marzo de 2004 será de los que no se olviden en mucho tiempo. La brutalidad de los atentados conmociona toda Europa y más lejos. La ciudad de Madrid, desde muy temprano, se sumerge en un torbellino de perplejidad, tristeza, dolor, socorros frenéticos y solidaridad a raudales. A medida que transcurre el día y se percibe el alcance de la tragedia en toda su magnitud la actividad ciudadana se va paralizando. La gente regresa pronto a sus casas y la hostelería y la industria del ocio cierran sus establecimientos (bares, teatros, cafeterías, cines, discotecas, bingos) y los que quedan abiertos están faltos de público. 


La campaña electoral se suspende, se establece la comunicación entre los responsables políticos (en algunos casos rota desde hace tiempo), se hacen las primeras declaraciones y se apuntan las explicaciones iniciales sobre unos hechos terribles, cuya autoría, al principio, y quizá por seguir una dilatada y macabra costumbre, apunta a ETA. 


Diversas muestras de solidaridad y apoyo llegarán muy pronto desde todos los lugares de España y muchos del extranjero, pero los primeros en expresar su pesar y su rechazo son los vascos, se diría que, empujados, como escribirá Kepa Aulestia al día siguiente, por el “sentimiento de culpa de pertenecer a una colectividad en cuyo nombre unos pocos podían cometer tal atrocidad”.  


A las 9,30 de la mañana, un consternado Ibarretxe dice ante las cámaras de televisión:


Los terroristas son simplemente alimañas... Qué monstruosidad, qué espanto tan grande...ETA está escribiendo sus últimas páginas”. Pero Arnaldo Otegi (de Sozialista Abertzaleak, una de las versiones de Herri Batasuna) le corrige: “No contemplo ni como hipótesis que ETA esté detrás de esos atentados. Porque ETA a lo largo de su historia siempre ha avisado de la colocación de los explosivos [...] porque es una acción que se ha hecho buscando ese alto número de víctimas, pero además buscando un alto número de víctimas entre trabajadores y población civil. Otegi rechaza el atentado y lo atribuye a un operativo de la resistencia árabe. Lo cual no aclara mucho, porque Otegi es un habitual exculpador de las barbaridades de ETA, y porque ésta no siempre ha avisado de sus intenciones –recuérdense las bombas trampa– ni ha asumido todos los crímenes cometidos (los de la cafetería Rolando, en Madrid, por ejemplo). Y también ha atentado contra civiles y trabajadores. Con su delirante trayectoria, cabe imaginar que, a pesar de su debilidad, sus dirigentes puedan haber pensado que con una bestialidad de tal magnitud la hagan salir de su declive.  


Aznar convoca parcialmente al Gobierno, pero no al Gabinete de crisis (que se reúne por vez primera el 17 de marzo). En la reunión, de la que no existe acta, están presentes los vicepresidentes Rodrigo Rato y Javier Arenas, el ministro del Interior, Ángel Acebes, el ministro portavoz Eduardo Zaplana, el secretario General de Presidencia Javier Zarzalejos y el secretario de Estado de Comunicación, Alfredo Timmermans. Ni la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, ni los responsables de Defensa, Federico Trillo, y de Hacienda, Cristóbal Montoro, miembros natos del gabinete de crisis, han sido convocados.


Inexplicablemente tampoco lo ha sido el jefe de los servicios de inteligencia (CNI), Jorge Dezcallar –fuera de juego hasta el día 16–. Su ausencia, la de los responsables de Exteriores y Defensa, y la presencia de dos altos cargos relacionados con la información (Zaplana y Timmermans) dejan traslucir las intenciones de cómo el Presidente pretende abordar la crisis.


Aznar tampoco reúne el Pacto Antiterrorista ni cita a representantes de otros partidos, a los que les hace llegar su opinión -“Espero que no haya dudas de que ha sido un atentado”, indica por teléfono a Zapatero- y la invitación para acudir a una manifestación convocada para el día 12. Con estas decisiones, el Gobierno piensa afrontar la crisis en solitario y obtener los posibles réditos electorales, si los hay, también en solitario. Para ello, despliega una intensa actividad en el campo de la información. Aznar en persona telefonea a los directores de varios periódicos de Madrid y Barcelona (volverá a hacerlo por la tarde) indicándoles que el Gobierno no duda de la autoría de ETA. Desde La Moncloa se transmite el mismo mensaje a los corresponsales de la prensa extranjera. 


A las 13.30, el ministro del Interior anuncia la cifra de muertos en ese momento -173 y 600 heridos- e indica su creencia de que ETA es la autora del atentado, calificando de “intolerable cualquier intoxicación por parte de miserables” que apunte hacia otros autores. Poco después interviene Zapatero, que acepta la versión del Gobierno -“Estamos ante el atentado más horrendo de ETA”- y llama a la unidad democrática frente al terrorismo.  


A las 14.30 interviene Aznar. Se refiere al 11 de marzo como una fecha en la historia de la infamia y califica a los autores de asesinos fanáticos. Habla de la banda terrorista pero no cita a ETA. Anuncia tres días de luto oficial e invita a los ciudadanos a acudir, al día siguiente, a la manifestación convocada con el lema Con las víctimas del terrorismo, con la Constitución, por la derrota del terrorismo. La alusión a la Constitución, convertida otra vez en patrimonio particular del PP, trata de reforzar la idea de que se trata de dar una respuesta a aquellos que no la aceptan: ETA.


Esa idea de quienes son los autores se traslada al Consejo de Seguridad de la ONU, donde, en ausencia de Inocencio Arias, la representante española, Ana Menéndez, presenta una resolución urgente condenando a ETA por los atentados de Madrid, que a pesar de las dudas de los presentes se aprueba. Cuatro días después, conocidos los verdaderos autores, Arias se verá obligado a pedir disculpas. 


Sin embargo, esa misma tarde, el Ministerio de Asuntos Exteriores envía un mensaje a todas las embajadas españolas señalando a ETA como la autora de los atentados y advirtiendo de la intención de otras fuerzas políticas de desviar las sospechas hacia otros grupos terroristas (Otto Schilly, ministro del Interior de Alemania, criticará, días después, a su homólogo Ángel Acebes, porque hubo retrasos, imprecisiones y quizá cosas inciertas en la información del gobierno español sobre los atentados). 


A las 20.15, poco después de que la policía haya difundido las fotografías de nueve miembros de ETA presuntamente relacionados con el atentado, Acebes anuncia el hallazgo de la furgoneta y la apertura de una segunda línea de investigación, pero recalca que la línea esencial sigue siendo ETA. Opinión que Aznar confirma en otra ronda de llamadas a los directores de varios diarios. 


A las 20.30, el Rey, en una comparecencia extraordinaria –la primera desde el intento de golpe de estado de febrero de 1981– habla por televisión. Muestra su repulsa, condena el atentado, pero no menciona a ETA, y exhorta a la unidad. 


A las 21.30, la agencia Reuters comunica que el londinense Al-Quds Al-Arabi, diario propalestino impreso en lengua árabe, ha recibido una nota en la que un grupo cercano a Al Qaeda se hace responsable de los atentados de Madrid.  

 

Esa misma noche, la desactivación de la bomba hallada en una mochila en el apeadero de El Pozo permite obtener nuevos datos, que dirigen definitivamente la investigación policial hacia grupos islamistas próximos a la red de Ben Laden.


No obstante, al día siguiente, a las 11.30, en una comparecencia de prensa previa a la reunión del Consejo de Ministros, Aznar insiste, por un lado, en que el Gobierno ha dado toda la información de que dispone y en que “mantendrá siempre su compromiso de transparencia”, y, por otro, en mantener la autoría de ETA -“No concedo el beneficio de la duda a quien mantiene su voluntad criminal y ha estado siempre (…) dispuesto a descargarla sobre personas inocentes”- pero sin citarla -“La banda terrorista tan bien conocida en nuestro país”-, y cuando se le solicita que aclare cuál de las dos líneas de investigación es la prioritaria, se escabulle: “Estamos ante un atentado terrorista terrible. No me pidan que juegue a las quinielas”. En la rueda de prensa posterior al Consejo, ante las preguntas de los periodistas insistiendo en lo mismo, indica que “el Ejecutivo ha dado toda la información. No hay ningún aspecto que conozca el Gobierno que no se haya puesto en conocimiento de la opinión pública”.


Con los indicios aparecidos y la información proveniente del extranjero -junto con la de Madrid, han caído las bolsas de Nueva York y Tokio, efecto que los atentados de ETA nunca han producido- las dudas sobre la autoría del ETA se extienden. En los mismos periódicos las opiniones se dividen. En canales de televisión extranjeros se atribuye el atentado a grupos de fanáticos islamistas y, en primera plana, el diario gallego La voz de Galicia atribuye a Al Qaeda la autoría del atentado. 


El diario abertzale Gara publica un editorial que lleva por título "Barbaridad inadmisible". Por la tarde, en llamadas telefónicas efectuadas a este diario y a Euskal Televista, un portavoz de ETA afirma que la banda no es responsable de los atentados de Madrid (volverá a desmentirlo el domingo), pero el ministro del Interior, que estimó verosímil el anuncio de ETA de declarar una tregua en Cataluña porque le permitía criticar al Gobierno tripartito catalán y al PSOE, no concede el menor crédito a estos avisos. Tampoco Urdaci, jefe de informativos de TVE, pues, aduce, al no haber sido grabada la llamada no se puede analizar la voz y comprobar si coincide con la de otros mensajes de ETA. Y tampoco Rajoy, que en diversas declaraciones ha seguido defendiendo la hipótesis central del Gobierno, le concede el menor crédito. 


A las 18.30, el ministro del Interior comunica el hallazgo de una bolsa de deporte conteniendo explosivo (goma 2), pero, como luego se ha sabido, el mecanismo para hacerla estallar es el mismo que los utilizados en los atentados de Bali y de Casablanca. En ese momento, en medios policiales se disipan las dudas que pudieran existir acerca de quienes son los autores del atentado, pero de eso no se informa a la opinión pública.


Esa tarde, multitudinarias manifestaciones bajo el mismo lema se producen en todo el país. En la que, pese a la intensa lluvia, tiene lugar en un entristecido Madrid, grupos de manifestantes gritan “¿Quién ha sido?” ante la presencia de Aznar, creando una situación de gran tensión y perplejidad en la cabecera del cortejo, en la que junto al Gobierno aparecen, por vez primera, el príncipe y las infantas, así como representantes de los principales partidos y sindicatos, ex presidentes del gobierno, altos cargos de la Unión Europea y primeros ministros de varios gabinetes extranjeros. En otros muchos lugares de España y en una veintena de ciudades del extranjero se efectúan concentraciones similares. En Barcelona, Rato y Piqué son insultados por unos manifestantes que les llaman asesinos. 


Como suele ocurrir en situaciones de emergencia, millones de personas, más de dos en Madrid, han acudido a manifestarse en solidaridad con las víctimas y contra el terrorismo respaldando la interesada convocatoria del Gobierno –Con las víctimas del terrorismo, con la Constitución–, pero también ha empezado a percibirse la desconfianza hacia la información proporcionada por el ministro del Interior y crece la sospecha de que la poca claridad sobre la autoría de los atentados sea utilizada en beneficio del Partido Popular en las elecciones del próximo domingo.


La reserva de una parte importante de la ciudadanía está justificada, porque la manipulación informativa no ha terminado.


La noche del día 12, después de asistir a las multitudinarias manifestaciones, los espectadores de Telemadrid, la cadena autonómica madrileña controlada por el gobierno de Esperanza Aguirre, ven alterada la programación. Sin previo aviso, se reemplaza la película norteamericana Vidas paralelas por Asesinato en febrero, que reconstruye el asesinato del diputado vasco Fernando Buesa y de su escolta, Jorge Díaz, a manos de ETA, en febrero del año 2000. 

El sábado, día 13, jornada de reflexión, lo que no obsta para que el diario El Mundo publique una entrevista a Mariano Rajoy, Zaplana comparece en La Moncloa indicando que el Gobierno está informando con total transparencia y vuelve a reafirmar la autoría de ETA, trasladando la carga de la prueba a quienes opinan lo contrario:


Algunos parece que quieren descartar que pueda ser la banda criminal y asesina ETA, cuando todo apunta, salvo que se demuestre lo contrario, y hay líneas de investigación en marcha de las que se ha dado cuenta, que, desde luego, no nos debería causar ninguna sorpresa que fueran los criminales y asesinos de la banda terrorista ETA”. Poco después, Acebes vuelve a informar en parecidos términos -“la prioridad es la banda que lleva 30 años y 900 muertos en España”-, pero añade que puede existir una colaboración entre grupos terroristas.


A primera hora de la tarde del sábado, la policía, que ha seguido las pistas halladas en la mochila no explosionada, detiene a tres marroquíes y a dos indios en un locutorio telefónico del barrio madrileño de Lavapiés. La noticia llega a las redacciones de diversos medios de comunicación. No se difunde, en espera de la confirmación oficial, pero se extiende como un rumor a través de los teléfonos móviles. Pero lo que difunde EFE, la agencia estatal de noticias, en un intento desesperado de su director, Miguel Platón, por ayudar al PP, desde la sede central en Madrid a sus corresponsales en 140 ciudades de más de cien países, es un teletipo en el que se indica que la pista islámica queda descartada y que todos los indicios apuntan a ETA.


Desde primera hora de esa misma tarde, miles de mensajes -“Hoy, a las 18, en la sede del PP. Por la verdad. Pásalo”- se difunden a través de los teléfonos móviles convocando concentraciones ante las sedes del Partido Popular en las principales ciudades españolas. La llamada tiene éxito y miles de personas acuden a concentrarse ante las sedes del PP pidiendo la verdad:


¡Queremos la verdad antes de votar!” En Madrid, ante la afluencia de gente, se corta el tráfico de la calle Génova, ocupada por los manifestantes que se dirigen hacia las ventanas de la sede del partido Popular con gritos de “¡Mentirosos! ¡Mañana se va a notar a la hora de votar!”. En Santiago de Compostela ocurre algo similar y en Barcelona se monta una cacerolada en la Vía Layetana, exigiendo la verdad. Pronto se producen concentraciones en otros puntos de España.


A las 19.30, en la sede del canal autonómico de televisión, Telemadrid, se recibe un aviso indicando que en una papelera próxima a la mezquita de la M-30 está depositada una cinta de vídeo, que la policía recoge y analiza:


como se sabrá después, un portavoz de Al Qaeda en Europa confirma la autoría de los atentados. Poco después, algunas emisoras –la SER– filtran la noticia de las cinco detenciones.


Acebes, en la comparecencia realizada media hora después, confirma las cinco detenciones de Lavapiés, pero señala que todavía es prematuro vincular los atentados con el perpetrado contra la Casa de España en Casablanca. No descarta a ETA. 


A las ocho y media, Rajoy aparece en la televisión pública presentándose como candidato a la presidencia del Gobierno y calificando de ilegales e ilegítimas las concentraciones frente a las sedes del Partido Popular durante la jornada de reflexión. Comunica que han sido denunciadas a la Junta Electoral Central y acusa a ciertos partidos de haberlas convocado. Por si alguien no se había enterado todavía, la aparición de Rajoy amplifica la convocatoria. Miles de personas se arremolinan ante las sedes del PP hasta bien entrada la noche. Luego se producirán manifestaciones espontáneas dentro de un clima pacífico, muy alejado de lo que Ana Botella, en su libro de recuerdos sobre sus ocho años en La Moncloa, llama la furia organizada. 


A las nueve, aparece brevemente en televisión el portavoz del PSOE, Pérez Rubalcaba, que celebra las detenciones de los presuntos terroristas islamistas, pero lamenta la opacidad del Gobierno –Los españoles merecen un Gobierno que les diga siempre la verdad– y rechaza que el PSOE haya convocado las concentraciones ante las sedes del PP. La intervención de Rubalcaba provoca una declaración institucional del portavoz del Gobierno. Zaplana asegura que el Gobierno está actuando con total transparencia. 


Durante toda la tarde ha habido fuertes tensiones en los estudios de RTVE en Torrespaña por el control ejercido por A. Urdaci sobre la edición del programa Informe semanal dedicado a los atentados, que debe emitirse esa noche por la primera cadena. Algunos redactores son partidarios de ofrecer como noticia las concentraciones antes las sedes del Partido Popular, pero Urdaci decide actuar más como comisario político del Gobierno que como jefe de informativos de la cadena pública de televisión y veta la propuesta. En cambio, CNN+ decide que, por ser insólitas esas concentraciones en una jornada de reflexión, sí son noticia y las difunde.


A las 11 de la noche, la programación nocturna de TVE-1 queda alterada por sorpresa. En lugar de la película anunciada -Shakespeare in love–, la primera cadena exhibe la película Asesinato en febrero, cedida antes a Telemadrid, con el fin de que los espectadores concluyan la jornada de reflexión con la idea metida en la cabeza de que ha sido ETA la autora de los atentados del día 11.  


Pasada la media noche, el ministro del Interior anuncia que la cinta de vídeo hallada en una papelera junto a la mezquita es una grabación de Al Qaeda reclamando la autoría de los atentados del 11 de marzo en Madrid. 


J. M. Roca

Fragmento del capítulo II del libro colectivo con Luis M. Sáenz, Juan M. Verán y Enrique del Olmo: La derecha furiosa, Madrid, SEPHA, 2005. 

Prólogo de Rosa Regás. 




EL JUICIO DEL 11 DE MARZO 


José M. Roca


Tras una larga etapa de instrucción, el 15 de febrero comenzó el juicio por los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, que, con independencia de las sentencias con que concluya, constituye una forma legal, democrática (ni los ciudadanos han visto reducidos sus derechos civiles ni los acusados han sido privados de ellos ni recluidos en un limbo jurídico) y eficaz de luchar contra el terrorismo islamista, frente a aquellos que, puestos a elegir entre la acción de los jueces o un nuevo desembarco de Normandía, prefieren hacerlo mediante costosas aventuras militares de resultados inciertos. 


A las dificultades propias de un caso como éste, el primero en magnitud que se produce en España y de un tipo de terrorismo distinto en sus fines y formas de actuar del practicado por ETA, se añaden las propias del número de implicados -29 acusados- y afectados y que, por las circunstancias en que se produjeron los hechos, en vísperas de unas elecciones generales y en un país metido en una impopular guerra neocolonial, está cargado de interpretaciones políticas y cuya resolución tendrá indefectiblemente consecuencias políticas. 

  

Teniendo en cuenta el estado emocional de muchos testigos, las imprecisiones de la memoria en momentos traumáticos, los impedimentos sicológicos de algunos declarantes y la conmoción social en unas circunstancias que exigían la espontánea colaboración ciudadana y la movilización urgente de diversos servicios públicos, el juez Del Olmo, basándose en pruebas y testimonios, ha podido reconstruir los hechos que condujeron a aquel día aciago y, en un plazo de tiempo razonable, instruir el sumario 20/04, que comprende 50.000 registros telefónicos, 116 declaraciones y 200 pruebas de ADN, prevé la comparecencia de 650 testigos y la colaboración de 98 peritos, recogido en un expediente de 93.000 folios, por el cual se han llevado al banquillo 29 personas acusadas de 191 asesinatos consumados y 1.824 en grado de tentativa. 


Ello no ha impedido que en el PP, sin otro apoyo que las delirantes fábulas de sus servicios auxiliares de propaganda, hayan puesto en duda la instrucción del sumario. No sabemos que hubieran dicho de haber ocurrido lo mismo que en EE.UU. (la verdadera patria de Aznar), donde el juicio por los atentados del 11 de septiembre de 2001 se saldó con un único condenado, el franco-magrebí Zacarías Moussaoui, aunque hay otros dos autores huidos. 

En espera de las sentencias, las primeras sesiones de la vista del proceso del 11-M permiten, de momento, extraer algunas conclusiones.


El silencio de los lobos


La primera de ellas ha sido mostrar que el fanatismo religioso es compatible con el cálculo para cometer atentados y con el disimulo en el juicio. 


El testimonio de los acusados ha permitido comprobar que movidos por sus ideas pueden matar y estar dispuestos a morir en nombre de su fe, pero no a morir inútil o prematuramente. Los autores dejaron las bombas en los trenes, pero se bajaron, en algunos casos de manera precipitada (lo que facilitó luego su identificación por testigos), porque entonces no estaban dispuestos a morir. Con esta forma de actuar dejaron claro que su intención el once de marzo era matar más que morir, incluso más que morir matando. Los que se suicidaron en Leganés, salvo Abdelmajid Bouchar, huido y detenido en Serbia, lo decidieron al verse acorralados por la policía.  

  

Todos los acusados, autores, cómplices y colaboradores se han declarado inocentes e incluso han condenado los atentados, así que no nos encontramos ante mártires que aceptan su sacrificio proclamando orgullosamente su fe, sino ante la coordinada estrategia de los abogados defensores, recomendada por un manual hallado entre los restos del piso de Leganés, de negarlo todo para no facilitar la tarea a los jueces de los infieles. 


Ninguno de ellos ha reconocido tener relación con ETA, lo que, unido a las declaraciones de otros testigos, algunos muy allegados, de los artificieros de la policía y de los peritos designados por el tribunal sobre el explosivo utilizado deja en nada la teoría de la conspiración puesta en circulación por expertos en ácido bórico, investigadores de pacotilla y émulos de Saturnino Calleja. 


Por el contrario, lo que va quedando meridianamente claro es que el atentado fue una respuesta a la participación de tropas españolas en la invasión de Iraq.


Otra de las brumas que se van despejando es que los autores, más que a una organización centralizada, pertenecen a un movimiento, a una corriente que defiende una interpretación muy regresiva del Islám y sigue las directrices de Al Qaeda, pero actúa de manera autónoma y valiéndose de sus propios medios.   


El testimonio de amigos y familiares de los acusados relata la vida cotidiana de individuos que, captados por promotores de la yihad, van derivando hacia el fanatismo, se vuelven extraños a sus familias, actúan misteriosamente y, por fin, se ven enredados en el atentado.


Algunos de los implicados, presentes o huidos, están casados con mujeres españolas, otros tienen familia y formas legales de vida aquí, otros se movían en terrenos cercanos a la marginalidad, la delincuencia y el tráfico de drogas antes de ser captados para la causa de la yihad. Unos y otros fueron ayudados por delincuentes españoles y tipos como Trashorras, dispuestos a hacer lo que sea por dinero o a contar las mentiras más disparatadas (Si El Mundo me paga, les cuento hasta la guerra civil), lo cual derriba otra de las explicaciones dadas por el PP, que, por boca de Acebes, insistía en que un atentado como el del 11 de marzo no podía ser perpetrado por un grupo de pequeños delincuentes, sino que se debía a una extensa trama dirigida por una gran inteligencia.


La explicación, propia de alguien aficionado a las películas de James Bond, que cree que Al Qaeda es una especie de Spectra islamista, suena a coartada, pues, si se une a la inexplicable facilidad con que los islamistas se hicieron con dinamita robada en una mina, en un país sometido desde hace cuarenta años al azote de otro tipo de terrorismo, dice bien poco de la capacidad de Acebes como máximo responsable de los servicios de inteligencia y de seguridad y le califica como el ministro más incompetente de la Unión Europea. 


El ruido de los embusteros


Frente al obstinado silencio de los que, como implicados, saben lo que ocurrió el 11 de marzo, se alza el ruido de los embusteros, de los que no quieren saber lo sucedido, porque les aterran las consecuencias de la verdad y prefieren atribuir sus tribulaciones en la oposición a una conspiración para echarlos del Gobierno, de ahí su predilección no por la verdad del 11-M sino por las fábulas sobre los verdaderos e inalcanzables autores del atentado. 


Respondiendo a esa intención, en el PP aplicaron pronto la estrategia de deslegitimar al Gobierno salido de las elecciones del 14 de marzo mediante la puesta en circulación de la teoría de la conspiración, la obstrucción de los trabajos de la Comisión parlamentaria del 11-M y la instrucción del sumario por el juez Del Olmo, con la eficaz colaboración de la prensa afín, que esparció toda clase de dislates y pistas falsas tratando de desviar la investigación con sus delirios. Incluso Rajoy llegó a solicitar la nulidad del sumario instruido por Del Olmo.   


Durante tres años hemos asistido a la producción de ruido con una campaña de descrédito contra los jueces y policías que han intervenido en el caso, a la continua propalación de patrañas, de supuestas novedades, de testimonios inapelables que luego se han revelado remuneradas historietas de mentirosos compulsivos, al descubrimiento de sustancias que jamás podrían explosionar y de mochilas colocadas por manos misteriosas, pero, una vez iniciado el juicio, en el PP han dejado su labor de obstrucción a los letrados de la acusación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que, por su actuación en la vista, debería llamarse Asociación Defensora de los Encausados del 11-M, porque sus intervenciones hacen causa común con la de los abogados defensores. Intentando desesperadamente hallar algún vínculo entre ETA y Al Qaeda, se diría que están más interesados en que los acusados queden en libertad que en colaborar para que se les castigue por aquel horrendo crimen.  

 

La Iglesia, a través de sus medios y especialmente de la COPE, también se ha apuntado a difundir dudas sobre los autores de la matanza solicitando que se sepa toda la verdad, que no es la verdad jurídica y mucho menos la evangélica, sino la que le conviene al Partido Popular. Más directo, el obispo de Jaca ha acusado veladamente al PSOE de estar detrás del atentado.


Contrarreloj 


Durante tres años, en el Partido Popular han hecho todo lo posible para hacernos olvidar que gobernaban Aznar, Acebes y Rajoy, cuando el atentado se perpetró, que las primeras actuaciones policiales fueron de su competencia y que la información sobre los atentados, entre los días 11 y 14 de marzo, llegó desde el Gobierno de Aznar.


Hay que recordar que Acebes, siendo todavía ministro del Interior, dijo que los autores del atentado estaban muertos o en la cárcel. Luego cambió de opinión; como es esperable que cuando se conozca la sentencia, en el PP digan que nunca defendieron la autoría de ETA en el atentado.


Ahora tienen prisa. Han apretado el acelerador de las movilizaciones callejeras con otros pretextos, pues son conscientes de que lo que se va sabiendo en el juicio les perjudica. Saben de sobra que la teoría de la conspiración era un recurso instrumental que, pronto o tarde, estaba abocada al fracaso, que era una teoría de tente mientras cobro, es decir, mientras obligaban a Zapatero a convocar elecciones anticipadas y colocaban a Rajoy en La Moncloa. Una vez en el gobierno sería más fácil echar tierra sobre el asunto.



https://docs.google.com/document/d/1sbSu6eeCpsMOXdDLE9OWEi4Xl5y77G1K/edit


Iraq. Cinco años en guerra

José M. Roca


En el quinto aniversario del comienzo de la guerra de Iraq, el presidente Bush se ha reafirmado en su decisión de invadir el país, pues se trata de una guerra noble, necesaria y justa. Y confía en vencer: No aceptaremos más resultado que la victoria. Es lógico, pues cree que está ganando una guerra que concluyó oficialmente el 1 de mayo de 2003.


Los estrategas del Pentágono habían previsto un largo período de acumulación y preparación de fuerzas para librar una guerra corta, rápida y eficaz como un puñetazo, que acabase en muy poco tiempo con el régimen de Sadam Husein y permitiera instaurar un simulacro de régimen democrático con un gobierno manufacturado por la Casa Blanca.   


El diseño de tal operación no contemplaba que el régimen baaz tuviese apoyos sociales y que una parte de la población pudiera ofrecer resistencia, ni que la invasión pudiera desatar la violencia entre facciones religiosas, y si lo había previsto, no importó. Lo importante era acabar con un régimen como el de Hitler, según la propaganda de aquellos días, para devolver la libertad a los iraquíes e instaurar la democracia en el cercano Oriente. Pero el motivo aducido no era altruista.


La invasión, decidida de antemano -en época de Reagan, los halcones ya querían aumentar la presencia militar en el Golfo Pérsico (ver antecedentes en “Elecciones en EE.UU.” Iniciativa Socialista nº 74)- y puesta en marcha tras una intensa campaña de propaganda con alusiones a la Biblia (Dios me pidió que acabara con la tiranía de Sadam, confesó Bush en una visita al Sinaí, influido sin duda por las leyendas del lugar), pretendía conseguir rápidamente un país dócil, dispuesto a aceptar el papel que EE.UU. le adjudicara en la zona y a poner sus bienes a disposición de empresas transnacionales, por medio de uno de esos tramposos programas de ayuda para reconstruir los desastres provocados por una guerra decidida a miles de kilómetros de distancia, a cambio de aceptar medidas neoliberales que enajenan la riqueza nacional. 


La invasión preparaba una guerra, teóricamente rápida, quirúrgica, pero no por ello menos injusta, ilegítima, ilegal y agresiva, que contó con la oposición de numerosos gobiernos y llevó la división a organizaciones internacionales, como la UE, la OEA y la ONU, pero todo ello importaba poco ante la magnitud y la urgencia del proyecto diseñado por los neoconservadores, que, llevados de su mesiánica fe, pretendían no sólo aumentar las reservas de petróleo, poniendo los pozos iraquíes bajo custodia del ejército norteamericano, sino proteger a Israel, asegurar su presencia en la zona y afirmar la hegemonía de EE.UU. por medio de un acto de fuerza, como Richard Perle, director de la Junta de Programas del Pentágono, aseguraba días después de comenzar la invasión: El reino del terror de Sadam Hussein está a punto de terminar. El líder iraquí desaparecerá pronto, pero no se hundirá solo: en una despedida irónica, arrastrará consigo a la ONU. Bueno, no a toda la ONU (...) Lo que morirá será la fantasía de que la ONU es la base del nuevo orden mundial. (El Mundo, 22-III-2003). Ese era el quid del asunto: dilucidar quien era el indiscutible amo del mundo.


Siguiendo los planes, las operaciones militares se desarrollaron bien, es decir mal, porque se alcanzaron los objetivos militares previstos, pero sólo eso. Las tropas de la alianza entraron muy pronto en las zonas petrolíferas y en las grandes ciudades, pero no pudieron controlar todo el territorio ni el interior de las ciudades, donde aún hay barrios en poder de unas u otras facciones resistentes, que actúan siguiendo intereses muy distintos, unos religiosos y otros no tanto. Y ni siquiera en los barrios bajo custodia occidental -la zona verde de Bagdad- el control es total, y los atentados son frecuentes.


Pero en el orden civil, la cosa no marcha mejor. Gran parte de la culpa reside en cómo se instaló la primera administración.


Paul Bremer, hijo del presidente de Christian Dior, educado en las mejores universidades de EE.UU. y Europa, que ostentó cargos en varias embajadas, fue el encargado de dirigir la primera administración del Iraq ocupado, sin tener experiencia de haber hecho algo parecido (y si la tenía no se notó) ni tener idea de los problemas de la zona. 


Aquí se muestra la mesiánica ideología que ha guiado la invasión, pues sus estrategas, más que como líderes políticos, han actuado como profetas de la religión formada por los tres preceptos -la Biblia, el mercado y el imperio- que configuran el destino americano y, por tanto, el del resto del mundo. En ella, más que el conocimiento preciso de las situaciones, lo que parecer importar es tener el respaldo de una gran fuerza militar y una voluntad resuelta. Fuimos a la guerra sin entender a la sociedad iraquí, admite el excoronel Tim Collins, exjefe de las tropas británicas en Iraq. 


Así, no bastaba sacar a Sadam Hussein del poder y deshacer su gobierno, sino que había que desmantelar todos los resortes del Estado, incluyendo fuerzas armadas y funcionarios, para crear un país nuevo a imagen y semejanza de los ideologizados asesores de la Casa Blanca, en el que no quedaran rastros del régimen baazista. El resultado fue provocar la paralización y el caos en el país, que afecta incluso a las zonas teóricamente controladas.


Hubo arrogancia e incompetencia, ha señalado Collins, refiriéndose al mandato de Bremer, y en particular a la desmovilización del ejército y cuerpos de policía iraquíes, que dejaron el país en manos de facciones religiosas y de bandas armadas en los lugares a los que no llegaba la protección de las tropas invasoras, cuya misión no era esa y que debían además ocuparse de una larga e irregular guerra que no estaba prevista.  


Cinco años después de la invasión, el país está destrozado, no sólo porque está virtualmente dividido entre kurdos (20% de la población), árabes sunníes (15%), árabes chiíes (60%) y cristianos (3%), sino por la lucha entre facciones armadas, pues junto a las fuerzas regulares invasoras combaten los empleados de las empresas de seguridad (la privatización de la guerra) y el nuevo ejército iraquí, dirigido por el primer ministro (chiíta) Nuri al Maliki, que se enfrentan a restos dispersos del ejército y de la policía baazistas organizados en bandas, a los kurdos (que a su vez se enfrentan a los turcos), a facciones religiosas que luchan entre sí (chiíes contra sunníes) y dentro del mismo credo (las milicias de Al Sader luchan contra las fuerzas de Al Maliki), a bandas de delincuentes y a terroristas de Al Qaeda, que han acudido al conflicto como moscas a la miel, pues el sufrido país les procura un excelente campo de entrenamiento. 


La población no combatiente sobrevive como puede, pues, además de sufrir los llamados efectos colaterales de la invasión, es blanco del terrorismo sectario, y hablar de vida cotidiana es una broma macabra, pues no funcionan los servicios públicos, colegios, sanidad (la falta de camas y equipos hospitalarios es espantosa), el suministro eléctrico, el telefónico y el agua corriente. A muchos de los que por suerte tienen empleo (el paro alcanza al 60% de la población activa), la tercera parte del sueldo se les va en comprar agua, ¡en Mesopotamia!, la tierra donde nació el regadío. 


La mitad de la población sobrevive (¿) con menos de un dólar al día, aunque algunos tienen la suerte de recibir raciones gratuitas de comida proporcionadas por el Gobierno, que el Banco Mundial ya ha propuesto suprimir. 


A pesar de lo que afirma Bush -Ahora hay que consolidar la victoria y sellar la derrota de los extremistas-, los signos de tal victoria no se perciben. Esta guerra, o lo que sea, no tiene por ahora un claro ganador, aunque el premio Nobel Joseph Stiglitz afirma que hay dos vencedores: las empresas privadas de defensa y las compañías petrolíferas. Por cierto, al empezar la guerra, el barril de brent costaba 30 dólares, ahora ha superado los 103 $. Lo cual ha tenido repercusión directa en la economía de todo el mundo y de modo indirecto en la subida del precio de las materias primas empleadas en la fabricación de biocombustibles.  


En estos días, las bajas norteamericanas han alcanzado la cifra de 4.000 muertos, 30.000 heridos físicos y no se sabe cuántos heridos síquicos, las bajas de la población iraquí pueden llegar a 300.000, unas 90.000 víctimas están identificadas. Se estima en 2.600.000 las personas refugiadas en países vecinos y en otras 2.400.000, las desplazadas en el interior del país. 


A los Estados Unidos, la invasión les ha costado un notable deterioro político, acentuado por el descubrimiento de abusos, corrupción y torturas, hasta ahora 500.000 millones de $, unos 320.000 millones de euros, pero en el presupuesto federal para 2008, los gastos de defensa han aumentado un 12%, por lo que el Pentágono recibirá la cantidad de 622.000 millones de dólares, que supondrán una merma en los gastos sociales, especialmente de los destinados a sanidad.    


En la sociedad norteamericana y, por supuesto, en su clase política se alzan voces pidiendo el regreso de las tropas, pero sin menoscabo del prestigio de Estados Unidos. Lo cual es difícil de conseguir, pues salir precipitadamente del avispero como exigen algunos parece tan contraproducente como quedarse sin fecha de retorno, que es lo que acordaron el pasado noviembre Bush y Al Maliki, que perder el gobierno si la falta la protección del imperio.


Mientras, G. Bush (jr.) dice que llora: Los iraquíes me observan. Las tropas me observan. La gente me observa. Aún así, lloro. Tengo el hombro de Dios para llorar. Y lloro mucho. Por su causa, otros lloran también sin tanta ceremonia.


Y Paul Bremer ha montado una empresa de seguridad e imparte conferencias sobre su experiencia en Iraq. ¡Y se las pagan!,...)))...


[NUEVA ENTRADA] WOMEN OF THE WORLD CONTINUE TO RESIST AGAINST IMPERIALISM

Recibidos


Luciano Medianero Morales luky---------------------

0:58 (hace 8 minutos)
para International
HOLA/SALUDOS DESDE MALAGA/SPAIN : EN HORA BUENA POR SU ORGANIZACIÓN Y SUS LUCHAS ILUSIONES ANHELOS,...RESPONDIENDO A P. VOX CON HEMBRAS-52 Y PATRIOS , Y DE CAMINO,...QUE SE APLIQUE EL PARCHE LXS DEMÁS PARTITOCRÁTICUS HISPÁNICUS,...Y DER MUNDO ENTERO ¡¡ : HOLA-LECCIÓN SOCIAL-ECONÓMICA-A LO LARGO-8 MILENIOS CONSOLIDACIÓN CAPITALIS/NAZI-52-SALVAJISMO PEOR ANIMAL SALVAJE/CARNÍVORO-QUE SON MEJORES QUE USTED/VOXOTRXS-SE HAN ELIMINADO por formas variadas : bacteriológicas, animales y personas infectadas-enfermas-envenenar aguas-alimentos-etc,...---POR PODER IMP/CAPITAL+,-3.500 MILL/HUMANXS-COSTO 25.000 /BILL/DOL-JESUCR/V. MARIA EMPUJARON-hace 21 siglos ¡¡. ¿OK?/LUKYRH.BLOGSPOT.COM // @lucianomediane1




LITERATURA EN LA REVISTA "NUEVA SOCIEDAD" DEL G.C.P.INTER.MÁLAGA, [[ GRUPROMÁ. 2.000 ]]. SOBRE EL 11-M,...ATENTADOS DE ATOCHA, MADRID. ¡¡. EN LA N.8, EN PÁG. 2, . LA EDITORAL DICE : ESTE NÚMERO 8 DE NUEVA SOCIEDAD, ES CONTINUACIÓN TEÓRICA DE LOS NÚMEROS 4, 5, Y 6. EL NUMERO 7, ES REPRODUCCIÓN DE ARTÍCULOS DE PRENSA CON NOTAS SUELTAS SOBRE EL 11-M ( ATENTADOS DE MADRID, ESPAÑA ¡¡. ).


,5, : nueva sociedad n.- 5 pdf,...mandado por salva ¡¡.paraLuki.pdf ( NOTA : POR AHORA, NO SE SUBIR, EL PDF, YA APRENDERÉ¡¡. -- SALVA E. H., VA A MANDAR DESDE VIENA, UNA COPIA EN PAPEL DE ESTE N.- 5 DE NUEVA SOCIEDAD,... -- PARTE DEL CONTENIDO DEL MISMO,...ESTÁ YA EDITADO EN EL BLOG, PERO NO SE INDICA DE QUE SEA, DEL N.S. nº 5 ¡¡¡¡??¡¡¡¡. -).


EN PÁG 3, ",...LA SUPUESTA ENEMISTAD ENTRE GOBIERNOS, ESPAÑA CON EL REINO UNIDO SOBRE EL ASUNTO DE GIBRALTAR ES PURA DEMAGOGIA DE LOS RESPECTIVOS PODERES, AUNQUE PARTE DE LAS POBLACIONES RESPECTIVAS SEAN MUY NACIONALISTAS. AHORA ESPAÑA Y MARRUECOS SON AMIGAS, HAN NEGOCIADO DETERMINADOS ASPECTOS; HACE UNOS AÑOS SE PELEARON POR LA ISLA PEREJIL.,...//..."


",... EL ASUNTO DE LAS JUSTIFICACIONES OFICIALES PARA INTERVENIR EN IRAK. TENEMOS EL ASUNTO DE LAS INTERVENCIONES EN ASIA CON LA EXCUSA DE LOS TALIBANES, A LA RED ALQUDA; TAMBIÉN TENEMOS LAS EXCUSAS DE LAS INTERVENCIONES EN PAÍSES AFRICANOS, EN HAITÍ Y EN OTROS PAÍSES LATINOS AMERICANOS,...TENEMOS LOS ASUNTOS DEL 11-S, CASABLANCA, 11-M EN MADRID,..." ¡¡. "


",... A LA POBLACIÓN AFRICANA, CASI EN SU MITAD, LE INTRODUCEN GUERRAS INTERESADAS, MIENTRAS LAS SAQUEAN Y LES PRODUCEN UNOS HOLOCAUSTOS DE MUERTE. CREAN LA UNIÓN AFRICANA, A RESPALDO DE LA OTAN Y LE ADJUDICAN EL PAPEL DE GUARDIANES DE LOS INTERESES IMPERIALISTAS. Y DECIMOS, TODO BENDECIDO POR LA ONU, NEGOCIADO EN LA ONU, PERO LA ONU SIGUE HACIENDO AMAGOS FILANTRÓPICOS..,...//... LA UNIÓN EUROPEA SE QUEDA CON LO PRINCIPAL, VENDE ARMAS, LLEVA A EXPERTOS MILITARES, INTRODUCEN ONGS AFINES,.....POTENCIA LOS GOLPES DE ESTADOS, CONTRA EL GOBIERNO DE HUGO CHAVES; APOYAN A TOLEDO. HACEN TAREAS HUMANITARIAS. INTERVIENEN EN HAITÍ, APOYAN AL GOBIERNO DE LA REPÚBLICA DOMINICANA, ANTE SUS POBLACIONES EN HUELGAS GENERALES. PERO AQUÍ ESTA EURACA, ESPAÑA,...APARECEN COMO BUENAS FILANTRÓPICAS ANTE LA POBLACIÓN EUROPEA.


BUENA JUGADA DELIMPERIALISMO EUROPEO, ESPAÑOL FRANCÉS, DIRIGIDAS POR LA SOCIALDEMOCRACIA, LA DEMOCRACIA CRISTIANA, LOS LIBERALES Y LAS IZQUIEDAS VERDES, ECOLOGISTAS Y UNIDAS. LOS PARTIDOS EUROPEOS SOCIALISTAS, LIBERALES, CRISTIANOS, DE IZQUIERDA VERDE, Y PACÍFICA, ( DONDE ESTÁN PSOE, PE.PE., IU/PCE, DE ESPAÑA,... ),...///...


",.. ES BASTANTEE EXTRAÑO LO DEL 11-S, LO DEJARON HACER; YA EXPLICAMOS anteriormente que en las torres hundidas había el organismo internacional que regula las cuentas entre las diversas multinacionales empresariales y financieras mundiales. Se queman los archivos y ya nadie puede casi reclamar; los más favorecidos son, según aparece, las empresas que controlaban y eran dueños los actuales gobernantes de USA/EE.UU. N.,...//...


QUIENES ESSTÁN DETRÁS, O DELANTE, A LOS LADOS DE LOS ATENTADOS DE MADRID ?. PUES QUIZÁS ESTÉN LOS MISMOS, QUE ESTÁN ORGANIZADOS INTERNACIONALMENNTE. POR ESO PENSAMOS QUE LO DE MADRID, NO ES COSA NACIONAL, NI DE TERRORISMO ISLÁMICO, NI ETARRA. LA ONU, O EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA MISMA, ASUMIÓ RÁPIDAMENTE EL PLANTEAMIENTO DE AZNAR DE QUE HABÍA SIDO LA ETA; A ELLOS LES DABA IGUAL; ES TERRORISMO AL FIN Y AL CABO; Y COMO LA LUCHA IMPERIALISTA ES CONTRA TODO TIPO DE TERRORISMO, MENOS EL SUYO, PUES DABA CASI IGUAL. EL PSOE Y SU FORO SOCIAL ESPAÑOL, TOMA LA VÍA ISLÁMICA; ANTES EL JUEVES, DIJO Y APOYÓ EL ASUNTO COMO QUE ERA DE ETA, PERO QUÉ NO SABÍAN LOS "SOCIATAS!, SOBRE ESE ASUNTO Y SU PREPARACIÓN ?. CREEMOS QUE BASTANTE, ASÍ COMO GENTES DEL PE.PE. Y POR SUPUESTO PARTE DE LOS SERVICIOS SECRETOS ESPAÑOLES. UNOS SE ACUSAN A OTROS, DE FORMA TONTUELA, COMO NIÑOS DE BUEN COLEGIO DE REMINGADOS. ACTUACIONES DE NIÑOS, PERO CON MUY MALA LECHE. VAYA COMEDIA QUE SE ESTÁN MONTANDO CON LA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN. ESTAMOS ESPERANDO QUE LLAMAZARES DIGA ALGO, YA QUE NOS PIDE EL VOTO A TODA LA IZQUIERDA, PUES QUE DIGA ALGO DE UNA VEZ. ¡¡¡¡.



COYUNTURA INTERNACIONAL, VALORACIÓN POLÍTICA ECONÓMICA.



EN PÁG. 5, " NI PARTIDO POPULAR, NI FORO SOCIAL ESPAÑOL, ¡¡ ABAJO EL IMPERIALISMO¡¡, POR LA REVOLUCIÓN SOCIAL UNIVERSAL ".


INTRODUCCIÓN


Que bonito, se le está echando cojones en Irak a la OTAN Imperialista: La población iraquí y de otras latitudes están combatiendo para derrotar y expulsar a las tropas imperiales globales. las formas de lucha y su extensión es compleja y mundial.


Los pacifistas imperialistas occidentales de Europa [ EURACA] también se apuntarán los tantos ( seguirán haciendo demagogia ). Después de un año de intervencionismo imperialista ningún pacifista la planteado siquiera una consigna de solidaridad con la resistencia iraquí, solo han planteado no a la güera y salida de las tropas. Los pacifistas imperialistas están con la Unión Paneuropea, están porque sea esta potencia imperialista europea la dominante en el planeta. Estaban contra la guerra que dirigía EE.UU. N.-GB,... ---- Porque esa unión paneuropea, perdía peso estratégico. L a pelea entre ellos era por reparto, todos apostaron y juntaron esfuerzos políticos y económicos.,...//...


-- ¿ Qué significa derrotar al imperialismo mundial en Irak ?.

Partimos de la base de que el imperialismo no quiere perder esta batalla. Esta batalla, esta guerra es estratégica; tenía un objetivo : ir normalizando en todo el Mundo una política de subordinación a las políticas económicas del G-8, o sea, de la Clase Imperialista Mundial dominante universal. Fracciones del Consejo de Seguridad de la ONU, querían que todas las potencias estuvieran de acuerdo en la forma de actuar y en el reparto de beneficios. Una parte de este Consejo ( USA-GB ) planteaba de actuar rápidamente. Cada fracción tenían detrás a otros tantos países. Al final se actuó y todos sabemos el asunto. Algunas fuerzas militares se han ido y otras de otros países han llegado a Iraq,...Es más, USA-GB están orquestando llevar más personal militar y medios diversos hacia Iraq,...¡¡¡¡.,.../////,....




VIERNES, 5 DE MARZO DE 2021 // " COMUNISMO PROLETARIO". REVOLUCIÓN SOCIAL DE LA HUMANIDAD. ¡¡.

¡¡ LO SIENTO,...¡¡, RECORDANDO EL 11-M, ATENTADOS TERRORISTAS MULTI-IMPERIALISTAS OTANONUISTA,...ETC,...CONTRA LAS FUERZAS PROLETS-MULTIPOPULARES UNIVERSALES : LA HUMANIDAD ¡¡,...POS SI, TERRORISMO DE ESTADO SISTEMA IMPERIALISTA MUNDIAL-GLOBAL,...GENOECOCIDA, COMO SE ESTÁ DEMOSTRANDO, MUY CLARAMENTE,...¡¡¡¡.

INTRODUCCIÓN,...QUERÍA MENCIONAR ALGUNOS LIBROS,...REVISTAS ,...ARTÍCULOS,...¡¡; Y BUSCAR UN TRABAJO,...QUE CREO, QUE ESTÁ EN EL BLOG,...SOBRE EL ATENTADO DEL 11 M 2.004 EN MADRID, LLAMADO LOS ATENTADOS DE ATOCHA,...¡¡¡. 

TENGO DOS PORTADAS DEL "NUEVA SOCIEDAD", REVISTA POLITICA,...ETC,... DEL GRUPO COMUNISTA PROLETARIO INTERNACIONALISTA DE MÁLAGA,... UNO EL N.- 8,...DONDE SE DICE 11-M, MADRID,..... Y EL N.-9, DICE : "" ¿ DONDE ESTÁN LAS CINTAS DEL 11-M ? "",... Y YA DENTRO POS SE DESARROLLAN LOS REFERIDOS ARTÍCULOS,...¡¡¡¡.

PORTADA DEL N.- 8 DE NUEVA SOCIEDAD" ¡¡ : 



PORTADA DEL N.- 9 DE "NUEVA SOCIEDAD" ¡¡ : 


JUEVES, 13 DE MARZO 2014 // BLOG : REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD.

INSISTIMOS CON EL 11M-2.004 EN LOS TRENES DE MADRID, CERCA DE 200 MUERTOS Y MILES Y MILLONES DE AFECTADOS,...NO SOLO EN MADRID, EN TODO EL MUNDO,...



TODOS SE HAN REUNIDO EN LAS CATEDRALES, LOS CAPITALISTAS Y LAS CLASES OBRERAS Y POPULARES,...REPRESENTADAS AQUELLAS POR LAS CLASES QUE CREARON EL ATENTADO CONTRA EL PROLETARIADO INTERNACIONAL VIVIENTE EN MADRID,...

TODOS JUNTOS EN LAS CORTES GENERALES,...SOLO MURIERON OBREROS,...HABÍA QUE ACOGOTAR A LOS OBREROS,...SÍ DE TODOS LOS PAÍSES QUE VAN EN LOS TRENES A SUS TRABAJOS, A SUS ESTUDIOS, A SUS COMPRAS Y QUEHACERES,...HABÍA QUE ACOJONAR A LOS OBREROS EN MADRID,...PARA QUE LOS DE AQUÍ SE SUBLEVARAN CONTRA LOS FORÁNEOS,...CONTRA CIERTOS ÁRABES,...O CIERTOS VASCOS,...EL PODER MUNDIAL CAPIIMPERIALISTA ORGANIZA Y PERPETRA LOS ATENTADOS,...PARA CREAR UNIDAD POPULAR OCCIDENTAL CONTRA TODO LO SEPARATISTA SIN CONTROLAR POR ELLOS,...CONTRA TODO LO EXTERIOR QUE NO CONTROLEN O QUIERAN CONTROLAR, HAYA PETRÓLEO, URANIO O GAS,...


LAS VERSIONES OFICIALISTAS DEL 11M EN MADRID. LA CLASE OBRERA SE DESPIERTA ALGO AL CABO DE LOS AÑOS, CON LAS ACCIONES MAREADAS DE LA CIUDADANÍA, PROMOVIDAS POR EL M15M DE LAS IZQUIERDAS Y DERECHAS OFICIALES CON LOS COLECTIVOS SOCIALES ARRIBISTAS,...¡¡ NO PIERDAN LA PISTA,...SIGANLA,...ES PARA SU BIEN DE FUTURO,...SI ES QUE LO HAY,...



  1. ///.../// "España condecoró a 365 heridos en atentados del 11 de marzo de ...

    www.dw.de/españa-condecoró-a...en-atentados-del-11.../a-17486605



    hace 1 día - España: alerta ante el riesgo de atentados islamistas ... ctimas y a la que acudieron representantes de la derecha y de la izquierda española,///...///  ...ES ASÍ PORQUE SON SINIESTROS ASESINOS, LOS UNOS Y LOS OTROS,...¡¡ -LUKYRH-.


EL 23 DE MARZO DE 2.013, FUE NUESTRA PRIMERA ENTRADA EN ESTE BLOG NUESTRO,...HACE YA UN AÑO,...NO SE VE NINGUNA PELUSA DE NUEVA IDEA CONVULSIVA, DE INTELIGENCIA DE EMOCIÓN,...DE AHÍ ESTÁ LA CHISPA,...NO SE VE NADA,...PERDONEN NUESTRA INSISTENCIA Y MALHUMOR. NO VEMOS IDEAS CLARAS Y REVOLUCIONARIAS,...ESTAMOS ADORMECIDOS,...ES TODO UNA ILUSIÓN LO DEL M15M, LA MAREA Y LA INDIGNACIÓN,...SE HABRÁN QUEDADO FRUSTRADOS LOS DEMÁS SEGUIDORES REVOLUTION MADE IN PAIN,...SI SIEMPRE ESPAÑA HA SIDO DIFERENTE,...¿ ¡¡ CÓMO ES QUE SE DICE QUE CONTAGIÓ A TANTA GENTE,...¡¡?.,... )))...



ASQUÍ,...OS CUENTO ARGO,..DER ASUNTO ¡¡ : "" 11-M,... LA VENGANZA "", DE CASIMIRO GARCÍA-ABADILLO ¡¡. LA PORTADA, ABAJO,...DICÍS : FOTO DE TRES DE LOS SUICIDAS DE LEGANÉS ¡¡.

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11-M LA VENGANZA

Resumen

Durante meses las alarmas habían estado funcionando sin que nadie prestara atención. Gobierno, oposición y cuerpos de seguridad disponían de información dispersa, pero nadie fue capaz de encontrar la clave que pusiera en contacto todos los datos. ¿Habría sido posible para evitar los atentados del 11-M? El peor ataque terrorista de la historia de España suscita incontables preguntas, muchas de las cuales tal vez nunca tengan respuesta: ¿fue Bin Laden quien ordenó la matanza o actuaron los terroristas por su cuenta? ¿Es cierta la tesis -nunca abandonada- de la colaboración entre ETA y Al-Qaeda?.
El resultado de las elecciones legislativas celebradas tres días después de los atentados, con el inesperado cambio de gobierno y la inmediata reorientación de la política exterior española, abre la puerta a la tesis de Casimiro García-Abadillo sobre una enigmática «venganza» que pudo tener muchos beneficiarios: ¿fue una ETA contra las cuerdas la que facilitó la acción de los fundamentalistas? ¿Buscaba Marruecos un nuevo Ejecutivo en España para fortalecer su posición en el Sáhara Occidental? ¿Sabía el Partido Socialista que un atentado con la firma de Al-Qaeda les proporcionaría la victoria en las urnas?. ]].



POS FALE,...EN LA REVISTA N.- 9; "NUEVA SOCIEDAD" - G.C.P.INTERN.MÁLAGA ¡¡ -,...HAY UN ARTÍCULO,...QUE DICE DE TITULAR : " NADIE LEVÓ FLORES A LOS "SUICIDAS" DE LEGANÉS,...". ESTE ASUNTO ESTÁ MÁS QUE CALADO, SOLO DE FORMA ESPORÁDICA SE LES HACE MENCIÓN. NADIE LLEVÓ FLORES A LOS INMOLADOS.,...//.... "".  [[ -- POR ESTOS ESCRITOS,...Y MÁS COSAS, NI ME QUIEREN, NI PERDONAN,...NI LAS DERECHAS NI LAS IZQUIERDAS DERECHISTAS REALMENTE,...PERO MIREN POR DONDE LOS JEFES MILTARES DE CARTOGRAFÍA DE EXTREMADURA XV, EN ALGECIRAS,...ME RESPETABAN,...POR MI FIRMEZA,...Y MIS POSTURAS DE COMUNISTA PROLETs,...ERAN OTROS TEMPOSXTEMPOS,...ÉPOCA DE LA REVOLUCIÓN DE LOS CLAVELES, ABRIL-1974,...AÑOS DE CONVULSIONES SOCIALES EN EL ESTADO ESPAÑOL,....Y ÉPOCA DE UNOS MESES PREPARANDO EL 5 DE MARZO DE 1.975,....UNA JORNADA DE LUCHA PROLETS-CURRANTXS-MULTIPOPULAR,...CASI EN TODA ANDALUCÍA,....PERO FUE EN MÁLAGA DONDE HUBO MÁS REPERCUSIÓN,...ETC,... : POR EL PAN, TRABAJO, LA LIBERTAD Y CONTRA LA CARESTÍA DE LA VIDA,...¡¡¡¡. -- ]].




ESTE OTRO LIBRO, TITULADO : CONTRA TODOS LOS ENEMIGOS; LAS CONFESIONES DEL RESPONSABLE DEL ANTITERRORISMO DE LA CASA BLANCA : EL LIBRO QUE ESTÁ CONMOCIONANDO AMÉRICA. EL AUTOR ES RICHARD A. CLARKE ¡¡. TRATA EL LIBRO, DE LOS ATENTADOS DEL 11 SEPTIEMBRE DE 2.001 EN LOS USA/EE.UU.N. Y EN LA DEDICATORIA DICIS : " A LOS ASESINADOS EL 11 DE SEPTIEMBRE DE 2.001, INCLUIDOS LOS QUE INTENTARON EVITARLO, COMO JHON O'NEILL Y LOS EXTRAORDINARIAMENTE VALIENTES PASAJEROS DEL VUELO 93 DE UNITED AIRLINES; Y A TODOS LOS QUE ELLOS DEJARON ATRÁS ". 



OTRO LIBRO,...ES PODER POLÍTICO Y CLASES SOCIALES EN EL ESTADO CAPITALISTA,... DE NICOS POULANTZAS,... ES DEL 68,... Y EN SU INTRODUCCIÓN DICE UNAS PALABRILLAS . " 1] EL MARXISMO está constituido por dos disciplinas unidas pero distintas, cuya distinción se funda en la diferencia de su objeto : el materialismo dialéctico y el materialismo histórico. 1* -- 



1* ) sobre estas materias véase althuser : la revolución teórica de Marx y también para leer El capital; materialismo histórico y materialismo dialéctico, cahiers marxistas-leninistas, núm. 11 y  " Sur le travail théorique. Dificultés et ressources". La pensée, abril de 1.967.,...//... ¡¡.


UNO, MÁS CONTEMPORÁNEO,...ES UN PEQUEÑO LIBRITO DE JUANCA MONEDERO : "DORMÍAMOS Y DESPERTAMOS. EL 15M Y LA REIVENCIÓN DE LA DEMOCRACIA ". -- CREO, QUE ALGUIEN ME LO REGALÓ ¡¡. BUENO ES IGUAL ¡¡, SU DEP. LEGAL, ES DE 2.012,...QUIZÁS SEA TAMBIÉN, LA FECHA DE PUBLICACIÓN ¡¡. 




EN LA PÁG. 9, DICIS : " 1. AHÍ DONDE NOS HACEMOS FALTA : SALIMOS A LA CALLE Y ESTABAN NUESTROS OTROS.  - " CUANDO LOS CAMINOS SE TERMINAN, COMIENZA EL VIAJE ". GYORGU LUKACS.

     Y CUANDO HAY UN TERREMOTO, ¿ QUÉ HACEMOS ?. DESCONCIERTO. PARTITURAS DESCOLOCADAS. RUIDO. MIEDO. NOS DIJERON TRASLA DESREGULACIÓN, TRAS EL "ENRIQUECEOS" LANZANDO COMO UNA INVITACIÓN BÍBLICA, QUE TODO SE ESTABA HUNDIENDO, QUE TENÍAMOS QUE SOLVENTARLO ARRIMANDO CADA CUAL EL HOMBRO.,...//... ".


[[El tablero global

CARLOS ENRIQUE BAYO



Los que provocaron y manipularon el 11-M ostentan hoy el poder

10mar 20
En España, esos dirigentes y ese partido ostentan hoy, diez años después del atentado más sangriento de la historia de Europa, un poder parlamentario absoluto que están empleando para gobernar una vez más contra los intereses y los deseos de la mayor parte de la ciudadanía.En cualquier otro país democrático, los dirigentes que hubieran manipulado con intereses partidarios y egoístas una matanza terrorista como la del 11-M habrían tenido que abandonar la política ante el oprobio de sus actos. Si, además, fueran indirectamente responsables de haber provocado esa masacre a causa de una intervención militar exterior ilegal, temeraria y claramente contraria a la voluntad de la inmensa mayoría del electorado, su formación habría perdido toda posibilidad de volver a ganar en las urnas.
Hace exactamente diez años, tuve noticia de la tragedia de Atocha mientras corría hacia el hospital a ver a un compañero que había sufrido un síncope y estaba en coma. De inmediato, pensé: “ya tiene asegurada la victoria electoral este domingo el PP”. La radio hablaba sólo de “varios muertos” en un único atentado en esa sola estación de tren y, claro está, creí que se trataba de otra bomba de ETA y que los votantes refrendarían el programa antiterrorista de mano dura propuesto por los conservadores.
Pero una hora más tarde, en el taxi de camino a la redacción, descubrí que se trataba de una cadena de explosiones simultáneas, en diversos convoyes abarrotados en hora punta; un plan diseñado para causar el mayor número posible de víctimas mortales y cometer una carnicería masiva indiscriminada. Nada que ver con la trayectoria de ETA y prácticamente un calco de la estrategia empleada por el yihadismo, con o sin suicidas, para sembrar muerte de un extremo a otro del mundo.
Así que entré en El Periódico de Catalunya proclamando que se trataba de un ataque islamista relacionado con Al Qaeda y muy pronto convencí al director adjunto y a los subdirectores presentes de que esa deducción era mucho más que una mera hipótesis. Por supuesto, en ese momento los servicios de seguridad del Estado tenían que estar llegando a la misma conclusión, sobre todo porque ya sabían (y nosotros, aún no) que los Tedax habían identificado el explosivo y no cuadraba con el arsenal conocido de ETA.
Pero cuando ya teníamos lista la edición especial, ese mediodía, con un titular de portada (“11-M en Madrid”) que sugería semejanzas con el 11-S en Nueva York, bajó corriendo de su despacho el director para ordenarnos que cambiásemos ese título por: “Matanza de ETA en Madrid”. Ninguno de nosotros podíamos dar crédito a su empeño, cuando a cada minuto eran más claros los indicios de que se trataba de un atentado yihadista.
Como responsable de Internacional, con experiencia en Afganistán y otros campos de batalla islamistas, me opuse con todas mis fuerzas. Pero igual hizo el responsable de Política, gran conocedor del modus operandi de ETA. De nada sirvió, y El Periódico fue otro más de los grandes diarios españoles que esa tarde atribuyó errónea y estúpidamente el 11-M a la organización armada vasca.
Al día siguiente, con la ciudadanía inflamada por las evidentes mentiras que seguían difundiendo los miembros del Gobierno de Aznar, nuestro director se sintió obligado a darnos largas explicaciones en la reunión matutina del Consejo de Redacción. En resumen, Aznar le había llamada personalmente para instarle con enorme énfasis a que atribuyese la masacre a ETA, aduciendo que conocía esa autoría con total certeza gracias a datos incontestables que obraban en su poder pero que no podía revelar por ser reservados y cruciales para la investigación.
“Llegué a tener el convencimiento de que Aznar no me podía estar engañando”, se justificó el director, “porque si mintiese en una circunstancia tan grave, estaría arruinando su futuro político”. Así que acabó por creer al entonces presidente del Gobierno, quien –ya nadie puede negarlo– estaba poniendo en marcha una indecente campaña de mentiras e intoxicación informativa para evitar una derrota en las urnas, tergiversando premeditadamente los hechos que conocía con el único objetivo de manipular a la opinión pública. Por mucho menos, en Estados Unidos hubiera sido sometido a un impeachment y expulsado para siempre de la política.
Pero tamaña iniquidad no concluyó allí –pese a que provocó un voto masivo de repudio que causó la derrota electoral que precisamente Aznar pretendía evitar–, pues numerosos altos dirigentes del PP (incluidos varios ministros y, en ocasiones, hasta el propio Rajoy, hoy presidente del Gobierno) continuaron durante todo un decenio esa infame campaña de falsedades e invenciones, multiplicando el inmenso dolor de las víctimas supervivientes y de sus familiares con el único fin de ocultar los verdaderos hechos y evadir su responsabilidad.
Tan perversa y siniestra ha sido esta interminable operación de engaño masivo, con la muy activa complicidad de ciertos medios de comunicación y algunos mal llamados periodistas, que ha llegado incluso a provocar más muertes: al menos, un suicidio (la mujer de Rodolfo Ruiz, el comisario de Vallecas) y un asesinato (el del panadero pamplonica Ángel Berrueta, que se negó a colocar un cartel imputando la matanza a ETA y fue acribillado por un policía vecino suyo).
Al cumplirse el décimo aniversario, ni siquiera las pruebas fehacientes de tanta ignominia han aplacado a algunos de los conspiranoicos más renombrados. Un cargo del PP tan alto como el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, se ha atrevido a dudar aún de la autoría, aduciendo que “hay distintos puntos de vista”. Y El Mundo ha titulado a toda portada “Diez años después, no sabemos quién dio la idea de atentar el 11-M” una larguísima entrevista con el juez Gómez Bermúdez de la que en primera página ni siquiera se menciona que también dice: “ETA no tiene nada que ver con este atentado. No es que tenga una convicción firme y sólida, es que hay siete informes y cinco testimonios”.
Por cierto, en cuanto al juez Bermúdez, cinco años después de los atentados tuve la oportunidad de comer con él distendidamente y en la sobremesa pude interrogarle sobre su sentencia. ¿Por qué ni siquiera cita, en ese largo veredicto, la existencia del vídeo en el que un presunto portavoz militar de Al Qaeda en Europa, que se identifica como Abu Dujan Al Afgani, se atribuye los atentados en nombre de la red de Bin Laden?
“Vaya, ¿sabes que Zapatero me hizo la misma pregunta”?, me respondió el magistrado. “Verás, lo que yo procuré evitar es que la sentencia estuviera politizada”, adujo.
Peregrino argumento, sigo pensando yo, cuando el texto en árabe de esa cinta afirma que la matanza del 11-M “es una respuesta a vuestra colaboración con los criminales Bush y sus aliados. Esto es como respuesta a los crímenes que habéis causado en el mundo y en concreto en Irak y en Afganistán”.
¿Cómo puede alegar el presidente del tribunal que sería “politizar” la sentencia incluir el único elemento probatorio sobre el móvil de tan espantoso crimen? ¿Cómo se puede emitir un veredicto final sobre el asesinato de 191 personas en el que no se expone el móvil porque se opta por obviar la prueba de cargo que especifica la motivación de esa matanza concienzudamente planeada?
La verdadera y única explicación de semejante disparate jurídico (y de los informes del espionaje occidental que insisten en desvincular el 11-M del Trío de las Azores y lo atribuyen a una venganza por el desmantelamiento de la célula Abu Dahdah de Al Qaeda, en 2001) es que la sentencia habría tenido que dictaminar que la masacre se produjo como consecuencia de la alianza de Aznar con Bush y Blair para desencadenar la invasión de Irak… que por otra parte ha causado la muerte de unos 135.000 civiles inocentes, víctimas de la falsificación más grande que se haya expuesto jamás ante la Asamblea General de la ONU.
Que uno de nuestros presidentes de Gobierno pueda ser inductor indirecto de semejante matanza es tan intolerable… como para que los poderes fácticos traten de taparlo por todos los medios. Aunque es aún más indignante que ese individuo siga impartiendo doctrina, sentando cátedra y empujando hacia la ultraderecha al partido que,...//....





Criao, Publicado-editado,... por Lmm/. 29006. 

GRUPO PROLETARIO "NUEVO" ( G.C.P.INTERN.MÁ. -- 2.000 -- ). 

[[ gruprolmá. -2000- ]]

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