martes, 30 de junio de 2020

ARTICULOS DE RECONSTITUCION COMUNISTA./// y otros sobre selva brasil y los yanquees ??.






Apuntes sobre la universalidad del comunismo

Si hubiéramos de realizar el ejercicio de tratar de concentrar la significación de la Línea de Reconstitución (LR), de la forma más englobante posible, que menos elementos sustanciales dejara fuera, en una sola sentencia, diríamos que la LR no representa sino la recuperación de la universalidad del comunismo. Ello, inmediatamente, no expresa otra cosa que la asunción con todas las consecuencias de la posición especial que, como clase social, el proletariado ocupa en el proceso histórico como totalidad y, con ello, la posibilidad objetiva de identificar su lucha revolucionaria por su emancipación como tal clase social con la emancipación de la humanidad en su conjunto respecto de la sociedad de clases y todas sus lacras. Y esta asunción consecuente no puede por menos, y también de forma inmediata, que ponernos en rumbo de colisión con el obrerismo del revisionismo, que sólo es capaz de representarse al proletariado como clase especial, no por concentrar la universalidad del proceso histórico, sino, al contrario, encerrándose —y encerrándole— en su particularidad, esto es, en sus rasgos inmediatos dados como clase sometida y explotada. Ésa y no otra es la base de todo corporativismo sindicalista, en lucha consecuente contra el cual, no por casualidad, ha debido recibir su bautismo y primera forja la LR.

Pero sondeemos algunos de los elementos fundamentales de esta universalidad, tal y como han venido conformándose en el decurso histórico, y cómo sus características dan forma a ese otro producto de ese proceso que es nuestra clase en su aspiración revolucionaria. En la tradición del pensamiento occidental, cuyo más ilustrado vástago es el marxismo, el universalismo es, en primera instancia, una categoría y un carácter portado por el sujeto. Valga, como conspicuo ejemplo representativo de tal tradición, la filosofía de Kant, donde la subjetividad transfiere un orden inscrito en ella misma al mundo exterior, que, de este modo, es dotado de una aprehensibilidad y una universalidad de las que de otra manera carecería. Así pues, por consiguiente, la universalidad implica de por sí una referencia a un sujeto, en tanto esfera de actividad más o menos autónoma, no absolutamente determinada, e incluso con capacidad interior de determinación. De nuevo, aquí, el contraste con el revisionismo es inmediato, por cuanto éste no es sino el representante más genuino del proletariado como clase absolutamente determinada en su subordinación. No es de extrañar, en consecuencia, su pulsión natural a abominar de cualquier problemática que incida en el sujeto, en la subjetividad y en la consciencia, que, a través de sus anteojeras empiristas y economicistas, asimila estereotipadamente con el idealismo. ¿Qué dirían estos inveterados miopes, por ejemplo, de Engels, que, en su Introducción a la dialéctica de la naturaleza, situó literalmente en el “espíritu humano” el “producto supremo de la materia orgánica”[1]?

Pero dejemos por un momento a un lado a nuestros grisáceos revisionistas y centrémonos en las palabras de Engels, prestando especial atención a esa designación del “espíritu humano” como “producto”. Efectivamente, este último vocablo evoca inmediatamente una serie de interesantes rasgos e ideas. “Producto”, en primer lugar, apela evidentemente al atributo de ser el resultado de otra cosa y nos sitúa en la necesaria compañía de un productor, cuya capacidad de operar y modelar eso que emite, ese producto, exige la copertenencia a un sustrato común. En este caso, siendo el “espíritu humano” el producto de un proceso de desarrollo de la materia orgánica, la subjetividad debe y sólo cabe, tanto en su acepción empírico-inmediata como desde cualquier otra perspectiva más amplia, ser comprendida a su vez como un elemento material ella misma. Con esto, simplemente, nos estamos remitiendo a uno de los aspectos básicos de la contradicción, el de la unidad e identidad, pero, en segundo lugar y por ello mismo, eso exige referirse inmediatamente a su otro respecto, el de la distinción y el antagonismo. Y aquí, precisamente, vemos cómo ese movimiento objetivo de la materia, al llegar a determinado punto de su desarrollo, destaca a su otro, a su contraparte y negación, precisamente a esa subjetividad que, en esa unidad contradictoria objeto-sujeto, ha constituido uno de los prismas fundamentales desde el que tratar de considerar y comprender el desenvolvimiento del ser humano en el mundo. Final y elementalmente, la mera idea de producto exige la preeminencia y la prioridad de ese productor, de algún tipo de elemento o sustrato que debe forzosamente anteceder a lo que de él deviene, haciendo a éste inexistente sin aquél. Tenemos, por tanto, un orden temporal de sucesión signado por el salto cualitativo de esa producción; tenemos, por tanto, historia.

Si alineamos estos elementos, casi inadvertidamente entresacados, materiacontradicción e historia, nos daremos cuenta de que hemos topado, nada menos, que con los ingredientes esenciales del materialismo dialéctico. Y justamente, ante éste nos encontramos con una nueva forma, cualitativamente superior, de materialismo, precisa y fundamentalmente por su comprensión de la sustantividad del aspecto subjetivo de la materia. A ello justamente es a lo que se refiere la Primera Tesis sobre Feuerbach, no pareciendo casualidad que tal sea la materia sobre la que versa precisamente la primera, y no alguna posterior, de esas “humildes notas” que, en palabras de Engels, representan nada menos que “el primer documento en que se contiene el germen genial de la nueva concepción del mundo”:

“El defecto fundamental de todo materialismo anterior (…) es que sólo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, como práctica, no de un modo subjetivo. (…) [Feuerbach] tampoco concibe la actividad humana como una actividad objetiva. (…) Por tanto, no comprende la importancia de la acción ‘revolucionaria’, práctico-crítica.”[2]

Es precisamente la comprensión de la subjetividad de la materia, ese “concebir las cosas, la realidad, de un modo subjetivo”, lo que permite fundamentar la noción de revolución como eje rector de toda una concepción del mundo. Y por cierto, y dicho sea de paso, tampoco parece casual que el “germen genial” de tal cosmovisión anide en lo que esencialmente cabe considerarse en su conjunto como el lineamiento maestro de una crítica superadora a todo el viejo materialismo.

De cualquier manera, tenemos que el materialismo dialéctico nos informa del carácter y del origen de la subjetividad como producto material. A su vez, y sobre esta base, el materialismo histórico nos va a avisar de la línea de su evolución, que no es otra que la de su creciente preeminencia, la del progresivo protagonismo y dominio de la subjetividad a medida que el desarrollo de la materia alcanza sucesivamente estadios superiores, destacándose esta subjetividad crecientemente como consciencia. Démosle de nuevo la palabra a Engels, que, en su ya mencionada Introducción, señala:

“Los hombres, por el contrario, a medida que se alejan más de los animales en el sentido estrecho de la palabra, en mayor grado hacen su historia ellos mismos, conscientemente, y tanto menor es la influencia que ejercen sobre esta historia las circunstancias imprevistas y las fuerzas incontroladas, y tanto más exactamente se corresponde el resultado histórico con los fines establecidos de antemano.”[3]

Asimismo, en El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre, el de Barmen apunta:

“(…) cuanto más se alejan los hombres de los animales, más adquiere su influencia sobre la naturaleza el carácter de una acción intencional y planeada, cuyo fin es lograr objetivos proyectados de antemano.”[4]

Así pues, siguiendo a Engels: fines apriorísticosintencionalidad finalconsciencia; esta última, “producto supremo” de la materia, sólo aparece, por supuesto, como su coronación en su forma superior, la materia social, vinculada al género humano. Pero detengámonos un momento sobre esta categoría, la de finalidad, asociada a un estadio de desarrollo considerablemente avanzado de la subjetividad, para ilustrar algo más la profunda penetración e imbricación de ésta sobre la materia.

Esta intencionalidad, especialmente en su forma consciente, ha sido históricamente hipostasiada, sublimada, por el pensamiento especulativo (en el sentido estrecho del término) y la filosofía bajo el concepto de teleología. No obstante, más recientemente y referido ya a formas inferiores de la materia, carentes estrictamente de consciencia, han tenido forzosamente que comenzar a reconsiderarse estos rasgos de la subjetividad, tales como la finalidad. Así, por ejemplo, en la forma más elevada de materia orgánica, la biológica, la ciencia moderna, aun a pesar de sus orígenes anti-finalistas, que se remontan a la Revolución Científica y a la lucha por la emancipación del saber científico de la tutela teológica, ha debido acuñar, ya en la segunda mitad del siglo XX, el concepto de teleonomía. Dejando a un lado la relación de esta noción con la teoría de la Evolución, comparemos su etimología con el de la categoría de teleología. Ambas palabras son neologismos formados del griego y ambas comparten teleos, es decir, fin. Pero, a su vez, ambas culminan de forma diferente: o bien logía, referido a estudio, tratado, ciencia, saber en definitiva; o bien nomos, esto esregla, ley. De este modo, mientras que teleología hace referencia a un fin dispuesto en función del saber, a un fin consciente, teleonomía alude a que ese fin se articula por mor de leyes. Y aquí cabe consignar cuál es la máxima universal en lo que a la ley se refiere: su desconocimiento no exime de su cumplimiento. Así, lo que resulta es una forma inferior de esa finalidad, ya acrecida forma de subjetividad en sí, absolutamente inconsciente y dominada por el factor objetivo, esto es, por un mecanismo impersonal que se abre paso independientemente de los dominios o individuos sobre los que actúa.

La comparación es ilustrativa porque es un contundente ejemplo que muestra cómo, desde el punto de vista de los modernos desarrollos de la ciencia, la subjetividad —e, insistimos, incluso a la manera desarrollada de la finalidad— no es privativa del estadio de desarrollo social de la materia, lo que es una reafirmación de la pertinencia global, universal, del materialismo dialéctico, a la vez que muestra cómo esa subjetividad se perfecciona cada vez más hacia y hasta este estadio.

Precisamente, y aunque el concepto de teleología es problemático desde el punto de vista del marxismo, este terreno, el de la sociedad, es el de despliegue de esa forma superior de finalidad regida por la consciencia. Aun más, si la noción fundamentadora del marxismo como cosmovisión integral de la sociedad es la praxis, la finalidad va a jugar un papel clave en el núcleo básico de esta categoría como es el trabajo. De hecho, esa intencionalidad final es lo que lo distingue como actividad específicamente humana:

“Suponemos el trabajo en una forma en la que pertenece exclusivamente al hombre. Una araña ejecuta operaciones que se parecen a las del tejedor, y la abeja avergüenza en la construcción de sus celdillas a más de un arquitecto. Pero lo que distingue al peor arquitecto de la mejor abeja es que ha construido la celdilla en su cerebro antes de construirla en cera. Al final del proceso de trabajo se obtiene un resultado que existía ya al comienzo del mismo en la imaginación del obrero de forma ideal. No es que efectúe solamente un cambio de forma en el elemento natural, sino que, al mismo tiempo, realiza su fin en el elemento natural (…). Se requiere para toda la duración del trabajo la voluntad consciente del fin (…).”[5]

De este modo, para desazón de objetivistas y economicistas varios, “la voluntad consciente del fin”, la subjetividad y la consciencia, quedan imbricadas en lo más hondo y profundo de la concepción marxiana de la sociedad, con consecuencias de amplio alcance para el conjunto de su edificio doctrinal.[6]

El trabajo es en Marx, como decimos, el núcleo básico de una concepción más amplia, la de producción social, donde las propias relaciones sociales juegan también el papel mismo de fuerza productiva[7], tal vez la más importante de todas. Precisamente, el capitalismo es la primera forma histórica de economía donde el elemento social predomina sobre el natural.[8] Es por ello que sólo a través y con la implantación del modo de producción capitalista se despliega la fuerza subjetiva que anida en el trabajo humano como nunca antes lo había hecho. Marx y Engels lo expresan elocuentemente en el Manifiesto Comunista:

“Ha sido ella [la burguesía] la que primero ha demostrado lo que puede realizar la actividad humana (…). La burguesía, con su dominio de clase, que cuenta apenas con un siglo de existencia, ha creado fuerzas productivas más abundantes y más grandiosas que todas las generaciones pasadas juntas. (…) ¿Cuál de los siglos pasados pudo sospechar siquiera que semejantes fuerzas productivas dormitasen en el seno del trabajo social?”[9]

Esta potencia envolverá crecientemente todos los aspectos de la existencia humana y, en su culminación con el imperialismo, acabará por cerrarse sobre el globo entero, dando cumplida cuenta de la profética sentencia del propio Manifiesto“la burguesía se forja un mundo a su imagen y semejanza”. Este cierre, este convertir al planeta entero en un solo organismo articulado, nos permite subrayar una segunda noción, a sumar a la de la subjetividad, asociada a la universalidad, tal vez la más evidente: la de unicidad, la de totalidad.

No obstante, el capitalismo, al brotar históricamente de las formas de economía natural, no puede evitar adherir a sí algunos de los modos determinantes que definen a esas formas pretéritas, configurando así su carácter como estadio inferior de la materia social. Precisamente, de ahí proviene un rasgo decisivo, quizá el que más, que determina a esa explosión de potencia social que es el capitalismo: la espontaneidad. Marx y Engels, en La ideología alemana, inciden sobre ello:

“(…) la división del trabajo nos brinda ya el primer ejemplo de que, mientras los hombres viven en una sociedad formada espontáneamente, mientras se da, por tanto, una separación entre el interés particular y el interés común, mientras las actividades no aparecen divididas voluntariamente, sino por modo espontáneo, los actos propios del hombre se erigen ante él en un poder ajeno y hostil, que lo sojuzga en vez de ser él quien lo domine.”[10]

Ésta es una de las principales razones, que cabalga a lomos de ese ardid de la razón hegeliano, por la que el capitalismo transpone esta extraordinaria emergencia de la subjetividad y las fuerzas sociales humanas y la hace aparecer invertida, objetivada, como elemento de sujeción y dominación. Seguramente no se haya expresado este proceso histórico de una manera más ilustrativa que en el primer capítulo de El Capital. Allí Marx muestra esa creciente emergencia de la forma social, del progresivo entrelazamiento e interdependencia de las actividades productivas del hombre, usando para ello como eje y prisma clave la forma mercancía, todo lo cual culmina, no por casualidad, en el fetichismo de ésta: esa “relación social de los hombres, la cual adopta la forma fantasmagórica de una relación entre cosas.”

De este modo, esta dialéctica de objetivación de la potencia subjetiva humana que es el capitalismo va a generar una totalidad negativa, una clase que es condensación de todas las condiciones de existencia y contradicciones del régimen capitalista: el proletariado.

“En el proletariado plenamente desarrollado se hace abstracción de toda humanidad, hasta de la apariencia de humanidad; en las condiciones de existencia del proletariado se condensan, en su forma más inhumana, todas las condiciones de existencia de la sociedad actual; el hombre se ha perdido a sí mismo (…).”[11]

De nuevo, el ajado sustrato filosófico del que se alimenta el revisionismo, el empirismo, es incapaz de reconocer esta totalidad, esta condensación de condiciones de existencia, y confunde sus reverberaciones fenoménicas con elementos sustantivos. Ese empirismo no es sino la base teórica de la que inevitablemente se alimenta la política revisionista arquetípica, esto es, el frentismo: la alianza política externa de un proletariado reducido a su inmediata manifestación sindical con otras formas de reverberación resistencialista. El obrerismo, esa pobre concepción cuyo alimento es la superficial exaltación y explotación de una determinada identidad social, paradójicamente, no representa sino la negación del papel determinante con que el desarrollo histórico de la materia social inviste al proletariado. Consecuentemente, el movimiento revolucionario de nuestra clase sólo ha podido forjarse en lucha contra él:

“(…) el conocimiento de sí misma, por parte de la clase obrera, está inseparablemente ligado a la completa nitidez no sólo de los conceptos teóricos (…) como de las ideas elaboradas sobre la base de la experiencia de la vida política, acerca de las relaciones entre todas las clases de la sociedad actual.”[12]

Vale repetir las contundentes e inequívocas palabras de Lenin: el conocimiento de sí mismo del proletariado está ligado tanto a la nitidez teórica como a la totalidad de la experiencia política de la sociedad. Como se sabe, ¿Qué hacer? es una obra clave para entender la constitución del partido de nuevo tipo del proletariado, además de ser probablemente todavía el más contundente alegato anti-oportunista a favor de la preeminencia de la teoría revolucionaria a la hora de diseñar la política e instituciones del proletariado. Así pues, como vemos, teoría, consciencia y también totalidad aparecen conformando en sus mismos orígenes históricos el fermento de universalidad sobre el que se apoya, clásica y necesariamente, el Partido Comunista.

Junto a ello, podríamos resaltar otros rasgos de este carácter totalizador que define al proletariado y hace de él una clase oprimida única en la historia. Baste ahora, a modo ilustrativo, el señalar que en el caso del proletariado, a diferencia, por ejemplo, del campesinado feudal, su producción y su explotación, su trabajo necesario y el plustrabajo que le es succionado, aparecen formando una unidad total indistinguible.

Pero además, el proletariado nos informa de otro rasgo clásico asociado a la universalidad, que no es otro que el de profundidad, el de radicalidad, en el sentido semántico del término, esto es, en el de enraizamiento en un sustrato último, en el de estar situado en la raíz de un conglomerado o problemática.

Y aquí no se trata solamente de que, en un sentido positivo-inmediato, todo el régimen social capitalista descanse sobre esa totalidad de “condiciones de existencia” que nuestra clase representa, sino también que, remitiéndonos a ese primer atributo universalista de la subjetividad, con él, con el proletariado, culmina la progresiva inmersión histórica del centro de gravedad consciente-intelectual de la sociedad hacia su raíz práctico-productiva. De hecho, la burguesía es, a diferencia de sus antecesores esclavistas o feudales, la primera clase dominante histórica donde el atributo de dirección intelectual de la sociedad aparece orgánicamente vinculado con el proceso productivo. Pero, ¡todavía hay algo por debajo de ella! Precisamente, y no por casualidad, su contraparte explotada, el proletariado, será, a su vez, la primera clase oprimida de la historia que genere una entera concepción del mundo que no es sólo conciencia de sí como reproducción de su subordinación. Este proceso histórico-material sería consustancialmente idéntico al proceso que la segunda parte de la Nueva Orientación, Conciencia y revolución, delinea desde un plano teórico-filosófico, de progresivo acercamiento y fusión históricos de la conciencia y el movimiento sociales, desde la crítica subjetiva a la praxis revolucionaria.

De este modo, signada por esos atributos de universalidad que hemos esbozado, caracterizados por el ascenso de la consciencia, su cierre como totalidad desde la orgánica interioridad de su centro proletario de gravedad y el descenso a la profundidad, es como la materia social desemboca históricamente en la era de la Revolución Comunista.

Sin embargo, diversos factores históricamente necesarios van a impedir que estos elementos se articulen de una manera conscientemente coherente durante la primera gran intentona histórica de esta Revolución, el Ciclo de Octubre, incluido aquí el periodo de su preparación. En este sentido, puede que la expresión más sintomática de esta ineluctable elusión sea el propio retroceso, en su actividad política efectiva, del mismo Marx, desde el concepto de praxis revolucionaria por él formulado (y aquí pudiera caber el sumar a esa formulación su implicación activa en la sacudida revolucionaria de 1848), hacia el de la crítica revolucionaria como trabajo nuclear, fundamental y con mayor proyección histórica de su carrera política. Al respecto, y sin abundar en ello, nos contentaremos con subrayar, enlazando con ese atributo de la subjetividad desarrollada en el que nos hemos detenido brevemente, el elemento fundamental de direccionalidad-finalidad que nutre a este tipo de crítica y que es, precisamente, el que la configura como la antesala necesaria a, y la orienta hacia, la práctica revolucionaria.[13]

De entre esos factores históricamente necesarios que van a determinar las limitaciones del Ciclo de Octubre, probablemente uno de los más fundamentales, sino el que más, va a ser ese entrelazamiento histórico de las revoluciones burguesa y proletaria, sobre el que ya hemos abundado en otras ocasiones desde la LR, y cuya manifiesta expresión la constituye ese año revolucionario de 1848 al que ya nos hemos referido al hablar de la actividad de Marx (detalle histórico, el de la implicación del renano en tales acontecimientos, por cierto, que muy probablemente no carezca, ni mucho menos, de importancia desde el punto de vista de la perspectiva del Ciclo).

Habiendo sido la subjetividad, y en especial su expresión consciente, el eje que nos ha permitido iniciar este breve recorrido por algunos de los rasgos fundamentales de la universalidad, en su relación con el proletariado revolucionario y el marxismo como su último y más consecuente portador en la historia de la lucha de clases, parece apropiado que aquélla sea también ahora el prisma más conveniente para esbozar algunos rasgos de esas limitaciones del Ciclo de Octubre y su relación con el punto de partida cualitativamente más elevado desde el que el proceso histórico permite objetivamente ahora encarar un nuevo Ciclo de la Revolución Proletaria Mundial (RPM). Con ello enlazamos directamente con el papel clave que el intelectual burgués desclasado jugó en la preparación y dirección del primer Ciclo de la RPM. Ése que ya el Manifiesto Comunista caracterizó:

“(…) en nuestros días un sector de la burguesía se pasa al proletariado, particularmente ese sector de los ideólogos burgueses que se han elevado teóricamente hasta la comprensión del conjunto del movimiento histórico.”[14]
Esta caracterización sociológica de lo que va a ser la composición del grueso de la vanguardia teórica del proletariado durante el Ciclo de Octubre y sus aledaños nos sitúa, como decimos, en una perspectiva idónea para señalar algunos de sus límites históricos claves.

De este modo, en la base histórica de la oleada revolucionaria de Octubre tenemos fundamentalmente la fusión de una vanguardia, en tanto caracterizada por ser la portadora de una determinada forma, históricamente necesaria, del socialismo científico y compuesta en su grueso por ese tipo de intelectual burgués radical desclasado, con unas masas de la clase que, a su vez, vienen en la misma inmediatez, cuando no se encuentran aún inmersas en tal proceso, del periodo de acumulación histórica de fuerzas de clase, nucleado en torno a sus demandas inmediatas como clase económica y presidido por su conciencia en sí en cuanto a tal. Más allá del evidente peso generatriz del elemento burgués, peaje ineluctable a la inmadurez del proletariado como clase revolucionaria en lo objetivo e igualmente insorteable por la vecindad histórica —y política en gran parte— de la revolución burguesa en lo subjetivo, lo que nos interesa resaltar ahora, aunque ello está íntimamente ligado con lo anterior, es que lo que está en la base histórica de Octubre es la fusión externa de elementos particulares, ya dados y configurados en gran parte de forma independiente uno del otro. Ello, como ya ha indicado la LR con amplitud otras veces, determinó que la relación del proletariado con la teoría revolucionaria estuviera presidida por un déficit en cuanto a su asimilación y socialización por las masas de la clase. En definitiva, la relación del proletariado con el marxismo durante el Ciclo de Octubre estará más bien presidida por la superficialidad. Y ello en un doble sentido; superficial en cuanto a esta referida asimilación, y superficial en cuanto a que el centro de gravedad de la consciencia revolucionaria del proletariado no se halla en su sustrato social hondo y profundo, sino en esos elementos desclasados procedentes del antagonista social.

Todo ello determinó un paradigma, una forma apriorística de entender la revolución acorde con el grado de desarrollo de la ciencia y de la experiencia de la lucha de clases de entonces, dominado por la espontaneidad, en tanto que la clave del mismo era el juego e impulso entre elementos ya dados en sí mismos, ya configurados independientemente y en un considerable estadio de desarrollo en su autónoma particularidad. Y ello es algo, dicho sea de paso, que incluso es posible que quedara reflejado en la formación del primer partido proletario de nuevo tipo efectivo de la historia, el bolchevismo.

Se trata, como decimos y aun a riesgo de resultar repetitivos, de límites históricamente necesarios. Lo subrayamos porque es algo en lo que nunca se insistirá lo suficiente, precisamente porque es una de las principales lindes que distinguen una comprensión dialéctica del marxismo respecto de su desnaturalización positivista. No se trata de enmendar la plana a Octubre ni a la gesta histórica que suponen las revoluciones proletarias del siglo XX, sino que las limitaciones, éstas señaladas y otras, sólo se muestran tales desde la actual perspectiva, con el telón del primer Ciclo cerrado, y eran indiscernibles entonces. Y ello, sencillamente, porque no eran tales limitaciones en ese momento, sino que eran consistentes con el grado de desarrollo material y social del momento, grado que la propia revolución contribuyó decisivamente a alterar, a transformar – ¿y qué mejor prueba puede haber del grado de profundidad y alcance de la revolución proletaria que el hecho de que ella se revolucione a sí misma, de que sea capaz de ir sucesivamente dejando caducas muchas de sus formas a la vez que crea otras nuevas? Precisamente, la perspectiva que sólo ahora estamos en disposición objetiva de adoptar es una conquista de, y sólo de, la lucha de las generaciones pasadas de comunistas. Como suele decirse, efectivamente, sólo somos porque ellos fueron. Fueron esos esfuerzos los que impulsaron el desarrollo histórico y los que nos han dotado de lo más valioso, la experiencia revolucionaria; una experiencia que es el pilar insustituible y fundamental para reiniciar la RPM desde un mayor grado de madurez, desde un mayor grado de coherencia respecto al estadio objetivo de desarrollo alcanzado por la materia.

Como adelantábamos, el prisma aquí escogido para sondear los límites del Ciclo de Octubre nos permite enlazar con un vistazo somero sobre las bases del segundo Ciclo de la RPM, tal y como hoy pueden entreverse en el horizonte. Como señala la primera parte de la Nueva Orientación, Balance y rectificación, si algo caracteriza el actual periodo de interregno entre dos ciclos de la RPM, desde el punto de vista de la vanguardia del proletariado, es la deserción histórica de ese intelectual burgués desclasado que tan fundamental papel jugó en el pasado. Y esta deserción no se refiere tanto a un acto político-subjetivo, volitivo, de ese intelectual, motivado por la impresión de la derrota, todavía reciente, del proletariado en su primera intentona emancipadora, sino que se trata de un hecho de calado histórico-objetivo. Efectivamente, el desarrollo de la materia social en el grado hasta aquí alcanzado exige que los portadores intelectuales del progreso social procedan inmediatamente de la clase que condensa la profundidad y totalidad, su universalidad, de ese desarrollo material. Es decir, el desarrollo histórico exige una procedencia inmediata de esos depositarios ideológicos de la perspectiva del progreso desde las entrañas de la clase que atesora su potencialidad, el proletariado, y, asimismo, exige que su forma, la morfología de la corporización de esa función intelectual en el progreso social, adopte también las características más congruentes respecto a las que el desarrollo histórico ha dado a esa base generatriz, esto es, una forma adecuada con esos rasgos universalistas que definen al proletariado y que hemos delineado. Exigen, por tanto y en primer lugar, que su forma sea inmediata y conscientemente colectiva, un auténtico intelectual social. De este modo, efectivamente, como señala la Nueva Orientación, “esos elementos de procedencia burguesa no es que no quieran, es que ya no pueden adoptar la posición de la vanguardia ideológica.”[15]

Así pues, la actual vanguardia ideológica del proletariado, empeñada en sentar los cimientos conscientes para todo un nuevo Ciclo histórico de la RPM, lo que denominamos vanguardia teórica marxista-leninista, y a diferencia de la que protagonizó la preparación del Ciclo de Octubre, está, respecto al grueso de su composición sociológica, formada, si se nos permite cierto reduccionismo, legítimo por atender a la forja en que en primera instancia deben pulirse sus miembros (la teoría revolucionaria), por lo que podemos llamar teóricos obreros.

Con esta expresión, teóricos obreros, estamos designando en primer lugar toda una novedad histórica. Efectivamente, no es que la preparación del Ciclo de Octubre careciera de conspicuas figuras obreras de talla ideológica, como, por ejemplo y por atenernos a la tradición genuinamente marxista, un Dietzgen o un Bebel, sino que la cuestión es que el centro de gravedad de la vanguardia ideológica de entonces no giraba en torno a ellos, sino que éstos se situaban, desde el punto de vista de su masa social, en su periferia, actuando más a modo de excepción, de heraldos de lo nuevo, que como protagonistas rectores de su actividad. Sólo hoy, debido justamente al desarrollo propiciado por el primer embate de la RPM y a su conclusión, están estos teóricos obreros en condiciones de constituir una auténtica capa social, eje de construcción de la vanguardia y hegemónica en el proceso de dirección de la RPM. Precisamente, su formación, en tanto plan articulado conscientemente, con “intención final”, constituye la manifestación social-material inmediata de eso que la LR denomina reconstitución ideológica del comunismo; manifestación que no es otra que esa construcción de cuadros comunistas de la que habla la Nueva Orientación.

Pero, en segundo lugar, al hablar de teóricos obreros estamos, conscientemente, apelando a una contradicción; a una contradicción que es, nada menos, la que articula el conjunto de la civilización clasista —no sólo su última manifestación capitalista—, la división social entre el trabajo intelectual y el trabajo manual. Con la exigencia de formar tal capa de teóricos obreros, con la exigencia de que la moderna clase encorsetada al trabajo manual sea capaz de destacar de sí un sector de “ideólogos elevado teóricamente hasta la comprensión del conjunto del movimiento histórico”, por parafrasear al Manifiesto, estamos situando con toda intención precisamente una daga en el corazón de esa entera civilización clasista, demostrando congruentemente, no sólo la profundidad histórica de la revolución proletaria, sino, asimismo, la consistencia de su proyección en tal sentido, su capacidad y voluntad de erigir un mundo nuevo emergiendo desde la más honda raíz de la materia social en tanto articulada como sociedad de clases.
Todo ello implica, de nuevo conscientemente, un proceso de revolucionarización en el interior de la clase llamada a revolucionar el conjunto de la sociedad. Ello, y no otra cosa, es la preparación de la revolución: (re)constitución de su sujeto rector desde la creación de una relación social revolucionaria objetiva, el Partido Comunista, capaz, una vez asentada, de extenderse concéntricamente hasta abarcar la entera totalidad de la materia social. Con ello, la totalidad, como categoría universalista, no sólo se adecúa a su base histórica de clase, a esa “condensación de condiciones de existencia” que es en sí mismo el proletariado, sino que es la forma que adopta el curso revolucionario mismo de nuestra clase, su movimiento para sí: el proceso revolucionario como totalidad integral e integrada, donde ya no hay lugar para la fragmentación etapista del empirismo revisionista, sino que se trata del mismo proceso revolucionario, desde el principio hasta el final, desarrollándose y expandiéndose a través de sucesivos saltos cualitativos, de los que, por ejemplo, la conquista del poder, antaño sublimada como momento cumbre de la revolución, no es sino sólo uno de ellos (y secundario, al menos en el orden de sucesión, respecto al que representa la constitución del Partido Comunista como formación operativa a gran escala, efectiva, del sujeto revolucionario).

Esta totalidad, por la que la clase se dota a sí misma desde su interior de su consciencia y perspectiva revolucionaria a la par que las proyecta materialmente, nos permite volver otra vez sobre el rasgo universalista de la profundidad. Y es que la autoformación del proletariado como sujeto revolucionario, la situación del eje fundante y articulador de todo este proceso en sus mismas entrañas, implica, desde el punto de vista histórico-material, el definitivo y pleno aterrizaje del centro de gravedad intelectual del progreso social sobre el sustrato último práctico-productivo en el que se sostiene el último modo de producción clasista.

Por supuesto, estas nociones universalistas de totalidad-profundidad que estamos delineando en tanto nutren la actual política revolucionaria del proletariado, la de su reconstitución como tal sujeto revolucionario, no contravienen la auténtica piedra de toque que distingue a la política revolucionaria marxista: que la conciencia revolucionaria debe ser introducida desde fuera del movimiento espontáneo de la clase obrera. Al contrario, este entendimiento, esta comprensión de la necesidad de destacar una capa social de teóricos obreros, hace a este proceso más coherentemente profundo, más universal. No nos extenderemos aquí en ello; baste decir que la LR, frente a la vieja y simple fusión de elementos externos dados que caracterizó la constitución del sujeto revolucionario durante el Ciclo de Octubre, plantea un proceso de escisión-fusión-escisión[16], que, desde el punto de vista de la dialéctica, no es sino la expresión de un movimiento de negación de la negación que, como hemos apuntado también en otras ocasiones, justamente es para esta concepción no otra cosa que la estructura racional del sujeto. Con ello, el proceso de su (re)constitución, si bien, con toda probabilidad, más prolongado, también tendrá como colofón una más vigorosa y radical, esto es, bien enraizada, complexión y articulación, dando mayores garantías sobre la proyección y el éxito de su empresa.

En definitiva y recapitulando, el desarrollo de la materia y, dentro de ella, el desarrollo histórico de la sociedad alcanzan tal grado de condensación que van a propiciar un proceso de tan largo alcance como la RPM en su primer Ciclo. No obstante, el necesario estadio de inmadurez de esta Revolución en su alborear hace que esta densificación histórica, esta explosión de universalidad, que representa se exprese inevitablemente en ese primer momento —y esto es perfectamente congruente con las leyes dialécticas de desarrollo de la materia— en su forma más elemental, dominada aún por esas características contrastivamente indicadas: exterioridad, particularidad, superficialidad, espontaneidad. Se trata de la primera expresión de ese sujeto universal, aunque congruente con su propia inmadurez histórica. Sin embargo, precisamente, ese impulso histórico que el Ciclo de Octubre ha propiciado deja los elementos dispuestos sobre el escenario para que ahora puedan conjugarse con una consistencia y articulación más elevadas; para que ahora el propio proceso de la RPM dé una vuelta de tuerca en esa condensación universalista: interioridad, totalidad, profundidad, consciencia… en definitiva, plenitud y madurez del sujeto.

El proletariado es hoy históricamente maduro como clase revolucionaria; hoy es mucho más consciente de los principios y de los fines de su empresa. Precisamente, ese fin nos informa de que el Comunismo será, entre otras cosas, la plena socialización y, por tanto, la plena individualización del ser humano[17], el desarrollo integral de las potencialidades de cada cual. En consecuencia, el vínculo social ya no será, como actualmente, esa objetivación exterior que aparece como una imposición, sino que será interior, la libre voluntad de mantener ese vínculo sustentada en la plena autoconsciencia de cada individuo. Si la igualdad es el ladrillo del Comunismo, la libertad será su cemento y argamasa. De este modo, coronando este recorrido, encontramos otro gran rasgo asociado a la universalidad en esa aludida tradición del pensamiento: la libertad. En este sentido, y paralelamente, este fin de libertad exige un principio correlativo, que no es otro que esa negación constitutiva de la vanguardia, ese acto de libre voluntad consistente en atreverse a afrontar las determinaciones que nuestra posición social proletaria nos impone inmediatamente e iniciar el camino de disciplina y constancia, de consciencia, de ser semilla, vanguardia, del único fin por el que merece la pena darlo todo.

Lo que resulta es, gráficamente, el dibujo de una serie de círculos concéntricos en que, primero, la materia en general; segundo, la materia social en particular y, tercero, la propia RPM se cierran en un crecientemente denso haz de universalidad, desbordando como posibilidad objetiva de poder, al fin, plantear la historia como una actividad consciente de libre construcción de la humanidad. Ella, la historia, llama hoy a nuestras puertas; si, en ese acto de libre voluntad, os decidís a abrírselas probablemente oiréis de sus labios una única sentencia: ahora, por fin, tenéis un mundo que ganar.

Comité por la Reconstitución
Diciembre de 2016



Notas:


El Ejército chino presenta un fusil electromagnético silencioso que perfora el acero (Vídeo)

Los armeros chinos han demostrado un poderoso prototipo en miniatura de un cañón electromagnético concebido para el uso individual de combatientes de comandos especiales.
Los ingenieros del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) han ‘miniaturizado’ un cañón de riel electromagnético hasta conseguir prototipos de un arma de inducción electromagnética del tamaño de una pistola o un rifle. Las capacidades técnicas de estas armas fueron reveladas recientemente al público por primera vez en una sesión de demostración que ha recogido el portal chino Global Times.
Desarrolladas por la Universidad de Logística del EPL, estas armas se presentan en variantes del tamaño de una pistola, un rifle y montadas en un robot terrestre, señala el portal, remitiéndose a un informe del sitio web de noticias militares chinas publicado la semana pasada.
En el vídeo, los disparos de las armas más grandes penetran con éxito láminas de acero y múltiples placas de madera, mientras que los robots se usan para reventar globos, lo que sugiere que tienen una potencia de fuego más limitada.
El arma usa hileras de bobinas electromagnéticas para acelerar rápidamente una bala. El principio es bien conocido, pero producir un arma personal práctica ha resultado desafiante debido a su alto consumo de energía y a la necesidad de que esta pase por las bobinas a alta velocidad.
Una tecnología similar se utiliza en las catapultas electromagnéticas que reemplazaron a las de vapor en los portaaviones más avanzados de EE.UU.
Los cañones electromagnéticos han sido desarrollados por Estados Unidos para sus destructores de la clase Zumwalt, pero aún no se fabrican en serie y no deben confundirse con las armas desarrolladas por China, ya que usan conductores paralelos para acelerar un proyectil que se desliza a lo largo de ‘rieles’.
Global Times sugiere que los fusiles chinos, si entran en servicio, serían utilizados por unidades de operaciones especiales. Estas armas no producen destellos y son mucho más silenciosas que las armas de fuego, lo que significa que podrían usarse en misiones que requieren actuar en sigilo.
RT )).....




[1] ENGELS, F. Introducción a la dialéctica de la naturaleza. Ayuso. Madrid, 1974, p. 28.
[2] MARX: Tesis sobre Feuerbach; en MARX, C.; ENGELS, F. Obras Escogidas. Ayuso. Madrid, 1975, tomo II, p. 404.
[3] ENGELS: Op. cit., p. 47 (el subrayado es nuestro –N. de la R.).
[4] Ibídem, p. 73 (el subrayado es nuestro –N. de la R.).
[5] MARX, K. El Capital. Akal. Madrid, 2007, Libro I, tomo I, p. 242.
[6] Tras reproducir ese célebre pasaje donde Marx sitúa lo que, tal vez, podría denominarse como una auténtica teleología del trabajo, cabe decir algunas palabras sobre este concepto que hemos señalado como problemático. Efectivamente, tal idea, la de teleología, tras ocupar durante mucho tiempo un puesto de honor en la metafísica —en el sentido de disciplina filosófica— tradicional, fue arrumbado, como hemos dicho, por la Revolución Científica para ser posteriormente recuperado vigorosamente por el racionalismo alemán. Precisamente, en ese anti-finalismo del viejo materialismo propio del alborear de la revolución burguesa es donde se ha quedado desfasadamente estancado esa extemporánea expresión de la misma que es el revisionismo. No obstante, con la filosofía clásica alemana, especialmente con Hegel, este concepto reaparece, ya desvestido de todo harapo religioso —incluyendo una burlona crítica de su banalización teológica—, sentando, no sólo los fundamentos de su comprensión como elemento nuclear del trabajo humano (Hegel es tal vez el primer pensador occidental que sitúa el trabajo práctico-manual en esa centralidad histórica que va a ser retomada y desarrollada por el marxismo), estableciendo con ello las bases de la concepción marxiana madura que hemos expuesto, sino también, meritoriamente, adelantando esos otros elementos que también hemos mencionado sobre la incorporación de la idea de finalidad en la comprensión de la vida en su sentido biológico que la moderna ciencia madura ha realizado. Como aproximación, pueden resultar útiles las referencias sintetizadas acerca de la noción de teleología en la pequeña Lógica de Hegel, véase al respecto: HEGEL, G. W. F. Enciclopedia de las ciencias filosóficas. Alianza Editorial, Madrid, 2008, § 204-212, pp. 277-283.
[7] “La producción de la vida (…) se manifiesta inmediatamente como una doble relación —de una parte, como una relación natural, y de otra como una relación social— (…) un determinado modo de producción o una determinada fase industrial lleva siempre aparejado un determinado modo de cooperación o un determinado peldaño social, modo de cooperación que es, a su vez, una ‘fuerza productiva’”. MARX, K.; ENGELS, F. La ideología alemana. L’Eina. Barcelona, 1988, p. 25.
[8] “En todas las formas en que domina la propiedad de la tierra la relación con la naturaleza es aún predominante. En cambio, en aquellas donde reina el capital, [predomina] el elemento socialmente, históricamente, creado.” MARX, K. Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (borrador) 1857-1858. Siglo Veintiuno. Buenos Aires, 1971, volumen I, p. 28
[9] Manifiesto del Partido Comunista; en MARX; ENGELS: O. E., t. I, pp. 22 y 24.
[10] MARX; ENGELS: La ideología alemana, p. 30 (el subrayado es nuestro –N. de la R.).
[11] MARX, K; ENGELS, F. La Sagrada Familia. L’Eina. Barcelona, 1989, p. 51 (el subrayado es nuestro –N. de la R.).
[12] LENIN, V. I. ¿Qué hacer? Progreso. Moscú, p. 69.
[13] Para el concepto de crítica revolucionaria entendida sintéticamente como la fusión de la crítica objetiva con la direccionalidad-finalidad revolucionaria, véase: La nueva orientación en el camino de la Reconstitución del Partido Comunista. Conciencia y revolución; en LA FORJA, nº 33, diciembre de 2005 (Separata), p. XX; para ese indicado retroceso de Marx hacia las posiciones de este tipo de crítica: Ibídem, p. XVIII.
[14] Manifiesto del Partido Comunista; en MARX; ENGELS: O. E., t. I, p. 29 (el subrayado es nuestro –N. de la R.).
[15] La nueva orientación en el camino de la Reconstitución del Partido Comunista. Balance y rectificación; en LA FORJA, nº 31, marzo de 2005, p. 14.
[16] Para esta concepción, forjada en el vivificante fragor de la lucha de dos líneas, véase: Una vez más, sobre la camarilla derechista/1; en LA FORJA, nº 32, julio de 2005, pp. 71 y 72.
[17] “El hombre es, en el sentido más literal, un ζῷον πoλίτικoν [animal político] no solamente un animal social, sino un animal que sólo puede individualizarse en la sociedad.” MARX: Elementos fundamentales para la crítica de la economía política, p. 4.




Nueva oficina de seguridad nacional en HK para atacar fuerzas extranjeras

Por Yang Sheng, Chen Qingqing y Bai Yunyi Fuente: Global Times Publicado: 2020/7/1 3:12:27

Gobierno central guiará a la policía de Hong Kong en materia de seguridad nacional


Los ciudadanos de Hong Kong se reunieron el martes para apoyar la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong. Foto: cnsphoto


Con la aprobación de la ley sobre la salvaguarda de la seguridad nacional en la Región Administrativa Especial de Hong Kong (RAEHK), se establecerán varios departamentos y unidades nuevas para manejar los casos de seguridad nacional. Los expertos dijeron que estos acuerdos tenían el espíritu del "país, dos sistemas" y la cooperación entre el gobierno central y el gobierno de la RAEHK para una mejor aplicación de la ley.

La ley define claramente los deberes y los organismos gubernamentales de la RAEHK para salvaguardar la seguridad nacional; las cuatro categorías de delitos (acto de secesión, subversión, actividades terroristas y colusión con un país extranjero o elementos externos para poner en peligro la seguridad nacional) y sus limitaciones correspondientes; jurisdicción, leyes y procedimientos aplicables; oficina del gobierno central del pueblo para salvaguardar la seguridad nacional en la RAEHK; y otros contenidos, según la Agencia de Noticias Xinhua el martes.

El gobierno de la RAEHK, el acuerdo con los requisitos de la Ley de Seguridad Nacional, establecer el Comité para Salvaguardar la Seguridad Nacional que estará presidido por el presidente ejecutivo lo antes posible, dijo el presidente ejecutivo Carrie Lam en un comunicado para anunciar el paso de la ley del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional (APN) el martes. 

"Las unidades dedicadas en la Fuerza de Policía de Hong Kong y el Departamento de Justicia serán responsables de implementar las disposiciones legales establecidas por la Ley de Seguridad Nacional", dijo Lam. Según la ley, el nuevo comité incluye un asesor de seguridad nacional que será designado por el gobierno central para ayudar, asesorar y supervisar al director ejecutivo para que se encargue de los asuntos de seguridad nacional en Hong Kong. Este acuerdo es diferente del comité de seguridad nacional en Macao, otro SAR de China que también está implementando "un país, dos sistemas".

Li Xiaobing, experto en asuntos de Hong Kong en la Universidad de Nankai en Tianjin, dijo al Global Times que la amenaza de seguridad nacional que enfrenta Hong Kong es mucho más grave y complicada que Macao, especialmente la agitación sin precedentes y una serie de disturbios violentos en 2019 que han dañado terriblemente la seguridad nacional de China en Hong Kong y el orden público de la ciudad, y las interferencias en los asuntos de Hong Kong por parte de las fuerzas militares lideradas por Estados Unidos también se están volviendo extremadamente rampantes.

Por lo tanto, Hong Kong necesita un sistema especialmente diseñado para salvaguardar la seguridad nacional, dijo.

"Hong Kong se ha utilizado como centro de intercambios internacionales de inteligencia desde hace mucho tiempo, pero desafortunadamente, ya sea antes o después de 1997, los empleados en Hong Kong no han recibido capacitación para manejar asuntos de seguridad nacional en mucho tiempo, por lo que necesitan asistencia especial del gobierno central ", señaló Li.

El papel del asesor será significativo ya que él / ella brindará un apoyo único a la toma de decisiones del gobierno de la RAEHK en todo lo relacionado con la seguridad nacional y "hasta cierto punto, al igual que el Asesor de Seguridad Nacional del Presidente de los Estados Unidos ", dijo Li.

Oficina de gran alcance

Según la ley, la oficina del gobierno central para salvaguardar la seguridad nacional tiene poder de jurisdicción en la RAEHK, y la oficina está más allá de la administración del gobierno de la RAEHK. La RAEHK debe proporcionar la conveniencia y coordinación necesaria a la oficina mientras la oficina ejecuta sus obligaciones. Los observadores especificados que esto hace que el gobierno central sea la máxima autoridad en la RAE cuando se manejan casos de seguridad nacional, y esa autoridad ha sido forzada por fuerzas extranjeras y separatistas locales debido a la agitación masiva del año pasado. 

Li dijo que ahora el gobierno central cree que "ya no hay necesidad de ser amable".


Gráficos: GT


La oficina del gobierno central, en el lugar de los departamentos de cumplimiento de la ley de Hong Kong, se encargará de los casos bajo las siguientes tres condiciones: participación de las fuerzas extranjeras con el gobierno de la RAEHK que se considera incapaz de manejar el caso Gobierno el gobierno de la RAEHK no puede cumplir con la ley específicamente; y la seguridad nacional está seriamente amenazada, la ley estipula. 

Tian Feilong, un experto legal en asuntos de Hong Kong en la Universidad de Beihang en Bejing, dijo que el Comité para Salvaguardar la Seguridad Nacional verificará los casos para ver si el gobierno de la RAEHK o la oficina del gobierno central en Hong Kong deben manejar el caso, el asesor lo hará. ayudar al presidente ya todo el comité a tomar una decisión, y si no pueden llegar a una conclusión, la oficina del gobierno central para salvaguardar la seguridad nacional tomará la decisión final.

"Una vez que se haya tomado una decisión, si el caso va a la oficina del gobierno central, desde la primera página del archivo del caso, sería irrelevante para el gobierno HKSAR y los órganos de jurisdicción, por lo que no habrá extradición", señaló Tian.

De acuerdo con la ley, cuando la oficina de seguridad nacional del gobierno central en Hong Kong investigue los casos, la Fiscalía Suprema del Pueblo nombrará los órganos de la fiscalía para ejercer la autoridad, y el Tribunal Popular Supremo designará los tribunales relevantes para ejercer la autoridad judicial.

Los observadores indicaron que este tipo de situación es inusual y detectaría solo bajo circunstancias especiales; y si sucede con frecuencia, significa que los problemas de seguridad nacional en Hong Kong son extremadamente graves. 

Lau Siu-kai, vicepresidente de la Asociación China de Estudios de Hong Kong y Macao, dijo que los casos de seguridad nacional no son casos criminales normales, porque están estrechamente relacionados con la seguridad y el desarrollo del país, por lo que es una norma internacional en la mayoría de los países de todo el mundo que las agencias responsables de los asuntos de seguridad nacional tienen autoridad especial e incluso máxima. 


Gráficos: GT


Llenar la brecha

A medida que la ley entró en vigencia, la Fuerza de Policía de Hong Kong establecerá una sucursal de seguridad nacional el miércoles para manejar el trabajo relacionado, según Xinhua. 

Y la ley establece que la nueva sucursal puede reclutar profesionales especiales y técnico personal de regiones fuera de Hong Kong. Los observadores incluidos que esto significa que los oficiales de policía del continente también pueden unirse a esta rama y servir como políticas de Hong Kong, lo que es un avance significativo para llenar la brecha de talento con respecto a la policía de Hong Kong que maneja casos de seguridad nacional. 

Tang King-shing, ex comisionado de la Fuerza de Policía de Hong Kong (2007-11), dijo al Global Times el martes que no se puede negar que, durante un período muy largo, Hong Kong ha tenido una escasez de talentos para manejar Los casos relacionados con la seguridad nacional, y la policía y los funcionarios de Hong Kong no han sido capacitados para esto y no tienen una visión sobre la seguridad nacional, por lo que es esencial que la nueva sucursal recluta talentos del exterior.

Los deberes de la nueva sucursal incluyen la recopilación y análisis de inteligencia, la investigación y otras misiones del Comité para Salvaguardar la Seguridad Nacional.

La sucursal y la oficina del gobierno central son organismos encargados de cumplir la ley que manejan casos similares, pero los observadores especificados que cooperan entre sí en lugar de entrar en conflicto entre ellos. 

Los lazos entre los dos serán cooperativos y complementarios, porque la policía de Hong Kong es más profesional con respecto a la aplicación de la ley en Hong Kong y está más familiarizado con la situación local, mientras que la oficina del gobierno central puede manejar fuerzas externas y es capaz de reunir inteligencia e incluir operaciones fuera de Hong Kong, dijo Tang.  

"La policía de Hong Kong solo puede cumplir la ley en la RAE, pero a veces puede surgir una amenaza de seguridad nacional desde el exterior, por lo que para detectar y eliminar la amenaza, el papel de la oficina del gobierno central es esencial La coexistencia y la cooperación de los dos Las agencias de aplicación de la ley identificaron el espíritu del 'país, dos sistemas' ", señaló Tang. )).....







EEUU aprovecha escenario de Covid19 para acelerar presencia en la Amazonía brasileña


Feb. 2019. misión de un mes de duración por médicos de la Marina de los EE. UU. y sus contrapartes de la marina brasileña.
Por Santiago Navarro F
El pueblo Kokama, que habita las orillas del río Solimões, en el estado de Amazonas, Brasil, está compuesto por una población de apenas 800 personas dispersas en varias comunidades. Es uno de los pueblos más afectados por el avance de los contagios del SARS-CoV-2 (Covid-19). Hasta la segunda semana de junio se registraba un total de 57 indígenas Kokama muertos. En la región, la pandemia avanza a una velocidad alarmante aumentando el número de contagios y muertes, afectando ya al menos 75 pueblos.
 Fue en el mes de marzo cuando se identificó el primer caso y el primer deceso en Manaus, capital del estado de Amazonas, con el fallecimiento de un empresario. De una forma ascendente, el virus se esparció por más de 25 comunidades indígenas.
De acuerdo con el secretario ejecutivo del Consejo Indigenista Misionario (Cimi, por sus siglas en portugués), Antônio Eduardo Cerqueira de Oliveira, “en la tercera semana de ese mes, se identificó el primer caso entre los pueblos originarios. Se dice que una joven del pueblo Kokama, del pueblo de São José, en el municipio de Santo Antônio do Içá, ubicado a 879 kilómetros de Manaus, contrajo la infección a través del contacto con un médico”.
En cuestión de unas cuantas semanas, los casos se extendieron rápidamente hacia la región de Alto Solimões, formada por nueve municipios, con una población de aproximadamente 70 mil indígenas de diferentes pueblos. “En esa región, los Kokama fueron las personas más afectadas, con un número de muertes que llegó a 57 personas, según una encuesta realizada por los pueblos indígenas hasta la fecha del 13 de junio”, dijo para Avispa Midia el secretario Cerqueira de Oliveira.
En Vale do Javari, ubicado en el oeste del estado del Amazonas, segunda región con mayor presencia indígena de Brasil, habitan por lo menos 7.000 personas de siete pueblos diferentes, entre ellos, al menos 15 son tribus jamás contactadas. En esta región se identificaron servidores públicos, pertenecientes a la institución gubernamental Distritos Especiales de Salud Indígena (DSEI, por sus siglas en portugués), infectados por Covid-19.
“Fueron retirados rápidamente de la aldea São Luis. Esta medida no impidió que los indígenas de esa aldea también se infectaran”, señaló Cimi, a través de la misionera Adriana María Huber Azevedo.
De acuerdo con los registros del Consejo Misionario, hasta el 9 de junio, la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña (Coiab), en el área donde estaban operando los funcionarios de DSEI, había registrado 218 muertes y por lo menos 2.642 infectados en 75 pueblos. El último registro de Cimi, del 23 de junio, documentó un total de 314 muertos en la región amazónica. Aunque, la Secretaría Especial de Salud Indígena (SESAI), órgano gubernamental, reportó tan solo 107 defunciones, pero las organizaciones indígenas han documentado que “los casos confirmados son alarmantes. SESAI tuvo un total de 3,487, a los que se sumaron otros 1,938 registrados por organizaciones indígenas, este número sumaría 5 mil 435 casos de contagios”, denunció el secretario del Cimi.
Este subregistro de casos fue señalado, más de una vez, por varios segmentos de la sociedad civil. El día 6 de junio, el presidente de la República de Brasil, Jair Bolsonaro, suspendió la información diaria sobre los casos de Covid-19 en todo el país. Esto “motivó a los medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, basadas en información de los gobiernos estatales, a producir sus propias estadísticas diarias”, agregan los miembros de Cimi.
Marzo, 2020. Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y el almirante Craig Faller, comandante del Comando Sur estadounidense, reunión en Miami.
Ayuda humanitaria de EEUU
Hasta este 29 de junio en EEUU se contabilizaban 2 millones 505 mil casos confirmados de COVID-19 y 125 mil 484 fallecidos según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Este repunte de casos en diversos estados de este país “podría alcanzar hasta el 70% de la población”, en la medida en que se reactiven las actividades económicas y laborales, según Michael T. Osterholm, director del Centro de Investigación de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.
En medio de este escenario y sin una estrategia contundente para contener el avance de la Covid-19 en los Estados Unidos, el gobierno de Donald Trump, se ha empeñado en desplegar su política de “ayuda humanitaria” en el Cono Sur, principalmente hacia Brasil.
“Combatir la COVID-19 en Brasil es nuestra principal prioridad en este momento. Trabajando con todo el gobierno de EEUU y colaborando estrechamente con empresas estadounidenses en Brasil, estamos movilizando millones de dólares para ayudar a los brasileños que lo necesitan”, dijo el 2 de junio el embajador de EEUU en Brasil, Todd Chapman.
No obstante, desde el 1º de mayo, la Embajada de los Estados Unidos en Brasil ya había anunciado que el gobierno de Trump destinaría un total de 12.5 millones de dólares para mitigar los impactos socioeconómicos y en la salud, generados por la pandemia de la COVID-19, con especial atención en la Amazonía.
Mientras tanto, los contagios y las muertes van en aumento en Brasil. Hasta el día 30 de junio, este país sudamericano aún se mantenía como el segundo con más casos de coronavirus en el mundo, con un registro de más de 1 millón 353 mil casos activos y más de 57 mil muertes confirmadas, de acuerdo con los datos de worldometers.
El financiamiento económico que EEUU ha desembolsado hacia este país, se ha distribuido en diversos momentos durante todo el mes de mayo y junio para varios fines, ejecutados con la participación de diversas instituciones estadounidenses con presencia en Brasil.
“Incluye asistencia humanitaria para intervenciones de emergencia de salud y agua, saneamiento e higiene en Brasil (6 millones de dólares). También incluye apoyo a comunidades vulnerables, con un enfoque en la región amazónica (2 millones de dólares) y para refugiados (de Venezuela) en Brasil (500,000 dólares)”, anunció la embajada.
No obstante, si es que el objetivo era ayudar a las personas más vulnerables, en la Amazonía “parece que esta ayuda no llegó a tiempo hacia las comunidades indígenas, especialmente a las más alejadas de los centros urbanos”, donde las muertes aumentan drásticamente señaló para Avispa Midia la integrante de Cimi, la misionera Huber Azevedo.
Dentro del paquete de ayuda humanitaria, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID) se comprometió a entregar también alrededor de 1,000 ventiladores. Pero, además, ya había anunciado que desde el mes de mayo se habían “entregado dos millones de dosis de hidroxicloroquina (HCQ) para ponerla a disposición de los profesionales médicos para uso profiláctico y, para aquellos infectados que la requirieran como tratamiento terapéutico”, de acuerdo con lo anunciado por la embajada estadounidense.
Aunque el ingeniero agrónomo brasileño, Sebastião Pinheiro, afirma que la donación de este medicamento es mera publicidad. “Es un negocio de Trump para beneficiar a las empresas Bayer-Sanofi, que son las que producen este medicamento. Pero no hay ningún fundamento científico que sostenga que sirve para contener el virus (Covid-19). Es aún más vulnerable desde el momento en que la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) retiró su respaldo al medicamento y, de la misma forma, en Brasil la sociedad lo ha rechazado. El único que lo promueve es el gobierno de Bolsonaro”, dijo el ingeniero.
Acertadamente, el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sin evidencias científicas tangibles sobre la eficacia de la hidroxicloroquina, como tratamiento en pacientes con COVID-19, lo comenzó a promover desde que la embajada estadounidense donó estos medicamentos. “Nosotros sabemos que no tiene una comprobación científica, pero hay muchos informes de médicos sobre personas con comorbilidad que tomaron hidroxicloroquina al comienzo (de la pandemia) ¡y están vivas!”, señaló el 21 de mayo el mandatario de Brasil.
Este fue uno de los motivos que llevó a que dos ministros de Sanidad renunciaran: Henrique Mandetta, quien renunció en abril, y Nelson Teich en mayo. Ambos funcionarios del sector salud se negaron a recurrir a este medicamento para el tratamiento de la COVID-19.
Cimi, en asociación con organizaciones y cooperadores internacionales, entregó 303 canastas básicas de alimentos a los pueblos indígenas de Goiás y Tocantins. Foto: Regional Goiás / Tocantins do Cimi.
La Amazonía
 Mientras la realidad en Brasil se convulsiona tras el avance de la pandemia, no solo ha intervenido la embajada estadounidense, USAID, sino que también uno de los seis comandos unificados de EEUU, el Comando Sur (USSOUTHCOM , por sus siglas en inglés), que abarca el área relativa al sur del continente americano, América Central y el Caribe.
Desde el 27 de mayo, el Comando Sur anunció oficialmente una donación de 45 mil dólares en equipo de protección para personal médico y alimentos para la región. Un monto que se sumó a los 2 millones de dólares que había donado USAID para la región amazónica, “para prevenir la transmisión, apoyar el tratamiento y ayudar a mitigar los impactos del virus en la salud”, de acuerdo el embajador de EEUU en Brasil, Todd Chapman.
Durante la entrega de esta ayuda por parte del USSOUTHCOM para la Secretaría Municipal de Salud y la Defensa Civil de Manaos, así como al Hospital Delphina Aziz, participó Todd Chapman quien dijo: “estas donaciones demuestran nuestro compromiso con la gente de la región amazónica y con Brasil”.
El SOUTHCOM ha tenido presencia desde años atrás en esta zona. Por ejemplo, en el año 2017, participó con el proyecto denominado AmazonLog2017, realizado entre la frontera con Brasil, Perú y Colombia. Un evento que sirvió como ejercicio militar y como muestra de productos de la industria armamentista, realizado en tres fases – en el periodo entre 28 de agosto y 13 de noviembre del año 2017 -, donde participaron más 2000 elementos del ejercito brasileño, de Colombia, Perú y de los países invitados, entre ellos, el Comando Sur de los Estados Unidos.
El ingeniero Pinheiro se muestra escéptico sobre los objetivos de la presencia estadounidense en el Amazonas. “Si en los EEUU el impacto del Coronavirus ha sido principalmente hacia personas pobres, latinos y afroamericanos, por no haber un sistema de salud pública, ¿será que les interesa la vida de las personas pobres o indígenas en la Amazonía?”, cuestiona el ingeniero durante una entrevista realizada por Avispa Midia.
Pinheiro sostiene que la presencia de los Estados Unidos tiene otros objetivos. “Bolsonaro prometió a EEUU y a los empresarios estadounidenses expulsar a los indígenas de sus territorios para permitir la ocupación de las tierras públicas para la expansión de la frontera agrícola y ganadera, minería, generación de energía, entre otros, incluso, para ello sirvieron los incendios de 2019 y, de la misma forma está funcionando el Coronavirus”, agrega Pinheiro.
Efectivamente, como sostiene el ingeniero, desde septiembre de 2019, mientras se intensificaban los incendios en diversos puntos de la Amazonía brasileña, el gobierno de los Estados Unidos y de Brasil, reafirmaron promover “el desarrollo del sector privado en la Amazonía”.
Este acuerdo se dio a conocer oficialmente desde Washington por parte del secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, y su par brasileño, Ernesto Araujo, quienes anunciaron, en conferencia de prensa, la estrategia de cooperación que sería implementada en la Amazonía como parte del compromiso de los mandatarios de ambos países.
“Equipos brasileños y estadounidenses avanzarán en el compromiso que nuestros presidentes hicieron en marzo (2019) para un fondo de inversión de impacto de 100 millones de dólares por 11 años para la conservación de la biodiversidad amazónica”, anunció Pompeo.
Por su parte, Araujo dijo, en la misma conferencia de prensa, emitida el 13 de septiembre del 2019: “Queremos estar juntos en el esfuerzo por crear desarrollo para la región amazónica. Estamos convencidos de que es la única forma de proteger realmente la selva”. Y agregó: “Necesitamos iniciativas, nuevas iniciativas productivas, que generen empleos, que generen ingresos para las personas en la Amazonia. Ahí es donde nuestra asociación con Estados Unidos será muy importante para nosotros”.
Estas declaraciones se desprenden de la reunión que sostuvieron los mandatarios de EEUU y Brasil en marzo de 2019, dónde, además, de traer el tema de Venezuela, el terrorismo, el crimen organizado transnacional, así como el lanzamiento de cohetes y satélites desde Brasil, también aseveró Trump, “el presidente (Bolsonaro) y yo estamos facilitando las inversiones y buscamos reducir las barreras particularmente en la energía, en la agricultura, en tecnología. La visión de Bolsonaro para liberar el sector privado y abrir la economía es lo correcto para EEUU, para que nuestras empresas estén preparadas para incursionar cuando el terreno esté listo”, señaló Trump en conferencia de prensa el 19 de marzo de 2019.
En esta misma conferencia, el mandatario de Brasil, confirmó que se ampliaba la cooperación militar entre Brasil y EEUU abriendo el acceso a la base militar en Alcántara, el intercambio de tecnología y agregó que es “el sector privado de ambos países el que debe continuar siendo protagonista de las relaciones de ambos países.
Ventiladores que la Embajada de EEUU donó al gobierno de Brasil
El sector privado y la Covid-19
 De acuerdo con la embajada de los EEUU con sede en Sao Paulo, al menos “cuatrocientas de las quinientas empresas más grandes de los Estados Unidos están en Brasil, muchas desde hace varias décadas, compartiendo y desarrollando soluciones para Brasil y para el mundo”.
Parte de estas empresas, con inversiones en diversos sectores productivos y de servicios en Brasil, se han sumado a la estrategia que viene implementado el gobierno de Trump a raíz de la pandemia de la Covid-19. Hasta el 2 de junio, las autoridades de EEUU en Brasil anunciaron que aproximadamente 40.5 millones de dólares habían sido donados por empresas de origen estadounidense para apoyar a los brasileños durante la pandemia.
Para esta operación, junto al sector privado, EEUU destinó 53 millones de dólares para combatir los impactos de la COVID-19 en Brasil. Una acción conjunta dónde participa la Cámara de Comercio Americana de Brasil (Amcham), la Embajada de los EEUU y el grupo + Unidos.
El grupo +Unidos es un fondo colaborativo de inversión social, resultado de una asociación entre la Misión Diplomática Americana, a través de USAID, y diversas multinacionales.
“El gobierno de los Estados Unidos y el sector privado están firmemente comprometidos a ayudar al pueblo brasileño a combatir la COVID-19 en Brasil”, dijo el embajador Chapman.
Entre las empresas donantes, preocupadas por resolver el avance de la pandemia, figuran algunas como las gigantes de la industria agropecuaria como Bunge, Cargill, ADM, Dupont, McDonald’s, CocaCola, Pepsico, BurgerKing, entre otras, quienes han incentivado directa e indirectamente a la deforestación de la Amazonía, según lo ha documentado Amazon Watch en su informe titulado Complicity en Destruction II.
Tan solo en la producción de Soja, según la organización ambientalista Greenpeace, por los menos 35 mil millones de hectáreas, un área del tamaño de Alemania, está destinada a la producción de soja en Brasil.
Las tres principales multinacionales que se perfilan como las gigantes de la soja en Brasil, en orden de importancia son, Cargill, Bungue y ADM. Estas empresas también suministran soja a numerosas compañías internacionales, incluidas las marcas de comida rápida McDonald’s, KFC, Burger King.
De acuerdo con el informe de Greenpeace llamado, Bajo Fuego: Cómo la demanda de carne y lácteos está impulsando la violencia contra las comunidades en Brasil, en la próxima década (2020-2030), se tiene proyectada aumentar la plantación de soja en Brasil, en una dimensión que equivaldría a tres veces más el tamaño de Bélgica.  “En Brasil, la producción de soja se ha cuadruplicado en las últimas dos décadas y se prevé que aumente un tercio más en los próximos 10 años”.
La soja también es utilizada como alimento para ganado, otro factor de la deforestación de la Amazonía brasileña. De acuerdo con Jorge Camardelli, presidente de la Asociación Brasileño en las exportaciones de carne de vacuno, alcanzando 1,867 millones de toneladas, con un valor total de 7 mil 590 millones de dólares, 12,5% más que en 2018. Esta producción se sostiene con más de 213 mil 068 millones de cabezas de ganado distribuido en las zonas más estratégicas de Brasil, como la Amazonía.
Es posible que las empresas estadounidenses se muestren preocupadas por contener el avance de la pandemia, pero tienen con certeza, como principal interés, retomar el ritmo de su producción y, ja de las Industrias Exportadoras de Carnes (ABIEC), Brasil rompió su récord en 2019 con un aumentunto a ello, los proyectos que están detenidos. Mientras tanto, la pandemia viene afectando a las poblaciones más vulnerables en Brasil, como los pueblos originarios que habitan la Amazonía que, no solo han sido diezmados por la Covid-19, sino también, por los proyectos a mediana y gran escala de minería, soja, cría de ganado, proyectos energéticos y de infraestructura como la creación de hidrovías en los ríos más caudalosos de la región.

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