jueves, 11 de marzo de 2021

"",... LOS ERRORES DE AZAÑA QUE FACILITARON EL GOLPE DEL 36,.../LA SEGUNDA REPÚBLICA,...¡¡¡. GENTES DEL REBALAE ¡¡- ESTADO ESPAÑOL,...¡¡¡. El historiador Ángel Viñas

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LOS ERRORES DE AZAÑA QUE FACILITARON EL GOLPE DEL 36,.../LA SEGUNDA REPÚBLICA,...¡¡¡. ESTADO ESPAÑOL,...¡¡¡.

El historiador Ángel Viñas muestra en su nuevo libro cómo la ineficacia de los dirigentes republicanos despejó el camino a la sublevación

Manuel Azaña, cuando desempeñaba el cargo de ministro de la Guerra, pronuncia un discurso en la Academia militar de Toledo, el 7 de octubre de 1931. A la izquierda, el general Queipo de Llano, uno de los golpistas de 1936.
Manuel Azaña, cuando desempeñaba el cargo de ministro de la Guerra, pronuncia un discurso en la Academia militar de Toledo, el 7 de octubre de 1931. A la izquierda, el general Queipo de Llano, uno de los golpistas de 1936.EFE

El historiador Ángel Viñas (Madrid, 80 años) salva en su nuevo libro a pocos de los personajes, en la derecha y en la izquierda, que marcaron la historia de España durante los meses previos a la intentona golpista del 18 de julio de 1936 que degeneró en Guerra Civil. Unos por conspiradores contra el régimen legal y otros por su ineficacia para ahogar el evidente ruido de sables.

El libro se titula El gran error de la República (Crítica). Viñas, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, dice, por teléfono, que su nueva obra —ha publicado una veintena de libros de historia desde 1974— “es producto de la pandemia”. Le dio el tiempo justo de “ver papeles” hasta poco antes del confinamiento y la escribió durante el encierro. Con esta publicación celebra también su cumpleaños.

¿Cuáles son esos papeles que consultó? Viñas reconoce que ha elaborado un “relato complicado, pero analítico, con documentos del Gobierno de la República que reflejaban la información que recibía sobre lo que ocurría en los cuarteles”. También, informes que los embajadores francés e inglés en Madrid enviaban a sus países sobre el runrún de los militares, y luego los que el historiador considera fundamentales para esta obra, los del Archivo Militar de Ávila sobre la Unión Militar Española (UME), la asociación clandestina de jefes y oficiales fundada en agosto de 1934, tras las reformas del Ejército ejecutadas por Manuel Azaña como ministro de Guerra.

En la UME estaban algunos de los cabecillas de la futura sublevación, que hicieron circular “documentos de propaganda para lavar el cerebro a otros militares y distribuirlos en los cuarteles”. “La UME no se limitará a usar la fuerza contra los traidores a España […] Barrerá del Gobierno a quienes los alienten”, proclamaba una de sus octavillas. El mensaje central, acentuado tras el triunfo de las izquierdas en las elecciones de febrero de 1936, es que en España se quería implantar por la fuerza una revolución comunista y que había que evitarlo. Incluso en algún panfleto se advierte de que en la aniquilación del país iban a participar “los hebreos expulsados de la Península por los Reyes Católicos que han conservado la esperanza de venganza”. Contra esa agitación, amplificada, subraya Viñas, por diarios como el Abc, no surgió una réplica contundente del Gobierno. Entre los anexos del libro figura un listado de casi 2.000 miembros de la UME.

Un espía en la UME

La Dirección General de Seguridad (DGS), dependiente del Ministerio de la Gobernación, logró “meter a un espía en la cúpula de la UME, por lo que el Gobierno sabía lo que pasaba, pero Azaña, ya como presidente del Consejo de Ministros, se carga en febrero del 36 al equipo de la DGS”. ¿Por qué? Ese espía, que actuaba bajo el seudónimo de Manrique, había informado en 1935 de que la UME estaba “dividida entre los que quieren dar ya el golpe, como el general Manuel Goded [que será condenado por rebelión y fusilado el 12 de agosto de 1936] y los que no, como Franco”. El embajador de Francia transmitió a París una conversación con Azaña recién nombrado este presidente del Gobierno: “La supuesta agitación de los militares no consiste sino en conversaciones de café entre oficiales monárquicos […]”, le aseguró Azaña al diplomático. En los dos meses previos a la sublevación, Azaña recibe a varios generales, entre ellos algunos de los golpistas, que le aseguraron uno por uno su lealtad a la República. “Lo engañaron aviesamente”.

Santiago Casares Quiroga, presidente del Gobierno cuando estalló la Guerra Civil, en una imagen de mayo de 1936.
Santiago Casares Quiroga, presidente del Gobierno cuando estalló la Guerra Civil, en una imagen de mayo de 1936.KEYSTONE-FRANCE / GETTY

Además, el Ministerio de la Guerra “tenía un servicio especial de información sobre lo que sucedía, pero en la primavera del 36 deja de suministrar datos, ¿por qué no se adoptaron medidas?”, se pregunta Viñas sobre estas “inacciones escasamente comprensibles”. El historiador apunta asimismo un factor, según él, fundamental: “Se hizo descansar la vigilancia de los conspiradores sobre los gobernadores civiles”, que no tenían medios para ello. Su conclusión es que “no se cumplió con el deber de impedir el asalto a la legalidad”. Junto a Azaña, el otro nombre sobre el que carga las tintas es Santiago Casares Quiroga, jefe del Gobierno cuando se produce la rebelión. “La inopia de los gobernantes republicanos es comparable a la de los dirigentes británicos” cuando creían que Hitler no provocaría una guerra europea.

En descargo de los dirigentes republicanos, también hubo cuestiones que desconocían, “como la conexión de los conspiradores con la Italia fascista, un apoyo forjado por los monárquicos, que prácticamente desde la caída de Alfonso XIII urden la restauración con ayuda de Mussolini”. “En un archivo en Roma vi la entrevista de [Antonio] Goicoechea, el número dos de [José] Calvo Sotelo en el monárquico partido Renovación Española con Mussolini, en octubre de 1935. Le dice que si las izquierdas ganan las elecciones, se sublevarán. Italia solo necesitaba tener las manos libres por la guerra de Abisinia”, lo que sucedió en mayo de 1936.

“La supuesta agitación de los militares no consiste sino en conversaciones de café”, le dijo Azaña al embajador de Francia

Así, Viñas dibuja los tres tentáculos del golpe: el monárquico, el fascista y el militar, e incide en el primero. “Los monárquicos estaban detrás de la UME. Lo que ocurrió es que estaban divididos entre los que querían la restauración en la persona de Alfonso XIII, que claramente conocía la conspiración, o en su hijo, don Juan”. La relación de los monárquicos con la otra pata, la Falange, “fue financiar a pistoleros para cometer atentados y provocar”. Sobre las tesis que defienden una gran violencia por extremistas de derecha e izquierda en la primavera de 1936, responde: “Claro que hubo muertos, pero la mayoría fueron de izquierdas, en choques con las fuerzas de orden público y en el sur de España, porque estaba la desesperación del hambre”. Tras la guerra se impuso la visión de los hechos desde la óptica que dejó escrita, no sin cinismo, el propio Franco: “Salvamos a la nación y con ella a la República; pero esta desconfiaba de nosotros. En ella no cabían las personas dignas”.,...¡¡¡...   ---

https://elpais.com/cultura/2019/04/08/actualidad/1554746996_991740.html?rel=listapoyo

Una conspiración precoz en el 36 entre Mussolini y los monárquicos

El historiador Ángel Viñas desvela en su nuevo libro los planes violentos de los partidarios de la restauración monárquica contra la República


 

El investigador ha encontrado nuevos documentos —en el archivo del marqués de Los Andes, depositados en la Universidad de Navarra— sobre “la prehistoria” de los contratos del refuerzo aéreo, es decir, los papeles de la sedición, que la trama civil monárquica había estado fraguando, junto con los militares, medio año antes de la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. En sendas cartas ambas formaciones (civil y militar) afirman (y firman) ante el Duce su negativa a tolerar cualquier posibilidad de que la izquierda española llegue al poder y se mantenga  en él. Viñas las publica en un exhaustivo libro: ¿Quién quiso la guerra civil? Historia de una conspiración (Crítica).

Objetivo reaccionario

Viñas ha descubierto el detalle de la trama militar y civil (unida desde 1934), que fraguó la traición a la República. En una carta de 1940, los monárquicos escriben a los ingleses contándoles la organización de la conspiración de 1936. A la cabeza estaba Sanjurjo, debajo un comité civil con fuerzas políticas y el enlace con las fuerzas militares. “Su objetivo era estrictamente reaccionario: volver a una estructura similar a la impuesta por la dictadura de Primo de Rivera, con toque fascista. La intención era instaurar la monarquía a medio plazo: mientras tanto, Sanjurjo sería el regente con un directorio civil y un partido fascista. Estaba previsto que el dictador fuera Calvo Sotelo”, cuenta el historiador, que señala que el dinero del banquero Juan March fue decisivo.

La consigna de los monárquicos y militares, tal y como dejan por escrito, fue “intervenir violentamente" en el momento en que la política oscilara hacia la izquierda, "facilitando la participación en el poder de algunos de los partidos coligados en la Revolución de Octubre”, puede leerse en una de las cartas. La Constitución de la República llevaba en marcha cinco años y señalan a Mussolini los puntos principales contra los que levantarse: “Tendencia socializante, tendencia separatista o desintegración de la unión nacional y laicismo en la educación”.

La nota es de la Unión Militar Española (UME), firmada por Antonio Goicoechea, jefe del partido de la derecha monárquica alfonsina Renovación Española y muñidor del golpe, en la que avisa de que aprovecharía “cualquier ocasión propicia para intervenir, impidiendo el auge de ese movimiento de opinión”. En conclusión, “se necesita que con la mayor urgencia [subrayado] estén en poder del comité directivo los elementos que se solicitan para que, unidos a los proporcionados por España, sean garantía de una acción rápida, eficaz y definitiva”. Los “elementos que se solicitan” son armas y dinero.

“Ni un paso atrás en lo conquistado es la conquista y esa idea está hoy imbuida en todos, desde los más altos a los más humildes”, recuerdan los monárquicos y los militares en su segunda carta al Duce. Están convencidos de que los adeptos han crecido en las filas del Ejército. “La posición de partida se ha fortalecido cada vez más y hoy ya puede considerarse lo suficientemente firme para poder actuar si fuera necesario”, escriben. Y, más allá de la retórica bélica (en la que también hay desprecio contra Gil Robles como ministro de la Guerra), se comprometen a una fecha: finales del verano de 1936. La firma de Goicoechea lleva fecha de agosto de 1935. El político ya se había reunido con Mussolini en enero y otoño de ese año.

Los contratos de la sublevación estaban firmados y todo estaba listo para que España entrara en guerra. Viñas señala que una parte de la población era muy consciente del futuro sangriento del país, entre ellos el marqués Torcuato de Luca de Tena (director y dueño de Abc). El asesinato, primero de José Calvo Sotelo, el 13 de julio de 1936, y la muerte de Sanjurjo, el 20 de julio, en accidente de avión, no frenaron los planes de los conspiradores monárquicos. Mola y Franco ascenderían para inaugurar la España más negra.

LAS ARMAS DE LOS MONÁRQUICOS

“Su país era la España que conocían y dominaban y nunca estuvieron dispuestos a compartirla”, asegura Ángel Viñas sobre la facción monárquica que conspiró con violencia contra el resultado de las elecciones de febrero de 1936. "Los historiadores no caminan para atrás, sino hacia adelante, en busca de las pruebas perdidas del pasado". "Por eso", dice Ángel Viñas, a sus casi 80 años, que "toda reconstrucción del pasado es provisional y que la historia es infinita. No se acaba nunca: La historia nunca es definitiva”. Para el historiador, “está claro que la extrema derecha monárquica, que declaró la guerra a la República el mismo día de su instauración, no cejó jamás en su empeño y logró lo que no consiguieron los carlistas: un apoyo exterior sólido y consistente”. Los monárquicos lograron las condiciones necesarias para la sublevación.,...¡¡¡...   ---




Ángel Viñas: “Franco se apropió de dinero que no iba dirigido a él”

El historiador desvela en "La cara oculta del Caudillo" algunas operaciones turbias que enriquecieron al dictador en la guerra

Francisco Franco durante un reportaje fotográfico
Francisco Franco durante un reportaje fotográfico.

El nuevo libro del economista, diplomático e historiador Ángel Viñas (Madrid, 1941) saca a la luz aspectos de Franco que han permanecido entre sombras, a pesar de que el dictador falleció hace cuatro décadas. Uno de ellos es su fascinación por el nazismo: “Franco queda deslumbrado por la capacidad militar alemana, pero es un camaleón que cambia con el entorno político. Primero pronazi, luego proaliado y después proamericano; lo importante era conservar el poder”, explica a EL PAÍS.

Lo más controvertido de la obra es la información que ofrece sobre el origen de la sorprendente fortuna que Franco tenía al final de la guerra, de la que no había rastro en 1936. Viñas afirma que los 34 millones de pesetas que el dictador poseía en cuentas personales en agosto de 1940 no proceden de su sueldo. “Era imposible que hubiese ahorrado 34 millones en cuatro años”, sostiene. “Evidentemente, una parte le llega de donativos que se entregan a una suscripción nacional”, indica.

 

En La otra cara del Caudillo (Crítica), que será presentado en un acto público el 20 de noviembre, cuando se cumplen 40 años de la muerte de Franco, el historiador documenta una operación comercial con café que reportó al jefe del Estado 7,5 millones de pesetas en 1940. El producto había sido donado a España por el dictador brasileño Getúlio Vargas y Franco usó el aparato estatal para distribuirlo, venderlo, cobrarlo e ingresar el dinero en su cuenta corriente. “Francamente, creo que fue un corrupto, se apropió de dinero que no iba dirigido a él, aunque desde el punto de vista jurídico no hizo nada ilegal, porque él era el Derecho”, destaca el historiador.

Viñas ha investigado las leyes reservadas aprobadas durante la dictadura, una práctica que situaba en el más absoluto limbo jurídico a los españoles, sujetos a normas que ni siquiera sabían que existían. “Con ellas en la mano, Franco podía hacer literalmente lo que le viniera en gana”.

En el libro, Viñas se pregunta si su ejemplo y su práctica alentó la corrupción entre los mandos militares, tras constatar que envía a sus generales miles de cigarrillos o café: “No se trataba de pacotillas. Por conseguir cigarrillos norteamericanos la gente podía dejarse llevar a actos irracionales”.,...¡¡¡¡...   ---


El gran negocio de Franco con la guerra

El historiador Ángel Viñas desvela en su próximo libro el origen turbio de la fortuna del dictador

De derecha a izquierda: Francisco Franco, Carmen Polo de Franco y Pilar Primo de Rivera, en un acto de la sección femenina en El Escorial, en 1944.
De derecha a izquierda: Francisco Franco, Carmen Polo de Franco y Pilar Primo de Rivera, en un acto de la sección femenina en El Escorial, en 1944.

Franco hizo fortuna con la Guerra Civil. En su próximo libro, el historiador Ángel Viñas (Madrid, 1941) desvela aspectos desconocidos sobre el origen del patrimonio del dictador, fallecido hace 40 años, que desmontan el mito de su desapego hacia el dinero. Al margen de sus honorarios oficiales, Franco se enriqueció por vías que hoy acabarían ante los tribunales, como la venta de café donado en 1939 por Brasil o una “gratificación mensual” que le pagó la compañía Telefónica.

En La otra cara del Caudillo (Crítica), que se publicará el 22 de septiembre, Viñas desvela que el dictador ingresó en 1940 en una de sus cuentas 7,5 millones de pesetas, que equivalen “más o menos a 85,6 millones de euros de 2010”, por la venta de café que había donado el dictador brasileño Getúlio Vargas. “No veo la razón por la cual Vargas pudiese hacer un donativo a Franco a título personal, de dictador a dictador. Probablemente supondría que su homólogo no iba a beberse el café que pudiera obtenerse con 600 toneladas de granos. Entiendo, pues, que lo más probable es que fuese hecho implícitamente bien al pueblo o al Estado españoles”, sostiene el historiador en la obra. El café era uno de los productos que más escaseaban durante la posguerra y, por tanto, uno de los más demandados en los circuitos ilegales del estraperlo.





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DINERO SOSPECHOSO

Café. En 1940 Franco tenía en una de sus cuentas 7,5 millones de pesetas (85,6 millones de euros de hoy) por la venta de café donado por el dictador Getúlio Vargas.

Donativo. El dictador recibía un “donativo mensual” de 10.000 pesetas (11.000 euros de hoy) de parte de la Compañía Telefónica Nacional.

Saldo. En agosto de 1940 disponía de 34,30 millones de pesetas en sus cuentas.

Bajo la dirección de Francisco Franco Salgado-Araújo, primo y responsable de la Secretaría de Estado de Franco, el café brasileño se entregó a la Comisaría de Abastecimientos y Transportes, organismo estatal que dependía del Ministerio de Industria y Comercio, para que lo distribuyese a los gobiernos civiles, que se encargaron de venderlo en sus provincias según el precio público marcado por la administración (12,48 pesetas por kilo). Viñas descubrió el importe total de la venta en un documento del archivo del Palacio Real, donde consta que la recaudación total ascendió a 7,5 millones de pesetas, “exactamente el importe que figura en la relación de cuentas del Caudillo cerrada a 31 de agosto de 1940”.

 

¿De dónde tanto dinero?

El extracto de las cuentas de Franco correspondientes a esa fecha fue difundido por la revista Tiempo en 2010, aunque no se aclaraba el origen de esos 7,5 millones. En ellas se observan salidas de dinero, que el dictador destinaba arbitrariamente a distintas obras o personas, como la reconstrucción del castillo de la Mota o la ampliación de un colegio religioso de las Adoratrices de Valladolid. Lo más sorprendente se encuentra en el capítulo de ingresos, donde consta un “donativo mensual” de 10.000 pesetas de la Compañía Telefónica Nacional, cuyo accionista principal era entonces la empresa estadounidense ITT. La cantidad equivaldría a 11.000 euros actuales, según Viñas. “Políticamente el caso es significativo. Desde antes de la Guerra Civil el Gobierno había tenido relaciones no siempre armoniosas con la ITT. Durante el conflicto, la Compañía Telefónica aseguró el servicio en las dos zonas en que quedó dividido el país, aunque el presidente de la ITT, el conocido y temido coronel Sosthenes Behn, anticomunista furibundo, no tardó en declararse a favor de los sublevados. Terminado el conflicto Franco bloqueó los esfuerzos de la ITT por reanudar sus operaciones en España”, se recoge en la obra.

EL TODOTERRENO DE HITLER

Desde que comenzó la guerra, Franco recibió regalos por admiración de quienes simpatizaban con su “cruzada militar” contra los republicanos y por interés de quienes deseaban buenas relaciones con España. Hitler, a pesar de que le despreciaba, le regaló en enero de 1940, nueve meses después del final de la guerra española, un todoterreno de la marca Daimler-Benz valorado en 33.597,50 marcos de entonces, “casi unos 400.000 euros hoy”, según recoge Ángel Viñas en La otra cara del Caudillo.

En el libro se recuerdan otros jugosos obsequios que agrandaron el patrimonio familiar de Franco como el Pazo de Meirás, antigua residencia de la escritora Emilia Pardo Bazán, comprado en 400.000 pesetas, reunidas por numerosas aportaciones forzosas y algunas voluntarias como la del empresario Pedro Barrié de la Maza. Y también una donación menos conocida realizada por Teresa Amteller Cros el 17 de octubre de 1936, que ofreció su finca en Santa Elena de Agell “en cuanto la provincia de Barcelona fuese liberada”.

Viñas no ha logrado averiguar cuándo Telefónica comienza a pagar al dictador ni durante cuánto tiempo lo hace, pero considera “totalmente improbable que actuara al margen de la ITT en este delicado asunto”. “Como es notorio, la nacionalización se retrasó”, añade.

El 31 de agosto de 1940, Franco disponía de 34,30 millones de pesetas en varias cuentas, nutridas en buena parte con aportaciones de simpatizantes de su causa tras la suscripción nacional abierta para financiar la guerra. Aunque Ángel Viñas puntualiza que Franco realizó también donativos y obras con este dinero, barrunta otra finalidad última: “Mis sospechas apuntan hacia la posibilidad de que se quedara con la mayor parte de los fondos acumulados”. En un par de años, afirma, “consiguió una fortuna nada despreciable, en parte gracias a mecanismos hasta ahora no aclarados”.

Su millonario saldo bancario en 1940 resulta sorprendente teniendo en cuenta que su nómina mensual en 1935 era de 2.493 pesetas (desvelada en marzo por EL PAÍS) y que en 1940, ya como Jefe del Estado, percibió 50.000 pesetas en concepto de salario anual. “En cualquier caso, ni ahorrando todos sus emolumentos como jefe del Estado y como capitán general, más la gratificación de Telefónica, es posible que Franco pudiera acumular los saldos bancarios de que disponía en agosto de 1940”, afirma Viñas. “Esta, verosímilmente, no pudo ser otra que la reasignación de donativos”, agrega. “La otra vía de enriquecimiento posible es que Franco se hubiese apropiado de parte de la dotación de la presidencia de Gobierno o de la Jefatura del Estado a partir de 1937. Fuese cuál fuese el origen, me parece inmoral”, explica el autor por teléfono.

A pesar de que en las últimas décadas se ha avanzado notablemente en la investigación histórica sobre la guerra y la dictadura, las finanzas de Franco permanecen aún entre sombras con excepciones como la de Mariano Sánchez Soler en su libro Los Franco S. A. (Oberon, 2003) o el reportaje de Javier Otero en Tiempo.,...¡¡¡...   --- 


JUEVES, 11 DE MARZO DE 2021 // REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD.

NUEVA CULTURA FEMINISTA/PROLETS-MULTIPOPULAR UNIVERSAL RADICAL -PARA TÓ EL PROLETs,...//... Y TECNOPOLITICA.NET ¡¡¡¡.

 

A.- ) : COMENTARIO, MANDADO A :---------TECNOPOLÍTICA.NET ¡¡ -- ¡¡ Su comentario ha pasado a la lista de pendientes de revisión de los administradores del sitio y se publicará tras su aprobación. ¡¡ --  : SALUDOS DE Lmm/LukyMÁ.  Editor de lukyrh.blogspot.com,... se editó el >>> LUNES, 8 DE MARZO DE 2021- BLOG  REVOLUCION DE LA HUMANIDAD ¡¡. 

NUEVA CULTURA FEMINISTA/PROLETS-MULTIPOPULAR UNIVERSAL RADICAL -PARA TÓ EL PROLETs, YA LO HEMUS DICHU. Y DEJAR EN LA ESTACADA LA CULTURA ASCENTRAL CULMINADA COM EL CAPITALISMO IMPERIALISTA JOINT-VENTURE CONQUISTA ESPACIO SIDERAL,...¡¡¡¡.

LE DECÍA HACE UNOS MESES A SALVA E.H. DE QUE NOS HABÍAMOS EQUIVOCADOS EN CRITICAR SOLAMENTE AL PODER, AL CAPITAL,...Y LES PEDÍAMOS CAMBIOS SOCIALES-ECONÓMICAS-POLÍTICOS-LEGISLATIVO-JUDICIALES,...Y NO DECÍAMOS NÁ DE NÁ DE LA HUMANIDAD AMPLIA,....SOBRE COMO COMPORTARSE,...DE QUE AL SER LA AFECTADA POS NO HAY QUE DECIRLA NADA,.....PERO ES TOTALMENTE TODO LO CONTRARIO,...ES TODA LA HUMANIDAD LA QUE SE TIENE QUE CREAR UNA NUEVA MENTALIDAD,...CAMBIAR RADICALMENTE DE ACTITUDES REFLEXIONES Y CONCEPCIONES,....POR ELLO EL CONCEPTO DE REVOLUCIÓN SOCIAL DE  LA HUMANIDAD Y LA NUEVA CULTURA PROLETARIA DE NUEVOS VALORES SOCIALES COMUNALES UNIVERSALES E INTERCULTURALES SEÑALABAN ALGO,...MÁS QUE SOSTENIBILIDAD Y SUSTENTABILDAD DE LA HUMANIDAD,...MEDIANTE SU REVOLUCIÓN SOCIAL DE ARMONÍA SOCIAL Y CON LA NATURALEZA, DE ESA NUEVA SOCIEDAD,....¡¡¡¡.




COMENTARIO MANDADO A LAMAREA.COM  - ¡¡ 8 MARZO DE 2.021- y dentro de tres días, el 11-m-2.004,...ANIVERSARIO ATENTADOS EN MADRID DE LOS TRENES,...LLAMADOS DE ATOCHA,...¡¡- EN; https://www.lamarea.com/2021/03/06/ayudanos-a-seguir-mirando-donde-otros-no-miran/#comment-135445 --     :


HOLA,...SOLO DOS COSITAS ¡¡ : 


1.-) VAIS A SACAR ALGO SOBRE EL 11-M....2.004 ATENTADOS DE ATOCHA ¡¡??. - HAY PROGRAMÁ ALGÚN ACTO DE CLASE POR LO MENOS EN MADRIZ,...¡¡¡¡. ??. 


2.-) ES NORMAL, LO BOCHORNOZO GUBERNAMENTAL CON EL 8-M,...EN MADRID,....Y LA VERDAD ES QUE HAY MUCHA  DEMAGOGIA BARATA,...Y ACTITUD DOBLE-TRIPLE BANDERA DE LOS PARTIDOS GUBERNAMENTALES Y LOS SÍNDICOS CON EL MOVIMIENTO FEMINISTA DE IR A SUPLICAR A LA JUSTICIA ULTRA-REACCIONARIA,...Y EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL DE IGUAL CALIFICACIÓN CLASISTAS Y TODOS GENOECOCIDAS,...QUÉ MOVILIZACIÓN SIN/SENTIDO,...PEOR QUE PAYAZUS EN GRUPO HACIENDO COMO UNA PARODIA,... DEL NOL PUEDO, NOL ME DEJAN PAPÁ-MAMÁ,...¡¡¡¡. UF, VAYA JUERGUERÍO ENTOTÁ,...DE LAS FUERZAS PARTITOCRÁTICAS/SÍNDICOS/ONGS/COLECTIVOS CASI EN SU TOTALIDAD,....¡¡¡. -- EN lukyrh.blogspot.com   hay algo editado por mí y el [ grupromá. 2.000 ] ; y en @lucianomediane1    ¡¡ YA ESTÁ BIEN DE BUFONADAS,....Y PAQUÉ,...TANTOS MILES DE PERIÓDICOS ONLINE,....DONDE TODOS DICIS LO MEISMO,....Y TODOS PEDÍS SUSCRIPCIONES Y DINEROS,....  YO, AUTODIDACTA,...NOS LOS GUIZAMUS,...NUS LOS COMEMUS Y LXS LECTORXS UNIVERSALEXS,.....¡¡¡.  Lmm/LukyMÁ.29006.




A.-) : LAS FUERZAS PARTITOCRÁTICAS Y LA COMPETENCIA EMPRESARIAL EN LAS MISMAS,...LAS FORMAS Y FUNCIONAL PIRAMIDAL DE LAS INSTITUCIONES PARTITOCRÁTICAS,...Y EN SÍNDICOS,...ETC,...




B.-) : FOBIA DE P.VOX CON P.PODEMOS.,...''''. FOBIA DE P.PODEMOS CON P.VOX,...¡¡¡ ¿¿ QUÉ PASA CON LA COMPETENCIA,... PARTIDISTA-PARTÍTOCRÁTICA,...??,...¡¡¡.  






C.- ): PERO ES QUE ESTA LUCHA/COMPETENCIA SE DA ENTRE GRUPOS, ORGAS, PARTIDOS,...ETC,...MAOÍSTAS, M-L, TROTSKOS, ESTALINISTAS, GUEVARISTAS, ABIMAELISTAS, BOB AVAKIANISTAS,...¿¿¿ ¡¡ Y LUKYSTAS ¡¡¡???¡¡¡.








Criao, Publicado-editado,... por Lmm/lukymálaga. 29006. 



GRUPO PROLETARIO "NUEVO" ( G.C.P.INTERN.MÁ. -- 2.000 -- ). 


[[ grupromá.2000 ]]


Publicado por lukymalaga,...      GRACIAS PORTÓ,... QUÉ PASA CON ALGO DEL 11-M, 2.004. MADRID,...¡¡¡¡.    ALÉ, ALE,...   STAND BY TELEMATIZACION-ROBOTIZACION,...ETC,...STOP CONIZACION IMPERIALISTA CAPITALISMO INTERPLANETARIO,...Y ACCIÓN UNIVERSAL PROLETS-MULTIPOPULAR CONTRA LA CULMINACION DE LA IMPLEMENTACION SOBRE EL LASTRE PROLETS-MULTIPOPULAR SOBRANTE-MÁS GRAVE QUE EL EJERCITO DE RESERVA DE LA FUERZA DE TRABAJO,... // 3.500 MILLONES DE HABITANTES A DESTRUIR EN UNOS 12 AÑOS,...¡¡¡????¡¡¡¡. INVESTIGUEN EL ASUNTO,....¡¡¡¡. [[ -- 2.900 BILLONES DE DOLARES ACUMULADO POR EL CAPITALISMO FINANCIERO PRINCIPALMENTE EN MULTICAPITALISMO MULTIMPERIALISTA,... ¡¡ EN MEDIDA EURACA,...NO ESTADOUNIDENSE ¡¡¡¡- OJO-¡¡--.    GRACIAS PORTÓ,...  Lmm.  Málaga 11 de marzo de 2.021 der-rebalae der Alborán,... -- EURACA --,...¡¡¡¡. ]]...


B.- ) : 

De la Huelga Feminista de 2018 al 8M 2019: movimientos feministas, visiones políticas en disputa y una nota tecnopolítica

8M: el éxito de la primera huelga feminista

El 8 de marzo de 2018 fue un día histórico para los movimientos feministas en España: cientos de miles de mujeres se declararon en huelga y salieron a las calles para exigir derechos iguales y oponerse a opresiones de género y la extendida violencia contra las mujeres. Durante 11 meses, redes locales, regionales y nacionales - desde asambleas y eventos hasta listas de correo, cuentas de Twitter y grupos en Telegram - han logrado coordinar esfuerzos y combinar objetivos y prácticas contenciosas. Los resultados han sido inmediatos e impresionantes en términos de visibilidad política y pública: grandes periódicos de todo el mundo se han hecho eco, y las hashtags relacionadas a la huelga estuvieron entre los trending topics en España días antes de la huelga y durante todo el 8 de marzo. Por otra parte, los mensajes y las disputas políticas y simbólicas en las cuales esas mujeres se han involucrado - dentro y fuera del movimiento feminista - presentan oportunidades para comprender las fronteras móviles de nuevos paradigmas políticos, que cuestionan la división sexual del trabajo y las desigualdades económicas, políticas y sociales basadas en género.

He propuesto una primera mirada al proceso contencioso que ha culminado en la huelga de mujeres de 2018 en el territorio español, la primera organizada recientemente a nivel nacional. Esos son resultados preliminares de la investigación de campo realizada en Barcelona, una de las ciudades que tuvo protestas multitudinarias. Éstas fueron concebidas a través de conexiones transnacionales, y desplegaron el carácter transformador de los movimientos feministas y sus visiones. La estrategia de declarar una huelga en lugar de organizarse por otros repertorios de protesta transmite un mensaje específico de acción en la esfera económica, que es performativamente diferente de marchas o peticiones, aunque la huelga ha sido combinada con protestas callejeras. Las activistas han organizado un esfuerzo de movilización amplio, que ha incluido protestas en las calles, pero que ha buscado influir sobre las diferentes capas en las que las mujeres enfrentan múltiples opresiones, en las esferas públicas y privadas, sociales y económicas. Hacer huelga ha significado poner el foco en la presencia/ausencia de mujeres en ámbitos en los que son sistemáticamente explotadas, oprimidas, no reconocidas o excluidas. La huelga no ha sido solamente pensada en términos laborales (en la que seis millones han participado); además, fue planteada como huelga de consumos, de cuidados y estudiantil: una huelga feminista.

Más específicamente, las discusiones acerca los roles, la violencia y las opresiones de género se han dado en múltiples espacios, tanto online como offline. Un breve análisis de los mensajes más retuiteados en el mes previo a la huelga revela que una parte significativa del esfuerzo ha ido orientado a convencer a las mujeres de la legitimidad de esa movilización y de sus demandas, o “por qué” hacer huelga. Parte de los mensajes han llamado las mujeres a unirse, al tiempo que otras han señalado a organizaciones o personas políticas por no apoyar a la huelga. Ser mujer en España es un campo de batalla abierto, tanto entre las mujeres mismas como entre aquellos que se benefician de las estructuras patriarcales. La organización de la huelga en Barcelona demuestra esas disputas: al menos parte de las mujeres involucradas no sentían que sus demandas hubieran sido priorizadas. Esto ha pasado a colectivos de mujeres migradas, así como a las cuestiones sobrepuestas del contexto político local, que han generado debates polarizados sobre el contenido específico del manifiesto catalán.

Parte de las preguntas relevantes que los movimientos feministas en España se han hecho apuntan al impacto resultante de las protestas, qué hacer con el legado de la huelga de mujeres de 2018, y qué se plantea para el 8 de marzo de 2019. Esta no es una discusión cerrada, ni tampoco consensuada, como han demostrado las discusiones del último encuentro estatal en Mérida. Sin embargo, estos conflictos permiten que diferentes contextos, experiencias y puntos de vista construyan equilibrios hegemónicos y contrahegemónicos dentro y fuera de los movimientos feministas. El reto es, al final, ser capaces de hacerlo al mismo tiempo, preservar y cultivar alianzas entre mujeres diversas.

Encuentro Estatal 8M (Mérida): construyendo el 8M de 2019

Al principio de este mes de Junio, movimientos feministas de todo Estado español se reunieron en Mérida, Extremadura. Tuve la oportunidad de estar presente en el III Encuentro Estatal de la Comisión 8M, con más de 200 mujeres de múltiples partes de España, desde Tenerife hasta Galicia y las Islas Baleares. Uno de los puntos de discusión ha sido la presentación de las evaluaciones del último 8 de marzo. Aún más importante, las activistas han empezado los debates para reflexionar sobre las demandas y la organización del 8 de marzo de 2019.



En primer lugar, la evaluación de la huelga de mujeres de 2018 en España fue muy positiva. La presencia multitudinaria de manifestantes ha sorprendido a las organizadoras, que también destacaron la gran cantidad de jóvenes y estudiantes que se movilizaron ese día en más de cien ciudades en España. Por otro lado, la crítica a las actitudes de los sindicatos y los partidos políticos también ha sido un tema compartido por la mayoría de las comisiones locales, con respecto a los intentos de liderar o tomar control de la organización o del protagonismo de los movimientos feministas. Además, los dos grandes sindicatos solo convocaron un paro parcial de 2 horas, lo que fue duramente criticado por las activistas.



Sin embargo, han surgido preguntas y desafíos complejos durante ese fin de semana: ¿cuáles fueron los resultados políticos de la huelga y las protestas de mujeres? ¿Cómo aprovechar plenamente el marco y la fuerza generados por las movilizaciones de este año? ¿Cuáles son las demandas, los objetivos y el impacto previsto para el próximo 8 de marzo? ¿Cuáles serán los repertorios y estrategias elegidos para alcanzarlos?



Después del éxito de las movilizaciones de este año, preparadas durante meses en una articulación coordinada entre grupos locales de mujeres, es lógico que esos grupos enfrenten disputas, interna y externamente. La visibilidad que han logrado los movimientos feministas contribuye a poner en fricción las distintas visiones políticas al movimiento (Tsing, 2005), dentro de las organizaciones feministas así como en espacios de debate como en las redes sociales. Esto puede promover la creación de nuevas iniciativas, así como espacios para la concepción colectiva de ideas radicales.



Parte de las activistas de Mérida entendieron que los ejes de cuidados y de consumo de la huelga no fueron tan seguidos ni impactantes como se esperaba, al tiempo que una huelga laboral no es un repertorio reconocible o disponible a todas las mujeres que viven en España. El carácter contradictorio de las intersecciones de las estructuras opresivas del patriarcado, el capitalismo y el colonialismo imponen un desafío estratégico y simbólico cuando se trata de construir paradigmas políticos feministas congruentes y abarcativos. Los puntos de vista feministas que no reconocen las opresiones interseccionales que afectan a las mujeres de diferentes maneras tienen un enfoque limitado y, en última instancia, ni suficientemente amplio ni, en consecuencia, radicalmente transformador.

Uno de los mayores desafíos es convertir las tensiones internas en alianzas transformadoras entre las diversas posiciones de esas mujeres, en lugar de fragmentar o debilitar la coalición que se ha formado a nivel estatal. Tal desafío es tanto organizativo como político: se trata de determinar qué demandas adquieren más protagonismo, qué formas organizativas internas y externas se escogen, y qué repertorios contenciosos son capaces de representar performativamente la diversidad entre las activistas.

Mirando hacia delante: una nota tecnopolítica



En entornos políticos multicapa, donde las prácticas online y offline están inextricablemente entrelazadas, formas de participación y organización en red pueden mejorar los procesos de articulación de movimientos como la Comisión 8M estatal española. Como lo demostró el ejemplo del movimiento 15M, la tecnopolítica de los movimientos en red para organizar y protestar va más allá de tener un amplio acceso a las plataformas digitales, se trata también de garantizar la privacidad, la horizontalidad, el conocimiento y el control ciudadano sobre los procesos políticos que tienen lugar en ellas. Plataformas corporativas como FacebookTelegram o los servicios de Google tienen múltiples límites de diseño, políticas de datos, interfaz y propósito o uso final (como muestran ejemplos que van del caso Snowden al de Cambridge Analytica), lo que compromete la autonomía de los movimientos.



Teniendo en cuenta la falta de transparencia, los múltiples intereses políticos y los modelos empresariales agresivos que se sostienen las plataformas digitales corporativas, las alternativas que creadas para estimular la autonomía tecnológica y las interacciones democráticas pueden ser una forma contrahegemónica de construir el movimiento. Un ejemplo emblemático de plataforma alternativa es Decidim. Decidim es una plataforma digital de participación política para ciudades (como Barcelona) y organizaciones sociales (como Som Energia), "una infraestructura abierta y libre para la democracia participativa, además de un proyecto que aspira a servir de dispositivo y modelo para la transformación política" (Barandiaran et al., p. 138).

Decidim ha sido desarrollado por el Ayuntamiento de Barcelona en colaboración con universidades, movimientos sociales y ciudadanía. Es una plataforma de código abierto y libre que puede ofrecer medios y espacios digitales democráticos a movimientos y organizaciones en red como la Comisión 8M estatal. Espacios que permitan conectar a cientos o miles de activistas o organizaciones para participar en procesos deliberativos. La plataforma permite la creación de múltiples hilos de debates, preparación y geolocalización de eventos presenciales, votación y coordinación de procesos políticos. Si bien, obviamente, el uso de Decidim no garantiza alcanzar un consenso político, es una plataforma que ha incorporado, en sus fundamentos, un compromiso con la democracia participativa y la autonomía tecnológica. Si los movimientos feministas están buscando proponer nuevos modelos políticos que sean inclusivos y cuyos principios políticos no estén basados ​​en la dominación, la desigualdad y las relaciones opresivas, es importante subrayar que estos ideales están alineados con los valores tecnopolíticos que motivaron el concepto y el diseño de Decidim. No es solo una tecnología útil sino también alineada políticamente, tanto en su discurso como en su construcción. Durante los próximos meses, las redes feministas establecerán el escenario para las próximas acciones de un poderoso movimiento en red, que puede llevar a España hacia prácticas feministas democráticas y radicales. El reto es enorme, como lo es el reto de construirlo juntas.

Bibliografia:

Barandiaran. X, Calleja-Lopéz, A., Monterde, A., Aragón, P., Linares, J., Romero, C., & Pereira, A. (2017). Decidim: redes políticas y tecnopolíticas para la democracia en red. Recerca: revista de pensament i analisi, (21), 137-150.

Tsing, A. L.(2005). Friction: An Ethnography of Global Connection. Princeton University Press.

 

(English version below)

 

8M: the success of the first feminist strike

The 2018 8th of March was a historical day for feminist Spanish movements: hundreds of thousands of women went on strike and to the streets to demand equal rights and to fight against gender oppression and the numerous episodes of violence against women. For 11 months, local, regional and national networks - from assemblies and events to email lists, Twitter accounts and Telegram groups - were able to coordinate efforts combining similar goals and contentious practices. Results were immediate and impressive in terms of public and political visibility: major newspapers around the world reported on it, and the hashtags related to the strike were among the trending topics in Spain days before the strike and on the 8th of March. On the other hand, the messages and political and symbolical disputes those diverse women were engaging in - inside and outside of feminist movements - offer an opportunity to understand the moving boundaries of new political paradigms, which question the sexual division of labor and the economic, political and social inequalities based on gender.

I recently proposed a first look at the contentious process that culminated in the 2018 women’s strike in Spain, the first one recently organized at national level in the country. Those are preliminary results of fieldwork conducted from Barcelona, one of the cities where the mobilizations were multitudinous. It was thought out through transnational connections and intended to enact the transformative nature of feminist movements and their views. The very strategy to go on strike instead of choosing other repertoires carries a specific message of action in the economic sphere, which is performaticaly different from marches and petitions, even though the strike was combined with street demonstrations. That is, those activists organized a broad mobilization effort that included street demonstrations, but aimed at concretely affecting the different realms in which women face multiple oppressions, in the social and political, private and public spheres. Going on strike meant bringing into light the presence/absence of women in those dimensions where they are systematically exploited, oppressed, unrecognized or excluded from. It was not only conceived as a labor strike (joined by around 6 million people), but it was envisioned to be a consumption, care and student’s strike: a feminist strike.

More specifically, the discussions regarding gender roles, violence and oppression took place in multiple levels, either online and/or offline. A brief analysis of the 15 most retweeted messages over the month before revealed that a significant part of the effort was still to convince women of the legitimacy of such mobilization and its demands, or why women stopped. Part of the messages also called for union, while others exposed organizations or political figures for not supporting it. To be a woman in Spain is an open discursive battlefield, either among women themselves or among those who benefit from patriarchal structures. The organization of the strike in Barcelona illustrates these disputes: at least part of the women involved did not feel their demands were being prioritized, as was the case of migrants collectives, and the overlapping of the local political context generated polarized debates over the specifics of the Catalan manifesto.

Some of the relevant questions feminist movements in Spain have asked themselves address the resulting impact of the demonstrations, what to do with the legacy of the 2018 women’s strike, and what will the 2019 8th of March look like. This is definitely not a finalized discussion or a consensual one, as the discussions over the last Encuentro in Mérida showed. Nevertheless, such conflicts allow for specific contexts, experiences and points of view to interact and dispute hegemonic and counter hegemonic equilibria inside and outside feminist movements. The challenge, then, is to be able to do it while preserving and stimulating alliances among diverse women.

Encuentro Estatal 8M (Mérida): preparing the 2019 8M

In the beginning of this month, feminists movements all over Spanish State have come together in Mérida, Extremadura. I had the chance to be at the III Encuentro Estatal de la Comisión 8M, with more than 200 women from multiple regions of Spain, from Tenerife to Galicia and the Baleares Islands. One of the points of discussion was presenting their evaluation of the last 8th of March. More importantly, they have started the debates to reflect upon demands and the organization of the 2019 8th of March.

First of all, the evaluation of the 2018 women’s strike in Spain was widely positive. The massive presence of protesters overwhelmed the organizers, who also highlighted the great number of young women and students demonstrating on that day in more than a hundred cities in Spain. On the other hand, criticism towards the behavior of trade unions and political parties was also an issue most of the local commissions shared, regarding attempts to guide or take over the organization or protagonism of feminist movements. Moreover, the two major trade unions only called for a 2-hour partial strike, which was harshly criticized by activists.

Nevertheless, complex questions and challenges surfaced in the activists’ speeches across that weekend: what exactly were the political outcomes of the women’s strike and demonstrations? How to fully take advantage of the hallmark and strength generated by this year’s mobilizations? What are the demands, goals and intended impact for next year’s 8th of March? What will be the repertoires and strategies chosen to achieve them?

After a successful effort such as this year’s mobilizations, prepared over months in a coordinated articulation among local women’s groups, it is expected those groups would face disputes internally and externally. The visibility feminists movements gained contribute to put their distinct political visions in friction (Tsing, 2005), inside organizations as well as in spheres of debate such as social media platforms. Those frictions may actually promote the creation of new initiatives and spaces for radical ideas to be collectively conceived.

Part of the activists at Mérida understood that the strike branches of care and consumption were not embraced or impactful as expected, at the same time that a labor strike is not a repertoire recognizable or available to all women living in Spain. The contradictory nature of the intersections of the oppressive structures of patriarchy, capitalism and colonialism pose a strategic and symbolic challenge when it comes to building congruent and encompassing feminist political paradigms. Feminist views of the world that do not recognize the intersectional oppressions that affect women in different ways have a limited and ultimately not a radically transformative approach.

One of greatest challenges is exactly turning such frictions into transformative alliances among their diverse backgrounds, instead of fragmenting or weakening the current coalition at state level. Such challenge is both organizational and political: it is about what demands gain more protagonism, which internal and external organizational arrangements are chosen and which contentious repertoires are able to performatically enact those activists’ views.

Looking forward: a technopolitical sidenote

In multilayered political environments where online and offline practices are inextricably interwoven, networked forms of participation and organization can improve the processes of articulation of movements such as the Spanish Comisión 8M. As the example of the 15M movement demonstrated, the technopolitics of networked movements organizing and protesting go beyond having wide access to digital platforms, but is also about ensuring privacy, horizontality, open knowledge and citizen control over political processes taking place in them. Private platforms such as Facebook, Telegram or Google products have multiple limits of design, data policy, interface, purpose and final use (as the cases such as Snowden and Cambridge Analytica showed), which also compromise movements’ autonomy.

Considering the lack of transparency, the multiple political interests and aggressive business models corporate digital platforms survive on, alternative ones that are built to stimulate technological autonomy and democratic interactions can be a counter-hegemonic form to build social movements. An emblematic example of an alternative to be experimented is Decidim. Decidim is a political participation platform, “an open and free infrastructure for participatory democracy. It is also a project that aims at being an asset and model for political transformation” (Barandiaran et. al, p. 138).

It has been developed by Barcelona City Hall in partnership with universities, social movements and citizens. It is a free and open-source platform that can offer the means and spaces for networked movements or organizations like the Comisión 8M. Those are spaces that propel connections hundreds or thousands of activists or organizations to engage in deliberative processes. The platform allows for the creation of multiples threads of debates, preparing and geolocating physical events, voting and coordinating political processes. Although using Decidim, obviously, does not ensure reaching political consensus, it is a platform that has embedded, in its core, a commitment to participatory democracy and technological autonomy. As such feminist movements are trying to propose new political models that are inclusive and which political principles are not founded in domination, inequality and oppressive relations, such ideals - it is relevant to stress -  are aligned with the technopolitical values that motivated the concept and design of Decidim. It is not only a useful technology but also politically aligned, both in its speech and in its construction. For the next months, these disputes will set the scene for the next actions of a powerful networked movement, which can lead Spain towards feminist radical democratic practices. The challenge is huge, as it is the one to do it, as women, together.

References:

Barandiaran. X, Calleja-Lopéz, A., Monterde, A., Aragón, P., Linares, J., Romero, C., & Pereira, A. (2017). Decidim: redes políticas y tecnopolíticas para la democracia en red. Recerca: revista de pensament i analisi, (21), 137-150.

Tsing, A. L.(2005). Friction: An Ethnography of Global Connection. Princeton University Press.,...)))...


EMAIL A SALVA,...POR LA NUEVA SOCIEDAD N.- 5¡¡¡ : 


Luciano Medianero Morales luky--------------------

22:46 (hace 0 minutos)
para Salvador

ER LUKY,...HOLA JOVEN,...POS GRACIAS TOXTÓ,...LA REVISTA YA LA TENGO EN MIS MANOS Y HE LEÍDO TUS PALABRICAS,...


PÓS RESULTA, QUE MI HIJA MAYOR HA VISTO UNA COSA GRANDE EN EL BUZÓN FAMILIAR,...
HA BAJADO Y ERA LA REVISTA MENCIONADA,... ESTÁ MUY BIEN,... ER SOBRE, Y TUS LETRICAS,
...YA SON RELIQUIAS FETICHISTAS PROLETS,...¡¡¡???¡¡¡¡.

NO TE HE MANDADO COSAS, PORQUE COMO ESTÁN LIAO CON TUS EXÁMENES,...POS-EZUS,
...
Y ADEMÁS ÚLTIMAMENTE LOS ESCRITOS MÍOS,...PUEDEN SER ALGO DESAGRADABLES PÁTÍ,
...
Y NO QUIERO QUIZÁS QUE TE PUEDAS SENTIR OFENDIDO,...¡¡ ES CORTESÍA,...¡¡¡; YA QUE LA   
---
LUCHA POLÍTICA Y DE LA LUCHA DE CLASES SOCIAL INTERCLASISTA, SE VA AGUDIZANDO,
....Y -
CUANDO ES CRUDA IMPLEMENTANDOSE,...POS LOS ESCRITOS Y LITERATURAS MARXISTAS  --
PRO-
LETS LUKYSTAS SE AGUDIZAN Y RADICALIZAN,...¡¡¡. ESPERO, QUE TE ENCUENTRES BIEN,...
JUNTO
 A TUS FAMILIAS,...¡¡¡,....MI FAMILY Y YO,...POS AY VAMOS,...HAY QUE VER LO DE BIEN QUE   -
ANDA 
ER-MIGUÉ,...¡¡¡¡. -- PERO NO DUELE,...AUNQUE HAY COSAS QUE ME HACEN MUNCHO LLORAR,
...
DE VERDAD, TE LO ENDIGUS,...¡¡¡¡. POS BUENO,...TU MEISMO,...Y A VER ESAS COLABORACIONES,
...PERO CREO, QUE DEBERÍAS DE ENTRAR Y LEER ARGO DEL BLOG,...PÁ SITUARTE,...¡¡¡¡. AÚN NO
 TENGO FB,...Y ME DICE LA MÁSQUINA QUE TURURU,...JAMÁS ME LO DARÁN DE NUEVO,... PERO 
TENGO @lucianomediane1  11-marzo-2.021 - malaka,...er-arborán,...¡¡¡¡.



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Cuadernos del  C Rebalaje nº 30 R Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  2  
Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ OLA SURFING (2015). Tinta negra sobre papel,  21 x 29,7 cm 
Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  3  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ 
SUMARIO
 ● Prólogo  
● Hombres del rebalaje 
1. Por qué el rebalaje  
2. Breves apuntes históricos, económicos y etnográficos  
3. Historias del rebalaje  
4. Los protagonistas (Moreno, Mangué, Gorrión, Salvaro, Batato, Cagaleña, Manuel el de la Lonja)  
● Agradecimientos  
● Bibliografía  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  4  
Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ LA PECERA (2015). Tinta negra sobre papel,  21 x 29,7 cm  
Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  5  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ 
PRÓLOGO Antonio Mandly Robles   Antropólogo y profesor de Universidad  n  una  obra  de  referencia, 
La era de la información,  publicada  en  Massachusetts  en  1997  y  en  Madrid  en  1998,  Manuel  Castells  
dedica  el  segundo  de  sus  tres  volúmenes  a  analizar  El poder de la identidad. La construcción del 
sentido que llamamos identidad se va  macerando a través del tiempo y atiende a un conjunto de atributos
  culturales  que  grupos  de  personas  ‐en  nuestro  caso  las  gentes  del  rebalaje  malagueño‐  eligen  o  
seleccionan  un  poco  como  necesidad pero también por virtud, para intentar vivir  valores diferentes a los  de la economía y sociedad hegemónicas. Para Castells la construcción  de las identidades utiliza materiales 
de la geografía, de la historia, de  la  biología,  de  las  instituciones  productivas  y  reproductivas,  de  la  --
memoria colectiva.   La  antropóloga  Eva  Cote  y  su  grupo  de  investigadores  eligen  materiales  de la  
historia  y  de la memoria  colectiva  para  ofrecernos  en las páginas que siguen una espléndida etnografía ‐
hasta ahora no  realizada en Málaga‐ de las gentes del rebalaje, hombres en este caso,  cuya  historia  mal  
que  bien  conocíamos  a  través  de  la  colección  malagueña  de  postales  de  hace  cien  años,  los  impre-
sionantes  encuadres de niños gardones o ayudantes que jalaban las betas de las  jábegas en la bahía, entre 
Málaga y El Palo, otras veces fotografías de  su hábitat, sus chozas y hasta de alguna que otra casa que des-
tacaba  con  la  portada  muy  encalada  (Roisin),  lugar  para  la  subasta  del pescado.  Pero  ¿el mundo  que
  se  ve en aquellas  fotos del hábitat  y las gentes  del rebalaje es realmente su mundo? Eva, conocedora de 
los análisis  lingüísticos de Agustín García Calvo, va a bucear la verdad a las artes  de subsistencia, al  “mundo
 desde donde se habla”,  y lo hace con un  conjunto de entrevistas excelentes que sirve al lector tras una  tarea
  de cocina ‐no de manipulación‐ ejemplar. Ello revela un enfoque de la  investigación social que asume que, 
para la comprensión de los otros,  es útil ir a ellos del mismo modo que ellos van entre ellos, ligeros de  ropa, 
casi desnudos.  E Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  6  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ 
En  el  artículo  descubrimos  la  cultura  de  los  marengos  como  proveedora  de  recursos.  Es  un  dato  es -
tadísticamente  verificado  cómo la enfermedad de la tuberculosis que tan duramente afectó a la  población malagueña en la postguerra española, apenas si les afectó  a ellos gracias a su alimentación básica de espetones. Pero hay más.  Ya a finales del XIX la crisis de la filoxera dio lugar a un éxodo rural  de los pequeños propietarios de la Axarquía, campos de Almuñécar,  Motril  y  hasta  Almería,  que  vinieron  a  Málaga  a  buscarse  la  vida  atraídos  por  su  modernización,  pero  acabaron  asentados  en  los  barrios de pescadores, lo que muestra no sólo una cierta empatía o  solidaridad  a  orza  de  los  valores  de  la  Málaga  de  la  burguesía  industrial  sino  en  virtud  de  la  facilitación  de  la  acción  colectiva  de  instituciones  ritualizadas  y  fielmente  asumidas  en  la  cultura  de  los  marengos,  por  ejemplo,  la  consideración  de  arte  de malla real  que  tenían  las  jábegas.  Dos  entrevistados,  El  Moreno  y  Salvaro,  nos verifican  páginas  adelante  aspectos  prácticos  de  esta  institución  intocable mantenida  hasta  nuestros  días  que  permitía a  quienes no  tuviesen  otro medio  de  vida  engancharse a las barcas  y  obtener  su  parte  estipulada  de  pescado  obtenido.  “Esto  es  así”,  nos  respondía  secamente  el  patrón  de  una  jábega  en  las  playas  de  El  Palo  en  la  mañana  del  cuatro  de  julio  de  1977,  tras  llenarnos  un  cubo  de  pescado  a los  dos  amigos  que  habíamos  participado  en la  faena  de  jalar las betas del copo, por mucho que nosotros nos obstinábamos  en rechazarlo.   Entren en el rebalaje, cuaderno en mano, si quieren conocer aspectos  tan  aparentemente  nimios  como  la  función  de  una  navaja  para  un  marengo,  que  pone  de  relieve  la  exposición  de  las  redes  hasta  el  límite en las duras faenas de la pesca, o la función de la baraja y sus  cartas  en  el  reconocimiento  colectivo  del  sorteo  de  los  boles  o lugares de pesca, y la representación simbólica de la embarcación a  través de su carta en el espacio sagrado o social de la barra de una  taberna. Porque la taberna es mucho más que un espacio. Es espacio  convertido  en  el  lugar  de  los  encuentros,  bautizado  mediante  topónimos  o  prosopónimos,  siempre  casa,  como  la  desaparecida  pero inolvidable Casa Traganúos a pocos metros de la estación de El  Palo en dirección al rebalaje. Un título para un documental, pero más  todavía  para el análisis  de la identidad  de los  hombres  del  rebalaje  malagueño  a  través  de  la  memoria  colectiva  expresada  en  sus  símbolos, de su elegancia en la forma de mirar un pasado ‐terrible‐:  sin acritud.  ~ ● ~ Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  7  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ HOMBRES DEL REBALAJE A la memoria de Pedro León Fernández Gorrión, Julián y Pepe Almoguera 1. POR QUÉ EL REBALAJE  -- 

https://www.google.com/search?q=DIBUJO+PESCADOR+DEPORTIVO+EN+EL+REBALAJE+DEL+MAR+ALBORAN&safe=active&biw=1366&bih=625&sxsrf=ALeKk03n4qaZr1_GoATqAfA3ahZF6J7OxQ:1615509865302&tbm=isch&source=iu&ictx=1&fir=OmyVB3mYzz8YzM%252CQ71kehHEh-Kw4M%252C_&vet=1&usg=AI4_-kRcS15sL194Cn_uG38cbnTcMzScdw&sa=X&ved=2ahUKEwjo2Zudw6nvAhWP3oUKHTNDApMQ9QF6BAgYEAE#imgrc=ZVDdCrLWdDB_vM

          i preguntásemos a cualquier malague‐ ño  sobre  el  significado  de  la  palabra  rebalaje,  probablemente  nos  diría  que  viene  a  ser  el  lugar  de  la  playa  desde  el  que  resbalan  las  olas  para  regresar  al  mar, lo que para otros sería simplemente  la  orilla.  Sin  embargo,  tras  esta  primera  definición,  a  buen  seguro  que  el  mala‐ gueño  continuaría  sugiriéndonos  una  enorme  cantidad  de  percepciones  y  apreciaciones  en  torno  a la  palabra  y  su  significado más profundo.   El rebalaje fue el hogar en el que vivieron  las gentes más humildes de la Málaga de  finales  del  XIX  y  principios  del  XX. En  él  convivieron  gentes  de  distintas  proce‐ dencias  y  con  oficios  muy  diversos,  aunque todos en torno a la mar y la pesca  artesanal;  fue  el  hogar  de  los  marengos,  de  los  hombres  y  mujeres  de  la  playa:  jabegotes,  sotarraeces,  cenacheros,  gar‐ dones,  jileras,  malleras…  En  él  se  gestó  una  sociedad  apegada  a  la  naturaleza  y  firmemente  unida  al  medio  físico,  en  el  que  se  integró  y  con  el  que  se  retro‐ alimentó  dando  lugar  a  una  cultura  propia.  Una  sociedad  con  un  particular  modo de ser y de estar en el mundo, con  un  lenguaje  propio  y  una  característica  forma  de  transmisión  de  los  conoci‐ mientos adquiridos.  Antonia  Pérez  Martín, El Gorrión  y  El Mangüé   (foto Manolo Ibáñez)  En  el  rebalaje  los  motes  se  heredan  de  generación en generación. Apodos acuña‐ dos  por  alguna  anécdota  ocurrida  o  por  alguna  particularidad  física,  han  llegado  hasta  nuestros  días  como  prueba  y  tes‐ tigo  de  un  origen  concreto  y  claramente  S Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  8  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ definido y rastreable. El rebalaje es lugar  del conocimiento y del saber hacer  ‐Si te lo han dicho en el rebalaje, eso va a misa­, porque  representa  todo  el  saber  acumulado  en  la  memoria  colectiva  del  pueblo.  Y  los  viejos  marengos  y  pescadores  dan  buena  cuenta  de  ello,  pues aún hoy sigue siendo su espacio de  reunión  diaria,  de  largas  charlas  y  de  continuos piques y disputas, y el lugar al  que se debe acudir si se quiere conocer el  porqué de las cosas. De este modo, el que  fuera  el  hogar  de  las  gentes  más  humildes del siglo XX se ha convertido en  seña  de  identidad  y  lugar  de  referencia  para las generaciones del XXI.   Existen  muchas  formas  de  escribir  la  historia  de  un  pueblo  desde los  grandes  acontecimientos  históricos  pasando  por  las  vidas de los personajes ilustres, pero  creemos  que  la  mejor  manera  de  acercarnos  al  rebalaje  es  a  través  de  las  vivencias  de  sus  habitantes  y  el  mejor  documento  que  podemos  consultar es la  propia voz de sus protagonistas. Por eso  lo  que  muestran  estas  páginas  son  pequeños  retazos  de  grandes  historias,  historias  de  vida,  de la  vida  cotidiana.  A  través de ellas buscamos comprender su  mundo,  su  propia  definición  del  mundo,  porque  esas  historias  cotidianas  constituyen  la  intrahistoria,  la  realidad  construida en el día a día a lo largo de los  siglos  y  transmitida  intergeneracional‐ mente,  el mundo desde el que se habla  y  que  nos  permite  re‐construir  el mundo del que se habla.  Y  por  eso  en  este  Cuaderno  ‐y  en  otro  futuro dedicado a las mujeres‐ las gentes del rebalaje son los protagonistas de sus  propias  historias,  con  las  que  nos  hacen  partícipes  de  sus  recuerdos,  de  su  memoria.  Memoria  que  en  ocasiones  surge con total claridad, mientras que en  otras  se  entremezcla  con  ciertas  impre‐ cisiones,  que  no  son  sino  el  precio  del  recuerdo.   2. BREVES APUNTES HISTÓRICOS, ECONÓMICOS Y ETNOGRÁFICOS La  capital  de  la  provincia  de  Málaga  se  sitúa  en  la  margen  izquierda  del  río  Guadalhorce.  La  desembocadura  del  río  Guadalmedina divide la ciudad en dos. Su  término  municipal  es  bastante  amplio  (395 km2) y se extiende a lo largo de un  arco  de  costa  con  más  de  20  km  de  longitud,  que  da  lugar  a  la  Bahía  de  Málaga. Dicha costa se asienta sobre una  estrecha  plataforma  continental  de  apenas  unos  5  km  de  anchura  antes  de  llegar  al  talud:  es  lo  que  los  marengos  conocen  como  tierra de restinga,  el  hábitat  del  boquerón  y  la  sardina  de  Málaga (Bellón, 2003).   A  pesar  de  ser  una  ciudad  costera,  Málaga  estuvo  orientada  tradicional‐ mente  hacia  la  agricultura,  debido  a  su  posición  estratégica  entre  el  litoral  y  la  cadena  montañosa  que  la  rodea  por  el  norte.  Durante  siglos,  los  Montes  de  Málaga y sus habitantes abastecieron a la  capital  malagueña,  además  de  propor‐ cionarle  la  base  física  y  socioproductiva  de lo  que  se  convertiría  en  sus  señas  de  identidad  a  nivel  internacional:  vinos,  pasas  y  frutos  secos  (Gómez  y  Blanco,  2010).  La  población  de  los  Montes  constituía  una  sociedad  poco  o  nada  igualitaria, compuesta por terratenientes  y  jornaleros,  que  vivía  en  continua  retroalimentación  con  la  capital.  El  mantenimiento  del  modo  de  vida  de  los  habitantes de los Montes dependía de su  comercio con la ciudad, al tiempo que esa  producción  rural  constituía  las  bases  de  la expansión de la Málaga del XIX.  Dicha expansión económica tenía lugar a  través  del  comercio  marítimo  de  sus  productos agrícolas y de una importante  industria  basada  en  los  motores  de  la  Revolución  Industrial:  los  textiles  de  algodón  y  la  fundición  del  hierro.  Una  incipiente  burguesía  urbana,  extranjera  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  9  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ en  su  mayor  parte  (Larios,  Loring,  Huelin, Rein, Disdier…)  y compuesta  por  comerciantes e industriales, era la dueña  de  los  medios  de  producción  (Sesmero,  1998).  Sin  embargo,  a  finales  de  siglo  tiene  lugar  una  tremenda  crisis  agraria  (filoxera,  sequía,  epidemias…)  que  provocó  la  ruina  de  gran  parte  de  los  pequeños  agricultores  y  dio  lugar  a  un  éxodo rural desde el agro malagueño (así  como  desde  otras  comarcas  agrícolas  limítrofes:  Axarquía,  Costa  tropical  de  Granada  e  incluso  de  Almería)  hacia  la  capital,  atraídos  por  la  relativa  prosperidad  y  modernización  de  la  misma.  Estos  nuevos  vecinos  se  afin‐ caron  en  su  mayor  parte  en  los  barrios  costeros, en los que la población  vivía,  o  más  bien  sobrevivía,  de  una  actividad  pesquera  totalmente  artesanal  y  muy  alejada  de  la  Málaga  industrial  y  comercial  en  la  que,  sin  embargo,  se  encontraba inmersa.   En algunos casos,  sobre  todo en la parte  más  oriental  del  litoral  capitalino,  la  población  recién  llegada  reprodujo  su  anterior  sistema  de  producción,  rotu‐ rando  la  tierra  y  sembrando  viñas  y  huertas  que,  ubicadas  junto  a  la  playa,  convivían  con  las  actividades  pesqueras  tradicionales. Sirva de ejemplo El Palo, La  Cala del Moral o El Rincón de la Victoria.  Casi  al  mismo  tiempo  se  produjo  un  desplazamiento  de  la  burguesía  urbana,  también hacia la zona este de la ciudad, a  barrios  como  Pedregalejo  o  El  Palo,  en  los  que  se  comenzaron  a  construir  lujosas  segundas  residencias  que  con‐ trastaban  con  las  humildes  casas  de  la  playa.    Mientras  tanto,  en  el  extremo  más  occidental  de  la  capital,  al  otro  lado  del  río  Guadalmedina,  conocido  como  las  playas de San Andrés, la  ciudad  también  fue  creciendo  más  allá  del  barrio  de  El  Perchel,  alentada  en  este  caso  por  el  desarrollo  de  la  industria.  Aquí  los  nuevos  habitantes  se  integraron  plenamente  en  la  actividad  secundaria,  dando lugar  a  barrios  obreros  (El  Bulto,  Huelin…)  en  los  que  convivían  traba‐ jadores  del  ferrocarril  y  de  la  industria,  alojados  en  corralones  en  las  cercanías  de  las  fábricas,  y  pescadores  que  continuaban  practicando  la  pesca  de  boliche  en  el  rebalaje,  donde  también  habitaban.   Muchachas de familias  acomodadas juegan en la  playa junto a sus  cuidadoras (foto Vicente  Tolosa, 1906) En  este  contexto,  la  construcción  de  la  línea  de  ferrocarril  Málaga‐Vélez‐Málaga  (la Cochinita) y la puesta en marcha de la  línea  de  tranvías  urbanos,  no  sólo  facilitaban  la  comunicación  entre  ambos  extremos  de la  ciudad  sino  que  también  favorecieron  el  predominio  del  litoral  sobre el interior de la provincia, lo que en  última  instancia  terminaría  haciendo  de  Málaga  un  destino  turístico  de  primer  orden.   Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  10  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Barrios  tan  diversos  como  La Malagueta  (el  barrio  marinero  del  centro  de  la  ciudad, situado junto al puerto pesquero  y  las  lonjas,  en  el  que  convivían  junto  a  marengos  y  jabegotes,  la  picaresca  propia  de  todo  puerto  de  mar)  o  Pedregalejo,  convertido en  residencia  de  la burguesía de la ciudad, fueron cuna de  los  primeros  balnearios  marítimos  de  Málaga  surgidos  desde  finales  del  XIX  como lugares de reunión para dicha clase  social  urbana  (Sesmero,  1993).  Los  Baños  de  Diana  serían  los  primeros,  le  siguieron  los  Baños  de  Apolo  y  La  Estrella,  próximos  entre  sí  en  la  misma  línea de playa, y ya a principios del XX los  Baños del Carmen, al este de la ciudad.  Junto  a  estas  instalaciones  para  clases  acomodadas se levantaron también en el  rebalaje  los  llamados  merenderos,  construcciones rudimentarias hechas con  postes  de  madera  del  alumbrado  eléctrico,  techos  de  lona,  ramas  de  palmeras,  cañas  y  arpillera,  que  daban  cobijo  a  un  mostrador,  sillas  y  algunas  mesas,  rodeadas  de  las  casas  de  las  familias  de  pescadores,  sin  grandes  pretensiones,  únicamente  servir  refres‐ cos,  unos  vinos  y  sardinas  en  espeto  (Sesmero,  1993).  Entre  ellos  destacan  el  Merendero  de  Coral,  el  primero  que  instaló en La Malagueta Antonio Martín y  el  Merendero  de  Miguel el de las sardinas,  en  El  Palo,  en  el  mismo  lugar  que posteriormente ocuparía Casa Pedro  y  al  que  acudiría  para  probar  sus  famosos  espetos  de  sardinas  el  mis‐ mísimo rey Alfonso XII.   Espetos de sardinas (foto Eva Cote) Esa interacción, en ocasiones dicotómica,  entre  poblaciones  de  distintas  pro‐ cedencias geográficas, sociales, culturales  y  económicas  (agricultores/pescadores,  sector  primario/sector  industrial,  bur‐ guesía/trabajadores), tenía su ámbito de  expresión en el espacio del rebalaje. En él  convivían las  familias  de los  pescadores,  con  familias  humildes  no  marengas,  veraneantes  de  clase  acomodada,  busca‐ vidas, obreros de la industria, etc. No por  casualidad, unas décadas más tarde, sería  precisamente  en  un  pequeño  núcleo  de  pescadores  entonces  perteneciente  a  la  capital, Torremolinos, donde comenzaría  lo  que  posteriormente  ‐a  partir  de  los  años sesenta y coincidiendo con la etapa  aperturista del franquismo‐ sería el boom turístico  que  dio  a  conocer  el  litoral  malagueño  al  resto  del  mundo.  El  fenómeno  continuaría  a  partir  de  la  década  siguiente  con  el  auge  de  la  construcción y despegue del ladrillo, abo‐ cando inevitablemente a su desaparición  a  las  mencionadas  formas  de  vida  tradicionales del rebalaje.  3. HISTORIAS DEL REBALAJE Las  casas  de  los  habitantes  del  rebalaje de  principios  del  siglo  XX  ‐viviendas  de  pescadores  y  marengos,  así  como  de  las  gentes  procedentes  del  ámbito  rural‐  no  eran  precisamente  las  mejores  casas  de  la Málaga urbana e industrial de aquellos  años. El Moreno, descendiente de grana‐ dinos,  nos  cuenta  cómo  llegaron  sus  gentes a las playas de El Palo:  Mis  antepasados  vinieron  al  Palo  porque hubo una hambruna de un  año  que  no  llovió  y  se  perdió  la  remolacha,  porque  allí,  de  Almu‐ ñécar  p’allá,  lo  mismo  van  al  campo que van a la mar. Están  tol  día  en  el  campo  y  luego  van  a  la  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  11  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Estas postales que presentaban la pesca como elemento característico de la ciudad se editaron en las primeras  décadas del siglo XX. Aunque aún no hubieran nacido los protagonistas del estudio, reflejan un ambiente muy  similar  al  que  les  tocó  vivir.  Las  dos  primeras  muestran  unas  duras  condiciones  de  vida.  El  cenachero  era  Francisco Mellado  “El Camión”, muy conocido en El Palo. En la  “escena  típica” Alfonso Rodríguez, suegro de  Manuel Cuenca fundador de La Lonja, contempla  a  varios gatos disputando comida en la actual calle Pedraza  Páez. Las dos inferiores ofrecen escenas del rebalaje: marengos sacando el copo y el reparto de la captura una  vez abierto este, en ambos casos con la presencia de sardinales. (Colección. Felipe Foj)  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  12  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ mar.  Y  entró  una  hambruna  y  se  tuvieron  que  venir  tos  p’acá...  Cuando  llegaron  aquí,  iban  a  la  Comandancia,  como  entonces  había  mu  pocos  barcos  y  venían  con  cuatro  o  cinco  barcos  lo  menos  diez  familias  de  allí,  pues  daban sitio p’hacer una casa.  Básicamente  se  trataba  de  chozas  o  chabolas  levantadas  con  materiales  humildes,  aquellos  que  tenían  más  a  mano.  Según  Sesmero  (1998),  en  La  Malagueta  las  había  de  todo  tipo  pero  destacaban  las  que  se  levantaban  sobre  cuatro  palos,  cubiertas  de  ramas  de  palmeras y cartones con hules interiores  para  proteger  de  la  humedad,  así  como  otras  construidas  con listones  de  cajas  y  envases  de  madera.  También  sabemos,  por  los  testimonios  de  nuestros  prota‐ gonistas, que en El Palo muchas  familias  vivían  en  chozas  hechas  con  juncos  procedentes  de  los  muchos  arroyos  que  desde  el  Monte  de  San  Antón  se  abren  paso  hasta  el  rebalaje.  Algunas  se  fabricaban  con  la  excusa  de  ser  casetas  para los enseres  y aparejos  de  pesca, en  las  que  los  pescadores  se  quedaban  a  dormir y que iban ampliando poco a poco  convirtiéndolas  en  vivienda  familiar,  e  incluso  adosando  corrales  para  los  animales.  Lo  que  les  valió  a  los  habitantes  de  las  casas  del  rebalaje existentes  entre  Casa  Pedro  y  el  arroyo  Jaboneros,  en  El  Palo,  el  gentilicio  local  de los guarros (López y Lupiáñez, 1999).   En  un  principio,  la  Comandancia  de  Marina  no  permitía  colocar  tejas  en  los  techos  de las  chabolas  o  villalatas,  como  también  eran  conocidas  este  tipo  de  viviendas, aunque más adelante autorizó  los  techos  de  cartónpiedra  y/o  madera.  Sólo muy posteriormente, a partir de los  años  sesenta,  comenzarían  a  construirse  casas de materiales perdurables como el  ladrillo, la piedra o el cemento.  Yo  nací  en  La  Malagueta,  donde  está  Antonio  Martín,  que  mis  padres  tenían  una  casita  de  madera  como  las  de  antigua‐ mente…  To  La  Malagueta  era  de  madera (Salvaro).  En  El  Bulto  las  había  de  madera,  otras de lata y muy pocas eran de  obra (Cagaleña).  Vivo  donde  he  nacío…  que  antes  era de madera y aluego la hicimos  de  obra  y  eso.  Y  que  siempre  hemos tenío ahí el miedo que mos  iban a echar, que mos iban a  tirar  las  casas  abajo,  que  mos  iban  a  echar… (Moreno).  Chabolas de La Malagueta en los años cuarenta  del pasado siglo (foto archivo Diario de Málaga) No  son  pocos  los  malagueños  que  en  la  actualidad  continúan  aferrándose  al  rebalaje,  marengos  de  corazón  que  generación  tras  generación  han  mante‐ nido su apego a la arena de la playa y a la  brisa del mar, manteniendo la casa en la  que  nacieron  como  vivienda  familiar  y  haciendo  de ella el legado a  transmitir a  las generaciones venideras, herencia que  tiene  tanto  de  material  como  de  inmaterial  o  intangible.  Es  el  caso  de  Mangüé,  o  de  Manuel el de la Lonja cuyo  bisabuelo  vivía  en  la  calle  de  atrás  de  la  Lonja  de  El  Palo,  donde  luego  han  vivido  su  abuelo,  su  padre  y  continúa  viviendo  él  mismo  y  su  familia.  O  del  Moreno:  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  13  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ A mí me dicen Moreno desde niño,  porque  como  es  que  vivíamos  aquí,  donde  yo  he  nacío,  en  la  misma casa, y siempre estaba en la  mar de chavea, como no había otra  diversión  po  a  la  mar...  Siempre  estaba en el rebalaje y estaba más  negro  que  una  morcilla.  Algunos  señores  me  dicen  Juan...  Y  yo  les  digo  ¿Juan?  Si  yo  me  llamo  Moreno,  si  llevo  70  u  80  años  de  Moreno  ¿y  ahora  me  quieres  poner  Juan…?  Y  cuando  viene  el  día  de  san  Juan,  que  yo  no  me  llamo Juan, yo me llamo Moreno.   Muchas  de  aquellas  familias  del  rebalaje que  habían  llegado  sólo  unas  décadas  antes  a  la  capital  malagueña  buscando  una  vida  mejor,  se  vieron  obligadas  a  huir  de  ella  en  febrero  de  1937,  cuando  meses  después  del  golpe  de  estado  que  provocó  el  inicio  de  la  guerra  civil,  las  tropas  sublevadas  entraron  en la  ciudad  al  mando  del  general  Queipo  de  Llano  devastando  todo  a  su  paso.  Muchos  volverían  sobre  sus  pasos,  pues la  única  salida  posible  era  hacia  el  este,  por  la  carretera  de  Almería.  La  que  se  llamó  huida o  desbandá  fue  una  matanza.  Las  tropas  nacionales  junto  a  las  italianas  bombardeaban  con  aviones  y  ametra‐ llaban  desde  el  mar  a  los  que  huían  (López  y Lupiáñez, 1999). Se estima que  unas 150.000 personas salieron a pie con  lo  puesto  en  dirección  al  levante,  entre  ellos  casi  60.000  refugiados  de  otras  provincias andaluzas, en lo que supuso el  mayor  éxodo  de la  guerra  civil  y  uno  de  sus  episodios  más  cruentos.  Los  supervivientes llegarían a Almería varios  días  después  (Barranquero  y  Prieto,  2007).  Algunos  años  más  tarde,  hubo  familias  que  regresaron  a  su  antigua  casa:  Hemos  pasao  una  vida  mu  mala,  cuando  la  guerra  fui  corriendo  hasta  los  Llanos  de  Carchuna  (Motril),  allí  habían  puesto  el  frente aquella gente, en Calahonda  (Motril),  y había 200 metros,  y de  ahí  mos  volvimos  pa  Torrenueva,  aonde  había  nacío  mi  padre,  que  tenían  la  casa  toavía,  y  mos  metimos.  Aparecimos  allí  tras  cuarenta  días  andando,  tirando  cañonazos  y  tirándonos...  Cuando  lleguemos  aquí  decían  “pan  blanco, pan blanco”, el pan blanco  lo  verían  ellos.  La  desbandá...  Y  tirándonos  metralla  que  mos  teníamos  que  meter  en  los  caña‐ dules  y  arriaron  las  compuertas  del  río  de  Granada  pa  que  se  llevara  a  las  criaturas  palante  (Moreno).  Con  siete  años  fui  yo  andando  a  Almería, cuando la guerra, porque  es  que  allí  yo  tenía  familia,  en  Almería…  Y  allí  estuvimos  dos  años  (Gorrión).   El 6 de febrero de 1937 la población civil inició  la huida por la carretera de Almería. Sería  masacrada desde el mar y desde el aire (foto  http://laotraandalucia.org)  Ya  de  vuelta  al  rebalaje,  la  vida  laboral  empezaba  a  muy  temprana  edad,  por  lo  que  la  mayoría  de  los  muchachos  no  llegaban  a  terminar  los  estudios  primarios. Algunos se saltaban las clases  y  pasaban  el  día  en  la  calle  haciendo  travesuras, como colgarse de la parte de  atrás del tranvía, algo según nos cuentan  muy  usual  en  aquella  Málaga  neoin‐ dustrial.  La  familia  decidía  entonces  ponerlos a trabajar:  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  14  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Yo  me  embarqué  la  primera  vez  porque mi padre era de la mar, mi  hermano, otro hermano, tos... Y yo  cuando  niño  pues  me  iba  a  pedir,  que  no me  hacía  falta,  pero era lo  que  pasaba,  iba  a  un  bar  y  a  lo  mejor  me  daban  una  peseta  o  me  daban  dos  reales  y  yo juntaba  pal  cine,  y  me  metieron  varias  veces  en un reformatorio por pedir y por  colgarme  del  tranvía.  Y  entonces  mi  padre  me  dijo  ¿con  que  tú  no  quieres ir al colegio? Po ahora vas  a  ir  a  la  mar.  Mi  padre  tenía  una  barquilla,  un  sardinal, ¡po ahora a  la mar! Yo era un crío, tendría 7 u  8  años,  ¡a  la  mar!  Bueno  pues  lleguemos  a  la  mar  y  ya  ahí  en  el  río  Málaga  [Guadalmedina]  a  hacer  de  comer.  Y me  pongo  yo  a  llorar  y  me  dice  el  cocinero  ¿por  qué  lloras?  Porque  no  tengo  cuchara  pa  comer  y  ¿cómo  voy  a  comer? Y dice, tú no te preocupes,  me  cogió  un  corruco,  una  concha  fina,  un  almejón,  de  to, le  hizo  un  boquetillo y le metió un palo y me  dice,  ahora  ahí  tienes  cuatro  o  cinco cucharas  ya puedes coger la  cuchara que quieras (Cagaleña).    Viajeros de un tranvía malagueño en la década   de los cuarenta (foto archivo Diario de Málaga)  

En  otros  casos  eran  las  circunstancias  económicas las que obligaban al padre de  familia  a  sacar  a  los  hijos  del  colegio,  para  que  echasen  una  mano  a  la  mal‐ trecha economía familiar:   Yo  tenía  na  más  que  once  años  cuando  me  salí  del  ICET,  porque  me  sacaron  los  papeles  pa  ir  a  la  mar.  Y  si  pillábamos  8  cajas  de  sardinas, 4 eran pa la guerra y 4 pa  que  la  vendiéramos,  que  mos  la  pagaban  a  7  reales  y  no  mos  la  pagaban  hasta  el  fin  de  semana,  eso  lo  pagaban  por  semana  y  lo  que  mos  dejaban  po  mos  lo  pagaban en el día (Moreno).  
Yo  a  la  escuela  fui  sí,  cuando  chiquitillo,  pero  no  aprendí  na  porque  siempre  me  estaba  lla‐ mando  mi  viejo  pa  que  fuera  a  pescar, que hay que meter un real  pa  la  casa…  Po  qué  voy  a  hacer,  ayuadle  a  mi  padre,  y  con  7  u  8  años lo dejé porque me tuve que ir  a  ganar  dinero  pa  la  casa…  To  la  vía metío en la mar (Salvaro).  
Yo fui al colegio del Padre Ciganda  hasta  los  7  años,  que  empecé  a  trabajar  en  el  barco  que  iba  mi  hermano  Juan. Se diría que iba de  polizón,  porque  aún  era  muy  pequeño  para  salir  a  pescar,  de  polizón,  como  la  canción  de  Juanito Valderrama. Nos embarcá‐ bamos por la noche, se pescaba de  noche. Como era muy pequeño me  quedaba  dormido  y  para  que  no  me durmiera me daban cigarros o  me  echaban  agua…  También  contaban  historias  para  entrete‐ nerse y pasar la noche (Batato).  Otros muchachos empezaban  trabajando  de  gardón  en  las  barcas  del  rebalaje.  Su  cometido consistía en recoger las betas, o  cabos  del  arte,  una  vez  varada  la  embarcación  y  hacer  con  ellas  los  churros,  es  decir,  enrollarlas  sobre  la  arena en círculo para que no  se hicieran  nudos  dejándolas  listas  para  volver  a  faenar. Por lo general el gardón, así como  los  más  pequeños  de  una  embarcación,  cobraban  en  especie,  lo  que  se  conocía  como una garfá:   Hombres del rebalaje ~  
Eva Cote Montes ~ Pág.  15  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Cagaleña haciendo el churro (foto Eva Cote)  Ajuuuuu,  to  la  vía,  to  la  vía  trabajando,  desde  los  7  años  que  yo tenía… Era gardón y cogía yo to  los días dos cajoncillos de pescao y  se lo vendía a la gente en la huerta  del  río,  a  la  huerta  iba,  subía  parriba,  pa  la  huerta  y  allí  vendía  los  cenachos  de  pescao,  allí  los  vendía (Gorrión).  Unas veces me pagaban con dinero  y  otras  con  pescao  pa  que  lo  vendiera,  de  la  parte  de  mi  hermano  me  daban  una  cuarta  parte. Yo prefería que me pagaran  con  pescao  y  no  con  dinero,  porque  siempre  se  sacaba  más  vendiéndolo…  Lo  vendía  desde  la  boca  del  río  a  la  chimenea  [Huelin],  desde  la  lonja  a  mi  casa  en  El  Deo.  Se  solían  pescar  boqueroncitos  y  los  vendía  diciendo:  ¡boqueroncitos  de  la  boca del río! (Batato).    Una vez cumplidos los 13 años, ya podían  embarcarse  “oficialmente”,  aunque  no  todos continuasen en la mar:  En  los  barcos  se  empezaba  de  niño,  con  12  o  13  añillos  ya  te  embarcabas  y  cuando  tenías  18  o  20 años,  y  16  también,  ya estabas  tirando  piezas  y  haciendo  de  to...  De niño lo que hacías era coger la  red,  recogerla en el  barco, dentro,  conforme  iban  tirando  el  niño  cogía la red, por eso íbamos cuatro  hombres y un niño (Moreno).  Estuve  trabajando  desde  los  7  hasta  los  13  años  de  marinero,  pero  sin  serlo.  Cuando  cumplí  los  13 años, el 1 de enero de 1946, ya  me  pude  sacar  la  cartilla,  los  papeles de marinero. Y ese mismo  año el periódico YA se hizo eco de  la noticia, por ser el marinero más  joven de Málaga y de toda España,  con 13 años (Batato).  Niño cenachero en la playa de La Pescadería  (foto Vicente Tolosa, 1904) Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  16  

Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Mi  padre  tenía  un  sardinal,  pero  éramos muchos, trece hermanos y  en  el  sardinal  se  embarcaban  tres...  Entonces  de  ahí  me  fui  al  muelle,  que  había  cogío  mucha  confianza en el muelle y me puse a  trabajar  allí,  a  arranchar  (pre‐ parar)  sardinas  pa la  exportación.  Y me ponía en una tina mu grande,  yo  me  levantaba  a  las  5  de  la  mañana porque la venta era a las 6  de la mañana y yo  tenía que estar  allí  a las  5,  porque  el  dueño  tenía  que  ir  a  comprar  el  pescao  y  yo  tenía  que  preparar  las  tinas  pa  cuando  venían  las  sardinas  echarlas en las tinas pa mandarlas  por  ahí.  Las  arranchaba  bien  y  le  ponía una palma pa separar tanda  y tanda, y le echaba nieve. Ganaba  un  duro,  me  venía  a  las  5  de  la  mañana y me iba pa mi casa a las 2  de la tarde (Cagaleña). Premiados  en  el  concurso  de  sotarraje  de  las  fiestas del Carmen de El Palo, 2014 (foto F. Foj)  En  cuanto  a  las  redes,  eran  muchos  los  hombres  y  mujeres  del  rebalaje  que  sabían  trabajarlas.  Y  para  muchas  de  ellas llegó a ser una especialización  y un  modo de conseguir unos ingresos extra:  Mi madre hacía las redes, hacía las  cadenetas,  hacía  las  cabezas,  los  palangres, el palangrillo que hacía  que era una monería, hacía to.... Si  es que había nacío así, haciéndolo  desde  niña!  Aquí  había  mujeres  que  hacían  to  las  redes,  de  los  barcos  de  arrastre  y  to,  que  se  hacía  a  mano,  se  hacía  con  cáñamo.  Les  traían  los  bultos  de  cáñamo, les daban los malleros, las  medías  y  les  decían:  tienes  que  hacer  diez  brazas  de  esto,  les  daban  el  hilo  y  ellas  lo  hacían…  Muchas  eran  de  La  Malagueta  (Moreno).   Posteriormente,  una  vez  tejidas  las  mallas,  eran  los  rederos  y  en  ocasiones  incluso los propios marengos quienes  se  encargaban de armar el arte:   Las  mujeres  hacían  las  piezas  de  red y aluego se unía, lo montaba el  sotarraé, el sastre, el sastre… En to  los barcos había un sotarraé, por si  se  partía  el  arte.  El  sotarraé  es  el  que mira la red a ver si lleva falta o  no  lleva…  Se  tiende  la  red  y  la  estiraza,  unos  hombres  p’agarrar  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  17  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ el  copo  y  el  sotarraé  se  pone  en  medio  de  la  banda  y  mira  a  ver  cómo  están  las  costuras  y  según  cómo están las costuras po él dice,  aquí hay que cortar. Pasa como los  médicos,  aquí  hay  que  sanear,  y  sanea por aquí (Salvaro).  La  red  mos  la  apañábamos  nosotros,  lo  hacíamos  nosotros  y  lo poníamos al gusto nuestro. Aquí  había un señor que era primo de él  [del  Moreno]  y  hicimos  aquí  un  sardinal  de  800  mallas,  a  mano,  con 800 mallas a mano, de algodón  (Mangüé).   

El  sardinal  mos  lo  traían  de  Barcelona,  y aquí le  teníamos  que  poner el  plomo, el  corcho  y  de  to.  Traían  la  red,  que  venía  a  148  metros,  se  doblaba  a  200  mallas,  aquí  la  doblábamos,  le  metíamos  un  aparejo  y  la  pegábamos,  pa  pescar  a  unas  400  mallas,  que  antes  eran  tos  piezas  de  800  mallas (Moreno).    Esas  redes  de  las  que  nos  hablan  los  mayores,  estaban  hechas  con  fibras  vegetales,  principalmente  cáñamo,  algo  más  tarde  llegarían  las  de  algodón.  Las  mallas se hacían a partir de dichas fibras  y  una  vez  armadas,  tanto  unas  como  otras  necesitaban  de  una  serie  de  cuidados  para  alargar  su  vida  útil,  entre  ellos  el  alquitranado  y  el  tintado,  este  último  a  fin  de  oscurecer  las  redes  para  hacerlas  invisibles  a  los  peces.  Para  ello  se introducía  en  unas  calderas  alquitrán  vegetal,  unos  terrones  de  mineral  de  cobre llamado caparrosa, alguna materia  prima  que  confiriese  un  color  oscuro  a  las  fibras,  casi  siempre  corteza  de  pino,  rica en taninos, y agua dulce. Esta mezcla  debía ponerse al  fuego  y  se  removía  con  la  pala  de  un  remo  hasta  que  resultaba  una  pasta  homogénea,  para  lo  que  se  necesitaban  al  menos  doce  horas  (Rojas  López,  2014).  Una  vez  fría  la  pasta  se  introducían las redes en ella, se escurrían  y  se  ponían  a  secar.  Por  lo  general  en  cada barrio  del  rebalaje existía al menos  un tintero:  Las  redes  entonces  no  eran  de  nylon,  eran  de  algodón  y  se  tintaban  con  alquitrán.  Las  del  sardinar  se  tintaban  con  cáscara  de pino cocida, en El Palo, en casa  de Rafael de la Perola,  que  tenía  la  caldera  para  cocer  la  cáscara.  
Las  cáscaras  se  cocían  durante  cinco  horas  y  se  quedaban  las  redes  de  color  rojizo.  Se  tintaba  para  que  no  se  pudriera  aunque  con  el  paso  del  tiempo  se  terminaba  por  pudrir  al  ser  fibra  natural de algodón (Batato).  Allí  en  La  Malagueta,  pegao  a  la  playa,  había  un  tintero,  pa  las  redes  de  las  traíñas.  Las  traíñas  venían  a  meter  los  artes  allí  y  los  sacaban alquitranaos con el tinte y  aluego  lo  tendían  en  las  matitas  (Salvaro).  Antiguamente,  luego  de  hecha  la  red,  había  que  tintarla  con  la  corteza de los pinos, se hervía y le  daba  fuerza  a  la  red  pa  que  te  durara más (Moreno).  A partir de los años setenta se introdujo  el  nylon,  que  dio  a  los  artes  una  resistencia  y  durabilidad  no  vistas  hasta  entonces, pero que, al ser confeccionados  de manera industrial,  puso  fin al  trabajo  de jileras y malleras:  

Hoy la  red  no  se  pudre  porque es  de  nylon,  la  que  se  pudría  antiguamente era de algodón. Hoy  dura años y años, como no se coja  y se agarre a las piedras o algo así,  esto  no  se  rompe  nunca  en  la  vida…  Tú  entonces  decías  quiero  esta  pieza  y  esta  pieza,  eso  se  compraba por piezas, aluego venía  el  sotarraé  y  unía  las  piezas  unas  con otras (Salvaro).  No  obstante,  saber  remendar  era  condición  indispensable  de  cualquier  marinero:  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  18  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Mira,  antiguamente  tú  ibas  a  embarcarte  en  una  traíña  y  te  decía  el  patrón  ¿usted  tiene  navaja?  No.  Po  no  se  puede  embarcar,  no  se  embarca  porque  usted  no  es  remendaó.  Si  usted  tiene  navaja  es  remendaó,  si  no  tiene navaja, no. Usted si rompe la  red,  ¿cómo  la  remienda?  Se  necesita  una  navaja  pa  cortar,  pa  jacer... (Cagaleña).  Playa de El Bulto. Delante de la flota de  sardinales, una maestra con sus alumnos  (foto Thomas, 1910. CTI‐UMA) Hasta  la  primera  mitad  del  siglo  XX  las  embarcaciones  más  usuales  del  rebalaje malagueño  fueron las barcas de jábega y  los  sardinales,  ambas  destinadas  a  la  pesca  del  boquerón  y  la  sardina.  Los  sardinales  eran  embarcaciones  de  entre  6  y  8  metros  de  eslora,  aparejadas  con  vela  latina  y  timón,  aunque  también  llevaban  remos  y  algunas  veces,  muy  pocas,  motor  auxiliar.  Al  llegar  al  pesquero (lugar elegido para la pesca), se  arriaba la vela y tras observar la marea y  medir  la  profundidad,  se  calaba  el  arte (Bellón, 2003), de cuyo nombre toman el  suyo  los  barcos  y  barquillas  utilizados  para esta pesca:  En  el  sardinal  el  patrón  tiene  que  saber  llevar  la  vela  pa  cuando  hubiera  viento,  saber  llevar  el  timón  y  saber  lo  que  lleva,  no  se  ponía uno cualquiera… El sardinal  lleva cuatro remos, dos a ca  lao, y  el timón, que lo llevaba el patrón y  los  demás  eran  marineros…  Pero  cuando  hay  viento  no  hacen  falta  los  remos, iza la  vela  p’arriba  y el  patrón es el que lleva el barco y lo  lleva aonde quiera (Salvaro).  

El sardinal necesita cuatro o cinco  de  tripulación,  podían  ir  hasta  seis...  Pero  había  un  tope.  Uno  aguantaba  pa  tirá,  otro  tiraba  [el  arte], otro desmallaba, eso cuando  había  pescao,  pero  mayormente  había pescao casi  to los días. Aquí  [en El Palo] ha habío hasta treinta  y dos sardinales y ocho barcas [de  jábega].  Siempre  ha  habío  más  sardinales.  Y  sin  embargo  en  el  Pedregalejo había más barcas que  sardinales.  Y  en  La  Cala  [del  Moral] lo mismo, en La Cala había  un sardinal na más... En mi familia  lleguemos  a  tener  cuatro  sardi‐ nales... La Mariloli, otro se llamaba  el Rocío,  el  que  tengo  ahí,  la Niña de mis ojos (Moreno).   Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  19  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ El arte del sardinal es un arte de enmalle a la deriva,  consistente  en  una  red  rectangular, formada por distintos paños  de  red  unidos  entre  sí,  que  se  calan  sin  fondearlos  (sin  fijarlos  al  fondo),  dejándolos  a  merced  de  las  corrientes  y  mantenidos en posición  vertical median‐ te corchos en la parte superior y plomos  en la inferior. Cuando los peces intentan  atravesar  el  arte,  quedan  enmallados  en  él:  La  red  de  sardinal  llevaba  lo  que  llaman  las  cuatro  piezas  de  sardinales,  y  había  quien  llevaba  mejor red y cogían más pescao que  otras (Salvaro).  El arte, es un arte a la deriva... Si la  marea  era  p’allá,  po  había  que  enmendarse  p’acá.  Calábamos  el  arte  y  a  la  media  hora  o  los  tres  cuartos de hora se desmallaba, y si  había  se  calaba  otra  vez  y  si  no,  mos  veníamos  pa  tierra.  Cuando  era  luna,  cuando  era  oscuro,  tirábamos  la  prima  y  mos  venía‐ mos (Moreno).  En el sardinal se enganchaban toas  de golpe y había que quitarlas una  a  una,  las  lavábamos,  las  echábamos en la espuerta con su nieve  y cuando ya era la hora de vender  po  nos  íbamos  a  vender  a  Pescadería (Mangüé).  

Jalando del copo (foto Eva Cote)  Por  su  parte  la  barca  de  jábega,  es  una  embarcación  sin  cubierta  que arma  de  7  a  9  remos  y  con  una  eslora  de  7  a  9  metros. No lleva timón para evitar que el  arte  se  enrede,  por  lo  que  se  gobierna  con  una  espaílla  o  remo  grande  que  se  apoya en el tragante de popa y que queda  al  cargo  del  mandaor  o  patrón  de  la  barca:   La  mayoría  era  de  7  a  9  remos,  más antiguo cuando era un chavea  uno,  había  barcas  de  11  remos  y  de  to,  pero  conforme  pasaba  el  tiempo  la  iban  cortando.  A  lo  primero  sí  había  barcas  mu  grandes,  de  11  remos,  de  13  remos…  Porque  había  mucho  personal  antes  trabajando  ahí.  To  el mundo se buscaba la  vía aquí  y  había  mucha  pesca…  Algunos  dueños  eran  mandaores,  pero  otros  le  dejaban  la  barca  a  los  mandaores pa que la mandaran,  y  ellos  no  venían a  na, ellos  na más  venían  a  coger  el  dinero…  Mandaores  de  El  Palo  había  un  hombre que le llamaban el Bocao,  que  ese  estaba  con  el  Rosilla,  estaba el Ropasuelta, también era  mandaor  y  estaba  en  la  Almejita (Salvaro).  Manuel el de la Lonja nos cuenta que su  abuelo el Rosilla llegó a tener tres barcas  de jábega:  Y  todas  se  llamaban  Rosilla,  la  Rosilla grande, la Rosilla mediana y  la  Rosilla chica...,  además  de  sardinales,  boliche  y  hasta  una  baquilla de arrastre.   En  lo  que  refiere  al  arte  de  pesca,  la  jábega,  es  un  arte de cerco y tiro.  Básicamente  consiste  en  una  especie  de  saco  de  red, llamada  copo,  que es  donde  queda  encerrado  el  pescado,  con  dos  bandas alargadas ‐también de red‐ a cada  lado,  a  las  que  se  unen  sendos  cabos  o  betas  que  sirven  para  tirar  del  arte  y  sacarlo  hasta  el  rebalaje.  

A  la  hora  del  calamento  una  de  las  betas  queda  en  la  orilla mientras la  barca  se  adentra  en la  mar de manera perpendicular a la costa,  largando el arte, y a la distancia adecuada  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  20  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ realiza  un  giro  de  180º  para  rodear  al  cardumen de pescado y regresar a  tierra  dejando  la  otra  beta.  Las  labores  de  la  tripulación  estaban  bastante  bien  defi‐ nidas:  Estaba  el  mandaor,  el  segundo  mandaor.  Después  había  una  persona  que  iba  bogando  en  la  proba  [proa]  de  la  barca,  que  era  el  probel…  Y  ya  los  demás  marineros.  El  probel  es  el  que  cogía  la  palanca,  que  era  un  palo  mu largo con un regatón de hierro  en  la  punta,  eso  servía  para  aguantar,  si  se  había  botao  con  mal  tiempo  echaba  la  palanca  pa  que la barca no se  fuera al  través,  si  era  levante  echaba  la  palanca  aquí y si era vendaval, la echaba al  lao de babor. Yo he sío mandaor y  he sío probel, yo cogía la palanca y  hacía  horrores  con  ella.  

El  pachapanda es el que echa el copo  a la mar y también va bogando, es  el  último  de  la  banda  corulla,  y  cuando ya se va echando la red, él  echa  el  copo.  El  largaor  es  el  que  alarga la red y el calaor el que iba  encima  la  red,  que  iba  contando  los  nudos…  Cada  beta  tiene  100  metros  vamos  a  ponerle,  y  a  cada  100 metros lleva un nudo y así se  iban  contando  las  betas  que  se  habían echao, para echar la red. Si  tenía  que  echar  15  cuerdas,  cuando  ya habían pasao 15 nudos  ya  se  echaba  la  red.  Y  ese  era  el  cálculo  que  tú  cogías.  De  plomero  se  ponía  uno  cualquiera,  el  que  sabía calarlo, porque tos no sabían  calar  el  plomo  ¿en?,  muchos  no  sabían (Salvaro).  Para  calar  el  arte  de  jábega  era  imprescindible que el mandaor conociera  la  ubicación  exacta  de  las  piedras  del  fondo  marino  en  el  que  faenaban  ‐por  tierra de restinga y a menos de una milla  marina  de  distancia‐,  motivo  por  el  que  todas y cada una de ellas  tenían nombre  propio:  Ellos  [los  jabegotes]  tenían  que  tener  más  inteligencia  a  las  piedras  que  nosotros  [sardinal],  porque  ellos  calaban  muchas  veces  fuera  fondo  y la  red  va  a la  marea,  y  ellos  era  que  to  el  arte  llegaba abajo y ahí había que tener  cuidado  por  las  piedras.  Aquí  hay  una  que  le  llamaban  la  Veinticuatro,  la  Presurilla,  la  Piedra Negra,  la  Hambre  y  la  Cuarentaiuna. El Hambre estaba  fuera de  los  límites  [de  El  Palo]  pero  está  ahí también (Moreno).   Mira,  pa  ser  mandaor  había  que  saberse las piedras aonde estaban.  Tenías que saber tú dónde hay una  piera  pa  tú  no  echar  la  red…  

El  mandaor  sabe  las  piedras  porque  se le  ha agarrao  de  primera  vez  y  ya se queda con las piedras y dice  ésta  que  está  allí  qué  es  ¿la  Presurilla?  Bueno,  po  en  lugar  de  echar la red aquí la echo por tierra  de  allí…  Estaba  la  Presurilla,  después  venía  la  Veinticuatro,  la  Piera Negra,  que  era  allí  en  El  Chanquete, La Araña… (Salvaro).  Salvaro gobernando la espaílla (foto Eva Cote)  Una  vez  que  se  había  calado el arte,  comenzaba la labor en tierra, consistente  en ir jalando  de  ambas  betas  de manera  sincronizada, e irlas acercando a medida  que  el  copo  avanza  hacia  el  rebalaje,  hasta  quedar  las  dos  betas juntas  y  el  copo  fuera.  Todo  aquel  que  quisiese  podía  jalar  de  las  betas,  puesto  que  la  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  21  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ jábega  tenía consideración de  “arte  real”  en virtud de lo cual se permitía a quienes  no  tuviesen  otro  medio  de  vida  engancharse a las barcas:    La barca era to el que se acercaba,  la  barca  lo  mismo  tenía  seis  que  tenía  dieciséis.  La  gente  estaba  aquí,  estaban  tos  en  el  rebalaje  y  cuando  se  echaba  una  barca  se  acercaban  cuatro  o  cinco  o  seis,  venga, a jalar (Moreno).  Yo con 18 o 19 años ya mandaba a  14  o  15  hombres,  en  la  jábega,  aunque a  veces  se arrimaban más  gente porque eso era un arte real,  que  ahí  no  puede  usted  echar  a  nadie, venía uno y decía, bueno po  a mí me  hace  falta  una  peseta,  po  yo me engancho aquí y si me  toca  un  real  bueno  es.  Y  podía  venir  usted  y  echar  una  mano,  podía  venir el otro, a mí me hace falta de  ganar  un  real  po  se  arrimaba  y le  tenías que dar un real o un puñao  de  pescao,  ¿comprendes?  Cual‐ quiera  que  quisiera  usted  no  lo  podía  echar,  por  eso  se  llamaba  arte  real. También  venían muchas  veces de los sardinales  y como no  cogían na po se enganchaban en la  barca (Salvaro).  Sánchez  Reguart,  en  su  Diccionario Histórico de los Artes de Pesca Nacional (1791), señala que la jábega  tienen en el  territorio  nacional  diferentes  deno‐ minaciones, dándosele en Andalucía el de  Arte de Malla Real: “Este distintivo según  costumbre  de  nuestros  pescadores,  pen‐ de  de  que  los  arraéces  o  patrones  de  xábega  no  pueden  impedir  a  persona  alguna  que  eche  una  mano  a  tirar  de  la  red para sacarla del mar, la cual por esta  fatiga  o  trabajo  se  hace  acreedora  a  la  pesca  que  salga  en  el  lance  por  2/3  de  parte,  así  como  los  que  embarcan  para  calarla tienen parte entera”.  A  la  izquierda,  Salvaro  y  Cagaleña  recogen  el  copo.  

A  la  derecha,  enjuagando  el  copo  (fotos  Eva Cote)  Allí  en  La  Malagueta  mos  juntábamos  mucha  juventud  y  la  juventud po como no había trabajo  siempre estábamos allí. Que en La  Malagueta  se  pescaba  mucho  a  la  birorta,  que  la  birorta  es  el  arte  que  coge  los  chanquetes.  Y  la  juventud  po  cuando  no  había  chanquetes  po  se  arrimaban  a  las  barcas,  a  la  jábega.  Eso  en  La  Malagueta,  porque  en  El  Palo  ya  eran  personas  más  mayores,  que  también ha habío chaveas pa coger  la  cuerda  y  esas  cosas,  pero  menos,  allí  en  La  Malagueta  ha  habío más (Salvaro).    Otra característica de la pesca de jábegas  era  la  necesidad  de  sortear  los  boles  o  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  22  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ lugares de pesca, práctica conocida como  echar la suerte, que  también  tenía  lugar  con los trasmallos pero no con el resto de  artes.  La  explicación  bien  podría  encon‐ trarse  en  las  grandes  dimensiones  de  ambos  artes  y  la  necesidad  de  dejar  distancia  suficiente entre embarcaciones  para  no  obstaculizarse  durante  la  faena.  La suerte se determinaba con una baraja  de  cartas,  por  lo  que  cada  embarcación  tenía  asignada  una  carta  concreta.  El  sorteo  se  realizaba  entre  patrones  o  mandaores  que  faenaban  en  la  misma  playa o bol, y solía estar supervisado por  alguna persona de confianza del rebalaje.  El  último  patrón  en  varar  colocaba  el  morrón,  una  chaqueta  colgada  en  un  remo  en  vertical  sobre  la  arena  del  rebalaje.  Al  verlo,  los  demás  acudían  al  lugar,  se  barajaban las  cartas  y  según  se  iban  sacando,  el  orden  de  las  mismas  asignaba  el  turno  de  pesca  para  el  día  siguiente  (García  y  Portillo,  2006).  

Una  vez  echada  la  suerte,  las  cartas  se  colocaban en el orden de salida en algún  lugar  bien  visible,  por  lo  general  en  la  barra de alguna taberna del rebalaje, que  en el caso de El Palo era la Lonja.   Sorteo de  calles para  competir en  las regatas a  través de las  cartas de la  baraja (foto   Eva Cote)  Aquí  podían  venir  to  las  barcas  que  fueran  porque  lo  que  había  era unas cartas y con las cartas se  echaba la suerte y al que le tocaba.  Cada  barca  tenía  una  carta  diferente,  una  tenía  el  rey  de  copas,  otra  el  dos  de  oros,  otra  el  rey de oros… Se barajan las cartas  y la que salga primero po esa es la  que  tiene  su  suerte,  el  que  le  tocaba  primero  elegía  el  sitio  mejor… El segundo po iba a donde  le  dejaba  el  otro,  y  el  otro  iba  a  otro lao y así (Salvaro).  Además  de  los  dos  tipos  de  embarcaciones  tradicionales  mencio‐ nadas,  había  familias  que  conseguían  hacerse  con  otra  más  pequeña,  ya  fuese  un  bote,  chalana  o  buceta,  construida en  madera  y  a  la  que  fuese  posible  acoplar  un  motor  fuera  borda,  que  utilizaban  para  salir  a  pescar  o  para  arrendarla  a  cambio  de  una  parte  de  la  ganancia  obtenida:  Aquí casi  to las  familias  tenían un  barquillo  pa  poder  comer  y  pedir  mil  pesetas  si  hacía  falta.  Si  se  lo  llevabas tú cuando había pesquera  entonces  el  dueño  del  botecillo  ganaba  la  mitad,  y  luego  ya  por  último ganaba una parte, lo mismo  que el trabajador (Moreno).  La primera  vez  que me embarqué  fue  al  sardinal.  Cuando  empecé,  empecé  yendo  con  el  Chalaíllo,  pero  aluego  compré  yo  un  botecillo y lo tuve una pila tiempo,  aluego lo vendí (Gorrión).  Yo primero embarqué en la traíña,  después  se  me  presentó  un  barquillo chico, de un capitán de la  Legión que lo tenía abandonao allí  en  el muelle,  y me  dio  barrunto  y  le digo, maestro, qué quiere usted  por  el  barco,  y  dice,  dame  1000  duros, 5000 pesetas de antes, y me  lo  traje  a  remo  del muelle  aquí.  Y  ahí lo  varé, lo limpié, lo  pinté  y le  tiré al motor, y no salía, y entonces  fui  a  un  señor  que  se  llamaba  Antonio  Olmedo,  y  me  dice  po  vamos  a  pedir  la  culata,  los  pistones,  to  eso,  y  si  no  tienes  pa  pagar,  cuando  tú  estés  más  de‐ sahogaíllo, me lo pagas (Mangüé).  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  23  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Mi  padre  tenía  un  sardinal  y  un  barquito  a  motor...  

Y  los  veranos  nos íbamos a Granada, a las playas  de  Granada,  a  pescar  la  abuja.  La  pescábamos  en  la  costa  y  mos  metíamos  en  el  puerto  de  Motril,  porque mi padre era descendiente  de  allí.  Mos  íbamos  cinco  o  seis  días  antes  de  la  virgen  [16  de  julio]  y  veníamos  en  diciembre...  Aquí es que había que ir mu lejos a  por la abuja, y allí en dos horas ya  era  agua  de  abujas…  Yo  a  los  20  años  ya  tenía  un  sardinal  mío,  lo  mandé  hacer,  mi  padre  lo mandó,   y  yo iba  ya  navegando.  Porque  yo  me  casé  mu  joven,  con  19  años  y  me fui a navegar (Moreno).  El  arte  más  utilizado  en  estas  pequeñas  embarcaciones  era  la  birorta  o  boliche,  muy  parecido  a  la  jábega  pero  de  menores  dimensiones,  con  el  que  se  pescaban  los  chanquetes coloraos,  así  llamados  porque  tienen  una  vena  roja  que  les  recorre  todo  el  cuerpo.  Se  trata  del  nombre  común  de  la  especie  denominada  Aphia minuta,  que  no  hay  que  confundir  con  los  inmaduros  del  boquerón y la sardina:  Claro que ha habío chanquetes, en  aquella época había chanquetes pa  repellá… El chanquete  se cogía en  la orilla misma, por cuatro o cinco  brazas de agua… Con siete u ocho  brazas también, según y conforme,  pero había más por ahí por Huelin,  por  el  río  Málaga,  por  to  eso  (Salvaro).  Pero  también  se  calaban  el  trasmallo,  el  palangrillo,  etc.,  lo  más  frecuente  era  llevar diferentes artes y calar uno u otro  dependiendo de las circunstancias:  En  la  chalana  se  lleva  la  birorta,  que  es  un  arte,  lo  mismo  que  el  trasmallo  que  también  va  en  la  chalana,  el  sardinal  va  en  la  chalana... En una chalana tú metías  hasta  media  jábega,  y  iban  bogando  cuatro,  porque  no  había  motor (Cagaleña).  El  mencionado  trasmallo  es  un  arte de enmalle de fondo,  compuesto  por  tres  redes  de  forma  rectangular  super‐ puestas,  de  las  que  la  central  es  la  más  tupida, al ser en la que quedan atrapados  los  peces.  Se  cala  teniendo  en  cuenta  la  dirección  de  los  peces,  pues  consiste  en  que  éstos  intenten  atravesarla  y  queden  enmallados.  Las  capturas  son  muy  diversas, pulpos, chopos, salmonetes:  Al  trasmallo  yo  salía  solo,  con  el  motor al relentí y iba calando, y si  había que aguantar le ponía el pie  y  se  aguantaba.  

Donde  está  el  muelle,  ahí  pescábamos  los  salmonetes  con  el  trasmallo,  se  cogían  salmonetes  y  se  cogían  chocos (Mangüé).  Cada  temporada,  el  dueño  de  toda  embarcación  debía  acudir  a  la  Coman‐ dancia de Marina para tener al día el rol,  en  el  que  se  reflejaba:  titularidad,  nombre  de  la  embarcación,  lugar  de  varada,  personal  enrolado,  etc.  Pero  además  era  necesario  comunicar  cada  botadura y cualquier cambio, a la guardia  civil,  que  era  la  representante  de  la  autoridad en la playa:  A la hora que  fuera, cuando ibas a  botar  el  sardinal, la media jábega,  la barca... Entonces tú cogías y ibas  con  el  farol  a  buscar  a  la  guardia  civil  a  la  comandancia,  a  pedirle  permiso  pa  poder  botar.  Mi  pare  tenía una buceta  y un  sardinal... Y  yo iba con el farol cuando niño, iba  con  el  farol  buscando  a  los  guardias, a la chimenea larga, que  estaban  los  conos  y  allí  se  estaba  mu calentito, no veas, pero cuando  te  tenías  que  venir  p’acá  [a  El  Bulto]  con  el  frío  que  hacía  y  descalzo...  Descalzo  con  cada  raja  en los talones que se te metían los  chinos por las rajas. Y el guardia te  echaba la linterna, buenas noches,  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  24  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ ¿aónde  se  va?  Mire  usted  que  vengo a buscarlos a ustedes pa ir a  la mar… ¿Qué barco es? El barco la  Rafaelita…  ¿Aónde  vara?  Aquí  en  pegando al  río, al arroyo… Po ir  y  botar (Cagaleña).  Antes había  que pedir permiso pa  ir a la mar, a la guardia civil, y mos  llegamos  allí  y  estaban  acostaos,  dormíos,  y  como  le  daba  coraje  que  lo  despertáramos  pos  mos  fuimos y luego decía, ¿a ti quién te  ha  dao  permiso  pa  salir?  Hombre  yo  he  llegao  pa  que  usted  me  dé  permiso y estaba durmiendo, si lo  dispierto me va a pegar usted dos  guantazos,  joé...  Po  entonces  ve‐ nían  ellos  y  los  mejores  pescaos  que  habíamos  cogío  decían  ese,  ese  y  ese,  y  si  no  a  palos,  a  palos  (Moreno).  A  finales  de  la  década  de  los  cuarenta,  barcas  y  sardinales  comenzaron  a  desaparecer  por  diversos  motivos:  el  avance  del  motor  (principalmente  las  traíñas), el agotamiento  de los caladeros  de  la  provincia,  la  cada  vez  más  estricta  normativa pesquera, etc. Lo que dio lugar  a  que  en  las  décadas  siguientes  muchos  jóvenes  buscasen  otro  medio  de  vida,  embarcándose  en  la  pesca  de  altura,  o  bien,  buscando  un  puesto  de  trabajo  en  tierra.   Las  mencionadas  traíñas  son  embar‐ caciones  dedicadas  a  la  pesca  de cerco,  principalmente  del  boquerón  y  la  sardina,  que  faenaban  apoyadas  por  dos  botes:  el  cabecero  y  el  lucero  o  bote  de  luz. El arte es un paño de red rectangular,  con  extremos  triangulares.  La  pesca  consistía  en  que  el  lucero  atrajese  al  cardumen con la luz, hecho lo cual desde  la traíña se alargaba un extremo del arte al  cabecero  y  se  trazaba  un  cerco  para  acorralar al pescado y recoger el extremo  o puño del cabecero. Después se jalaba de  un  cabo  grueso,  llamado  jareta,  que  cerraba el arte  por la  parte inferior  y  se  subía a la embarcación a pulmón:    El  primer  barco  en  el  que  me  embarqué era la Royal, una  traíña  que  pescaba  al  cerco,  que  la  iba  mandando  mi  hermano  el  Paco...  Con la traíña se pescaban sardinas,  boquerones,  jureles,  to  lo  que  se  metía...  

Eso  antes,  y  después  sacaron las luces pa anguá [atraer]  el pescao... La traíña era solamente  en la proba [proa] mirando donde  estaba  el  pescao,  las  luces  con  butano,  y  después  sacaron  el  aparato,  el  radar,  como  un  televisor y pasabas y te marcaba el  pescao (Mangüé).  En esos años el muelle de Málaga era un  hervidero de gentes y embarcaciones:  Aquí  en  el  muelle  había  muchos  barcos,  venían  barcos  de  Barce‐ lona  aquí  a  pescar  a  la  traíña,  venían  muchos  barcos,  venían  las  bacas....  No  se  cabía  en  el  muelle,  de  traíñas,  de  bacas  y  de  to  (Cagaleña).  Dársena de pescadores del puerto de Málaga en  una postal de los años 60 (colección Felipe Foj) Y mientras convivieron todas las mencio‐ nadas modalidades de pesca, cada una de  ellas  tuvo su propio horario de botadura  y  varada  en  pro  de  la  armonía  entre  las  gentes del rebalaje:  Los sardinales salían sobre las 5 o  las  6  de  la  tarde,  para  la  prima,  y  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  25  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ regresaban a las 11 de la noche, y  por  la  mañana  para  el  alba  que  regresaban  a  las  8  o  las  9  de  la  mañana... De alba y de prima iban  al  sardinal.  Durante  el  día  pesca‐ ban  las  jábegas,  por  las  tardes  el  trasmallo,  y  de  noche  las  traíñas.  Cuando  hacía  mal  tiempo,  apro‐ vechaban  para  darle  tinte  a  las  redes,  y después iban a la Lonja a  beber  cerveza,  jugar  a  las  cartas...  (Manuel el de la Lonja)  El sardinal se botaba por la  tarde,  a las 4 o por ahí,  y por la mañana  estábamos  de  vuelta.  

Cuando más  tarde  veníamos es cuando íbamos  a vender a Málaga, que mos pillaba  por allí cerca, y llegábamos aquí a  las  9  o  las  10.  Y  la  traiña  igual,  salía por la  tarde y por la mañana  volvía (Moreno).  Con la jábega había lance de albón  y  de  prima.  De  prima  venía  a  ser  cuando  ya  oscurece,  se  echa  el  copo  y  se  enjuaga  [saca]  ya  mu  oscurecío,  y  se  cogen  jureles  y  algunas  arañas…  Y  de  albón  es  cuando  ya  va  amaneciendo  el  día,  se  echaba  el  copo  y  se  cogían  boquerones… (Salvaro).    Por la mañana tiraban las barcas y  calaban,  los  trasmallos  esperaban  a  que  volvieran  las  barcas  por  la  tarde  pa  echar  la  suerte,  y  entonces  calaban  los  trasmallos  (Eduardo, hijo de Mangüé).  Eran  años  de  abundancia  de  pesca  en la  bahía  de  Málaga,  aunque  lógicamente  cada pesquería tiene su temporada y sus  boles  de  pesca,  algo  que  las  gentes del rebalaje conocen al dedillo:   Había tanto pescao en estas costas  que con los cenachos de vender el  pescao  se  cogían  montones  de  jureles,  na  más  que  había  que  meterse en el agua hasta la rodilla  y se cogían los jureles (Mangüé).  Con  la  barquilla  a  motor  está‐ bamos  to la  semana  pescando.  To  los  días,  unas  veces  pa  la  bahía,  otras veces aquí [en El Palo], otras  veces  enfrente  a  la  fábrica  de  cemento,  que le llamaban la  porla  [Portland].  Siempre  estábamos  pescando, a un arte a otro, íbamos   Moreno y Salvaro recogiendo el copo tras  haber enjuagao con la Rosario y Ana al  fondo  (Foto Manolo Ibáñez)  al  boliche,  al  bou,  que  se  pillaba  pulpo y salmonete. Otros se iban al  palangrillo,  el  palangrillo  era  los  palangres,  que  llegaba  a  pescar  a  cuarenta brazas (Moreno).  En  La  Malagueta  en  el  tiempo,  en  verano,  es  cuando  se  cogían  los  boquerones  vitorianos,  en  agosto,  lo mismo que en Huelin. En El Palo  cuando  ya  venía  el  invierno,  es  cuando  se  cogía  el  boquerón  gordo, se echaban muchas cuerdas  y  se  cogían  los  boquerones  estos  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  26  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ grandes  así.  También  se  cogían  boquerones  chicos,  pero  eran  menos…  El  sitio  más  castón  eran  aquellos  de  allí,  los  de  La  Mala‐ gueta y de Huelin, son los sitios de  los  vitorianos.  

Aquí  en  El  Palo  también  se  cogían,  pero  aquello  era más castizo (Salvaro).  El pescao tiene sus días, en enero y  febrero  viene  arribando  la  jibia  y  el pulpo, a desovar, enero, febrero  y  marzo  también  vienen  las  crías  de  las  sardinillas,  en  agosto  el  boquerón...  To  tiene  su  tiempo  (Mangüé).  Los  jureles  se  pescaban  en  abril,  los  boqueroncitos  en  junio,  las  sardinas  en  mayo,  junio,  julio  y  agosto, y en el mes de la Pascua el  boquerón gordo, con sus huevas, y  el resto de los meses se cogía toda  clase  de  pescao  sin  perjudicar  el  medio ambiente  (Manuel el de la Lonja).  Esta  bahía  era  mu  güena  antiguamente  pa’l  pescao,  pa  la  sardina,  que  de  agosto  p’atrás  se  venían  aquí  de  otros  sitios,  de  La  Cala,  del  Rincón...,  hasta  el  invier‐ no,  pa  pescar  aquí  en  la  bahía  la  Sanmiguelá  [en  torno  al  29  septiembre, san Miguel], que valía  mucho...  Los  meses  de  agosto  y  septiembre  eran  los  mejores  del  año porque el pescao valía el doble  (Moreno).  En  los  años  70…,  cerca  de  los  80,  yo  cogí  diecisiete  atunes,  atunes,  con la red de jábega. El atún venía  a la orilla a comerse los jureles o a  comerse las caballas, y nosotros en  ese  momento  echemos  la  red,  en  La  Malagueta  fue,  y  cogimos  diecisiete  atunes,  en  el  año  70  o  por  ahí…,  de  120,  130  kilos  cada  uno.  Y  había  muchas  barcas  y  echaban  por  detrás  el  copo  y  cogían  dos,  tres,  y  había  algunas  que  el  copo  como  lo  tenían  mu  viejo  po  se  le  iban  y  no  cogían  ninguno, se escapaban. Yo, encartó  que  tenía  una  red  nueva,  nueva,  nuevecita y estaba acechando. Eso  fue  en  verano,  que  es  cuando  el  atún  navega,  se mueve…  Iban  con  la  cabecilla  afuera  y  nosotros  los  vimos,  los  vi  yo,  yo  tenía  mucha  vista cuando tenía 23 o 24 años, ya  la vista se ha perdío un poquillo. Y  los  vi  ahí  y  eché  el  copo  una  vez,  ¡cagoendié!, se me  fueron, pero ya  por  la  tarde  no  se  me  fueron,  ya  por la tarde los cogí y saquemos el  copo lleno atunes (Salvaro).  Barca María, también conocida como la Salvaro,  con  el  propio  Salvador  Portillo  a la  espaílla  en  una imagen de los primeros años ochenta (foto  Pablo Portillo)  Según  iban  regresando  las  embarca‐ ciones  tenía  lugar  la  subasta  de  las  capturas,  que  se  realizaba  en  la  misma  playa y en algunos lugares muy concretos  que venían a ser algo así como lonjas de  barrio:  

Existían  lonjas  para  la  venta  del  pescado  en  El  Palo,  La Malagueta,  El  Rincón  de  la  Victoria,  La  Carihuela,  que  hoy  creo  que  pertenece a Torremolinos pero en  aquel  tiempo era parte de Málaga.  La  de  El  Palo la abrió en  1944 mi  abuelo,  Manuel Cuenca Galán,  primero como taberna y más tarde  como lonja  pesquera,  en  1949.  La  subasta  se  hacía  en  la  parte  delantera  de  la  casa,  que  tenían  una  especie  de  porche.  Algunas  casas  de  la  playa  conservan  ese  espacio tipo patio. El encargado de  la  subasta  se  llamaba  subastero  y  la  subasta  se  hacía  de  menor  a  mayor, por pesetas o reales. Yo me  levantaba  a  las  5  de  la  mañana  y  iba a  ver la  subasta del  pescao en  la lonja de El Palo, la de mi abuelo,  antes  de  ir  al  colegio  (Manuel el de la Lonja).   Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  27  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Manuel  Cuenca Galán,  fundador de  la taberna   cuyo local  albergó en  1949  la lonja  de pescado  de El Palo.  Después  se  convertiría  en el actual  restaurante  de playa (foto  F. Foj)  Si  no  acudía  gente  suficiente  para  la  subasta  de  la  playa,  entonces  se  llevaba  todo  el  pescado  a  Pescadería,  que  era  el  nombre que recibía la lonja del puerto de  la ciudad, lugar de gran bullicio cotidiano  en el que  se mezclaban las mercancías  y  los  tratos,  con  la  picaresca.  Ricardo Cagaleña  recuerda  cuando  alijaban  las  capturas  en  el  muelle  durante  sus  años  de embarque en las bacas:  Antiguamente  las  cajas  de  pescao  pesaban  40  kilos,  cuarenta  y  tantos  kilos,  de  caramales,  de  jibia...  Y  nosotros  hacíamos  una  andana [altura] y media, poníamos  las  cajas,  primero  una  entera  y  aluego media, pa poder trabajar en  la nieve, porque así tú quitabas las  cajas  y  conforme  ibas  quitando  ibas  picando  nieve,  ¿comprendes?  No  veeas,  te  molías,  las  cajas  las  teníamos  que  coger  entre  dos,  entre  cuatro,  dos  atrás  y  dos  adelante,  cajas  de  40  kilos...  Y  cuando  veníamos  aquí,  en  el  muelle  se  perdía  la  mitad  del  pescao,  se  llevaban  el  pescao.  Nosotros  veníamos  con  la  bodega  sellá, y aquí faltaba la merluza esa  blanca,  esa  negra,  el  rape  ese  chico, ese más grande... Si nosotros  hemos  traío  a  lo  mejor  cien  cajas  de rape y doscientas de merluza y  zafio  ¡y  ahora  hay  menos!  Allí  lo  íbamos  soltando  y  se  lo  iban  llevando, desaparecía...  

Las  bacas  llegaron  a  Málaga  casi  al  mismo  tiempo  que  las  traíñas,  aunque  dedicadas a la pesca de altura por lo que  faenaban  en  los  caladeros  marroquíes,  con  artes de arrastre  y  palangre.  Este  último un arte de pesca con anzuelo que  utiliza diferentes carnadas para capturar  grandes  peces:  aguja,  merluza,  rape,  mero,  congrio,  etc.  Consta  de  un  cordel  grueso  llamado  madre  del  que  penden  unos  cables  de  acero  fino  en  cuyos  extremos se amarran los anzuelos. Por lo  general, entre lance y lance de arrastre se  calan  los  palangres,  siendo  bastante  frecuentes  los  accidentes  y  contratiem‐ pos debido al tamaño de las capturas:  No  habíamos  terminao  de  calar  y  no  mos  queó  ni  un  palangre,  ni  uno,  to  se lo llevaron los atunes  y  nosotros  viéndolos  llevárselos  pa  bajo...  Totá  que  hicimos  los  palangres  entre  los  dos  [él  y  Mangüé],  los  dos  solos  mos  carguemos  a  hacer  más  de  cincuenta  palangres,  en  tres  días,  había  que  hacer  los  alambres,  hacer  la  gazilla,  los  anzuelos  esos  grandes y to, po no veas, las manos  ya las tenía hinchás porque yo era  el  que  empatillaba  [amarraba  los  anzuelos],  el  que  más  trabajo  hacía, éste metía un macarrón y le  daba  unas  pocas  de  vueltas  así,  y  iba  liando  los  cables,  que  los  cables  había  que  llevarlos  templaos  si  no,  se  partía  uno  y  aluego  el  otro  y  aluego  el  otro  (Moreno).  Tú ibas al palangre, a la merluza, y  cuando  estaba  el  palangre  la  merluza  es  al  aire,  viene  encima  del  agua,  entonces  las  tintoreras,  cogían  la  merluza  y  le  tiraba  un  bocao  y  dejaba  la  mitad,  y  veníamos nosotros con una pila de  cajas de merluzas comías, buenas,  sólo  que  tenían  un  bocao  y  no  servían pa vender (Cagaleña).  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  28  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Para  poder  embarcar  en  las  bacas  se  requería  de  los  marineros  bastante  experiencia, por lo que en ocasiones eran  los propios patrones quienes buscaban a  su tripulación. No obstante lo más común  era que enviasen a alguien en su lugar, en  cuyo  caso  los  marineros  solían  dejar  aviso  en  el  muelle  de  su  disponibilidad  para  enrolarse.  Uno  de  los  lugares  a  los  que se solía acudir para buscar personal  era la Lonja de El Palo:  La baca Tio Pedro matriculada en Adra  (www.adracultural.es)  Cuando  querían  buscar  tripula‐ ción,  los  interesados  venían  a  buscarlos a la lonja de El Palo y allí  los  encontraban  jugando  a  las  cartas o bebiendo su vaso de vino  (Manuel el de la Lonja).  Yo  casi  siempre  me  embarcaba  con  los  valencianos.  Una  noche  que estaba lloviendo a mares, vino  el  patrón  a  la  lonja  buscando  gente,  y  mi  mujer  decía,  ¡ay,  que  no  lo  escuche,  que  no  lo  escuche!  Otras  veces  el  patrón  mandaba  al  mandaero, tenía guardianes pa los  barcos  y  entonces  muchas  veces  estaban en el muelle y yo les decía  mira,  Ratón  o  Juan  o  como  te  llames,  cuando  te  falte  alguno  tú  sabes  donde  yo  vivo,  me  llamas  (Mangüé).  

Tú  ibas  a  pedir  pa  entrar  en  un  barco y te miraba la cartilla por si  tú  hubieras  estao  en  barco  de  altura  o  en  barco  de  gran  altura,  po miraba, ellos miraban la cartilla  por si tú habías estao embarcao en  otro lao, por si tenías embarque, y  si no tenías entonces tú no servías  pa la baca (Cagaleña).  La  tripulación  necesaria  para  las  bacas era  bastante  numerosa  en  comparación  con  las  embarcaciones  de  pequeño  calado,  además  de la  existencia  de  espe‐ cializaciones:  motorista,  contramaestre,  cocinero,  redero,  etc.  Y  los  períodos  de  embarque eran  bastante más largos,  por  lo general de dos a tres meses, aunque en  ocasiones  algunos  se  prolongaban  bastante más tiempo:  Yo  estuve  un  año  entero  embarcado,  al  año  vine  yo  a  mi  casa...  Porque  vendíamos  en  el  barco,  íbamos  a  vender  a  Las  Palmas y de Las Palmas otra vez al  pesquero,  con  un  contrato  que  hizo  el  dueño  con  un  japonés  (Mangüé).   Por lo  que lógicamente  también  estaban  mejor remunerados:  Yo  primeramente  estaba  en  la  traíña, me  tiré ahí  desde  que  vine  de  la  mili...  Pero  estando  en  la  traíña  no  me  podía  casar...  Entonces  me  tuve  que  embarcar  en la baca, que en la baca se venía  uno  a  los  treinta  o  cuarenta  días  pero cogía el dinero libre,  y  ya de  ahí, de la baca, ya no me salí. Y me  tiraba  dos  meses,  tres  meses,  cuatro  meses,  hasta  cinco  meses.  Yo  cuando  me  fui  pa  la  mar  mi  mujer estaba en estado, iba a dar a  luz  cuando  yo  me  fui  y  cuando  viene  ya  tenía  mi  hija  seis  meses  (Cagaleña).  Aquí  en  El  Palo,  los  hijos  de  los  jabegotes se fueron a trabajar a las  bacas,  a  los  barcos  de  pesca  esos  de por ahí, los padres se quedaron  aquí pero la juventud no se iban a  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  29  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ quedar  pa  ganar  dos  reales,  porque  en  los  barcos  grandes  se  ganaba más (Salvaro).  El  avituallamiento  de  las  bacas  se  realizaba  bien  en  el  muelle  de  Málaga,  bien en los puertos de Ceuta y Canarias:  Aquí había lo menos  treinta bacas  grandes  y  toas  de  por  ahí.  

Salíamos  un  día,  mos  íbamos  a  Ceuta,  hacíamos  [echábamos]  gasoil,  comprábamos  tabaco,  se  compraba  el  café,  se  compraba  el  azúcar,  y  aquella  noche  o  mos  íbamos al cine o mos íbamos ya pa  Larache o Kenitra... (Moreno).  Lo comprábamos en Ceuta porque  costaba  más  barato  y  después,  cuando  se  terminaba  el  turno  [aprovisionamiento]  íbamos  a  Canarias,  y  más  barato  estaba  en  Canarias  que  en  Ceuta.  Si  a  lo  mejor  no  se  había  hecho  bien  el  turno  y  había  que  hacer  nieve  [para la bodega], vendíamos allí pa  hacer el suministro. Allí era Ceuta,  Canarias,  Ceuta,  Canarias...  (Mangüé).  La  mayor  parte  de los  armadores  de  las  bacas  eran  del  levante,  principalmente  valencianos  y  en  los  largos  períodos  de  travesía, la interacción entre unos modos  de hacer y otros era continua:  Yo  me  embarqué  en  un  barco  y  estuve  tres  años,  el  María León,  comía  o  fideos  o  arroz,  lo  hacían  mu  bien  ¿en?  Eso  por  la  mañana,  por  la  tarde  bullí,  bullí  es  emblanco de pijotas. Tres años así  lo mismo,  to los  días lo mismo,  el  arroz  y los  fideos  no  faltaba,  pero  mu  bien  hecho  ¿en?  Mu  sabroso  (Gorrión).  Los  valencianos cuando  venían de  Valencia,  lo  que  hacían  antes  que  na  arroz,  cuatro  o  cinco  sacos  de  arroz  a  bordo,  8  o  10  kilos  de  ñoras, ellos no gastaban  tomate,  y  un  barril  de  vino  de  20  o  30  arrobas, de vino tinto, que lo traía  el Rami. Y aquí había un señor que  cayó el barril de vino debajo de su  litera y le hizo un boquete al barril  y le metió una goma, un macarrón,  y ca vez que él veía ¡ea! cerraba, y  decía  el  patrón,  ya  está  borracho  otra  vez,  ¿de  aónde? Hasta  que lo  cogió. Y hasta lo dijo por la radio y  to:  ¡hay  uno  que  se  ha  cargao  un  bocal de  vino!... Uno de aquí de El  Palo (Mangüé). Los pesqueros para el arrastre estaban en  la costa atlántica marroquí y los peligros  en alta mar eran constantes:  Íbamos  allá,  por  el  laoallá  de  Canarias,  nosotros  echábamos  de  aquí hasta el pesquero cuatro días,  y  de  Canarias  al  pesquero  tres  días...    Y  luego  allí  había  barcos  japoneses  que  te  compraban  el  pescao,  venían  los  botes  grandes,  de los barcos‐factoría, y le echabas  el pescao y ellos te daban nieve, te  daban pan,  te daban suministro,  y  no  tenías  que  ir  a  tierra,  si  se  averiaba el motor te lo arreglaban,  si  se  averiaba  una  pieza  te  la  arreglaba,  to…  Pero  en  la  baca  he  pasao  mucho,  en  la  nevera  [bodega]  he  trabajao  mucho  y  padecío mucho y he llorao mucho.  Mos  cogió  un  mal  tiempo  mu  grande  y  llegamos  a  una  playa  a  fondearnos.  Ajú,  las  olas  no  veas,  prepara el jierro [ancla] y preparó  el  jierro  y  la  cadena,  y  al  ponerla  en  lo  alto  de  la  borda,  en  un  balance  cayó  él  y  el  que  tenía  aguantando,  al  agua,  y  entonces  a  uno  se le  ocurrió  tirar  un  caballo,  que  un  caballo  es  una  manguera  que  era  pa  baldear,  y  entonces  la  tiró al agua pa que se agarraran y  se agarró. Otra vez en la nevera se  desprendió  la  nieve  y  cogió  a  los  bodegueros  entra  las  cajas  del  pescao  y  la  nieve  y  no  podían  ni  gritar... (Cagaleña).  

Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  30  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Un viaje estuvimos en San Luis del  Senegal,  y  pasaba  un  día  y  otro  y  se  calaban  los  palangres,  80  palangres  y  na,  teníamos  un  rabilongo  y  una  morena,  y  tos  enfadaos,  doce  días  fuera  de  casa  ya  y  na.  Pero  por  fin  llegamos  y  estaba  hasta  arriba  el  agua  de  meros,  pillamos en el  día  ciento  y  pico  de  meros,  ciento  y  pico  de  cajas.  Y  pesquemos  na  más  que  seis  días,  pero  allí  echemos  veinticuatro días, y luego pa venir  pacá  echemos  doce,  porque  mos  pilló  en  la  bocana  mal  tiempo,  y  aluego  del  Estrecho  p’acá  mos  cogió  un  temporal  que  llegaba  la  mar aquí arriba (Moreno). Mangüé  y  el  Moreno  vivieron  el  terremoto  de  Agadir  (1960)  en  primera  persona:  Yo el terremoto de Agadir me pilló  a mí allí, en Agadir. Salió de la mar  p’arriba, un maremoto, estábamos  cerca  de  Agadir,  estábamos  calando el palangre con el Gallego. (Mangüé). En el morro de poniente de Agadir,  había  un  cuartel  de  la  Legión,  abajo  en  el  muelle.  ¿Tú  quieres  creer  que  no  queó  una  casa  viva?  El  [Hotel]  Mauritania  tenía  doce  plantas  y  se  salvaron  los  que  estaban  tomando  café,  tres  americanos  que  estaban  tomando  café  en  la  última  planta.  Aquello  era  horroroso,  horroroso,  y  un  castillo  que  había  que  era  un  demonio  de  grande,  más  de  200  metros  de  altura,  un  cuartel  de  ellos, se jundió entero. (Moreno).  Se jundió entero, se abrió la tierra  y se lo comió, no se salvó ni uno. El  muelle  era  un  desierto,  aquí  los  barcos  amarraos  y  por  allí  al  lao,  to  rajao  y  to  lleno  de  fuego  p’arriba,  en  el  varaero  to  los  barcos abajo... (Mangüé).   Efectos del terremoto de Agadir el 29 de febrero  de 1960. En él murieron 12.000 personas (foto  Julián Navarro en www.circulodeopinion.com/)  El Gorrión  ha  sobrevivío  a  cuatro  naufragios, yo he estao con él ocho  años en la barca y na más que me  decía,  cualquier  día  mos  vamos  a  pique,  y  cualquier  día  mos  escoramos. Y yo estaba loquito por  atrincar  el  muelle  Málaga,  de  ese  viaje que echásemos tantos días de  llegar a Málaga, y ya no embarqué  más, ya apañé el trasmallo y lo que  sea  pa  pescar.  Yo  estaba  loquito  hija,  por  dios  que  está  arriba,  de  quearme en  tierra, si uno  también  ha  naufragao  y  ha  visto  ahogarse  la  gente…  Y  aún  así,  ¿que  si  echo  de  menos  la  mar?  Más  que  tú  te  crees (Moreno).  

Los  hombres del rebalaje  son  sin  duda  supervivientes, en el más amplio sentido  de  la  palabra.  La  mayoría  han  vivido  naufragios,  en  los  que  han  perdido  a  compañeros  y  amigos,  y  que  afortu‐ nadamente  pueden  contar  hoy,  pero  además,  todos  y  cada  uno  de  ellos  han  sobrevivido  a  los  grandes  cambios  socioeconómicos  y  a  la  pérdida  de  sus  señas  de  identidad,  aferrándose  al  rebalaje,  a  su  particular  lenguaje  y  a  su  específica manera de entender el mundo.  ~ ● ~ Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  31  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ 4. LOS PROTAGONISTAS Vaya  desde  aquí  nuestro  homenaje a los  hombres  del  rebalaje,  malagueños  que  han vivido y viven por y para la mar. No  están  todos  los  que  son,  pero  creemos  que  los  protagonistas  de  estos  relatos  contribuyen  en  gran  medida  a  la  propia  historia  del  rebalaje.  Y  por  supuesto  no  nos olvidamos de las mujeres, luchadoras  incansables,  para  las  que  como  ya  adelantamos  al  inicio,  estamos  preparando un segundo Cuaderno.  Moreno Juan  Haro  López  vino  al  mundo  en  El  Palo en 1928, en la misma casa en la que  vive en la actualidad. Nació en el seno de  una  familia  de  pescadores,  de  orígenes  granadinos.  Su  padre  tenía  su  propio  barco  por  lo  que  desde  los  14  años  embarcaba con él todos los veranos, para  pescar la abuja en las playas de Granada.  El resto del año  también salían a pescar,  ya  fuese a un arte o a otro. Ya de mayor  pasó  muchas  temporadas  en  las  bacas para  lo  que  se  sacó  “todos  los  nombramientos, patrón, motorista y to lo  que había que sacarse”. Es dueño de uno  de los últimos sardinales que varan en la  costa  malagueña,  lleva  por  nombre  La Niña de mis ojos,  y  no  pasa  día  sin  que  vaya a verlo a su lugar de varada.   Mangüé Manuel  Castro  Jiménez,  descendiente  de  bilbaínos,  nació  en  1929  en  la  barriada  paleña,  donde  fue  “bautizao,  criao  y  casao”  y  donde  continúa  viviendo,  también en la misma casa en la que nació.  Casi toda su vida ha estado embarcado en  las  bacas  arrastreras  de  armadores  valencianos,  que  faenaban  en  la  costa  africana,  en  las  que  ha  sido  patrón  de  papeles  y  patrón  de  pesca.  

Aunque  también  trabajó  la  traíña,  el  sardinal,  el  palangre  y  durante  años  salió  solo  al  trasmallo  “porque  tenía  mis  niños  chiquetillos y había que darles de comer”.  En la actualidad participa cada año en los  concursos  de  sotarraje  del  rebalaje  paleño  y  según  sus  propias  palabras  “yo  no  voy  ahora  a  la  mar  porque  no  me  dejan esta gente, si  no  también saldría a  mariscar”.  Gorrión     Pedro León Fernández, nacido en El Palo  en  1929,  heredó  el  apodo  de  su  padre  como  él  mismo  relata:  “mi  padre  era  el  Gorrión  y  yo,  que  soy  el  hijo,  el  Gorrión también”.  Desde  muy  niño  comenzó  a  trabajar  en  el  rebalaje,  primero  como  gardón,  más  tarde  se  embarcaría  para  pescar  al  sardinal,  trabajó  también  en la  barca  de  jábega,  el  palangre  y  pasó  muchos años embarcado en las bacas que  faenaban  frente a las costas de Canarias,  en  el  banco  de  peces  de  Marruecos,  en  busca  de  los  pozos  de  merluza  y  calamares. Falleció a comienzos de 2015  y  desde  aquí  queremos  desearle  que  a  donde  quiera  que  le  haya  llevado  esta  nueva singladura, ¡tenga buena proa! Salvaro Salvador  Portillo  Alarcón  nació  en  La  Malagueta  en  1930.  Hijo  de  pescadores,  su  padre  fue  mandaor  de  barcas  de  jábega  hasta  que  dejó  la  mar  para  trabajar  en  Pescadería  junto  a  un  hermano  suyo,  dejando  a  partir  de  entonces  al  joven  Salvaro  a  cargo  de  la  barca, por lo que con 18 años él también  se convirtió en mandaor. Tras terminar la  mili, a la edad de 22 años se trasladó a El  Palo  con  su  familia,  donde  tras  pasar  unos años de jabegote volvió a ser patrón  de  su  barca  una  vez  adquiridos  los  necesarios  conocimientos  del  entorno.  Actualmente  continúa  confeccionando  artes  de  pesca,  como  distracción,  y  participa en las concursos marengos que  tienen lugar en las fiestas de El Palo.  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  32  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Batato Antonio  Gil  Cazorla  nació  en  1933  en  la  playa de El Deo, en el seno de una familia  de panaderos, aunque su madre, María la Muñona,  era  marenga.  Vivían  en  una  choza  junto  al  arroyo  Gálica  y  dice  no  haber calzado alpargatas hasta que llegó  a  Francia,  donde  la  posguerra  española  obligó  a  emigrar  a  toda  la  familia  en  1947. Allí conoció a la que se convertiría  en  su  esposa,  Julia,  también  española.  Cuando  consiguieron  algo  de  dinero  compraron  una  casa  en  Málaga,  en  la  barriada  de  Jarazmín,  que  tuvieron  que  vender hace unos años pero en la que no  obstante  han  pasado  todos  los  veranos  que han podido. En la actualidad viven en  Perpignan  lo  que  hace  que  aquí  sea  conocido  como  el Francés  y  allí  como  el Español.  Cagaleña Ricardo Pérez Martín nació en 1941 en el  barrio de El Bulto, junto a la playa de San  Andrés.  Procedente  de  una  familia  de  pescadores  de  trece  hermanos.  Se  em‐ barcó por primera  vez con  su padre a la  edad  de  7  u  8  años  y  ya  nunca  dejó  la  mar.  

Trabajó  en  la  traíña,  el  sardinal  y  pasó muchos años en la baca, trabajando  en la bodega, aunque dice que lo que de  verdad  le  ha  gustado  siempre  es  el  trasmallo.  Actualmente  vive  en  El  Palo,  barrio al que se mudó hace casi 40 años.   Es  tesorero  de  la  APLEM  (Asociación de Pescadores del Litoral Este de Málaga)  y  colaborador  asiduo  en  diferentes  acti‐ vidades didácticas en torno a la mar y las  barcas,  organizadas  por  la  asociación  Amigos de la Barca de Jábega.   Manuel el de la Lonja José Manuel Rosa Cuenca nació en El Palo  en  1952.  Heredó  el  apodo  de  su  abuelo  materno  Manuel Cuenca Galán,  el  cual  regentó una  taberna que posteriormente  se  convertiría  en  la  lonja  pesquera  del  barrio.  En  la  actualidad  Manuel  está  al  frente del establecimiento junto a una de  sus  dos  hijas,  dándole  un  cometido  similar  al  inicial  aunque  renovado  y  manteniendo  la  denominación  “La  Lonja”,  en  recuerdo  a  la  función  que  cumplió  durante  años  en  el  rebalaje.  Su  abuelo  paterno  fue jabegote  y  patrón  de  barcas,  conocido  como  el Rosilla,  apodo  derivado de su apellido, Rosa, tenía fama  de buen pescador y de conocer  todas las  marcas  de  pesca.  Le  decían  Rosilla el viejo  para  diferenciarlo  de  sus  hijos,  Tobalo  (padre  de  Manuel)  y  Luis,  quienes heredaron el apodo de su padre.   Pescadores de El Palo en una foto de finales de  los años cuarenta: de izquierda a derecha, Luis  Rio, Luis “seis dedos”, Antonio Fernández (hijo  del “Laud”), el “Cincoblanco”, Antonio “el  Macán”, el “Pastor”, “Pedro Bocagrande” y “el  Patito” (archivo de Fernando Dols) Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  33  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Salvador  Portillo  Salvaro en  la  presentación  del  CR  nº  26  del  que  fue  prologuista  (18.07.2014)  //  Ricardo  Pérez Cagaleña  recibe un homenaje por  su continuada  colaboración  con  Amigos  de  la  Barca  de  Jábega  (07.06.2013) //  Juan Haro Moreno en el acto en el que  recibió  la  insignia  de  oro  de  esta  asociación  y  el  nombramiento de socio de honor de la misma (28.09.2013) // José Manuel Rosa Manuel el de la Lonja posa en su establecimiento con el  Cuaderno nº 1 (03.07.2015). Fotos ABJ El Chiva, el Moreno, Mangüé y Pepe el Viudo echando su partida de  dómino en El Anzuelo, frente al rebalaje (foto Eduardo Castro) ~ ● ~ Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  34  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ PEZ BUZO (2015). Tinta negra sobre papel,  21 x 29,7 cm  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  35  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ Agradecimientos ste Cuaderno es el resultado de una labor colectiva de documentación en  torno  al  rebalaje  y  sus  gentes,  basada en entrevistas individuales  y en  grupo, y en la posterior contextualización de los datos con ellas obtenidos.  Han formado parte del equipo de trabajo Mª Jesús Campos, Juan A. Gimbel,  Eulogia Gutiérrez, Ana Gómez y yo misma.  Dicha labor no hubiese sido posible sin la colaboración de Eduardo Castro y  Manolo  Ibáñez,  quienes  no  sólo  nos  han  facilitado las  conversaciones  con  algunos  de  los  protagonistas  de  estas  líneas,  sino  que  también  han  aportado bellas imágenes de su autoría. A ambos les damos las gracias de  corazón por su buen hacer.   

Y  por  supuesto  nuestro  más  sincero  agradecimiento  a  todos  aquellos  hombres y mujeres que nos han regalado su tiempo y han compartido con  nosotros  sus  experiencias,  sus  penas  y  sus  alegrías.  Ellos  son  los  protagonistas y éstas, sus historias, son el reflejo del pasado más reciente  del rebalaje, breves apuntes extraídos de la memoria individual y colectiva,  que  recuperan  formas  de  vida  hoy  prácticamente  desaparecidas  y  olvidadas que, sin embargo, han sido los hilos con los que se han tejido las  mallas de la identidad malagueña.  Dicen que van a poner la lu eléctrica en el Deo. Más vale que pusieran una fábrica de fideo. Que vengo de la churripampa mazurca y mazurquero. (Maragata) E Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  36  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ PEZ FUENTE (2015). Tinta negra sobre papel,  21 x 29,7 cm  Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  37  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ 

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● http://www.circulodeopinion.com   
● https://www.youtube.com/watch?v=oYqjY4g4lqo  
● https://www.youtube.com/watch?v=5TxMDA8bkPc  ~ 
● ~ Hombres del rebalaje ~  Eva Cote Montes ~ Pág.  38  Cuadernos del Rebalaje nº 30 │ABJ SIRENA CON PEZ  (2015). Tinta negra sobre papel, 21 x 29,7 cm Colección Cuadernos del Rebalaje      Núm. y título  Contenido  Autor/es  
1 / LA BARCA DE JÁBEGA. INFORME PARA EL  ATENEO  DE MÁLAGA  Informe  Pablo Portillo/Felipe Foj  2 / EL SARDINAL MALAGUEÑO. UNA APROXIMACIÓN  Ensayo  Pablo Portillo Strempel  
3 / 110 AÑOS DEL HUNDIMIENTO DE LA GNEISENEAU  Ensayo histórico  Pablo Portillo Strempel  
4 / OJOBONITO. UN CUENTO DEL REBALAJE  Cuento  Ramón Crespo Ruano  
5 / JABEGOTE: EL LITORAL DEL CANTE  Conferencia  Miguel López Castro  
6 / EL PEZ ARAÑA Y SU PICADURA  Ensayo científico  Andrés Portillo Strempel  
7 / QUERCUS. EL ROBLE QUE QUERÍA VER EL MAR  Cuento  Mary Carmen Siles Parejo  
8 / LA CHALANA  Ensayo  Pablo Portillo Strempel  
9 / EL PACIENTE ALEMÁN DEL HOSPITAL NOBLE  Cuento  Leoni Benabu Morales  
10 / GAVIOTAS DE MÁLAGA  Ensayo científico  Huberto García Peña  
11 / PEDRO MOYANO GONZÁLEZ. EL ÚLTIMO  CARPINTERO DE RIBERA DE MARBELLA  Entrevista/Memorias  Pedro Moyano/P. Portillo   12 / EL MAR Y NOSOTROS‐ANTOLOGÍA DE POEMAS  Poesía  Francisco Morales Lomas  
13 / LA PESCA EN LAS POSTALES ANTIGUAS DE MÁLAGA  Ensayo histórico  Felipe Foj Candel  
14 / EL COJO DEL BALNEARIO  Cuento  Ramón Crespo Ruano  
15 / PECES DEL LITORAL MALAGUEÑO  Ensayo científico  Huberto García Peña  
16 / EMILIO PRADOS, CINCUENTA AÑOS DESPUÉS  Ensayo literario  Francisco Chica Hermoso  
17 / MÁS ALLÁ DEL ESPETO  Ensayo  Manuel Maeso Granada  
18 / DIBUJO E INTERPRETACIÓN DE LOS PLANOS DE  UNA BARCA DE JÁBEGA  Monografía  Pedro Portillo Franquelo  19 / EN TORNO AL BOQUERÓN VICTORIANO  Ensayo  Jesús Moreno Gómez  
20 / SIETE MUJERES FRENTE AL MAR  Poesía  Inés María Guzmán  
21 / LETRAS FLAMENCAS POR JABEGOTE  Ensayo literario  José Espejo/Miguel López  
22 / LA MARÍA DEL CARMEN. ESTUDIO Y EVOLUCIÓN DE  LA BARCA DE JABEGA  Monografía  Pablo Portillo Strempel  23 / EL MUSEO ALBORANIA AULA DEL MAR DE MÁLAGA  Reportaje  Equipo Aula del Mar 
24 / MEMORIAS DE UN JABEGOTE  Memorias  Manuel Rojas López  
25 / EL ORIGEN MITOLÓGICO DEL OJO DE LAS  BARCAS DE JÁBEGA MALAGUEÑAS  Ensayo histórico  Pedro A. Castañeda Navarro  26 / ETNOGRAFÍA DE LAS FIESTAS DE LA  VIRGEN DEL CARMEN DE EL PALO  Ensayo etnográfico  Eva Cote Montes  27 / ARQUITECTURA MEDITERRÁNEA HOY: EL  ENTORNO DEL MAR DE ALBORÁN  Ensayo  Carlos Hernández Pezzi  28 / BARCAS, PESCA Y PESCADORES EN LA FOTOGRAFÍA  DE VICENTE TOLOSA  Memoria  gráfica  Pablo Portillo Strempel  
29/ FAROS DE ANDALUCÍA  Reportaje  Francisco García Martínez  
30/ HOMBRES DEL REBALAJE  Ensayo etnográfico  Eva Cote Montes  

ÚLTIMAS PORTADAS Cuadernos  del  Rebalaje  es  una  publicación  monográfica  de  periodicidad  trimestral  fundada  en  2010  que  tiene  como  objetivo  difundir  conocimientos  relacionados  con  el  mar  Mediterráneo  y  su  vinculación  con  las  costas  malagueñas y andaluzas, con sus gentes, sus embarcaciones, sus tradiciones y costumbres desde el punto de vista  antropológico, histórico, geográfico, científico‐técnico, artístico o de creación literaria. Se difunde preferentemente  en formato electrónico por internet, autorizándose su reproducción siempre que se cite fuente y autoría.  Más información y acceso libre a todos los números en  www.facebook.com/cuadernosr  y en www.amigosjabega.org Eva Cote Montes   Nacida  en  Jerez  de  la  Frontera  (Cádiz)  en  1970  y  licenciada  en Geografía  e  Historia en la especialidad de Antropología Cultural  (Universidad  de Sevilla,  1993‐1998).  Ha  realizado  trabajo  de  campo  en  el  sur  de  Italia,  así  como  en  gran parte del territorio andaluz, con la recogida, documentación y análisis de   numerosos  elementos  pertenecientes  a  los  ámbitos  del  patrimonio  cultural  inmaterial.  Todo  ello  orientado  a  diversas  finalidades,  como  elaboración  de  guías culturales y de webs patrimoniales, expedientes de protección de Bienes  de  Interés  Cultural,  puesta  en  valor  del  patrimonio  inmaterial,  documentación  para  proyectos  documentales, etc. En 2009 entra a formar parte del equipo de antropólogos del proyecto Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía promovido por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. En 2014 se incorpora al consejo editorial de Cuadernos del Rebalaje y es autora del número 26 de esa  colección,  Etnografía de las fiestas de la Virgen del Carmen de El Palo.  Más  sobre  la  autora  en  http://es.linkedin.com/pub/eva‐cote/66/a62/15b.     Antonio Mandly Robles Antropólogo malagueño,  es  doctor  por  la  Universidad  Complutense.  Profesor  en las universidades Complutense, de Sevilla (titular), de Málaga (programa de  doctorado Comunicación y Poder) y del Máster Granada‐Málaga (Tecnologías de la Información Geográfica).  Director  de  documentales  etnológicos  como  Encrucijada  (Sevilla  2003)  y  autor  de  libros  como  Echar un revezo: Cultura, razón común en Andalucía (CEDMA, 1995) y de la obra transmedia Los caminos del Flamenco. Etnografía, cultura y comunicación en Andalucía  (Signatura,  Sevilla 2010). Ha  participado en numerosas obras colectivas con capítulos dedicados al flamenco, los verdiales,  la  cultura  oral,  etc.,  y  publicado  en  revistas  científicas  artículos  relacionados  con  su especialidad. Es miembro del grupo de investigación y desarrollo tecnológico Etnomedia de la Junta de  Andalucía,  adscrito  hoy  a  la  Universidad  de  Málaga.  Perfil  de  investigación  en https://investigacion.us.es/sisius/sis_showpub.php?idpers=2681. Mª Jesús Campos García Autodidacta,  bebe  de  las  fuentes  de  José  Aguilera  Hinojo,  del  que  recoge  la  elegante fantasía de sus personajes y el puntillismo con el que decora y realza  las imágenes; y también de los pintores Francisco del Pino y Francisco Selva.  Aprende la técnica del grabado de la mano de José María Córdoba. Realiza su  primera exposición de dibujo en Málaga (1983) a la que le han seguido otras  muchas, tanto de dibujo como de pintura y grabado. Desde 2007 pertenece al  grupo  Capitel.  En  2012  apareció  su  poemario ilustrado De un tiempo a esta parte (Rubeo) y en la actualidad se dedica  fundamentalmente a la ilustración, habiendo publicado  obras para diferentes editoriales y entidades, como el Ateneo de Málaga y colaborado en revistas  culturales  de  ámbito  nacional.  Forma  parte  del  consejo  editorial  de  Cuadernos del Rebalaje,   publicación  de la  que ilustró  su  nº  20,  Siete mujeres frente al mar (2013).  En  2015  ha  aparecido  Antología Suburbano (Rubeo), una selección de sus textos y dibujos publicados en esa revista digital  de  ámbito  internacional.  Se  puede  seguir  su  trayectoria  gráfica  ‐y  también  poética‐  en  

http://mjcampos.blogspot.com.es y en  http://mjcampos.herobo.com.


Criao, Publicado-editado,... por Lmm/. 29006. 

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