ENTRANDO AL TRAPO DE
LO REVOLUCIONARIO PROLETARIO
Me gustaría tener capacidad para relatar analizando las experiencias de la lucha de clase desarrollada en países como la URSS, R.P. China, Los países del Este europeo, Balcánicos, Asiáticos, Americanos,...Lo llamado, países en construcción socialista. Yo no lo enmarcaría en asuntos como los errores cometidos, la represión hacia,...etc...Lo enmarcaría dentro de la geoestrategia, el papel diferente o no de los estados construidos, las características de clases,...
Sobre esto tengo ya avanzada algunas idea, tesis,...pero son poco materialistas, objetivas, además son pocos ilustradas. La construcción de los estados por las diversas sociedades tiene al menos 70 siglos,...quizás más,...en el transcurso de este tiempo han cambiado las formas, se han desarrollado los mismos,...se han dado distintas clases sociales en el poder estatal,...hasta llegar hoy en día al estado capitalista imperialista en general,...a la sociedad de un sistema capiimperialista con un poder real global que son la ONU-OTAN,...y otros organismos lógicos políticos, económicos, ideológicos religiosos,...OMC, UNICEF, BM, FMI,,...junto a organismos de menos envergadura, como la UE, la UA, la OEA, El ALBA,...en relación subordinada, con tira-aflojas, y en cooperacion mancomunada mundialmente,...se podría decir a lo que se le llama globalización,...aunque este término tiene muchas definiciones, apreciaciones,...y como tal aún no está correctamente definido desde el punto de vista marxista y proletario,....según mis investigaciones.
Los estados son los estados, representan clases sociales gerenciales y dominantes. Yo pensaba que China R. Popular, se uniría algún día a la URSS,...esta idea la tendría por los años 70-71; me preguntaba ya casi militando en una organización comunista; pero fue al revés cada vez estaban más en liza, en conflicto. Aparece claramente el maoismo como ideología de grupos escindidos comunistas, de los partidos oficiales, que eran más o menos prosoviético, pro URSS. Si la URSS, según algunos dicen que ya era revisionista y no comunista por el 1.956, es normal que los chinos tuvieran recelos y se defendieran como estado ante la URSS; años antes, o alguna década, eran colegas, parece que se ayudaron, sobre todo la URSS a China Popular.Yo las veía cada uno en su sitio, cada uno a lo suyo, compitiendo,...no lo entendía por esas fechas. Los dos compitiendo en países exteriores, en zonas africanas, Angola, p.ej. Me parecían los dos países imperialistas, algo distinto a EE.UU.,...y después Cuba también con sus soldados actuando en África,... El pueblo ruso y chino para mí eran como algo que no existía. Todo estaba en calma. Sabíamos lo que habían sufrido durante las dos guerras mundiales, lo desarrollado que estaban, sobre todo el soviético,...pero se observaba como que había mucha disciplina, como una dictadura,...algo que ya había visto con la dictadura franquista,...Los países del Este europeo, algo similar, veíamos o presentíamos algo como una dictadura estatal-militar-policial,...no se entendía bien si eran explotados, oprimidos laboralmente,...se decía que estaban muy sumisos, que eran muy obedientes, que estaban muy integrados y disciplinados al sistema, al poder comunista,...
En años posteriores,...leíamos como el poder decía y hablaba de sus trabajadores,...vimos las intervenciones en Afganistán, en países europeos, lo de Cuba, con el tema de los misiles y otros asuntos,...No sabíamos nada de luchas obreras u otras acciones obreras,...como había comunismo pues no era necesario,...uf,....se pensaba, eso era lo que nos decían y se observaba,...no había más profunda reflexión. España, Rusia, China,...todos eran país estados, eran nuestros-sus tutores. Que poquísima formación e información,...y ya éramos militantes comunistas, sobre todo proletarios,...en mi Ciudad, en los barrios, éramos proletarios, casi tirados por las calles, buscando como podíamos algo de comida, algo de ganar una peseta, un dinerillo,...íbamos a la escuela, buscábamos chatarra, repartíamos pan, vendíamos "ascuas para el brasero,..."en invierno,...descargábamos camiones con material de obra, de frutas, en los mercados,...pero aprendíamos la lucha de clases, nos oponíamos a los patronos, a los policías, a los estamentos públicos,...nos reuníamos y luchábamos, hacíamos pintadas, hablábamos con los veteranos, con los rojos, con los excarcelados,...con viudas obreras,...de los pueblos, de las ciudades, de la guerra,...Pasan los años y nos entregan periódicos de China,...que hablaban solo de ellos, Pekin informa, p.ej. De Rusia, se decía así, no sabíamos casi nada,...Había que ocultar la verdad sobre esos países comunistas, por nuestras propias direcciones, nuestros jefes políticos se callaban quizás sabrían poco, casi nada,...Sabíamos que los rusos y los chinos habían hecho revoluciones obreras y de campesinos,...y que los americanos los querían derrotar,...sabíamos que lucharon contra Hitler y que ganaron con muchos millones de muertos,...que ayudaron a los rojos españoles contra Franco,...algo sabíamos,...pero no sabíamos si seria era o no comunista o socialista,...se daba por echo de que sí. A los viejos comunistas les decíamos que Rusia no hacía bien en hacer la guerra en Afganistán,...que no era una política obrera, comunista. Ya pensábamos que no era correcto ni de obrero intervenir en los países del Pacto de Varsovia,...veíamos algo que no cuadraba,...que eran más o menos igual que los soldados yanquis,...uf, un gran problema,...Pero vas viviendo, luchando, organizando,...y pasa mucho tiempo para tener una posición algo más seria y verdadera, o sea, marxista,...pero marxista contemporánea,...
Pasan muchos años, para saber algo interesante, importante. Centrándonos en nuestra revolución socialista, antes popular, antes burguesa, ¡¡ya en tiempo de revolución socialista, proletaria y de dictadura del proletariado¡¡;...hoy en día de la humanidad. Sí, veíamos algo no comunista en la política exterior de los países comunistas potentes,...algo pensábamos que no estaría correcto en el interior, en sus países respectivos. Serían realmente como unos súbditos, unos esclavos, unos oprimidos,... ( Se continuará,...).
" estudiando muchos textos, experiencias,...se puede decir tanto para llegar a unos estados opresores, imperialistas, similares y homologados a los capitalistas imperialistas occidentales, que lastima de URSS, CHINA R. POPULAR, etc,...y que tendrán de nuevo derrotar las fuerzas obreras y revolucionarias,...pero en estas coyunturas serán de otras formas y maneras,...será más global, será planetario,...SÍ, OPINO QUE FUERON REVOLUCIONES OBRERAS Y CAMPESINAS,...DE LIBERACIÓN SOCIAL Y NACIONAL,...ANTICAPITALISTA Y ANIMPERIALITA,..PERO CON OSCURAS INTENCIONES,...CASI, CASI CON DOBLE BANDERA,...O CON TRIPLE BANDERA,...LA EXPLOTACION DE CLASE ES MUY ANTIGÜA, CREAR UNAS BASES SOCIALES NUEVAS Y DE HUMANIDAD, SE HARÁN CON MUCHAS VUELTAS, REVUELTAS, REVECES,...NO ES DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE,...NO, NO ES ASÍ,...LA LUCHA DE CLASES TIENE QUE AVANZAR MÁS,...SE VA HACIA ADELANTE, HACIA ATRÁS, A UN LADO AL OTRO, SE AVANZA CON EL TIEMPO, CON MUCHOS AÑOS,...".
Los esfuerzos de la clase obrera, de participar en revoluciones, en guerras imperiales, en golpes de estado,...en trabajar, producir, reproducir,...las matanzas son siempre entre obreros, esclavos, siervos, campesinos pobres, jornaleros,...UNOS POCOS PERSONAJES UTILIZAN A LOS SECTORES QUE EN REALIDAD SE ENFRENTAN,...MUEREN, Y SE LES EXCLUYE, SE LES GASEA, SE LES MATA-ASESINA,...LOS DESPOSEÍDOS SIEMPRE HAN ESTADO DIVIDIDOS,...siempre subordinados, a los listillos, a los guerreros, a "los curillas" y a los magos-sacerdotes,...a sus santidades,...a los ayatolas, a los jefes budus,... a los dalai lamas,...a los Obamas, a los Rajoys, a los Putin,...¿ queda alguien por mencionar,...?; sí, hay nuevos, jovencillos, como Garzon, Iglesias, Sotillo, Beatriz Talegon,...voy a parar, es interminable,...¡¡.
REALIZADA REVOLUCIÓN, EL PUEBLO OBRERO -POPULAR DEBE SEGUIR ARMADO,...COMO MÍNIMO PARA DEFENDERSE, SI ES QUE QUIEREN, DE USURPADORES, BURGUESES, REACCIONARIOS,...EN PROCESO DE REVOLUCIÓN EN DEMOCRACIAS BURGUESAS,...HAY QUE DECIRLES A LOS OBREROS Y CAMPESINOS POBRES DE QUE SE ARMEN, QUE SE ORGANICEN PARA CONSEGUIR SU PODER DE CLASE. QUE NO CONFÍEN EN PARLANCHINES ELECTORALISTAS, ESTATISTAS Y DEMOCRATISTAS,...QUE NO CONFÍEN EN DEFENSORES DEL ESTADO DEL BIENESTAR Y EN LA DEMOCRACIA A SECAS,...LA ACTUAL DEMOCRACIA,...LA QUE HAY EN TODO OCCIDENTE Y EN OTROS LUGARES,...
SALVO EL PODER TODO ES ILUSIÓN
Hay relatos muy diversos sobre la revolución de Octubre, soviética. Participan obreros, campesinos, profesionales revolucionarios,...el partido bolchevique,...soviet obreros, de soldados, campesinos,...que dan la cara,...y el poder es tomado por fuerzas en nombre de esos sectores obreros-campesinos,....La inmensidad social de esos sectores no se sustentan de forma autopoderosa,...no siguen ejerciendo poder-dirección,...autoorganizando la sociedad, su sociedad,...la sociedad campesina-obrera.
LO REVOLUCIONARIO PROLETARIO
Me gustaría tener capacidad para relatar analizando las experiencias de la lucha de clase desarrollada en países como la URSS, R.P. China, Los países del Este europeo, Balcánicos, Asiáticos, Americanos,...Lo llamado, países en construcción socialista. Yo no lo enmarcaría en asuntos como los errores cometidos, la represión hacia,...etc...Lo enmarcaría dentro de la geoestrategia, el papel diferente o no de los estados construidos, las características de clases,...
Sobre esto tengo ya avanzada algunas idea, tesis,...pero son poco materialistas, objetivas, además son pocos ilustradas. La construcción de los estados por las diversas sociedades tiene al menos 70 siglos,...quizás más,...en el transcurso de este tiempo han cambiado las formas, se han desarrollado los mismos,...se han dado distintas clases sociales en el poder estatal,...hasta llegar hoy en día al estado capitalista imperialista en general,...a la sociedad de un sistema capiimperialista con un poder real global que son la ONU-OTAN,...y otros organismos lógicos políticos, económicos, ideológicos religiosos,...OMC, UNICEF, BM, FMI,,...junto a organismos de menos envergadura, como la UE, la UA, la OEA, El ALBA,...en relación subordinada, con tira-aflojas, y en cooperacion mancomunada mundialmente,...se podría decir a lo que se le llama globalización,...aunque este término tiene muchas definiciones, apreciaciones,...y como tal aún no está correctamente definido desde el punto de vista marxista y proletario,....según mis investigaciones.
Los estados son los estados, representan clases sociales gerenciales y dominantes. Yo pensaba que China R. Popular, se uniría algún día a la URSS,...esta idea la tendría por los años 70-71; me preguntaba ya casi militando en una organización comunista; pero fue al revés cada vez estaban más en liza, en conflicto. Aparece claramente el maoismo como ideología de grupos escindidos comunistas, de los partidos oficiales, que eran más o menos prosoviético, pro URSS. Si la URSS, según algunos dicen que ya era revisionista y no comunista por el 1.956, es normal que los chinos tuvieran recelos y se defendieran como estado ante la URSS; años antes, o alguna década, eran colegas, parece que se ayudaron, sobre todo la URSS a China Popular.Yo las veía cada uno en su sitio, cada uno a lo suyo, compitiendo,...no lo entendía por esas fechas. Los dos compitiendo en países exteriores, en zonas africanas, Angola, p.ej. Me parecían los dos países imperialistas, algo distinto a EE.UU.,...y después Cuba también con sus soldados actuando en África,... El pueblo ruso y chino para mí eran como algo que no existía. Todo estaba en calma. Sabíamos lo que habían sufrido durante las dos guerras mundiales, lo desarrollado que estaban, sobre todo el soviético,...pero se observaba como que había mucha disciplina, como una dictadura,...algo que ya había visto con la dictadura franquista,...Los países del Este europeo, algo similar, veíamos o presentíamos algo como una dictadura estatal-militar-policial,...no se entendía bien si eran explotados, oprimidos laboralmente,...se decía que estaban muy sumisos, que eran muy obedientes, que estaban muy integrados y disciplinados al sistema, al poder comunista,...
En años posteriores,...leíamos como el poder decía y hablaba de sus trabajadores,...vimos las intervenciones en Afganistán, en países europeos, lo de Cuba, con el tema de los misiles y otros asuntos,...No sabíamos nada de luchas obreras u otras acciones obreras,...como había comunismo pues no era necesario,...uf,....se pensaba, eso era lo que nos decían y se observaba,...no había más profunda reflexión. España, Rusia, China,...todos eran país estados, eran nuestros-sus tutores. Que poquísima formación e información,...y ya éramos militantes comunistas, sobre todo proletarios,...en mi Ciudad, en los barrios, éramos proletarios, casi tirados por las calles, buscando como podíamos algo de comida, algo de ganar una peseta, un dinerillo,...íbamos a la escuela, buscábamos chatarra, repartíamos pan, vendíamos "ascuas para el brasero,..."en invierno,...descargábamos camiones con material de obra, de frutas, en los mercados,...pero aprendíamos la lucha de clases, nos oponíamos a los patronos, a los policías, a los estamentos públicos,...nos reuníamos y luchábamos, hacíamos pintadas, hablábamos con los veteranos, con los rojos, con los excarcelados,...con viudas obreras,...de los pueblos, de las ciudades, de la guerra,...Pasan los años y nos entregan periódicos de China,...que hablaban solo de ellos, Pekin informa, p.ej. De Rusia, se decía así, no sabíamos casi nada,...Había que ocultar la verdad sobre esos países comunistas, por nuestras propias direcciones, nuestros jefes políticos se callaban quizás sabrían poco, casi nada,...Sabíamos que los rusos y los chinos habían hecho revoluciones obreras y de campesinos,...y que los americanos los querían derrotar,...sabíamos que lucharon contra Hitler y que ganaron con muchos millones de muertos,...que ayudaron a los rojos españoles contra Franco,...algo sabíamos,...pero no sabíamos si seria era o no comunista o socialista,...se daba por echo de que sí. A los viejos comunistas les decíamos que Rusia no hacía bien en hacer la guerra en Afganistán,...que no era una política obrera, comunista. Ya pensábamos que no era correcto ni de obrero intervenir en los países del Pacto de Varsovia,...veíamos algo que no cuadraba,...que eran más o menos igual que los soldados yanquis,...uf, un gran problema,...Pero vas viviendo, luchando, organizando,...y pasa mucho tiempo para tener una posición algo más seria y verdadera, o sea, marxista,...pero marxista contemporánea,...
Pasan muchos años, para saber algo interesante, importante. Centrándonos en nuestra revolución socialista, antes popular, antes burguesa, ¡¡ya en tiempo de revolución socialista, proletaria y de dictadura del proletariado¡¡;...hoy en día de la humanidad. Sí, veíamos algo no comunista en la política exterior de los países comunistas potentes,...algo pensábamos que no estaría correcto en el interior, en sus países respectivos. Serían realmente como unos súbditos, unos esclavos, unos oprimidos,... ( Se continuará,...).
" estudiando muchos textos, experiencias,...se puede decir tanto para llegar a unos estados opresores, imperialistas, similares y homologados a los capitalistas imperialistas occidentales, que lastima de URSS, CHINA R. POPULAR, etc,...y que tendrán de nuevo derrotar las fuerzas obreras y revolucionarias,...pero en estas coyunturas serán de otras formas y maneras,...será más global, será planetario,...SÍ, OPINO QUE FUERON REVOLUCIONES OBRERAS Y CAMPESINAS,...DE LIBERACIÓN SOCIAL Y NACIONAL,...ANTICAPITALISTA Y ANIMPERIALITA,..PERO CON OSCURAS INTENCIONES,...CASI, CASI CON DOBLE BANDERA,...O CON TRIPLE BANDERA,...LA EXPLOTACION DE CLASE ES MUY ANTIGÜA, CREAR UNAS BASES SOCIALES NUEVAS Y DE HUMANIDAD, SE HARÁN CON MUCHAS VUELTAS, REVUELTAS, REVECES,...NO ES DE UNA VEZ Y PARA SIEMPRE,...NO, NO ES ASÍ,...LA LUCHA DE CLASES TIENE QUE AVANZAR MÁS,...SE VA HACIA ADELANTE, HACIA ATRÁS, A UN LADO AL OTRO, SE AVANZA CON EL TIEMPO, CON MUCHOS AÑOS,...".
Los esfuerzos de la clase obrera, de participar en revoluciones, en guerras imperiales, en golpes de estado,...en trabajar, producir, reproducir,...las matanzas son siempre entre obreros, esclavos, siervos, campesinos pobres, jornaleros,...UNOS POCOS PERSONAJES UTILIZAN A LOS SECTORES QUE EN REALIDAD SE ENFRENTAN,...MUEREN, Y SE LES EXCLUYE, SE LES GASEA, SE LES MATA-ASESINA,...LOS DESPOSEÍDOS SIEMPRE HAN ESTADO DIVIDIDOS,...siempre subordinados, a los listillos, a los guerreros, a "los curillas" y a los magos-sacerdotes,...a sus santidades,...a los ayatolas, a los jefes budus,... a los dalai lamas,...a los Obamas, a los Rajoys, a los Putin,...¿ queda alguien por mencionar,...?; sí, hay nuevos, jovencillos, como Garzon, Iglesias, Sotillo, Beatriz Talegon,...voy a parar, es interminable,...¡¡.
REALIZADA REVOLUCIÓN, EL PUEBLO OBRERO -POPULAR DEBE SEGUIR ARMADO,...COMO MÍNIMO PARA DEFENDERSE, SI ES QUE QUIEREN, DE USURPADORES, BURGUESES, REACCIONARIOS,...EN PROCESO DE REVOLUCIÓN EN DEMOCRACIAS BURGUESAS,...HAY QUE DECIRLES A LOS OBREROS Y CAMPESINOS POBRES DE QUE SE ARMEN, QUE SE ORGANICEN PARA CONSEGUIR SU PODER DE CLASE. QUE NO CONFÍEN EN PARLANCHINES ELECTORALISTAS, ESTATISTAS Y DEMOCRATISTAS,...QUE NO CONFÍEN EN DEFENSORES DEL ESTADO DEL BIENESTAR Y EN LA DEMOCRACIA A SECAS,...LA ACTUAL DEMOCRACIA,...LA QUE HAY EN TODO OCCIDENTE Y EN OTROS LUGARES,...
SALVO EL PODER TODO ES ILUSIÓN
Hay relatos muy diversos sobre la revolución de Octubre, soviética. Participan obreros, campesinos, profesionales revolucionarios,...el partido bolchevique,...soviet obreros, de soldados, campesinos,...que dan la cara,...y el poder es tomado por fuerzas en nombre de esos sectores obreros-campesinos,....La inmensidad social de esos sectores no se sustentan de forma autopoderosa,...no siguen ejerciendo poder-dirección,...autoorganizando la sociedad, su sociedad,...la sociedad campesina-obrera.
SALVO EL PODER TODO ES ILUSIÓN, IDEA DE LENIN..
[[ LENIN, SEPULTURERO DE LA
REVOLUCIÓN RUSA.
Gastón Leval. Gaston Leval ( Wikipedia)
PROLOGO:
El pensamiento socialista, que había nacido de una búsqueda de relaciones sociales alternativas a las establecidas por el capitalismo, tuvo que enfrentarse desde un comienzo con la dificultad proveniente de su originaria y constitutiva experiencia critica. En efecto, engendrado al calor de la critica a las formas burguesas, se vio en la necesidad de lanzarse a la obtención de una praxis que le permitiera constituirse como fuerza social. El problema era, entonces, precisar hasta que punto la adecuación de los contenidos ideológicos eminentemente críticos con respecto al capitalismo suponía la asunción de formas provenientes de este, inspiradas directamente por el.
El liberalismo había puesto en vigor una serie de mecanismos en virtud de los cuales pudiera desarrollarse la acción política dentro de un ámbito, el orden burgués, predeterminado. El socialismo debía optar entre aceptar las formas en que venia dado el juego político, aunque no forzosamente tenia que limitarse a ellas, o bien mantenerse al margen e impulsar sus propias formas de acción; fuese cual fuese la opción, comportaba una decisión ética. Si se optaba por la primera alternativa, la capacidad critica quedaba un tanto hipotecada en la medida en que en mayor o menor grado se participaba de las estructuras vigentes. Con ello, la moral de quienes se decidieran a llevar adelante una acción política strictu sensu se convertía en una moral de compromiso entre el rechazo y la aceptación, entre la critica y la apología. Mientras los fines ideológicos, que en tanto que fines siempre quedaban distanciados del azaroso reino del presente, podían mantenerse incólumes, los medios, sometidos al trepidante devenir político, se veían fuertemente sacudidos. Era de esperar, pues, que fuesen estos últimos quienes salieran mas mal parados del ambiente. Los fines quedaban fijados por la ideología en tanto que objetivos de los cuales no se desprendía mediación alguna que los conectara con el presente, con la acción. Por consiguiente, los medios se veían sometidos al flujo y reflujo de la política, desbordados por la actualidad, la realidad y los moralmente sospechosos vericuetos de la política. Por donde el contenido ético del socialismo quedaba disuelto en un magma de dictados, consignas, intereses, utilidades, pragmatismos... El principio jesuítico-maquiavélico del fin justifica los medios era el que, explicita o implícitamente, regia las acciones de los socialistas políticos. Luego, como se ha visto desde entonces hasta ahora, ha sido la política la que ha vencido al socialismo, el Estado ha sido el que se ha impuesto. El contenido critico que había hecho nacer al socialismo ha quedado relegado a ser un motivo mas de la demagogia. Quienes optaron por la segunda opción y mantuvieron al margen de las formas políticas que imponía el Estado, los socialistas libertarios, tuvieron que pasar por su propio vía crucis: la perdida de fuerza y presencia en la sociedad. No obstante, antes de que su triste eventualidad se cumpliera protagonizaron las experiencias de cambio social mas profundas, originales y encomiables de los últimos tiempos: La comuna de Paris, las revueltas campesinas en el campo italiano y andaluz, las colectividades ucranianas y, las de mayor relieve las colectivizaciones españolas. Luego vino la marginación. Empero, la revueltas que desde entonces se han venido produciendo han sido libertarias sin necesidad de que los militantes libertarios los impulsaran; y ello es asi por que lo libertario responde al anhelo de vivir en el máximo de libertad posible, de ahí que los húngaros de 1956, los checoslovacos de 1968, los estudiantes de la década de los años sesenta, los polacos de solidaridad... Actúen en libertario cuando luchan por liberarse del yugo que les somete y rechazan crear formas autoritarias que a su vez lo esclavicen de nuevo. Durante los momentos que se suceden después del derrocamiento de no importa cual forma de poder, y mientras el vació que este poder deja no ha sido todavía llenado por ningún otro tipo de poder a excepción de la libre asamblea, en esos momentos se esta produciendo la verdadera revolución libertaria.
La unión entre fines y medios que constituye al pensamiento libertario y que informa al conjunto de sus postulados lo ha apartado de la política y lo ha acercado a las experiencias liberadoras de toda laya que vienen produciéndose por doquier. Mientras que del socialismo político poco mas de lo que ya se ha visto cabe esperar, el socialismo libertario sigue siendo una alternativa al poder.
El camino recorrido por el marxismo lo ha llevado de ser un pensamiento critico anticapitalista a convertirse en ideología de estados totalitarios; de Marx y Engels a Lenin, Mao y castro. No obstante, contrariamente a como generalmente viene apuntándose, no es un problema de personalidades. No se trata de eximir al marxismo de desviaciones ni degeneraciones imputable a tal o cual político concreto. Por lo tanto, es absurdo recorrer el camino a la inversa, ir descendiendo y abandonando a Stalin, a Lenin...y mantener el conjunto del pensamiento marxista vigente, aunque eso si, mas puro. Por esa vía llegaríamos a Tales de Mileto. Lo sugerente, lo interesante es analizar al marxismo como ideología social desde el momento mismo en que queda configurada por Marx y Engels, y enjuiciarlo en relación a los grandes problemas sociales a los que pretendidamente de respuesta. Pronto se echara de ver que el marxismo carece de una profunda reflexión sobre el poder. Vivisecciona el capitalismo y se plantea rebasarlo, para ello se lanza a la conquista del poder. Pero carece de una critica a este, lo cual supone una tremenda limitación que queda brutalmente puesta de manifiesto cada ves que un partido comunista toma el poder. Sociedades feudales y capitalistas son “liberadas” del absolutismo y del parlamentarismo burgués y arrastradas al totalitarismo. Lo propio sucede en sus organizaciones, donde una compleja estructura jerárquica sirve como único modelo de relación humana entre sus miembros. Y eso ya ocurría en tiempos de la I Internacional, cuando Marx dirigía, anatemizaba, expulsaba y catequizaba a sus anchas, como buen leninista avant la lettre.
La influencia que la revolución rusa ejerció en los medios políticos del mundo entero fue considerable, hasta el punto de que incluso hoy —cuando son conocidos con el suficiente detalle el exterminio de toda iniciativa popular y del pueblo mismo llevado a cabo por los comunistas— sigue teniendo ascendencia entre las autodenominadas vanguardias revolucionarias.
Las primeras noticias sobre los acontecimientos revolucionarios de Rusia que se conocieron en el extranjero fueron a cogidas con gran entusiasmo e ilusión por parte de las organizaciones obreras. Tal fue el caso de la C.N.T española, la cual en un congreso celebrado en 1919, en Madrid, conocido como el congreso de la comedia (por haberse celebrado en los locales del teatro del mismo nombre) discutió con ahínco la postura que la central anarcosindicalista debía tomar ante los acontecimientos que venían sucediendo en Rusia. Hubo militantes partidarios del apoyo incondicional a la revolución, como Eusebio Carbo; otros, como Eleuterio quintanilla, manifestaron sus dudas sobre el nuevo gobierno bolchevique, mostrándose reticentes a todo apoyo que se le pudiera conceder; finalmente, se impuso la posición defendida principalmente por Salvador Seguí, según la cual no existían todavía informes suficientemente claros y coherentes sobre lo que sucedía en la tierra de Bakunin, de ahí que lo mas oportuno fuera enviar una comisión o un representante que observara directamente sobre el terreno cual era el curso de la revolución. Para ello se aprovecho la invitación a participar en el II congreso de la III internacional que patrocinaban los bolcheviques y cuya sede había de ser Moscú. En ángel pestaña recayó la misión de visitar el país de los soviets.
En 1920, cuando pestaña llego a Rusia, la revolución había sido ya sepultada. Los órganos de participación y gestación popular habían sido minimizados por los bolcheviques, cuando no aniquilados sin contemplaciones. Sindicatos, soviets, cooperativas, colectividades...todo ello se encontraba bajo el control directo y despótico del Estado. No había mas partido legal, como mas tarde reconocería cínicamente Bujarin, que el comunista; los demás estaban en la clandestinidad y sus militantes poblaban las cárceles y los campos de aislamiento, procedentes directos de los campos de concentración, que habían sido creados por orden expresa de Lenin en 1918; una contribución mas del comunismo a la historia de la humanidad.
La celebración misma del congreso de la III internacional fue una burda pantomima. Los turnos de palabras no eran respetados, se boicoteaban proposiciones que no interesaba que prosperaran, se manipulaba lo mas que se podía y se coaccionaba a los delegados. Todo un ejemplo de democracia popular.
A su regreso de Rusia, pestaña no pudo ni siquiera ponerse en contacto con sus compañeros. Nada mas llegar a la frontera española fue encarcelado en régimen de incomunicación total, que había de durar hasta 1922. Sin poder ver a nadie para que comunicara a la organización lo que había observado. Pestaña empezó a redactar sus impresiones en un estudio que a fines de 1981 —cuando la C.N.T ya había enviado otra delegación a Rusia— fue publicado con el titulo de informe de mi estancia en la U.R.R.S.2. Como quiera que la C.N.T desconocía la opinión de pestaña y que su vida orgánica sufría un serio descalabro debido a la fuerte represión que sobre ella se cernía, en un pleno clandestino, al que pocos militantes pudieron acudir, una serie de elementos pro marxistas que por aquel entonces se encontraban entre las filas de la confederación y ostentando cargos de responsabilidad en la región catalana, se auto nombraron como componentes de una segunda delegación que debería ir a la U.R.R.S. para participar en la fundación de la internacional sindical roja y en el III congreso de la tercera internacional. Enterados los grupos anarquistas de la celebración de este pleno y de los miembros marxistas que habían de representar a la C.N.T, consiguieron añadir a la comisión a Gastón Leval, anarquista de origen francés fincado en España. Asi, en mayo de 1921 partía para Rusia esta segunda delegación.
Gastón Leval era uno de los seudónimos, el mas utilizado y mas popular, del anarquista francés Pierre R. Piller. Hijo de un miembro de la Comuna de Paris, nació en la capital francesa el 20 de octubre de 1895. Su infancia, a consecuencia del trato despótico que le infringiera su madre, fue especialmente penosa, tal y como el mismo lo testimonia en infancia en cruz, Valencia, 1933, primera parte de su interesante autobiografía.
En 1914, al estallar la primera guerra mundial, se declaro desertor y huyo hacia el sur de Francia, desde donde pasaría a España en 1915. De antimilitarista a anarquista solo hay un paso, y Leval lo dio con decisión. En España estuvo deambulando por Barcelona, Zaragoza y Valencia principalmente, aprendiendo el castellano y participando en la redacción de diversas publicaciones ácratas. Como buen anarquista pronto conoció la cárcel, triste eventualidad de los militantes libertarios. Ocho meses de confinamiento repartidos entre Valencia y Barcelona. En 1921 era suficientemente conocido y querido en los medios anarquistas como para merecer la confianza que los grupos anarquistas depositaron en el al nombrarlo delegado para participar en los eventos que se organizaban en Rusia.
Después de su visita a la U.R.R.S, que queda explicada en los textos que aquí prologamos3, Leval, tras unos meses en Paris, regreso de nuevo a Barcelona, pero al no encontrar empleo en la capital catalana tuvo que ingeniárselas para poder ganarse la vida, asi pues, se agencio una cámara de fotografiar y en calidad de fotógrafo ambulante recorrió el norte de España hasta llegar a la Coruña, donde encontró trabajo como maestro en una escuela racionalista. Allí gozo de un pequeño respiro que le permitió casarse. Cuando la escuela fue clausurada a consecuencia de la represión que el dictador Primo de Rivera desencadeno contra el movimiento libertario, Gastón Leval, como un gallego mas, emprendió las rutas de la emigración y embarco rumbo a América.
Arribo al puerto de Montevideo, desde donde se traslado posteriormente a la Argentina. “Allí comienza una nueva vida—nos dice Paniagua—al llegar se encuentra con un movimiento anarquista muy dividido y enfrentado. La F.O.R.A, central sindical anarcosindicalista, sufre grandes lesiones en su seno. El grupo del diario la protesta, dirigido por Abad de Santillán y López Arango, por una parte, y el del diario la antorcha, por otra, rivalizan en la dirección del movimiento obrero. Comienzan las polémicas sobre el sindicalismo y el anarquismo y el papel de cada uno en las organizaciones proletarias. Leval se ve contrarrestado en sus opiniones al pretender adoptar una postura ecléctica entre unos u otros”4.
Después de muchas vicisitudes consigue por fin un empleo estable: se hace profesor de francés en un colegio de Rosario. En su tiempo libre se dedica, alentado por Luigi Fabbri, a escribir, participando en el debate que en España divide al movimiento libertario. Los problemas sobre la construcción del comunismo libertario son estudiados desde diversos puntos de vista por los principales teóricos del anarquismo español. Peiro, Santillán, Puente, Urales, etc, discuten en torno a las posibilidades constructivas del pensamiento libertario. Leval mantiene una postura intermedia entre el comunalismo de Puente y Urales y el sindicalismo de Peiro5. de esos años son sus obras: problemas económicos de la revolución social española, Valencia, 1933; le norme dello spirito riconstructivo, Filadelfia, 1933; el prófugo, Valencia, 1935 (segunda parte de su autobiografía); el mundo hacia el abismo, s.d. (¿1935?); conceptos económicos en el socialismo libertarios, Buenos Aires, 1935.
Tras el estallido de la guerra civil regreso a España en agosto de 1936. Se intereso especialmente por las experiencias revolucionarias que venían realizándose en la industria y el campo, y con el objeto de hacer un estudio pormenorizado de ello se dedico a recorrer las zonas colectivizadas. Fruto de ellos seria su importante contribución al estudio de la revolución española: Né franco, né Stalin. La collettivitá anarchica spagnola nella lotta contra franco e la reazione staliniana, Milán, 1955 (la ultima edición en castellano es la debida a la ED. Anatema, Madrid, 1976). Durante los años que duro la contienda escribió diversos folletos y dictó múltiples conferencias. Entre los trabajos mas importantes a destacar habremos de citar precisiones sobre el anarquismo, Barcelona, 1937. Se trata, a juicio de algunos críticos, de su obra teórica mas importante.
En 1938, cuando el fin de la guerra era próximo y la derrota inminente, Leval abandono España, dirigiéndose a su país natal, donde fue encarcelado; pero en 1940 logro escapar viviendo desde entonces clandestinamente hasta 1949, y luego dos años mas en Bélgica. Finalmente su viejo delito de desertor es amnistiado en 1951, pudiendo regresar a Francia donde se incorpora a las filas del anarquismo del país. En 1955 funda la revista bimensual cahiers de l´humanisme libertaire, que mantendrá hasta 1976. A comienzos de 1978 regresó de nuevo a España, su escenario revolucionario, muriendo poco después en Paris, el 16 de abril del mismo año. De sus últimos años son las siguientes publicaciones: socialistes libertaires, pourquoi? Paris, 1956; pratuque du socialisme libertaire, neuilly, 1959; génese et realite historique de l´Etat (edición española en ED. Zero, Bilbao, 1978); la falacia del marxismo, ED. Mexicanos unidos, México, 1967; L´humanisme libertaire, Paris, 1967; elements d´éthique moderne, Paris 1967; la pensée constructive de bakounine, Paris, 1967...
Lenin, el sepulturero de la revolución rusa es un trabajo publicado por Leval en su Propia revista en el numero correspondiente a mayo-junio de 1970. Aquí hemos reproducido la versión castellana que en su momento hiciera la redacción de la revista libertaria Argentina Reconstruir. Se trata de un texto de critica a la figura de Lenin, “El revolucionario por excelencia”. Leval nos revela sus impresiones tras la entrevista que tuvo con él. Nos lo presenta como un hombre amoral, de una insensibilidad absoluta, dominado por una voluntad frenética de poder...Años mas tarde, Alexandr solzhenitsin nos lo describía de una manera muy parecida enLenin en zurich, ED barral, Barcelona, 1976. En los anarquistas en prisión, el texto con el que completamos la presente publicación, recogido de la excelente antología de Daniel Guerin Ni dios ni amo, se incluye un pequeño retrato de Trotsky, el otro “artífice” de la revolución bolchevique. El denominador común en ambos personajes es la ausencia total de “prejuicios humanitaristas”. Dominados por la voluntad de gobernar, de ejercer el poder, han aprendido a desdeñar todo cuanto entorpezca el acto de autoridad, para que este sea puro y establezca una relación unívoca con aquel o aquellos a los que va dirigido, de manera que sea incontrastable. El sueño de todo dictador queda asi cumplido.
La revolución rusa gozó durante muchos años y, como decíamos al iniciar este prologo, sigue gozando de un alto prestigio. No obstante, los anarquistas la criticaron desde un buen comienzo. Algunos de los libertarios rusos decidieron colaborar con los bolcheviques, y les toco jugar un triste papel. Stalin acabo pagándoles con el fusilamiento. Tal fue el caso, por ejemplo, de Archinoff, quien tras escribir una obra excelente en vindicación del movimiento anarquista ruso, se paso a las filas stalinianas en vista de que sus propuestas de organización parabolchevique no tuvieron éxito entre los anarquistas. Otros llegaron, llevados de su deseo de colaborar con la dictadura, a ocupar puestos represivos de importancia en la dirección de los campos de concentración, como nos lo explica solzhenitsin en su archipiélago gulag. No obstante, una buena parte de los militantes anarquistas rusos se mantuvo al margen y en contra de la dictadura bolchevique y lucho en los sindicatos y los soviets para que el protagonismo obrero no fuera aniquilado. Se batieron en la huelgas de Petrogrado en 1921, en la comunidad de kronstandt del mismo año y principalmente en el movimiento Makhnovista. Posteriormente, cuando ya había sido derrotadas en todas partes las revueltas anti-bolcheviques, desde el exilio Volin dejaría un testimonio inquebrantable y de gran valor, la revolución desconocida, por el cual la lucha libertaria queda testimoniada. Otros no pudieron salir hacia el destierro y como el sabio Palchinsky, según nos cuenta solzhenitsin y en contra-partida con los colaboracionistas, fue ejecutado por Stalin por seguir siendo fiel a sus principios.
Gracias a la obra de Volin anteriormente citada, sabemos cual fue la lucha de los anarquistas en la Rusia revolucionaria. Volin supo, además, analizar con gran agudeza los acontecimientos. En su opinión no existe un corte entre Lenin y Stalin, al contrario, el primero es la condición de posibilidad del segundo. Una ves Lenin había sepultado la revolución—como dirá Leval—, pudo venir Stalin a reinar en la casa de los muertos. La revolución degenero desde el mismo momento en que institucionalicontrol. Luego, estas pasarán a controlar al pueblo. La vía estatista es emprendida por los bolcheviques, pero como el pueblo tenia el poder en sus manos, tuvo que arrebatárselo a este. Y esta es una gran lección para los revolucionarios: fueron los comunistas6 quienes acabaron con la revolución al someterla a sus dictados y convertir a la ingente población revolucionaria de activa a pasiva, de agente a paciente y, en el peor de los casos, en carne de campos de concentración siberianos. Luego, en las revoluciones posteriores se ha venido reproduciendo este mismo esquema. El comunismo ha seguido jugando el papel de vanguardia de la contrarrevolución al no aceptar el libre juego de democracia directa y autogestión que espontáneamente es creado por el pueblo cuando derroca al estado.
Esta es la tesis anarquista de interpretación de la revolución. Volin lo supo ver, Kropotkin, antes de morir en marzo de 1921, se lo dijo a Lenin; Emma Goldman y Alexander Berkman lo constataron en su estancia en la U.R.R.S; Rocker lo difundió en un temprano texto en el que planteaba una critica libertaria el curso que estaba tomando la revolución; Volin lo dejo sentado de una manera magistral en su obra. Los textos de Gastón Leval que siguen constituyen la aportación del militante anarquista francés a esta interpretación anarquista de la revolución rusa. Su estancia “en el lugar de los hechos”, su contacto con las altas personalidades, avalan su testimonio. Nos ofrece una descripción psicológica de Lenin que contradice las versiones interpretativas de su figura claramente apologéticas. El “faro de la humanidad” no era mas que un hábil caudillo dominado por la pasión de mandar y dotado de la eficacia de no tener la mas mínima inquietud por las consecuencias humanitarias que sus irrevocables decisiones pudieran acarrear. solo asi podía sentirse lo suficientemente autorizado por su ideología para estar por encima de la humanidad y desde arriba poder gobernarla a su antojo. Lo cual no es nada nuevo, ya que es un sentimiento compartido siempre por todos los ambiciosos de poder, se hallen al frente de una tribu, una horda, un ejercito o un partido.
.....El largo camino recorrido por el marxismo desde los primeros escritos del joven Marx hasta la ocupación de Afganistán por las tropas imperiales soviéticas conduce de un pensamiento critico que se cree llamado a redimir a las sociedad de la injusticia, a una ideología totalitaria fundamentadota de los campos de concentración y de sus sesenta millones de victimas uno mas de los logros del socialismo. Algo debe de haber en los textos de Marx, en algún rincón de sus escritos, cuando el mismo sentía vibrar en su pluma ese mismo sentido de superioridad que le llevaría a buscar la hegemonía ideológica y a cometer toda clase de arbitrariedades para hacerse con el poder en la I internacional; tal ves de allí arranca la historia del gulag. Y todo por invertir a la ideología de santos poderes, de ciencia infusa, por considerarla la portavoz de la verdad, cuando en la vía social no puede existir una verdad, porque eso conduce a la dictadura de aquel que crea poseerla. La resolución de los problemas sociales ha de ser siempre comunitaria. Los implicados, por si mismos, con el asesoramiento que se crea oportuno, pero nunca con vasallajes, son los indicados para acceder a la producción de sus problemas. El camino de la libertad es el de aprender a convivir sin preeminencias.
Ignacio de Llorens
1.-Marx, se sintió superior y fuerte; considero aquella grande y poderosa asociación como cosa suya; se creyó obligado a ser autoritario por necesidad y quizá hasta por buena fe, porque se juzgó el único capaz de dirigir el pensamiento y la acción de aquella aglomeración de hombres, y sin reparar que de ese modo incurría en la contradicción de negar el aforismo <<la emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos>> de que era autor, y que el proletariado conciente ha hecho suyo, proclamándolo en todos los idiomas de la civilización moderna, se empequeñeció hasta obrar por envidia y despecho. Siguieron a Marx, todos los que, considerándose mas inteligentes y activos que los trabajadores, que eran como átomos de la masa, se creyeron con la misión de definir, propagar, administrar y dirigir. De ellos salieron el socialismo practico, el socialismo científico, , los partidos obreros, el parlamentarismo, el señuelo-trampa para cazar electores, los Jefes y toda la califa de desviadores. Bakunin confió en la libertad y en su propia energía. Incapaz de crear una fuerza como la representada por la internacional, viendo su objetivo revolucionario, se adhirió a ella y aplico su criterio eminentemente ácrata a combatir el autoritarismo, la reglamentación y la sumisión en ella dominantes. (nota del grupo editor; texto tomado de: el proletariado militante de Anselmo Lorenzo).
2.-Ultima edición en castellano en ED. Zero, Bilbao, 1972.
3.-Xavier Paniagua la sociedad libertaria. Agrarismo e industrialización en el anarquismo español. 1930-1939. ED. Grijalbo-critica, Barcelona, 1982. Pp. 203-204.
4.-Puede consultarse el documento articulo de Xavier Paniagua la visión de Gastón Leval de la Rusia soviética en 1921 en “recerques” n.3 ED. Ariel, Barcelona, 1974. Pp. 199-210
5.-Una interesante aproximación al pensamiento de Leval en esta época queda contenido en la obra anteriormente citada de Paniagua, asi como en la utopía anarquista bajo la II republica, ED. Ayuso. Madrid, 1973. De Antonio elorta.
6.– Se refiere, al igual que en todo el texto a los comunistas autoritarios, (nota del grupo editor)
Yo había visto y escuchado a Lenin por primera ves en el congreso de la internacional comunista en el que había sido admitido, al igual que mis co-delegados, como observador1. Ese congreso había funcionado ya unos ocho o diez días, y todos los personajes eminentes del comunismo internacional y del partido comunista ruso, habían usado de la palabra a propósito de un conflicto que en Italia dividía a las fuerzas comunistas recientemente constituidas y a los socialistas de izquierda, cuyo jefe era Serrati, que quería guardar su distancia, o al menos cierta independencia frente a los hombres de Moscú. Habían sido expuestos argumentos. Trotsky, Zinoviev, Radek, Rakovski, habían intervenido. Y de pronto, el conjunto de los observadores, de los delegados comunistas rusos e internacionales, se levanta, estallando en aplausos y lanzando innumerables ¡viva Lenin!; este ultimo había entrado por el bastidor y se sentaba en la tribuna.
Creo haber sido el único que no se levanto ni aplaudió. Pero me sentí admirado por mis vecinos como aquellos que, en Francia, no saludaban la bandera durante un desfile militar, o en España, los que no se descubrían o no se arrodillaban cuando pasaba una procesión. Digamos que por cierto eso no me llegaba.
Tuve entonces la ocasión de verificar lo que me decían dos de mis amigos: el francés René Marchand, sinceramente adherido a la revolución, y al doctor Nicolaiko, un anarquista al que yo había formulado esta pregunta: “¿considera usted que Lenin es un genio?”.
—¿qué entiende usted por genio?, —me respondió Nicolaiko—. En las discusiones Lenin no tiene mas que la talla de un abogado de aldea retorcido (“OH si, retorcido”, me interrumpió Marchand) y de poca consistencia, os lo aseguro.
En esa intervención sobre el asunto italiano, el único en el que apareció Lenin durante los quince días que duro el congreso, solo pude constatar la pobreza de sus recursos, de su ironía fácil (se burlaba de Lazzari, defensor de Serrati, remedaba sus palabras italianas y su pronunciación, ante las risas de un auditorio servil) y del carácter autoritario de sus declaraciones. Lenin no aporto el menor argumento original, pero planteo el ultimátum: Serrati y sus amigos se sometían a las condiciones que se les imponía, o eran expulsados de la internacional comunista.
Si mi primera impresión no fue favorable, la segunda lo fue menos aun. Habiéndome ocupado muy activamente durante mas de dos meses de la suerte y de la liberación de catorce camaradas2 que estaban en su undécimo día de huelga de hambre en la prisión de Butirki, había podido, en un esfuerzo desesperado, arrastrar a otros delegados al congreso de la internacional sindical roja para una gestión suprema ante el jefe supremo. Hasta entonces nos habían entretenido enviándonos de un personaje a otro, rechazándonos siempre la autorización para visitar a esos camaradas anarcosindicalistas, a los que se acusaba de las peores fechorías sin darnos jamás la menos prueba de su culpabilidad. Relatar todas esas gestiones seria demasiado largo. Pero es bueno precisar que había logrado penetrar clandestinamente en la prisión, que había tenido una entrevista con nuestros camaradas y una prolongada conversación con Volin, quien hablaba admirablemente el francés y refutó punto por punto las calumnias (alianza con los generales blancos, masacres de soldados del ejercito rojo, descarrilamientos de trenes que transportaban tropas soviéticas, etc.) que la Tcheka (policías de estado) lanzaba contra el.
Esta ves estábamos decididos a ir hasta el fin. Y partimos al Kremlin, a ver al nuevo zar que estaba encerrado entre sus muros. Había miembros de ocho o diez delegaciones: española —en la que yo estaba—, francesa, inglesa, italiana (de la Unión Sindical Italiana), R.P.D. Alemana, I.W.W. Canadiense, etc. Y cuando el cuerpo de guardia que cerraba la entrada del Kremlin pidió de parte nuestra y por teléfono al “tovarich Lenin” acordamos una entrevista, este, comprendiendo la mala impresión que tendría un rechazo, acepto.
Pero, llegados ante una especie de gran pabellón en el que habitaba, nos topamos con un nuevo cuerpo de guardia, que rehusó a su ves dejarnos pasar. Uno de nosotros redacto, en francés, una nota insistiendo en la entrevista. Lenin contesto con otra nota en que decía que las tareas de la Revolución no le permitían recibirnos. Nueva nota de nuestra parte. Al fin, respuesta favorable. Y henos aquí en el primer piso del edificio, en una especie de entrada en la que se abrían tres puertas. Esperamos algunos minutos y apareció Lenin.
No puedo, por falta de tiempo y de lugar, contar en detalle lo que fue esa entrevista. Digamos lo que nos parece lo mas característico.
En primer lugar, en la propia entrada, Lenin nos estrecho uno tras otro la mano reteniéndola largamente prisionera, y nos miró de hito en hito no menos largamente con un descaro desconcertante. Nos preguntaba nuestro nombre, de que país veníamos, de cual delegación formábamos parte, etc. Poco después, estábamos sentados en torno a una gran mesa rectangular, y Tom Mann, delegado ingles y la personalidad mas destacada de nuestro grupo, expuso a Lenin el objeto de nuestra gestión. Lenin le contesto en ingles, después nos dirigió la palabra en un francés bastante mediocre.
Comenzó inmediatamente por decirnos que los anarquistas rusos no eran como los anarquistas de occidente, sino enemigos de la revolución, traidores que se habían pronunciado por la guerra al lado de los aliados, lo que era una mentira, pero le daba el “derecho moral” de perseguir a todos los anarquistas anti-bolcheviques3. Después lanzo contra nuestros camaradas encarcelados las eternas acusaciones.
Le interrumpí cuando cargaba sobre Volin las peores fechorías. Claramente, firmemente, le dije lo que sabia de la verdadera actividad de nuestro camarada, bestia negra de todos sus perseguidores. Yo hablaba de un modo preciso, martillando mis palabras, describiendo casi día por día las actividades de nuestro camarada. Lenin, que cuando los demás hablaban tenia la costumbre de mirar el techo sonriendo irónicamente sin escuchar lo que se le decía, quedo por un momento embarazado. Luego, buscando el medio de salir de su embarazo, hablo de los contrarrevolucionarios que habían sido hasta entonces revolucionarios, de la defensa del Estado (“el Estado es una maquina de la que somos responsables y debemos defenderla contra los que la atacan”), del realismo revolucionario (“Volin es muy inteligente, y, justamente por eso, no podemos dejarle hacer propaganda contra nosotros”) volvió a los descarrilamientos de trenes, a los soldados rojos masacrados, acuso a Makhno de cometer monstruosidades en Ucrania, y junto a Volin con Makhno. Toda discusión se volvía inútil, tanto mas por ser yo el único en desmentir a mi interlocutor. Pues durante todo este dialogo, los otros delegados callaron.
Tenían sus razones valederas4. Luego de la conversación cambio un poco de tema. Se pidió a Lenin el derecho, para todos los revolucionarios, de propagar sus ideas por la palabra y por escrito. Rechazo de Lenin, quien acepta solo intervenir por los catorce huelguistas de la prisión de Butirki, pero (y esto dicho modestamente) que no podía decidir nada por si mismo, pues era la mayoría del politburó5 quien debía decidir.
Sabíamos que era el quien hacia la ley en este cuerpo, entonces compuesto por el mismo, Trotsky, Zinoviev, Bujarin y Kamenev. Pero había que prestarse a esa comedia y yo mismo escribí una nota en la cual encargábamos “al camarada Lenin” presentar nuestro requerimiento a los camaradas del politburó. La conversación se prolonga todavía un poco, y partimos. La respuesta llega al día siguiente a la habitación del delegado francés Sirolle. Estaba firmada por Trotsky y se nos negaba la puesta en libertad de nuestros camaradas; no se aceptaba sino hacer una cosa: expulsarlos de Rusia, o nada. Debíamos aceptar forzosamente. Y así fue como nuestro camarada Volin volvió a occidente, donde se había refugiado antes bajo el zarismo y de donde partió para volver a Rusia desde la revolución de febrero.
La impresión que me dejo Lenin fue de una insensibilidad absoluta. Miraba a los hombres como un comprador mira el ganado en una feria o como un ingeniero curioso de saber lo que podrá sacar de una maquina nueva. Nada de simpatía, de reflejo del alma en esta fisonomía mas sarcástica que cordial. De todos los hombres que conocí entonces, era el menos capas de humanidad. Es verdad que no tuve la ocasión de conocer a Stalin......
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Lenin era el amo absoluto en Rusia. “No tenemos ni siquiera una republica burguesa, tenemos una monarquía absoluta”, me decía Simón Steinberg, secretario del partido socialista revolucionario de izquierda, al que visitaba clandestinamente en la pieza donde vivía también clandestinamente. Y era verdad. Cuando se formulaba un pedido de medidas coercitivas contra un miembro del comité central del partido, se decidía por mayoría y minoría lo que había que hacer. Pero Lenin hacia arrestar al que quería, cuando quería, sin pedir permiso a nadie. Tenia, en las oficinas de los diferentes ministros —Tchicherin, Lunatcharsky, Trotsky mismo—, hombres suyos que le informaban de todo lo que pasaba en ellos o cuanto allí se decía. Pues tenia en sus manos la Tcheka. La Tcheka, cuyo nombre resonaba tan siniestramente como el de la Gestapo, que ejercía una dictadura absoluta sobre la totalidad de Rusia, que detenía, encarcelaba, deportaba, torturaba, asesinaba a quien quisiera, sin rendir cuentas a nadie, que incluso había inventado nuevos medios de tortura6. El escritor y profesor yugoslavo Mihailovitch revelaba, hace cerca de tres años, que cuando Odessa fue retomada por el ejercito rojo, treinta mil personas fueron fusiladas. Esto lo supe ya en 1921, y solo fue un hecho entre muchos otros. La Tcheka reemplazada por la N.K.V.D.), por la G.P.U., el M.V.D. Y no se que otro organismo policial actual, organizo los primeros campos de concentración de Europa. En 1921 había ya millares de personas encerradas en campos que se llamaban “aisladores”. No fueron menos terribles que los campos hitlerianos.
Le misma Tcheka perseguía, encerraba y asesinaba a los miembros de todos los otros partidos revolucionarios. Es asi como Maria Spiridinova, joven heroína, que había salido de las cárceles siberianas cuando fue derribado el zarismo y se había convertido en el líder de los socialistas revolucionarios de izquierda, volvió a estar muy pronto en prisión, y allí murió.
Todo eso lo sabia Lenin, lo toleraba para disponer de una fuerza que le sirviera ciegamente. Y cuando René Marchand propuso a Trotsky, a Bujarin, a otros altos personajes que se reglamentaran las actividades de la Tcheka a fin de que no dispusiera mas de un cheque en blanco que le autorizara a hacer cuanto le placía, esos partenaires de Lenin aceptaron, pero Lenin arrojo el proyecto al canasto.
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La tiranía de Lenin no era nueva. No podemos aquí hacer historia, siquiera sucinta, de sus actividades en el seno del partido social-demócrata ruso, en el cual la lucha de fracciones que condujo lo hicieron a menudo ser comparado con Plejanov, fundador del marxismo ruso, con Robespierre, en tanto que después del congreso de 1903, le escribía Trotsky a Axalrod, otro miembro de la social-democracia rusa, que con hombres como Lenin “el aparato del partido sustituía al partido, luego el comité central sustituía al aparato, y al fin el dictador sustituía al comité central mismo”. El “centralismo democrático” de Lenin era, de hecho, el egocentralismo7.
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Los panegiristas, que abundan para los vencedores y que, en su mayor parte, harían el panegírico de los triunfadores del campo opuesto si el viento hubiera soplado en otra dirección, hablaban muy fácilmente y hablan aun del “genio de Lenin”. He dicho ya que ante lo que he visto, me formulé la cuestión durante mi estancia en Rusia, desde junio a octubre-noviembre de 1921. Y hace ya tiempo que respondí negativamente. En lo que, por lo demás, no estoy solo.
Las razones del triunfo de Lenin no dependen de la calidad excepcional de su pensamiento, de su espíritu creador, sino de la voluntad frenética de poder que siempre lo ha dominado y de su amoralidad absoluta en los medios empleados para lograrlo. Se puede hablar del genio de la maniobra, del genio de la argucia (aquí aparece la estructura mental del “abogado de aldea”), del genio de la mentira y de las falsas teorías. Había, en el seno del partido social-demócrata ruso, otros hombres tan inteligentes como Lenin: un Plejanov, un Martov, un Trotsky, un Axelrod le equivalían, pero no tenían su habilidad sofistica y maniobrera. Entre lo socialistas revolucionarios de izquierda y de derecha, un Tchernov, un Tseretelli, y sin duda una Maria Spiridinova le equivalían también. ¿En que les ha sobrepasado Lenin, aparte de la ambición de poder y el cinismo político que se justificaba a si mismo en nombre de la dictadura necesaria en la revolución?
Poned juntos a hombres que persigan un objetivo común. El éxito de la empresa debe ser el fruto de sus esfuerzos conjugados. Pero uno de ellos, rompiendo el pacto implícito o explicito que los ha unido al comienzo, los hace caer en una trampa que no esperaban y los precipita en el abismo, desviando a todo el conjunto, del objetivo perseguido. ¿será este un rasgo de genio? ¿será por ello superior a los que ha traicionado? De ninguna manera. Eso será una prueba de deslealtad y los que aplaudieron a tal vencedor son dementes, ciegos o pillos de su especie.
Asi, algunos justifican el golpe de Estado (pues no fue una verdadera revolución) de octubre de 1917, reprochando a los otros partidos, particularmente a los socialistas revolucionarios (que obtuvieron seguidamente el 50 por ciento de los votos de la elecciones para la Asamblea constituyente, mientras que, aun detentando el poder, los bolcheviques solo lograron el 25 por ciento), su falta de audacia revolucionaria8. Desde este punto de vista, es verdad que Lenin exploto magistralmente la situación. Pero desde octubre de 1917 a febrero de 1918, fecha en la que tuvieron lugar las elecciones para esa Asamblea, solo habían pasado tres meses. Y durante estos tres meses los obreros habían tomado la mayor parte de las fabricas, talleres y otros organismos de producción, los campesinos habían tomado la tierra, un nuevo régimen social y en gran parte socialista estaba en tren de nacer. El desarrollo de las realizaciones en curso no conducían ni a la restauración del zarismo, ni a una dominación real del capitalismo. La Asamblea constituyente francesa puso mas de dos años para cumplir su obra, ¿por qué reprochar a la de Rusia el no haber cumplido la suya instantáneamente?
El “genio” de Lenin consistió una ves mas en la maniobra. Supo, sin duda ser el único, condensar en algunas formulas impactantes los hechos de magnitud que se producían durante el periodo de Kerenski. La inmensa mayoría de los soldados, de origen campesino, estaban cansados de la guerra y querían volver a su tierra, que los campesinos que quedaron en la retaguardia se apropiaban y repartían: de ahí la formula lanzada por los bolcheviques de “¡paz inmediata, sin anexiones ni indemnizaciones!”. Los soviets —a los cuales Lenin solo había atribuido poca importancia durante la revolución de 1905— se multiplicaban en el territorio ruso y eran la expresión espontánea de la democracia popular local. Lenin y los bolcheviques lanzaron la formula de “¡todo el poder a los soviets!”9 (no a los bolcheviques, recordémoslo bien). Los campesinos expropiaban a los terratenientes. Lenin y los suyos proclamaron: “¡la tierra para los que la trabajan”!10. La voz universal pedía la convocatoria de una Asamblea constituyente que, recogiendo los deseos expresados, estableciera las bases generales de la nueva Rusia. Y los bolcheviques hicieron también campaña para la rápida convocatoria de el asamblea constituyente. Oportunismo político hábil, genial, si se quiere, pero si solo esta hecho de astucia, de traición ¿es verdaderamente genial?
Hemos dicho oportunismo. Agreguemos que es de múltiples caras. Seria interesante mostrar todas las contradicciones de Lenin, su modo de sostener simultáneamente las tesis mas contradictorias según hablara en un congreso o en el comité central, según sus interlocutores del momento, según las situaciones.
Asi, un mes antes del golpe de Estado de octubre, Lenin escribía un folleto titulado ¿podrán los comunistas conservar el poder?, que estaba seguramente reservado a los miembros del partido, según una practica habitual. Y al mismo tiempo que hacia campaña por la convocatoria de la Asamblea constituyente, lo que implicaba el respeto de la voluntad popular, al mismo tiempo proclamaba :”¡Todo el poder a los soviets!”11, lo que suponía que el poder seria diluido en la mayoría del pueblo ruso, y no quedaría en manos del solo partido comunista, pronosticaba para sus amigos que los comunistas podrían conservar el poder, diciendo que el partido —que seis meses antes contaba con 20.000 adherentes y que, según el, contaría en octubre con 240.000, podría, con esos 240.000 miembros, cuya inmensa mayoría había llegado al bolchevismo sin saber nada de Marx, del marxismo, ni aun del leninismo, que los 240.000 adherentes, decimos nosotros, podrían muy bien reemplazar a los 130.000 terratenientes que gobernaban a Rusia antes de la caída del zarismo.
Eso era engañarse con sus propios sofismas y hacer una caricatura grosera y tonta de la realidad. Pues ante todo Rusia no era gobernada por 130.000 terratenientes, sino, sin exceptuar a estos últimos, por un aparato de Estado nacional que contaba 250.000 funcionarios profesionales, sin contar las administraciones locales y regionales, los “zemstvos” (asambleas provinciales), todo el aparato económico en manos de los capitalistas y de los técnicos del capitalismo —de lo que Lenin hablara en el XI congreso del partido comunista—, todo el aparato comercial, y las industrias nacionalizadas, que tenían una importancia tan grande. Ante tal visión limitada de las cosas, uno queda estupefacto al leer a ciertos comentaristas cuando afirman que Lenin se mostró excepcional por su capacidad de analizar diversas situaciones.
Sea como fuera, vemos que proyectaba conservar el poder...después de haberlo tomado de una manera u otra. Esto implicaba, una ves conquistado el poder, la dictadura de un núcleo de revolucionarios profesionales, de bolcheviques a toda prueba, y en consecuencia una centralización que, por necesidades de la causa, se llamaría democrática...
Pero al mismo tiempo que escribía este folleto (septiembre de 1917), Lenin escribía su libro titulado El Estado y la Revolución, en el cual, basándose en tales y cuales escritos de Marx y Engels, se proclamaba enemigo del Estado y hacia suya la formula de engeliana: “En tanto el Estado exista no habrá libertad; cuando la libertad sea establecida, el Estado habrá desaparecido”. Y afirmaba su concordancia de principios con los anarquistas en cuanto a la necesaria desaparición de ese Estado. Les reprochaba solamente (como había hecho Marx con Bakunin y sus amigos) querer andar demasiado rápido, poner la carreta antes de los bueyes12.
* * *
Sin embargo, Lenin dice: “¡Abajo el Estado”!, pero se trata del Estado capitalista. En su lugar, se instaurará un Estado compuesto por “los obreros armados”. Agrega que todos los ciudadanos se transformaran “en empleados asalariados del Estado constituido por los obreros armados”; todos los ciudadanos, agrega, se tornan empleados y obreros “de un único `cartel` del pueblo entero, del Estado”. Todo consiste en obtener que trabajen en una proporción igual, observen exactamente la medida del trabajo y reciban en proporción. ¿En proporción de que? no lo sabemos.
¿Quién puede comprender algo de ese galimatías? Porque finalmente, ¿quién compondrá el Estado? ¿Qué significa ese “único cartel del pueblo entero, del Estado”? ¿Estaría compuesto el Estado por los 150 millones de habitantes que contaba Rusia? ¿Si todos los ciudadanos se vuelven obreros y empleados de un único cartel del pueblo, los ciudadanos no serán entonces el pueblo?
En todos sus pronósticos, incluso aquellos en que anuncio que gracias al comunismo habrá la posibilidad de consumir sin limitación y la extinción del Estado que seria la consecuencia del comunismo, Lenin presenta siempre al Estado como una organización de lucha democrática de las masas populares, como la simple “organización de las masa armadas”. En el revuelto de sus consideraciones teóricas, hay muchas repeticiones que a veces parecen incluso partir de un espíritu anarquista. Es porque Lenin quería un Estado a cuyo frente se pudiera colocar a obreros que se habituarían a dirigirlo “como se dirige una fabrica”
Que se excuse, si se quiere, la dureza de nuestro juicio: semejante afirmación resulta una gran imbecilidad. Comparar la dirección de una fabrica con la de un Estado es no saber lo que es un Estado, con la inmensa complejidad de sus actividades; ahí se nos aparece de nuevo la ineptitud de Lenin al pronosticar que los 240.000 comunistas, de los cuales solo una ínfima minoría tendría alguna idea de los problemas que se plantearían, podrían resolver tales problemas.
Asimismo no puede sorprender su confesión en el XI congreso del partido comunista, en marzo de 1922: “Quizá nuestro aparato sea malo, pero se dice que la primera maquina a vapor inventada era también mala e incluso se ignora si funcionaba. Eso no es lo esencial. Lo esencial es que la maquina haya sido inventada”.
Y el sofista, el astuto abogado insiste: “La primera maquina a vapor, por su forma, era inutilizable. ¡Que importa! En revancha tenemos ahora la locomotora. Nuestro aparato de Estado es francamente malo. ¡Que importa! Ha sido creado y es una inmensa invención histórica; un Estado de tipo proletario ha sido creado. He ahí las grandes conquistas que hemos obtenido y que no pueden sernos quitadas. Pero para nosotros, representantes del partido comunista, esto significa solo abrir la puerta. Ahora la tarea que se nos plantea es la de enfocar los fundamentos de la economía socialista. ¿Se hizo eso? Bueno, eso no fue hecho. No tenemos todavía los fundamentos socialistas. Aquellos de los comunistas que se imaginan que tales fundamentos existen ya, cometen un error muy grande”:
Estas palabras fueron pronunciadas cuatro años y medio después que Lenin hubiera hecho las previsiones que conocemos. Poco después, escribirá en sus notas que las cosas son repugnantes en lo que concierne al Estado, que los bolcheviques han retomado el Estado zarista y lo han pintado simplemente con una capa de barniz social. Pero todas sus acrobacias no el han permitido el menor restablecimiento.
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Los mismo ocurrió en el orden económico, releed el ultimo párrafo de la declaraciones del XI congreso: los fundamentos del socialismo todavía no existen...Algunos buscaran excusas, tales como la guerra civil, que no olvidamos. Pero la siguiente declaración hecha por Lenin en ese mismo congreso de 1922, muestra que había allí otras excusas, mucho mas importantes: “La idea de construir una sociedad comunista solo con comunistas es un infantilismo, un infantilismo puro. Hay que confiar la construcción económica a otros, a la burguesía que es mas cultivada, a los intelectuales del campo de la burguesía. Nosotros mismos no estamos aun cultivados para eso”.
Sin embargo, antes de octubre de 1917, Lenin había afirmado que el socialismo seria implantado en seis meses. Asi, toda la política del partido comunista ruso se había basado en previsiones que la experiencia ha desmentido. Previsiones y promesas fueron rectificadas en bloque sin temor a las contradicciones.
Pero además de los errores que provenían de la crasa ignorancia de Lenin y los suyos sobre los problemas de organización de una sociedad (13), había aquella voluntad de tomar y de conservar el poder a todo precio, incluso el doble, triple o cuádruple juego. Y todo eso sin vergüenza, sin miedo a las contradicciones mas graves y mas inmorales. Pues todos los adversarios, incluso los revolucionarios, estaban aniquilados y nadie podía protestar.
Asi, la “paz sin anexiones ni indemnizaciones” cuya proclamación reúne en Petrogrado y en Moscú una parte suficiente de soldados y los marinos de Kronstadt para asegurar el triunfo de los bolcheviques, se transforma en aceptación del tratado Brest-Litovsk, que entregaba a los imperios alemán y austriaco a Ucrania, Crimea, el Cáucaso, una buena parte de Polonia y las provincias del norte. Esta entrega a la que se había opuesto la mayoría del comité central del partido comunista, pero que Lenin, quien quedo solo, impuso contra todos, fue una de las causas de ruptura entre los comunistas y los socialistas revolucionarios, a quienes Lenin, para desacreditar, acusó naturalmente de estar “vendidos” a los aliados.
Hubo traición también a las promesas falsas en lo que concernía a la consigna: “’¡Todo el poder a los Soviets!”, pues el poder paso no a los soviets sino al partido comunista que lo centralizo y lo acaparo enteramente. Es cierto que los soviets continuaron extendiendo nominalmente, y asimismo, como suprema ironía, que se instauro el régimen de dictadura implacable del partido comunista a la cual se llama siempre Republica de los soviets. Pero de hecho no quedo sino la caricatura de los soviets, sometidos al puño de hierro de las secciones locales del partido comunista, apoyadas por las fuerzas de represión, que los subyugaron desde el primer momento, impidiéndoles funcionar, prohibiéndolos, suspendiéndolos, avasallándolos bajo las Acusaciones mas engañosas: irregularidades electorales, incapacidad, malversaciones, todo era bueno para eso (14). El gobierno nacional de los soviets fue de hecho ejercido por los miembros del comité central del partido; por encima del comité central se hallaba el politburó y, como lo dijimos ya, en el seno del politburó, Lenin imponía su voluntad.
* * *
Pero se produjeron al mismo tiempo otros escamoteos. Un formidable movimiento cooperativo, nacido antes de la revolución, se había desarrollado desde la caída del zarismo, sobre todo en el campo, donde constituía la realización constructiva mas importante. Se habían formado federaciones de cooperativas que cubrían inmensas extensiones del Cáucaso o del Turkestán en la extrema Siberia, sin que el gobierno pudiera someterlas a su voluntad debido a su gran pujanza en el dominio de las actividades económicas.
Entonces, de un día al otro, Lenin decidió la anulación de esas cooperativas, basadas en la asociación voluntaria de sus miembros tal como requiere la cooperación, y las hizo reemplazar por las cooperativas del Estado puestas en manos de una burocracia inepta y parasitaria. Las consecuencias de esta medida fueron la destrucción de fuerzas organizadoras de primer plano, la anulación de estructuras de producción agraria y de distribución, y la desaparición de medios orgánicos de intercambio entre la ciudad y el campo.
Soviets...Cooperativas...¿Y los sindicatos, que constituían el tercer pilar de la nueva economía? Tampoco podía tolerarlos Lenin en tanto que organismos autónomos, que tiene sus propios principios, sus propios métodos de organización y de acción. En primer lugar porque los sindicatos eran una creación de los trabajadores, y Lenin, obsesionado por su concepción directorial minoritaria de la revolución, por la dominación unilateral del partido social-demócrata —el partido comunista fue creado mas tarde—, no podía admitir que una fuerza revolucionaria constructiva ajena a la suya actuase al margen de las ordenes imperativas del partido del que era el jefe y esperaba seguir siéndolo. Además, porque siendo un intelectual como la inmensa mayoría de los dirigentes del partido, especialmente de la fracción bolchevique, no acordaba ningún valor, ninguna importancia a lo que podían hacer por si mismos los obreros. Al respecto se había expresado sin ambages en las líneas siguientes:
“Librada a si misma, la clase obrera es capaz de desarrollar solo una conciencia sindical. La conciencia socialista moderna no puede llegar a ella sino del exterior...no puede surgir mas que de un conocimiento científico profundo. Portador de la ciencia no es el proletariado, sino la intelectualidad burguesa. Es del cerebro de miembros de esta formación social, como Marx y Engels, de donde ha surgido el socialismo moderno. El sindicalismo puro y simple significa la subordinación ideológica de los trabajadores a la burguesía”.
Que había una parte de verdad en esas afirmaciones si tomamos el conjunto del sindicalismo mundial, lo admitimos, si bien cabe preguntar que resta de la lucha de clases y de las concepciones marxistas; pero tales razonamientos servirían de pretexto a la subordinación obligatoria de las actividades sindicales al partido comunista, incluso cuando el sindicalismo iba tan lejos, si no mas, que el partido social-demócrata o que el partido comunista mismo. En ese periodo revolucionario, el sindicalismo, o mas bien la acción de los sindicatos rusos, era socialista en el amplio sentido de la palabra: los sindicatos tomaban en sus manos los talleres, las fabricas, y Rykov, vicepresidente del consejo de los comisarios del pueblo, podía escribir en el Narodnoié khoziasistvo estas líneas reveladoras:
“Todo el trabajo de organización de la vida económica del país se ha hecho hasta ahora (comienzos de 1919) con la participación directa de los sindicatos y de los representantes de las masas obreras. Los sindicatos y las conferencias obreras de delegados de fabrica de ciertas ramas industriales han sido los principales y únicos laboratorios en que se han formado y donde se forman todavía los servicios de organización económica de Rusia.
Había, pues, también allí, inmensas responsabilidades reconstructivas. Pero precisamente porque esas posibilidades eran inmensas, Lenin no podía tolerarlas. Pues por su concepción egocentralista, de dominación de partido, de su partido, dominado por el, Lenin —después de adoptar posiciones teóricas a menudo contradictorias, a tal punto que un psicólogo se preguntará si no estamos ante un caso de esquizofrenia— había retomado a la afirmación de un comando único, siempre entre sus manos, bien entendido. De hasta adonde podía llegar este comando, en el orden teórico y después en el orden practico, podemos encontrar un ejemplo en el libro que había publicado antes de la revolución bajo el titulo de Un paso atrás, dos adelante:
“La burocracia contra la democracia, es decir el centralismo contra la autonomía, tal es el principio de la organización de la social-democracia revolucionaria como oposición a los oportunistas (15). Este ultimo principio se esfuerza por ir abajo a arriba, y por consecuencia defiende hasta donde eso sea posible la autonomía y la democracia...Pero el principio de organización de la social-democracia revolucionaria se esfuerza por ir de arriba abajo, y defiende la extensión de los derechos y de los plenos poderes del cuerpo central contra las partes”.
En tales condiciones se comprenderá que Lenin, asi como no podía ni quería soviets ni cooperativas verdaderas que tuvieran su propia dirección, incluso coordinada en un conjunto que habría podido armonizarse, no podía aceptar la existencia de sindicatos no sometidos a la dictadura de su partido, es decir a su dictadura personal. Por eso la Tcheka intervino después del golpe de Estado de octubre en las asambleas de las fabricas; por eso los trabajadores de las fabricas comenzaron muy pronto a protestar contra esas intromisiones; en los centros industriales, particularmente de Petrogrado y Moscú, fueron organizadas conferencias de delegados de fabrica, contra las cuales la Tcheka cometía estragos, procediendo a arrestos a menudo masivos. Esta lucha no respondía solamente a la voluntad de los trabajadores por administrar ellos mismos las fabricas, sino que revestía un aspecto general que concernía a los principios esenciales de la revolución, y al problema de la libertad. Asi, a fines de diciembre de 1917, la conferencia panrusa de los trabajadores del libro reunida en Moscú adoptaba una extensa resolución contra la persecución del partido bolchevique a la prensa y los medios de propaganda por escrito, en el cual se encuentran los dos párrafos siguientes:
“1) Al perseguir a la prensa, el consejo de los comisarios del pueblo priva a la nación de la única posibilidad de estar informada sobre los actos del poder y sustrae a este ultimo de todo control y de toda responsabilidad; 2) El hecho de instituir un derecho exclusivo en el goce de la libertad de prensa en provecho de un solo partido, de un solo grupo o de una sola clase impide al pueblo desarrollar sus conocimientos y lesiona los intereses de la clase obrera en lucha por el socialismo”.
Naturalmente que Lenin y los suyos acusaron a los trabajadores del libro de ser mencheviques contrarrevolucionarios. Tanto mas cuando una parte importante de las masas obreras protestaban al mismo tiempo que contra las novatadas de que eran victimas, contra el cierre de la Asamblea constituyente que implicaba la eliminación de todos los demás partidos y la supresión total del derecho de expresión del pensamiento.
Recapitulemos entonces: anulación de los soviets como factores de creación administrativa y organización local; anulación de las cooperativas; anulación de las organizaciones sindicales y obreras formadas y en formación; anulación también de la Asamblea constituyente elegida por el conjunto de la población rusa. Hacia falta ciertamente mucho “genio” para esta gigantesca obra de destrucción de los medios de que disponía la revolución.
En economía, la consecuencia fue una caída vertical de la producción. Todo se paralizaba, de una parte, stocks de trigo que disminuían a una velocidad fulminante en Petrogrado y en otros centros; de otra, la materias primas que no llegaban mas a las fabricas de transformación, lo que engendraba una desocupación pavorosa. “En Petrogrado, 832 empresas industriales empleaban, en enero de 1917, 365.800 obreros; en abril de 1918, los efectivos estaban reducidos a 144.000, es decir con una baja del 60%. En Moscú y en los alrededores, en abril de 1918, 36 manufacturas de textiles que contaban 130.000 y 24 fabricas de construcciones mecánicas que ocupaban 120.000 trabajadores, cerraron sus puertas 16.
Los robots del bolchevismo nos afirman, repitiendo las argucias de sus amos, que la terrible situación en que se encontró la población rusa en los años 1920-1921 y la que siguió, fue la consecuencia de la guerra civil, y sobre todo del bloqueo de las naciones aliadas, después del sabotaje de los contrarrevolucionarios, entre los cuales, según la innoble táctica de la amalgama, Lenin y los suyos colocaban a los mencheviques, sus compañeros de la víspera, a los socialistas revolucionarios de izquierda y de derecha, y también en la ocasión, a los anarquistas. En verdad, y sin negar de ninguna manera las consecuencias de la guerra civil, esas acusaciones contra las otras fracciones no eran mas que mentiras. El hecho de no querer someterse a una fracción minoritaria no implicaba en absoluto que estas otras corrientes estuvieran compuestas de “traidores” y de “contrarrevolucionarios”, de “liquidadores” y de “filisteos”. Estamos acostumbrados a ese genero de acusaciones que los discípulos de Lenin siempre han lanzado y siguen lanzando contra nosotros desde 1917, lo que traería como consecuencia, en una situación revolucionaria, nuestra exterminación; esta simple experiencia nos permite juzgar sobre el valor de las acusaciones arrojadas contra los partidos socialistas y revolucionarios rusos no bolcheviques.
Hemos visto cual fue la confesión de Lenin concerniente al Estado, en marzo de 1922. Vimos también que Lenin declaraba entonces que todo debía ser emprendido, gracias a la burguesía y a los técnicos de la burguesía, en el dominio económico, particularmente de la socialización económica17.
Lo que no decía era que el retroceso en ese terreno había alcanzado proporciones infinitamente superiores a lo que a lo que sugieren las cifras sobre desocupación que hemos reproducido mas arriba. Por ejemplo, la producción de acero bruto en lingotes, que había sido de 4.274.000 toneladas en 1916, había descendido a 182.000 toneladas en 1920, a 177 toneladas en 1921, a 255 toneladas en 1922, a 690 toneladas en 1924. Esta caída vertiginosa no se explica solo por la guerra tanto mas que en 1917, después de octubre, 24 de los 65 hornos existentes estaban en actividad.
Entre las causas de ese retroceso se pueden contar sin duda una cierta resistencia pasiva de los trabajadores en protesta contra el estrangulamiento de las libertades y la instalación de una dictadura generalizada. Nos resulta imposible desmarañar en que proporciones fue juzgada esta resistencia, a la que determinados hombres del partido presentaron como un “sabotaje de traidores”. Pero no debemos olvidar lo que afirmaba Rikov, uno de los altos valores del partido, en cuanto al papel de los trabajadores y de sus sindicatos, y que parece desmentir este otro genero de afirmaciones.
No hay que olvidar tampoco la situación creada a los ingenieros y a diversos técnicos. La carta dirigida a Lenin en marzo de 1919 por un ingeniero, cuyo texto reproduce Prokopovitcz en su historia económica de la U.R.R.S., nos informa a este respecto. He aquí sus pasajes esenciales:
“¿Será que usted esta a tal punto encerrado en su soledad del Kremlin como para no ver lo que es la vida en sus alrededores, y que no se da cuenta de cuanto hay entre los técnicos rusos, no por cierto comunistas oficiales, sino verdaderos trabajadores que han adquirido sus conocimientos técnicos al precio de un inmenso esfuerzo sin que los capitalistas estuvieran en ello para nada, y de ningún modo con la intención de servir al capital? Han adquirido esos conocimientos luchando ásperamente contra las condiciones mortíferas impuestas a los estudiantes en el viejo régimen. Para ellos esas condiciones no se han mejorado bajo el gobierno comunista.
“Contra esto proletarios auténticos que, a pesar de la diversidad de sus orígenes sociales, se han puesto al servicio de ese hermano que es para ellos el obrero, y esto desde los primeros gestos de su vida consciente, mediante el pensamiento, la palabra y la acción, contra estos auténticos trabajadores, digo, arrojados por usted en un mismo montón de <<intelectuales>> pestíferos, se ha azuzado a los comunistas inconscientes y de fresca data reclutados entre los viejos agentes de policía rurales, los pequeños funcionarios, los tenderos que, en provincia, forman frecuentemente una buena parte de las <<autoridades locales>>18
“Es difícil describirle el horror de las humillaciones y de los sufrimientos que les son infligidos. Denuncias y acusaciones de las mas absurdas, pesquisas sin resultado, pero humillantes en extremo, amenazas de ser fusilados, requisiciones y confiscaciones, intromisiones en los asuntos mas íntimos de la vida privada...,tal es la atmósfera en que han debido trabajar muchos técnicos salidos de las grandes escuelas hasta estos últimos tiempos.
“Y sin embargo estos <<pequeños burgueses>> no han abandonado su puesto; han cumplido el compromiso sagrado que habían tomado de convertirse, al precio de no importa cuales sacrificios, en guardianes de la cultura y el saber para aquellos que han los humillado e injuriado por instigación de sus dirigentes. Han comprendido que no se puede confundir el infortunio y los disgustos personales con la creación de una vida mejor, y eso les ha ayudado y les ayuda todavía a soportarlo todo y a trabajar. Pero este grupo que entre estos hombres que usted califico en bloque como burgueses, contrarrevolucionarios, saboteadores, etc., únicamente porque tiene una opinión que difiere de la suya sobre los medios de realizar el futuro régimen socialista y comunista, no comprará uno solo al precio que usted concibe19. Si usted quiere <<utilizar>> a los técnicos, no los compre: aprenda a estimarlos como hombres y no como ganado al que usted necesita de tiempo en tiempo”.
Esta carta, extraída según Prokopovitcz de las obras completas de Lenin, nos ayuda a comprender el retroceso de la economía rusa, y también porque Stalin debió hacer venir a numerosos ingenieros y técnicos diversos de Alemania y de los Estados Unidos durante los años 1924-1935 (la desocupación reinante en estos dos países facilito esa operación). Pues si en 1922 Lenin rendía homenaje a la capacidad de los técnicos de la burguesía rusa, no quedaba ya un numero suficiente de estos últimos para realizar las tareas que les asignaba.
¿Las tareas? Si, o mas bien la tarea de organizar la economía de la que había sido el principal demoledor. Después de la insurrección de Kronstadt había comprendido hasta que punto era necesario rectificar la situación, y en ese rasgo muchos comentaristas le han atribuido, una ves mas, genialidad. Pero lo que nos parece lo mas característico en cuanto a las disposiciones tomadas por Lenin, fue que en lugar de movilizar a los trabajadores acordándoles mas libertad de iniciativa, dejándolos desarrollar sus organizaciones, dando a estas mas posibilidades de actividad creadora, Lenin prefirió recurrir a los técnicos de la burguesía, según sus propias palabras. Pues sabia que podría mas adelante, si viviera bastante tiempo para ello, deshacerse fácilmente de esos colaboradores de un momento, mientras que le seria harto difícil deshacerse de las organizaciones obreras que habían adquirido mas madurez. Encargo entonces a la burguesía, “De organizar el comunismo”, puesto que el no sabia organizarlo, incluso con la ayuda de su partido, de sus esbirros y de sus funcionarios. Tal fue la Causa de la N.E.P. o nueva economía política. Y hay gente que se extasía ante este contrasentido, ante esta monumental aberración.
Tanto mas cuanto después que se hubo resucitado la libertad de empresa, que permitió una cierta proporción de viejos empresarios o de campesinos ricos, hubo que deshacer tales privilegios cuya aparición y reaparición se había provocado. Y eso fue la caza a los “kulaks”, la denuncia de los kulaks (Trotsky se encarnizo en esta necesidad), la deportación y el exterminio de millones de kulaks, de mujeres, de hijos de kulaks. Una nueva pagina de vergüenza y de ignominia que nada aporto de comunismo por eso, que creo un nuevo parasitismo y contribuyo a lo que se llama la era staliniana.
¡La era staliniana! Aquí también vamos a chocar contra los robots, contra los títeres intelectuales de Moscú. Pues decimos que Lenin provoco esta era de pies a cabeza. Ante todo empujando hacia delante a Stalin, en el que había comenzado a ver su instrumento o su sucesor. No se dirá jamás bastante que Stalin accedió al secretariado general del partido comunista ruso por voluntad de Lenin —que lo había hecho entrar al comité central en 1912—, quien quería servirse del mismo para impedir la ascensión de Trotsky, con el que estuvo siempre en lucha a pesar de cierta colaboración20. Y si Stalin pudo tomar tan fácilmente las palancas de comando, es porque Lenin había de tal modo centralizado y dispuesto del aparato de represión contra sus propios camaradas de partido, que fue muy fácil para el dictador georgiano sucederle. Que un año antes de su muerte, dándose cuenta de lo que Stalin iba a traer, sobre todo, porque al mismo tiempo veía cada ves hasta que punto el Estado se volvía “repugnante”, había escrito el “testamento” en el cual ponía en guardia contra la “brutalidad” de su hijo espiritual y alababa, sin mucho entusiasmo, los meritos de Trotsky —no entendemos con ello defender a este, que valió mas que Lenin hasta el momento en que se le unió—, eso no atenúa en nada su responsabilidad histórica.
Eso no cambia nada en la instauración del régimen staliniano que había preparado ampliamente. Pues aquellos que sabían , los que saben lo que era el régimen leninista, lo que en el mismo era el carácter policial, la sofocación burocrática, liberticida, perseguidora, la inepcia organizativa (aparte la que concernía a la policía), la inmoralidad administrativa, esos, entre quienes estoy, dicen que Stalin no invento nada (aparte los procesos de Moscú), que esencialmente todo el stalinismo se encontraba en el leninismo.
Hay mas: un estudio profundizado mostraría cuantas semejanzas psicológicas caracterizaban a los dos hombres. En Lenin, la voluntad de dominación fue siempre el principal resorte de sus actitudes, y en las polémicas, en las disputas, en las terribles luchas intestinas del partido social-demócrata ruso, incluso antes de que fuera consagrada la ruptura entre la fracción bolchevique y aquella que se llamo menchevique, todos los procedimientos —las pillerías, las trampas, las violaciones de la palabra dada— eran buenos. Desde el momento en que no se estaba de acuerdo con el, se era contrarrevolucionario y enemigo del proletariado, y declaraba ante un tribunal del partido, en un proceso de orden moral que le hacían a la ves los mencheviques y la mayoría de su fracción bolchevique que “es un deber destruir, por todos los medios, a aquellos que son los enemigos del proletariado”.
Esta actitud, que observo siempre, ¿no es ya la del stalinismo? Es cierto que no se esta todavía ante el exterminio de los camaradas de partido. Pero le abre camino, pues en buena lógica es justo y necesario que los traidores sean ejecutados.
Lenin, repitámoslo, no fue tan lejos. Pero había dado un paso considerable en ese camino mediante la exterminación de los socialistas revolucionarios de izquierda y de derecha, de los anarquistas, de los mencheviques que en ciertos puntos ofrecían mucho mas garantía a las practicas de socialización y de respeto de la libertad ( hacia los sindicatos y los soviets, por ejemplo). Que la practica de tal masacre se haya extendido después a las luchas de fracciones entre bolcheviques, es solo un desarrollo de lo que preexistía. Es por lo demás muy útil observar que es en el terreno de la practica de las “ex” o expropiaciones que carcomían el partido social-demócrata y las cuales toda la fracción menchevique y la mayoría de la fracción bolchevique terminaron por levantarse, que Lenin y Stalin coincidieron y fraternizaron. Lenin acepto en principio renunciar, en el congreso de Estocolmo de 1907, a esta practica que desmoralizaba todo y le aseguraba recursos con los cuales luchaba no solo contra el régimen zarista, sino también contra las otras fracciones revolucionarias. Pero después de haber aceptado tal renuncia, se apuró a poner en pie una organización secreta de combate que continuo las “ex”que la gran mayoría de los socialistas-demócratas denunciaba, asi como las personalidades mas salientes de la internacional socialista, como Kautski y Rosa Luxemburgo. Y fue a Stalin a quien encargo de dirigir, particularmente en el Cáucaso, esa actividad secreta. He ahí las razones de los primeros contactos, de las primeras afinidades entre los dos hombres. Lenin eligió después a Stalin, en el comité central del partido social-demócrata (eso pasaba en 1912), y como Stalin acepto ser un instrumento voluntariamente dócil, le hizo escribir un libro sobre el problema de las nacionalidades, que dio a su sucesor un cierto carácter de teórico.
Si se busca con que otros hombres, o con que hombres tenia, incluso en otros terrenos, afinidades equivalentes a las que existían entre Stalin y Lenin, creo que no se los puede encontrar. Ni Trotsky, ni Zinoviev, ni Kamenev, ni Bujarin, ni Martiv, ni Plejanov, ofrecen tal grado de similitud. Por su voluntad de dominar a todo precio y sin que nada lo detenga, Stalin era el digno sucesor de Lenin. La única diferencia consistía en que este ultimo, mucho mas informado de las teorías socialistas, tenia a veces sobresaltos críticos que no le impedían continuar en la pendiente fatal en que se había lanzado.
1.– yo había ido a Moscú como delegado de la Confederación Nacional del Trabajo española, para tomar parte en la fundación
de una internacional sindicalista revolucionaria.
2.– entre los mas capaces del anarquismo ruso.
3.– Malatesta, Lugui Fabbri, Sebastián Faure, Rudolf Rocker, Bertoni, Emma Goldman, A. Berkman, entre los mas conocidos,
Pierre Ramus, Volin y otros habían combatido la guerra y eran enemigos del bolchevismo.
4.-Sirolle, delegado libertario francés, de vuelta a Paris, contestaba a camaradas que le reprochaban el no haber intervenido durante esa discusión: ¿qué quieres?, hay que cuidar el pellejo”.
5.– el politburó era el buró político.
6.– entre ellos, los “buzones”. Los buzones eran pequeños cuartos, tapizados de corcho, que siendo herméticamente cerrados no dejaban entrar el aire. Allí se encerraba a un hombre, o a una mujer, durante cierto numero de horas, y se lo sacaba en un estado tal que firmaba todas las acusaciones que se le exigía.
7.– sobre 715 asientos, los socialistas revolucionarios obtuvieron 412, los bolcheviques 158. La mayoría de la Asamblea era, pues, adicta a las soluciones socialistas.
8.– Sobre 715 asientos, los socialistas revolucionarios obtuvieron 412, los bolcheviques 158. La mayoría de la Asamblea era, pues, adicta a las soluciones socialistas.
9.– Tal frase no fue en realidad lanzada originalmente por los bolcheviques, sino que la retomaron de los anarquistas, que por ese entonces, eran una minoría, comparados con los bolcheviques. Pero la influencia anarquista aumentaría muchísimo posteriormente con los movimientos insurreccionales anti-bolcheviques de Kronstadt y Ucrania. (nota del grupo editor)
10.– Observemos que los bolcheviques no tenían por entonces programa agrario. Su tendencia (semejante a la de los socialistas revolucionarios) había sido la nacionalización por el Estado; los mencheviques, con Plejanov, preconizaban la “municipalización” de las tierras. Pero los campesinos se dividían las grandes propiedades; entonces, para no disgustarlos y atraerlos, los bolcheviques adoptaron la formula neutra “¡La tierra para quienes la trabajan!”, lo que implicaba el reconocimiento de la multiplicación de las pequeñas propiedades. Oportunismo, siempre.
11.– Sin duda Lenin calcula que seria después mas fácil arrancarle el poder a los soviets que a un gobierno socialista revolucionario.
12.– Evidentemente, tal argumento se vuelve una flagrante contradicción, al querer desaparecer al Estado ¡imponiendo otro Estado! Esto hace pensar que, o, ni Lenin, ni Marx, ni Engels, comprendían nada de revolución, o que, tales escritos solo eran una mascara para subir al poder engañando y masacrando al mismo tiempo, al pueblo que decían querer defender. ¡El marxismo es una antinomia en toda su esencia!. (nota del grupo editor)
13.– Sin duda Lenin pensaba, con Marx, que no había que ocuparse de las “recetas para las marmitas de la sociedad futura”.
14.– He aquí, por lo demás, cual era la doctrina difundida por Lenin, después del congreso celebrado en Estocolmo por el partido social- demócrata en el que, en 1906, se había discutido sobre los soviets aparecidos un año antes en Rusia: “El partido no ha renunciado nunca a su intervención de servirse de ciertas organizaciones que le eran extrañas, tales como los soviets, a fin de extender la influencia de los social-demócratas sobre la clase obrera. Al mismo tiempo las organizaciones social-demócratas deben recordar que si el trabajo social-demócrata es organizado como conviene de modo amplio entre las masas, tales instituciones pueden prácticamente volverse superfluas”.
15.– Observemos con que facilidad Lenin trataba de oportunistas, de traidores, de contrarrevolucionarios, etc., a quienes estaban en desacuerdo con el.
16.– El obrero de Petrogrado, 2 de junio de 1918.
17.– Y dijo mas. En sus obras escogidas de Lenin, tomo dos se lee: “La alternativa (y esta es la ultima política posible y la única razonable) es no tratar de prohibir o de obstaculizar completamente el desarrollo del capitalismo, sino intentar orientarlo por el canal del capitalismo de Estado. Esto es económicamente posible, pues el capitalismo de Estado existe —en una u otra forma, en uno u otro grado— dondequiera que haya elementos de comercio libre y capitalismo en general”. Es decir, Lenin ponía las puertas abiertas al capitalismo. Nosotros sabemos, por lo contrario, que donde hay capitalismo no hay libertad de comercio sino una larga cadena de opresión económica (nota del grupo editor)
18.– Vemos cómo los bolcheviques y su jefe supremo aumentaron rápidamente sus efectivos, y de lo que estaban compuestos aquellos que hicieron la ley en los campos, contra los campesinos y los revolucionarios no leninistas. Trotsky incorporo a los militares, no por convicción sino por profesionalismo, al ejercito estatal existente, como Tujachevski, oficial zarista, o Brusilov, de las glorias del ejercito ruso. Naturalmente, el primero de los dos puso toda su ciencia y su técnica de masacre para, bajo las ordenes de Trotsky, aplastar a los insurgentes de Kronstadt.
19.– Lenin quería atraer a los técnicos ofreciéndoles una situación de privilegiados. Interpretación materialista de la historia
20.-hubo siempre divergencias entre Lenin y Trotsky, aunque las mismas no estallaron a la luz del día. Y fue Lenin quien se impuso.]].
Articulo tomado de la revista “RECONSTRUIR” Bs. As. 1970. Busqué referencia de la misma, encontré esto, y lo publico:
REVISTA
RECONSTRUIR,...
1. Tierranarquista: Las matanzas de anarquistas en la Revolución ...
Texto artículo sobre el poder bolchevique,...
EL PODER ANARQUISTA EN LA REVOLUCION RUSA, TITULÉ ASÍ EN INTERNET Y APARECIÓ ESTO:
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La
revolución rusa
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En
las últimas décadas del siglo XIX, el abismo existente entre el zar Alejandro
III, defensor del absolutismo bizantino de sus antepasados, y la clase
cultivada se había agravado hasta tal punto que la lucha contra el zarismo
había llegado a ser, entre los rusos cultos, un deber y un honor. La oposición
política y el movimiento revolucionario crecían bajo el empuje de una
"intelligentsia" que hacía acólitos en las escuelas, en las fábricas,
los periódicos y las oficinas. Seis años después de la muerte de su antecesor,
Alejandro II, precisamente el 1 de marzo de 1887, un grupo de jóvenes
nihilistas intentó acabar con la vida del zar. El atentado fracasó y los
terroristas fueron apresados. Entre los condenados a muerte figuraba Alexander
Uliánov, el hermano mayor del futuro Lenin. Al enterarse por la prensa de que
el grupo había sido ahorcado en San Petersburgo, el muchacho recibió una
impresión indeleble, que con el tiempo se transformaría en la más firme y
decidida oposición al zarismo. Pero ya entonces, con la lucidez de un
visionario, resumía la situación en esta frase de condena a los métodos del
terrorismo individual: «Nosotros no iremos por esta vía. No es la buena».
En el camino de la revolución
Vladímir
llich Uliánov, conocido como Lenin, nació el 22 de abril de 1870, en el seno de
una familia típica de la intelectualidad rusa de fines del siglo XIX. Era el
cuarto de los seis hijos habidos por llia Uliánov y María Alexandrovna Blank,
quienes se habían establecido el año anterior a su nacimiento en Simbirsk, una
ciudad de provincias pobre y atrasada, a orillas del Volga. El padre, un
inspector de primera enseñanza, compartía las ideas de los demócratas
revolucionarios de 1860 y se había consagrado a la educación popular,
participando de la vida de los campesinos rusos confinados en la miseria y la
ignorancia. La madre, de ascendencia alemana, amaba la música y seguía de cerca
las actividades escolares de sus hijos. Por su carácter apacible y tierno
-jamás imponía castigos ni levantaba la voz-, despertó en los suyos un amor
rayano en la adoración.
El
ambiente estudioso de la casa, donde no faltaba una buena biblioteca,
propiciaba el desarrollo del sentido del deber y la disciplina. Vladímir seguía
el ejemplo de su hermano mayor, era un muchacho perseverante y tenaz, un alumno
asiduo y metódico que obtenía las mejores notas y destacaba en el ajedrez. A
los catorce años comenzó a leer libros «prohibidos» -Rusia vivía entonces bajo
la más negra represión y la lectura de los grandes demócratas era considerada
un delito-.
Cuando
Alexander fue ahorcado, al año siguiente de que muriera el padre, la familia
debió trasladarse a la fuerza a la aldea de Kokuchkino, cerca de Kazán. En esa
época Vladímir abandonó la religión, pues, como diría más adelante, la suerte
de su hermano le «había marcado el destino a seguir». En Kazán inició sus estudios
de derecho en la universidad imperial, uno de los focos de mayor oposición al
régimen autocrático. El mismo año de su ingreso, 1887, Vladímir fue detenido
por participar en una manifestación de protesta contra el zar. Cuando uno de
los policías que lo custodiaban le preguntó por qué se mezclaba en esas
revueltas, por qué se daba cabezazos contra un muro, su respuesta fue: «Sí, es
un muro, cierto, pero con un puntapié se vendrá abajo».
Lenin (Óleo de Brodsky)
Expulsado
de la universidad, se dedicó por entero a las teorías revolucionarias, comenzó
a estudiar las obras de Marx y Engels directamente del alemán, y leyó por
primera vez El capital,
lectura decisiva para su adhesión al marxismo ortodoxo. Ya en sus primeros
escritos defendió el marxismo frente a las teorías de los
"naródniki", los populistas rusos. En mayo de 1889 la familia se
trasladó a la provincia de Samara, donde, después de muchas peticiones, Lenin
obtuvo la autorización para examinarse en leyes como alumno libre. Tres años
después se graduó con las más altas calificaciones y comenzó a ejercer la
abogacía entre artesanos y campesinos pobres.
Ya
en esa época, en el grupo marxista del que formaba parte le decían el Viejo por
su vasta erudición y su frente socrática, precozmente calva. El rostro de corte
algo mongólico, con los pómulos anchos y los ojos de tártaro, entrecerrados e
irónicos, el porte robusto y el poderoso cuello le daban el aspecto de un
campesino. Abogado sin pleitos, Lenin se inscribió en las listas de
instructores de círculos obreros, llamados «universidades democráticas».
Organizó bibliotecas, programas de estudio y cajas de ayuda con el objetivo de
enseñar los métodos de la lucha revolucionaria, para formar así cuadros
obreros, propagandistas y organizadores de círculos socialdemócratas, con miras
a la formación de un futuro partido. Para ello necesitaba contar con el apoyo
de los grupos marxistas emigrados, dirigidos por Grigori Plejánov, y en abril
de 1895 viajó al extranjero, decidido a estudiar el movimiento obrero de
Occidente. Pasó unas semanas en Suiza, luego visitó Berlín y París, donde tuvo
como interlocutores a Karl Liebknecht y Paul Lafargue.
Al
regresar, fue detenido con su futuro rival Julij Martov por la Ochrana, la
policía secreta del zar. En la cárcel, Lenin rápidamente se puso a trabajar. Se
comunicaba con el exterior a través de su hermana Ana y de Nadezda Krupskáia,
una estudiante adherida al círculo marxista, que, para poder visitarlo en la
prisión, había declarado ser su novia. Más tarde, en 1898, un año después de
que fuera deportado a la Siberia meridional, cerca de la frontera con China,
contrajo matrimonio con Nadezda en una ceremonia religiosa.
En
el destierro, la pareja llevó una vida ordenada, sin sobresaltos, que le
permitió a Lenin terminar de redactar su primera obra fundamental, El
desarrollo del capitalismo en Rusia,
en la que sostiene que el país semifeudal avanza decididamente hacia el
capitalismo industrial.
En el exilio
Después
de casi mil días en Siberia, a poco de comenzar el siglo y con treinta años de
edad, Lenin comenzaba su primer exilio en Suiza. Allí, reunido con Martov, puso
en marcha un proyecto largamente acariciado: la publicación de un periódico
socialdemócrata de alcance nacional. El primer número de Iskra (La Chispa) vio
la luz el 21 de diciembre de 1900, con un editorial de Lenin encabezando la
primera página. En sus andanzas, entre Munich y Ginebra, fue en esta época
cuando se convirtió en el líder de los marxistas rusos, sobre todo después de
la publicación del libro ¿Qué hacer?,
una de sus obras más importantes, en la que reclamaba la necesidad de una
organización de revolucionarios profesionales y sintetizaba la idea del partido
como vanguardia de la clase obrera.
Fue
justamente la polémica desatada en torno a cómo estructurar el partido lo que
provocó profundas divergencias en el 11 Congreso del Partido Obrero
Socialdemócrata Ruso inaugurado por Plejánov en julio de 1903. En él se consumó
la ruptura entre Martov y Lenin. Desde entonces los partidarios de este último
se llamaron «bolcheviques», por mayoría frente al grupo de los «mencheviques»,
minoritarios. Y desde entonces el partido de cuadros profesionales,
centralizado y disciplinado, fue el pilar básico del bolchevismo.
La
revolución de 1905, que había estallado en San Petersburgo tras el «domingo
sangriento» en que las tropas del zar dispararon sobre manifestantes
indefensos, causando más de mil muertos y cinco mil heridos, sorprendió a Lenin
en Suiza. La presión de las masas obligó al decadente régimen zarista a hacer
algunas concesiones liberales: ahora los bolcheviques actuaban en la legalidad,
y ello permitió a Lenin regresar a Rusia en octubre de ese año para ponerse al
frente de sus partidarios. Pero las esperanzas de que se produjeran nuevos
levantamientos no se concretaron y, ante los intentos de la policía por
detenerle, a fines del verano siguiente, Lenin huyó a Finlandia. El proceso
insurreccional había sido un fracaso y el gobierno de los zares volvía a
endurecer sus métodos, hasta liquidar totalmente las conquistas logradas por la
revolución. Sumida en el pesimismo y las rencillas internas, la fracción
bolchevique se resintió con la derrota, hasta tal punto que viejos militantes
la abandonaron.
Huyendo
de la policía, Lenin pasó de Finlandia a Ginebra, donde comenzó su segundo
exilio, que habría de prolongarse hasta 1917. En aquella época hicieron su
aparición el insomnio y los dolores de cabeza que habrían de perseguirle por el
resto de sus días. La vida errante de los exiliados lo llevó a París, donde él
y Nadezda soportaron duras estrecheces económicas que les obligaban a dar
clases o a escribir reseñas para ganar algo de dinero, en medio de una serie de
dificultades. La dureza de aquellos días en la capital francesa se vio en parte
aliviada por la presencia de Inés Armand, una militante parisiense, inteligente
y feminista, a la que se dice le unió un profundo amor. Fruto de su segundo
exilio es la obra publicada en 1909, Materialismo
y empiriocriticismo, en la que Lenin expone sus reflexiones
filosóficas fundamentales, en un intento de culminar la teoría del conocimiento
marxista.
Pasada
la etapa de la más dura reacción, que se extendió hasta 1911, comenzaron a
llegar noticias alentadoras de San Petersburgo. Una huelga iniciada en los
yacimientos del Lena fue bárbaramente reprimida con centenares de muertos, lo
que originó un gran descontento y una huelga general. Lenin presentía que se
acercaba una ola de efervescencia revolucionaria y abandonó París en junio de
1912 para instalarse más cerca de sus partidarios, en Cracovia. Allí le
visitaban los diputados bolcheviques para informarle sobre la situación interna
y pedirle instrucciones. En marzo de ese mismo año había aparecido el primer
número de Pravda (La Verdad), diario obrero que Lenin dirigía desde el exterior
y que pronto gozó de una gran difusión. Así, mientras las grandes potencias
ultimaban sus preparativos para la primera conflagración mundial, entre los
proletarios rusos crecía la influencia de Lenin.
El
estallido de la Primera Guerra Mundial supuso un giro decisivo en la historia
del socialismo. Lenin, que había confiado en la socialdemocracia alemana,
cuando se enteró de que los diputados alemanes -y también franceses- votaban
unánimemente a favor de los créditos de guerra para sus respectivos países, de
inmediato denunció la traición. Para Lenin, la guerra no era más que una
«conflagración burguesa, imperialista y dinástica... una lucha por los mercados
y una rapiña de los países extranjeros». El socialismo occidental, acaudillado
por los revisionistas alemanes, había pasado a una evidente colaboración con la
democracia burguesa, y por ende, el movimiento internacional estaba roto. Era
necesario preparar una conferencia de los socialistas que se oponían al
conflicto bélico, para impugnar definitivamente al sector revisionista.
El
encuentro se celebró en Zimmerwald, en septiembre de 1915, y en él Lenin
intentó sin éxito convencer a los representantes de que adoptaran la consigna:
«Transformar la guerra imperialista en guerra civil». Fue en este período de
defección de los líderes políticos y de desconcierto para los obreros
socialistas, cuando el revolucionario ruso, que hasta entonces era poco
conocido fuera de los círculos marxistas de su país, se convirtió en una
primera figura internacional. En sus manos, la doctrina marxista recuperó su
sentido transformador y su fuerza revolucionaria, como se ve en la obra escrita
durante el período bélico, El imperialismo, fase superior del capitalismo, donde usa las herramientas del análisis económico
marxista para probar que la revolución, a diferencia de lo que postulaban Marx
y Engels, también es posible en países atrasados como Rusia.
La Revolución de Octubre
El
cansancio y el derrotismo general en las naciones beligerantes a comienzos de
1917 desembocó en el imperio de los zares en un amplio movimiento
revolucionario que, al grito de «¡Viva la libertad y el pueblo!», ganó las
principales ciudades. Los trabajadores de Petrogrado se organizaron en soviets,
o consejos de obreros, y la guarnición de la ciudad, encabezada por los mismos
regimientos de la guardia imperial, se sumó en masa al movimiento. Sin que
nadie se atreviera a defenderlo, en la semana del 8 al 15 de marzo el régimen
zarista sucumbía para ser reemplazado por un gobierno provisional formado por partidos
pertenecientes a la burguesía y apoyado por el soviet de Petrogrado,...,
A
través de Pravda, Lenin publicaba sus «Cartas desde el exilio», con
instrucciones para avanzar en la revolución, aniquilando de raíz la vieja
maquinaria del Estado. Ejército, policía y burocracia debían ser sustituidos
por «una organización emanada del conjunto del pueblo armado que comprenda sin
excepción todos sus miembros». Un mes después de la abdicación del zar, en
abril de 1917, Lenin llegaba a la estación Finlandia de Petrogrado, tras
atravesar Alemania en un vagón blindado proporcionado por el estado mayor
alemán. A pesar de las disputas políticas que originó su negociación con el
gobierno del káiser, Lenin fue recibido en la capital rusa por una multitud
entusiasta que le dio la bienvenida como a un héroe. Pero el jefe de los
bolcheviques no se comprometió con el gobierno provisional y, por el contrario,
terminó su discurso de la estación con un desafiante «¡Viva la revolución
socialista internacional!».
Muchos
de sus camaradas habían aceptado la autoridad de dicho gobierno, al que Lenin
calificaba de «imperialista y burgués», acercándose así a las corrientes
izquierdistas de la clase obrera, cada vez más radicalizadas, y con el apoyo de
un importante aliado, Trotski. A pesar de que los bolcheviques aún constituían
una minoría dentro de los soviets, Lenin lanzó entonces la consigna: «Todo el
poder para los soviets», pese al evidente desinterés de los mencheviques y los
socialistas revolucionarios por tomar tal poder.
Para
hacer frente a la presunta amenaza de un golpe de estado por parte de los
seguidores de Lenin, en el mes de julio la presidencia del gobierno provisional
pasó a manos de un hombre fuerte, Kerenski, en sustitución del príncipe Lvov.
Al cabo de unos días aquél ordenó que le detuvieran y Lenin se vio obligado a
huir a Finlandia: cruzó la frontera como fogonero de una locomotora, sin barba
y con peluca, y se estableció en Helsingfors. Fue ésta su última etapa de
clandestinidad, que habría de durar tres meses. En ellos escribió la obra que
con el tiempo sería calificada de utopía leninista, El
Estado y la revolución, por su concepción del Estado como
aparato de dominación burguesa, destinado a desaparecer tras la etapa
transitoria de la dictadura del proletariado y el advenimiento del comunismo.
A
medida que la situación interna se agravaba, Lenin desde el exterior urgía al
partido a preparar la sublevación armada: «El gobierno se tambalea, hay que
asestarle el golpe de gracia cueste lo que cueste». Ya los bolcheviques
controlaban el soviet de Moscú y el de Petrogrado estaba bajo la presidencia de
Trotski, cuando, el 2 de octubre, Lenin volvió a entrar clandestinamente en la
capital rusa. Cuatro días más tarde se presentaba disfrazado en el cuartel
general del partido para dirigir el alzamiento. El día 7 estallaba la
insurrección y las masas asaltaban el palacio de Invierno. Según escribe
Trotski, Lenin se dio cuenta entonces de que la revolución había vencido, y
sonriendo le dijo: «El paso de la clandestinidad, con su eterno vagabundeo, al
poder es demasiado brusco, te marea». Y ése fue su único comentario personal
antes de volver a las tareas cotidianas. Al día siguiente era nombrado jefe de
gobierno y lanzaba su famosa proclama a los ciudadanos de Rusia, a los obreros,
soldados, campesinos, ratificando los grandes objetivos fijados por la
revolución: construir el socialismo en el marco de la revolución mundial y
superar el atraso de Rusia.
La
revolución había llegado al poder, pero ahora había que salvarla, y la tarea
más urgente para ello, según Lenin, era firmar la paz inmediata. El Tratado de
Brest-Litovsk, signado por Trotski el 3 de marzo de 1918, concertó la paz
unilateral de Rusia con Alemania, Austria-Hungría, Bulgaria y Turquía. El
tratado ahondó aún más las divergencias con los socialistas revolucionarios
-que en agosto atentaron contra la vida de Lenin-, y contribuyó a intensificar
la decisión de las fuerzas contrarrevolucionarias para derribar al nuevo
gobierno con el apoyo de los países aliados, especialmente Francia y Estados
Unidos. Durante dos años, entre 1918 y 1920, la guerra civil condujo al
gobierno soviético al borde del desastre; por último, el ejército de los
contrarrevolucionarios, los «blancos», conducido por antiguos generales zaristas,
fue derrotado por el Ejército Rojo, formado por campesinos y obreros y dirigido
por Trotski. Pero el país quedó devastado, la economía maltrecha y el hambre se
enseñoreó de grandes regiones. El reto más grande de la revolución pasó a ser
entonces la reconstrucción económica de Rusia, tarea que Lenin se propuso
encarar a través de la NEP (nueva política económica), que detuvo las
expropiaciones campesinas y supuso una apertura hacia una economía de mercado
bajo control.
Pese
a las dificultades de la guerra civil, Lenin concretó en 1919 su viejo sueño de
fundar una nueva Internacional. En su opinión, el destino de Rusia dependía de
la revolución mundial, y en especial del futuro del movimiento llevado adelante
en Alemania por los espartaquistas. El 2 de marzo de 1919, en Moscú, inauguró
el Primer Congreso de la III Internacional, invocando a los líderes del
comunismo alemán asesinados: Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg. La Comintern
elevó el comunismo ruso a la categoría de modelo a imitar por todos los países
comunistas del mundo y, al defender los movimientos de liberación nacional de
los pueblos coloniales y semicoloniales de Asia, logró ampliar enormemente el
número de aliados de la Revolución soviética.
A
finales de 1921, la salud de Lenin se vio gravemente afectada: sufría de
insomnios progresivamente acusados y sus dolores de cabeza eran cada vez más
frecuentes. En marzo del año siguiente asistió por última vez a un congreso del
partido, en el que fue elegido Stalin secretario general de la organización. Al
mes siguiente se le intervenía quirúrgicamente para extraerle las balas que
continuaban alojadas en su cuerpo desde el atentado sufrido en 1918. Si bien se
recuperó rápidamente de la operación, pocas semanas después sufrió un serio
ataque que, por un tiempo, le impidió el habla y el movimiento de las
extremidades derechas. En junio su salud mejoró parcialmente y dirigió la
formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Pero en diciembre
sufrió un segundo ataque de apoplejía que le impidió cualquier posibilidad de
influir en la política práctica. Aun así, tuvo la fuerza de dictar varias
cartas, entre ellas su llamado «testamento» en la que expresa su gran temor
ante la lucha por el poder entablada entre Trotski y Stalin en el seno del
partido. El 21 de enero de 1924 una hemorragia cerebral acabó con su vida. El
hombre que detestaba el culto a la personalidad y abominaba de la religión fue
embalsamado y depositado en un rico mausoleo de la plaza Roja. La lucha contra
el Lenin de carne y hueso no había hecho más que comenzar.
Gastón Leval. Gaston Leval ( Wikipedia)
Gaston Leval, de nombre original Robert Pillar
(octubre 20, 1895 - abril 8, 1978), fue un anarcosindicalista francés, combatiente e historiador de la revolución social española. Hijo de un comunardo francés, Leval huyó a España en 1915 para evadir el servicio militar. Una vez allí ingresó
al sindicato anarquista CNT. Leval se retiró a Argentina durante la dictadura de Primo de Rivera, donde viviría de 1923 a 1936, retornando a España para documentar la
revolución y las colectividades anarquistas urbanas y rurales.
Propone una "interpretación libertaria de la
historia" herramienta propia del anarquista, que para él debía hacer
contrapeso al materialismo histórico marxista. Leval iniciaría una revisión
sobre los grandes problemas que plantea el anarquismo, rechazando encuadrar a
éste dentro de esquemas cerrados, y alejándose de interpretaciones simplistas.
Leval plantea el hecho de que la revolución es algo serio y que no se puede
seguir improvisando la reconstrucción social con romanticismo; es necesario
entonces un plan constructivo partiendo de las realidades sociales.1
Parte de una doble desconfianza, frente a la pretensión de trazar criterios
rígidos para la revolución y frente al no menos peligroso desconocimiento de
sus problemas. [...] Por eso, entiendo que hoy no se debe escribir
abstractamente, ni hacer novela revolucionaria, con programas o moldes que son
panaceas universales imposibles que corren el peligro de impregnar de falsos
conceptos a quienes en ellos se fían. Es quizás más difícil trabajar sobre la
realidad, pero es seguramente más provechoso.
Gaston Leval
Notas
1. Jump up↑ Concepciones constructivas del socialismo libertario, por Gaston Leval
Véase también
·
El Estado en la historia
·
Anarquismo en Francia
·
Gaston Leval, el eterno encanto de la anarquía
·
Análisis de libro Colectividades libertarias de Gaston Leval, por Frank Mintz
·
Carta de Gaston Leval
·
Concepciones constructivas del socialismo libertario, por Gaston Leval
PROLOGO:
El pensamiento socialista, que había nacido de una búsqueda de relaciones sociales alternativas a las establecidas por el capitalismo, tuvo que enfrentarse desde un comienzo con la dificultad proveniente de su originaria y constitutiva experiencia critica. En efecto, engendrado al calor de la critica a las formas burguesas, se vio en la necesidad de lanzarse a la obtención de una praxis que le permitiera constituirse como fuerza social. El problema era, entonces, precisar hasta que punto la adecuación de los contenidos ideológicos eminentemente críticos con respecto al capitalismo suponía la asunción de formas provenientes de este, inspiradas directamente por el.
El liberalismo había puesto en vigor una serie de mecanismos en virtud de los cuales pudiera desarrollarse la acción política dentro de un ámbito, el orden burgués, predeterminado. El socialismo debía optar entre aceptar las formas en que venia dado el juego político, aunque no forzosamente tenia que limitarse a ellas, o bien mantenerse al margen e impulsar sus propias formas de acción; fuese cual fuese la opción, comportaba una decisión ética. Si se optaba por la primera alternativa, la capacidad critica quedaba un tanto hipotecada en la medida en que en mayor o menor grado se participaba de las estructuras vigentes. Con ello, la moral de quienes se decidieran a llevar adelante una acción política strictu sensu se convertía en una moral de compromiso entre el rechazo y la aceptación, entre la critica y la apología. Mientras los fines ideológicos, que en tanto que fines siempre quedaban distanciados del azaroso reino del presente, podían mantenerse incólumes, los medios, sometidos al trepidante devenir político, se veían fuertemente sacudidos. Era de esperar, pues, que fuesen estos últimos quienes salieran mas mal parados del ambiente. Los fines quedaban fijados por la ideología en tanto que objetivos de los cuales no se desprendía mediación alguna que los conectara con el presente, con la acción. Por consiguiente, los medios se veían sometidos al flujo y reflujo de la política, desbordados por la actualidad, la realidad y los moralmente sospechosos vericuetos de la política. Por donde el contenido ético del socialismo quedaba disuelto en un magma de dictados, consignas, intereses, utilidades, pragmatismos... El principio jesuítico-maquiavélico del fin justifica los medios era el que, explicita o implícitamente, regia las acciones de los socialistas políticos. Luego, como se ha visto desde entonces hasta ahora, ha sido la política la que ha vencido al socialismo, el Estado ha sido el que se ha impuesto. El contenido critico que había hecho nacer al socialismo ha quedado relegado a ser un motivo mas de la demagogia. Quienes optaron por la segunda opción y mantuvieron al margen de las formas políticas que imponía el Estado, los socialistas libertarios, tuvieron que pasar por su propio vía crucis: la perdida de fuerza y presencia en la sociedad. No obstante, antes de que su triste eventualidad se cumpliera protagonizaron las experiencias de cambio social mas profundas, originales y encomiables de los últimos tiempos: La comuna de Paris, las revueltas campesinas en el campo italiano y andaluz, las colectividades ucranianas y, las de mayor relieve las colectivizaciones españolas. Luego vino la marginación. Empero, la revueltas que desde entonces se han venido produciendo han sido libertarias sin necesidad de que los militantes libertarios los impulsaran; y ello es asi por que lo libertario responde al anhelo de vivir en el máximo de libertad posible, de ahí que los húngaros de 1956, los checoslovacos de 1968, los estudiantes de la década de los años sesenta, los polacos de solidaridad... Actúen en libertario cuando luchan por liberarse del yugo que les somete y rechazan crear formas autoritarias que a su vez lo esclavicen de nuevo. Durante los momentos que se suceden después del derrocamiento de no importa cual forma de poder, y mientras el vació que este poder deja no ha sido todavía llenado por ningún otro tipo de poder a excepción de la libre asamblea, en esos momentos se esta produciendo la verdadera revolución libertaria.
La unión entre fines y medios que constituye al pensamiento libertario y que informa al conjunto de sus postulados lo ha apartado de la política y lo ha acercado a las experiencias liberadoras de toda laya que vienen produciéndose por doquier. Mientras que del socialismo político poco mas de lo que ya se ha visto cabe esperar, el socialismo libertario sigue siendo una alternativa al poder.
El camino recorrido por el marxismo lo ha llevado de ser un pensamiento critico anticapitalista a convertirse en ideología de estados totalitarios; de Marx y Engels a Lenin, Mao y castro. No obstante, contrariamente a como generalmente viene apuntándose, no es un problema de personalidades. No se trata de eximir al marxismo de desviaciones ni degeneraciones imputable a tal o cual político concreto. Por lo tanto, es absurdo recorrer el camino a la inversa, ir descendiendo y abandonando a Stalin, a Lenin...y mantener el conjunto del pensamiento marxista vigente, aunque eso si, mas puro. Por esa vía llegaríamos a Tales de Mileto. Lo sugerente, lo interesante es analizar al marxismo como ideología social desde el momento mismo en que queda configurada por Marx y Engels, y enjuiciarlo en relación a los grandes problemas sociales a los que pretendidamente de respuesta. Pronto se echara de ver que el marxismo carece de una profunda reflexión sobre el poder. Vivisecciona el capitalismo y se plantea rebasarlo, para ello se lanza a la conquista del poder. Pero carece de una critica a este, lo cual supone una tremenda limitación que queda brutalmente puesta de manifiesto cada ves que un partido comunista toma el poder. Sociedades feudales y capitalistas son “liberadas” del absolutismo y del parlamentarismo burgués y arrastradas al totalitarismo. Lo propio sucede en sus organizaciones, donde una compleja estructura jerárquica sirve como único modelo de relación humana entre sus miembros. Y eso ya ocurría en tiempos de la I Internacional, cuando Marx dirigía, anatemizaba, expulsaba y catequizaba a sus anchas, como buen leninista avant la lettre.
La influencia que la revolución rusa ejerció en los medios políticos del mundo entero fue considerable, hasta el punto de que incluso hoy —cuando son conocidos con el suficiente detalle el exterminio de toda iniciativa popular y del pueblo mismo llevado a cabo por los comunistas— sigue teniendo ascendencia entre las autodenominadas vanguardias revolucionarias.
Las primeras noticias sobre los acontecimientos revolucionarios de Rusia que se conocieron en el extranjero fueron a cogidas con gran entusiasmo e ilusión por parte de las organizaciones obreras. Tal fue el caso de la C.N.T española, la cual en un congreso celebrado en 1919, en Madrid, conocido como el congreso de la comedia (por haberse celebrado en los locales del teatro del mismo nombre) discutió con ahínco la postura que la central anarcosindicalista debía tomar ante los acontecimientos que venían sucediendo en Rusia. Hubo militantes partidarios del apoyo incondicional a la revolución, como Eusebio Carbo; otros, como Eleuterio quintanilla, manifestaron sus dudas sobre el nuevo gobierno bolchevique, mostrándose reticentes a todo apoyo que se le pudiera conceder; finalmente, se impuso la posición defendida principalmente por Salvador Seguí, según la cual no existían todavía informes suficientemente claros y coherentes sobre lo que sucedía en la tierra de Bakunin, de ahí que lo mas oportuno fuera enviar una comisión o un representante que observara directamente sobre el terreno cual era el curso de la revolución. Para ello se aprovecho la invitación a participar en el II congreso de la III internacional que patrocinaban los bolcheviques y cuya sede había de ser Moscú. En ángel pestaña recayó la misión de visitar el país de los soviets.
En 1920, cuando pestaña llego a Rusia, la revolución había sido ya sepultada. Los órganos de participación y gestación popular habían sido minimizados por los bolcheviques, cuando no aniquilados sin contemplaciones. Sindicatos, soviets, cooperativas, colectividades...todo ello se encontraba bajo el control directo y despótico del Estado. No había mas partido legal, como mas tarde reconocería cínicamente Bujarin, que el comunista; los demás estaban en la clandestinidad y sus militantes poblaban las cárceles y los campos de aislamiento, procedentes directos de los campos de concentración, que habían sido creados por orden expresa de Lenin en 1918; una contribución mas del comunismo a la historia de la humanidad.
La celebración misma del congreso de la III internacional fue una burda pantomima. Los turnos de palabras no eran respetados, se boicoteaban proposiciones que no interesaba que prosperaran, se manipulaba lo mas que se podía y se coaccionaba a los delegados. Todo un ejemplo de democracia popular.
A su regreso de Rusia, pestaña no pudo ni siquiera ponerse en contacto con sus compañeros. Nada mas llegar a la frontera española fue encarcelado en régimen de incomunicación total, que había de durar hasta 1922. Sin poder ver a nadie para que comunicara a la organización lo que había observado. Pestaña empezó a redactar sus impresiones en un estudio que a fines de 1981 —cuando la C.N.T ya había enviado otra delegación a Rusia— fue publicado con el titulo de informe de mi estancia en la U.R.R.S.2. Como quiera que la C.N.T desconocía la opinión de pestaña y que su vida orgánica sufría un serio descalabro debido a la fuerte represión que sobre ella se cernía, en un pleno clandestino, al que pocos militantes pudieron acudir, una serie de elementos pro marxistas que por aquel entonces se encontraban entre las filas de la confederación y ostentando cargos de responsabilidad en la región catalana, se auto nombraron como componentes de una segunda delegación que debería ir a la U.R.R.S. para participar en la fundación de la internacional sindical roja y en el III congreso de la tercera internacional. Enterados los grupos anarquistas de la celebración de este pleno y de los miembros marxistas que habían de representar a la C.N.T, consiguieron añadir a la comisión a Gastón Leval, anarquista de origen francés fincado en España. Asi, en mayo de 1921 partía para Rusia esta segunda delegación.
Gastón Leval era uno de los seudónimos, el mas utilizado y mas popular, del anarquista francés Pierre R. Piller. Hijo de un miembro de la Comuna de Paris, nació en la capital francesa el 20 de octubre de 1895. Su infancia, a consecuencia del trato despótico que le infringiera su madre, fue especialmente penosa, tal y como el mismo lo testimonia en infancia en cruz, Valencia, 1933, primera parte de su interesante autobiografía.
En 1914, al estallar la primera guerra mundial, se declaro desertor y huyo hacia el sur de Francia, desde donde pasaría a España en 1915. De antimilitarista a anarquista solo hay un paso, y Leval lo dio con decisión. En España estuvo deambulando por Barcelona, Zaragoza y Valencia principalmente, aprendiendo el castellano y participando en la redacción de diversas publicaciones ácratas. Como buen anarquista pronto conoció la cárcel, triste eventualidad de los militantes libertarios. Ocho meses de confinamiento repartidos entre Valencia y Barcelona. En 1921 era suficientemente conocido y querido en los medios anarquistas como para merecer la confianza que los grupos anarquistas depositaron en el al nombrarlo delegado para participar en los eventos que se organizaban en Rusia.
Después de su visita a la U.R.R.S, que queda explicada en los textos que aquí prologamos3, Leval, tras unos meses en Paris, regreso de nuevo a Barcelona, pero al no encontrar empleo en la capital catalana tuvo que ingeniárselas para poder ganarse la vida, asi pues, se agencio una cámara de fotografiar y en calidad de fotógrafo ambulante recorrió el norte de España hasta llegar a la Coruña, donde encontró trabajo como maestro en una escuela racionalista. Allí gozo de un pequeño respiro que le permitió casarse. Cuando la escuela fue clausurada a consecuencia de la represión que el dictador Primo de Rivera desencadeno contra el movimiento libertario, Gastón Leval, como un gallego mas, emprendió las rutas de la emigración y embarco rumbo a América.
Arribo al puerto de Montevideo, desde donde se traslado posteriormente a la Argentina. “Allí comienza una nueva vida—nos dice Paniagua—al llegar se encuentra con un movimiento anarquista muy dividido y enfrentado. La F.O.R.A, central sindical anarcosindicalista, sufre grandes lesiones en su seno. El grupo del diario la protesta, dirigido por Abad de Santillán y López Arango, por una parte, y el del diario la antorcha, por otra, rivalizan en la dirección del movimiento obrero. Comienzan las polémicas sobre el sindicalismo y el anarquismo y el papel de cada uno en las organizaciones proletarias. Leval se ve contrarrestado en sus opiniones al pretender adoptar una postura ecléctica entre unos u otros”4.
Después de muchas vicisitudes consigue por fin un empleo estable: se hace profesor de francés en un colegio de Rosario. En su tiempo libre se dedica, alentado por Luigi Fabbri, a escribir, participando en el debate que en España divide al movimiento libertario. Los problemas sobre la construcción del comunismo libertario son estudiados desde diversos puntos de vista por los principales teóricos del anarquismo español. Peiro, Santillán, Puente, Urales, etc, discuten en torno a las posibilidades constructivas del pensamiento libertario. Leval mantiene una postura intermedia entre el comunalismo de Puente y Urales y el sindicalismo de Peiro5. de esos años son sus obras: problemas económicos de la revolución social española, Valencia, 1933; le norme dello spirito riconstructivo, Filadelfia, 1933; el prófugo, Valencia, 1935 (segunda parte de su autobiografía); el mundo hacia el abismo, s.d. (¿1935?); conceptos económicos en el socialismo libertarios, Buenos Aires, 1935.
Tras el estallido de la guerra civil regreso a España en agosto de 1936. Se intereso especialmente por las experiencias revolucionarias que venían realizándose en la industria y el campo, y con el objeto de hacer un estudio pormenorizado de ello se dedico a recorrer las zonas colectivizadas. Fruto de ellos seria su importante contribución al estudio de la revolución española: Né franco, né Stalin. La collettivitá anarchica spagnola nella lotta contra franco e la reazione staliniana, Milán, 1955 (la ultima edición en castellano es la debida a la ED. Anatema, Madrid, 1976). Durante los años que duro la contienda escribió diversos folletos y dictó múltiples conferencias. Entre los trabajos mas importantes a destacar habremos de citar precisiones sobre el anarquismo, Barcelona, 1937. Se trata, a juicio de algunos críticos, de su obra teórica mas importante.
En 1938, cuando el fin de la guerra era próximo y la derrota inminente, Leval abandono España, dirigiéndose a su país natal, donde fue encarcelado; pero en 1940 logro escapar viviendo desde entonces clandestinamente hasta 1949, y luego dos años mas en Bélgica. Finalmente su viejo delito de desertor es amnistiado en 1951, pudiendo regresar a Francia donde se incorpora a las filas del anarquismo del país. En 1955 funda la revista bimensual cahiers de l´humanisme libertaire, que mantendrá hasta 1976. A comienzos de 1978 regresó de nuevo a España, su escenario revolucionario, muriendo poco después en Paris, el 16 de abril del mismo año. De sus últimos años son las siguientes publicaciones: socialistes libertaires, pourquoi? Paris, 1956; pratuque du socialisme libertaire, neuilly, 1959; génese et realite historique de l´Etat (edición española en ED. Zero, Bilbao, 1978); la falacia del marxismo, ED. Mexicanos unidos, México, 1967; L´humanisme libertaire, Paris, 1967; elements d´éthique moderne, Paris 1967; la pensée constructive de bakounine, Paris, 1967...
Lenin, el sepulturero de la revolución rusa es un trabajo publicado por Leval en su Propia revista en el numero correspondiente a mayo-junio de 1970. Aquí hemos reproducido la versión castellana que en su momento hiciera la redacción de la revista libertaria Argentina Reconstruir. Se trata de un texto de critica a la figura de Lenin, “El revolucionario por excelencia”. Leval nos revela sus impresiones tras la entrevista que tuvo con él. Nos lo presenta como un hombre amoral, de una insensibilidad absoluta, dominado por una voluntad frenética de poder...Años mas tarde, Alexandr solzhenitsin nos lo describía de una manera muy parecida enLenin en zurich, ED barral, Barcelona, 1976. En los anarquistas en prisión, el texto con el que completamos la presente publicación, recogido de la excelente antología de Daniel Guerin Ni dios ni amo, se incluye un pequeño retrato de Trotsky, el otro “artífice” de la revolución bolchevique. El denominador común en ambos personajes es la ausencia total de “prejuicios humanitaristas”. Dominados por la voluntad de gobernar, de ejercer el poder, han aprendido a desdeñar todo cuanto entorpezca el acto de autoridad, para que este sea puro y establezca una relación unívoca con aquel o aquellos a los que va dirigido, de manera que sea incontrastable. El sueño de todo dictador queda asi cumplido.
La revolución rusa gozó durante muchos años y, como decíamos al iniciar este prologo, sigue gozando de un alto prestigio. No obstante, los anarquistas la criticaron desde un buen comienzo. Algunos de los libertarios rusos decidieron colaborar con los bolcheviques, y les toco jugar un triste papel. Stalin acabo pagándoles con el fusilamiento. Tal fue el caso, por ejemplo, de Archinoff, quien tras escribir una obra excelente en vindicación del movimiento anarquista ruso, se paso a las filas stalinianas en vista de que sus propuestas de organización parabolchevique no tuvieron éxito entre los anarquistas. Otros llegaron, llevados de su deseo de colaborar con la dictadura, a ocupar puestos represivos de importancia en la dirección de los campos de concentración, como nos lo explica solzhenitsin en su archipiélago gulag. No obstante, una buena parte de los militantes anarquistas rusos se mantuvo al margen y en contra de la dictadura bolchevique y lucho en los sindicatos y los soviets para que el protagonismo obrero no fuera aniquilado. Se batieron en la huelgas de Petrogrado en 1921, en la comunidad de kronstandt del mismo año y principalmente en el movimiento Makhnovista. Posteriormente, cuando ya había sido derrotadas en todas partes las revueltas anti-bolcheviques, desde el exilio Volin dejaría un testimonio inquebrantable y de gran valor, la revolución desconocida, por el cual la lucha libertaria queda testimoniada. Otros no pudieron salir hacia el destierro y como el sabio Palchinsky, según nos cuenta solzhenitsin y en contra-partida con los colaboracionistas, fue ejecutado por Stalin por seguir siendo fiel a sus principios.
Gracias a la obra de Volin anteriormente citada, sabemos cual fue la lucha de los anarquistas en la Rusia revolucionaria. Volin supo, además, analizar con gran agudeza los acontecimientos. En su opinión no existe un corte entre Lenin y Stalin, al contrario, el primero es la condición de posibilidad del segundo. Una ves Lenin había sepultado la revolución—como dirá Leval—, pudo venir Stalin a reinar en la casa de los muertos. La revolución degenero desde el mismo momento en que institucionalicontrol. Luego, estas pasarán a controlar al pueblo. La vía estatista es emprendida por los bolcheviques, pero como el pueblo tenia el poder en sus manos, tuvo que arrebatárselo a este. Y esta es una gran lección para los revolucionarios: fueron los comunistas6 quienes acabaron con la revolución al someterla a sus dictados y convertir a la ingente población revolucionaria de activa a pasiva, de agente a paciente y, en el peor de los casos, en carne de campos de concentración siberianos. Luego, en las revoluciones posteriores se ha venido reproduciendo este mismo esquema. El comunismo ha seguido jugando el papel de vanguardia de la contrarrevolución al no aceptar el libre juego de democracia directa y autogestión que espontáneamente es creado por el pueblo cuando derroca al estado.
Esta es la tesis anarquista de interpretación de la revolución. Volin lo supo ver, Kropotkin, antes de morir en marzo de 1921, se lo dijo a Lenin; Emma Goldman y Alexander Berkman lo constataron en su estancia en la U.R.R.S; Rocker lo difundió en un temprano texto en el que planteaba una critica libertaria el curso que estaba tomando la revolución; Volin lo dejo sentado de una manera magistral en su obra. Los textos de Gastón Leval que siguen constituyen la aportación del militante anarquista francés a esta interpretación anarquista de la revolución rusa. Su estancia “en el lugar de los hechos”, su contacto con las altas personalidades, avalan su testimonio. Nos ofrece una descripción psicológica de Lenin que contradice las versiones interpretativas de su figura claramente apologéticas. El “faro de la humanidad” no era mas que un hábil caudillo dominado por la pasión de mandar y dotado de la eficacia de no tener la mas mínima inquietud por las consecuencias humanitarias que sus irrevocables decisiones pudieran acarrear. solo asi podía sentirse lo suficientemente autorizado por su ideología para estar por encima de la humanidad y desde arriba poder gobernarla a su antojo. Lo cual no es nada nuevo, ya que es un sentimiento compartido siempre por todos los ambiciosos de poder, se hallen al frente de una tribu, una horda, un ejercito o un partido.
.....El largo camino recorrido por el marxismo desde los primeros escritos del joven Marx hasta la ocupación de Afganistán por las tropas imperiales soviéticas conduce de un pensamiento critico que se cree llamado a redimir a las sociedad de la injusticia, a una ideología totalitaria fundamentadota de los campos de concentración y de sus sesenta millones de victimas uno mas de los logros del socialismo. Algo debe de haber en los textos de Marx, en algún rincón de sus escritos, cuando el mismo sentía vibrar en su pluma ese mismo sentido de superioridad que le llevaría a buscar la hegemonía ideológica y a cometer toda clase de arbitrariedades para hacerse con el poder en la I internacional; tal ves de allí arranca la historia del gulag. Y todo por invertir a la ideología de santos poderes, de ciencia infusa, por considerarla la portavoz de la verdad, cuando en la vía social no puede existir una verdad, porque eso conduce a la dictadura de aquel que crea poseerla. La resolución de los problemas sociales ha de ser siempre comunitaria. Los implicados, por si mismos, con el asesoramiento que se crea oportuno, pero nunca con vasallajes, son los indicados para acceder a la producción de sus problemas. El camino de la libertad es el de aprender a convivir sin preeminencias.
Ignacio de Llorens
1.-Marx, se sintió superior y fuerte; considero aquella grande y poderosa asociación como cosa suya; se creyó obligado a ser autoritario por necesidad y quizá hasta por buena fe, porque se juzgó el único capaz de dirigir el pensamiento y la acción de aquella aglomeración de hombres, y sin reparar que de ese modo incurría en la contradicción de negar el aforismo <<la emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos>> de que era autor, y que el proletariado conciente ha hecho suyo, proclamándolo en todos los idiomas de la civilización moderna, se empequeñeció hasta obrar por envidia y despecho. Siguieron a Marx, todos los que, considerándose mas inteligentes y activos que los trabajadores, que eran como átomos de la masa, se creyeron con la misión de definir, propagar, administrar y dirigir. De ellos salieron el socialismo practico, el socialismo científico, , los partidos obreros, el parlamentarismo, el señuelo-trampa para cazar electores, los Jefes y toda la califa de desviadores. Bakunin confió en la libertad y en su propia energía. Incapaz de crear una fuerza como la representada por la internacional, viendo su objetivo revolucionario, se adhirió a ella y aplico su criterio eminentemente ácrata a combatir el autoritarismo, la reglamentación y la sumisión en ella dominantes. (nota del grupo editor; texto tomado de: el proletariado militante de Anselmo Lorenzo).
2.-Ultima edición en castellano en ED. Zero, Bilbao, 1972.
3.-Xavier Paniagua la sociedad libertaria. Agrarismo e industrialización en el anarquismo español. 1930-1939. ED. Grijalbo-critica, Barcelona, 1982. Pp. 203-204.
4.-Puede consultarse el documento articulo de Xavier Paniagua la visión de Gastón Leval de la Rusia soviética en 1921 en “recerques” n.3 ED. Ariel, Barcelona, 1974. Pp. 199-210
5.-Una interesante aproximación al pensamiento de Leval en esta época queda contenido en la obra anteriormente citada de Paniagua, asi como en la utopía anarquista bajo la II republica, ED. Ayuso. Madrid, 1973. De Antonio elorta.
6.– Se refiere, al igual que en todo el texto a los comunistas autoritarios, (nota del grupo editor)
Yo había visto y escuchado a Lenin por primera ves en el congreso de la internacional comunista en el que había sido admitido, al igual que mis co-delegados, como observador1. Ese congreso había funcionado ya unos ocho o diez días, y todos los personajes eminentes del comunismo internacional y del partido comunista ruso, habían usado de la palabra a propósito de un conflicto que en Italia dividía a las fuerzas comunistas recientemente constituidas y a los socialistas de izquierda, cuyo jefe era Serrati, que quería guardar su distancia, o al menos cierta independencia frente a los hombres de Moscú. Habían sido expuestos argumentos. Trotsky, Zinoviev, Radek, Rakovski, habían intervenido. Y de pronto, el conjunto de los observadores, de los delegados comunistas rusos e internacionales, se levanta, estallando en aplausos y lanzando innumerables ¡viva Lenin!; este ultimo había entrado por el bastidor y se sentaba en la tribuna.
Creo haber sido el único que no se levanto ni aplaudió. Pero me sentí admirado por mis vecinos como aquellos que, en Francia, no saludaban la bandera durante un desfile militar, o en España, los que no se descubrían o no se arrodillaban cuando pasaba una procesión. Digamos que por cierto eso no me llegaba.
Tuve entonces la ocasión de verificar lo que me decían dos de mis amigos: el francés René Marchand, sinceramente adherido a la revolución, y al doctor Nicolaiko, un anarquista al que yo había formulado esta pregunta: “¿considera usted que Lenin es un genio?”.
—¿qué entiende usted por genio?, —me respondió Nicolaiko—. En las discusiones Lenin no tiene mas que la talla de un abogado de aldea retorcido (“OH si, retorcido”, me interrumpió Marchand) y de poca consistencia, os lo aseguro.
En esa intervención sobre el asunto italiano, el único en el que apareció Lenin durante los quince días que duro el congreso, solo pude constatar la pobreza de sus recursos, de su ironía fácil (se burlaba de Lazzari, defensor de Serrati, remedaba sus palabras italianas y su pronunciación, ante las risas de un auditorio servil) y del carácter autoritario de sus declaraciones. Lenin no aporto el menor argumento original, pero planteo el ultimátum: Serrati y sus amigos se sometían a las condiciones que se les imponía, o eran expulsados de la internacional comunista.
Si mi primera impresión no fue favorable, la segunda lo fue menos aun. Habiéndome ocupado muy activamente durante mas de dos meses de la suerte y de la liberación de catorce camaradas2 que estaban en su undécimo día de huelga de hambre en la prisión de Butirki, había podido, en un esfuerzo desesperado, arrastrar a otros delegados al congreso de la internacional sindical roja para una gestión suprema ante el jefe supremo. Hasta entonces nos habían entretenido enviándonos de un personaje a otro, rechazándonos siempre la autorización para visitar a esos camaradas anarcosindicalistas, a los que se acusaba de las peores fechorías sin darnos jamás la menos prueba de su culpabilidad. Relatar todas esas gestiones seria demasiado largo. Pero es bueno precisar que había logrado penetrar clandestinamente en la prisión, que había tenido una entrevista con nuestros camaradas y una prolongada conversación con Volin, quien hablaba admirablemente el francés y refutó punto por punto las calumnias (alianza con los generales blancos, masacres de soldados del ejercito rojo, descarrilamientos de trenes que transportaban tropas soviéticas, etc.) que la Tcheka (policías de estado) lanzaba contra el.
Esta ves estábamos decididos a ir hasta el fin. Y partimos al Kremlin, a ver al nuevo zar que estaba encerrado entre sus muros. Había miembros de ocho o diez delegaciones: española —en la que yo estaba—, francesa, inglesa, italiana (de la Unión Sindical Italiana), R.P.D. Alemana, I.W.W. Canadiense, etc. Y cuando el cuerpo de guardia que cerraba la entrada del Kremlin pidió de parte nuestra y por teléfono al “tovarich Lenin” acordamos una entrevista, este, comprendiendo la mala impresión que tendría un rechazo, acepto.
Pero, llegados ante una especie de gran pabellón en el que habitaba, nos topamos con un nuevo cuerpo de guardia, que rehusó a su ves dejarnos pasar. Uno de nosotros redacto, en francés, una nota insistiendo en la entrevista. Lenin contesto con otra nota en que decía que las tareas de la Revolución no le permitían recibirnos. Nueva nota de nuestra parte. Al fin, respuesta favorable. Y henos aquí en el primer piso del edificio, en una especie de entrada en la que se abrían tres puertas. Esperamos algunos minutos y apareció Lenin.
No puedo, por falta de tiempo y de lugar, contar en detalle lo que fue esa entrevista. Digamos lo que nos parece lo mas característico.
En primer lugar, en la propia entrada, Lenin nos estrecho uno tras otro la mano reteniéndola largamente prisionera, y nos miró de hito en hito no menos largamente con un descaro desconcertante. Nos preguntaba nuestro nombre, de que país veníamos, de cual delegación formábamos parte, etc. Poco después, estábamos sentados en torno a una gran mesa rectangular, y Tom Mann, delegado ingles y la personalidad mas destacada de nuestro grupo, expuso a Lenin el objeto de nuestra gestión. Lenin le contesto en ingles, después nos dirigió la palabra en un francés bastante mediocre.
Comenzó inmediatamente por decirnos que los anarquistas rusos no eran como los anarquistas de occidente, sino enemigos de la revolución, traidores que se habían pronunciado por la guerra al lado de los aliados, lo que era una mentira, pero le daba el “derecho moral” de perseguir a todos los anarquistas anti-bolcheviques3. Después lanzo contra nuestros camaradas encarcelados las eternas acusaciones.
Le interrumpí cuando cargaba sobre Volin las peores fechorías. Claramente, firmemente, le dije lo que sabia de la verdadera actividad de nuestro camarada, bestia negra de todos sus perseguidores. Yo hablaba de un modo preciso, martillando mis palabras, describiendo casi día por día las actividades de nuestro camarada. Lenin, que cuando los demás hablaban tenia la costumbre de mirar el techo sonriendo irónicamente sin escuchar lo que se le decía, quedo por un momento embarazado. Luego, buscando el medio de salir de su embarazo, hablo de los contrarrevolucionarios que habían sido hasta entonces revolucionarios, de la defensa del Estado (“el Estado es una maquina de la que somos responsables y debemos defenderla contra los que la atacan”), del realismo revolucionario (“Volin es muy inteligente, y, justamente por eso, no podemos dejarle hacer propaganda contra nosotros”) volvió a los descarrilamientos de trenes, a los soldados rojos masacrados, acuso a Makhno de cometer monstruosidades en Ucrania, y junto a Volin con Makhno. Toda discusión se volvía inútil, tanto mas por ser yo el único en desmentir a mi interlocutor. Pues durante todo este dialogo, los otros delegados callaron.
Tenían sus razones valederas4. Luego de la conversación cambio un poco de tema. Se pidió a Lenin el derecho, para todos los revolucionarios, de propagar sus ideas por la palabra y por escrito. Rechazo de Lenin, quien acepta solo intervenir por los catorce huelguistas de la prisión de Butirki, pero (y esto dicho modestamente) que no podía decidir nada por si mismo, pues era la mayoría del politburó5 quien debía decidir.
Sabíamos que era el quien hacia la ley en este cuerpo, entonces compuesto por el mismo, Trotsky, Zinoviev, Bujarin y Kamenev. Pero había que prestarse a esa comedia y yo mismo escribí una nota en la cual encargábamos “al camarada Lenin” presentar nuestro requerimiento a los camaradas del politburó. La conversación se prolonga todavía un poco, y partimos. La respuesta llega al día siguiente a la habitación del delegado francés Sirolle. Estaba firmada por Trotsky y se nos negaba la puesta en libertad de nuestros camaradas; no se aceptaba sino hacer una cosa: expulsarlos de Rusia, o nada. Debíamos aceptar forzosamente. Y así fue como nuestro camarada Volin volvió a occidente, donde se había refugiado antes bajo el zarismo y de donde partió para volver a Rusia desde la revolución de febrero.
La impresión que me dejo Lenin fue de una insensibilidad absoluta. Miraba a los hombres como un comprador mira el ganado en una feria o como un ingeniero curioso de saber lo que podrá sacar de una maquina nueva. Nada de simpatía, de reflejo del alma en esta fisonomía mas sarcástica que cordial. De todos los hombres que conocí entonces, era el menos capas de humanidad. Es verdad que no tuve la ocasión de conocer a Stalin......
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Lenin era el amo absoluto en Rusia. “No tenemos ni siquiera una republica burguesa, tenemos una monarquía absoluta”, me decía Simón Steinberg, secretario del partido socialista revolucionario de izquierda, al que visitaba clandestinamente en la pieza donde vivía también clandestinamente. Y era verdad. Cuando se formulaba un pedido de medidas coercitivas contra un miembro del comité central del partido, se decidía por mayoría y minoría lo que había que hacer. Pero Lenin hacia arrestar al que quería, cuando quería, sin pedir permiso a nadie. Tenia, en las oficinas de los diferentes ministros —Tchicherin, Lunatcharsky, Trotsky mismo—, hombres suyos que le informaban de todo lo que pasaba en ellos o cuanto allí se decía. Pues tenia en sus manos la Tcheka. La Tcheka, cuyo nombre resonaba tan siniestramente como el de la Gestapo, que ejercía una dictadura absoluta sobre la totalidad de Rusia, que detenía, encarcelaba, deportaba, torturaba, asesinaba a quien quisiera, sin rendir cuentas a nadie, que incluso había inventado nuevos medios de tortura6. El escritor y profesor yugoslavo Mihailovitch revelaba, hace cerca de tres años, que cuando Odessa fue retomada por el ejercito rojo, treinta mil personas fueron fusiladas. Esto lo supe ya en 1921, y solo fue un hecho entre muchos otros. La Tcheka reemplazada por la N.K.V.D.), por la G.P.U., el M.V.D. Y no se que otro organismo policial actual, organizo los primeros campos de concentración de Europa. En 1921 había ya millares de personas encerradas en campos que se llamaban “aisladores”. No fueron menos terribles que los campos hitlerianos.
Le misma Tcheka perseguía, encerraba y asesinaba a los miembros de todos los otros partidos revolucionarios. Es asi como Maria Spiridinova, joven heroína, que había salido de las cárceles siberianas cuando fue derribado el zarismo y se había convertido en el líder de los socialistas revolucionarios de izquierda, volvió a estar muy pronto en prisión, y allí murió.
Todo eso lo sabia Lenin, lo toleraba para disponer de una fuerza que le sirviera ciegamente. Y cuando René Marchand propuso a Trotsky, a Bujarin, a otros altos personajes que se reglamentaran las actividades de la Tcheka a fin de que no dispusiera mas de un cheque en blanco que le autorizara a hacer cuanto le placía, esos partenaires de Lenin aceptaron, pero Lenin arrojo el proyecto al canasto.
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La tiranía de Lenin no era nueva. No podemos aquí hacer historia, siquiera sucinta, de sus actividades en el seno del partido social-demócrata ruso, en el cual la lucha de fracciones que condujo lo hicieron a menudo ser comparado con Plejanov, fundador del marxismo ruso, con Robespierre, en tanto que después del congreso de 1903, le escribía Trotsky a Axalrod, otro miembro de la social-democracia rusa, que con hombres como Lenin “el aparato del partido sustituía al partido, luego el comité central sustituía al aparato, y al fin el dictador sustituía al comité central mismo”. El “centralismo democrático” de Lenin era, de hecho, el egocentralismo7.
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Los panegiristas, que abundan para los vencedores y que, en su mayor parte, harían el panegírico de los triunfadores del campo opuesto si el viento hubiera soplado en otra dirección, hablaban muy fácilmente y hablan aun del “genio de Lenin”. He dicho ya que ante lo que he visto, me formulé la cuestión durante mi estancia en Rusia, desde junio a octubre-noviembre de 1921. Y hace ya tiempo que respondí negativamente. En lo que, por lo demás, no estoy solo.
Las razones del triunfo de Lenin no dependen de la calidad excepcional de su pensamiento, de su espíritu creador, sino de la voluntad frenética de poder que siempre lo ha dominado y de su amoralidad absoluta en los medios empleados para lograrlo. Se puede hablar del genio de la maniobra, del genio de la argucia (aquí aparece la estructura mental del “abogado de aldea”), del genio de la mentira y de las falsas teorías. Había, en el seno del partido social-demócrata ruso, otros hombres tan inteligentes como Lenin: un Plejanov, un Martov, un Trotsky, un Axelrod le equivalían, pero no tenían su habilidad sofistica y maniobrera. Entre lo socialistas revolucionarios de izquierda y de derecha, un Tchernov, un Tseretelli, y sin duda una Maria Spiridinova le equivalían también. ¿En que les ha sobrepasado Lenin, aparte de la ambición de poder y el cinismo político que se justificaba a si mismo en nombre de la dictadura necesaria en la revolución?
Poned juntos a hombres que persigan un objetivo común. El éxito de la empresa debe ser el fruto de sus esfuerzos conjugados. Pero uno de ellos, rompiendo el pacto implícito o explicito que los ha unido al comienzo, los hace caer en una trampa que no esperaban y los precipita en el abismo, desviando a todo el conjunto, del objetivo perseguido. ¿será este un rasgo de genio? ¿será por ello superior a los que ha traicionado? De ninguna manera. Eso será una prueba de deslealtad y los que aplaudieron a tal vencedor son dementes, ciegos o pillos de su especie.
Asi, algunos justifican el golpe de Estado (pues no fue una verdadera revolución) de octubre de 1917, reprochando a los otros partidos, particularmente a los socialistas revolucionarios (que obtuvieron seguidamente el 50 por ciento de los votos de la elecciones para la Asamblea constituyente, mientras que, aun detentando el poder, los bolcheviques solo lograron el 25 por ciento), su falta de audacia revolucionaria8. Desde este punto de vista, es verdad que Lenin exploto magistralmente la situación. Pero desde octubre de 1917 a febrero de 1918, fecha en la que tuvieron lugar las elecciones para esa Asamblea, solo habían pasado tres meses. Y durante estos tres meses los obreros habían tomado la mayor parte de las fabricas, talleres y otros organismos de producción, los campesinos habían tomado la tierra, un nuevo régimen social y en gran parte socialista estaba en tren de nacer. El desarrollo de las realizaciones en curso no conducían ni a la restauración del zarismo, ni a una dominación real del capitalismo. La Asamblea constituyente francesa puso mas de dos años para cumplir su obra, ¿por qué reprochar a la de Rusia el no haber cumplido la suya instantáneamente?
El “genio” de Lenin consistió una ves mas en la maniobra. Supo, sin duda ser el único, condensar en algunas formulas impactantes los hechos de magnitud que se producían durante el periodo de Kerenski. La inmensa mayoría de los soldados, de origen campesino, estaban cansados de la guerra y querían volver a su tierra, que los campesinos que quedaron en la retaguardia se apropiaban y repartían: de ahí la formula lanzada por los bolcheviques de “¡paz inmediata, sin anexiones ni indemnizaciones!”. Los soviets —a los cuales Lenin solo había atribuido poca importancia durante la revolución de 1905— se multiplicaban en el territorio ruso y eran la expresión espontánea de la democracia popular local. Lenin y los bolcheviques lanzaron la formula de “¡todo el poder a los soviets!”9 (no a los bolcheviques, recordémoslo bien). Los campesinos expropiaban a los terratenientes. Lenin y los suyos proclamaron: “¡la tierra para los que la trabajan”!10. La voz universal pedía la convocatoria de una Asamblea constituyente que, recogiendo los deseos expresados, estableciera las bases generales de la nueva Rusia. Y los bolcheviques hicieron también campaña para la rápida convocatoria de el asamblea constituyente. Oportunismo político hábil, genial, si se quiere, pero si solo esta hecho de astucia, de traición ¿es verdaderamente genial?
Hemos dicho oportunismo. Agreguemos que es de múltiples caras. Seria interesante mostrar todas las contradicciones de Lenin, su modo de sostener simultáneamente las tesis mas contradictorias según hablara en un congreso o en el comité central, según sus interlocutores del momento, según las situaciones.
Asi, un mes antes del golpe de Estado de octubre, Lenin escribía un folleto titulado ¿podrán los comunistas conservar el poder?, que estaba seguramente reservado a los miembros del partido, según una practica habitual. Y al mismo tiempo que hacia campaña por la convocatoria de la Asamblea constituyente, lo que implicaba el respeto de la voluntad popular, al mismo tiempo proclamaba :”¡Todo el poder a los soviets!”11, lo que suponía que el poder seria diluido en la mayoría del pueblo ruso, y no quedaría en manos del solo partido comunista, pronosticaba para sus amigos que los comunistas podrían conservar el poder, diciendo que el partido —que seis meses antes contaba con 20.000 adherentes y que, según el, contaría en octubre con 240.000, podría, con esos 240.000 miembros, cuya inmensa mayoría había llegado al bolchevismo sin saber nada de Marx, del marxismo, ni aun del leninismo, que los 240.000 adherentes, decimos nosotros, podrían muy bien reemplazar a los 130.000 terratenientes que gobernaban a Rusia antes de la caída del zarismo.
Eso era engañarse con sus propios sofismas y hacer una caricatura grosera y tonta de la realidad. Pues ante todo Rusia no era gobernada por 130.000 terratenientes, sino, sin exceptuar a estos últimos, por un aparato de Estado nacional que contaba 250.000 funcionarios profesionales, sin contar las administraciones locales y regionales, los “zemstvos” (asambleas provinciales), todo el aparato económico en manos de los capitalistas y de los técnicos del capitalismo —de lo que Lenin hablara en el XI congreso del partido comunista—, todo el aparato comercial, y las industrias nacionalizadas, que tenían una importancia tan grande. Ante tal visión limitada de las cosas, uno queda estupefacto al leer a ciertos comentaristas cuando afirman que Lenin se mostró excepcional por su capacidad de analizar diversas situaciones.
Sea como fuera, vemos que proyectaba conservar el poder...después de haberlo tomado de una manera u otra. Esto implicaba, una ves conquistado el poder, la dictadura de un núcleo de revolucionarios profesionales, de bolcheviques a toda prueba, y en consecuencia una centralización que, por necesidades de la causa, se llamaría democrática...
Pero al mismo tiempo que escribía este folleto (septiembre de 1917), Lenin escribía su libro titulado El Estado y la Revolución, en el cual, basándose en tales y cuales escritos de Marx y Engels, se proclamaba enemigo del Estado y hacia suya la formula de engeliana: “En tanto el Estado exista no habrá libertad; cuando la libertad sea establecida, el Estado habrá desaparecido”. Y afirmaba su concordancia de principios con los anarquistas en cuanto a la necesaria desaparición de ese Estado. Les reprochaba solamente (como había hecho Marx con Bakunin y sus amigos) querer andar demasiado rápido, poner la carreta antes de los bueyes12.
* * *
Sin embargo, Lenin dice: “¡Abajo el Estado”!, pero se trata del Estado capitalista. En su lugar, se instaurará un Estado compuesto por “los obreros armados”. Agrega que todos los ciudadanos se transformaran “en empleados asalariados del Estado constituido por los obreros armados”; todos los ciudadanos, agrega, se tornan empleados y obreros “de un único `cartel` del pueblo entero, del Estado”. Todo consiste en obtener que trabajen en una proporción igual, observen exactamente la medida del trabajo y reciban en proporción. ¿En proporción de que? no lo sabemos.
¿Quién puede comprender algo de ese galimatías? Porque finalmente, ¿quién compondrá el Estado? ¿Qué significa ese “único cartel del pueblo entero, del Estado”? ¿Estaría compuesto el Estado por los 150 millones de habitantes que contaba Rusia? ¿Si todos los ciudadanos se vuelven obreros y empleados de un único cartel del pueblo, los ciudadanos no serán entonces el pueblo?
En todos sus pronósticos, incluso aquellos en que anuncio que gracias al comunismo habrá la posibilidad de consumir sin limitación y la extinción del Estado que seria la consecuencia del comunismo, Lenin presenta siempre al Estado como una organización de lucha democrática de las masas populares, como la simple “organización de las masa armadas”. En el revuelto de sus consideraciones teóricas, hay muchas repeticiones que a veces parecen incluso partir de un espíritu anarquista. Es porque Lenin quería un Estado a cuyo frente se pudiera colocar a obreros que se habituarían a dirigirlo “como se dirige una fabrica”
Que se excuse, si se quiere, la dureza de nuestro juicio: semejante afirmación resulta una gran imbecilidad. Comparar la dirección de una fabrica con la de un Estado es no saber lo que es un Estado, con la inmensa complejidad de sus actividades; ahí se nos aparece de nuevo la ineptitud de Lenin al pronosticar que los 240.000 comunistas, de los cuales solo una ínfima minoría tendría alguna idea de los problemas que se plantearían, podrían resolver tales problemas.
Asimismo no puede sorprender su confesión en el XI congreso del partido comunista, en marzo de 1922: “Quizá nuestro aparato sea malo, pero se dice que la primera maquina a vapor inventada era también mala e incluso se ignora si funcionaba. Eso no es lo esencial. Lo esencial es que la maquina haya sido inventada”.
Y el sofista, el astuto abogado insiste: “La primera maquina a vapor, por su forma, era inutilizable. ¡Que importa! En revancha tenemos ahora la locomotora. Nuestro aparato de Estado es francamente malo. ¡Que importa! Ha sido creado y es una inmensa invención histórica; un Estado de tipo proletario ha sido creado. He ahí las grandes conquistas que hemos obtenido y que no pueden sernos quitadas. Pero para nosotros, representantes del partido comunista, esto significa solo abrir la puerta. Ahora la tarea que se nos plantea es la de enfocar los fundamentos de la economía socialista. ¿Se hizo eso? Bueno, eso no fue hecho. No tenemos todavía los fundamentos socialistas. Aquellos de los comunistas que se imaginan que tales fundamentos existen ya, cometen un error muy grande”:
Estas palabras fueron pronunciadas cuatro años y medio después que Lenin hubiera hecho las previsiones que conocemos. Poco después, escribirá en sus notas que las cosas son repugnantes en lo que concierne al Estado, que los bolcheviques han retomado el Estado zarista y lo han pintado simplemente con una capa de barniz social. Pero todas sus acrobacias no el han permitido el menor restablecimiento.
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Los mismo ocurrió en el orden económico, releed el ultimo párrafo de la declaraciones del XI congreso: los fundamentos del socialismo todavía no existen...Algunos buscaran excusas, tales como la guerra civil, que no olvidamos. Pero la siguiente declaración hecha por Lenin en ese mismo congreso de 1922, muestra que había allí otras excusas, mucho mas importantes: “La idea de construir una sociedad comunista solo con comunistas es un infantilismo, un infantilismo puro. Hay que confiar la construcción económica a otros, a la burguesía que es mas cultivada, a los intelectuales del campo de la burguesía. Nosotros mismos no estamos aun cultivados para eso”.
Sin embargo, antes de octubre de 1917, Lenin había afirmado que el socialismo seria implantado en seis meses. Asi, toda la política del partido comunista ruso se había basado en previsiones que la experiencia ha desmentido. Previsiones y promesas fueron rectificadas en bloque sin temor a las contradicciones.
Pero además de los errores que provenían de la crasa ignorancia de Lenin y los suyos sobre los problemas de organización de una sociedad (13), había aquella voluntad de tomar y de conservar el poder a todo precio, incluso el doble, triple o cuádruple juego. Y todo eso sin vergüenza, sin miedo a las contradicciones mas graves y mas inmorales. Pues todos los adversarios, incluso los revolucionarios, estaban aniquilados y nadie podía protestar.
Asi, la “paz sin anexiones ni indemnizaciones” cuya proclamación reúne en Petrogrado y en Moscú una parte suficiente de soldados y los marinos de Kronstadt para asegurar el triunfo de los bolcheviques, se transforma en aceptación del tratado Brest-Litovsk, que entregaba a los imperios alemán y austriaco a Ucrania, Crimea, el Cáucaso, una buena parte de Polonia y las provincias del norte. Esta entrega a la que se había opuesto la mayoría del comité central del partido comunista, pero que Lenin, quien quedo solo, impuso contra todos, fue una de las causas de ruptura entre los comunistas y los socialistas revolucionarios, a quienes Lenin, para desacreditar, acusó naturalmente de estar “vendidos” a los aliados.
Hubo traición también a las promesas falsas en lo que concernía a la consigna: “’¡Todo el poder a los Soviets!”, pues el poder paso no a los soviets sino al partido comunista que lo centralizo y lo acaparo enteramente. Es cierto que los soviets continuaron extendiendo nominalmente, y asimismo, como suprema ironía, que se instauro el régimen de dictadura implacable del partido comunista a la cual se llama siempre Republica de los soviets. Pero de hecho no quedo sino la caricatura de los soviets, sometidos al puño de hierro de las secciones locales del partido comunista, apoyadas por las fuerzas de represión, que los subyugaron desde el primer momento, impidiéndoles funcionar, prohibiéndolos, suspendiéndolos, avasallándolos bajo las Acusaciones mas engañosas: irregularidades electorales, incapacidad, malversaciones, todo era bueno para eso (14). El gobierno nacional de los soviets fue de hecho ejercido por los miembros del comité central del partido; por encima del comité central se hallaba el politburó y, como lo dijimos ya, en el seno del politburó, Lenin imponía su voluntad.
* * *
Pero se produjeron al mismo tiempo otros escamoteos. Un formidable movimiento cooperativo, nacido antes de la revolución, se había desarrollado desde la caída del zarismo, sobre todo en el campo, donde constituía la realización constructiva mas importante. Se habían formado federaciones de cooperativas que cubrían inmensas extensiones del Cáucaso o del Turkestán en la extrema Siberia, sin que el gobierno pudiera someterlas a su voluntad debido a su gran pujanza en el dominio de las actividades económicas.
Entonces, de un día al otro, Lenin decidió la anulación de esas cooperativas, basadas en la asociación voluntaria de sus miembros tal como requiere la cooperación, y las hizo reemplazar por las cooperativas del Estado puestas en manos de una burocracia inepta y parasitaria. Las consecuencias de esta medida fueron la destrucción de fuerzas organizadoras de primer plano, la anulación de estructuras de producción agraria y de distribución, y la desaparición de medios orgánicos de intercambio entre la ciudad y el campo.
Soviets...Cooperativas...¿Y los sindicatos, que constituían el tercer pilar de la nueva economía? Tampoco podía tolerarlos Lenin en tanto que organismos autónomos, que tiene sus propios principios, sus propios métodos de organización y de acción. En primer lugar porque los sindicatos eran una creación de los trabajadores, y Lenin, obsesionado por su concepción directorial minoritaria de la revolución, por la dominación unilateral del partido social-demócrata —el partido comunista fue creado mas tarde—, no podía admitir que una fuerza revolucionaria constructiva ajena a la suya actuase al margen de las ordenes imperativas del partido del que era el jefe y esperaba seguir siéndolo. Además, porque siendo un intelectual como la inmensa mayoría de los dirigentes del partido, especialmente de la fracción bolchevique, no acordaba ningún valor, ninguna importancia a lo que podían hacer por si mismos los obreros. Al respecto se había expresado sin ambages en las líneas siguientes:
“Librada a si misma, la clase obrera es capaz de desarrollar solo una conciencia sindical. La conciencia socialista moderna no puede llegar a ella sino del exterior...no puede surgir mas que de un conocimiento científico profundo. Portador de la ciencia no es el proletariado, sino la intelectualidad burguesa. Es del cerebro de miembros de esta formación social, como Marx y Engels, de donde ha surgido el socialismo moderno. El sindicalismo puro y simple significa la subordinación ideológica de los trabajadores a la burguesía”.
Que había una parte de verdad en esas afirmaciones si tomamos el conjunto del sindicalismo mundial, lo admitimos, si bien cabe preguntar que resta de la lucha de clases y de las concepciones marxistas; pero tales razonamientos servirían de pretexto a la subordinación obligatoria de las actividades sindicales al partido comunista, incluso cuando el sindicalismo iba tan lejos, si no mas, que el partido social-demócrata o que el partido comunista mismo. En ese periodo revolucionario, el sindicalismo, o mas bien la acción de los sindicatos rusos, era socialista en el amplio sentido de la palabra: los sindicatos tomaban en sus manos los talleres, las fabricas, y Rykov, vicepresidente del consejo de los comisarios del pueblo, podía escribir en el Narodnoié khoziasistvo estas líneas reveladoras:
“Todo el trabajo de organización de la vida económica del país se ha hecho hasta ahora (comienzos de 1919) con la participación directa de los sindicatos y de los representantes de las masas obreras. Los sindicatos y las conferencias obreras de delegados de fabrica de ciertas ramas industriales han sido los principales y únicos laboratorios en que se han formado y donde se forman todavía los servicios de organización económica de Rusia.
Había, pues, también allí, inmensas responsabilidades reconstructivas. Pero precisamente porque esas posibilidades eran inmensas, Lenin no podía tolerarlas. Pues por su concepción egocentralista, de dominación de partido, de su partido, dominado por el, Lenin —después de adoptar posiciones teóricas a menudo contradictorias, a tal punto que un psicólogo se preguntará si no estamos ante un caso de esquizofrenia— había retomado a la afirmación de un comando único, siempre entre sus manos, bien entendido. De hasta adonde podía llegar este comando, en el orden teórico y después en el orden practico, podemos encontrar un ejemplo en el libro que había publicado antes de la revolución bajo el titulo de Un paso atrás, dos adelante:
“La burocracia contra la democracia, es decir el centralismo contra la autonomía, tal es el principio de la organización de la social-democracia revolucionaria como oposición a los oportunistas (15). Este ultimo principio se esfuerza por ir abajo a arriba, y por consecuencia defiende hasta donde eso sea posible la autonomía y la democracia...Pero el principio de organización de la social-democracia revolucionaria se esfuerza por ir de arriba abajo, y defiende la extensión de los derechos y de los plenos poderes del cuerpo central contra las partes”.
En tales condiciones se comprenderá que Lenin, asi como no podía ni quería soviets ni cooperativas verdaderas que tuvieran su propia dirección, incluso coordinada en un conjunto que habría podido armonizarse, no podía aceptar la existencia de sindicatos no sometidos a la dictadura de su partido, es decir a su dictadura personal. Por eso la Tcheka intervino después del golpe de Estado de octubre en las asambleas de las fabricas; por eso los trabajadores de las fabricas comenzaron muy pronto a protestar contra esas intromisiones; en los centros industriales, particularmente de Petrogrado y Moscú, fueron organizadas conferencias de delegados de fabrica, contra las cuales la Tcheka cometía estragos, procediendo a arrestos a menudo masivos. Esta lucha no respondía solamente a la voluntad de los trabajadores por administrar ellos mismos las fabricas, sino que revestía un aspecto general que concernía a los principios esenciales de la revolución, y al problema de la libertad. Asi, a fines de diciembre de 1917, la conferencia panrusa de los trabajadores del libro reunida en Moscú adoptaba una extensa resolución contra la persecución del partido bolchevique a la prensa y los medios de propaganda por escrito, en el cual se encuentran los dos párrafos siguientes:
“1) Al perseguir a la prensa, el consejo de los comisarios del pueblo priva a la nación de la única posibilidad de estar informada sobre los actos del poder y sustrae a este ultimo de todo control y de toda responsabilidad; 2) El hecho de instituir un derecho exclusivo en el goce de la libertad de prensa en provecho de un solo partido, de un solo grupo o de una sola clase impide al pueblo desarrollar sus conocimientos y lesiona los intereses de la clase obrera en lucha por el socialismo”.
Naturalmente que Lenin y los suyos acusaron a los trabajadores del libro de ser mencheviques contrarrevolucionarios. Tanto mas cuando una parte importante de las masas obreras protestaban al mismo tiempo que contra las novatadas de que eran victimas, contra el cierre de la Asamblea constituyente que implicaba la eliminación de todos los demás partidos y la supresión total del derecho de expresión del pensamiento.
Recapitulemos entonces: anulación de los soviets como factores de creación administrativa y organización local; anulación de las cooperativas; anulación de las organizaciones sindicales y obreras formadas y en formación; anulación también de la Asamblea constituyente elegida por el conjunto de la población rusa. Hacia falta ciertamente mucho “genio” para esta gigantesca obra de destrucción de los medios de que disponía la revolución.
En economía, la consecuencia fue una caída vertical de la producción. Todo se paralizaba, de una parte, stocks de trigo que disminuían a una velocidad fulminante en Petrogrado y en otros centros; de otra, la materias primas que no llegaban mas a las fabricas de transformación, lo que engendraba una desocupación pavorosa. “En Petrogrado, 832 empresas industriales empleaban, en enero de 1917, 365.800 obreros; en abril de 1918, los efectivos estaban reducidos a 144.000, es decir con una baja del 60%. En Moscú y en los alrededores, en abril de 1918, 36 manufacturas de textiles que contaban 130.000 y 24 fabricas de construcciones mecánicas que ocupaban 120.000 trabajadores, cerraron sus puertas 16.
Los robots del bolchevismo nos afirman, repitiendo las argucias de sus amos, que la terrible situación en que se encontró la población rusa en los años 1920-1921 y la que siguió, fue la consecuencia de la guerra civil, y sobre todo del bloqueo de las naciones aliadas, después del sabotaje de los contrarrevolucionarios, entre los cuales, según la innoble táctica de la amalgama, Lenin y los suyos colocaban a los mencheviques, sus compañeros de la víspera, a los socialistas revolucionarios de izquierda y de derecha, y también en la ocasión, a los anarquistas. En verdad, y sin negar de ninguna manera las consecuencias de la guerra civil, esas acusaciones contra las otras fracciones no eran mas que mentiras. El hecho de no querer someterse a una fracción minoritaria no implicaba en absoluto que estas otras corrientes estuvieran compuestas de “traidores” y de “contrarrevolucionarios”, de “liquidadores” y de “filisteos”. Estamos acostumbrados a ese genero de acusaciones que los discípulos de Lenin siempre han lanzado y siguen lanzando contra nosotros desde 1917, lo que traería como consecuencia, en una situación revolucionaria, nuestra exterminación; esta simple experiencia nos permite juzgar sobre el valor de las acusaciones arrojadas contra los partidos socialistas y revolucionarios rusos no bolcheviques.
Hemos visto cual fue la confesión de Lenin concerniente al Estado, en marzo de 1922. Vimos también que Lenin declaraba entonces que todo debía ser emprendido, gracias a la burguesía y a los técnicos de la burguesía, en el dominio económico, particularmente de la socialización económica17.
Lo que no decía era que el retroceso en ese terreno había alcanzado proporciones infinitamente superiores a lo que a lo que sugieren las cifras sobre desocupación que hemos reproducido mas arriba. Por ejemplo, la producción de acero bruto en lingotes, que había sido de 4.274.000 toneladas en 1916, había descendido a 182.000 toneladas en 1920, a 177 toneladas en 1921, a 255 toneladas en 1922, a 690 toneladas en 1924. Esta caída vertiginosa no se explica solo por la guerra tanto mas que en 1917, después de octubre, 24 de los 65 hornos existentes estaban en actividad.
Entre las causas de ese retroceso se pueden contar sin duda una cierta resistencia pasiva de los trabajadores en protesta contra el estrangulamiento de las libertades y la instalación de una dictadura generalizada. Nos resulta imposible desmarañar en que proporciones fue juzgada esta resistencia, a la que determinados hombres del partido presentaron como un “sabotaje de traidores”. Pero no debemos olvidar lo que afirmaba Rikov, uno de los altos valores del partido, en cuanto al papel de los trabajadores y de sus sindicatos, y que parece desmentir este otro genero de afirmaciones.
No hay que olvidar tampoco la situación creada a los ingenieros y a diversos técnicos. La carta dirigida a Lenin en marzo de 1919 por un ingeniero, cuyo texto reproduce Prokopovitcz en su historia económica de la U.R.R.S., nos informa a este respecto. He aquí sus pasajes esenciales:
“¿Será que usted esta a tal punto encerrado en su soledad del Kremlin como para no ver lo que es la vida en sus alrededores, y que no se da cuenta de cuanto hay entre los técnicos rusos, no por cierto comunistas oficiales, sino verdaderos trabajadores que han adquirido sus conocimientos técnicos al precio de un inmenso esfuerzo sin que los capitalistas estuvieran en ello para nada, y de ningún modo con la intención de servir al capital? Han adquirido esos conocimientos luchando ásperamente contra las condiciones mortíferas impuestas a los estudiantes en el viejo régimen. Para ellos esas condiciones no se han mejorado bajo el gobierno comunista.
“Contra esto proletarios auténticos que, a pesar de la diversidad de sus orígenes sociales, se han puesto al servicio de ese hermano que es para ellos el obrero, y esto desde los primeros gestos de su vida consciente, mediante el pensamiento, la palabra y la acción, contra estos auténticos trabajadores, digo, arrojados por usted en un mismo montón de <<intelectuales>> pestíferos, se ha azuzado a los comunistas inconscientes y de fresca data reclutados entre los viejos agentes de policía rurales, los pequeños funcionarios, los tenderos que, en provincia, forman frecuentemente una buena parte de las <<autoridades locales>>18
“Es difícil describirle el horror de las humillaciones y de los sufrimientos que les son infligidos. Denuncias y acusaciones de las mas absurdas, pesquisas sin resultado, pero humillantes en extremo, amenazas de ser fusilados, requisiciones y confiscaciones, intromisiones en los asuntos mas íntimos de la vida privada...,tal es la atmósfera en que han debido trabajar muchos técnicos salidos de las grandes escuelas hasta estos últimos tiempos.
“Y sin embargo estos <<pequeños burgueses>> no han abandonado su puesto; han cumplido el compromiso sagrado que habían tomado de convertirse, al precio de no importa cuales sacrificios, en guardianes de la cultura y el saber para aquellos que han los humillado e injuriado por instigación de sus dirigentes. Han comprendido que no se puede confundir el infortunio y los disgustos personales con la creación de una vida mejor, y eso les ha ayudado y les ayuda todavía a soportarlo todo y a trabajar. Pero este grupo que entre estos hombres que usted califico en bloque como burgueses, contrarrevolucionarios, saboteadores, etc., únicamente porque tiene una opinión que difiere de la suya sobre los medios de realizar el futuro régimen socialista y comunista, no comprará uno solo al precio que usted concibe19. Si usted quiere <<utilizar>> a los técnicos, no los compre: aprenda a estimarlos como hombres y no como ganado al que usted necesita de tiempo en tiempo”.
Esta carta, extraída según Prokopovitcz de las obras completas de Lenin, nos ayuda a comprender el retroceso de la economía rusa, y también porque Stalin debió hacer venir a numerosos ingenieros y técnicos diversos de Alemania y de los Estados Unidos durante los años 1924-1935 (la desocupación reinante en estos dos países facilito esa operación). Pues si en 1922 Lenin rendía homenaje a la capacidad de los técnicos de la burguesía rusa, no quedaba ya un numero suficiente de estos últimos para realizar las tareas que les asignaba.
¿Las tareas? Si, o mas bien la tarea de organizar la economía de la que había sido el principal demoledor. Después de la insurrección de Kronstadt había comprendido hasta que punto era necesario rectificar la situación, y en ese rasgo muchos comentaristas le han atribuido, una ves mas, genialidad. Pero lo que nos parece lo mas característico en cuanto a las disposiciones tomadas por Lenin, fue que en lugar de movilizar a los trabajadores acordándoles mas libertad de iniciativa, dejándolos desarrollar sus organizaciones, dando a estas mas posibilidades de actividad creadora, Lenin prefirió recurrir a los técnicos de la burguesía, según sus propias palabras. Pues sabia que podría mas adelante, si viviera bastante tiempo para ello, deshacerse fácilmente de esos colaboradores de un momento, mientras que le seria harto difícil deshacerse de las organizaciones obreras que habían adquirido mas madurez. Encargo entonces a la burguesía, “De organizar el comunismo”, puesto que el no sabia organizarlo, incluso con la ayuda de su partido, de sus esbirros y de sus funcionarios. Tal fue la Causa de la N.E.P. o nueva economía política. Y hay gente que se extasía ante este contrasentido, ante esta monumental aberración.
Tanto mas cuanto después que se hubo resucitado la libertad de empresa, que permitió una cierta proporción de viejos empresarios o de campesinos ricos, hubo que deshacer tales privilegios cuya aparición y reaparición se había provocado. Y eso fue la caza a los “kulaks”, la denuncia de los kulaks (Trotsky se encarnizo en esta necesidad), la deportación y el exterminio de millones de kulaks, de mujeres, de hijos de kulaks. Una nueva pagina de vergüenza y de ignominia que nada aporto de comunismo por eso, que creo un nuevo parasitismo y contribuyo a lo que se llama la era staliniana.
¡La era staliniana! Aquí también vamos a chocar contra los robots, contra los títeres intelectuales de Moscú. Pues decimos que Lenin provoco esta era de pies a cabeza. Ante todo empujando hacia delante a Stalin, en el que había comenzado a ver su instrumento o su sucesor. No se dirá jamás bastante que Stalin accedió al secretariado general del partido comunista ruso por voluntad de Lenin —que lo había hecho entrar al comité central en 1912—, quien quería servirse del mismo para impedir la ascensión de Trotsky, con el que estuvo siempre en lucha a pesar de cierta colaboración20. Y si Stalin pudo tomar tan fácilmente las palancas de comando, es porque Lenin había de tal modo centralizado y dispuesto del aparato de represión contra sus propios camaradas de partido, que fue muy fácil para el dictador georgiano sucederle. Que un año antes de su muerte, dándose cuenta de lo que Stalin iba a traer, sobre todo, porque al mismo tiempo veía cada ves hasta que punto el Estado se volvía “repugnante”, había escrito el “testamento” en el cual ponía en guardia contra la “brutalidad” de su hijo espiritual y alababa, sin mucho entusiasmo, los meritos de Trotsky —no entendemos con ello defender a este, que valió mas que Lenin hasta el momento en que se le unió—, eso no atenúa en nada su responsabilidad histórica.
Eso no cambia nada en la instauración del régimen staliniano que había preparado ampliamente. Pues aquellos que sabían , los que saben lo que era el régimen leninista, lo que en el mismo era el carácter policial, la sofocación burocrática, liberticida, perseguidora, la inepcia organizativa (aparte la que concernía a la policía), la inmoralidad administrativa, esos, entre quienes estoy, dicen que Stalin no invento nada (aparte los procesos de Moscú), que esencialmente todo el stalinismo se encontraba en el leninismo.
Hay mas: un estudio profundizado mostraría cuantas semejanzas psicológicas caracterizaban a los dos hombres. En Lenin, la voluntad de dominación fue siempre el principal resorte de sus actitudes, y en las polémicas, en las disputas, en las terribles luchas intestinas del partido social-demócrata ruso, incluso antes de que fuera consagrada la ruptura entre la fracción bolchevique y aquella que se llamo menchevique, todos los procedimientos —las pillerías, las trampas, las violaciones de la palabra dada— eran buenos. Desde el momento en que no se estaba de acuerdo con el, se era contrarrevolucionario y enemigo del proletariado, y declaraba ante un tribunal del partido, en un proceso de orden moral que le hacían a la ves los mencheviques y la mayoría de su fracción bolchevique que “es un deber destruir, por todos los medios, a aquellos que son los enemigos del proletariado”.
Esta actitud, que observo siempre, ¿no es ya la del stalinismo? Es cierto que no se esta todavía ante el exterminio de los camaradas de partido. Pero le abre camino, pues en buena lógica es justo y necesario que los traidores sean ejecutados.
Lenin, repitámoslo, no fue tan lejos. Pero había dado un paso considerable en ese camino mediante la exterminación de los socialistas revolucionarios de izquierda y de derecha, de los anarquistas, de los mencheviques que en ciertos puntos ofrecían mucho mas garantía a las practicas de socialización y de respeto de la libertad ( hacia los sindicatos y los soviets, por ejemplo). Que la practica de tal masacre se haya extendido después a las luchas de fracciones entre bolcheviques, es solo un desarrollo de lo que preexistía. Es por lo demás muy útil observar que es en el terreno de la practica de las “ex” o expropiaciones que carcomían el partido social-demócrata y las cuales toda la fracción menchevique y la mayoría de la fracción bolchevique terminaron por levantarse, que Lenin y Stalin coincidieron y fraternizaron. Lenin acepto en principio renunciar, en el congreso de Estocolmo de 1907, a esta practica que desmoralizaba todo y le aseguraba recursos con los cuales luchaba no solo contra el régimen zarista, sino también contra las otras fracciones revolucionarias. Pero después de haber aceptado tal renuncia, se apuró a poner en pie una organización secreta de combate que continuo las “ex”que la gran mayoría de los socialistas-demócratas denunciaba, asi como las personalidades mas salientes de la internacional socialista, como Kautski y Rosa Luxemburgo. Y fue a Stalin a quien encargo de dirigir, particularmente en el Cáucaso, esa actividad secreta. He ahí las razones de los primeros contactos, de las primeras afinidades entre los dos hombres. Lenin eligió después a Stalin, en el comité central del partido social-demócrata (eso pasaba en 1912), y como Stalin acepto ser un instrumento voluntariamente dócil, le hizo escribir un libro sobre el problema de las nacionalidades, que dio a su sucesor un cierto carácter de teórico.
Si se busca con que otros hombres, o con que hombres tenia, incluso en otros terrenos, afinidades equivalentes a las que existían entre Stalin y Lenin, creo que no se los puede encontrar. Ni Trotsky, ni Zinoviev, ni Kamenev, ni Bujarin, ni Martiv, ni Plejanov, ofrecen tal grado de similitud. Por su voluntad de dominar a todo precio y sin que nada lo detenga, Stalin era el digno sucesor de Lenin. La única diferencia consistía en que este ultimo, mucho mas informado de las teorías socialistas, tenia a veces sobresaltos críticos que no le impedían continuar en la pendiente fatal en que se había lanzado.
1.– yo había ido a Moscú como delegado de la Confederación Nacional del Trabajo española, para tomar parte en la fundación
de una internacional sindicalista revolucionaria.
2.– entre los mas capaces del anarquismo ruso.
3.– Malatesta, Lugui Fabbri, Sebastián Faure, Rudolf Rocker, Bertoni, Emma Goldman, A. Berkman, entre los mas conocidos,
Pierre Ramus, Volin y otros habían combatido la guerra y eran enemigos del bolchevismo.
4.-Sirolle, delegado libertario francés, de vuelta a Paris, contestaba a camaradas que le reprochaban el no haber intervenido durante esa discusión: ¿qué quieres?, hay que cuidar el pellejo”.
5.– el politburó era el buró político.
6.– entre ellos, los “buzones”. Los buzones eran pequeños cuartos, tapizados de corcho, que siendo herméticamente cerrados no dejaban entrar el aire. Allí se encerraba a un hombre, o a una mujer, durante cierto numero de horas, y se lo sacaba en un estado tal que firmaba todas las acusaciones que se le exigía.
7.– sobre 715 asientos, los socialistas revolucionarios obtuvieron 412, los bolcheviques 158. La mayoría de la Asamblea era, pues, adicta a las soluciones socialistas.
8.– Sobre 715 asientos, los socialistas revolucionarios obtuvieron 412, los bolcheviques 158. La mayoría de la Asamblea era, pues, adicta a las soluciones socialistas.
9.– Tal frase no fue en realidad lanzada originalmente por los bolcheviques, sino que la retomaron de los anarquistas, que por ese entonces, eran una minoría, comparados con los bolcheviques. Pero la influencia anarquista aumentaría muchísimo posteriormente con los movimientos insurreccionales anti-bolcheviques de Kronstadt y Ucrania. (nota del grupo editor)
10.– Observemos que los bolcheviques no tenían por entonces programa agrario. Su tendencia (semejante a la de los socialistas revolucionarios) había sido la nacionalización por el Estado; los mencheviques, con Plejanov, preconizaban la “municipalización” de las tierras. Pero los campesinos se dividían las grandes propiedades; entonces, para no disgustarlos y atraerlos, los bolcheviques adoptaron la formula neutra “¡La tierra para quienes la trabajan!”, lo que implicaba el reconocimiento de la multiplicación de las pequeñas propiedades. Oportunismo, siempre.
11.– Sin duda Lenin calcula que seria después mas fácil arrancarle el poder a los soviets que a un gobierno socialista revolucionario.
12.– Evidentemente, tal argumento se vuelve una flagrante contradicción, al querer desaparecer al Estado ¡imponiendo otro Estado! Esto hace pensar que, o, ni Lenin, ni Marx, ni Engels, comprendían nada de revolución, o que, tales escritos solo eran una mascara para subir al poder engañando y masacrando al mismo tiempo, al pueblo que decían querer defender. ¡El marxismo es una antinomia en toda su esencia!. (nota del grupo editor)
13.– Sin duda Lenin pensaba, con Marx, que no había que ocuparse de las “recetas para las marmitas de la sociedad futura”.
14.– He aquí, por lo demás, cual era la doctrina difundida por Lenin, después del congreso celebrado en Estocolmo por el partido social- demócrata en el que, en 1906, se había discutido sobre los soviets aparecidos un año antes en Rusia: “El partido no ha renunciado nunca a su intervención de servirse de ciertas organizaciones que le eran extrañas, tales como los soviets, a fin de extender la influencia de los social-demócratas sobre la clase obrera. Al mismo tiempo las organizaciones social-demócratas deben recordar que si el trabajo social-demócrata es organizado como conviene de modo amplio entre las masas, tales instituciones pueden prácticamente volverse superfluas”.
15.– Observemos con que facilidad Lenin trataba de oportunistas, de traidores, de contrarrevolucionarios, etc., a quienes estaban en desacuerdo con el.
16.– El obrero de Petrogrado, 2 de junio de 1918.
17.– Y dijo mas. En sus obras escogidas de Lenin, tomo dos se lee: “La alternativa (y esta es la ultima política posible y la única razonable) es no tratar de prohibir o de obstaculizar completamente el desarrollo del capitalismo, sino intentar orientarlo por el canal del capitalismo de Estado. Esto es económicamente posible, pues el capitalismo de Estado existe —en una u otra forma, en uno u otro grado— dondequiera que haya elementos de comercio libre y capitalismo en general”. Es decir, Lenin ponía las puertas abiertas al capitalismo. Nosotros sabemos, por lo contrario, que donde hay capitalismo no hay libertad de comercio sino una larga cadena de opresión económica (nota del grupo editor)
18.– Vemos cómo los bolcheviques y su jefe supremo aumentaron rápidamente sus efectivos, y de lo que estaban compuestos aquellos que hicieron la ley en los campos, contra los campesinos y los revolucionarios no leninistas. Trotsky incorporo a los militares, no por convicción sino por profesionalismo, al ejercito estatal existente, como Tujachevski, oficial zarista, o Brusilov, de las glorias del ejercito ruso. Naturalmente, el primero de los dos puso toda su ciencia y su técnica de masacre para, bajo las ordenes de Trotsky, aplastar a los insurgentes de Kronstadt.
19.– Lenin quería atraer a los técnicos ofreciéndoles una situación de privilegiados. Interpretación materialista de la historia
20.-hubo siempre divergencias entre Lenin y Trotsky, aunque las mismas no estallaron a la luz del día. Y fue Lenin quien se impuso.]].
Articulo tomado de la revista “RECONSTRUIR” Bs. As. 1970. Busqué referencia de la misma, encontré esto, y lo publico:
1. Tierranarquista: Las matanzas de anarquistas en la Revolución ...
tierranarquista.blogspot.com/2012/.../las-matanzas-de-anarquistas-en-la.h...
01/10/2012 - Nota aparecida en 1970 en la revista "Reconstruir",
en Buenos Aires.· Rocker, Rudolf. "Bolchevismo y anarquismo".
Editorial Reconstruir. Bs.
2. Anarquismo en Argentina -
Wikipedia, la enciclopedia libre
es.wikipedia.org/wiki/Anarquismo_en_Argentina
Desde 1885 el anarquista V. Mariani distribuía en Buenos
Aires el periódico ..... La FLA comenzó a
editar la revista Reconstruir desde 1959, mientras que
la ...
3. Revistas Anarquista Comunidad, Nros.
Varios - MercadoLibre ...
listado.mercadolibre.com.ar/revistas-anarquista-comunidad,-nros.-varios
Artículo usado; Buenos Aires ... Revista Libertaria Anarquista
Reconstruir 11 Chile Malatesta ... Revista
Anarquista De Brasil, Verve, Nro 4, Sao Paulo 2003.
4. Accion Directa Revista
Anarquista - MercadoLibre Argentina
listado.mercadolibre.com.ar/accion-directa-revista-anarquista
Revista Libertaria Anarquista Reconstruir 11 Chile
Malatesta. Enviamos A .... Buenos Aires Freak N2
Minujin To Ze Baudelaire Anarquismo G · Buenos Aires ...
5. Anarquismo Revista Nervio N 20 -
MercadoLibre Argentina
listado.mercadolibre.com.ar/anarquismo-revista-nervio-n-20
Buenos Aires Freak N2 Minujin To Ze Baudelaire Anarquismo G
· Buenos Aires ...Revista Libertaria Anarquista
Reconstruir 11 Chile Malatesta. Enviamos A ...
6. Interrogations Revista De
Investigacion Anarquista - MercadoLibre ...
listado.mercadolibre.com.ar/interrogations-revista-de-investigacion-anar...
Revista Libertaria Anarquista Reconstruir 11 Chile
Malatesta. Enviamos A ... Buenos Aires Freak N2
Minujin To Ze Baudelaire Anarquismo G · Buenos Aires ...
7.
[PDF]
Revista de
Pensamiento Anarquista - Grupo de Estudios José ...
grupodeestudiosgomezrojas.files.wordpress.com/.../00indicesumario.pdf
De anarquistas, locos y suicidas. Por Juan ... Antología:
Escritores anarquistas del Cono Sur ... Al
igual que la Revista Reconstruir (1959, Bs.As -
Montevideo),.
8. Las matanzas de anarquistas en
la Revolución Rusa - Kaos en la red
kaosenlared.net/.../32759-las-matanzas-de-anarquistas-en-la-revolución-r...
03/10/2012 - Nota aparecida en 1970 en la revista "Reconstruir",
en Buenos Aires.· Rocker, Rudolf. "Bolchevismo y anarquismo".
Editorial Reconstruir. Bs.
9. LAS MATANZAS DE ANARQUISTAS EN
LA REVOLUCION RUSA ...
puertoreal.cnt.es/.../2653-las-matanzas-de-anarquistas-en-la-revolucion-r...
Nota aparecida en 1970 en la revista "Reconstruir",
en Buenos Aires.· Rocker, Rudolf. "Bolchevismo y anarquismo".
Editorial Reconstruir. Bs. As. 1959.·
Rocker ...
10. [PDF]
Apuntes para una
historia del movimiento anarquista en el Alto ...
jorgeetchenique.files.wordpress.com/2012/.../anarquismo-en-alto-valle.p...
anarquistas y no anarquistas, tanto de Buenos Aires como
regionales– que pueden ser tomados ... revistas Noticias
Aliadas (Perú), Igandea (País Vasco) y Punto Final (Chile)
(herscan@yahoo.com.ar) ..... Reconstruir, Bs.As.,
1964. pág 111.
Anuncio relacionado con la revista anarquista ...
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" Las matanzas de
anarquistas en la Revolución Rusa de Trotsky Lenin y Stalin.
La dictadura de la
burguesía o del proletariado, es siempre tiranía y la libertad no puede
alcanzarse por medio de la tiranía." Ricardo Flores Magón. Febrero 14 de
1921
HACIENDO UN POKO DE
HISTORIA...
(Tomado de Juan Manuel
Ferrario. Rosario, Argentina. 2005)
El editor argentino del
blog no se identifica con la ideología anarquista del autor del texto, pero
cree necesario esclarecer todos los crímenes y tropelías que se cometieron en
nombre de la revolución por parte del Partido Bolchevique de Lenin. Intentamos
así desmontar la leyenda "rosa" sobre la primera fase de la
Revolución Rusa en la cual el Partido de Lenin era el auténtico representante
de los trabajadores y existía una auténtica democracia en los Soviets
Palabras Preliminares
Alguna vez un luchador
social latinoamericano, afirmó que para comprender el siglo XX era preciso
analizar con detenimiento la Revolución Rusa, la Revolución Mexicana y la
Revolución Libertaria en España. En efecto estos tres procesos brindan muchas
claves para desentrañar el trágico devenir de las clases y sectores oprimidos y
explotados. Además es preciso esclarecer el papel que en cada una de esas
luchas cumplieron los distintos protagonistas.
De la Revolución Rusa se
han brindado diversos testimonios, los bolcheviques se ocuparon y se ocupan de
contar una historia oficial que escatima datos fundamentales, por ejemplo los
antecedentes de los primeros soviets o consejos obreros y populares de 1905.
Lenin, Trotsky y Stalin, troika principal de quienes toman el poder en Rusia a
partir de octubre de 1917, aparecen como los adalides del proletariado, cuando
en realidad fueron quienes forjaron los mecanismos de un siniestro capitalismo
de Estado que oprimió, explotó a millones de personas. Los señalamientos de
Mijail Bakunin a Kart Marx, acerca de la militarización de la sociedad que
implicaría la supervivencia de la maquinaria estatal luego de una revolución
socialista, se han cumplido puntualmente. El aniquilamiento de los soviets del
Báltico (Kronstadt 1921) y de la guerrilla maknovista, demuestran la irracional
megalomanía que inspiró desde el vamos a los burócratas bolcheviques.
Años después, en España
persiguieron a quienes impulsaban la autogestión de campos, fábricas y
talleres, asesinaron a luchadores sociales como Camillo Berneri (Mayo 1937),
prefirieron el triunfo del fascismo a la instauración de una sociedad comunista
libertaria, con federalismo, justicia social y libertad. Entre otros, Piort
Kropotkin y Emma Goldman señalaron tempranamente el error de centralizar el
poder, de no eliminar los mecanismos de la burocracia. Ironías del destino
cuando el entonces máximo líder de la URSS, Mijail Gorbachov, lanzó la Glasnost
y la Perestroika lo hizo desde un edificio ubicado en la avenida Kropotkin, el
dirigente del PCUS, reconocía en cierto modo las críticas manifestadas por el
luchador ácrata más de sesenta años antes.
Vivimos en un mundo cruel,
en el que el capitalismo no para de aniquilar vidas, de afiatar mecanismos de
explotación y barbarie, en muchos casos como China de la mano de partidos que
autodenominan comunistas. La verdadera historia la escriben los pueblos con su
sacrificio, sus dolores y su coraje. Estas páginas nos hablan de una porción de
la historia que pretendieron borrar, nuestro desafío es rescatarla del olvido,
porque las injusticias de ayer persisten y el camino a transitar requiere de la
memoria y el reconocimiento para con aquellas mujeres y hombres que hicieron de
la solidaridad una bandera digna y refulgente. Bandera que empuñamos con coraje
y alegría en la lucha por la emancipación integral de los individuos y los
pueblos. Por una sociedad sin explotadores ni explotados, sin opresores ni
oprimidos. Carlos A. Solero Rosario, verano de 2005
Introducción.
Una de las causas por
las cuales elegí tomar estos temas es porque son cuestiones casi desconocidas
de la revolución rusa, que fueron tapadas o tergiversadas por los historiadores
de derecha y de izquierda. Por lo que sólo en bibliografía de historiadores
anarquistas pude obtener datos y un desarrollo importante de estas
problemáticas como así también fue posible la lectura de fuentes directas. En
el caso de historiadores profesionales como Hewllett Carr, los sucesos de
Kronstadt y el machnovismo solo son nombrados superficialmente y no hay un
análisis detenido de estas cuestiones específicamente. En cuanto a la
historiografía marxista y bolchevique, utilizo un folleto de S. Chernomordik,
titulado "Majno y el movimiento majnovista", que da la visión
bolchevique sobre lo ocurrido en Ucrania.Cabe destacar que no hay mucha
bibliografía marxista sobre estos temas. Existe un escrito de León Trotsky en
inglés titulado "Hue and cry over Kronstadt", y editado en 1938, que
es su justificación respecto a Kronstadt, pero no pude utilizarlo al no existir
edición en castellano del mismo. En cambio tomo su obra "Terrorismo y
comunismo", donde no se detiene en lo sucedido en Kronstadt pero al menos
hace alusión a eso. La opinión de Lenin y Trotsky al respecto puede verse
también en notas de ellos aparecidas en el diario ruso "Pravda",
transcriptas por Paul Avrich. Hay que recordar que cuando la mayoría de las
obras sobre estas temáticas fueron escritas, aun existía la Unión Soviética
como tal, y los archivos secretos aún no habían sido analizados.
Explicado todo esto paso
a señalar que siempre me interesaron las revoluciones, pero en todas veía una
constante: las revoluciones empezaban con gestos de un heroísmo y unos ideales
inmensos, pero a la corta o a la larga, toda revolución se degeneraba, y con el
paso del tiempo sus ideales originales se perdían. Sólo quedaba una parodia de
revolución. Esto puede observarse en la revolución rusa, en la cubana, en
Nicaragua, en China o cualquier otra revolución. Esto dará lugar a nuestra
hipótesis respecto a si Estado y Revolución son compatibles. Si se puede llegar
al socialismo a través del Estado o si en realidad nos alejamos de aquel al
acercarnos a éste. Pero esto lo analizaremos luego y será desarrollado y
justificado a lo largo del texto.
Objetivos.
-Rescatar dos hechos
casi olvidados de la Revolución Rusa como son el levantamiento de Kronstadt y
el surgimiento y la aniquilación del movimiento machnovista.
-Buscar y señalar las
diferencias que había entre bolcheviques y anarquistas, y ver los proyectos que
estos últimos tenían en Rusia.
-Demostrar con este
análisis que el carácter de "utópicos" y de "soñadores
idealistas" del que se acusa a los anarquistas es una ficción. Tanto en
Ucrania como en Kronstadt se practicó el anarquismo y se lo llevó hasta las
últimas consecuencias.
-Empezar a ver si los
gérmenes del stalinismo no estaban ya aquí presentes con las masacres cometidas
en la represión, si no es una consecuencia directa ver hasta dónde se parecen
el primer bolchevismo durante el "comunismo de guerra" y el
stalinismo.
-Generar más preguntas
que respuestas respecto al surgimiento y la finalización de la Revolución Rusa,
desnaturalizando las ideas y los discursos oficiales que hay sobre la misma.
-Separar la idea de
Estado y la de Revolución, demostrando que se trata de dos cosas distintas y
opuestas.
- Demostrar la
naturaleza autoritaria, genocida y centralizadora del bolchevismo, no con fines
apologéticos sino basándome en hechos concretos como pueden ser las enormes
cifras de obreros y campesinos ejecutados en nombre del "gobierno
revolucionario de obreros y campesinos" o encerrados en campos de
concentración, no con Stalin, sino antes, entre 1920 y 1921, con Lenin en el
poder, y condenados a morir de hambre o pestes.
-Señalar que es erróneo
el concepto de un Lenin "bueno" rodeado de un entorno
"malo", como era errónea la idea de un zar "bueno" rodeado
de cortesanos "malos", ya que el mismo Lenin fue quien integró a
Stalin en el comité central del Partido Comunista, y fue Lenin, poco antes de
su muerte, quien lo nombra a Stalin, como Secretario General del Partido
Comunista.
Los anarquistas en la
Revolución Rusa.
Los sucesos más
importantes en los que participaron los anarquistas rusos fueron dos: por un
lado en la conformación del movimiento machnovista que se extendió por toda
Ucrania entre 1918 y 1921 y cuyo nombre se debe a su líder guerrillero, Néstor
Machno; por otra parte están los "sucesos de Kronstadt", ciudad rusa
en la que los bolcheviques, ya en el poder, asesinaron a miles de marineros que
se levantaban en huelga al ver los primeros indicios de la conformación de la
burocracia roja, y de la distorsión de los objetivos principales de la
Revolución Rusa.
En Ucrania, durante 3
años enteros se practicó la anarquía con la expropiación de tierras, se crearon
las escuelas libertarias siguiendo el modelo del pedagogo español y anarquista
Francisco Ferrer, fusilado en España en 1909, cuyo proyecto de educación era el
de las escuelas laicas con formación naturalista y racional. Al mismo tiempo se
da la eliminación del dinero, la consolidación del soviet de Gulái-Polé, la
destrucción de cárceles y la liberación de todos los presos. También se crean
en Ucrania cientos de comunidades agrícolas socializadas, la más conocida de
ellas fue la comunidad "Rosa Luxemburgo", incendiada por los
bolcheviques tras vencer a los machnovistas. Finalmente se da la conformación
de todo un ejército no regular de guerrilleros campesinos, que rotaban sus
puestos para no generar burocracias. El anarquismo en Ucrania no fue una
utopía, tres cuartas partes de esta región fueron revolucionadas por el
machnovismo hasta que llegó la represión bolchevique.
Hay que destacar que,
hasta en los peores momentos, los machnovistas nunca utilizaron las requisas de
grano obligatorias sobre los campesinos para alimentar al ejército. El proyecto
internacionalista y clasista del machnovismo se diferencia de los nacionalistas
ucranianos de origen burgués que sólo buscaban la independencia de Ucrania
respecto a Rusia y respecto a la ocupación alemana tras el tratado de
Brest-Litovsk, que además eran acérrimos antisemitas, habiendo matado a 100.000
judíos. Los nacionalistas estaban bajo el liderazgo de Petliura, posteriormente
asesinado por el anarquista Schulin, en un atentado cometido en 1926, como
forma de vengar a los judíos asesinados.
Los machnovistas y
anarquistas en general, a diferencia de los bolcheviques, luchaban por las
comunas federadas y los soviets descentralizados, con administraciones locales.
Los anarquistas no querían dirigir la revolución sino acompañarla. Mientras los
marxistas hablan de revolución política, los anarquistas hablan mas bien de una
revolución social. No quieren que cambie un gobierno por otro, sino eliminar de
la faz de la tierra a todo principio de autoridad, ya se trate de una
monarquía, de una república más o menos democrática o de cualquier tipo de
dictadura, así se la haga en nombre del proletariado. Los anarquistas no creen
que se llegue al socialismo, si el poder mismo esta centralizado, y no
socializado. Para el anarquista su fin, son los medios mismos. Por eso no creen
en la toma del poder. Para el marxista estatista, el fin (el socialismo)
justifica los medios (dictadura del proletariado, centralismo político,
persecuciones indiscriminadas). Por último, los anarquistas creen en la
revolución hecha por las masas, no en las vanguardias dirigentes como creen los
bolcheviques.
Para justificar nuestra
hipótesis a desarrollar más adelante, podríamos tomar el libro "El estado
y la Revolución", de Lenin, y el ensayo con el mismo nombre, de Luiggi
Fabbri, también hay una obra de Rudolf Rocker, llamada "Bolchevismo y
anarquismo" y otra del mismo Fabbri, titulada "Dictadura y
Revolución". Todas estas obras analizan la relación del Estado con la
revolución y servirían para demostrar lo afirmado en nuestra hipótesis o
comprobar lo contrario. Lo mismo se puede decir de Kronstadt, allí toda una
ciudad se levantó contra el bolchevismo que ya era hegemónico, pese a las
amenazas de represión la población se levantó en armas y fue hasta las últimas
consecuencias. Estamos hablando de una ciudad cuya mitad de la población fue
diezmada. Paul Avrich compara a la comuna de Kronstadt con la Comuna de París
de 1871. En Kronstadt la población no hizo mas que seguir el slogan de Lenin de
"todo el poder a los soviet" ("y no a los partidos", le
agregarán los marinos), slogan luego abandonado por el dirigente bolchevique.
Los rebeldes de esta ciudad se opusieron a lo que ellos llamaron la
"comisariocracia", crearon el Comité Revolucionario Provisorio
exigiendo elecciones libres, al no sentirse representados por los enviados
bolcheviques, encarcelando a su vez al general bolchevique Kuzmin y
enfrentándose a los bombardeos aéreos de los bolcheviques. Los marinos y
obreros de la ciudad crearon una comuna libre que duró 16 días.
El movimiento
machnovista.
En lo que respecta al
movimiento machnovista, podemos afirmar que este surge en 1918, cuando los
bolcheviques firman el Tratado de Brest-Litovsk , de paz con Alemania. Rusia
venía de la Primera Guerra Mundial y junto con la derrota de la guerra
ruso-japonesa, el imperio zarista se había debilitado como nunca, lo cual dio
lugar a gran descontento en la población y a ser una de las causas de la
cercana revolución que ya asomaba.
Ucrania había dejado de
ser una nación independiente cuando el imperio zarista se adueñó de ella, pero
gran parte de su población nunca había dejado de sentir el deseo de libertad y
autonomía. Ucrania era una zona marginal del imperio, y era refugio tradicional
de bandoleros y rebeldes, era una zona de frontera. (1)La importancia del
Tratado de Brest-Litovsk reside en que, al retirarse los rusos de la guerra,
Ucrania queda muy indefensa, lo que da lugar a que los austro-alemanes invadan
toda esta zona y pongan en el cargo de "Hetman" a Skoropadsky, una
autoridad al servicio del invasor. La respuesta a la ocupación alemana no se
hizo esperar, hay grandes revueltas de campesinos en Ucrania, y hacia fines de
1918 nace el ejército machnovista en el poblado de Gulái-Polé, tierra natal de
Néstor Machno, este ejército derrocará al "hetman" y la zona se
declara liberada.
Machno había nacido en
1889, hacia 1909 se relaciona con los grupos anarquistas de Rusia y pronto la
policía zarista lo mete preso por agitador y atentador anarquista. En 1917, en
plena Revolución Rusa, los campesinos que ya adoraban a la figura de Machno por
su coraje, asaltan las cárceles y liberan a muchos presos políticos, entre
ellos el mismo Machno. (2)Una vez iniciada la guerra civil, entre 1918 y 1921
los machnovistas se enfrentan con varios enemigos. Una vez derrocado
Skoropadsky, los machnovistas se defienden de los ataques de los militares
zaristas Deñikin y luego Wrangel, que intentan restablecer la monarquía. Ambos
líderes zaristas serán derrocados por la precaria guerrilla de Machno que ataca
y huye, haciéndose de armas robadas al enemigo.
Luego aparecerá en
escena Petliura, líder de la burguesía nacionalista ucraniana, un hombre de
derecha y separatista que pretende darle a las revueltas ucranianas un carácter
nacional, pero pronto se enfrentará con los anarquistas seguidores de Machno,
que ven que el problema no es ser ruso o ucraniano sino ser proletario o
burgués. Antes que los anarquistas triunfen Petliura prefiere entregarlos a los
militares zaristas, por lo que Machno y su hombres deberán enfrentarse a
Deñikin, Wrangel y luego Petliura.
Entre 1919 y 1920 los
bolcheviques, que ya empiezan a ser hegemónicos, empiezan a ver el
"peligro" de un ejército horizontalista y anárquico que no se suma a
sus filas rojas. Van a existir varios intentos de cooptar a los machnovistas, o
en caso contrario eliminarlos. León Trotsky dirá en 1918 que "la guerra
civil inevitablemente alimenta tendencias anarquistas en los movimientos de las
masas trabajadoras...Psicológicamente una revolución significa el despertar en
la masa campesina de la personalidad humana. Las formas anarquistas de este
despertar fueron la inevitable consecuencia de la opresión existida. Llegar a
la creación de un nuevo orden, basado en el control de los trabajadores mismos
sobre la industria, es posible solamente por medio de la INTERNA eliminación
persistente de las tendencias anarquistas de la revolución." (3)Radek,
otro líder bolchevique, dirá en 1918: "Cuando no hay un poder proletario
central, cada individuo se siente libre de obrar a su antojo. Recién cuando se
organiza un gobierno central de obreros y campesinos- que fue hecho por los
bolcheviques- se da fin a las tendencias anarquistas en la clase obrera.
Solamente un gobierno...que hace todo lo posible para aumentar la producción,
tiene el derecho moral de perseguir sin piedad las tendencias anarquistas en
las masas del pueblo."(4)
No quedan muchas dudas
del desprecio de los dirigentes bolcheviques hacia el campesino (hay que
recordar que el movimiento machnovista es fundamentalmente un movimiento
campesino) y de su desprecio hacia los anarquistas en general.Hay dos tratados
de no agresión firmados entre machnovistas y bolcheviques, ambos violados por
estos últimos. En esos tratados se había firmado, entre otras cosas, el cese de
las persecuciones a los anarquistas de toda Rusia, y la liberación de los
anarquistas detenidos y apresados por los bolcheviques, como así también la
libertad de decisión militar de los machnovistas de pelear en los frentes que
ellos consideraban necesarios. Nada de esto se cumplió por los bolcheviques, ya
que al poco tiempo comienzan a presionar a Machno para mandarlo a pelear en la
zona de frontera con Polonia, lejos de Ucrania. Machno se niega, y pronto el
"héroe expulsor de Deñikin", según voces bolcheviques en vísperas de
la firma de ambos tratados, se convierte de pronto en un "bandido al
servicio de los generales blancos", al desobedecer. A lo largo de la
guerra entre ambas tendencias 200.000 machnovistas serán arrestados y otros
220.000 ejecutados por los bolcheviques. (5)
Sobre este tema nos
cuenta Volin..."Días antes de la victoria decisiva sobre Wrangel, cuando
su derrota no dejaba lugar a dudas, la estación central de emisiones
radiofónicas de Moscú prescribió a todas las estaciones del interior
interrumpir sus recepciones, a causa de un telegrama urgente y absolutamente
secreto de Lenin, que debía ser exclusivamente captado pos las dos estaciones
centrales: la de Járkov y la de Crimea. Un simpatizante libertario en servicio
en una estación del interior no cumplió la orden y captó el siguiente
telegrama: "Establecer efectivos anarquistas Ucrania particularmente
región machnovista. Lenin. "Algunos días más tarde se cursó, en las mismas
condiciones, este otro: "Vigilar activamente todos anarquistas. Preparar
documentos, si posible de carácter criminal para poder someterlos a acusación.
Mantener en secreto orden y documentos. Distribuir instrucciones necesarias.
Lenin. "Y a los pocos días se lanzó el tercero y último telegrama:
"Arrestar a todos los anarquistas e incriminarlos. Lenin". (6)
En 1919, los seguidores
de Lenin y Trotsky atacan Gulái-Polé con el fin de atrapar o matar a Machno,
pero como a este no lo encuentran, ejecutan a uno de sus hermanos. Pronto las
diferencias entre marxistas y anarquistas se agigantan. (7)Al mismo tiempo se
da otro hecho, Pedro Kropotkin, geógrafo y biólogo de gran renombre en los
ámbitos científicos, y uno de los teóricos anarquistas más reconocidos del
mundo, sufrirá un allanamiento en su domicilio. Los bolcheviques lo detienen y
lo encierran en una quinta en el campo de Dimitrov, para mantenerlo lejos de
Moscú. Así le pagó Lenin a Kropotkin todo lo que éste había hecho por él cuando
en 1905 usó todas su influencias para sacarlo a Lenin de la cárcel, cuando aún
reinaba el zar. (8)
Por otra parte, mientras
el ejército bolchevique tenía un sistema de leva obligatoria, los machnovistas
se sumaban al ejército voluntariamente, por lo cual, si bien eran miles, eran
menos que los bolcheviques. La falta de armas y alimentos fue otro gran
problema para los anarquistas, ya que por su ideología no contaban con el poder
centralizador del Estado ni la requisa de granos hacia los campesinos. El
machnovismo se va muriendo al tener que pelear en varios frentes. Muchas veces,
tropas bolcheviques mandadas a reprimir a los anarquistas, terminaban sumándose
a estos viendo traicionada la revolución por parte de los líderes rojos. Por
este motivo, Lenin enviará mercenarios chinos y letones a reprimir a Ucrania.
Por otra parte, el ejército rojo conservaba todo el autoritarismo y la
disciplina del ejército zarista, ya que muchos de sus nuevos comisarios eran
antiguos criminales, oficiales del zarismo. En reiteradas oportunidades los
bolcheviques usaron a los machnovistas para los frentes mas peligrosos, para
que se debilitaran y así poder ser dominados. Los distintos tratados violados
por los bolcheviques, demostraban cuáles eran sus intenciones y cuál su idea de
revolución. La revolución sería liderada por Lenin y el partido bolchevique o
no sería revolución. (9)
Hacia 1921 el ejército
machnovista es solo un fantasma, logran escapar con Machno solo 100 jinetes,
sobrevivientes de aquél ejército. Machno tenía 9 heridas en el cuerpo, una de
ellas era un balazo en el cuello que le salió por la mandíbula. La represión
bolchevique había sido enorme. Cientos de campesinos y obreros
"sospechosos" y "simpatizantes" de los machnovistas, fueron
ejecutados por los nuevos "representantes de la clase trabajadora".
Varias aldeas son incendiadas y muchas campesinas violadas por los soldados
bolcheviques. (10)Mientras tanto, la prensa bolchevique, por su parte, si bien
casi nunca nombraba lo ocurrido en Ucrania, cuando lo hacía simplemente decía
que se trataba de un "ejército de bandidos degenerados y violadores".
(11)
Otra acusación
bolchevique hacia los machnovistas era la de señalarlos como agentes zaristas o
al servicio de los generales blancos dispersos por Ucrania, argumento erróneo
ya que los machnovistas expulsaron de Ucrania a generales zaristas como Deñikin
o Wrangel. Por otra parte los bolcheviques, en su prensa, decían que los
machnovistas eran grupos nacionalistas que peleaban por la independencia de
Ucrania. (12). Si recordamos cuál fue la relación de los machnovistas con
Petliura, líder nacionalista ucraniano, luego ajusticiado por el anarquista
Schulim, por haber matado a mas de 100.000 judíos, y tenemos en cuenta el
internacionalismo obrero de los anarquistas, el argumento bolchevique se cae
por su propio peso. Tampoco sirve el argumento bolchevique que decía que los
machnovistas eran ricos terratenientes, ya que el machnovismo era un movimiento
profundamente campesino y sus integrantes venían de los sectores más humildes.
Finalmente, Machno logra
escapar hacia Rumania, y luego termina sus días en París, Francia, donde morirá
en 1935, muy pobre y enfermo, con la ayuda de otros refugiados. Tiempo antes de
morir Machno conoció allí a Buenaventura Durruti, el emblemático anarquista
español que estaba por esos días exiliado en Francia. (13)
Los sucesos de
Kronstadt.
Kronstadt es una
fortaleza militar construida en el siglo XVIII, y está ubicada en la isla
Kotlin, al norte de Rusia, sobre el mar Báltico, muy cerca de Finlandia. Para
el momento analizado, esta ciudad puerto tenía 50.000 habitantes. Su
importancia como ciudad radica en que tanto en la época zarista como luego con
los bolcheviques, Kronstadt será la base principal de la flota rusa.
Los marinos, al viajar
conocían otros regímenes y traían muchas ideas de otras partes de Europa.El
carácter revolucionario de esta ciudad es histórico. Había sido una de las
primeras localidades en plegarse a la revolución de 1905. Luego en 1906 hubo
una revuelta enorme sofocada por el zarismo. Sucedió algo parecido en 1910, y
en 1917 Kronstadt se convirtió en "la gloria de la revolución" según
Trotsky. (14) En vísperas de la revolución de octubre, 16.000 marinos de Kronstadt
entran a esta ciudad con banderas rojinegras. Pero hacia 1921, sus habitantes,
defensores siempre de la revolución, empiezan a padecer los abusos de las
tropas bolcheviques. La ciudad no tiene autonomía sino que su soviet local
empieza a ser boicoteado permanentemente por miembros bolcheviques para acatar
órdenes de Moscú. El descontento va en aumento y durante todo febrero y marzo
se produce la insurrección. Quienes la encabezan son los marineros de
Kronstadt. Exigen soviets libres, participación popular de sus habitantes y no
de dirigentes bolcheviques de la capital, y además se suman a las enormes
huelgas que por entonces sacuden a Petrogrado.
Cansados de requisas,
abusos de todo tipo y órdenes de oficiales rojos ex zaristas, los marinos se
levantan. Toda la ciudad los apoya. Los pocos enviados bolcheviques son
expulsados pero muchos comunistas leales al socialismo se van del partido y se
quedan con los marinos. Aquí "la gloria de la revolución" se
convierte para Trotsky en "la canalla contrarrevolucionaria". Lenin
declara el estado de sitio y el 7 de marzo, a las 18:45, empiezan los
bombardeos terrestres y aéreos sobre la ciudad. Como muchos de sus enviados
huyen y se suman a los rebeldes, Lenin deberá enviar tropas de mercenarios
chinos y bashkires para reprimir. Con los bombardeos 7000 niños y mujeres son
asesinados por los bolcheviques. La mayor cantidad de muertos se da el 16 de
marzo, dos días después cae Kronstadt. Habían muerto 14.000 marineros
sublevados. De una ciudad de 50.000 habitantes los bolcheviques asesinaron a
21.000, sin contar a los sobrevivientes apresados, que fueron enviados a un
campo de concentración en el desierto de Turquestán, donde murieron de hambre.
Sólo unos pocos marinos lograron escapar hacia Finlandia, y otros como
Alejandro Berkmann y Emma Goldman serán expulsados hacia Estados Unidos. (15)
Los bolcheviques
colocaron luego al general Dybenko, quien había liderado los bombardeos, como
dictador local de Kronstadt. Él se encargaría de que nunca mas alguien tenga la
osadía de sublevarse. Y así Trotsky pudo jactarse: "¡Al fin el poder
soviético barre de Rusia, con escoba de hierro, al anarquismo!". La
revolución había muerto. (16) Las explicaciones bolcheviques respecto a lo
ocurrido en Kronstadt serán muchas y hasta contradictorias. Primero dirán que
se trataba de un levantamiento de exiliados zaristas comandado desde París.
Luego dirán que se trataba de un levantamiento de exiliados, pero comandado
desde Finlandia, donde quedaban aún muchos refugiados. Por esos días Finlandia
había firmado un tratado de paz con Rusia, por lo que el gobierno finlandés se
encargó muy bien de que los exiliados rusos en Finlandia no molestaran ni
perjudicaran dicho pacto. (17)Después vendrán otro argumentos, también
injustificados. Se dirá que los marinos de Kronstadt tendrán apoyo del
exterior, de potencias como Inglaterra o Francia. Si bien la derecha de varios
países quiso aprovechar el levantamiento de los marinos para restaurar el
zarismo y quisieron ayudar económicamente a los marineros, estos rechazaron
dicha ayuda, a pesar de que estaban bloqueados y sin víveres.
Lo de Kronstadt no será
un levantamiento organizado como decían los bolcheviques, ya que el
levantamiento se produjo días antes del primer deshielo, y de haber esperado a
levantarse durante el mismo, la represión bolchevique se hubiera complicado
muchísimo ya que al tratarse de una isla, lo único que la conectaba con el
continente era ese inmenso bloque de hielo, que al estar en deshielo hacía
imposible el paso de la infantería roja para reprimir. No se esperó a dicho
momento porque lo de Kronstadt fue algo espontáneo, no algo organizado. De esta
manera los bolcheviques pudieron reprimir, y por eso no hubo negociaciones
entre ambos sectores. Trotsky veía llegar ese deshielo, y ante la duda decidió
no demorar las cosas. Si lo de Kronstadt se expandía la "revolución",
como la entendía Trotsky, corría peligro. En el Décimo Congreso del Partido
Comunista, llevado a cabo el 8 de marzo de 1921, Lenin dirá: "por detrás
de la revuelta asoma la figura familiar de la guardia blanca. Está
perfectamente claro que esto es obra de los socialistas revolucionarios y de
los Guardias Blancos emigrados." Esto es absurdo ya que entre 1918 y 1920,
40.000 marineros de Kronstadt se habían enfrentado a los generales blancos
poniendo siempre la vida para defender la revolución. El día 15 de marzo,
continuaba el Décimo Congreso del Partido Comunista, y así, 7 días después de
su primera acusación hacia los marineros, Lenin dirá que "en Kronstadt
ellos no quieren a los guardias blancos, y tampoco quieren nuestro poder",
refiriéndose a los marinos, pero no hizo nada por impedir la matanza que en ese
mismo momento, mientras él se retractaba, se estaba llevando a cabo en la isla.
(18) Tampoco se trataba de un levantamiento de ucranianos infiltrados en la
flota de Kronstadt, ya que si bien había ucranianos en sus filas, también los
había letones, estonios y finlandeses, pero el grueso de la flota de Kronstadt
era de origen ruso, muchos eran de Moscú y de Petrogrado, donde se multiplicaban
las revueltas contra el régimen bolchevique, y más allá de las naciones de
origen, del primero al último marinero apoyaron el levantamiento porque lo
consideraban una defensa frente a lo que ellos entendían, con mucha razón a mi
entender, como la amenaza de muerte a la revolución por parte de la burocracia
roja y la estatización de los soviets.
Los marineros de
Kronstadt hablaban de su levantamiento como señalando el inicio de la
"Tercera Revolución". En el caso de Kronstadt, la prensa bolchevique también
usará el argumento utilizado en Ucrania, diciendo que los revoltosos eran ricos
terratenientes. La falsedad de este argumento puede verse al observar el origen
campesino de Petrichenko y de los demás marineros, quienes al momento de la
sublevación tenían a sus familias muertas de hambre en el campo, a causa de las
requisas de grano llevadas a cabo por el gobierno bolchevique.
Relación entre el
movimiento machnovista y los sucesos de Kronstadt.
Hay dos puntos
exclusivamente políticos y geográficos de relación entre el machnovismo y lo
sucedido en Kronstadt. En primer lugar, cuando finaliza el movimiento
machnovista, en 1921, en ese mismo año comienzan los conflictos en Kronstadt.
En segundo lugar, muchos (aunque no la mayoría) de los marinos de la flota de
Kronstadt eran de origen ucraniano, por lo que lo vivido en Ucrania pudo haber
influido a la hora de agitar los ánimos ya exaltados de la inconforme ciudad de
Kronstadt. El mismo Petrichenko, figura más reconocida del levantamiento de
esta ciudad, era ucraniano. (19)
Por otra parte, hay
quienes afirman que el prófugo Néstor Machno, al ser expulsado de Ucrania, y en
camino hacia su exilio hacia Polonia, y luego hacia Francia, pudo haberse
contactado con los anarquistas que estaban en Kronstadt, deseando llevar al
menos sus ideas hacia la ciudad de los marineros. (20)
También es sabido que
tanto en toda la región de Ucrania como en la ciudad de los marineros, aunque
mas en la primera que en la segunda, actuaron numerosos grupos anarquistas que
fomentaron la rebelión abierta contra el régimen bolchevique. Pero no cabe aquí
una hipótesis conspirativa ya que en ambas regiones las revueltas fueron
espontáneas, y los anarquistas eran uno de los tantos sectores opositores a los
bolcheviques.
Otra similitud entre
ambos procesos es que en las dos regiones Lenin mandó guardias rojos a
reprimir, pero también mercenarios extranjeros (en el caso de Ucrania se envían
mercenarios chinos y letones, en Kronstadt chinos y bashkires) y en ambos son
oficiales ex zaristas los que reprimen.
Finalmente se da otro
fenómeno, los marineros de Kronstadt eran de origen campesino, al igual que los
guerrilleros de Ucrania, y todos ellos habían presenciado o escuchaban los
relatos de sus familiares sobre las requisas obligatorias de grano que sufrían
por parte del ejército bolchevique, entre otros abusos, para alimentar a sus
soldados y a la burocracia cada vez mayor que vivía en las ciudades. En ambas
regiones se va dando en forma mucho mas marcada el enojo generalizado hacia los
bolcheviques, en ciudades como Petrogrado o regiones como la Siberia que ya
habían padecido todo tipo de huelgas y revueltas a lo largo de 1920 y 1921.
Los proyectos de los
marineros de Kronstadt eran similares a los de los machnovistas:
descentralización, soviets libres, defensa de los primeros ideales de la
revolución de octubre de 1917, deseos de finalizar el Comunismo de Guerra, etc.
(21)
Hipótesis Final.
La hipótesis a plantear
es la siguiente: La revolución no es compatible con el Estado porque cuando triunfa
el nuevo Estado la revolución se va muriendo. Para que el Estado
"revolucionario" logre imponerse, la revolución debe subordinarse a
él, y las revoluciones no la hacen los partidos o los hombres de Estado sino
las grandes masas, que serán reprimidas por el nuevo Estado en caso de que no
acuerden con él, del mismo modo que el nuevo partido en el poder era reprimido
cuando luchaba por su conquista.
Es interesante ver como
en 1923 Luiggi Fabbri previó casi con perfección, todo lo que iba a pasar en
Rusia luego; parece adelantarse al surgimiento del stalinismo. De todos modos
habían pasado ya dos años de los sucesos de Kronstadt, y analizando esa masacre
era previsible que si "la gloria de la revolución" era salvajemente
reprimida, cabía esperar algo mucho peor para todo el resto de la población
rusa.
Conclusión.
Finalmente, creo que
queda claro que un grupo o partido puede tener un discurso o una ideología muy
progresista, pero que al llegar al poder empieza a olvidarse de sus principios
y rápidamente lo revolucionario va dejando lugar a lo reaccionario. El
movimiento se convierte en algo estático, y quien se rebela ante el nuevo orden
pasa a ser un "contrarrevolucionario". Queda claro aquí que no hay
nada mas derechista que los izquierdistas reprimiendo a los anarquistas. Por lo
analizado en estos casos creo que Estado y Revolución no pueden convivir, para
que uno de los dos triunfe es necesario que el opuesto muera. Por otra parte se
puede hablar de "dictadura del proletariado", "gobierno de los
trabajadores" y demás, pero sabemos que quien gobierna no trabaja, y quien
trabaja no gobierna, que si no hay cambios permanentes de roles se genera una
burocracia parásito y la revolución se muere. El socialismo no puede existir si
los mismos espacios de poder no están socializados, si todo el poder es un
monopolio del Estado centralizado, de un partido, de una vanguardia o de un
líder. En el caso ruso podemos observar cómo los soviets de obreros, soldados y
campesinos, pronto se convirtieron en soviets de dirigentes bolcheviques,
pronto pasaría lo mismo con los sindicatos y otros espacios de poder. Hay que
recordar que la estatización de los sindicatos, la borucratización y copamiento
de los soviets, la militarización de las fábricas, el genocidio político y la persecución
y matanza de opositores, junto a la aplicación del taylorismo explotador en las
fábricas tomado del modelo norteamericano; el ejército y las levas obligatorias
sumados al hambre y la miseria de millones de seres humanos a causa de la
requisa autoritaria y violenta de granos y productos agrícolas, como así
también la incorporación de altos jerarcas militares ex zaristas al Ejército
Rojo, es decir toda esa gama de síntomas para nada revolucionarios, ya se daban
entre 1918 y 1921 con Lenin y Trotsky a la cabeza, mucho antes de Stalin. Lo
que hizo Stalin fue aumentar las cifras de las atrocidades cometidas por los
otros dos líderes bolcheviques. Los metodos de Stalin no eran desconocidos en
Rusia, al contrario, eran moneda corriente. Estos eran los líderes
"revolucionarios", estos eran los "defensores" de la clase
trabajadora, estos eran el "cambio" para el mundo. Habría que empezar
a analizar seriamente quiénes eran en realidad los verdaderos
contrarrevolucionarios y burgueses al servicio del capital.
Por otra parte: ¿Qué
hubiera pasado si el resto de Rusia se plegaba al levantamiento de Kronstadt?.
¿Hasta donde podría haber llegado la revolución si se la dejaba ser?. ¿Por qué
el resto de Rusia no se plegó a Kronstadt?. La respuesta es sencilla: el nuevo
Estado bolchevique al llegar al poder, fue adueñándose de los medios de
comunicación, por entonces los más usados eran la radio y el periódico. Hay que
tener en cuenta que los bolcheviques monopolizaron los medios de comunicación y
prohibieron y persiguieron a los periódicos opositores. A través de estos
medios el nuevo Estado fue desinformando a la población al punto de que la
información que llegaba a Moscu y otras ciudades era falsa, y en muchas
ciudades se enteraron de las matanzas de Kronstadt meses después de haber
ocurrido las mismas. Además, durante el período que va de 1918 a 1921, la
incomunicación entre las ciudades era casi total debido a la destrucción de
puentes, rutas y caminos. Era muy difícil trasladarse a ciudades vecinas.
Además, el grueso de las revueltas contra los bolcheviques se estaban dando
durante 1921, en Petrogrado, Moscú y la Siberia, lugares que sufrieron también
la represión bolchevique. Los marineros de Kronstadt esperaban que estas
ciudades se plegaran a ellos tras su levantamiento, pero al producirse el mismo
las demás revueltas ya habían sido sofocadas y no estaban conectadas entre sí.
Por eso el resto de Rusia no se sumó a la comuna de Kronstadt.Por lo demás,
queda claro que si la revolución rusa sobrevivía, y se la dejaba ser, las
posibilidades de cambios hubieran sido infinitas. El impacto de la revolución
rusa en el mundo fue enorme, y enormes eran las expectativas. Si Rusia cambiaba
muchos lugares mas podrían haberse contagiado
.Por ello hay que
alertar a los ilusos que actualmente esperan revoluciones o cambios por parte
de partidos de las siglas más diversas pero con fines similares, que aún hoy
reivindican a genocidas de obreros y campesinos como Lenin, Trotsky o Stalin,
que critican a genocidas como Videla (que encabezó la matanza y desaparición de
30.000 personas bajo la última dictadura en Argentina, entre otras
barbaridades) pero reivindican a genocidas como Trotsky que mató a mas gente
que el detestable militar argentino, y no hablamos de matanzas de burgueses o curas
cómplices, sino de matanzas de obreros y campesinos en nombre del socialismo,
justificando sus cazas de opositores como "un error", cuando atrás de
ese error hay en realidad un muerto, y miles de errores que costaron miles de
vidas. Hay que recordar siempre estas matanzas, más allá de los años que
pasaron, ya que con ese argumento de que son cosas del pasado entonces
tendríamos que olvidar a los Videla, a los Hitler y los millones de judíos
asesinados, a los millones de indígenas que mató la Iglesia Católica en América
y la lista sería infinita.
Si hablamos de recuperar
la memoria, que se recupere toda la memoria y no solo las cosas "que no
perjudiquen al partido". Por otra parte tampoco hay que olvidar que, entre
quienes actualmente hablan de la libertad de los presos políticos en Argentina,
están los que justifican los presos políticos en las cárceles cubanas, donde
aún hoy hay cientos de anarquistas presos que en este mismo momento se están
pudriendo entre sus paredes. Como también se pudrieron en Rusia o en China bajo
regímenes llamados "comunistas". Esos izquierdistas están contra éste
o aquél gobierno, contra este ejército o contra ésta policía, no contra todo
gobierno, contra todo ejército o contra toda policía. No se dan cuenta de que el
problema es el Estado, la autoridad. Ellos quieren su propia policía, su propio
ejército, y sus propias cárceles, aunque le pongan el color rojo detrás.
También si es posible quieren su propia ESMA, como la tuvieron Lenin, Trotsky y
Stalin en sus respectivos campos de concentración. Basta pensar en qué sería de
nosotros si alguno de estos tantos actuales partidos de izquierda tuviera
mañana el tan ansiado poder que buscan tomar hoy. Cualquier crítica a su
autoritarismo sería tildada de "influencia pequeñoburguesa o contrarrevolucionaria
bancada por el imperialismo yanqui" y este folleto que está en sus manos
sería quemado, su autor apresado por la futura policía roja junto a amigos,
familiares y simpatizantes, por las dudas. Todavía puede oírse a algún que otro
trotskista lamentarse de que en Argentina ya no exista mas el servicio militar
obligatorio, ya que en su lógica autoritaria el trotskista considera que el
servicio militar era una buena posibilidad para que el pueblo conozca el manejo
de las armas y liberarse el día de la revolución, como si la auto liberación
debiera basarse en la imposición, ejemplo de una mentalidad jesuítica que
justificó el servicio militar obligatorio durante la Revolución Rusa, tratando
de obligar al campesino a sumarse a un "ejército liberador" que en
realidad no tenía nada de tal y que en caso de negarse ese mismo ejército
"liberador", lo fusilaba. Manera peculiar de "liberar" al
oprimido.Todo lo que contamos en estas páginas es lo que hicieron quienes se
llenaron la boca hablando de plusvalía, obreros y socialismo, pero que sólo
buscaban el poder. Y todo lo que hicieron en el pasado, lo volverán a hacer en
caso de tener la posibilidad, quienes aún hoy reivindican a estos maquiavelos
rojos, porque no critican al poder en sí, sino que lo critican porque aún no
está en sus manos, y cuando lo tengan dejaran de criticarlo, para conservarlo
sin que se les vaya de las manos, como buenos conservadores que son.Finalmente,
la conclusión mas importante es que las revoluciones se hacen de abajo, o no
son revoluciones, que la revolución no es obra de vanguardias iluminadas, ni
partidos, ni líderes. En las revoluciones actúan múltiples sectores, y todos
deben tener la misma posibilidad de tomar decisiones. Estas no pueden ser
monopolio de un partido. Un gobierno puede ser derrocado por otro que se
atribuye el mote de revolucionario, este "gobierno obrero y
campesino" puede requisar a la fuerza a campesinos y militarizar las
fábricas, puede matar miles de obreros y miles de campesinos en su nombre. Un
ejército puede cambiar de uniforme y agregarse el color rojo, y sumar a sus
filas a represores de renombre. Se puede hacer eso y mucho mas en nombre de los
ideales y la fraseología mas abstractos, pero si la revolución y la posibilidad
de cambio permanente no es un fin en sí mismo, no hay cambio alguno, solo
parodias. Si no se es socialista en el plano de la práctica cotidiana y de lo
concreto, el socialismo nunca llegará. Si el poder no está socializado, el
socialismo es una mentira. El nuevo Estado puede tomar el poder y reprimir a
todos los que no acuerden con él, pero por favor, entonces ya no hablemos de
revolución.
Notas.1- Volin. "La
Revolución desconocida", ed. Proyección. Bs.As, 1977. 2- Idem 3- Trotsky,
León. "Para la historia de la Revolución de Octubre". (p 114) Edición
rusa en New York. 1920. Fuente citada en la obra "La Revolución Rusa y el
anarquismo", de Anatol Gorelik. Ed. Anarquía. Bs.As,1933.4- Radek, Carlos.
"El gobierno soviético y el desarme de los anarquistas". Fuente
citada por Anatol Gorelik en su obra ya nombrada. Se trataría de una edición
hecha en moscú, escrita por Radek en 1918. Recordemos que para ese año ya
existían los conflictos militares, políticos y sociales entre machnovistas y
bolcheviques.5- Si bien existían ciertos sectores del anarquismo cercanos a los
bolcheviques, conocidos como los "anarcobolcheviques", (entre ellos
figuraban Emma Goldman y Alexander Berkmann) la paranoia generada tras los
sucesos de Kronstadt en 1921, hizo que todo sospechoso de anarquista fuera
fusilado, detenido o expulsado de Rusia, esta última medida fue aplicada para
Goldman y Berkmann que se exilian en Estados Unidos. Según Volin, hacia 1921 el
movimiento anarquista desaparece de Rusia. Se conoce también el caso de Zensl
Müsham, (la compañera del reconocido poeta judío y anarquista Erich Müsham,
asesinado por los nazis en 1934) que estuvo 13 años presa bajo el régimen de
Stalin, pero para entonces un anarquista vivo en Rusia era una rareza. 6-
Volin. op. cit. p180.7- Rocker, Rudolf. "Bolchevismo y anarquismo".
Editorial Reconstruir. Bs.As., 1959.8- B.R.B. "Recordando a Pedro
Kropotkin". Ediciones Acratas "El Sembrador". Andorra, Teruel.
Sin año de edición. También puede verse la "Carta de Kropotkin a
Lenin", 4 de marzo de 1920. Allí Kropotkin le dirá a Lenin, entre otras
cosas: "como usted vive en el centro de Moscú (para entonces Lenin vivía
en el Kremlin, lujoso palacio antiguamente hogar del zar) no conoce la
verdadera situación del país. Debería ir a las provincias, ponerse en contacto
con la gente, participar de sus anhelos, trabajos y calamidades. Estar con los
hambrientos-adultos y niños-soportar los innumerables inconvenientes que se
presentan al momento de conseguir una miserable lámpara de petróleo. Y llegaría
a conclusiones que podrían resumirse en una sola: la necesidad de encontrar una
vía hacia una vida en mejores condiciones. De lo contrario, pronto caeremos en
una catástrofe sangrienta". Hay que destacar que las cartas de Kropotkin
nunca recibieron respuesta, lejos de eso, Lenin solo atinó a rodear la quinta
de Kropotkin, de varios guardias rojos. Un año después el sabio y anarquista
ruso moría. 9- ¿Por qué afirmamos esto?. Porque para los dirigentes
bolcheviques en general, con su ideología de "vanguardias
revolucionarias" y "revolucionarios profesionales", todo
opositor a sus ideas, ya se trate de un socialista revolucionario de izquierda,
un menchevique, un demócrata, un liberal o un anarquista, era un
"contrarrevolucionario", "pequeñoburgués", "al servicio
del capitalismo inglés", "agente del imperialismo alemán o de los
refugiados zaristas de Finlandia". Para esta mentalidad, que se afirma
dueña y guía de la revolución, que monopoliza el poder, no cabe la posibilidad
de que existan revolucionarios por fuera de su partido, que tal vez no
compartan su concepto de "revolución". Que anarquistas y socialistas
revolucionarios de izquierda hayan demostrado desde principios de 1900 su
capacidad de organización, de rebelión y desestabilización del régimen zarista,
a través de huelgas, atentados, insurrecciones armadas y tomas de fábrica, para
los bolcheviques no importaba. Quien se oponía al partido, automáticamente se
oponía a la revolución, para los bolcheviques. Ellos eran la revolución, y no
otros. Por lo tanto no cabía la posibilidad de crítica. Para quien osaba
afirmar que se marchaba a la contrarrevolución por su camino, le esperaban los
campos de concentración creados entre 1920 y 1921, la cárcel, el fusilamiento,
el exilio o la muerte por hambre. La heroica María Spironodova, figura emblemática
del Partido Socialista Revolucionario de Izquierda, que había cometido varios
atentados a lo largo de Rusia contra el zar y su régimen, será liberada de la
cárcel al iniciarse la revolución, pero pronto se opondrá a la política de los
bolcheviques, y estos la apresan nuevamente, muriendo enferma en la cárcel. La
misma suerte correrán otros legendarios miembros de su partido, pioneros en los
enfrentamientos contra el zarismo, apresados y asesinados por los bolcheviques.
.Para mayores datos, Archinoff, Pedro. "Historia del movimiento
machnovista" (1918-1921). Editorial Argonauta. Bs.As. 1926 y "La
Rusia Subterránea", de Stepniak, Editorial Americalee, Buenos Aires,
1945.10- Machno, Néstor. "La Revolución Rusa en Ucrania", tomo I.
Editorial Vértice, Barcelona (Sin año de edición). Cabe destacar que la mayoría
de los pocos sobrevivientes de la guerrilla machnovista, increíblemente, irán
como voluntarios internacionalistas a luchar contra el fascismo en España al
estallar la Guerra Civil Española en 1936, siempre en pos de la anarquía y la
revolución social, a pesar de haber escapado milagrosamente de Rusia y hechos
un harapo, repletos de heridas. Este dato lo destaca Christian Ferrer en su
libro "Cabezas de Tormenta", Colección Utopía Libertaria, Bs. As., 2004.11-
Chernomordik, S. "Majno y el movimiento majnovista". Publicaciones
Edeya. Barcelona. Chernomordik es el seudónimo de P. Sarianof.12- Esto puede
verse en el folleto del bolchevique S. Chernomordik, como así también en
algunos números del periódico "Pravda", citados y transcriptos por
Volin o por Pedro Archinoff.13- Volin op.cit. Sobre el encuentro entre Machno y
Durruti puede verse "Durruti en la Revolución Española", de Abel Paz,
editado por la Fundación Anselmo Lorenzo en Madrid, en 1996. 14- Volin
op.cit15- Petrichenko, líder de la insurrección de Kronstadt, huirá a Finlandia
tras la caída de Kronstadt, pasando por Estados Unidos, pero luego de la
Segunda Guerra Mundial será repatriado a la Rusia de Stalin, donde será
encerrado en un campo de concentración, muriendo allí mismo en 1947, en pésimas
condiciones de vida.16- Avrich, Paul. "Kronstadt 1921". Editorial
Proyección. Bs. As. 1973. Lo que Trotsky no pudo ver es que poco tiempo después
él también sería barrido de Rusia con escoba de hierro por el mismo sistema
político que él había defendido y con los mismos métodos de terror que él había
utilizado, para luego ser asesinado en México por enviados stalinistas.
Kamenev, Zinoviev, Bujarin, y el Mariscal Tujachevsky (militar represor de
obreros en tiempos del zar, colocado luego en el Ejército Rojo por Lenin y
Trotsky, y uno de los responsables de la matanza de Kronstadt en 1921), los
cuatro alcahuetes de Lenin y luego de Stalin, morirían ejecutados por orden de
éste en las purgas llevadas a cabo entre 1934 y 1938, junto a otros miles de
dirigentes bolcheviques. Para mayor información, puede leerse
"Stalin", libro de Jacinto Toryho, Editorial Americalee, Bs. As.,
1946.17- Avrich, Paul. op cit.18- Avrich, Paul. op cit. Ver, sobre todo, en la
página 99 y 130.19- Avrich, Paul. op cit.20- Volin. op.cit.21- Avrich, Paul.
op.cit."
Bibliografía.· Anónimo.
"El anarquismo insostenible". El anarquismo insurreccional en Rusia a
inicios del siglo XX. Ediciones insurgentes. Editado en noviembre de 2002. Se
trata de una respuesta al libro "La otra alma de la revolución", de
Paul Avrich, escrito en 1978.· Archinoff, Pedro. "Historia del movimiento
machnovista" (1918-1921). Editorial Argonauta. Bs.As. 1926.· Avrich, Paul.
"Kronstadt, 1921". Editorial Proyección. Bs.as. 1973.· B.R.B.
"Recordando a Pedro Kropotkin". Publicaciones Acratas "El
Sembrador". Andorra, Teruel. (No tiene año de edición)· Chernomordik, S.
"Majno y el movimiento majnovista" (Los anarquistas a la obra).
Publicaciones Edeya. Barcelona (No tiene año de edición). Es la mirada
bolchevique sobre lo ocurrido en Ucrania.· Fabbri, Luiggi. "Dictadura y
Revolución". Editorial Proyección. Bs.As. 1967.· Gorelik, Anatol. "La
Revolución Rusa y el anarquismo". Editorial Anarquía. Bs.As. 1933.· Guérin,
Daniel. "Marxismo y socialismo libertario". Editorial Proyección.
Bs.As. 1972.· Jensen, Albert. "El bolchevismo heredero del nazismo".
Folleto sin año de edición, editado por "Tierra y Libertad".·
Lehning, Arthur. "Marxismo y anarquismo en la Revolución Rusa".
Colección Utopía Libertaria, Bs. As., abril de 2004.· Leval, Gastón.
"Lenin, sepulturero de la Revolución Rusa". Nota aparecida en 1970 en
la revista "Reconstruir", en Buenos Aires.· Rocker, Rudolf.
"Bolchevismo y anarquismo". Editorial Reconstruir. Bs. As. 1959.· Rocker,
Rudolf. "El camino de pasión de Zensl Müsham" (Trece años prisionera
de Stalin). Ediciones S.A.I. (No tiene año de edición)· Stepniak. "La
Rusia Subterránea", Editorial Americalee, Bs. As., 1945.· Toryho, Jacinto.
"Stalin". Editorial Americalee. Bs. As. 1946.· Trotsky, León.
"Terrorismo y Comunismo". Ediciones Política Obrera. Bs.As. 1965.·
Williams, Chester S. "Crímenes soviéticos". Editorial Agora. Bs.As.
1957.Fuentes.· Cartas de Kropotkin a Lenin, escritas en 1919 incluidas en la
obra "Ideario Anarquista", Editorial Longseller. Bs. As. 2000. ·
Transcripciones de notas periodísticas aparecidas en 1921 con los sucesos de
Kronstadt, en los diarios "Pravda", "New York Times" y
"New York Tribune", hechas por el historiador Paul Avrich.Fuente
literaria.· Gorki, Máximo. "La Madre". Editores Mexicanos Unidos.
1992.Notas periodísticas.· "Recepciones de la Revolución Rusa, el caso de
los anarco-bolcheviques", periódico "En La Calle", número 51,
mayo de 2004. Bs. As.
Fuente: http://elantifascismoestadespierto.blogspot.com.es/2012/10/las-matanzas-de-anarquistas-en-la.htm
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La revolución rusa de 1917 vió un gran crecimiento del anarquismo en ese
país así como muchos experimentos basados en ideas anarquistas. No obstante, en
la cultura popular se ve a la revolución rusa no como un movimiento de masas,
de gente ordinaria luchado por su libertad sino como el medio por el cual Lenin
impuso su dictadura en Rusia. La revolución rusa, al igual que la mayor parte
de la historia, es un buen ejemplo del dicho "la historia está escrita por
los vencedores". Ambas historias, capitalista y leninista, del período
entre 1917 y 1921 ignoran lo que el anarquista Voline llamó "la revolución
desconocida", la revolución invocada desde abajo por las acciones del
pueblo.
El destronamiento inical del Zar ocurrió
debido a la acción directa de las masas, y la revolución se llevó a cabo en
esta vena hasta que el nuevo estado "socialista" llegó a ser lo
suficientemente fuerte para detenerla. Para las izquierdas, el fin del zarismo
fue la culminación de años de esfuerzos de socialistas y anarquistas de todo el
mundo, representando el ala progresista del pensamiento humano venciendo la
tradicional opresión, y como tal fue celebrado por izquierdistas del mundo
entero.
En las calles, en los puestos de trabajo y
en el campo, más y más gente se convenció de que la abolición del feudalismo no
era suficiente políticamente. El destrono del Zar tenía muy poco efecto real si
la explotación feudal aún existía en la economía, así pues los trabajadores
comenzaron a tomar los puestos de trabajo y los campesinos la tierra. A través
de Rusia, el pueblo común comenzó a construir sus propias organizaciones,
uniones, cooperativas, comités de fábrica y consejos (o "soviets" en
ruso). Estas organizaciones originalmente se formaron de manera anarquista, con
delegados revocables y federadas unas con otras.
Los anarquistas participaron en este
movimiento, alentando todas las tendecias de auto-gestión. Según notó Jacques
Sadoul (oficial francés) al principio de 1918, "El partido anarquista es
el más activo, el más militante de todos los grupos de oposición y
probablemente el más popular ... Los bolcheviques están preocupados" [
citado por Daniel Guerin, Anarquismo, pp.95-96]. Los anarquistas fueron
particularmente activos en el movimiento de producción autogestionario de los
trabajadores (ver M. Brinton, The Bolsheviks and Worker's Control).
Pero ya al comienzo del 1918, los
socialistas autoritarios del partido bolchevique, una vez que tomaron el poder,
iniciaron la eliminación física de sus rivales anarquistas. Inicialmente, los
anarquistas habían apoyado a los bolcheviques, puesto que los líderes
bolcheviques habían ocultado su ideología de estado bajo su apoyo de los
soviets.
No obstante, este apoyo "se
disolvió" rápidamente a medida que los bolcheviques se mostraron como eran
en realidad, no buscando el verdadero socialismo, sino más bien asegurando el
poder para ellos solos y agitando, no ya por la propiedad colectiva de la
tierra y los medios de producción sino por la propiedad del gobierno. Por
ejemplo, los bolcheviques destruyeron sistemáticamente el movimiento de control
obrero, aunque habían triunfado en el aumento de la producción enfrentados a
muy difíciles circunstancias.
Lenin suprimió el control por los
trabajadores basándose en la dudosa premisa de que ello reduciría la
productividad, argumento que después se ha demostrado falso en aquellos casos
donde el control por los
trabajadores se ha impuesto. (ver Sección
C.2.3). Es interesante notar que los apologistas del capitalismo de hoy, que a
menudo claman que el control por parte de los trabajadores reduciría la
productividad, están usando un argumento leninista ya descreditado.
Mientras eliminaban el movimiento de
auto-gestión de los obreros, los bolcheviques sistemáticamente minaron,
apresaron, y asesinaron a sus mas vocales oponentes, los anarquistas, así como
limitaron la libertad de las masas que decían proteger. Las uniones
independientes, los partidos políticos, el derecho a la huelga, la auto-gestión
en el trabajo y en el campo -- todo se destruyó en nombre del
"socialismo". Para los de adentro, la revolución había muerto pocos
meses después de que los bolcheviques tomaron el poder. Para el mundo externo,
los bolcheviques y la URSS llegaron a representar el "socialismo"
mientras que sistemáticamente destruían las bases del verdadero socialismo. Los
bolcheviques rebajaron los elementos socialistas libertarios dentro de su país,
el aplastamiento de los levantamientos de Kronstadt y de Ukrania fue los clavos
en el ataud del socialismo y la dominación de los soviets.
El alzamiento de Kronstadt de febrero 1921
fue para los anarquistas, de inmensa importancia. Esto fue el primer gran
levantamiento del pueblo por el verdadero socialismo. "Kronstadt fue el
primer intento totalmente independiente del pueblo de liberarse de todo control
y llevar a cabo la revolución social: este intento se hizo directamente .. por
la clase obrera, sin pastores políticos, sin líderes, sin tutores"
[Voline, The Unknown Revolution, citado por Guerin, Ibid., p.105].
En la Ukrania, las ideas anarquistas se
aplicaron con éxito. En las áreas bajo la protección del movimiento
Makhnovista, la gente de la clase obrera organizó sus vidas directamente,
basándose en sus propias ideas y necesidades, la verdadera auto-determinación
social. Bajo el liderazgo de Nestor Makhno, un campesino autodidáctico, el
movimiento no solo luchó contra las dictaduras blanca y roja sino también
resistió a los nacionalistas ukranianos.
Oponiéndose a la convocatoria para la
"auto-determinación nacional", o sea, un nuevo estado ukraniano,
Makhno hizo una llamada a la auto-determinación de la clase obrera en Ukrania y
a través del mundo entero. Llegó a ser conocido como el "Robin Hood"
de Ukrania. El experimento de auto-gestión anarquista en Ukrania tuvo un final
sangriento cuando los bolcheviques se volvieron contra los makhnovistas (sus
antiguos aliados contra los "blancos" pro-zaristas) cuando ya no los
necesitaban.
El último desfile anarquista en Moscú
hasta el 1987 tuvo lugar con el funeral de Kropotkin en 1921, cuando unos
10,000 desfilaron detrás de su ataúd. Muchos de estos habían sido puestos en
libertad por ese día nada más, y serían asesinados por los leninistas en años
venideros. A partir de 1921, los anarquistas comenzaron a describir a la URSS
como una nación "estadista-capitalista" para indicar que aunque los
mandamases individuales podían haber sido eliminados, la burocracia estatal
soviética jugaba el mismo papel que los jefes juegan en Occidente.
Para más información sobre la revolución
rusa y el papel que los anarquistas jugaron, se recomiendan los siguientes
libros: The Unknown Revolution de Voline, The Guillotine at Work de G.P.
Maximov, The Bolshevik Myth y The Russian Tragedy ambos de Alexander Berkman,
The Bolsheviks and Worker's Controls de M. Brinton, The Kronstadt Uprising de
Ida Mett, History of the Makhnovist Movement de Peter Ashinov. Muchos de estos
libros fueron escritos por anarquistas activos durante la revolución, muchos
fueron encarcelados por los bolcheviques y deportados a occidente debido a la
presión internacional ejercida por delegados anarcosindicalistas en Moscú a
quienes los bolcheviques trataban de convertir al leninismo. La mayoría de
estos delegados permanecieron fieles a sus ideales libertarios y convencieron a
sus respectivos sindicatos a rechazar el bolchevismo y romper con Moscú. Hacia
el principio de los años 20 todas las confederaciones de uniones
anarcosindicalistas se habían unido a los anarquistas en su rechazo al
"socialismo" de Rusia como capitalismo de estado y dictadura del
partido]].
EL PODER NACE DEL FUSIL
Es una frase muy bonita,...muy propia de las clases que tenían el poder,...en China la enunció Mao.
Mao Zedong,...De Wikiquote, la colección libre de citas y frases célebres.
Mao Zedong,...De Wikiquote, la colección libre de citas y frases célebres.
毛泽东
Mao Zedong |
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Mao Zedong (Pronunciación) ▶ (Ayuda·info·en ventana) (chino simplificado: 毛泽东, chino tradicional: 毛澤東, pinyin: Máo Zédōng, Wade-Giles: Mao Tse-Tung), (26 de diciembre de
1893 - 9 de septiembre de 1976) fue un campesino, bibliotecólogo y destacado
dirigente del Partido Comunista Chino.
Índice
· Citas
·
"Todos los imperialistas son tigres de papel, parecen poderosos pero
en realidad no lo son tanto, es el pueblo el que es realmente poderoso."
·
Entrevista con la corresponsal estadounidense Anna Louise Strong (Agosto de
1946), Obras escogidas, Volumen IV, página 100.
·
"Donde hay voluntad de condenar, las pruebas acaban apareciendo."
·
“El sistema socialista reemplazará con el tiempo al sistema
capitalista . . . tarde o temprano tendrá lugar la revolución e inevitablemente triunfará.”
·
"Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir
una obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante,
tan pausada y fina, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una
revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una
clase derroca a otra". Informe sobre la investigación del movimiento
campesino en Junán.
·
"Hay que luchar y seguir luchando aunque solo sea previsible la
derrota."
·
"La crítica debe hacerse a tiempo; no hay que
dejarse llevar por la mala costumbre de criticar solo después de consumados los
hechos."
·
"La acción no debe ser una reacción sino una creación."
·
"Lo urgente generalmente atenta contra lo necesario."
·
"La política es una guerra sin efusión de sangre; la guerra una política con efusión de sangre."
·
"¿Quiénes son tus enemigos? ¿Quiénes son tus amigos? Esta es la
pregunta más importante para la revolución."
·
"Vivir no consiste en respirar sino en
obrar."
·
"El poder nace [de la boca] del fusil."
·
·
Fuente: Mao's last revolution, de Roderick
MacFarquhar y Michael Schoenhals, Harvard University Press, 2006, página 102.
1926
·
"Un partido revolucionario es el guía de las masas, y no hay
revolución que no fracase cuando ese partido las conduce por un camino erróneo."
(Marzo de 1926).
·
"A fin de conquistar con seguridad la victoria en la revolución y no
conducir a las masas por un camino erróneo, tenemos que cuidar por unirnos con
nuestros auténticos amigos para atacar a nuestros verdaderos enemigos."
(Marzo de 1926).
·
"... son nuestros enemigos todos aquellos que están confabulados con
el imperialismo: los caudillos militares, los burócratas, la burguesía
compradora, la clase de los grandes terratenientes y el sector reaccionario de
la intelectualidad subordinada a todos ellos." (Marzo de 1926).
·
"Aquí tienen diez yuanes; por favor, déjenme entrar en la asociación -
implora el shenshi malvado de poca monta. -¡Maldita la falta que nos hace tu cochino dinero!-
le replican los campesinos." (Marzo de 1926).
·
"En tiempos de la dinastía Ching, las autoridades locales tenían para
el censo dos registros: el regular y "el otro"; el primero para la
gente de bien y el segundo para los bandidos, ladrones y demás elementos
nocivos. Y ahora, en algunos lugares, los campesinos se valen de esto para
intimidar a los que en un comienzo estaban en contra de las asociaciones
campesinas, diciendo: ¡A inscribirlos en el otro registro!" (Marzo de
1926).
1927
·
En China, los hombres viven dominados generalmente por tres sistemas de
autoridad: 1) el sistema estatal (la autoridad política), estructurado en
órganos de Poder a nivel nacional, provincial, distrital y cantonal; 2) el
sistema de clan (la autoridad política), que comprende desde los templos
ancestrarles del clan (la autoridad del clan), que comprende desde los templos
ancestrales del clan y del linaje hasta los jefes de familia, y 3) el sistema
sobrenatural (la autoridad religiosa)
·
"En unos pocos meses los campesinos han realizado lo que el Dr. Sun
Yat-sen quiso pero no logró cumplir en los cuarenta años que consagró a la
revolución nacional. Esta es una proeza extraordinaria nunca realizada, ni en
cuarenta años ni en milenios."
·
"Todos los partidos y camaradas revolucionarios serán sometidos a
prueba ante los campesinos y tendrán que decidir a qué lado colocarse."
·
"Derrocado el poder de los terratenientes, las asociaciones campesinas
han pasado a ser los únicos órganos de Poder, y se ha hecho realidad la
consigna de "¡Todo el Poder a las asociaciones campesinas!" (Marzo de
1927).
·
"Las rebeliones más violentas y los desórdenes más graves han tenido
lugar invariablemente allí donde los déspotas locales, shenshi malvados y
terratenientes sin ley habían perpetrado lo peores ultrajes."
·
"Para decirlo con toda franqueza, en todas las aldeas se necesita un
breve período de terror." (Marzo de 1927).
·
"...hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni escribir una
obra, ni pintar un cuadro o hacer un bordado; no puede ser tan elegante, tan
tranquila y delicada, tan apacible, amable, cortés, moderada y magnánima. Una
revolución es una insurrección, es un acto de violencia mediante el cual una
clase derroca a otra." (Marzo de 1927).
·
"Para corregir un error, hay que sobrepasar los limites justos: de
otra manera, el error no será corregido." (Marzo de 1927).
·
"Aquellos que eran inferiores a todos, están ahora por encima de
todos, y por eso se afirma que "el mundo se ha vuelto patas arriba."
(Marzo de 1927).
·
"Desde luego, los que han sido multados por los campesinos quedan
completamente desacreditados." (Marzo de 1927).
·
"La primera acción de los campesinos después de establecer su
organización, consiste en reducir a polvo el prestigio y autoridad políticos de
la clase terrateniente,..."
·
"Allí donde la asociación campesina es poderosa, los juegos de azar
han sido prohibidos y han desaparecido totalmente, y el bandolerismo se ha
eliminado." (Marzo de 1927).
·
"Sin los campesinos pobres, no hay revolución. Negar su papel es negar
la revolución. Atacarlos es atacar a la revolución." (Marzo de 1927).
·
Desde luego, los que han sido multados por los campesinos quedan
completamente desacreditados." (Marzo de 1927).
·
La contribución en dinero es igualmente una forma de castigo, sólo que más
suave que la multa. (Marzo de 1927).
·
Fusilamientos. Este castigo se reserva a los peores déspotas locales y
shensi malvados y lo imponen los campesinos junto con otros sectores de la
población. (Marzo de 1927).
·
La ejecución de un déspota local o un sheshi malvado de tanta importacia
repercute en todo el distrito y contribuye muy eficazmente a la extirpación de
los males remanentes del feudalismo. (Marzo de 1927).
·
En el tu, tenian bajo su jurisdicción entre diez mil y cincuenta o sesenta
mil habitantes. Tenían fuerzas armadas propias, como los cuerpos de defensa;
facultad para establecer impuestos por su propia cuenta, como por ejemplo, el
impuesto por mu de tierra, y facultades judiciales propias, como la de detener,
encarcelar, interrogar y castigar a su antojo a los campesinos. (Marzo de
1927).
·
No se puede depurar la administración distrital a menos que los campesinos
se alcen. (Marzo de 1927).
·
...consejo de asuntos distritales. En consejos participan, además del jefe
de distrito, los representantes de las siguientes organizaciones a nivel
distrital: la asociación campesina, la federación sindical, la asociación de
comerciantes, la unión de mujeres, la unión de maestros y empleados de los
centros de esa enseñanza, la unión estudiantil y la dirección del Kuomintang.
(Marzo de 1927).
·
A la par del desarrollo del movimiento campesino,tambalea en todas partes
la autoridad religiosa. (Marzo de 1927).
·
Los guardias armados, policías y alguaciles andan escondidos y no se
atreven a ir a las aldeas a extorsionar. (Marzo de 1927).
·
En los lugares donde predomina el poder de los campesinos, sólo los
campesinos viejos siguen creyendo en los dioses; los jóvenes y los de mediana
edad han perdido la fe.(Marzo de 1927).
·
Durante los últimos años, con la creciente ruina de la econonomía rural, se
ha minado la base de la dominación del hombre sobre la mujer. (Marzo de 1927).
·
Si usted cree en los Ocho Caracteres, es que espera buena suerte. Si cree
en la geomancia, es porque espera beneficiarse con la ubicación de las tumbas
de sus antepasados. (Marzo de 1927). Ocho Caracteres: Práctica supersticiosa
china para pronosticar la suerte según la hora, el día, el mes y el año del
nacimiento de las personas. Geomancia: Creencia supersticiosa según la cual la
ubicación de las tumbas de los antepasados influye en la fortuna de los
descendientes. El geomántico pretende ser capaz de decir si un lugar
determinado y sus alrededores son propicios.
·
Son los propios campesinos quienes instalaron los ídolos y ellos, cuando
llegue el momento, los tirarán con sus propias manos; no es necesario que otros
lo hagan en su nombre antes de tiempo. (Marzo de 1927).
·
A los propios campesinos les corresponde tirar los ídolos y derribar los
templos de las vírgenes mártires y los pórticos conmemorativos en honor de las
viudas castas y fieles; es erróneo que otros lo hagan por ellos. (Marzo de
1927).
·
Las tres cosas más estrictamente prohibidas son: los juegos de fichas y
naipes, los otros juego de azar y el opio. (Marzo de 1927).
·
También es necesario que el gobierno ayude a las asociaciones campesinas a
crear cooperativas de crédito (de préstamo). (Marzo de 1927).
·
En mi opinión, ningún gobernante de ninguna dinastía, desde Yu, Tang, Wen y
Wu hasta los emperadores de la dinastía Ching y los presidentes de la
República, ha tenido tanto poderío para eliminar el bandolerismo como el que
tienen hoy las asociaciones campesinas. (Marzo de 1927).
·
En China han tenido acceso a la educación sólo los terratenientes, y no los
campesinos. (Marzo de 1927).
·
Los campesinos tienen real necesidad de cooperativas,sobre todo de
cooperativas de consumo, de compra y de crédito. Cuando compran articulos, los
explotan los comerciantes; cuando venden sus productos agrícolas, los estafan
los comerciantes; cuando piden dinero o arroz prestado, los explotan los
usureros. (Marzo de 1927).
1928
·
China necesita con urgencia una revolución democrático-burguesa y esta
revolución sólo puede ser llevada a cabo bajo la dirección del proletariado. (5
de octubre de 1928).
·
El que en un país existan por largo tiempo una o varias pequeñas zonas bajo
el Poder rojo, completamente cercadas por el régimen blanco, es un fenómeno
nunca antes conocido en ningún otro país del mundo. (5 de octubre de 1928).
·
La existencia de un Ejército Rojo regular bastante fuerte es una condición
indispensable para la existencia del Poder rojo. (5 de octubre de 1928).
·
Si contamos únicamente con destacamentos locales de guardias rojos y
carecemos de un Ejército Rojo regular, sólo podremos hacer frente a las
"milicias de casa por casa", pero no a las tropas blancas regulares.
(5 de octubre de 1928).
·
Las escisiones y guerras entre los caudillos militares debilitan al régimen
blanco. (5 de octubre de 1928).
·
Cada vez que el régimen blanco se estabiliza temporalmente en una o varias
provincias, las clases dominantes de allí inevitablemente se alian y hacen lo
imposible por destruir el Poder rojo." (5 de octubre de 1928).
·
Luchar resueltamente contra el enemigo, establecer el Poder en el sector
central de la cordillera Luosiao y combatir la tendencia a la huida.
·
Profundizar la revolución agraria en las zonas bajo el régimen
independiente.
·
Desarrollar las organizaciones locales del Partido con la ayuda de la
organización del Partido en el Ejército y desarrollar las fuerzas armadas
locales con la ayuda del ejército regular.
·
Concentrar las unidades del Ejército Rojo para golpear, en el momento
oportuno, al enemigo que las enfrentara, y oponerse a la división de las
fuerzas afin de evitar que fuesen derrotadas por partes.
·
Seguir la política de avanzar en oleadas para extender el territorio bajo
el régimen independiente, oponerse a la política de avance temerario. (5 de
octubre de 1928).
·
El Ejército Rojo tiene que combatir y, al mismo tiempo, procurarse
provisiones. (5 de octubre de 1928).
·
Poder rojo.... Su subsistencia y desarrollo requieren, además, las
siguientes condiciones: 1) una buena base de masas, 2)una sólida organización
del Partido, 3) un Ejército Rojo bastante fuerte, 4) un terreno favorable para
las operaciones militares, y 5) recursos económicos suficientes para el
abastecimiento. (25 de noviembre de 1928).
·
Como las masas del Sur de Junán aún no se habían puesto en pie, nuestra
acción resultó una simple aventura militar. (25 de noviembre de 1928).
·
Los campesinos ricos y los arribistas dentro del Partido se pasaron en masa
al enemigo. (25 de noviembre de 1928).
·
El enemigo trata de destruir nuestra base de apoyo mediante ataques
militares y bloqueo económico; nos preparamos ahora para desbaratar sus
ataques. (25 de noviembre de 1928).
·
Un regimen independiente puede ser creado y mantenido sólo mediante la
fuerza armada. (25 de noviembre de 1928).
·
...los soldados capturados al enemigo constituyen la mayoría. Sin esta
fuente de reemplazos, enfrentaríamos un serio problema de recursos humanos.
·
Los fusiles no se pierden fácilmente, pero los hombres sí, pues caen
heridos, mueren, se enferman o desertan.
·
El Ejército Rojo está compuesto en parte de obreros y campesinos, y en
parte de lumpemproletarios. Por supuesto, no es bueno que haya un número
demasiado grande de lumpemproletarios en sus filas. Pero son combativos, y como
la lucha prosigue día tras día y sufrimos grandes bajas, ya no es fácil llenar
los claros ni siquiera con ellos. En estas circunstancias, la única solución es
intensificar la educación política. (25 de noviembre de 1928).
·
La experiencia ha demostrado que el sistema de representantes del Partido
no debe ser abolido. (25 de noviembre de 1928).
·
Caerá en grave error quien, mirando las cosas superficialmente, piense que
nuestro ejército, por llamarse Ejército Rojo, puede prescindir de los
representantes del Partido. (25 de noviembre de 1928).
·
Como es imposible tener largos períodos de descanso y adiestramiento, la
única salida es tratar de eludir, si tal cosa es posible, ciertos combates y
así ganar tiempo para el adiestramiento. (25 de noviembre de 1928).
·
En China, la democracia la necesita no sólo el pueblo, sino también el
ejército.
·
El Ejército Rojo debe continuar ayudando con armas a la Guardia Roja. Debe
hacer todo lo posible para ayudar a las masas populares a armarse, siempre que
esto no disminuya su propia capacidad de combate. (25 de noviembre de 1928).
·
El método de propaganda más eficaz con relación a las fuerzas enemigas es
poner en libertad a los soldados capturados y dar tratamiento médico a los
prisioneros heridos.
·
Para un régimen independiente rojo cercado completamente por el régimen
blanco, es indispensable aprovechar las ventajas del terreno montañoso de difícil
acceso.
·
Sin embargo, como el sistema feudal de clan predomina en todos los
distritos, y como todas las familias en una o incluso varias aldeas llevan por
lo común un mismo apellido, ha de pasar un tiempo bastante largo antes de que
las masas adquieran conciencia de clase y el espíritu de clan sea superado en
las aldeas. (25 de noviembre de 1928).
·
... los sectores de Suichuan, Lingsíen y Yungsin que se encuentran bajo
nuestro régimen independiente, son zonas montañosas, donde los campesinos viven
en una miseria tal que no es aconsejable cobrarles impuestos. Los gastos del
gobieno y de la Guardia Roja tenemos que cubrirlos con expropiaciones a los
déspotas locales de las zonas blancas." (25 de noviembre de 1928).
·
Los comités ejecutivos que no tienen consejos en los cuales apoyarse,
actúan a menudo sin tomar en cuenta las opiniones de las masas, y se observan,
en todas partes, casos de vacilación y conciliación en cuanto a la confiscación
y distribución de la tierra, casos de derroche o desfalco de fondos, de falta
de coraje para enfrentar a las fuerzas blancas, o de indecisión en la lucha.
(25 de noviembre de 1928).
·
El Partido goza de inmenso prestigio y autoridad entre las masas, pero el
gobierno tiene mucho menos. Esto se debe a que las organizaciones del Partido,
eligiendo el camino fácil, arreglan directamente muchos asuntos y pasan por
encima de los órganos del Poder. (25 de noviembre de 1928).
·
...para los comunistas no existen fronteras entre países o provincias,...
(25 de noviembre de 1928).
1929
·
La mentalidad de tropas mercenarias. En diferentes batallas hemos hecho
gran número de prisioneros, y estos elementos, al incorporarse al Ejercito
Rojo, traen consigo una marcada mentalidad mercenaria, creando así en los
niveles inferiores un terreno favorable al punto de vista militar. (Diciembre
de 1929).
·
...el origen del ultrademocratismo es la aversión individualista de la
pequeña burguesía a la disciplina. Una vez introducida en el Partido, esta
aversión se traduce en ideas ultrademocráticas en lo político y lo
organizativo, ideas absolutamente incompatibles con las tareas de lucha del
proletariado. (Diciembre de 1929).
·
En las reuniones, estímular a los participantes a expresar plenamente sus
opiniones. (Diciembre de 1929).
·
La disciplina del Partido exige, entre otras cosas, que la minoría se
someta a la mayoría. (Diciembre de 1929).
·
...la igualdad absoluta no podrá existir incluso bajo el socialismo, ya que
los bienes materiales serán distribuidos entonces conforme al principio:
"De cada uno, según su capacidad; a cada uno, según su trabajo".
(Diciembre de 1929).
·
...toda afirmación debe fundarse en hechos y toda crítica debe tener sentido
político. (Diciembre de 1929).
·
...el individualismo es un reflejo dentro del Partido de las ideas
pequeñoburguesas y burguesas. (Diciembre de 1929).
·
El putchismo es, por su origen social, una combinación de la ideología
lumpemproletaria y la pequeñoburguesa. (Diciembre de 1929).
1930
·
...Así se explica por qué la revolución no puede estallar inmediatamente en
los países de Europa occidental, donde, aunque actualmente las fuerzas
subjetivas de la revolución son quizá algo más poderosas que China, las clases
dominantes reaccionarias tienen un poderío muchas veces superior al que poseen
las clases dominantes reaccionarias de nuestro país. (5 de enero de 1930).
·
Una sola chispa puede incendiar la pradera. (Proverbio chino). (5 de enero
de 1930).
·
Cuando el enemigo avanza, retrocedemos; cuando acampa, lo hostigamos;
cuando se fatiga, lo atacamos; cuando se retira, lo perseguimos. (5 de enero de
1930).
1933
·
Debemos desarrollar cada día más la economía del pueblo, mejorar en gran
medida las condiciones de vida de las masas e incrementar en forma sustancial
la renta pública, echando así una sólida base material para la guerra
revolucionaria y la construcción económica. (20 de agosto de 1933).
·
Los métodos de movilización de las masas no deben ser burocráticos. La
dirección burocrática es inadmisible en la construcción económica, lo mismo que
en cualquier otra labor revolucionaria. (20 de agosto de 1933).
·
Una de las manifestaciones del burocratismo es el relajamiento en el
trabajo debido a la indiferencia o a la negligencia. (20 de agosto de 1933).
·
Otra manifestación es el autoritarismo. (20 de agosto de 1933).
1934
·
La tarea central de nuestra construcción económica es desarrollar la
producción agrícola e industrial, el comercio con las regiones exteriores y las
cooperativas. (23 de enero de 1934).
1937
·
El comunista debe ser sincero y franco, leal y activo, considerar los
intereses de la revolución como su propia vida y subordinar sus intereses
personales a los de la revolución. En cualquier momento y dondequiera que esté,
ha de adherirse a los principios justos y luchar infatigablemente contra todas
las ideas y acciones erróneas, a fin de consolidar la vida colectiva del
Partido y su ligazón con las masas; ha de preocuparse más por el Partido y las
masas que por ningún individuo, y más por los demás que por sí mismo. Sólo una
persona así es digna de llamarse comunista. (7 de septiembre de 1937),Obras
Escogidas, t. II.
FUENTE: Citas del presidente Mao Tse-Tung, 1972
·
Los comunistas deben ser los más perspicaces, los más dispuestos a
sacrificarse, los más firmes y los más capaces de apreciar las situaciones sin
ideas preconcebidas; tienen que apoyarse en la mayoría de las masas y conquistar
su apoyo. (3 de mayo de 1937),Obras Escogidas, t. I.
FUENTE: Citas del presidente Mao Tse-Tung, 1972
Referencias
1. Jump up↑ ¡Despertad! del 22 de
octubre de 1971; El desafío del comunismo a Occidente.
Mao Zedong
1893-1976 |
||
Biografías - Indice
general
Inicios del siglo XX | Primera Guerra Mundial |Entreguerras 1919-1939 | Segunda Guerra Mundial | La Guerra Fría | El Fin de la Guerra Fría |
||
Hijo de un campesino rico fue ayudante en la biblioteca de la universidad de Pekín. Participó en la fundación del Partido Comunista Chino (PCC) en 1921. Tras la ruptura con el Kuomintang en 1927, Mao dirige una revolución de base campesina, organiza el Ejército Rojo y establece un gobierno revolucionario en la región de Hunan. Derrotado por Chiang-Kai-Chek el ejército comunista inicia la Larga Marcha, octubre de 1934 a octubre de 1935, hasta la provincia de Shanxi. Durante este duro período Mao se asienta en la dirección del PCC, puesto que no dejará hasta su muerte.
Tras una tregua con el Kuomintang para enfrentarse conjuntamente con los
invasores japoneses (1937-1945), Mao dirige al Ejército comunista a la
victoria en la guerra civil contra los nacionalistas de Chiang-Kai-Chek
y el 1 de octubre de 1949 se proclama la República Popular China. Mao es el
presidente del Consejo de ministros y desde 1954 presidente de la República.
China se alinea con la URSS en el inicio de la guerra fría y firma la
alianza chino-soviética el 14 de febrero de 1950. China apoya a Corea del
Norte e interviene de forma decisiva en la guerra de Corea. También reconoce
la República del Viet-minh y apoya a los comunistas vietnamitas en su lucha
contra Francia. Muerto Stalin, Mao apoya a Kruschev en el problema de Hungría
(1956), recibiendo a cambio el acuerdo de 1957 de transferencia de tecnología
nuclear.
Sin embargo, las relaciones chino-soviéticas se envenenan rápidamente.
Mao denuncia la desestalinización y la coexistencia pacífica, sospechando con
razón que la URSS no ve con buenos ojos que China se convierta en una gran
potencia. La ruptura con los soviéticos culmina en 1960-1962 y en adelante
Mao inicia una política de lucha contra el imperialismo norteamericano y lo
que el denomina revisionismo y socialimperialismo soviético. Apoyándose en
los movimientos del Tercer Mundo surgidos en la lucha anticolonial, Mao
llama a la revolución mundial.
El fracaso del Gran Salto Adelante (1957-1961) le hace pasar a un papel
en la sombra, volviendo de nuevo a escena con la gran tragedia de la
Revolución Cultural en 1966. Tras los enfrentamientos fronterizos con la URSS
en el río Ussuri en 1969, Mao protagoniza un espectacular acercamiento a
EE.UU. simbolizado en la visita del presidente Nixon en 1972. Esta
aproximación permitirá que la China popular acceda a ser miembro permanente
del Consejo de Seguridad de la ONU, hasta ese momento detentado por el
gobierno de la China nacionalista de Taiwan. Este fue el último gran
movimiento en la arena internacional
HERRAMIENTA Revolución y contrarrevoluciones en la República Popular de China
Autor(es): Rousset,
Pierre
Rousset, Pierre . Es editor de la web Europe-Solidaire
www.europe-solidaire.org
Con
la proclamación de la República Popular China, el 1 de octubre de 1949, el
Partido Comunista Chino (PCC) se encontró a la cabeza de un país con un tamaño
tres veces superior a Europa Occidental, de unos 500 millones de habitantes. La
situación interna era favorable al régimen. La situación internacional parecía
más indecisa. En diciembre de 1949, Mao Zedong visita Moscú para reunirse con
Stalin. La URSS fue el primer país en reconocer la República Popular, pero sin
embargo no derogó el antiguo tratado de amistad chino-soviético, firmado con
Chiang Kai-Shek. Durante tres semanas, los dos jefes de Estado jugaron al gato
y al ratón. El nuevo tratado fue finalmente rubricado el 14 de febrero de 1950.
La
desconfianza seguía siendo la regla entre las direcciones soviética y china.
Mao ha señalado todo lo que Stalin despreciaba su experiencia (“Pensaba que
nuestra revolución era artificial”, dijo) y no quería comprometerse demasiado
pronto al lado de los chinos en el caso en que fueran atacados por Estados Unidos.
Sin embargo, correspondió a Pekín ir indirectamente en socorro de Moscú.
La
guerra de Corea estalló en junio de 1950. Resultó bastante mal para los
dirigentes chinos, quienes deseaban dar prioridad a la consolidación del
régimen, al relanzamiento de la economía, a la reconquista de Taiwán. El Buró
Político duda. Pero se toma la decisión cuando las tropas de Estados Unidos se
acercan a la frontera norte: la contraofensiva china es dirigida por Peng
Dehuai. Tras más de cuatro meses de mortíferos combates, la línea de frente se
estabiliza alrededor del paralelo 38. Hay que esperar todavía al 27 de julio de
1953 para que se firme el armisticio. Las pérdidas chinas se elevan a 800.000
muertos o heridos.
La
sombra de la guerra de Corea domina todo el período que sigue a 1949. Los
Estados Unidos construyen un cinturón de seguridad alrededor de China, con
importantes bases militares en Corea del Sur, en Japón (Okinawa), en las
Filipinas, en Tailandia y en Vietnam del Sur. Para las Naciones Unidas, bajo
hegemonía estadounidense, no hay más que una sola China: la del Kuomintang
replegado en Taiwán.
Frente
al imperialismo, China se adosa al bloque soviético. Pero las semillas del
conflicto chino-soviético de los años 1960 están sembradas. En lo inmediato, la
guerra de Corea tiene por efecto desorganizar la instalación del nuevo régimen
y endurecer su política.
El gran cambio social: 1949-1953
En China, la guerra de Corea suscita inmensas
manifestaciones antiimperialistas. En este contexto, la campaña para liquidar a
los contrarrevolucionarios toma un giro particularmente violento. En un período
de seis meses, 710.000 personas son ejecutadas (o empujadas al suicidio) por
sus lazos más o menos estrechos con el Kuomintang. Probablemente más de un
millón y medio de personas son internadas en campos de “reforma por el
trabajo”.
Propietarios de la tierra y notables rurales. La
generalización de la reforma agraria toma también un giro violento. Los
campesinos pobres recuerdan la arrogancia, el desprecio, la avaricia y la inhumanidad
hacia ellos de los grandes propietarios. ¿Cómo olvidar la forma en que los
propietarios provocaron hambrunas mortales especulando con los cereales? ¿Y a
los militantes de las asociaciones campesinas sumariamente torturados y
asesinados? ¿Y a los niños o adolescentes de quienes los señores de la tierra
tomaban libremente posesión? Incluso si las relaciones sociales no eran en
todas partes tan brutales, en su conjunto, la dominación del propietario sobre
el campesino fue sin piedad. La hora del ajuste histórico de cuentas llegó.
Para
tener en cuenta la complejidad de las estratificaciones rurales y una gran
variedad de situaciones geográficas, el PCC clasifica las familias del campo en
cinco categorías, desde sin tierra hasta grandes propietarios latifundistas.
Allí donde las divisiones de clase están poco desarrolladas –y donde nadie es
realmente rico-, las tensiones sociales no dejan de ser por ello menos vivas:
debido a la extrema pobreza, toda desigualdad es vivamente sentida. Los
notables y las redes de poder de clan son los primeros objetivos que adopta el
PCC. A veces, la represión golpea a los campesinos medios o incluso a
campesinos pobres.
En
otros lugares, las divisiones de clase son mucho más marcadas, dando nacimiento
a la gentry [propietarios de la tierra]. El PCC organiza e impulsa la
celebración de reuniones de masas contra los propietarios, aún a riesgo de
“excesos”, según sus propios términos. Pero la cólera colectiva de los
campesinos pobres no es fingida. La violencia revolucionaria en los campos es
social, mucho más que policial. Abre el camino a un verdadero cambio de poder.
A finales de 1950, la clase que había regenteado durante siglos el mundo rural
ha dejado de existir, al menos como capa social coherente.
Burguesía urbana. En los centros urbanos los
antagonismos sociales, aunque profundos, son menos agudos que en el mundo
rural. El aparato del PCC, salido de la guerra popular rural, es en 1949 muy
incapaz de asegurar el relanzamiento de la industrialización. En el marco de la
“Nueva Democracia”, intenta conciliarse con los empresarios privados. Pero en
1952, la burguesía se siente suficientemente fuerte para retomar la iniciativa
a golpe de sabotajes o bloqueando la puesta en marcha de las políticas
gubernamentales. La lucha de clases retoma sus derechos. El 6 de junio de 1952,
Mao Zedong anuncia que los empresarios se convierten en el objetivo del combate
político.
En
las ciudades, la refundación social toma la forma de tres campañas. Las dos
primeras tienen por objeto el hampa y las clases capitalistas, las élites
burguesas: los “tres anti” (contra la corrupción, el despilfarro y la
burocracia) luego los “cinco anti” (contra la corrupción, la evasión fiscal, el
fraude, la desviación de fondos y la huída de los secretos de estado). No se
trata de operaciones de policía clásicas. La población está invitada a hacer
ella misma las tareas: los trabajadores denuncian a sus patronos, los cuadros
se denuncian unos a otros, las esposas denuncian a sus maridos y los niños a
sus padres. La represión psicológica es tan fuerte que la mayoría de las
pérdidas humanas se produce por suicidios más que por ejecuciones.
La
mayoría de los grandes comerciantes y empresarios se repliegan a Hong Kong,
transfiriendo allí su herramienta de producción, o parten al extranjero. Sin
embargo, un cierto número de grandes capitalistas se quedan en la República
Popular donde disfrutarán a veces de una situación individual favorable. La
actividad de los micro-empresarios (artesanos, mercaderes ambulantes…) es a la
vez reprimida y tolerada.
Los capitalistas chinos no fueron físicamente liquidados y algunos colaboraron en su propia desaparición social. Pero la burguesía (comerciante e industrial) ha dejado de existir como clase coherente, dominante del sector moderno de la economía. Siete años después de la victoria, en 1956, la nacionalización de las industrias y del comercio sancionó su desaparición como fuerza autónoma. Al haberse desintegrado de forma precoz la estructura de poder del Kuomintang, tanto en los centros urbanos como en el campo, el orden antiguo es desenraizado.
Intelectuales. La tercera campaña –de reforma del
pensamiento- apunta sobre todo a los intelectuales de las ciudades,
particularmente a los formados en Occidente. Atacando al “individualismo, el elitismo,
la indiferencia a la política y el pro-americanismo”, es llevada a cabo por
medio de autocríticas sucesivas en pequeños grupos de discusión, combinado con
la represión policial. Los intelectuales se encuentran firmemente encuadrados
por el PCC a fin de no constituir una élite social concurrente con el aparato
de cuadros.
El “criterio de clase”. El “origen de clase” se
convierte en un criterio importante para acceder a la educación, a puestos
políticos, a empleos solicitados. Esto no deja de tener efectos perversos, al
convertirse los hijos de familias ricas, o “clasificados” como tales, en los
“responsables” eternos de lo que eran sus padres antes de 1949. Pero el
derrocamiento simbólico de las jerarquías sociales tiene un alcance ideológico
muy radical.
Además,
no se trata sólo de símbolos: paralelamente a la desintegración de las antiguas
clases dominantes, el estatus de las clases dominadas se modifica
sustancialmente y se desarrollan nuevas capas sociales.
Campesinado. El
importante papel de los campesinos no es exclusivo de la revolución china: ya
había ocurrido en Rusia. Pero el PCC maoizado se convirtió en la principal
fuerza política en organizar al campesinado, mientras que en Rusia la
influencia de los socialistas revolucionarios, de corrientes anarquistas o
sencillamente de las élites campesinas locales había sido mucho más importante
que la de los comunistas. Esto es lo que permitió al partido chino actuar desde
los años 1930 desde el interior de los pueblos, y ahí es donde residía la novedad.
Una de las dos primeras grandes reformas adoptadas por el nuevo régimen, en junio de 1950, fue la Ley Agraria que generaliza al conjunto del país la redistribución de las tierras. Tras la conquista del poder, el PCC se cuida de imponer una colectivización forzosa al estilo estalinista. Comienza por la puesta en pie de un “equipo de ayuda mutua” que prepara la creación de cooperativas de nivel “inferior” y de talla relativamente modesta. Este planteamiento recuerda retrospectivamente, el que Lenin había contemplado en uno de sus últimos escritos, su “testamento” crítico y autocrítico (“De la cooperación”, 4/1/1923); permite consolidar el nuevo estatuto del campesinado pobre, a la vez que ofrece al campesinado -más en general- un futuro en la revolución (en lugar de exigir que se transforme en obrero agrícola que trabaja en las granjas del estado). Pero, para bloquear todo éxodo rural, los campesinos no tienen derecho a cambiar de lugar de residencia sin autorización.
Clase obrera. Con
la política de industrialización rápida emprendida por el régimen, el peso de
la clase obrera se reforzó considerablemente: de tres millones antes de 1949 a
quince millones en 1952 y cerca de setenta millones en 1978. Nace un nuevo
sector industrial, dirigido esta vez por el Estado, y con él, una nueva clase
obrera con un estatus radicalmente diferente del que había prevalecido antes de
1949.
Sólo
los trabajadores urbanos disfrutan de un nuevo estatus administrativo "de
obrero y empleado". La debilidad de los salarios está compensada por
ventajas sociales: alojamiento, cartillas de alimentación, financiación de los
estudios de los niños, servicio de salud, almacenes de compra, jubilación...
Una vez adquirido, el empleo se convierte en un derecho garantizado de por
vida. Cada trabajador está asignado a una empresa y a una unidad de trabajo,
como en otros países, los funcionarios están asignados a un puesto. Un obrero
que llega a la edad de jubilación puede frecuentemente transmitir su estatus a
un miembro de su familia. Disfrutando de importantes privilegios en relación al
resto de la población (sin tener en cuenta los cuadros), la clase obrera ha
proporcionado durante mucho tiempo una base social sólida al régimen.
Mujeres. Los
medios progresistas chinos de los años 20 tenían la costumbre de denunciar
conjuntamente "la opresión feudal" y la "opresión
patriarcal". La emancipación de las mujeres y la crítica del
conservadurismo confuciano eran consideradas como dimensiones esenciales de la
modernización del país. El desarrollo de las organizaciones femeninas había
sido importante durante las guerras nacionales y civiles. Tanto, que la
Federación Democrática de Mujeres, dirigida por el PCC, comprendía 20 millones
de miembros en 1949 y 76 millones en 1956. Pero en 1957, no hay más que el 10%
de mujeres en el PCC.
En 1950, la Ley sobre el Matrimonio es la primera en ser promulgada por la joven República Popular. Esta nueva legislación asegura la libre elección de pareja, la monogamia, los derechos iguales para los dos sexos y la protección (de forma al menos teórica, pero a menudo bastante concretamente) de los intereses legales de las mujeres y de los niños. Se oponen a los tradicionales matrimonios arreglados y permite el divorcio administrativo por consentimiento mutuo. Gracias a las medidas de reforma agraria, las mujeres acceden también a la propiedad de la tierra.
Cuadros y burocracia. Son
puestos en pie dos sistemas de poder paralelos: la Administración y el Partido
Comunista. Los cuadros han salido del combate revolucionario. Aquellos cuya
familia era en su origen acomodada sacrificaron riqueza y estatus social para
realizarlo. No son privilegiados igual que las antiguas clases dominantes. Sin
embargo, disfrutan ya de privilegios, aunque sean modestos, y sobre todo de un
monopolio casi absoluto del poder político –sólo casi-, puesto que deben
negociar localmente con las exigencias de los obreros o de los campesinos que
defienden sus intereses utilizando su fuerza de inercia, resistencias veladas o
penetrando subrepticiamente los nuevos aparatos de poder.
Desde
antes de la victoria, los cuadros constituyeron una fina "burocracia de
guerra" en las regiones liberadas. Después de 1949, el aparato
político-administrativo se amplía considerablemente con la reconstrucción de un
Estado a escala nacional, y luego con el desarrollo de un amplio sector
económico público. Esta nueva capa social ocupa un lugar inédito en la sociedad
china, incluso si sustituye a la antigua burocracia militar y civil del
Kuomintang y puede alimentar su legitimidad de la memoria del mandarinato del
Antiguo Régimen. Toma rápidamente consistencia, dando nacimiento a una élite
dirigente.
El Ejército. El
Ejército juega un papel esencial. Armazón de la lucha revolucionaria, es la
única institución que ha resistido todas las crisis, incluso la
"Revolución Cultural". Sin embargo, ha quedado hasta el fin
subordinada a las instancias de dirección política: si "el poder está en
la punta del fusil", es siempre "el partido el que dirige los fusiles",
para retomar las fórmulas de Mao Zedong. Este papel, a la vez central y
subordinado del ejército es característico de la revolución maoísta.
El Partido Comunista. El PCC es la columna vertebral del nuevo régimen.
Cuenta en 1949 con 4.500.000 miembros. Mao Zedong es a la vez presidente de la
nueva República, presidente del partido y presidente de su comisión militar.
Otros dirigentes nacionales juegan un papel importante como Liu Shaoqui, Chen
Yun o Zou Enlai.
La
evolución del PCC constituye un elemento esencial en la comprensión de la
trayectoria de las revoluciones chinas. Numerosos autores, generalmente
inclinados a la derecha, se contentan con invocar aquí su carácter
"totalitario", como si la simple invocación del
"totalitarismo" sirviera como explicación histórica. Para otros, de izquierda
esta vez, el aparato del partido no sería más que el embrión de la burocracia
que sería a su vez -y ya desde el nacimiento del régimen- el embrión de la
nueva clase dominante (o de la "casta" que la sustituye).
Sin
embargo, en el momento de la victoria, el PCC mantiene relaciones
contradictorias con la sociedad; está él mismo atravesado por vivas
contradicciones.
Al
comienzo de los años 1950, el PCC es aún "el partido de la
revolución": ha tejido lazos estrechos con importantes sectores de las masas
populares, ha reclutado sus miembros y formado sus cuadros en el fuego del
combate, tiene por "mandato" la modernización del país y la
realización de las aspiraciones igualitarias... Al mismo tiempo, el PCC es
también el "partido de la nueva élite" que ejerce el poder político y
aumenta progresivamente sus privilegios sociales. Esta "tensión
interna" entre "partido de la revolución" y "partido de la
burocracia en constitución" no es la única que atraviesa el nuevo régimen.
Pero da luz sobre las crisis sucesivas que estallan desde mediados de los años
cincuenta hasta finales de los años sesenta.
Esta
sucesión de crisis permite localizar algunos temas políticos recurrentes, como
la independencia de los movimientos sindicales o sociales, las relaciones entre
legalidad y democracia socialistas, la pluralidad política en la revolución y
el pluralismo de las sociedades llamadas de "transición".
La ruptura de las Cien Flores
El PCC debatió sobre la independencia de los
sindicatos y otros movimientos de masas. Pero reafirmó la dirección del partido
sin reconocerles autonomía política. Estas organizaciones no deben solo ayudar
a la aplicación de las medidas dictadas por el PCC. Gracias a su real
enraizamiento social, se supone que hacen conocer a los gobernantes el estado
de espíritu de la población. Pero esta concepción del cuadro "a la escucha
de las masas", de una correa de transmisión de doble sentido, no funciona,
al menos en tiempo de paz.
En
1954-1955, aparecen fuertes tensiones entre numerosos intelectuales y el PCC
que responde con la represión. La dirección del partido observa con inquietud
las crisis que golpean en 1953-1956 a los estados de Europa del Este (Hungría,
Polonia,...). Se plantean muchos interrogantes sobre las implicancias de la
muerte de Stalin y del informe Kruschev al XX Congreso del PC de la URSS. En
1957, Mao denuncia en un mismo discurso las supervivencias de la ideología
burguesa y el peso del "estilo de trabajo burocrático" que ponen
trabas al "desarrollo socialista". Para mejor hacer presión sobre el
aparato, decide una liberalización política y cultural lanzando la consigna
"que florezcan cien flores y que cien escuelas rivalicen". ¡No había
previsto hasta qué punto iba ser tomado al pie de la letra! …
En
mayo-junio de 1957, el PCC se convierte en el blanco de una marea de críticas
que ponen en cuestión la calidad del reclutamiento de sus miembros (son
entonces más de 10 millones), los privilegios de los que gozan sus cuadros y
los abusos de los que son culpables, el autoritarismo de sus organismos. Los
estudiantes toman rápidamente el relevo a los intelectuales, denunciando el
dogmatismo de la enseñanza y exigiendo el respeto de los derechos
constitucionales: libertad de palabra y de expresión. Existe el riesgo de
contagio social: estallan huelgas reivindicativas en algunas empresas,
enmarcadas por los sindicatos, y un número significativo de campesinos
abandonan las cooperativas. En respuesta a este remolino reivindicativo, el
Periódico del Pueblo denuncia a las "flores venenosas y las malas
hierbas". En Wuhan, la milicia obrera interviene brutalmente para
restablecer el orden tras dos días de casi motín.
El
aborto de las “Cien Flores” tiene pesadas consecuencias a pesar del abanico
limitado de los medios sociales directamente implicados en los acontecimientos.
La represión despoja al partido de un sector importante de los intelectuales y
de los estudiantes. Muchos de los asuntos políticos en juego concernían de
hecho al conjunto de la sociedad. Así, el principal dirigente en cuanto a cargo
(no forzosamente de hecho) de la Federación de los sindicatos, Lai Ruoyu,
planteó una vez más la cuestión de la independencia sindical. En vano, al ser
eludida la cuestión de la legalidad socialista, el reconocimiento de los
derechos cívicos no es siempre más que un asunto de oportunidad política.
Las
“Cien Flores” planteaban en el fondo la cuestión de la naturaleza y de la
funcionalidad de la democracia en una sociedad de transición. Era también la
ocasión de romper con una tradición fuertemente anclada en la historia china:
la resolución de los conflictos con la violencia. Se ha podido comparar la
amplitud de las violencias bajo el antiguo régimen imperial a las de las
guerras de religión europeas y sus masacres de masas: la mayor revuelta
campesina del siglo XIX (la de los Taiping en 1851-1864) y su represión feroz
habrían causado unos veinte millones de víctimas.
La colectivización acelerada y el Gran
Salto adelante
Apenas terminado el movimiento de las “Cien Flores”,
madura ya otra crisis, de una amplitud mucho más grande.
Nuevas
tensiones sociales comienzan a manifestarse en 1956-57. En su conjunto, el
régimen realiza progresos innegables y los movimientos de protesta permanecen
localizados, pero constituyen señales de alerta. A falta de experiencia, el PCC
comenzó por copiar el modelo de industrialización pesada de la URSS
estalinista. Le era necesario entonces definir una "vía china" mejor
adaptada al peso masivo del campesinado y a la densidad demográfica del país.
La
orientación económica entonces elaborada intentaba responder a verdaderas
necesidades. So pena de dejar constituirse inmensas megalópolis, había que
evitar el modelo europeo de urbanización y de industrialización alimentadas por
el éxodo rural. Sin embargo, a pesar de los controles severos, se inicia
espontáneamente un proceso de éxodo rural hasta el punto de provocar conflictos
entre emigrantes rurales convertidos en trabajadores precarios y obreros
urbanos con un estatus reconocido. La creación de cooperativas de gran tamaño,
el compromiso de los grandes trabajos, la implantación de infraestructuras y de
servicios en el campo, de industrias en las pequeñas ciudades y pueblos, debe
permitir asegurar un "desarrollo en el lugar".
Es
emprendida una refundación social. Para facilitar la contratación de las
mujeres son creadas numerosas cantinas en las cooperativas accesibles a toda la
familia, así como guarderías y jardines de infancia. Si los temas ideológicos
entonces propagados son creíbles, China debería convertirse en una amplia federación
de localidades, ampliamente descentralizadas y autosuficientes, pero
vertebradas por el poderoso aparato del PCC y de sus organizaciones de masas.
Problema
mayor: la dirección del PCC asigna a esta nueva orientación objetivos
desmesurados: "Superar a Gran Bretaña en 15 años", según la fórmula
de Mao. El régimen recurre a los métodos de movilización que habían tenido
éxito en tiempos de guerra. La política del Gran Salto adelante impone ritmos
insostenibles. No deja tiempo para coordinar y planificar las medidas
económicas. Tras primeros éxitos, viene el caos. La producción micro-industrial
(hierro, acero, herramientas...) se revela de mala calidad. Las cosechas y los
transportes están desorganizados. En 1959-1961, diversas regiones del país son
golpeadas por la escasez y hambrunas mortíferas, agravadas por una sucesión de
catástrofes naturales. Un balance trágico: quizá veinte millones de personas
encuentran la muerte debido a las consecuencias del Gran Salto.
La
dirección del PCC no supo reaccionar ante el desastre, ciega a la evolución de
la situación por la ausencia de organizaciones de masas independientes y de
instituciones políticas democráticas. Las tensiones entre el PCC y el
campesinado alcanzan entonces un punto de ruptura y se producen levantamientos
en algunos lugares. Tardíamente, son tomadas medidas de apaciguamiento. En
1961-1962, se vuelve a una concepción más modesta de las cooperativas que deja
lugar a las producciones familiares y a mercados libres rurales. Se pone el
acento en el desarrollo de la industria ligera susceptible de ayudar a la
agricultura más que en la industria pesada.
A
comienzo de los años 1960, la autoridad de Mao en el partido y la autoridad del
partido en la sociedad están ambas disminuidas. Además, el conflicto chino-soviético
se agrava a partir de 1958. Moscú retira del país sus expertos, luego se pone
de acuerdo con Londres y Washington para firmar un tratado sobre los ensayos
nucleares que excluye a China. A los ojos de la dirección maoísta, la URSS se
está convirtiendo en el "enemigo principal" ocupando el lugar de los
Estados Unidos.
La "Revolución cultural"
Los conflictos políticos en el seno de la dirección
desbordan entonces el marco del partido. En 1965, la confrontación se hace
pública en el frente cultural -de ahí el nombre de "Gran Revolución
Cultural Proletaria" (GRCP). Todas las fracciones comienzan a iniciar
movilizaciones de masas para reforzar su postura, abriendo la caja de Pandora.
Las contradicciones sociales estallan a la luz del día, dando lugar a una
crisis explosiva que hace literalmente estallar en mil pedazos una buena parte
del aparato del Estado.
A
pesar de los fracasos, el país conoció un real desarrollo económico y progresos
sociales. Pero la revolución maoísta suscitó aspiraciones igualitarias
radicales. Sin embargo, las desigualdades entre localidades, entre ciudad y el
campo, entre sectores sociales siguen siendo importantes. Numerosos estudiantes
no encuentran un empleo que se corresponda con sus diplomas. Una nueva
generación entra en actividad. Hay conflictos que oponen a campesinos más
pobres a los más ricos o, en las ciudades, a obreros con empleo protegido con
trabajadores precarios. Los privilegios y el poder de los cuadros, el
autoritarismo de la burocracia, son denunciados. Estas contradicciones se
manifiestan en la calle con una amplitud sin precedentes desde 1949.
El
medio estudiantil entra en ebullición a mediados de 1966. Numerosos grupos
atacan a todas las figuras de autoridad: profesores e intelectuales juzgados de
"revisionistas", antiguos burgueses y responsables locales del
partido. Los "rebeldes" se vuelven contra el partido mismo. Algunos
llaman a la "gran democracia" y a la "libertad". En agosto,
Mao Zedong se aprovecha de ello para lanzar la consigna de "Bombardead los
Estados mayores" -una declaración de guerra contra Liu Shaoqi. Propulsa
los guardias rojos y los comités revolucionarios con el deseo de canalizar el
movimiento en las ciudades a fin de servirse de él como de un ariete para
reconquistar la preeminencia en el seno del aparato y reorientar su política en
el espíritu del "Gran Salto".
Altos
dirigentes del partido son echados como pasto para los guardias rojos. El
movimiento se extiende a la clase obrera. En diciembre de 1966-enero 1967, la
metrópoli industrial de Shanghai es el teatro de violentos enfrentamientos y de
una huelga general espontánea: es la "comuna de Shanghai". Los
disturbios se extienden al campo. El PCC y la administración se desagregan. La
dirección del partido se divide violentamente. Hay verdaderas guerras civiles
locales. Pero la rebelión está hundida ella también en la mayor confusión: la
"Revolución Cultural" en tanto que aspiración democrática y social da
vueltas sobre si misma, sin brújula, minada por la híper-violencia fraccional.
En medio de la confusión, algunos grupos formulan aún proposiciones radicales
como el que, en Hunan, denuncia la traición de Mao y plantea un sistema
generalizado de "comunas" democráticamente elegidas, para impedir el
renacimiento de una "nueva clase de capitalistas rojos". Mao Zedong
en efecto se ha colocado sin ambigüedades en el campo de la vuelta al orden
autoritario.
A
ojos de los dirigentes del PCC, incluyendo todas las tendencias, se hace
urgente reconstruir el partido y la administración apoyándose, para ello, en el
Ejército, única institución que ha guardado coherencia.
La reconstrucción de un orden
burocrático
A partir de septiembre de 1968, los antiguos
estudiantes guardias rojas son enviados a reeducación por el trabajo en el
campo. En las fábricas, aún prosiguen resistencias, pero no se trata ya más que
de combates de retaguardia.
Durante
meses, los "rebeldes" de la "Revolución Cultural" han
vivido la experiencia embriagadora de una rara libertad de acción, viajando a
través de toda China para propagar el llamamiento a la revuelta. Ciertamente,
se han hecho también manipular por las diferentes fracciones del PCC (y por Mao
en particular). Se han comprometido en violencias ciegas y guardan el recuerdo
traumatizante de actos irreparables cometidos contra personas ancianas, entre
ellas numerosos veteranos de la lucha revolucionaria, acusadas de ser
"revisionistas", golpeados, a veces torturados, obligados a
humillantes autocríticas. Pero han adquirido un espíritu de independencia,
aspiraciones radicales, experiencia política. Si muchos antiguos guardias rojos
se retiran de todo activismo, algunos estarán, diez años más tarde, en el
origen del movimiento democrático de 1978.
A
la salida de los años 1966-1968, el PCC está en ruinas. Ocho de los once miembros
del Buró Político están en prisión o en reeducación. Nueve de diez responsables
de los grandes servicios del Comité Central están apartados de sus cargos.
Ocurre así de arriba a abajo del partido. En numerosos lugares, no funciona ya
ninguna estructura del PC. Hacen falta varios años para reconstruir el partido
a escala nacional.
Un
nuevo conflicto opone a Mao Zedong y Lin Biao que muere en septiembre de 1971
cuando, se dice, huye en avión hacia la URSS. Más de cien generales son
cesados. A comienzo de los años 1970, una gran parte de los dirigentes
históricos de la revolución china están apartados: Liu Shaoqi (muere exiliado
en 1969), Peng Dehuai, Lin Biao, Deng Xiaoping... Está libre el camino para el
acceso al poder del "Grupo de Shanghai", también llamado por sus
adversarios la "Banda de los Cuatro" que comprende a Jiang Qing, la
última esposa de Mao.
En
el trasfondo, el proceso de normalización de las relaciones chino-americanas,
espectacularmente emprendido con la visita de Nixon a Pekín de 1971 (¡en plena
escalada militar en Vietnam!) no es duraderamente puesto en cuestión. La
contrarrevolución burocrática ha acabado por romper el dinamismo social
heredado de 1949.
Retrospectiva: presiones históricas y
"posibles" no realizados
En veinte años, a lo largo de sucesivas crisis, las
relaciones mantenidas por el PCC con la población se han transformado
cualitativamente. El amordazamiento de las Cien Flores cortó al partido de un
ala importante de la intelligentsia. En numerosas regiones, el fracaso del Gran
Salto distendió o modificó sus lazos con el campesinado, a la vez que
fracturaba de forma duradera el aparato. La represión masiva que siguió al giro
de Mao durante la Revolución Cultural rompió la identificación de los sectores
radicales de los estudiantes y (lo que es nuevo) de la clase obrera con la
fracción maoísta. A comienzos de los años setenta, puede decirse que no queda
más que el "partido de la burocracia", ahora bien cristalizada. En
veinte años, la "contradicción interna" al régimen se ha reabsorbido
a costa de las clases populares y en favor del orden burocrático.
Es
tentador juzgar retrospectivamente que todo está escrito de antemano y que la
postración totalitaria de la revolución china era inevitable. El nuevo régimen
tomó forma en efecto bajo la influencia de poderosas presiones históricas tanto
nacionales como internacionales. Resulta sin embargo necesario plantearse la
cuestión retrospectiva de los "posibles alternativos".
La
victoria de una revolución aparece siempre como improbable. ¿Qué espíritu
sensato habría dado una oportunidad a la revolución rusa en 1915; o a la
revolución china en 1936; o a la revolución cubana en 1953; o a la revolución
vietnamita en 1946 frente a la reconquista francesa, o también en 1965, frente
a la potencia económico-militar de los Estados Unidos? Y sin embargo,
triunfaron, al menos temporalmente, y la situación mundial fue por ello más de
una vez profundamente modificada.
Lo
propio de la lucha revolucionaria es hacer posible (pero no seguro, ni mucho
menos) lo improbable, incluso lo increíble. La primera lección histórica de
1949, es que la revolución es un "posible" que puede efectivamente
realizarse.
La
China del siglo XX conoció más de una "encrucijada histórica"
concluida en derrotas (1927-1934) o victorias (1949). ¿Se dibujó de nuevo una
"encrucijada" así, poco después de la fundación del nuevo régimen y
la muerte de Stalin en 1953, que habría permitido a la nueva sociedad de
transición seguir un curso más democrático (dando un contenido popular a este
término)? Es evidentemente difícil de demostrar. Pero no hay necesidad de
responder para plantear la cuestión.
Sin
embargo, la partida no se jugaba sólo en China. Se jugaba también en Europa del
Este.
Se
toca aquí una cuestión que no he trabajado nunca: la circulación de las ideas
(más allá de los círculos dirigentes) en el seno del mal llamado "campo
socialista" durante los años 1950. ¿Cómo se influenciaron los combates
democráticos y populares de un extremo a otro de este bloque geopolítico heterogéneo?
¿Cómo sus dinámicas habrían podido ser afectadas y sus oportunidades de éxito
reforzadas, particularmente por una recuperación más precoz de las luchas de la
juventud y del movimiento obrero en Europa del Oeste? Pues se vuelve siempre a
lo mismo: el futuro de las revoluciones -de Rusia a Cuba pasando por China y
Vietnam- se jugaba también -en parte- en los grandes centros imperialistas (y
de manera recíproca, evidentemente).
En
las condiciones mundiales de los años 1980, la contrarrevolución burocrática
fue el preludio de la contrarrevolución burguesa. No era necesariamente el
caso. En otras correlaciones de fuerzas mundiales, habría podido ceder frente a
una renovación de las luchas socialistas o, quizá, dar nacimiento a una figura
histórica aún impensada.
Ayer, hoy, mañana...
La contrarrevolución ha tomado pues, la forma de un
paso controlado a un capitalismo medio estatal, medio privado. Un proceso
facilitado en China por una alianza entre sectores de la burocracia y el
poderoso capital chino transnacional establecido fuera de la República Popular,
en Hong Kong o en Taiwán y en numerosos lugares del mundo. El PCC favorece las
inversiones de los expatriados y acoge en su seno grandes capitalistas.
Recíprocamente, este partido aparece a ojos del capital chino transnacional
como el único capaz de mantener el orden social y de garantizar la unidad de un
país que continúa amenazado de división.
Para
triunfar, la contrarrevolución burguesa ha debido deshacer todo aquello a lo
que la revolución había dado nacimiento. Una conmoción social hacia atrás se ha
emprendido, tan radical como la que había sucedido a la revolución de 1949. El
sector económico de Estado ha sido en parte desmantelado, privatizado o
gestionado según criterios capitalistas. Una nueva clase de empresarios ha
nacido, formada por burócratas convertidos al enriquecimiento personal, aliados
al capital chino transnacional. La antigua clase obrera con estatus protegido
ha sido metódicamente desintegrada para dejar lugar, por una parte, a una capa
de técnicos y obreros cualificados y, por otra parte, a un joven proletariado
inestable salido del éxodo rural, a menudo privados de derechos.
Tras
disfrutar temporalmente de la des-colectivización iniciada a comienzo de los
años 1980, el campesinado chino se ve amenazado ahora de los mismos procesos de
desposesión que hay en los demás países del "Tercer Mundo". Las
desigualdades sociales estallan. Los pobres son de nuevo ignorados; los ricos
están de moda. PCC no quiere decir ya Partido Comunista Chino, sino ¡Partido
Capitalista Chino! Representa -no sin contradicciones- las aspiraciones de las
nuevas élites.
Ironía
de la historia, el capitalismo chino saca hoy los beneficios de la radicalidad
de la revolución de 1949. Sin ella, el país habría pasado a la dependencia
política y económica exclusiva del Japón o, más probablemente, habría caído
bajo el dominio del imperialismo de Estados Unidos. Sin ella también, como en
muchos países del "Tercer Mundo", el capital habría tenido muchas
dificultades para liberarse de las trabas de las relaciones sociales
tradicionales en el mundo rural y del peso de la gentry. El capitalismo chino
ha recibido así una segunda oportunidad.
Pero
el recuerdo de la revolución podría mañana servir de fermento político a las
resistencias sociales contra el ascenso de las desigualdades y de la
precariedad.
Traducción
de Alberto Nadal para Viento Sur http://www.vientosur.info/
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EL GOLPE DE ESTADO CAPITALISTA EN PAÍSES SEUDOSOCIALISTAS, o, QUE EMPEZARON LA CONSTRUCCIÓN SOCIALISTA,... NACE DE SU PROPIA ESENCIA CAPITALISTA,...?¡¡.
En los países capitalistas se suelen dar golpes de estado,...unas fracciones burguesas acceden al poder de estado por medios diversos y con fuerzas diversas. En 1.981 se dió uno en el Estado español,....hace unos años se dieron otos en diversos países latinoamericanos, en África,...
Se dice que en la URSS y en China popular se dieron golpes de estado a la muerte de sus dirigentes omnímodos ....Stalin, Mao,...El marxismo-leninismo plantea que la lucha de clases es muy aguda en las etapas posteriores de la revolución proletaria y la dictadura del proletariado y sus variantes,...que la burguesía derrotada tenderá por todos los medios acceder de nuevo a su poder de clase.
LOS EJÉRCITOS PROFESIONALES, LOS CUERPOS DE SEGURIDAD PROFESIONALIZADOS ... LOS PODERES PROFESIONALES,...¡ ¿Y LOS OBREROS, LOS CAMPESINOS,...SIGUEN ARMADOS, DIRIGIENDO SU DESTINO Y DIRIGIENDO EL EJERCITO, EL ESTADO,...LA ECONOMÍA ...LOS BARRIOS,...EL CAMPO,...LA SALUD,...EL MEDIO AMBIENTE, LA CULTURA Y LA FORMACIÓN,...?. EN ALGUNOS LIBROS DE MAO S. T., DE STALIN, Y DE OTROS,...SIEMPRE HABLAN DEL PROBLEMA DEL EXCESIVO BUROCRATISMO ESTATAL Y DEL PARTIDO,...QUE ESTE ASUNTO HACÍA REBELARSE AL PUEBLO,...
En los países capitalistas se suelen dar golpes de estado,...unas fracciones burguesas acceden al poder de estado por medios diversos y con fuerzas diversas. En 1.981 se dió uno en el Estado español,....hace unos años se dieron otos en diversos países latinoamericanos, en África,...
Se dice que en la URSS y en China popular se dieron golpes de estado a la muerte de sus dirigentes omnímodos ....Stalin, Mao,...El marxismo-leninismo plantea que la lucha de clases es muy aguda en las etapas posteriores de la revolución proletaria y la dictadura del proletariado y sus variantes,...que la burguesía derrotada tenderá por todos los medios acceder de nuevo a su poder de clase.
LOS EJÉRCITOS PROFESIONALES, LOS CUERPOS DE SEGURIDAD PROFESIONALIZADOS ... LOS PODERES PROFESIONALES,...¡ ¿Y LOS OBREROS, LOS CAMPESINOS,...SIGUEN ARMADOS, DIRIGIENDO SU DESTINO Y DIRIGIENDO EL EJERCITO, EL ESTADO,...LA ECONOMÍA ...LOS BARRIOS,...EL CAMPO,...LA SALUD,...EL MEDIO AMBIENTE, LA CULTURA Y LA FORMACIÓN,...?. EN ALGUNOS LIBROS DE MAO S. T., DE STALIN, Y DE OTROS,...SIEMPRE HABLAN DEL PROBLEMA DEL EXCESIVO BUROCRATISMO ESTATAL Y DEL PARTIDO,...QUE ESTE ASUNTO HACÍA REBELARSE AL PUEBLO,...
CARRERA POLÍTICA ( Wiki,...)
En 1918 Jruschov ingresó en el Partido Bolchevique y participó en la guerra civil rusa. En 1918 encabezó un destacamento de la Guardia Roja (primeras milicias bolcheviques formadas con voluntarios) y después llegó a comisario político de batallón.
Terminada la guerra, se dedicó a actividades políticas a nivel provincial, hasta que fue enviado a estudiar a la Academia Industrial de Moscú en 1929. En 1931 fue nombrado secretario del Partido en un distrito de Moscú. Muy pronto, en 1932, se convirtió en subsecretario del Comité del Partido Comunista en la capital soviética y en la provincia de Moscú, órgano en el que ya desde 1934 ocuparía el puesto de primer secretario. Los historiadores atribuyen la brillante carrera política de Jruschov a su amistad con Svetlana Alilúyeva, estudiante de la Academia Industrial de Moscú e hija del líder soviéticoIósif Stalin.
En 1939 fue nombrado primer secretario del Comité Central del Partido Comunista de Ucrania y en 1938 entró en el Buró Político del Partido Comunista, el círculo más cercano a Stalin. Sin embargo, a juicio de muchos historiadores, a diferencia de la “vieja guardia” (Viacheslav Mólotov, Lázar Kaganóvich, Klement Voroshílov, Anastás Mikoyán, etc.), Jruschov no era una de los políticos más importantes para Stalin.
Durante la Segunda Guerra Mundial fue Miembro del Consejo Militar (encargado político) de varios frentes pero su contribución a la guerra no fue excepcional, como lo demuestra el modesto grado de teniente general que ostentaba al final de la contienda, a diferencia de sus compañeros de armas, que llegaron a ser generales de ejército e incluso mariscales.
De 1944 a 1947 ocupó el puesto de presidente del Consejo de Ministros de Ucrania y luego volvió a ser nombrado primer secretario del Comité Central del Partido Comunista ucraniano. En 1949 retoma el cargo de líder comunista de Moscú y de la provincia de Moscú y de miembro del Comité Central del Partido comunista.
En junio de 1953, tras la muerte de Stalin, Jruschov fue uno de los responsables de la dimisión, arresto, juicio y fusilamiento de Lavrenti Beria, el ex director del NKVD, Ministerio del Interior soviético, una de las instituciones estatales más temibles de la época. Después de un corto período “transitorio”, dominado por la lucha por el poder entre la cúpula comunista gobernante, en septiembre de 1953 Jruschov fue elegido para el cargo de primer secretario del Partido Comunista.
El momento estelar de la vida política de Jruschov fue su informe para el XX Congreso del Partido, celebrado el 25 de febrero de 1956. Este es un fragmento sobre la gestión de Iósif Stalin:
“En lugar de demostrar la idoneidad de su política, eligió casi únicamente el camino de la represión y del aniquilamiento físico, no solamente contra sus enemigos reales, sino también contra individuos que no habían cometido crimen alguno contra el Partido ni contra el pueblo soviético”.
Aunque leído al término del XX Congreso, a puerta cerrada y en ausencia de periodistas e invitados de otros países, el contenido del informe pronto se dio a conocer dentro y fuera de la URSS, causando gran conmoción entre aquellos que tan solo hacía 3 años lloraban la muerte de Stalin.
Las discusiones sobre el papel de Stalin estallaron no solo en la URSS, sino también en el seno de todos los partidos comunistas del mundo. Los investigadores coinciden en que el informe fue un duro golpe para los movimientos comunistas y aliados del bloque soviético. Algunos incluso intentaron deshacerse de la tutela ideológica, política y militar de la URSS, como por ejemplo Hungría, que se sublevó en el año 1956. La respuesta de Jruschov a la rebelión fue el envío de tanques, que pronto sofocaron la revuelta.
El primer intento de arrebatarle el poder al arrogante y excéntrico líder fue emprendido en junio de 1957. La reunión del Presídium del Comité Central del Partido duró cuatro días y terminó con la decisión de destituir a Jruschov del cargo de primer secretario. Sin embargo, un grupo de partidarios de Jruschov encabezado por el mariscal Gueorgui Zhúkov(entonces ministro de Defensa) pudo interrumpir en el trabajo del Presídium e insistir en que el asunto fuera estudiado por una reunión plenaria de todos los miembros del Comité, convocada urgentemente con ayuda de los militares (Zhúkov incluso se encargó de enviar aviones militares para transportar a Moscú a todos los miembros del Comité que se encontraban fuera de Moscú). Finalmente en la reunión del Comité Central Jruschov logró que casi todos los miembros de este organismo fueran acusados de formar “el grupo antipartido” y fueran destituidos de sus cargos en el Comité Central (más tarde, en 1962, fueron expulsados del partido).
Cuatro meses después de estos acontecimientos, pese al insólito apoyo que el mariscal Zhúkov —el afamado héroe de la Segunda Guerra Mundial— brindó a Jruschov, el militar quedó destituido de todos sus cargos en el Ejército.
La lucha contra el “culto a la personalidad” de Stalin iniciada en el XX Congreso del Partido terminó con una “desestalinización” generalizada emprendida a partir de las decisiones del XXII Congreso. El cuerpo de Stalin fue retirado del mausoleo de la Plaza Roja, donde yacía con Lenin; las ciudades que habían sido rebautizadas con el nombre de Stalin abandonaron su denominación; y todos los monumentos del antiguo primer secretario fueron derribados (salvo uno en Gori, Georgia, ciudad natal de Stalin, que actualmente también ha sido derribado).
Con la “desestalinización” se abrió el periodo de mayor libertad de expresión marcado por la vuelta a casa de centenares de miles de presos políticos y un fuerte auge cultural. Sin embargo, en los años 60 Jruschov lanzó una campaña de persecución contra el mundo del arte, al que acusaba de promover valores culturales ajenos. Entre los perseguidos se encontraba el escultor Ernst Neizvestny, que se atrevió a criticar los puntos de vista de Jruschov sobre el arte moderno.
Pese a la considerable superioridad norteamericana en municiones estratégicas nucleares (6000 ojivas contra unas 300 de la Unión Soviética), en 1961 Estados Unidos inició la instalación en Turquía de 15 misiles de alcance medio (de 2400 kilómetros) PGM-19 Jupiter que amenazaban directamente a la parte europea de la URSS y podían alcanzar Moscú. El mando militar ruso y Jruschov personalmente en calidad de comandante jefe, se dieron cuenta de que se podrían lograr cierto equilibrio nuclear si se instalaban en Cuba sistemas de misiles de medio alcance, capaces de alcanzar en 20 minutos Washington y la mitad de las bases aéreas de bombarderos estratégicos estadounidenses (portadores de armas nucleares) desde la isla
En aquel entonces las relaciones entre la Unión Soviética y Cuba atravesaban su momento más dulce. Jruschov quedó encantado con Fidel Castro. Se conocieron en Nueva York en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cuando a Jruschov le preguntaron si Castro era comunista, este respondió: “No sé si Fidel es comunista pero yo soy ‘fidelista’”. La Unión Soviética suministró a Cuba armas, consejeros militares (españoles republicanos que combatieron en el Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial), concedió créditos y compró azúcar de caña a precios subvencionados. El petróleo soviético llegó también con precios especiales a la isla.
En abril de 1961 un informe de la Embajada soviética en México enviado a Moscú precisó la fecha y el lugar exactos de la invasión de las tropas anticastristas que se estaba preparando. Jruschov compartió con Fidel la información clasificada y Castro triunfó en Playa Girón.
La crisis de los misiles estalló el 14 de octubre de 1962, cuando un avión espía estadounidense U-2 que sobrevolaba la isla tomó cerca de San Cristóbal fotografías de misiles que todavía no estaban en posición de combate.
Por iniciativa de Kennedy se formó en EE. UU. un comité especial dedicado a estudiar posibles soluciones al problema. Tras varios días de sesiones secretas, el 22 de octubre el presidente norteamericano dirigió un mensaje televisado a la nación, en el que habló de establecer una cuarentena y un cerco alrededor de la isla Para cumplir esta medida se desplegaron barcos y aviones de guerra estadounidenses. El mensaje en seguida provocó el pánico en el país. Miles de estadounidenses huyeron a México maldiciendo tanto a Jruschov como a su propio Gobierno.
Inicialmente la URSS desmintió la existencia de armas nucleares en Cuba pero después comunicó a EE. UU. que las instalaciones tenían únicamente objetivos disuasorios. El 25 de octubre las fotografías fueron mostradas en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU. Otro vuelo de un U-2 reveló que los misiles ya estaban preparados para el combate. En total, según el ex general de los servicios secretos de la URSS Nikolái Leónov, en la isla ya se encontraban desplazados unos 40 000 uniformados soviéticos: una división de cinco regimientos, armados con misiles de 4500 kilómetros de alcance, dos divisiones de defensa antiaérea y un regimiento de cazas MIG-21. A los infantes de Marina estadounidenses deberían enfrentarse cuatro regimientos de infantería soviética. Hasta 1992 el mundo no supo que en los misiles había instaladas ojivas nucleares tácticas. Nikolái Leónov afirma que el comandante del contingente, el general Issá Plíyev, tenía poderes para atacar Estados Unidos sin esperar órdenes desde Moscú.
El 27 de octubre la tensión llegó a su punto álgido, cuando un U-2 fue derribado por un misil soviético al sobrevolar la isla y el piloto pereció.
Sin embargo, el mismo día se iniciaron las primeras conversaciones entre Jruschov y Kennedy (anteriormente los contactos se realizaban entre los servicios secretos de ambos países). Después de continuas negociaciones secretas, se decidió el desmantelamiento de las instalaciones nucleares soviéticas en Cuba a cambio de la garantía de los Estados Unidos de no realizar jamás una invasión a la isla y desmantelar las bases de misiles nucleares en Turquía. El 28 de octubre empezó el desmantelamiento de los misiles soviéticos y en noviembre del mismo año, cuando los misiles fueron retirados de la isla, EE. UU. levantó el bloqueo marítimo de Cuba.
Asimismo se decidió instalar un cable telefónico directo entre la Casa Blanca y el Kremlin a fin de tener un medio de comunicación operativo entre ambas potencias durante los períodos críticos, el llamado “teléfono rojo”. La crisis de los misiles y el nombre de Jruschov desde aquel entonces son inseparables.
En la economía soviética las reformas de Nikita Jruschov estuvieron dirigidas principalmente hacia el sector agrario y pretendían aumentar la producción de alimentos con la consiguiente mejora del nivel de vida del campesinado. Para ello se autorizó a los campesinos a aumentar la producción privada y se incrementaron los precios de venta de los productos de las granjas colectivas. En general, subieron considerablemente las inversiones en el sector agrario.
Otra importante medida de Jruschov fue la campaña de “colonización de las tierras vírgenes y baldías” que se inició en 1954 y consistió en el cultivo de una amplia superficie (más de 300 000 km2) de tierras vírgenes en la región de Altái y en las estepas de Kazajistán mediante la utilización generalizada de maquinaria agrícola moderna. Para ello fue necesario poner en marcha un fuerte desplazamiento de población, algo que se logró gracias a una frenética campaña propagandística entre los jóvenes. La primera cosecha fue un éxito espectacular. Sin embargo, las dificultades no tardaron en emerger: en la década de los sesenta el monocultivo de trigo terminó por erosionar el suelo dejándolo estéril.
Pocos años después de iniciada la campaña de tierras vírgenes, la URSS se vio obligada a comprar trigo a Canadá con el fin de cubrir el déficit interno. Otras medidas reformistas en la agricultura, como la reorganización de los koljozy, se saldaron también con fracasos.
A inicios de la década de los años 50 la aplastante mayoría de los ciudadanos soviéticos vivía en las llamadas “kommunalki” o “pisos comunitarios”, apartamentos donde residían varias familias, cada una en una habitación, que compartían las zonas comunes de la casa.
A fin de solucionar este déficit de vivienda, que se agudizó aún más tras los enormes destrozos de la Segunda Guerra Mundial, se fomentó la construcción de apartamentos de reducidas dimensiones que considerablemente paliaron el problema aunque sin resolverlo completamente. Estas viviendas, apodadas “jruschovki” siguen en pie en Moscú y en muchas otras ciudades de Rusia. Residir en uno de estos apartamentos se consideraba un cierto lujo en la época de los años 60 y 70 ya que libraba a sus residentes de la convivencia con otras familias y de las largas colas matutinas para entrar al baño.
En 1957 la comunidad internacional quedó deslumbrada por un fantástico logro técnico: el exitoso lanzamiento y puesta en órbita del primer satélite artificial, el Spútnik-1. Cuando el 12 de abril de 1961 la agencia de información estatal TASS emitió un despacho titulado “Sobre el exitoso regreso del hombre del primer vuelo espacial”, el efecto sobrepasó todos los límites. El ruso Yuri Gagarin sería para siempre el número uno en el cosmos. La gente salió a la calle, quizás por primera vez en la historia de la URSS sin permisos oficiales, con pancartas en las que se leía “¡El espacio es nuestro!”.
Cabe destacar que este logro fue también un adelanto de la industria bélica rusa: los cohetes portadores de la nave espacial y del primer satélite servían también como misiles balísticos intercontinentales. Jruschov se jactaba ante sus interlocutores extranjeros de que los misiles “se fabricaban como salchichas”. La industria militar y los proyectos espaciales acaparaban la mayoría del presupuesto soviético, dejando sin recursos la industria ligera y la producción de alimentos.
Entre el 15 y el 27 de septiembre de 1959 tuvo lugar la primera visita de la historia de un líder soviético a los Estados Unidos. Durante su viaje Jruschov no se limitó a entrevistarse con el presidente Eisenhower, sino que dedicó la mayor parte del tiempo a conocer el país.
El interés de los medios internacionales fue espectacular. El Departamento de Estado norteamericano acreditó a 2500 periodistas y fotógrafos para cubrir la visita.
En todos los lugares visitados Jruschov tuvo que pronunciar discursos, muy frecuentemente improvisados, y mantener debates con periodistas, economistas, financieros, congresistas y sindicalistas. En uno de sus discursos, en San José (California), el 21 de septiembre, Jruschov declaró: “Cuando me reúno con hombres de negocios, no surge ningún conflicto. Nos comprendemos. Nos damos cuenta de que tenemos filosofías diferentes, pero tratamos de entendernos en una base práctica. Pero con frecuencia, cuando me reúno, por ejemplo, con dirigentes sindicales o con ciertos políticos, sucede que las cosas no son tan fáciles entre nosotros”.
La prensa local indicó que el jefe del Gobierno soviético se mostró un ágil polemista, saliendo airoso en muchas ocasiones frente a sus oponentes públicos. Jruschov llegó a declarar: “No podemos esperar a que los estadounidenses salten del capitalismo al comunismo, pero podemos ayudar a sus líderes electos a que les suministren pequeñas dosis de socialismo hasta que un día despierten y se den cuenta de que están viviendo en comunismo”.
Su manera impulsiva y sincera se dejó sentir desde su primer coloquio, el 16 de septiembre, en el Club de Prensa de Washington, que comenzó de la manera más impertinente cuando el mandatario le contó al presidente del Club una anécdota sobre su silencio mientras Stalin cometía los crímenes que el mismo Jruschov denunciaría después. Contestando a la pregunta de cómo podía justificar la intervención armada soviética en Hungría en 1956, Jruschov señaló: “Veo que la cuestión húngara ha quedado atravesada en la garganta de varias personas como una rata muerta”.
En otras ocasiones el líder soviético hizo esfuerzos por mostrarse agradable con su auditorio. En ese contexto ofreció la explicación del sentido que él verdaderamente diera a su famoso dicho “¡Los enterraremos!”: no se refería a personas, sino al sistema social capitalista.
Estando de viaje por Estados Unidos, Jruschov realizó una visita a la granja del famoso ranchero de Iowa Roswell Garst. El agricultor y el jefe de Estado se habían conocido en la URSS, donde Garst estuvo compartiendo sus conocimientos en este campo. La primera charla entre el mandatario soviético y el ranchero se celebró en 1955, en Crimea.
“Mi padre y Garst se cayeron bien: ambos adoraban la tierra, podían discutir sobre el maíz, la soja, las habas, durante horas”, recuerda el hijo de Jruschov, Serguéi, en su libro El reformador. Un libro sobre mi padre. “Al trabar conversación, mi padre le preguntó qué pensaba el ranchero sobre nuestra agricultura. El poco diplomático Garst respondió: “Es que la agricultura soviética tiene un retraso de 15 años respecto a las necesidades de la población soviética, que crece, mientras los rancheros americanos se adelantan a este crecimiento otros quince años. De ahí surgen los problemas en ambos países: un déficit en la URSS y una sobreproducción en EE. UU.”.
Tras la experiencia norteamericana, Jruschov dio orden de que los campesinos empezaran a cultivar maíz en casi todas las zonas favorables (y también en las desfavorables) para este cultivo. El desastroso resultado se dejó ver cuando en vez de abundante trigo se cosecharon miserables cantidades de un cereal casi desconocido en el país. El prestigio del “maicero” Jruschov, apodo que lo acompañaría tras el fallido experimento, quedó muy afectado.
En los años sesenta los habitantes de la URSS comenzaron a tener problemas con el abastecimiento de productos alimenticios. Había fracasado el plan de “alcanzar y adelantar a los Estados Unidos en la producción de carne y leche en dos años”, elaborado en 1957. En las ciudades aparecieron libretas de racionamiento de harina, el precio de la carne aumentó un tercio y el de la mantequilla un 25 %, algo insólito en un país donde la inflación siempre era del 0 %. En 1962, debido a una reducción del sueldo de un 30 %, se sublevaron los obreros de la ciudad de Novocherkassk. Las tropas que aplastaron el levantamiento acabaron con la vida de 24 manifestantes e hirieron a 87.
La famosa edificación supuso la división física de Alemania y durante varias décadas fue un símbolo de la guerra fría.
Al término de la Segunda Guerra Mundial Alemania quedó dividida en cuatro zonas de ocupación: la norteamericana, la británica, la francesa y la soviética. También en cuatro zonas fue dividida la capital del país, Berlín, para lo cual en 1945 se creó una Comandancia Militar conjunta de los aliados. Pero debido a discrepancias sobre las formas de gobernar entre la URSS y los demás aliados, muy pronto estas cuatro zonas se convirtieron en dos: Berlín Occidental y Berlín Oriental (futura capital de la República Democrática Alemana). La creación de la OTAN y la configuración de la República Federal Alemana en 1949 contribuyeron a empeorar las relaciones entre Oriente y Occidente.
Pero la verdadera causa de la construcción del Muro fueron las continuas fugas de alemanes del Este al Oeste. A medida que el nivel de vida en Alemania Occidental iba mejorando, aumentaba el número de personas que pasaban al otro lado de la frontera. En su mayoría los “prófugos” eran profesionales liberales: ingenieros, técnicos, médicos…
Finalmente, Jruschov mandó tomar medidas muy acordes con su política: el 13 de agosto de 1961, a las 0 horas 30 minutos policías alemanes del Este montaron una valla de alambre de espino a lo largo de los 43 kilómetros de la línea de demarcación entre las dos partes de Berlín. El verdadero muro de hormigón se empezó a construir el 18 de agosto. En las obras participaron 52 000 obreros.
No es de extrañar que a un personaje tan impulsivo y contradictorio como Jruschov se le atribuya una gran cantidad de hechos anecdóticos y frases célebres, momentos que explican la imagen de payaso que a veces tenía en la URSS.
· Cuando se encontraba de visita en Moscú, el senador estadounidense Humphrey cayó muy bien a Jruschov, quien le preguntó de dónde era. Cuando Humphrey le contestó que había nacido en la ciudad de Minneapolis, Jruschov se acercó al mapa y marcó la localidad con lápiz rojo. “Para no olvidarme de dejar esta ciudad intacta cuando despeguen nuestros misiles”, explicó el mandatario.
· El biógrafo estadounidense de Nikita Jruschov, William Taubman, en su libro Jruschov y su época da su versión de la discusión histórica entre el agricultor norteamericano Garst y el primer secretario soviético: “¿Por qué saben tan poco sobre la agricultura estadounidense? Si necesitan solo tres semanas para obtener el proyecto de nuestra bomba nuclear, ¿por qué no pueden ‘robar’ nuestros secretos del cultivo de maíz?”, preguntó Garst. “No, se equivoca usted. Solo dos semanas”, bromeó Jruschov.
· Quizás la más historia famosa de Jruschov con el “rico” lenguaje ruso (con el que siempre infundía horror en los traductores por sus improvisaciones) sucedió en junio de 1959, cuando el mandatario visitaba una exposición de EE. UU. que se había organizado en Moscú. Jruschov dijo al entonces vicepresidente Richard Nixon la frase “¡Les mostraremos a la madre de Kuzmá!”. Se trata de una frase hecha rusa que se utiliza para amenazar o asustar, pero que el intérprete tradujo literalmente al inglés, algo que, además de gran perplejidad, causó verdadera conmoción a muchos que pensaron que se trataba de un arma nuclear rusa codificada bajo el nombre “madre de Kuzmá”.
· “Los políticos son iguales en todas las partes: prometen construir un puente donde ni siquiera hay río”.
· La sesión de la Asamblea General de la ONU celebrada en octubre de 1960 en Nueva York pasó a la historia de la diplomacia universal cuando Nikita Jruschov intentó protestar ante las acusaciones contra Rusia de haber suprimido por la fuerza la sublevación húngara… golpeando su mesa con un zapato. Hay varias versiones de lo acontecido, aunque no existe fotografía alguna. Según su traductor, que estaba junto al mandatario, los golpes no se dieron con un zapato sino con una especie de sandalia. Cuando el representante de la delegación de Filipinas afirmó que los países del Este “están privados del libre ejercicio de sus derechos civiles y políticos al haber sido tragados por la Unión Soviética”, Jruschov se quitó una sandalia y se puso a mirarla y sacudirla como si dentro tuviera una china. La golpeó varias veces contra la mesa como si estuviera tratando de sacarla, en una clara demostración de que el discurso no le interesaba y segundos más tarde empezó a golpear con los puños sobre la mesa, cosa que tuvo hacer junto con él el ministro de Exteriores soviético, Andréi Gromyko.
· Probablemente una de las frases de Jruschov que más fuerte impresión causó en el escenario internacional fue la que en noviembre de 1956 pronunció el mandatario soviético ante los embajadores occidentales durante una recepción en Moscú: “Les guste o no, la historia está de nuestro lado. Los vamos a enterrar”. Más tarde tuvo que explicarse y aclarar que lo que la URSS aplastaría sería el sistema social capitalista.
Pese a sus importantes méritos, para muchos miembros de la élite del Partido Comunista y del aparato administrativo soviético, al final de su mandato Jruschov había ido demasiado lejos. Sus errores en la política exterior y sobre todo sus numerosos y mal pensados “experimentos” precipitaron su caída.
El 14 octubre de 1964, mientras Jruschov estaba de vacaciones en la península de Crimea, el Comité Central del Partido se reunió en Moscú. A Jruschov lo invitaron a las últimas sesiones. El líder del país advirtió el complot, pero no podía recurrir a la ayuda de los militares: las Fuerzas Armadas tampoco deseaban que el primer secretario siguiera en su puesto tras las reformas llevadas a cabo en el Ejército y el despido de miles de oficiales experimentados. El comunicado oficial del Comité Central decía que “Nikita Jruschov queda liberado de sus cargos a causa de su avanzada edad y del empeoramiento de su estado de salud”. Sin embargo, el ex líder soviético vivió siete años más, casi recluido en su dacha y sin autorización para dar discursos ni entrevistas.
Su hijo Serguéi registró con una grabadora las memorias de su padre que, sacadas clandestinamente del país, se publicaron en Occidente. En ellas, Jruschov aseguraba no saber nada de las purgas estalinistas de los años 30. Para el ex primer secretario, que había pertenecido al círculo de colaboradores más íntimo de Iósif Stalin, fueron pasados por las armas o aniquilados en los campos de concentración siberianos solo los “enemigos acérrimos del poder soviético”. Se le abrieron los ojos solo después de la muerte de Stalin. Sin embargo, actualmente existen numerosos documentos secretos hechos públicos en los últimos años que prueban la participación de Jruschov en las represalias del régimen en Ucrania, por ejemplo, listas de arrestados firmadas por el futuro mandatario.
El autor de una de las mejores biografías del político (Khruschev. His Life and Times, “Jruschov. Su vida y tiempo”), el estadounidense William Taubman respondió a la pregunta de cómo los futuros historiadores valorarían su tiempo: “Sin duda serán más condescendientes con él que con Lenin, Stalin o Brezhnev. Por otra parte, está claro que no solo tuvo grandes éxitos, sino también graves errores en todos los campos: en la política, en la economía, en temas personales. Los historiadores valorarán su gobierno como una época de tremendos contrastes”.
Nikita Jruschov está sepultado en Novodévichie, el cementerio más afamado de Moscú, donde hay erigido un impactante monumento en su honor. Se trata de una columna de mármol blanco y negro compuesta de varios bloques de diferentes materiales y formas y coronada por la cabeza en mármol del difunto. Curiosamente el monumento, objeto de admiración de los visitantes del cementerio, es obra del escultor Ernst Neizvestny, quien en su día acusó a Jruschov de no entender nada sobre arte.
EL IDEALISMO COMUNISTA ES LA BASE DEL SOCIALIMPERIALISMO
Materialismo dialéctico es la corriente del materialismo filosófico de acuerdo con los planteamientos originales de Friedrich Engels y Karl Marx que posteriormente fueron enriquecidos por Vladimir I. Lenin y después sistematizados por miembros de la Academia de las Ciencias de la Unión Soviética principalmente.1 Esta corriente filosófica define la materia como el sustrato de toda realidad sea concreta o abstracta (pensamientos),1 emancipa la primacía e independencia de la materia ante la conciencia y lo espiritual, declara la cognoscibilidad del mundo en virtud de su naturaleza material, y aplica la dialéctica –basada en las leyes dialécticas propuestas por Georg Wilhelm Friedrich Hegel– para interpretar el mundo, superando así al materialismo mecanicista. El materialismo dialéctico es uno de los tres componentes –la base filosófica– del comunismo marxista-leninista.2 Denominado “Diamat”, el materialismo dialéctico fue también la filosofía oficial de la antigua Unión Soviética.3
El materialismo dialéctico, como sistema filosófico, es opuesto al idealismo filosófico que concibe al espíritu como el principio de la realidad. Para el materialismo dialéctico las ideas tienen un origen físico, esto es, lo primero es la materia y la conciencia lo derivado. Como tal, el materialismo dialéctico se apoya en los datos, resultados y avances de las ciencias y su esencia se mantiene en correspondencia y vigencia con la tradicional orientación progresista del pensamiento racional científico.3 Asimismo está opuesto a la corriente filosófica del agnosticismo, pues declara la cognoscibilidad del mundo en virtud de su materialidad y de su existencia objetiva en el tiempo y en el espacio. Engels lo manifestó de esta manera: “Las formas fundamentales de todo ser son el espacio y el tiempo, y un ser concebido fuera del tiempo es tan absurdo como lo sería un ser concebido fuera del espacio”.4
Engels y Marx sintetizaron su materialismo dialéctico a partir de su demoledora crítica del materialismo mecánico de Ludwig Feuerbach y a la dialéctica idealista de Hegel. Al materialismo de Feuerbach lo consideraron como un materialismo influido por corrientes del pensamiento filosófico metafísico e idealista. Famosas son las 11 tesis sobre Feuerbach de Marx y Engels, en particular la undécima que reza así: “Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo”.5 De la dialéctica hegeliana Engels dice que ésta se encontraba cabeza abajo con Hegel y que fue Marx quien la colocó sobre sus pies. Posteriormente, Engels describió las leyes de la dialéctica en su Anti-Dühring (obra polémica contra las teorías propugnadas por el filósofo y economista alemán, Karl Eugen Dühring).
Luego en el siglo XX en Rusia, Lenin contribuyó a las ideas materialistas dialécticas al desarrollar polémicas con sus adversarios, particularmente con filósofos (idealistas) positivistas como el austriaco Ernst Mach y los rusos Alexander M. Bogdanov y V. Bazarov (nombre real: Vladimir A. Rudnev), y, por sobre todo, su empiro-monismo. La principal razón de la disputa entre Lenin y estos filósofos era su afirmación de que el positivismo idealista estaba por encima del debate filosófico entre idealismo y materialismo. A estos, Lenin les afirmó lo siguiente: “Materialismo es reconocer los «objetos a sí mismos» o fuera de la mente; las ideas y las sensaciones son copias o imágenes de éstos objetos. La doctrina opuesta (idealismo) afirma que los objetos no existen «sin la mente»; los objetos son «combinaciones de sensaciones»”.
El término “materialismo dialéctico” nunca fue usado por Marx o Engels ni definido sistemáticamente por ninguno de ellos. El término fue introducido por el revolucionario ruso del siglo XIX, Georgi Plejánov, así como la clasificación de materialismo dialéctico y materialismo histórico. Según Plejanov en su obra La concepción monista de la historia, el materialismo dialéctico de Marx y Engels tuvo como preludio la contraposición del materialismo metafísico de los enciclopedistas (opuestos al idealismo metafísico heredado de la Edad Media) y el idealismo dialéctico de los filósofos alemanes. Marx y Engels tomaron como base a la crítica materialista de Feuerbach y los hegelianos de izquierda al idealismo dialéctico de Hegel. Los desarrollos posteriores, sobre todo a partir de las Tesis sobre Feuerbach de Marx, resultaron en una visión no-dualista del mundo que incorporaba una relación dialéctica entre materia y espíritu, siendo la actividad humana la base de esta interacción.La división entre
materialismo dialéctico y materialismo histórico
La introducción de los términos materialismo dialéctico y materialismo histórico se puede interpretar como un intento de sistematizar los fundamentos filosóficos presentados por Marx y Engels. Lenin asumió por establecida esta división debido a que Plejanov era considerado el “Padre del Marxismo” en la Rusia del siglo XIX. En esta división, el materialismo dialéctico fue definido más tarde por Stalin como la aplicación de las leyes dialécticas a la naturaleza y el materialismo histórico como la extensión de las mismas a la historia y la sociedad.8 Sin embargo, otros autores consideran esto como un grueso error, pues consideran que es precisamente a la inversa: Marx desarrolló en sus trabajos la concepción materialista de la historia (La ideología alemana) como método de análisis, sin llegar a representarla nunca como un sistema. Fue Engels quien, posteriormente, intentó construir, partiendo de los métodos utilizados por su compañero en sus análisis históricos, una ontología marxista, ontología que quedó bautizada como Materialismo Dialéctico (y esto sin necesidad de identificar el materialismo dialéctico con la versión consagrada delDiamat como doctrina oficial de la difunta Unión Soviética).
Por su parte Trotsky, dirigente de la Revolución de Octubre, fundador del Ejército Rojo y más tarde líder de la Oposición de Izquierda, plantea contra el dogmatismo de la "doctrina oficial" del régimen stalinsta, que si bien el materialismo dialéctico abarca tanto al materialismo histórico como a posibles desarrollos en otros campos, como el de las ciencias naturales, ello no significa que haya una identidad entre ellos, es decir, que la dialéctica funcione en dichos campos de la misma manera. Trotsky llamará dialéctica objetiva a aquella aplicable a las ciencias naturales y dialéctica subjetiva a la correspondiente a la acción y conciencia humana. Ambas forman para él una unidad, siendo una hija de la otra. Postular la autonomía absoluta entre naturaleza y conciencia, significaría volver a un dualismo kantiano, como el representado en la lógica (que será luego superada por la dialéctica como forma de pensamiento), o a nuevas versiones historicistas donde en realidad ambos están contenidos en una conciencia devoradora que le da a ésta un carácter absoluto. Para Trotsky en cambio, son partes diferenciadas de una unidad que no está dada sólo por una casual aparición temporal sino porque marcan un desarrollo histórico concreto.9
Marx, Engels y la crítica de la religión
Esta es la famosa cita textual de K. Marx en relación a la religión:
“La base de la crítica irreligiosa es ésta: el hombre hace la religión; la religión no hace al hombre. En otras palabras, la religión es la autoconciencia y la autoidentidad del hombre en tanto que éste no se ha encontrado a sí mismo o se ha extraviado de nuevo. Pero el hombre no es un ser abstracto habitando fuera del mundo. El hombre es el mundo humano, el estado, la sociedad. Este estado, esta sociedad, producen la religión, la cual es una conciencia del mundo invertida porque estos son un mundo invertido. La religión es la teoría general de este mundo, su compendio enciclopédico, su lógica en versión popular, su punto espiritual de honor, su entusiasmo, su sanción moral, su solemne complemento, su base general de consolación y justificación. Es la realización fantástica del ser humano en tanto que éste no posee realidad verdadera alguna. La lucha contra la religión es, por lo tanto, indirectamente una lucha contra ese mundo de cuyo aroma espiritual es la religión.La miseria religiosa es a un tiempo expresión de la miseria real y protesta contra la miseria real. La religión es una queja de la criatura oprimida, el sentimiento de un mundo sin corazón, y el alma de unas condiciones desalmadas. Es el opio del pueblo.La abolición de la religión como la felicidad ilusoria de los hombres es una demanda para su felicidad real. El llamado a abandonar sus ilusiones acerca de su condición es un llamado a abandonar una condición que requiere de ilusiones. La crítica de la religión es, por lo tanto, la crítica embrionaria de este valle de lágrimas del cual la religión es el halo”.
Por su parte, F. Engels dijo de la religión lo siguiente:
“Toda religión, sin embargo, es nada más que un reflejo fantástico en las mentes de los hombres de esas fuerzas externas que controlan su vida diaria, un reflejo en el que las fuerzas terrestres asumen la forma de fuerzas sobrenaturales”.
Las dos cuestiones básicas de la filosofía
El pilar filosófico fundamental del materialismo dialéctico es lo que define como “la cuestión básica en filosofía” que se refiere a la relación entre el mundo material (la realidad) y su independencia con respecto al ser (la conciencia), lo espiritual. Se establece la relación materia-sobre-conciencia en la que la materia es primaria y la conciencia es producto del desarrollo ulterior de la materia.
La cuestión básica en filosofía tiene dos aspectos fundamentales. La primera es la cuestión de la esencia, de la naturaleza del mundo. El segundo aspecto es la cuestión de la cognoscibilidad del mismo. “El desarrollo de las ciencias destruye definitivamente la creencia idealista de que el mundo esté basado en lo supernatural, en lo espiritual”. De esta manera, el materialismo dialéctico está necesariamente vinculado y es inseparable del ateísmo científico: “puesto que solamente lo que es material es perceptible, conocible, nada es conocido de la existencia de Dios”.
En La Sagrada Familia o Crítica de la Crítica Crítica, del cual la anterior cita es tomada, Marx y Engels demuestran que el ateísmo es representativo de las clases progresistas –en particular de la clase burguesa del siglo XVIII– que debieron luchar contra las concepciones feudales y religiosas reaccionarias.
La segunda cuestión filosófica más importante para el materialismo dialéctico es si el mundo está en constante movimiento, cambio y desarrollo cualitativo y en una interconexión universal, o es un sistema estático y en moción cíclica sin contradicciones internas ni cambios cualitativos. Aquí entra la importancia de la dialéctica que es definida como “la ciencia de las leyes generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, la sociedad humana y el pensamiento”. La segunda cuestión filosófica lidia especialmente contra el método metafísico –no contra la llamada metafísica– que interpreta la realidad y los fenómenos del mundo como aislados los unos de los otros, además de asignarles la cualidad de ser inmutables.
El concepto filosófico de materia
La definición materialista dialéctica de lo que es materia fue expuesta por Lenin en su obra Materialismo y empirocriticismo de esta manera:
“Materia es una categoría filosófica que denota la realidad objetiva, la cual es dada al hombre a través de sus sensaciones, y la cual es copiada, fotografiada y reflejada por nuestras sensaciones, mientras que existe independientemente de éstas”.6
Las categorías del materialismo dialéctico
- Esencia y fenómeno
- Causa y efecto
- Necesidad y casualidad
- Ley
- Contenido y forma
- Posibilidad y realidad
- Lo singular lo particular y lo individual
- Lo abstracto y lo concreto
- Lo histórico y lo lógico
Leyes de la dialéctica
En su Anti-Dühring, Engels expone que las tres leyes fundamentales de la dialéctica:
- Ley de los cambios cuantitativos en cualitativos
- Ley de la unidad y lucha de contrarios
- Ley de la negación de la negación
La teoría del conocimiento materialista dialéctico
Los fundamentos de la teoría del conocimiento materialista dialéctica fueron formulados por Lenin, los cuales se resumen en tres asunciones básicas:
- “Las cosas existen independientemente de nuestra conciencia, independientemente de nuestras sensaciones, fuera de nosotros (...)
- No hay definitivamente diferencia alguna en principio entre el fenómeno y la cosa-en-sí, y no puede existir tal diferencia. La única diferencia es entre lo que es conocido y lo que todavía es desconocido (...)
- En la teoría del conocimiento como en cualquier otra esfera de la ciencia, nosotros debemos pensar dialécticamente, eso es, no debemos considerar nuestro conocimiento como terminado, como inalterable, pero debemos determinar cómo el conocimiento emerge de la ignorancia, cómo el conocimiento incompleto e inexacto se torna completo y más exacto”.6
La lógica dialéctica
La Lógica Dialéctica fue concebida por Hegel en su obra Ciencia de la Lógica. En vez de eliminar la contradicción, la convirtió en la clave de su sistema lógico.16 Para Marx y Engels la filosofía hegeliana tenía un carácter revolucionario, que fundaba la lógica dialéctica como lógica del movimiento, de la evolución, del cambio,16 pero requería ser reelaborada con el enfoque del materialismo, de manera que consideraron la dialéctica como "la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como del pensamiento humano" y así "la propia dialéctica del concepto se convertía simplemente en reflejo consciente del movimiento dialéctico del mundo real". Las bases de la lógica dialéctica del marxismo quedaron planteadas en elAnti-Dührin y en la Dialéctica de la Naturaleza de Engels. Su trabajo fue continuado entre otros por primera vez por V. I. Lenin en su obra Materialismo y empirocriticismo. El mismo Lenin en1914, estudió detenidamente la lógica dialéctica y anotó cuestiones fundamentales sobre la misma, en los denominados Cuadernos Filosóficos.18 Lenin definió cuatro demandas básicas para su construcción:
- Examen de todas las facetas del objeto;
- Examen del objeto en su “desarrollo y automovimiento” y en sus “múltiples relaciones” con las demás cosas, la unidad de los contrarios y además la transición18 y la transformación de una cosa en otra;
- Una “definición” completa de un objeto debe incluir la experiencia humana entera. La lógica dialéctica sostiene que “la verdad es siempre concreta, nunca abstracta (...)”,6 el “infinito proceso de descubrimiento de nuevos aspectos y relaciones”, de continua profundización del conocimiento;18
- La Lógica Dialéctica no niega la significancia de la lógica formal en la estructuración del pensamiento.1
Una diferencia entre la lógica formal y la lógica dialéctica es que esta última “revela los principios lógicos de la transición al nuevo conocimiento, estudia la formación y el desarrollo de teorías”.19
Trabajos sobre la lógica dialéctica marxista han sido realizados, entre otros, por Henri Lefebvre, Mao Zedong,21 George Novack16 y Elí de Gortari.22 El filósofo soviético Pavel V. Kopnin desarrolló esta disciplina, con su obra Lógica Dialéctica.
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