domingo, 28 de febrero de 2016

INFORMAMOS SOBRE EL EJERCITO REVOLUCIONARIO DE LA HUMANIDAD


PERO NO HE ENCONTRADO NADA,...POR AHORA ¡¡¡¡.

SALUDOS, DESDE NUESTRA EDITORIAL,...¿¿

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REVOLUCIÓN DE LA HUMANIDAD: AVANCES ...

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19 oct. 2013 - AVANCES TECNOLÓGICOS Y AUMENTO DEL EJERCITO DE ..... La revolución naxalita acumula fuerzas y se extiende por territorio .
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21 de febrero a la 1:21
Estamos en plena campaña politica y no vemos mucho sobre el derrame de petroleo en URARINAS , LORETO. El actual gobierno dice que todo esta controlado pero eso no es cierto ya que la realidad es distinta.. aun sigue fluyendo petroleo por los ríos y se esta complicando por la lluvia.. con ayuda de los pobladores de URARINAS que hacen todo lo posible para tratar de contrarrestar el estado de los ríos por el petroleo.. todo el medio ambiente se ve afectado con este suceso, los a...
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1Ejercito revolucionario de la humanidad
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Ejercito revolucionario de la humanidad
31 de enero a las 5:25
Muchos no le dan importancia a este tema.. porque no piensas en el futuro ni en el efecto de sus actos a largo plazo. podemos evitar esta catástrofe solo depende de nosotros escribir la historia del futuro , no nos quedemos con los brazos cruzados.. luchemos por nuestro futuro y de los que están por venir.
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Ejercito revolucionario de la humanidad
31 de enero a las 4:20
decimos ser superiores a ellos.. pero con actos como este ellos nos demuestran que para ser superiores y alcanzar la gloria no necesitamos poder necesitamos ser cociente de nuestros actos.. respetar a la naturaleza y los demás seres vivos..


-0:43

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Ejercito revolucionario de la humanidad
29 de enero a las 16:55
Unidos Podemos! NO a los tratados de libre comercio: TTIP CETA TPP. la mayor crisis humana a todo los niveles,la mediocridad es profunda en el mundo no dejemos que pisen nuestros derechos ni jueguen con nuestras vida
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Ejercito revolucionario de la humanidad
29 de enero a las 5:07
la unión hace la fuerza... no al CETA y TPP. si a los derechos si a la libertad
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Ejercito revolucionario de la humanidad
https://youtu.be/81qW375upxc

El acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, también conocido como TPP por sus siglas en inglés, es un tratado de libre comercio promovido por Estados ...
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Ejercito revolucionario de la humanidad
28 de enero
De acuerdo al parlamentario, el TPP protegería y prolongaría las patentes de las corporaciones. Ejemplo de eso sería lo que indica el artículo 18.37.2. "Se califica como “materia patentable” no solo las invenciones, sino también los nuevos usos o métodos de un producto patentado",
Al referirse a los productos farmacéuticos, el artículo 18.48 ajusta el plazo de la patente por retrasos injustificados. Asimismo, otorga la protección de los datos de prueba y otros datos no divulgados por al menos cinco años (artículo 18.50).
"La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho saber su preocupación sobre el efecto negativo del TPP en el acceso a los medicamentos asequibles. Esto es así porque la mayor protección a las patentes de los grandes laboratorios retrasará la introducción de genéricos en los países"
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Ejercito revolucionario de la humanidad
23 de enero
El capitalismo y la política son el verdadero problema de la humanidad, el capitalismo nos convierte en maquinas consumidoras y alienadas.... la política y los políticos no nos sirven a nosotros sirven a un grupo de poder.. al grupo de poder que los financia, los elegimos con esperanza de cambio pero nos llevamos la sorpresa que todo sigue igual puesto que ellos son el problema, no esperemos que cambien y mejoren nuestra realidad.. luchemos juntos para conseguir ese cambio.
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1Nathaly Diana Lozano Silva
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Ejercito revolucionario de la humanidad
23 de enero
Monsanto ha sido y sigue siendo una de las empresas con mayor peligro potencial, sobre la salud humana, animales, plantas y sobre el medio ambiente en general, por medio de sus productos. “no nos alimentemos con basura de los productos modificados genéticamente" cuidemos nuestra salud, cuidemos el medio ambiente.


1Nathaly Diana Lozano Silva
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23 de enero
El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, también conocido como TPP, es un tratado de libre comercio multilateral que se negocia en secreto. Fuertemente promovido por Estados Unidos, el tratado involucra también a otros 11 países: Japón, Australia, Nueva Zelanda, Malasia, Brunei, Singapur, Vietnam, Canadá, y los latinoamericanos México, Perú y Chile.
En sus más de 26 capítulos de negociación, el acuerdo busca regular un gran número de temáticas, que van desde el com...
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1Nathaly Diana Lozano Silva
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«Para los anarquistas rusos, el bolchevismo se había convertido en la contrarrevolución»

El historiador Julián Vadillo.

El historiador Julián Vadillo analiza en el libro 'Por el pan, la tierra y la libertad: El anarquismo en la Revolución rusa' el papel jugado por los anarquistas en el movimiento revolucionario de 1917.  

https://www.lamarea.com/2017/03/28/revolucion-rusa/

Numerosos libros se publican (o reeditan) este año, cuando se celebra el primer centenario de la Revolución rusa. Pero pocos tratan el papel que tuvo el anarquismo en la caída del zar y el ascenso de los bolcheviques al poder. Julián Vadillo Muñoz (Madrid, 1981) lo hace en el libro Por el pan, la tierra y la libertad: El anarquismo en la Revolución rusa que edita Volapük Ediciones. El autor, como explica en la introducción, intenta «analizar el anarquismo ruso en su justa medida» y «descifrar qué fue realmente» ya que la eterna «derrota ha conllevado el ostracismo» de los anarquistas. Julián Vadillo recibe a La Marea en la librería libertaria La Malatesta de Madrid.
¿Qué papel tuvieron los anarquistas en la Revolución rusa?
Su papel va creciendo con el paso de los meses. La Revolución de Febrero sorprende al anarquismo cuando la mayoría de sus integrantes está todavía en el exilio. La caída del zar y la proclamación de la república hace que muchos retornen, y los grupos diseminados del anarquismo que se habían mantenido entre 1906 y 1917 se vuelven a reestructurar. Durante ese período surgen medios de comunicación y grupos anarquistas, convirtiendo el anarquismo en un elemento a tener en cuenta aunque va a la zaga de otras organizaciones que sí se habían mantenido más estructuradas como los mencheviques, los bolcheviques y los socialistas revolucionarios. Lo que se pone en liza entre las organizaciones revolucionarias tras la Revolución de Octubre de 1917 es el modelo revolucionario del Partido Bolchevique frente a otro modelo que plantea el anarquismo.

¿Entonces, en la Revolución de Febrero no participaron los anarquistas?
Sí participaron de las movilizaciones aunque solo los pequeños grupos que habían quedado en San Petersburgo, Moscú… pero la Revolución de Febrero no responde a una ideología concreta. Es la propia Revolución y los meses posteriores lo que hace que personas como VolinGregori Petrovich MaximovPiort Archinov… vuelvan a Rusia, y que Néstor Majnó salga de prisión gracias a la amnistía por la proclamación de la república. De esta forma tienen la posibilidad de reestructurar las organizaciones anarquistas rusas.

Afirma que la muerte de Piotr Kropotkin en febrero de 1921, cuatro años después de la Revolución rusa, «fue la muerte del anarquismo ruso». ¿Acabó la revolución con el anarquismo?
La muerte de Kropotkin significa metafóricamente la muerte del anarquismo: la manifestación por su muerte fue la última gran movilización del anarquismo ruso en el interior. A partir de ese momento los anarquistas rusos se tienen que exiliar, están en las prisiones, en los campos de concentración o directamente han muerto por la guerra civil entre 1917 y 1921. El anarquismo participa y es protagonista de la revolución pero la revolución engulle a muchos de sus protagonistas. Para los anarquistas, en un determinado momento, el bolchevismo no era la revolución sino que se había convertido en la contrarrevolución. La contribución de sangre que tiene el anarquismo respecto a la revolución es muy grande.

Algunos historiadores conservadores como Richard Pipes opinan que la Revolución de Octubre fue un golpe de Estado. ¿Fue una revolución, un golpe de Estado, ambas cosas o ninguna?
No creo que fuese un golpe de Estado sino un proceso revolucionario con una base social muy amplia. Un golpe de Estado conlleva que una minoría tome el poder frente a la mayoría. Es cierto que hay un Gobierno provisional que cae en detrimento de un grupo político concreto —que son los bolcheviques— pero para que hubiese sido un golpe de Estado, ese Gobierno provisional debería haber tenido bases sociales que lo sustentasen. En octubre de 1917, está completamente desacreditado. Hay una dualidad de poder, y los sóviets no están con el Gobierno provisional sino frente a él. Son los sóviets, en los que no solo participan los bolcheviques sino también los anarquistas, los socialistas revolucionarios, los mencheviques… los que están dinamizando el poder. El problema viene porque algunos dirigentes bolcheviques utilizaron la palabra «golpe» para referirse a lo sucedido en octubre de 1917 y eso ha servido para sacar conclusiones, que a mi entender, no se corresponde con los sucesos. Lo que sí existe tras octubre de 1917 es un golpe de mano por parte de los bolcheviques que, de manera paulatina, van aplastando a sus rivales políticos hasta exterminarlos del mapa político ya sea físicamente o políticamente.

Al modelo económico denominado por los bolcheviques «comunismo de guerra», aplicado durante la guerra civil, los anarquistas lo llamaron «capitalismo de Estado». ¿En qué se diferenciaba la propuesta económica de los anarquistas y la que pusieron en marcha los bolcheviques?
Los bolcheviques, cuando llegan al poder, hacen un plan de nacionalización de la economía. Las fábricas y los campos pasan a ser controlados por el Estado, y éste cede la gestión directa a los trabajadores. Pero es el Estado quien controla el poder económico. Los anarquistas no están de acuerdo con ese modelo porque no creen que el Estado deba controlar nada sino que tiene que desaparecer, y han de ser directamente los productores los que se hagan con el control económico de las fábricas y de los campos. Para ellos, los sóviets son el eje central de la revolución, son los organismos de gestión directa de los trabajadores de la producción. Esa es la gran diferencia. Al acabar la guerra civil, los anarquistas y los socialistas revolucionarios denuncian la imposición de un modelo económico que se aleja del espíritu revolucionario de 1917 y plantean que o se retoma el modelo del poder de los soviets, o acabarán engullidos por la dictadura de un solo partido.

Tras el comunismo de guerra y la Nueva Política Económica, según el discurso oficial soviético, se alcanzó el «socialismo real». ¿Realmente la URSS fue un modelo socialista?
Se le podría llamar socialismo de Estado aunque es una estatalización de la economía. Incluso la Nueva Política Económica que surge en 1921, que es una mezcla entre el socialismo y el libre mercado, desaparece completamente y los planes quinquenales sirven para la industrialización de la Unión Soviética que, finalmente, se convertirá en una de las potencias industriales del mundo. En ese sentido Stalin sí que tiene éxito pero ¿a qué precio? A partir de 1927, cuando Trotsky es defenestrado, ocurre una transición de una dictadura de partido único a una dictadura unipersonal de Stalin. En 1937, del Comité Central del Partido Bolchevique de 1917 absolutamente todos sus miembros han sido eliminados por Stalin excepto Lenin, que muere en 1924, y Trotsky, que ha huido pero será ejecutado en 1940, con la acusación de ser contrarrevolucionario.

Cuenta en el libro que en 1905 la facción bolchevique del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia intentó «controlar el sóviet» al considerarlo un elemento rival pero, al alcanzar el poder, se autodenominaron soviéticos. ¿Qué eran y en qué se convirtieron los soviets?
La historia de los sóviets es la parte más interesante de la Revolución rusa y una de las más desconocidas. Se conoce como la Revolución soviética pero el sentido que le dan a los sóviets las diversas opciones políticas es diferente. El sóviet nace en febrero de 1905, como cuenta Volin en La revolución desconocida. El Partido Social-Revolucionario es el que impulsa el sóviet, que surge como un organismo obrero que pretende controlar la producción e intentar un modelo económico distinto. No depende de ningún partido ni de ninguna organización. En los años que median entre 1905 y 1908 los bolcheviques no ven a los sóviets como unos aliados sino como unos rivales. Es a partir de esas fechas cuando Lenin, ya en el exilio, ve posible acercar el Partido Bolchevique a los sóviets para intentar medrar dentro. El concepto de sóviet va cambiando. Para los anarquistas y los socialistas revolucionarios de izquierda, los sóviets deben mantenerse como son desde el origen: organismos obreros que intentan controlar la política, la economía y la sociedad sin una correa de transmisión partidista, a disposición de los propios trabajadores. En cambio, los bolcheviques consideran a los sóviets, como a los sindicatos, partes integrantes de su propio partido.

Observo un cierto paralelismo entre los anarquistas ucranianos de Néstor Majnó y los anarquistas españoles en 1936-1937. ¿Qué similitudes y diferencias hubo entre la majnovchina y la Revolución española?
Lo que se produce en España es una lucha de poder por el control del movimiento obrero, entre el PCE y la CNT. Lo que sucede en Ucrania es similar a la situación en España de 1936 porque la influencia del majnovismo y del anarquismo en el movimiento obrero es muy importante. El Partido Bolchevique lo intenta laminar y finalmente Majnó es vencido por la fuerza de las armas del Ejército Rojo. Majnó intentó pactar con los bolcheviques desde el primer momento en varias ocasiones. Llegaron a tres acuerdos y todos acabaron de la misma manera: ruptura del pacto y represión contra las unidades majnovistas. En uno de esos acuerdos, Majnó intentó que el gobierno de Moscú reconociese la zona libre de Ucrania donde tenía influencia. Majnó conformó un movimiento muy fuerte en Ucrania, y toda la zona este del país estuvo bajo su influencia. Se desarrolló un proceso muy similar al de las colectividades de Aragón y de Cataluña, donde son los sóviets de esa zona los que tienen un control sobre la producción.

Pero pese a ser Majnó anarquista nunca formó parte de la Confederación de Organizaciones Anarquistas Nabat.
Los majnovistas son en esencia anarquistas: Majnó es anarquista, Archinov es anarquista… pero el majnovismo como tal es un movimiento de las masas laboriosas, como ellos mismos dicen. Anatol Gorelik, en El anarquismo en la Revolución rusa, dice que el majnovismo no es anarquista sino que tiene elementos que los une a los anarquistas, y los anarquistas ven en el majnovismo una opción importante para el desarrollo de sus ideas. Aparte está la Confederación Anarquista Nabat, la organización de los anarquistas ucranianos, en la que no está Majnó pero hay una confluencia. Aunque el majnovismo como tal no se defina como anarquista sí es antiautoritario, horizontal, autogestionario y tiene muchos puntos en común con el anarquismo.

La base naval de Kronstadt, «el orgullo y la gloria de la revolución», según Trotsky, se levantó en marzo de 1921 y fue reprimida por el Ejército Rojo. ¿Se puede considerar un episodio anarquista la revuelta de Kronstadt?
En Kronstadt siempre existió un espíritu anarquista muy importante y fueron los anarquistas los que dinamizaron el soviet de Kronstadt. Efim Yarchuk, uno de los más importantes anarquistas de Kronstadt, es el máximo defensor de la independencia de los sóviets frente a los partidos, y ese fue el espírutu de Kronstadt hasta marzo de 1921. Pero no fue una revuelta anarquista como tal porque no son solo anarquistas los que están en Kronstadt. También hay socialistas revolucionarios y bolcheviques que no están de acuerdo con lo que hacen sus compañeros en el gobierno. Es una revuelta de la izquierda.

¿Cuáles eran las demandas de los marinos de Kronstadt?
Entre las reivindicaciones de Kronstadt están la libertad de prensa, libertad de elección de los soviets, libertad para los anarquistas, libertad para los socialistas revolucionarios y que se vuelva otra vez al espíritu revolucionario de 1917. Hay quien dice que en Kronstadt estaban los contrarrevolucionarios y los mencheviques pero entre las reivindicaciones de Kronstadt no aparece en ningún momento la apertura de la Asamblea Constituyente, que era la gran petición de los mencheviques, ni mucho menos la vuelta al zarismo. Lo que plantea Kronstadt es debatir con los bolcheviques la dictadura de un partido o sóviets libres. Mientras los periódicos bolcheviques y Trotsky dicen que los contrarrevolucionarios están detrás, Lenin tiene claro que lo que está pasando en Kronstadt es una revuelta de la izquierda. Y Lenin ve que o se aplasta la sublevación de Kronstadt o puede vencer al Partido Bolchevique, porque es una opción para los trabajadores.

Resulta curioso que Trotsky, quien reprimió la revolución majnochina y la revuelta de Kronstadt, ha pasado a la historia como un ídolo para cierta izquierda revolucionaria antiestalinista.
Trotsky es uno de los grandes ideólogos militares que tiene el Partido Bolchevique y es quien lidera la represión contra los majnovistas. Son las grandes glorias de la revolución como Zinoviev y Mijail Tujachevsky quienes también reprimen de forma virulenta la revuelta de Kronstadt. Incluso la Oposición Obrera dentro del Partido Bolchevique que representaba Aleksandra Kolontái se opone a la revuelta de Kronstadt y considera a los alzados desviacionistas pequeñoburgueses y anarquistas. Trotsky es el represor de Kronstadt pero luego tiene la mala suerte de que pierde la carrera por el poder con Stalin y se tiene que exiliar, y ahí encuentra simpatías en la izquierda. Pero para el anarquismo la imagen de Trotsky es muy negativa porque ha sido su represor. De la misma forma que Lenin no se atrevía a criticar demasiado a los marinos de Kronstadt porque eran «el orgullo y la gloria de la Revolución», Trotsky en los periódicos sí atizaba a los anarquistas, al majnovismo y a los kronstadianos. En ese sentido, Trotsky es más agresivo que el propio Lenin.

¿Cuál fue la postura de los anarquistas españoles respecto a a la Revolución rusa?
Tras estallar la revolución en 1917, los anarquistas españoles la apoyan. En el Congreso de la CNT de Sants (Barcelona) de 1918 y el Congreso de la Comedia de 1919 hay una disposición de apoyo a la Revolución rusa y la inclusión de forma provisional del sindicato en las estructuras de la III Internacional y en la Internacional Sindical Roja. La CNT decidió ingresar en el Profintern pero mandó delegados al congreso de 1921 en Rusia para ver cómo se estaba desarrollando la revolución. Ángel Pestaña y Gaston Leval, que acudieron a aquel congreso en representación de la CNT, emitieron un informe negativo de lo que sucedía en Rusia al ver que se estaba encarcelando a anarquistas. Al volver a España, Pestaña y Leval afirman que la Revolución rusa no tiene nada que ver con el comunismo que los anarquistas están intentando implantar y tras recibir los informes, la CNT abandona la Internacional Sindical Roja. En 1922 se unirá a la renacida Asociación Internacional de los Trabajadores.

¿Qué conclusiones se pueden sacar de la Revolución rusa?
Es el acontecimiento más importante del siglo XX, sin ninguna duda, porque marcará un antes y un después en la Historia de la humanidad de la Edad Contemporánea. No se entiende nada sin la Revolución rusa. En un momento histórico complicado como era 1917, en medio de una guerra mundial que estaba desangrando a Europa, hubo un país y una clase obrera que cambiaron el curso de la Historia. Todo se puede cambiar y nada es inamovible.

¿Qué queda del anarquismo hoy en día en Rusia?
Existen organizaciones anarquistas en Rusia, sobre todo en los grandes núcleos como Moscú y San Petersburgo, pero no son muy numerosas. A nivel histórico se recuerda parte del anarquismo aunque está eclipsado por el triunfo de los bolcheviques. En las librerías rusas existen libros sobre el anarquismo, aunque la deformación que se muestra es evidente. La historia del anarquismo ruso está todavía por investigar y por escribirse.



revista de estudios de juventud revista de estudios de juventud 108 108 ≥ Junio 2015 Jóvenes y generación 2020
http://www.injuve.es/sites/default/files/2017/46/publicaciones/revista108_completa_0.pdf
Adolfo Álvaro Martín. Docente Investigador. Presidente Nodo España Red Iberoamericana de Informática Educativa (RIBIE) HORIZONTE 2020: ¿esperanza o advertencia? El año 2020 ha comenzado a ser visto como una referencia con relación a los retos y expectativas que encontrará una generación de jóvenes que están creciendo y educándose en medio de las rápidas y profundas transformaciones producidas por la revolución tecnológica de carácter digital, lo que está influyendo de forma decisiva en la forma en la que están construyendo su identidad, subjetividades, formas de relación y de participación. Desde esta perspectiva se hace necesario llevar a cabo un análisis de las distintas vías que, estos jóvenes y la sociedad en su conjunto, tienen a su disposición para afrontar los retos que este proceso ya está generando en los ámbitos educativo, social, político y económico, objetivo de los distintos artículos que componen esta publicación. Palabras clave: nativos digitales, educación, política, economía, comunicación. Una transformación en marcha El objetivo de esta publicación es realizar una aproximación a los distintos escenarios que encontrarán los jóvenes de entre 15 y 29 años de edad (1) en el año 2020. Esta generación, nacida a caballo entre finales del pasado siglo e inicios del presente, está creciendo en medio de las rápidas y profundas transformaciones producidas por la revolución tecnológica de carácter digital por lo que, como veremos en los diversos artículos que conforman esta obra, su comprensión es un elemento esencial a la hora de entender la forma en que estos jóvenes afrontarán su futuro. La relevancia social que los jóvenes nacidos en este periodo están adquiriendo como consecuencia de sus habilidades tecnológicas y el uso cotidiano de las mismas, ya fue advertido desde un momento muy temprano como elemento de relevancia suficiente para considerarlos como una generación con una identidad propia (Edmunds y Turner 2002: 7). 

Igualmente, desde el primer momento se han utilizado distintas denominaciones para esta generación, destacando las acuñadas en el año 2000 por Howe y Strauss (millennials) y, en el año 2001 por Prensky (nativos digitales), que han alcanzado gran popularidad y consenso para identificar a estos jóvenes. Sin embargo, existen ya voces que advierten que podríamos encontrarnos ante la existencia de una generación posterior a los millennials, tal y como señalan Meister y Willverd (2010), que denominan “generación 2020” y que incluiría a los nacidos a partir del año 1997. Lo cierto es que más allá de la discusión sobre el ámbito temporal al que haga relación esta generación, resulta indiscutible que la tecnología digital se ha constituido en un elemento primordial de la misma puesto que, como señala Osgerby (2004: 159), les permite establecer y fortalecer su identidad y relaciones sociales a través de los entornos virtuales, adquiriendo con ello un estatus privilegiado respecto a sus padres y maestros al disponer de mayores conocimientos y destrezas tecnológicas. En este (1) Rango de edad según Naciones Unidas http://www.un.org/ es/globalissues/youth/. 10 REVISTA DE ESTUDIOS DE JUVENTUD ≥ junio 15 | nº 108 sentido, es conocido el debate que en distintos ámbitos se ha establecido respecto a los inevitables cambios que deben implementarse para atender a las nuevas demandas formativas de estos jóvenes, la forma en que las transformaciones derivadas del paradigma tecnológico tendrá en el ámbito de la economía y del empleo, o la importancia de las TIC en la participación política y social. En todo caso, como acertadamente advierte Alles (2012), hay que considerar que si bien las distintas generaciones tienen unas características que definen el comportamiento de los individuos que las conforman, no es menos cierto que estos comportamientos pueden ser diferentes en función de los hábitos y comportamientos de los individuos de forma que, por ejemplo, una persona que por edad formaría parte de la denominada “Generación X”, la inmediatamente anterior a la de los Millennials o Nativos Digitales, podría desarrollar comportamientos más propios de esta última y que, igualmente, personas que por su edad podrían ser incluidas dentro de la generación de Millennials o Nativos Digitales, desarrollan comportamientos equiparables a los de generaciones anteriores como consecuencia de su educación, trayectoria vital o capacidad de acceso a la tecnología. 

En este sentido, Palfrey y Gasser (2008) profundizaron en la diferenciación de los comportamientos de las personas en función al uso e interacción que tienen con los nuevos medios y la tecnología, diferenciando entre el “nacido digitalmente” (Born Digital) y el que “vive digitalmente” (Live Digital). Los autores establecen que la brecha digital no se produce por una cuestión generacional, puesto que muchos de los que por su rango de edad podrían ser considerados Nativos Digitales no viven digitalmente y, sin embargo, otras personas que pertenecen por edad a generaciones anteriores a los años 80 del pasado siglo XX sí lo hacen. Esta diferenciación les hace proponer una nueva categoría, en la que además de los Nativos Digitales o Millennials nos encontraríamos con los “colonos digitales” (Digital Settlers) que, como antes se indicó, serían aquellos que con independencia a la generación que por fecha de nacimiento les correspondiese, han incorporado la tecnología a su forma de relacionarse, educarse o trabajar en una forma similar a la que están teniendo las generaciones más jóvenes. La combinación de los espacios físicos y los virtuales es otra de las características del comportamiento de esta generación. Como ya señaló Quéau (1995), el paradigma tecnoeconómico ha comenzado a dar paso a una nueva representación en la que los espacios virtuales en modo alguno están sustituyendo a los espacios físicos, pues las técnicas virtuales permiten sumergirse en la imagen, actuar y trabajar en un universo tridimensional. Bajo este punto de vista, no podría hablarse de que lo virtual y lo físico sean dos realidades incompatibles, pues contrariamente a lo interesadamente sostenido por algunos, los espacios virtuales no están pensados para un uso individual sino para la sociabilización. 

La llegada y popularización de la Web 2.0 aún ha acentuado este proceso y, como Subrahmanyam et al. (2006) han señalado, las herramientas tecnológicas ofrecen a los jóvenes nuevos espacios y tiempos virtuales, que facilitan el contacto con otras realidades e interactuar con personas que no están en su entorno cercano, pudiendo desarrollar sus opiniones, prejuicios y estereotipos sobre distintas facetas de la vida. Y quizás en este punto es donde se visualiza una de las principales diferencias con respecto al impacto de la tecnología en la vida de las distintas generaciones, pues para los Nativos Digitales no es posible separar la tecnología de su vida personal, ya que consideran al mundo virtual como parte esencial de su entorno natural y, por ello, tan real como el mundo físico. Como señalan los trabajos de Banaji & Buckingham (2010) y Boyd, (2011) respecto a la importancia que tienen las comunidades virtuales en las formas de relación de los jóvenes, lo que ellos realizan en los espacios virtuales tiene sus efectos en los espacios físicos. Por ello, Rushkoff Jóvenes y generación 2020 11 (2005: 21) considera que además de un fenómeno tecnológico o mediático, Internet es un fenómeno social que permite a los jóvenes ser creadores de nuevos espacios que cruzan diversos campos y entornos haciendo difusos sus linderos. En estos entornos, los jóvenes están desarrollando propuestas innovadoras mediante la interconexión de elementos sociales, estilos de vida y capacidades que ofrece la tecnología (Ortega, 2012). Una nueva cultura que, según este autor, tendría en las redes sociales la herramienta esencial para concretar su presencia cultural, que no se limitaría a ser un canal para la difusión de sus actividades, productos o servicios sino que, además, es generadora de valor horizontal entre los jóvenes y los adultos conectados a la Red. No es de extrañar que las redes sociales se hayan convertido en las comunidades virtuales más populares entre los jóvenes (Morduchowicz, 2008), gracias a su simplicidad, estandarización de prácticas y concentración de herramientas diversas para publicar, donde todo es intuitivo y lúdico (Piscitelli et al., 2010). Y este hecho está teniendo una importancia capital a la hora de entender las transformaciones que se están produciendo en estos años puesto que, a través de la ocupación e impulso mayoritario que los jóvenes están realizando de las redes sociales, Castells (2012: 219-222) considera que esta generación se ha convertido en agente de un cambio social que está llevando a cabo una profunda transformación de Internet desde la interacción individual corporativa en la Red (caso del correo electrónico) a la construcción autónoma de redes sociales controladas y orientadas por los usuarios, dando lugar a un mundo híbrido en el que no cabe la segregación entre lo virtual y lo físico. Asistimos, por tanto, a un acelerado proceso de transformación en el que estos jóvenes están llevando a cabo importantes cambios cognitivos, sociales y culturales que, de forma inevitable, van a verse reflejados en aspectos relevantes de nuestra sociedad como la educación, la economía y el empleo, la cultura, la política y la información y la comunicación, sobre los cuales se reflexiona a lo largo de esta publicación. Cambios en una Generación conectada Sánchez Burón y Álvaro (2011) analizaron la importancia e interconexión de los entornos físicos y virtuales en jóvenes españoles y latinoamericanos, mostrando una foto de la forma en que usan las redes sociales, la importancia que estos espacios virtuales tienen en el establecimiento de sus relaciones de amistad, en el intercambio de experiencias y la construcción de identidades. 

El estudio concluía que las redes sociales no son una moda pasajera o un mero pasatiempo y que su utilización está teniendo un papel muy importante en la formación de los valores de los jóvenes. La importancia de lo que ocurre en los entonos físicos y virtuales así como la utilización intensiva y extensiva que esta generación hace de las herramientas tecnológicas, es el punto de inicio del artículo de la profesora Dolors Reig, que analiza los cambios cognitivos, sociales y en valores que ello produce. A tal efecto, realiza un cuidadoso acercamiento a la idea que los adultos tienen de la “multitarea” en los adolescentes y jóvenes conectados, pues si bien considera que los Nativos Digitales no pueden prestar adecuada atención a varias tareas de forma simultánea, sí destaca su capacidad para pasar de un tema a otro de forma más rápida y efectiva que las personas de otras generaciones no alfabetizadas en lo digital. El uso de las redes sociales es otro de los elementos de cambio que Reig considera nuclear en la forma de actuar de los jóvenes, tanto por lo que considera revolución creativa en los nuevos usos que de ellas realizan, como por las potencialidades que en campos como la participación están 
 teniendo para su integración en la vida cívica y política “on y offline”. Por ello, destaca que el uso de estas herramientas en modo alguno está significando un mayor aislamiento o desconexión de los jóvenes, más bien al contrario, están incentivando la sociabilización y el compromiso, haciéndolos mucho más participativos y comprometidos con causas sociales como la protección del medioambiente o la responsabilidad social. Educación Si bien nos encontramos ante una generación de jóvenes con unos niveles de información, comunicación y conocimiento desconocidos hasta la fecha, no es menos cierto como señala acertadamente Ng (2012) que si bien los nativos digitales son capaces de hacer uso de tecnologías desconocidas para crear objetos útiles con total naturalidad, no es menos cierto que necesitan ser alfabetizados digitalmente para alcanzar ese objetivo. Por ello, la identificación y entrenamiento de las habilidades necesarias a partir de la revolución tecnológica es lo que llevó a Jenkins et al. (2009: 28-29), a desarrollar el concepto de “new media literacies”, que define las competencias culturales y destrezas sociales que los jóvenes necesitan en la realidad derivada de la revolución tecnológica, en la que deben existir nuevas “alfabetizaciones” construidas desde la base de las tradicionales, que no deben ser consideradas como habilidades individuales que se utilizarán para las dimensiones sociales de expresión, sino que tienen que ser vistas como habilidades sociales que permitan interactuar dentro de comunidades más grandes. El objetivo de nuevas formas de alfabetización, según Jenkins, es crear recursos y prácticas pedagógicas que permitan aprovechar las herramientas y procesos para el aprendizaje que existen fuera de las aulas. A este respecto, el profesor Rheingold realiza un viaje por el contenido de la denominada “alfabetización digital”, analizando lo que considera son los cinco elementos principales de la misma en los medios sociales: atención, participación, colaboración, conciencia de red y consumo crítico. La suma de todos ellos está dando lugar a nuevos entornos cognitivos, sociales y culturales a los que no pueden ser ajenos la enseñanza y el aprendizaje. 

La importancia de los cambios en los entornos educativos es objeto de análisis por la profesora Sandra Acevedo, que analiza el papel de la educación inclusiva y las tecnologías de la comunicación en la formación de los jóvenes, resaltando la importancia de la creación de nuevas maneras de acceder a la información y hacer uso de ella, convirtiendo a las TIC en pilares esenciales en la definición de la inclusión social de todos los grupos sociales gracias al acceso y la apropiación de las tecnologías de la comunicación, con la consiguiente transformación cultural de toda la comunidad donde viven los jóvenes, en especial las instituciones de educación, a las que en su trabajo dedica un apartado relevante en lo relativo a los cambios que deben afrontar, que no deben limitarse a meros cambios cosméticos o la incorporación de herramientas tecnológicas, sino que también tienen que considerar la diversidad de expectativas de los jóvenes que acuden a ellas. La crisis de las instituciones educativas es una de las consecuencias más relevantes de los cambios derivados de la revolución tecnológica. Sobre ella realiza una pormenorizada reflexión Tiscar Lara, que, a la vista de los distintos puntos de vista antes relatados, alerta sobre la incongruencia de mantener instituciones de generación y transmisión de conocimiento propias de una estructura social y económica ya superada, que están recibiendo a jóvenes acostumbrados a la inmediatez y socializados en prácticas de aprendizaje abierto y conectado. Estas contracciones, son las que están abocando a instituciones educativas, especialmente en el ámbito Jóvenes y generación 2020 13 de la educación superior, a una crisis de gran calado que cuestiona desde su práctica docente e investigadora a su viabilidad económica. La forma en que la comunidad educativa, la clase política y la ciudadanía afronten esta imprescindible e inaplazable reforma condicionará el futuro de esta generación de jóvenes y sus posibilidades de desarrollo personal. Economía y empleo Cuando en el año 1995 Jeremy Rifkin publicó “El fin del trabajo”, pocos daban crédito a la tesis que se mantenía en dicha obra, basada en el fin de la lógica de la producción industrial que había dominado el mundo occidental durante todo el siglo XX, y que la irrupción de la revolución tecnológica (que en aquel momento era para muchos poco más que ciencia ficción) transformaría en pocos años la forma en que entenderíamos la economía y el empleo. 

Y si bien algunas visiones catastrofistas o simplemente interesadas, utilizaron la obra de Rifkin para advertirnos de un futuro apocalíptico donde las máquinas desplazarían a los seres humanos, lo cierto es que la realidad se ha empeñado en dimensionar lo señalado por este autor, en el sentido de advertir de la inexorable desaparición de un modelo de empleo y el advenimiento de una nueva situación, donde aquellos que sean capaces de incorporar un valor añadido a su actividad gestionarán los mejores puestos de trabajo y dispondrán de las mejores condiciones laborales y salariales. Es cierto, por otra parte, que a su lado encontramos una importante bolsa de empleos de baja cualificación y precarios, a los que parecerían están abocados aquellos que no dispongan de las habilidades requeridas por esta nueva situación. A esta realidad se refiere Marc Vidal, que advierte contra los desequilibrios que conlleva este proceso de digitalización de nuestras sociedades, especialmente en el ámbito del empleo donde, usando sus propias palabras, es necesario “razonar el futuro laboral en términos de modernidad y conceptualización”. Advierte sobre la finalización de un modelo de relaciones laborales, organizaciones empresariales o ventajas sociales que muchos creían inmutable y que, en apenas unos pocos años, han pasado a estar en crisis y puede que en poco tiempo más tan solo sean una referencia del pasado. Considera que no solo debemos trabajar por lo que denomina “automatización del mundo” sino también de la forma en que se puede equilibrar para superar las desigualdades que estos cambios conllevan, campo en el que entiende que la tecnología también tiene que aportar muchas cosas en positivo. Finalmente, Marc Vidal exhorta a mirar hacia la educación y el conocimiento como los motores que permitirán afrontar estos vertiginosos cambios en los que, los más jóvenes, serán los actores principales en apenas una década. Partiendo de las potencialidades de las TIC para aumentar la eficiencia general de la economía y el desarrollo de un modelo de globalización cada vez más desregulado y desigual, Javier Ramos y Carlos Rodríguez señalan que las TIC se han convertido en un objetivo estratégico internacional, con gran influencia en el desplazamiento del centro de gravedad económica desde Occidente a las economías emergentes del Este y Sur, originado por las crisis energéticas del último cuarto del pasado siglo, que ha desembocado en la consideración de “digital” por la aplicación de la tecnología al proceso de producción. Afirman estos autores que es necesario establecer un nuevo enfoque en torno a la tecnología y el modelo económico, para con ello hacer frente a los peligros de un reforzamiento de la dualidad del mercado de trabajo o la descualificación de amplios colectivos con la consiguiente exclusión de la riqueza generada, aprovechando las bondades que en tratamiento y acceso a la información, configuración de nuevos sistemas productivos, distribución, consumo o financiación permite la economía digital. 
 Esta transformación del modelo productivo y las relaciones laborales guían la reflexión de Borja Adsuara, que analiza cómo los jóvenes cada vez dispondrán de menos posibilidades de alcanzar un empleo por cuenta ajena y, por ello, deberán aumentar sus capacidades para desarrollar emprendimiento. En este sentido, es destacable cómo refiere que emprender no solo consiste en iniciar una actividad laboral o profesional, sino que lleva incluido un tránsito emocional y vital de la propia personal. Además, este emprendimiento debe tener en cuenta los nuevos perfiles profesionales que se demandarán y el necesario apoyo y colaboración público-privado para su desarrollo. Dentro de las transformaciones que están afectando a la economía, una de las que más repercusión mediática tiene es la referida al modelo de negocio y gestión de los derechos de propiedad intelectual. Sobre ello trata el artículo de Antonio López Herreros, en un momento en el que algunas de estas entidades se han visto salpicadas en España por escándalos en su gestión (2) y la justicia respalda las redes de intercambio P2P (3). Todo ello, en un entorno en el que nuevas figuras como la licencia Copyleft, que permite que una obra pueda ser modificada, copiada e incluso hacer uso comercial de la misma; emergen con fuerza entre grandes colectivos de la cultura en nuestro país. Política En los últimos años se instaló la creencia de que los jóvenes no están interesados en la política. Sin embargo, dicho estado de opinión está en contradicción con lo que diversos estudios de entidades nacionales (4) y europeas (5) muestran, lo que nos permite afirmar que entre los jóvenes existe una fuerte valoración de lo que significa la democracia, por lo que entienden mayoritariamente que el derecho al voto es la mejor manera de participar en la política y hacer oír su voz. Pero además, ello no es obstáculo para que de forma creciente un sector relevante esté demandando una mayor interlocución, participación y capacidad de influencia en la agenda, y para ese objetivo han convertido a Internet y las redes sociales en un nuevo ámbito relacional en lo relativo a la política, donde están expresando sus opiniones y construyendo sus propias subjetividades. 

Es palmario en este sentido, la enorme insatisfacción de los jóvenes tanto en España como en el resto de Europa respecto a los canales tradicionales de participación política y el creciente distanciamiento y descreimiento hacia los partidos políticos y organizaciones sociales. Además, los jóvenes no están marcando una tendencia distinta a la del conjunto de los ciudadanos tal y como señala Ferrandiz (2014), que refleja el enorme descontento de estos con los partidos tradicionales pues, un 93% de los encuestados, afirmaban que estos deberían realizar profundos cambios para acercarse a los ciudadanos y recoger sus inquietudes y demandas. Como señala Muxel (2008: 35), los jóvenes no hacen más que amplificar los rasgos que caracterizan la relación del resto de la ciudadanía con la actividad política y los partidos. Por ello, otros autores como Castells (2009) consideran que la situación de desafección y crítica actual está más relacionada con procesos más complejos donde la edad no resulta una variable decisiva, puesto que la democracia se ha puesto en tela de juicio como consecuencia de una disociación entre el poder de la comunicación y el poder representativo, que provoca un distanciamiento entre los ciudadanos y los gobiernos, que está profundizando la crisis de legitimidad del modelo actual. Los profesores Lobera y Rubio se preguntan si esta nueva generación de jóvenes está estableciendo unas nuevas pautas en la participación política de la sociedad civil, consecuencia de la perdida de centralidad y eficacia 
(2) rtve.es (2012) Recuperado 14/10/2014 de http://www.rtve. es/noticias/20121221/sgaecronologia-del-escandalorefundacion/515855.shtml. (3) eldiario.es (2014) Recuperado 14/10/2014 de http:// www.eldiario.es/turing/propiedad_intelectual/Justiciavictoria-Pablo-Soto-discograficas_0_247775662.html. (4) CIS (2011) Recuperado 14/10/2014 de http:// www.cis.es/cis/opencm/ ES/1_encuestas/estudios/ver. jsp?estudio=13024. (5) Comisión Europea (2013) Recuperado 14/10/2014 de http:// eacea.ec.europa.eu/youth%20/ tools/documents/perceptionbehaviours.pdf. 
Jóvenes y generación 2020 15 de los actores políticos tradicionales como intermediarios adecuados para canalizar las demandas de estos jóvenes. En este punto, consideran que el entorno digital ha revolucionado las formas y frecuencias en que el acceso e intercambio de información política se realiza, y en estos entornos es donde los más jóvenes están más familiarizados, desarrollan sus subjetividades, crean su cultura y expresan sus reivindicaciones. Por tanto, consideran Lobera y Rubio que esta insatisfacción de los jóvenes también afecta a los canales tradicionales de participación, por lo que están acudiendo a otros de carácter más informal que consideran transparentes y eficaces. Antonio Gutiérrez-Rubí analiza las características de esta generación y su proyección en el ámbito de la política, partiendo del hecho de que sus relaciones básicas han estado intermediadas por las pantallas desde su infancia, lo que genera que sea una generación integrada “on y off”, en la que su principal hábito de consumo es el de contenidos. Por ello, esta generación está estableciendo una forma de relación diferente con la política respecto a la que hasta ahora había sido común, que será mucho más contractual, menos fiel a clichés ideológicos pero más exigente en los resultados. La consecuencia más importante para Gutiérrez-Rubí es que esta generación exige una relación activa con los gobernantes en la que pueda influir y no sean considerados receptores pasivos de decisiones. También entiende que cambiará su relación con los actores políticos tradicionales pues, de un lado, exigirán a estas organizaciones un formato de participación digital y móvil y, de otro, fruto de su descreimiento en los partidos tradicionales, buscarán formas de influir en la agenda política por medios de participación no formales, como nos han demostrado experiencias como el #15M o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (#PAH), consecuencia todo ello de una nueva concepción de la política basada en la participación y deliberación a través de las TIC, en la que los valores de la transparencia y la rendición de cuentas son ejes ejemplares de la acción política. Comunicación 

En 2013, se publicó el estudio de The Media Briefing (6) que confirmaba que las personas menores de treinta y cinco años estaban transformando la comunicación en el presente siglo, dado que los usos y preferencias que están llevando a cabo a la hora de aproximarse a la información son totalmente diferentes a las que hasta la fecha habían sido comunes. De los datos más relevantes de dicho estudio, destaca el hecho de que un 77% de los entrevistados manifiesta poseer un smartphone, lo que les convierte en el rango de edad donde este tipo de dispositivos es el más habitual (50% más que el resto de la población). Tal circunstancia, sin duda, es muy importante a la hora de entender la forma en que estos jóvenes se interesan por la información pues, lo que confirma este estudio, es que los denominados medios de comunicación tradicional, como pueden ser los que se encuentran en soporte impreso, les resultan cada vez menos interesantes. De ahí que cerca de un tercio de los menores de 24 años jamás haya tocado un periódico en papel, o que la televisión haya sido desbancada por la web como fuente de noticias principal. Estos datos ya fueron anunciados en España unos años antes por Álvaro y Sánchez Burón (2010) en su estudio titulado Universitarios y Política 2.0 en el que, analizando el caso de las movilizaciones contra la denominada “Ley Sinde”, se comprobó un desplazamiento de los medios de comunicación tradicionales de su centralidad como fuente de información para los jóvenes, constatándose la escasa incidencia que entre ellos tenían la prensa escrita y la radio e, incluso, como Internet había desbancado a la televisión como primer canal de comunicación e información entre los activistas varones. (6) http://www.themediabriefing. com/article/know-youraudience-how-digital-nativemillennial-generation-consume-media.  

Los datos expresados en estos dos estudios ya muestran la tendencia de que los Nativos Digitales o Millennials están siendo los principales protagonistas en el futuro de la información, por lo que el acercamiento a estas audiencias es requisito imprescindible tanto para la industria como las instituciones y objeto de reflexión en esta publicación. La conectividad y el uso de las TIC por parte de los jóvenes, es la clave de los cambios que en materia de comunicación propone Ion Antolín. Considera que el salto cualitativo y cuantitativo producido se hace patente en el uso que realizan de todo tipo de plataformas, tanto para cuestiones cotidianas como para buscar la atención de instituciones, empresas o colectivos. Para poder escucharlos con claridad, entiende que es necesario conocer los canales y los códigos utilizados, que en muchas ocasiones difieren de los estándares establecidos, lo que en muchos casos produce incomunicación y rechazo. Para ello, realiza una revisión histórica sobre los cambios producidos con la revolución tecnológica en materia de comunicación, señalando que resulta de todo punto incomprensible no tener en cuenta el hecho de que, para esta generación de Nativos Digitales, comunicarse de forma sencilla, barata e inmediata, es algo tan natural como lo pudo ser para generaciones anteriores disponer de telefonía fija en los domicilios. Una transformación que, además, está condicionada por la rápida transformación que se produce en la sociedad conectada donde el concepto “web 2.0” ya parece caduco aunque, como el propio Antolín reconoce, el concepto pueda envejecer no ocurre así con la filosofía derivada de la hiperconectividad de los jóvenes. La escucha y la conversación se tornan en acciones imprescindibles para poder entender a los jóvenes. Por ello, si desde las distintas corporaciones y entidades tan solo se limitan a emitir mensajes sin preocuparse de que tipo de respuestas y reacciones provocan, se corre el riesgo de perder valiosos datos o caer en graves crisis de reputación que podrían haber sido atajadas rápidamente. 

La conexión en movilidad, concluye Antolín, ha hecho que las organizaciones deban ser conscientes de que dar la espalda a la juventud en sus canales de información será garantía de fracaso e irrelevancia. En esta línea, Bárbara Yuste indaga en los cambios en los hábitos de consumo de información de los jóvenes gracias a la adopción de la tecnología y a la utilización cada vez mayor de las redes sociales, tal y como hemos estado tratando anteriormente. La importancia de los entornos virtuales en la vida de los jóvenes ha convertido a los medios sociales en los más afines a su forma de entender la vida, relacionarse o participar. Son, sin duda, su espacio natural, desde el que realizan actividades muy diversas como compartir sus fotos, aficiones o vídeos curiosos, así como establecer conversaciones con su comunidad más cercana e informarse de la actualidad informativa. En este contexto, señala el papel fundamental de los dispositivos móviles, cuyo uso es masivo entre los más jóvenes que, entre otras consecuencias, ha modificado por primera vez la forma de consumo de la televisión, que contrariamente a como se producía hasta hace no muchos años, ya no se realiza en el salón de la casa frente al aparato, sino que se lleva a cabo en cualquier momento y lugar por medio de tabletas o smartphones. Conclusión Afrontar el horizonte del año 2020 con esperanza o como el presagio de graves convulsiones dependerá en la forma en que, desde las distintas instituciones, se aborde el reto de acompañar a esta generación de Nativos Digitales o Millennials que, como se desarrolla a lo largo de esta publicación, disponen de unos niveles de información, comunicación y conocimiento Jóvenes y generación 2020 17 desconocidos hasta ahora. 

En este horizonte, deberán relacionarse con unos sistemas educativos que tratan de adaptarse a marchas forzadas a una realidad para la que las instituciones y los docentes no habían sido formados, hacer frente a una inserción laboral y social llena de incertidumbres en un entorno cada vez más centrado en la “elaboración de proyectos prácticos” y la sustitución del mundo analógico por el mundo digital y, donde las consecuencias de las nuevas migraciones consecuencia del desplazamiento del eje económico del Atlántico al Pacífico aún se desconocen. En medio de estas turbulencias, también resulta imprescindible hacer frente a la desorientación, cuando no miedo, de los adultos que observan estas transformaciones como un conjunto de incómodos acontecimientos o incomprensibles circunstancias por lo que, de no ser abordadas con coraje y rapidez, ahondarán en una nueva brecha generacional caracterizada por la irrupción de las herramientas tecnológicas y que podría configurarse como la de mayor importancia de nuestra historia. Algo que, sin duda, también afectará a la forma de entender el rol de la institución familiar o las relaciones de género en un entorno social tan cambiante. Desde las instituciones nacionales e internacionales, pasando por los actores políticos y finalizando en los medios de comunicación, los cambios en las costumbres y usos de estos jóvenes exigen llevar a cabo sin dilación profundos cambios en la organización social, política y económica de nuestra sociedad. 
Referencias bibliográficas 
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EDUCACIÓN Y NUEVOS VALORES Jóvenes y generación 2020 Jóvenes y generación 2020 21 DOCUMENTOS 2 Dolors Reig. Psicóloga social y editora principal de El caparazón Jóvenes de un nuevo mundo: cambios cognitivos, sociales, en valores, de la Generación conectada La actual generación de jóvenes tiene como característica fundamental su hiperconectividad permanente. La importancia de lo que ocurre en los entornos físicos y virtuales y la utilización intensiva y extensiva que los jóvenes realizan de las herramientas tecnológicas, está provocando cambios cognitivos, sociales y en valores, en esta generación. Ello obliga a que los adultos realicen un acercamiento abierto y constructivo hacia el concepto de la “multitarea” en los adolescentes y jóvenes conectados, ya que además de hacer frente a los riesgos que tales prácticas podrían suponer, ello no debe ocultar las potencialidades que para ellos tanto a nivel social, cultural y creativo. Palabras clave: multitarea, desarrollo cognitivo, redes sociales, participación. Si alguna característica define en mayor medida que las demás a nuestros jóvenes es la de la hiperconectividad permanente. Redes sociales, servicios de mensajería instantánea (whatsapp y similares), en los actuales “smartphones” permiten que se alimente de forma constante una cualidad fundamental pero ahora potenciada en su máxima expresión del ser humano: la sociabilidad. Así, en las redes “sociables” actuales podemos afirmar que vivimos la evolución del ser humano hacia un nuevo tipo de individuo, el que podríamos llamar “Hiperindividuo” o “Individuo conectado”, que no se parece en aspectos importantes de su proceso de socialización, desarrollo cognitivo, proceso de individualización y desarrollo moral, en general, a sus predecesores. Decía Manuel Castells (2011) que “No somos los mismos desde que estamos en las redes sociales”, así que es hora de que psicólogos, educadores y demás interesados en el desarrollo de los jóvenes, nos ocupemos del tema. 
Es momento de describirlo y orientarlo, desde el reconocimiento de los aspectos negativos al entendimiento de internet, de las redes sociales, como entornos de posibilidades aumentadas que, desde todos los ámbitos interesados en el desarrollo humano y social, debemos dejar de temer y abordar. Ante los posibles razonamientos tecnófobos debemos recordar, en primer lugar, que son muchos los avances que hoy vivimos como tecnologías prácticamente naturales, pero que también pudieron ser considerados disruptivos en el pasado. El lenguaje, por ejemplo, fue una tecnología social, determinante para la constitución de lo que hoy entendemos por civilización, cultura, comunidad. La ropa, el vestido, aumentó las posibilidades de regulación térmica de nuestros cuerpos, las gafas aumentaron la precisión y el alcance de nuestra visión, los medicamentos aumentaron nuestra salud, por citar algunos pocos ejemplos de una lista interminable. Somos, desde tiempos ancestrales, desde la invención del propio fuego, de la primera herramienta; cyborgs, mezcla de hombres y tecnologías destinadas a aumentarnos, a aumentar nuestras posibilidades. 22 REVISTA DE ESTUDIOS DE JUVENTUD ≥ junio 15 | nº 108 Con internet, volviendo a nuestro tema y anticipando lo que veremos más adelante, inventamos una tecnología que satisface como nunca antes dos de las necesidades y potencialidades más importantes del ser humano: la sociabilidad y las ganas de conocer, de saber. Quizás la imprenta, el libro, revolucionaron el saber. Llegando al caso de internet, aparecen con fuerza la interacción y el elemento social, gestando el cambio de paradigma que defienden muchos autores y que denominamos en Socionomía (Reig, 2012) hacia la Sociedad aumentada. En eso andamos, ante una tecnología importante porque amplía cuantitativa y cualitativamente una sociabilidad que para autores como Nowak (2011) sería la tercera fuerza evolutiva de la humanidad. En resumen, dos serán los grandes cambios que operarán en el nacimiento de un ser humano distinto: el desarrollo de un ecosistema informacional (la denominada sociedad de la información, del conocimiento) que, como veremos en la primera parte, nos hace evolucionar a nivel cognitivo como sobre todo, como veremos en la segunda, la emergencia de una comunidad interconectada, de un “nosotros” más grande y poderoso que nunca antes. Todo ello reconfigurará el sistema de valores del ser humano al que nos acercaremos en la tercera parte. A. Desarrollo cognitivo Vivimos en las sociedades que Bauman observó fluidas, en las que cada cosa, también el conocimiento, evoluciona constantemente. Y no se trata de algo demasiado nuevo. Así, diría Margaret Mead hace cincuenta años en una frase que permanece actual, “han llegado los tiempos en que debemos enseñar a nuestros hijos lo que nadie sabía ayer y preparar las escuelas para lo que nadie sabe todavía hoy”. Por todo ello tiene sentido fijarnos en la competencia esencial para el ciudadano del siglo XXI: la de aprender a aprender. Será de una forma distinta, en un ecosistema de información y conocimiento aumentados al que nuestros cerebros, poco a poco, se van adaptando. Son pocas aún las investigaciones pero indican ya algunas evidencias sobre cambios en el proceso de aprendizaje: Atención y Multitarea Si en otros momentos de nuestra historia reciente resultaba complicado encontrar contenidos de interés a los que atender (los tiempos en los que nos citábamos a determinadas horas ante un televisor para entretenernos o teníamos que visitar las bibliotecas para encontrar contenidos de valor pasaron ya…), hoy parece que ocurre lo contrario. El mundo se ha vuelto tremendamente interesante para un ser humano especialmente interesado en la información (infornívoro, diría Deresewitch, 2009), que vive de forma apasionada las ricas posibilidades que el mundo actual le ofrece en ese sentido. Así, puede que la multitarea no sea más que un signo de adaptación al entorno abundante que vivimos. Es cierto, sin embargo, que deberemos aprender a focalizar, que deberemos educar la atención para contrarrestar alguno de nuestros déficits. Lo veremos con calma cuando hablemos de desconexión de las redes sociales pero cabe recordar en este punto también que no son solo los jóvenes los que son incapaces de realizar cualquier tarea en modo de desconexión de su círculo social. A todos, jóvenes y viejos, nos atraen especialmente las informaciones nuevas, convirtiendo la “real time web” o web en tiempo real en una trampa que debemos aprender a controlar. No resulta fácil cuando Jóvenes y generación 2020 23 tendemos a buscar nueva información de forma constante, cuando somos neofílicos hasta el extremo de superponer novedades triviales a informaciones más antiguas y valiosas. Así lo demuestra la investigación y en el entorno abundante de información que vivimos, confirmaría Clifford Nass en Stanford (2010), en lugar de centrarnos en las informaciones más importantes, lo que hacemos es distraernos con cualquier novedad, llámese mensajes en redes sociales, emails entrantes, etc. Lo anterior refleja, sin duda alguna, la idea que tenemos de la Multitarea en adolescentes y jóvenes, siempre “conectados” a su grupo social o sus iconos culturales (música, películas) a la vez que lo hacen de forma superficial desde el punto de vista adulto, sin prestar la suficiente atención a los deberes u otras obligaciones propias de la edad. Todo ello es cierto pero debemos recordar, nos dicen algunos (Rosen, 2008), que cuando hablamos de multitarea lo estamos haciendo de un mito: no es cierto que los denominados nativos digitales puedan prestar atención a más de una tarea a la vez. Lo que suelen hacer es simultanear tareas cuando ambas requieren bajas dosis de atención, pero cuando estudian o deben concentrarse, la tarea secundaria, aparentemente paralela, resulta ser repetitiva, monótona, trivial, como una película que ya se ha visto o una herramienta de chat asíncrono que permita decidir cuándo va a responderse. 

Dicho en otras palabras, la multitarea es para el ser humano una impresión subjetiva, lejos de la realidad. El cerebro no puede procesar dos tareas de alta exigencia cognitiva a la vez. Puede, como mucho, si ambas tareas son exigentes, alternar entre las dos, pero poco más que eso. Lo que sí parece evolucionar y marcar una diferencia entre generaciones está relacionado con la atención. Así, parece que la falta de concentración, sobre todo en multitarea, la dificultad en concentrarnos cuando cambiamos de una tarea a otra, parece ser una deficiencia de adultos. Los jóvenes, si bien no prestan atención durante demasiado tiempo a ninguna actividad de las muchas que suelen llevar entre manos a la vez, sí son capaces de hacer el “switch”, el cambio de atención desde una a otra cuestión, de forma más rápida y efectiva que los no alfabetizados en el mundo digital. Recordar que se trata de un fenómeno relativamente nuevo, que las especies evolucionamos lentamente y que no ha dado tiempo a que se produzcan cambios en nuestros cerebros que nos permitan ser tan multitarea como muchos de los dispositivos informáticos que usamos, pero parece ser que así será en un futuro. StoweBoyd (2011) así lo sugiere, observando que sí empiezan a aparecer evidencias de la realidad de la multitarea y además no necesariamente entre la gente más joven. Pone como ejemplo un estudio reciente en Utah con 200 motoristas que mostraba cómo, en caso de tarea dual consistente en conducir y hablar por el móvil, el 2.5% de la muestra no mostraba ningún tipo de decremento en cuanto a la ejecución de ninguna de las dos cosas. La Googleización de la memoria: Temía por ella ya Sócrates, que con el nacimiento de la escritura expresaba a Platón el miedo a perderla: “ahora que podemos escribir las cosas, ¿dejará de ser útil la memoria y por tanto decrecerán sus capacidades en el ser humano?”. El tema de la pérdida de nuestras capacidades mnésicas vuelve con fuerza hoy, cuando todavía tiene menos sentido que entonces, en un entorno de información y conocimiento abundantes, memorizarlo todo. En otras palabras la memoria es un ejemplo excelente del concepto de cyborgs: cuando podemos memorizar en dispositivos externos, en máquinas, la memoria cambia desde la memorización textual hacia la de palabras clave, los procesos y los hipervínculos que nos llevan a la información que antes almacenábamos al completo en nuestros cerebros. 

 Se trata de algo que podemos reinterpretar en positivo, como cambio más que como pérdida: la capacidad de nuestros cerebros de almacenamiento de la información es y será siempre limitada. De hecho, de alguna forma, solamente mediante tecnología podemos ampliar de forma significativa esos límites. Internet se convierte en nuestro disco duro externo, el lugar en el que almacenamos muchas de las cosas que antes solamente podíamos memorizar en un espacio infinitamente más limitado. La pérdida parece, como en el caso de la multitarea, puramente motivacional, poniendo en marcha un proceso casi consciente derivado de la pereza cognitiva que nos caracteriza: si sabemos que van a guardarse los datos en dispositivos externos que tenemos al alcance de pocos clicks, la biblioteca universal más completa, solemos tomarnos muchas menos molestias en memorizar las cosas. Así, parece que sí está sucediendo que números de teléfono, direcciones postales o de email, así como los conocimientos enciclopédicos que en otros tiempos colmaban los currículos educativos, resultan hoy más difíciles de recordar para los jóvenes. Así lo demuestra un estudio de la Columbia University, uno de los primeros en concluir que Google, los buscadores en general, están cambiando la forma en que nuestros cerebros procesan y retienen ese tipo de información. La investigación, conducida por la psicóloga Betsy Sparrow y publicada en Science (Sparrow, 2011), revela que olvidamos las cosas que sabemos que podemos encontrar en internet. En otras palabras, más que recordar cosas, ahora simplemente retenemos la forma de encontrar la información que necesitamos cuando la necesitamos. Internet en su conjunto se ha convertido en el mayor ejemplo de lo que los psicólogos conocemos como “memoria transactiva”. “Desde que tenemos buscadores estamos reorganizando la forma de recordar las cosas”, comenta Sparrow. “Nuestros cerebros confían en internet como memoria del mismo modo en que lo hacen en la memoria de un amigo, familiar o compañero de trabajo. 

En otras palabras, recordamos menos sobre saber la información en sí misma que sobre dónde la podemos localizar”. Deberíamos, para Sparrow, cambiar la enseñanza y el aprendizaje en todos los ámbitos, restando importancia a la memorización y sumándola a la creatividad, la comprensión de ideas y formas de pensar diversas, el pensamiento crítico, etc. La revolución creativa Es indudable la multialfabetización en nuevos medios, desde los ya clásicos audiovisuales (audio, video) a nuevas formas de expresividad (realidad aumentada, videojuegos), nacidas hoy o basadas en la remezcla entre nuevos, entre nuevos y viejos medios, etc. La machinima, por ejemplo, la creación de animaciones, de mini filmes desde videojuegos, sería un curioso fenómeno de ese tipo. Más que la sofisticación tecnológica nos interesa observar la revolución creativa que todo ello supone. Y es que después de años fijándonos en hechos, programación y números, en reglas de lectoescritura, cálculo y en general todas aquellas habilidades que se atribuyen al funcionamiento cerebral izquierdo, las corrientes de pensamiento se alinean con la explosión de medios disponibles para revitalizar conceptos asociados al hemisferio derecho, como el de creatividad. Debemos para Daniel Pink en “La nueva mente” (2006) apostar por un futuro en el que deberemos desarrollar la faceta más creativa del ser humano, virar en la que él denomina “la era conceptual” desde la programación, la producción, hacia la proyección, la innovación, la realización de trabajos más creativos. En un entorno globalizado en el que la producción (en equipos, en programación), se traslada a países asiáticos (Daniel Jóvenes y generación 2020 25 habla de “Asiaficación”), quedan en nuestro entorno los trabajos más creativos. En el mismo sentido “La automatización en el lugar de trabajo hará que ‘los trabajadores humanos’ dejen de realizar tareas rutinarias y repetitivas”, nos dice el informe Future Works skills 2020 (Reig, 2011). También Richard Florida (2011) describe cómo avanzamos hacia la sociedad creativa. 

Es importante, en este sentido, que lo pensemos bien en un futuro antes de limitar el acceso a la red a nuestros hijos y alumnos. Porque puede que nuestros jóvenes no estén perdiendo el tiempo en juegos sin sentido. Por el contrario, puede que anden, ante las múltiples pantallas con las que interactúan, no solo pasando el tiempo con los amigos (algo que tampoco deja de ser lógico a ciertas edades) sino andando el camino de la búsqueda de vocación propia de infancia y adolescencia. Podemos tener un/a pequeño/a diseñador, creador de videojuegos o de vídeo, programador o, si recordamos las teorías de la larga cola, un explorador de cualquier otro posible interés que de momento la escuela no está preparada para potenciar. Dicho de otro modo, Internet puede ayudar a llenar determinadas ausencias en los currículos educativos actuales. Puede ser cierto, en determinado momento, que Internet despiste de un rendimiento académico mejor pero solo porque la academia, a diferencia de las pantallas, no tiene todas las herramientas para las muchas y variadas pasiones posibles de este nuevo ser humano aumentado. Para ello debemos evolucionar desde conceptos obsoletos, como el del Coeficiente intelectual único. Sirva como ejemplo la acertada analogía de Ramachandran: si los médicos inventasen un indicador de salud general (está usted 140 puntos enfermo) pensaríamos que es absurdo, nos ofendería el nivel de simplicidad de su razonamiento. Damos crédito, sin embargo a cosas como el IQ, el coeficiente de inteligencia, para algo tan complejo como la mente humana. De este punto partía las teorías de las inteligencias múltiples. Propuesta por Howard Gardner (1993), es un modelo que plantea la inteligencia no como algo unitario, medible en los clásicos tests de IQ (coeficiente intelectual) sino múltiple y mucho más difícil de evaluar. De hecho, reconociendo la sobrecarga informativa y el espectacular aumento en posibilidades creativas, el propio autor ampliaba recientemente sus tradicionales 8 inteligencias múltiples (Inteligencia lingüística, Inteligencia lógico-matemática, Inteligencia musical, Inteligencia espacial, Inteligencia cinético-corporal, Inteligencia interpersonal, Inteligencia intrapersonal, Inteligencia naturalista), escribiendo que la mente del futuro deberá ser hábil en cuestiones como la síntesis, la disciplina, la creatividad, el respeto y la ética. Y no creo que haya agotado el concepto sino que estamos hablando de un tema nunca terminado. Lo sabe Gardner, a juzgar por la propia definición de inteligencia que plantea, tan general como para dar cabida a cualquier variedad futura. 

El autor hace evolucionar su concepto y explica que hoy la inteligencia es la “capacidad de resolver problemas o elaborar productos que sean valiosos en una o más culturas”. Siguiendo el carácter amplio, inclusivo, de su definición, dando cabida a cualquier variante cultural y en un contexto que hemos ido viendo como de eclosión de infinitas comunidades de pertenencia y por tanto, culturas posibles, podríamos aventurar que las inteligencias múltiples tienden hoy a convertirse en infinitas. Así, de nuevo siguiendo la idea de hemisferio izquierdo vs. hemisferio derecho, la evidencia implica que la academia y los puestos de trabajo deben evolucionar y trascender el modelo del siglo XX de la producción industrial lineal (izquierdo) en la línea de ensamblaje para llegar al del procesamiento en paralelo (derecho), propio del siglo XXI. 26 REVISTA DE ESTUDIOS DE JUVENTUD ≥ junio 15 | nº 108 En el mismo sentido nos habla Ken Robinson, uno de los actuales defensores del cambio hacia una educación más creativa, en sus recomendables obras y discursos: nos obsesionamos con las narrativas lineales, con la culminación de la educación en la universidad, cuando la vida humana depende en mucha mayor medida de la diversidad y el aprendizaje permanente. B. Redes sociables, sociedad aumentada Vivimos en la denominada web social, donde explosionan la cantidad y variedad de relaciones sociales posibles y son varias y trascendentes las consecuencias de ello. Veamos algunas de las más importantes: Individualismo conectado La era del individualismo conectado no significa la afiliación a veces gregaria de otras propuestas ni el individualismo extremo de otras sino algo nuevo, síntesis entre lo comunitario y lo individual y que es capaz de satisfacer en mayor medida las necesidades humanas. 
En primer lugar porque emerge lo que Shirky (2011) denominaría el poder de la organización sin organizaciones; en segundo, porque se conjuraría definitivamente la soledad y en tercero, porque la conexión supone mucho menor grado de implicación de lo que nos exigía la antigua “comunidad”. El animal social y sus redes sociables A la vez que explosionan las formas de estar juntos, cada vez más y más precisos avances, principalmente en neurociencia, nos permiten corroborar las antiguas hipótesis sobre la sociabilidad del ser humano. Así, parece confirmarse desde distintos hallazgos neurobiológicos la conocida “hipótesis del cerebro social” de Dunbar. Esta nos dirá que la relación observada entre el tamaño relativo del neocórtex y el tamaño de los grupos sociales se debe a la necesidad de mantener la compleja estructura de relaciones que posibilita la coexistencia estable de los grupos. A reforzar los mismos conceptos de estructuras cerebrales e incluso neuronas concretas dedicadas en exclusiva a la sociabilidad contribuye también el descubrimiento de las neuronas espejo, un tipo de neuronas que parecen específicamente programadas para aprender de los demás. Estamos en consecuencia, cuando miramos hacia las redes sociales, ante lo que podríamos denominar estructuras que son naturales a la forma de ser del ser humano, “redes sociables” que podemos ver como entornos ideales para desarrollar nuestra necesidad básica social. En este aspecto profundiza el estudio “Homenet” de Kraut (1998) que se cita frecuentemente como ejemplo de relación entre el uso de internet y el decremento del bienestar psicológico de la población. Y es que parece que esto no es así y que los efectos observados de aislamiento y depresión debidos al uso de las TIC, como comenta Hampton en “La Sociedad red, una visión global” (2007), se producen solamente en un primer momento, de no dominio tecnológico de las herramientas, mostrando una clara tendencia a decrecer después. Lo que se observa entonces es todo lo contrario, lo que podríamos denominar incluso un efecto de hipersociabilización gracias a las TIC. Internet y la evolución de la participación Dos son las causas fundamentales de cómo estamos cambiando, de cómo las redes sociales nos empoderan, transforman a las personas y propician Jóvenes y generación 2020 27 el cambio general que vivimos: la información, que fluye constantemente y puede ser contrastada en redes para hacernos menos manipulables que en cualquier otro momento en la historia y las posibilidades de participación que entrenamos en los nuevos medios y que puede provocar después cambios en la realidad. 


El aprendizaje de la participación que empieza en los nuevos medios y en cuanto a cuestiones más lúdicas puede servir después para educar jóvenes más implicados y participativos en la vida cívica y política on y offline (esta distinción, por cierto, empieza a denotar poca comprensión del fenómeno de internet: para los jóvenes, que viven ya plenamente en la sociedad postdigital en la que lo on y lo off son la misma cosa). Escribíamos en la prehistoria de 2003 (Reig, 2003): “Cada cyborg será, una vez que se integre en la nueva sociedad, mejor. ¿Control Social? ¿Reproducción de jerarquías y normas? No niego sus manifestaciones, como reproducción de los que se producen en la sociedad real y con tendencia a aumentar, conforme a la propia madurez de la red, pero lo que no puede negarse es que para entonces habremos tenido ocasión, gracias a ella, de ampliar nuestro sentido democrático, nuestro ejercicio del derecho a la libertad de expresión, de una forma a la que será difícil que podamos renunciar.”. El individuo conectado se ha acostumbrado a participar y va a ser difícil que deje de hacerlo. El de disonancia cognitiva es un término creado por Festinger (1957) y demostrado por neurocientíficos como Gazzaniga (1985) y se refiere a la tensión que se produce cuando existen contradicciones entre ideas, entre aspectos importantes de lo que se piensa, o entre lo que pensamos, lo que vamos interiorizando y la realidad. Cuando aparece de modo constante en nuestras vidas produce malestar, de forma que tendemos a la generación de ideas, actitudes o comportamientos que la resuelvan, en la mente o en la realidad. En el caso de la Red y el mundo offline, los niños, maestros en mostrar con transparencia lo que sienten y desean, lo expresan muy bien cuando les damos voz y preguntamos acerca de cómo querrían el futuro en relación a las tecnologías (Lattitude, 2011). No lo dudan en absoluto: quieren una realidad más parecida a lo que viven en lo virtual. Piden mayor integración entre la web y la realidad, de acuerdo con su percepción, ya completamente posdigital y de ausencia de barreras entre ambas. La Red se vive cada día menos como forma de evasión y más como entorno que mejora la realidad. Y no estamos hablando solamente (que también) de artificios tecnológicos que aumentan la riqueza estimular, haciendo más amena una realidad a veces aburrida sino, sobre todo, de que cuando estos niños se conviertan en jóvenes reivindicarán - están pidiendo, de hecho- la posibilidad de poner en práctica los valores, actitudes que han aprendido online. 

Así, sin negar la importancia también de factores socioeconómicos estructurales en el movimiento indignado (como los altos índices de desempleo juvenil, presentes en muchas de las revoluciones sociales contemporáneas), una explicación importante de sus orígenes estaría en esta disonancia cognitiva, en una vivencia en Internet que desde muy pequeños proporciona posibilidades de conversación, opinión, interacción o como queramos llamarle, a nuestros jóvenes, que no se corresponden con las que les brindan aspectos esenciales del mundo offline. ¿Cómo aceptar que se participa en la vida política una vez cada cuatro años cuando se está acostumbrado a votar (likes, plus, retweets) constantemente, en los más diversos ámbitos, cualquier idea o información online? Sociedad de la Información; Sociedad Red, según Castells; la llamemos como la llamemos, lo cierto es que, tal y como decía el mismo autor en  una entrevista refiriéndose a la revolución egipcia, “no somos los mismos/ as desde que estamos en redes sociales”. Podemos verlo como evolución: tenemos más voz, somos más poderosos después de haber vivido la experiencia de la participación online. Nos hemos acostumbrado a conversar, como nos decía el Cluetrain Manifesto (2001), en unas redes sociales que aplican una capa interactiva, con las empresas, los partidos y gestores políticos, entre otras muchas instancias y no vamos a querer dejar de hacerlo. Es necesario, así, avanzar en el aspecto de las consultas populares, de la participación ciudadana de cualquier tipo, sobre todo en tanto en cuanto a las TEP que veíamos, proyectar la integración de las mismas en la sociedad para una democracia electrónica o ciberdemocracia más madura que las actuales. Actuable, Twitter, Facebook, entre otras muchas, nos han prestado en los últimos tiempos interesantes ejemplos de cómo podrían proyectarse estas herramientas. Se plantean incluso escenarios de observación y gestión de la voluntad popular para los políticos: si los jóvenes ciudadanos expresan su voluntad en los nuevos lugares públicos observables, medibles, cuantificables que son las redes sociales, el sentido de la democracia puede evolucionar desde la representación a la gestión de una voluntad popular que hoy fluye de forma abundante. Sea como sea, en un futuro de democracia 2.0 realmente participativa, de gestión política “con” las redes sociales y no solo de campañas “en” las mismas, el precio de quedar excluido, de formar parte de la brecha de participación, será para el individuo y las sociedades realmente grave. 

Así, ahora que tenemos las herramientas y cuando surja la voluntad política de integrarlas en procesos de participación relevantes, la educación para el empoderamiento y la participación debería ser una prioridad. C. La generación “we” y los nuevos valores del individuo conectado Hemos visto cómo, lejos de estar creando adolescentes más aislados, varios estudios hablan de nuevas generaciones mucho más empáticas, solidarias, gracias, en parte, a las que denominamos “redes sociables”. Es así, por ejemplo, para jóvenes americanos. Según una reciente encuesta en el Usa Today (2011) el 61% de los jóvenes de 13 a 25 años se siente personalmente responsable de cambiar el mundo. Y no es algo que se quede en el volátil ámbito de las ideas, con cifras como el 81% que han sido voluntarios alguna vez o un 83% que considera la responsabilidad social o medioambiental de las compañías a la hora de tomar decisiones de compra o valoración de la calidad de productos o servicios. De algún modo podemos afirmar que la generación “me” está siendo sustituida por la generación “we”, con valores mucho más allá de lo material. Sus nuevos valores se basan en la sociabilidad humana y también en algo que también parece innato en el ser humano, como el sentido de la justicia, la correspondiente indignación cuando en entornos informativos abundantes nos hacemos conscientes de la desigualdad en la que se basan muchos de los actuales sistemas socioeconómicos. Nos hemos acostumbrado, hemos aprendido además a compartir, valor que situamos por encima de otros tradicionales, como el de la propiedad. Emerge, como diría Lessig, una nueva ética de la cultura libre (Lessig 2004) y la colaboración, poniendo en jaque incluso conceptos tan arraigados como los de la propiedad, la autoría, los copyright... La “economía moral” de Thompson (1971) definiría ahora las formas en que los que descargan música y los fans justifican su apropiación y propuesta alternativa para los contenidos. Jóvenes y generación 2020 29 
Un estudio reciente en Esade (2012) profundiza en este importante aspecto, el de los valores culturales de la Sociedad 2.0. El nombre resulta gráfico en sí mismo: “Del consumismo feliz al consumo ciudadano”. La idea es que las sociedades de consumo están en crisis y aunque es posible que los denominados “ninis” no tengan el dinero como valor ni sepan cómo ganarlo, sí tienen muy claros otros valores, como el de la sostenibilidad, la realización personal y profesional, etc. En un modelo económico y social en el que el consumo ha desarrollado un rol de vertebración social, concluyen, se detecta un cambio en las tendencias de los consumidores que transformará la manera de hacer negocios y el modelo empresarial a escala global, cambiando finalmente la sociedad misma. El estudio define tres mundos según la evolución de sus modelos de consumo: el de los países emergentes; el de los que están en crisis, como España, y el de los que ya están en postcrisis, como Alemania o Suecia, en los que existen sociedades más sostenibles, seguras y solidarias. Realizando una comparación entre ellos se constata que la posibilidad de consumir más a partir de ciertos niveles (los de los países nórdicos) deja de tener una contribución significativa en la felicidad de los individuos. Es lo que ocurrirá, presumiblemente, cuando salgamos de la crisis económica también en nuestro contexto. Volviendo a los valores que surgen “per se” de la denominada cultura participativa en internet, estamos hablando, diría Jenkins (2007) de un lugar con pocas barreras a la expresión artística, que da fuerte soporte a la creación y la generosidad. Los nuevos “aprendices” en procesos de formación informal entre pares reciben reconocimiento social y asumen grados de responsabilidad que resultan interesantes. Como decíamos en Socionomía (Reig, 2012) siguiendo a los grandes teóricos de la evolución moral, como Kohlberg (1981), cuando las normas no siempre son claras en la red, serán valores superiores como la responsabilidad interna, la evolución moral, las que deban tomar las riendas. Resulta necesario, por último, insistir en la necesidad de educar en valores. Estamos hablando de empoderamiento, de sociedades aumentadas en las que lo que puede hacer el ciudadano es, gracias a la organización posible sin organizaciones, más potente que nunca antes. Internet y las redes sociales son potentes herramientas para los nuevos “babieswithsuperpowers”, chicos con superpoderes, que son nuestros jóvenes (Ito, 2008), que pueden organizar con ellas, decimos a menudo, desde las riots más violentas a las manifestaciones más pacíficas. Para que sean solamente las positivas las cosas que emerjan, deberemos, por ejemplo, concienciar acerca del entendimiento de las posibles consecuencias para sí mismo y para otros de los propios actos. Serán necesarias algunas de las habilidades cognitivas y sociales que hemos visto, además de la formación en valores De una forma similar concluye el informe Young-People-Ethics-and-theNew-Digital-Media (2009): para que las promesas de los nuevos medios sean realizadas en positivo debemos apoyar el desarrollo de habilidades éticas, de una “Mentalidad ética” (Gardner 2007) que se convierte en más importante que nunca.)))).....

Sylvia Iranova ha compartido un enlace.
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Las Fuerzas Armadas de Brasil se preparan para una confrontación militar en Sudamérica, un giro en la política de seguridad exterior del país, señala un informe.
De acuerdo con el informe adelantado el viernes por el diario O Estado de Sao Paulo, la nueva versión del Libro Blanco de la Defensa revela que, para las Fuerzas Armadas de Brasil, Sudamérica ya no es una región libre de posibles conflictos bélicos, así que el Ejército se prepara para intervenir en la “solución” de problemas regionales.
“No se pude dejar de considerar tensiones y crisis en el entorno estratégico, con posibles desdoblamientos para Brasil, de modo que el país podrá verse motivado a contribuir a la solución de eventuales controversias o a defender sus intereses”, dice la nueva versión del Libro Blanco de la Defensa.
Según el informe, el renovado manual, será entregado la semana próxima al Congreso, en un contexto en el que, por primera vez desde 1985, el Gobierno cuenta con nueve ministerios a cargo de militares y Jair Bolsonaro, como presidente.
“La actualización de los lineamientos de Defensa no cita potenciales países adversarios, pero observa que habrá tensiones y crisis en la región sudamericana, donde Brasil tiene el Ejército más numeroso”, señala el texto.
Por su parte, el ministro de Defensa de Brasil, el general Fernando Azevedo e Silva, afirmó que “el plan no es más que la actualización de una política de Estado y que fue revisado por el presidente Jair Bolsonaro”.
Juez brasileño equipara Brasil de Bolsonaro con Alemania de Hitler | HISPANTV.
El decano del Supremo Tribunal Federal brasileño acusa a Bolsonaro de querer someter a la nación a una dictadura militar abyecta como lo hizo Hitler en Alemania.
Al mencionar la tensión actual entre Brasil y Venezuela, la nueva versión del Libro Blanco de la Defensa expresa que la idea de un posible conflicto con el país bolivariano no es una idea descabellada y considera a Venezuela como el punto más crítico de la región.
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  • Juan Estrada EL MUNDO ENTERO DEBE SABER: QUE EN SUDAMERICA, SE ENCUENTRAN, 4OOO DIVINOS ROLLOS TELEPATICOS--TERCERA DOCTRINA PARA EL NUEVO MUNDO, QUE YA SE VIENE.
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  • Perce Sudario Huanuco Soldado brasileño no seas traidor matar a tu propio hermano pero perderan por la guerra siempre lo gana el pueblo somo millones de milicianos dispuestos a dar muestras vidas para nuestra Sudamérica libre y soberana
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