viernes, 12 de febrero de 2021

La pandemia pone de manifiesto la vulnerabilidad del capitalismo NUESTRA CLASE colectivorc -29 enero 2021-

 https://www.colectivorc.org/2021/01/29/la-pandemia-ha-puesto-de-manifiesto-la-vulnerabilidad-del-capitalismo/

La pandemia pone de manifiesto la vulnerabilidad del capitalismo

Que el virus Covid-19 tenga un carácter natural o no artificial, es decir, no sea producido en un oculto y siniestro laboratorio, no implica que no sea fruto de las relaciones sociales que imperan en el capitalismo.

El proceder del pensamiento lógico nos enseña que, para llegar a cualquier conclusión, debemos analizar los problemas desde diferentes puntos de vista. Nosotros añadiríamos, además, que para analizar los problemas sociales hay que partir de una posición de clase aplicando la ciencia, en el caso del proletariado la teoría marxista, para hallar la respuesta y la solución correcta. La pandemia sanitaria originada por el Covid-19 hay que analizarla ampliamente, en donde se incluye el antes, el durante y el después, de lo contrario nos comportaríamos como la burguesía, reproduciendo sus puntos de vista sesgados por los intereses económicos y políticos a los que se debe. La mayor o menor profundidad de nuestra modesta aportación dependerá del bagaje ideológico y la capacidad analítica que poseemos, que constituirá el termómetro de nuestra posición política dentro de la vanguardia comunista.

 

Los partidos burgueses y el revisionismo ante el imperialismo

Las sociedades divididas en clases se comportan de acuerdo a las premisas económicas de su régimen de producción basada en la explotación de la fuerza de trabajo y en la apropiación privada del excedente producido. Las distintas sociedades clasistas se diferencian, entre otros aspectos, en cómo se explota la fuerza de trabajo en consonancia al grado de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas. A cada modo de producción le corresponde una estructura económica que designa a las distintas clases unas determinadas funciones en el proceso de producción de bienes materiales.

No se puede embellecer al régimen democrático burgués a costa de denostar a su otra cara, la fascista

En este sentido, la sociedad capitalista, más concretamente en su fase imperialista, el capital monopolista es el que dicta e impone mediante las propias leyes del funcionamiento del capital, bajo la supervisión y dominio del Estado, el devenir histórico de dicha sociedad. Los distintos gobiernos y las múltiples instituciones nacionales e internacionales se comportan de acuerdo a dichos planes legislando y gestionando para que se cumplan, ya sea mediante estructuras y convenciones sociales democráticas o mediante aparatos genuinamente represivos pues al capital le es indiferente el método empleado desde el punto de vista político-ideológico siempre y cuando se cumpla la reproducción a escala ampliada, que es su finalidad. Este es el motivo por el que no se puede embellecer al régimen democrático burgués a costa de denostar a su otra cara, la fascista, ya que el capital en su funcionamiento no entiende de carácter sino de funcionalidad, adoptando una u otra forma dependiendo de la coyuntura histórica en que se desarrolla. Los revolucionarios, en este sentido, no pueden caer en la trampa de elegir una de las dos formas, sino combatir las dos pues son partes de una misma realidad, dedicándose a organizar al proletariado para llevar a cabo su revolución social. Los distintos partidos políticos burgueses, tanto los que se sitúan en el arco de la derecha como los que se sitúan en el de la izquierda, están de acuerdo en lo fundamental, es decir, en la defensa del régimen capitalista de producción, al que consideran insustituible y eterno, diferenciándose en cuanto a su gestión, es decir, el modo de abordar los efectos de las contradicciones internas del sistema, aunque haya algunos partidos que se comportan como si no comprendieran el funcionamiento del capital como un todo. Nos estamos refiriendo a los partidos de la pequeña burguesía con tintes fascistas y a los de la aristocracia obrera con tintes progresistas, que tanto unos como otros, sueñan con que exista el capitalismo sin que se desarrolle plenamente en su forma imperialista.

Si nos atenemos expresamente a los programas electorales de los más destacados de estos partidos en cuanto a su peso parlamentario, tanto el PP como el PSOE están a favor de la globalización y del libre comercio sin ningún tipo de trabas, apostando por un mayor protagonismo de la burguesía española en el mercado mundial, especialmente en Europa y en Iberoamérica. Según sus programas, el PSOE facilitando desde el Estado el aumento de la productividad e internacionalización de las empresas, y el PP introduce además un aspecto que consideran importante, la reducción generalizada de los impuestos que afecten a las empresas para hacerlas más competitivas. Estos dos partidos coinciden en un aspecto importante para la economía de la burguesía española en su política de integración al capital imperialista: la exportación de mercancías y capitales. Unidas Podemos (UP) y VOX, cada uno a su estilo, ponen pegas a la globalización por considerar que ésta restringe la soberanía nacional y – aspecto clave- agranda la brecha entre el gran capital y la clase media, categoría esperpéntica de la sociología burguesa con la que se trata de ocultar la existencia de las clases en el capitalismo y la lucha de clases que se desata en su seno por la liberación del proletariado de la explotación capitalista y su justa lucha por construir una nueva sociedad sin clases, lo que supone, en primer lugar, la derrota política de la burguesía y la destrucción de su Estado opresor.

El revisionismo merece una especial mención pues su doctrina y presencia en la lucha de clases hace más daño a la clase obrera, dado que se presenta como ¨amigo¨ de los explotados que lucha codo con codo con ellos por conseguir un mundo mejor, comportándose en realidad como un agente secreto de la burguesía con el objetivo de crear confusión y desorientación entre los obreros más avanzados en su lucha por construir una nueva sociedad. Se apoyan en un pseudo marxismo y en una terminología ¨revolucionaria¨ para meter de contrabando la concepción del mundo burgués adaptada a las condiciones de existencia del proletariado. Su primordial tarea es la de actuar contra la teoría marxista en su intento de revisarla, extirpando su carácter revolucionario y asimilarla a los intereses del mundo burgués de la manera más vulgar, considerando, de hecho, el marxismo-leninismo una teoría evolutiva adaptada al curso de la ¨sociedad¨. La concepción del mundo del revisionismo nace con el surgimiento del imperialismo, teniendo su apoyo tanto entre las filas de la burguesía más ¨progresista¨, como en las filas de la fracción aristocrática del proletariado, a las que sirve de distinta manera y medio con el objetivo de combatir encarnizadamente al proletariado revolucionario en su lucha por la revolución socialista.

Su primordial tarea es la de actuar contra la teoría marxista en su intento de revisarla, extirpando su carácter revolucionario y asimilarla a los intereses del mundo burgués de la manera más vulgar

El PCPE es la organización más genuina del revisionismo moderno en el Estado español, tanto en cuanto al contenido de su línea política como por la forma de esconder su anticomunismo bajo una terminología pretendidamente revolucionaria, que ha ido adaptando paulatinamente en el tiempo como forma de protegerse de las críticas antirrevisionistas. Cada congreso que celebran lo aprovechan para introducir formas verbales pseudo revolucionarias para tal fin (aconsejamos la lectura de los documentos aprobados en cada congreso para comprobar lo que decimos). Por eso nos vamos a centrar en el PCPE y, en estas circunstancias, en su otro yo, es decir, en el PCTE (Partido Comunista de los Trabajadores de España), nacido en 2019 como escisión del PCPE, y que no ha cambiado en nada el contenido ideológico del revisionismo pues es un calco de su célula madre. No consideramos revisionistas al PCPE y al PCTE porque tengan errores ideológicos que derivan hacia la negación del marxismo como teoría de la explotación capitalista y de la lucha de clases, sino porque niegan la teoría de la revolución proletaria como consecuencia necesaria de la teoría de la explotación asalariada.

Nuestra crítica de hoy al revisionismo la vamos a centrar en dos temas generales que se irán desarrollando, con el objeto de comprender mejor su carácter de clase antirrevolucionario.

El revisionismo se apoya en determinados dogmas para dar sentido histórico a su existencia como la política acertada del proletariado. Pasemos a continuación a exponer cuales son estos dogmas para poder refutarlos. Los dogmas son principios no contrastados científicamente que tienen de especial que no se ponen en cuestión y que rigen el comportamiento práctico de los individuos o colectivos de individuos. Estos principios conforman un sistema que es el que da cuerpo a una línea de actuación; por ejemplo, en el caso de las organizaciones políticas. A estos dogmas del revisionismo son a los que nos referimos pues tratan de deslegitimar a los principios y praxis de la teoría marxista por medio de la manipulación, en unos casos, y de la negación, en otros. Queremos exponer estos principios del revisionismo como dogmas para comprender y combatir su sistema ideológico y decálogo de su militancia política, con los que desvían la atención de los elementos más avanzados de las masas proletarias de la teoría de la revolución socialista con el objeto de que no se incorporen a la vanguardia proletaria y dediquen su actividad política a la derrota de la burguesía de manera consecuente con el marxismo-leninismo. Estos dogmas son, entre otros:

* El imperialismo es capitalismo en transición al socialismo

Esta tesis es relativamente joven en la historia del PCPE dado que hace algunos años atrás se centraban exclusivamente, al analizar el imperialismo, en su carácter monopolista. Se consideraba al imperialismo un monstruo insaciable de plusvalía en beneficio del gran capital atropellando las más elementales libertades, públicas y privadas, y los derechos públicos del pueblo. Desde hace pocos años se ha dado un pequeño vuelco en esta consideración, dando un paso más allá…, pero equivocado, ya que la tesis que se defiende ahora implica posicionamientos políticos nuevos aunque manteniendo el mismo posicionamiento ideológico anterior: advenimiento del socialismo por el desarrollo cuantitativo de las fuerzas productivas, en donde el imperialismo, es decir, el Estado imperialista, tiene un papel vehicular.

Veamos a través de sus documentos congresuales esta concepción:

PCPE (X Congreso)

¨El imperialismo es capitalismo parasitario y en descomposición¨. (pág. 6)

¨El imperialismo es capitalismo agonizante¨. (pág. 6)

¨El imperialismo es capitalismo en transición al socialismo¨. (pág. 6)

PCTE (XI Congreso extraordinario)

¨Vivimos en el imperialismo, fase superior y última del capitalismo en la que opera un inexorable proceso de concentración y centralización del capital, de monopolización de la economía, de agonía, parasitismo y descomposición, que acentúa la explotación de la clase obrera y el saqueo de los pueblos con el único objetivo de maximizar la ganancia de los monopolios¨. (Cap. 1)

¨Vivimos en la época de la transición revolucionaria del capitalismo al socialismo¨. (Introducción)

Como se puede observar, tanto una como otra organización comparten la misma con-cepción sobre el imperialismo. Lo que tiene de especial esta concepción es la consideración de que el imperialismo es capitalismo en transición al socialismo. Ello quiere decir que del imperialismo se transita de manera histórico-natural al socialismo (pacífico, desde el punto de vista político) debido al grado de desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas que necesita de una intervención política para ajustar la contradicción entre la producción social y la apropiación privada que caracteriza al modo de producción capitalista.

Cuando Lenin habla del imperialismo lo hace en otros términos completamente diferentes, manipulado por el revisionismo hasta convertir las palabras de Lenin en una caricatura. Veamos lo que dice Lenin:

¨El capitalismo se trocó en imperialismo capitalista únicamente al llegar a un grado muy alto de su desarrollo, cuando algunas de las características fundamentales del capitalismo comenzaron a convertirse en su antítesis, cuando tomaron cuerpo y se manifestaron en toda línea los rasgos de la época de transición del capitalismo a una estructura económica y social más elevada¨. (El imperialismo, fase superior del capitalismo. Editorial Fundamentos, pág.98)

En este párrafo no ha lugar a interpretar que la ¨estructura económica y social más elevada¨ de la que habla Lenin sea la sociedad socialista, sino al imperialismo derivado del desarrollo del capitalismo competencial, una fase superior del capitalismo. Toda otra interpretación del imperialismo es pura manipulación de las palabras de Lenin, de la concepción leninista de la etapa imperialista del capitalismo. El imperialismo es la etapa histórica que le precede al socialismo y, por tanto, de transición…, (forma parte de la dialéctica materialista, la primera negación, pero para que se materialice plenamente la contradicción se tiene que producir la segunda negación, la negación de la negación, esto es, la revolución proletaria mediante la guerra popular revolucionaria). Y precisamente esto último es lo que no ¨ve¨ el revisionismo.

* El Estado burgués tiene un carácter funcional pues depende de la gestión de quien lo gobierne.

El revisionismo es muy prolijo en las referencias al sistema capitalista y a las clases que se derivan de dicho sistema, pero muy parco en cuanto al Estado burgués pues divorcia ambas realidades como si no tuvieran conexión entre ellas. Sin embargo, el marxismo es muy claro en cuanto al tema ya que considera al Estado como producto de un largo proceso histórico que al llegar a una determinada etapa necesita de una organización social acorde a ese desarrollo, esto es, a las contradicciones irreconciliables entre las clases sociales como manifestación de las condiciones de la producción material, en donde es dominante la propiedad privada de los medios de producción.

Cada modo de producción ha necesitado de un Estado que aborde estas contradicciones sociales en favor de la clase dominante y, en este sentido, cada Estado es propio de su modo de producción de acuerdo a la reproducción de sus condiciones sociales: todas las sociedades divididas en clases tienen en común el Estado como organización política para la reproducción de las condiciones de existencia de dicha sociedad clasista, que se sustenta en la explotación de una clase por otra.

El Estado burgués no le sirve al proletariado pues, como hemos dicho anteriormente, es fruto de una determinada producción social basada en el propiedad privada de los medios de producción. Es decir tiene un carácter de clase, que lo determina política e ideológicamente, por encima de su función administrativa (gestión). Y no le sirve tanto en el capitalismo como después de la toma del poder: por eso es necesario tanto la etapa de Guerra Popular Revolucionaria como la etapa de Dictadura del Proletariado, tanto para su destrucción como para la construcción de un nuevo Estado proletario, es decir, destrucción del viejo poder burgués y construcción del nuevo poder proletario, órganos de poder de su clase desde donde se dirige la lucha contra el Estado burgués. No se puede legitimar al Estado burgués bajo ninguna excepción, ni siquiera con el pretexto de conquistar poder mediante elecciones democráticamente celebradas y popularmente aceptadas. El Estado burgués no solo es el símbolo sino también la organización ejecutiva del dominio de clase de la burguesía, a la que siempre hay que deslegitimar y luchar decididamente hasta su destrucción.

El Estado burgués no sólo es el símbolo sino también la organización ejecutiva del dominio de clase de la burguesía

El revisionismo al aceptar tácitamente que se puede sacar partido del Estado burgués, ya sea por medio de reformas económicas y políticas, aunque ello no suponga negar la ¨toma del poder¨, se aparta del marxismo-leninismo y se acerca a la ideología del mal menor embelleciéndolo ante los ojos de las masas obreras. Y lo que es más importante, que se le otorga al Estado burgués la consideración de agente vehicular de la revolución hacia el socialismo pues todo se reduce a la toma del poder. ¿Qué poder? Visto de una manera esquemática: el Estado burgués gira mecánicamente hacia el socialismo mediante el impulso del ¨poder obrero¨. Más adelante podremos abordar este tema cuando analicemos detalladamente la concepción revisionista del socialismo.

 

* La conciencia de clase es innata en la clase obrera.

Según esta concepción la revolución obrera está garantizada dado que en el imperialismo se cumplen las dos condiciones generales: la objetiva, por el grado de desarrollo alcanzado por las fuerza productivas, y la subjetiva, por el aumento de la explotación de la fuerza de trabajo, tanto desde el punto de vista relativo como absoluto. Se introduce como condición particular para que ello se pueda materializar que el reformismo político y el sindicalismo del pacto social, a saber: que el reformismo político y el sindicalismo colaboracionista sean derrotado políticamente, dado que se consideran los responsables que dicha conciencia se adormezca durante el transcurso de la lucha de clases en favor de los planes de la burguesía. Veamos cómo lo expone el PCPE en sus documentos del X Congreso.

¨En esta agresión a los trabajadores y trabajadoras, la patronal y los diferentes gobiernos vienen contando con la estrecha colaboración de las posiciones sindicales que, abandonando el sindicalismo de clase, abrazan la política interclasista de la paz social y el pacto social permanente, anulando con ello la conciencia de clase y ayudando de este modo a los empresarios a conseguir sus objetivos¨ (documento X Congreso, pág.45-46).

¨El arranque espontáneo de la conciencia se sigue dando en el marco de la ideología burguesa, atraído principalmente por las ideas reformistas (pues, supuestamente, permitirían a las masas mejorar su posición sin romper con el sistema). Es tarea del Partido atender al estado de conciencia para elevarlo hasta un nivel revolucionario¨ (documento X Congreso, pág. 54)

¨Las masas obreras y populares, a través de la experiencia de su participación en la organización de la lucha, bajo orientación general del Partido Comunista, se convencerán de la necesidad de dirigir su actividad contra el dominio económico, político e ideológico del bloque dominante oligárquico-burgués¨ (documento X Congreso, pág. 68).

Cuando el revisionismo habla de conciencia de clase se está refiriendo al instinto de clase, que mediante su educación se transforma en conciencia de clase. Pero es que ese instinto tampoco existe realmente, igual que el proceso que lo eleva a la ¨conciencia de clase¨. El instinto de clase es un término acuñado por el revisionismo para dar validez a la concepción economista de la lucha de clases (las clases luchan para mejorar sus condiciones de existencia, concepción premarxista de la lucha de clases) con el objeto de justificar su peculiar concepto de clase.

Si la conciencia de clase fuese innata en la clase obrera sería un hecho excepcional, insólito, pues significaría que los obreros tendrían la capacidad natural de crear artesanalmente una concepción de la realidad sin pensar, es decir, de crear conceptos sin necesidad del proceso de su elaboración, lo cual se equipararían al demiurgo. Que sepamos hasta ahora el ser humano puede sentir y actuar como acto reflejo, por ejemplo comer y beber cuando siente la necesidad de saciar su deseo natural como medio para reproducirse; pero en ningún caso actuar planificadamente porque entonces sería un acto premeditado, pensado con antelación a su ejecución. Los obreros a lo más que pueden llegar es a reaccionar espontáneamente a los efectos de la explotación tal como reaccionaría cualquier ser vivo cuando se siente en peligro de perder la vida como medio de supervivencia, pero no contra el hecho social de ser explotado si no conoce previamente la explotación capitalista, es decir, las condiciones sociales de la explotación. Y para ello debe tener previamente conciencia de clase.

Esta concepción metafísica del concepto de clase es extraña a la teoría marxista, tanto en cuanto al sujeto portador de la conciencia como de la realidad sobre la que recae la conciencia como praxis social. Para el revisionismo la conciencia es el resultado de una suma entre dos elementos estáticos, el instinto de clase y la acumulación de experiencias del movimiento espontáneo, mientras que para el marxismo es la dialéctica de la praxis científica y del movimiento consciente del sujeto que quiere transformar la realidad. La voluntad del sujeto como ética o espontaneidad del movimiento práctico queda fuera de la determinación de la conciencia de clase, que no es más que la actuación práctica de los sujetos conforme a un posicionamiento político bajo la determinación de los intereses generales de la clase a la que pertenece, en el caso de los obreros a los intereses políticos del proletariado. Según esta determinación no todas las masas tienen conciencia de clase, ni lo van a adquirir por la simple acumulación de experiencias porque la conciencia no depende del movimiento de la clase, no de las masas, sino del posicionamiento como clase del sujeto en movimiento hacia su destino histórico.

* El Partido es la vanguardia organizada políticamente.

La concepción revisionista del partido está insertada en la teoría general de la revolución, que tanto el PCPE como el PCTE circunscribe a la toma del poder, muy influenciada por la ideología burguesa. Esta tarea es obra, según esta concepción, de una élite, el partido, que ocupa los aparatos del Estado, relegando a las masas que tanto adoran a realizar un papel secundario en cuanto a la intelectualidad pero primario en cuanto determina el inicio y transcurso del ´proceso revolucionario´ por el ascenso de su movimiento espontáneo tutelado por el Partido Comunista (autoproclamado). Según esta concepción el partido es definido como la élite de la clase (su vanguardia), activándose como dirigente del proceso por el impulso del movimiento espontáneo (organizado en el Frente Obrero y Popular) en pos de la mejora de sus condiciones de vida y trabajo, En otras palabras, se supedita el elemento consciente a ir a remolque del movimiento espontáneo, por otra parte motor de la acumulación de fuerzas.

Para el revisionismo la conciencia es el resultado de una suma entre dos elementos estáticos, el instinto de clase y la acumulación de experiencias del movimiento espontáneo, mientras que para el marxismo es la dialéctica de la praxis científica y del movimiento consciente del sujeto que quiere transformar la realidad

La concepción sobre la ¨toma del poder¨, esto es, la revolución en el argot revisionista, es compartida por ambas organizaciones anteriormente citadas, surgiendo la diferencia en la táctica a desarrollar para la acumulación de fuerzas en el seno del movimiento obrero (motivo fundamental de la escisión), en cuanto que el PCPE sitúa los esfuerzos en el fortalecimiento de los Comités de Unidad Obrera (alternativa organizativa sindical del nuevo sindicalismo de clase, es decir, fuera de los sindicatos tradicionales) y el PCTE en el fortalecimiento de la unidad sindical al margen de las siglas del sindicalismo tradicional, esto es, dentro de los sindicatos.

Más adelante hablaremos de la concepción sobre la toma del poder pues ahora nos vamos a centrar en la concepción sobre el partido.

El PCPE en sus documentos del X Congreso:

¨El Partido Comunista de los Pueblos de España es la expresión del grado de desarrollo de la lucha y de la conciencia de la clase obrera revolucionaria de nuestro país hasta nuestros días, heredero de las mejores tradiciones de lucha de nuestro pueblo y, muy especialmente, de la lucha revolucionaria de la militancia comunista que nos antecedió en el combate¨ (pág. 79)

El PCTE en su documento sobre el XI Congreso (extraordinario):

¨El PCTE, destacamento organizado de vanguardia de la clase obrera española, se proclama heredero y continuador de la Gran Revolución Socialista de Octubre y de la heroica lucha de hombres y mujeres que combatieron en nuestro país bajo la bandera del comunismo¨ (Introducción)

Lo volvemos a repetir una vez más. El partido no es la vanguardia organizada políticamente. ¡No! Esta concepción trasnochada se corresponde con el partido obrero, típico de la socialdemocracia de la II Internacional, élite de la clase obrera que le representaba políticamente. Vamos, un partido obrero hecho a medida de la ideología burguesa.

La clase obrera se constituye en partido porque es la forma dialéctica (vanguardia-masas) en que asume su tarea histórica, primero independizándose ideológicamente de la burguesía, después hacer la revolución vía guerra popular para a continuación empezar su labor histórica específica: construir el socialismo con el propósito de eliminar las clases sociales. La construcción del partido es el inicio de este proceso, por medio del cual puede concluirlo siempre y cuando se construya sobre unas determinadas bases: que el partido no sea la élite de la clase sino su movimiento revolucionario, resultado de la fusión de la vanguardia (que es la portadora del socialismo científico, es decir, por estar a la cabeza del proceso revolucionario) con el movimiento obrero (la parte que asume la teoría de la revolución proletaria, esto es, la que tiene conciencia de clase y actúa como tal).

Se reconstituye la vanguardia ideológica mediante un proceso de lucha entre el marxismo-leninismo contra todo tipo de revisionismo y oportunismo, dando como resultado la hegemonía del m-l como teoría general de la revolución proletaria. Posteriormente va creando relaciones políticas mediante una línea de masas entre los sectores más avanzados del proletariado, va creando nuevo poder en espacios organizativos propios para llevar adelante la tarea encomendada de destruir el viejo poder de la burguesía. Su movimiento no es espontáneo (no es el de las amplias masas que reaccionan contra los efectos del capital con la élite dirigiendo sus acciones) sino estratégico, midiendo sus fuerzas con la burguesía en el proceso dialéctico de la lucha de clases, es decir, revolucionario por la destrucción del viejo Estado y la construcción de la Dictadura del Proletariado mediante Guerra Popular.

Pero el revisionismo no solo tiene dogmas sino también negaciones, las cuales las manipulan con el objeto de que no aparezcan como tales. Veámoslo.

* La violencia de clase es la partera de la Historia: Niega la teoría de la revolución.

La concepción de la revolución proletaria que asume tanto el PCPE como el PCTE y el esquema de su realización son comunes al revisionismo en general. Veamos lo que piensan.

PCPE:

¨Hoy, aún dándose las condiciones materiales para el tránsito al socialismo-comunismo, no existen las condiciones subjetivas. Por eso, la grave crisis económica y política que sufre el capitalismo español no ha desembocado en una situación revolucionaria que abra paso a una crisis revolucionaria que sitúe como cuestión práctica la toma del poder¨ (Documentos X Congreso. pág. 80)

¨No es posible prever en qué momento y bajo qué forma concreta se presentará una situación revolucionaria, pero lo que es seguro es que no llegará a convertirse en una crisis revolucionaria si los de abajo no están dispuestos a dejar de vivir en el capitalismo. Será la acumulación de fuerzas en torno al PCPE, la organización y la movilización obrera y popular con objetivos revolucionarios, el cuestionamiento radical de todo el sistema de dominación y de todas las formas de opresión, lo que permita que en el momento oportuno, las fuerzas del frente obrero y popular por el socialismo jueguen un papel decisivo en la acumulación de fuerzas……¨(Documentos X Congreso, pág. 81).

¨No es posible prever en qué momento y bajo qué forma concreta se presentará una situación revolucionaria, pero lo que es seguro es que no llegará a convertirse en una crisis revolucionaria si los de abajo no están dispuestos a dejar de vivir en el capitalismo. Será la acumulación de fuerzas en torno al PCPE, la organización y la movilización obrera y popular con objetivos revolucionarios, el cuestionamiento radical de todo el sistema de dominación y de todas las formas de opresión, lo que permita que en el momento oportuno, las fuerzas del frente obrero y popular por el socialismo jueguen un papel decisivo en la acumulación de fuerzas…¨ (Documentos X Congreso, pág. 81).

PCTE:

¨No es posible prever el momento ni la forma en que puede presentarse una situación revolucionaria, lo determinante es la preparación del factor subjetivo y de la correlación de fuerzas que permita convertir esta situación revolucionaria en crisis revolucionaria, convertir la alianza social de la clase obrera con los sectores populares oprimidos en un frente obrero y popular que en condiciones revolucionarias, guíen la lucha revolucionaria hacia la toma del poder¨ (Documentos XI Congreso extraordinario. Cap. V).

Como podemos observar, para estos partidos la revolución se concreta en la toma del poder y el proceso revolucionario en la acumulación de fuerzas en torno al partido (vanguardia autoproclamada y autorreafirmada). Pim, pam, pum ¡Revolución! De un plumazo han borrado toda la teoría marxista de la revolución proletaria, que como todo marxista que se precie sabe que consiste en un plan planificado para destruir el viejo poder burgués a la vez que se construye el nuevo poder proletario. Es decir, que el proceso revolucionario, que empieza con la reconstitución del partido de nuevo tipo, se resuelve a través de la Guerra Popular. La omisión deliberada de la Guerra Popular, sustituyéndola por la rimbombante pero ¨inocente¨ toma del poder, constituye la prueba palpable de la aceptación de la Vía pacífica al socialismo y la negación de la violencia revolucionaria de clase. Esta concepción pequeño burguesa descansa en la idea general revisionista de que el imperialismo evoluciona de una manera natural hacia el socialismo (primer dogma), siempre y cuando se realice a través del control democrático del Estado (segundo dogma).

* El socialismo como paso previo al comunismo: Niega la Dictadura del Proletariado.

Este punto es el esencial puesto que es el que da sentido y coherencia a la teoría de la revolución proletaria. Es verdad que en las obras de Marx y Engels el concepto socialismo esté abordado de una manera genérica pues no podía ser de otra forma ya que no se tenía la experiencia de su realización, lo que ha dado pie a que se tergiversara su carácter científico. Tanto uno como otro han actuado con vehemencia ante este asunto a través de la crítica a la visión utópica que podía acompañar al socialismo, sobre todo en la etapa en que el capitalismo no estaba plenamente desarrollado: Marx con sus estudios científicos sobre el modo de producción capitalista y Engels en sus trabajos divulgativos sobre el esquema ideológico del socialismo científico en comparación a los escritos de los socialistas utópicos.

A medida que se ha ido desarrollando el capitalismo han ido saliendo nuevas teorías que tratan de descalificar o, al menos, tergiversar el marxismo, cuando en realidad lo que pone de manifiesto este desarrollo es la exactitud de la teoría de Marx y Engels a través de las luchas internacionales del proletariado revolucionario. Es natural pues es fruto de la lucha de clases en el terreno de la teoría. Por eso, más que nunca es necesario una lucha intensa contra el revisionismo y el oportunismo por ser los que ocupan físicamente el lugar de la burguesía en esta lucha en el seno de la clase obrera con el objeto de desorientarla y desanimarla en su lucha por su emancipación y la construcción de la sociedad socialista. En este sentido, tanto el revisionismo como el oportunismo se disfrazan de marxistas para combatirlo con estúpidas concepciones y argumentos que nada tienen que ver con el marxismo y su espíritu revolucionario. Una prueba de lo que decimos lo tenemos con el PCPE y PCTE al considerar al socialismo el resultado de la combinación de medidas jurídicas y gestión económica.

El PCPE se expresa así:

¨El poder pasará a manos del proletariado revolucionario que, en el ejercicio del poder democrático de la mayoría social, es decir, la dictadura del proletariado, construirá y defenderá el Estado Socialista bajo el principio del centralismo democrático. Los sectores fundamentales de la producción serán socializados y puestos bajo control obrero, todo el pueblo será incorporado masivamente a la producción y a participación política, el desarrollo científico-técnico y todos los recursos del país se dirigirán a la satisfacción de las necesidades humanas¨ (documentos X Congreso, pág. 82)

El PCTE dice al respecto:

¨La construcción del socialismo en España partirá de la toma del poder y de la organización de la dictadura del proletariado, de la socialización de los sectores económicos altamente concentrados y de la planificación central de la economía para la creciente satisfacción de las necesidades obreras y populares¨ (Tesis XI Congreso, cap. V)

El socialismo científico no está basado en reescribir la Historia a partir de unos conceptos sacado de la cabeza de las personas críticas con la sociedad capitalista, queriendo instaurar un mundo ideal en donde no existan diferencias sociales. El socialis-mo científico está elaborado a partir del análisis científico del régimen capitalista de producción y su desarrollo, es decir, de las contradicciones que se ocultan en el seno de la forma capitalista de producción y que apuntan a una forma de producción nueva que dirija el desenvolvimiento de las fuerzas productivas, impulsada por la acción de los múltiples capitales pero contenida por las relaciones capitalistas de producción.

El capitalismo, a la vez que impulsa las fuerzas productivas va transformando los medios de producción de individuales en sociales, esto es, manejados por una colectividad de personas, lo que convierte al proletariado en la clase destinada a llevar a cabo las transformaciones necesarias para resolver la contradicción inherente al sistema capitalista entre la producción social y la apropiación privada en que se encuentra encallada. Claro, esto desde el punto de vista teórico pues desde el práctico se tienen que dar las condiciones políticas para que el proletariado asuma dicha tarea histórica: su constitución como partido político, es decir, sujeto consciente de la revolución. Ello implica: 1) destrucción del viejo Estado burgués, 2) construcción del nuevo Estado proletario. No es el viejo Estado, sus instituciones y funcionarios, sobre quien recae los cambios revolucionarios. El Estado burgués ha asumido la contradicción capitalista hasta donde puede por medio de la propiedad colectiva capitalista, que no es otra cosa que el Estado burgués como propietario de determinadas empresas que actúan al servicio del sistema en su conjunto a través de producción y precios. En este caso se conjuga en manos del capital, de la burguesía en su conjunto, la propiedad económica, la capacidad para planificar la producción dentro de la lógica anarquía capitalista, como la propiedad jurídica, la capacidad para apropiarse de lo producido. Una vez llegado este punto el capitalismo se convierte en reaccionario: su lugar en la Historia ha dejado de ser imprescindible.

Y esto es lo que precisamente no entiende el revisionismo y el oportunismo pues quieren perpetuar las relaciones capitalistas de producción con nombres ficticios.

 

La pandemia

El Estado impone sus tentáculos a la clase obrera, tratando de contener el virus para salvar el capitalismo. Tiene a disposición un préstamo de 21.300 millones de euros del fondo europeo SURE para financiar ERTE´s, ayudas a autónomos, empresarios…

El virus conocido como Covid-19 ha puesto patas arriba de una manera transitoria al imperialismo: lo ha sometido a un estrés de enormes consecuencias poniendo en evidencia de una manera flagrante su razón de ser como régimen de producción y sus miserias como sistema de explotación. Ha quedado demostrado de una manera palmaria mediante el confinamiento que el capitalismo es un régimen de producción de plusvalía para su posterior conversión en capital; de ahí que el Gobierno PSOE/UP decidiera aplicar los ERTE´s, en una primera instancia, como medida para no agravar la situación de las empresas al exonerarla de pagar las nóminas de los trabajadores para las empresas no esenciales durante el confinamiento, además de introducir, inmediatamente después del proceso de desescalada, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) elaborado fundamentalmente para crear una bolsa de trabajo a la cual recurrirán las empresas como buitres para contratar a trabajadores a un precio inferior de lo estipulado por ley, aunque se venda como una medida social ya que la propaganda del régimen lo presenta como un instrumento para luchar contra la pobreza extrema.

En este contexto debe contemplarse el IMV, una medida que persigue en términos generales corregir las altas tasas de desigualdad y pobreza en el Estado español mediante la aplicación de un ingreso mínimo a los hogares más vulnerables económicamente. Como publica el BOE, el IMV se acoge a las recomendaciones desarrolladas por el Pilar Europeo de Derechos Sociales en donde se establece ¨dotar a toda persona que carezca de recursos económicos suficientes de unas prestaciones de renta mínima adecuadas que garanticen una vida digna. Para las personas que puedan trabajar, las prestaciones de renta mínima deben combinarse con incentivos a la reintegración en el mercado laboral¨

Para su aprobación se ha elegido un momento propicio -la pandemia provocada por el Covid-19- con el objeto de justificar su pretendido progresismo presentándola como un hito de la ¨izquierda¨ en su lucha contra la pobreza, ocultando de paso las verdaderas razones de su procedencia. La política que impulsa el IMV actuará, dice el texto, ¨como un seguro colectivo frente a los retos que nuestras sociedades enfrentarán en el futuro próximo¨, dejando entrever el obscuro futuro que le espera al proletariado con la marcha férrea del imperialismo. La propia existencia del IMV es una manifestación de la incapacidad del régimen de producción capitalista para garantizar a la clase obrera un mínimo ingreso para satisfacer sus necesidades vitales. Está claro, pues, que el régimen lo único que garantiza es la explotación de la fuerza de trabajo para la revalorización del capital. ¡Y en determinadas circunstancias ni eso!

La pobreza en el capitalismo no se puede eliminar, ni siquiera mitigar porque depende directamente de la explotación a que está sometida la fuerza de trabajo asalariada por las condiciones sociales de este régimen de producción. Cuando se habla de pobreza, aunque no se diga, se está refiriendo realmente a la depauperación a que está sometida la clase obrera por las leyes económicas que rigen en el sistema capitalista, entre ellas el salario, medio de sustento del proletariado. En este sentido hay que tener en cuenta que a medida que se desarrollan las relaciones capitalistas de producción aumenta las condiciones para la depauperación de la clase obrera (el empeoramiento de sus condiciones de existencia, hasta el límite de vivir por debajo de las condiciones de la reproducción de las condiciones vitales de la fuerza corpórea), tanto en términos relativos como en términos absolutos debido a las condiciones de la explotación capitalista, es decir, a la modificación de la composición orgánica del capital. Por eso, el origen de la pobreza o pobreza extrema, como a la burguesía y a sus voceros le gusta llamarla, no se debe a la redistribución de la riqueza sino a la división en clases de la sociedad como manifestación de la existencia de la propiedad privada capitalista de los medios de producción, lo que obliga al proletariado, despojado de toda propiedad económica, a vender su fuerza de trabajo por un salario.

En este sentido hay que recordar que el salario no es el valor del trabajo producido por el obrero sino el precio de la fuerza de trabajo que dista mucho entre sí pues la diferencia constituye la plusvalía que se apropian los capitalistas sin pagar nada a cambio, constituyendo el origen de su ganancia. Aunque la plusvalía emane del trabajo no pagado contenido en las mercancías, se da la circunstancia que muchos capitalistas se encuentran impedidos para explotar fuerza de trabajo disponible debido a que no pueden convertir en capital la plusvalía, ya sea por cambios en la composición orgánica del capital, ya sea por estancamientos parciales o general de la producción, etc., etc. Esta parte de la fuerza de trabajo es expulsada del proceso de producción (formando el ejército de reserva) a la espera de ser contratada para volver de nuevo al proceso de producción. Visto desde este punto de vista el IMV no es más que una medida económica transitoria o permanente para financiar desde el Estado una parte de las condiciones de reproducción de la fuerza de trabajo con el objeto de reducir el salario de la parte del proletariado en situación de vulnerabilidad económica, con el agravante de que lo tiene que soportar el conjunto del proletariado, en su mayor parte a través de impuestos, por lo que financia sí o sí al Estado burgués.

Pero este aspecto, aun siendo importante, no es lo fundamental que ha puesto en evidencia la pandemia. Hay otro aspecto relacionado con el anterior que si no se le presta atención pasa desapercibida aunque tiene gran transcendencia para la praxis revolucionaria. Nos referimos a la evidencia de la vulnerabilidad del sistema, a la evidencia del suelo movedizo en que está asentado el sistema, ya que al paralizarse la producción de una manera general (lo que implica la paralización de la producción de plusvalía) amenazando el poder político de la clase dominante, siempre y cuando se tenga que enfrentar con otro poder de clase que tenga claro su objetivo estratégico de acabar con el régimen de producción capitalista a la vez que construye otras relacio-nes sociales basadas en la propiedad colectiva de los medios de producción.

Esta manifestación de vulnerabilidad del capitalismo como consecuencia del parón generalizado de la producción es importante reseñarla por dos motivos: en primer lugar porque destapa la tesis política central del revisionismo y el oportunismo que con-sidera al capitalismo en su fase imperialista como inexpugnable, cuando se ha demostrado históricamente que no es sino un tigre de papel, en palabras de Mao; en segundo lugar porque abre todo un horizonte que combate el pesimismo social que domina el panorama político a pesar de que la teoría m-l no hace sino alumbrar las conciencias de millones de proletarios que se acercan a ella. Sin embargo, la falsa idea de invulnerabilidad del imperialismo se ha ido extendiendo como una mancha de aceite entre las amplias masas obreras socavando sus esperanzas de vivir en una sociedad libre de explotación. Esta tesis revisionista intenta convencer a los explotados de que el capitalismo al evolucionar hacia su fase imperialista se ha convertido en inexpugnable. Sin embargo, la pandemia ha puesto en evidencia que esa idea es totalmente falsa si se mira desde una perspectiva revolucionaria, desde el punto de vista del marxismo-leninismo, y se dirige la lucha hacia el corazón de su sistema de producción: la producción de plusvalía, es decir, las relaciones de producción que lo hacen posible.

Es cierto que una cosa es la apariencia y otra la realidad, pues para que se confirme la apariencia es necesario un proceso social aparentemente al margen del proceso productivo aunque ligado a ello, aspecto del que reniega tanto el revisionismo como el oportunismo. Nos referimos a la toma del poder político de clase como condición necesaria para la construcción de un nuevo orden social: el socialismo. Lo principal de la comprensión de la naturaleza del imperialismo no es que sea una forma de proceder del capital monopolista. La síntesis de esta comprensión pasa por considerar que el imperialismo no se puede reformar limitando la acción de los monopolios a favor de la libre competencia o de la economía nacional, como sostiene el revisionismo, lo cual es un contrasentido del desarrollo del propio capitalismo ya que la libre competencia engendra el monopolio; ni tampoco fortalecer la democracia pacífica (la coexistencia entre países libres respetando su soberanía) lo cual es otro contrasentido del desarrollo capitalista ya que tanto las guerras comerciales como las militares son consecuencia también de la libre competencia capitalista. En consecuencia, el imperialismo trae consigo la tendencia del capital a la dominación general y no a la libertad individual, a la agudización de las contradicciones sociales, etc. Ante el imperialismo no cabe otro proceder que actuar sobre sus raíces, sus condiciones de producción que están enmarcadas en la propiedad privada capitalista y la explotación asalariada de la fuerza de trabajo.

Como decía Lenin, en su libro El imperialismo fase superior del capitalismo, su lugar histórico caducó, ya que el propio régimen de producción transita hacia una estructura económica y social más elevada: las fuerzas productivas, condición de desarrollo del capital, chocan con las relaciones de producción, debido a su carácter privado, lo que hace que choquen no sólo las clases por sus intereses antagónicos sino el propio desarrollo capitalista por el desarrollo desigual y competitivo del capital. En su disparatado movimiento el capital monopolista se apropia cada vez de mayor plusvalía, al concentrar la propiedad y producción en pocas manos, pero encuentra como obstáculo que la masa de plusvalía decrece en cuanto al capital empleado por la caída tendencial de la de la cuota de ganancia. El capital financiero desarrolla la tendencia objetiva de agudizar la explotación de la fuerza de trabajo a la vez que reduce el reparto de la plusvalía entre las distintas fracciones de la clase dominante en favor del capital financiero, lo que exacerba tanto la explotación generalizada de la clase obrera, las contradicciones propias de los distintos capitales imperialistas, el arrinconamiento de la pequeña y mediana burguesa en favor de la gran burguesía imperialista, las contradicciones entre países desarrollados y en vías de desarrollo, etc., etc.

 

La lucha contra la Covid-19 es la lucha contra el imperialismo capitalista

Está claro que la Revolución Proletaria Mundial (RPM) es un hecho incuestionable e inevitable debido a las condiciones materiales de la producción capitalista, que más temprano que tarde se relanzará aunque su momento dependerá no sólo de las condiciones objetivas sino de las subjetivas, es decir, de la existencia del sujeto revolucionario y el desarrollo de las condiciones adecuadas para llevarla a cabo. Con el imperialismo se dan las condiciones objetivas para que la revolución no sea un producto de cada país independientemente de las contradicciones generales del sistema en su conjunto, sino fruto del conjunto de las contradicciones de la estructura global imperialista como sistema único en donde cada país es un eslabón de la cadena, que se manifiesta en cada lugar dependiendo de las particularidades que confluyen en un momento dado.

El proceso revolucionario tiene dos momentos destacados: el primero es la ¡constitución del sujeto, en nuestro caso reconstitución del Partido Comunista, y el segundo el inicio y desarrollo de la Guerra Popular. En cuanto al primer aspecto es necesario ahondar en su concepción puesto que todavía existen serias diferencias de cómo abordar la reconstitución del partido de nuevo tipo debido fundamentalmente a la lucha que se libra entre la línea antigua, que considera el partido como la vanguardia organizada en torno a la línea política revolucionaria, y la línea nueva, que considera al partido como la relación dialéctica entre la vanguardia y las masas explotadas con conciencia de clase que se despliega como praxis revolucionaria.

Hasta la reconstitución del sujeto revolucionario no se puede hablar de revolución puesto que las amplias masas no toman parte del proceso de lucha abierta contra la burguesía, de lucha organizada por la destrucción del Estado capitalista. No se puede hablar de las amplias masas revolucionarias, ni de glorificar el movimiento espontáneo si no está reconstituida la vanguardia y el sector avanzado políticamente del proletariado como movimiento revolucionario, esto es, la existencia del partido de nuevo tipo. En esta etapa se reconstituye el partido como fusión entre la vanguardia, como representante del socialismo científico, y las masas comprometidas con la revolución, que representan al proletariado como clase, que una vez reconstituido empieza a abordar la relación dialéctica con las amplias masas para atraerlos hacia sus directrices mediante la Línea Política de la Revolución Proletaria Mundial.

¡El imperialismo es un tigre de papel!

¡Por la reconstitución ideológica y política del Comunismo!

¡Por la Revolución Proletaria Mundial!

Enero, 2021;...)))...

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https://debateinternacional-mlm.blogspot.com/2019/06/reflexiones-sobre-la-internacional.html?showComment=1613173215422#c1826842654596784066

domingo, 16 de junio de 2019

Reflexiones sobre la Internacional Comunista de nuevo tipo



Publicamos a continuación un valioso documento de los camaradas del Colectivo por la Reconstitución del Comunismo, dedicado a polemizar con la Propuesta de formulación de una línea general para la unidad del Movimiento Comunista Internacional, presentado por la Unión Obrera Comunista mlm. Saludamos en primer término a los camaradas por su actitud revolucionaria al estar estudiando y debatiendo responsablemente nuestra propuesta, y por iniciar expresando que “Hemos de decir que compartimos gran parte de lo que en el extenso documento se desarrolla, y si bien hay aspectos que no compartimos, nos han aportado argumentos y determinación para contribuir a su propósito de perseverar en la construcción de las condiciones subjetivas de la revolución socialista, a la vez que se desarrolle una lucha feroz con la línea revisionista y oportunista en el seno del proletariado revolucionario”

Invitamos a los demás camaradas que comparten la necesidad de desarrollar esta polémica para avanzar en el proceso de Unidad-Lucha-Unidad, a estudiar el documento de los camaradas detenidamente, y confrontarlo con la Propuesta presentada por la Unión Obrera Comunista mlm; aportar profusamente a este debate, y claro a todos los demás aspectos que forman parte integral de toda la propuesta de Formulación. Que el desarrollo del debate entre los comunistas revolucionarios allane el camino hacia la unidad en una Nueva Internacional Comunista.
 Periódico Revolución Obrera
16 de junio de 2019

Reflexiones sobre la Internacional Comunista de nuevo tipo

 Valgan estas líneas como aporte al debate para la tarea de forjar la futura Internacional Comunista, el partido Proletario Mundial de nuevo tipo. Así como una contribución a la conmemoración del centenario de la fundación de la IIIª Internacional, el germen de lo que Lenin llamaría: la república soviética universal.

 Este documento ha sido elaborado como respuesta a la propuesta de la Unión Obrera Comunista (MLM) de Colombia sobre Propuesta de formulación de una línea general para la unidad del Movimiento Comunista Internacional que se editó en su revista teórica  Negación de la Negación nº 5 de Agosto de 2016, donde se llama a la discusión internacional de los comunistas.


Hemos de decir que compartimos gran parte de lo que en el extenso documento se desarrolla, y si bien hay aspectos que no compartimos, nos han aportado argumentos y determinación para contribuir a su propósito de perseverar en la construcción de las condiciones subjetivas de la revolución socialista, a la vez que se desarrolle una lucha feroz con la línea revisionista y oportunista en el seno del proletariado revolucionario.

Vamos a dividir nuestra aportación al debate propuesto por los camaradas de la UOC (MLM) en dos partes separadas para despejar las posibles interferencias que se puedan dar durante la discusión, ya que son temas que consideramos fundamentales. El primer tema, que es el que exponemos a continuación, está relacionado con la reconstitución del Partido Comunista, mientras que el segundo, que publicaremos posteriormente una vez se haya debatido el primero, va a estar dedicado al Balance Histórico de la Internacional Comunista, siguiendo el hilo conductor del documento que publicó la UOC (MLM)  con el título ¡La unidad internacional de los comunistas exige las derrota del revisionismo y de toda forma de oportunismo!, en respuesta a una publicación del año 1984 de una organización española ya desaparecida (Unión de Lucha Marxista-Leninista) titulada  Sobre los partidos m-l como herederos de los errores del periodo 1935-1956 y que se reprodujo el 24 de Enero de 2018 en el Blog Dazibao Rojo. Vayamos sin más preámbulo al tema que nos ocupa en estos momentos.

La reflexión sobre la Internacional Comunista es un tema que debemos asumir los comunistas comprometidos con la superación del régimen capitalista de producción si queremos estar a la altura de las tareas que nos exige la revolución socialista, máxime cuando esta revolución adquiere un carácter general sin tener que atender a un mayor o menor desarrollo económico de cada país en cuestión, pues se ha llegado a la situación, determinada por la fase imperialista del capital, en la que los distintos países constituyen un eslabón de la cadena imperialista de un único sistema económico mundial, ocupando cada país el lugar que le corresponde por el desarrollo de sus fuerzas productivas en el contexto general de ese sistema.

La fase imperialista del capital, como resultado del desarrollo objetivo del proceso de producción capitalista, impulsa de una manera general el carácter universal de la Revolución Proletaria Mundial (RPM). Ello no suprime, sino que hace más necesario, que la revolución proletaria se realice en cada país, debido a la organización nacional del proceso de producción capitalista que entra en competencia con la cada vez más internacionalización de la producción impulsada por los mecanismos del desarrollo capitalista, siendo su motor el capital monopolista que hace que en su actuación haya una mayor concentración y centralización de los medios de producción, transcendiendo las barreras que imponen las fronteras nacionales, lo que hace que se conjugue dialécticamente el carácter universal de la revolución proletaria con el carácter particular de su realización. Con ello se cumple los dos aspectos que define a toda contradicción -       [[[[ ESTO ES UN GALIMATIAS,...DICE UNA VALORACION/PROPUESTA Y LO CONTRARIO ¡¡¡. LA REVOLUCIÓN SOCIAL DE LA HUMANIDAD, PROLET POPULAR MULTIPOPULAR ES UNIVERSAL E INTERCULTURAL,...Y NO ANALIZAN NI MENCIONAN LA REALIDAD DEL ESTADO IMPERICAPITALISTA/MULTI-IMPERICAPITALISTA : OTANONUISTA,..¡¡¡¡. ]]]]: 

1) que lo particular está ligado a lo universal, y 

2) que lo universal reside en lo particular. Las tesis acerca de la RPM y la revolución proletaria en su solo país están desarrolladas desde el punto de vista teórico porque dependen de las condiciones objetivas del desarrollo capitalista de acuerdo a un sistema que tiene un carácter mundial, pero no así de su realización, es decir, tratadas desde el punto de vista de su aspecto subjetivo.

Como hemos dicho, el imperialismo como etapa superior y final del capitalismo, aporta al desarrollo histórico de la sociedad dos aspectos que son esenciales para comprender el tránsito al socialismo como consecuencia de la maduración de las contradicciones internas del sistema capitalista, por un lado, y la emergencia del sujeto revolucionario perfectamente internacionalizado, producto del sistema mundial y de la internacionalización de su carácter como clase por compartir los mismos intereses económicos y políticos, por otro. La implosión del sistema capitalista por la acción del sujeto revolucionario -ya no es necesaria cualquier etapa intermedia a la construcción del socialismo-,  y la constatación de que dicha revolución es parte del sistema mundial de la revolución proletaria -no atendiendo sólo a las condiciones concretas de ese país, sino parte de las contradicciones generales del capitalismo a nivel mundial y su interrelación con las de cada país concreto.

El imperialismo, como modelo de producción internacionalizado, encadenó a todos los países -con sus modos específicos de   producción- en una sola economía mundial, donde la economía de cada país es un eslabón de una sola cadena, que obedece y sirve a la producción, la realización de la plusvalía, la acumulación y la centralización del capital mundial.[1]

Este análisis lo consideramos correcto.

El capitalismo imperialista ha creado y ampliado la base material
para la construcción del socialismo en todo el mundo, acentuando la lucha revolucionaria del proletariado por el derrocamiento del poder capitalista y por la expropiación de la burguesía en todos los países![2]

Esta conclusión es correcta pero incompleta si no va acompañada del avance de la conciencia proletaria y del desarrollo de la praxis revolucionaria (existencia del partido comunista como movimiento revolucionario). De lo contrario, siendo cierto el párrafo, puede  llevar a reforzar la idea del determinismo histórico.

Entendemos que la IC no puede ser sólo fruto de la necesidad de su objetivación debido al desarrollo de las relaciones capitalistas de producción, sino, sobre todo, resultado de la dialéctica de la conciencia proletaria que aborda la realidad social desde el punto de vista de su transformación revolucionaria. Desde este aspecto es como queremos abordar su reconstitución dado que, desde su necesidad, no hay tema de discusión: es asumido por todas las organizaciones consecuentes con su objetivo de existencia.

El funcionamiento del sistema capitalista de producción despliega unas férreas leyes, a las cuales está sometida irremediablemente la acción de todos los capitales. Una de esas leyes es la caída tendencial de la cuota de ganancia, lo que obliga a los distintos capitales a una mayor explotación del trabajo asalariado, tanto desde el punto de vista intensivo como desde el extensivo, con el objeto de amortiguar, en la medida de lo posible, dicha tendencia en la competencia entre ellos, lo que empuja y acelera la repetición de las crisis económicas (en el imperialismo adquiere un carácter mundial) debido a la tendencia de los capitales a producir más, por su actuación privada e individual, chocando con la realidad social de no poder consumir todo lo producido por la envoltura capitalista de la producción (mercancías). Durante las crisis económicas se pone en evidencia en toda su expresión el carácter capitalista de la producción (tendencia a la extensión de la producción como norma general de la producción y tendencia a restringir el consumo general por parte de las masas obreras como expresión del doble carácter del trabajo en el capitalismo: como productor de valores de uso y como productor de valores de cambio, lo que indica que el consumo está mediado por la compra y venta de valores de cambio).

Que estén dadas estas condiciones materiales (organización mundial de la producción como un mismo sistema debido a la concentración y centralización de los medios de producción) no implica que la IC surja como un hecho necesario, pues ello depende del desarrollo que haya alcanzado la conciencia revolucionaria en el seno de la clase obrera (tarea de la vanguardia m-l) que se va reconstituyendo mediante la lucha de dos líneas y la fusión con una parte de las masas proletarias como movimiento revolucionario, es decir, como partido comunista. Para comprender correctamente este proceso - el de su reconstitución -, hay que tener en cuenta que la clase proletaria no nace revolucionaria (la explotación no constituye una condición necesaria para la formación de la conciencia de clase), sino que se hace a través de su praxis por destruir las condiciones materiales y políticas de las relaciones capitalistas, creando  las condiciones que van a dar objetividad a relaciones sociales sin ninguna base para que se pueda desarrollar cualquier tipo de explotación económica u opresión política, bajo la organización de un sistema de relaciones ideológicas y políticas encaminadas a la destrucción del mundo burgués.

    El capitalismo, como todos los anteriores modos de producción, nació, se desarrolló y se está muriendo. El sistema económico social capitalista ya dio todo lo que tenía para dar y creó las condiciones para avanzar al socialismo; sobrevive, únicamente, gracias al oxígeno proporcionado por el oportunismo.[3]

Compartimos el espíritu de este párrafo pero lo consideramos incompleto, tanto en su primera como en su segunda parte, dado que para que se comprenda en toda su amplitud y no cree ningún tipo de dudas al leer cualquier formulación o expresión relativa a la teoría del tránsito de un modo de producción a otro, y en especial el tránsito del capitalismo al socialismo, se tienen que dar tanto las condiciones objetivas -creadas por el propio desarrollo del régimen capitalista de producción- como las subjetivas -creadas por el desarrollo de la conciencia revolucionaria, esto es, la construcción y reconstitución del partido comunista como movimiento revolucionario-. Hay que hacer siempre hincapié en este último aspecto pues de lo contrario se le está ofreciendo, sin ser con ello consciente, munición ideológica al revisionismo y al oportunismo para que proyecten una visión deformada y manipulada de la teoría de la revolución proletaria. Sin los dos aspectos que hemos señalado es imposible dicho tránsito ya que se articula la puesta en marcha y desarrollo de la guerra popular, como condición necesaria del desarrollo de la conciencia revolucionaria (reconstitución del partido comunista), a la existencia de las condiciones objetivas como medio para la destrucción del viejo poder burgués y construcción del nuevo poder proletario. Con estas premisas tanto el revisionismo como el oportunismo son tigres de papel, pues poco tienen que hacer con el avance imparable del movimiento revolucionario dado que han sido derrotados temporalmente por la incorporación de las amplias masas a las tareas revolucionarias, no como movimiento espontáneo dirigido por el partido sino como movimiento revolucionario fundido al partido mediante praxis revolucionaria.

Esta praxis comprende la asimilación de la teoría marxista -por tanto del papel histórico del proletariado en la sociedad capitalista-, y la praxis dirigida a transformar la realidad social en una dirección determinada   -de acuerdo a sus intereses de clase- que coincide con el desarrollo alcanzado por las fuerzas productivas de la sociedad, constreñida hasta ese momento por el carácter capitalista de los medios de producción -para que se despliegue sin ninguna traba artificial, esto es, condicionada por el capital. Dada la complejidad de la producción capitalista, la explotación del trabajo ajeno no es visible a simple vista, no puede ser observado por los trabajadores sobre los que recae la explotación de su fuerza de trabajo. Dicha realidad no es evidente por el simple despliegue de su fuerza de trabajo como ocurría en el modo de producción esclavista o feudal, Y esto dificulta la simple toma de conciencia de su explotación, paso previo para la toma de conciencia política para la lucha por la eliminación de las relaciones económicas en donde reside la explotación asalariada. La importancia del descubrimiento científico del concepto plusvalía es que enseña al proletariado el camino para conseguir su liberación como clase explotada y, por tanto, -como clase determinada por el desarrollo del proceso histórico- a eliminar las condiciones de explotación de una clase por otra: las relaciones económicas basadas en la propiedad privada de los medios de producción. Desde ese preciso instante la lucha por la liberación del proletariado se convierte en una tarea colectiva: por un lado, en una tarea comprensiva (conocer los mecanismos sociales de la explotación capitalista, fruto del estudio científico); por otro, una tarea política (actuación como clase en donde cada proletario no es más que una parte necesaria del todo).

Por tanto, si ello es así, como nosotros pensamos, sólo cabe centrarse en preparar la revolución proletaria desde el punto de vista subjetivo, es decir, desde la creación de las condiciones ideológicas y políticas del sujeto que tiene que llevar a cabo dicho proceso revolucionario para que, de acuerdo con las condiciones generales y particulares en donde se desarrolle la praxis revolucionaria, pueda concretarse de una manera efectiva la revolución proletaria. En ello debemos centrar el debate fundamentalmente.

La construcción o, mejor dicho, su reconstitución no puede ser obra del proceso en que se desarrollan las contradicciones del sistema capitalista, como así se ha creído y actuado durante mucho tiempo. Nuestro colectivo ha sido víctima -asumiendo los errores del pasado como ciertos- y verdugo -reproduciendo esta concepción como acertada- de este error común a muchas organizaciones comunistas en el proceso de construcción del sujeto revolucionario. Hemos reproducido la concepción cientifista del marxismo y la organicista del partido comunista que tanto daño han producido al desarrollo del marxismo como praxis revolucionaria.

El movimiento espontáneo de las masas no es otra cosa que eso, movimiento obligado de los obreros comunes por su empeoramiento de sus condiciones de vida y trabajo al servicio del capital. Esta fracción numerosa de la clase no conforma el germen de la revolución proletaria, sino el destacamento que seguirá a la zaga al movimiento revolucionario hasta su lenta pero paulatina incorporación mediante la praxis revolucionaria. Como decimos, la reconstitución del sujeto no es fruto del proceso, como se ha crecido durante tanto tiempo, sino obra consciente del elemento activo del prepartido, es decir de la vanguardia ideológica del proletariado, de su voluntad y certeza para reconstituir el sujeto revolucionario. Entender que dicho partido es fruto del proceso significa quedarse atrapado en el fetichismo del movimiento espontáneo de las masas, pues se constituye como el elemento determinante en la relación de las masas y la vanguardia, el que le indica que está maduro para asumir la dirección de la vanguardia, cuando ello no es más que puro idealismo basado en la  errónea percepción de que la revolución la hacen las masas dirigidas por el "partido" como destacamento de vanguardia separada de las masas: relación metafísica vanguardia/masas que antecede a toda concepción mecanicista de los dos elementos que constituyen cualquier realidad, ya sea material o social.
 

El partido como relación social

Hay que hacer un esfuerzo para lograr enterrar de una vez para siempre la concepción organicista del partido, es decir, la consideración de que el partido comunista es la estructura organizada de la vanguardia en torno a una línea política que acoja los principios del m-l y el análisis materialista de la realidad concreta. Esta concepción la consideramos errónea de principio a fin, y así se lo manifestamos a los camaradas de la UOC (MLM).

El partido es el destacamento organizado, de vanguardia y el jefe político de la clase obrera.[4]

    En el esfuerzo por construir el Partido Comunista Revolucionario de Colombia debemos vincularnos a las masas para fundir el socialismo con su movimiento espontáneo, de dirigir todas sus manifestaciones hacia el objetivo de la conquista del poder político.[5]

    Reafirmamos la exhortación a todos los comunistas revolucionarios en Colombia a ponernos de cara ante un periodo de trabajo tesonero por concretar la unidad de los comunistas revolucionarios en un solo Partido. Reafirmamos nuestra confianza en que este llamado será bien recibido por nuestros camaradas de otras organizaciones y todos los revolucionarios que en Colombia luchan por su construcción[6]

Hasta ahora hemos dicho que la IC es una necesidad para la organización del proletariado a nivel planetario, pues hunde sus raíces en un hecho objetivo, es decir, en el carácter internacional del trabajo como consecuencia de la internacionalización de las condiciones de la producción capitalista, aunque como una condición extraña a su propia conciencia colectiva, derivado, por  así decirlo, de su etapa de dependencia ideológica y política de la burguesía. Repetimos, eso no es todo ya que la IC es, además, una condición intrínseca de la naturaleza propia del proletariado como clase independiente de la burguesía, en donde no solo define su objetivo histórico sino que emplea su praxis revolucionaria para hacerla realidad como emancipación de la Humanidad, pues de lo que se trata es de eliminar las clases sociales. Por eso, el primer paso del proceso revolucionario es la reconstitución del Partido Comunista, el sujeto que lo va a dirigir, pues ello va a depender tanto del contenido como de la forma del proceso.

Entendemos que la concepción organicista del partido, que ha sido dominante en el seno del movimiento comunista, pertenece a un esquema antiguo de la construcción del partido, más propio del partido obrero que del revolucionario, todavía atrapado en la ideología pre revolucionaria que se centra en el fenómeno de la estructura de lo real que en su contenido entendido como relación social, aunque ha tenido de positivo que intenta escapar de la visión del mundo burgués pero sin conseguirlo en toda su amplitud al quedarse a medio camino: concibe al nuevo partido como un partido de clase (obrero) pero no de la clase (revolucionario), solo expresión de la vanguardia que se lo transmite a la clase considerándola como movimiento espontáneo.

Es muy importante para tal tarea tener claro que el Partido Comunista no puede ser considerado como la Vanguardia organizada políticamente, ya que ello es simplemente una parte, aunque la principal del proceso de reconstitución del partido. Hablamos de reconstitución pues hablar de la difícil pero simple constitución no nos sirve en las actuales circunstancias, dado que es necesario realizar un exhaustivo Balance del Ciclo de Octubre con el propósito de corregir y eliminar aspectos que se daban como correctos pero que se han ido demostrando erróneos, como por ejemplo el tema que estamos tratando, el tema del partido. Considerar la autoproclamación de la vanguardia como partido, como ha ocurrido en multitud de ocasiones, es un error monumental que ha tenido graves consecuencias para el Movimiento Comunista pues ha permitido que se desarrollaran y fortalecieran concepciones y prácticas claramente revisionistas y oportunistas en las filas de multitudes de organizaciones.

Como decimos, la existencia o no del partido no puede depender de la apreciación subjetiva de la vanguardia, sino del resultado objetivo de un proceso social entre la vanguardia y parte de las masas, en donde el elemento determinante es la ideología dado que constituye el cemento que va a fusionar y no simplemente unir las dos partes que conforman la reconstitución del partido como movimiento revolucionario que actúa sin dependencia del movimiento espontáneo de las masas pero aspirando a atraérselo mediante una línea de masas acertada basada en los principios de la revolución proletaria.

    Es misión del Partido llevar la conciencia socialista al movimiento obrero, guiar al proletariado al frente de las masas trabajadoras, a la conquista del poder político y construir, sobre las ruinas del viejo Estado reaccionario, el nuevo Estado de Dictadura del Proletariado[7]

De la lectura se deduce que el Partido es considerado la vanguardia de la clase con respecto a las masas, sin tener en cuenta que partido y vanguardia son dos realidades cualitativamente distintas. Efectivamente, el partido es la vanguardia de la clase, pero es otra cosa muy distinta a la vanguardia organizada. Al identificar el partido con la vanguardia organizada políticamente se está dando por entendido que entre vanguardia y masas no hay ningún intermediario y, por lo tanto, se puede establecer una relación directa de tú a tú entre ambas partes, cuando en realidad es a través de ese intermediario como se hace posible y efectiva la articulación política entre la vanguardia y masas para construir el partido. Hay que tener en cuenta que tanto la vanguardia como las masas  no son totalidades homogéneas, existen distintos niveles en su interior que los diferencian como partes de la totalidad, determinándose relaciones políticas específicas para resolver dichas diferencias.

Repetimos. Debemos desechar por completo esta errónea concepción para centrarnos en la idea del partido como relación social, relación que establece la vanguardia m-l con las masas, que se especifica como Línea de masas y, posteriormente, como Praxis revolucionaria. En este sentido, el partido es el sistema de relaciones sociales de la clase como praxis revolucionaria. Esta praxis es resultado de la multiplicidad de relaciones entre la vanguardia y los distintos niveles políticos de las masas cuando ya está constituido el partido, es decir, la fusión de la conciencia revolucionaria y el movimiento de la clase como clase para sí. Desde esa etapa del proceso de reconstitución del partido, la clase ya no sería la existencia de dos elementos separados (la vanguardia y las masas, el movimiento de la conciencia revolucionaria y el movimiento espontáneo de las masas), sino la unidad dialéctica de sus dos elementos como praxis revolucionaria que actúa para transformar la realidad social.

El Partido o, lo que es lo mismo, la relación social de la vanguardia y las masas como praxis revolucionaria, es lo que transforma a la clase como simple movimiento de masas en movimiento revolucionario. En este sentido, el partido transforma a la clase cualitativamente, de clase en sí en clase para sí, a la vez que la clase asimila a la vanguardia como parte integrante suya. 

Como nos encontramos en los principios de la reconstitución del partido allá donde no se haya producido, debemos centrarnos en la Vanguardia Ideológica (aspecto principal del movimiento revolucionario, resultado de la fusión práctica que se va reconstituyendo mediante la lucha de dos líneas en el seno de la Vanguardia y su Línea de masas (entre ella con una parte de las masas a través de la difusión del ml y su aplicación a los problemas concretos de la revolución proletaria (sistema de relaciones ideológicas, políticas y organizativas). La Vanguardia no puede esperar pacientemente a que las "masas" hagan explosivas sus relaciones económicas con la burguesía porque nunca ocurrirá el salto cualitativo de lo económico a lo político, como tampoco ocurrirá lo contrario, que la Vanguardia con acciones alejadas y no comprendidas por las "masas" va a conseguir que éstas sigan mágicamente la senda marcada por la "vanguardia" pues no hay ligazón ideológica y política ni organizativa, es decir, lo contrario al concepto de fusión que debe prevalecer entre las relaciones vanguardia - masas.


La dialéctica de la conciencia

El concepto de clase está determinado en un principio por las relaciones sociales de producción: aparece ante los individuos que se preguntan sobre ello como una totalidad abstracta. En este sentido, pertenecen a una clase aquellos individuos que realizan una determinada función a tenor del lugar que ocupan en la producción: es una determinación externa a la conciencia y voluntad de los individuos que les viene impuesta por su condición social. Pero esta determinación no abarca todavía la totalidad del concepto. Si todo concepto es expresión de una realidad material o social, fruto de relaciones objetivas, en el caso del concepto clase social es fruto de las relaciones sociales entre distintas clases y entre los elementos que conforman las clases; lo que define a los pertenecientes a una clase no es su lugar en la producción, sino su posición ante las condiciones de la producción. La clase es tal en la medida que es totalidad en acción, y la pertenencia a esa clase ya no depende de la función que realiza sino de la posición que adopta como parte de la clase.

    Así, conforme disminuye progresivamente el número de magnates capitalistas que usurpan y monopolizan todos los beneficios del proceso social de producción, crece la masa de la miseria, de la esclavización asalariada, de la degeneración, de la opresión y la explotación; pero crece también la rebeldía de la clase obrera, aleccionada, unificada y organizada por el mecanismo del propio proceso capitalista de producción.[8]

    Todas estas teorías tienen una esencia revisionista común: conciliar con el imperialismo, impedir la unión de las principales fuerzas de la sociedad contra el imperialismo, apagar el ímpetu revolucionario de las masas obreras y campesinas en los países oprimidos, en fin, estropear la verdadera lucha antiimperialista.[9]

    La razón principal de la tardanza del triunfo revolucionario en los países imperialistas, está en la situación de postración del movimiento obrero durante casi un siglo, escindido por el imperialismo, relegado a un lugar sin importancia social por la socialdemocracia, engañado y desgastado en la lucha parlamentaria por una revolución deformada en movimiento democrático burgués contra los "excesos" del capital monopolista, abatido y amordazado por la traición y degeneración oportunista de sus partidos en cada país, por el peso que tuvo entre los comunistas la línea errónea de condicionar el triunfo de la revolución en los países imperialistas, a la victoria en los países oprimidos.[10]

    Como es oportunismo de "izquierda" desconocer que la fuerza objetiva del movimiento de masas contra el sistema capitalista, contra el dominio de los monopolios y el capital financiero, es de hecho, una tendencia incipiente hacia la conciencias de la necesidad de derrotar y sepultar al imperialismo.[11]

No se puede perder de vista para sacar conclusiones sobre este aspecto una cosa importante, a saber: dentro de la clase obrera existen dos esferas de conciencia, la espontánea (masas) y la revolucionaria (vanguardia), y dentro de la espontánea, la inconsciente (amplias masas) y la consciente (determinadas masas). Las amplias masas forman parte de la clase (es una condición objetiva) pero no por ello tienen conciencia de clase, ni mucho menos conciencia revolucionaria, ya que ello es fruto del conocimiento científico de la realidad social y de la aceptación de una teoría revolucionaria. Lo que determina su nivel de conciencia es su posición política, que depende no de su actividad reivindicativa sino de su comprensión del proceso histórico como un proceso de lucha de clases y su resolución ligado a sus intereses de la clase a la que objetivamente pertenece. Por eso, si esto no está claro, la comprensión y aceptación de la propaganda revolucionaria difundida por la vanguardia no tiene de por sí un impacto positivo, si no está posicionada la conciencia políticamente, lo que excluye a las amplias masas, si no es a través de la intermediación de una parte de la clase: los que tienen conciencia de clase. Este es el proceso general de la formación de la conciencia, proceso en donde el proletariado va elevando su nivel de conciencia.

La conciencia de la clase se puede considerar, a grandes rasgos, el sistema ideológico que da lugar a una representación organizada de las condiciones de existencia del ser humano con su entorno natural y social que le condiciona y, sobre todo, los medios para transformarlo con el objeto de adecuarlo a sus necesidades. La premisa de la conciencia de clase proletaria en el capitalismo es la aceptación y asunción de que la sociedad está dividida en clases sociales determinada por las condiciones en que producen sus bienes materiales. Dichas clases chocan y se enfrentan por la defensa de sus intereses, que en el caso de la burguesía y el proletariado son además irreconciliables, condición de su lucha como reflejo de la contradicción fundamental del capitalismo entre el carácter social de la producción,  fruto del desarrollo de las fuerzas productivas, y el carácter privado de la apropiación, consecuencia de la propiedad privada capitalista de los medios de producción.

La explotación económica a que está sometido el proletariado no es germen o condición de la conciencia de clase, puesto que como hemos dicho ésta no está dada sino que se hace a través de un proceso de interiorización de la teoría marxista de la lucha de clases. Ello es así porque, por un lado no se podría explicar que un no obrero pudiese adquirir conciencia de clase proletaria, lo cual no es cierto dado que la citada conciencia tiene su expresión práctica como posición política, la cual no depende de la pertenencia a una clase sino de su praxis; y, por otro lado, si la conciencia de clase fuera innata en los obreros por ser obreros, todos estos por ser explotados la tendrían latente hasta que se desplegase en el transcurso de su vida social a través de su actividad de manera espontánea o natural.

Lo característico de la conciencia de clase en el capitalismo es que dicha representación ideológica no puede adquirirla el proletariado de manera espontánea mediante su lucha reivindicativa de carácter económico si no va unida a una mínima comprensión de la teoría marxista de la lucha de clases, que se va asumiendo a través de un proceso intelectual impulsado por la voluntad del individuo interesado en aprehender dicha teoría. Sin este proceso intelectual, teórico, la lucha espontánea se queda en una mera lucha reivindicativa sin ningún rescoldo, pues cesa la acción tal cual empezó hasta que comienza una nueva que se repite exactamente como el proceso anterior.

Si no existe conciencia de clase, las orientaciones y dirección que le puede impulsar la vanguardia revolucionaria a la lucha espontánea no aportan elementos políticos para la formación de la conciencia si no va acompañado del proceso educacional de la teoría marxista de la lucha de clases que no se aprende como expresión del proceso de la lucha espontánea, economicista. En otras palabras, esa conciencia le viene de fuera del movimiento espontáneo, de la convicción de que la lucha de clases es necesaria pues constituye el motor de los cambios sociales y, sobre todo, la condición de la liberación del proletariado si está guiado por la teoría marxista de la revolución. En la formación de la conciencia de clase es fundamental que el individuo asimile y haga suyo que su actividad está sujeta a los intereses económicos de su clase, pues él no es si no parte de la clase a la que pertenece. En este proceso de formación y asimilación de la conciencia de clase se van creando los elementos ideológicos y políticos que desligan y desechan la estrecha concepción práctica de la lucha por sus intereses económicos, por defender sus condiciones de vida y trabajo sin atender a la clase a la que pertenece. Ello no es posible sin tener en su cabeza el concepto de clase como sustituto de obrero: es el salto cualitativo en el concepto y la práctica social de obrero para convertirse en clase.

Otra cosa muy distinta es que una vez reconstituido el partido (movimiento revolucionario), éste ya si dirige a las amplias masas para con su dirección ir a la conquista del poder político puesto que va liberando espacios políticos y desarrollando centro de poder proletario ejerciendo su propio poder frente al poder de clase de la burguesía centralizado en los aparatos del Estado burgués.


La dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo

Cualquier construcción mental es una burda especulación del pensamiento, una pura ficción, si no tiene su base en la realidad material. Por ejemplo, la producción del socialismo científico como cosmovisión y teoría de la revolución proletaria no se podría haber formulado si no existiera el capitalismo. Sin embargo, que el capitalismo se haya desarrollado hasta el imperialismo, no implica que el socialismo esté a la vuelta de la esquina debido a la tendencia del desarrollo capitalista hacia la Revolución Proletaria Mundial: pensar de esa forma sería determinismo histórico. Para que ello sea posible en el tiempo hace falta la existencia y desarrollo del elemento consciente, es decir, el Partido Comunista como hemos dicho anteriormente, esto es, fusión y no unión del socialismo científico y las masas explotadas en movimiento revolucionario. La importante diferencia entre fusión y unión es lo que nos va a aportar los elementos ideológicos para la comprensión de la esencia del Partido Comunista como sujeto revolucionario, puesto que la fusión no es la mera unión, entendida como suma cuantitativa (relación externa de los dos elementos), sino el proceso de transformación de los elementos (vanguardia proletaria y masas explotadas) que da como resultado una cualidad distinta.

Con la unión no se contempla a las masas, a determinadas masas, como parte del Partido, mientras que en la fusión si se la contempla, ya que es parte integrante, transformada, de la nueva sustancia, el partido comunista. En la unión, a lo que se aspira es a conseguir que el "partido" ya constituido como la vanguardia organizada políticamente dirija a las masas, mientras que en la fusión las masas forman parte integrante del Partido mediante la praxis del movimiento revolucionario. Esto hay que tenerlo en cuenta si lo que se trata es de comprender correctamente la dialéctica entre lo objetivo y lo subjetivo en el proceso de 1) construcción del sujeto, y 2) transformación de la realidad social, objeto del sujeto revolucionario, lo cual no se puede dar sin ese sujeto dado que el movimiento de la vanguardia y de las masas no está fusionado, esto es, no existe como movimiento revolucionario, lo que significa que no hay praxis revolucionaria, sino movimiento de la conciencia crítica de la vanguardia y movimiento espontáneo de las masas. Esto es lo que no se comprende por parte de los camaradas de la UOC (MLM) a tenor de los documentos elaborados. 

    La revolución no es el producto de los deseos subjetivos de los comunistas, sino de la unión de la rebeldía y la fuerza espontánea demoledora de las masas con el plan consciente de los comunistas.  Si la táctica de los comunistas no encaja en la realidad y se encuentra divorciada de la lucha revolucionaria de las masas, sus consignas y llamadas terminan convertidas en frase hueras y deseos candorosos sobre el futuro luminoso.[12]

    … Huelga Política de Masas es objetivamente la lucha del movimiento de masas, no contra un patrón o conjunto de patronos, sino contra el Estado y las medidas políticas de los gobernantes, por el contenido económico y político de sus reivindicaciones comunes a amplios sectores del pueblo,…[13]

    Las HPM no dependen de los deseos subjetivos de los revolucionarios sino que son formas históricas de lucha que obedecen a la exacerbación de las contradicciones económicas, políticas y sociales creadas en condiciones como la actual,…[14]

La tendencia principal del movimiento de masas es hacia la HPM. [15]
 
La tendencia objetiva ascendente del movimiento de masas hacia la generalización de las HPM es en la actualidad la forma de lucha base de la táctica revolucionaria para dirigir el movimiento en la conquista de sus reivindicaciones inmediatas, para lograr el máximo avance ahora en la perspectiva revolucionaria de demoler el poder político y económico de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo, aprovechando la división, inestabilidad y desprestigio de  los  gobernantes.[16]

El actual sigue siendo un período táctico de preparación y acumulación general de fuerzas para la revolución, un período para fortalecer la confianza de las masas en el poder que emana de sus propias fuerzas, para reorganizar las filas de las clases revolucionarias, para reorganizar las filas de las clases revolucionarias, para organizar el Partido de vanguardia del proletariado y bajo su dirección el Frente de clases basado en la alianza obrera-campesina y el ejército popular como parte del pueblo armado .[17]

La política de Reestructuración del Movimiento Sindical es conscientemente promovida y defendida por los revolucionarios en miras a una verdadera Central Sindical Revolucionaria.[18]

    La línea de Reestructuración del Movimiento Sindical es una posición correcta porque se corresponde con la realidad objetiva del movimiento, responde al propósito consciente de no pocos sectores de base, cuenta con el potencial respaldo de las nuevas organizaciones de obreros tercerizados de hecho tratados como "ilegales" por los patronos y el gobierno, de viejas organizaciones que pueden retornar al camino correcto y de la mayoría de obreros que están por fuera del movimiento sindical.[19]

    El plan general de la Táctica revolucionaria en este período, que en esencia es el plan de construcción del Partido, hace necesarias varias tareas a la vez, no como tareas paralelas sino íntimamente relacionadas. La construcción y desarrollo de la organización de los m-l-m de Colombia - que implica la discusión programáticas en sus filas - no puede hacerse sino en medio de la lucha por dirigir revolucionariamente el movimiento espontáneo de las masas, a la vez que como parte de la lucha por construir la unidad internacional de los comunistas. En otras palabras, la tarea central de la Táctica Revolucionaria en todo el período ha conjugado distintos procesos inseparables: la unión de todos los m-l-m en un solo partido, la unión de todo el pueblo en una gran huelga política de masas, y la unión de los m-l-m en una sola organización internacional. [20]

El marxismo es una ciencia, la ciencia de la revolución proletaria. Esta ciencia se apoya en la concepción dialéctica del mundo, el Materialismo Dialéctico, que concibe las cosas en continuo movimiento propulsado por sus contradicciones internas, que constituyen las causas de sus cambios internos. La aplicación de esta concepción al conocimiento y transformación de la sociedad nos aporta el Materialismo Histórico, que concibe las condiciones de producción la base de las formas de vida y pensar de cada sociedad concreta y la lucha de clases el motor del proceso histórico, los cambios de unos modos de producción a otros.

Con el análisis profundo de Marx y las aportaciones importantísimas de Engels, ambos contribuyeron de una manera decisiva al conocimiento de la estructura económica del régimen capitalista de producción, así como al papel que el proletariado va a desempeñar en dicho régimen. Para ello contribuyó de una manera decisiva el descubrimiento teórico de dos aspectos: 1) que en las sociedades divididas en clases el trabajo humano tiene un doble carácter de clase (por un lado, como trabajo concreto, productor de valores de uso; por otro lado, como trabajo abstracto, productor de valores de cambio), esencial para producir el concepto plusvalía y el desentrañamiento de que el trabajo humano, en determinadas condiciones sociales, constituye el contenido del valor, es decir, la fuente de donde emana la explotación del trabajo ajeno, y 2) que la fuerza de trabajo asalariado también adquiere un doble carácter (por un lado, como productor dependiente del capital y creador de plusvalía para el capital; por otro lado, como creador de condiciones materiales y espirituales independientes del capital) que en determinadas condiciones ligadas al desarrollo político de la clase en consonancia al desarrollo material del capital hay un salto cualitativo para que se produzca el concepto sujeto revolucionario y el desentrañamiento de que el proletariado al constituirse como clase revolucionaria, síntesis de la conciencia y la acción de clase como praxis revolucionaria, es la condición de donde emana la transformación de la sociedad capitalista hacia el comunismo.

La correcta o incorrecta comprensión de este segundo aspecto es lo que determina la delgada línea entre ml y otras teorías no ml sobre la construcción del partido de nuevo tipo y el modo en que establece su estrecha relación con las amplias masas obreras y populares para hacer realidad la revolución proletaria. Las distintas versiones revisionistas consideran que la clase obrera adquiere su "conciencia revolucionaria" a través del propio desenvolvimiento de las lucha de clases, ya que entienden que la conciencia revolucionaria, necesaria para participar conscientemente en el proceso revolucionario, está dado en la conciencia del obrero de por sí,  puesto que es depositario de esa conciencia que en su participación directa va desvelándose por su propia acción junto a otros compañeros de clase y por la propaganda y agitación de los principios generales de la teoría marxista como labor del partido constituido. Sin embargo la realidad es otra cosa muy distinta ya que el obrero medio solo puede aspirar a consolidar una conciencia de clase puesto que la conciencia revolucionaria es fruto de una comprensión, asimilación y puesta en práctica de la lucha de clases, es decir, aportada desde fuera del movimiento político reformista de una parte de la clase. La conciencia revolucionaria entre los sectores más avanzados de las masas sólo puede ser creada a partir de la teoría de vanguardia como síntesis de la vanguardia política del proletariado y parte de las masas que siguen la línea general de la revolución como movimiento revolucionario.

Estamos de acuerdo que la conciencia revolucionaria está formada por la creencia y práctica del papel de la lucha de clases en el desarrollo histórico de la sociedad y el papel concreto del proletariado en la construcción de una nueva sociedad que elimine las condiciones de existencia de las clases sociales. También estamos de acuerdo que la conciencia de clase proletaria es la pertenencia consciente a esa clase, es decir, la asunción de que tiene que asumir el papel de individuo de esa clase como clase social, actuar colectivamente como individuo de esa clase. Tanto un tipo de conciencia como otra no puede ser adquirida como resultado del proceso de la lucha espontánea si no está unida necesariamente a la comprensión del papel de las clases en la lucha de clases, esto es, se asume los principios del socialismo científico.

Y esto es lo que no tiene en cuenta la UOC (MLM), a nuestro entender, por lo expresado en los párrafos que hemos reproducido, aunque hay muchos más. No sitúan el aspecto esencial para la formación de la conciencia de clase, estadio intermedio para la formación de la conciencia revolucionaria, en la toma de posición política, es decir, en la comprensión, asimilación y aceptación de los principios del socialismo científico sino en el desarrollo de las condiciones materiales en que vive el ser social, en la exacerbación de las contradicciones sociales. Se sitúa en la condición externa (realidad material) en lugar de la condición interna: la teoría marxista y la experiencia histórica de la lucha de clases.

Con ello se cede a la concepción espontaneísta de la formación de la conciencia de clase debido a la excesiva valoración que se le da a la lucha economicista, otorgándole a las amplias masas una cualidad que no poseen pues el "ímpetu revolucionario" que se observa sólo puede ser fruto de la maduración de una posición y una práctica políticas a partir de la asimilación de la teoría marxista. En la formación de la conciencia revolucionaria no tienen nada que ver las condiciones materiales de existencia del individuo o clases, puesto que ello depende de la asimilación y puesta en práctica de la teoría marxista. Por eso, tanto burgueses, proletarios o campesinos pueden adoptar individualmente una posición de clase revolucionaria sin que la extracción de clase sea determinante, dependiendo para ello sólo de la voluntad y la predisposición del individuo. Otra cosa muy distinta es qué clase puede y tiene que acometer la revolución socialista. Lógicamente la burguesía no puede acometer dicha tarea por ir contra sus intereses como clase. Sólo puede acometerla la clase que no tiene nada que perder por no tener ninguna propiedad social.

El desarrollo del capitalismo en su actual etapa imperialista ha conseguido, entre otros aspectos, convertir a la organización básica de la clase obrera, el sindicato, en un aparato más del Estado burgués para encuadrar y disciplinar a los obreros en el cumplimiento de los planes de la economía capitalista. Un tipo de sindicato obrero más propio de la política reformista que de la revolucionaria como se pone de manifiesto en la evolución del desarrollo capitalista, que ha cumplido una etapa histórica mientras no se ha configurado una etapa superior de la construcción del partido de nuevo tipo. La función del sindicalismo moderno está más ligada a las funciones de los distintos aparatos del Estado burgués bajo el dominio actual del capital financiero: planificar la economía a nivel mundial en donde los obreros son una pata de las fuerzas productivas.

Tampoco se puede caer en el error, muy común de la argumentación revisionista, de separar políticamente  a los jefes de las bases de estos aparatos sindicales, pues tanto unos como otros defienden los mismos intereses materiales: el de la aristocracia obrera. Los jefes, élites de los sindicatos, y las bases, masas sindicales, forman una unidad en la defensa del sistema capitalista, aunque con diferentes funciones: los primeros, dirigiendo la conciliación de clases mediante el pacto social; los segundos, poniendo en marcha los acuerdos alcanzados entre los trabajadores no sindicalizados, esperando recibir alguno prebenda que les otorgue la patronal.

¿Quiere decir esto que no se debe hacer trabajo comunista en los sindicatos? No, lo que quiere decir es que el sindicato no se puede entender como una estructura obrera que puede desarrollarse como escuela de comunismo pues ello es imposible dado la naturaleza y funciones de la estructura sindical que cumple en la etapa imperialista. El sindicato obrero es fruto de una etapa histórica del capital, organización propia de la formación de la clase en sí, de acuerdo a la organización política de esa etapa: el partido obrero. La etapa actual no se corresponde con dicha organización, sino con la organización del Partido Comunista como movimiento revolucionario y la línea de masas y estructura organizativa apropiada a esta etapa histórica.


Conclusiones

A pesar de no ser exhaustivo en nuestras apreciaciones, creemos que es interesante haceros llegar nuestros desacuerdos con determinadas posiciones pues ello puede propiciar un valioso debate ideológico en torno a la concepción general del marxismo y a aspectos particulares de esta teoría general, en concreto sobre la construcción del partido comunista, el proceso de formación de la conciencia proletaria y la consideración marxista sobre las masas explotadas, en concreto el proletariado, y su papel en la revolución socialista.

No podemos ocultar que aún estando de acuerdo con muchos aspectos de vuestras posiciones ideológicas, no compartimos algunos planteamientos que consideramos erróneos que pueden perjudicar la línea general de vuestra organización, como por ejemplo:

1) Una influencia determinista en la concepción y valoración de la RPM, pues se la da una excesiva preponderancia a la tendencia objetiva de la decadencia del imperialismo; dejando en un segundo plano la formación del sujeto revolucionario que dará al traste con el sistema capitalista. Esto es debido, fundamentalmente, a la incomprensión de cómo se construye el partido comunista, ya que no se tiene una idea clara del propio concepto.

2) Una influencia obrerista que se pone de manifiesto en la valorización del movimiento espontáneo de las masas, considerándolo revolucionario por el hecho de luchar contra la explotación. Esto es debido a la incomprensión del proceso de transformación de la clase en sí en clase para sí.

  

Colectivo por la Reconstitución del Comunismo

Mayo 2019


[1] UOC (MLM): Negación de la Negación 5. Propuesta de Formulación de una Línea General para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional. Agosto 2016pág. 20.
[2] Ibídem, pág. 21.
[3] Ibídem, pág.16.
[4] Ibídem, pág. 140.
[5] UOC (MLM): Negación de la Negación, 2: Compendio de Línea de masas. 1- Consideraciones generales. Mayo de 2003, pág. 4
[7]  UOC (MLM): Negación de la Negación 5. Propuesta de Formulación de una Línea General para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional. Agosto 2016,pág. 140.
[8] Ibídem, pág. 17.
[9] Ibídem, pág. 31.
[10] Ibídem, pág. 63.
[11] Ibídem, pág. 66.
[12] http://blogrevolucionobrera.blogspot.comSobre la vigencia de las huelgas políticas de masas. Diciembre 2018.
[13] Ibídem.
[14] Ibídem.
[15] UOC (MLM): Situación actual, Táctica revolucionaria y Tarea de los comunistas. Agosto 2017, pág. 19
[16] Ibídem. pág. 21.
[17] Ibídem. pág. 21.
[18] Ibídem. pág. 23.
[19] Ibídem. pág. 23.
[20] Ibídem. pág. 31.
 


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Por Lmm/LukyMÁ. : 


[[ "",... 2) Una influencia obrerista que se pone de manifiesto en la valorización del movimiento espontáneo de las masas, considerándolo revolucionario por el hecho de luchar contra la explotación. Esto es debido a la incomprensión del proceso de transformación de la clase en sí en clase para sí.


  

Colectivo por la Reconstitución del Comunismo

Mayo 2019


[1] UOC (MLM): Negación de la Negación 5. Propuesta de Formulación de una Línea General para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional. Agosto 2016pág. 20.
[2] Ibídem, pág. 21.
[3] Ibídem, pág.16.
[4] Ibídem, pág. 140.
[5] UOC (MLM): Negación de la Negación, 2: Compendio de Línea de masas. 1- Consideraciones generales. Mayo de 2003, pág. 4
[7]  UOC (MLM): Negación de la Negación 5. Propuesta de Formulación de una Línea General para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional. Agosto 2016,pág. 140.
[8] Ibídem, pág. 17.
[9] Ibídem, pág. 31.
[10] Ibídem, pág. 63.
[11] Ibídem, pág. 66.
[12] http://blogrevolucionobrera.blogspot.comSobre la vigencia de las huelgas políticas de masas. Diciembre 2018.
[13] Ibídem.
[14] Ibídem.
[15] UOC (MLM): Situación actual, Táctica revolucionaria y Tarea de los comunistas. Agosto 2017, pág. 19
[16] Ibídem. pág. 21.
[17] Ibídem. pág. 21.
[18] Ibídem. pág. 23.
[19] Ibídem. pág. 23.
[20] Ibídem. pág. 31.
 

1 comentario:

  1. lukymalaga12 de febrero de 2021, 15:40 ( se han perdido, parte del texto,...¡¡??¡¡;... No importa, está, en el archivo, trabajo ¡¡¡¡.

    HOLA DE Lmm/editor, de lukyrh.blogspot.com // os hemos mandado este trabajo, por email ¡¡. :
    A.- ) EL ESTADO OTAONUISTA, FORMADO POR EURACA, EE.UU.N., LA OTAN,….Y CENTE OS DIVERSOS Y ESTRUCTURAS DE ACUERDOS INTER-IMPERIALISTAS-DE BLOQUES-POTENCIAS,…COMO EL CONSEJO RUSIA/OTAN,….Y DE RF DE RUSIA, CON ACUER ) PUESTAS YA ESTAS BASES,…RESULTA QUE LA EURACA, NO ESTÁ DE ACUERDO CON QUE SEA CATALUÑA UN ESTADO INDEPENDIENTE,…
    A.2.- O, MEDITERRÁNEO,…ETC,…
    A.3.- TAS DE QUE UN ESTADO INDEPENDIENTE FUERA CUASI ALIADO A ELLOS,…TENDRÍAN UN PIE EN LA EURACA,…¡¡¡¡¡. [[ — ASÍ, RUSIA, TENDRÍA, SIRIA-CATALU ÑA ESTADO INDEPENDIENTE REPÚBLICA, Y LA RP CHINA, TENDRÍA PRESENCIA EN EL MEDITERRÁNEO, CON PUERTOS Y AEROPUERTOS, PARA SUS DIVERS OS MEDIOS DE TRANSPORTES,…DE MERCANCÍAS DIVERSAS, MILITARES,..ETC,… — ]].
    ADO OTANONUISTA, TENDRÍA UN REACOPLAMIENTO,…LA COSA ES ALCANZAR DENTRO DE ESE ESTADO MUNDIAL-MULTI-IMPERICAPITALISTA, LA CABEZA,…DONDE HASTA HOY EN DÍA ESTÁ SITUADA, AÚN, LOS USA/ESTADOUNIDENSES,…SIENDO A LA VEZ, EL LÍDER DE LA OTAN,…Y SE PUEDE DECIR DE LA ONU,…YA QUE IMPONE SUS PRETENSIONES,…Y SI NO LO CONSIGUE,….PUES MONTA UNA COALICIÓN,…LA LLAMAN COMUNI DAD INTERNACIONAL,…Y A GUERREAR, ATACAR A UN O A MÁS PAÍSES,…ETC,…¡¡¡¡, Y TO-ER-PERSONÁ-TUTI-CONTENTI-HA-HABLADO-EL GRAN JEFE/LÍDER GLOBAL ,…GLOB LES DE BASES Y PUESTOS POLÍTICOS-MILITARES-ECONÓMICOS-DIPLOMÁTICOS, EN EL MUNDO MUNDIAL,….Y UNA CAPACIDAD MILITAR QUE SUPERA CON CRECES AL DEL CONJUNTO RESTANTE, ASÍ, COMO DOS/TRES VECES,….CON MÁS DE TRES MILLONES DE SOLDADOS,…ETC,…Y UNA POTENCIA ECONÓMICA CONTROLADA DIRECTAMENTE DE MÁS DEL 20 POR CIENTO DEL TOTAL MUNDIAL: +,– , UN 22%., SI MAL NO RECUERDO AHORA. — ES SOLO MIRAR EN LA MÁQUINA O MIS DOCUMENTOS-ARCHIVO,…¡¡¡¡, LA EURACA DE LOS 15, TIENE SOBRE UN 16 POR CIENTO,…LA RP CHINA, SOBRE 12/15 %,…¡¡¡¡. — PERO NO SE OLVIDE,…LOS CAPITALES FINANCIEROS ESTÁN ENTRELAZADOS,…Y LOS ACCIONISTAS, INVERSORES,…YA CADA VEZ ESTÁ EN MENOS CONTROL, DE SUS DIGAMOS TITULARES,…LA MÁQUINA INVERSORA Y PRODUCTIVA-DISTRIBUIDORA DE RIQUEZAS CREADAS, ES CASI AUTÓNOMA,…GLOBALMENTE ACTUANDO,…CON PLANES QUINQUENALES, O SIMILARES,…¡¡¡¡.

    B.1.- ) ASÍN,…QUE LAS ELECCIONES TIENEN CIERTA IMPORTANCIA,…PERO SIGUE SIENDO UN ASUNTO POLÍTICO DOMÉSTICUS,…ARGO DE GEOPOLÍTICA HAY POR MEDIO,…PERO NO TANTO,….Y CATALUÑA, ES UNA NI-ANTEPROYECTO DE ESTADO-INDEPENDIENTE,…NO TIENE PODER ORGANIZADO, PARA TAL EVENTO, Y PARA TAL POSIBILIDAD,…¡¡¡¡. POR ELLO, GANE QUIEN GANE SERÁ PARA VER, QUIENES SAQUEAN MEJOR LAS PLUSVALÍAS QUE HAYA QUE REPARTIR, QUE LAS DECIDE EL GOBIERNO CENTRAL Y LA EURACA CON SU CONSEJO Y COMISIÓN EUROPEA,…ADIOS MI DINERO, SEÑORES INDEPENDENTISTAS Y NO INDEPENDENTISTAS CONSTITUCIONALISTAS/HISPÁNICUS DIVERSUS-ESPÍRITU/78,…¡¡¡. ¡¡ DEJAROS YA DE PANTOMIMAS Y DE FALACIAS,…Y DE METER MIEDOS DE DIVERSAS ÍNDOLES,…¡¡¡¡. — SOBRE EL PROBLEMA DE ROMPER ESPAÑA, POR PARTE DE LOS CATALANES ANTI-ESPAÑA,…ETC,… — ¡¡¡. GRACIAS PORTÓ,…¡¡¡¡. Lmm/LukyMÁ. PORTAVOZ DEL «»GRUPO PROLETARIO»» ( G.C.P. INTERN. DE MÁLAGA. «NUEVO». – 2.000 – .).

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  1. Y CATALUÑA, ES UNA NI-ANTEPROYECTO DE ESTADO-INDEPENDIENTE,…NO TIENE PODER ORGANIZADO, PARA TAL EVENTO, Y PARA TAL POSIBILIDAD,…¡¡¡¡. POR ELLO, GANE QUIEN GANE SERÁ PARA VER, QUIENES SAQUEAN MEJOR LAS PLUSVALÍAS QUE HAYA QUE REPARTIR, QUE LAS DECIDE EL GOBIERNO CENTRAL Y LA EURACA CON SU CONSEJO Y COMISIÓN EUROPEA,…ADIOS MI DINERO, SEÑORES INDEPENDENTISTAS Y NO INDEPENDENTISTAS CONSTITUCIONALISTAS/HISPÁNICUS DIVERSUS-ESPÍRITU/78,…¡¡¡. ¡¡ DEJAROS YA DE PANTOMIMAS Y DE FALACIAS,…Y DE METER MIEDOS DE DIVERSAS ÍNDOLES,…¡¡¡¡. — SOBRE EL PROBLEMA DE ROMPER ESPAÑA, POR PARTE DE LOS CATALANES ANTI-ESPAÑA,…ETC,… — ¡¡¡. GRACIAS PORTÓ,…¡¡¡¡. Lmm/LukyMÁ. PORTAVOZ DEL «»GRUPO PROLETARIO»» ( G.C.P. INTERN. DE MÁLAGA. «NUEVO». – 2.000 – .).

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  2. HOLA DE NUEVO,... de Lm :,...ni compito, con nadie,...ni quiero ningun tipo de poder,...ni ná de ná,...es solo intelectualidad prolet, der rebalae malagueño, del alboran , de la euraca y der mundo-mundial,...no, nos explayamos,...ellos los de colectivorc.org-germenrojo-web,...nombre,...y de vosotros como orga,...nosotros vamos a nuestro ritmo,....marcado desde hace décadas,...+,--, unas cinco ¡¡??¡¡. : La fase imperialista del capital, como resultado del desarrollo objetivo del proceso de producción capitalista, impulsa de una manera general el carácter universal de la Revolución Proletaria Mundial (RPM). Ello no suprime, sino que hace más necesario, que la revolución proletaria se realice en cada país, debido a la organización nacional del proceso de producción capitalista que entra en competencia con la cada vez más internacionalización de la producción impulsada por los mecanismos del desarrollo capitalista, siendo su motor el capital monopolista que hace que en su actuación haya una mayor concentración y centralización de los medios de producción, transcendiendo las barreras que imponen las fronteras nacionales, lo que hace que se conjugue dialécticamente el carácter universal de la revolución proletaria con el carácter particular de su realización. Con ello se cumple los dos aspectos que define a toda contradicción - --- LUKY : [[[[ ESTO ES UN GALIMATIAS,...DICE UNA VALORACION/PROPUESTA Y LO CONTRARIO ¡¡¡. LA REVOLUCIÓN SOCIAL DE LA HUMANIDAD, PROLET POPULAR MULTIPOPULAR ES UNIVERSAL E INTERCULTURAL,...Y NO ANALIZAN NI MENCIONAN LA REALIDAD DEL ESTADO IMPERICAPITALISTA/MULTI-IMPERICAPITALISTA : OTANONUISTA,..¡¡¡¡. ]]]] --- : ,...//.... ( VER ESTE MISMO ARCHIVO, SOBRE LA CUESTION, DE LAS ELECCIONES EN CATALUÑA,...¡¡ ). Lmm . 1h. española, de 13 Febrero de 2.021

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