¡¡ ¿¿ PREFIEREN LOS PARTIDOS DEL GOBIERNO PROGRE A LOS FASCIOS ANTE QUE A LOS PROLETARIOS COMUNISTAS Y PERSONAL REVOLUCIONARIO,...QUE PROYECTAN IMPLEMENTAR REVOLUCIÓN COMUNISTA INTEGRAL ¡¡. NO LE QUEPA LA MENOR DUDA, SR. LUKY DE MÁLAGA. ??¡¡.
FUE COMO CASI ESTUPENDO DADO LA QUE ESTÁ CAYENDO, LOS TRIFACHITOS GOLPEANDO Y EL GOBIERNO, SIN SABER QUE HACER,...SE ENFRENTA CON LA BURGUESÍA DE MADRID Y DE LOS BURGOS DE LAS CAPITALES,...
CRÓNICA DE AMBIENTE
Adiós a Julio Anguita: grandes honores para un hombre de honor
El cariño ciudadano sustituyó en tiempos de pandemia el funeral que habría merecido Julio Anguita, un político ejemplar que consiguió un aplauso unáni
Araceli R. Arjona
17/05/2020
https://www.diariocordoba.com/noticias/cordobalocal/adios-julio-anguita-grandes-honores-hombre-honor_1370595.html
Dicen que no hay mal que por bien no venga y puede que, en esta ocasión, el refrán tenga sentido. Y es que si bien es cierto que el estado de alarma y el coronavirus privó este domingo a Julio Anguita de ser objeto de uno de esos grandes funerales que hubiera movilizado a autoridades de toda España, tampoco es menos cierto que quizás recibió, después de todo, la despedida que le hubiera gustado tener.
Tímido y discreto, por más que al escucharlo hablar cueste creerlo, el coronavirus le hizo el favor de suprimir lo superfluo que rodea a todo funeral para dejarlo en la esencia de la parte más humana, la de la gente cercana, los que de verdad admiraron a Julio en la distancia corta, los compañeros de viaje en el día a día, mujeres y hombres acompañados por hijos y nietos que conocieron la historia del primer alcalde de la democracia reciente, los vecinos de Córdoba que le admiraron desde la coincidencia o la disidencia política, los que confiaron en su honradez y no dudaron en rendir grandes honores a un hombre de honor.
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, por más trabas y virus que se crucen en su camino. Y ayer encontró la forma de hacerlo dos veces. Se había corrido la voz en la ciudad de que el traslado del féretro con los restos mortales de Julio Anguita abandonaría el salón de plenos en dirección al cementerio de la Fuensanta a la hora del Ángelus, o del vermut, según para quién, a las 12.00 horas, y una pequeña multitud con mascarillas, separada por el metro reglamentario, se concentró antes de esa hora frente al Consistorio. Poco después, el Ayuntamiento informaba de que la salida se produciría a las cinco de la tarde, pero para cuando se difundió, el reloj marcaba las doce y los presentes decidieron expresar sus condolencias con un aplauso, un largo, larguísimo aplauso. Antes de eso, ya se había improvisado un pequeño altar en el velatorio paralelo, celebrado a pie de calle, a la menor distancia autorizada de la capilla ardiente oficial.
En lugar de guardar un minuto de silencio, como es habitual en los actos institucionales, el pueblo de Córdoba optó por usar sus palmas, esta vez, para abrazar a distancia a la familia del exalcalde. 25 minutos duró el emocionante homenaje ciudadano.
Es curioso que un virus de nombre tan monárquico como el coronavirus pretendiera robar honores a un republicano de pro como Julio Anguita, paradojas del destino que el propio devenir de los acontecimientos hizo cambiar de rumbo. Entre los que pasaron por allí, se pudo ver a un discreto Vicente Amigo que, emocionado, desde un segundo plano, quiso «apoyar a la familia con su presencia». Recordaba con ilusión que el hijo de Anguita, el periodista fallecido en la guerra de Irak Julio A. Parrado, fue a verlo cuando actuó en Nueva York e hizo una reseña en el diario El Mundo, algo por lo que sigue agradecido. «Me he quedado con ganas de hacer amistad con Julio Anguita, siempre ha sido un referente para mí, he coincidido con él alguna vez en La Corredera y lo he respetado y admirado siempre».
También se pudo ver a camaradas de partido como Marcelino Ferrero, el que fuera concejal de Ferias y Festejos en el Ayuntamiento de Córdoba, con lágrimas en los ojos, roto por la emoción. «Es ley de vida, pero es que Julio era una de esas personas inteligentes, transparentes como el agua que ha demostrado su honradez y su integridad toda la vida y que para mí será como el Cid Campeador, que ganará batallas también después de muerto por el ejemplo de vida que deja», confesó, «los jóvenes deberían fijarse en él, en su coherencia y en esa forma de entender la política».
María José Moruno, compañera de partido y exconcejala del Ayuntamiento de Córdoba, se unió también al sentido aplauso en memoria de su amigo. «Creía que me afectaría menos, por la edad debemos estar preparados, pero hacía mucho tiempo que no sentía tanto la muerte de una persona», aseguró consternada, «no he tenido mucha relación fluida con él, siempre he sido muy independiente, pero una cosa es cierta, cada siglo deja tres o cuatro personas que son un ejemplo por su humanidad y Julio es una de ellas, sin duda», sentenció.
A su lado, Antonio, amigo anónimo del exalcalde, vecino del barrio de La Magdalena, lamentaba la pérdida: «Nos va a hacer falta, no hay muchos como él», dijo, aunque según Moruno, «quizás su corazón no pudo resistir el dolor de lo que está pasando». El aplauso de la mañana fue, en realidad, solo el ensayo general del aplauso de la tarde, que congregó a un millar de personas en la puerta del Ayuntamiento, donde esperaban dos coches fúnebres cargados de coronas de flores del Parlamento Andaluz, el Congreso de los Diputados, IU, el PCE, Podemos, Juventudes Comunistas, el Gobierno de Andalucía, el presidente del Gobierno, el Ayuntamiento de Córdoba y familiares y amigos de Julio y de los suyos. Autoridades locales, miles de flores, banderas de la República y semblantes serios en respetuoso silencio tras un mar de mascarillas.
Esa fue la estampa que precedió al último y definitivo aplauso, un clamor unánime que estalló al mismo tiempo que el cielo empezaba a llorar. El ataúd, cubierto por la hoz y el martillo, salió del Ayuntamiento y cada uno se despidió a su manera. Unos levantaron el puño entonando La Internacional, otros se persignaron en señal de respeto y la mayoría simplemente aplaudió calle abajo en una larga cadena humana hasta la Ribera del río, desde donde el cortejo fúnebre siguió su camino. Pocos vieron a la familia más cercana, que no quiso exhibir su dolor. Antes de irse, Carmen, prima de Julio Anguita, definió al hombre que conoció con tres palabras: Bueno... de corazón, fuerte... en sus convicciones y formal... siempre fiel a su palabra.)).////.
ANDALUCÍA
Anguita y su última revolución: Córdoba despide al histórico dirigente de la izquierda
Miles de personas dan su último adiós al ex coordinador de IU, que falleció el pasado sábado tras no superar una parada cardíaca
Apenas había salido del Ayuntamiento de Córdoba el féretro con los restos mortales de Julio Anguita cuando la lluvia hizo acto de presencia. Las gotas empezaron a bañar la bandera comunista que desde el pasado sábado ha acompañado a Anguita en sus últimas horas en el Consistorio que él mismo inauguró en 1985. El ex alcalde de Córdoba murió el pasado sábado en el Hospital Reina Sofía de la capital tras no superar una parada cardíaca hace una semana. Amigos del partido, compañeros, vecinos y un sector muy amplio de la población se dieron cita esta tarde para darle su último adiós.
En la que ha sido su última pequeña revolución, Anguita ha sido despedido entre banderas del PCE y de la República, con el puño en alto y con el canto a la Internacional. Anguita rechazó siempre una República de símbolos, sino que concibió el movimiento republicano como un proyecto en el que había que repensarlo todo. La República no podía concebirse como una caza al rey. Y en ello trabajó hasta que su corazón se paró.
Una vez en el coche fúnebre, algunos fueron los afortunados que se acercaron para dejarle un flor, frotar la bandera republicana con el féretro o, tan sólo, apoyar su mano como símbolo de cariño y respeto. La emoción acabó rompiendo a muchos de los allí presentes, que despedían al "único político con vergüenza que habrá nunca en este país", gritaban. "No vendrá ninguno a superarte" aseguraba entre lágrimas una vecina de Anguita. Hace poco que ha sido operada de un pulmón. Sabe que forma parte de los colectivos de riesgo de la presente crisis sanitaria, pero ha querido dar su último adiós al malagueño.
EL CENTRO CONVERTIDO EN SU CASA
En la despedida tampoco quisieron faltar voluntarias del centro social Rey Heredia, colegio que fue ocupado en 2014 con el objetivo de darle un uso social y de apoyo a los vecinos de un barrio muy humilde de Córdoba, el Sector Sur. Anguita siempre respaldó el uso social del centro y formó parte de una campaña de apoyo a los imputados por aquella ocupación. El Rey Heredia también se convirtió en su casa y en el lugar preferido para sus encuentros con los medios de comunicación.
Los aplausos al coche fúnebre continuaron durante casi todo el recorrido hasta llegar al cementerio de La Fuensanta, alejado del centro neurálgico de la ciudad. En el camposanto, donde también residen los restos de su hijo Julio Anguita Parrado, Anguita ha sido enterrado en la más estricta intimidad. Con él se va una parte de la historia democrática de España y el último referente por antonomasia de la izquierda. ))./////.
90 Comentarios
torreandaluz
Y que el responsable de las (Pablo Iglesias)residencias de ancianos, haya permitido y permite los fallecimientos de nuestros mayores, los ha dejados solos sin tan siquiera poder despedirse de sus familiares, pero hoy no habia estado de alarma verdad?comunistas sois sinvergüenzas
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torreandaluz
Estoy mas que seguro que el Señor Anguita, estaria en contra con la que han montado,saltandose TODAS las normas de seguridad,el era una persona sencilla, aun estando en las antípodas ideológicamente, mi mayor respeto, ojalá hubiera políticos como el.D.E.P
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hispanovlc
Viendo la foto ni se ha guardado la distancia requerida ni el número de asistentes cumplía el máximo permitido. Aparte de que eso de enterrar a estas alturas a alguien con la bandera de la hoz y el martillo sea una auténtica declaración de admiración por el totalitarismo comunista. Este hombre era honrado y correcto, pero ideológicamente sus opiniones no se sostenían en un mundo donde la información fluye libremente en las democracias y la propaganda solo es propia de los regímenes totalitarios, algo que Sánchez parece haber aprendido perfectamente de su compinche Iglesias y de su brujo Redondo.
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mandingo
La bandera de la URSS .... ese es el proyecto polìtico q defendìa
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tommarcar
Veo ridículo la bandera que cubre el féretro, aún no se han enterado estos comunistas que la URSS hace ya tiempo que expiró su régimen, la bandera que lleva en el féretro es el la extinta URSS
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oltre
@Andromako #60 Informa. No blanquea nada.
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ein
Lo de la bandera no lo entiendo...no pega pero bueno...Dep
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pinar010
La bandera ¿es la de China o se le parece? La de España no porque lo que quería, con Podemos, es romperla y destrozarla.
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lexussiete2012
Morir y que te coloquen una bandera comunista.... hagamos un ejercicio de sentido común, alguien fallece y su ataúd lo envuelven con la esvástica nazi, pues el comunismo fue infinitamente más mortífero en número de muertos directos, más de 120 millones. Respecto a este periódico, no entiendo porque se le da tanto bombo a un politico, ya llevan tres días de titulares, acaso fue ejemplar? Lo fue para los niños?, fue un hombre que ayudaba a los demás?, que salvaba vidas?, pues no, era político y si eso jo era poco, además comunista, un regimen denunciado por el Parlamento Europeo en 2019, pero para El mundo, al parecer, se trata de un hombre de estado, así vamos. ))./////.
DEP.
DEP.
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citrix31
@juanete37 #55 y en este entierro no se ha incumplido la Ley? Más que en el Barrio de Salamanca
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C. MARX : EL CAPITAL. CRÍTICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA.
El imperialismo, fase superior del capitalismo, Lenin.
(( El imperialismo, fase superior del capitalismo
http://www.filosofia.org/enc/ros/imper.htm
El imperialismo, fase superior del capitalismo
Título de una de las principales obras teóricas de V. I. Lenin, escrita en la primavera de 1916, durante la primera guerra imperialista mundial. En este libro se demuestra, sobre la base del análisis del “conjunto de los datos que ilustran los :
fundamentos de la vida económica de todas las potencias beligerantes y del mundo entero”, que el imperialismo es la fase superior del capitalismo, que el imperialismo es el capitalismo putrefacto y agonizante, el umbral de la revolución socialista. Este libro tuvo y sigue teniendo una importancia extraordinariamente grande para el proletariado internacional; sus conclusiones sirvieren para fundamentar las tesis teóricas y políticas más importantes del leninismo. En los primeros seis capítulos Lenin analiza los cinco rasgos fundamentales del imperialismo. Primer rasgo: la transformación de la competencia en monopolio. Bajo el imperialismo, “algunas de las particularidades fundamentales del capitalismo comenzaban a convertirse en su antítesis”. La libre concurrencia es la particularidad fundamental del capitalismo, el monopolio es la antítesis de la libre concurrencia, pero esta última, por el enorme crecimiento de la concentración de la producción que es su consecuencia, “se ha convertido a nuestros ojos en monopolio”. Pero la concurrencia no queda eliminada; sigue subsistiendo por encima y al lado del monopolio, conduciendo así a una acentuación particularmente aguda y profunda de todas las contradicciones del capitalismo.
El monopolio aumenta en muchas veces la esclavización de los trabajadores; “el yugo de un grupo poco numeroso de monopolistas sobre el resto de la población se hace cien veces más duro, más sensible, más insoportable”. Segundo rasgo del imperialismo: la fusión del capital bancario con el industrial y la formación del capital financiero. Los Bancos, que antes desempeñaban el modesto papel de intermediarios, se han convertido en “monopolistas omnipotentes” que disponen de casi todo el capital monetario y de la mayor parte de los medios de producción así como de las fuentes de materias primas. El puñado de dueños de los más grandes Bancos, los reyes de las finanzas, la oligarquía financiera, he aquí la fuerza dominante que somete a todas las instituciones económicas y políticas de la sociedad capitalista. Tercer rasgo del imperialismo: el predominio de la exportación de capital sobre la exportación de mercancías. La exportación de mercancías era característica del capitalismo preimperialista. Pero a consecuencia del monopolio preponderante de los países más ricos, la acumulación del capital alcanza en la época del imperialismo proporciones gigantescas, y el “exceso” de capital es exportado a los países atrasados, donde las materias primas y la mano de obra son baratas, y las ganancias de los capitalistas fabulosamente grandes. El capital financiero, escribe Lenin, “extiende su red... a todos los países del mundo”. Cuarto rasgo del imperialismo: el reparto del mundo entre los monopolios capitalistas. Los cartels; los trusts, los sindicatos más poderosos se reparten entre sí el mercado mundial; distribuyéndose las “esferas de influencia”, formando cartels internacionales. La lucha entre los diversos grupos de capitalistas se agudiza hasta el extremo. Lenin pone al desnudo la mentira de Kautsky. Este afirmaba que la constitución de los cartels internacionales conduce a la paz entre los pueblos, cuando en realidad conduce a una agudización aún mayor de las contradicciones entre los países capitalistas. Quinto rasgo del imperialismo: La lucha entre las “grandes potencias” por el nuevo reparto del mundo ya repartido. El imperialismo agudizó en medida enorme la lucha de los Estados capitalistas por las colonias. El reparto del mundo entre las “grandes potencias” quedó terminado hacia principios del siglo XX, sin que haya territorios no ocupados por los imperialistas. “De modo que lo que en adelante pueden efectuarse son únicamente nuevos repartos en otra forma, es decir, el paso de territorios de un ‘amo’ a otro, y no el paso de un territorio sin amo a un ‘dueño’. La ley del desarrollo desigual bajo el imperialismo se pone de manifiesto en que los países capitalistas jóvenes, que se desarrollan rápidamente, se adelantan a los viejos países capitalistas. Las guerras imperialistas de rapiña y bandidaje ‘por el reparto del mundo’, por el nuevo reparto de las colonias, de las ‘esferas de influencia’ del capital financiero, &c.”, son inevitables mientras exista el imperialismo. Los bandidos más poderosos “envuelven en su guerra por el reparto de su botín a toda la Tierra”.
En el capítulo VII, Lenin hace el resumen de todos los datos sobre el imperialismo. Establece que el imperialismo representa una fase particular, superior, del capitalismo; que se ha realizado “la transformación de la cantidad en calidad, la transición del capitalismo, en su grado más alto del desarrollo al imperialismo”. Lenin da la definición clásica del imperialismo que comprende íntegramente sus cinco rasgos fundamentales: “El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en la cual ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido una importancia de primer orden la exportación de capital, ha empezado el reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto del mismo entre los países capitalistas más importantes. Lenin desenmascara a Kautsky, quien afirmaba que el imperialismo no es una fase en el desarrollo del modo capitalista de producción, sino sólo una política preferida por el capital financiero. Kautsky utilizaba tal definición para demostrar que supuestamente los imperialistas pueden realizar también otra política, una política no imperialista, ni de conquista ni de rapiña. La “teoría del ultraimperialismo” de Kautsky, según la cual supone que comienza la fase de la unificación de los imperialistas de todo el mundo y la supresión de las guerras, es una “abstracción muerta”, un “cuento estúpido”, un “intento reaccionario de un asustado filisteo para sustraerse a la realidad amenazadora”.
En el capítulo VIII, Lenin demuestra cómo el dominio del monopolio capitalista conduce inevitablemente al parasitismo y a la descomposición del capitalismo, a la formación de “Estados rentistas”, “Estados usureros”, que con el simple “corte de cupones” roban a todo el mundo. En este mismo capítulo, poniendo de relieve las profundas raíces del oportunismo en el movimiento obrero, Lenin señala el lazo existente entre el oportunismo y el imperialismo. El imperialismo, “significando la obtención de elevadas ganancias monopolistas por un puñado de los países más ricos, crea la posibilidad económica de sobornar a las capas superiores del proletariado y con ello alimenta, da cuerpo y consolida el oportunismo”. La tendencia del imperialismo es la de escindir a los obreros, acentuar el oportunismo, “engendrar una descomposición temporal del movimiento obrero”. Pero al mismo tiempo se acentúa “lo irreconciliable del oportunismo con los intereses generales y vitales del movimiento obrero”. El oportunismo, “en una serie de países ha alcanzado su plena madurez, la ha sobrepasado con exceso y se ha podrido completamente, fundiéndose del todo, bajo la forma del social-chovinismo, con la política burguesa”. No se puede luchar contra el imperialismo sin luchar contra el oportunismo.
En el capítulo IX, Lenin comprueba “el paso epidémico de todas las clases poseyentes al lado del imperialismo”. La cuestión esencial, señala Lenin, es la de saber si ha de seguirse más allá del imperialismo, o sea, hacia la revolución socialista, o, como dice Kautsky, retroceder hacia la libre concurrencia, hacia “la democracia pacífica”.
En el último capítulo, el X, “El lugar histórico del imperialismo”, Lenin señala que el imperialismo es el preludio de la revolución socialista. El imperialismo es el crecimiento gigantesco de la socialización de la producción, y “las relaciones de economía y propiedad privadas constituyen una envoltura que no corresponde ya al contenido, que debe inevitablemente descomponerse si se aplaza artificialmente su supresión”. Destruir esta “envoltura”, destruir las relaciones capitalistas que se han convertido en trabas para las fuerzas productivas, sólo es posible mediante la revolución socialista del proletariado. Tomando como base los datos sobre el capitalismo imperialista, Lenin elaboró la nueva teoría de la revolución socialista, “sentó un nuevo punto de vista teórico, según el cual el triunfo simultáneo del socialismo en todos los países era imposible, siendo en cambio, posible su triunfo en un solo País capitalista aisladamente” (Historia del P. C. (b) de la U.R.S.S. Compendio). El enorme valor de la nueva teoría leninista de la revolución socialista, cuyas tesis fundamentales están formuladas en los artículos “Sobre la consigna de los Estados Unidos de Europa” (1915) y “El programa militar de la revolución proletaria” (1916), radica no sólo en haber continuado desarrollando el marxismo, sino en que “da una perspectiva revolucionaria a los proletarios de los distintos países, en que desarrolla su iniciativa para lanzarse al asalto contra su propia burguesía nacional, les enseña a aprovecharse de la situación de guerra para organizar esta ofensiva y fortalece su fe en el triunfo de la revolución proletaria” (Historia del P. C. (b) de la U.R.S.S. Compendio).
El imperialismo, fase superior del capitalismo
Obra de Lenin escrita en 1916 y publicada en 1917. Este libro es la continuación directa de El Capital (ver) de Marx. Lenin estudia la evolución del capitalismo en una época nueva, la del imperialismo. Y muestra que el imperialismo es la última fase, la fase superior del capitalismo, la del capitalismo parasitario, putrefacto, agonizante.
En los seis primeros capítulos, Lenin analiza los cinco rasgos principales del imperialismo. La libre competencia que dominaba bajo capitalismo premonopolista ha desembocado en la concentración de la producción y en la centralización del capital. Los monopolistas han comenzado a desempeñar un papel preponderante en la economía; tal es el primer rasgo del imperialismo. La producción se ha concentrado hasta tal punto, que la dominación de los monopolios no significa sin embargo, que la crisis, la competencia, la anarquía y las demás plagas del capitalismo sean suprimidas. Al contrario, los monopolios aumentan el caos y la anarquía propios de la producción capitalista en general. “...los monopolios, que derivan de la libre concurrencia no la eliminan, sino que existen por encima y al lado de ella, engendrando así una serie de contradicciones, rozamientos y conflictos particularmente agudos” (Lenin, Obras escogidas, t. 1, p. 1029, Ed. esp., Moscú, 1948). La concentración de los bancos y la formación de monopolios bancarios han transformado a los bancos, de intermediarios en monopolistas omnipotentes del mercado financiero. Como consecuencia de la fusión de los mayores bancos y de los monopolios industriales, aparece el capital financiero que constituye el segundo rasgo del imperialismo. El imperialismo es el dominio de un puñado de magnates de la finanza que condenan a las masas trabajadoras a una explotación feroz. La exportación del capital, paralelamente a la exportación de mercancías, se ha convertido en manifestación típica del capitalismo imperialista. En pos del beneficio máximo, el capital se precipita hacia los países donde puede hallar mano de obra y materias primas baratas. La exportación de capital, al imponerse sobre la exportación de mercancías, marca con el sello del parasitismo al país que vive de la explotación del trabajo de otros países y de las colonias; acentúa entre los países capitalistas las contradicciones y la lucha por las esferas de aplicación del capital. Tal es el tercer rasgo del imperialismo. El cuarto reside en esto: los grupos de monopolios se reparten en primer término el mercado nacional, a lo que sigue el reparto económico del mercado capitalista mundial entre las grandes asociaciones de monopolios internacionales. Ahora bien, esas uniones internacionales todopoderosas (carteles, sindicatos, trusts, consorcios) se componen de monopolios aislados y de grupos de monopolios que sostienen en su interior una lucha encarnizada por aumentar su participación en los beneficios. Todo lo cual desemboca en una acentuación de la competencia en el seno de las asociaciones monopolistas internacionales, resta solidez a los acuerdos entre monopolistas dentro de esas asociaciones y provoca entre ellos la lucha por el reparto de los mercados.
El reparto económico del mundo entre los grupos de monopolios más poderosos se halla íntimamente ligado al quinto rasgo del imperialismo: la terminación del reparto territorial del mundo entre los Estados imperialistas y la lucha por su redistribución, por la conquista de tierras extranjeras. En virtud de la ley del desarrollo económico y político desigual de los países capitalistas en la época del imperialismo, tales o cuales países capitalistas se adelantan a otros en su desarrollo, lo que hace cambiar la correlación de fuerzas en la arena internacional y pone en el orden del día la cuestión de la redistribución del mundo ya repartido entre los países capitalistas. En consecuencia se desencadenan guerras imperialistas que arrastran dentro de su órbita a casi todos los países capitalistas y pueblos del mundo. La lucha por la redistribución del mundo toma la forma de una lucha por el dominio mundial de un grupo de estados imperialistas o de un solo país capitalista, el más poderoso. Criticando la teoría de Kautsky del “ultra-imperialismo” sobre la alianza y coalición de los estados capitalistas, Lenin dice en su libro: “Por esto, las alianzas ...sea cual fuere su forma –una coalición imperialista contra otra coalición imperialista, o una alianza general de todas las potencias imperialistas– no pueden constituir, inevitablemente más que ‘treguas’ entre las guerras. Las alianzas pacíficas preparan las guerras y, a su vez, surgen del seno de la guerra, condicionándose mutuamente, engendrando una sucesión de formas de lucha pacífica y no pacífica sobre una y la misma base de relaciones imperialistas y de relaciones recíprocas entre la economía y la política mundiales”. (Ibid., p. 1060). Estas palabras de Lenin han sido plenamente confirmadas por los acontecimientos de la historia de las últimas décadas. La “tregua” entre las dos guerras mundiales duró menos de veinticinco años y el intervalo fue ocupado por numerosos conflictos militares aislados.
En el capítulo VII, Lenin hace el balance del análisis de los principales rasgos del imperialismo, define la naturaleza del capitalismo imperialista y hace la síntesis de todos los aspectos y de todos los rasgos del capitalismo actual.
En el capítulo VIII, habla del parasitismo y de la putrefacción del capitalismo en la fase imperialista. La monopolización de la vida económica de los países capitalistas engendra el estancamiento y la putrefacción. Surgen estados-rentistas y estados-usureros que saquean a centenares de millones de hombres en los países coloniales y dependientes. El estado-rentista es el estado del capitalismo parasitario, putrefacto.
En su obra, Lenin puso de relieve las raíces de la ideología oportunista en el movimiento obrero. Los inmensos superbeneficios de los monopolios, que los capitalistas arrancan de las colonias y de los países dependientes hacen económicamente posible la corrupción de las capas superiores del proletariado. Esta circunstancia engendra la ideología del oportunismo y del reformismo en el movimiento obrero. El oportunismo y el imperialismo se hallan íntimamente ligados. Los imperialistas de cada país capitalista tratan, por intermedio de sus agentes oportunistas en el seno de la clase obrera, de dividir el movimiento obrero y orientarlo por el camino del oportunismo. Por esa razón, si no se lucha contra el oportunismo y su ideología, el movimiento revolucionario del proletariado no podrá desarrollarse con éxito.
El capítulo IX está consagrado a la crítica de las teorías antimarxistas del imperialismo. Lenin somete a una crítica aplastante de las ideas de Kautsky, quien trataba de embellecer el imperialismo y de disimular sus contradicciones más profundas exaltando la “libertad” y la “democracia” burguesas. Lenin mostró que la reacción política en toda la línea es inherente al imperialismo.
En el último capítulo, el décimo, Lenin define el lugar histórico del imperialismo y establece que el imperialismo es la fase suprema del capitalismo, la antesala de la revolución socialista. La socialización muy intensificada de la producción en la fase imperialista del capitalismo, se halla en contradicción antagónica flagrante con las relaciones de producción capitalistas convertidas en cadenas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad. El imperialismo conduce a las masas directamente a la revolución socialista, que destruye el régimen capitalista y crea las condiciones necesarias a la edificación de una sociedad nueva, socialista.
El alcance invalorable de la obra El imperialismo, fase superior del capitalismo, reside en el hecho de que sobre la base de un análisis de la fase imperialista del capitalismo, Lenin elaboró una nueva teoría de la revolución socialista; demostró que a partir de la época del imperialismo, es imposible la victoria simultánea del socialismo en todos los países del mundo o en su mayoría; pero que a su vez, la victoria del socialismo es posible al principio en uno o algunos países aislados.))./////.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:253-254
Obra de Lenin escrita en 1916 y publicada en 1917. Este libro es la continuación directa de El Capital (ver) de Marx. Lenin estudia la evolución del capitalismo en una época nueva, la del imperialismo. Y muestra que el imperialismo es la última fase, la fase superior del capitalismo, la del capitalismo parasitario, putrefacto, agonizante.
En los seis primeros capítulos, Lenin analiza los cinco rasgos principales del imperialismo. La libre competencia que dominaba bajo capitalismo premonopolista ha desembocado en la concentración de la producción y en la centralización del capital. Los monopolistas han comenzado a desempeñar un papel preponderante en la economía; tal es el primer rasgo del imperialismo. La producción se ha concentrado hasta tal punto, que la dominación de los monopolios no significa sin embargo, que la crisis, la competencia, la anarquía y las demás plagas del capitalismo sean suprimidas. Al contrario, los monopolios aumentan el caos y la anarquía propios de la producción capitalista en general. “...los monopolios, que derivan de la libre concurrencia no la eliminan, sino que existen por encima y al lado de ella, engendrando así una serie de contradicciones, rozamientos y conflictos particularmente agudos” (Lenin, Obras escogidas, t. 1, p. 1029, Ed. esp., Moscú, 1948). La concentración de los bancos y la formación de monopolios bancarios han transformado a los bancos, de intermediarios en monopolistas omnipotentes del mercado financiero. Como consecuencia de la fusión de los mayores bancos y de los monopolios industriales, aparece el capital financiero que constituye el segundo rasgo del imperialismo. El imperialismo es el dominio de un puñado de magnates de la finanza que condenan a las masas trabajadoras a una explotación feroz. La exportación del capital, paralelamente a la exportación de mercancías, se ha convertido en manifestación típica del capitalismo imperialista. En pos del beneficio máximo, el capital se precipita hacia los países donde puede hallar mano de obra y materias primas baratas. La exportación de capital, al imponerse sobre la exportación de mercancías, marca con el sello del parasitismo al país que vive de la explotación del trabajo de otros países y de las colonias; acentúa entre los países capitalistas las contradicciones y la lucha por las esferas de aplicación del capital. Tal es el tercer rasgo del imperialismo. El cuarto reside en esto: los grupos de monopolios se reparten en primer término el mercado nacional, a lo que sigue el reparto económico del mercado capitalista mundial entre las grandes asociaciones de monopolios internacionales. Ahora bien, esas uniones internacionales todopoderosas (carteles, sindicatos, trusts, consorcios) se componen de monopolios aislados y de grupos de monopolios que sostienen en su interior una lucha encarnizada por aumentar su participación en los beneficios. Todo lo cual desemboca en una acentuación de la competencia en el seno de las asociaciones monopolistas internacionales, resta solidez a los acuerdos entre monopolistas dentro de esas asociaciones y provoca entre ellos la lucha por el reparto de los mercados.
El reparto económico del mundo entre los grupos de monopolios más poderosos se halla íntimamente ligado al quinto rasgo del imperialismo: la terminación del reparto territorial del mundo entre los Estados imperialistas y la lucha por su redistribución, por la conquista de tierras extranjeras. En virtud de la ley del desarrollo económico y político desigual de los países capitalistas en la época del imperialismo, tales o cuales países capitalistas se adelantan a otros en su desarrollo, lo que hace cambiar la correlación de fuerzas en la arena internacional y pone en el orden del día la cuestión de la redistribución del mundo ya repartido entre los países capitalistas. En consecuencia se desencadenan guerras imperialistas que arrastran dentro de su órbita a casi todos los países capitalistas y pueblos del mundo. La lucha por la redistribución del mundo toma la forma de una lucha por el dominio mundial de un grupo de estados imperialistas o de un solo país capitalista, el más poderoso. Criticando la teoría de Kautsky del “ultra-imperialismo” sobre la alianza y coalición de los estados capitalistas, Lenin dice en su libro: “Por esto, las alianzas ...sea cual fuere su forma –una coalición imperialista contra otra coalición imperialista, o una alianza general de todas las potencias imperialistas– no pueden constituir, inevitablemente más que ‘treguas’ entre las guerras. Las alianzas pacíficas preparan las guerras y, a su vez, surgen del seno de la guerra, condicionándose mutuamente, engendrando una sucesión de formas de lucha pacífica y no pacífica sobre una y la misma base de relaciones imperialistas y de relaciones recíprocas entre la economía y la política mundiales”. (Ibid., p. 1060). Estas palabras de Lenin han sido plenamente confirmadas por los acontecimientos de la historia de las últimas décadas. La “tregua” entre las dos guerras mundiales duró menos de veinticinco años y el intervalo fue ocupado por numerosos conflictos militares aislados.
El reparto económico del mundo entre los grupos de monopolios más poderosos se halla íntimamente ligado al quinto rasgo del imperialismo: la terminación del reparto territorial del mundo entre los Estados imperialistas y la lucha por su redistribución, por la conquista de tierras extranjeras. En virtud de la ley del desarrollo económico y político desigual de los países capitalistas en la época del imperialismo, tales o cuales países capitalistas se adelantan a otros en su desarrollo, lo que hace cambiar la correlación de fuerzas en la arena internacional y pone en el orden del día la cuestión de la redistribución del mundo ya repartido entre los países capitalistas. En consecuencia se desencadenan guerras imperialistas que arrastran dentro de su órbita a casi todos los países capitalistas y pueblos del mundo. La lucha por la redistribución del mundo toma la forma de una lucha por el dominio mundial de un grupo de estados imperialistas o de un solo país capitalista, el más poderoso. Criticando la teoría de Kautsky del “ultra-imperialismo” sobre la alianza y coalición de los estados capitalistas, Lenin dice en su libro: “Por esto, las alianzas ...sea cual fuere su forma –una coalición imperialista contra otra coalición imperialista, o una alianza general de todas las potencias imperialistas– no pueden constituir, inevitablemente más que ‘treguas’ entre las guerras. Las alianzas pacíficas preparan las guerras y, a su vez, surgen del seno de la guerra, condicionándose mutuamente, engendrando una sucesión de formas de lucha pacífica y no pacífica sobre una y la misma base de relaciones imperialistas y de relaciones recíprocas entre la economía y la política mundiales”. (Ibid., p. 1060). Estas palabras de Lenin han sido plenamente confirmadas por los acontecimientos de la historia de las últimas décadas. La “tregua” entre las dos guerras mundiales duró menos de veinticinco años y el intervalo fue ocupado por numerosos conflictos militares aislados.
En el capítulo VII, Lenin hace el balance del análisis de los principales rasgos del imperialismo, define la naturaleza del capitalismo imperialista y hace la síntesis de todos los aspectos y de todos los rasgos del capitalismo actual.
En el capítulo VIII, habla del parasitismo y de la putrefacción del capitalismo en la fase imperialista. La monopolización de la vida económica de los países capitalistas engendra el estancamiento y la putrefacción. Surgen estados-rentistas y estados-usureros que saquean a centenares de millones de hombres en los países coloniales y dependientes. El estado-rentista es el estado del capitalismo parasitario, putrefacto.
En su obra, Lenin puso de relieve las raíces de la ideología oportunista en el movimiento obrero. Los inmensos superbeneficios de los monopolios, que los capitalistas arrancan de las colonias y de los países dependientes hacen económicamente posible la corrupción de las capas superiores del proletariado. Esta circunstancia engendra la ideología del oportunismo y del reformismo en el movimiento obrero. El oportunismo y el imperialismo se hallan íntimamente ligados. Los imperialistas de cada país capitalista tratan, por intermedio de sus agentes oportunistas en el seno de la clase obrera, de dividir el movimiento obrero y orientarlo por el camino del oportunismo. Por esa razón, si no se lucha contra el oportunismo y su ideología, el movimiento revolucionario del proletariado no podrá desarrollarse con éxito.
El capítulo IX está consagrado a la crítica de las teorías antimarxistas del imperialismo. Lenin somete a una crítica aplastante de las ideas de Kautsky, quien trataba de embellecer el imperialismo y de disimular sus contradicciones más profundas exaltando la “libertad” y la “democracia” burguesas. Lenin mostró que la reacción política en toda la línea es inherente al imperialismo.
En el último capítulo, el décimo, Lenin define el lugar histórico del imperialismo y establece que el imperialismo es la fase suprema del capitalismo, la antesala de la revolución socialista. La socialización muy intensificada de la producción en la fase imperialista del capitalismo, se halla en contradicción antagónica flagrante con las relaciones de producción capitalistas convertidas en cadenas que traban el desarrollo de las fuerzas productivas de la sociedad. El imperialismo conduce a las masas directamente a la revolución socialista, que destruye el régimen capitalista y crea las condiciones necesarias a la edificación de una sociedad nueva, socialista.
El alcance invalorable de la obra El imperialismo, fase superior del capitalismo, reside en el hecho de que sobre la base de un análisis de la fase imperialista del capitalismo, Lenin elaboró una nueva teoría de la revolución socialista; demostró que a partir de la época del imperialismo, es imposible la victoria simultánea del socialismo en todos los países del mundo o en su mayoría; pero que a su vez, la victoria del socialismo es posible al principio en uno o algunos países aislados.))./////.
Diccionario filosófico abreviado · 1959:253-254
Y A CONTINUACIÓN CRÍTICA A LA SOCIEDAD IMPERIALISTA GLOBAL, EL IMPERIALISMO CAPITALISTA INTERPLANETARIO,...¡¡ LUKYRH.COM Lmm.
ESTE TITULAR RECOGERÁ UN ANÁLISIS CRÍTICO DE LA SOCIEDAD IMPERIALISTA MUNDIAL-UNIVERSAL, EL IMPERIALISMO CAPITALISTA INTERPLANETARIO. YO NO CRITICO A LAS TEORÍAS ECONÓMICAS DOMINANTES COMO EN TIEMPOS DE CARLOS MARX, YO DESCRIBO LA SOCIEDAD IMPERIALISTA EN SU GÉNESIS DESDE EL LENINISMO, TESIS DEL IMPERIALISMO FASE SUPERIOR DEL CAPITALISMO HASTA EL IMPERIALISMO CAPITALISMO INTERPLANETARIO,...¡¡. Lmm.
"" Crítica a la Economía Capiimperialista, Imperialista del siglo XXI,…El Capitalismo Imperialismo Interplanetario "" Lmm.
"Reproduzco algunos artículos,…en principio es para estudiarlo, contestar algo en algunos,…pero lo principal es por si el lector de este blog, los quiere utilizar para su formación y cultura de Crítica a la Economía Capiimperialista , Imperialista del siglo XXI,…El Capitalismo Imperialismo Interplanetario; no olvidemos de que ya entre C. Marx y F. Engels, crearon la Crítica a la Economía Política, EL CAPITAL,…Las tareas de todos los militantes, intelectuales, interesados,…creemos entre todos el nuevo El Capital,…que sería utilizando el texto de Lenin, sobre «El imperialismo fase superior del capitalismo», y otros trabajos suyos,…y de otros autores en estas décadas pasadas,…¡¡." Lmm.
(( IMPLEMENTANDO ESTAMOS LOS PROLETARIOS COMUNISTAS Y REBELDES COMUNISTAS CONTRA LOS FASCIOS DEL TRIFACHITO LOCAL, PANEUROPEO Y UNIVERSAL MUNDIAL,...¡¡. )).
EL FASCIO-FASCISMO IMPERIALISMO SE MOVILIZA CONTRA EL GOBIERNO, QUE EN REALIDAD ES CONTRA LA CLASE OBRERA Y LA HUMANIDAD,...¡¡.
CONVOCATORIA REALIZADA POR REDES SOCIALES
Cientos de personas se concentran en el Vial Norte en contra del Gobierno de Sánchez
Portando banderas de España y gritando 'Libertad', los asistentes recorren la avenida
Protesta contra el gobierno de Sánchez, este domingo en el Vial Norte de Córdoba. - SÁNCHEZ MORENO
Redacción
17/05/2020
https://www.diariocordoba.com/noticias/coronavirus/cientos-personas-concentran-vial-norte-gobierno-sanchez_1370591.html
Convocados por las redes sociales, y al igual que se está haciendo en otras capitales españolas, cientos de personas se han dado cita en el Vial Norte este domingo, a las 20.00 horas, para mostrar su protesta contra el Gobierno de Pedro Sánchez.
Con banderas españolas a modo de capa y ondeándolas, los participantes se han concentrado un momento para después comenzar a andar por el vial, justo en el momento en que estaba previsto el último aplauso desde los balcones a los sanitarios y personas esenciales que están trabajando con ahínco en esta crisis sanitaria y durante el confinamiento.
Los participantes, muchos de ellos con cacerolas, han gritado "libertad" y han pedido la dimisión del Gobierno central por su gestión en la pandemia. De momento, la concentración transcurre sin incidentes y sin que haya tenido que intervenir la Policía Local.
En principio, ningún partido político ha reivindicado esta concentración ciudadana, similar a la de la calle Núñez de Balboa en Madrid.
La convocatoria difundida por las redes decía: "este domingo 17 de mayo a las 20.00 ven a dar un paseo por la LIBERTAD en la Avenida del Vial (en frente del Hotel AC).
Para seguridad de todos marchemos de forma individual o en pareja, con mascarilla y guardando la distancia de seguridad ¡¡¡No te olvides de traer tu bandera 🇪🇸🇪🇸🇪🇸!!!"))./////.
2 Comentarios
02
Por Azud 21:20 - 17.05.2020
¡¡¡Felicitémosnos!!! Algo comienza a moverse. Nos costrá esfuerzos y dolor, pero dejaremos de ser un pueblo humillado y aberregado por la barbarie social-comunista.
01
Por Daniel Bom 20:41 - 17.05.2020
¿Qué quieren?))./////
ENTREVISTA
Ramón Tamames: «La República sería el origen de plantear otra guerra civil»
Presente en los Pactos de La Moncloa de 1.977 en nombre del PCE, advierte al Gobierno sobre la ruta a seguir: «Los experimentos, con gaseosa»
MADRID Actualizado:
-¿Fue esa idea la que salió de los conversaciones en La Moncloa?
-Allí se presentó el informe, que fue muy ampliado. Hubo muchas novedades, como el Estatuto de los Trabajadores, que llamábamos el Código del Trabajo, una posible reforma agraria y una referencia a la empresa pública.
-En aquel momento había una inflación insoportable.
-¿Es comparable esta situación a la de entonces?
-Las condiciones eran muy especiales: el retorno a la Democracia. No existía ese virus nacionalista que ahora nos sobrecoge. Después del 15J, había que demostrar al personal que la Democracia servía para algo, que no iba a ser un puro bla, bla, bla. Por parte del Gobierno había un plan unilateral que le criticamos Santiago Carrillo y servidor. Le entregamos una papela para plantearle una política en común, cosa que fue tomando cuerpo en la Comisión de Economía del Congreso. El toque de gracia fue cuando Fernández Ordóñez dijo que había que hacer una política de concentración, pero sin el coste de un Gobierno de concentración. Esa fórmula fue bastante buena, y Adolfo Suárez finalmente la asumió y nos convoco aquel fin de semana de octubre de 1977.
-Llevábamos mucha pólvora de los sindicatos, que no estaban en el encuentro. Al final, la fórmula de la moderación salarial fue muy inteligente. La inflación del 22% prevista para el año 78 quedó en el 19%. Cuando teníamos que convencer a Marcelino Camacho para dar el sí a los pactos, le decíamos que eran inevitables medidas para contener la inflación, porque si no nos íbamos todos al garete. Y se ganó poder adquisitivo en 3 puntos el primer año, Eso fue decisivo.
-¿Fue muy difícil convencer a Marcelino Camacho?
-En principio sí, ya se sabe cómo era. Era una hombre muy expositor de sus temas, a veces se alargaba mucho, pero siempre con buenas intenciones. Él comprendió que la Democracia necesitaba una moderación salarial, lo entendió al final. Y luego fue muy defensor de los pactos.
-¿La posición del PCE era inicialmente la búsqueda del consenso?
-Aunque en el PCE no era la doctrina oficial, la doctrina real es que en el manifiesto que hicimos en la llamada rebelión estudiantil del 56 ya iba la reconciliación nacional. El PCE ya había renunciado definitivamente a la causa de la República. La causa no era la República, sino la reconciliación. Había conciencia en el PCE de que hubo un cambio social importante en el franquismo, una ampliación muy fuerte de las clases medias. Plantear un sistema de socialización era absurdo.
-¿Alguien en el comunismo europeo estaba aún entonces en esas tesis?
-Presionaban mucho los italianos. Enrico Berlinguer (secretario general del PC italiano en 1977) era el defensor máximo. Yo estuve con él varias veces. Pero cuando le preguntaba, usted qué prefiere, ¿la Unión Soviética o Suecia?, él decía: «Suecia» (risas). Él no tenía nada de leninista, y menos de estalinista colectivizador.
-¿La colectivización estaba en los planes de alguien en nuestro entorno?
-No, salvo quizá un poco (Georges) Marchais (secretario general del PC francés). También tuvimos alguna cita con él a propósito de los pactos, que los tuvimos que explicar. Él era muy seguidor de Pravda. Antes de opinar nada, leía Pravda.
-Podemos, y también el PSOE, idealizan la República. ¿Qué mensaje les envía?
-Yo he ido evolucionando, y otros también. Se lo decía un día a Hugh Thomas: «Hugh, te encuentro cada día menos republicano». Se echaba a reír y me respondía: «Sí, creo que nos pasa un poco a todos». La República fue la preparación de la guerra. Llevaba ideas sanas de Democracia, de cultura y de redistribución de renta, pero lo hicieron todo bastante mal y crearon una división de España que dio lugar a la Guerra Civil. También la extrema izquierda hizo lo posible para que hubiera una guerra. Perdone que me desvíe un minuto: la guerra la plantearon Largo Caballero, el Lenin español, y el señor Mola, que además de tener una gran capacidad de conspiración y de organización, tenía una ideología absolutamente en la derecha y en las instituciones antirrepublicanas. Esos son los verdaderos responsables de la guerra: Franco se apuntó cuando no había otra salida.
-¿Qué le dice al republicano de hoy?
-No vamos a decirles lo de «los experimentos con gaseosa». Yo soy de la Constitución, de la Monarquía parlamentaria. Aquel Sábado Santo rojo, como definió (Joaquín) Bardavío, aceptamos la Bandera y la Monarquía, y no pasó nada. Y hemos tenido la fortuna de que Don Juan Carlos y ahora Don Felipe están por un país democrático. La figura del Rey no es ninguna causa de perjuicio, incluso se echa de menos que el Rey modere las instituciones un poco más activamente. Yo le diría que la República sería el origen de plantear otra guerra civil.
-Los comunistas que hoy están en el Gobierno sueñan con la República...
-Estos no son ni comunistas. Su visión es entrar en el Gobierno como sea para trata de hacer una especie de quiebra entre dos facciones y aparecer ellos como los más sociales. La Renta Mínima Vital puede ser el origen de un desincentivo tremendo para la búsqueda del trabajo.
-Vuelvo al principio: ¿Es comparable la situación a la de 1977?
-La situación es muy distinta. Entonces era una inflación brutal, una crisis energética que se había transformado en industrial, y una crisis financiera porque las empresas que cerraban no devolvían sus créditos. Una triple crisis. Y había que dar el do de pecho democratizando las instituciones. Fue completamente distinto. Lo que tenemos que buscar es un sistema para poner la economía otra vez en funcionamiento. El New Deal de Roosevelt: la política de cebar la bomba.))./////.
(( La cacerolada contra el Gobierno llega al chalé de Pablo Iglesias
Este fin de semana Pablo Iglesias e Irene Montero se han encontrado con las protestas de sus vecinos en su propia casa
Caceroladas, protestas y manifestaciones de hoy en directo
Actualizado:
Las protestas contra el Gobierno por la gestión de la crisis del coronavirus han llegado a Galapagar. Este fin de semana, Iglesias y Montero se han encontrado con una cacerolada en la puerta de su propia casa.
Decenas de vecinos de este barrio de la sierra madrileña se han sumado, con cacerolas y banderas de España, a las protestas contra el gobierno de Sánchez e Iglesias que comenzaron en la calle Nuñez de Balboa de Madrid y ya se extienden a otros puntos del país. )).
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