domingo, 6 de diciembre de 2020

"" CUASI ME OBLIGARON A ENTRAR EN LA OC-BR "", YO APOSTÉ POR EL PC-UR,...Y LA UML,...-- LA UELEEME -- Y LA UNIÓN COMUNISTA COMITÉS OBREROS,...CON LA PERSPECTIVA DE LA REVOLUCIÓN SOCIAL MUNDIAL,...¡¡¡¡.

PARA CONSEGUIR IMPLEMENTAR LA REVOLUCIÓN SOCIAL PROLET-POP. UNIVERSAL,....YO APOSTÉ POR LA UNIÓN MARXISTA LENINISTA,...ANTES CONOCIDA COMO OCTUBRE,...ORGANIZACIÓN-COMUNISTA,.....YO LA NOMBRABA COMO LA-UEMEELE,...¡¡¡¡. YA HE COMENTADO EN ESTE BLOG,....DE QUE ME CAÍAN BIEN,....Y ESTABAN MÁS AVANZADOS EN TEORÍA Y FORMACION MARXISTA, QUE EL PC-UR,......AHORA EL PC-UR,.....FUE MI REALMENTE, MI ORGANIZACIÓN,... EN ESTE CASO LLAMADO PARTIDO,.....YO VEÍA QUE CON LOS AÑOS SE IBAN MUCHXS CAMARADAS,...BIEN SIENDO EN LA OC-BR,.....BIEN EN EL PC-UR,.....BIEN EN LA UML,....BIEN EN LA U.C.C.O.,....DESDE FINALES DE 1.981,...LA ORGANIZACIÓN SEGUÍA,....PERO NO SE DECIR EXACTAMENTE,....COMO ESTABAN,.....YA QUE UN GRUPO,.....CREO, QUE FUIMOS EXPULSADOS,.....U NOS FUIMOS,...¡¡??¡¡. YO NO ME FUI DE LA UNIÓN COMUNISTA COMITÉS OBREROS,....CREO QUE LO MISMO QUE ENTRÉ EN LA OC-BR,....LA ANDALUZA-MURCIANA,... + -- , SALÍ O ME ECHARON, O PASARON DE MÍ,...EN LA ORGA UCCO,.......¡¡¡¡.


LXS QUE OFICIALMENTE SE QUEDARON TAMPOCO HABLARON NÁ DE NÁ CONMIGO,.....QUIZÁS NO TENÍAN NÁ QUE DECIRME,.....POS SERÍA MUY MACHISTA,.....¿¿ SOLAMENTE POR ESO,....??. ( SE DIÓN UN REVUELO EN LA ORGA,...... EN MÁLAGA SE DIERON LOS TÍPICOS BLOQUESITOS-CLANES,.......YO ESTABA EN AGI-PRÓ,.....Y LO DEFENDÍA A MUERTE,.....-- ESOERA ASÍN,....COBRARA UNO COBRARA,......YA ESOS DOS MESES, NO COBRÉ NADA,...NO PASANADA,.....PERO ESAS MAQUINARIAS ERAN PÁ LA LUCHA DE LA CLAE PROLET-POPULAR, ESO PENSABA,.....PERO EL MISMO JOSÉ"",......VINO UN DÍA AL LOCAL-TALLER,....Y ME DIJO QUE LES ENTREGARA LAS LLAVES A LOS OFICIALISTAS,....QUE MIREN POR DONDE ERA REPRESENTADOS POR LA ENFERMERA,.....DE CUYO NOBRE DE GUERA, AÚN NO ESTOY DECIDIDO A DECIRLO,....PERO ERA COLEGA, AL MENOS DE CAMA, DE DICHO AMIGOJOSÉ"", QUE SEGÚN TODO EL MUNDO,...ERA, CON ""ELTENIENTE"" LOS QUE MANDABAN EN MÁLAGA-ANDALUCÍA¡¡¡??¡¡¡¡.; CON LA HERRAMIENTA Y DOS MESES DE CONFINACIÓN PERMANENTE CUASI,.....¡¡¡??¡¡¡.,...--- YA OS DIGO, Y NO ME ENTERÉ NÁ DE NÁ,....DE LOS CONFLICTOS AFUERA,.....Y CÓMO SE IBAN SOLUCIONANDO O AUMENTANDO LAS SEPARACIONES,.....EL MENCIONADO JOSÉ,....VENÍA DE VEZ ENCUANDO YNO ME CONTABA NADA,....AH,ESAS GENTESESTÁN IGUAL,....POR LOS OTROS,...LOS OFICIALISTAS DIGAMOS,....¡¡¡¡.,...--- DE LOS NO OFICIALISTAS CREAMOS UNGRPO DEESTUDIO DE ELCAPITAL,....EL GRUPO DE ELSEMINARIO,....Y NOS REUNÍAMOS EN UNA FACULTAD DE LA UNIVERSIDAD, EN ELEJIDO,....MIREN, POR DONDE BARRIO DONDE YO NACÍ,....LLAMADO EL BARRIO DE LA VICTORIA,....¡¡¡.,...--- NO SE DESARROLLABA POÍTICADELUCHA DE CLASES,.....CADA CUAL,....HACÍA LO QUE FUESE,.....PERO NADIE SE INTERESABA POR NADA,.....SOLO ERA RESPNSABLES DE NUESTROS ESTUDIOS DE ""ELCAPITAL"", DE CARLOS MARX ,....Y ALGUNA QUE OTRA COSILLA,....¡¡¡¡.,...--- PERO CREO,.....QUE JOSE2, ESTABA LOCO POR ROMPER CON LA MITAD DE LA ORGA, MANDARLOS ATOMAR PAASEO, POR VARIOS MOTIVOS,....POR ESO SEPORTABBA ALGO BRUSCO CONMIGO,....PORQUE MIREN QUE DECIRME DE QUE NO TENÍA INICIATIVA PARA BUSCAR CLIENTES PARA LA IMPRENTE, DE AGI´PRO,UN MEDIO CLANDESTINO Y TENER SIEMPRE EN SEGURIDAD,...E INCLUSO AUNQUE ESTUBERAMOS LA ORGA LEGALZADA,.....TOTAL QUE YO BUESQUÉ ALGUNOS CLIENTES,...ETC,....Y DIGO OTRA COSA,.....YO NO HABIA PEDIDO SUELDO ALGUNO,.....YO ENTRÉ LIBREMENTE Y POR MILITANCIA PROPUESTA DE LA ORGA EN AGI-PRÓ,.....YO ESTABA DE ACUERDO,.....Y POR DISCIPLINA TAMBIÉN,.....Y MI MUNDO SOCIAL,...ETC,.....CAMBIÓ BASTANTE, ME ADAPTÉ,....Y REALIZABA BIEN-SATISFACTORIAMENTE MIS COMETIDOS, MIS OBLIGACIONES,....ESTABA PÁTÓ,.....DE FORMA PERMANENTE-LAS 24 HORAS DEL DÍA,...¡¡¡??¡¡¡, --- Y COMO YO TENÍA UN HIJO,.....LLEGÓ UN MOMENTO DE QUE TENÍA QUE BUSCAR TRABAJO PARA MANTENER MIS RESPONSABILIDADES CON ALE,....Y PARA YO VIVIR, HABÍA QUE PAGAR  EL ALQUILER DE UN ÁTICO,....ISA, TRABAJABA POR ALGUNAS CASAS,....Y MIS GENTES ME AYUDABAN ALGO,....A ELLA TAMBIÉN LE AYUDABAN SUS FAMILARES,...¡¡, POR LO CUAL,....COMO YO NO TENÍA SUELDO EN LA ORGA Y SE ME ACABÓ LA AYUDA FAMILIAR,....POS PLANTEÉ ORGANIZADAMENTE MI PROBLEMÁTICA,.....,...--- Y MIREN,....ME ENTERÉ DE QUE LOS DE AGI-PRÓ-MADRID, SÍ TENÍAN UN SUELDO, Y ENCIMA, CREO ¡¡, QUE ESTABAN COTIZANDO,...Y A MÍ,.....SIN DECIRME NÁ-DE-NÁ,....¡¡, Y YO SIN PREGUNTAR,....PORQUE, A LA VEZ,....LO VEÍA IMPOSIBLE,.....DE QUE CON UNOS CIEN CDAS. SE PUDIERAN PAGAR SUELDOS A LIBERADOS,......Y ADEMÁS NI LO CONCEBÍA, VAYA QUE ESO YO NO LO PENSABA EN LA VIDA,....PÁ-MÍ,....ERA UNA TAREA MILITANTE,.....Y COMO TAL,.....POS SE HACÍA Y CUESTIÓN RESUELTA,.....¡¡¡. -- QUEDA CLARO,.....YO EN MÁLAGA-ANDALUCÍA, NO COBRABA, NI SE ME INFORMÓ NÁ DE NÁ,....NI INCLUSO ELLOS, LOS DE MADRID, ME COMENTARON NUNCA, NADA SOBRE EL ASUNTO,....FUE A RAÍZ DE UN CONGRESO, CREO,....QUE ESTUBE MÁS RELACIONADO CON EL PERSONAL DE MADRID,....Y ELLOS ME LO COMENTARON DE QUE ESTABAN CON SUELDO,....-- ELLOS, ME VALORABAN BASTANTE, CREO YO ¡¡, Y SE REÍAN CON MIS FORMAS DE SER, DE HABLAR,...ETC,...-- ERA COMO ALGO MUY RÚSTICO, COMO ALGO PUEBLERÍN,...--- COÑO AHORA, NO ME SALE LA PALABREJA,.....YO NUNCA LES PREGUNTÉ CUANTÍA,....ETC,.....¡¡¡¡.,...--- ELLOS LO VEÍAN COMO ALGO NORMAL,....QUE ERAN SUS DERECHOS LABORALES,.....QUE TRABAJABAN PARA LA ORGA Y TENÍAN QUE COBRAR,.....COMO SI FUESEN UNA EMPRESA,....¡¡¡¡;...---YA ERA CRITICADO DE MACHISTA ¡¡??¡;.....


SOBRE TRABAJOS EDITADOS POR "JOSÉ" : D.R.GALACHO : 

Dialnet

Diego Ruiz Galacho

Autor en otros Catálogos

Periodo de publicación recogido

  • 1992 - 2003



TOTAL,....QUE SIN EMPLEO, SIN DESEMPLEO, YA QUE NO TENÍA CONTRATO, NI COTIZACIÓN A LA S. SOCIAL,.....Y MÁS AISLADO QUE LA UNA,....Y MAL-VISTO EN MI PROFESIÓN Y POR LOS SINDICATOS, FEMINISTAS,.....Y POR LAS IZQUIERDAS VARIADAS,....POS ME PUSE A BUSCAR TRABAJO,....ES MÁS NO TENÍA NI MOTOCICLETA,......YA QUE ME ROBARON UNA RIEJU,....QUE SEGÚN PARECE ME COMPRÓ LA ORGA,... ¡¡; ... PERO YO CREO QUE LA PAGÓ, JOSÉ"";  DIEGO RUÍZ GALACHO, YA FALLECIDO,.....


file:///C:/Users/PC/Downloads/TFG.pdf // ESTE TRABAJO ES DE ANTONIO LUIS MORENO SÁNCHEZ,...NDI : 45811713Z,...FIN DE GRADO,...TÍTULO GRADO DE HISTORIA,... CURSO ACADÉMICO 2.016-17,...UNI.SE. EST. ESP.¡¡.

TESIS,...PARA SACAR "TÍTULO GRADO DE HISTORIA",...EL SR. : A. L. MORENO SÁNCEZ      // :  

Índice del usuario

1. Resumen................................................................................................................................................3 

2. Introducción............................................................................................................................................4 2.1. Justificación........................................................................................................................................5 

2.2. Límite temporal del trabajo................................................................................................................5 

3. Metodología, objetivo e hipótesis.....................................................................................................7 3.1. Objetivos...................................................................................................................................7 

3.2. Hipótesis...................................................................................................................................7 

3.3. Metodología..............................................................................................................................7 

4. Estado de la cuestión........................................................................................................................9 

5. El tardofranquismo en Híspalis (1970-1975).................................................................................13 5.1. El fin de la suerte: la dictadura se tambalea (economía y demografía)..................................13 

5.2. Los sevillanos están cansados del franquismo........................................................................14 

5.3. La oposición se organiza con fuerza ante la debilidad del dictador........................................22 

5.4. La tensión socio-política afecta al Ayuntamiento de la Giralda.............................................25 

6. El viento del cambio llega a Sevilla (1975-1979)..........................................................................28 6.1. La herencia franquista: economía y demografía.....................................................................28 

6.2. El último empujón: Sevilla pide a gritos un cambio político.................................................30 

6.3. Últimos años de la clandestinidad política y la lucha por la autonomía.................................39 

6.4. Primeras brisas del cambio en la capital andaluza (1975-1977).............................................47 

6.5. La lucha política por el consistorio: elecciones municipales..................................................49 

6.6. El último alcalde no democrático (1977-1979)......................................................................51 

7. Las consecuencias del cambio (1979-1983)...................................................................................53 7.1. La economía sigue en jaque....................................................................................................53 

7.2. Desmovilización y conformismo social..................................................................................54 

7.3. La transición funciona en Sevilla............................................................................................55 

8. Conclusiones...................................................................................................................................59 

9. Fuentes y Bibliografía....................................................................................................................61 9.1. Archivos y centro de investigación.........................................................................................61 

9.2. Fuentes editadas consultadas: estadísticas y documentos varios............................................61 

9.3. Memorias y testimonios..........................................................................................................62 

9.4. Bibliografía.......................................................................................................................................63 

ANEXO I: Portada.............................................................................................................................75 ANEXO II: Siglas y abreviaturas.......................................................................................................76 ANEXO III: Cuadro de partídos políticos en Sevilla a finales de 1976.............................................77 ANEXO IV: Fotografía de la manifestación del 11 de julio de 1976.................................................78 ANEXO V: Fotografía de la cabecera de la manifestación del Día del Trabajador de 1978.............78 ANEXO VI: Fotografía de la llegada de Eduardo Soto y Fernando Saborido a la estación de San Bernardo el 20 de noviembre de 1975..........................................................................................................................................................79 

ANEXO VII: Fotografía de la manifestación del 4 de diciembre de 1977........................................79 ANEXO VIII: Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1976 .......................................................80 ANEXO IX: Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1976 por el Gobierno Civil.........................80 ANEXO X: Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1977 por el Gobierno Civil.........................80 ANEXO XI: Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1977 por el Gobierno Civil.........................80 ANEXO XII: Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1978 por el Gobierno Civil......................81 ANEXO XIII: Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1978 por el Gobierno Civil......................81 ANEXO XIV: Manifestaciones autorizadas en Sevilla desde enero de 1979 hasta abril del mismo año por el Gobierno Civil...................................................................................................................81 ANEXO XV: Manifestaciones denegadas en Sevilla desde enero de 1979 hasta abril del mismo año por el Gobierno Civil..........................................................................................................................81 ANEXO XVI: Resultados de las elecciones generales de 1977 en Sevilla........................................82 ANEXO XVII: Resultados de las elecciones generales de 1979 en Sevilla......................................83 ANEXO XVIII: Resultados de las elecciones municipales de Sevilla de 1979.................................84 ANEXO XIX: Resultados de las elecciones andaluzas de 1982........................................................85 ANEXO XX: Resultados de las elecciones municipales de Sevilla de 1983...........................................86


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1. Resumen. Palabras Claves: Sevilla, transición, cambios políticos y movimientos sociales. 

En el presente trabajo, analizo la influencia de las movilizaciones sociales en el Ayuntamiento y en la política de Sevilla entre 1970 y 1983, centrándome en el período que abarca desde el fallecimiento de Franco (20 de noviembre de 1975) hasta las primeras elecciones municipales en la capital andaluza (3 de abril de 1979). A su vez, estudio la importancia de la ciudad en la transición española. Para realizar este ensayo, he usado bibliografía académica y de época, fuentes de archivo, fotografías del momento, estadísticas y documentación varia. 

3 2. Introducción. 

Con este trabajo no pretendo dar datos o sucesos no descubiertos, sino aportar un nuevo enfoque al estudio del cambio político en Sevilla. Puesto que, poco se ha investigado sobre la influencia de las protestas sociales en el Ayuntamiento y en la política de la capital hispalense durante la transición. La mayoría de las obras, que se centran en este período de la ciudad de la Giralda, lo analizan desde el punto de vista de las instituciones1 o de las movilizaciones sociales2 , pero pocas comparan las dos realidades3 . Además, se tiende a estudiar la transición como un proceso que viene marcado desde Madrid por la élite política y, en el cual, la periferia española y las clases más humildes apenas participan4 . Sin embargo, esta forma de pensar ha sido cuestionada, produciéndose investigaciones que demuestran que los estratos más bajos y el resto de municipios españoles tuvieron una acción importante en la transformación del régimen5 . Por tanto, con este ensayo intento demostrar cómo las tensiones sociales y políticas, afectaron al consistorio de Sevilla, donde los concejales y alcaldes dimitieron por desgaste. Para esta tarea, hay todo un marasmo de fuentes a las que acudir y que se encuentran en distintos puntos: documentación sobre asociaciones en el Archivo de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía y Archivo General de la Delegación del Gobierno en Andalucía; publicaciones de los periódicos y revistas del momento en la Hemeroteca Municipal de Sevilla; plenos del Ayuntamiento e información municipal varia en el Archivo Municipal de Sevilla; fuentes escritas y orales acerca de UGT en el Archivo Histórico de UGT de Andalucía; fotografías en la Fototeca ICAS; y mucho más. Ante esta inmensa cantidad de información y teniendo en cuenta el carácter general del trabajo de fin de grado, decidí reducir el número de recursos. De forma que el estudio es, principalmente, de carácter bibliográfico (he usado tanto bibliografía académica, como de época), y complementado con la serie documental Reuniones de Asociaciones del Archivo General de la Delegación del Gobierno en Andalucía, archivos sindicales del Archivo Histórico de CC.OO de Andalucía (fondo 1. Por ejemplo: PONCE ALBERCA, Julio (Coord.). 

Municipios y libertad. Los Ayuntamientos democráticos sevillanos, Sevilla, Diputación, 2003. 

2. Dentro de esta temática tenemos: CARRILLO-LINARES, Alberto. Subversivos y malditos en la Universidad de Sevilla (1965-1977), Sevilla, Centro de Estudios Andaluces, 2008. 

3. Como es el caso de GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla de la transición 1970-1982” en PARIAS SÁINZ DE ROZAS, María; ARIAS CASTAÑÓN, Eloy; RUIZ, María José; y BARROSO VILLAR, María Elena (coord). Comunicación, historia y sociedad; homenaje a Alfonso Braojos, Sevilla, Secretariado de publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2001, pp. 401-424. 

4. En esta línea, podemos ver POWELL, Charles. España en Democracia, 1975-2000, Barcelona, Plaza & Janés, 2001. 

5. Se puede observar en MOLINERO, Carmen. La transición: treinta años después, Barcelona, Península, 2006; o en CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito a lo legal: los sindicatos en el Tardofranquismo” en ÁLVAREZ REY, Leandro; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación (Coord.). Sindicatos y trabajadores en Sevilla: una aproximación a la memoria del Siglo XX, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2000, pp. 387-419. 4 Las Comisiones Obreras Clandestinas) 

6 , datos sobre la población del Instituto Nacional de Estadística, algunos números del Boletín Oficial Español y fotografías de la etapa. 

2.1.Justificación. Las razones por las que elegí este tema de trabajo fueron varias. Para empezar, creo necesario conocer los pasos que se dieron a nivel municipal, durante el cambio de dictadura a democracia, para poder entender mejor la transformación a nivel nacional. Además, quiero conocer nuestra historia más reciente y así entender mejor la situación del presente. Por último, seleccioné esta materia porque aún queda mucho por averiguar sobre la transición, tanto a nivel estatal, como a nivel local. Pues, la cuestión, da lugar a mucha controversia y sigue viva en la actualidad, al ser un suceso que ha ocurrido hace escasamente cuarenta y dos años. 

2.2. Límite temporal del trabajo. El trabajo comienza en 1970, momento en el que nos encontramos con un Franco que empezó a mostrar síntomas de flaqueza, debido a que sufría de Parkinson desde 1969. Esto es significativo, puesto que sin Franco la dictadura dejaría de tener sentido y se abriría un proceso de cambio, lo cual fue aprovechado por sectores de la sociedad que estaban descontentos con el régimen. Estos grupos sociales, que ya habían estado presionando con anterioridad, decidieron manifestarse con más fuerza para lograr la llegada de una transformación política, convirtiéndose en un factor de gran importancia a la hora de influir en el nuevo sistema. En resumen, podemos decir, con cierta cautela, que en 1970 la dictadura tenía fecha de caducidad, aunque no se sabía con exactitud cuándo iba a llegar, y es por esta razón que decidí escoger este año como punto de partida. Sobre este instante, se inició lo que se conoce como tardofranquismo o pre-transición, que en los municipios no finalizó, en mi opinión, hasta las elecciones de 1979, cuando se produjo la entrada en el consistorio de personas elegidas en las urnas y no a dedo. Antes de entrar en la fecha final del ensayo, haré una breve descripción de lo que significa el término “transición” o, como otros autores lo denominan, “transacción” (palabra de nuevo cuño), con el objetivo de explicar mi decisión sobre la delimitación del estudio. La transición es un concepto un poco impreciso, de hecho, a día de hoy existe un debate sobre el límite espaciotemporal de dicho concepto. Respecto al límite temporal: muchas personas piensan que la transición 6. En este caso, la referencia de los documentos han sido consultados a través de la página web de propio archivo. 5 se inició con la muerte de Franco; otras afirman que comenzó en 1978 con la aprobación de la Constitución; e incluso hay quienes declaran que su principio no se dio hasta 1979 con las segundas elecciones generales. Y con la fecha final, también hay problemas: varios llevan la transición hasta el año 1986, fecha en la cual el PSOE ganó por segunda vez los comicios; otros defienden que es hasta 1982, cuando el partido socialista entró por primera vez en el gobierno; y algunos creen que la transición finalizó con la aprobación de la Constitución de 19787 . Sin embargo, las fechas que he dado valdrían, principalmente, para la transición nacional, ya que este término, también, lleva consigo un problema de espacio. Los límites del término son las fronteras de España, pero no es lo mismo el cambio político estatal, que el local. Esto se debe a que las primeras elecciones locales no se produjeron hasta 1979, mientras que ya habían tenido lugar las elecciones generales de 1977, provocando que la transformación política municipal fuese más lenta. En definitiva, la transición no fue igual a nivel nacional que municipal, pero sin quitar que los cambios estatales fueron los que asentaron las bases para la transformación local y viceversa. Siendo dos procesos unidos, pero con distintos ritmos. En el caso de la transición municipal, pienso que es un proceso que empezó con la muerte de Franco y que duró hasta las segundas elecciones locales de 1983, cuando el nuevo sistema político municipal estuvo consolidado y listo para seguir funcionando, tras superar la primera legislatura. Por ello, decidí que el trabajo llegase hasta 1983. Como el lector habrá podido apreciar, he fechado el tardo-franquismo municipal desde 1970 a 1979 y la transición local desde 1975 a 1983, compartiendo ambos procesos los años que transcurren desde 1975 hasta 1979, etapa en la que se centra el ensayo. Esto se debe a que creo que la división de la historia en períodos y etapas cerradas es totalmente artificial, ya que un proceso histórico no acaba en un año y comienza uno nuevo al siguiente, sino que tiende a solaparse el uno con el otro durante un tiempo e incluso llegaran a quedarse restos del período anterior en el siguiente. A pesar de ello, emplearé la periodización de la historia, para facilitar la elaboración del trabajo. 

En resumen, el trabajo se centra en el período comprendido entre 1975 y 1979, acercándome al tardofranquismo para situar los antecedentes y causas que llevaron a la transición en Sevilla, y los años que van desde 1979 hasta 1983, como consecuencia del proceso forjado en los años anteriores. 

7. Una muestra de esta diversidad de opiniones la tenemos en el caso de POWELL, Charles., op. cit., pp. 128- 129, donde la transición iría desde 1975 hasta 1978, mientras que en CACIAGLI, Mario. Elecciones y partidos en la transición española, Madrid, Centro Investigación Sociológicas, 1986, pp. 7-9, se diferencia entre una transición institucional que se inicia en 1976 y finaliza en 1978 y una política que comienza en 1976 y acaba en 1982. 6 3. Metodología, objetivo e hipótesis. 3.1. Objetivos. A la hora de afrontar este trabajo, parto de tres objetivos principales: 

1. ¿Qué papel tuvo las movilizaciones sociales en la transición en Sevilla? Con esta pregunta, pretendo aclarar la capacidad de acción que las reivindicaciones de la sociedad tuvieron en la corporación municipal. Por tanto, para responder a la pregunta, será necesario conocer la realidad económica, social y política de la época. 

2. ¿Qué papel jugó la ciudad de Sevilla a nivel nacional en el proceso de la transición democrática? Aquí, quiero dejar claro que no podemos entender la transición en la ciudad hispalense como un proceso cerrado o que viene marcado desde “arriba” y cuyo centro de mando fue Madrid, ya que la transición ocurrió en todos los municipios del país y no únicamente en la capital. De hecho, de la capital andaluza salieron importantes personajes que tuvieron un gran papel: Manuel Clavero Arévalo; Felipe González; Fernando Soto... 

3. ¿La transición cumplió con las expectativas de la población de la capital andaluza? Aquí, lo que busco es identificar en líneas generales qué sectores estaban conformes con el cambio y cuáles no. 

3.2. Hipótesis. Conforme a las hipótesis caben destacar dos: 

1) La transición española fue un proceso de cambio político, en el que hubo dos estratos (uno estatal y otro local) relacionados, pero con un ritmo propio. 

2) El cambio político producido por la transición, tanto en los municipios como en la nación, no fue algo provocado exclusivamente por las élites políticas, sino que la sociedad, a través de sus reivindicaciones, también influyó en la caída de la dictadura. En el caso de Sevilla, se realizaron múltiples manifestaciones para alcanzar la democracia, pero una vez que se consiguió, se redujo la conflictividad social, lo cual no significó que desapareciese. 

3.3. Metodología. Aclarados los objetivos e hipótesis principales, mi primer acercamiento hacia el período fue a través de una recopilación, selección, análisis crítico y comparación de la bibliografía académica y de época. Una vez terminé esta fase de lectura de bibliografía, pasé a tratar las fuentes primaras, que, en el caso de este trabajo, son los archivos de la serie documental Reuniones de Asociaciones del ADGJA, algunos números del BOE, los anuarios del período del INE y algunas fotografías del 7 momento. En el caso de los archivos y los anuarios, analicé y seleccioné la información de interés. Luego, ordené los datos para facilitar su interpretación, plasmándolos en gráficas. Conforme a la información del BOE, solo escogí los más importantes para mi trabajo, con el fin de entender el proceso legal de la transición. Y respecto a las fotografías, las usé para ilustrar algunos de los momentos más simbólicos. Tras esta etapa, comencé a redactar el trabajo desde una perspectiva estructuralista. El primer capítulo está dividido en cuatro apartados: un primero en el que se da un breve contexto demográfico y económico; un segundo de carácter más amplio donde trato las movilizaciones sociales; un tercero donde analizo la evolución de la política sevillana; y un cuarto para explicar los sucesos a nivel institucional. En el segundo episodio se sigue el mismo esquema que en el anterior, pero se añade una parte más a la sección de la política y al de los sucesos institucionales, al cortar ambos apartados en 1977 (fecha de las primeras elecciones generales). Por último, el tercer título, al igual que los primeros, tendrá la misma estructura, solo que se verá reducido a tres estratos, ya que, al ser más breve que los dos previos, la sección de política irá unida al de los hechos institucionales. Esta división estructural se debe a que no podemos entender uno de los ámbitos, ya nombrados, sin tener en cuenta los otros tres. Por ejemplo, no se comprende las movilizaciones sociales sin conocer el momento económico, las ideas políticas de la época y las instituciones que acaparan el poder. En este sentido, ninguno predomina sobre el resto, actuando como las placas tectónicas que forman la corteza del planeta Tierra: fragmentos de litosfera en constante movimiento, que, en ocasiones, producen estragos cuando chocan o se separan y aunque a veces parece que alguna se superpone a otra, la que queda por debajo no desaparece, sino que se renueva con el paso del tiempo. Con esto, también, quedaría dejar claro que en el devenir histórico prima más el movimiento del conjunto social que el de una sola unidad. 8 4. 

Estado de la cuestión. 

La primera obra publicada, de utilidad para mi trabajo, es la de Fernando Soto, A ras de tierra, en 1976. 

Soto fue un importante activista de Comisiones Obreras (CC.OO), llegando a ser uno de sus dirigentes y estando involucrado en hechos tan importantes como el Proceso 1001. Su libro supone un testimonio vivo de lo ocurrido, pero no avanza más allá de 1975. Tras haber transcurrido dos años desde la edición de este escrito, se difundieron tres ejemplares más: Transición Política en Sevilla de José Luis García Prieto; Sevilla; Elecciones 1936 y 1977 de Enrique Soria Medina; y El metal sevillano (1970-1976) de Encarnación Ruiz Galacho. Las tres son estudios de época, pero las dos iniciales son pioneras en el análisis del proceso electoral de 1977, centrado en el caso de Sevilla. Sin embargo, mientras que García Prieto (antiguo subjefe provincial del Movimiento) aporta distintos datos sobre las elecciones y el referéndum de 1977, Soria Medina (historiador y estadístico) hace un estudio comparativo entre los últimos comicios de la Segunda República y el primer plebiscito tras la muerte de Franco, acompañándolo de un contexto social, económico y político. En el caso del volumen de Ruiz Galacho (licenciada en historia y activista de CC.OO), constituye un punto inicial en la investigación de las movilizaciones obreras entre 1966 y 1976. Tras 1978, ya no volveremos a encontrar más tomos acerca de este período hasta entrados en los años ochenta. El primer texto de esta década vino por parte del profesor especial de “Educación física y Formación del Espíritu Nacional” y encargado de las relaciones públicas de las Fiestas en Marchena, Pedro Sagrario, quién reveló La Política en 1981. Esta obra de época abarca desde 1975 hasta 1979, siendo el texto principal que nos permita hacer un análisis de los acontecimientos políticos de la ciudad. Dos años más tarde, aparecieron dos libros más: el de Inmaculada Caravaca Barroso, La industria en Sevilla, un estudio precursor sobre la industria de la capital andaluza hasta 1980; y el de Antonio Fontán Meana, El Ayuntamiento de Sevilla: desde la transición al cambio: la historia pequeña de una casa grande, una memoria realizada por el concejal de UCD de Sevilla, Fontán Meana. Esta última, abarca desde 1969 hasta 1983, convirtiéndose en el primer testimonio acerca de las dos últimas corporaciones antes de las elecciones de 1979 y la primera tras estas, en la cual se centra la mayoría del volumen. El postrero ejemplar de los ochenta es del periodista Eduardo Chinarro, Sindicatos Prohibidos (Sevilla, 1966-1975), publicado en 1987, la cual constituye una crónica precursora sobre la actuación de los sindicatos entre 1966 y 1975. La década de los noventa es bastante prolifera en producción literaria sobre la Sevilla de 1970 a 1983. Dentro de estos diez años, hay más ejemplares en los primeros cinco, que en los últimos. En 9 la primera mitad de la década de los noventa, nos topamos con la obra Sevilla: Crónicas del siglo XX del periodista Nicolás Salas, publicada en 1991. En ella, solo se hace una recolección de datos de diversa índole, pero sin tratar el aspecto social y político. Al año siguiente, se publicaron dos tomos sobre este período: uno dirigido por el historiador Francisco Morales Padrón, Historia de Sevilla, en cuyo dos últimos capítulos (“El «franquismo»: dictadura política, penuria y bienestar (1939-1975)” y “En el rumbo de la monarquía democrática (1975-1990)”, ambos realizados por los historiadores Leandro Rey Álvarez, Alfonso Braojos y María Parias) se estudia con carácter general la historia de la ciudad hispalense desde 1939 hasta 1990, siendo el primer volumen de carácter histórico que abarca el tardofranquismo y la transición de Sevilla; y La oposición libertaria al régimen de Franco (1936-1975), producto de las Jornadas Internacionales de Debate Libertario, en el cual, una de sus partes (“La CNT en Andalucía: reorganización y conflicto” del licenciado en geografía e historia Julio Guijarro y el licenciado en filosofía y letras José Luis Gutiérrez) analiza, por primera vez, la acción de la CNT en Andalucía entre 1970 y 1979, dedicando un apartado a Sevilla y su provincia. En 1994, salió a la venta el ejemplar de José Santotoribio (médico y escritor), Sevilla en la vida municipal (1920-1991), una minuciosa recopilación de datos y sucesos de distinta condición, centrándose en la vida del Ayuntamiento. 

Para finalizar este lustro, tenemos el escrito dirigido por el economista Carlos Arenas Posadas, Industria y clases trabajadoras en la Sevilla del Siglo XX, impreso en 1975. Aquí observamos varias secciones que consideran, de forma general, la etapa de 1970 a 1975, desde distintos puntos de vista: “La industria sevillana en la segunda mitad del siglo XX” y “La población de Sevilla y su mercado de trabajo en el Siglo XX” del economista Rodrigo Fernández-Carrión; el “El salario industrial en Sevilla: 1900-1975” del economista Francisco Javier Fernández Roca; “Condiciones de trabajo en la industria sevillana durante el siglo XX. Una aproximación” del historiador Agustín Galán García; “Las condiciones de la vida obrera en Sevilla. La salud, 1900-1975” de la economista Isabel Lobato Franco; “La educación de las clases populares sevillanas: 1900-1975” del economista Rufino Manuel Madrid Calzada; 

“Migraciones de ayer. Sevilla 1950-1975” de Encarnación Ruiz Galacho; 

y “El movimiento obrero sevillano bajo el franquismo: 1939-1975” del historiador Eloy Martín Corrales. En la segunda mitad de los noventa, observamos en 1996 otra obra de Fernando Soto, Por el sendero de la izquierda, el cual es un testimonio de los sucesos acaecidos durante su vida hasta la década de los noventa, aportando otro punto de vista para los investigadores. Al final de la etapa de los noventa, encontramos dos escritos publicados en 1998: H.Y.T.A.S.A. (1937-1980): Orto y ocaso de la industria textil, de Francisco Javier Fernández Roca, una monografía pionera sobre la empresa textil; y dos secciones sin precedentes, que aportan una labor de síntesis sobre la prensa sevillana 10 desde 1975 hasta 1998, (“Prensa sevillana y transición. El caso de ABC edición hispalense” del historiador Manuel Ruiz Romero y “La prensa sevillana de 1980 a 1998: Cabeceras y públicos” de los periodistas Antonio Checa Godoy y Carlos Guerrero Serón) en Sevilla y su prensa: aproximación a la historia del periodismo andaluz contemporáneo: (1898-1998). En el primer lustro del siglo XXI, se publicaron dos volúmenes: un capítulo en Sindicatos y trabajadores en Sevilla: una aproximación a la memoria del siglo XX, coordinado por Leandro Álvarez Rey y Encarnación Lemus López (“De lo lícito a lo legal: los sindicatos en el Tardofranquismo” del historiador Alberto Carrillo-Linares), el cual es el primer estudio de carácter histórico, dedicado a la movilización de los sindicatos de Sevilla desde 1969 hasta 1977, y una monografía centrada en la Compañía Sevillana de Electricidad (Compañía Sevillana de Electricidad : cien años de historia), que amplía el conocimiento sobre las empresas sevillanas. En 2001, surgió un apartado (“La Sevilla de la transición 1970-1982” de Ángeles González Fernández y Encarnación Lemus López) en Comunicación, historia y sociedad; homenaje a Alfonso Braojos, coordinada por María Parias Saínz de Rozas, Eloy Arias Castañón, María José Ruiz y María Elena Barroso Villar, que es precursor en tratar con profundidad el aspecto económico, político, social y cultural sevillano de este período. En este año, también se publicó otro tomo de Fernando Soto, Odisea en re menor: con parada y fonda en Carabanchel, a la cual no he podido acceder, pero que probablemente sigue la línea de sus dos escritos anteriores. 

En 2002, vieron la luz el artículo “La configuración del sistema asociativo empresarial en la transición a la democracia a través del caso sevillano” de Ángeles González Fernández en el nº44 de la revista Historia Social, que no tiene precedentes en el estudio del sector empresarial de Sevilla, y la monografía, Historia de las Comisiones Obreras de Sevilla: De la dictadura franquista a la legalización, de Encarnación Ruiz Galacho, la primera en analizar la movilización de la CC.OO en Sevilla. En 2003, se publicó Municipios y libertad. Los Ayuntamientos democráticos sevillanos, coordinado por el historiador Julio Ponce Alberca, ejemplar precursor para conocer las instituciones de la provincia de Sevilla. En 2004, dentro de la obra El Ayuntamiento de Sevilla: dos siglos de historia se observan dos títulos (“El Ayuntamiento de Sevilla durante la Guerra Civil y el Franquismo” del historiador José Díaz Arriaza y “Transición y democracia en el Ayuntamiento de Sevilla (1975-2003)” del historiador Manuel Ruiz Romero), donde se estudia brevemente la etapa que va desde 1970 hasta 1983 y sin aportar, prácticamente, nada nuevo. En 2005, apareció una obra de carácter periodística, Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), en la que se añaden relatos, opiniones y entrevistas sobre la época. 11 En 2006, se publicó un ejemplar por el antropólogo José Hurtado, La Iglesia y el movimiento obrero de Sevilla (1940-1977): antropología política de los cristianos de izquierda, fruto de su tesis doctoral (Cristianos en el movimiento obrero de Sevilla: 1940-1977), en el que se analiza la función de la Iglesia y del movimiento obrero cristiano durante esos treinta y tres años, siendo el único estudio sobre este tema aplicado en Sevilla. En 2007, apareció un capítulo (“ABC de Sevilla en los años setenta” de Ángeles González Fernández) dentro del libro ABC de Sevilla: 

un diario y una ciudad, análisis de un modelo de periodismo local coordinado por Antonio Checa Godoy, Carmén Espejo Cala y María José Ruiz Acosta, que aumenta el conocimiento, ya aportado por Ruiz Romero en 1998, acerca del papel del periódico ABC en el tardofranquismo y la transición sevillana. En 2008, aparecieron dos tesis: Subversivos y malditos en la Universidad de Sevilla (1965-1977) de Alberto Carrilo-Linares, que marca un precedente en el estudio de las movilizaciones estudiantiles en la capital hispalense; y la de Sandra Méndez Muros, Tratamiento periodístico del tardofranquismo y de la transición democrática en la prensa sevillana: (ABC y El Correo de Andalucía: 1964-1978), un exhaustivo estudio sobre el papel de ambos periódicos. Antes de 2010, se publicó en 2009 la principal monografía sobre la UGT en la ciudad de la Giralda: La UGT de Sevilla. De activistas subversivos a sindicato legal, realizado por Julio Ponce Alberca. Entrados en la primera década del siglo XXI, en 2012, se publicó el artículo “La imagen en prensa del Alcalde Fernando de Parias durante la Transición en Sevilla (1975-1977)” en el nº 28 de la revista Historia Actual Online, por Sandra Méndez Muro como fruto de su tesis doctoral ya nombrada. En 2013, se imprimió el escrito de Julio Ponce, “Notas sobre la transición local (1975- 1979)” en el nº 32 de la Historia Actual Online, cuyo texto es precursor en el estudio del papel del Gobernador Civil en el cambio político de Sevilla. Del mismo autor, junto a Pablo R. Selma Páez, tenemos el artículo “De sindicato clandestino a organización. La UGT de Sevilla durante la Transición” en el nº 35 de la revista Historia Actual Online, que continua la monografía sobre la UGT ya mencionado. En 2015, se divulgó la Agenda sindical de la transición en Sevilla (1976- 1982): actuaciones y divergencias, de Pedro Andrés González García (responsable de la secretaría de organización de CC.OO entre 1977 y 1982), donde se recogen las anotaciones y actividades que realizaba desde 1976 hasta 1982, siendo un testimonio vivo. Por último, no se puede olvidar la tesis de Carlos Sánchez Fernández, dirigida por Julio Ponce, publicada en 2016 y titulada como Años difíciles de un Ayuntamiento. El Ayuntamiento de de Sevilla en la transición a la democracia, 1969-1979, a la que aún no se puede acceder fácilmente, pero que tendrá mucho que mostrar dentro del ámbito de las instituciones hispalenses. 

12 5. El tardofranquismo en Híspalis (1970-1975). 

Durante estos cinco años, los acontecimientos sucedieron en Sevilla de forma vertiginosa, alterando la vida de sus habitantes. Entre estos eventos destacamos: el Proceso de Burgos (1970) y el Proceso 1001 (1973-1975), que produjeron un seísmo de movilizaciones en el país; la profunda crisis del petróleo de 1973, la cual melló la economía española y con ella la sevillana; la decadencia de la dictadura franquista debido al débil estado de salud de Francisco Franco; y la muerte de Franco el 20 de noviembre de 1975. Así pues, se generaron tensiones, agitaciones y graves convulsiones, dando lugar a demandas sociales de distinta índole. Parece ser que los “fantasmas del pasado”, los cuales nunca se fueron, llegaron con más fuerza y despertaron a una población que había estado dormida dócilmente durante demasiado tiempo. 5.1. El fin de la suerte: la dictadura se tambalea (economía y demografía). La Sevilla tardofranquista, al igual que otros municipios españoles, aparentemente tuvo una estructura económica caracterizada por la preponderancia del sector terciario y la falta de un sector secundario fuerte. La escasa industrialización sevillana se intentó solventar, bajo la dictadura, a través de los Planes de Desarrollos (1964-1975). No obstante, estos planes acabaron fallando en Sevilla8 , donde el Polo de Desarrollo, que finalizaba en 1971, no consiguió transformar la estructura económica de la provincia. Solo logró frenar el retroceso económico de las décadas anteriores9 , aunque dejó la renta per cápita de capital andaluza con un 75% por debajo de la media nacional, y no consiguió desbancar al sector principal de la ciudad: el sector servicio que empleaba al 41% de los 437000 sevillanos censados como población activa. El sector industrial y de la construcción se encontraban en segunda posición, empleando a 181500 sevillanos (32,6%) y, en tercer lugar, teníamos al sector primario que suponía el 25%. Este último sufrió una reducción constante, llegando a perder 10 puntos entre 1969 y 197510 . La primera crisis del petróleo de 1973, vino a empeorar el panorama económica. Es cierto, que su impacto no fue inmediato, a causa de que, ante el temor de incrementar las protestas sociales (el régimen estaba demasiado débil para enfrentarse a una escalada de la conflictividad), se decidió intentar evitar que la subida de precios del petróleo repercutiese en el consumidor, asumiendo los 8. De los 374 proyectos del Polo de Desarrollo de Sevilla, unicamente se aprobaron un 66,05% y de estos solo se llevaron a cabo un 41,90%. Conforme al empleo, solo se generaron 10108 puesto de los 35270 previstos (CARAVACA BARROSO, Inmaculada. La industria en Sevilla, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1983, pp. 89-90.). 9. Ibídem., pp. 86-93. 10. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 402. 13 costos el Estado. Evidentemente, esto acarreó un agravamiento del déficit público y una acentuación de la inflación que llegó a situarse en el 14,2% a finales de ese año11 . En definitiva, la política gubernamental formó una cortina de humo sobre la verdadera gravedad de la crisis. De hecho, al principio, la situación no era demasiado alarmante, ya que el salario de los sevillanos se elevó, aunque por debajo de la media nacional y a la vez que los precios se alzaban, hasta 197512. Conforme a los sectores, vemos que el único que se salvaba era el sector servicio, mientras el industrial soportaba un paro del 7% y la construcción del 12,5%. Por su parte, la agricultura sufría la sequía del momento que afectó a todos los cultivos, los cambios producidos en los mercados agrarios de la Comunidad Económica Europea (CEE) y la condición de la agricultura dentro del régimen general de la Seguridad Social13. Estos problemas fueron heredados por los gobiernos de la transición. En lo relativo a la demografía, la población española creció 3512118 habitantes entre 1960 y 1970, pasando de 30528539 a 3404065714. En esta dinámica, vemos que Sevilla aumentó su censo en 9220015 entre 1960 y 1970, subiendo de 450213 a 542413, y entre 1970 y 1975 se amplió en 42163 residentes, dando lugar a 600767 ciudadanos16. Pero este crecimiento no fue acompañado de las mejoras necesarias en servicios e infraestructuras17 para asistir a todos los moradores, lo cual generó tensiones con sindicatos, asociaciones vecinales y otros actores sociales. 5.2. Los sevillanos están cansados del franquismo. La Sevilla tardo-franquista se caracterizó por una intensa movilización de diversa índole, con el objetivo de luchar por conseguir libertades y la mejora de la calidad de vida, lo cual convirtió a la capital hispalense en un punto negro de la dictadura. Dentro de las reivindicaciones, destacaron las 11. Ibídem., p. 403. 12. FERNÁNDEZ ROCA, Francisco Javier. “El salario industrial en Sevilla: 1900-1975” en ARENAS POSADAS, Carlos. Industria y clases trabajadoras en la Sevilla del siglo XX, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad, 1995, p. 139-140. Este añade que a partir de 1975 se empezó a notar con fuerza la crisis de 1973. 13. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 404. 14. Instituto Nacional de Estadística. Población calculada, por capitales, en 1 de julio de cada año. Años 1951 a 1960, extraído el 20/01/2017 desde http://www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do?td=173974&ext=.pdf 15. Al incremento habría que quitarles 3869 personas que, según SALAS, Nicolás. Sevilla: Crónicas del siglo XX, Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1991, p. 413, fueron perdidas por la emigración. 16. Estos datos han sido extraídos de Instituto Nacional de Estadística. Población calculada, por capitales, en 1 de julio de cada año. Años 1951 a 1960, extraído el 20/01/2017 desde http://www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do? td=173974&ext=.pdf y de Instituto Nacional de Estadística. Población de derecho calculada en 1º de julio. Conjunto de capitales, extraído el 20/01/2017 desde http://www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do?td=40321&ext=.pdf. 17. HURTADO, José. La Iglesia y el movimiento obrero de Sevilla (1940-1977): antropología política de los cristianos de izquierda, Sevilla, Fundación el Monte, 2006, p.171, nos muestra que 6545 familias vivieron en núcleos chabolistas entre 1962 y 1975. 14 que se dieron en la Universidad, que, además, fue cantera y cuna de muchos partidos políticos, principalmente de ideología de izquierda, como el Partido Comunista de España (PCE), el Partido Comunista de España Internacional (PCE (i)), la Liga Comunista Revolucionaria (LCR), la Organización de Marxistas Leninistas de España (OMLE) o la Joven Guardia Roja (JGR), entre otros. Durante 1970-1975, los estudiantes protestaban, principalmente, por la Ley General de Educación de 1970, en solidaridad con otros sectores, a favor de la amnistía de los represaliados y por la separación entre enseñanza y política. Entre las facultades más combativas destacaban la de Filosofía y Letras, la de Derecho y la de Medicina, que en más de una ocasión fueron cerradas por el rector de turno para evitar un aumento de la tensión18 . Otro sector muy combativo fueron las amas de casa de las barriadas populares, que se manifestaron en repetidas ocasiones, esencialmente por las subidas de los precios. En la mayoría de los casos, este grupo era canalizado a través de las asociaciones de vecinos19. Estas ejercían presión cuestionando la gestión del Ayuntamiento, llegando a provocar, entre otros factores, la dimisión del alcalde, Juan Fernández Rodríguez García del Busto, y exigiendo que se mejorase e invirtiese en las infraestructuras de las barriadas. También, se usarían como una herramienta política en contra del consistorio, aunque sus reivindicaciones buscasen modernizar sus distritos20. Entre los problemas más acuciantes, ante los cuales actuaban estos grupos, resaltaron la falta de agua, la subsistencia y la educación. Respecto al agua, el Ayuntamiento decidió hacer restricciones sobre su consumo por la sequía. En relación con la subsistencia, se necesitaba crear grandes mercados para mayoristas y consumidores21. Por último, en lo que repercute a la enseñanza, había que hacer frente a los niveles de alfabetización22 y escolarización23, que dejaban mucho que desear en 1970 y en los años posteriores. Este déficit educativo no era exclusivo de Sevilla, ya que en el resto del país también se sufrían dificultades similares por el insuficiente plan de 1946. 18. En relación con las movilizaciones estudiantiles sevillanas, se puede acudir a CARRILLO-LINARES, Alberto. Subversivos., op. cit., pp. 209-549. 19. En Sevilla, la primera en fundarse fue la del barrio E del Polígono de San Pablo, el 7 de octubre de 1970. Antes estaban camufladas como asociaciones de cabezas de familia (SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 430). 20. Un ejemplo fue la protesta de los vecinos de Bellavista a comienzos de 1972, encabezada por Alonso Balosa García del PCE (GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 412). 21. SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 425. 22. En 1970, los iletrados constituían el 19%, 105043 sevillanos (GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 402). 23. La tasa de escolarización en 1970 (75,1%) era bastante alta si la comparamos con la andaluza (58,6%) o la nacional (47,6%) (SORIA MEDINA, Enrique., op. cit., p. 121 y p. 139), pero, tal y como nos ilustra GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “Sevilla: años de transición, 1970-1982” en ÁLVAREZ REY, Leandro. (coord). La memoria del siglo XX: historia de Sevilla, Sevilla, Diario de Sevilla, 2000, p. 522, estos datos no muestran la realidad de muchos jóvenes y adultos sevillanos sin titulación alguna. 15 La Iglesia, tras muchos años de apoyo al régimen franquista, también tuvo un papel relevante dentro de las movilizaciones sociales. En muchas de las parroquias y edificios eclesiásticos tuvieron lugar numerosas reuniones y asambleas de distintos grupos opositores al régimen. Pero el verdadero exponente de distanciamiento con la dictadura, en la capital andaluza, fue el escrito firmado por 96 sacerdotes de la diócesis, leído en muchas iglesias durante las misas vespertinas del sábado 22 y domingo 23 de febrero de 1975, en el que se analizaba la coyuntura política del momento y se declaraban a favor de la dignidad de la persona y del respeto a los derechos fundamentales24 . La prensa privada, también tuvo una fuerte implicación en la desestabilización de la dictadura, sobre todo a nivel local, al realizar un seguimiento de los sucesos y la política municipal. En el caso de Sevilla, destacó El Correo de Andalucía, único periódico editado en la ciudad decidido a tomar partido en contra del régimen, especialmente con la llegada a la dirección del sacerdote José María Javierre en 1969. La actitud combativa continuó con los siguientes directores, provocando que el diario fuese multado, incluso secuestrado, y sus directivos acabasen en la cárcel en varias ocasiones. De hecho, en junio de 1970, el periódico fue secuestrado, alegándose por parte del Gobernador Civil que estaba apoyando la convocatoria de huelga general del CC.OO, como veremos luego25. El otro medio de comunicación, que resaltó fue el ABC, publicación que dirigió su atención hacia los empresarios26 . En este punto, no podemos olvidar a uno de los grandes protagonistas de las movilizaciones: los sindicatos, cuyo activismo tuvo un carácter fuertemente político, a pesar de que planteasen demandas laborales. Entre las centrales sindicales la principal fue CC.OO27, dirigida por Fernando Soto y Eduardo Saborido, organización en la que más reivindicaciones estuvo presente durante la dictadura. En segundo lugar, estuvo Unión General de Trabajadores (UGT)28 que, como veremos, gracias a un grupo de las Juventudes Socialistas (JJ.SS), quienes contaban con la experiencia de 24. Para más información: HURTADO, José., op. cit., p. 198. 25. MÉNDEZ MUROS, Sandra. Tratamiento periodístico del tardofranquismo y de la transición democrática en la prensa sevillana: (ABC y El Correo de Andalucía: 1964-1978), Tesis doctoral dirigida por José Manuel Gómez y Méndez, Sevilla, Departamento de Periodismo II, 2008, pp. 68-82. 26. En relación con el papel de ABC, se puede acudir a GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles. “ABC de Sevilla en los años setenta” en CHECA GODOY, Antonio; ESPEJO CALA, Carmén; y RUIZ ACOSTA, María José (coord). ABC de Sevilla: un diario y una ciudad, análisis de un modelo de periodismo local, Sevilla, Secretariado de publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2007, pp. 129-136. Para tener un visión amplia sobre la prensa sevillana del momento: CHECA GODOY, Antonio; y GUERRERO SERÓN, Carlos. “La prensa sevillana de 1980 a 1998: Cabeceras y públicos” en REIG, Ramón; y RUIZ ACOSTA, María José (Coord.). Sevilla y su prensa: aproximación a la historia del periodismo andaluz contemporáneo: (1898-1998), Sevilla, Universidad de Sevilla, 1998, pp. 169-206. 27. Compartía muchos militantes con el PCE, pero no estaba manejada por este partido (SOTO, Fernando. Por el sendero de la izquierda, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1996, p. 101). 28. Dirigida primero por José María García Márquez y luego, entre 1971 y 1978, por José María Romero Calero, quien estuvo, al mismo tiempo, en el Comité Nacional Federal (PONCE ALBERCA, Julio. La UGT., op. cit., pp. 83). 16 algunos dirigentes de comisiones29, al apoyo del despacho laborista de Capitán Vigueras30 y a las crisis sufridas en el PCE y en CC.OO, consiguieron reorganizarse y crecer. Tras estas, encontraríamos centrales con menor peso y presencia en la ciudad como Unión Sindical Obrera (USO)31, los sindicatos católicos (Hermandad Obrera de Acción Católica y Juventud Obrera Cristiana)32 y los anarquistas. En el caso de los anarquistas, durante este lustro, tuvieron poca presencia, ya que prácticamente actuaban como conjuntos de militantes sin interés en poseer una estructura autónoma. De estos grupos, salió la base para reorganizar la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), lo cual no cuajó hasta 1975, a pesar de que en Andalucía ya se estaba intentando desde 197033 . Con CC.OO se dispararon las movilizaciones a partir de 1970, aprovechando la debilidad del régimen. Ya, el 13 de enero de 1970, tuvo lugar la primera huelga de Astilleros Españoles Elcano, la cual terminó el 4 de febrero y, a finales de este mes, se consiguió firmar el convenio34. Tras veinte días de terminar el paro, estalló la huelga de los 56 días en Siderúrgica Sevillana, por el despido de Miguel Guillén, siendo un pulso de Felipe González a CC.OO para reorganizar la UGT35 . Cuando aún duraban las protestas de Siderurgia, CC.OO protagonizó la reivindicación de la Construcción el 27 de febrero, junto a la del gremio de Panadería. El caso de los albañiles llegó a 29. Entre estos cabecillas destacó Miguel Guillén directivo de Siderúrgica Andaluza (MARTÍN CORRALES, Eloy. “El movimiento obrero sevillano bajo el franquismo: 1939-1975” en ARENAS POSADAS, Carlos. Industria y clases trabajadoras en la Sevilla del siglo XX, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad, 1995, p. 309). 30. Aquí trabajaban Antonio Gutiérrez Castaños, Rafael Escuredo Rodríguez, Felipe González Márquez, Manuel del Valle Arévalo, Ana María Ruiz Tagle Morales, Rafael Rodríguez-Varo Valverde y Miguel Ángel Pino Menchén (SAGRARIO, Pedro. La Política, Sevilla, Sevilla Grupo Andaluz de ediciones Repiso Lorenzo, 1981, p. 7), no solo reajustó la UGT, sino que también fue la base para la reestructuración del PSOE. De hecho, en esta época prácticamente no se podía distinguir entre PSOE y UGT. 31. Fundada con una base cristiana obrera y de tendencia social demócrata, consiguió convertirse en la tercera fuerza sindical (MARTÍN ARTILES, Antonio. “Del blindaje de la sotana al sindicalismo confesional (Breve introducción a la historia de la Unión Sindical Obrera, 1960-1975)” en TUSELL GÓMEZ, Javier; MATEOS LÓPEZ, Abdón; y ALTED VIGIL, Alicia. La oposición al régimen de Franco, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1990, pp. 169-181). 32. Cuyas acciones se basaban, sobre todo, en el lanzamiento de comunicados y actuaciones de solidaridad (HURTADO, José., op. cit., pp. 213-350). 33. Acerca de la CNT en Sevilla, se puede dirigir a GUIJARRO, Julio; y GUTIERREZ, José Luis. “La CNT en Andalucía: reorganización y conflicto” en Jornadas Internacionales de Debate Libertario. La oposición libertaria al régimen de Franco (1936-1975), Madrid, Fundación Salvador Seguí, 1993, pp. 688-712. Como prueba de la falta de consolidación de los anarquistas, vemos que aún en 1973 continuaban apostando por la no intervención en la lucha sindical, quedando alejados de los conflictos, pero no desaparecidos (MARTÍN CORRALES, Eloy. op. cit., pp. 310). 34. Para saber más sobre la huelga y la amplia solidaridad con la reivindicación consultar: RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia de las Comisiones Obreras de Sevilla: De la dictadura franquista a la legalización, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2002, pp. 100-104. 35. Según CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 395: “al hacerse con el control de este conflicto no dio ciertamente, partida de nacimiento al sindicato en Sevilla que ya llevaba varios años funcionando como tal, aunque con escasa implicación en la realidad laboral, pero sí le supuso una importante palanca de lanzamiento”. 17 captar la atención de todo el país, al ser el primer paro de carácter general en el sector que maduraba desde hacía treinta años; empezó a perfilarse en marzo y transcurrió hasta junio, con la participación de más de 30000 obreros en la provincia sevillana. En la acción de los panaderos, colaboraron unos 3000 trabajadores y no acabaría hasta el 20 de marzo. Estas dos movilizaciones, junto con la solidaridad de otros sectores, mostraron la capacidad de actuación y de impacto en la opinión pública de la central obrera. De hecho, en los últimos días de las demandas en la Construcción, esta trató de realizar una huelga general para el 25 de junio en Sevilla. Sin embargo, el proyecto fracasó al igual que ocurrió con otros intentos anteriores. En este caso, se debió, en parte, a la firma del Convenio Provincial del Metal y a la falta de unión sindical (UGT se desmarca)36 . Por su parte, UGT se hizo con el control de la empresa Uralita en agosto, ya que Felipe González se encargó de negociar su convenio, siendo su portavoz Enrique Martínez Lagares, quien posteriormente, fue elegido Secretario General del sindicato ugetista37 . A finales de este año tan bronco, ocurrió uno de los momentos más tensos durante la última etapa de Franco: el Proceso de Burgos (3 de diciembre de 1970), contra dieciséis miembros de ETA, de los cuales seis fueron condenados a muerte, acusados de asesinar a tres personas. Tanto en España, como en el extranjero hubo fuertes movilizaciones en contra de las penas de muerte, antes y después del sumario38. Frente a estas presiones, se originó una respuesta por parte de los profranquistas: el alcalde de Sevilla, Juan Fernández Rodríguez García del Busto, publicó el 4 de diciembre un Bando de la Alcaldía, donde se hizo un llamamiento para manifestarse a favor de la decisión del Régimen: la respuesta fue numerosa al llenarse Plaza Nueva39 . Sin embargo, esta muestra de apoyo al franquismo y la declaración del Estado de Excepción40 por seis meses (desde 14 de diciembre de 1970 al 15 de junio de 1971), no fueron lo suficientemente fuertes como para vencer a las oleadas de solidaridad con los procesados, las cuales consiguieron 36. Conforme al progreso de los conflictos diríjase a RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 108- 118. Acerca del fracaso de la huelga general consulte GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés. Agenda sindical de la transición en Sevilla (1976-1982): actuaciones y divergencias, [El Ejido], Círculo Rojo, 2015, pp. 217-219. Sobre la decisión de UGT examine PONCE ALBERCA, Julio. La UGT., op. cit., pp. 80. 37. CHINARRO, Eduardo., op. cit., pp. 37-38. 38. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 401. A nivel nacional, un ejemplo, fue la Jornada de Acción por la Amnistía del 3 de noviembre (Archivo Histórico de Comisiones Obreras de Andalucía (en adelante AHCCOO-A), 9.1/5, “Comunicado de la Séptima Reunión General de Comisiones Obreras”). En el caso de Sevilla estallaron movilizaciones en diversos puntos (RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 119-120). 39. SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 431. 40. En contestación al Estado de Excepción, se produjo una concentración frente al palacio arzobispal, a finales de enero de 1971, para pedirle al cardenal que se pronunciase en contra de la suspensión del Fuero de los Españoles. A la cabeza de la protesta estaban Rojas-Marcos y Pedro Albert (RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., p. 43). 18 cambiar las seis condenas a muerte por penas de cárcel. Esto supuso una demostración de la debilidad del régimen y la fuerza de la oposición41. Por otro lado, durante esta avalancha de apoyo, se originaron disturbios por la ciudad42, siendo detenidos numerosos militantes comunistas. En consecuencia, el PCE y CC.OO se vieron mermados. Entre el 17 y el 22 de mayo de 1971, bajo la atmósfera represiva del Estado de Excepción, tuvo lugar las elecciones sindicales parciales, donde CC.OO no consiguió los resultados esperados por su debilidad43 y UGT apostó por la abstención44. En este año, la central ugetista comenzó a crecer a costa de la debilidad de comisiones, ya que esta última estuvo siendo acosada y fue marginada de la mayoría de las huelgas. El despacho de Felipe González fue capaz de manejar los conflictos por expedientes de crisis de Loscertales, IMASA, Navarro Gautier y Laminadora del Sur45. No obstante y a pesar de las dificultades, CC.OO estuvo presente en la jornada del 1 de mayo y siguió manteniendo el frente en la negociación del convenio de la Construcción46 . Tras conseguir una cierta reorganización, comisiones, a principios de 1972, llevó a cabo un programa de lucha contra el paro, del que destacó: la reclusión en febrero de un centenar de parados en la Catedral y las demandas de las Comisiones de Parados, que acudieron a todas las instituciones47. En medio de estas acciones, tuvo lugar la movilización de algunos sevillanos de CC.OO a El Ferrol en marzo, para protestar contra las dos victimas en el conflicto de la empresa Bazán48 (también se produjeron minutos de silencios en diferentes factorías de Sevilla)49 . 41. En Sevilla, este triunfalismo de la oposición se puede observar en AHCCOO-A, 11.4/14, “Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla por la unidad de acción”, donde se hace un llamamiento a la unión de la oposición en vista del logro conseguido al influir en la reducción de las sentencias. 42. “La noche del 3 de diciembre se produjeron ataques a varios autobuses de la Empresa Transportes Municipales, lanzándose varias botellas de gasolina sobre un autobús que sin viajeros se encontraba aparcado en la calle Saturno. A primeras horas de la madrugada del día cuatro aparecieron por la ciudad hojas del Partido Comunista instando a la huelga general. Durante todo ese día las calles fueron tomadas por la Policía Armada mientras que a las puertas de algunas fábricas se producían manifestaciones contra la pena de muerte” (SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 431). 43. RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., pp. 45-46. En relación a la postura de participación tomada por el sindicato obrero: AHCCOO-A, 11.1/7, “¡Las Comisiones Obreras de Sevilla ante las elecciones sindicales!”. 44. La decisión de UGT provocó desacuerdos internos, ya que algunos ugestistas veían necesario tener representación sindical, para hacer frente a CC.OO. Para saber más: PONCE, Julio. La UGT., op. cit., pp. 83-84. 45. CHINARRO, Eduardo., op. cit., pp. 39-47 y HURTADO, José., op. cit., p. 185-187. Sobre la evolución de los conflictos se puede consultar RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., p. 51-58. 46. AHCCOO-A, 11.4/15, “Por un primero de mayo de lucha...” y AHCCOO-A, 10.8/6, “Comunicado de las Comisiones Obreras de la Construcción de Sevilla acerca de la necesidad de unidad ante la negociación de un nuevo convenio colectivo”. 47. Al final de la operación, se consiguió que “cada una de las empresas censadas en el Grupo Autónomo Económico Sindical de la Construcción admitiese por lo menos a un obrero en paro forzoso sin derecho a la percepción del seguro de desempleo” (RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., p. 132). Durante el cometido, fueron detenidos 5 trabajadores tras entrevistarse con el rector de la Universidad. 48. AHCCOO-A, 11.4/18, “Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla para condenar los asesinatos”. 49. RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., p. 63 y pp. 92-93. 19 Por otra parte, la represión siguió castigando a la central en este año, produciéndose el golpe más duro el 24 de junio, con las detenciones de los diez máximos dirigentes de CC.OO, en Pozuelo de Alarcón, entre los que se encontraban Acosta, Saborido y Soto50 . Entre enero y febrero de 1973, transcurrieron en todo el país protestas en el sector de la Enseñanza, debido a cuestiones salariales. En Sevilla, la movilización se inició sobre el 25 de enero, con una participación de unos 2000 maestros. Tras tres días de huelga, se consiguió un insuficiente aumento de sueldo, que no frenó la lucha. En marzo, aconteció un conflicto de bastante calado por los despedidos de Andaluza de Cementos, el cual duró 20 días y produjo una gran oleada de solidaridad51. En abril, el enfrentamiento en San Andrían del Besós originó, como reacción en Sevilla, una manifestación el día 1052 . A pesar de las diferencias entre CC.OO y UGT hubo acercamientos puntuales, aunque no fue hasta 1976 cuando sucedió una verdadera aproximación con la constitución de la Coordinadora de Organizaciones Sindicales (COS)53. Un ejemplo de esta colaboración ocurrió en septiembre de 1973, con la huelga de Casal S.A., por cuestiones salariales, donde la ayuda fue muy amplia, gracias al comité de solidaridad, formado entre otros por comisiones y el grupo de Felipe González. No obstante, la lucha se saldó con ocho despidos54 . En diciembre de 1973, se dio la vista oral del Proceso 1001, lo cual ocasionó una alta movilización. CC.OO organizó paros relámpagos y sentadas en nueve empresas durante el 11 y 12 de diciembre55 . 50. Conocidos como Los diez de Carabanchel (Marcelino Camacho, Nicolás Sartorius, Miguel Ángel Zamora Antón, Pedro Santiesteban, Eduardo Saborido, Francisco García Salve, Luis Fernández, Francisco Acosta, Juan Muñiz Zapico y Fernando Soto Martín), protagonizaron el famoso Proceso 1001. En respuesta a estas detenciones, las CC.OO de Sevilla un llamamiento para aumentar las protestas: AHCCOO-A, 11.4/19, “Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla para intensificar la lucha por las reivindicaciones”. 51. Como ejemplos tenemos los siguientes comunicados: AHCCOO-A, 10.22/3, “Comunicado de las Comisiones Obreras Juveniles en el que muestran su solidaridad con los compañeros de Andaluza de Cementos y por la anulación del sumario 1001”; AHCCOO-A, 10.21/2, “Comunicado de las Comisiones Obreras de Empresas y Ramos solidarizándose con los trabajadores de Andaluza de Cemento”; y AHCCOO-A, 10.21/2, “Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla en solidaridad con los compañeros de Andaluza de Cementos”. 52. Acerca del suceso de San Andrían del Besós acudir a: CHINARRO, Eduardo., op. cit., p. 58 y AHCCOO-A, 10.21/5, “Un nuevo crimen cometido contra los trabajadores”. 53. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., pp. 407-408. 54. Acerca del desarrollo de la huelga: RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 140-141. 55. AHCCOO-A, 10.21/3, “Comunicado de las Comisiones Obreras de Empresas y Ramos contra el proceso 1001” y AHCCOO-A, 11.4/22, “Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla a la participación en la jornada del 12 de diciembre”. A parte de estas acciones, en enero de 1974, se envió una carta, por parte de los trabajadores sevillanos al Presidente de la Organización Internacional del Trabajo, pidiendo, entre otras cosas, la libertad de los procesado (AHCCOO-A, 11.5/6, “Copia de la petición de los trabajadores sevillanos al Presidente de la Organización Internacional del Trabajo solicitándole su mediación para mejorar la situación de los sindicalistas en España”). Respecto a la visión de CC.OO de Sevilla del Proceso 1001 se puede consultar: AHCCOO-A, 11.6/1, “El proceso 1001 o la reacción fascistas...” y AHCCOO-A, 11.6/3, “El proceso 1001”. 20 Pero la sentencia fue la siguiente: Saborido fue condenado a 20 años de prisión, Soto a 17 años, cuatro meses y un día, y Acosa a 12 años y un día. Los diez procesados sumaban un total de más de 161 años de prisión56 . En 1974, CC.OO organizó una plataforma común para negociar los convenios colectivo y consiguió que sus reclamaciones fuesen imponiéndose como reivindicaciones generales. En otoño, subió el termómetro de la conflictividad al movilizarse Fabricación de Automóviles S.A. (FASA) e Industria Subsidiaria de Aviación (ISA), junto con la solidaridad de Construcciones Aeronáuticas S.A.(CASA), Astilleros Españoles, Roca Radiadores, Recalux, Arteferro y Productos Moto57 (también se sumó al apoyo la Compañía Sevillana de Electricidad, pero esta estaba orquestada por UGT). Con todo ello, se consiguió negociar con la patronal y hacer volver poco a poco a los despedidos58 . El año 1975 comenzó con la huelga de Recalux (15 de enero) por demandas salariales y que coincidió con agitaciones estudiantiles, cuyo resultado fue 30 despedidos, quienes se encerraron, el 7 de febrero, en la parroquia de La Candelaria59. En febrero, se originó un despliegue de solidaridad organizado por CC.OO con los encausados en el Proceso 1001, ya que, el 15 de este mes, el Tribunal Supremo resolvería el recurso contra el Tribunal de Orden Público (TOP). Entonces el 11 de febrero, los diez de Carabanchel60 iniciaron una huelga de hambre y en las empresas dominadas por comisiones, se protagonizaron señales de protestas61. El desenlace final fue la reducción de la sentencia del TOP, de más de 161 años, a 38 años, ocho meses y seis días. Con esta sentencia quedaban libre por cumplimiento de condena cuatro de los diez acusados62, entre estos estaba 56. CHINARRO, Eduardo., op. cit., pp. 67-68 y RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., p. 142. 57. Este suceso fue definido por la CC.OO de Sevilla, como “el acontecimiento más importante en el movimiento obrero de Sevilla” (AHCCOO-A, 11.1/13, “El acontecimiento más importante en el movimiento obrero de Sevilla...”). 58. CHINARRO, Eduardo., op. cit., pp. 69-84; MARTÍN CORRALES, Eloy. op. cit., pp. 307; y HURTADO, José., op. cit., p. 195. Para ampliar la información acerca del desarrollo de las huelgas: RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 143-148 y a RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., pp. 143-152. 59. RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., Ibídem., pp. 159-166. 60. Antes, Saborido y Acosta escribieron a CC.OO de Sevilla para pedirles que reactivasen su solidaridad en vista de la cercanía del dictamen del Tribunal Supremo (AHCCOO-A, 11.6/10, “Carta de Eduardo Saborido y Francisco Acosta a los compañeros de “la Inter.” haciendo referencia al escrito dirigido al Secretariado de Comisiones”). 61. Acerca del desarrollo de las movilizaciones y la solidaridad consultar: AHCCOO-A, 11.4/25, “Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla por la anulación del proceso 1001” y AHCCOO-A, 11.1/15, “Comunicado de las Comisiones Obreras de Sevilla sobre las movilizaciones de los trabajadores sevillanos”. 62. Saborido y Soto felicitan a los trabajadores de Sevilla, el 18 de febrero, por lo conseguido y les alentaron a seguir combatiendo por la amnistía y las mejoras laborales (AHCCOO-A, 11.6/11, “Carta de E. Saborido y F. Soto a los trabajadores de Sevilla agradeciéndoles los esfuerzos que hicieron posible la victoria y animándoles a seguir luchando por la amnistía”). En este sentido, los obreros de la capital andaluza lanzaron un escrito, en marzo, al Consejo Provincial del Trabajo en demanda de mejoras laborales y de “una amnistía general para todos los presos políticos y sociales de nuestro país” (AHCCOO-A, 11.5/7, “Copia del escrito de los trabajadores sevillanos al Consejo Provincial de Trabajadores en el que solicitan el apoyo a sus reivindicaciones”). 21 Acosta, quien fue recibido, entre vítores y aclamaciones, por unas 2000 personas en la estación de San Bernardo63 . Tras las luchas por el Proceso 1001, el siguiente suceso a remarcar fue las elecciones sindicales de junio, las últimas con Franco vivo, bajo un clima bastante tenso64. En la campaña, CC.OO y USO apostaron por la participación, mientras UGT seguía dividida entre abstenerse o concurrir65. Al final, los resultados demostraron que comisiones seguía manteniendo una posición predominante al conseguir 6 UTT: Metal, Agua-Gas-Electricidad, Banca, Enseñanza, Sanidad y Cereales66. Por su parte, UGT se quedó muy lejos de CC.OO; USO solo alcanzó una presencia simbólica; y CNT aún no funcionaba a nivel de empresa67. Durante estos comicios, se conocieron las condenas a muerte de militantes de ETA y Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (FRAP)68, lo que provocó toda una movilización social a nivel estatal seguida de una acción represora, que en Sevilla también tuvo sus efectos: el 12 de septiembre, sucedió una manifestación de protesta por las condenas, en la que participaron unas 250 personas, entre las que había militantes de Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Movimiento Comunista de España (MCE), Acción Comunista (AC), JJ.SS, PC y UGT, y se produjo 55 detenciones69. Tras todo lo anterior, se originó un conflicto en Landis, en octubre, por un expediente de crisis, donde CC.OO consiguió movilizar a miles de ciudadanos y trabajadores de ISA, CASA, FASA, etc. Con todo este apoyo, se consiguió eliminar la “crisis” de la empresa70. Esta fue la última huelga de gran calibre durante la dictadura, puesto que ya le quedaban pocos días de vida a Francisco Franco. 5.3. La oposición se organiza con fuerza ante la debilidad del dictador. Entre las asociaciones opositores destacaron por su antigüedad: el PCE y el PSOE. Conforme al PCE entraba en 1970 afectado por las detenciones producidas en 1969, habiendo que esperar hasta 1971 para que se produjera una nueva reconstrucción del partido. Mientras el PSOE creció gracias al apoyo del despacho laborista de Capitán Vigueras y a las JJ.SS. No obstante a la altura de 1971, 63. MARTÍN CORRALES, Eloy. op. cit., pp. 309 y CHINARRO, Eduardo., op. cit., pp. 85-87. En SOTO, Fernando. Por el sendero., op. cit., pp. 82-83 se añade que el 6 de agosto de 1975 el resto de los procesados fueron trasladados a Jaen. 64. Así se muestra en AHCCOO-A, 11.1/17, “¡Vayamos al copo!”. 65. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 410. 66. AHCCOO-A, 11.1/18 , “Informe sobre elecciones sindicales”, p. 2 y AHCCOO-A, 11.1/19, “Cuadro sobre las elecciones sindicales”. 67. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., pp. 410. 68. De los 11 procesados, 5 acabaron ejecutados, el 28 de septiembre, y 6 fueron indultados. (ZOIDO, Antonio. “La grandeza del pequeño” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, p. 71). 69. CHINARRO, Eduardo., op. cit., pp. 93-94. 70. RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 156-157. 22 se hallaba dividido en tres grupos: los cercanos al exilio exterior, los jóvenes renovadores y los ligados al viejo republicano Alfonso Fernández Torres. Del acercamiento entre el primer y el tercer grupo salió el Partido Socialista Obrero Español Histórico (PSOE (h))71. Al final, quienes se hicieron con el poder del partido fueron los renovadores en el congreso de Suresne. Un fenómeno que entró con fuerza en Sevilla fue el andalucismo, debido a la figura de Alejandro Rojas-Marcos, uno de los personajes más importantes de esta corriente. Rojas-Marcos se enfrentó en no pocas ocasiones contra el Régimen, lo cual le llevó a ser detenido en marzo de 1971 y condenado en abril a seis años de destierro72. En el 11 de mayo de 1970, impulsó la entidad mercantil Compañía Promotora, S.A.(CPSA), que realmente tuvo un objetivo político. De hecho, el organismo mostró un interés por impulsar o controlar algunas empresas (sobre todo comunicativas) con la finalidad de promover actividades y propaganda andalucista. Por ejemplo, impulsó el Congreso de Cultura Andaluza entre los años 1977 y 1978 dentro del Club Gorca. De CPSA surgió la clandestina Alianza Socialista de Andalucía (ASA), que fue la base para el Partido Socialista Andaluz (PSA). En 1973, hizo público su manifiesto, Manifiesto Fundacional, donde se aprecia una unión entre socialismo y regionalismo, defendiendo la necesidad de un estatuto especial para Andalucia, que se debía de conseguir sin violencia. Y en octubre de 1975, hizo público un documento, Por un poder andaluz, en el que, a diferencia del anterior, se plantó una ruptura más acusada al reclamar un Estatuto de Autonomía para Andalucía73 . Las tres anteriores no fueron las únicas asociaciones políticas que se organizaron clandestinamente en oposición al régimen, pero si fueron las más importantes en Sevilla. A parte de los partidos nombrados, cabe resaltar la aparición del Partido del Trabajo Español (PTE) en 1974, surgido al fraccionarse el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), que llegó a Sevilla con Eladio García Castro e Isidoro Moreno, beneficiándose con la implantación de su sección juvenil (JGR) dirigida por Pina López Gay, y que ingresó en la Junta Democrática. Pero este partido tuvo poca fuerza política en la ciudad74 . Esta oposición colaboraba conjuntamente, en momentos puntuales, para derribar a la Dictadura. Pero con la constitución en París de la Junta Democrática de España (JDE) en 1974 y la salida de 71. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 405. 72. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 413. 73. Se puede contrastar en RUIZ ROMERO, Manuel. “La emergencia del andalucismo político en el contexto del tardofranquismo a la transición” en NAVAJAS ZUBELDIA, Carlos (ed.). Actas del III simposio de historia actual. Logroño, 26-28 de octubre de 2000, Logroño, Gobierno de la Rioja, 2002, pp. 639-649. 74. ZOIDO, Antonio., op. cit., p. 68. 23 las CC.OO, el PCE, los carlistas y USO de la Mesa Democrática se produjo una división en la fuerza antagonista al Régimen75. Por su parte, UGT y PSOE no consiguieron formar una alternativa eficaz hasta junio de 1975 con la creación de la Plataforma de Convergencia Democrática (PCD), que en el caso de Sevilla fue integrada, según el número 29 del boletín ugetista UNIÓN, por el: PSOE, ORT, PC, MCE y UGT76. A pesar de esta división, la necesidad de hacer frente a un enemigo común dio lugar a la fusión de ambas plataformas en la conocida Platajunta, que el 30 de octubre de 1975 firmó su primer comunicado conjunto77 . Mientras en 1974 se dividía la oposición, Sevilla vivía un momento de efervescencia política: el PCE consiguió reorganizarse y relanzarse; en junio, se difundía la identidad del nuevo Secretario General del PSOE, elegido en el congreso de Suresne, el sevillano Felipe González, alias Isidoro; en noviembre fueron detenidas catorce personas por reunión ilegal, entre las cuales destacó el flamante secretario socialista; y el 12 de diciembre compareció ante el juez el periodista Juan Holgado Mejías acusado de entrevistar a Isidoro tras su elección a la secretaría del PSOE. Con todo esto, podemos decir que este año estuvo copado por Felipe González, quien consiguió una propaganda sin igual. Esta publicidad del socialismo “renovado” supuso un problema para el sector “histórico”, sobre todo en Sevilla, que perdió una gran cantidad de militantes y simpatizantes entre las nuevas generaciones, los cuales giraron hacia el PSOE de Isidoro78 . A nivel internacional, en abril de 1974, sucedió la conocida Revolución de los Claveles en Portugal y, en julio, la caída de la Dictadura de los Coroneles de Grecia, dejando a España como la única dictadura de la Europa Occidental. Como no pudo ser de otra forma, estos sucesos fueron un acicate para las movilizaciones y para la oposición política, que vieron la esperanza de conseguir un cambio en España79 . Por último, cabe destacar la conferencia de Reforma Social Española (RSE) el 28 de abril de 1975. Esta asociación había sido aprobada por la Comisión Permanente del Consejo Nacional del Movimiento el 11 de febrero de 1975, a pesar de su mensaje aperturista. Este acto abrió camino a que otros grupos clandestinos sevillanos fuesen lanzándose hacia la vida pública80 . 75. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 407. 76. CHINARRO, Eduardo., op. cit., pp. 95-96. 77. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., pp. 409-410. 78. SORIA MEDINA, Enrique., op. cit., 148. 79. Así se refleja en SOTO, Fernando. Por el sendero., op. cit., p. 83, donde también se añade que la Revolución de los Claveles vino a ser un balón de oxígeno tras el golpe de estado de Pinochet en septiembre de 1973, que acabó con el “socialismo chileno”. 80. SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 5-7. 24 5.4. La tensión socio-política afecta al Ayuntamiento de la Giralda. El primer alcalde de la Sevilla tardofranquista fue Juan Fernández Rodríguez García del Busto (1916-2011), quien relevó a Félix Moreno de la Cova en el cargo. Su mandato comenzó el 6 de noviembre de 1969, una semana después de que Carrero Blanco formase gobierno, y duró hasta el 20 de mayo de 1975, unos meses antes de que Franco muriese. Su entrada al Ayuntamiento tiene mucho que ver con su relación con Carrero Blanco, que fue su valedor principal en Madrid. Ambos fueron hermanos de la misma cofradía y tanto Carrero Blanco, como su hija Carmen Blanco fueron pacientes suyos81. Esta proximidad con Carrero Blanco, le permitió conseguir financiación para diversos proyectos82, a pesar de ello no fue capaz de hacer frente a los problemas municipales. Fernández Rodríguez tuvo que gestionar las deficiencias sufridas por la ciudad, de las que podemos destacar: la falta de agua, la subsistencia, la enseñanza, la falta de viviendas, el transporte público, y la escasez de recursos aportados por el Estado. Asimismo, la tensión socio-política, explicada en los capítulos anteriores, acabó afectando a la dinámica del Ayuntamiento, comenzando a producirse, entre otras consecuencias, una actitud “novedosa” en la política municipal: el debate y la discusión. Desde el año 1939, los Plenos en el Ayuntamiento se desarrollaban de forma obediente. Sin embargo, entrado en los años setenta, aunque ya Rojas-Marcos abrió el camino durante su período de concejal, fue aumentando la frecuencia de los debates y las discusiones en el consistorio. Un ejemplo, fue el Pleno de finales de enero de 1973, donde Cayetano Domínguez protagonizó junto a otros concejales un debate sobre el funcionamiento de los colegios83 . Por otro lado, entre el 17 de de noviembre y el 1 de diciembre de 1970, se produjeron dos hechos muy peculiares en la renovación de tercios84, que mostró la influencia de la tensión socio-política de las calles en el consistorio. El primero, se produjo cuando la Junta Municipal del Censo decidió denegar la candidatura por el tercio de Familia de Diego de los Santos López, alegando que el 60% de las 13000 firmas presentadas por Diego no eran aceptables. Lo cual provocó un fuerte 81. PONCE ALBERCA, Julio. “Notas”., op. cit., pp. 13-14; y p. 21 y FONTÁN Meana, Antonio. El Ayuntamiento de Sevilla: desde la transición al cambio: la historia pequeña de una casa grande, Sevilla, 1983, p. 19. 82. Según DÍAZ ARRIAZA, José. “El Ayuntamiento de Sevilla durante la Guerra Civil y el Franquismo” en VVAA. El Ayuntamiento de Sevilla: dos siglos de historia, Sevilla, Ayuntamiento de Sevilla-Patronato del Real Alcázar, 2004, p. 120., era importante, ya que durante el franquismo para ser buen alcalde era imprescindible tener el apoyo financiero del gobierno central. 83. SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 425-444 84. “La Ley de Administración Local, que para 1971 incluía la novedad de que las mujeres, con la condición de ser mayores de edad y estar casadas, pudieran ser electoras y elegidas; también se indicaba que las ciudades mayores de 500000 habitantes elegirían 24 concejales, pero no pudo aplicarse tal supuesto, porque la actualización del censo no se conoció hasta la mitad de 1971 […], de modo que los concejales sevillanos siguieron siendo 21” GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “Sevilla”., op. cit., p. 546. 25 desacuerdo85. El segundo, fue la presencia de una mujer en el consistorio, Pilar Gutiérrez Miranda, lo cual constituyó un hecho sin precedentes dentro de la dictadura franquista y una muestra del fruto de las luchas de las mujeres sevillanas86 . Otra “irregularidad” ocurrió en las elecciones a Cortes del 29 de septiembre de 1971, cuando Santiago Martínez Caro (alto funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores, que en 1976 llegó a ser secretario de Juan Carlos I), uno de los candidatos, impugnó los comicios en varias mesas de los distritos 9 y 10, declarando que se habían falseado los resultados añadiendo votos de personas que no estaban en el censo. Tras confirmarse la alegación, se invalidaron los resultados, pero los nuevos resultados volvieron a dar la victoria para Juan Reig Martín y Ana Bravo Sierra, que casualmente eran los candidatos oficialistas, generando comentarios críticos en la prensa87 . Dos años más tarde (noviembre de 1973), se terminó de configurar la última corporación municipal, bajo la dictadura en la postrera renovación del tercio de Entidades88 . Conforme a las medidas tomadas por el consistorio, para responder las movilizaciones sociales, destacó la creación, en 1974, de las Juntas Municipales de Distritos y revitalización de la figura del alcalde de barrio (este era nombrado a dedo), con el objetivo de mejorar las relaciones entre el Ayuntamiento y los ciudadanos e intentar disminuir la tensión social89 . El 20 de mayo de 1975, sucedió la dimisión de Fernández Rodríguez, dejando muy hipotecada la Hacienda Municipal debido a su fuerte inversión en la ciudad. Entre las acciones que llevaron el consistorio al endeudamiento destacaron: el traslado de la Feria a Los Remedios en 1973, la pavimentación asfáltica y el elevado aumento del alumbrado90. Si es cierto que esta dimisión no pilló muy por sorpresa, ya que en Sevilla circulaban rumores sobre su renuncia desde principios de mayo. La causa más barajada era las fricciones que tenía con el Gobernador Civil por defender a los 85. SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 426. 86. Ibídem., p. 426. 87. PONCE ALBERCA, Julio. “Notas”., op. cit., p. 21. Conforme a los comentarios en la prensa, destacamos el de Antonio Burgos, quien “concluía que habían salido vencedores precisamente los dos candidatos ligados con lo que se llamaba “la calle Castelar”, o sea el Movimiento-organización. Y añadía que la participación en la elección se cifraba entre el 10% y el 20% del censo...” (GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 410). 88. SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 429. 89. Se puede ver en FONTÁN Meana, Antonio., op. cit., p. 21.; SANTOTORIBIO, José., Ibídem., p. 429.; y GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “Sevilla”., op. cit., p. 547. 90. ALVAREZ REY, Leandro; BRAOJOS, Alfonso; y PARIAS, María.“El «franquismo»: dictadura política, penuria y bienestar (1939-1975)” en MORALES PADRÓN, Francisco (dir.). Historia de Sevilla, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1992, p. 546. 26 concejales Cayetano Domínguez y Jesús Conejero Marcos, vinculados a la JDE y a ASA. También, se especulaba como causa la incapacidad del alcalde de hacer frente al nuevo clima de los Plenos, ya comentado con anterioridad. A estos rumores hay que sumarle el asesinato de Carrero Blanco (20 de noviembre de 1973), que fue su principal valedor, y la presión social que también acabó desgastándole91. Sea como sea, la dimisión de Fernández Rodríguez muestra claramente la eficacia de la presión ejercida por la oposición, tanto dentro como fuera del consistorio. Al dimitir Fernández Rodríguez, Rafael Ariza Jiménez, el Teniente Alcalde, se hizo cargo de la Alcaldía durante el tiempo (un mes) en el cual se eligiese al nuevo corregidor. El 18 de junio, Alberto Leyva, el Gobernador Civil, escogió a Fernando Parias Merry, siendo el 26 la toma de posesión92, a quien le tocó gestionar la situación de la muerte de Francisco Franco. Por tanto, es el último alcalde de Sevilla proclamado según las normas de la dictadura. 91. PONCE ALBERCA, Julio. “Notas”., op. cit, pp. 13-14. También se puede contrastar en SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 455 y en FONTÁN Meana, Antonio., op. cit., p. 20. 92. FONTÁN Meana, Antonio., Ibídem., p. 22 y SANTOTORIBIO, José., Ibídem., p. 461. 27 6. El viento del cambio llega a Sevilla (1975-1979). El régimen franquista solo se puede entender con Franco, nadie hubiese podido seguir con su legado y más aún tras el asesinato de Carrero Blanco por ETA. A esto tenemos que sumarle las presiones internacionales, tanto de Estados Unidos como de los países europeos, que querían que España fuese una democracia al estilo occidental (no podemos olvidar que en el contexto internacional aún sigue el período de la Guerra Fría), y el hartazgo de los españoles, quienes mostraban su interés por el cambio político en las numerosas manifestaciones que sucedieron. Por lo tanto, el régimen dictatorial tenía sus días contados tras el fallecimiento del dictador. Estos años fueron de una gran agitación social, marcados por la búsqueda y puesta en marcha de la nueva configuración política. Sevilla no fue indiferente a estos acontecimientos. En este sentido, cabe destacar los siguientes sucesos: la coronación del rey Juan Carlos I el 22 de noviembre de 1975; la dimisión de Arias Navarro el 1 de julio de 1976 y la entrada de Adolfo Suárez a la presidencia; las elecciones nacionales del 15 de junio de 1977; la constitución de la Junta Preautonómica de Andalucía el 7 de enero de 1978 y los comicios locales del 3 de abril de 1979. 6.1. La herencia franquista: economía y demografía. Sevilla no pasaba por su mejor momento, económicamente hablando, ya que aún seguía sufriendo las consecuencias de la crisis de 1973, lo cual provocó un gran retroceso en el sector de la industria agroalimentaria, el energético93, el textil94 y la madera95. A la capital andaluza, solo le quedó como punto fuerte el sector terciario, pero este también se resintió ante la bajada del turismo por la perdida de poder adquisitivo de los viajeros por la debacle de 1973 y luego por la de 1979. El impacto de la depresión económica sobre los niveles de empleo fue muy intenso entre 1976 y 1979, Sevilla perdió 1319 trabajadores, a la vez que creció la población y aumentaron las empresas96. Junto a la bajada del nivel adquisitivo vemos que en 1976 la inflación se cerró, a nivel nacional, con un 19,8% (once puntos por encima de la media de los países de la O.C.D.E.), 93. Sobre todo en el sector energético, tal y como muestra ALCAIDE, Julio et al. Compañía Sevillana de Electricidad : cien años de historia, Sevilla, Fundación Sevillana de Electricidad, 1994, pp. 254-255. 94. Como fue el caso de la empresa textil HYTASA, que desde 1975 le ahogaban las deudas (FERNÁNDEZ ROCA, Francisco Javier. H.Y.T.A.S.A. (1937-1980): Orto y ocaso de la industria textil,[Sevilla], Diputación de Sevilla, 1998, pp.117-118). 95. FERNÁNDEZ-CARRIÓN, Rodrigo. “La industria sevillana en la segunda mitad del siglo XX” en ARENAS POSADAS, Carlos. Industria y clases trabajadoras en la Sevilla del siglo XX, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad, 1995, p. 74 96. Las factorías pasaron de ser 3364 en 1976 a 3692 en 1979 en la capital hispalense (CARAVACA BORROSO, Inmaculada., op. cit., pp. 96). 28 generando movilizaciones sociales en demanda de mejoras salariales. A lo largo de 1975 y 1976, los empresarios, con el objetivo de acabar con la conflictividad y con la esperanza de que fuese una breve crisis (esta creencia se incrementó con las políticas estatales97, que impedían ver el verdadero estado de la economía española), aceptaron las reivindicaciones de aumento de sueldo. A cambio, los trabajadores tenían que aceptar una serie de medidas para incrementar la productividad. Aunque esto no hizo más que aumentar la inflación (llegó a 22,3 en 1977) y los expedientes de regulación de empleo (a lo largo de 1975 se plantaron 74 expedientes que afectaron a más de 3700 obreros), los cuales, en muchos casos, promovieron cierres de empresas98 . Ante estos problemas económicos, el gobierno central actuó a través de los Pactos de la Moncloa que fueron dos: uno firmado el 25 de octubre de 1977 y el otro el 27. Entre los dos planes, el más importante fue el del 27, rubricado por la patronal, los sindicatos (UGT y CCOO), los partidos políticos y el gobierno. Los efectos de los Pactos son: reducción de la inflación entre 1977 y 1978 de un 26,4% a un 16%; recuperación del equilibrio de la balanza por cuenta corriente; duplicación de las reservas de divisas; mejora de las cuentas de las empresas; y aumento del paro de un 6,3% en 1977 a un 10% en 1978. En cualquier caso, la recuperación económica fue un tanto efímera, ya que la segunda crisis del petróleo de 1979 deshizo gran parte de lo conseguido. Desde una perspectiva política, los acuerdos sirvieron para demostrar que un gobierno democrático tenía la legitimidad suficiente para imponer medidas de austeridad impopulares99 . A todos estos problemas hay que sumarle al caso de Sevilla, como al de otras grandes ciudades españolas: la escasez de ingresos, ya que la mayoría iban para el Estado, quedando lo “sobrante” para las administraciones locales; el elevado coste del cambio político por el gasto de personal y la ampliación de contratos; el impago de los impuestos municipales por parte de algunos ciudadanos100, ante la falta de un sistema tributario eficiente; el endeudamiento con los presupuestos de liquidación de deudas; y el sistema “viciado” de la hacienda. En el último caso, se observó que durante los años de bonanza económica, los municipios se acostumbraron a una dinámica según la 97. La fuerte deuda exterior se ha ido insuflando para paliar la economía general y para que Suárez no tuviese grandes problemas antes del 15 de junio. SORIA MEDINA, Enrique., op. cit., 132. 98. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 407 y SORIA MEDINA, Enrique., Ibídem., p. 132. 99. Para más información: POWELL, Charles., op. cit., pp. 203-209. 100. Según RUIZ ROMERO, Manuel. “transición y democracia en el Ayuntamiento de Sevilla (1975-2003)”, en VVAA. El Ayuntamiento de Sevilla: dos siglos de historia, Sevilla, Ayuntamiento de Sevilla-Patronato del Real Alcázar, 2004, p. 135, dentro de estos impagos “cabe destacar [...] la abierta campaña de boicot al pago de impuestos municipal de basuras que mantuvieron los grupos de oposición y numerosas asociaciones ciudadanas […] en respuesta a lo que consideraban un precio abusivo y un mal servicio”. Esta idea también se encuentra en FONTÁN MEANA, Antonio., op. cit., p. 24 y en SANTOTORIBIO, José., op. cit., pp. 466-467. 29 cual el crecimiento de los servicios se pagaba al año siguiente o al cabo de los dos años; para que esta mecánica funcionase los ingresos posteriores tenían que seguir aumentando. Pero cuando se estacasen o se redujesen, el consistorio no podría hacer frente a los gastos. Esta situación llegó con la crisis de 1973. Sin embargo, los Ayuntamientos continuaron gastando al mismo ritmo durante algunos años más, dejando una hacienda deficiente para las siguientes corporaciones. En el caso de Sevilla, esta situación se vio de forma acuciante, con el mandato de José Ramón Pérez de Lama101 . Entre 1975 y 1979, la población sevillana pasó de 600767 a 650261, con lo cual aumentó en 49494 vecinos, experimentando un crecimiento mayor que el de 1970 y 1975102. Esta subida se debió al alza de la natalidad, que se produjo hasta 1980, por el retorno de emigrantes y por la recuperación de la inmigración103. Sin embargo, al igual que en el lustro anterior, aún quedaba mucho para que las infraestructuras y los servicios municipales estuviesen adecuados a esta cantidad de ciudadanos. 6.2. El último empujón: Sevilla pide a gritos un cambio político. Con la muerte de Franco, los niveles de tensión social no disminuyeron, sino que se mantuvieron e incluso aumentaron. Un ejemplo fue la Universidad, que desde finales de 1975 y principios de 1977, siguió siendo un punto de gran conflictividad. De hecho, las peticiones de amnistía, por parte de los estudiantes, se multiplicaron; continuó la solidaridad con los trabajadores; y persistió la lucha por conseguir una educación más democrática. Aunque, con la legalización de los partidos políticos, y sobre todo con la legalización del PCE, se produjo una cierta desmovilización en la Universidad al abrirse la vía institucional. Pero esto no implicó el fin de las protestas universitarias104 . Conforme a la prensa, en abril de 1977 quedaron derogados los artículos de la Ley de Prensa relativos a sanciones y secuestros de periódicos, lo cual facilitó la actividad periodística. Sin embargo, acabaron desapareciendo algunos diarios durante estos años: Informaciones de Andalucía, 1976-77; Tierras del Sur, 1976-79; La Ilustración Regional, 1974-1976; y Torneo, 1976-77. Por su parte, entre los que continuaron, destacaron: ABC y El Correo de Andalucía. En el caso de este último, sufrió el primer rapto en democracia, el 28 de octubre de 1978105. Por su parte, el ABC fue 101. Sobre el funcionamiento de la hacienda municipal consulte MARAGALL, Pasqual. Los Ayuntamientos, Barcelona, Destino, 1997, pp. 12-15. 102. Los datos han sido extraídos de Instituto Nacional de Estadística. Población de derecho calculada en 1º de julio. Conjunto de capitales, extraído el 20/01/2017 desde http://www.ine.es/inebaseweb/pdfDispacher.do? td=40321&ext=.pdf. 103. ALVAREZ REY, Leandro; BRAOJOS, Alfonso; y PARIAS, María. “En el rumbo”., op. cit., p. 558. 104. Acerca de las movilizaciones estudiantiles se puede acudir a CARRILLO LINARES, Alberto. Subversivos., op. cit., pp. 550-592. 30 dirigido por Nicolás de Jesús Salas, desde 1976 hasta 1984, que, sin perder el tema anterior (incitar la modernización de los negocios), buscó defender al empresariado sevillano106 . Por su parte, las amas de casa no cesaron en sus reivindicaciones107. De hecho, se concentraron en más de una ocasión enfrente de la puerta del Ayuntamiento portando pancartas y criticando las bajadas de los salarios y las subidas de los precios. Estas movilizaciones siguen estando canalizadas por las asociaciones de vecinos, cuya importancia fue tan elevada que incluso llegaron a ser capaces de poner en jaque al consistorio de Fernando Parias y al de José Ramón Pérez. Las movilizaciones se originaron por la decadente situación de los barrios sevillanos y fueron alimentadas por las reivindicaciones políticas de la izquierda, y en particular por el PCE. De hecho, es curioso reseñar que el máximo exponente reivindicativo del movimiento vecinal se diese entre 1975 y 1979, coincidiendo el inició de su desmovilización con la entrada a concejal, por el PCE, de Alonso Balosa, uno de los miembros de la secretaría de la Confederación de Asociaciones de Vecinos108 . En el ámbito sindical, tenemos una CC.OO reorganizada y una UGT, que aunque lejos de alcanzar la fuerza de la primera, ya tenía cierto poder en algunas empresas (sobre todo en Sevillana de Electricidad y Uralita) y contaban con un boletín (creado entre 1972 y 1974), con el nombre de UNIÓN, en el que primaba la agresividad ideológica sobre la información. Por tanto, para 1975, tanto CC.OO, como UGT109, estaban preparadas para los hechos que se les avecinaba110 . Por otro lado, nos encontramos con una débil CNT, cuya presencia fue muy escasa: alrededor de 50 miembros. Además, según el Pleno Constituyente de la Federación Local de Sevilla (27 de junio de 105. SÁNCHEZ TRAVER, Santiago. “1978| Rodaje democrático” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973- 83), Málaga, C&T, 2005, p.180. 106. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles. “ABC”., op. cit., pp. 137-146 y RUIZ ROMERO, Manuel. “Prensa sevillana y transición. El caso de ABC edición hispalense” en REIG, Ramón y RUIZ ACOSTA, María José (Coord.). Sevilla y su prensa: aproximación a la historia del periodismo andaluz contemporáneo: (1898-1998), Sevilla, Universidad de Sevilla, 1998, pp. 141-157. Este último, añade que con Salas, el diario sevillano se impregnó de la ideología liberal y andalucista del jefe. 107. Las mujeres de Montequinto llegaron a cortar la carretera de Sevilla a Utrera en reivindicación por la escasez de agua (GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 561). 108. SANTOTORIBIO, José., op. cit., pp. 463-467 y p. 479. Conforme a la Confederación, se constituyó el 17 de enero de 1976, que dio origen a la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, la cual no fue legalizada hasta julio de 1978 (SÁNCHEZ LEGRAN, Paco. “Aulas de democracia” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, p. 110). 109. A partir del primer Congreso de la UGT de Sevilla, 23-25 de julio de 1978, Enrique Martínez Lagares sustituyó a José María Romero Calero, como Secretario General de la organización. Lagares acabó dimitiendo en el primer Congreso Extraordinario de 1981, siendo relevado por Javier de Soto Chazarri (PONCE ALBERCA, Julio y SELMA PÁEZ, Pablo R. “De sindicato clandestino a organización. La UGT de Sevilla durante la transición” en Historia Actual Online, nº35, 2014, pp. 8-12). 110. CHINARRO, Eduardo. op. cit., pp. 61-62. 31 1976), la única presentación en público, por parte de la organización, fue un folleto con motivo del 1 de mayo, y, en esta misma sesión, se produjo las primeras diferencias, con la salida de algunos miembros del grupo Textil111 . A pesar de los problemas sufridos por los cenetistas, la muerte de Franco daría nuevas energías a las protestas sociales, sobre todo a UGT y CC.OO que no dudaron en mostrar los efectos de su reorganización112. Para empezar, antes y después de la muerte del dictador, se redoblaron las peticiones de amnistía para presos y exiliados políticos113 . Durante 1976, se produjeron todo tipo de actos reivindicativos en demanda de mejoras laborales, libertad y amnistía114 en todos los sectores. En enero, se inició numerosas huelgas: el 9 la del sector de la Construcción para pedir mejoras salariales, con la participación de unos 20000 obreros, y terminó en marzo cuando se negoció el convenio; y el 26 la de ISA, a la que se le unió la solidaridad de Productos Moto, Troquelados Industriales, CASA, Astillero Standard y FASA, que finalizó el 3 de febrero, al conseguir el tope salarial y otras mejoras115. Febrero, también, es un mes conflictivo: el 19 empezó la de Transportes Urbanos hasta marzo, con el objetivo de conseguir un aumento de sueldo, participando en ella centenas de mujeres y con una alta solidaridad, finalmente el ejército intervino proporcionando conductores para los autobuses; y entre el 21 de febrero y el 15 de marzo, tuvo lugar la primera huelga en la historia de Hilados y Tejidos Andaluces S.A. (HYTASA), con el propósito de conseguir un incremento de la mensualidad, gracias a una gran solidaridad y con una alta participación de mujeres se consiguió las demandas exigidas y la reincorporación de los trabajadores despedidos116. El 28 de marzo, se produjo una manifestación por la amnistía, donde participaron, según CC.OO, unas 15000 personas, saldándose con cargas 111. GUIJARRO, Julio; y GUTIERREZ, José Luis., op, cit., pp. 713-714. 112. Así se aprecia, en AHCCOO-A, 9.4/6, “A los trabajadores del Estado español”. Llamamiento del Secretariado a los trabajadores a continuar en la lucha para conseguir sus reivindicaciones; AHCCOO-A, 9.7/1, Comunicado del Secretariado Regional acerca de la nueva situación política tras la muerte de Franco; y AHCCOO-A, 11.1/21, Comunicado de las Comisiones Obreras de Sevilla sobre las reivindicaciones ante la nueva situación política del país. En todos estos comunicados se anima, en distintas escalas, a seguir con la lucha obrera. 113. Una muestra fue lo sucedido el 5 y el 11 de diciembre: el día 5, la UTT del Metal realizó un plante general para pedir amnistía y protestar contra la congelación salarial. Las consecuencias las sufrió la empresa de Megesa, donde se despidió a 47 trabajadores, lo cual provocó un gran despliegue de solidaridad para enero de 1976. Al final, los trabajadores fueron readmitidos; y el día 11, la JDA y la PCD convocaron de forma conjunta una jornada pro-amnistía. (RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 159-161). Acerca de la solidaridad con Megesa: AHCCOO-A, 11.4/30, Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla a la solidaridad con los trabajadores de Megesa. 114. Las reivindicaciones de amnistía fueron recurrentes durante el 1976 y parte de 1977 (CARRILLO LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 415). Puesto que hasta el 15 de octubre de 1977 no se aprobó la Ley de Amnistía. 115. Más información diríjase a: RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., pp. 210-215. 116. Dentro de este proceso de huelga cabe destacar la manifestación del día 6 de marzo (Archivo General de la Delegación del Gobierno en Andalucía, en adelante AGDGA, leg. 1837, exp. 2 bis). 32 policiales que generaron algunos detenidos y heridos 117. Junto a estos conflictos, se originaron jornadas de solidaridad por las víctimas de Elda, Vitoria, Tarragona y Basauri. En abril, se pusieron de acuerdo UGT y CC.OO para celebrar el 1 de mayo118. Al mes siguiente, comenzó la lucha para conseguir el convenio del Metal, realizándose paros el 21 de mayo y el 10 de junio y huelgas generales el 23 de junio, el 1 y el 2 de julio119 . Dentro de este año, nos encontramos con dos hechos que merecen una mención a parte por su relevancia: la primera manifestación legalizada en Sevilla bajo la presidencia de Suárez, el domingo 11 de julio120; y la jornada de huelga de 24h convocada por la COS (formada por USO, UGT y CC.OO el 21 de julio de 1976121) para el 12 de noviembre122 . La primera movilización fue solicitada por Fernando Pérez Royo (PCE), Isidoro Moreno (PTE), Amador López (UGT) y Fidel Pérez Puerto (Partido Carlista), en nombre de la PCD, para reivindicar amnistía. La protesta constituyó un verdadero éxito con la participación de entre 30000 y 40000 personas123. Pero esto, no significó que siempre se fuese a obtener el permiso gubernativo124. De hecho, la asamblea andaluza de CC.OO del 12 de septiembre tuvo que celebrarse en la clandestinidad, en la Iglesia de la Candelaria, tras haberles sido denegada la autorización en dos ocasiones125. En esta reunión se constituyó oficialmente la CC.OO de Andalucía126 . 117. AHCCOO-A, 11.4/27, Llamamiento de las Comisiones Obreras de Sevilla para seguir manteniendo la reivindicación de la amnistía y AGDGA, leg. 1837, exp. 7 bis. 118. AHCCOO-A, 11.1/23, “Ante el 1º de Mayo. A todos los trabajadores, al pueblo de Sevilla”. Comunicado de las Comisiones Obreras de Sevilla y la Federación provincial de la UGT. 119. Para el desarrollo de estos conflictos, consulte RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 163-173 y pp. 175-182. Sobre el convenio del Metal acuda a RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., pp. 237-258. 120. No fue novedoso, ya que con Arias Navarro se autorizó en Sevilla, el 1 de febrero de 1976, una manifestación para exigir una verdadera democratización (AGDGA, leg. 1837, exp. 1 bis). 121. AHCCOO-A, 11.9/6, Comunicado de la COS haciendo público los documentos constitutivos. 122. En el caso del llamamiento de la COS, consultar AHCCOO-A, 11.9/8, Comunicado de la COS sobre la convocatoria de huelga del 12 de noviembre. 123. AGDGA, leg. 1837, exp. 10 bis. Sobre lo sucedido en la movilización: RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 182-183. En el ANEXO IV, se puede observar una fotografía que refleja la situación. 124. En este sentido, los ugetistas contaba con mayor tolerancia, respecto a otros sindicatos, como el sindicato obrero. A nivel nacional, se demostró cuando se permitió el XIII Congreso de UGT del 15 al 18 de abril, en el madrileño restaurante Biarritz, mientras que no se consiente la Asamblea General de CC.OO organizada del 27 al 29 de junio, en el colegio de la Ciudad de los Muchachos. Lo cual provocó que se realizase clandestinamente en una parroquia de Barcelona el 11 de julio (PONCE, Julio. La UGT., op. cit., p. 99). 125. Sobre lo acaecido en la primera denegación consulte AHCCOO-A, 10.20/3,“Información Laboral. Sevilla”. Sobre la prohibición de la Asamblea regional del día 12 de septiembre; AHCCOO-A, 9.5/2, Copia de la solicitud de Fernando Soto y otros al Gobernador Civil de Sevilla pidiéndoles permiso de reunión en el colegio Salesiano de Alcalá de Gaudaira (Sevilla), el día 12 de septiembre; AHCCOO-A, 9.5/3, Autorización de Luis Martín Valverde, Director del Colegio Salesiano de Alcalá de Guadaira (Sevilla), para la celebración de la reunión en el colegio; y AHCCOO-A, 9.5/5, Resolución del Gobernador Civil por la que desautoriza la celebración de la reunión prevista. 126. CARRILLO-LINARES, Alberto., “De lo lícito”., op. cit., p. 415. Acerca de lo sucedido en la asamblea, se puede consultar GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., op. cit., p. 47-48. 33 Por otro lado, en lo que concierne a la huelga de 24 horas del 12 de noviembre, la podemos calificar como la protesta más importante del año, ya que se estrenó la flamante Coordinadora, que desde un principio estuvo evocada al fracaso por las desavenencias internas por intentar controlarla127. La jornada fue preparada de forma conjunta, a parte de por la COS, por los partidos políticos de oposición, los estudiantes universitarios, el profesorado128, las amas de casa129, los bufetes de abogados laboristas130 y otros sectores sociales, constituyendo un pulso de la oposición al gobierno. Sin embargo, con una participación difícil de precisar131, acabó siendo un fracaso y ni siquiera pudo garantizar la supervivencia de la COS, ya que la UGT consideró que la Coordinadora fortalecería la posición dominante de CC.OO y convertiría al sindicato socialista en una organización puramente simbólica, de forma que desapareció a comienzos de 1977132. Antes de desintegrarse, la COS realizó un último envite haciendo campaña a favor de la abstención ante el referéndum sobre la ley de Reforma Política, pero esta acción fracasó ante los obstáculos del gobierno133 . Por otra parte, las represiones no finalizaron, aunque ya se notaba con cierta permisividad134. De hecho, entre el 13 y el 16 de noviembre de 1976 fueron detenidos durante tres días Saborido, Soto y Acosta por asistir a la asamblea regional de CC.OO del 12 de septiembre, pero el TOP no les condenó, aplicándoles la libertad incondicional. El 22 de diciembre, fue detenido Santiago José Carrillo Solares (Secretario General del PCE) en Madrid, provocando múltiples escritos de repulsa desde distintos lugares de España e incluso manifestaciones135. A la coacción, hay que sumarle la división que sufrió el sindicato obrero, a finales de 1976: sobre diciembre, militantes de ORT y PTE 127. En la segunda reunión entre las tres organizaciones miembro de la COS (UGT, USO y CC.OO), 12 de enero de 1976, los portavoces ugetistas declararon “que ellos traen un mandato imperativo de su Federación que les impide firmar ningún comunicado en el que no conste la exigencia de dimisión de todos los cargos sindicales pertenecientes a USO y CC.OO”(AHCCOO-A, 11.9/1, Informe de la Federación Sindical de CC.OO. de Construcción sobre las conversaciones con USO y UGT). Lo cual fue rechazado por los otros dos sindicatos. 128. AHCCOO-A, 11.3/13, Notas sobre la participación e incidencias de la jornada de huelga en varias provincias. 129. AHCCOO-A, 11.3/5, Comunicado de las amas de casa en el que apoyan la jornada de huelga. 130. AHCCOO-A, 11.3/1, “Manifiesto de los abogados laboralistas sevillanos ante la huelga general del día 12”. 131. “Comisiones Obreras cifró en unos 65000 los trabajadores sevillanos que secundaron el paro […]. Lo cierto es que en ningún momento se alcanzaron estos niveles de movilización, que el Gobierno Suárez redujo a 26205 trabajadores para toda la provincia, sin duda un dato recortado” (CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 413). 132. AHCCOO-A, 11.9/11, “UGT convoca movilizaciones obreras”. Recorte de prensa. El País. 133. PONCE, Julio., La UGT., op. cit., pp. 104-111. Conforme a la postura abstencionista de la COS: AHCCOOA,11.9/10, “A todos los trabajadores de Andalucía”. Manifiesto de la COS ante el referéndum de la reforma política. 134. “Hay que reconocer que los mayores rigores represivos no los recibió la UGT en comparación con otras organizaciones” (PONCE, Julio., Ibídem., p. 97). 135. En el caso de Sevilla, se escribió una carta por parte de los cargos sindicales (AHCCOO-A, 10.3/4, Carta de los cargos sindicales del Sindicato Provincial de Banca, Bolsa y Ahorro de Sevilla al Ministro de Gobernación en la que protestan por la detención de Santiago Carrillo) y se intentó realizar una manifestación, para el día 3 de enero de 1977, solicitada por Manuel Benitez Rufo, pero fue denegada (AGDGA, leg. 1837, exp. 467). 34 se mostraron contrarios a la organización obrera y decidieron formar un nuevo sindicato: el Sindicato Unitario (SU)136 . A su vez, los empresarios se fueron uniendo para organizarse en asociaciones, siendo las grandes empresas del Metal las primeras en hacerlo, constituyendo la Federación de Empresarios del Metal (FEDEME) en abril de 1975. A lo largo de 1976, muchos hombres de negocios siguieron el ejemplo de las compañías del Metal, formándose, incluso antes de que se aprobase el derecho de asociación sindical, distintas organizaciones para defender sus intereses. Este fenómeno de unión empresarial llegó a su culmen a mediados 1977 con la constitución de la CES (Confederación Empresarial Sevillana), con la cual se consiguió reunir a los empresarios en una sola asociación. Toda esta tendencia a la cohesión entre capitalistas fue una respuesta para hacer frente a la situación de conflictividad laboral, de crisis económica y para defender sus intereses económicos ante las instituciones locales, llegando incluso a influir en la política municipal137 . En el mismo año de la creación de la CES, ocurrió dos procesos que eclipsaron a los sindicatos: la legalización de los partidos políticos con el Real Decreto-ley de 8 de febrero de 1977 (este proceso será explicado en el siguiente apartado) y los Pactos de la Moncloa (ya los hemos tratado anteriormente). En ambos sucesos, el centro de atención fueron los partidos políticos. Los sindicatos no consiguieron ser el centro de atención hasta el 30 de marzo, cuando quedó suprimida la Organización Sindical y se aprobó la Ley de Asociación Sindical, permitiendo la legalización de los sindicatos el 1 de abril. Aún así, en la transición las centrales perdieron un gran campo de actuación, ya que las reivindicaciones políticas fueron en gran parte copadas por los partidos, ya legalizados. Con la legalización de las centrales sindicales, hubo una avalancha de organizaciones que acudieron a inscribirse, pero la mayoría apenas tenían fuerza y no duraron mucho tiempo138: no pudieron 136. GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., op. cit., p. 49-52. 137. El proceso de unión de las empresas del metal se puede ver en: GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles. “La configuración del sistema asociativo empresarial en la transición a la democracia a través del caso sevillano” en Historia Social, nº44, 2002, pp. 21-38 y en RUIZ GALACHO, Encarnación. El metal., op. cit., pp. 233-236. 138. Un ejemplo del aumento de centrales sindicales fue la constitución de CSUT y el SUT, escindidas de CC.OO (MARTÍN CORRALES, Eloy. op. cit., pp. 311). 35 desbancar a CC.OO y UGT. Entre estas dos últimas, CC.OO139 seguía manteniendo su superioridad, tanto en Sevilla como en el resto de España, y no fue alcanzada por UGT hasta 1982140 . En el caso de los anarquistas, este proceso fue un factor beneficioso, ya que la presentación pública de la CNT, en el mitín de 27 de marzo de 1977, insufló energía a sus militantes. Aunque no fue hasta finales de este año, cuando la CNT de Sevilla experimentó un gran crecimiento llegando a tener en diciembre 483 miembros141 . Volviendo a la conflictividad laboral en Sevilla, en enero, se produjeron acciones de solidaridad por el atentado de Atocha del día 24, escritos en contra de la muerte de tres miembros de las Fuerzas del Orden142 y una huelga de taxistas apoyada por UGT y CC.OO. En marzo, tuvo lugar una movilización del sector de la Construcción, momento en el que la CNT apareció, junto con comisiones y los ugetistas para firmar un comunicado de denuncia; y una jornada en demanda de puestos de trabajo, salario digno y seguro de desempleo agrario, con el apoyo de miles de obreros en la capital, el día 17143. En la celebración del Día del Trabajador se organizaron tres actos diferentes (uno por CC.OO y USO; otro por Confederación de Sindicatos Unitarios de Trabajadores (CSUT) y CNT; y otro por UGT), mostrando una falta de unidad sindical144. Para finalizar, el 4 de diciembre, la población sevillana se echó a la calle con el objetivo de pedir la autonomía andaluza (esto lo trataremos más adelante). En 1978 tuvo lugar las elecciones sindicales, en las que CC.OO mantuvo los sectores conseguidos en las elecciones de 1975, al obtener 2036 delegados, el 38,11% del total, y UGT experimentó un importante crecimiento, materializándolo en el sector del comercio y en la hostelería, donde logró 1109 delegados, el 20,76% del total145. Por su parte el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) 139. Aunque la legalización comenzó en marzo, la CCOO no será legalizada hasta el 5 de mayo y hasta el 14 del mismo mes no se reunirá por primera vez de forma legal (GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., op. cit., pp. 57-58). 140. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit., p. 416. 141. GUIJARRO, Julio; y GUTIERREZ, José Luis., op. cit., pp. 714-716. 142. AHCCOO-A, 10.3/6, Llamamiento de las CC.OO. del Banco de Andalucía de Sevilla a la serenidad de los trabajadores ante los acontecimientos terroristas. El terrorismo fue un asunto muy preocupante durante la transición y más en este mes de enero. Asimismo, podemos ver los distintos actos criminales, tanto a nivel nacional como a nivel provincial, desde principios de enero hasta el 25 de este mes y afectaron a Sevilla, en los siguientes Comunicados: AHCCOO-A, 10.14/4, Comunicado de la Delegada de Comisiones Obreras del Metal sobre los actos criminales vividos en el país y AHCCO-A, 9.7/4, Comunicado de prensa del Secretariado Regional ante la escalada terrorista. 143. La organización de la sesión de lucha se llevó a cabo en el pleno de la Unión Sindical. Aunque, ya se veía venir desde febrero, tal y como se aprecia en AHCCOO-A, 11.7/4, Comunicado del Secretariado de la Unión Sindical de Comisiones Obreras de Sevilla solidarizándose con los compañeros de Comisiones Obreras del Campo. 144. RUIZ GALACHO, Encarnación. Historia., op. cit., pp. 192-194; y GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., op. cit., p. 54-74. 145. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., pp. 408-409. 36 consiguió un 3% con 160 delegados y USO solo un 1% con 44. Tras las elecciones, destacaron dos manifestaciones que tuvieron lugar el 1 de mayo (una convocada por CC.OO y UGT, con la participación de unas 40000 personas146 y otra convocada por USO, CNT147, CSUT y SU, a la que asisten unas 6000 personas148). Luego, estallaron protesta en el sector del Metal y de la industria química, con escaso apoyo de los ugetistas, la cual se desarrolló a lo largo de junio. Para finalizar, tuvo lugar la manifestación del 17 de octubre, que fue la primera en poner de acuerdo a CC.OO, UGT, CSUT, CNT, Asamblea de Maestros en Paro y Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza, en contra del deficiente sistema educativo y del paro de los docentes149 . A partir del mes de mayo de 1978, se registraron un aumento de las solicitudes para manifestarse por parte de las asociaciones de vecinos. De entra las manifestaciones vecinales, resaltó la campaña en contra de las tasas de basura del 17 de noviembre, que fue convocada, de forma separada, por distintas organizaciones vecinales (“Santa Genoveva”, “Delta”, “El Pueblo”, “Antonio Machado”, “Andalucía de Vegoña”, “La Primera”, “Luis Cernuda”, “Las Flores”, “Miguel Hernández”, “San Fernando”, León Felipe”, “Los Vivieros”, “Triana Norte Los Vacies”, “Azorín”, “Torreblanca”, “Solidaridad” y “Los 9 Barrios”)150 . Por su parte, tras la gran escalada de la CNT de Sevilla, descendió de 483 a 340 militantes en 1978, debido, sobre todo, a las diferencias internas y la imagen de violencia que dieron al público, al ser relacionados con la Federación Ibérica de Grupos Anarquistas (FIGA). Pero los verdaderos problemas entre cenetistas acabaron estallando en 1979, cuando se produjo una separación interna, dando lugar a la anarquista CNT-AIT y al anarcosindicalista CNT151 . Mientras el sindicato cenetista se dividió, las protestas obreras sufrieron una gran escalada desde el inicio de 1979, hasta las elecciones municipales del 3 de abril. Dentro de esta etapa, destacó: la huelga de HYTASA; la lucha de 24 horas del ABC; la manifestación contra el paro, el decreto de política salarial, por la devolución del patrimonio sindical, los derechos sindicales y la necesidad de negociar sin las trabas del empresariado, convocada por CC.OO152; las protestas del personal de 146. En el ANEXO V se puede ver una fotografía de la cabecera de la movilización. 147. En el caso de los anarquistas, la organización se realizó por la acción de voluntarios, ya que el organismos se encontraba fracturado por divisiones internas (GUIJARRO, Julio; y GUTIERREZ, José Luis., op. cit., p. 719. 148. AGDGA, leg. 2211, exp. 467 y AGDGA, leg. 2211, exp. 470. 149. AGDGA, leg. 2213, exp. 987. 150. AGDGA, leg. 2214, exp. 1057-AGDGA, leg. 2214, exp. 1092. 151. GUIJARRO, Julio; y GUTIERREZ, José Luis., op, cit., pp. 717-725. 152. AGDGA, leg. 2216, exp. 27. 37 limpieza del Ayuntamiento; las de Derivados del Cemento; la del sector de Taxis153; y la de Hostelería, ante la cual Saborido y Acosta se mostraron en desacuerdo al realizarse el día antes de las elecciones154 . Antes de acabar este capítulo, es importante señalar la evolución del comportamiento y el nivel de tolerancia que el Gobierno Civil de Sevilla tuvo respecto a las movilizaciones sociales entre 1976 y 1979155 . En este sentido, se puede observar que el año donde más resistencia mostró la administración gubernativa fue en 1976, en el cual de 25 solicitudes, solo se aprobaron 8. Según los archivos, las denegaciones no se comenzaron a realizar hasta junio, lo cual podría deberse a que antes España estaba inmersa en una situación de confusión e inestabilidad por la muerte de Franco. Además, el aumento de denegaciones coinciden con el inicio de la presidencia de Suarez, el cual entró en el gobierno en julio de 1976. Durante el corto mandato de Arias Navarro, solo se produjo una denegación en la capital hispalense, en el mes de junio156 . El caso de 1977 es muy llamativo, puesto que, según los archivos consultados, unicamente se produjeron 7 diligencias, de las cuales se admitieron menos de la mitad: 3. De hecho, la mayoría de las instancias, 5, se dieron entre octubre y noviembre, quedando el resto de meses vacíos menos marzo y abril157. Quizás este número tan bajo tuviese algo que ver con la preparación y realización de la campaña electoral para los comicios nacionales, entre el día 24 de mayo y el día 13 de junio, ya que durante este tiempo las peticiones no se harían al Gobierno Civil, sino que se realizarían a la Junta Electoral Provincial158 . El año 1978 fue mucho más dinámico, de 51 solicitudes se consintieron 37, siendo noviembre el mes con más autorizaciones, 18, coincidiendo con la campaña en contra de las tasas de basuras159 . 153. Su punto álgido fue el 3 de marzo, en una movilización para denunciar la desmesurada concesión de licencias de taxis por el Ayuntamiento y la no subida de las tarifas (AGDGA, leg. 2219-2220, exp. 758). 154. GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., op. cit., pp. 139-172. 155. Para ello he usado los archivos del AGDGA, que los he plasmado en distintas tablas, las cuales se pueden ver desde el ANEXO VIII al ANEXO XV. 156. AGDGA, leg. 1837, exp. 1 bis- AGDGA, leg. 1837, exp. 369. Tengo que señalar que al faltar los expedientes y solo quedar los estadillos, es difícil identificar las causas de todos los rechazos, lo cual dificulta la lectura de los datos, ya que quizás las denegaciones se producían por fallos del solicitante (por ejemplo, no pedir la autorización con un mínimo de 10 días de antelación) y no por decisiones políticas. 157. AGDGA, leg. 1837, exp. 467- AGDGA, leg. 1848, exp. 2768. 158. Boletín Nacional del Estado. Real Decreto-ley 20/1977, de 18 de marzo, sobre Normas Electorales, extraído el 28/01/2017 desde https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1977-7445. 159. AGDGA, leg. 2210, exp. 373- AGDGA, leg. 2215, exp. 1349. 38 Este aumento de instancia en este año, se debería a que una vez terminada las elecciones nacionales, los partidos y asociaciones se podían centrar en la organización de manifestaciones y concentraciones. Es curioso, que en este año, el argumento más utilizado (en 4 ocasiones), entre otros motivos, por el Gobernador Civil para denegar las peticiones fue que eran temas bastantes “conocidos” o “debatidos” y, por ende, no era necesario darles más difusión160. Tras este, los dos asuntos más esgrimidos fueron: no entregar las solicitudes con 10 días de antelación, 2161, y ser peligrosas para los habitantes de Sevilla, otras 2162. En el resto, 6, los argumentos fueron más variados. Por último, en los meses que van desde principio de 1979 hasta abril de este mismo año, tenemos 3 solicitudes, de las cuales se autorizaron todas, dándose una por cada mes (enero, febrero y marzo)163. En este caso, al ser pocos los datos recogidos no hay mucho que comentar. aunque si le sumamos los archivos del resto del año, la cifra que tenemos es de: 36 peticiones y 31 autorizaciones164. Estos datos demuestran que la tendencia a tolerar movilizaciones sociales por parte del Gobierno Civil fue en aumento conforme se avanzaba en el tiempo. 6.3. Últimos años de la clandestinidad política y la lucha por la autonomía. No se puede decir que con la muerte de Franco acabase inmediatamente el franquismo, puesto que siguió presente en la vida cotidiana de los españoles durante mucho tiempo. Lo único que acabó tras el dictador fue el sistema que implantó. En este sentido, entre las asociaciones reconocidas por el régimen y que consiguieron seguir en marchar, destacaron Asociación Nacional para el Estudio de Problemas Actuales (ANEPA), la Asociación Proverista, Unión Democrática Española (UDE) y Guardia de Franco. ANEPA fue definida, por Vicente del Pueyo (presidente de la compañía en Sevilla), como una organización de derechas, aunque con tintes de izquierda en lo social, la cual se acabó disolviendo, el 19 de diciembre de 1976, y su Junta Directiva Provincial decidió pasarse a Alianza Popular (AP), dejando libertad de elección a sus afiliados. La Asociación Proverista surgió en Sevilla, en julio de 1975, dentro de la corriente socialistas y la liberal o demócrata cristiana, tal y como aclaró Manuel Maysunave (su fundador). La UDE tenía una línea ideológica dentro de la demócrata-cristiana europea y terminó dividida entre los que entraron en Unión de Centro Democrático (UCD), el grupo de Alfonso Osorio, y los que fundaron Acción Democrática Española 160. Así se puede ver en AGDGA, leg. 2212, exp. 612; AGDGA, leg. 2212, exp. 643; AGDGA, leg. 2212, exp. 679; y AGDGA, leg. 2213, exp. 836. 161. AGDGA, leg. 2211, exp. 506 y AGDGA, leg. 2212, exp. 695. 162. AGDGA, leg. 2214, exp. 1031 y AGDGA, leg. 2213, exp. 945. 163. AGDGA, leg. 2216, exp. 11- AGDGA, leg. 2219-2220, exp. 758. 164. AGDGA, leg. 2216, exp. 11- AGDGA, leg. 2225, exp. 1694. 39 (ADE) (posteriormente se integró en AP), la facción de Federico Silva. En lo que respecta a La Guardia de Franco, acabó diluyéndose tras el fallecimiento de su valedor, Francisco Franco165 . En el caso de los nuevos partidos de la derecha sevillana, se organizaron (salvo el Partido Social Liberal Andaluz y Unión Regional Andaluza) prácticamente desde Madrid, siendo Sevilla un punto de alto interés al ser una gran cantera de líderes izquierdistas. Entre estas organizaciones sobresalieron: Unión Nacional de Española (UNE), cuya base fue el Círculo Balmes, de carácter monárquico y, posteriormente, se incluyó en AP, y UCD, fundado en la capital hispalense por Faustino Gutiérrez Alviz166 . Por otro lado, dentro de la izquierda, a parte de PCE, PSOE y PTE, resaltó el Partido Socialista Popular. (PSP), que estaba muy relacionado con el Club Ceres, desde el cual hizo una tarea de captación de militantes, y otras organizaciones con menor presencia como OCE-BR, ORT, MCE, LCR y células anarquistas, las cuales no despertaron mucha preocupación en la derecha sevillana, al confiar que serían mermados y desarticularlos tanto por el sistema político, como por las Fuerzas del Orden167 . El año 1976, fue importante para la configuración política de Sevilla; la izquierda comenzó a mostrarse públicamente; la derecha empezó conseguir una estructura fuerte; y el rupturismo organizado (primero la Junta Democrática de Andalucía y luego la Platajunta: JDA más PCD) apareció con fuerza. En esta última ocasión, en los primeros días de febrero, tuvo lugar en el Hotel Macarena una convocatoria por parte de JDA (representada por Saborido y Benítez Rufo por CC.OO y PCE, Tomás Iglesias por PTE, Rojas-Marcos por ASA y Antonio Pérez por PSP) y la PCD (José Luis López López y Rafael Escuredo por PSOE, Fidel Pérez Puerto e Ignacio Romero Osborne, alias Marqués de Marchelina, por el Partido Carlista y María Dolores Descalzo por MCE) con el objetivo de lanzar un escrito en favor de los militares de UMD, quienes tenían pendiente un consejo de guerra por estimar que su actitud no entra en colisión con sus funciones como militares168. Por su parte, y en respuesta al rupturismo, Gonzalo Fernández de la Mora (fundador de UNE y, posteriormente, de AP a nivel nacional y ministro de obras públicas con Franco) dio un 165. SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp.18-23. 166. Ibídem., p. 8 y pp.14-16. 167. Ibídem., pp. 8-12. 168. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 414. También se puede contrastar en SAGRARIO, Pedro., Ibídem., pp. 28-30. 40 mitin en el Círculo de Labradores, el 8 de febrero, donde tildó a los sistemas democráticos de inútiles y defendió al Régimen dictatorial169 . Antes, entre finales de 1975 y principios de 1976, destacó la vuelta de los principales exiliados sevillanos: primero la de Saborido y Soto y luego la de Rojas-Marcos. Los dos primeros eran importantes miembros de CC.OO y del PCE, mientras el tercero era secretario de ASA y lideraba el andalucismo sevillano. Los tres pudieron volver gracias al el indulto de la Coronación de Juan Carlos I. El caso de Soto y Saborido fue un hito de gran importancia para Sevilla170. Su llegada a la estación de San Bernardo, el 30 de noviembre de 1975, provocó una avalancha de personas para darles la bienvenida171, lo cual se podía interpretar como un apoyo a CC.OO y PCE. Sin embargo, tras este suceso, el PCE quiso reunir a los miembros del partido y celebrar una conferencia en el Club Gorca, pero no consiguió el permiso del Gobernador Civil, Leyva Rey, y los miembros de la directiva del partido se tuvieron que encontrarse en casa de Soledad Becerril172 . Conforme a la llegada de Rojas-Marcos también fue muy relevante. Él volvió a finales del mes de enero de 1976, siendo muy bien recibido en el aeropuerto. Luego, se celebró el primer mitin de carácter regionalista tras la Guerra Civil, el 20 de febrero de 1976, en el Casino de la Exposición (cedido por el Ayuntamiento), el cual sirvió de marco para la presentación de la JDA en Sevilla. La charla fue pronunciado por Rojas-Marcos, con el título Andalucía Hoy, que finalizó con la reivindicación de “Libertad, Amnistía y Autonomía Andaluza”. Esta petición acabó relacionándose con la bandera andaluza, siendo la primera vez que dicho estandarte adquiría un carácter de aglutinador. Junto al secretario de ASA comparecieron: Luis Uruñuela, como responsable de ASA, Antonio García Trevijano, como presidente de la JDE, Emilio Pérez Ruiz, presidente del Club Gorca, y Saborido y Benítez Rufo, en calidad de representantes del PCE. Quien no estuvo representado fue el PSOE, lo cual no pasó desapercibido por el público173 . 169. SAGRARIO, Pedro., Ibídem., pp. 28-30. 170. SOTO, Fernando. Por el sendero., p. 84 lo describe de la siguiente forma: “Saborido creo que no llegó a pisar el anden, tardó unos minutos en posarse en el suelo de su querida tierra sevillana, puesto que los compañeros lo sacaron en volandas desde el estribo del vagón. El vestíbulo y la explanada también estaban a rebosar. Aquello fue, ciertamente, una fiesta de la libertad.” 171. Tal y como se puede apreciar en la fotografía del ANEXO VI. 172. SANTOTORIBIO, José., op.cit., p. 468. También se puede comparar con GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 414. 173. RUIZ ROMERO, Manuel. “¡Que vienen, que vienen!” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, p. 94. Para tener un conocimiento más amplio sobre lo acontecido en la conferenciase puede acudir a SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 30-31 y p. 52. Este último, añade, sobre el simbolismo de la bandera andaluza, que al haber sido usada por ASA, por primera vez tras la segunda república, en un acto político público, adquiere tintes izquierdistas e incluso separatistas. Lo cual provocó que los grupos menos autonomistas acogiesen esta insignia con resignación, hasta con cierta enemistad, originado por el desconocimiento. 41 Frente a las muestras públicas del rupturismo sevillano, el sector franquista no tardó en reaccionar: el 23 de abril, el líder de Fuerza Nueva (FN), Blas Piñar, junto a Gonzalo Queipo de Llano, realizó un mitin en la sala Apolo, donde criticó cualquier acto que fuese en contra de lo que denominaba como “Revolución Nacional” y sobre todo las manifestaciones de carácter comunista, ya que, según él, estos buscaban destruir España174. Con esto, vemos que durante estos años tanto FN como el grupo de Guerrilleros de Cristo Rey, fueron los guardianes del régimen y actuaron violentamente, disfrutando de cierta permisividad policial, en contra de cualquier indició de cambio político175 . Durante 1976, el andalucísmo y el socialismo sevillano se fueron consolidando. En el primer caso, se difundió el Manifiesto sobre regionalismo andaluz, donde se tomaba como línea ideológica el socialismo para luchar por los derechos regionales, y el proyecto de Estatuto de Autonomía, presentado el día 7 de mayo en el restaurante Puesto de los Monos, en el cual se definía el concepto de poder andaluz como emanado del pueblo andaluz176. Conforme al segundo caso, se pudo ver como los socialistas sevillanos fueron copando los cargos de la dirección nacional, tras el nombramiento de Felipe González177 como Secretario General del PSOE en 1974178 . Volviendo al andalucismo, se pudo ver como consiguió influir en el consistorio. Un ejemplo fue el primer pleno de febrero de 1976, donde el concejal José Jesús García propuso ondear la bandera andaluza en el balcón del Ayuntamiento, iniciativa que fue apoyada por el socialista Cayetano Domínguez con un discurso de carácter regionalista y reivindicativo. Pero, aún no había calado del todo el sentimiento andaluz y la solicitud fue denegada con un resultado de 19 en contra y 3 a favor. No fue hasta el 19 de febrero de 1977, cuando se izó la Bandera de Andalucía en el balcón del consistorio de Sevilla, y hasta marzo del mismo año no se aprobó los símbolos andaluces de la Asamblea de Ronda de 1918179 . 174. SANTOTORIBIO, José., Ibídem., p. 470 y GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 567. 175. RUIZ ROMERO, Manuel. “¡Que vienen”., op. cit., pp. 97-98. 176. SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 33-34. 177. Es curioso reseñar que a Felipe le habían devuelto su pasaporte el 15 de diciembre de 1975. Entonces realizó una gira al ser invitado por socialistas de distintos países que duraría hasta el 23 de dicho mes y a su vuelta fue entrevistado por todos los periódicos, consiguiendo una propaganda sin igual (SANTOTORIBIO, José. op. cit., p. 467). 178. Como el caso de Miguel Ángel Pino Menchén, que en 1971 se unió al despacho laborista de Capitán Vigueras y fue elegido secretario de la JJ.SS en marzo de 1976 (RUIZ ROMERO, Manuel. “¡Que vienen”., op. cit., p. 470). 179. SANTOTORIBIO, José. op. cit., p.468-470. Además se puede contrastar en GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 416. 42 Sin embargo, dentro de este proceso de fortalecimiento andalucista, cuando se creó la Platajunta180 el 20 de mayo de 1976, ASA decidió quedarse fuera al no compartir los postulados nacionalistas. Entonces, la compañía pasó por un proceso constituyente desde el 25 de julio (iniciado en Málaga) hasta el 28 de noviembre (terminado en Sevilla181), en el cual se estableció como partido político: PSA. Entre sus acciones destacaron; la campaña por la abstención, junto a otras asociaciones opositoras, en el Referéndum para la Reforma Política; su legalización el 25 de marzo de 1977; y la concurrencia a las elecciones en la coalición Unidad Socialista (US) junto a PSP, al no haber entendimiento con los socialistas, lo cual reforzó la posición andalucista del PSA. Más tarde, 1984, debido a la crisis interna acabó cambiando de siglas, de PSA a Partido Andalucista (PA)182 . Por otra parte, el 3 de septiembre de 1976, se presentó en Sevilla, un partido andalucista de derechas, el PSLA. Entre los principales promotores tuvimos al fundador Manuel Clavero Arévalo, Jaime García Añoveros, Miguel Sánchez Montes de Oca, Nicolás Jesús Salas, Manuel Otero Luna o Manuel Ruiz Lagos. Este nuevo partido no ajustó definitivamente su ideología hasta el congreso constituyente de enero (21 y 22) de 1977, en el cual se concretó como popular, andalucista y liberal en lo social y económico. Además, este acto, también, supuso la aparición del núcleo fuerte de UCD, ya que era la organización con más base de la coalición electoral en Sevilla183. Pero, a pesar de esta unión, no todos los miembros de la formación abandonaron su pensamiento regionalista, provocando enfrentamientos e incluso escisiones. Dejando a un lado el andalucismo tanto de izquierdas como de derechas, con la entrada de Adolfo Suárez en el gobierno, el 3 de julio de 1976184, llegó el Referéndum de la Reforma Política, el 15 de diciembre de este mismo año. En este proceso, la izquierda hizo campaña por el abstencionismo, la ultraderecha y ultraizquierda por el voto negativo, y la derecha por el afirmativo. Al final, el 180. En Sevilla, el compromiso constituyente fue firmado por CC.OO, Grupo Independiente, ID; Justicia Democrática, MC, Partido Carlista, PCE, Partido Popular Democrático Andaluz (PPDA), integrado en la FPD, PSOE, PSP, PTE, UGT y USO (SAGRARIO, Pedro., op. cit., p. 36). 181. Se realizó en el Cine La Paz y acudieron, entre otros: Antonio García Trevijano, Luisa Isabel Alvarez de Toledo, Duquesa de Medina Sidonia, y Manuel Murillo, representante del PSOE (h). Este último fue abucheado y tratado de forma hóstil. En este congreso se aceptó, dentro del marxismo, la teoría de lucha de clases, su método de análisis de la realidad y su interpretación histórica, pero se rechazó la dictadura del proletariado. También reafirmaron la necesidad de un Estatuto de Autonomía y se declararon republicanos. Tras aprobar sus estatutos, establecieron que se abstendrían en el referéndum acerca de la reforma política (Ibídem., pp. 44-45). 182. RUIZ ROMERO, Manuel. “La emergencia”., op. cit., pp. 649-656. 183. SAGRADO, Pedro., op. cit., pp. 36-39 y pp. 49-50. 184. Suárez despertó desconfianza al haber tenido un pasado muy ligado al franquismo. A pesar de ello, Rodríguez de la Borbolla no estuvo de acuerdo en este planteamiento y con el apoyo de Alfonso Guerra escribió un artículo en El Socialista, donde expuso la necesitad de dar una oportunidad a Suárez (MORENO, Isidoro. “La izquierda y las fiestas populares” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, p. 107.) 43 resultado fue el siguiente: a nivel nacional, con un índice de participación del 77,28%, un 94,70% escogieron el SÍ, un 2,57% NO y un 2,99% BLANCO; y en el municipio de Sevilla, de 362847 censados, votaron un 77,9%, dando lugar a un 94,6% por el SÍ, un 2,2% para el NO y un 2,9% en BLANCO185. Si a estos datos les buscamos una lectura política, se podría decir que la derecha triunfó, mientras que el resto de fuerzas perdieron. Sin embargo, hay que señalar que todo el aparato estatal apostaban por el SÍ. Quizás el resultado se hubiese visto alterado sin este apoyo colosal. Tras el referéndum, el suceso más relevante, para las organizaciones políticas, fue la legalización de los partidos políticos, uno de los puntos centrales de la transición. Puesto que sin asociaciones políticas aceptadas, no se podía consolidar un sistema parlamentario al estilo occidental. Además este proceso traería consigo el problema de integrar tanto a la oposición más férrea (los comunista), como a los más fieles del acabado régimen franquista. La legalización se inició con un Decreto-ley del 8 de febrero de 1977 que modificó la insuficiente Ley de Asociaciones de Arias Navarro. Este decreto entró en práctica el día 10 del mismo mes, dando paso a una masiva inscripción de partidos. Al día siguiente, el PCE entregó su solicitud, cuyo trámite duró hasta el sábado 9 de abril de 1977, un sábado santo, y tras una reunión entre Carrillo y Suárez y la aceptación por parte del PCE de la monarquía. Esto supuso un handicap para el PCE, al que le dejaban poco margen de tiempo para dar una presentación pública convincente que desmitificase la imagen oscura creada por el franquismo. Sin embargo, en el caso del PSOE, la gestión fue más breve, siendo legalizado el 17 de febrero de 1977, junto a otros partidos (PSP o el PSD). Por otro lado, este proceso de legalización acabó dejando sin posibilidad de presentarse a las elecciones de 1977 a los partidos de extrema izquierda, pero no los de extrema derecha (FN, Falange Española de las JONS, etc.)186 . Terminado el proceso de legalización, solo quedaba presentarse aquellos partidos que no lo habían hecho y comenzar a prepararse para las lecciones generales del 17 de junio de 1977. Así, el 19 de enero, tuvo lugar la presentación del Partido Democrático Andaluz (PDA), protagonizado por Joaquín Garrigues Walker, Soledad Becerril y Antonio Fontán en el Hotel Luz Sevillana, dándose a conocer como un partido demócrata, liberal, socialista, andalucista y europeista (concurrió en las elecciones dentro de UCD). El 10 de marzo, se mostró públicamente la URA, un partido regionalista de derechas fundado por el gaditano Luis Jáudenes García de Sola, pero tuvo poco recorrido al desaparecer tras sus desastrosos resultados en las elecciones de 1977. Luego, se produjo la constitución de AP, en una reunión celebrada en febrero en el Hotel Fernando III, a través de un 185. GARCÍA PRIETO, José Luis. transición Política en Sevilla. Gráficas del Sur, Sevilla, 1978., pp. 23-57. 186. SORIA MEDINA, Enrique. op. cit., 148. 44 compromiso entre Vicente del Pueyo por el llamado “grupo Cero”, núcleo de AP, Francisco Sánchez Apellániz (UNE), Juan Moya García (ADE), José Camacho Álvarez (Unión del Pueblo Español), Ana Bravo Sierra, (Democracia Social), y Juan Jordano Barea (Reforma Democrática), y se escogió a Enrique Navarrete Fernández (UNE) como presidente. La coalición se presentó, el 24 de marzo, en un mitin celebrado en el teatro Lope de Vega, donde actuaron De la Mora, Licinio de la Fuente y Manuel Fraga187 . Ante las elecciones, comenzaron a realizarse uniones, coaliciones y cambios de siglas de muchos partidos con el objetivo de conseguir más fuerza. A parte de las ya citadas (UCD, AP y US): PSOE (h) se coaligó con Partido Socialista Democrático Español (PSDE), fundando la Alianza Socialista Democrática (ASDCI); ORT se aglutinó con algunos revolucionarios independientes, forjando la Agrupación Electoral de Trabajadores (AET); el PTE, el cual seguía siendo ilegal, se escondió bajo las siglas de Frente Democrático de Izquierdas (FDI); FN decidió concurrir como Alianza Nacional 18 de julio (AN18), junto a la Conferencia Nacional de Combatientes (organización política de carácter franquista); el Izquierda Democrática (ID) y Federación Popular Democrática (FPD) se unieron y formaron el Federación de la Democracia Cristiana (FDC); el Frente por la Unidad de los Trabajadores (FUT) englobó a LCR, Acción Comunista, Organización de Izquierda Comunista (OIC) y Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM); y Candidatura Andaluza de Izquierdas (CAI), que escondía a la ilegal MCA188. Incluso hubo particulares que participaron por su cuenta, como Felix Monedero y Diodoro Canorea189 . En las elecciones nacionales del 15 de junio de 1977, se aceptaron a la gran mayoría de partidos y candidaturas que se presentaron (siendo 15 las organizaciones a concurrir: AN18, AP, URA, UCD, FDC, RSE, ASDCI, US, Movimiento Socialista Andaluz (MSA), PSOE, PCE, FDI, AET, FUT y CAI), exceptuando al Proveristas, por no reunir todos los requisitos legales, y a Diodoro Canorea, que no completó la documentación requerida. También, se produjeron algunas retiradas: la del FUT y CAI, que comunicaron su retirada un día antes de las elecciones, el 14 de junio, con lo que no dio tiempo a retirar sus papeletas (de ahí se explica que en los resultados salga sus nombres y sus votos); la AET, que no presentó lista; y Francisco Elías de Tejada de AN18 y Don Ramón Guzmán de AN18, los cuales retiraron sus nombres de las respectivas listas190 . 187. SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp.47-48 y pp. 50-51 y SORIA MEDINA, Enrique., Ibídem., p. 150 188. SAGRARIO, Pedro., Ibídem., pp.47-48 y pp. 55-56. 189. SÁNCHEZ TRAVER, Santiago. “1977”., op. cit., p. 156. 190. GARCÍA PRIETO, José Luis. op. cit., p. 91, SORIA MEDINA, Enrique. op. cit., p. 170 y SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 59-60.,...//....



 Conforme a los resultados de los comicios vemos que los 12 escaños correspondientes a la provincia de Sevilla acabaron repartidos únicamente entre 3 partidos191: 5 fueron para el PSOE con un 36,72% de los votos, otros 5 para UCD con un 32,62%, y solo 2 para el PCE con un 13,43%. En el caso del municipio de Sevilla acudieron a las urnas un 82% de los sevillanos y los resultados siguieron la misma tónica que a nivel provincial: los tres primeros puestos los tenían, por este mismo orden, PSOE, UCD y PCE. Luego, estuvieron AP y la US y por debajo localizaríamos al resto de partidos (FDI, ASDCI, URA, AN18, MSA, RSE, AET, CAI y FUT)192 . De este desenlace, sorprendió que a pesar del alto protagonismo del PCE en la lucha contra el régimen franquista, no consiguió atraer a una mayoría de votantes para que apoyasen su causa. También es significativo que un partido tan nuevo como UCD atrajese a una gran parte del electorado, lo cual se puede explicar, entre otras razones, por la ventaja de tener como líder a Adolfo Suárez, quien era el director general de Radio-Televisión Española desde 1973, por tanto, tanto él como su partido tenían una gran cobertura mediática. Por otro lado, los regionalistas tuvieron poco apoyo, probablemente debido a que el voto útil se fue a los partidos más conocidos y que no hicieron una gran campaña electoral, por falta de medios e inexperiencia. En los siguientes meses, tuvieron lugar las negociaciones de la autonomía de Andalucía, ya que tras las elecciones se acordó, el 12 de octubre de 1977, constituir una Comisión Permanente dentro del Congreso para negociar la autonomía. La cual estaría formada por 18 miembros: 7 del PSOE, 7 de UCD, 2 del “Grupo de Socialistas y Progresistas Independientes” y 2 del PCE. En esta misma asamblea, también se institucionalizó la Asamblea de Parlamentarios193. Pero esta acción tenía que ser avalada por el pueblo para alcanzar dicho objetivo. Por ello, se pactó organizar una manifestación en apoyo de la petición autonómica, para el domingo 4 de diciembre, siendo convocado por las centrales sindicales y los siguientes partidos: PSOE, UCD, PCE, PSA, PTE, ORT, AP, ID, MLA, PSP, RSE y Falange Española Auténtica. La única formación que se mantuvo férreamente en contra fue AP, lo cual provocó la escisión de UNE y ADE194. Esta primera celebración del Día de Andalucía, supuso el punto álgido de toda la efervescencia andalucista y, probablemente, la mayor manifestación ciudadana conocida por Sevilla. Este momento de gran 191. Hay que tener en cuenta que en Sevilla, según el sistema D´Hont, el escaño salía a 45000-50000 votos y que con la aplicación del mínimo del 3% se perdieron muchos votos de los partidos pequeños en favor de los más grandes. (SORIA MEDINA, Enrique., Ibídem., p. 157 y p. 206) 192. Los datos sobre votos y porcentajes se encuentran en el ANEXO XVI. 193. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “Sevilla”., op. cit., pp. 574-575. 194. AGDGA, 1848, exp. 2774 y SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 62-63. En el ANEXO V se puede ver una fotografía del momento. 46 relevancia no se dejó enturbiar por los incidentes ocurridos195. Si embargo, la euforia andaluza tuvo que esperar un poco para poder nacer jurídicamente. 6.4. Primeras brisas del cambio en la capital andaluza (1975-1977). Fernando Parias Merry (1937-aún sigue vivo), quien al mes de conseguir el cargo de alcalde fue también elegido procurador en Cortes por el Ayuntamiento, no había luchado en la guerra civil a diferencia de los anteriores alcaldes, estando dentro de una nueva generación, la llamada generación del príncipe Juan Carlos196. Su mandato tuvo dos etapas: una breve, ya que con la muerte del general Franco y en aplicación a la nueva Ley de Régimen Local197 (21 de noviembre de 1975) tuvo que dimitir, y otra desde enero de 1976 hasta diciembre de 1977. A las elecciones de Alcalde concurrieron cinco candidatos, entre los cuales Parias Merry acabó ganando el 26 de enero de 1976, comenzando su segunda etapa. Esta fase, al igual que la anterior, fue de carácter débil por un cúmulo de causas, entre las que destacaron la incapacidad de manejar la agitación social y política en las calles, la nueva situación de libertad de prensa198, las constantes discusiones dentro del propio consistorio199 y la falta de apoyo por parte del Estado español que estuvo inmerso en el proceso de transición a escala nacional. Esta debilidad provocó que entre 1976 y 1979, se produjesen frecuentes dimisiones200 entre los concejales, llegando al momento en el que Cayetano Domínguez, en junio de 1977, plantó ante el Pleno la conveniencia de una dimisión colectiva y la designación de una Gestora municipal, ya que quedaba patente en las elecciones generales que no contaban con el respaldo popular201 . 195. Entre los conflictos destacamos: el producido por un grupo de AP al intentar unirse a la manifestación con banderas nacionales y andaluzas y una pancarta que tenía escrito: “Andalucía unida en una España unida”. Lo cual generó un conflicto entre los manifestantes y dicho conjunto. Luego se originó otro altercado con algunos miembros de FN que portaban banderas nacionales. Por último, al finalizar el acto, un grupo de anarquista dejó una bandera en el anden del Ayuntamiento junto a una foto de una víctima muerta unos días antes en un enfrentamiento con la policía y partieron algunas ventanas del consistorio. (SANTOTORIBIO, José. op. cit., p. 472). 196. PONCE ALBERCA, Julio. “Notas”., op. cit., pp. 21-22. 197. Establecía, en el punto 1 de la Base 5, que el Alcalde tenía que ser elegido mediante votación secreta efectuada por los concejales del Ayuntamiento. (Boletín Nacional del Estado. Ley 41/1975, de 19 de noviembre, de Bases del Estatuto de Régimen Local, extraído el 25/01/2017 desde https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1975-23920) 198. Así se puede apreciar en MÉNDEZ MURO, Sandra. “La imagen en prensa del Alcalde Fernando de Parias durante la transición en Sevilla (1975-1977)” en Historia Actual Online, nº28, 2012, pp. 127-141. 199. Un ejemplo fue el “rechazo por parte de la Corporación Municipal de una moción presentada en Pleno por el Alcalde a principios de 1977. Parias propuso la suspensión temporal de permisos de construcción en la calle San Fernando. El voto, secreto, fue elocuente: diecinueve capitulares contra la iniciativa del Alcalde, tres a favor (incluido el Alcalde, presumiblemente), y una ausencia” (PONCE ALBERCA, Julio. “Notas”., op. cit., p. 22.). 200. Entres estas renuncias podemos destacar la del delegado de Estadística, José Manuel García Ruiz, en junio de 1977, por desacuerdo con la decisión del Ayuntamiento de dar a todos los partidos políticos los disquetes que contienen los datos del censo electoral, para que los pudieran usar en la confección de las direcciones. Puesto que, esto beneficiaría durante la campaña electoral a aquellos partidos que tuviesen mayor apoyo económico o que hubiesen previsto la posibilidad de que se produjera esta situación (SANTOTORIBIO, José. op. cit., pp. 465-466). 201. Ibídem., pp. 464-466. 47 Los problemas del municipio eran prácticamente los mismo que los de la administración anterior202 . Pero ahora se originó un aumento de las quejas por parte de las asociaciones de vecinos203 y una situación económica más asfixiante. Entre las demandas, destacó el incremento de las tasas de recogida de basura, en octubre y noviembre de 1977, que eran consideradas abusivas, ya que en muchas barriadas la subida del impuesto no fue acompañado de una mejora del servicio. A esta reivindicación se sumaron los partidos políticos de izquierdas que apoyaron la campaña de protesta de no pagar los impuestos y de movilizarse en contra de estas, hasta que no se estableciesen las tasas en común acuerdo entre los vecinos y el consistorio. Además Parias Merry tuvo que enfrentarse a la exigencia, por parte de los alcaldes de barrios, de estatutos que definiesen sus funciones, ya que ni ellos mismos tenían claro cual era su papel concretamente204 . El primer suceso de envergadura, en el año 1976, fue la primera visita oficial de los reyes, acompañados del presidente Arias Navarro, desde el 29 al 31 de marzo, siendo vitoreados por los sevillanos. En esta visita205, Parias Merry expuso los problemas de la ciudad a los reyes con el objetivo de obtener algún apoyo del gobierno central 206. Pero el Estado estaba demasiado ocupado en el devenir del sistema político vigente, como para ocuparse de los asuntos municipales207 . Tras las elecciones nacionales y la manifestación del Día de Andalucía, Parias Merry dimitió, el 30 de diciembre de 1977. En una Comisión de Gobierno convocada con carácter urgente, Parias Merry expuso que su dimisión se debía a dos causas: la denegación de los planes de ordenación de la Red Arterial Ferroviaria y los desacuerdos con el Gobernador Civil en los asuntos municipales, sobre todo, en las tarifas de taxis, las cuales provocaron protestas por parte de los taxistas208. Pero, la verdadera causa de la dimisión fue su incapacidad de hacer frente a las movilizaciones sociales209 . 202. Conforme al problema de los refugios: eliminó las chabolas de Las Pitas y El Vacie e hizo desaparecer La Corchuela, quedando solo las casas bajas del Polígono Sur. Pero aún quedaban muchas familias a las que dar un hogar adecuado (Ibídem., p. 473). 203. La asociación de Palmete fue la más problemática para Parias (MÉNDEZ MURO, Sandra. “La imagen”., op. cit., p. 134). 204. SANTOTORIBIO, José., op. cit., pp. 463-467. 205. La visita estuvo marcada por una fuerte presencia policial, debido a que el día anterior, domingo 28, se produjo una manifestación con la participación de unas 2000 personas, que fue aplacada por las Fuerzas del Orden y se saldó con dos jóvenes heridos ( SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 31-32). 206. SANTOTORIBIO., op. cit., pp. 474-476. 207. Así se puede ver cuando Parias Merry le comunica a Martín Villa, ministro del interior, que no puede gobernar Sevilla, sin el apoyo económico del Estado, a lo cual el ministro no le prometió nada (MÉNDEZ MURO, Sandra. “La imagen”., op. cit., p. 134). 208. SANTOTORIBIO, José., op. cit., pp. 477-478. También se puede observar en PONCE ALBERCA, Julio. “Notas”., op. cit., p. 15. 209. FONTÁN Meana, Antonio., op. cit.,p. 22. 48 6.5. La lucha política por el consistorio: elecciones municipales. En estos años tuvo lugar el nacimiento jurídico del andalucismo, a través del Real Decreto-ley 11/1978 del 27 de abril, el cual estableció la formula para la elección del Presidente de la Junta Preautonómica (por la mayoría simple de los Parlamentarios del Pleno) e instituyó la Junta de Andalucía, que no fue constituida hasta el 2 de junio de 1979. En la votación, los candidatos predominantes para la presidencia fueron el socialista Plácido Fernández-Viagas y el ucedista García Añoveros, siendo el primero el ganador, al obtener el apoyo de los comunistas. Con esta victoria socialista, quedaba articulado un órgano de Gobierno de Andalucía virada hacia la izquierda. Esto, más las peticiones de mayores competencias, hizo que la UCD viese con recelo aumentar la fuerza de la izquierda y comenzase a obstaculizar el avance de la autonomía210 . Tras quedar constituida la Junta de Andalucía el 27 de mayo en Cádiz, comenzaron los trámites para escoger capital de Andalucía. De hecho, el 21 de abril, la Diputación sevillana, con la iniciativa de Enrique Navarrete, había pedido ese honor para Sevilla, lo cual no fue conseguido hasta el 30 de junio de 1982211. El siguiente paso fue crear una Comisión Autonómica para elaborar un anteproyecto del Estatuto Autonómico, antes de que la Constitución Española entrase en vigor212 . Esta quedó integrada, en la reunión del 11 de septiembre de 1978 en Ronda, por dos miembros del PSOE; dos de UCD; uno del PCE; un representante de las Diputaciones andaluzas; y un senador independiente por Granada213 . Sin embargo, para garantizar que todas las fuerzas políticas andaluzas apoyasen el proceso de mayor autonomía para Andalucía, el 4 de diciembre 1978, se firmó el Pacto de Antequera. El acuerdo fue propuesto por Fernández-Viagas y lo aceptaron las siguientes organizaciones: UCD, PSOE, PCE, PSA, AP, PTA, RSE, DCA, ID, ORT y ACL. Sin embargo, con el paso del tiempo, UCD incumplió el documento y AP lo ignoró, provocando que lo pactado pasase a ser una responsabilidad de la izquierda214 . 210. SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 72-73. 211. CINTADO, Lola. “Plácido Fernández Viagas. Isobornable luchador” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973- 83), Málaga, C&T, 2005, p. 184 212. La Constitución fue refrendada el 6 de diciembre, momento en el que acudieron a votar el 71,51% del censo provincial y de estos escogieron el SÍ el 92,78% (CINTADO, Lola., op. cit., p. 185). 213. SAGRARIO, Pedro., op. cit., p. 80. 214. Ibídem., pp. 78-79. 49 El último movimiento regional de importancia, se produjo en la sesión del 2 de junio de 1979, cuando se escogió a Rafael Escuredo Rodríguez como presidente andaluz y se configuró el Consejo Permanente215. A este gobierno le tocó gestionar el camino hacia el referéndum de 1980. Dejando a un lado los avances autonómicos, llegamos al acto más importante de este período con el cual la democracia alcanzó los municipios: las elecciones municipales del 3 de abril 1979. Pero antes, tuvieron lugar los comicios generales del 1 de marzo de 1979. De los 12 escaños que le pertenecían a Sevilla el PSOE logró 4, la UCD otros 4, el PCE 2 y el PSA otros 2, quedando, también, en este orden en cuanto a cantidad de votos. Respecto a las elecciones de 1977 vemos como PSOE y UCD han perdido un parlamentario cada uno, el PCE se ha mantenido igual y el PSA irrumpe en el panorama político nacional con 2 puestos. Esto último, es muy relevante, ya que en principio no tenían aspiraciones nacionalistas y porque mostró el avance del andalucismo, que por primera vez en la historia alcanzó el Congreso español. Respecto a la diferencia entre los resultados a nivel provincial y los resultados a nivel municipal, vemos como en Sevilla UCD adelantó al PSOE, siendo la formación más votada, aunque no consiguió superar a la izquierda, que en total seguía siendo superior, y el PSA se colocó en tercera posición, dejando al PCE un puesto más abajo. Tras estas formaciones siguieron las restantes. El auge del andalucismo provocó que el resto de partidos añadan una A al final de sus siglas: Partido Socialista Obrero Español de Andalucía (PSOEA), Partido Comunista de Andalucía (PCA), etc216 . Al mes y dos días de celebrarse las elecciones generales y tras haber votado, en menos de 5 años, en dos referéndum y dos elecciones generales, sucedieron las municipales, con el cansancio que conllevó al votante tener que participar otra vez en tan poco tiempo. De hecho, mientras que en las elecciones nacionales de 1977 acudieron un 82,55% de los sevillanos, a las elecciones nacionales de 1979 solo acudieron 68,74% y en las municipales un 59,98%217. En este plebiscito, UCD consiguió los mejores resultados, al obtener 9 concejales, seguido del PSOE y el PSA, ambos consiguieron 8 escaños, y en último lugar el PCE con 6. Con estas, son dos las elecciones en las consigue ganar la UCD en la capital hispalense, lo que manifiesta, hasta cierto punto, un aumento del apoyo de los sevillanos a la formación de Suárez218 y la retirada del apoyo de una parte del electorado a la formación socialista. Sin embargo, hay que recalcar que, en los tres casos, la diferencia era mínima entre UCD y PSOE, no llegando a los 8000 votos de diferencia, y que tanto en las elecciones 215. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 417. 216. SAGRARIO, Pedro., op. cit., p. 64-65. Los datos de los resultados de las elecciones en el municipio de Sevilla están en el ANEXO XVII. 217. ALVAREZ REY, Leandro; BRAOJOS, Alfonso; y PARIAS, María. “En el rumbo”., op. cit., p. 565. 218. FONTÁN MEANA, Antonio., op. cit., p. 30. 50 generales, como en las municipales de 1979 la participación fue menor que en las elecciones de 1977. Incluso si comparamos los números de votos que recibió la UCD en las tres elecciones, vemos estos se fueron reduciendo: mientras en las generales de 1977 consiguió 95534 votos, en las generales de 1979 bajó a 78734 y en las municipales de 1979 a 65725. Por tanto, más que un aumento del apoyo hacia esta formación, lo que sucedió fue que el absentismo electoral benefició a la UCD, mientras perjudicó a otras formaciones219 . Por otro lado, también destacó la caída de Coalición Democrática (CD), integrada por AP, ACL, PDP, Renovación Española y PPC, que no sólo sufrió la pérdida de votos en las elecciones generales de 1979, sino que en las municipales prácticamente desapareció, llegando a estar por debajo del PTA. Lo cual probablemente respondió a que la derecha perdió apoyos en la ciudad, aunque hay que tener en cuenta otro factor más complejo de analizar: el voto útil. Pero, aunque la UCD obtuvo el mayor resultado no gobernó en el Ayuntamiento, debido a que la ley electoral establecía que el alcalde sería elegido por los concejales electos, permitiendo, entre otras razones, que se pudiese dar el Pacto de la Izquierda, el cual dio la alcaldía al PSA. A cambio, los comunistas gobernaron en Córdoba y los socialistas en las seis restantes capitales de provincia de Andalucía. Además se acordó que el PSA desempeñase todas las delegaciones de Cultura220 y que el PCE tuviese dos representantes en las Diputaciones Provinciales. También hay que señalar que este acuerdo se dio tras duras negociaciones entre los tres partidos protagonistas: PCE, PSOE y PSA221 . Este proceso no fue único en Sevilla, sino que se dio en múltiples consistorios municipales. De hecho, la UCD, a pesar de que fue la formación que obtuvo el mayor número de concejales en toda España, perdió la mayor parte de las alcaldías en las capitales de provincia. 6.6. El último alcalde no democrático (1977-1979). Transcurrida las primeras elecciones nacionales, el siguiente paso para seguir con la transición fue hacer llegar el cambio a los municipios a través de las elecciones locales. Hasta entonces se produjo un fenómeno bastante curioso y fue que los Ayuntamientos, en los que aún no había alcaldes electos por unas elecciones, tuvieron que convivir con los partidos que ya están legalizados desde 1977 hasta que se produjese las elecciones municipales de 1979. Esto generó debilidad en el consistorio a 219. Todos los datos han sido extraídos de las tablas de resultados electorales del ANEXO XVIII. 220. En este sentido, vemos que el PSA siguió los postulados de la Escuela de Francfort, los cuales defendían que la cultura es un instrumento eficaz de dominio y control social (SAGRARIO, Pedro., op. cit., p.34). 221. Conforme a la gestación de este pacto, es curioso reseñar que el PSA estuvo a la vez negociando con UCD, por si no conseguía la alcaldía de Sevilla (FONTÁN MEANA, Antonio., op. cit., 43-44). Además, añade que estas desavenencias iniciales fueron las que dificultaron la posterior gestión municipal. 51 la hora de hacer acuerdos, ya que era entre organizaciones legalizadas y consistorios que son un mero tránsito hacia los comicios. Por tanto, el Ayuntamiento de estos dos años estuvo caracterizado por una fragilidad mayor a la del Ayuntamiento de los dos años anteriores (1975-1977), que ya estuvo tocado por la muerte de Franco y la incertidumbre de hacia donde iba el rumbo de España222 . Tras la marcha de Parias Merry, fue José-Ramón Pérez de Lama quien se encargó de la alcaldía, primero en funciones y luego de forma efectiva desde enero de 1978 hasta marzo de 1979. Pérez de Lama (1929-no se sabe) era un ingeniero de caminos, que dirigió el fallido Canal Sevilla-Bonanza. En 1973 consiguió entrar en el Ayuntamiento, elegido concejal por el tercio de Entidades223 . Durante su mandato su mayor problema fue su situación de precariedad económica, ante la falta de ingresos y de apoyo estatal, ya que su legislatura solo suponía el paso previo para llegar a un Ayuntamiento democrático. Esta situación ruinosa de la hacienda municipal se apreció en el Presupuesto Municipal Ordinario de Sevilla de 1978, que fue de unos 3.295 millones, del cual el 80% ya estaba comprometido con el pago de las nóminas. El resto quedaba para el más elemental mantenimiento de los servicios. Cualquier otro proyecto se hacía con cargo a los Presupuestos Extraordinarios, táctica ya empleada por Parias Fernández224. Pero esta política económica no hacía más que dar un falso alivio, ya que aumentaba la deuda de Sevilla. Asimismo, había que sumarle las dificultades municipales heredadas del consistorio anterior. 222. MARAGALL, Pasqual., op. cit., pp. 16-17. 223. FONTÁN MEANA, Antonio., op. cit., p. 23. 224. PONCE ALBERCA, Julio. “Notas”., op. cit., pp. 15-17 52 7. Las consecuencias del cambio (1979-1983). A nivel nacional ya se han realizado dos elecciones y en ambas ha ganado la UCD, a nivel municipal solo ha tenido lugar las elecciones de 1979, por lo tanto, una de las preguntas del momento fue: ¿será posible un cambio de partido con el nuevo sistema sin tener que recurrir a la violencia? Con esta pregunta podemos afrontar el período que viene ahora, ya que fue durante estos años cuando verdaderamente se puso a prueba el sistema y se comprobó que funcionaba. Por tanto, esta legislatura tuvo, en cierto sentido, un carácter experimental, ya que en ella se conoció el estado del Ayuntamiento por parte de los ediles elegidos en las elecciones y se inició medidas para aumentar la participación ciudadana en el Ayuntamiento. Entre los sucesos de la etapa destacaron: la segunda Crisis del Petróleo de 1979, el golpe de Estado de Tejero en el 23 de febrero de 1981 y la entrada del PSOE tanto en el gobierno Central, como en el Ayuntamiento de Sevilla, en las elecciones generales y municipales de 1979. Este último suceso mostró que el cambio de partido era posible y que los engranajes del sistema funcionaban. 7.1. La economía sigue en jaque. A pesar del intento, por parte del gobierno Central, de mejorar la situación económica, lastrada por la crisis del petróleo de 1973 y por la mala gestión económica anterior, con los Planes de la Moncloa, la economía española y sevillana acabó en jaque por la segunda crisis del petróleo en 1979. Esta situación de debacle económica no se mejoró hasta el año 1983. Con una industria muy deficiente en cuanto a tecnología y producción225, es una ciudad incapaz de absorber la demanda de trabajo (“el paro se situó en el 22,3% en 1980, porcentaje que pasaría a ser del 24% dos años más tarde según datos proporcionados por el padrón municipal”226), donde los empresarios227 se quejaban de la presión fiscal y de los altos costes de los seguros sociales y los sindicatos de la pérdida del nivel adquisitivo de los trabajadores. A pesar de todo, Sevilla se mantuvo como centro administrativo andaluz y como uno de los principales mercados comerciales y de servicios en el sudoeste español228 . 225. FERNÁNDEZ-CARRIÓN, Rodrigo. “La industria”., op. cit., p. 78-79. 226. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 405. 227. Las empresas sevillanas estaban pasando por serios apuros económicos. Un ejemplo, fue la intervención por el gobierno Central en la empresa textil HYTASA, en diciembre de 1980 y, posteriormente, su expropiación en 1982 (FERNÁNDEZ ROCA, Francisco Javier., op. cit., p. 119-122). 228. ALVAREZ REY, Leandro; BRAOJOS, Alfonso; y PARIAS, María. “En el rumbo”., op. cit., pp. 562-563. 53 7.2. Desmovilización y conformismo social. La mala situación económica provocada por la segunda crisis del petróleo, el constante uso de los fondos comunitarios para intentar paliar temporalmente la falta de trabajo (lo cual lo único que provocó fue reducir los efectos de la crisis, pero no solucionarlos, alargando el problema), los numerosos expedientes de crisis, el espectacular crecimiento del paro y la bajada del poder adquisitivo de los trabajadores, generaron una oleada de movilizaciones sociales. A pesar de ello, estas protestas tuvieron menos fuerza que las de los años anteriores y una tendencia hacia la desmovilización. Este fenómeno se debió, entre otros factores, a que el objetivo principal de los asalariados, ante la espiral de problemas económicos, pasó a ser la conservación de sus empleos, ante el miedo de quedarse sin el sustento con el que mantener al núcleo familiar, y la falta del acicate de unión representado por Franco y su régimen. Realizadas las elecciones estatales y municipales, para muchos, pareció que ya se había conseguido el punto álgido de democratización, a pesar de que aún quedaba mucho camino para llegar a una democracia verdadera. Todo esto supuso un punto de debilidad por parte de las organizaciones sociales (sindicatos, asociaciones de vecinos, organizaciones de estudiantes, etc) a la hora de negociar con las empresas o instituciones. La mesura de los trabajadores se materializó en el acercamiento hacia UGT, que siempre ofreció un modelo de negociación más moderado frente al de CC.OO. Una prueba de la moderación de los ugetistas se apreció en las elecciones sindicales, donde obtuvo el apoyo de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y de la CES. Esta situación fue un obstáculo en el camino de comisiones que además se vio estancada a causa de la crisis del PCE. Sin embargo y en contra de todo pronóstico, en Sevilla la CC.OO consiguió un triunfo en las elecciones de 1980, obteniendo un total de 1941 delegados frente a los 1523 de UGT. Pero, este triunfo duraría poco, ya que en los comicios de 1982 ambos sindicatos quedaron prácticamente empatados al obtener: 1643 delegados para CC.OO y 1640 para UGT229 . En el año 1980, se produjo un suceso que marcó las negociaciones laborales del momento. El 3 enero, CC.OO decidió no firmar el Acuerdo Marco Internconfederal al excluir del pacto a numerosas empresas y a la vigencia de dos años en los convenios, entre otros puntos, siendo finalmente rubricado por por UGT y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) el día 5 de este mes. Estas diferencias entre los dos sindicatos, acabaron estallando en la 229. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 417. 54 celebración del Día del Trabajador, que se organizó por ambas organizaciones y USO, produciéndose algunos momentos de tensión entre los afiliados ugetistas y los de comisiones230 . El año de mayor conflictividad fue 1981 debido al uso de las Fuerzas del Orden para sofocar las movilizaciones, al silencio de las instituciones públicas ante los problemas sociales y a la dimisión de Adolfo Suárez el 29 de enero de 1981, quien fue criticado por la izquierda comunista y por la CC.OO por su política conservadora. Lo único que pudo calmar esta tensión fue el golpe de Estado de Tejero, que originó la unión de distintos sectores sociales para salvaguardar la democracia. De hecho, CC.OO, UGT y los partidos parlamentarios convocaron una manifestación para el 27 de febrero, en defensa de la Constitución. Pero, esta calma no duró demasiado tiempo, ya que se siguió reivindicando por los derechos de los trabajadores, así se produjo la celebración del 1 de mayo, de forma conjunta por CC.OO y UGT, con una concentración de menos de 500 personas en la Plaza de la Encarnación. Además, el boicot de la CEOE al Acuerdo Nacional sobre el Empleo (ANE), firmado el 9 de junio de 1982 por el gobierno, la CEOE y las centrales sindicales, por el cual estas renunciaron al incremento salarial a cambio, entre otras, de medidas para incrementar el empleo, llevó a CC.OO y a UGT a luchar por las mejoras laborales231 . En este sentido, el primer conflicto destacable fue la huelga en Sevillana de Electricidad, el 22 de enero de 1982, convocado por UGT y CC.OO. A pesar de ello, la relación entre ambas centrales no siempre fueron buenas. De hecho, el 2 de febrero, se concentraron unas 1500 personas en la Plaza de San Pedro, convocadas por CC.OO, en protesta por los expedientes de crisis, el paro forzoso y el incumplimiento del ANE por parte de la patronal y el Gobierno, y el Día del Trabajador, se organizó de forma separada, ya que según Pedro Andrés González García: UGT no estaba por la labor232 . 7.3. La transición funciona en Sevilla. Conforme a la vida municipal, ya hemos visto que el Pacto de la Izquierda daba la alcaldía de Sevilla al PSA,materializándose en el pleno de investidura, en el cual se presentaron dos candidatos: el ucedista Rafael López Polanco, que solo consiguió los 9 votos de su formación, y el andalucista Luis Uruñuela, por parte del Pacto de la Izquierda que consiguió 22. En ese 21 de abril de 1979 los 230. GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., op. cit., pp. 247-318. 231. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., pp. 409-410. y GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., Ibídem, pp. 319-363. 232. GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., Ibídem, pp. 412-434. 55 ciudadanos sevillanos coparon el Ayuntamiento para celebrar y estar presentes en la toma de posición del primer consistorio salido de las urnas233 . Durante esta legislatura, se logró implicar a gran parte de la ciudadanía en la gestión municipal, constituyendo un logro que demostraba la proximidad de la democracia a los ciudadanos mediante actuaciones concretas. Pero su etapa estuvo marcada por: las diputas dentro del Pacto de la Izquierda, que, junto a la oposición de UCD, dejó al PSA en medio del campo de batalla; las propias desavenencias de su partido y la crisis interna del PCE; la ruina financiera de su legislatura; las dimisiones de los concejales, las cuales provocaban constantes remodelaciones de la corporación234; los problemas con la sanidad, resaltando la polémica que inspiró la instalación del centro de planificación familiar; el continuismo del terrorismo, que siguió asechando, aunque cada vez con menos fuerza235; la persistencia de la sequía, que originó restricciones para el uso del agua; y las reivindicaciones sociales, sobre todo las de los trabajadores relacionados con el Ayuntamiento, como el sector de la Limpieza o el de Sanidad, y las de las asociaciones de vecinos236. Además, tuvo que manejar la situación del golpe de estado de Tejero en Sevilla. Conforme a las acciones realizadas por el consistorio destacaron, entre otras: el acuerdo, tomado en la sesión del 17 de julio de 1979, por unanimidad de adherirse a la vía del artículo 151 para el proceso autonómico237 y el Plan de Acción Municipal aprobado en febrero de 1980 (recogía las líneas básicas acerca de cultura, vivienda, sanidad, etc.), que se realizó lentamente debido a la falta de facilidad financiera dada por el gobierno Central y al gran problema de la hacienda municipal238 . En medio de los problemas municipales, tuvo lugar el referéndum sobre la iniciativa del proceso autonómico de Andalucía, el 28 de febrero de 1980. Donde, los partidos pro-andalucistas hicieron 233. SANTOTORIBIO, José., op. cit., pp. 488-489. También se puede contrastar en GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., p. 417. 234. Se produjeron 8 dimisiones y 1 cese a lo largo de la legislatura. Todos los partidos sufrieron renuncias, menos el PSOE, ya que tenían las mejores delegaciones y concejalías, permitiéndoles jugar al desgaste. Sobre los abandonos se puede consultar: SANTOTORIBIO, José., Ibídem., pp. 491-495 y FONTÁN MEANA, Antonio., op. cit., pp. 78-86. 235. El 8 de abril de 1979, el subcomisario jefe de la Brigada de Información, Francisco Beltrán Ortiz, resultó herido tras recibir el disparo de un miembro del Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO). Pero el momento más tenso tuvo lugar los días anteriores de la visita de los Reyes (SÁNCHEZ TRAVER, Santiago. “Semblanza de Manuel del Valle. La política discreta” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, pp. 210) 236. Estas asociaciones, que antes habían sido apoyadas por algunos de los miembros del consistorio, siguieron movilizándose(SANTOTORIBIO, José., op. cit., pp. 501). Para hacer frente a las movilizaciones vecinales, emplearon las Juntas Municipales de Distrito, ya usadas por el ex-alcalde Fernández Rodríguez. (GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “Sevilla”., op. cit., p. 579.). 237. RUIZ ROMERO, Manuel. “Transición”., op. cit., p. 153. 238. Para más información: SANTOTORIBIO, José., op. cit., pp. 490-492. 56 campaña por el artículo 151 y UCD centró todas sus herramientas propagandísticas en incitar el voto por la vía lenta del 143, provocando una división interna entre los partidarios del 151, encabezado por Manuel Clavero Arévalo, y los del 143. El resultado final, fue la victoria del SI con un 55, 8% del censo andaluz239 . Por si no fuesen pocos los problemas locales, en 1981 sucedió uno de los momentos más tensos de la transición y que la acabó marcando: el 23F. Este suceso supuso la reaparición de la temida sombra de la vuelta a una dictadura, pero la sociedad española, y con ella la sevillana, no estaba dispuesta a regresar a aquella situación, lo cual fue demostrado con la gran manifestación del 27 de febrero en defensa de la Constitución. Esta significó un respaldo al nuevo sistema político, que ya estaba en marcha, y un primer paso para la normalidad política y social240. Aquí, hay que destacar que se ha dicho poco del papel que jugaron los municipios para evitar la caída del nuevo sistema político. En este sentido, podemos dar por hecho que sin la actuación de los Ayuntamientos241, por hacer llegar el nuevo sistema político a la población, y sin las movilizaciones sociales, la vuelta a la dictadura hubiera sido un hecho. Tras el golpe de estado, se produjo, el 20 de octubre de 1981, el referéndum sobre el Estatuto de Autonomía de Andalucía, para el cual el Ayuntamiento sevillano pidió, el día 2 de octubre, el apoyo al referéndum242. Una vez conseguido la aprobación del estatuto con un 89,38% por el SI, se convocaron elecciones autonómicas para el 23 de marzo de 1982, donde venció de forma aplastante el PSOE. Tras este estuvo, en segundo puesto y de manera inesperada, AP, en tercera posición el PCA, en cuarta la UCD y en quinta el PSA. Este fracaso de los andalucistas provocó la dimisión de Rojas-Marcos como Secretario General, siendo sustituido por Luis Uruñuela. Al fin, quedó constituido el Parlamento de Andalucía el 21 de junio243 . Al poco de formarse el Gobierno andaluz, Calvo Sotelo disolvió las cortes, el 28 de agosto, y convocó elecciones anticipadas para el 29 de octubre. En estos comicios el PSOE obtiene 202 diputados, repitiendo mayoría absoluta al igual que en las andaluzas, y AP volvió a sorprender al alcanzar el segundo puesto con 106 diputados. Por su parte, PCE sufrió un auténtico descalabro, 239. SOTO, Fernando. Por el sendero., op. cit., pp. 165-173 y SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 82-83. 240. GONZÁLEZ FERNÁNDEZ, Ángeles; y LEMUS LÓPEZ, Encarnación. “La Sevilla”., op. cit., pp. 418-419. 241. “El subsecretario de Interior y jefe virtual del gobierno, Laina, puede testimoniar, además, el papel de enlace en la resistencia al golpe que jugaron, por ejemplo, los alcaldes de Valencia, Barcelona, Madrid y Sevilla” (MARAGALL, Pasqual., op. cit., p. 50). 242 RUIZ ROMERO, Manuel. “Transición”., op. cit., pp. 143-144 y p. 154. 243. SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 501. Los datos electorales se pueden ver en el ANEXO XIX. 57 mientras que UCD acabó abocada al fracaso244, llegando a ser disuelta, y el PSA perdió sus 5 diputados, quedándose fuera de las Cortes: el andalucismo entró en crisis. Pero, por si fuera poco, en las elecciones municipales de Sevilla, el PSOE volvió a arrasar y Uruñuela, con un partido en descomposición245, tuvo que ceder la alcaldía a Manuel del Valle Arévalo, en los comicios del 8 de mayo de 1983 (Del Valle mantuvo el cargo hasta 1991). En estas elecciones, Sevilla no escuchó a Manuel Clavero, que encabezaba las listas de Unidad Andaluza, y dio la espalda al andalucismo y a los extremismos tanto de derecha (FN) como de izquierda (PTE). Por su parte la victoria de PSOE se debió, entre otros factores, a la perdida de votos del PCE y de los andalucistas, que fueron a parar al partido socialista. De hecho, en el caso del PCE algunos de sus militantes se fueron al PSOE, antes y después de las elecciones generales de 1982246. El consistorio quedó formado por 19 escaños para el PSOE, 10 para CD (en Sevilla AP fue a las elecciones con el PDP y el Partido Liberal) y 2 para PCE247. Con Del Valle, Sevilla estuvo en cierta armonía con el gobierno socialista andaluz y el gobierno socialista central. 244. Al acabar optando por mostrarse en contra de la vía 151, perdieron la confianza de muchos ciudadanos andaluces y sevillanos. De hecho, una parte del electorado centrista se reconvirtió hacia el Centro Democrático Social (CDS), pero aún así el apoyo en la ciudad hispanlense fue paupérrimo. Esto provocó a su vez, que AP, la cual se presentó bajo las siglas de CD, se viese impulsada ( SAGRARIO, Pedro., op. cit., pp. 82-83). 245. El PSA sufrió las consecuencias de apoyar, junto a CD, la investidura de Suárez como Presidente del Gobierno, el 30 de marzo de 1979, y la sesión de Confianza a Suárez, el 17 de septiembre de 1980. Estos hechos, convirtió al PSA en un blanco fácil para el resto de partido (RUIZ ROMERO, Manuel. “Transición”., op. cit., pp. 144-145). 246. DE PABLOS, Mercedes. “Conversaciones con Eduardo Saborido. El peso de la historia” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, p. 29. 247. RUIZ ROMERO, Manuel. “Transición”., op. cit., pp. 165-170 y SANTOTORIBIO, José., op. cit., p. 512. 58 8. Conclusiones. Las movilizaciones sociales (ya sean de carácter vecinal, labora, estudiantil, etc.) fueron un factor de desgaste en todas las corporaciones de Sevilla, entre 1970 y 1983, especialmente entre diciembre de 1970, con el Proceso de Burgos, y noviembre de 1978, con la campaña en contra de las tasas de basuras. Así lo demostraron las dimisiones de los alcaldes y algunos concejales por agotamiento ante las presiones sociales y que eran justificadas con temas menores. Pero no solo supusieron un elemento de erosión política, sino que también significó una herramienta de los estratos más bajos para influir en la caída de la dictadura y en el proceso de la transición, ya que este no estuvo completamente sometido al designio de una élite. Como ejemplos se puede reseñar: el cambio de las condenas de muertes por penas de cárcel en el Proceso de Burgos; la reducción de los encarcelamientos del Proceso 1001; las numerosas jornadas en demanda de amnistía y derechos políticos; o las manifestaciones, con una alta participación, para pedir la autonomía de Andalucía. Durante estos años, se estuvo bajo una coyuntura político-social de auge de las protestas sociales, que se caracterizó por las demandas de mejoras de infraestructuras, laborales, estudiantiles, políticas y de libertad, encontrándose estas muy ligadas con las organizaciones políticas clandestinas, hasta 1977-1978. A partir de este momento, y con la legalización de los partidos políticos, los agentes sociales perdieron, en gran parte, su campo de actuación en la demanda de reivindicaciones políticas al quedar, en cierto sentido, separados de dichas asociaciones, aceptándose una segunda vía de protesta de carácter institucional. Aún así se siguieron produciendo manifestaciones de carácter político. Esto, junto con los problemas económicos derivados de las dos crisis del petróleo, las elecciones nacionales de 1977 y 1979 y, sobre todo, las municipales de 1979, supusieron los factores principales de la desmovilización y la división social, al faltar un enemigo en común contra el cual focalizar las exigencias sociales. A pesar de ello, continuaron las jornadas de lucha, aunque con menor fuerza, llegándose a producir momentos de alta conflictividad, como las oleadas de 1981, y provocando, entre otras razones, que la legislatura municipal de 1979-1983 no fuese cómoda para quienes ejercieron tareas de responsabilidades en el consistorio. De hecho se produjeron 8 dimisiones de concejales y 1 cese durante este gobierno. Por otra parte, de la ciudad de Sevilla surgieron importantes protagonistas a nivel nacional, que tuvieron su papel en el transcurso de la transición: la parlamentaria socialista en el Congreso, entre 1977 y 1982, y senadora, entre 1982 y 1993, Ana María Ruiz-Tagle; el Secretario General del PSOE, entre 1974 y 1997,y Presidente del Gobierno, desde 1983 hasta 1996, Felipe González; la 59 primera mujer que ocupó un cargo ministerial desde la Segunda República, entre 1981 y 1982, Soledad Becerril; tres de los protagonistas del Proceso 1001, Fernando Soto, Eduardo Saborido y Francisco Acosta; el Presidente de la Junta de Andalucía, Rafael Escuredo; el fundador del PSLA y luego de Unidad Andaluza, Manuel Clavero Arévalo; el fundador del PSLA, Alejandro RojasMarcos; el ministro de hacienda entre 1979 y 1982, Jaime García Añoveros; el primer Presidente del Senado entre 1977 y 1979, Antonio Fontán; etc. Solo basta enumerar estos nombres para darse cuenta de la influencia que tuvo la capital andaluza en la transición. Esto explica que este proceso, no tuvo como único centro de mandos la capital española, sino que el resto de municipios también aportaron material humano y político. Por último, señalar que la transición no cumplió con las expectativas de toda la población de Sevilla. Si es cierto, que una mayoría de la ciudadanía aceptaba de muy buen grado el cambio político, materializándose en la desmovilización social producida a partir de 1979 en la ciudad. Sin embargo, hubo sectores que no estuvieron de acuerdo con el nuevo sistema y se hicieron notar de distintas formas, pero sobre todo, a través de la violencia, como fue el caso del GRAPO, FIGA, Frente Andaluz de Liberación (FAL), Guerrilleros de Cristo Rey y FN. 60 9. Fuentes y Bibliografía. 9.1. Archivos y centro de investigación. Archivo General de la Delegación del Gobierno en Andalucía (Sevilla) (AGDGA) • Serie: Asociaciones (1976-1979). Archivo Histórico de CC.OO. de Andalucía (Sevilla) (AHCCOO-A) • Fondo: Las comisiones obreras clandestinas (1970-1977). 9.2. Fuentes editadas consultadas: estadísticas y documentos varios. Boletín Nacional del Estado. Ley 41/1975, de 19 de noviembre, de Bases del Estatuto de Régimen Local, extraído el 25/01/2017 desde https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1975- 23920 Boletín Nacional del Estado. Real Decreto-ley 12/1977, de 8 de febrero, sobre el derecho de asociación política, extraído el 28/01/2017 desde https://www.boe.es/buscar/doc.php? id=BOE-A-1977-3663 Boletín Nacional del Estado. Real Decreto-ley 20/1977, de 18 de marzo, sobre Normas Electorales, extraído el 28/01/2017 desde https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1977-7445 Junta de Andalucía. 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TÉLLEZ, Juan José. “Homenaje a Antonio Machado. ¿Llegaremos pronto a Sevilla?” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, pp. 16-18. TÉLLEZ, Juan José. “Homenaje a Luis Cernuda. A donde habite el olvido” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, pp. 116- 117. 73 ZOIDO, Antonio. “La grandeza del pequeño” en DE DIOS MELLADO, Juan; RAMOS ESPEJO, Antonio; TEBA, Juan; et al. Crónicas de un sueño: memoria de la transición democrática en Sevilla: (1973-83), Málaga, C&T, 2005, pp. 68-71. 74 75 ANEXO II: Siglas y abreviaturas. AC: Acción Comunista. ADE: Acción Democrática Española. AET: Agrupación Electoral de Trabajadores. AN18: Alianza Nacional 18 de julio. ANE: Acuerdo Nacional sobre el Empleo. ANEPA: Asociación Nacional para el Estudio de Problemas Actuales. AP:Alianza Popular. ASA: Alianza Socialista de Andalucía. ASDCI: Alianza Socialista Democrática. CAI: Candidatura Andaluza de Izquierdas. CASA: Construcciones Aeronáuticas S.A. CEA: Confederación de Empresarios de Andalucía. CC.OO: Comisiones Obreras. CD: Coalición Democrática. CDS: Centro Democrático Social. CEE: Comunidad Económica Europea. CEOE: Confederación Española de Organizaciones Empresariales. CES: Confederación Empresarial Sevillana. CNT: Confederación Nacional del Trabajo. COS: Coordinadora de Organizaciones Sindicales. CPSA: Compañía Promotora, S.A. CSUT: Confederación de Sindicatos Unitarios de Trabajadores. FAL: Frente Andaluz de Liberación. FASA: Fabricación de Automóviles S.A. FDI: Frente Democrático de Izquierdas. FE de las JONS: Falange Española de las JONS. FEDEME: Federación de Empresarios del Metal. FIGA: Federación Ibérica de Grupos Anarquistas. FN: Fuerza Nueva. FDC: Federación de la Democracia Cristiana. FPD: Federación Popular Democrática. FRAP: Frente Revolucionario Antifascista y Patriota. FUT: Frente por la Unidad de los Trabajadores. GRAPO: Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre. JDE: Junta Democrática de España. JGR: Joven Guardia Roja. JJ.SS: Juventudes Socialistas. JOC: Juventud Obrera Cristiana. LCR: Liga Comunista Revolucionaria. MCE: Movimiento Comunista de España. MSA: Movimiento Socialista Andaluz. OIC: Organización de Izquierda Comunista. OMLE: Organización de Marxistas Leninistas de España. ORT: Organización Revolucionaria de Trabajadores. PA: Partido Andalucista. PC (R): Partido Comunista Reconstituido. PCA: Partido Comunista de Andalucía. PCD: Plataforma de Convergencia Democrática. PCE: Partido Comunista de España. PCE (i): Partido Comunista de España Internacional. PDA: Partido Democrático Andaluz. POUM: Partido Obrero de Unificación Marxista. PPDA: Partido Popular Democrático Andaluz. PSA: Partido Socialista Andaluz. PSDE: Partido Socialista Democrático Español. PSLA: Partido Social Liberal Andaluz. PSOE: Partido Socialista Obrero Español. PSOE-A: Partido Socialista Obrero Español de Andalucía. PSOE (h): Partido Socialista Obrero Español Histórico. PSP: Partido Socialista Popular. PSUC: Partido Socialista Unificado de Cataluña. PTE: Partido del Trabajo Español. RSE: Reforma Social Española. SAT: Sindicato Andaluz de Trabajadores. SU: Sindicato Unitario. TOP: Tribunal de Orden Público. UCD: Unión de Centro Democrático. UDE: Unión Democrática Española. UDPE: Unión del Pueblo Español. UGT: Unión General de Trabajadores. UNE: Unión Nacional de Española. UPE: Unión del Pueblo Español. 76 HOAC: Hermandad Obrera de Acción Católica. HYTASA: Hilados y Tejidos Andaluces S.A. ID: Izquierda Democrática. ISA: Industria Subsidiaria de Aviación. JDA: Junta Democrática de Andalucía. URA: Unión Regional Andaluza. US: Unidad Socialista. USO: Unión Sindical Obrera. UTT: Unión de Trabajadores y Técnicos. ANEXO III: Cuadro de partídos políticos en Sevilla a finales de 1976.248 Nombre. Presidente. Situación. 1.- ANEPA. Vicente del Pueyo. Legalizada. 2.- RSE. Pedro Ruiz Berdejo Legalizada. 3.- FE de las JONS. José Luis Aguirre. Legalizada. 4.- UNE. José F. Lorca Navarrete. Legalizada. 5.- UDE. Faust. Guitiérrez Aviz . Tolerada. 6.- ADC. Juan Moya Ruiz. Tolerada. 7.- UPE. José Camacho Álvarez. Legalizada. 8.- PSLA. Manuel Clavero Arévalo. Tolerada. 9.- PSP. Alfonso Lazo. Tolerada. 10.- PDA. Soledad Becerril. Tolerada. 11.- PPDA. Servando Meana Wert. Tolerada. 12.- PSOE. José María Rodríguez de la Borbolla. Tolerado. 13.- PSOE (h). Francisco León Fernández. Tolerado. 14.- PSA. Alejandro Rojas Marcos. Tolerado. 15.- Partido Carlista. Marqués de Marchelina. Semi-tolerado. 16.- Comunión Tradicionalista. Angel Onrrubia Rivas. Tolerado. 17.- PCE. Manuel Benítez Rufo. Ilegal. 18.- PTE. Isidoro Moreno. Ilegal. 19.- MC. María Dolores Descalzo. Ilegal. 20.- LCR. Manuel Baena Cobos. Ilegal. 21.- OCE-BR. Encarnación Assa Esteban. Ilegal. 22.- Acción Comunista. José Antonio Colchero Narbona. Ilegal. 23.- PC (R). Antonio Alanís Narváez. Ilegal. 24.- PSR. Francisco López Soler. Legalizado. 25.- ID . Narciso Macías Cordero. Tolerado. 26.- PSDE. Juan Antonio Castellano. Tolerado. 27.- FN. Rafael Caballero Legalizada 28.- Círculo José Antonio. Diego Soldevilla. Tolerado. 28.- JGR. Colegiada. Ilegal. 248. SAGRARIO., op. cit., p. 46. 77 29.-Asociación Democática de la Juventud. Colegiada. Ilegal. 30.- JJ.SS. Pertenece al PSOE. Tolerada. 31.- Proveristas. Luis Prieto Soriano. Legalizada. 32.- URA. Tolerada. 33.- ORT. Juan Ceada. Ilegal. ANEXO IV: Fotografía de la manifestación del 11 de julio de 1976.249 ANEXO V: Fotografía de la cabecera de la manifestación del Día del Trabajador de 1978.250 249. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit. 250. GONZÁLEZ GARCÍA, Pedro Andrés., op. cit., p. 460. 78 ANEXO VI: Fotografía de la llegada de Eduardo Soto y Fernando Saborido a la estación de San Bernardo el 20 de noviembre de 1975.251 ANEXO VII: Fotografía de la manifestación del 4 de diciembre de 1977.252 251. CARRILLO-LINARES, Alberto. “De lo lícito”., op. cit. 252. Ibídem. 79 ANEXO VIII: Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1976 por el Gobierno Civil.253 Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1976 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre 0 1 3 0 1 0 2 0 1 0 0 0 ANEXO IX: Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1976 por el Gobierno Civil.254 Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1976 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre 0 0 0 0 0 1 3 1 4 4 0 4 ANEXO X: Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1977 por el Gobierno Civil.255 Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1977 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1 2 0 ANEXO XI: Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1977 por el Gobierno Civil.256 Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1977 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre 0 0 1 1 0 0 0 0 0 2 0 0 253. AGDGA, leg. 1837, exp. 1 bis- AGDGA, leg. 1837, exp. 369. 254. Ibídem. 255. AGDGA, leg. 1837, exp. 467- AGDGA, leg. 1848, exp. 2768. 256. Ibídem. 80 ANEXO XII: Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1978 por el Gobierno Civil.257 Manifestaciones autorizadas en Sevilla en 1978 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre 0 0 1 2 7 2 1 0 1 3 18 2 ANEXO XIII: Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1978 por el Gobierno Civil.258 Manifestaciones denegadas en Sevilla en 1978 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre 0 0 0 1 2 4 3 0 0 1 1 2 ANEXO XIV: Manifestaciones autorizadas en Sevilla desde enero de 1979 hasta abril del mismo año por el Gobierno Civil.259 Manifestaciones autorizadas en Sevilla hasta las elecciones municipales de 1979 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo 1 1 1 ANEXO XV: Manifestaciones denegadas en Sevilla desde enero de 1979 hasta abril del mismo año por el Gobierno Civil.260 Manifestaciones denegadas en Sevilla hasta las elecciones municipales de 1979 por el Gobierno Civil. Enero Febrero Marzo 0 0 0 257. AGDGA, leg. 2210, exp. 373- AGDGA, leg. 2215, exp. 1349. 258. Ibídem. 259. AGDGA, leg. 2216, exp. 11- AGDGA, leg. 2219-2220, exp. 758. 260. Ibídem. 81 ANEXO XVI: Resultados de las elecciones generales de 1977 en Sevilla.261 261. Ministerio del Interior. Consulta de Resultados Electorales Congreso/ Junio 1977/ C.A. Andalucía/ Prov. Sevilla, extraído el 23/02/2017 desde: http://www.infoelectoral.mir.es/infoelectoral/min/busquedaAvanzadaAction.html;jsessionid=49F3080B668CE8F18 A69B23782AC3ED2 82 ANEXO XVII: Resultados de las elecciones generales de 1979 en Sevilla.262 262. Ministerio del Interior, Consulta de Resultados Electorales Congreso/ Marzo 1979/ C.A. Andalucía/ Prov. Sevilla, extraída el 23/02/2017 desde: http://www.infoelectoral.mir.es/infoelectoral/min/busquedaAvanzadaAction.html 83 ANEXO XVIII: Resultados de las elecciones municipales de Sevilla de 1979.263 263. Ministerio del Interior, Consulta de Resultados Electorales Municipales/ Abril 1979/ C.A. Andalucía/ Prov. Sevilla/ Mun. Sevilla, extraída el 23/02/2017 desde: http://www.infoelectoral.mir.es/infoelectoral/min/busquedaAvanzadaAction.html 84 ANEXO XIX: Resultados de las elecciones andaluzas de 1982.264 264. Junta de Andalucía. Sistema de información electoral, Parlamento de Andalucía/mayo 1982, extraído el 22/01/2017 desde http://www.juntadeandalucia.es/justiciaeinterior/siel/busquedaAvanzadaAction.html? vuelta=1&codComunidad=1&codTipoEleccion=5&codPeriodo=198205&totalAnd=on&codProvincia=41&codMunicip io=91&codDistrito=0&codCandidatura=0&buscar=ver+resultados 85 ANEXO XX: Resultados de las elecciones municipales de Sevilla de 1983.265 265. Ministerio del Interior, Consulta de Resultados Electorales Municipales/ Mayo 1983/ C.A. Andalucía/ Prov. Sevilla/ Mun. Sevilla, extraída el 23/02/2017 desde: http://www.infoelectoral.mir.es/infoelectoral/min/busquedaAvanzadaAction.html

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